DEFENSA DE BACH CONTRA SUS ENTUSIASTAS

Interpretación por: Ruddy Jesús Gómez Laura

El texto es una fuerte crítica a los “entusiastas” de Bach, en este fragmento se establecen criterios
sobre conceptos, ideas que han vuelto a definir a Bach y su música. En general en este primer capítulo
el autor nos presenta los conceptos, ideas, que estos “entusiastas” presentan sobre la imagen de Bach
y su música, así también las consecuencias de este planteamiento.

En primera instancia Theodorn Adorno, nos plantea respecto a la actualidad y el pensamiento sobre
la imagen de Bach, a esto se le llama “La resucitada cultura”.

RESUCITADA CULTURA

La resucitada cultura hace referencia, al pensamiento de siglo pasado sobre Bach, esa idea nociva y
retrograda donde se plantea a Bach como ser sobre natural, dicha imagen que resulta muy necesaria
para la industria, en este punto Theodorn utiliza un término muy acertado, “atadura”, una atadura
hacia la idea de Bach como el espíritu de la idea polifónica medieval.

SU MUSICA

Bajo este criterio su música es considerada superior al individuo, separando de este modo al sujeto
del arte, en donde el sonido no proviene de las particularidades del individuo, no proviene de la
relación sujeto-contexto que inspira a la producción musical, en este concepto la música es sustraída
y mostrada como una manifestación del ser, planteándola como la representación de la omnipotencia,
ya el concepto de “ser” se encuentra presentada como algo “inmutable e inevitable sustitutivo del
sentido”, en palabras de Theodor Adorno. Un pensamiento sobre la imagen de Bach, desde luego,
muy injusto.

LA FUNCION DE SU MUSICA

En este punto, la analogía que realiza Theodor es sobre la Ontología, parte de la metafísica que estudia
el ser en general, donde se le atribuye a la música de Bach una carga, teológica, supraordinario al ser
humano y carente de sentido teológico, resulta ser muchas cargas que plantean su obra con bastante
presunción en donde se llega a esperar resultados demasiado abstractos.

SUS ENTUSIASTAS

Es evidente que la obra de Bach, contiene un “orden”, término que se puede asociar al carácter de su
música, característica que resulta bastante atrayente para aquellos a los que Theodor se refiere como
sus entusiastas, un orden al cual regirse. Entusiastas que quieren sentirse “protegidos” en la imagen
de Bach.

VUELTA A LA ESTRECHEZ TEOLOGÍCA

Todo el planteamiento sobre la imagen de Bach anteriormente mencionada, hace que la genialidad
de este compositor quede tan solo en la estrechez teológica de donde Bach nació, estrechez a la que
su música se rebeló para irrumpir en la universalidad. Dicha genialidad se ve amenazada por la
nostalgia hacia Bach como compositor Eclesiástico, sin embargo, este supero dichas limitaciones.
LIMITACION ARTESANA DE LA EPOCA

Las ideas planteadas en la música de Bach, ideas que se plantearon como lucha de la estrechez
teológica a la cual Bach estaba sometido, ahora son considerados la vara de medir de obras del mismo
periodo, obras que son menospreciadas, sin llegar a ser analizadas, y tratadas de forma superficial,
planteando de este modo una superioridad en las obras de Bach.

INSTITUTOS SIN MUSA

La monopolización de las obras de Bach, por Instituciones sin “musa”, carentes de una comprensión
musical profunda, al realizar interpretaciones de su obra sin, tener en consideración en cuanto a estilo,
del juego, de la simetría. Al representarse de este sus obras podríamos llegar a llamarlo, el neoreligioso
Bach, que se hace pobre y esquelético perdiendo en esencia su contenido musical, basándose
simplemente en su prestigio. Y Bach simplemente llega a convertirse en mercancía cultural. Haciendo
de este modo de Bach un compositor para festivales en ciudades barrocas bien conservadas,
haciéndolo un fragmento de ideología, en donde solo se lo llega a apreciar, por aspectos superficiales,
sin interiorizarse y comprender su obra.