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OFICIAL
ECLESIÁSTICO
DE LA DIÓCESIS
DE MÁLAGA
LOGOTIPO PEQUEÑO
C/ Santa María, 18
29015 Málaga
Apdo. Oficial 31
29071 Málaga
E-mail: obispado@diocesismalaga.es
web: www.diocesismalaga.es
Imprime:
ANAROL. Pozos Dulces, 32. Málaga
[nº12 2003]
1275
ÍNDICE
I. IGLESIA DIOCESANA
[nº12 2003]
1276
[nº12 2003]
1277
ANEXOS
[nº12 2003]
1278
IV. VARIOS
[nº12 2003]
IGLESIA DIOCESANA
1280
Obispo de la Diócesis
CARTAS PASTORALES
En fechas recientes, decía el Papa Juan Pablo II que hoy se pide a toda
la Iglesia que dé nueva esperanza a los pobres. Para Ella, acogerlos y servirlos
significa acoger y servir a Cristo, y por consiguiente, el amor preferencial a los
pobres es una dimensión necesaria del cristiano y del servicio al Evangelio (IE,
86).
La campaña de este año tiene como lema: El futuro del mundo, compro-
miso de todos. Mientras que algunos abordan ese futuro mediante sus luchas
ideológicas; otros, con sus protestas; y muchos, a través de sus limosnas,
Manos Unidas intenta asumir lo mejor de cada grupo.
del Evangelio. Es un trabajo que se realiza a lo largo del año en diversos grupos
cristianos y en los centros de enseñanza que lo aceptan. Esta tarea de estudio
y de reflexión se ha revelado cada vez más importante para el trabajo de los
miles de voluntarios que sostienen Manos Unidas y para inculcar en la concien-
cia de todos los hombres de buena voluntad la situación de injusticia en que
vivimos.
Lo más difícil es mantener esta actitud sin rendirse y dar una nueva espe-
ranza a los pobres. Pero la aportación generosa de fondos desde todas las
comunidades cristianas y la realización de muchos proyectos educativos, médi-
cos, agrícolas y sociales por las gentes del lugar en que parecen más necesa-
rios y mejor programados sirve para levantar el ánimo de la persona más escép-
tica.
Para que nuestra esperanza tenga solidez, es necesario que hunda sus
raíces en la Eucaristía, ya que sólo ella comunica esa caridad afectiva y prácti-
ca al mismo tiempo que es el alma del apostolado en general y del servicio a los
pobres en particular (cf LG 33).
+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga
HOMILÍAS
Vigilia de la Inmaculada
7 de diciembre de 2003
13 de diciembre de 2003
1 Saludos y reconocimiento.
El espíritu del Evangelio que de forma tan simple y tan profunda vivieron
San Francisco y Santa Clara, es llamada a la fraternidad por encima de cual-
quier división de raza, de clase, de ideología.
El Señor está cerca, porque Dios siempre está muy junto a nosotros.
Porque en la Encarnación y en su Nacimiento en Belén se ha hecho uno de
nosotros.
Interiormente nos debemos preparar a las fiestas cercanas, este año aquí
en Vélez-Málaga animados por el recuerdo de la vida de los santos iniciadores
del carisma que viven las Clarisas.
DOCUMENTOS
+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga
Cada año por estas fechas, nuestra Diócesis presenta el balance econó-
mico del ejercicio anterior. Es conveniente que los consejos económicos y
pastorales de todas las parroquias lo estudien con detención y busquen canales
para que esta información llegue al Pueblo de Dios, pues, al conocer también
este aspecto de la Iglesia Local, aprenderá a valorar más lo que se hace y
descubrirá la importancia de su colaboración.
Este año, por ejemplo, como podéis constatar, los ingresos han descen-
dido algo, y por el mismo motivo han descendido los gastos. Es verdad que
nuestras comunidades son pobres y, siguiendo la práctica de San Pablo, están
acostumbradas a vivir con algún desahogo y con pobreza (cf Fl 4, 12), pero
Hoy, al mismo tiempo que os invito a analizar con rigor los datos econó-
micos de nuestra Diócesis, os recomiendo un esfuerzo lleno de imaginación
para que aumenten los ingresos fijos. Pienso que el primer paso para conseguir-
lo consiste en informar a nuestras comunidades. Además, hay que motivarles
para que aumenten las cuotas. Conociendo la enorme generosidad de nuestras
gentes, me pregunto si hemos sabido transmitir la inquietud por este asunto.
Porque la comunión eclesial, que es uno de los objetivos de nuestro Proyecto
Pastoral vigente, tiene que reflejarse con realismo también en el campo de la
comunicación económica.
+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga
DECRETOS Y COMUNICADOS
DECRETO DE APROBACIÓN DE
LOS ESTATUTOS DE CÁRITAS DIOCESANA
DECRETO APROBANDO
EL SENTIDO PASTORAL Y CRITERIOS
SOBRE LA CELEBRACIÓN DE LAS EXEQUIAS Y
LA PASTORAL FUNERARIA
Dado que la Liturgia exequial es para muchos una ocasión para percibir la
fe y la esperanza de la Iglesia en Jesucristo, debe considerarse de gran impor-
tancia dedicar el máximo esfuerzo a que las celebraciones de las exequias
muestren toda la riqueza en ellas contenida y sirvan adecuadamente a su propia
finalidad.
INDICE
III. ANEXOS
1. Requisitos canónicos sobre las exequias en casos especiales
2. Notas sobre aranceles y estipendios
2.1. Fundamentos
2.2. Fijación de la cuantía y estipendios
2.3. Gestión de aranceles
3. Decreto sobre Columbarios
1. Introducción.
Este cuidado israelita por los difuntos y estas señales de respeto y afec-
to tributadas a ellos, pasaron a la praxis y tradición cristiana, la cual nunca
olvidó. Los cristianos de la primitiva comunidad no dejaron -afirma el libro de los
Hechos-4 de hacer un gran duelo por el primer mártir, San Esteban, y de darle
conveniente sepultura.
Los cristianos, sin dejar de llorar ante la muerte, porque sienten el dolor
de la separación de los seres queridos, no lloran como los que no tienen espe-
ranza, en expresión del Apóstol 8.
El Concilio Vaticano II, a fin de que este sentido pascual se pusiera bien
de manifiesto, en el rito de las exequias11, instó a que, en medio de un mundo
materialista, nosotros demos clara razón de nuestra esperanza. El cirio pascual,
encendido junto al cadáver de un cristiano, es un signo material de esta espe-
ranza pascual, con que la Iglesia le confía a la misericordia divina12 en la convic-
ción de que todo el hombre, alma y cuerpo formando una unidad vital, es objeto
de la salvación13.
Pero, conviene recordar que, desde hace muchos siglos, las exequias
cristianas tienen también un sentido penitencial, ya que la relación entre el
pecado y la muerte es muy estrecha, puesto que ésta aparece como conse-
cuencia del pecado.
Vivo sin vivir en mí / y tan alta vida espero / que muero porque no muero,
nos dirá Santa Teresa de Jesús, en una bella definición del sentimiento que ha
de surgir ante el inminente, pero no realizado, encuentro con el Padre. La Iglesia
reserva las vestiduras blancas y rojas para las fiestas de los santos y mártires,
pero usa el color morado, color de penitencia y recogimiento16, para las exe-
quias de los fieles difuntos y reza insistentemente en ellas para que Dios los
libre de sus pecados.
Pero, entre nosotros, este fenómeno aún no ha llegado a ser vivido, inclu-
so en las mismas ciudades, salvo excepciones. El creyente y el no creyente,
con distinto sentido, viven con especial intensidad el hecho de la muerte del ser
querido o simplemente conocido, que se presenta de formas muy diversas y en
todas las edades.
Otro dato a tener en cuenta es que nos encontramos con diversas actitu-
des tanto en los últimos tiempos de vida del fallecido como de sus familiares:
Todo ello nos lleva a valorar el esfuerzo que debemos hacer para intentar
relacionarnos con los dolientes antes de la celebración de las exequias y la
importancia de la atención de los enfermos. Enfermos y familia si han tenido una
relación previa con el sacerdote, tienen muy distinta predisposición en el mo-
mento de las celebraciones exequiales.
Como escribe Mons. Tena: ... para la fe de la Iglesia, no todo acaba con
la muerte y la sepultura para el hombre. Más allá de estas realidades evidentes,
existe una permanencia y una promesa: un real más allá y una promesa de
resurrección de la totalidad de la persona que despedimos. Esto da a la Iglesia
una inconmovible esperanza a pesar de su indiscutible tristeza: las manos de
Dios son lugar más seguro que las realidades del tiempo presente17 .
No hay realidad humana que sea neutra para la predicación del Evange-
lio. Las exequias son formalmente evangelización, anuncio explícito de Cristo
muerto y resucitado por nosotros y de nuestra inserción en él por la fe y el
Y esto supone que, antes que intentar resolver las concretas dificultades
acerca del lugar y hora de las exequias, nuestra valoración ha de ser aquello que
cristianamente rodea a la muerte, nuestra cercanía a los familiares, la fuerza
evangelizadora del momento, especialmente en la celebración, así sea de la
Palabra o de la Eucaristía y el servicio que le es debido a un miembro de la
Iglesia que en su día se incorporó a Jesucristo por el bautismo.
Por último, recordar que para la celebración de las exequias hay obliga-
ción de utilizar la actual edición del Ritual de Exequias en lengua española,
aprobada por la Conferencia Episcopal Española con fecha 29 de junio de 1989.
Es muy recomendable, cuando sea posible, que, una vez informado del
fallecimiento, el párroco se ponga en contacto con la familia para acompañarla e
invitarla a un momento de oración, sobre todo si el cadáver no va a pasar por la
parroquia.
Ante todo, deberá procurarse el cuidado pastoral con motivo de los falle-
cimientos por parte tanto del clero parroquial, como de miembros de la comuni-
dad parroquial bien formados a tal fin. Atención pastoral que deberá suponer el
acompañamiento a la familia, la celebración litúrgica y la predicación de la Pala-
bra de Dios para iluminar desde la fe el misterio de la muerte.
Se debe celebrar la Eucaristía cada vez que sea requerida de modo ex-
preso por los familiares del difunto. No obstante, de haberse celebrado ya tres
Misas en el mismo día, por el mismo sacerdote, se le autoriza a la celebración
de una cuarta en caso de tener que celebrar una Misa exequial. Igualmente, en
los días de fiesta en que se prohiba por el ordenamiento litúrgico32 la celebración
de la Misa exequial, se podrá celebrar la Eucaristía del citado día festivo, aplica-
da por el difunto, pudiendo hacerse mención expresa del mismo.
El párroco del difunto, o cualquier otro sacerdote, podrá celebrar las exe-
quias, en todos los casos, cuando habiéndole sido comunicado por los familia-
res o por los capellanes del cementerio, éste pueda trasladarse al mismo. En
caso contrario, serán los capellanes del cementerio los que celebrarán las exe-
quias.
III. ANEXOS
Siempre que quepa alguna duda sobre si deben o no celebrarse las exe-
quias, dada la complejidad que rodea el misterio insondable de cada ser huma-
no, sus creencias profundas y la evolución de sus pensamientos y conviccio-
nes, especialmente ante la inminencia de la experiencia crucial de la muerte, y
en todos aquellos casos en que según estas disposiciones se deban negar
dichas exequias, el párroco acudirá previamente a consultar al Ordinario del
lugar, ateniéndose a sus disposiciones44.
2.1 Fundamentos
Dado que según el c.951 &1 el sacerdote, aunque celebre más de una
misa con intención, sólo puede percibir un estipendio al día y que la mayoría de
El canon 1205 del CIC, define como lugares sagrados aquellos que se
destinan a sepultura de los fieles. La Comisión Codificadora del nuevo Código,
aclaró que incluye también el llamado columbario, o lugar donde se guardan
en pequeñas urnas las cenizas de los difuntos.
Can. 557
& 1. El Obispo diocesano nombra libremente al rector de una iglesia, sin
perjuicio del derecho de elección o de presentación, cuando éste competa legí-
timamente a alguien; en este caso, corresponde al Obispo diocesano confirmar
o instituir al rector.
& 2. Aunque la iglesia pertenezca a un instituto religioso clerical de derecho
pontificio, corresponde al Obispo diocesano conferir la institución al rector pre-
sentado por el Superior.
&3. El rector del Seminario o de un colegio dirigido por clérigos es también
rector de la iglesia aneja al seminario o colegio, a no ser que el Obispo diocesano
haya establecido otra cosa.
Can. 558. Sin perjuicio de lo prescrito en el can. 262, el rector no puede realizar
en la iglesia que se le encomienda las funciones parroquiales de las que trata el
can. 530, nn. 1-6, sin el consentimiento o, si llega el caso, la delegación del
párroco.
Can. 560. Cuando le parezca oportuno, el Ordinario del lugar puede mandar al
rector que celebre para el pueblo determinadas funciones, incluso parroquiales,
y también que la iglesia esté abierta para grupos concretos de fieles, para que
celebren allí funciones litúrgicas.
Can. 1176
&1. Los fieles difuntos han de tener exequias eclesiásticas conforme a derecho.
&2. Las exequias eclesiásticas, con las que la Iglesia obtiene para los difuntos
la ayuda espiritual y honra sus cuerpos, y a la vez proporciona a los vivos el
consuelo de la esperanza, se han de celebrar según las leyes litúrgicas.
&3. La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de
sepultar el cadáver de los difuntos; sin embargo, no prohibe la cremación, a no
ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana.
Can. 1177
& 1. Las exequias por un fiel difunto deben celebrarse generalmente en su pro-
pia iglesia parroquial.
&2. Sin embargo, se permite a todos los fieles, o a aquellos a quienes compete
disponer acerca de las exequias de un fiel difunto, elegir otra iglesia para el
funeral, con el consentimiento de quien la rige y habiéndolo comunicado al pá-
rroco propio del difunto.
&3. Si el fallecimiento tiene lugar fuera de la parroquia propia y no se traslada a
ella el cadáver ni se ha elegido legítimamente una iglesia para el funeral, las
exequias se celebrarán en la iglesia de la parroquia donde acaeció el falleci-
miento, a no ser que el derecho particular designe otra.
Can. 1180
&1. Si la parroquia tiene cementerio propio, los fieles han de ser enterrados en
él, a no ser que el mismo difunto o aquellos a quienes compete cuidar de su
sepultura hubieran elegido legítimamente otro cementerio.
&2. A no ser que el derecho se lo prohiba, todos pueden elegir el cementerio en
el que han de ser sepultados.
Can. 1181. Por lo que se refiere a las ofrendas con ocasión de los funerales,
obsérvense las prescripciones del can. 1264, evitando sin embargo cualquier
acepción de personas, o que los pobres queden privados de las exequias debi-
das.
Can. 1183
& 1. Por lo que se refiere a las exequias, los catecúmenos se equiparan a los
fieles.
& 2. El Ordinario del lugar puede permitir que se celebren exequias eclesiásti-
cas por aquellos niños que sus padres deseaban bautizar, pero murieron antes
de recibir el bautismo.
& 3. Según el juicio prudente del Ordinario del lugar, se pueden conceder exe-
quias eclesiásticas a los bautizados que estaban adscritos a una iglesia o co-
munidad eclesial no católica, con tal de que no conste la voluntad contraria de
éstos y no pueda hacerlas su ministro propio.
Can. 1184
& 1. Se han de negar las exequias eclesiásticas, a no ser que antes de la
muerte hubieran dado alguna señal de arrepentimiento:
1. A los notoriamente apóstatas, herejes o cismáticos;
2. A los que pidieron la cremación de su cadáver por razones contrarias a la
fe cristiana;
3. A los demás pecadores manifiestos, a quienes no puedan concederse
las exequias eclesiásticas sin escándalo público de los fieles.
&2. En el caso de que surja alguna duda, hay que consultar al Ordinario del
lugar y atenerse a sus disposiciones.
Can. 1224.
&1. El Ordinario no debe conceder la licencia requerida para establecer un ora-
torio, antes de visitar personalmente o por medio de otro el lugar destinado a
oratorio y de considerarlo dignamente instalado.
&2. Una vez concedida la licencia, el oratorio no puede destinarse a usos profa-
nos sin autorización del mismo Ordinario.
Can. 1227. Los Obispos pueden tener una capilla privada, que goza de los
mismos derechos que un oratorio.
Can. 1228. Sin perjuicio de lo que prescribe el c. 1227, para celebrar la Misa u
otras funciones sagradas en las demás capillas privadas se requiere licencia del
Ordinario del lugar.
Can. 1229. Conviene que los oratorios y las capillas privadas se bendigan según
el rito prescrito en los libros litúrgicos; y deben reservarse exclusivamente para
el culto divino y quedar libres de cualquier uso doméstico.
Can. 1240
&1. Donde sea posible, la Iglesia debe tener cementerios propios, o al menos un
espacio en los cementerios civiles bendecido debidamente, destinado a la se-
pultura de los fieles.
Can. 1241
& 1. Las parroquias y los institutos religiosos pueden tener cementerio propio.
& 2. También otras personas jurídicas o familias pueden tener su propio cemen-
terio o panteón, que se bendecirá a juicio del Ordinario del lugar.
Can. 1242. No deben enterrarse cadáveres en las iglesias, a no ser que se trate
del Romano Pontífice o de sepultar en su propia iglesia a los Cardenales o a los
Obispos diocesanos, incluso eméritos.
Can. 1243. Deben establecerse por el derecho particular las normas oportunas
sobre el funcionamiento de los cementerios, especialmente para proteger y re-
saltar su carácter sagrado.
NOTAS:
1
Cf. 1Sam 25,1; 28,3; 1Re 13,30; Jer 22,18; 34,5; 1Mac 2,70; 9,20; 12,52.
2
Cf. Is 34,3; Sal 79,2; Ecl 6,3.
3
Cf. Tob 12,11-13.
4
Cf. Hch 8,2.
5
Cf. 1 Cor 15, 20.
6
Cf. 1Cor 15,55-56.
7
Cf. Jn 11,25-26.
8
Cf. 1Tes 4,13.
9
Cf. Jn 14,1-4.
10
Catecismo de la Iglesia Católica, núm. 1023.
11
Cf. Sacrosanctum Concilium 81.
12
Cf. Ritual de Exequias (1989). Exequias con canto, formulario I, núm. 4
bis, pag. 122.
13
Cf. Ritual de Exequias (1989). Orientaciones, núm. 8-9.18.
14
Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, núm. 1020.
15
Cf. 2Cor 5,8.
16
Cf. Sacrosanctum Concilium, 81.
17
Cf., Tena, P., "En las manos de Dios", Communio 1994., p. 224.
18
Cf., Fil. 1, 21
19
Cf., Ritual n1 67.
20
Cf. Hch 17,22-34 Como el Apóstol, tenemos que anunciar a Jesús y su
resurrección, y hacerlo con convicción y firmeza sin importarnos el agnosticis-
mo de nuestro mundo materialista.
21
Cf., Ritual n1 67.
22
La muerte que el creyente experimenta como miembro del Cuerpo Místi-
co, abre el camino hacia el Padre, que nos demostró su amor en la muerte de
Cristo, víctima de propiciación por nuestros pecados´ (cf., 10 Jn 4, 10). Juan
Pablo II; "Audiencia general del 26 de mayo de 1999".
23
Cf., Filipenses 1, 21.
24
"La muerte, para los que mueren en la gracia de Cristo, es una participa-
ción en la muerte del señor, para poder participar también en su Resurrección".
Catecismo de la Iglesia Católica, n1. 1006.
25
Cf., 1Cor 15, 42-49.
26
Cf., canon 1176, 3.
27
Cf., canon 1177.
28
Cf. canon1177 & 2.
29
Cf., canon 1176, 1
30
Cf., canon 1176, 2.
31
Cf., canon 1183, 1.
32
En las solemnidades de precepto y domingos de Adviento, Cuaresma y
Pascua, está prohibida la celebración de la Misa Exequial. Cf., OGMR., cap.
VII, 2 num. 336-337
33
Cf., canon 1177.
34
Cf., canon 556
35
Cf., cánones 558-560.
36
Cf. Canon 1176 &1; 1183 &1.
37
Cf. Canon 1183 &2.
38
Cf. Canon1183 &3; SCUF, Directorium Oecumenicum, 120.
39
Por lo tanto, la exclusión en estos casos, además de deberse a la cohe-
rencia doctrinal y disciplinar de la Iglesia, responde a la voluntad de aquellos
bautizados que no desean continuar en la comunión de la Iglesia y así lo mani-
fiestan de palabra o con actitudes claras.
40
La existencia o no de tales delitos, así como la posibilidad de ser sujeto
pasivo de tal pena, estará sujeta a las disposiciones del libro VI del CIC, y en
especial a las del Título III (cc.1321 y ss).
41
No basta la simple publicidad, sino que es necesaria la evidencia.
42
Si no se produce escándalo no habría lugar a la denegación.
43
Cf. canon 1185.
44
Cf. canon 1184 &2.
BIBLIOGRAFÍA
Con este rito reafirma la Iglesia que Santa María Virgen con razón es
tenida e invocada como reina, ya que es Madre del Hijo de Dios, Rey del Univer-
so, colaboradora augusta del Redentor, discípula perfecta de Cristo y miembro
supereminente de la Iglesia (Sagrada Congregación para los Sacramentos y el
culto divino, Ritual de la coronación de una imagen de Santa María Virgen.
14.II.1983).
DECRETO
Presidente:
Excmo. y Rvdmo. Señor D. Antonio Dorado Soto
Obispo de Málaga
NIF. 03545215 H - Telf. 952 22 43 86
Domicilio: Obispado de Málaga. C/. Santa María 18-20
Ap. Of. 31. 29071 Málaga
Vicepresidente:
Ilmo. y Rvdmo. Señor D. Alfonso Crespo Hidalgo
Vicario General de la Diócesis
NIF. 30043352 Q - Telf. 952 22 43 86
Domicilio: Obispado de Málaga. C/. Santa María 18-20
Ap. Of. 31. 29071 Málaga
Secretario:
Muy Iltre. Señor D. José Manuel Ferrary Ojeda
Secretario General-Canciller
NIF. 33374836 L - Telf. 952 22 43 86
Domicilio: Obispado de Málaga. C7. Santa María 18-20
Ap. Of. 31. 29071 Málaga
Tesorero:
Muy Iltre. Señor D. José Antonio Sánchez Herrera
Ecónomo Diocesano
NIF. 24904968 C - Telf. 952 22 43 86
Domicilio: Obispado de Málaga. C7. Santa María 18-20
Ap. Of. 31. 29071 Málaga
Vocales:
Ilmo. Señor D. Manuel Arteaga Serrano
Vicario Espiscopal de la Ciudad Autónoma de Melilla
NIF. 28561138 Z - Telf. 952 68 35 52
Domicilio: Parroquia del Sagrado Corazón.
Plaza de Menéndez Pelayo 1. 52001 Melilla
ESTATUTOS DE LA FUNDACIÓN
JUAN CASTELLÓ REQUENA
TÍTULO I
DE LA NATURALEZA Y FINES DE LA FUNDACIÓN
CAPÍTULO I
DENOMINACIÓN Y NATURALEZA
Artículo 1º.
fundacionales, razón por la que el Señor Obispo de Málaga, de acuerdo con las
facultades que le confiere el Código de Derecho Canónico, concretamente el
canon 1301, acogiéndose al principio rebus sic estantibus, con objeto de solu-
cionar el problema suscitado por los causahabientes del fundador, sin ceder ni
reconocer derechos, ha decidido plantear una solución de futuro que dé cumpli-
miento a la voluntad fundacional del señor Castelló, creando una Fundación
canónica, denominada JUAN CASTELLÓ REQUENA, inicialmente dotada con
los bienes a que se hace referencia en el Acuerdo transaccional que se acompa-
ña como Anexo.
Artículo 2º.
Consecuentemente:
CAPÍTULO II
DE LAS NORMAS DE APLICACIÓN
Artículo 3º.
CAPÍTULO III
FIN Y OBJETIVOS DE LA FUNDACIÓN
Artículo 4º.
Artículo 5º.
CAPÍTULO IV
DEL DOMICILIO DE LA FUNDACIÓN
Artículo 6º.
TÍTULO II
DE LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO
Artículo 7º.
CAPÍTULO I
DEL PATRONATO
Artículo 8º.
7. Todos los cargos del Patronato son gratuitos, pero no onerosos, y reele-
gibles indefinidamente.
Artículo 9º.
Artículo 10º.
CAPÍTULO II
DE LOS CARGOS DE LA FUNDACIÓN Y DEL SECRETARIO EJECUTIVO
Artículo 11º.
Artículo 12º.
Artículo 13º.
Artículo 14º.
Artículo 15º.
Compete al Tesorero:
TITULO III
DEL PATRIMONIO Y ADMINISTRACIÓN DE LA FUNDACIÓN
CAPITULO I
DEL PATRIMONIO FUNDACIONAL
Artículo 16º.
CAPITULO II
DEL RÉGIMEN ECONÓMICO
Artículo 17º.
CAPÍTULO III
DE LA ENAJENACIÓN, GRAVAMEN O ADQUISICIÓN DE BIENES
Artículo 18º.
CAPITULO IV
DE LA FORMA DE DISPONER DE LOS BIENES Y RECURSOS
Artículo 19º.
TÍTULO IV
DISPOSICIONES GENERALES
CAPITULO I
DE LA DISOLUCIÓN DE LA FUNDACIÓN
Artículo 20º.
Artículo 21º.
CAPÍTULO II
DE LOS LIBROS DE LA FUNDACIÓN
Artículo 22º.
Todos los Libros que use la Fundación llevarán una certificación en su primera
hoja, con el número de folios que comprenden y fin a que se destinan. Esta
certificación deberá ser extendida por el Secretario del Patronato con el visto
bueno del Presidente del mismo, y selladas todas sus hojas. Los que carezcan
de este requisito se considerarán nulos y sin ningún valor.
CAPÍTULO III
DISPOSICIÓN INTERPRETATIVA
Artículo 23º.
CAPÍTULO IV
DISPOSICIÓN FINAL
Artículo 24º.
piedad popular: La Iglesia reconoce a las Cofradías y les confiere personalidad
jurídica, aprueba sus estatutos y aprecia sus fines y sus actividades de culto. Y
les pide que, evitando toda forma de contraposición y aislamiento, estén inte-
gradas de manera adecuada en la vida parroquial y diocesana (Directorio sobre
la piedad popular y la Liturgia, n. 69). Nuestro Proyecto Pastoral señala como
objetivo primordial la llamada del Santo Padre a la nueva evangelización, y
exhorta a las Hermandades y Cofradías a implicarse en este objetivo. Pertene-
cer a una Hermandad o Cofradía supone adquirir un compromiso espiritual y
apostólico, que se refleja en un testimonio de vida y un ardor evangelizador (Cf.
Proyecto Pastoral Diocesano 2001-2006. ¡Duc in altum: Rema mar adentro!
págs. 175-183).
DECRETO
(MODELO DE ESTATUTOS)
INTRODUCCIÓN o PREÁMBULO
ORIENTACIÓN.- Todo Estatuto debe estar precedido por una síntesis histórica
en la que queden recogidos los hitos más importantes de la Corporación: funda-
ción y fundadores; motivación para su institución; imágenes titulares; títulos
legítimamente concedidos; nominación popular (en su caso). Procesión: fecha
en que se efectuaba. Cultos y fiestas principales. Peculiaridades y otras carac-
terísticas recogidas en las reglas primitivas, reformas sufridas y motivación para
adecuarlas, etc. etc2.
TÍTULO I
DENOMINACIÓN, NATURALEZA Y NORMAS BÁSICAS
CAPÍTULO I
DENOMINACIÓN
CAPÍTULO II
DE LA NATURALEZA JURÍDICA
Regla 2ª.
CAPÍTULO III
NORMAS DE APLICACIÓN
Regla 3ª. La Corporación se regirá por las Reglas contenidas en estos Estatu-
tos y por las normas que legítimamente los desarrollen. Supletoriamente, lo
hará por la legislación diocesana5 o, en su caso, por el Derecho Canónico y, en
cuanto le sea aplicable, por el Derecho del Estado.
CAPÍTULO IV
IMÁGENES TITULARES
CAPÍTULO V
INSIGNIAS Y DISTINTIVOS
CAPÍTULO VI
SEDE Y DOMICILIO
Regla 6ª.
TÍTULO II
OBJETO Y FINES
CAPÍTULO I
OBJETO PECULIAR O DISTINTIVO DE LA CORPORACIÓN
CAPÍTULO II
CULTOS INTERNOS
Regla 10ª. El culto, sobre todo público, es el fin distintivo especial de la Corpo-
ración. Su celebración no se reduce solo a la procesión y los actos especiales
que, con ocasión de la Semana Santa o de la Festividad de los Titulares, se
dedican una vez al año, sino que se extiende a lo largo del ejercicio cofradiero
anual para mantener vivo el espíritu de los hermanos, poniendo especial interés
en la participación de la Misa dominical.
Regla 11ª.
2. Las fechas en que esta Corporación celebra la fiesta de cada uno de sus
Sagrados Titulares quedan establecidas según el siguiente calendario:
CAPÍTULO III
LA PROCESIÓN
Regla 13ª. La Procesión anual o Estación de penitencia es uno de los actos del
culto más importante que realiza la Corporación. Por consiguiente todos los
hermanos, en especial los miembros de la Junta de Gobierno, han de poner el
máximo empeño en que el propio culto de los Sagrados Titulares sea el que
ocupe la parte más importante de la procesión y que todos los demás elemen-
tos que la integren queden supeditados al mismo, procurando que los factores
externos de la procesión apoyen, resalten y honren la manifestación del miste-
rio de Cristo a la luz del Evangelio.
Regla 14ª.
Regla 15ª.
a) Mayordomos de Guión
b) Jefes de Sección
c) Mayordomos de Trono
d) ...
Regla 17ª.
3. Todos, además, irán provisto con calzado y calcetines ... (y guantes ...),
prohibiéndose lucir cualquier otro distintivo ajeno al atuendo descrito en esta
regla, salvo la Medalla de la Corporación. Los devotos y demás fieles que, en su
caso, deseen acompañar a los Sagrados Titulares habrán de hacerlo tras los
tronos procesionales.
CAPÍTULO IV
FORMACIÓN DE LOS COFRADES
CAPÍTULO V
EJERCICIO DE LA CARIDAD
TÍTULO III
DE LOS MIEMBROS DE LA HERMANDAD
CAPÍTULO I
DE LOS REQUISITOS QUE DEBEN REUNIR LOS HERMANOS
Regla 23ª. Son miembros de esta Corporación todos los católicos que, reunien-
do los requisitos exigidos en estos Estatutos13, manifiesten su deseo de incor-
porarse a la misma y sean admitidos por la Junta de Gobierno.
Regla 24ª.
CAPÍTULO II
DE LA ADMISIÓN DE NUEVOS HERMANOS
Regla 27ª.
1. Todos los años, en los días en que la Corporación celebre los cultos a
sus Sagrados Titulares, se recibirán a los nuevos hermanos.
2. En estos actos, los que hayan sido admitidos como hermanos harán
profesión de fe y prestarán juramento de cumplir estas Reglas, según la fórmula
prevista en las mismas.
3. Todos los hermanos que hayan sido admitidos antes de cumplir los dieci-
séis años podrán, al cumplir esta edad, renovar el juramento a que se refiere el
párrafo anterior, en el transcurso de las mismas solemnidades.
CAPÍTULO III
DE LOS DERECHOS DE LOS HERMANOS
Regla 28ª. Los miembros de esta Corporación tienen reconocidos los siguien-
tes derechos:
c) A partir de los ... (16 / 18) años de edad, y con uno al menos de
antigüedad en la Corporación, pueden asistir, con voz y voto, a los
Cabildos y a todos los actos que se celebren, para lo que serán convo-
cados conforme a los presentes Estatutos.
d) Desde que hayan recibido su primera Comunión, a participar e integrar-
se con espíritu de conversión en la comitiva procesional, vistiendo la
túnica de la Corporación, según las disposiciones de estos Estatutos.
La falta injustificada de asistencia a la procesión anual implicará la
interrupción de la antigüedad en la misma y la subsiguiente pérdida de
derechos adquiridos.
e) Cuando se produzca su fallecimiento, a que se celebren los sufragios
o las exequias eclesiásticas debidas.
Regla 29ª. Todos los hermanos mayores de dieciocho años y con dos al menos
de antigüedad en la Corporación que residan en la misma localidad en que
radica la Hermandad / Cofradía (o dentro de su área metropolitana o comarca),
son elegibles como miembros de la Junta de Gobierno, a excepción de aquellos
cargos para los que se exige contar con una mayoría de edad y una antigüedad
superior a cinco años16.
CAPÍTULO IV
DE LAS OBLIGACIONES DE LOS HERMANOS
Regla 32ª.
CAPÍTULO V
DE LAS BAJAS Y SANCIONES
a) A su fallecimiento.
b) Cuando lo soliciten por escrito a la Junta de Gobierno.
c) Si apostatan de la fe católica.
d) Por acuerdo de la Junta de Gobierno, conforme a la norma de las
Reglas / Estatutos.
Regla 34ª.
Regla 35ª. Las sanciones que puede imponer la Junta de Gobierno son:
Regla 36ª.
Regla 37ª.
TÍTULO IV
DEL GOBIERNO DE LA CORPORACIÓN
CAPÍTULO I
DE LAS RELACIONES CON LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA
CAPÍTULO II
DEL DIRECTOR ESPIRITUAL
Regla 40ª.
CAPÍTULO III
DE LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO EN GENERAL
a) El Cabildo General
b) La Junta de Gobierno
c) La Comisión Permanente, y
d) El Hermano Mayor.
CAPÍTULO IV
DEL CABILDO GENERAL
Regla 42ª.
ARTÍCULO 1
DE LAS SESIONES DEL CABILDO GENERAL
Regla 43ª.
ARTÍCULO 2
DE LAS CONVOCATORIAS DE LOS CABILDOS
Regla 44ª.
ARTÍCULO 3
DE LA CONSTITUCIÓN DEL CABILDO
Regla 45ª.
días después; para esta nueva sesión, en única convocatoria, bastará para su
validez la concurrencia del mínimo de treinta hermanos capitulares. Si aún en-
tonces no se alcanzare dicho quorum, en este caso y sólo para cuestiones de
urgencia o de grave necesidad la Junta de Gobierno asumirá las competencias
del Cabildo.
ARTÍCULO 4
DE LAS FACULTADES DEL CABILDO
Regla 46ª.
ARTÍCULO 5
DE LA CONSTITUCIÓN DE LA MESA PRESIDENCIAL,
ORDEN Y ACUERDOS EN LOS CABILDOS
Regla 47ª.
Regla 48ª.
ARTÍCULO 6
DEL CABILDO GENERAL DE ELECCIONES
Regla 49ª.
Regla 51ª.
Regla 52ª.
Regla 53ª.
Regla 54ª. Están permitidas las reelecciones, pero cuando el Hermano Mayor
haya permanecido en el cargo durante dos mandatos consecutivos, para que
pueda presentarse a la subsiguiente elección habrá de solicitarse autorización
al Prelado, justificando las razones que la motivan.
CAPÍTULO V
DE LA JUNTA DE GOBIERNO
Regla 55ª.
ARTÍCULO 1
DE LA COMPOSICIÓN DE LA JUNTA DE GOBIERNO
Regla 56ª.
a) Hermano Mayor.
b) Teniente Hermano Mayor.
c) Secretario.
ARTÍCULO 2
DE LAS FACULTADES DE LA JUNTA DE GOBIERNO
Regla 57ª.
ARTÍCULO 3
DE LAS REUNIONES DE LA JUNTA DE GOBIERNO
Regla 58ª.
Regla 59ª.
Regla 60ª.
ARTÍCULO 4
DE LA CONSTITUCIÓN DE LA MESA PRESIDENCIAL,
ORDEN Y ACUERDOS EN LAS JUNTAS DE GOBIERNO
Regla 61ª.
3. En todas las Juntas los acuerdos se adoptarán por mayoría simple de los
miembros presentes.
CAPÍTULO VI
DE LA COMISIÓN PERMANENTE
ARTÍCULO 1
DE LOS MIEMBROS DE LA COMISIÓN PERMANENTE
ARTÍCULO 2
DE LAS FACULTADES DE LA COMISIÓN PERMANENTE
ARTÍCULO 3
DE LAS REUNIONES, NORMAS DE FUNCIONAMIENTO Y
ACUERDOS DE LA COMISIÓN PERMANENTE
Regla 65ª.
CAPÍTULO VII
DE LOS CARGOS DE LA JUNTA DE GOBIERNO
ARTÍCULO 1
DEL HERMANO MAYOR
Regla 67ª. Para ser Hermano Mayor de la Corporación, además de los requisi-
tos exigidos en la Regla 32ª y, de conformidad con lo establecido en la Regla
29ª, deberá ser mayor de (18, 25 o 30 años) de edad y contar con una antigüe-
dad en la misma superior a cinco años.
ARTÍCULO 2
DE LAS FACULTADES DEL HERMANO MAYOR
e) Establecer el Orden del día de las reuniones que celebren los distintos
órganos de gobierno.
f) Dirigir el orden y debates en las reuniones de los órganos de gobierno,
de acuerdo con lo establecido en las Reglas 47.2 y 48.
g) Autorizar con su Visto Bueno los pagos por Tesorería. Así como los
escritos, certificados, Actas, Balances, Memorias y nombramientos
que sean expedidos por el Secretario. Y, en general, cuantos informes
y dictámenes hayan de presentarse ante los órganos de gobierno o
cualquier autoridad.
h)Interponer toda clase de recursos y acciones ante los organismos ofi-
ciales.
i) Otorgar poderes generales y especiales a Abogados y Procuradores de
los Tribunales.
j) Celebrar, en nombre de la Corporación y, como representante legal de
la misma, de conformidad con lo establecido en estos Estatutos, toda
suerte de contratos y operaciones mercantiles.
k) Sustituir, durante su mandato, a los miembros de la Junta de Gobierno,
conforme a lo dispuesto en estos Estatutos. Comunicándolo a los ór-
ganos de gobierno y a la Autoridad eclesiástica competente, para su
confirmación, en su caso.
l) Nombrar, en su caso, al Jefe de Procesión, conforme a lo dispuesto en
la Regla 15.3.
m) Proponer al Cabildo aquellas Vocalías que deban constituirse, de acuer-
do con lo previsto en estos Estatutos.
n) Proponer los honores y distinciones que, de conformidad con estos
Estatutos, pueda conceder la Corporación.
ñ) Invitar a las sesiones de los órganos de gobierno a cualquier persona
que, por la naturaleza de los asuntos a tratar, deba ser consultada.
o) Y, en general, cuantas otras deban serle atribuidas, de conformidad
con lo previsto en estos Estatutos, para alcanzar el objeto y fines de la
Corporación.
ARTÍCULO 3
DEL TENIENTE HERMANO MAYOR
Regla 69ª.
ARTÍCULO 4
DEL SECRETARIO Y DEL VICE-SECRETARIO
Regla 70ª.
Regla 71ª.
ARTÍCULO 5
DEL MAYORDOMO / TESORERO, VICE-TESORERO Y CONTADOR
a) Pagar las facturas con el Visto Bueno del Hermano Mayor y el tomé
razón del Contador, así como llevar los Libros de Ingresos y Gastos.
b) Llevar la caja de la Corporación, y depositar los fondos sujetos a su
custodia en cuenta bancaria abierta a nombre de la misma. Siendo
necesario, para retirar cantidades, además de su firma, la del Hermano
mayor; o, en su caso, la del Teniente Hermano Mayor.
c) Archivar los comprobantes correspondientes a los asientos de cobros
y pagos; y practicar, al término de cada ejercicio económico, conjunta-
mente con el Vice-Tesorero y Contador, un Balance de los Ingresos y
Gastos habidos en el mismo. Dicho Balance, así como sus cuentas
complementarias, una vez que hayan sido aprobados por el Cabildo
General y recibido el informe de los Censores, habrá de remitirse al
Ordinario.
Regla 73ª.
Regla 74ª.
ARTÍCULO 6
DEL FISCAL
Regla 75ª.
ARTÍCULO 7
DEL ALBACEA GENERAL Y DE LOS ALBACEAS DE
CULTO Y PROCESIÓN
Regla 77ª.
ARTÍCULO 8
DE LOS VOCALES EN GENERAL
Regla 78ª.
ARTÍCULO 9
DE LA VOCALÍA DE ARCHIVO
ARTÍCULO 10
DE LA VOCALÍA DE CARIDAD
ARTÍCULO 11
DE LA VOCALÍA DE LA CASA-HERMANDAD
ARTÍCULO 12
DE LA VOCALÍA DE CULTOS
ARTÍCULO 13
DE LA VOCALÍA DE FORMACIÓN
ARTÍCULO 14
DE LA VOCALÍA DE JUVENTUD
ARTÍCULO 15
DE LA VOCALÍA DE OBRAS CULTURALES
ARTÍCULO 16
DE LA VOCALÍA DE PROTOCOLO
CAPÍTULO VI
DE LOS DIPUTADOS
Regla 87ª.
CAPÍTULO VII
DE LOS CONSEJEROS
Regla 88ª.
CAPÍTULO VIII
DE LAS CAMARERAS29
Regla 89ª.
2. Las / los Camareras/os tienen por misión cuidar del ajuar de los Sagra-
dos Titulares.
CAPÍTULO IX
DE LA CONCESIÓN DE HONORES Y DISTINCIONES
Regla 90ª.
TÍTULO V
DEL RÉGIMEN JURÍDICO-ADMINISTRATIVO Y
DE LA FORMA O MODO DE ACTUAR
CAPÍTULO I
DEL PATRIMONIO DE LA CORPORACIÓN
Y DE SU ADMINISTRACIÓN
Regla 92ª.
CAPÍTULO II
DE LA CENSURA DE CUENTAS
Regla 93ª.
1. Diez días antes de la celebración del Cabildo General ordinario del mes
de Junio, se encontrarán a disposición de cuantos hermanos deseen examinar-
los, tanto los Balances como los justificantes de las cuentas del ejercicio eco-
nómico.
Regla 94ª. Tras la censura y aprobación de las Cuentas del ejercicio, se remi-
tirá una copia de las mismas al Obispado, de conformidad con lo establecido en
el Derecho Canónico sobre la obligación de rendir cuentas al Ordinario del lugar
todos los años.
CAPÍTULO III
DE LA ENAJENACIÓN, GRAVAMEN O ADQUISICIÓN DE BIENES
Regla 96ª. Si algún órgano de gobierno acordare o autorizare algún gasto que
exceda de los límites de su competencia, y no fuera refrendado por el órgano
competente superior, los que hubieren así actuado responderán personal y soli-
dariamente del gasto producido, pudiendo la Corporación repercutirlo sobre ellos
si, para evitar daños y perjuicios a terceros, se viera precisada a abonarlo direc-
tamente.
CAPÍTULO IV
DE LA REFORMA DE ESTATUTOS
Regla 97ª. Para que puedan ser reformados total o parcialmente estos Estatu-
tos, será necesario:
6. Para que sea aprobada una reforma total o parcial será necesario el voto
favorable de los dos tercios de los asistentes, siempre que al Cabildo concurran,
al menos, cincuenta hermanos.
CAPÍTULO V
DE LOS REGLAMENTOS
Regla 98ª.
CAPÍTULO VI
DE LOS RECURSOS CONTRA LOS ACUERDOS
ARTICULO 1
DE LOS RECURSOS CONTRA LAS RESOLUCIONES ECLESIÁSTICAS
ARTICULO 2
DE LOS RECURSOS CONTRA LOS ACUERDOS
DE LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO
Regla 100ª.
CAPÍTULO VII
DE LA DISOLUCIÓN DE LA HERMANDAD / COFRADÍA
Regla 101ª.
CAPÍTULO VIII
DISPOSICIONES GENERALES
Regla 102ª. Todos los libros que use la Corporación llevarán una certificación en
su primera hoja, con el número de folios que comprenden y fin a que se desti-
nan. Esta certificación deberá ser extendida por el Secretario con el Visto Bue-
no del Hermano Mayor y selladas todas sus hojas. Los que carezcan de estos
requisitos se considerarán nulos y sin ningún valor.
CAPÍTULO IX
DEL CUMPLIMIENTO DE ESTOS ESTATUTOS Y
DISPOSICIÓN INTERPRETATIVA
Regla 104ª.
CAPÍTULO X
DISPOSICIÓN FINAL
1
Para evitar repeticiones, por el término genérico de Corporación se ha de entender
referido a toda Hermandad o Cofradía.
2
Cuanto figura en cursiva es meramente orientativo y cada Hermandad / Cofradía podrá
adaptar lo que en cada caso se indica según sus propias circunstancias.
3
Cf. cc. 298.1 y 301.3.
4
Cf. c. 304.2
5
La legislación diocesana para que pueda ser exigible jurídicamente ha de estar publica-
da en el Boletín Oficial Eclesiástico de la Diócesis o, al menos, debidamente promulgada confor-
me a derecho. Cf. cc. 7 y 8.2
6
Cf. c. 314.
7
Cf. c. 309.
8
Cf. c. 1189. El Ordinario resuelve estas peticiones a través de la
Comisión Diocesana Asesora para el Patrimonio Histórico y Artístico.
9
El c. 1214 describe lo que en derecho se entiende por IGLESIA, cuyo régimen está
regulado en los cc. 1214 al 1222; por ORATORIO, descrito en el c. 1223 y regulado en los cc.
1223 al 1225 y 1229; y, por CAPILLA, nombre con el que se designa los oratorios que son sede
canónica de algunas Hermandades y Cofradías. Concepto que no debe confundirse con el de
capillas privadas, reguladas en los cc. 1226 al 1229.
10
La exigencia de ir de un lugar sagrado a otro lugar sagrado se cumple partiendo de un
lugar sagrado o desde la Casa-Hermandad y regresando al mismo lugar. Cf. c. 1290*.
11
Cf. OBISPOS DEL SUR DE ESPAÑA, Las Hermandades y Cofradías. Carta de los Obispos del
Sur de España, in: Documentos colectivos de los Obispos del Sur de España (1970-1988),
(BAC-documentos), Madrid 1989,
nn. 27 y 28; OBISPADO DE MÁLAGA, Bases de Estatutos de las Cofradías de Semana Santa y
Hermandades de Culto y Procesión de la Diócesis de Málaga, Málaga 1977 (Documento
Inédito), Norma 63ª.
12
Cf. Regla 82ª; cc. 328 y 329.
13
Cf. c. 316.
14
Para ello se recomienda el material formativo publicado por la Diócesis: La identidad
cofrade. Curso básico de formación cofrade. Obispado de Málaga, 2002
15
Cf. c. 306.
16
Excepcionalmente, si fuese considerado más apto algún candidato con edad y antigüe-
dad inferiores a las exigidas, puede solicitarse la oportuna dispensa a la Autoridad eclesiástica,
con arreglo a lo dispuesto en los cc. 180 y ss.
17
Bases de Estatutos,... op. cit., Norma 32ª.
18
Cf. c. 317.4.
19
Cf. c. 316.2.
20
Cf. cc. 305, 315 y concordantes.
21
Cf. Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a los participantes en la Asamblea plenaria de
la Congregación para el Clero, 23.11.2001, n. 2, in: El Presbítero, Pastor y Guía de la Comuni-
dad Parroquial, Ciudad del Vaticano 18 de octubre de 2002.
22
Cf. Reglas 14.3, 18, 19 y 83.1.
23
Cf. cc. 564 y ss.
24
Cada Hermandad / Cofradía debe determinar la edad mínima de los cofrades para parti-
cipar en los Cabildos con voz y voto. Aunque lo aconsejable es que éstos sean mayores de
edad, no obstante puede reducirse hasta los 16 años, análogamente a lo dispuesto en el c.
1083.1.
25
Estas citaciones se podrán cursar a través del Boletín Informativo de la Hermandad /
Cofradía, por medio del cual la Junta de Gobierno se comunica con los cofrades y favorecer su
participación. Igualmente podrán cursarse por fax, correo electrónico u otro medio informático
que resulte eficaz.
26
NORMAS DEL PROCESO ELECTORAL:
Primera.- Durante diez días naturales (domingos y festivos incluidos), a partir de la convoca-
toria, se podrán presentar candidaturas y examinar el censo electoral, contra el cual se podrán
formular impugnaciones (por falta de inclusión, errores materiales, falta de pago, etc.).
Segunda.- La presentación de candidaturas y el examen del censo se llevará a cabo, no
obstante, dentro del plazo indicado, durante días hábiles (con exclusión de domingos y festi-
vos), en las horas en que habitualmente estén abierta las dependencias de la Hermandad. Si el
último día del plazo coincide en domingo o festivo las candidaturas, escritos, consultas, etc. se
podrán presentar o realizar al siguiente día hábil.
Tercera.- El mes de agosto se considera inhábil a todos los efectos.
Cuarta.- Durante los cinco días siguientes la Junta de Gobierno en funciones resolverá las
impugnaciones, si las hubiera, y remitirá las candidaturas recibidas al Obispado.
Quinta.- Dentro de los cinco días siguientes a su presentación en el Obispado, la Autoridad
eclesiástica competente proclamará las candidaturas que reúnan los requisitos exigidos.
Sexta.- A partir de su proclamación, los candidatos dispondrán de diez días para presentar a los
cofrades sus programas y proyectos.
Séptima.- El día trigésimo, al cumplirse un mes desde la fecha de convocatoria, se celebrará el
anunciado Cabildo, conforme al orden del día establecido en la convocatoria. Si este día coincide
en domingo o festivo el Cabildo se celebrará al siguiente día hábil.
Octava.- Del resultado de la elección se dará cuenta inmediata a la Autoridad eclesiástica, la cual
dentro de los diez días siguientes a la celebración del Cabildo resolverá las posibles impugnaciones
que pudieran presentarse y/o confirmará la elección.
Novena.- A los cinco días siguientes a su confirmación, los elegidos podrán tomar posesión de
sus cargos.
27
Cf. cc. 119 y 164. Las normas sobre elecciones de los cc. 119, 1; 165; 166; 168 al 171
y 173 al 179 se aplicarán sólo en lo que no contradigan a las propias Reglas, ni a las de estas
Bases, de forma que estos cánones tienen sólo valor supletorio
28
Igualmente, el voto que no reúna las condiciones establecidas en el c. 172, es nulo.
29
También puede contemplarse la figura del Camarero.
30
Cf. c. 1263.
Presidente:
Dn. Antonio Dorado Soto, Obispo de Málaga
NIF: 03.545.215-H - Tel.: 952 22 43 86
Domicilio: Santa María, 18 - 29015 Málaga
Vicepresidente:
Dn. Francisco García Mota, Deán de la Catedral
NIF: 24.568.149-D - Tel,: 952 22 43 85
Domicilio: Santa María, 18 - 29015 Málaga
Tesorero:
Dn. Francisco García Mota, Deán de la Catedral
NIF: 24.568.149-D - Tel.: 952 22 43 85
Domicilio: Santa María, 18 - 29015 Málaga
Vocales:
Hermano Mario Vinumbrales García, HH.de la Salle
NIF: 13.059.515-T - Tel.: 954 69 24 00
Domicilio: Avda. de la Libertad, 63 - 41700 Dos Hermanas
Secretaria:
Madre Piedad Ríos Domínguez, Dtra.Escuela Univ.Mª Inmac.
NIF: 25-263.959-T - Tel.: 952 84 28 81
Domicilio: C/ Madre Carmen, 4 - 29200 Antequera
ÓRDENES SAGRADAS
Dn. Antonio Prieto Zurita, de Alameda; Dn. Manuel Quintana Aguilar, tam-
bién de Alameda; Dn. José Sánchez Vázquez, de Ronda; y Dn. Francisco Javier
Velasco del Pozo, de Fuente Piedra.
Dn. Blas Cerezo Domínguez, de Málaga; Dn. Francisco del Pozo Avila,
de Fuente Piedra; Dn. Francisco Sánchez Pérez, de Encinas Reales (Córdoba),
Dn. Germán García Ruiz, de Vélez-Málaga, y Dn. Emilio López Navas, de Mála-
ga capital.
NOMBRAMIENTOS
CRÓNICA DIOCESANA
Diciembre 2003
CATEDRAL
07-12: El Sr.Obispo celebra la Misa, a las doce, en la Catedral, con motivo del
tiempo litúrgico del Adviento. Lo mismo el domingo 14 y el 21.
28-12: El Sr. Obispo celebra la Misa en la Catedral, con ocasión del Día de la
Sagrada Familia, en la que se pide por todas las familias del mundo, especial-
mente por las que estén sufriendo alguna ruptura. La cita Eucaristía comienza a
las 12 y durante la misma se representa un Belén viviente. Antes y durante esta
celebración, diversos grupos de pastorales invitan a la alegría con villancicos y
cantos típicos de nuestra tierra.
03-12. Por la tarde se reúnen en la Parroquia de San Miguel los miembros del
Consejo Pastoral Arciprestal Virgen del Mar con la asistencia de Mons. Dora-
do Soto.
09-12: Se reúnen con el Prelado los miembros del Consejo Episcopal de Vica-
rios. También el día 16.
12-12: Se celebra reunión del Consejo de Curia, con la asistencia del Sr.Obispo.
También el día 26.
12-12: Por la tarde se reúnen con Mons. Dorado los miembros del Consejo de
Asuntos Económicos.
15-12: También tiene un encuentro en este día con el Sr.Obispo el Instituto para
la Sustentación de los Clérigos.
19-12: El Prelado tiene una reunión con los miembros de la Fundación Nadal, de
Estepona.
04-12: El Aula «Padre Arrupe» organiza en el salón de actos del Colegio de las
Esclavas, en calle Liborio García una conferencia sobre la «Violencia contra la
Paz (aspectos psicosociales)». El P. Carlos Domínguez Morano, S.J., profesor
de Psicología en la Facultad de Teología de Granada y Director de la Unidad de
Psicoterapia en el Centro «Francisco Suárez», es el encargado de la charla,
tras la que se abre un turno de preguntas para aclarar dudas y ampliar la infor-
mación.
21-12: El Prelado tiene una convivencia con uno de los grupos de Acción Cató-
lica, a cuyos miembros celebra la Eucaristía a las cinco de la tarde.
La decisión que habían adoptado era dejar las cosas como estaban,
hasta que el paso del tiempo las solucionara, o más bien, hiciera imposible la
convivencia; el orgullo salía a relucir y rompía toda posibilidad de diálogo. El
padre hablaba siempre en tono exigente y el hijo tenía dificultades en los estu-
dios; pero no eran capaces de ponerse de acuerdo, así que negociamos cómo
iba a planificar el nuevo curso. Después de media hora de conversación, dicen
en el COF, ambas partes cedieron y pactaron un calendario que el padre contro-
laría y el hijo cumpliría. Habían conseguido un acuerdo que hacía tiempo esta-
ban buscando y que ellos solos no fueron capaces de encontrar. Al final, padre,
hijo y madre, encuentran la alegría de estar más cerca entre sí porque al decirse
claramente las cosas habían puesto a prueba su orgullo, concluye Santiago.Tan
sencillo como dialogar padres e hijos.
28-12: Cristianos sin Fronteras organiza una forma distinta de celebrar la Fies-
ta de la Sagrada Familia. La iniciativa tiene como lema Familias en cadena de
oración y consiste en que todas aquellas familias que lo deseen se unan este
domingo, a partir de las 21 horas, a la Vigilia de Oración que se retransmite en
la Cadena COPE y en Popular TV. Si te interesa y te preocupa la familia, ¡reza
con otras familias!; si buscas la respuesta cristiana a las nuevas situaciones,
¡reza para que acertemos a ser iglesia en camino! Puedes rezar en casa, en tu
comunidad o grupo, en tu parroquia... y a través de la radio y la televisión,
gracias a la retransmisión que se hace en COPE y Popular TV. La iniciativa es
muy sencilla: familias, comunidades religiosas, parroquias y santuarios se po-
nen de acuerdo y reservan a la misma hora en la Fiesta de la Sagrada Familia,
dentro del tiempo de la Navidad, para rezar juntos. Este año se une a la cadena
de oración Santiago de Compostela, que comienza dentro de unos días el Año
Santo 2004. Con este motivo, los organizadores han pedido a diez centros de
peregrinos, todos ellos en el Camino de Santiago, que sean los maestros de
esta oración.
28-12: El Obispo comparte la comida en este Día de la Familia, con los miem-
bros del Secretariado de Pastoral Familiar.
31-12: El Sr. Obispo preside, a las 11 de la noche, la Vigilia de Fin de Año que
organiza la Adoración Nocturna, que tiene lugar en la Parroquia de Stella Maris.
DELEGACION DE ECUMENISMO
20-12: Lux Mundi organiza una celebración Ecuménica de Navidad que se lleva
a cabo este día, a las 6,30 de la tarde, en la Parroquia de Torre del Mar. Este
acto de oración se ha celebrado varios años y en él participan la Iglesia Anglica-
na, la Presbiterana, la Evangélica Alemana y la Católica de habla hispana, ale-
mana e inglesa. El acto consta de nueve lecturas de la Sagrada Escritura, des-
de la genealogía de Jesús en el Antiguo Testamento, hasta su nacimiento y la
visita de los Reyes Magos, en el Nuevo Testamento. Las lecturas se intercalan
con la interpretación de varios villancicos en diferentes idiomas.
DELEGACIÓN DE ENSEÑANZA
17-12: Mons. Dorado realiza una visita a la nueva sede de la Agencia EFE en
Málaga, donde, además, le realizan una entrevista.
DELEGACION DE MISIONES
Por otra parte, los misioneros ya han enviado al Sr. Obispo de Málaga el
Plan Pastoral 03-04 con las responsabilidades directas de cada uno.
01-12: Es el «Día Mundial del Sida». Una jornada en que instituciones concretas
traen a nuestra memoria una de las enfermedades que más gravemente han
herido al ser humano en los siglos XX y XXI. En nuestra Diócesis, la Iglesia no se
ha olvidado de esta realidad y sigue al lado de estas personas por medio de
07-12: Tiene lugar un encuentro para jóvenes en el que se trata de hacerles ver
el estilo de vida de las Hermanitas de Jesús. A las 11 de la mañana, celebran la
Eucaristía en la Parroquia de San Pío X, de la Barraiada de La Palmilla. Por la
tarde, parten en peregrinación a pie hasta las playas de San Andrés, lugar don-
de comenzaron su trabajo las Hermanitas. Luego, participan en la Vigilia
Diocesana de la Inmaculada, en la Parroquia del Santo Ángel, en la que intervie-
ne el grupo de música cristiana Jerusalén.
12-12: Mons. Dorado visita a la Comunidad de las Misioneras Identes, con las
que comparte la comida.
14-12: El Sr. Obispo celebra una Eucaristía en acción de gracias por la reciente
reforma que se ha realizado en la iglesia de las Carmelitas de Málaga capital.
Con tal motivo se han celebrado en el mismo lugar diversos actos organizados
por las Carmelitas: el jueves, 11, el P.Francisco Javier Sancho, OCD, Director
15-12: Mons. Dorado Soto tiene una charla a la Comunidad de los PP.Agustinos,
en torno al tiempo litúrgico del Adviento, concelebra la Eucaristía y comparte la
cena con los religiosos.
EPISCOPADO
PARROQUIAS
06-12: El Sr. Obispo preside una Misa en la recién remozada Parroquia de Nuestra
Señora de la Encarnación, de Benaque, y bendice las importantes obras que se
han llevado a cabo en el templo. Concelebran con el Prelado el Párroco, P. José
Luis Castillejo Llusía, Terciario Franciscano, y otros sacerdotes. Este templo
fue erigido poco después del año 1.500, convirtiéndose en una mezquita cristia-
nizada. Ha permanecido en obras durante ocho años, en los que el Obispado ha
rehabilitado todo el tejado y el artesonado. El taller ocupacional del Ayuntamien-
to de Macharaviaya, al que pertenece Benaque, ha restaurado el resto, incluidos
unos frescos de 1592.
cuenta con las figuras del ángel, de la Virgen y de otros ángeles y todo ello
cerrado con un gran sol. Celebra la Eucaristía y bendice el nuevo grupo
escultórico el Sr.Obispo de la Diócesis, acompañado del Vicario Episcopal de la
Zona, Dn. José Emilio Cabra, del Párroco de Santa María la Mayor, Dn. Gonzalo
Huesa Lope, y de otros sacerdotes y religiosos de la Ciudad.
18-12: Los amantes del arte tienen una cita en el nuevo museo que de la Parro-
quia de Casarabonela. El Vicario General de la Diócesis, Dn. Alfonso Crespo,
preside la bendición e inauguración de los nuevos salones parroquiales, entre
los que se incluye el museo. La antigua sacristía alberga hermosas obras de
orfebrería que datan del siglo XVII, muchas de ellas donadas por un antiguo
ciudadano del pueblo que emigró a Perú y las trajo como parte de sus bienes.
Entre las obras de más valor se pueden contemplar una hermosa custodia, un
viático de plata en forma de pelícano, unas zapatillas de plata de un Niño Dios y
varios ornamentos litúrgicos regalados por los propios Reyes Católicos, según
la tradición del pueblo. También se puede contemplar en este museo un amplio
archivo de documentos antiguos de las hermandades del pueblo y partidas de
nacimiento con siglos de antigüedad.
SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
SEMINARIO
02-12: El profesor P.Ignacio Núñez de Castro, S.J., habla sobre algunas cuestio-
nes actuales de Bioética, y trata sobre «La manipulación genética», «El inicio
de la vida: el estatuto del embrión» y «El final de la vida: eutanasia».
03-12: El Dr. Ramón Acosta Peso trata sobre los temas «La pastoral familiar: al
servicio del evangelio de la vida» y «La pastoral familiar en el marco de la pasto-
ral familiar».
05-12: Mons. Dorado se reúne con los sacerdotes del Arciprestazgo Virgen del
Mar en la Parroquia del Corpus Christi, de Pedregalejo.
OTROS ACTOS
Son días de mucho viento, de tempestad. Una mesa y dos pequeños bancos
son las primeras donaciones. Los vecinos acogen a las hermanitas como de la
familia, que es la manera de ser, de vivir de los situados en las fronteras de la
sociedad, los realmente desheredados.
Una anécdota. Una de las simpatizantes, allá por el año sesenta, las
visita. Incluso llegará a vivir la prueba vocacional en la fraternidad de La Bomba,
en Madrid. Le pregunta a la Hermanita que le atiende que si también hacen
alguna que otra penitencia física, como era normal en aquellos años. La Herma-
nita le dice que no. Al poco rato, la visitante tiene sed, porque hace mucho calor.
Y pide de beber. La Hta. le señala un viejo botijo. Comienza a tragar el chorro,
pronto deja de beber y comenta que el agua está caliente. La Hta. con mucha
delicadeza le indica que esa es la penitencia, vivir como los vecinos.
Pobreza que no es sólo estar al servicio de los pobres, sino vivir la pobre-
za más radical, en las situaciones de más indigencia, tanto en vivienda, como
en trabajo, como lugar.El frío del invierno y el calor del verano de la chabola no es
espiritual, es muy real. La humedad habrá pasado factura años después a las
hermanitas y a los vecinos. También en eso igual. Si no ha sido, milagro.
Vida entre los más pobres que hizo despertar a la comunidad cristiana
malagueña que sabía de las necesidades y que había respondido con generosi-
dad a muchas de ellas. Pero que en su generalidad desconocía la vida real de
los pobres o no los profundizaba. La presencia de la Iglesia necesitaba de la
forma propia de la Fraternidad.
- Con amor universal. Como rezan las Hermanitas por encima de raza,
clase, religión... y después añadieron, y generación.... La Fraternidad ayudó a
abrir el corazón en años en los que era fácil reducir el horizonte y a descubrir al
Hermano Universal, que es el título dado a Carlos de Foucauld. En ese amor
universal, que deja la actitud permanente de comprehender siempre y a todos,
como reiteraba una de las Hermanitas, Teresa Carmen, ya fallecida.
En virtud de ese amor, las Hermanitas habían establecido una norma que
no se comprendía en aquellos momentos. En la Fraternidad no se podía hablar
de política ni se podía dejar regalo alguno. Dos signos de delicadeza debido a la
distintas ideologías de las Hermanitas y a su distinta procedencia social. Que
ninguna pudiera sufrir por la discusión que siempre apasiona, generada por tema
político, ni tampoco porque la procedencia social fuese motivo de humillación
ante el origen más burgués o aristocrático de otras. Era la delicadeza de la
caridad. Se deseaba no hacer juicio condenatorio y, sin embargo, la comunión
con la pobreza quería ser total y lo era. Pero no desde fuera o durante horas
determinadas de servicio. Era la comunión de la vida, 24 horas cada día.
IN PACE CHRISTI
01-12: Fallece en Antequera Sor Aurora Castilla Ruiz, a los 77 años de edad y
46 de profesión religiosa. Pertenecía a la Comunidad de la Escuela de María
Inmaculada. La Misa de córpore insepulto tiene lugar al día siguiente, martes, y
fue concelebrada por religiosos de las distintas Comunidades de la Ciudad y
con asistencia de representaciones de las Comunidades de vida consagrada
femeninas. El sepelio se efectúa en el Cementerio de Antequera.
04-12 Fallece en Málaga, a los 107 años de edad, Sor Evarista Moreira López,
que había nacido en San Julián de Vigo (Coruña) el día 15 de Agosto de 1896.
Desde muy joven sintió la llamada de Dios . Ingresó en las Hermanitas de los
Pobres, pero descubrió que Dios no le conducía por ese camino, sino que le
pedía consagrarse a El pero al servicio de los enfermos mentales. Tras conocer
a unas Hermanas Hospitalarias, ingresa en el Noviciado en Ciempozuelos, Ma-
drid, en el año 1926. En esta casa madre de la Congregación, inicia su forma-
ción para la vida religiosa Hospitalaria.
Sor Evarista en 1942, llega al Hospital de Málaga, Ntra. Señora del Sa-
grado Corazón de Jesús. Durante 30 años estuvo haciendo el turno de noche (no
alternas como se hace ahora sino seguidas) velando a la enfermas . Muchas se
beneficiaron noche tras noche de su amoroso servicio y entrega. Desde su jubi-
lación, ha permanecido en la residencia de hermanas mayores, siempre derro-
chando alegría.
ma que ha merecido la pena vivir esta larga vida al servicio de Dios y de los
enfermos. Como podemos hoy ver, muy largo ha sido el camino, pero más gran-
de ha sido el amor con que ella lo ha recorrido. Damos gracias a Dios, por
haberla elegido para servirle y dar fruto en la vida religiosa hospitalaria durante
tantos años.
05-12: Fallece en Antequera, Sor Mª del Carmen Martínez Lucas, del Monaste-
rio de Santa Catalina de Sena, a la edad de 74 años. Ella vino de la Comunidad
de Jumilla, Murcia, para ayudar a esta comunidad el día 16 de Octubre de 1982.
Desde entonces lo ha sido todo para esta Comunidad, que tanto la hemos que-
rido. Fue Priora durante 9 años, todo lo dio por la Comunidad, su cariño, sus
fuerzas, su salud, su vida. Pues era una trabajadora incansable, llena de caridad
y comprensiva para con todas. Estaba llena de ilusiones para enseñarnos co-
sas. Era la primera en todo, sabía de todo y siempre estaba dispuesta a meter
el hombro donde se necesitara. Era una mujer con una fe muy grande, siempre
dispuesta a la voluntad de Dios. Un día el Señor vio que la mies estaba madura
y la llamó de prisa, sin avisar. Tenemos la certeza que ya esta bajo el manto de
Ntra. Madre del Rosario que tanto quería, era devotísima del Stmo. Sacramento.
Se durmió para este mundo y despertó con El Señor en la Eternidad. Descansa
en la paz del Señor, Sor Carmen.
15-12: Fallece a los 77 años de edad el sacerdote Dn. Antonio Ruiz Pérez,
Párroco de los Santos Mártires, tras haber padecido una larga enfermedad,
aunque en estas últimas semanas estaba bastante recuperado, por lo que sor-
prendió a todos su muerte casi repentina. Precisamente la víspera el Sr.Obispo
había estado comiendo con él en la Casa Sacerdotal. El cadáver fue trasladado
al templo parroquial de los Mártires para velarlo y donde tiene lugar lugar una
Misa de córpore a las ocho de la tarde; al día siguiente, a las diez de la mañana,
fue la Misa presidida por el Sr.Obispo de la Diócesis y concelebrada por muchí-
simos sacerdotes. Posteriormente el cadáver se traslada a su pueblo natal, de
Alora, donde tuvo lugar el sepelio.
19-12: Fallece Dña. Isabel Soriano Vico, a los 73 años de edad, madre del
sacerdote Dn. Pedro Soriano Fuentes, Párroco de Serrato. La Misa de córpore
insepulto tiene lugar en la Capilla del Cementerio de San Gabriel, al día siguien-
te, a las dos de la tarde. Preside la Eucaristía, en nombre del Sr.Obispo, el
Vicario General de la Diócesis, y concelebran catorce sacerdotes entre los que
20-12: Fallece en Málaga Dn. Rafael Soria Morales. Justamente el pasado día
30 de noviembre cumplía los ochenta años de edad y estando reunido con este
motivo con toda la familia, se sintió repentinamente mal y lo trasladaron a Carlos
Haya, donde murió en la mañana del sábado 19 de diciembre.
Dn. Rafael Soria, que era natural de Badolatosa (Sevilla), trabajó durante
treinta y cinco años en el Seminario Diocesano con una entrega generosa, una
fidelidad admirable y un gran sentido de la responsabilidad. Cada mañana, pun-
tualmente a las ocho, se dirigía con la furgoneta al mercado de mayoristas para
la compra de todo cuanto hacía falta. Después, tenía como misión principal el ir
a por los profesores al Obispado, varias veces durante el día, y volverlos a llevar
hasta el Palacio Episcopal una vez finalizadas sus clases.
Leal Salazar; y el Rector del Seminario Menor, Dn. Emilio Martín Gómez. Asis-
tieron, junto con la viuda, Carmela, sus hijas Loli y Mari Tere, su yerno, su nieta,
y demás familiares, compañeros del Seminario y del Obispado, así como nume-
rosos amigos y vecinos. Descanse en la paz del Señor, este ejemplar trabajador
de la Iglesia Diocesana, Dn. Rafael Soria Morales.
27-12: Fallece en Málaga Dn. Pedro Correa Rubiño, a los 102 años de edad,
padre del sacerdote Dn. Santiago Correa Rodríguez, Párroco de la Encarnación,
de Málaga. La Misa de córpore insepulto se celebra el lunes, a las once de la
mañana, en la capilla del Cementerio de San Gabriel. Preside la Eucaristía el
Sr.Obispo de la Diócesis y concelebran numerosos sacerdotes, entre los que
se encontraba su hijo Santiago, y algunos Vicarios, Arciprestes y otros presbí-
teros. Entre los familiares asistieron sus hijos Pedro, José Antonio y María del
Rosario.
Antonio Ruiz Pérez, natural de Álora -donde desde niño y hasta hoy era
Antoñito Ruiz-, nació el 2 de enero de 1926, 78 años cumpliría dentro de muy
pocas fechas. Hijo de Mencía (Emerenciana) y Antonio. Prepararlo para la Pri-
mera Comunión fue tarea gozosa de Antonia Sánchez, madre de Fernando,
ahora párroco en Estepona. Y recuerda también otro sacerdote, Pedro Sánchez
Trujillo, cuántas veces, siendo él niño, Antonio lo tuvo cariñosamente en sus
brazos.
De allí pasó, por dos años, del 51 al 53, a Ronda: Santa María y El
Espíritu Santo. Y posteriormente a la Axarquía, 27 años de su sacerdocio al
servicio de esta zona: Almáchar y El Borge, primero, del 53 al 59; y en Nerja,
después, 21 años; en ocasiones añadiéndole Maro o Frigiliana. Durante estos
muchos años como párroco de Nerja, fue también Vicario Arcipreste del
Arciprestazgo de Torrox.
Siempre sacerdote bueno en todas partes por donde lo llevó el Señor. Los
más cercanos lo recuerdan muy amigo del Sagrario en todo momento, y hombre
de especial devoción a la Virgen. Y como expresión externa muy concreta he-
mos de aplicarle lo que el salmista reza, según el salmo 69: El celo de tu casa
me devora: su cariño al templo y su muy atento cuidado.
cosa que hemos de aprender de él. Igualmente su cariño a su grupo de los
lunes, grupo de especial fraternidad sacerdotal. De ese grupo de los lunes,
algunos están ya con el Señor. El lunes de esta semana le han celebrado fiesta
de acogida a él allí junto al Padre Dios.
Pues bien, esta vida, con estas cortas y pequeñas pinceladas de ahora,
pero con lo mucho que han encerrado sus largos años de seguimiento del Señor
y de entrega a la gente, la celebramos en estos momentos en el altar de la
iglesia de nuestros Santos Patronos. Vida suya, de nuestro hermano Antonio,
que hoy es agradecimiento y ofrenda a Dios, y escuela para cada uno de noso-
tros: mucho tenemos que aprender de él.
Juan nació en Granada -su padre era militar y por entonces andaba allí- el
4 de diciembre de 1926. Cumpliría, por tanto, en poco más de un mes 77 años.
Siendo de corta edad vivía ya en Antequera.
Pasó luego por distintos lugares: San Pedro de Antequera; San Sebastián,
luego; cura después en duros pueblos de la Serranía: Igualeja, Parauta y Pujerra;
del 53 al 55 cura de Moclinejo y Benagalbón; posteriormente Zafarraya, Archidona,
Cartaojal, Humilladero, Bobadilla... Y largos años, desde el 66 hasta su jubila-
ción, profesor de Instituto en Antequera.
Pues en manos del Dios Bueno, en manos de Dios Padre ponemos esta
tarde la vida de Don Juan, vida que agradecemos al Señor todos nosotros: sus
hermanos, su familia entera, los amigos, los compañeros sacerdotes, nuestra
Diócesis de Málaga.
1. Saludos e introducción.
Esperanza que yo deseo y pido a Dios para todos, que este año vivimos
el Adviento con el motivo añadido de la Beatificación de la Madre Bonifacia que
es ejemplo de mujer creyente, de mujer al servicio de la caridad, de mujer con la
serena y contagiosa esperanza que le hizo superar dificultades inesperadas.
Como ha escrito una religiosa Sierva de San José, son religiosas obre-
ras, curtidas al calor del taller, dispuestas a ser respuesta y referencia para el
mundo del trabajo. La referencia espiritual la centran en Nazaret, en la contem-
plación de la Sagrada Familia.
sas que han quedado en Salamanca, le ignoran e inician nuevos caminos apos-
tólicos, muy lejos de aquel ideal de los talleres.
Con rasgos distintos al siglo XIX, hoy también existe el mundo del traba-
jo, incluso el manual y que entre nosotros es ocupado por muchos inmigrantes.
La audacia de la Beata Bonifacia anima vuestra valentía para continuar con el
espíritu de aquella respuesta evangelizadora iniciada en tierras castellanas.
¿Con qué espíritu debemos vivir cada uno la vocación a la que ha sido
llamado?
La palabra del Señor que ha sido proclamada nos hace presente valores
esenciales para nuestra vida y que es la medida de nuestra fidelidad, ceñidor de
su cintura, como hemos rezado en el salmo responsorial.
La paz con nuestras palabras, con nuestras acciones. La paz que supera
las barreras de las razas, de las ideologías, de las edades. Isaías anunciaba la
paz con el simbolismo del lobo que habita con el cordero, del novillo y el león
que pacen juntos.
4. No les tengas miedo, que contigo estoy para salvarte (Jer. 1,8).
La vida cristiana no puede ser vivida sin la experiencia raíz de que Dios
está con nosotros. Así se lo comunicó Yave a Moisés: Yo estoy contigo....
La fortaleza para vivir con fidelidad y generosidad nos viene dada por la
certeza de que Dios está con nosotros, en nosotros. Vivimos con interrogantes
que son difíciles de responder, pero en medio de tantas incertidumbres, la afir-
mación de Dios a Jeremías constituye la gran revelación: Dios está conmigo, en
cada uno. Por eso no podemos ser vencidos por el miedo al presente ni al futuro.
Así fue la vida de la Beata Bonifacia. Con ese espíritu queremos vivir.
orígenes. Nazaret vuelve a ser contemplado y cantado. Los talleres y las Siervas
de San José actualizan los primeros años de Salamanca y la continuidad de
Zamora. Una lectura superficial quiere explicarlo como adaptación a los tiem-
pos. Y no es así, se trata de revivir la originalidad del carisma iniciado por una
obrera de Salamanca, beatificada el domingo 9 de noviembre.
Conferencia Episcopal
Introducción 1
La semilla evangélica fue sembrada en España hace dos mil años. Esta
semilla creció en el campo abonado de la cultura romana, que se vio así enrique-
cida por la revelación divina, y se desarrolló en el surco de nuestra historia
particular, dando frutos de santidad y evangelización.
orientales y la Sede Romana a partir del siglo XI, motiva que la cristiandad
oriental se presente en su doble vertiente eclesial, ortodoxa y católica. Esta
grave anomalía eclesial, amparada por cuestiones políticas, geográficas y cultu-
rales, quiso ser resuelta por el Concilio de Florencia, pero resultó ineficaz. Des-
de entonces, grupos de jerarcas y fieles orientales no dejarán de pedir la comu-
nión con la Iglesia de Roma y con quien la preside, sin renunciar a su patrimonio
litúrgico, espiritual, teológico y canónico.
Así pues, las Iglesias católicas orientales siempre han estado unidas a la
Iglesia de Roma por los vínculos de la caridad y de la comunión. Aunque entre
las Iglesias ortodoxas orientales y la Iglesia de Roma no se haya alcanzado la
plena unidad católica, algunas Iglesias orientales siempre han permanecido en
la unidad, otras tuvieron necesidad de firmar la unión a partir del siglo XV, y otras
finalmente han sido aceptadas como católicas de forma expresa o tácita. Todas
las Iglesias católicas orientales tienen especialmente encomendada la misión
de actuar como puente que une dos orillas, y de ser pulmón para que todo el
cuerpo eclesial pueda respirar plenamente.
El bautismo
15. El que pide el bautismo a un ministro católico de otra Iglesia sui iuris no
tiene derecho a exigirle la celebración del bautismo en su liturgia o conforme a
su rito. Es el ya bautizado quien está obligado a observarlo en todas partes13.
16. El párroco del lugar donde se celebra el bautismo debe anotar cuidado-
samente y sin demora en el libro de bautismos el nombre de los bautizados,
haciendo mención del ministro, padres y padrinos, así como de los testigos, si
los hay, y del lugar [y día del bautismo, indicando al mismo tiempo el lugar] de
nacimiento y de la Iglesia sui iuris a la que los bautizados quedan adscritos14.
17. Como la inscripción del bautismo recibido produce ipso iure la adscrip-
ción a la Iglesia sui iuris de que se trate, se ha de anotar en el libro de bautismos
toda adscripción a una Iglesia sui iuris y todo paso a otra Iglesia sui iuris, inclu-
so, si es el caso, de la Iglesia latina donde se ha celebrado el bautismo 15.
18. El bautizando menor de catorce años queda adscrito a la Iglesia sui iuris
a que está adscrito su padre católico; pero si sólo la madre es católica o si
ambos padres lo piden con voluntad concorde, queda adscrito a la Iglesia sui
iuris a que pertenece la madre16.
21. Cuando un niño ha sido bautizado en una Iglesia oriental no católica an-
tes de los catorce años y es adoptado después del bautismo por padres católi-
cos, queda adscrito en principio a la Iglesia sui iuris del padre católico19.
La confirmación
La Eucaristía
25. Los sacerdotes de diversas Iglesias sui iuris pueden concelebrar la Euca-
ristía con causa justa y con licencia del obispo, siguiendo todas las prescripcio-
nes de los libros litúrgicos del primer celebrante, lejos de todo sincretismo litúr-
gico y conservando, en lo posible, los ornamentos litúrgicos e insignias de la
propia Iglesia sui iuris23.
La penitencia
26. Todo fiel (católico latino u oriental) tiene derecho a confesarse con el
confesor legítimamente aprobado que prefiera, aunque sea de otro rito24.
La unción de enfermos
El matrimonio
33. Para que los fieles católicos orientales no contraigan matrimonio en for-
ma civil o en celebración ortodoxa31, como también para que puedan celebrar
su matrimonio ante la carencia de sacerdote propio, es muy conveniente que
conozcan dónde se encuentran las parroquias católicas orientales más cerca-
nas.
34. Todo cristiano tiene derecho, por razones de conciencia, a decidir libre-
mente entrar en la plena comunión católica32. El fiel oriental no católico que, de
acuerdo con su conciencia, desee ser recibido en la Iglesia católica deberá
hacer la petición por escrito, presentando certificación del bautismo recibido
para ser adscrito a la Iglesia sui iuris del mismo rito.
39. Los fieles católicos orientales pueden recurrir a la Sede Apostólica, como
árbitro supremo de las relaciones intereclesiales38, en aquellas cuestiones pre-
vistas por el Código de Cánones de las Iglesias Orientales, especialmente las
que se refieren a la adscripción a una Iglesia sui iuris39.
42. Los fieles católicos tanto orientales como latinos están llamados a mani-
festar la unidad eclesial y la diversidad en sus diferentes ritos y tradiciones.
44. Los fieles católicos latinos debemos procurar, como hermanos que so-
mos por estar confiados por igual al gobierno pastoral del Romano Pontífice42, el
respeto y el conocimiento de la tradición oriental como la mejor forma de vivir la
unidad en la fe en la legítima diversidad eclesial.
***
NOTAS
1
Las presentes Orientaciones han sido aprobadas el día 21 de noviembre de 2003 por la
Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española. Tienen presentes particularmente el
Decreto Orientalium ecclesiarum del Concilio Vaticano II (OE), el Código de Cánones de las
Iglesias Orientales (=CCEO) y el Magisterio Pontificio: Cf JUAN PABLO II, Carta Encíclica Slavorum
apostoli (2 de julio de 1985), 14 y 21 especialmente; Carta Encíclica Ut unum sint (25 de mayo de
1995), 60; Carta Apostólica Orientale lumen (2 de mayo de 1995), 26 (=OL); Exhortación
Apostólica Postsinodal Ecclesia in Europa (28 de junio de 2003), 32; Exhortación Apostólica
Postsinodal Pastores gregis (16 de octubre de 2003), 60-61 y 72.
2
Los elementos constitutivos de una Iglesia sui iuris son: un grupo de fieles y pastores,
reconocido expresa o tácitamente por la suprema autoridad de la Iglesia, y que tiene su origen en
cualquiera de las cinco tradiciones eclesiales orientales (Cf CCEO 27 y 28.2). Las Iglesias sui
iuris son la copta y la etíope (tradición alejandrina); la malankar, la maronita y la siria (tradición
antioquena); la armenia (tradición armenia); la caldea y la malabar (tradición caldea); y la albanesa,
la bielorrusa, la croata, la búlgara, la griega, la greco-melkita, la italo-albanesa, la macedonia, la
rumana, la rusa, la rutena, la eslovaca, la ucraniana y la húngara (tradición constantinopolitana
o bizantina).
3
La parroquia oriental o ratione ritus entra dentro de la función pastoral del Obispo
diocesano cuando existen fieles de otro rito (Cf CIC 383.2 y 518; OL 26). El CCEO no menciona
la figura del capellán.
4
Se anotará la pertenencia del bautizado a una determinada Iglesia sui iuris... la admi-
nistración de la crismación del santo myron... (CCEO 296.2). El cambio de rito también ha de ser
anotado (CIC 535.2).
5
Cf CIC 476.
6
Cf CCEO 393.
7
Cf CIC 281.1-2; 1274.1-2; CCEO 390.1-2; 1021.1-2.
8
Cf CIC 533.1 y CCEO 292.1.
9
Cf JUAN PABLO II, Constitución apostólica Pastor bonus (28 de junio de 1988) 58.1.
10
Cf OE 23.
11
CCEO 674.2 y CIC 846.2.
12
CCEO 677.1. En territorio ajeno, a nadie es lícito administrar el bautismo sin la debida
licencia; pero esta licencia no puede ser denegada por el párroco de otra Iglesia sui iuris a un
sacerdote de la Iglesia sui iuris a la que el que se va a bautizar quedará adscrito (CCEO 678.1).
13
CCEO 40; OE 4.
14
CCEO 689.1. El paréntesis indica que el texto latino no se contempla en la traducción
española.
15
CCEO 37 y 296.2. Al inscribir la partida de bautismo, hágase constar la adscripción al rito
con esta frase: Adscrito al rito de la Iglesia.... por el bautismo recibido. Si se ha producido
cambio de rito, hágase constar con esta frase: Ha pasado del rito de la Iglesia... al rito de la
Iglesia... por la celebración del matrimonio / por la disolución del matrimonio / por rescripto de la
Sede Apostólica.
16
CCEO 29.1. Cf CIC 111.1.
17
CCEO 681.5.
18
CCEO 37 y 296.2.
19
Cf CCEO 29.1-2, 2º. La adopción ha de ser también anotada en el libro de bautismos de
la correspondiente parroquia católica (Cf CIC 535.2 y CCEO 296.2).
20
CCEO 30 y CIC 111.2.
21
CCEO 695.1. y 696.2.
22
CIC 923.
23
CCEO 701.
24
CIC 991.
25
Cf CIC 1003.2 y CCEO 739.2.
26
El fundamento de la incompetencia radica en la cláusula dummodo eorum alteruter sit
ritus latini (CIC 1109). Al Jerarca del lugar y al párroco oriental también les afecta la incompeten-
cia para asistir y bendecir el matrimonio de dos católicos latinos, o de dos católicos orientales si
al menos uno no está adscrito a su propia Iglesia sui iuris, en virtud de la cláusula dummodo
alterutra saltem pars sit ascripta propriae Ecclesiae sui iuris (CCEO 829.1). Hay que tener en
cuenta que los cánones del CIC son sólo para la Iglesia latina (CIC 1), y los cánones del CCEO
son para todas y solas las Iglesias orientales, a no ser que, en lo referente a las relaciones con
la Iglesia latina, se establezca expresamente otra cosa (CCEO 1). No cabe, pues, aplicar la
legislación latina a fieles católicos orientales, ni la legislación oriental a los fieles católicos latinos.
27
CCEO 832.1-2; Cf CIC 1116.1-2. El diácono no asiste ni bendice ningún matrimonio, a
tenor del CCEO, ni se le puede delegar.
28
Cf CIC 1109.
29
CCEO 33. Todos estos pasos de una Iglesia sui iuris a otra han de ser anotados en el
libro de bautismos.
30
Cf CCEO 813-816. Téngase en cuenta que si la parte católica adscrita a alguna Iglesia
oriental sui iuris celebra el matrimonio con otra parte que pertenece a la Iglesia oriental
acatólica, la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho se requiere
únicamente para la licitud; pero se requiere para la validez la bendición de un sacerdote,
observadas las demás prescripciones del derecho (CCEO 834.2; CIC 1127.1). Hay que recor-
dar que el CCEO no contempla la posibilidad de la dispensa de la forma canónica por el Jerarca
del lugar (Cf CCEO 835). Al matrimonio mixto también le reconoce el derecho algunas cuestiones
relativas a la adscripción del rito (Cf CCEO 34).
31
No se olvide que los fieles católicos orientales, cuando carecen de sacerdote compe-
tente para bendecir su matrimonio, pueden llamar a un sacerdote ortodoxo (cf CCEO 832.2).
32
PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PROMOCIÓN DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS, Directorio para la aplica-
ción de los principios y normas sobre el ecumenismo (25 de marzo de 1993), 99 (=DE).
33
Cf CCEO 900.1.
34
CCEO 35.
35
Cf CIC 11; CCEO 1490.
36
Cf Ritual de la Iniciación cristiana de adultos (Madrid 1976), Apéndice, nn. 223-225.
37
Cf CCEO 898.2-3; OE 25.
38
OE 4.
39
Cf CCEO 29.1; 30; 32.1; 35 y 36.
40
Cf JUAN PABLO II, Constitución apostólica Pastor bonus, 58.1.
41
CCEO 28.1; OE 1 y 3.
42
OE 3.
43
Cf OL 24-25; JUAN PABLO II, Exhortaciones apostólicas Vita consecrata (25 de marzo de
1996) 101, y Ecclesia in America (22 de enero de 1999) 38; DE 85 y 195.
44
CCEO 41. Cf OE 6.
Allí formuló una frase, incorporada más tarde por el Concilio Vaticano II a
la Constitución sobre la Sagrada Liturgia, que ha quedado como el lema de la
pastoral litúrgica: La participación activa de los fieles en los sagrados misterios
es la fuente primera e indispensable del verdadero espíritu cristiano (cf. SC 14).
El documento de San Pío X fue solamente la primera de sus iniciativas en el
campo litúrgico. Le siguieron, poco después, las precisiones sobre los requisi-
tos para la comunión frecuente, la interpretación sobre la edad para recibir la
comunión por parte de los niños y, muy especialmente, la reforma del calenda-
rio, con la recuperación litúrgica del domingo, y una nueva distribución del Salte-
rio para la Liturgia de las Horas. Eran los primeros pasos de una reforma general
del edificio litúrgico, que él deseaba y cuyo alcance adivinaba, aunque era cons-
ciente de que iba a llevar mucho tiempo.
2. La continuación de la obra
Si la problemática del Motu Proprio era sobre todo el tipo de música que
se oía en la Iglesia, actualmente el problema está tanto en la música como en la
letra. Por eso es urgente prestar una atención privilegiada a los textos de los
cantos utilizados en las celebraciones litúrgicas, para que respondan a los que
propone la liturgia, especialmente en el Ordinario de la Misa, en este caso sin
alteraciones o glosas, y constituyan una forma de participación eclesial, y no
una simple expresión de sentimientos individuales. Se trata de un elemento
importante de la celebración, que no debe olvidar nunca el noble ministerio de
la música en el servicio divino (cf. SC 112).
6. Invitación final
+ Julián López,
Obispo de León, Presidente de la C.E. de Liturgia
+ Carmelo Borobia,
Obispo de Tarazona
+ Pere Tena,
Obispo Auxiliar de Barcelona
+ Carlos López,
Obispo de Salamanca
+ José Cerviño,
Obispo emérito de Tuy-Vigo
+ Rosendo Alvarez,
Obispo emérito de Almería
NOTAS
1
En la Constitución Apostólica Divini Cultus, de 20-XII-1928, en AAS 21 (1929) 33-41.
2
En las encíclicas Mediator Dei, de 20-XI-1947, en AAS 39 (1947) 521-595; y Musicae
sacrae disciplina, de 25-XII-1955, en AAS 48 (1956) 5-25.
3
Cf. Juan Pablo II, Carta Apostólica Dominicae Cenae, de 24-II-1980, 13: en AAS 72
(1980) 146.
4
Juan Pablo II, Carta Apostólica Vicesimus quintus annus, de 4-XII-1988, 7: en AAS 81
(1989) 903.
5
Cf. Juan Pablo II, Carta encíclica Ecclesia de Eucharistia, de 17-IV-2003, cap. V: en
AAS 95 (2003) 464-468.
6
Juan Pablo II, Carta Apostólica Vicesimus quintus annus, cit., 10: en AAS 81 (1989)
906-907.
7
Juan Pablo II, Carta Apostólica Novo millennio ineunte, de 6-I-2001, 35: en AAS 93
(2001) 290.
El primer apartado estudia cómo establecer los medios para dar a cono-
cer su existencia y sus necesidades. Como primer paso se propone que se
hable de las comunidades cristianas en Tierra Santa dentro del panorama de
explicaciones y claves sobre el conflicto entre Israel y Palestina que tienden a
simplicarlo hablando sólo de judíos y musulmanes. Además, se informará sobre
Peregrinaciones
Solidaridad cristiana
Los Obispos han estudiado cómo priorizar las ayudas materiales a estas
comunidades cristianas ya que la situación es desesperada. Entienden que
las ayudas se pueden potenciar y canalizar a través de Cáritas Española, las
Cáritas diocesanas y Manos Unidas, con las que ya hay muy buena relación y
OCTAVARIO DE ORACIÓN
POR LA UNIDAD DE LOS CRlSTIANOS - 2004
Mi paz os doy (Jn 14,27). Cristo es nuestra paz (Ef2,14). Donde está
Cristo hay paz; por eso el cristiano está llamado a vivir en la paz de Cristo. La
fraternidad cristiana y la comunión eclesial caracterizan a quienes desean real-
mente trabajar por la unidad de los cristianos.
+ Ricardo Blázquez,
Obispo de Bilbao y Presidente
+ Agustín García-Gasco,
Arzobispo de Valencia
+ Jesús García,
Obispo de Ávila
+ Esteban Escudero,
Obispo auxiliar de Valencia
Diciembre de 2003.
Santo Padre
11 de febrero de 2004
Al Venerado Hermano
JAVIER Card. LOZANO BARRAGÁN
Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios
2. ¿No será tal vez que con estas palabras quiso expresar la Virgen el
vínculo que también la une a la salud y a la vida? Si por la culpa original entró en
el mundo la muerte, por los méritos de Jesucristo Dios preservó a María de toda
mancha de pecado, y llegó a nosotros la salvación y la vida (cfr. Rm 5, 12-21).
expectativas de sus hijos, obteniendo para ellos la salud del alma y del cuerpo.
Este es el mensaje que el Santuario de Lourdes propone constantemente a los
devotos y peregrinos. Este es también el significado de las curaciones corpora-
les y espirituales que se verifican en la gruta de Massabielle.
Joannes Paulus II
EL OBISPO DE MALAGA
Santísimo Padre:
Y damos gracias a Dios de una manera muy especial por los XXV Años
de su Pontificado que se han cumplido recientemente y por el servicio trascen-
dental que realiza el Santo Padre a todas las Iglesias particulares del mundo
entero.
+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga
Con aquel Mensaje de Año Nuevo se continuaba el plan trazado por Pablo
VI, el cual había querido para el 1 de enero de cada año la celebración de una
Jornada Mundial de oración por la Paz. Recuerdo las palabras del mencionado
Pontífice en el Año Nuevo de 1968: «Sería nuestro deseo que después, cada
año, esta celebración se repitiese como presagio y como promesa, al principio
del calendario que mide y describe el camino de la vida en el tiempo, de que sea
la Paz con su justo y benéfico equilibrio la que domine el desarrollo de la historia
futura».1
La ciencia de la paz
Glosario de la paz
Educar a la paz
Educar a la legalidad
Este proceso tuvo notable auge con el nacimiento de los Estados moder-
nos. A partir del siglo XVI juristas, filósofos y teólogos se dedicaron a elaborar
los diversos capítulos del derecho internacional, basándolo en postulados fun-
damentales del derecho natural. En este proceso tomaron forma, con mayor
fuerza, unos principios universales que son anteriores y superiores al derecho
interno de los Estados, y que tienen en cuenta la unidad y la común vocación de
la familia humana.
Uno de estos momentos fue sin duda el drama que experimentó la huma-
nidad durante la segunda guerra mundial: una espiral de violencia, destrucción y
muerte, como nunca se había conocido hasta entonces.
Aportación de la Iglesia
Por eso he recordado varias veces a los cristianos y a todas las personas
de buena voluntad la necesidad del perdón para solucionar los problemas, tanto
de los individuos como de los pueblos. ¡No hay paz sin perdón! Lo repito también
en esta circunstancia, teniendo concretamente ante los ojos la crisis que sigue
arreciando en Palestina y en Medio Oriente. No se encontrará una solución a los
graves problemas que aquejan a las poblaciones de aquellas regiones, desde
hace demasiado tiempo, hasta que no se decida superar la lógica de la estricta
justicia para abrirse también a la del perdón.
El cristiano sabe que el amor es el motivo por el cual Dios entra en rela-
ción con el hombre. Es también el amor lo que Él espera como respuesta del
hombre. Por eso el amor es la forma más alta y más noble de relación de los
seres humanos entre sí. El amor debe animar, pues, todos los ámbitos de la
vida humana, extendiéndose igualmente al orden internacional. Sólo una huma-
nidad en la que reine la «civilización del amor» podrá gozar de una paz auténtica
y duradera.
Joannes Paulus II
NOTAS
1
Insegnamenti, V (1967), 620.
2
1968: 1o de enero: Jornada Mundial de la Paz1969: La promoción de los derechos del
hombre, camino hacia la paz1970: Educarse para la paz a través de la reconciliación1971:
Todo hombre es mi hermano1972: Si quieres la paz, trabaja por la justicia1973: La paz es
posible1974: La paz depende también de ti1975: La reconciliación, camino hacia la paz1976:
Las verdaderas armas de la paz1977: Si quieres la paz, defiende la vida1978: No a la violencia,
sí a la paz
3
Siguen los temas de las 25 sucesivas Jornadas Mundiales de la Paz:1979: Para lograr
la paz, educar a la paz1980: La verdad, fuerza de la paz1981: Para servir a la paz, respeta la
libertad1982: La paz, don de Dios confiado a los hombres1983: El diálogo por la paz, una
urgencia para nuestro tiempo1984: La paz nace de un corazón nuevo1985: La paz y los
jóvenes caminan juntos1986: La paz es un valor sin fronteras. Norte-Sur, Este-Oeste: unasola
paz1987: Desarrollo y solidaridad: dos claves para la paz1988: La libertad religiosa, una
condición para la pacífica convivencia1989: Para construir la paz, respeta las minorías1990:
Paz con Dios creador, paz con todas las criaturas1991: Si quieres la paz, respeta la concien-
cia de cada persona1992: Creyentes unidos en la construcción de la paz1993: Si quieres la
paz, sal al encuentro del pobre1994: De la familia nace la paz de la familia humana1995: La
mujer: educadora para la paz1996: Demos a los niños un futuro de paz1997: Ofrece el perdón,
recibe la paz1998: De la justicia de cada uno nace la paz para todos1999: El secreto de la
verdadera paz reside en el respeto de los dere-chos humanos2000: Paz en la tierra a los
hombres que Dios ama2001: Diálogo entre culturas para una civilización del amor y la paz2002:
No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón2003: «Pacem in terris»: una tarea perma-
nente
4
Preámbulo.
5
Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 43: AAS 80 (1988), 575.
6
Discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Nueva York (5 octubre
1995), 14: LOsservatore Romano, ed. semanal en lengua española (13 octubre 1995), p. 9.
7
Benedicto XV, Appello ai Capi dei popoli belligeranti, 1 enero 1917: AAS 9 (1917), 422.
8
N. 4: LOsservatore Romano, ed. semanal en lengua española (17 enero 1997), p. 6.
Si todo esto es la liturgia, con razón el Concilio afirma que toda acción
litúrgica «es acción sagrada por excelencia cuya eficacia, con el mismo título y
en el mismo grado, no iguala ninguna otra acción de la Iglesia» (n. 7). Al mismo
tiempo, el Concilio reconoce que «la sagrada liturgia no agota toda la acción de
la Iglesia» (n. 9). En efecto, la liturgia, por una parte, supone el anuncio del
Evangelio; y, por otra, exige el testimonio cristiano en la historia. El misterio
propuesto en la predicación y en la catequesis, acogido en la fe y celebrado en
la liturgia, debe modelar toda la vida de los creyentes, que están llamados a ser
sus heraldos en el mundo (cf. n. 10).
De la renovación a la profundización
Esa fidelidad obliga en primer lugar a los que, con el oficio episcopal,
tienen «la tarea de ofrecer a la divina Majestad el culto cristiano y de regularlo
según los mandamientos del Señor y las leyes de la Iglesia» (Lumen gentium,
26); en esa tarea debe comprometerse, al mismo tiempo, toda la comunidad
eclesial «según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual»
(Sacrosanctum Concilium, 26).
Desde esta perspectiva, sigue siendo más necesario que nunca incre-
mentar la vida litúrgica en nuestras comunidades, a través de una adecuada
formación de los ministros y de todos los fieles, con vistas a la participación
plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas que recomendó el
Concilio (cf. n. 14; Vicesimus quintus, 15).
8. Por consiguiente, hace falta una pastoral litúrgica marcada por una
plena fidelidad a los nuevos ordines. A través de ellos se ha venido realizando el
renovado interés por la palabra de Dios según la orientación del Concilio, que
pidió una «lectura de la sagrada Escritura más abundante, más variada y más
apropiada» (n. 35). Los nuevos leccionarios, por ejemplo, ofrecen una amplia
selección de pasajes de la Escritura, que constituyen una fuente inagotable a la
que puede y debe acudir el pueblo de Dios. En efecto, no podemos olvidar que
«la Iglesia se edifica y va creciendo por la audición de la palabra de Dios, y las
maravillas que, de muchas maneras, realizó Dios, en otro tiempo, en la historia
de la salvación, se hacen de nuevo presentes de un modo misterioso pero real,
Perspectivas
11. Mirando al futuro, son múltiples los desafíos a los que la liturgia
debe responder. En efecto, a lo largo de estos cuarenta años, la sociedad ha
sufrido cambios profundos, algunos de los cuales ponen fuertemente a prueba el
compromiso eclesial. Tenemos ante nosotros un mundo en el que, incluso en
las regiones de antigua tradición cristiana, los signos del Evangelio se van ate-
nuando. Es tiempo de nueva evangelización. La liturgia se ve interpelada direc-
tamente por este desafío.
12. Ante este anhelo de encuentro con Dios, la liturgia ofrece la res-
puesta más profunda y eficaz. Lo hace especialmente en la Eucaristía, en la
que se nos permite unirnos al sacrificio de Cristo y alimentarnos de su cuerpo y
su sangre. Sin embargo, los pastores deben procurar que el sentido del misterio
penetre en las conciencias, redescubriendo y practicando el arte «mistagógico»,
tan apreciado por los Padres de la Iglesia (cf. Vicesimus quintus, 21). En parti-
cular, deben promover celebraciones dignas, prestando la debida atención a las
diversas clases de personas: niños, jóvenes, adultos, ancianos, discapacitados.
Todos han de sentirse acogidos en nuestras asambleas, de forma que puedan
respirar el clima de la primera comunidad creyente: «Eran asiduos a la enseñan-
za de los Apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones»
(Hch 2, 42).
de manera cada vez más frenética, a menudo aturdida por ruidos y dispersa en
lo efímero, es vital redescubrir el valor del silencio. No es casualidad que, tam-
bién más allá del culto cristiano, se difunden prácticas de meditación que dan
importancia al recogimiento. ¿Por qué no emprender, con audacia pedagógica,
una educación específica en el silencio dentro de las coordenadas propias de la
experiencia cristiana? Debemos tener ante nuestros ojos el ejemplo de Jesús,
el cual «salió de casa y se fue a un lugar desierto, y allí oraba» (Mc 1, 35). La
liturgia, entre sus diversos momentos y signos, no puede descuidar el del silen-
cio.
Conclusión
Joannes Paulus II
Agenda y Avisos
ENERO
FEBRERO
I. IGLESIA DIOCESANA
Obispo de la Diócesis
Pastorales
Señor, ¿qué quieres que hagas. Día del Seminario ....................... 115
Os invito a donar sangre. Carta a los Donantesde Sangre ............. 479
Os deseo una estancia muy grata. Carta a los Turistas ................ 481
La atención Pastoral a los enfermos. Día del Enfermo .................. 483
El Romano Pontífice es el sucesor de Pedro. Día del Papa .......... 651
Homilías
XVII Centenario del martirio de San Ciriaco y Santa Paula .............. 669
Para que sea vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios.
XXV Aniversario elección Juan Pablo II ...................................... 1023
Documentos
Un motivo de alegría. Presentación del libro Imo Pectore ............ 507
SECRETARÍA GENERAL-CANCILLERÍA
Decretos y Comunicados
Ordenes Sagradas
Nombramientos
Enero ................................................................................................ 41
Enero ................................................................................................ 41
Crónica Diocesana
Enero ................................................................................................ 43
Juan N. Zegrí, otro Beato andaluz. Una vida con mucha cruz ... 1070
El Papa se despide con un telegrama del Rey Juan Carlos I ........... 594
ANEXOS:
Juan N.Zegrí, otro beato´ andaluz. Una vida con mucha cruz.
Artículo de Dn. Francisco Parrilla, ............................................. 1070
Carta del Obispo invitando a los actos de la visita de las reliquias ... 897
In pace Christi
Enero ................................................................................................ 53
Nota Pastoral de la CEE sobre el Oriente Medio y Tierra Santa ...... 205
SANTO PADRE
IV. VARIOS
Agenda y avisos