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Percibió qué en lo madurar lento y gradual, momento a momento, ciclo a ciclo, de las
etapas de la creación y de sus especies vivas, parece residir un plan misterioso que se
desdobla: cada semilla apunta el próximo fruto, en cuyo interior estarán depositados los
detalles de la semilla siguiente. Pre-definiendo, así, las condiciones adentro de las
cuales la vida, en cada una de sus múltiplas manifestaciones, se dará en el futuro breve,
mediato y lejano; y determinando, a través de las inclinaciones de cada momento, el
probable proceso de desdoblamiento de cada potencial en realidad.
En todas las épocas el ser humano buscó en su entorno señales indicadores del regalo
aún desconocido y del porvenir a si manifestar, intentando descubrir las inclinaciones de
cada situación; más aún, durante toda su historia el ser humano intentó participar
derechamente del curso de los acontecimientos, buscando influir derechamente en su
ocurrencia.
Pinturas rupestres en cavernas prehistóricas sugieren tentativas de facilitar acciones de
caza y guerra antes mismo de las presas o rivales han sido avistados; rituales milenares
preservados hasta hoy en las islas del Pacífico Sur y en regiones centrales de África
apuntan la intención de influenciar el curso de los acontecimientos naturales y humanos;
registros inscritos o esculpidos en construcciones megalíticas como las ruinas de las
civilizaciones babilónica, egipcia, azteca, pre-incaica y mongólica comprueban la busca
de alternativas para superar la fragilidad asustadora frente a cualquiera imprevisto
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amenazador; complejos sistemas preditivos fueron concebidos y desarrollados por
pueblos de las más distintas culturas y orígenes, siempre buscando anticiparse a los
eventos y protegerse de inconvenientes.
Las prácticas divinatórias — de "servicio a los dioses", visando lograr sus favores —
asumieron todas las formas posibles, dependiendo de la cultura que las producía:
semillas, piedras, hojas, animales, bártulos, substancias químicas, instrumentos
musicales y de percusión, cantos, himnos y cantochões, humos y fumigaciones,
entremeses de artesanía, obras de arte y hasta mismo excrementos pudieron ser
utilizados, desde que realizasen el puente esperado entre el sagrado y el profano, esto es,
"persuadiesen" los dioses a informar al ser humano cuales ocurrencias estaban se
abatiendo sobre él o estaban por si verificar.
Basta recordar qué el héroe griego Prometió nunca fue perdonado por los dioses del
Olimpo, después de su tentativa (¡bien devenida) de robar el fuego de los cielos y
distribuirlo entre los hombres, ampliándoles la conciencia y aumentándoles poderlo
sobre el porvenir!
Con la lectura de folios de coca, como en las prácticas andinas desde tiempos pre-
incaicos; a través del juego de varetas o de monedas, como en el milenar I Ching chino;
echando piedras cubiertas de inscripciones, como en las runas célticas; analizando
demoradamente la simbología de cartas, como en el medieval Tarot de Marseille; o
apenas observando las estrellas y registrando el cadenciado movimiento de los astros en
el firmamento, como en la astrología, el ser humano buscó siempre encontrar
condiciones para sobrevivir y organizarse en medio a lo aparente caos de la realidad.
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Esto es: en todas las latitudes y longitudes y en todas las épocas el ser humano tuvo
sobre sí el cielo y los astros, en su inexorable pero ritmada mutación; gradativamente,
en lo devenir de incontables generaciones, nexos de "coincidencia" fueron observados y
registrados, permitiendo el acúmulo de informaciones sobre calidades que tendían a si
repetir, independientemente de las condiciones que pareciesen predominar.
A cada vez que un cierto astro, planeta o estrella, ejecutaba un movimiento en los cielos,
determinada ocurrencia era observada en la Tierra; a cada vez que una cierta
combinación de astros "allá" se daba, determinada sucesión de acontecimientos "aquí"
se producía.
Siempre haciendo suponer la existencia de algún nivel de "ligazón" entre los cuerpos
celestes — "¡con toda certeza divinos!" — y los acontecimientos más vitales o
comezinhos del ser humano y de su vida.
Todavía, para todos estos pueblos — y hasta mismo para el pensamiento europeo de la
Edad Media, cuna de la cultura occidental — se trataba, todo el tiempo, apenas de saber
con anticipación qué ya si suponía predestinado a acontecer. Nada más había a hacer
sino vergarse a la impiedosa fuerza del destino, que en su movimiento supuestamente
circular obligaba todos los seres a acontecimientos independientes de sus voluntades
individuales.
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¿Pero lo qué podería el ser humano de priscas eras suponer, sino el hecho de qué los
movimientos celestes provocaban los acontecimientos terrestres y humanos? ¿Al final,
en ellos no vivían dioses?
¿Podrían nuestros antepasados creer en otra cosa sino en una supuesta fuerza causal
poseyda por los movimientos celestes? En un mundo pre-científico, en el cual nada se
sabía de electromagnetismo, "¿agujeros negros", fuerza nuclear fuerte o flaca, partículas
subatómicas, fusión nuclear o mismo Física, Química y Psicología, podrían los hombres
y mujeres de aquellas épocas concebir otra posibilidad qué no la del predestinación y de
la influencia directa de los astros sobre el destino de cada ser vivo?
Mismo la astrología que se practicó en Europa desde el Siglo XIX fue fuertemente
marcada por estas nociones deterministas: influenciadas por la producción teorética de
Helena Petrovna Blavatsky, fundadora y líder del movimiento político-espiritualista de
la Teosofia, y por las nociones reencarnatórias que el pensamiento hinduísta desarrollara
en lo correr de siglos en el sub-moderado indiano, Alice Bayley y Annie Besant
desarrollaron una astrología fuertemente alicerçada en la idea de que todo lo que ocurría
en la vida de una persona era siempre "karma" de la pasado siendo cumplido en esta
vida, en un infindável "acierto cósmico de cuentas".
Esta misma vena reencarnacionista se explayó por el trabajo de astrólogos adeptos del
Espiritismo, movimiento espiritualista con coloraciones propias crecido desde el trabajo
de Allan Kardec, pseudónimo del francés Hippolyte Leon Denizard Rivail, que en 1856
publicara El libro de los espíritus y diera inicio a este movimiento.
Así, poco quedaba a hacer allende convivir con un fatalismo imobilista: en un primer
momento, las condiciones humanas fueron vistas como meras decorrências de la
voluntad de dioses encarnados en los astros, quiénes deberían ser aplacados en su ira o
satisfechos en sus deseos; en un momento siguiente, estas mismas condiciones pasaron
a ser vistas como nada más sino etapas de un largo trabajo multissecular de purga, alma
el alma, de "malas acciones" algún día practicadas.
Peor aún: aún hoy, en pleno final de lo según milenio, aún hay quien afirme que los
planetas "actúan energeticamente" sobre la ocurrencia de los hechos y el de los
procesos, mezclando nociones de la Física aprehendidas superficialmente con
supersticiones de una pasado ya distante. Sin siquiera cogitar sobre el hecho de que los
"planetas" utilizados por la astrología en su busca de conocimientos corresponden
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apenas a recursos simbólicos, meramente simbólicos, transitando por puntos ficticios
del espacio, tales personas continúan se suponiendo a la merced de fuerzas mayores de
lo que ellas y situadas fuera de sí mismas, contra las cuales nada se puede hacer...
Cómo, entonces, ¿devolver al ser humano la posibilidad de creer qué puede interferir
activamente en su propio destino y en las condiciones de vida qué él mismo viene
produciendo, en sus elecciones, acciones y actitudes?
A eso del año de 1930 la respuesta empezó a ser data, a través del trabajo pionero del
pintor, escritor, músico y astrólogo parisiense (pero radicado norteamericano) Dañe
Rudhyar.
Hondamente influenciado por la producción teorética de la Psicología de los comienzos
este siglo, a cual por la primera vez en la cultura occidental hipotetizava la existencia de
capas inconscientes en la psique humana y demostraba que tales capas eran las
verdaderas determinantes de la conducta individual (como vemos en el capítulo
anterior), Rudhyar lanzó en 1936 su libro La astrología de la personalidad y en él
propuso lo que llamó de Astrología humanista o astrología centrada en la persona,
contraponiéndose a lo que era, hasta entonces, astrología centrada en los eventos.
Ora, cogitava él nos idos de los '30, si las acciones de una persona atienden siempre a
necesidades profundas sentidas por ella y originarias de su propio inconsciente, aun
cuando tales necesidades a vengan obligando a hacer "elecciones" o a practicar acciones
que la infelicitem, la astrología debía ser utilizada para facilitar el hallazgo de estas
necesidades profundas, devolviendo al individuo las condiciones necesarias para
realizar elecciones conscientes más adecuadas entre las múltiplas alternativas de cada
momento.
¡En otras palabras, la astrología debía servir cómo recurso para devolver al ser humano
la posibilidad de ejercer suyo libre arbitrio desde el entendimiento de cuáles contenidos
inconscientes efectivamente dirigen su comportamiento a cada momento y por todo el
vida!
El trabajo de Dañe Rudhyar fue innovador y representó una guinada de 180 grados en el
pensamiento astrológico occidental contemporáneo; en este sentido, así como habíamos
tenido en lo correr de la historia filósofos que produjeron teoría psicológica, siempre
adentro de su momento histórico y desde los conocimientos de su época, Dañe Rudhyar
construyó un nuevo abordaje filosófico de la astrología desde los conocimientos
psicológicos de su momento histórico, dándole una dimensión hasta entonces
inexistente.
Desde aquel instante la astrología pasaba a poseer un modelo teorético central en torno
al cual organizar todas las informaciones que enriqueciesen su posibilidad de dar al
hombre explicaciones coherentes sobre sí mismo: el conjunto simbólico registrado en
una carta astrológica natal indica la estructura y la dinámica básicas del sistema a lo
cual esta carta se refiere y, por tanto, apunta sus principales inclinaciones.
Entonces, se pudo dejar de suponer que los "planetas" allí indicados causaban lo que
estaba pronosticado para la existencia de aquel sistema (sea persona, empresa, país etc.),
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pues, al contrario, apenas indican las inclinaciones de lo que ocurriría con aquel sistema
en función de su estructura y de su dinámica propias.
Con esto, se estremecía el inmovilismo y el fatalismo que por tantos siglos imperara en
la astrología occidental, abriendo la posibilidad del ser humano, al tener conocimiento
consciente de la estructura y de la dinámica de su propio psiquismo, a través de la carta
astrológica natal, interferir productivamente en su realidad interna inconsciente, la
principal determinante de su comportamiento.
Alexander Ruperti, André Barbault, Betty Lundsted, Geoffrey Dean, Gregory Szanto,
Jeff Mayo, Howard Sasportas, Karen Hamaker-Zondag, Liz Greene, Michel Gauquelin,
Noel Tilde, Robert C. Jansky, Robert Hand y Stephen Arroyo fueron algunos de los
matemáticos, psicólogos, bioquímicos, pedagogos y médicos que vinieron
enriqueciendo esta nueva posibilidad del pensamiento astrológico, desde Dañe Rudhyar.
Con esto, hasta el trabajo de astrólogos tradicionales, como Alan Leo y Charles Carter,
entre muchos otros, pudo ser retomado y enriquecido, ahora bajo nuevas luces.
El TRABAJO EN CONSULTORIOS
Con una sensible ventaja, fruto de la ciencia del Siglo XX: ahora, las nociones
tradicionales — y principalmente las noticias descubiertas de la astrología — pudieron
ser chequeadas en consultorio o laboratorio, para aferição de veracidad y ajuste de
procedimientos, visando a su constante perfeccionamiento.
Al final, si una teoría no se ajusta a la realidad, es la teoría que debe ser alterada, pues
con certeza ella presenta distorsiones conceptuáis, falsas premisas o inverdades.
Así, por ejemplo, viejos axiomas astrológicos sobre la relación entre los símbolos
astrológicos y ciertas funciones corporales o perfiles de personalidad pudieron pasar a
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ser minuciosamente sometidos a la verificación; para tanto, bioquímicos como Robert
C. Jansky fueron a los microscopios y tubería de ensayo y verificaron la veracidad de
aquellas suposiciones. Al mismo tiempo, otros axiomas astrológicos pronosticaban
disfunciones orgánicas (de fondo emocional) en ciertos casos; psicólogos como Liz
Greene o Howard Sasportas y matemáticos estadísticos como Stephen Arroyo o Robert
Hand pudieron verificar en consultorio o a través de métodos psicométricos, apoyados
en la moderna informática, la veracidad de aquellas afirmaciones.
Si, en otras palabras, ¿el contenido inconsciente es inconsciente para ella misma?
Ora, lo que diferencia el ser humano de otras especies terrestres es, arriba de todo, la
posibilidad que él tiene de dirigir su voluntad personal.
En otras palabras, la posibilidad de establecer a sí mismo un objetivo, reunir los
elementos necesarios para alcanzarlo, movilizarse en este sentido y, todo el tiempo,
chequear para ver si los resultados logrados paso a paso no lo están en verdad
distanciando del objetivo anhelado.
Así, "voluntad" es igual a "deseo existente + objetivo visado + recursos necesarios para
el atingimento + direcionamento de acciones + evaluación de resultados".
Colocado así, parece fácil y simple; mientras, observado más de cerca, ¡se ve qué tal
trazo distintivo de la especie humana requiere un nivel de especialización de funciones
altamente sofisticado, qué fue crecido con pasarlo de muchos milenios y de inúmeras
especies vivas!
Requiere percibir un deseo, asumir este deseo, definir cual objetivo lo satisface, evaluar
la situación, reunir las condiciones necesarias para alcanzarlo, colocar en acción toda
una serie encadenada de esfuerzos, evaluar constantemente lo que está siendo logrado y,
siempre que necesito, alterar el sentido inicial o la intensidad de cada acción,
"corrigiendo la ruta" rumbo al objetivo.
Mientras, todos nosotros tenemos deseos conscientes e inconscientes al mismo tiempo,
muchas veces contradictorios y por veces hasta mismo irreconciliables: ¿sabe cuándo
usted dice qué está con una determinada "voluntad" pero se pega haciendo exactamente
el contrario?
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Pues es, es disto que estoy hablando...
Por siglos el ser humano discutió esta cuestión; los filósofos griegos escribieron tratados
y más tratados sobre el asunto, inúmeros fueron los escritores europeos de los Siglos
XVII, XVIII y XIX que teorizaron a respeto, religiones enteras se estructuraron con
base en esta tema y hasta hace bien poco tiempo se creía que "basta querer para
conseguir".
Pues es, este ideal voluntarista, que predominó por muchos siglos en el pensamiento
occidental, hace todo el mundo creer que quien no consigue lo que quiere (poco importa
lo que sea) no quiso el suficiente o estaba engañado al decir que lo quería.
hasta que Freud y los primeros psicólogos, desde los fines del siglo pasado, demostraron
que bajo el nivel de la voluntad consciente residen instancias psíquicas inconscientes
con fuerza suficiente para invertir el rumbo de las cosas sin que la propia persona lo
perciba; son los deseos inconscientes, actuando como voluntad interior y "robando" de
la voluntad consciente el papel de principal definidora de las formas de comportamiento
del individuo, independiente de su nivel social o cultural, banda etária y sexo.
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Entonces, el ser humano pudo entender qué es "doblemente determinado", muchas
veces hasta mismo contra sus deseos conscientes: más superficialmente por su
inconsciente personal; más hondamente aún, por su inconsciente colectivo.
otro encuestador de la primera mitad este Siglo, todavía, el geneticista húngaro Lipot
Szondi , verificó la existencia de una "camada" intermediária en el inconsciente
humano, entre el personal y el colectivo, derivada de material genético transmitido
familiarmente y componiendo lo que él llamó de "inconsciente familiar".
Como hablar, entonces, de "voluntad personal", si se fue comprobando que toda persona
actúa siempre motivada por contenidos psíquicos situados en cuatro niveles
simultáneos, tres de ellos inconscientes (personal, familiar y colectivo) y apenas un
consciente (la voluntad racional)?
Cómo hablar con más seguridad, entonces, ¿sobre el tipo de deseo qué mueve una
persona?
Cuál objetivo ella tendrá, al final, ¿si probablemente ni ella conoce la totalidad de sus
razones inconscientes, siempre determinantes de su comportamiento individual?
¿Llanamente usted conoce alguna mujer qué quiera conscientemente solo encontrar
hombres qué sean brutos en el trato con ella? ¿En verdad usted conoce algún hombre
qué solo anhele no dar cierto en la colocación?
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Qué, entonces, ¿hace con qué aquella mujer termine apenas con hombres agresivos y
qué este hombre solo encuentre servicios en los cuáles no se adapta bien o no si sienta
feliz?
Pudiendo ser utilizada como instrumento de diagnóstico (del griego día, "a través de", y
gnosis, "conocimiento") de la personalidad global de una persona en cualquier época e
independiente de su edad, sexo o nivel cultural, la Astrología Clínica permite no solo la
realización de diagnósticos de personalidad — a través de la interpretación de cartas
astrológicas natales —, para definición de características personales, potenciales
existentes y bloqueos emocionales instalados, como también una profunda comprensión
de lo que realmente motiva una persona en su relaciones, sean ellos familiares,
afectivos, sociales y mismo profesionales o societarios — a través de recursos
especializados como las sinastrias y los análisis de mapas compuestos (que veremos
adelante en detalles).
Pero la Astrología Clínica ofrece otro grande recurso de comprensión de lo que ocurre
en la vida de una persona: la posibilidad de definir antepasadamente, muchas veces con
meses o hasta con años de antecedencia, como estará su psiquismo si portando y qué la
estará movilizando en determinada época de su vida.
Este trabajo, más popularmente conocido como "previsiones", recibe el nombre técnico
genérico de progresiones y puede ser efectuado de diferentes formas o con el concurso
de diferentes técnicas, dependiendo de la metodología criada por el astrólogo
profesional que lo realiza ("progresiones directas", "tránsitos", "revoluciones solares o
lunares", "progresiones por arcos reversos" etc.).
¿Qué las progresiones apuntan, entonces? Con el análisis de una Carta natal astrológica
y la identificación de la dinámica básica del inconsciente de aquélla cierta persona, y
desde la verificación de como su Carta natal se combinará con las cartas de instantes
porvenires en lo correr del tiempo (a través del continuado movimiento de los planetas
en los cielos), el astrólogo profesional es capaz de pronosticar cuales contenidos
inconscientes estarán más o menos activados en un cierto período de la vida de la
persona y, por tanto, cuales eventos ella estará más fuertemente inclinada a vivir en
aquel mismo período, ya que tales tipos de acontecimientos permitirán que aquellos
contenidos inconscientes sean manifestados.
Por ejemplo, imagine que la carta astrológica natal de alguien indique la existencia de
mucha ira inconsciente, originaria de ciertos procesos vividos por esta persona en la
infancia y nunca mejor resueltos; cuando el astrólogo "progresa" la Carta natal y percibe
qué los contenidos inconscientes ligados la esta ira estarán más emergentes en un
determinado período, podrá interpretar esta "progresión" señalizando a la persona la
necesidad de más atención consigo misma por aquel entonces específica, mientras a tal
ira no sea mejor trabajada, pues ella estará más violenta o enfadadiza, propensa a peleas
o discusiones sin más ni más aparente e inclinada a si envolver con situaciones de
conflicto o incluso a provocarlas. ¡Superficialmente, la persona estará "sujeta" a ciertos
tipos de ocurrencia, pero en verdad ella las estará buscando cómo pretexto para
descargar la tensión qué la agresividad interna no resuelta producen!
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O, en otro ejemplo, suponga que una carta astrológica natal indique que en cierta época
la persona estará más fácilmente engañada sobre la naturaleza real de sus sentimientos,
por la vigorosa emergencia de conflictos afectivos inconscientes; el astrólogo
profesional aconsejará su cliente en el sentido de no tomar decisiones afectivas drásticas
en aquél determinado intervalo de tiempo (casarse, si despega o tener hijos, por
ejemplos), pues pasado aquel momento lo que parecía decisión racional podrá si mostrar
apenas confusión emocional o necesidad de suplir viejas carencias nunca satisfechas.
Y, en un ejemplo aún más trágico, supongamos que el análisis clínico de otra carta
astrológica natal indica que en cierto momento de la vida de una persona una
determinada estructura inconsciente que la predisponga al consumo de bebidas o drogas,
asociada a una fuerte inclinación a depresiones profundas, en función de episodios de
infancia o en decorrência de herencia familiar, estará más activado; de pose de estas
informaciones, y en un delicado lenguaje accesible al cliente, el astrólogo profesional
sugerirá (eventualmente hasta mismo enfatizará, en casos extremos como éste,) a mucho
grande necesidad de la persona si mantiene alejada, al menos en aquel período
específico, de bebidas, drogas o productos farmacológicos de efecto psicoemocional,
pues la chance de ocurrir una sobredosis como tentativa inconsciente de suicidio es
grande.
Obviamente, una progresión de carta astrológica natal también puede ser mucho útil
para identificar aspectos felicitadores: épocas de ensanchada capacidad personal de
generar empatía, épocas más propicias para inversiones financieras (por mayor
sagacidad comercial o mejor capacidad de evaluación objetiva de situaciones), época de
Vie-appeal más emergente (por intensa canalización de libido a servicio de la
sexualidad), época de mejor desempeño intelectual (por aumento de la capacidad de
establecer conexiones entre informaciones distintas) etc.
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Ya el recurso de las sinastrias, o mismo el de los mapas compuestos (también conocidos
como composites, una técnica más reciente y menos tradicional, aunque bastante
eficaz), permite al astrólogo profesional identificar las razones reales de las relaciones
entre personas, para cualesquiera finalidades (socios comerciales, relaciones afectivo-
amorosas, casamiento, relaciones de amistad, sociedades de ocasión, comparte de
intereses comunes etc.), como forma de orientar los envueltos sobre como manejar
consigo mismos y con los compañeros, visando evitar los tan comunes errores de juicio
y de evaluación en aparcerías.
¿Quién ya no hizo una sociedad con el mejor amigo para después de percibir qué habría
sido mejor continúen apenas amigos?
Las situaciones son inúmeras, los participantes son los más diverso, pero la regla es una
solo: nunca sabemos, realmente, qué se pasa en el inconsciente de quien esté envuelto
en una relación personal y lo que determina efectivamente esta relación, sea ella
afectiva, societaria, de amistad, de trabajo o de intereses compartidos temporariamente.
Por esto nuestros antepasados nos enseñaban que "para conocer a alguien es necesito
comer una saca de sal a su lado"...
Un bueno trabajo sinástrico apunta las reales razones que determinan el establecimiento
de una cierta relación y, más aún, cual las inclinaciones más probables de aquella
relación, a corto, medio y largo plazos, datas las características de las personas
envueltas y qué cada una provoca en la otra sin mismo saberlo.
Es que las verdaderas razones de cualquiera relación son aquéllas que se dan entre los
inconscientes envueltos, de acuerdo con los deseos inconscientes allí existentes y
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explicitados por las cartas astrológicas natales individuales; analizando la combinación
de las cartas astrológicas natales de las personas envueltas, entonces, el astrólogo
profesional puede afirmar con seguridad qué realmente las atrae o las repele entre sí,
qué las mantiene juntas o tiende a alejarlas, qué cada una encontrará de más difícil en el
convívio con a otra y cuales los potenciales de aquella relación específica que pueden
ser despertados y mejor desarrollados.
Siempre adentro del perfil o tipo de relación que está se dando o por si dar; al final,
relaciones comerciales, societarias, empregatícias, afectivas o apenas de envolvimiento
pasajero ("de ocasión") tienen contornos propios y requisitos específicos. Esto todo es
llevado en consideración por el astrólogo profesional en su trabajo sinástrico, pues él
sabe qué debe interpretar las cartas envueltas de acuerdo con la intención de su cliente
(¿o clientes): se trata de relación dónde es esencial haber tesão y armonía en el convívio,
cómo en un casamiento? o solo se quiere "¿cabezas qué encajen", cómo entre
compañeros de trabajo intelectual? hay objetivos análogos y confianza mutua, que es lo
que se espera fundamentalmente de una sociedad, o basta haber concordancia
temporaria y específica de intereses, como en una "sociedad de ocasión"?
De pose destas informaciones, entonces, los envueltos pueden tomar las decisiones que
malas de cerca atiendan a sus reales necesidades e intenciones.
Por fin, adentro de las alternativas de servicio astrológico ofrecidas por la Astrología
Clínica, tenemos el análisis clínico de una Carta natal astrológica, asunto sobre lo cual
nos extenderemos por todo el restante de este libro pero que merece aquí una rápida
descripción.
Todas las personas, al nacer, ya cargan en sus inconsciente determinados estilos
fundamentales de comportamiento psicoemocional, quiénes componen su tipo
psicológico: son aquellos modos básicos de manejar las diferentes situaciones de la
vida, consecuentes de material genéticamente dispuesto y tan diferentes de persona la
persona que muchas veces llevan hasta mismo dos hermanos a ser antagonicamente
opuestos en muchos aspectos desde bebés; en mi trabajo personal, denomino tales
estilos fundamentales, altamente individualizados, trazos estructurales de personalidad
(porque abastecen de las estructuras psicoemocionais más profundas).
Hay otro tipo de trazo de personalidad, todavía, que no deriva derechamente del tipo
psicológico individual y, sí, de las características predominantes del medio ambiente de
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aquella persona durante su primera infancia y de los sentimientos que el contacto con
tales características del medio ambiente produjo; estos trazos, a pesar de yo
denominarlos trazos coyunturales de personalidad (porque decorrem de la conjuntura
ambiental atravesada por el niño), tienen tanta "fuerza" cuanto los trazos estructurales
en la determinación de su futuro comportamiento global.
Es que, por se han establecido mucho precocemente, tales trazos marcan el conjunto
global de comportamientos de la persona, estableciendo un perfil y determinando la
forma de relación de los otros con ella, con lo que ellos son constantemente reforzados.
Tales trazos coyunturales de personalidad derivan del contacto directo con tres fuentes
fundamentales de estímulos presentes en el medio ambiente infantil: una figura
masculina predominante (en general el padre pero, por veces, un abuelo, el padrastro, un
tío, un hermano bien más viejo etc.), una figura femenina predominante (en general la
madre pero, por veces, una abuela, la madrastra, una tía, una hermana mucho más vieja
etc.) y el modelo básico de relación vivido por el padre y por la madre entre sí y de cada
un con el niño en lo correr de su primera infancia.
Será del percibido por el niño en éstas tres fuentes, principalmente del punto de vista
emocional y de comportamiento manifiesto (¡lo qué interesa es cómo ellos se portan y
lo qué realmente sienten, y no lo qué dicen pensar, anhelar o estar sintiendo!), que el
niño construirá modelos inconscientes de comportamiento.
Porque el niño absorbe la carga emocional de cada situación vivida por ella e introjeta
en su inconsciente estas cargas, acompañadas de memorias inconscientes de los tipos de
comportamiento que ocurrían a su vuelta cuando tales vivências se producían. En otras
palabras, "guarda" en el inconsciente la memoria de que "papá" o "mamá" se portaban
de tal o cual forma frente a tal o cual situación y se sentían de tal o cual manera en tal o
cual ocasión; con estas memorias inconscientes condicionando sus formas de
comportamiento, futuramente el niño se portará de forma análoga (¡porque
condicionada) frente a situaciones también análogas, mismo sin saber lo que la está
llevando a si portar de aquella manera!
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Veamos apenas algunos ejemplos, apenas para fijar mejor estos conceptos.
Piense en el niño que creció en un ambiente en el cual el padre era "poseso" por
constantes y profundos sentimientos de ser capaz de cualquier realización, obligando
todos los familiares a si sacrificar por todo proyecto que él tuviese en miente: si niño,
futuramente este niño creerá ser capaz de arrostar cualquier desafío, mismo cuando
existan evidencias reales de fracaso, poco si importando si en su "lucha" arrastra todos
los familiares a una vida de constantes imprevistos y sobresaltos; si niña, futuramente
este niño buscará "héroes vencedores" que siempre tengan en miente "proyectos
espectaculares", aun cuando ella tenga de con frecuencia renunciar de sus propias
necesidades y deseos para "agarrar la barra".
O piense en el niño que creció en un ambiente en el cual la madre era presa constante de
miedos fantasiosos, al mismo tiempo en el que tenía accesos obsesivos de limpieza y,
con esto, atraía la ira del esposo, que nunca podía estar a la voluntad en casa: si niño,
futuramente este niño buscará compañeras ansiosas y miedosas, al mismo tiempo que
compulsivamente dedicadas a limpiar y arreglar todo lo que esté a su vuelta, no lo
dejando en paz y nunca permitiéndole mayor libertad doméstica; si niña, futuramente
este niño buscará compañeros que desarreglen con frecuencia qué ella está siempre
limpiando y arreglando, al mismo tiempo en el que será presa de verdadero pánico con
los niños o el propio compañero, robándoles cualquier posibilidad de espacio personal.
Tales situaciones, tan comunes, son apenas algunos retratos someros y parciales de los
inúmeros calidades que se establecen en el inconsciente de un niño durante su primera
infancia (cero a cuatro años de edad) y pasan a establecer de allí por delante sus formas
de comportamiento.
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Porque todas las esferas de la vida individual sano decididas de antemano (cuando
comparadas a las decisiones conscientes, más someros) por el conjunto de fuerzas e
imágenes dispuestas en el inconsciente; y por esto una persona no logra cambios
verdaderos o duraderas en su comportamiento (sexual, sensual, intelectual, afectivo,
asertivo, creativo, familiar, profesional o hasta mismo espiritual) si ella no procesa
alteraciones profundas en estas disposiciones inconscientes, sus reales matrices de
comportamiento.
Planetas, Casas, Aspectos angulares entre los planetas y eventualmente otros símbolos
específicos, como Lilith, Quíron o Rueda de la Fortuna, se combinan para ofrecer al
astrólogo que domeña teorías psicológicas y del comportamiento humano un vasto y
profundo cuadro de referenciáis sobre la personalidad global de la persona que está a su
frente.
Iniciada la entrevista de análisis clínico, cliente y astrólogo profesional se pondrán
juntos por un tiempo que varia bastante de caso para caso y de astrólogo para astrólogo,
pero que casi nunca dura menos de lo que dos a tres horas; durante este período, en un
encuentro que puede recibir el nombre de "entrevista astrológica clínica de devolución"
o "entrevista devolutiva astrológica clínica", el astrólogo profesional expondrá al cliente
qué su carta natal astrológica indica sobre los procesos de constitución de su modelo
inconsciente global y de como la estructura y la dinámica básica de este modelo vienen
determinando sus opciones de vida.
En una interpretación astrológica que parte del principio de que casi todas (sino todas)
las "elecciones" que una persona hace en su díala-día decorrem de calidades
implantadas precocemente en su propio psiquismo, motivo por el cual este inconsciente
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es que deberá ser desvelado y trabajado por la propia persona para lograr
modificaciones efectivas en su comportamiento habitual, el astrólogo y el cliente van
discutiendo las informaciones que la carta astrológica natal ofrece y lo que hacer desde
cada de ellas.
Pero cual si llega a este momento, el de la entrevista de devolución del análisis clínico
de una carta astrológica natal — o, como es más comumente llamada, la "lectura del
mapa natal"?
Todo comienza cuando el cliente suministra al astrólogo los datos básicos para la
elaboración de su carta astrológica natal: data completa, local (ciudad) y hora de su
nacimiento; no hay necesidad de informar se hubo hora de verán en el día del
nacimiento (y se recomienda que la hora sea enterado de acuerdo con la hora oficial en
vigor en aquella data, esto es, sin corrección alguna), pues hay tablas específicas para el
cálculo astrológico que informan al astrólogo profesional si es necesario proceder a la
corrección.
Un aspecto, todavía, suele desafiar mucha gente: la precisión de la hora de nacimiento.
Muchos sano aquéllos que tienen serias dudas sobre la hora real en que nacieron, por las
más variadas razones. Así, lo más confiable, en general, en la ausencia de una ficha
hospitalaria de alumbramiento, es el registro de nacimiento; en su ausencia, la
declaración de la madre o del padre, de una comadrona o mismo de parientes.
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astrólogo la hora más aproximada posible de nacimiento y la fecha de algunos de los
principales acontecimientos de su vida (el nacimiento de un hijo, la muerte de alguien
próximo, una intervención quirúrgica, un grande viaje, un incidente marcante, el
casamiento o la separación judicial, el inicio o el rompimiento formal de una sociedad
comercial etc.); de pose de estos datos y de la hora más aproximada posible del
nacimiento de la persona, el astrólogo profesional corregirá con exactitud su hora natal,
definiendo cual hora de nacimiento (exacto en minutos) indicaría la ocurrencia de tales
hechos en las épocas mismas en que ellas se dieron.
Cabe una observación, sin embargo, en lo que dice respeto a otras prácticas astrológicas,
como la de las sinastrias y mapas compuestos, para análisis de relaciones, y a de las
previsiones, sean por tránsitos, progresiones u otras técnicas auxiliares (mencionadas
atrás, en el capítulo 3). En tales casos, la precisión de la hora suele ser crucial, razón por
la cual para estos trabajos se debe estar seguro de la hora exacta de nacimiento.
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Hay también astrólogos que atienden en un esquema de "hora corrida", cobrando un
precio determinado por hora de trabajo y quédando a la disposición del cliente cuanto
tiempo éste quiera, hasta si agoten las cuestiones; este procedimiento, todavía, por
obvias razones solo debe ser adoptado por quien busque el profesional con una relación
necesita de asuntos a discutir, evitando pérdidas innecesarias de tiempo y costes
demasiadamente elevados de servicio.
(Como yo entiendo qué la psique de una persona es un sistema global, donde todos sus
componentes y datos si interligam de forma cohesionada, solo siendo posible una visión
abrangente de ella y de sus características parciales si se plantea un retrato "de cuerpo
entero", no podría ser diferente mi elección profesional.)
Por otro lado, muchas veces también el cliente nada dice, escéptico o desconfiado,
creyendo que emitirse opiniones o dé más informaciones sobre lo que está siendo
discutido "facilitará" el trabajo del astrólogo y se quedará en la duda si lo que oyó "es
verdad" o apenas "deducción cuca" de lo que él mismo contó.
22
Ora, así como compete al astrólogo intentar establecer un clima lo más facilitador
posible, pues el peso emocional de lo que allí será discutido se vuelve de más fácil
convívio se hay empatía o al menos respeto, compete al cliente intentar superar el
primer impacto e integrarse el máximo que consiga en la entrevista; incluso, intentar
desarmarse de actitudes internas de descreimiento y de necesidad de "someter el
astrólogo a la prueba". El astrólogo profesional no está allí "adivinando", está
simplemente deduciendo lo que un conjunto de símbolos astrológicos le informa con
seguridad, razón por la cual nada se altera si el cliente "cree" o no en lo que la
interpretación de la carta natal ofrece; su papel es lo de presentar un cuadro de
referenciáis de personalidad, aclarar dudas y, ¡así, facilitar el trabajo futuro del cliente
en sí mismo!
Tal integración entre astrólogo y cliente, cuando ocurre, suele enriquecer sobremanera
el trabajo de servicio y aconselhamento, pues ambos entonces se empeñan en cada
cuestión levantada, en un verdadero "trabajo de aparcería".
23
Además, es exactamente por el volumen de informaciones que una entrevista de análisis
clínico de carta astrológica natal ofrece, y por el contenido fuertemente emocional o
sentimental de la mayor parte de las mismas, que todas las entrevistas de
aconselhamento astrológico sano grabadas en áudio; despues la entrevista, el cliente
lleva consigo las cintas (y a veces la propia carta dibujada o impresa, para él una mera
curiosidad), pudiendo volver a oírlas, presentarlas a alguien de su confianza o hasta
mismo utilizar su contenido en terapias y otras actividades de ayuda personal (como
veremos en el capítulo 7).
Varios son los factores que obligan esta grabación, para que las informaciones no se
pierdan y ni sean posteriormente distorsionadas por el cliente, cuando perderían todo el
utilidad. En primer lugar, las capacidades humanas de "percepción selectiva" y de
"retención selectiva": todos nosotros percibimos apenas aquello que de alguna forma
nos atrae, al mismo tiempo en el que solo retenemos en la memoria consciente qué de
alguna forma nos parece importante.
Como decía William James, que conocemos en nuestro primer capítulo, la conciencia es
selectiva y "está siempre más interesada en una parte de su objeto de lo que en otra y
recibe, rechaza o escoge durante todo el tiempo que piensa".
Al mismo tiempo, la memoria humana tiene una limitada capacidad de retención, quiere
en lo que dice respeto a la cantidad de lo que necesita ser retenido, quiere por la
antigüedad del material que debía estar retenido; así, mucho de la entrevista devolutiva
de análisis clínico astrológica podería simplemente ser olvidado.
Por todo esto, y muchas veces hasta porque una comprensión más ensanchada de las
informaciones ofrecidas exigirá del cliente momentos futuros de ponderación (en un
profundo trabajo interior), cada tema debatido por el astrólogo profesional con el cliente
debe se poner registrado.
Desde este material, en lo correr de lo cual el cliente probablemente tendrá lo más largo
y completo conjunto informativo sobre sí aun cuando ya pudo tener en la vida, es que
tiene inicio su proceso de tomada de decisiones personales, afectivas y profesionales.
Para que discutamos a partir de aquí, entonces, algunos de los diferentes aspectos
humanos que pueden (y deben) ser trabajados durante el análisis clínico de una carta
astrológica natal, he que exponer un poco de lo que presenté en mayores detalles en mi
libro El simbolismo astrológico y la psique humana.
Decía Freud que para el psicoanalista "no existe nada insignificante, arbitrario o casual
en las manifestaciones psíquicas, (vendo siempre) un motivo suficiente en toda parte,
donde habitualmente nadie piensa en esto; (el psicoanalista hasta acepta la existencia
de) causas múltiplas para el mismo efecto, mientras nuestra necesidad causal, que
suponemos innata, se satisface plenamente con una única causa psíquica" (paréntesis
míos).
¿Qué él quería decir con esto?
25
Esto ocurre porque el psiquismo está todo el tiempo empeñado en satisfacer deseos
(conscientes o inconscientes) del individuo, tenidos por sí mismo (consciente o
inconscientemente) como la mejor respuesta a cada situación de vida; así, de la misma
forma que los diferentes instintos actúan para atender a las necesidades asociadas más
derechamente a la esfera somática (o corporal) del organismo y de la especie, como
alimentarse, mantenerse a salvo de destrucción física, proteger la prole y reproducirse,
las pulsões actúan en el psiquismo de forma a satisfacer deseos o necesidades de orden
psíquico y emocional.
Son manifestaciones de las pulsões, entre otras, los comportamientos rumbo a la busca
de placer, de convívio social, de expresión de la propia voluntad (o deseo), de afecto
(corporal o no), de exposición a medio de productos mentales (conceptos, ideas,
opiniones etc.) y de vivência de los fenómenos aún llamados "espirituales" en nuestra
cultura, sean los religiosos, sean los derivados de percepciones extra-sensoriales, como
veremos adelante.
Lo qué tiene a ver a Marte, Luna, ¿ Escorpio, Aries, Saturno, Venus o cualquiera otro
símbolo astrológico con esto todo?
Como sabemos hoy día, también a través de Freud (en su Primera lección de
psicoanálisis), que "en un mismo individuo son posibles varias agrupaciones mentales
que pueden se quedar más o menos independientes, sin que un 'nada sepa' del otro y que
pueden alternarse entre sí en su emersión en la conciencia", ocasión en la cual
determinan las formas manifiestas de comportamiento o las formas internas de pensar y
sentir del individuo, serán los principales empujes psíquicos básicos que discutiremos al
hablar de Sol, Luna, Marte, Mercurio, Venus, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón
y todas las posibles combinaciones entre ellos, los planetas, o ellas, las pulsões.
26
El Sol simboliza en una carta astrológica natal la calidad global de estructuración de ego
de la persona, esto es, de aquella instancia que es el centro de la conciencia y sirve
como punto central de referencia en con psique para la organización de todos los
recursos disponibles al atingimento de los objetivos y a la satisfacción de los deseos del
individuo.
Así, compete al ego de una persona coordinar el conjunto de sus actividades psíquicas
en cualesquiera momentos de la vida, manteniendo la noción individual de identidad de
esta persona (noción de Yo) y posibilitando la tentativa organizada de satisfacción de
sus deseos y necesidades; en otras palabras, el Sol (ario, taurino, geminiano, canceriano
etc.) indica la calidad global de respuesta del ego de la persona a eventos exteriores y
vivências internas (emociones, sentimientos, conclusiones, recuerdos etc.), de acuerdo
con predisposiciones innatas.
La Luna informa mucho tanto sobre la naturaleza emocional genuina cuanto sobre las
calidades condicionadas de respuesta emocional que la persona desarrolló en lo correr
de la primera infancia (indicando hasta, muchas veces, el conjunto de experiencias
emocionales intrauterinas que el niño atravesó y, de alguna forma, a modelaram
emocionalmente).
27
en el caso de los humanos) fueron sometidos a cierto grado de cambio, habiendo sido,
en alguna extensión, privados de sus mecanismos involuntarios. Gradualmente fueron se
subordinando a las necesidades de la mente, en vez de permanecer eternamente
atrelados a la no psique, esto es, a la vida animal".
Venus ya nos ofrece otra dimensión de la experiencia humana, cual sea a de establecer
valores afectivos (y mismo estéticos) para los fenómenos vividos y de recibir o expresar
afectos, esto es, esta valoración. Cuando alguien dice "disto yo me gusta" o "aquello me
enoja", está estableciendo, desde lo que experimenta como sentimiento, un valor
afectivo (o mismo estético) para los eventos, personas y bártulos de que se cerca, quiere
expresando o no lo que sienta.
Por fin, en cuanto a las funciones envueltas con la sexualidad y la sensualidad humanas,
Venus informa la calidad global de organización, en una persona, de los aspectos
"pasivos" de su sexualidad y sensualidad (presentes en hombres y mujeres igualmente,
aunque variando en grado de persona para persona): el deseo de ser deseada por su
objeto de afecto, donde las funciones psíquicas que Venus simboliza estén derechamente
ligadas a la seducción o a las acciones que objetivan tornar la persona más atrayente.
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mismo tiempo, simboliza también en una carta astrológica natal el empuje básico de
manifestación de sí mismo en el mundo exterior (assertividade) y de envolverse directa
y personalmente con cualquier experiencia de vida.
Como los empujes sexuales y de conquista del objeto de deseo derivan de la misma
fuente instintiva, llamada a pulsão sexo-agresiva, voluntad y sexo andan juntas en el
psiquismo humano y en una carta astrológica natal. Es que un poderoso empuje de
afirmarse en el mundo exterior reside en la psique; este empuje, en los primeros años de
vida, se manifiesta en una de sus dos "especializaciones" distintas, a assertividade: es
cuando el niño intenta imponer al medio ambiente sus deseos y voluntades, buscando
afirmarse en el mundo. Un poco adelante, a eso de los cuatro años (y más ardientemente
en la pubertad y en la adolescencia), este mismo empuje manifiesta su segunda
"especialización": el empuje sexual de conquista del objeto de deseo, siendo este objeto,
en general, quien parezca prometer la satisfacción de la descarga de tensión sexual.
Por todo esto Marte indica en una carta astrológica natal la calidad global de
manifestación de la assertividade y del empuje activo sexual, mientras características
humanas que permiten la interferencia del individuo en el medio ambiente y en la propia
vida.
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establecer interrelaciones entre las partes y el todo y de construir explicaciones lógicas
para estas mismas interrelaciones: nacían con esto los empujes internos para la religión,
la filosofía, el derecho y, más modernamente, los "conocimientos superiores", de
espectro más amplio de conocimientos.
(Por hablar en religión, asunto a lo cual volveremos más tarde en detalles, cabe aquí
recordar Carl G. Jung: "la propensión espiritual aparece en la psique también como una
fuerza que urge, a veces hasta mismo como pasión genuina: no deriva de ninguna otra
pulsão, siendo en sí un principio sui generis".)
Este conjunto de empujes es simbolizado en una carta astrológica natal por Júpiter; no
fuesen tales actividades psíquicas, las manifestaciones de la pulsão sexo-agresiva
(simbolizada por Marte) difícilmente serían canalizadas adecuadamente o sometidas a
dogmas, tabúes, convenciones y códigos de conducta, necesarios, todos, a la vivência y
supervivencia grupal.
Pero en esta misma banda de experiencias surgió también, a lo largo del tiempo, otro
poderoso empuje interno, cual sea lo de privilegiar la realidad objetiva de las cosas y de
los procesos, visando impedir que el individuo ensanchase desmedidamente su propio
ego: simbolizado en la carta astrológica natal por Saturno, esta instancia psíquica
representa el superego y su conjunto de funciones de contacto con la realidad objetiva
de las limitaciones internas y externas vividas.
Cabe recordar aquí que superego es expresión creada por Freud para nombrar la
instancia psíquica inconsciente que bloquea o censura en la propia persona ciertas
formas de comportamiento y la admisión consciente de determinadas vivências internas
personales, consideradas equivocadas, injustas o no éticas de acuerdo con el conjunto de
calidades de comportamiento absorbido durante la infancia. Esta instancia, siempre
actuando en el inconsciente como representante de una naturaleza superior que debe ser
respetada casi a cualquier precio, es extremadamente útil y necesaria al desarrollo
adecuado del ego, pues es el "prueba de la realidad" a través de constante aprendizaje,
qué solo se consigue con paciencia, tiempo y experiencia (significados tradicionalmente
asociados a Saturno).
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de mecanismos de protección como el superego, a través de las defensas y de las reglas
prohibitivas internas, permitiendo al ego si estructura gradualmente y oponerse siempre
que necesario a los empujes inconscientes más profundos, que solo "buscan" su propia
satisfacción y exactamente por esto amenazan la supervivencia y la armonía del todo
psíquico.
Además del individuo y del grupo, todavía, hay una dimensión de mundo que atrae el
alma humana — o psyché, como la llamaban los griegos — con verdadero poder de
fascínio y seducción: la dimensión de la Mente Impersonal, de la Afectividad
Impersonal y del Poder Impersonal, características del divino que habita en cada un de
nosotros.
Recuerda el Budismo mahayana, una de las principales corrientes del Zen-Budismo, que
el cursillo de desarrollo del Hombre de Conocimiento Normal es alcanzado por el
conocimiento de la realidad, pero el cursillo del Hombre de Conocimiento Superior es
logrado apenas por la transcendência de esta misma realidad; esta transcendência,
entonces, solo es posible para el psiquismo humano a través de los empujes
inconscientes simbolizados en una carta astrológica natal por Urano, Neptuno y Plutón,
los tres planetas "exteriores" o "transpessoais", empujes estos propios de las capas
psíquicas más profundas y, por tal razón, aún informes y no pessoalizados.
Algo debe ser comentado aquí sobre transpessoalidade, sin embargo, antes que
hablemos más detidamente de estos planetas y de los empujes vitales que simbolizan en
el psiquismo humano.
Las dimensiones transpessoais apuntadas por Urano, Neptuno y Plutón son aquéllas que
se aproximan a posibilidades humanas hasta hace bien poco tiempo sugeridas apenas
por las religiones o por las prácticas espirituales: son los eslabones de ligazón del
psiquismo individual con la dimensión universal de la Vida y al mismo tiempo con
todas las formas de manifestación de esta misma vida, estén o no al alcance de los
sentidos más comunes como audición, tacto, visión, paladar, olfato y cinestesia (del
griego kinesiseisthesis, de kinesis, "movimiento", y eisthesis, "sentido"; "el sentido del
movimiento" en general actúa en las articulaciones y tiene por función informar al
cuerpo la posición de sus componentes en el espacio en todos los momentos; éste
sentido es lo que permite a usted tocar la propia nariz o barbilla con los ojos cerrados,
"sabiendo" donde está su mano y dedo a cada instante).
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pessoalizar todo con qué se conecta, a través de las funciones egóicas representadas o
simbolizadas por los planetas "personales" que vemos atrás: Sol, Luna, Mercurio, Venus
y Marte (y, cierta medida, Júpiter y Saturno).
Por esto, recordando apenas que las Psicologías transpessoais buscan sobrepasar esta
fantasía de separatividade que el ego humano mantiene, vea lo que dice el psicólogo
norteamericano Abraham Maslow sobre la posibilidad de fusión con el Todo, en su libro
The farther reaches of human nature: "Hay ahora menos diferenciación entre el mundo y
la persona... Ésta se vuelve un yo ampliado... Identificar lo que hay de más elevado en el
propio ser con los valores supremos del mundo exterior significa, al menos en alguna
medida, una fusión con lo que no es lo propio ser".
Para esta identificación con el Todo — más posible para algunos, menos posible para
otros, según su disposición psíquica innata — existen los empujes psíquicos
transpessoais: gracias a su actuación, el individuo supera los límites de la identidad
egóica y "bucea" en un mar de indiferenciada participación en el Todo, un Todo que es
para el ego, en un mismo y solo momento, aquí, allá y acullá, ayer, hoy y mañana.
Porque, apenas recordando que Freud describió éste estado de indiferenciação como
"sentimiento oceánico" (aunque lo apuntase como un cursillo inmaturo del desarrollo
psíquico), transcribo aquí el psicólogo norteamericano Ken Wilber, un de los más
importantes teoréticos de las Psicologías transpessoais: "para doquiera que miremos en
la naturaleza... no vemos sino totalidades. Y no apenas totalidades, pero totalidades
jerárquicas: cada de ellas es parte de un todo mayor, que también es parte de un todo
aún más amplio... Además, el universo tiende a producir totalidades de nivel cada vez
mayor, cada vez más abrangentes y más organizadas. Ese proceso cósmico general no es
sino la evolución... Como la mente o psique humana es un aspecto del cosmos, sería de
esperar que encontrásemos en la propia psique el mismo arreglo jerárquico de
'totalidades en el interior de totalidades', de la más simple y rudimentario a la más
compleja y abrangente. De modo general, ésta es exactamente el hallazgo de la
psicología moderna... Así, en una aproximación general, podemos concluir que la psique
— tal como el cosmos — es multinivelada (pluridimensional), compuesta de todos, de
unidades y de integraciones de orden sucesivamente más elevado".
Ora, si los empujes psíquicos que vemos hasta aquí, simbolizados por el Sol, por la
Luna y por Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, solo permiten al ser humano
aprehender las dimensiones de la realidad más afines a su ego, siempre unidimensional
y limitado, y hay dimensiones aún desconocidas de realidad, como las ciencias
contemporáneas comprueban a cada instante, otras funciones habrían de existir para
permitir a vivência de estas otras dimensiones de la realidad que en los cerca, alimenta y
hace vivir.
Tales funciones existen gracias a los empujes psíquicos transpessoais, de los cuales
hablaremos al discutir Urano, Neptuno y Plutón.
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Tradicionalmente, Urano, Neptuno y Plutón fueron considerados las "octavas
superiores" de Mercurio, Venus y Marte, respectivamente. ¿Pero lo qué esto quiere
decir?
En música, una nota "octavada" es estructuralmente la misma nota (esto es, mantiene la
misma relación proporcional entre la frecuencia y la largura de sus olas) pero vibra en
una frecuencia mucho más alta. Como ejemplo, uno "allá" de octava más alta parece a
los oídos humanos un sonido más agudo del que uno "allá" de octava más baja, esto es,
las olas sonoras que lo "allá" octavado producen vibran con una frecuencia mayor y
producen en el oído humano una sensación auditiva que llamamos de "más aguda" o
"menos grave".
No por otra razón Urano estuvo desde siempre asociado a la magia, al "estudio del
ocultado" y a la paranormalidade que se manifiesta a través de efectos objetivos
(telecinesia, o producción de efectos físicos a la distancia, tiptologia, o producción de
caídos a la distancia, desmaterialização y rematerialização etc.).
Asi mismo, Neptuno es "la octava más alta de Venus". Esto es, en este penúltimo
planeta encontramos el símbolo del empuje transpessoal humano de valorización
afectiva impersonal o transpessoal, existente en todo psiquismo: de esta forma,
receptividad, sentido estético, imaginación creativa (el "instinto del bello") y afectividad
son "atributos venusianos" que se expanden para límites impersonales en Neptuno, cual
si la psique, en sus estratos más profundos, ansiase por revivir el estado indiferenciado
de emociones y sentimientos que al mismo tiempo caracteriza el inicio de la vida — la
fase intrauterina o, para los espiritualistas, la fase espiritual incorporación — y permite
al individuo vivir tal estado en el seno de la colectividad como un todo.
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Neptuno simboliza también las funciones psíquicas que permiten al ser humano la
experiencia de fenómenos paranormales de efecto subjetivo (telepatía, o comunicación a
la distancia, precognição, o conocimiento anticipado de hechos y eventos,
premoniciones etc.), así como parece estar relacionado derechamente con las
manifestaciones más vigorosas de devoción espiritual.
Tales "atributos", los uranianos y los netuninos, o las funciones de Mente Impersonal y
Afectividad Impersonal, deben ser accesibles al consciente personal apenas a la medida
que el ego vaya se estructurando; si no es así, las funciones egóicas de pessoalização,
fundamentáis para un pleno y productivo contacto con la realidad (al nivel que el ego
trabaja), se comprometen, dando margen a lo que conocemos como surtos de
esquizofrenia o episodios psicóticos, data la fuerza de estos empujes y la invasión
descontrolada de los contenidos que ellos movilizan en el campo de la conciencia.
Pero aún hay otro desafío, que merece todo el cuidado posible: el contacto más pleno
del ego con los empujes psíquicos que abastecen del inconsciente colectivo (y se
mantienen fuera del campo de conciencia gracias a barreras y defensas internas como el
superego) permite también contactar un inmenso "complejo de poder" de base
fuertemente instintiva, necesario para vitalizar la psique como un todo y dar al ser
humano condiciones de manifestarse activa y asertivamente en el mundo exterior.
Éste "complejo de poder" nada más es sino la cantidad de energía instintiva que está a la
disposición de la psique para su trabajo de estructuración del conjunto de sus instancias
y funciones, también llamada "libido", que es siempre una energía indiferenciada de
base instintiva y, por esto, si manifiesta como Poder Impersonal.
(Además, un de los principales motivos del rompimiento entre Freud y Jung fue la
insistencia de Freud en atribuir a la libido la función exclusiva de energía a servicio de
la sexualidad, cuando Jung a entendía cómo energía a servicio del conjunto global de las
necesidades psíquicas, siendo orientada internamente de acuerdo con las prioridades del
propio psiquismo.)
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ya que Hades (Plutón) representaba la fuerza que vigora en el mundo de las tiniebla del
inconsciente Primordial y es más poderosa hasta de lo que la de Zeus, Dios de la Luz,
de la superficie de la Tierra y de las realizaciones humanas.
El riesgo, todavía, es el ego tener tal poder impersonal contaminando sus funciones
personales, identificándose con él y juzgándose su "dueño" o "portador", ocasión en la
cual la persona "enloquece" o "es posesa" y cree "tener" los poderes allí presentidos: ahí
entonces, actuando bajo el comando de un ego astillado por un empuje impersonal, el
individuo actúa cual si fuese Héroe, Mago, Seguidor, Demonio, Salvador, La Grande
Víctima, Redentor u otra imagen arquetípica cualquiera, dependiendo de cual empuje o
contenido transpessoal contaminou su ego, despersonalizándose y perdiendo la
posibilidad de evolucionar ordenadamente, a lo si dejar ofuscar por este poder al revés
de ser por él fortalecido.
Mientras, Plutón también representa la Fénix, el pájaro mitológico (egipcio) qué todos
los días reconstruía su nido apenas para verlo si consumir (¡y a ella también!) por los
rayos del sol del día siguiente: gracias a esta energía infindável residente en sus capas
más profundas y colectivas, la psique individual puede destruir formas viejas y adoptar
formas nuevas, si necesario implodindo estructuras enteras para que el ego actúe desde
noticias y (hasta entonces) insospechadas posibilidades.
De cierta manera, Plutón simboliza también la figura de Satanael, o Satán, lo más bonito
de los ángeles, hijo de Dios y hermano gemelo de Emmanuel, que al desafiar el Hombre
a cuestionar las Leyes Divinas lo impele a mayores valores, frutos del hallazgo que es
siempre hija del conflicto entre opuestos.
Éste "poder plutónico" es el empuje vital que, de las más profundas instancias
inconscientes, impele la psique como un todo a un movimiento sin fin de muerte y
renacimiento, en transición y adaptación constantes, a través de la integración de todos
sus componentes, sean instancias, sean contenidos, en un todo orgánico vibrante y
mudable.
Pero que, al "contaminar" las funciones pessoalizadoras del ego (por hacer en la carta
astrológica natal aspectos con los planetas "personales"), atribuye a estas funciones las
dimensiones o atributos de Mente, sentimiento o Poder Impersonal que en verdad ellas
no tienen.
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Cuando la astrología tradicional afirmaba que los planetas exteriores o transpessoais
(Urano, Neptuno y Plutón) no tenían importancia alguna en la interpretación de una
carta astrológica natal, puesto estén encendidos a las necesidades de generaciones
enteras y no a un individuo determinado, esto pertenecía a un tiempo en el que nada se
conocía sobre el inconsciente profundo o sobre las instancias, pulsões y funciones del
psiquismo; hoy, al contrario, se sabe que tales planetas son muy importantes,
especialmente si ellos están en contacto directo con los planetas personales en la carta
astrológica natal, por simbolicen funciones egóicas de alguna forma alteradas por
contenidos y empujes mucho más profundos y potentes, que deben tener
encaminamiento adecuado por el individuo (muchas de estas situaciones veremos
adelante).
Son de cuatro tipos y dos modalidades las funciones de la conciencia humana — las
cuales, como su nombre ya lo dice, sirven para permitir que la conciencia humana se
ejerza sobre los datos de la realidad disponible.
¡Porque ninguno dado de la realidad parece tener para alguien una importancia genuina,
mientras no esté en su conciencia!
Así también con las funciones de la conciencia, que actúan en el contacto entre el ego y
la realidad externa o interna (eventos, bártulos, otras personas y circunstancias) o entre
la realidad interna de la persona (los diferentes estados de todo el compuesto
psicosomático, tales como emociones, sensaciones corporales, pensamientos etc.).
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Veamos, entonces, las primeras.
Para esto,
1. tiene sensaciones: percibe la existencia de algo, a través de los sentidos;
2. ella piensa: define a sí misma lo que fue percibido, componiendo un "cuadro mental
de la realidad";
3. tiene sentimientos: valora el percibido y el pensado, atribuyéndole valores afectivos
(bueno o malo, agradable o desagradable etc.) y se disponiendo a aceptar o rechazar el
sentido o pensado;
4. ella intuye: percibe, a través de los detalles del percibido, para cual dirección el hecho
o acontecimiento se orienta.
Las funciones sensación e intuición son irracionales, esto es, no dependen de juicio
alguno y trabajan apenas con lo que está dado a la percepción; ya las funciones
sentimiento y pensamiento son racionales, pues evalúan y juzgan lo que está dado a la
conciencia.
Dos observaciones:
1. La intuición de que se habla aquí, adentro de la visión junguiana de la psique
humana, nada tiene a ver con "percepción paranormal de la realidad", como ya vemos al
discutir rápidamente Urano y Neptuno; al contrario, dice respeto a una función de la
conciencia que existe en todas las psiques y, de cierto modo, a veces más, a veces
menos, está disponible para todas las personas, teniendo por objetivo prestar sentido a
las minucias, entrelíneas o detalles de lo que está siendo percibido.
2. Cuando las personas hablan en sentir, indistintamente se refieren tanto a la función
sensación ("siento que está caliente") en cuanto a la función sentimiento ("yo me siento
bien con él"); esto exigirá que en este libro yo tenga de parecer repetitivo algunas veces,
al discutir el psiquismo inconsciente, explicitando si estoy me referiendo al "sentir de la
sensación" o al "sentir del sentimiento"...
Como ya dicho antes, ninguna de estas funciones es más importante del que otra y todos
los seres humanos las utilizan todo el tiempo en su aprehensión consciente de la
realidad; lo que varia, esto sí, de persona para persona, dependiendo de su carga
genética, es la combinación de estas funciones en cada psiquismo individual, llevando el
individuo a utilizar predominantemente una u otra en su díala-día, de acuerdo con su
propio tipo psicológico.
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Por fin, veamos las dos modalidades de la conciencia, la Introversión y a Extroversão —
apenas recordando que, para la Psicología, extroversão no significa ser "alegre,
desviado, hablante, piadista o bromista", como supone el sentido común, ni introversión
significa ser "apocado, quieto, poco expansivo o reservado".
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Así, desde el inicio de mis actividades — y con base en técnicas de estructuración de
entrevistas devolutivas psicodiagnósticas —, opté por distribuir el conjunto integral de
informaciones ofrecidas por la carta astrológica natal en dos bloques distintos
encadenados, para paso a paso discutirlas con el cliente: trazos estructurales de
personalidad (aquéllos que dependen derechamente de su herencia genética) y trazos
coyunturales de personalidad (aquéllos que pasaron a vigorar en su inconsciente desde
presiones modelares ejercidas por el medio ambiente, suya "conjuntura de primera
infancia").
De los trazos coyunturales de personalidad, creo ser importante definir cuales fueron
absorbidos de la figura femenina predominante en el medio ambiente y cuales fueron
introjetados desde la figura masculina predominante en el medio ambiente (en general
madre y padre, aunque pueda haber habido la influencia de abuelas o abuelos, tías o
tíos, hermanas o hermanos más viejos, madrastra o padrastro etc.), para que el cliente,
entonces, de pose de tales datos, pueda comprender de cuales situaciones se originan
inúmeros de sus comportamientos compulsivos, alejándolo de la posibilidad de ejercer
sus potenciales personales y vivir sus propias características.
Mientras, con tal noción él ya podrá percibir qué ni todo lo que veía como un " jeitão de
ser " es genuinamente suyo; mucho más de lo que imagina fue absorbido del medio
ambiente y puede ser "retreinado"...
(Aunque sea mi firme conmoción de que todo análisis clínico de carta astrológica natal
deba ser seguida de algún tipo de trabajo terapéutico de auto-integración, data la
hondura y la complejidad de las modificaciones que se mostrarán necesarias en la
estructura y dinámica de su inconsciente, ésta es siempre una decisión que solo a él
Pertence.)
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2. Los signos pueden ser de Fuego, Tierra, Aire y Agua, pues éstos son, Elementos
tradicionalmente asociados a ellos, y Cardenales, Fijos o Mudables, conforme su
Modalidad;
3. Los signos, además disto, pueden ser yin o yang, conforme su Polaridad
Así, aunque éste no sea un libro de formación teorética para astrólogos, yo no podría
dejar de utilizar este argot en las explicaciones que se siguen.
Esto es: ya que tales trazos estarán siempre presentes en el psiquismo de aquel
individuo, pues hacen parte de su estructura psíquica más profunda y no son en sí
positivos ni negativos, el desafío es aprender a manejar sus formas de manifestación de
modo más adecuado del que hasta entonces.
Imagine alguien que nazca portador de un psiquismo naturalmente más comunicativo
del que introvertido (más planetas arriba del que abajo del Horizonte de su carta
astrológica natal); esta persona debe ser reforzada a prestar más atención a sus
contenidos internos, pues fácilmente percibe lo que está en el medio ambiente y cree
estar de pose de todos los datos necesarios para una correcta evaluación de la situación,
sin percibir con clareza qué le anda "por adentro" en sentimientos, pensamientos y
sensaciones. Ya alguien predominantemente introvertido actúa al contrario: manejando
situaciones objetivas principalmente desde lo que identifica en su propio mundo
interior, data la mayor facilidad en dirigir la conciencia para su campo de referenciáis
internos, con frecuencia desorbita o apoca la importancia real del objeto o del evento
externo por mal percibir lo que está ocurriendo en el medio ambiente.
Puede ser alguien con predominancia de función sensación (muchos planetas en signos
de Tierra) y, data la facilidad con que se conecta con los propios núcleos internos de
estabilidad, deberá ser reforzada a rever la posición frecuente de "autosuficiencia
presumida" que la hace renunciar de aspectos más difíciles de la realidad para "no tener
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de engullir sapos". "Yo no necesito disto", es su afirmación constante, al contrario de
quien tenga esta función poco accesible a la conciencia: éste según caso indica alguien
que cree necesitar tanto de puntos externos de supuesta estabilidad (cuenta bancaria,
empleo, rutinas del díala-día, cierta relación personal etc.), que cree que se
desequilibrará si renunciar de ellos, mismo cuando no la satisfagan.
Y puede también ser un individuo qué tenga enorme facilidad de conectarse con el
mundo a través de su función sentimiento (¡muchos planetas en signos de agua): con
frecuencia él cree estar tan a la merced de los propios sentimientos, qué prefiere
mantenerse a la distancia de situaciones de fuerte envolvimiento emocional! Pero si la
carta astrológica natal ofrecer indicativos de una dificultad mayor en si concienciar de
los propios sentimientos, debe ser reforzado a no entrar en situaciones en las cuales la
"emoción fuerte" es el único supuesto beneficio: es que él preferirá tal tipo de situación,
pues un sentimiento intenso puede ser percibido con mucho más clareza, sea agradable
o desagradable... ¡y mismo cuándo nada más la situación tenga a ofrecerle!
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Por fin, el balanceamento yin y yang de la carta astrológica natal (cantidad de planetas
en signos yin y yang, bien como la localización, por signo, del Sol, de la Luna y del
Ascendiente) indicará al astrólogo clínico la natural inclinación de la persona en
privilegiar en la vida las funciones del hemisferio cerebral derecho o del izquierdo,
responsables, respectivamente, por las "funciones yin" y "funciones yang" de la psique.
Es que todos los seres humanos poseen ambos los tipos de función en su psiquismo (que
prefiero denominar yin o yang y no "femeninas" o "masculinas", pues no si trata de
posición sexista) y depende de la mayor inclinación natural en utilizar un u otra
agrupación de funciones el hecho de la persona (independiente de su sexo biológico) ser
más "femenina" o más "masculina" en su forma general de manejar la vida y consigo.
Para ilustrar mejor, vea el cuadro abajo, en el cual están indicadas algunas de las
principales funciones yin y yang del psiquismo humano, apenas recordando que ellas
son opuestas y complementarios entre sí y habitan todo psiquismo, tanto en hombres
cuanto en mujeres:
Imagine, entonces, por ejemplo, un hombre que posea una carta astrológica natal "más"
yin del que la media de los hombres de su medio ambiente cultural: él se mostrará desde
bebé bien más emocional, más intuitivo y más sentimental del que el modelo masculino
de su cultura, pudiendo creerse pisaverde o inseguro de su propia masculinidad; en
contrapartida, suponga una mujer que presente una carta astrológica natal "más" yang
del que el modelo femenino valorado por su medio ambiente cultural: desde bebé ella se
mostrará más racional, más "agresiva" y más lógica del que el modelo femenino de su
cultura, pudiendo creerse masculinizada o poco feminil.
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Casos como éstos, si no bien entendidos y aceptados internamente, pueden llevar la
persona al comprometimiento de su auto-imagen e incluso a severos desequilibrios
hormonales, con pesados problemas de hipófisis, tiroides y gónadas (componentes
básicas del sistema endócrino envuelto con la producción de hormonas masculinas y
femeninas y con la definición de trazos sexuales secundarios como la distribución de
pelaje o de masa corporal y el timbre de voz, entre otros).
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el juego de no ver el juego que ellos juegan".
Si el niño es una niña, cuando adulta utilizará el contenido de su imago materna para
modelar inconscientemente la propia auto-imagen, utilizando el contenido de su imago
paterna para pre-definir el tipo de hombres de que se aproximará y el tipo de relaciones
que tendrá con ellos; si es niño, darsela el inverso.
Para esto, el individuo prácticamente no tiene otra alternativa sino realizar algún tipo de
trabajo de auto-conocimiento y modificación interna, visando identificar cuales modelos
de comportamiento le fueron presentados (las formas de pensar, sentir, querer y actuar)
y, de éstos, cuales conscientemente anhela mantener en su vida actual; entonces, y
visando contestar a algunas de las principales cuestiones que la persona viene se
haciendo, el análisis clínico de su carta astrológica es recurso precioso.
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bien como principios de teoría psicológica — podrán tener a usted una significación
más amplia, a la medida que situaciones humanas comunes como las que veremos a
continuación puedan ser identificadas.
Pido a usted también que recuerde un concepto básico de Psicología tantas veces
mencionado hasta aquí: ¡ningún fenómeno psíquico tiene un origen único, ningún
comportamiento humano es motivado por una causa apenas! Según y como, ningún
aspecto de la dinámica o de la estructura de personalidad identificado por una carta
astrológica natal deriva de apenas un, y solo un, de sus componentes.
Por esta razón el análisis clínico de una carta astrológica natal debe contemplar siempre
la totalidad de la carta, ya que los ejemplos de situaciones posibles que veremos a
continuación pueden ser reforzados o atenuados por otros datos de la misma carta, que
el astrólogo clínico identificará y analizará en un amplio contexto.
Debo destacar que, para no extenderme demás, deliberadamente no discutí en este libro
el significado de los Signos, de las Casas astrológicas y de otros símbolos también
presentes en una carta astrológica natal: ¡tales significados son fundamentales para un
análisis acurada y profesional astrológica, pero para esto usted tendrá de estudiar — y
bastante!
No son pocas las personas que se lamentan de una sensación vacante y borrosa de
estremezco de autoestima, mismo cuando son bien devenidas en sus múltiples papeles;
esto en general las coloca en una rueda-viva de necesidad de afirmarse, por más que
tengan éxito, no les permitiendo descanso ni momentos de relajamiento mayor.
Cuando, por ejemplo, en una carta astrológica natal el Sol de la persona recibe una
Conjunción, Cuadratura u oposición de Saturno, se desarrolla adentro de ella, desde la
primera infancia, una pesada sensación de estar haciendo algo equivocado o censurable
por el simple hecho de existir; éste dado también nos informa que probablemente el
padre de este niño exigía de ella un rígido desempeño global, en la misma medida en la
que fuera de él exigido, no dando a lo niño oportunidad de desarrollar una postura
interna de optimismo y creencia en la vida y en sí misma.
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Otras veces, esta sensación de autoestima estremecida proviene de otra historia: si la
carta de la persona muestra una Cuadratura entre Marte y Luna, se puede haber
verificado un pesado rechazo materno a lo embarazo y, como consecuencia, desde la
fase intrauterina el niño fue obligada a convivir con pesados sentimientos de rechazo
por el simple hecho de existir. Peor aún si esta misma carta presentar una Cuadratura u
oposición entre Plutón y Marte: muy probablemente la madre intentó un aborto o al
menos anheló ardientemente efetiválo, instalando en el psiquismo del engendro pesadas
amenazas de muerte, además de los sentimientos de rechazo.
Otra carta astrológica natal podría mostrar el Sol recibiendo una Cuadratura de Marte,
en un escenario doméstico (indicado por otros datos) en el cual el padre no está feliz
consigo mismo; si es carta de una mujer, muy probablemente este padre anhelaba un
hijo y rechazaba pesadamente la hija "por la simple razón de ella ser mujer"!
Esto para no hablar de sentimientos derivados de la presión del medio contra a vivência
de alguno de los trazos estructurales de personalidad que vemos en el inicio de este
capítulo: por ejemplo, imagine una niña que desde temprano si perciba "más arrapiezo"
de lo que sus amiguinhas y, gracias a esto, ya que nuestra cultura no acepta que una niña
tenga comportamiento más "guerrero", se juzgue chapucero en su feminidad. O un
hombre que desde muchacho se recuse a juegos de mayor agresividad y sea
repetidamente acusado de "frescura" o "bichice"... Ambos podrán desarrollar pesados
sentimientos de inadecuación sexual, actuados a través de la homosexualidad o a través
de la exageración compensatoria de sus papeles sociales femeninos y masculinos,
respectivamente.
Por veces, basta qué la persona se haya identificado en demasía con la figura parental
del mismo sexo y, ¡caso la carta astrológica natal nos garantice, tal figura haya sido una
"perdedora": muy probablemente, cuándo adulto este individuo cargará pesados
sentimientos de ser también un perdedor!
Las situaciones son inúmeras, las causas son siempre complejas y no se agotan en un u
otro aspecto apenas de la carta astrológica natal; el importante, en verdad, es que usted
podrá entender las razones de tales sentimientos y, de pose de este conocimiento,
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trabajar en el sentido de alterar el conjunto de memorias inconscientes que les
mantienen.
Ésta es otra cuestión central para mucha gente: la dificultad en hacer valer la propia
opinión, diciendo sí cuando tenga voluntad o negando si así le parecer adecuado.
Volvamos a la noción de assertividade que vemos en el capítulo anterior e intentemos
entender lo que probablemente se pasa con esta persona, pues ni siempre si trata de
alguien que hace el "juego del bonzinho", cual si supone...
Todo niño, desde los primeros días de su vida, busca manifestar al medio ambiente sus
deseos personales más íntimos, sean ellos cuales son; de esta manera, ejercita la propia
assertividade, afirmando para los otros lo que quiere o no, en un entrenamiento de la
futura fuerza de vontadevontade: a la medida que se manifiesta abiertamente para el
medio ambiente y percibe los efectos de esta manifestación, siendo aceptada o no y
siendo punida o recompensada, va aprendiendo a manejar la propia fuerza de voluntad,
a los pocos desarrollando un sistema de autorregulación y venido a si volver lo que
solemos llamar un adulto equilibrado y "firme".
Mientras, si desde pequeña su posibilidad de manifestación asertiva es impedida, quiere
a través de presión excesiva de medio, quiere en función de castigos que reciba en
demasía, este niño va como que acobardándose, presa de la suposición interna de nunca
ser conveniente exponerse y a sus deseos.
Pasando a de allí por delante manifestar un perfil que no pocas veces yo suelo llamar de
"gangorra de pasividad-golpeteo": con frecuencia e inexplicablemente hesita en si
manifestar, mismo cuando es preciso o tiene todo el derecho, para en otros instantes dar
bazas a la propia assertividade en manifestaciones desproporcionáis de afirmación de sí
misma (crueldad impositiva, agresiones físicas innecesarias, voluntarismo infantilizado,
desavenencias constantes etc.).
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gradativamente llevándola a establecer reglas adecuadas de convívio entre sí misma y
los otros.
Por hablar en iniciativa, éste cuadro empeoramiento mucho si esta misma carta
astrológica natal mostrar un Ascendiente o Sol en aries o un Marte o Aries prominente:
arrojo e iniciativa, trazos naturales y profundos de su psiquismo, probablemente fueron
desde temprano excesivamente bochornosos, mereciendo un delicado trabajo futuro de
liberación y recobro de espontaneidad para una más fácil actuación en situaciones que
exijan manifestación de sí misma y de su voluntad.
No nos olvidemos de que, en un caso como éste, y en otros tantos, la regla continúa
válida: presa de la suposición de que toda figura de autoridad impedirá su manifestación
de voluntad propia, la persona termina actuando de forma a producir este
comportamiento en las personas que la rodean o a atraer para su convívio personas que
tengan este perfil impositivo — para una vez más revivir los profundos resentimientos
que guarda en su inconsciente desde la infancia y cerciorarse de que la única forma de
garantizar espacio en el mundo es la "golpeteo".
Otras veces, todavía, la dificultad mayor está en asumir y exponer sentimientos, estén
ellos de acuerdo o no con a otra persona con quien se relacione; ¡es el caso de alguien
qué sienta dificultad en manifestar amor o comprensión, mismo en situaciones en las
cuáles tal expresión es deseada y hasta esperada! Ahí, tenemos otro dibujo interno, lo
cual no necesariamente indica un comprometimiento de assertividad; tanto es en cuanto,
en situaciones de baja tonalidad emocional, esta persona se afirma con facilidad y
claramente expone lo que anhela, piensa o quiere, en la defensa de sus proyectos y
espacio personal.
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De la misma forma como con a assertividade, el niño necesita exponer a medio sus
diferentes vivências internas emocionales o sentimentales, para reconocerse a sí propia a
través de sus emociones o sentimientos expuestos y, al mismo tiempo, establecer lazos
afectivos con los que la rodean; si el medio ambiente a su vuelta, sin embargo, es
demasiadamente impeditivo de sus manifestaciones emocionales, a veces por una moral
excesivamente angosta, sentida como hostil, otras veces por la dificultad de los adultos
de que expresen libremente las propias emociones, sintiéndose desafiados por la
naturalidad infantil y mostrándose, entonces, refractarios, el niño desde mucho pequeña
aprende que no debe exponer espontáneamente lo que sienta: miedo, alegría, tristeza,
ansiedad u otro natural sentimiento cualquiera.
Ella se recoge adentro de sí misma, a lo más extravasa con sus juguetes, hermanos o
coleguinhas y futuramente, cuando no haya más juguetes o el cambio de emociones con
otras personas si vuelve "responsable" demás (por envolver papeles sociales adultos),
ella gradativamente perderá contacto con los propios sentimientos; se instala en ella un
perfil afligido y depresivo, descreído de la posibilidad de ser feliz emocionalmente y
superado apenas en momentos donde "Fortes emociones" (generalmente las
"prohibidas") parecen le devolver la alegría de vivir.
Casi siempre este cuadro es encontrado en la primera infancia de una persona cuya carta
astrológica natal presente una Luna en Capricornio o un Saturno en cualquier aspecto
con la Luna (¡la fuerza de los bloqueos originales dependerá del aspecto observado): la
casa privilegiaba el deber ("primero el deber, después el placer"), punía o por lo menos
impedía las manifestaciones emocionales infantiles más espontáneas ("se comporte de
esta forma!", "usted no debe sentir esto..." ¡o "un niño buen no reacciona así!") y
actuaba de forma a mantener bajo severo control casi cualquier posibilidad del niño de
reaccionar según sus propias emociones o sentimientos.
Varios pueden ser los indicativos astrológicos de tal cuadro de bloqueo emocional en
función de las experiencias de primera infancia, llevando la persona a buscar
compañeros o compañeras (para las más diferentes relaciones) que presenten lo que es
llamado por la Psicología de fuerte labilidad emocional (del latín labile, transitorio,
pasajero, inestable): oscilación excesiva en las propias manifestaciones emocionales,
inclinación la "ver dramas en todo" y exageraciones frecuentes en reacciones, como
única forma de vivir la intensa emocionalidade que está bloqueada en el inconsciente y
necesita de estímulo externo para ser liberada.
A la medida que esta persona pueda revivir las escenas primarias (las escenas de
primera infancia) que estuvieron encendidas a los bloqueos emocionales y, así, si libre
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de las memorias desagradables asociadas a estos momentos, recobra la posibilidad de
manifestar más libremente lo que sienta y ser, por tanto, más espontánea
emocionalmente; esto es un trabajo que difícilmente llega a su término sin ayuda
especializada (terapia, por ejemplo), data la delicadeza de los aspectos envueltos, pero
debe ser encarada, por quien sienta tal dificultad, como tarea central en la
reconstrucción de sí mismo.
Éste es el cuadro más posible, si en la carta astrológica natal de una mujer vemos una
Cuadratura entre Júpiter y Venus, o entre Venus y Urano, pero se otra carta femenina
mostrarnos el Sol conjunto la Venus, o mismo Venus en Libra y en algún aspecto con el
Sol, el cuadro es otro y totalmente distinto: ésta segunda mujer probablemente sienta
una necesidad tan intensa de ser satisfecha afetivamente, data la excesiva práctica de
seducción paterna recibida en la primera infancia (por ser la primera hija, por terminar
siendo el instrumento del padre de producir celos en la madre o por haber una genuina
atracción afectiva o mismo sensual entre padre e hija, entre muchas situaciones
posibles), que por más que reciba afecto nunca se encuentra satisfecha.
Venus en oposición o Cuadratura con Marte ya puede nos indicar una persona con fuerte
inclinación de buscar compañeros sexuales que no atiendan a sus necesidades afectivas,
por el hecho del lar de primera infancia estar siempre absorbido en pesados sentimientos
de insatisfacción afectiva; como consecuencia, la persona buscará frecuentemente quien
no la satisfaga, como pretexto para revivir lo que muy temprano sufrió.
Ya un hombre cuya Venus reciba un fuerte aspecto de Neptuno idealiza a tal punto la
imagen de mujer, siempre buscando afectos de "dimensiones cósmicas" (por el "atributo
netunino prestado" ¡a su imagen inconsciente femenina), qué mujer alguna estará a la
altura de lo qué él juzga necesitar! En general, tal cuadro decorre de la imagen
excesivamente idealizada de mujer que la madre de este niño impingia en el lar de
primera infancia (muchas veces hasta como forma de escamotear aspectos de sí misma
tenidas por ella como inaceptables), ni que para esto ella si engañase (o mintiese) con
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frecuencia; futuramente, este hombre tendería a buscar mujeres con claros trazos de
"actriz engajada en una personaje seductora" (quiere mentirosas, quiere solamente
engañadas sobre sí propias, pero siempre mucho más devotadas a desempeñar papeles
de lo que ser sí mismas), las cuales serán responsabilizadas por él por la constante
insatisfacción afectiva sentida.
Este tipo de carta astrológica natal suele indicar con frecuencia el individuo que exige
excesiva seguridad afectiva pero no ofrece ninguna, al mismo tiempo en el que sufre de
profunda carencia: cualquier afecto recibido nunca es vivido cómo afecto verdadero,
data la masa de sospechas, y por eso nunca sienta estar viviendo una relación genuina o
duradera - ¡mismo cuándo esto es posible! Obviamente, atrae o es atraído por personas
que mantengan tal estado de cosas, junto a las cuales el pesado sentimiento de duda, la
dolorida insatisfacción afectiva y a casi total imposibilidad de confianza apenas son
reforzados.
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intelectual-cognoscitivo de quienquiera, responsable de su posibilidad de concebir
alternativas mentalmente, atribuirles valores lógicos distintos y trabajar para viabilizálas
(o evitarlas).
Pues bien; cuando durante la primera infancia el medio ambiente se abate sobre la
posibilidad del niño utilizar adecuada y espontáneamente su sistema intelectual-
cognoscitivo, responsable de aprehender racionalmente lo que ocurre a su vuelta,
cogitar, exponer oralmente a medio las dudas y conclusiones que tenga y, de las
respuestas logradas, tornar a pensar sobre el mundo y las cuestiones que este mundo
provoca, el adulto que emerge de este escenario suele cargar pesadas dudas sobre la
propia capacidad intelectual, manifestadas futuramente en inexplicables lagunas de
conocimientos (los "blancos de memoria"), frecuentes dudas sobre la calidad o validez
de cualquier producto mental suyo o mismo comportamientos muy oscilantes entre
fases de estudio compulsivo (tenidas como "típicas de un c.d.f.") y momentos de grande
desinterés por cualquier aprendizaje.
Para ejemplarizar, imagine un niño creciendo en una casa donde ve poca, o ninguna,
posibilidad de ejercitarse intelectualmente; esto no depende del nivel de escolaridad de
los adultos de la casa, pero, sí, del grado de receptividad que ellos manifiesten a los
pensamientos del niño. Ella pregunta, concluye, levanta cuestiones y desafía las
opiniones de los adultos: si es bien aceptada, adentro de los límites de suyo aún pequeño
conjunto de referenciáis de mundo, si sienta reforzada a continuar preguntando y
afirmando, buscando ensanchar éstos referenciáis; siendo mal aceptada, sin embargo, a
los pocos va abandonando las actitudes de exponer el propio pensamiento, visando
evitar las humillaciones y el sentimiento de no tener importancia qué son producidos
por reacciones cómo "¡niño solo piensa tontería!", "¡usted nunca sabe lo que dice!",
"¡niño no conversa con gente grande!" y hasta mismo "no se quede hablando sin parar,
esto enoja la gente".
En general, la carta astrológica natal de una persona que con frecuencia es víctima de
pesados "sentimientos de burrice" (ni que hábilmente enmascarados en excesiva
locuacidad) indica alguna ligazón entre Saturno y Mercurio, dependiendo del aspecto
fijado el grado de dificultad futura en si sentir (o mismo ser) inteligente. Es que toda
forma de libre-pensar del niño fue seguida de algún tipo de castigo o desconsideración,
qué la hizo se fugar constantemente de este tipo de experiencia y más tarde pagar el
precio de la duda sobre las propias capacidades intelectivas — siempre assimiladoras
del medio ambiente y expositoras de sí misma a medio.
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así...), aunque en medio a estas mismas personas sienta una inmensa timidez en exponer
lo que piensa o levantar cuestiones; se afirma poco a la voluntad para manejar
cuestiones más abstractas, diciendo preferir los aspectos prácticos de la existencia,
aunque envidie hondamente quien consiga si desarrollar intelectualmente; se vuelve
charlador "por compensación", visando esconder de los otros el profundo sentimiento de
"burrice" que la abate, al mismo tiempo en el que desarrolla un comportamiento
frecuentemente llamado de "dos caras", data la dificultad en mantener cualquier opinión
cuando es desafiada a hacerlo.
Desbloqueando los sentimientos doloridos que estuvieron por mucho tiempo encendidos
al acto o al hecho de expresarse, esta persona podrá rescatar una mayor tranquilidad en
si comunicar con los otros y en exponer ideas, ampliando su posibilidad de convívio y
de crecimiento personal.
Nuestra cultura hace mucho tiempo intenta nos convencer de qué creatividad es
solamente la manifestación de "absoluta originalidad", en general más derechamente
ligada la alguna área artística específica (¡pintura, escultura, música, baila, literatura,
cine, fotografía, teatro etc.), con esto garantizando qué nadie intente crear la propia
vida!
El dominicano y pensador italiano Giordano Bruño, por ejemplo, fue quemado por la
Santa Inquisición en febrero de 1600 por denominar el ser humano de homus homini
faber, esto es, serlo que se hace a sí mismo: con esto, contrariaba el pensamiento de la
Iglesia Católica en el sentido de que el hombre había sido hecho por Dios y, por esto, no
podería nunca transformar a sí mismo.
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Es que en todas las épocas, y a través de las más variadas formas, se intentó limitar la
creatividad humana por una única y simple razón: el individuo creativo termina siempre
por exponer su propia manera de ser y actuar en el mundo, alejándose en alguna medida
de lo que el grupo halla adecuado y conveniente; así, para mantener estable y previsible
cualquiera estado de cosas, como forma de mejor controlarlo, las manifestaciones de
creatividad personal siempre tuvieron de ser impedidas o, por lo menos, vigiadas.
Acontece que el niño, así como la esencia humana, no tiene cualquier compromiso
natural con el establecido o sistematizado por el otro o por el colectivo; de esta forma,
ella busca (se ríe)construir el mundo a su propia manera y voluntad, según sus
necesidades e inclinaciones individuales, siempre que pueda. Para esto, intenta redispor
los elementos del mundo, rearranjálos en nueva forma, descubrir nuevas funciones para
los bártulos ya existentes y hasta mismo revirarles las entrañas, a la busca de
comprensión del porqué de las cosas.
Para esta posibilidad sirven los empujes transpessoais de la psique humana, siempre
devotados a un momento además del regalo, a un lugar distante de lo aquí o a una forma
distinta de la existente, como vemos en Urano, Neptuno y Plutón. Así, cuando una
persona presenta en su carta astrológica natal aspectos de estos planetas con sus planetas
personales, sepa siempre que algún proyecto verdaderamente creativo está en curso
adentro de ella (aun cuando ella no sepa o haya sido reprimida en sus primeras
tentativas de "hacer diferente").
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¿Su creatividad fue bien aceptada? ¿O ella era gracias a manietar la busca del nuevo
para evitar los castigos qué se devendrían a cualquier innovación? ¿Papá manejaba bien
su propio empuje creador, o de tanto inventar más complicaba de lo qué equilibraba la
vida familiar y con esto enseñaba a lo niño qué no se debe crear de forma productiva?
Mamá aceptaba que los otros, o ella misma, fuesen creativos, o vivía mascullando
contra cualquiera "novedad"?
¿La carta astrológica natal de una persona nos muestra un Sextil entre Marte y Neptuno?
¿O un Trígono entre Venus y Urano?
¿O aún Neptuno en Trígono con Venus y al mismo tiempo con el Sol? Éstos son apenas
algunos ejemplos, pero ciertamente esta persona es genuinamente creativa y necesita
apoyo hasta mismo en sus reales vocaciones artísticas (las Casas Astrológicas y los
signos envueltos indicarán la especialidad de la manifestación creativa artística, de la
fotografía a la redacción, de la pintura a la poesía, del raciocinio inventivo a la vocación
para baila).
Pero si su carta también indica un Saturno en Cuadratura con Sol o una Luna en
oposición con Marte, sepa que muy probablemente la creatividad del niño fue
pessimamente aceptada: fue acusada de devaneadora o de "rebelde", inclinándose en la
adolescencia o fase adulta a la bebida o al consumo de drogas, intentando a través del
"puerro" suavizar el contacto con una realidad sentida como extremadamente
desagradable desde temprano.
¿Otra carta astrológica natal indica un Sextil entre Venus y Mercurio o un Trígono entre
éste y Plutón? Esta persona ciertamente tiene reales vocaciones para redacción de textos
en general y, si aún recibe un aspecto de Neptuno, quizá para poesía, romance y ficción
(torno a recordar que las Casas Astrológicas y lo demás de la carta terminarán de
componer el cuadro general, como siempre).
¿Neptuno está en Conjunción con la Luna en Casa V? ¡Seguramente ésta es una persona
con raros dotes dramatúrgicos, de estas de marcar una generación de producción teatral!
¿El Sol y el Mercurio de un hombre están en Sextil con su Urano, al mismo tiempo en el
que este planeta hace Trígono con Saturno? Probablemente él tiene raros dotes de
genialidad administrativa o mismo para ingeniería mecánica y de proyectos,
dependiendo de los otros datos que la Carta natal ofrezca a lo análisis clínico.
Y puede si tratar de un Sextil o Trígono entre el Marte y el Mercúrio de una mujer: con
bastante certeza ella consigue por rápidamente en práctica lo que intelectualmente
concibe, de forma productiva.
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Pero se Mercurio y Urano están en Conjunción, Cuadratura u oposición en la carta
astrológica natal de una persona, lo que podría haber sido una mente genialmente
intuitiva terminó por ser excesivamente dispersa e improductiva, dado la calidad
acentuada de verbalização excesivamente difusa que prevalecía en la casa de primera
infancia, donde todos hablaban de todo al mismo tiempo; esta persona tendrá de
aprender a si concentrar (para esto existen ejercicios específicos), desarrollando la
habilidad de mantenerse atenta, antes de utilizar productiva y constantemente su
inteligencia superdotada y muy rápida.
Sensualidad deriva del latín sensuale, "relativo a los sentidos", y en tenemos de vivência
psíquica dice respeto a las experiencias de placer y bienestar logradas a través de los
sentidos: olfato, audición, tacto, visión, paladar y cinestesia. El término, así, no tiene a
ver obligatoriamente con sexualidad o genitalidad, como mucha gente piensa, a
despecho de la sensualidad tener un papel bastante activo en el ejercicio de la
sexualidad.
Son vivências sensuales el placer producido por un aroma especial, el sentimiento
inducido por el sonido de una cierta melodía, la sensación producida por un lleve rozar
de manos en el dorso, el deleite provocado por la visión de una escena de rara belleza, la
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satisfacción sentida con el sabor de un buen quitute o incluso el bienestar producido por
un vagaroso espreguiçamento; pero como tales experiencias no raras veces invaden el
terreno de la sexualidad, no por otra razón los amantes de todas las épocas siempre
revistieron sus situaciones amorosas con los más diverso olores, sabores, colores,
músicas y experiencias táctiles o de movimientos.
Pero podría ser el padre a manejar mal con la sensualidad, fuese a su propia, fuese a de
mujeres sobre las cuales tenía control: un Saturno en oposición la Venus en la carta
astrológica natal de una persona no pocas veces nos indica un padre sofocando
pesadamente todas las manifestaciones de sensualidad en casa, a través de censuras y
restricciones excesivas al uso de faldas cortas, escotes, cosméticos, joyas o adereços,
incluso de posturas corporales y expresiones gestuais o verbales. Si esta persona es una
mujer, probablemente en el porvenir ella habrá acentuada dificultad en manejar bien con
la propia sensualidad, reprimiéndola o a desorbitando (como forma inconsciente de
garantizar a los otros y a sí misma no tener problemas en esta esfera), y atrayendo para
su convívio hombres que no manejan bien con la propia sensualidad y reproducen las
actitudes sofocantes de su primer modelo masculino; si esta persona es un hombre,
todavía, deberá seguir de cerca los pasos del propio padre, aproximándose a mujeres
fuertemente sensuales para poder abafálas con pesadas prohibiciones, en nombre de
celos o desconfianza desorbitada.
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Ya un Marte en Cuadratura u oposición con Venus, en otra carta, nos sugiere que esta
persona "colecciona" compañeros que la insatisfazem sensual o sexualmente: si el
placer sexual existe, no hay placer sensual y vice-versa. Es que ambas las necesidades
internamente se oponen, en función de marcas emocionales de la primera infancia (un
de los padres, o ambos, la Carta natal definirá siempre, no le gustaba la propia
sexualidad o de la vida sexual que tenía), y su única "opción", mientras no rever el
propio inconsciente, es terminar encontrando compañeros con este perfil.
En los casos específicos de mujeres, el eventual desaliento inconsciente con la propia
sensualidad podrá incluso tener drásticas consecuencias: una carta astrológica natal
femenina en la cual si vea la Luna en Cuadratura con Venus indica un psiquismo
inconsciente en el cual habitan profundos resentimientos contra el hecho de ser mujer y,
por esto, actúa sobre el organismo, exponiéndolo excesivamente a problemas en la área
ginecológica y en el sistema reproductivo; cólicas menstruales demasiadamente
doloridas, oscilación frecuente en la periodicidad de la menstruación, severos
desequilibrios hormonales en el ciclo hipofisário-gonádico, grande vulnerabilidad a
invasiones bacterianas y fúngicas en la vagina o cuello del útero, facilidad de desarrollar
cistos y tumores en la región (especialmente si haya un Plutón envuelto en este aspecto)
y propensión inconsciente para histerectomias y remociones ovarianas, especialmente
en la menopausia.
Finalmente, entre infinitos casos, data la posibilidad de arreglos múltiples del psiquismo
individual, puede si tratar apenas de una "voracidad sensual" que no encuentra
satisfacción en las prácticas más comunes de cambio de cariño y afago. Una persona
que tenga en su carta astrológica natal Neptuno en Conjunción, Cuadratura u oposición
con su Venus, por ejemplo, ciertamente exige del medio ambiente una satisfacción
sensual excesiva, muchas veces porteando el perfil de la "seductora compulsiva" o del
"seductor siempre insatisfecho". Este aspecto, cuando ocurre, suele indicar al astrólogo
clínico la existencia de un inmenso y genuino potencial estético y de disfraces
conjugado con las necesidades sensuales de la persona, al mismo tiempo en el que un
medio ambiente infantil en el cual mucha culpa fue agregada al ejercicio de una
sensualidad más liberada (como los disfraces de la persona siempre a hicieron anhelar);
mientras este individuo no manejar a culpa que sienta en liberar sus disfraces, buscando
compañeros más "osados" o con sensualidad más exuberante, al mismo tiempo en el que
canalice para funciones estético-creativas artísticas el "potencial netunino" que posee, el
cuadro de constante insatisfacción sensual se mantendrá.
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vivir la propia sexualidad, data la prohibición inconsciente interna contra los aspectos
sensuales vitales a uno más pleno placer sexual.
Sin embargo, en muchos casos puede si tratar de fenómeno distinto, más derechamente
encendido a otros aspectos de la historia del individuo.
Imagine una Carta natal astrológica en la cual haya una Cuadratura entre Marte y Luna;
el medio ambiente infantil de esta persona casi con certeza imponía una severa
separación entre bienestar emocional y sexualidad (tales los conflictos entre sexualidad
y amorosidade vividos por un de los padres), llevando la persona a futuramente sentirse
infeliz cuando vive su propia sexualidad o a no conseguir tener placer con quien a acoge
amorosamente.
Otras veces la carta astrológica natal indica un hombre tan apegado afetivamente a la
madre que no se permite vivir la propia sexualidad con alguna mujer (caso clásico y ya
hasta caricato de un fuerte complejo de Édipo, muchas veces explicitado en Carta natal
masculina por Venus en Conjunción con la Luna o con Marte); y en otros casos la
dificultad puede derivar derechamente del clima excesivamente culposo con relación a
la sexualidad, lo cual vigorava en la infancia y la Carta natal desvendará.
En este sentido, suponga una casa en la cual el padre manifestaba una religiosidad
extrema, manteniendo una estructura moral excesivamente angosta, de aquéllas que "ve
pecado hasta en nalga de bebé" (probable fruto de la grande dificultad en manejar de
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forma adecuada con la propia sexualidad, a cual terminaba también por "extravasar" a
través de un comportamiento seductor y licencioso fuera de las vistas públicas).
Probablemente una hija no podía andar de ropas íntimas en casa, todas las enamoradas
de un hijo serían tarifadas de meretrices y en cada esquina del mundo el pecado estaría a
la espera: cómo sus niños podrían futuramente, cuándo adultas, ¿vivir la propia
sexualidad sin culpa?
Este cuadro es bastante posible, por ejemplo, en una carta astrológica natal con Sol y
Venus conjuntos, ambos en Cuadratura con Neptuno; o con Marte y Neptuno conjuntos,
ambos en oposición al Sol.
Datos que el astrólogo clínico verá y, adentro del conjunto global de símbolos que la
carta astrológica natal ofrece, presentará a su cliente y trabajará con él (o ella),
enfatizando la necesidad de un buen proceso de reevaluación interna para librarse de la
culpa y readquirir la posibilidad de vivir más plenamente el propio placer sexual.
Antes de que entremos en este delicado — y por veces espinoso — asunto que es el de
la espiritualidad, me deje explicar lo que quiero decir con tal término.
Y, para esto, comenzaré por decir lo que no es espiritualidad, en el sentido en que yo a
entiendo aquí.
De acuerdo con William James, que vemos en el inicio de este libro, una "cosa" en la
conciencia es siempre un producto del "reparar en esto y extrañar aquello"; en otras
palabras, nuestra atención, desde el inicio de nuestros días de vida terrestre, destaca
60
partes del todo en que vivimos y les atribuye una existencia tenida como separada,
discontinua, con un cierto valor específico.
Porque, como enseña el psicólogo norteamericano Ken Wilber, "la única manera que
tiene el pensamiento de manejar estos añicos de atención restrita es arreglarlos en un
orden lineal. Claro está que si el mundo sea cortado en un número vasto de fatiazinhas,
esas lonjas no podrán ser engullidas al mismo tiempo (...) Como toda gente sabe, no
podemos siquiera pensar en dos o tres 'cosas' al mismo tiempo sin ser echados en una
confusión paralisante; y, así, con la finalidad de introducir alguna medida de coherencia
y orden, el proceso del pensamiento, con a ayuda de la memoria, extiende esos pedazos
separados de atención a lo largo de una línea que él creaba con ese propósito, casi de la
misma manera con que estas palabras están arregladas en 'líneas tipográficas'".
Todas, absolutamente todas, las ideas religiosas de todas las épocas y en todas las
regiones del mundo afirmaron cosa parecida, quiere hablasen explícitamente o no de
dios, exigiendo un tipo de comprensión que desafía el ego e indicando que la Realidad
— no la "que veremos un día, despues la muerte", pero la de la cual hacemos parte en
este exacto momento — está allende todas nuestras definiciones por el simple hecho de
contener en sí misma la pasado, el regalo y el porvenir, lo ayer, lo hoy y lo mañana,
"todas las cosas al mismo tiempo" y "cosa ninguna en sí".
Porque todas las "cosas" y todos los procesos de la vida, en la realidad y para el
inconsciente más profundo, aún no pessoalizado, ocurren siempre en lo ahora absoluto.
Dentre varios científicos contemporáneos, enseña la físico Erwin Schroedinger que "el
regalo es la única cosa que no tiene fin" y que, "por más inconcebible que parezca a la
razón común, nosotros — y todos los otros seres conscientes como tales — somos todo
61
en todo. De allí que nuestra vida, la vida que estamos viviendo, no sea apenas un
fragmento de la existencia entera pero, en cierto sentido, el todo"; y el dominicano
Meister Eckhart escribió en el Siglo XIII que "hablar sobre el mundo como habiendo
sido hecho por Dios mañana o ayer sería disparatar. Dios hace el mundo y hace todas las
cosas en este presente ahora".
Además disto, al nivel de la realidad última, lo que llamamos de realidad no tiene forma
definida, no posee identidad propia y no se contrapone a nada porque no hay "alguna
verdad" a contraponer: es, como Jung describe el self (el arquetipo totalizador de la
psique y portador de la totalidad de esta misma psique), un "complexio oppositorum",
esto es, un complejo formado de oposiciones y paradojas que no se excluyen ni se
completan, aunque convivan y vivan juntos, ya que son, cada uno y todos, la misma y
única realidad multimanifestada.
Santo Agostino (354-430) declaró que "si cualquiera un, vendo Dios, concibe un algo en
su mente, eso no es Dios, pero un de los efectos de Dios"; en este sentido, también
tenemos el Éxodo, en el Viejo Testamento: "No harás a ti imagen de escultura, ni
semejanza alguna de lo que hay encima en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las
aguas debajo de la tierra"; Jesus Cristo, en el Evangelio de Santo Tomé, afirmó: "Soy la
Luz que está arriba de todos ellos, Soy el Todo, el Todo vino de Mí y el Todo llegó a Mí.
Raja un pedazo de palo, Estoy allí; irgue la piedra y allí Me encontrarás". El Katha
Upanishad, texto sagrado Vedanta hindú, dice que "el Espíritu, conquanto Uno, asume
nuevas formas en lo que quiere que viva. Está adentro de todo y también está afuera...
Hay un Soberano, el Espíritu que está en todas las cosas, que transmuda Su forma en
muchas. Solamente los sabios que Lo ven en sus almas conocen esta alegría".
Una alegría — o regocijo, como la llama la teología católica — que permite al individuo
sobrepasar los límites angostos de su personalidad individual, sin abandonarla mientras,
fundiéndose en el todo de lo cual siempre hizo parte; esta personalidad individual es
fundamental a la manifestación del todo, y solo por esto existe, pero debe y puede ser
trascendida, para vivências en una dimensión psíquica en que su existencia si relativiza.
En la estela de esta hipótesis, el filósofo griego Aristóteles (384-322 a.C.) afirmaba que
"si lo antes y lo después están ambos en el mismo Ahora, entonces qué pasó hace diez
mil años sería simultáneo con lo que está aconteciendo hoy, y nada sería antes o después
de cualquiera otra cosa... En ese caso, todo estaría en cualquier cosa, y el universo en un
grano de painço, solo porque el grano de painço y el universo existen ambos en el
mismo tiempo".
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Noción también reconquista por la ciencia actual: de acuerdo con el físico sir James
Tejanos, "los fenómenos pueden ser individuos cargando existencias separadas en el
espacio y en el tiempo, mientras en la realidad más profunda, además del espacio y del
tiempo, podemos todos ser miembros de un cuerpo".
Entonces, recordando que ésta aparente separatividade puede ser transposta, el pensador
hindú Ramana Maharshi nos consola: "En verdad no existe razón para seres aciago e
infeliz. Tu mismo impusiste limitaciones a tu naturaleza de Ser infinito, y después lloras
por seres una criatura finita. He por qué digo: conoce que eres realmente serlo infinito,
puro, lo Yo absoluto. Eres siempre ése Yo y nada sino ése Yo. Por consiguiente, nunca
podrás realmente extrañar lo Yo, tu ignorancia es mera ignorancia formal".
Obviamente, tal posibilidad humana requiere trabajo, y bastante trabajo, pues las
barreras del ego contra su superación son muy fuertes: él gradativamente debe
ensanchar sus fronteras internas, a punto de abrigar en sí mismo una realidad que en
verdad lo supera.
Y para tanto, como nos recuerda el Sutra Lankavatara, un de los textos principales del
Budismo Zen, "por medio de la elocución podemos entrar en verdad, pero las palabras
no son la verdad. La verdad es la comprensión de sí mismo experimentada interiormente
por los sabios a través de su introvisão no dual (separativa) y no Pertence al dominio de
las palabras, de la dualidad o del intelecto" (paréntesis míos).
Porque, de acuerdo con el teólogo cristiano Paul Tillich, "en la entrada de los más
hondos y últimos abismos deparasenos la revelación de que nuestra experiencia está
contenida en las profundidades de la propia vida Divina. Pero en ese punto reina el
silencio, pues ningún lenguaje y ningún concepto humano pueden expresar tal
experiencia".
se entiende, entonces, porque tal experiencia solo es posible a través de las funciones
transpessoais de la psique, simbolizadas en una carta astrológica natal por Urano,
Neptuno y Plutón, las únicas funciones psíquicas que nos permiten sobrepasar los
límites de las convenciones pessoalizadas de pensamiento, sentimiento y poder del ego
y nos permiten actuar adentro de un nivel de conciencia que abarca a todos los otros en
un verdadero espectro de niveles de realidad.
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"Veamos ahora — nos convenida él en su libro El espectro de la conciencia — si
conseguimos desenredar el sentido especial de todo esto".
Por esto Urano, la Mente Impersonal, también indica siempre la busca de modelos
totalmente originales de realidad, sea ella cual sea (conceitual, sexual, afectiva,
relacional etc.).
Cuando Urano hace aspectos con planetas personales, imprime fuertemente estas
calidades a las funciones egóicas por ellos simbolizadas. Así, si una carta astrológica
natal nos muestra Mercurio en Cuadratura con Urano, la persona presenta una calidad
extremadamente rápida de pensamiento, qué la lleva a frecuentemente dispersarse,
apenas concluir frases y difícilmente terminar un raciocinio, "pues ya está un poco
adelante de lo que pensaba en aquel momento"; como consecuencia, se manifiesta todo
el tiempo ansiosa y puede hasta mismo cargar pesadas dudas sobre su instabilidad
mental o sobre su productividad intelectual, ya que raras veces percibe el inicio, el
medio y el fin de los propios procesos de pensamiento.
Ya un Urano en oposición con Marte, en otra carta astrológica natal, nos apunta una
compulsiva necesidad de ser original en todas las manifestaciones de sexualidad y de
fuerza de voluntad, razón por la cual muy probablemente esta persona carga una ira
descomunal acumulada en su inconsciente: raros son los lares qué permiten a lo niño ser
efectivamente original, especialmente en el nivel de originalidad qué Urano simboliza, y
no por esta razón tal tipo de aspecto Urano/Marte con frecuencia se encuentra en la
carta natal de psicópatas (¡se confirmado por otros datos): impedido de manifestar su
deseo sexual o su voluntad personal, y compelido por la función transpessoal uraniana a
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sobrepasar las barreras del superego, el individuo desrespeita los más mínimos límites
de la realidad del otro, imponiéndose del jeito qué dé!
Esta persona deberá gradativamente "si autoriza" a manifestar la propia ira, hasta mismo
en circuitos marciales, bien como la genialidad creativa conceitual que en muchos casos
posee (si otros datos de la carta astrológica natal confirman tal posibilidad); al mismo
tiempo, deberá si permitir superar los límites convencionales de moral y
comportamiento asociados a la sexualidad, pues en todo envolvimiento sexual estará
inclinado a manifestarse criativamente: nuevas posiciones, horas y locales infrecuentes,
alternación o simultaneidad de compañeros etc.
Lo según planeta transpessoal, Neptuno, nos indica la posibilidad humana de vivir
sentimientos de forma absolutamente impersonal, muchas veces renunciando de las
propias necesidades personales o atribuyendo a algo o alguien el poder "romántico" de
generar tales sentimientos. Es que Neptuno representa el principio de relación o
valorización afectiva impersonal o transpessoal, derivado del sentimiento indistinto de
todas las cosas tienen un valor afectivo intrínseco por el simple hecho de pertenecer a
un todo muy mayor de lo que el abarcado por los valores personales humanos.
Ya Neptuno en Conjunción con Mercurio nos indica una persona con rara capacidad de
percepción paranormal de la realidad, fundiéndose afetivamente con los otros a punto de
realmente "saber sus pensamientos" — ¡y muchas veces se confundido por no
identificar quién esté pensando el que en dado momento, si él o el otro! Tales personas
con frecuencia creen oír voces y hasta mismo (la Carta natal nos indicará esta
posibilidad) ver escenas, en manifestaciones aún tenidas en nuestra cultura como
"locura" o indicio de fuerte desequilibrio emocional.
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(Cuando, en el Hinduismo, la escuela yoga tântrica preconiza el desarrollo de la
sexualidad como una fórmula espiritual de contacto con a divindadedivindade en el
momento del orgasmo — no concebida y ni acepta por la conciencia colectiva
occidental, fuertemente impregnada de la moral restrictiva jesuítica —, es del "uso" de
esta función transpessoal que se habla.)
De cualquier forma, Neptuno "presta" a las funciones simbolizadas por los planetas
personales características (siempre colectivas) de fuerte imaginación creativa estética y
grande receptividad sentimental afectiva; de esta forma, el individuo que presenta
aspectos de este planeta sobre sus planetas personales debe ser instado a expandir su
posibilidad personal de vivir afectos en límites máximos, como única forma de dejar de
esperar que otras personas le ofrezcan tal posibilidad. Tal expansión, mientras, suele
escapar a los límites más angostos de una relación personal (salvo raro casos) y debe
entonces ser buscada en otras actividades: artes plásticas, música, teatro, baila, romance,
poesía, prácticas espirituales etc.
Cuando Plutón, símbolo de este Poder Impersonal, hace aspectos con los planetas
personales de un individuo, con facilidad esta persona puede si dejar convencer de que
tal poder Pertence a ella; puesto que lo poder es una de las contingencias de la
existencia y toda vida es hondamente marcada por momentos en los que el poder
personal debe si manifestar en la defensa del espacio, de la voluntad y del deseo del
individuo, en tales momentos el poder impersonal arquetípico simbolizado por Plutón
puede contaminar esferas más pessoalizadas y atribuirles una dimensión no raras veces
dilatada al absurdo.
Imagine una carta astrológica natal que presente el Sol en aspecto con Plutón: en todos
los momentos de la vida en la que tal persona tenga de hacer valer su propia identidad,
éste poder podrá asumir el control sobre su comportamiento; evidentemente, el tipo de
aspecto existente y los demás datos de la carta natal mostrarán al astrólogo clínico lo
cuanto esta persona tiene resistido la esta dinámica y en que medida tal poderle ha sido
efectivamente útil.
Porque cuando se trata de aspectos más desafiadores, podemos tener por la frente una
persona con marcados trazos paranoico-persecutórios (vendo una amenaza en cada
esquina o un conspirador en toda persona, data la atribución de contornos míticos a las
personas con las cuales se relaciona, como siempre acontece con una función
transpessoal que contamina el ego), un acentuado perfil de megalomanía (momentos de
"delirio de poder", en los cuales la persona cree ser capaz de enfrentar cualquier
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desafío) o mismo una violencia impositiva de sus voluntades, de la cual ella raramente
tiene control.
Apenas para citar algunos ejemplos, y una vez más recordando que un solo dado nunca
es suficiente para informar la totalidad del perfil psicológico de alguien, aspectos de
Plutón con Venus suelen indicar un modelo inconsciente de envolvimiento afectivo
obsesivo, aspectos con Marte pueden sugerir una assertividad y sexualidad no pocas
veces mayores de lo que la estructura egóica y superegóica de la persona está dispuesta
a asumir, aspectos de Plutón con Luna en general apuntan un núcleo amoroso celoso y
manipulador (para mejor control del objeto amoroso) y aspectos de Plutón con el Sol
muchas veces fijan la existencia de fuerte carisma personal, derivado de un
"magnetismo hipnotizador" capaz de arrastrar multitudes por una causa — o a la
desesperación.
Pero Plutón es vital para que la posibilidad de "muerte" sea una constante en la vida de
la persona que tiene este planeta realzado en su carta astrológica natal: no la muerte
"física", la disolución del aglomerado molecular a qué nosotros nos habituamos llamar
de "¡cuerpo", pero la muerte del actual cursillo de vida, rumbo a un cursillo más
"energizado" aún, cómo en el caso de la lagarta qué "muere" para virar borboleta!
Así como los cursillos de larva y capullo tienen de ser abandonados, en la vida de la
borboleta, en el ser humano el ego tiene de ser trascendido a través de suya "muerte",
ocasión en la cual las viejas formas de personalidad pueden ser abandonadas, en
provecho del crecimiento global de la psique y de la actualización de potenciales que
siempre allá estuvieron y apenas no tenían espacio o posibilidad de manifestación.
En los peores casos, aquéllos en los cuales el ego ya presentaba una estructuración
precaria, la persona puede hasta mismo tener su estructura psíquica global astillada por
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los empujes que le vienen de adentro y, cual si dice, "enloquecer"; de allí la afirmación
de las Psicologías transpessoais de que los episodios de psicosis o esquizofrenia son
"accidentes de trayecto" en el proceso interno de integración psicoemocional.
En este punto, son preciosas las palabras de Liz Greene, psicóloga junguiana y astróloga
inglesa: "los atajos para cualquier cursillo de conciencia raramente dan cierto, porque la
sensibilidad es muy aguzada (...) Es una cuerda tensa, muy delicada... El mundo de las
fuerzas arquetípicas puede contener la hueste Angélica, pero también contiene la horda
demoníaca".
Hordas, éstas, que hacen parte de la realidad como ella es, aunque ni siempre estén en la
realidad columbrada por el ego; su vivência, mientras, es la única manera de superar la
supuesta separatividade que nos afecta a tantos de nosotros en el Mundo-Tierra, parte
apenas del universo total.
Porque, como concluye Liz Greene en su libro Saturno, "si el individuo está dispuesto a
explorar no apenas el mundo de su propia psique personal, pero también el mundo más
vasto del inconsciente colectivo, puede comenzar no apenas a si integrar adentro de sí
mismo, como también a vivir la totalidad del grupo, de lo cual es una parte".
68
la situación personal de cada un será hondamente discutida a lo si analizar el psiquismo
del niño), este libro no podría dejar de mencionar tal fecunda posibilidad de la
Astrología Clínica.
Vemos atrás que todos nosotros nacemos con determinados "filtradores de lectura" ya
determinados por nuestra constitución psíquica original, razón por la cual aprehendemos
el mundo siempre parcialmente, dejándonos marcar más hondamente por ciertas
categorías de eventos y hasta mismo pasando incólumes a través de otras.
En otras palabras, todos hacemos una pre-selección de lo que nos es dado como
estímulo externo desde bebés muy nuevos (en verdad, desde engendros) y por esto, de
cierta forma, participamos activamente de la construcción de nuestro propio mundo: de
todo qué efectivamente nos es ofrecido por el mundo exterior, seleccionamos de
acuerdo con nuestra estructura psicoemocional más profunda lo que vamos a utilizar
como referenciáis básicos de vida durante la construcción inconsciente de nuestros
modelos de mundo, casi independientemente de lo que en el porvenir nos enseñen ser
cierto o equivocado, elogiable o censurable, feo o bonito y así por delante.
Munidos apenas con este concepto, que se comprueba verdadero en la práctica del díala-
día, ya podríamos establecer el conjunto de valores centrales que nortearán
inconscientemente una persona en su vida futura: sabiendo como ella filtró la
percepción de la realidad en su primera infancia, y conociendo los modelos
inconscientes que de allí por delante fueron por ella estructurados, modelos éstos que la
partir "de adentro" orientarían todas sus formas de comportamiento, podemos predefinir
para cuales experiencias básicas de vida esta persona — hoy niño, mañana adulto —
será impulsada en su vida cotidiana.
Mientras, además de los filtradores de lectura con que el niño ya nace dotada, el medio
ambiente termina por reforzar las imágenes inconscientemente seleccionadas por ella,
actuando de forma a validarlas y a consolidar sus efectos sobre el psiquismo del niño.
Alguien podría indagar: no será el niño qué "induce" los adultos a su vuelta a tales
formas de comportamiento, "deseosa" ¿de ver reafirmada su expectativa inconsciente en
ella instalada? Sí, es posible, ¡cómo tantas veces si nota, pero esta real posibilidad no
explica todo!
Cómo el niño "haría" el padre ser alcoólatra, por más qué esperase esto, ¿cuándo su
carta astrológica natal indica una figura masculina introjetada con tales características
en la primera infancia? Cómo el niño "haría" la madre ser afligida y depresiva, por más
qué actuase en el sentido de inducir tal comportamiento, ¿cuándo su carta astrológica
natal indica una figura femenina introjetada con tales características en la primera
infancia? Cómo el niño "llevaría" padre y madre a vivir una cierta dinámica de relación
— padre "ausente omiso" y "madre dominadora- ¿abandonada", por ejemplo —, por
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más qué actuase en el sentido de favorecer el establecimiento de tal estado de cosas,
cuándo su carta astrológica natal indica un modelo introjetado de relación padre/madre
con tales características en la primera infancia?
Es con éstos dos datos básicos que el astrólogo clínico analizará la carta astrológica
natal de un niño: de un lado, identificando con cuales filtradores de lectura el niño fue
dotada y, de otro, identificando para los padres las mucho probables formas de
comportamiento que durante la primera infancia del niño ellos mismos presentarán (aun
cuando en el momento del análisis no crean probable tal posibilidad), de cierta forma
reforzando — o no — qué tales filtradores por sí solas aprehenderían y retendrían.
Ambos los conjuntos disponibles de información componen el escenario general que
define ya en la infancia el perfil global del niño y sus inclinaciones inconscientes de
comportamiento, bien como dispone el futuro adulto y predispone sus futuras
manifestaciones comportamentais: ¿será cordato o violento? ¿será disperso o con buena
capacidad de concentración? ¿necesitará constante dispendio de energía muscular o
vivirá bien en un modelo más sedentario de vida? ¿cómo manejará su sexualidad? ¿qué
en niño parece obstinación será la futura persistencia del adulto o solamente un marcado
trazo innato de obstinación? ¿actuará naturalmente la propia intelectualidad? ¿cuál su
verdadera vocación profesional? ¿necesitará orientación religiosa y espiritual? ¿cómo
manejará a auto-imagen? ¿cómo desarrollará la autoestima? ¿cómo actuará su
sensualidad?
En esta amplia discusión, padre y madre podrán tener una visión a priori de la futura
persona que allí está se engendrando y comprender el papel conjunto que desempeñarán
la herencia psicoemocional del niño y la influencia modelar del medio ambiente, a
través de las formas de comportamiento emocional adoptadas por los padres consigo
mismos, practicadas entre sí y manifestadas en su convívio con ella.
70
Por esta razón, hasta cierto punto no se puede hablar de "culpas" o de "elecciones
equivocadas" por parte de ellos en el proceso hasta entonces adoptado de educación de
sus hijos. Al final, ya que también fueron condicionados por sus propios inconscientes y
manejaron la situación de la forma cómo pudieron, ¿lo qué más podrían hacer además o
diferentemente de lo qué ya hicieron?
El trabajo posible, sin embargo, del análisis clínico de la carta astrológica natal de un
hijo, será lo de reforzar la posibilidad efectiva del niño de ver favorecidos los
verdaderos potenciales y atenuado el escenario interno ya instalado que predispondrá
sus futuras características, de forma a minimizar los eventuales conflictos que se
manifestarán en sus formas de vivir la vida; al mismo tiempo, este trabajo ayudará los
padres a si disponer para la utilidad real de un posible trabajo futuro (ludoterapêutico o
psicopedagógico) de ayuda a lo niño aún mientras niño o adolescente, no dejando
apenas para su vida adulta el trabajo de reconstrucción interna de lo que tenga que ser
trabajado para permitir una armonía interna mayor.
Al final, si no se puede alterar la herencia genética, ¡se puede ayudar el niño a trabajar
mejor con ella y a si construir productivamente desde sí misma!
En las expectativas depositadas por los padres en sus hijos (a veces para rescate de los
propios sueños nunca realizados, otras veces apenas de acuerdo con modelos valorados
por la familia o por la sociedad) reside siempre una de las llaves de las futuras
inadecuaciones de un niño: "papá" espera que su hijo sea de una cierta manera, "mamá"
anhela verlo si portando así o asado, todos actúan de forma a presionarlo y nadie se
recuerda de indagar lo que el propio niño le gustaría estar siendo y haciendo o como le
gustaría estar se sintiendo en cada aspecto de la vida con lo cual se ve envuelta, de
acuerdo con sus propias características personales.
(Quien no se recuerda de ya haber tenido certeza de que tal o cual elección o reacción le
parecía la mejor, habiendo sido gracias a si portar de otra forma en nombre de lo que
papá o mamá hallaban "adecuado"?)
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Porque padres y manos siempre asumen la tarea de crear sus hijos desde modelos
preconcebidos y definidos desde hace mucho tiempo, seguros de que tales modelos son
los más acertados y deben ser implantados a contento — bajo pena de ellos mismos,
padre y madre, si sienten (o ser acusados de) chapuceros y hendidos en su papel.
Éstos son ejemplos muy simple y someros, pues el análisis clínico de la carta
astrológica natal de un niño lleva los padres a ponderaciones bien más profundas: a la
medida que se desvela los reales sentimientos y las formas dominantes de
comportamiento que los padres están viviendo durante la primera infancia del niño,
padre y madre se ven obligados a asumir la insatisfacción sexual que estén teniendo, la
violencia que por veces un u otra manifiesten en su relación interpessoal, el eventual
sentimiento de no tener importancia ninguna frente al otro, las probables imposiciones
de esta o de aquél sobre la voluntad del otro, los juegos de control y contra-control que
domeñen la escena doméstica, las diferencias personales quizá hasta entonces no
asumidas claramente y así por delante.
El hecho de padre y madre se ven mutuamente expuestos de una forma que hasta
entonces no hubiera, momento en el cual qué cada uno realmente está viviendo en la
relación se explicita, les lleva a profundas ponderaciones sobre la vida conjunta, sobre
los deseos y necesidades de cada uno y sobre el real papel que están ejerciendo sobre
sus hijos.
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Más aún: este momento, iniciado con la larga discusión de la carta astrológica natal del
niño y de la relación conyugal allí denunciada (base parcial de los contenidos psíquicos
de aquella niño), lleva padre y madre a poder discutir con más propiedad aspectos de sí
mismos y de la relación que siempre fueron dejados "bajo la alfombra" o "para un
momento más adecuado".
Por esta razón muchos astrólogos profesionales no atienden, para el análisis clínico de la
carta astrológica natal de un niño, apenas un de los padres (¡excepto en el caso de
parejas separadas, cuándo en general quién encargue el trabajo es quién tenga a guarda
del niño): permitir qué apenas un tenga acceso la esta realidad, la propia y la del
compañero, sería una violación de la privacidad de aquél qué no está presente!
Qué la práctica suele indicar es qué ambos, a partir de allí y de acuerdo con sus
características y disponibilidades personales, ¡inician una cuidadosa tomada de posición
con relación a sí mismos y al compañero, además de que profundicen las discusiones
sobre su propio niño! ¿El que y en cuál medida cada un puede hacer por el bienestar de
ambos y del niño? ¿del que y en qué medida cada un está dispuesto a renunciar para el
bienestar y el desarrollo de la relación y del niño? ¿hasta que punto cada un o ambos
sano capaces de ayudarse mutuamente, rumbo a objetivos qué satisfagan a cada un?
¿hasta que punto cada un está dispuesto a manejar objetivamente con las reales
diferencias entre qué hasta entonces decían estar aconteciendo y lo qué realmente
ocurre, cómo la carta astrológica natal de su niño claramente lo indica?
Despues este trabajo, muchas veces se instala en la pareja la necesidad de buscar ayuda
especializada, quiere en nivel de las individualidades envueltas (porque padre o madre
ven denunciada una realidad personal antes nunca admitida o siquiera percibida), quiere
en lo que dice respeto exclusivamente a lo niño; poco importa, sin embargo, qué si vaya
a buscar, pues lo fundamental es que el escenario emocional de aquel núcleo familiar
queda expuesto y pasible, entonces, de cambios profundos.
Porque, a la medida que padre y madre pasan a tener preciosas informaciones sobre su
niño, sobre sí mismos y sobre los lazos inconscientes que condicionan aquella realidad,
pueden orientar productivamente tareas maduras de manejar la realidad objetiva y
subjetiva de la familia y disponer a sí mismos un porvenir más felicitador, allende
ayudar el niño a si desarrollar más plenamente, de acuerdo con su reales y propias
características psicoemocionais.
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EJEMPLOS DE ANÁLISIS CLÍNICO DE CARTAS ASTROLÓGICAS
NATALES
INTRODUCCIÓN
1. Los análisis clínicos que a continuación usted verá mostrarán de forma condensada el
conjunto de informaciones que es posible extraer de una carta natal, durante una
entrevista devolutiva astrológica clínica.
Son cartas natales reales y apenas omito, por razones éticas, la identidad de las dos
personas analizadas aquí.
Evidentemente el resultado global de la entrevista devolutiva "al vivo" es siempre
mucho más rico que cualquier presentación por escrito, pues la continuada participación
del cliente siempre enriquece el trabajo — quiere interrumpiendo para pedir más
detalles, quiere dando declaraciones ilustrativas de un dada billete, quiere aún
manifestando alguna discrepancia entre lo que sienta o reconoce y lo que está le siendo
dicho: a cada momento de la entrevista, cliente y astrólogo son dos personas en
interacción dinámica, intermediadas por el material de diagnóstico, actuando,
reaccionando y nutriendo un al otro durante todo el encuentro.
2. Cada carta natal es extremadamente singular — como cada psique también lo es; por
tanto, nada más inocente del que suponer que cualquier interpretación astrológica
clínica discutirá contenidos y dinámicas inconscientes siempre iguales.
Todavía, quizá usted identifique parte (o aspectos) de los análisis clínicos que serán
presentadas aquí con algún proceso de vida o forma de comportamiento ya vividos por
usted o presenciados en la historia de alguien; no olvide, entonces, de que algunos de
los componentes a ser aquí discutidos podrán hacer parte de otras psiques, ya que nadie
es absolutamente original en sus características personales, pero la mezcla con otros
contenidos inconscientes, de calidad e intensidad diferentes, es que dará un retrato
global sumamente diferenciado de individuo para individuo.
3. Caso usted conozca mucho poco de astrología (o hasta mismo no conozca nada),
siguen abajo los símbolos astrológicos más comunes para usted poder identificarlos en
las cartas natales de este Apéndice (Signos, Planetas, Asc para el Ascendiente, FC para
el Fondo del Cielo, Dsc para el Descendente y MC para el Medio del Cielo.
Además disto, vea la Tabla de aspectos astrológicos, o ángulos geométricos, existentes
entre los componentes de la carta, y en lo correr de las interpretaciones yo destacaré en
negrillo los símbolos envueltos con cada contenido y dinámica inconsciente
identificados:
Signos
Aries Libra
Tauro Escorpio
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Geminis Sagitario
Cáncer Capricornio
León Acuario
Virgo Piscis
Planetas
Sol Júpiter
Luna Saturno
Mercurio Urano
Venus Neptuno
Marte Plutón
Aspectos
Conjunción 00o (+/-10o)
Sextil 60o (+/-06o)
Cuadratura 90o (+/-10o)
Trígono 120o (+/-10o)
Quincúncio 150o (+/-05o)
Oposición 180o (+/-10o)
4. Por fin, una ressalva: todo contenido presente en el psiquismo se asocia a otros
contenidos o dinámicas y siempre, de alguna forma y con intensidad variable, si
manifiesta a través de alguna forma de comportamiento, aun cuando compulsivo y
contrario a las intenciones conscientes de la persona (tan más inconsciente esté). Así,
tanto al mencionar trazos personales de los individuos analizados adelante, en cuanto al
discutir las formas de comportamiento de sus padres en el lar de primera infancia, no
estoy emitiendo juicio alguno de valor o de carácter, pues no compete al diagnosticista,
bien como al terapeuta o aconselhador, opinar sobre el valor moral diste o de aquel
comportamiento.
se trata, esto sí, de identificar un escenario inconsciente de deseos e intenciones, y las
formas compulsivas de comportamiento de él consecuentes, para devolver a la persona
la posibilidad de alterar lo que le parezca necesario en sí misma. En este sentido, cabe
aquí recordar un concepto del filósofo francés Jean Paul Sartre: "poco importa lo que
hicieron de nosotros; lo que realmente importa es lo que hacemos de lo que hicieron de
nosotros"
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El ANÁLISIS CLÍNICO DE UNA CARTA ASTROLÓGICA NATAL FEMENINA
1. se trata de mujer nacida en Fortaleza, a las 14:00 del día 05 de mayo de 1962.
2. Del punto de vista estructural, esto es, comenzando por los trazos de comportamiento
determinados por contenidos propios de su estructura psíquica básica inconsciente, esta
mujer es persona fuertemente inclinada a racionalizar todo aquello con qué se envuelve,
data la predominancia de su función pensamiento (cuatro planetas en signos de Aire); si
este trazo indica un perfil marcadamente autodidacta, basado en evidente superdotação
intelectual (Cuadratura Urano y Mercurio), con grande facilidad de aprendizaje, amplia
curiosidad pero extrema dificultad en si adaptar a tareas intelectuales que no la agraden,
al mismo tiempo es marcante su necesidad de aprender a manejar el mundo a través de
las otras funciones de la conciencia.
Persona marcadamente comunicativa (siete planetas en el Hemisferio Norte de la carta),
con facilidad percibe los datos del medio ambiente que la rodea y deja en la obscuridão
qué si le pasa por adentro, extrañando su realidad emocional y sentimental; deberá
aprender a prestar más atención consciente al propio interior, a través de prácticas de
auto-conocimiento y auto-integración, visando apocar este descompasso y escapar al
pesado desconocimiento de sí misma a que desde muy temprano se impuso.
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se estressar (apenas un planeta en signo Cardenal), con mucha frecuencia se agota y
termina culpando los otros por tal ocurrencia.
Presenta intensos trazos de paranormalidade pero extremo miedo de vivir tal posibilidad
(Sol en Casa VIII, opuesto a Neptuno), debiendo canalizarla a través de grupos de
estudio y práctica espiritual, ocasión en la que también podrá satisfacer la necesidad de
aproximación con sistemas filosóficos y espirituales más organizados y estructurados
(Júpiter en Trígono con Neptuno) y con material derechamente encendido a las áreas del
conocimiento esotérico e/ou psicológico profundo (Sol en Casa VIII, opuesto a Neptuno
que rige la Casa VII).
3. Nacida en una casa centralizada por la figura materna (Sol en Tauro, Luna y Venus
conjuntas y en Cuadratura con Plutón) y teniendo por modelo masculino un padre
ausente, omiso y probablemente alcoólatra (Neptuno opuesto al Sol y en Cuadratura a
Saturno), esta mujer desde muy temprano sufrió la influencia de una atmósfera
restrictiva de cualquier manifestación personal de identidad (Sol en Cuadratura con
Saturno y en Casa V).
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Por su lado, la madre de esta niña imponía severo control sobre todas sus reacciones
emocionales espontáneas (Sol en Tauro y Luna en Cuadratura con Plutón), venido hasta
a desarrollar, durante la fase de pubertad y adolescencia, una intensa competición
feminil con la hija (probablemente, por no admitir otra mujer adentro de casa,
mecanismo comprobable por reacciones adversas contra empleadas, limpiadoras,
amigas de la hija etc.); de esta forma, a los pocos el niño fue aprendiendo a no exponer
su propia feminidad, quiere a través de afectos, quiere a través de manifestaciones
sensuales y de seducción, estremeciendo la propia autoestima como mujer.
"¡No consigo imaginar qué alguien no guste de mí!": he una frase constante en sus
disfraces.
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desempeño a impedía de vivir su naturalidad y la fuerte emocionalidade del que es
portadora (Plutón en Cuadratura con Luna), para que ella pueda si librar del miedo de
ser lo que es, de la inseguridad en ser mujer y de Fortes mecanismos de auto-cobranza y
cobranza excesiva de los otros (como forma inconsciente de venganza contra los
padres).
Toda y cualquier pesquisa familiar — y para esto ella podrá utilizar el grande potencial
de reportero- investigadora que posee (Ascendiente en Virgo, teniendo el Ascendiente y
el Medio del Cielo regidos por Mercurio que está en Géminis) — podrá suministrar
datos preciosos sobre este hombre, ya que información alguna que ella tenga sobre el
propio padre es digna de crédito (quiere por el propio comportamiento paterno, quiere
por las prácticas maternas de control).
A la medida que descubra y entienda mejor el comportamiento real del padre, y de esta
forma pueda trabajar el profundo resentimiento que carga en contra de él (Sol en
Cuadratura con Saturno), a pesar de tener siempre lamentado hondamente lo cuan
"perdedor" el padre era (Sol en Tauro, en Cuadratura con Saturno y en oposición a
Neptuno), esta mujer podrá comprender mejor los hombres de los cuales se aproxima,
bien como romper el ciclo vicioso que la ha llevado a buscar hombres indefinidos e
inseguros (Sol en oposición a Neptuno) como compañeros para cualesquiera relaciones
— siempre "víctimas" a la busca de una "salvadora" y eventualmente hasta mismo
homosexuales, como una forma a más de ella legalizar lo que supone ser su propia
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homosexualidad y como modo de alejarse de hombres efectivamente viriles, siempre
productores de fuerte desconfianza y aversión.
Sin duda esta mujer heredó del padre (y de ambos los lados de su clan, tanto el paterno
cuanto el materno) una propensión a la drogadicção (Sol en la Casa VIII, regente de la
Casa XII, en oposición a Neptuno en la Casa II, con el regente de la Casa VIII conjunto
a la Luna y en Cuadratura con Plutón), razón por la cual se hace prudente que control el
consumo de drogas, bebidas y medicinas en general, data la facilidad de establecer
dependencia o mismo sufrir una sobredosis; por otro lado, el depósito inconsciente de
erotismo sobre el padre fue tan pronunciado (Sol en Casa VIII y Marte en Aries en la
Casa VII), pudiendo hasta mismo derivar de iniciativas sensuales y sexuales paternas
contra la hija, que habrá una intensa resistencia a cualquier trabajo más profundizado de
las secuelas que el convívio con este hombre dejó en su psiquismo.
Esto, si por un lado explicaría una eventual suposición de "solo ser necesario" trabajar
la madre y la pésima relación con ella, por otro informaría a un buen terapeuta la real
dimensión de los conflictos subyacentes con relación al padre.
Persona hondamente insegura mientras mujer y hasta mismo subvertida contra la propia
feminidad ("¡es un horror ser mujer!), la madre presentaba una profunda dificultad de
contactarse productivamente con la propia realidad biológica básica y con su feminidad
(Júpiter en Cuadratura con Luna y con Venus); de esta forma, se sentía insegura como
madre, como compañera y como mujer capaz de ser deseada, competiendo pesadamente
con la hija en este sentido.
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Mientras, la figura materna siempre pareció a los ojos de esta mujer poderosa demás...
Hondamente contaminada por material arquetípico (Plutón en Cuadratura con Luna), la
imagen percibida de la madre siempre atribuyó a ella un poder demasiado y, por tanto,
irrevocable; ¿de esta forma, cómo la niña podería algún día se lleva opuesto a su
voluntad y deseo?
Al mismo tiempo, hiciese lo que hiciese la madre contra el niño, hubo un excesivo
depósito amoroso en la figura materna (Luna en Conjunción con Venus y con el regente
del Ascendiente y de Medio del Cielo), identificable por la ligazón simbiótica futura
entre las dos y mantenida por la hija mismo contra la voluntad.
Obviamente esta Carta natal apunta una dupla vinculación amor-encono extremada
(Luna en Conjunción con Venus y en Cuadratura con Plutón), base de porvenires e
intensos sentimientos de culpa en la hija al trabajar la imagen materna y las secuelas
emocionales que de este convívio se quedaron contra su feminidad e identidad personal.
Como resultado, esta mujer busca compulsivamente controlar toda y cualquier relación
personal con a cual se envuelve, a través de posturas "martirizadas" de sufrimiento y
dolor (Júpiter en Piscis, en oposición con Plutón), impidiendo manifestaciones más
espontáneas de sí misma y de los otros por creer que podrá perder el control y ver todo
destrutivamente ir a la deriva (Plutón en Casa XII); tal compulsión está en la base de las
pasiones obsesivas que desarrolla (Venus en Cuadratura con Plutón), marcadas por
Fortes disfraces de alevosía pero domeñadas por fuerte ansío de fidelidad (Venus en
Trígono con Saturno).
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6. Deberá desarrollar el potencial de superdotação intelectual que posee, de base
fuertemente intuitiva (Urano en Cuadratura con Mercurio) pero con excelente capacidad
potencial de metodização del pensamiento (Saturno en Trígono con Mercurio); para
esto, todavía, será necesito disciplinarse a través de ejercicios de concentración de
atención, puesto que el medio ambiente de primera infancia fue excesivamente
indisciplinador de sus posibilidades de pensamiento (Urano en Cuadratura con
Mercurio) y está en la base de su extrema dispersividade (Mercurio en Géminis y en
Cuadratura con Urano).
Por fin, si puede transformar el vigoroso movimiento interno que carga de controlar
férreamente toda y cada palabra que pronuncia (Plutón en Cuadratura con Mercurio),
venido de la madre, así como su inclinación conspiratória y secretiva, podrá realizarse
como poderosa oradora o copy-desk (preparadora de originales, en editoras y
redacciones de diarios y revistas, cuya función es mejorar el texto de los otros).
Para todo esto, mientras, deberá realizar un profundo trabajo de rescate de los recuerdos
de primera infancia que se quedaron emocionalmente incrustadas en su propio
inconsciente y a han apartado de sí misma.
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1. se trata de un hombre nacido en São Paulo, a las 04:20 del día 10 de diciembre de
1956.
Así como en la carta natal femenina que vemos luego atrás, este hombre también
manifiesta vigorosa inclinación a la partición de sí mismo en tareas (cinco planetas en
signos Mudables), con intensa dificultad en decir no cuando pedido a ayudar; en su
caso, todavía, en virtud de ocurrencias perinatais y de primera infancia (que veremos
adelante), se instaló una pesada crisis de assertividade (Saturno conjunto al Ascendiente,
en la Casa I). De esta forma, para él es más necesario aún aprender a seleccionar las
veces en las que asumirá tareas que no suyas, para evitar a mucho frecuente
exploración, por los otros, de su solicitud compulsiva.
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Data la dificultad de contacto consciente con su función pensamiento (ningún planeta en
signo de Aire), en general este hombre no cree en el propio potencial intelectual, a pesar
de poseer marcados trazos de genialidad conceitual (Marte en Trígono con Urano,
Mercurio en Sextil con Neptuno y en Trígono con Plutón); a la medida en la que si
disponga a someter el resultado de sus procesos lógico-deductivos (ésta es a más natural
forma de elaboración de sus conclusiones, como su Mercurio en Capricornio nos
informa) a la evaluación de otros a quien respete, podrá desarrollar una mayor seguridad
interna con relación a la propia intelectualidad.
3. Nacido en una casa en la cual el padre pontificaba como "líder admirável y de éxito",
a pesar de poco si envuelve con la dinámica criada (Sol en Sagitario y Saturno en
Cuadratura con la Luna), este hombre creció aprendiendo que las mujeres existen para
servir al hombre... De esta manera, no pudo aprender a estructurar relaciones de
verdadero compañerismo con mujeres con las cuales más tarde viniese a si envolver.
Ferrenho admirador del padre, lo cual veía como una persona de "innegable éxito y
valor", este hombre creció con dificultades en mantener relaciones personales más
verdaderas, ya que nadie es perfecto todo el tiempo ni defiende con uñas y dientes la
verdad a cada instante, hecho "paladino de la justicia" (Sol en Sagitario, en la Casa I);
así, pasó a ocultar bajo un exterior bromista y optimista un profundo descreimiento en la
posibilidad de ser feliz y conseguir realizar sus propios sueños, sino a la cuesta de
abandonar sus más profundos valores personales.
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Al mismo tiempo, fue creado bajo el rígido mandamiento paterno de siempre decir la
verdad, razón por la cual se volvió compulsivamente "más realista del que el rey",
mismo cuando termina actuando de forma inadecuada o rudo en el ejercicio de la
franqueza (Sol y Ascendiente en Sagitario); vendrá a rever, por tanto, la presión que su
medio ambiente ejerció en este sentido, para reobter un poco más de diplomacia, una
calidad siempre esencial en el trato con las otras personas y que no tiene de,
necesariamente, si da por el comprometimiento de la lealtad y verdad (para él, valores
siempre fundamentales).
Por esta razón oscila pesadamente entre momentos de extrema emocionalidade (cuando
"ellas escapan" al control) y de indiferenciação emocional (cuando "ellas se someten" a
un rígido proceso de justificación interna), ocasiones en las cuales sienta grande
dificultad en identificar cual vivência emocional lo está atravesando, se inclina
vigorosamente a buscar para relaciones más próximas mujeres de alta instabilidad
emocional, como pretexto para vivir projetivamente la propia e intensa emocionalidade
mal admitida.
Niño activo y agitado (Marte en Aries y en Trígono con Urano), desde temprano fue
bastante reprimido en sus manifestaciones de voluntad (Saturno en Trígono con Marte y
con Urano), con lo que gradativamente desarrolló una calidad de respuestas oscilantes
("pasividad-golpeteo") en los momentos en los que si hacía necesaria la defensa de sus
derechos: así, cuando adulto, o hesita en demasía, no reaccionando y postergando para
el momento en el que le parezca más adecuado luchar por el propio espacio, o se ve
preso de ímpetus de fuerte imposición de voluntad, actuados de forma por veces hasta
mismo cruel.
Para alterar esta calidad, tendrá de rever los muchos momentos de infancia en la que si
veía obligado a renunciar de su natural fuerza de voluntad y (inmensa) creatividad
infantil, bien como trabajar la brutal ira que le hervía en el pecho en estos momentos,
gracias a si sofocar para agradar al padre idealizado o para respetar el sufrimiento de la
madre martirizada y sufridora (a cual veremos adelante).
Ésta carta natal nos informa que el padre y la madre de este hombre vivían como perro-
e-gato, o agua-y-aceite, no consiguiendo superar sus diferencias personales
irreconciliables ( y Luna en Cuadratura) y manteniéndose juntos apenas por
conveniencia o intereses compartidos. Con eso, se cristalizó en el inconsciente del niño
la suposición de que hombres y mujeres son siempre opuestos en sus valores centrales,
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o de base, con lo que se inclinaría futuramente a buscar como compañeras apenas
aquellas mujeres con las cuales tuviese desentendimientos irreconciliables , pero junto a
las cuales permanecería como forma inconsciente de reproducir el escenario doméstico
en el cual creciera.
4. El padre de este hombre, allende proclamar a los cuatro vientos y el tiempo todo "la
innegable superioridad masculina" (Sol en Sagitario), ofreciendo a lo niño un modelo
macho-man incontrastável, abafava la madre en todo deseo que ella tuviese (Saturno en
Cuadratura con la Luna). Esto es: no apenas defendía esta supuesta superioridad, como
la practicaba de forma cruel sobre la esposa, para no perder el control sobre la situación
(Saturno en Cuadratura con Plutón)! Bastaba la esposa manifestar alguna voluntad,
fuese cual fuese, bastaba intentar exponer alguna vivência emocional más profunda y
genuina, y este hombre a abafava de modo absoluto.
¡A un punto qué se podría decir qué su motivo central de vivir era abafar el femenino a
través de pesadas tácticas de desvalorización y desconsideración de todo lo qué viniese
de la mujer!
En grande parte, este comportamiento paterno se debía al hecho del padre no manejar
adecuadamente con la propia emocionalidade, bebido por sí aun cuando estaba en suya
"viaje masculino" de conquistas y más conquistas por el mundo y ofreciendo así, al hijo,
un modelo vigoroso de abafamento del femenino. Futuramente, su niño no aceptaría en
sí mismo las emociones que lo tomasen (Saturno en Cuadratura con la Luna),
abafandolas y la toda mujer con quien viniese a convivir, reproduciendo
minuciosamente el perfil paterno.
Además, el modelo paterno qué se ve en esta carta fue tan idealizado qué difícilmente
este hombre conseguirá aceptar la idea de trabajar lo que le vino del padre, ¡afirmando
solo ser necesario resolver los problemas qué le vinieron de la madre — así cómo los
problemas qué "ellas" crean en su vida! Además disto, la imagen del padre fue percibida
a través de un filtrador arquetípico distorcedor (Saturno en Cuadratura con Plutón),
atribuyéndole un poder supuestamente incontrastável.
Es que admitir la inmensa ira que le venía cuando el padre se abatía con furia sobre él y
sus arrobamientos de creatividad rebelde (Marte en la Casa V en Trígono con Urano en
la Casa IX), momentos en los cuales el niño tenía ímpetus de muerte contra el padre
pero se recogía temeroso de más violencia aún (Marte opuesto a Júpiter, regente del
signo donde están el Sol y el Ascendiente), parece tarea intransponível para este
hombre, tal a culpa que le viene al admitir conscientemente tales sentimientos.
En su vida adulta, no pocas veces este hombre terminaría se cercando de mujeres sobre
las cuales ejercer tal férreo abafamento, exponiendo su ira cuando contrariado y
eventualmente hasta mismo agrediéndolas físicamente.
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5. Porque la madre presentaba un telón emocional de intenso masoquismo (Venus en
Escorpio), como "queriendo ser rechazada", razón por la cual adoptaba constantemente
la postura de mártir sufridora de quien poco o nada puede hacer por sí propia (Luna en
Piscis) y "autorizaba" este comportamiento paterno.
Además, con mucha probabilidad, apenas estos trazos del psiquismo materno ya nos
explican lo que llevaba esta mujer a permanecer al lado de un hombre (el esposo), en
una relación que la negaba constantemente y solo a deprimía.
Este hombre, por tanto, tuvo por modelo femenino una mujer afligida, entristecida,
limitada por una moral comportamental angosta (Luna en Cuadratura con Saturno), pero
que nada hacía por alterar éste estado de cosas, presa que estaba de su necesidad
inconsciente de envolverse en relaciones afectivas que solo a hiciesen sufrir (Venus en
Escorpio) o adentro de las cuales pudiese actuar como la mártir que sufre en silencio y
guarda mucho resentimiento en su corazón (Luna en Piscis).
Es que su carta astrológica natal nos informa claramente que el alumbramiento del niño
fue prolongado y sufrido, muy probablemente pélvico (con los pies devotados para el
cuello uterino, bloqueando la propia salida), como la indicar la decisión, aún al nivel
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fetal, de no si exponer al mundo (Saturno en Conjunción con el Ascendiente, en la Casa
I)!
(Aquéllos que estranharem tal afirmación, sepan que el engendro, poco antes del inicio
de los movimientos expulsórios uterinos, deflagra el proceso de su propio nacimiento a
través de estímulos químicos descargados en la sangre materna por el cordón umbilical;
experiencias ya realizadas con mamíferos superiores en laboratorios, de los cuales se
extirpó aún en el útero determinada zona cerebral, comprueban que sin el estímulo del
engendro el trabajo de alumbramiento no tiene inicio.)
Como resultado, de allí por delante todo y cualquier "comienzo" — aun cuando la
iniciativa sea apenas el reinício de algo ya ejecutado un millar de veces — pasó a
parecer excesivamente peligroso para este hombre, llevándolo a procrastinar decisiones
y a evitar el enchufe de actitudes.
Para esto, tendrá de exponer y trabajar la inmensa masa de ira que carga en sí mismo,
pues las marcas emocionales de tal contención de sí mismo con frecuencia se
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manifiestan a través de un idioma ferina, tornándolo excesivamente agresivo en sus
manifestaciones verbales (Mercurio en Cuadratura con Marte).
Ahí sí, agotada esta ira que torna su grande rapidez mental (Marte en Cuadratura con
Mercurio) muchas veces un obstáculo en el convívio con los otros, podrá colocar a
servicio propio la buena capacidad de organización burocrática que detiene (Mercurio
en Capricornio), el genial potencial conceitual que posee (Marte en la Casa V en
Trígono con Urano en la Casa IX, Saturno en Trígono con Urano y un Grande Trígono
de Fuego formado por Marte, Urano y Saturno), bien como la natural dotación para
cargos de mando y poder ejercidos a servicio del colectivo (Plutón en Casa X, en
Virgo).
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