Bendito seas, oh Señor Dios nuestro, siempre lleno de bondad y misericordia, para con tus hijos, siempre lleno de Luz para guiar e iluminar nuestros pasos. Tú bendices nuestras entradas y salidas, desde que nacemos hasta que morimos nos tienes bajo tu amparo y cuidado. Bendice esta puerta, oh Señor, Dios Todopoderoso, la cual consagramos a Ti para este tiempo de preparación. Bendice en esta puerta todas las entradas y salidas de mi familia y de nuestros invitados para que seamos protegidos y la maldad y el enemigo no puedan traspasarla, para que la alegría, la felicidad y prosperidad entren a través de ella. Señor haz que cada día que pasemos por este lugar, seamos atraídos hacia tu presencia y a las maravillas de tu amor por nosotros. Tú eres la puerta del Reino de los Cielos, la puerta hacia la vida eterna. Oh Portal de eterna paz, nuestro nuevo y vivo camino, desata nuestros pecados y abre para nosotros la puerta de la salvación.
Guíanos Señor hacia ti, por tu
misericordia, y llévanos contigo a la Patria celestial. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. + Oración de Bendición de Bendito seas, oh Señor Dios nuestro, siempre lleno de bondad
la Puerta del Hogar y misericordia, para con tus hijos,
siempre lleno de Luz para guiar e iluminar nuestros pasos. Tú bendices nuestras entradas y salidas, desde que nacemos hasta que morimos nos tienes bajo tu amparo y cuidado. Bendice esta puerta, oh Señor, Dios Todopoderoso, la cual consagramos a Ti para este tiempo de preparación. Bendice en esta puerta todas las entradas y salidas de mi familia y de nuestros invitados para que seamos protegidos y la maldad y el enemigo no puedan traspasarla, para que la alegría, la felicidad y prosperidad entren a través de ella. Señor haz que cada día que pasemos por este lugar, seamos atraídos hacia tu presencia y a las maravillas de tu amor por nosotros. Tú eres la puerta del Reino de los Cielos, la puerta hacia la vida eterna. Oh Portal de eterna paz, nuestro nuevo y vivo camino, desata nuestros pecados y abre para nosotros la puerta de la salvación.
Guíanos Señor hacia ti, por tu
misericordia, y llévanos contigo a la Patria celestial. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. + Rezar el Credo.