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BOLETÍN

OFICIAL
ECLESIÁSTICO
DE LA DIÓCESIS
DE MÁLAGA

Año 135 Diciembre 2003 nº 12


1274

Director del Boletín Oficial del Obispado:


José Ferrary Ojeda

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[nº12 2003]
1275

ÍNDICE

I. IGLESIA DIOCESANA

OBISPO DE LA DIÓCESIS ...................................................................... 1281

Cartas Pastorales ................................................................................... 1281


"Para dar nueva esperanza a los pobres". Campaña de Manos
Unidas ...................................................................................... 1281

Homilías ................................................................................................. 1283

Misa de Acción de Gracias por la Beatificación de la


Madre Bonifacia ........................................................................ 1455

"Santa María, una verdadera bendición". Vigilia de la Inmaculada .. 1283

Clausura V Centenario de la presencia de las Clarisas en


Vélez-Málaga ............................................................................ 1285

Documentos ........................................................................................... 1289

"Aguardamos la alegre esperanza...". Carta de felicitación con


motivo de la Navidad ................................................................. 1289

"Con transparencia evangélica". Presentación de los Balances de


la Administración Diocesana ..................................................... 1291

SECRETARÍA GENERAL - CANCILLERÍA ............................................... 1293

Decretos y Comunicados ...................................................................... 1293

Decreto de aprobación de los Estatutos de Cáritas Diocesana ...... 1293

[nº12 2003]
1276

Decreto aprobando el sentido pastoral y criterios en la


celebración de las Exequias ..................................................... 1295

Indice del documento ................................................................ 1297

Sentido Pastoral y Criterios sobre la celebración de las


Exequias y la Pastoral Funeraria ......................................... 1299

Bibliografía ................................................................................ 1325

Decreto de Coronación Canónica de Ntra. Sra. de los Dolores,


Titular de la Antigua Cofradía del Stmo. Cristo del Perdón,
de Málaga ................................................................................. 1327

Decreto por el que se erige canónicamente la Fundación Juan


Castelló Requena ...................................................................... 1331

Decreto por el que se nombran a las personas que constituyen el


Patronato de la Fundación Juan Castelló Requena .................... 1333

Decreto por el que se aprueban los Estatutos del Patronato de la


Fundación Juan Castelló Requena ............................................ 1335

Estatutos del Patronato de la Fundación Juan Castelló Requena ... 1337

Decreto por el que se aprueban las Bases para la actualización de


las Reglas o Estatutos de las Hermandades y Cofradías de la
Diócesis de Málaga .................................................................. 1351

Bases para la actualización de las Reglas o Estatutos de las


Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Málaga
(Modelo de Estatutos) ............................................................... 1355

Miembros que integran el Patronato de la Fundación "María


Inmaculada", de Antequera ....................................................... 1411

Órdenes Sagradas ................................................................................. 1413

[nº12 2003]
1277

Nombramientos ..................................................................................... 1415

Nombramientos de Hermandades y Cofradías ................................ 1415

Crónica Diocesana ................................................................................ 1417

Información sobre actividades pastorales ....................................... 1417

Las Hermanitas de Jesús en Málaga. Artículo de Dn. Francisco


Parrilla ...................................................................................... 1435

In pace Christi ......................................................................................... 1443

Semblanza de Dn. Antonio Ruiz Pérez ........................................... 1447

Semblanza de Dn. Juan López Checa ............................................ 1451

ANEXOS

Beatificación de la Madre Bonifacia ......................................... 1453

"Todos los Santos son piedras preciosas del templo espiritual de


la Iglesia". Homilía del Papa en la ceremonia de la
Beatificación, publicada en el Boletín de noviembre .................. 1177

Homilía de Mons. Dorado en la Misa de Acción de Gracias en la


Catedral .................................................................................... 1455

"Bonifacia, un don para la Iglesia". Artículo de Dn. Francisco


Parrilla ...................................................................................... 1459

[nº12 2003]
1278

II. IGLESIA EN ESPAÑA

CONFERENCIA EPISCOPAL ................................................................... 1465

Orientaciones para la atención pastoral de los católicos orientales


en España ................................................................................ 1465

Declaración de la Comisión Episcopal de Liturgia .......................... 1477

IInforme sobre la situación de los cristianos de Tierra Santa .......... 1483

Mensaje de la Comisión Episcopal de Relaciones


Interconfesionales sobre el Octavario de Oración por la Unidad
de los Cristianos ....................................................................... 1486

III. IGLESIA UNIVERSAL

SANTO PADRE ....................................................................................... 1491

Mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo ................................ 1491

Felicitación de la Diócesis de Málaga al Papa con motivo de la


Navidad ..................................................................................... 1497

Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz ................................... 1499

Carta Apostólica en el XL aniversario de la "Sacrosanctum


Concilium" sobre la Sagrada Liturgia ......................................... 1509

IV. VARIOS

AGENDA Y AVISOS ................................................................................ 1519

INDICE GENERAL 2003 ........................................................................... 1523

[nº12 2003]
IGLESIA DIOCESANA
1280

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1281

Obispo de la Diócesis

CARTAS PASTORALES

PARA DAR NUEVA ESPERANZA A LOS POBRES

Pastoral sobre Manos Unidas

En fechas recientes, decía el Papa Juan Pablo II que hoy “se pide a toda
la Iglesia que dé nueva esperanza a los pobres. Para Ella, acogerlos y servirlos
significa acoger y servir a Cristo”, y por consiguiente, “el amor preferencial a los
pobres es una dimensión necesaria del cristiano y del servicio al Evangelio” (IE,
86).

Así lo ha entendido Manos Unidas desde su fundación, en 1960, cuando


un grupo de mujeres de Acción Católica General propuso una manera original y
sencilla de vivir el amor fraterno y el servicio a los empobrecidos. Fueron unos
comienzos muy humildes, pero lo que parecía insignificante como un grano de
mostaza, ha crecido y cobija a miles de voluntarios que colaboran con sus
hermanos más pobres para analizar y erradicar juntos las causas de la pobreza.

La campaña de este año tiene como lema: “El futuro del mundo, compro-
miso de todos”. Mientras que algunos abordan ese futuro mediante sus luchas
ideológicas; otros, con sus protestas; y muchos, a través de sus limosnas,
Manos Unidas intenta asumir lo mejor de cada grupo.

Toma de los primeros la convicción de que la única manera de salir de la


pobreza consiste en detectar las causas que la provocan y erradicarlas. Para
conseguirlo dedica mucho tiempo y abundantes medios a exponer los hechos,
a tomar conciencia de sus causas profundas y a enjuiciar esta situación a la luz

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1282

del Evangelio. Es un trabajo que se realiza a lo largo del año en diversos grupos
cristianos y en los centros de enseñanza que lo aceptan. Esta tarea de estudio
y de reflexión se ha revelado cada vez más importante para el trabajo de los
miles de voluntarios que sostienen Manos Unidas y para inculcar en la concien-
cia de todos los hombres de buena voluntad la situación de injusticia en que
vivimos.

Además, la Iglesia protesta también contra esta situación injusta. Lo hace


el Papa en numerosos discursos y en esos escritos que constituyen la doctrina
social católica; lo hacen las Conferencias Episcopales; lo hacen continuamente
los misioneros; lo hace todo el Pueblo de Dios a través de la denuncia profética.
Aunque parezca un hecho conocido y hasta manido, tenemos que seguir soste-
niendo viva y fuerte la protesta.

Lo más difícil es mantener esta actitud sin rendirse y dar una nueva espe-
ranza a los pobres. Pero la aportación generosa de fondos desde todas las
comunidades cristianas y la realización de muchos proyectos educativos, médi-
cos, agrícolas y sociales por las gentes del lugar en que parecen más necesa-
rios y mejor programados sirve para levantar el ánimo de la persona más escép-
tica.

Por todo ello, invito a la Iglesia diocesana a participar en la presente


campaña de Manos Unidas. Por supuesto, mediante la aportación de la ayuda
económica que pueda buenamente cada uno; pero también, mediante el estudio
serio de la doctrina social de la Iglesia frente a la situación de pobreza que se
vive en el hemisferio sur. Porque juntos podremos conseguir ese clamor impre-
sionante y continuado que impulse a los políticos a mirar de frente y con realis-
mo este problema.

Para que nuestra esperanza tenga solidez, es necesario que hunda sus
raíces en la Eucaristía, ya que sólo ella comunica esa caridad afectiva y prácti-
ca al mismo tiempo que es el alma del apostolado en general y del servicio a los
pobres en particular (cf LG 33).

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga

Málaga, diciembre del año 2003

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1283

HOMILÍAS

«SANTA MARÍA, UNA VERDADERA BENDICIÓN»

Vigilia de la Inmaculada
7 de diciembre de 2003

1 En medio del Adviento, cuando la Liturgia nos habla de esperanza y nos


invita a abrir el corazón a Dios para celebrar la Navidad, la Iglesia nos pre-
senta la persona de la Santísima Virgen. Y nos la presenta en el misterio de su
Inmaculada Concepción para recordarnos que María fue concebida libre de pe-
cado y de sus consecuencias, en previsión de los méritos de Cristo. Esto quiere
decir que el Espíritu Santo habitó en su corazón y con el fuego de su amor
ardiente la convirtió en esa mujer de la que afirma el Concilio que es el mejor
ejemplo de cristiana, la criatura más lograda, una verdadera bendición de Dios
para los hombres y mujeres de todos los tiempos. La Virgen María es lo más
puro y más humano que ha crecido sobre la tierra, lo más sano, admirable y
misericordioso que hay en la Iglesia de Dios.

2 Vivimos en un mundo en el que la fe se ve zarandeada, en el que se preten-


de acallar a toda costa el nombre mismo de Dios y en el que no es fácil
mantener viva la esperanza. Los jóvenes, sobre todo, os habéis convertido en un
mercado fácil y rentable y se os ofrece la felicidad a bajo precio. Una felicidad
efímera, que se compra con euros y que empieza y termina en esta tierra.
Muchos de vuestros compañeros se dejan seducir y caen en las redes del alchohol,
de la droga, del consumo y del sexo fácil, que destruyen la dimensión más
profunda de la persona.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1284

En medio de esta existencia un tanto convulsa, como corresponde a


esos años de búsqueda que constituyen la juventud, la Iglesia os propone el
modelo de María, de la pequeña María, radiante de vida y de juventud. Y lo
primero que nos dice es que fue una mujer de Dios.

A lo largo de su vida sencilla, al contacto con la Palabra de Dios, con los


Salmos y con esos momentos de contemplación que caracterizan a los jóvenes
creyentes, descubrió el amor de Dios, su entrañable cercanía, la belleza subli-
me de su bondad y la grandeza apasionante de ese proceso interior que es el
desarrollo de una fe viva. Por eso, en un mundo como el suyo, que estaba a
punto de perder toda esperanza, supo oír la voz de Dios, descubrió su presencia
salvadora y se sintió inundada de alegría. “Proclama mi alma la grandeza del
Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador. El Poderoso ha hecho obras
grandes en mí...”.

3 Esa presencia de Dios, lejos de ser un obstáculo para el desarrollo de su


ser, fue el acicate que la llevó a descubrir lo mejor de sí misma. Sus actitu-
des de servicio y de amor a todos tienen su fuente oculta y misteriosa en el
Espíritu Santo. Ese Espíritu que se nos ha dado en el Bautismo y que nos
alimenta en la Eucaristía cada domingo. Habitada por Dios, su existencia se
convirtió en un verdadero milagro. Las pocas escenas del Evangelio en que
aparece nos la muestran en actitud solidaria con personas que necesitan ayu-
da. Su capacidad de acercarse a los demás, su iniciativa para alentar a los
débiles, su admirable firmeza junto a la Cruz de su Hijo, y su serena esperanza
entre los apóstoles desconcertados por la marcha de Jesús, vienen de la misma
fuente: del Espíritu de Dios.

Porque abrió su corazón a Dios y se dejó transformar por el fuego de su


amor, miles de personas repetimos cada día que “es bendita entre todas las
mujeres”, que es una bendición para cuantos la hemos conocido y la tratamos.
Ella nos muestra a Jesús y nos dice como a los servidores de las bodas de
Caná: “Haced lo que El os diga”. Como si nos dijera: abrid vuestro corazón al
Espíritu de Dios, porque El os ayudará a descubrir lo mejor que hay en cada uno
de vosotros, y a que, tras las huellas de María, os convirtáis en una verdadera
bendición para nuestro mundo.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1285

CLAUSURA DEL V CENTENARIO DE LA PRESENCIA DE


LAS CLARISAS EN VÉLEZ-MÁLAGA

13 de diciembre de 2003

1 Saludos y reconocimiento.

Celebramos la Eucaristía en el Tercer Domingo de Adviento. En ella hace-


mos memoria agradecida de lo mucho vivido en estos meses en los que la
Comunidad de Clarisas, junto al Ayuntamiento, Sacerdotes, y amigos han ac-
tualizado acerca de lo que ha supuesto la presencia durante cinco siglos del
Convento “Las Claras”, en beneficio de los cristianos y de toda la sociedad y
comarca de la Axarquía y lo que debe representar en el futuro inmediato.

Unidos damos gracias a Dios porque a través de quinientos años las


Clarisas han sido buenas hermanas de todos, sin distinción. El ser humano,
que sueña con ámbitos universales y llenos de actitudes de servicio y de gestos
de compartir, con frecuencia se repliega y busca sólo sus propios bienes y
hace del amigo, enemigo, al prójimo lo percibe como ser distante, al compañe-
ro como alguien con quien competir y a quien vencer.

El espíritu del Evangelio que de forma tan simple y tan profunda vivieron
San Francisco y Santa Clara, es llamada a la fraternidad por encima de cual-
quier división de raza, de clase, de ideología.

Ha sido un bien para Vélez-Málaga la presencia de Las Claras porque


contemplar el convento ha sido durante siglos llamada a la fraternidad. Cuando
se ha olvidado o no hemos querido acoger el mensaje evangélico de que somos
hermanos, hemos promovido discordias entre unos y otros y en demasiadas
ocasiones la violencia.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1286

En segundo lugar, el espíritu franciscano es convocatoria fuerte a la po-


breza que facilita, como dice una de las oraciones litúrgicas de este tiempo, “
sopesar los bienes de la tierra, amando intensamente los del cielo”. Cuántas
ambiciones y egoísmos no quedarían resueltos si tuviésemos espíritu de pobre
y cuántas pobrezas no queridas por Dios, como son el hambre, la falta de cultu-
ra, la falta de vivienda, la desigualdad entre unos y otros, dejarían de existir si
compartiéramos mejor lo que tenemos, poco o mucho.

Como nos dice el Evangelio de este domingo, al proclamar la predicación


de Juan el Bautista “el que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no
tiene; y el que tenga comida que haga lo mismo”.

En tercer lugar, el espíritu de San Francisco y de Santa Clara nos ha


ayudado siempre a descubrir el rostro paterno de Dios. Desposeído de la heren-
cia por su padre, Francisco de Asís rezó en verdad la oración de Jesús, el Padre
Nuestro que estás en el cielo.

En este mundo secularizado los creyentes cristianos debemos mirar a


Dios con confianza de hijos y vivir confiadamente en un Dios que nos ama, nos
hace santos, nos promete el cielo. En un Dios que habita dentro de cada uno y
al que debemos amar con todas nuestras fuerzas.

Este sentido de trascendencia es lo que han manifestado las Clarisas


cuando, además del trabajo para sobrevivir, rezan desde el amanecer por noso-
tros y adoran a Dios Padre “en espíritu y en verdad”. Cuando Vélez-Málaga aún
duerme, las Hermanas Clarisas, a primera hora de la mañana, con sus oracio-
nes y sus cantos expresan la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y a última
hora del día, cuando la noche ha caído sobre esta ciudad, la alabanza a Dios
resuena de nuevo en el templo.

Es que la Comunidad es a manera de palabra fuerte que dice a todos, sin


cansancio, que hay Dios, que está presente en nuestra vida, que nos quiere
con amor de padre.

Así han vivido tantas generaciones de seguidoras de Francisco de Asís y


de Clara, es lo que hoy viven y lo que quieren continuar viviendo aquí y en el
futuro convento que espero bendecir pronto. Para ello pedimos a Dios suscite

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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vocaciones entre la juventud que siempre ha sido capaz de entusiasmarse con


las más exigentes utopías, con el seguimiento radical de Jesucristo.

2 “El Señor está cerca” .

Es el mensaje de este tercer domingo de Adviento, cuando nos acerca-


mos a la celebración de las solemnidades de Navidad, Epifanía y Bautismo de
Jesús.

Las ciudades y los pueblos se engalanan y ofrecen iluminación especial.


En los templos, en los paseos, en comercios y casas particulares se coloca el
Belén, que fue iniciado por San Francisco de Asís. Niños y mayores percibimos
especial emoción ante las imágenes de la familia de José, María y Jesús, el
Niño-Dios.

“El Señor está cerca”, porque Dios siempre está muy junto a nosotros.
Porque en la Encarnación y en su Nacimiento en Belén se ha hecho uno de
nosotros.

Y porque “está cerca”, nuestra vida debe ser testimonio de alegría y de


paz. San Pablo nos ha dicho en la segunda lectura: “Estad siempre alegres en
el Señor... porque está cerca”.

Nuestra vida cristiana debe tener el sabor de la alegría y de la paz, aun en


medio de las dificultades propias de la existencia.

Es esa alegría evangélica íntima y sencilla de la cual estuvieron tan llenos


San Francisco y Santa Clara.

Interiormente nos debemos preparar a las fiestas cercanas, este año aquí
en Vélez-Málaga animados por el recuerdo de la vida de los santos iniciadores
del carisma que viven las Clarisas.

Qué buena preparación si mucho o algo del espíritu franciscano lo acoge-


mos y nos ayuda a cambiar la vida. Entonces la celebración del quinto centena-
rio que hoy clausuramos sería motivo de conversión y de impulso de nuestra
vida cristiana.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


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Vosotras, queridas continuadoras de Santa Clara, que con tanto esfuerzo


habéis vivido la celebración del V Centenario de vuestra llegada a Vélez-Málaga,
también debéis dar gracias a Dios porque habéis comprobado cómo os quiere
esta ciudad. Desde el Excmo. Sr. Alcalde y el Ayuntamiento, los sacerdotes,
los Franciscanos, las asociaciones y grupos de fieles, y, en general, tantos
vecinos que se han acercado a vosotras y han participado en los actos progra-
mados y por lo que deseo felicitaros tanto a vosotras como a la Comisión del V
Centenario.

A vosotras os recuerdo las palabras de Juan Pablo II dirigidas reciente-


mente a los Franciscanos Capuchinos:

“El término de la “minoridad” abarca, además de otros aspectos


significativos del carisma, la misma pobreza. El valor de la minori-
dad os hace cercanos y solidarios con la gente humilde y sencilla,
y hace de vuestras comunidades un punto de referencia cordial y
accesible para los pobres y para los que buscan sinceramente a
Dios.”

“La minoridad supone un corazón libre, desprendido, humilde, manso,


y sencillo, como Jesús nos propuso y San Francisco vivió; requiere
una renuncia total a sí mismos y una plena disponibilidad a Dios y
a los hermanos”.

Es mi deseo para vuestra Comunidad porque estoy seguro que la fideli-


dad al espíritu recibido de vuestros fundadores, será un gran beneficio para la
Iglesia diocesana, para todos nosotros.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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DOCUMENTOS

«AGUARDAMOS LA ALEGRE ESPERANZA...»

Carta de Navidad del año 2003

Queridos sacerdotes, religiosos y religiosas y miembros todos del Pue-


blo de Dios que formáis parte de la Iglesia de Málaga o pasáis estos días con
nosotros:

En mi condición de Obispo y de hermano en la fe, deseo compartir con


todos la alegría y la acción de gracias a Dios Padre por la próxima celebración
del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Con palabras de la Liturgia, recor-
damos y festejamos que “la Virgen da a luz al Eterno”, pues “el Creador del
género humano, tomando cuerpo y alma, nace de una virgen, y hecho hombre
sin concurso de varón, nos da parte en su divinidad”.

Es la verdad central de nuestra fe, que la mayoría de nosotros conoce-


mos desde niños. Por ello, corremos el riesgo de que apenas logre atraer nues-
tra atención y centrar nuestro espíritu. Y si no dedicamos tiempo y esfuerzo
suficientes a contemplar con la mente y el corazón el significado de este acon-
tecimiento desconcertante, es posible que estas fechas terminen por convertir-
se también para nosotros en unas simples vacaciones de invierno. Pero estoy
firmemente convencido que van a ser una nueva oportunidad de adentrarnos en
el Misterio de la venida del Hijo de Dios para habitar con nosotros, y de ayudar
a nuestras comunidades a que reaviven esta fe.

Para que las celebraciones litúrgicas de estos días lleguen al corazón de


cada uno de nosotros, es necesario que escuchemos la voz de San Juan Bau-
tista, que nos llama a la conversión y que nos preguntemos cada uno: ¿Y yo,
qué tengo que hacer? Por lo pronto, es una ocasión espléndida para hacer

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1290

examen de conciencia y pedir perdón de los pecados. Recientemente, en un


escrito del Papa Juan Pablo II sobre el ser y la misión del Obispo, nos recomen-
daba “anunciar el misterio insondable de la misericordia que Dios nos ha prodi-
gado en la Cruz y en la Resurrección de su Hijo, Jesucristo, y en la efusión del
Espíritu, para la remisión de los pecados”, y nos instaba a “dirigir una invitación
(...) a la conversión y a la penitencia”.

Por otra parte, la celebración de la Navidad puede convertirse en ocasión


propicia para una catequesis familiar en torno a las figuras del Pesebre, y para
intensificar o iniciar la oración en el hogar. La presencia de los signos religiosos
que nos identifican puede dar pie, además, a proclamar la fe en Jesucristo a los
que se alejaron de la Iglesia y a los amigos que nos visitan estos días.

Os deseo a todos una celebración sencilla y alegre de Navidad. Pero no


olvidéis que la alegría más profunda brota del encuentro con Dios, que se ha
hecho hombre por nosotros, y que nos libera para amar con obras y con pala-
bras. Él os ayudará a acrecentar ese amor que la mayoría de vosotros sabéis
desarrollar mediante la entrega generosa en la familia, en el trabajo, en las
relaciones ciudadanas y en el servicio abnegado a los más pobres. ¡Feliz Navi-
dad, “porque aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa de nuestro
Salvador”!

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1291

«CON TRANSPARENCIA EVANGÉLICA»

Presentación de los Balances de la Administración Diocesana

Cada año por estas fechas, nuestra Diócesis presenta el balance econó-
mico del ejercicio anterior. Es conveniente que los consejos económicos y
pastorales de todas las parroquias lo estudien con detención y busquen canales
para que esta información llegue al Pueblo de Dios, pues, al conocer también
este aspecto de la Iglesia Local, aprenderá a valorar más lo que se hace y
descubrirá la importancia de su colaboración.

La misión evangelizadora requiere los medios más adecuados a nuestra


situación concreta. Los templos y su mantenimiento, los locales en que se
imparten las catequesis a todos los niveles y su equipamiento adecuado, la
preparación y el sostenimiento de las personas que se dedican a las tareas
apostólicas de manera exclusiva, las ayudas que se envían a las misiones y la
atención a los necesitados constituyen, como podéis constatar, importantes
capítulos de gastos.

En cuanto a los ingresos, observaréis que proceden en un porcentaje alto


de la contribución de los fieles. Y este dato, que es motivo de orgullo y gratitud
por una parte, supone, por otra, una dificultad a la hora de confeccionar los
presupuestos siguientes. Porque dependemos, en medida muy importante, de
las aportaciones voluntarias. En su condición de tales, están sometidas a osci-
laciones que no es posible prever y exigen ser muy cautos para no meternos en
gastos a los que tal vez no podamos hacer frente.

Este año, por ejemplo, como podéis constatar, los ingresos han descen-
dido algo, y por el mismo motivo han descendido los gastos. Es verdad que
nuestras comunidades son pobres y, siguiendo la práctica de San Pablo, están
acostumbradas a vivir con algún desahogo y con pobreza (cf Fl 4, 12), pero

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1292

resulta francamente doloroso que haya actividades pastorales que no se pueden


realizar por falta de medios; o parroquias que no disponen de los equipamientos
mínimos. En todo caso, espero y deseo que este descenso no sea debido a
falta de generosidad de los fieles ni a la despreocupación por parte de las perso-
nas responsables de la economía diocesana en sus diversos niveles.

Hoy, al mismo tiempo que os invito a analizar con rigor los datos econó-
micos de nuestra Diócesis, os recomiendo un esfuerzo lleno de imaginación
para que aumenten los ingresos fijos. Pienso que el primer paso para conseguir-
lo consiste en informar a nuestras comunidades. Además, hay que motivarles
para que aumenten las cuotas. Conociendo la enorme generosidad de nuestras
gentes, me pregunto si hemos sabido transmitir la inquietud por este asunto.
Porque la comunión eclesial, que es uno de los objetivos de nuestro Proyecto
Pastoral vigente, tiene que reflejarse con realismo también en el campo de la
comunicación económica.

El Plan Director de financiación de la Diócesis es un buen ejemplo de


adaptación a las circunstancias de la sociedad moderna, pero quizá no hemos
conseguido todavía darlo a conocer con suficiente claridad. Para que cada miembro
del Pueblo de Dios lo conozca y reflexione en las palabras de San Pablo, cuan-
do decía a los cristianos de Corinto que el que dé, procure hacerlo con alegría y
sin olvidar que “el que siembra escasamente, escasamente cosecha; y el que
siembra a manos llenas, a manos llenas cosecha” (2Co 9, 6-7).

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga

Málaga, diciembre de 2003.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1293

Secretaría General - Cancillería

DECRETOS Y COMUNICADOS

DECRETO DE APROBACIÓN DE
LOS ESTATUTOS DE CÁRITAS DIOCESANA

ANTONIO DORADO SOTO


por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica
OBISPO DE MÁLAGA

La Iglesia, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, "existe para


evangelizar...Evangelizar, constituye la vocación propia de la Iglesia, su identi-
dad más profunda" (EN 14). De ahí, que desde sus orígenes, haya evangelizado
organizando la misión de enseñar, la liturgia como celebración de la salvación
ya iniciada, y el servicio a los pobres. Mediante estas tres acciones se edifica la
Iglesia, "comunidad de fe, liturgia y amor" (cf., AG 19). La opción preferencial por
los pobres es, con palabras de Juan Pablo II, "una forma especial de primacía
en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición
de la Iglesia" (SRS 42).

El compromiso personal de servicio a los pobres, que está llamado a


realizar todo cristiano solo se comprende, y adquiere sentido pleno, si se inscri-
be y sitúa al interior y como parte del compromiso de toda la comunidad eclesial.
Una acción caritativa y social dificilmente será un signo eficaz de comunión e
identidad eclesial si no aparece como una acción comunitaria y coordinada.
Mediante sus instituciones socio caritativas la Iglesia se hace visible y eficaz,

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1294

con gestos concretos de solidaridad hacia los más desfavorecidos y luchando


contra las causas de la injusticia, el amor preferencial de Dios por los pobres, tal
y como se ha manifestado en Jesucristo y hoy se realiza a través de su cuerpo,
que es la Iglesia.

Así pues, Cáritas hunde sus raices, y encuentra su razón de ser en el


mismo Misterio de la Iglesia Sacramento Universal de Salvación. Su identidad y
tarea es hacer visible el amor preferencial de Jesús por lo pobres; alentar y
encauzar este amor en su comunidad, haciendo que sea lo más eficaz posible
al servicio de los que tienen menos; es visibilizar una dimensión de la tarea
evengelizadora de la Iglesia.

Para facilitar esta labor tan fundamental en la Iglesia, por el presente


DECRETO aprobamos los ESTATUTOS DE CÁRITAS DIOCESANA, que a con-
tinuación se transcriben. Dichos Estatutos entrarán en vigor el próximo día uno
de enero de dos mil cuatro, Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.

Dado en Málaga, a cuatro de diciembre de dos mil tres.

Por mandato del Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo


El Secretario General-Canciller
José Manuel Ferrary Ojeda

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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DECRETO APROBANDO
EL SENTIDO PASTORAL Y CRITERIOS
SOBRE LA CELEBRACIÓN DE LAS EXEQUIAS Y
LA PASTORAL FUNERARIA

ANTONIO DORADO SOTO


por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica
OBISPO DE MÁLAGA

Dado que la Liturgia exequial es para muchos una ocasión para percibir la
fe y la esperanza de la Iglesia en Jesucristo, debe considerarse de gran impor-
tancia dedicar el máximo esfuerzo a que las celebraciones de las exequias
muestren toda la riqueza en ellas contenida y sirvan adecuadamente a su propia
finalidad.

Las exequias deben ser motivo de evangelización, anuncio explícito de


Cristo muerto y resucitado por nosotros y de nuestra inserción en él por la fe y
el bautismo, en lo que se fundamente la esperanza de la resurrección y la vida
eterna, que de forma clara tiene que ser anunciada en cada entierro cristiano.
De ahí que la Iglesia, en las exequias, no pretende tan solo orar por el hermano
difunto, sino que quiere además llevar un mensaje de consuelo y esperanza a la
familia y amigos que lloran a su ser querido.

Con el ánimo de favorecer un mejor servicio pastoral en estas circunstan-


cias y recogiendo el ámplio sentir que expresaba la necesidad de unificación de
criterios y, por tanto la conveniencia de elaborar unos únicos criterios de actua-
ción en torno a la pastoral funeraria, tanatorios y cementerios, una vez consulta-
do el Consejo de Presbiterio, por medio del presente decreto, APRUEBO el
documento “Sentido Pastoral y Criterios sobre la celebración de las exe-
quias y la Pastoral funeraria” en el que se contienen los criterios diocesanos

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en torno a la celebración de las exequias, que entrarán en vigor el día uno de


enero de dos mil cuatro.

Dado en Málaga, a uno de diciembre de dos mil tres.

Por mandato del Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo


El Secretario General-Canciller
José Ferrary Ojeda

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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SENTIDO PASTORAL Y CRITERIOS


EN LA CELEBRACIÓN DE LAS EXEQUIAS

INDICE

I. PRINCIPIOS TEOLÓGICOS Y LITÚRGICOS


1. Introducción
1.1 La tradición bíblica y la tradición cristiana
1.2 Sentido Pascual de la muerte y de las exequias
1.3 Sentido penitencial de la muerte
2. El hecho de la muerte y la sociedad actual.
3. El espíritu de la Iglesia ante la muerte
3.1 Fe en el más allá
3.2 Dimensión evangelizadora
3.3 Importancia y riqueza de la liturgia
4. Sentido Pascual de las exequias cristianas.

II. ORIENTACIONES PASTORALES


1. Directrices diocesanas en torno a las exequias
1.1. Criterios Diocesanos
1.1.1 Iglesia Parroquial
1.1.2. Capilla privada u Oratorio
1.1.3. Iglesias no parroquiales
1.1.4. Capillas en cementerios y tanatorios
1.1.5. En caso de incineración

III. ANEXOS
1. Requisitos canónicos sobre las exequias en casos especiales
2. Notas sobre aranceles y estipendios
2.1. Fundamentos
2.2. Fijación de la cuantía y estipendios
2.3. Gestión de aranceles
3. Decreto sobre Columbarios

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4. Disposiciones del Código de Derecho Canónico


4.1. De los rectores de Iglesias (cans. 556. 558-560)
4.2. De las exequias eclesiásticas (cans. 1176-1182)
4.3. De aquellos a quienes se ha de conceder o denegar las
exequias eclesiásticas (cans. 1183-1185).
4.4. De los Oratorios o Capillas privadas (cans. 1223-1229)
4.5. De los Cementerios (cans. 1240-1243)

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SENTIDO PASTORAL Y CRITERIOS


SOBRE LA CELEBRACIÓN
DE LAS EXEQUIAS Y LA PASTORAL FUNERARIA

I. PRINCIPIOS TEOLÓGICOS Y LITÚRGICOS

1. Introducción.

1.1. La tradición bíblica y la tradición cristiana

En el Antiguo Testamento, los fieles israelitas llevados por su sentido


religioso, y alimentado éste por la Palabra divina, se preocupaban mucho de
rodear en amor y respeto los cuerpos de los difuntos. Ante todo se les cubría de
expresiones externas de duelo y tristeza por su muerte, como las lamentacio-
nes y los llantos, pareciendo a todos que llorar por los difuntos era una manera
afectuosa de honrarlos1.

Los israelitas consideraban un deber sagrado dar sepultura a los muertos


y miraban como una desgracia y un deshonor que un cuerpo humano permane-
ciera insepulto2, incluso enterrar a quienes no tenían a nadie que les prestara
este servicio es elogiado, en el libro de Tobías, como un obra excelente de
misericordia, meritoria delante de los ojos de Dios, que recompensó a este
santo israelita con la devolución de la vista por haber practicado esta obra de
caridad3.

Este cuidado israelita por los difuntos y estas señales de respeto y afec-
to tributadas a ellos, pasaron a la praxis y tradición cristiana, la cual nunca
olvidó. Los cristianos de la primitiva comunidad no dejaron -afirma el libro de los
Hechos-4 de hacer un gran duelo por el primer mártir, San Esteban, y de darle
conveniente sepultura.

Subsisten, aún hoy en Roma y en otros lugares, las catacumbas donde


el cristianismo, al enterrar a sus difuntos, pudo dar expresiones, incluso artísti-
cas, de su propia fe y esperanza. Más tarde se crearán los cementerios al aire

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1300

libre o se dispondrán los enterramientos dentro de las propias iglesias en donde,


entre nosotros, fueron sepultados la mayoría de los fieles.

Desde el principio, la Iglesia ha rodeado la muerte de ritos y expresiones


de su propia fe y esperanza, y tantos como siglos tiene nuestra comunidad
cristiana son los que entre nosotros el entierro es un acto religioso y las tumbas
de los fieles, junto con las iglesias, se bendicen y se consideran lugar sagrado.

1.2. Sentido Pascual de la muerte y de las exequias.

El Señor Jesús, asumiendo la muerte como sacrificio redentor y resuci-


tando de entre los muertos al tercer día como primicia de los que duermen5, abre
la esperanza de la vida eterna a los hombres, señala como roto el aguijón de la
muerte6 y estimula el quehacer humano diciéndonos de sí mismo que él es la
Resurrección y la vida, y que aquél que crea en Él no morirá para siempre 7.

Los cristianos, sin dejar de llorar ante la muerte, porque sienten el dolor
de la separación de los seres queridos, no lloran como los que no tienen espe-
ranza, en expresión del Apóstol 8.

Su muerte está, pues, impregnada de sentido pascual, y la comunidad


cristiana que entierra a un hermano creyente no le dice “adiós” sino “hasta lue-
go”, porque en la casa del Padre, adonde Jesús ha prometido llevarnos9, nos
volveremos a encontrar: La muerte, para el creyente, es encuentro con Jesús
que viene a por nosotros para que estemos donde él mismo está10.

El Concilio Vaticano II, a fin de que este sentido pascual se pusiera bien
de manifiesto, en el rito de las exequias11, instó a que, en medio de un mundo
materialista, nosotros demos clara razón de nuestra esperanza. El cirio pascual,
encendido junto al cadáver de un cristiano, es un signo material de esta espe-
ranza pascual, con que la Iglesia le confía a la misericordia divina12 en la convic-
ción de que todo el hombre, alma y cuerpo formando una unidad vital, es objeto
de la salvación13.

1.3. Sentido Penitencial de la muerte.

Pero, conviene recordar que, desde hace muchos siglos, las exequias
cristianas tienen también un sentido penitencial, ya que la relación entre el

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1301

pecado y la muerte es muy estrecha, puesto que ésta aparece como conse-
cuencia del pecado.

Y, así, la muerte no la sufrimos como una mera condena, sino como


condena y liberación porque a través de ella no llegamos sino a la casa del
Padre, al encuentro con Cristo14, motivo por el cual el Apóstol afirmaría que él
deseaba ser liberado, para estar con Cristo.15

“Vivo sin vivir en mí / y tan alta vida espero / que muero porque no muero”,
nos dirá Santa Teresa de Jesús, en una bella definición del sentimiento que ha
de surgir ante el inminente, pero no realizado, encuentro con el Padre. La Iglesia
reserva las vestiduras blancas y rojas para las fiestas de los santos y mártires,
pero usa el color morado, color de penitencia y recogimiento16, para las exe-
quias de los fieles difuntos y reza insistentemente en ellas para que Dios los
libre de sus pecados.

2. El hecho de la muerte y la sociedad actual.

El fallecimiento de una persona es acontecimiento ineludible y repetido,


que, sin embargo, la sociedad actual tiende a silenciar y marginar. En medio de
una sociedad donde se destacan los valores del disfrute personal, no es extraño
que se intente ignorar o vivir con la mayor brevedad todo lo que supone dolor,
sufrimiento y, por supuesto, la misma muerte. Las campañas en favor de la
eutanasia son un ejemplo de lo indicado.

El proceso de secularismo que vive el mundo occidental, en el que esta-


mos inmersos, y que tiene muchas expresiones, también se manifiesta en la
pérdida del sentido cristiano que acompaña el momento de la muerte.

Pero, entre nosotros, este fenómeno aún no ha llegado a ser vivido, inclu-
so en las mismas ciudades, salvo excepciones. El creyente y el no creyente,
con distinto sentido, viven con especial intensidad el hecho de la muerte del ser
querido o simplemente conocido, que se presenta de formas muy diversas y en
todas las edades.

Otro dato a tener en cuenta es que nos encontramos con diversas actitu-
des tanto en los últimos tiempos de vida del fallecido como de sus familiares:

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


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Desde la aceptación en fe hasta la desesperación, situaciones que la comuni-


dad cristiana y, muy en especial los sacerdotes con responsabilidades
parroquiales y capellanes de los cementerios, deben respetar y acoger. Es el
difícil sentido de la fe y la casi imposible evaluación de la fe de los otros.

Para todos es difícil la repetición de las celebraciones exequiales cuando


la relación con las familias se producen, principalmente, a través de las compa-
ñías de seguros: El desconocimiento de la familia, por supuesto del difunto,
incluso el hecho de tener enmarcada la celebración en un tiempo muy determi-
nado por la gerencia del cementerio, en ambiente afectivo indiferente y en oca-
siones distante, hace sufrir a todos; familiares, párroco o capellán.

Las mismas oraciones del Ritual de Exequias y las moniciones, suponen


a veces un contexto distinto al que nos encontramos.

Todo ello nos lleva a valorar el esfuerzo que debemos hacer para intentar
relacionarnos con los dolientes antes de la celebración de las exequias y la
importancia de la atención de los enfermos. Enfermos y familia si han tenido una
relación previa con el sacerdote, tienen muy distinta predisposición en el mo-
mento de las celebraciones exequiales.

En todo caso, es experiencia común que las exequias son momentos de


especial sensibilidad para los dolientes y las amistades más cercanas, que
deben ser vividas por nosotros y por los agentes de pastoral que tienen alguna
relación con la familia el fallecido, con especial sensibilidad y tacto pastoral.

3. El espíritu de la Iglesia ante la muerte.

Lo principal es que los creyentes debemos vivir el fallecimiento de las


personas y el requerimiento de las exequias, con convencimientos personales
que se deben manifestar con claridad.

3.1. Fe en el más allá.

Como escribe Mons. Tena: ... “para la fe de la Iglesia, no todo acaba con
la muerte y la sepultura para el hombre. Más allá de estas realidades evidentes,

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1303

existe una permanencia y una promesa: un real más allá y una promesa de
resurrección de la totalidad de la persona que despedimos. Esto da a la Iglesia
una inconmovible esperanza a pesar de su indiscutible tristeza: las manos de
Dios son lugar más seguro que las realidades del tiempo presente”17 .

Para el cristiano, la muerte es el final de la vida terrena, pero esta muerte


ha sido vencida por la resurrección de Jesucristo. “Para mí la vida es Cristo y
una ganancia el morir”18 . Desde los primeros tiempos del cristianismo, la confe-
sión en la resurrección de los muertos pertenece al núcleo fundamental de la fe
cristiana. Tertuliano lo precisa con esa afirmación: “La esperanza de los cristia-
nos es la resurrección de los muertos; todo lo que somos, lo somos creyendo
en ella”.

Y porque somos personas de fe y amamos al que ha fallecido y a su


familia, este sentido lo deseamos transmitir, ofrecer, desde el momento en el
que alguna persona de la familia nos comunica la noticia y nos pide los servicios
litúrgicos de las exequias.

Y aquí nos encontramos con una dificultad en muchas ocasiones insalva-


ble. La mediación de las compañías de seguros. Depende mucho de la amistad
con los agentes de las aseguradoras, de nuestra relación con ellas y de la
contemplación del hecho en ciudades o en pueblos.

3.2 Dimensión evangelizadora.

Las exequias son momento de especial posibilidad evangelizadora. El


Ritual señala a este propósito: “Los funerales cristianos, además de ser cele-
bración de un misterio, contienen importantes elementos catequéticos, sobre
todo a través de las lecturas bíblicas y de la predicación homilética. Procuren
los responsables de armonizar las exhortaciones, dadas con motivo de las exe-
quias, con la predicación y la catequesis sobre el sentido de la muerte, imparti-
das en otras ocasiones”19.

No hay realidad humana que sea neutra para la predicación del Evange-
lio. Las exequias son formalmente evangelización, anuncio explícito de Cristo
muerto y resucitado por nosotros y de nuestra inserción en él por la fe y el

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1304

bautismo, en lo que se fundamente la esperanza de la resurrección y la vida


eterna, que de forma clara e inequívoca tiene que ser anunciada en cada entierro
cristiano.

No debemos olvidar al respecto que el artículo final del credo “creo en la


resurrección de los muertos”, deriva estrictamente del primero “Creo en Dios
Padre, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible”. Por lo
mismo no nos debe desalentar que ante la muerte haya quienes, como le suce-
dió a san Pablo en el Areópago ateniense20, nos miren con desdén por expresar
esta espera. La muerte, que es un momento de especial pobreza, es circuns-
tancia especial que la debemos privilegiar como lugar catequético.

Destacamos las siguientes palabras del Ritual: “Los responsables de la


celebración litúrgica son ministros del Evangelio para todos... La predicación ha
de hacerse de tal modo que, al ofrecerles el amor santo de la santa madre
Iglesia y el consuelo de la fe cristiana, alivien a los presentes”.

3.3 Importancia y riqueza de la liturgia.

Tanto si se celebra en el templo parroquial como en la capilla de los


tanatorios, las exequias deben configurarse de tal manera que los cristianos
practicantes encuentren consuelo en su dolor e, incluso, aquellos otros bautiza-
dos que, posiblemente, se han alejado de la asidua y habitual participación, en
la plegaria de la fe hallarán, en más de una ocasión, motivos de reflexión y
acicate para un saludable despertar espiritual.

Es importante que se destaque el servicio de la Iglesia que no sólo con-


suela a los presentes sino que intercede por el difunto, ruega por él y le acompa-
ña y recomienda a Dios.

Nos debemos esforzar en poner de relieve la misericordia de Dios y el


misterio de la pascua como modelo perfecto y definitivo que llena la oscuridad
del más allá de la misma manera que llena la fe de la Iglesia que aún peregrina.

Como indica el Ritual de Exequias: “Los funerales cristianos, además de


ser celebración de un misterio, contienen elementos catequéticos, sobre todo a
través de las lecturas bíblicas y de la predicación homilética”21.

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4. Sentido Pascual de las exequias cristianas.

Todo aquél que no ha manifestado expresamente que su decisión es de


separación explícita de la fe de la Iglesia, más aún, de rechazo total de que se
celebren exequias, tiene derecho a que la Iglesia le acompañe con sus oracio-
nes y celebraciones en el momento de su fallecimiento.

En cada celebración de las exequias cristianas, la Iglesia afirma su fe y


su esperanza en la resurrección, la fe en la victoria pascual de Jesucristo y su
gloriosa resurrección de entre los muertos.

Necesita, Dios así lo que querido, la oración de la Iglesia, la celebración


de las Exequias. Por tanto, la Iglesia tiene que intentar responder a este dere-
cho como la madre atiende las necesidades de los hijos.

Y esto supone que, antes que intentar resolver las concretas dificultades
acerca del lugar y hora de las exequias, nuestra valoración ha de ser aquello que
cristianamente rodea a la muerte, nuestra cercanía a los familiares, la fuerza
evangelizadora del momento, especialmente en la celebración, así sea de la
Palabra o de la Eucaristía y el servicio que le es debido a un miembro de la
Iglesia que en su día se incorporó a Jesucristo por el bautismo.

No hay que olvidar que la muerte de un ser querido supone un cambio


radical en la vida de los familiares más próximos, lo cual conlleva una innegable
repercusión social: a través de todo lo que supone el misterio de la muerte, se
suele estrechar el contacto con la sociedad y se experimenta cierta protección
con la compañía de los familiares y amigos más cercanos, de aquellos que se
hacen presentes en esos momentos.

La muerte produce una amplia gama de sentimientos que pueden ir des-


de la sensación de liberación, hasta el descanso; pero también provoca senti-
mientos de tristeza y de dolor, o bien produce una sensación de crisis, a veces,
difícil de superar.

Es en este contexto en donde ha de enmarcarse la esperanza que brota


del Misterio Pascual de Cristo. Gracias a él, se disipan las oscuridades y se va
adquiriendo una tonalidad más positiva22. Para el cristiano, la muerte debe ser el
final de la vida terrena, pero esta muerte, vencida por la Resurrección de Jesu-

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1306

cristo, tiene una significación especialmente positiva23. La confesión en la Resu-


rrección pertenece al núcleo fundamental de nuestra fe.

En las exequias cristianas la Iglesia honra el cuerpo de los difuntos, por-


que están destinados a la resurrección24 y porque ha sido instrumento del Espí-
ritu Santo. Deposita con solicitud amorosa el cuerpo de los difuntos en las
entrañas de la tierra, como el agricultor siembra la semilla en el surco, con la
esperanza de que un día quedará transfigurado en un cuerpo celeste 25. Es por
rico simbolismo, por el que la iglesia conserva y prefiere la piadosa costumbre
de sepultar a sus difuntos con el tradicional rito de la inhumación; sin embargo
tampoco excluye, ni pone inconveniente la incineración, así lo recoge el mismo
Código de Derecho Canónico26. Incluso tiene previsto en el Ritual de exequias,
una celebración apropiada para esta circunstancia, cuando se ha optado por
elegir esta forma de la cremación.

Por último, recordar que para la celebración de las exequias hay obliga-
ción de utilizar la actual edición del Ritual de Exequias en lengua española,
aprobada por la Conferencia Episcopal Española con fecha 29 de junio de 1989.

El lugar privilegiado para la celebración de las exequias es la Iglesia


Parroquial, en cuanto en ese templo, normalmente, se congrega la comunidad
con la que el difunto ha compartido la mayor parte de su vida de fe.

De igual forma, mediante esta regla general, se establece un criterio ob-


jetivo para determinar a que ministro de la Iglesia le corresponde en concreto la
obligación de oficiar las referidas exequias, las cuales forman parte de las fun-
ciones específicamente encomendadas a los párrocos por el ordenamiento ca-
nónico. Por ello se exhorta a los fieles para que, en la medida de lo posible,
traten de celebrar las exequias de sus difuntos en las parroquias a las que estos
pertenecieron. Así lo indica el Código de Derecho Canónico: “Las exequias por
un fiel difunto deben celebrarse generalmente en su propia iglesia parroquia”27.

Tal y como se indicaba anteriormente, los familiares y aquellos a quienes


compete disponer acerca de las exequias deben intentar, en la medida de lo
posible, celebrarlas en la parroquia a la que perteneciese el difunto. Ahora bien,
el ordenamiento canónico, a pesar de mantener esta regla general, que recoge
el ideal, dadas las diversas circunstancias que pueden concurrir, reconoce el
derecho de elegir una iglesia distinta para el funeral28.

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1307

Las circunstancias sociales actuales, en las que se hacen ordinarios


acontecimientos considerados extraordinarios hasta hace algunos años -como
la defunción y velación fuera del propio domicilio-, obligan a regular de modo
pormenorizado el ejercicio de este derecho.

La celebración de las exequias en la Parroquia está cargada de un pro-


fundo significado teológico-eclesiológico, litúrgico y pastoral. Las exequias son
una celebración privilegiada del Misterio Pascual de Cristo y una profesión públi-
ca de la fe en la resurrección. El cristiano nace y se despide de la vida unido a
la comunidad cristiana. Las exequias, repetimos, es un momento privilegiado
para la evangelización y el testimonio, para el anuncio de Jesucristo Resucita-
do.

La parroquia debe mostrar la mayor comprensión con la familia doliente y


sus concretas circunstancias a la hora de la celebración de las exequias, facili-
tando, en cuanto sea posible, el cumplimiento de la voluntad de los familiares,
siempre que ésta sea conforme con el ordenamiento canónico y litúrgico vigen-
te.

Todo fiel católico, excepto en los casos expresamente previstos por el


derecho canónico, ha de tener exequias eclesiásticas29 mediante las cuales la
Iglesia obtiene para él la ayuda espiritual, honra su cuerpo y proporciona a los
vivos el consuelo de la esperanza30. Tal derecho comporta el deber de hacer todo
lo posible por satisfacerlo, tanto para los familiares del difunto como para la
comunidad cristiana y sus pastores. No debe olvidarse que las exequias no son
un favor que se les hace a los fieles difuntos sino un derecho inherente a su
condición de tales.

En lo referente a las exequias, los catecúmenos se equiparan a los fie-


les31.

Dado que la Liturgia exequial es para muchos el único medio y ocasión


para percibir la fe y la esperanza de la Iglesia en Jesucristo, vencedor del peca-
do y de la muerte (“creo en la resurrección de los muertos y la vida del mundo
futuro”), debe considerarse de gran importancia dedicar el máximo esfuerzo a
que las celebraciones de las exequias muestren toda la riqueza en ellas conte-
nida y sirvan adecuadamente a su propia finalidad, que no es otra que responder
desde la fe a cuestiones fundamentales para el ser humano, como el sentido de

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1308

la vida y la muerte, y lo que se oculta tras de ella, ofreciendo oraciones y sufra-


gios por los difuntos, así como consuelo y esperanza evangélicos a los que
sufren por la pérdida de un ser querido, fijando la mirada de la fe en el Misterio
Pascual de Cristo.

Debe insistirse en la necesidad de que estas celebraciones sean siem-


pre muy dignas, pausadas y llenas de recogimiento, como forma de manifestar
la esperanza firme de la Iglesia, así como su afecto y respeto por el difunto y la
consideración que le merece su familia.

Con todo y siguiendo el tono de los textos litúrgicos, el talante general de


la celebración debe estar profundamente impregnado de lo que constituye la fe
de la Iglesia, en forma de oración de intercesión por los difuntos para que éstos,
purificados totalmente, puedan contemplar eternamente el rostro del Señor.

La homilía debe ser evangelizadora exponiendo con claridad y sencillez


la fe de la Iglesia en torno al acontecimiento de la muerte; deberá ser, en todo
caso breve, centrada en el acontecimiento decisivo en que se encuentra y nun-
ca convertirse en un panegírico elogioso del difunto.

Es muy recomendable, cuando sea posible, que, una vez informado del
fallecimiento, el párroco se ponga en contacto con la familia para acompañarla e
invitarla a un momento de oración, sobre todo si el cadáver no va a pasar por la
parroquia.

La Liturgia exequial, según el Ritual, será siempre preferible celebrarla


antes de proceder a la cremación. En caso de cremación, deberá atenerse a las
mismas orientaciones indicadas para los casos de inhumación, aunque sus
expresiones deban ser convenientemente adaptadas al caso. Las cenizas de-
berán ser veneradas como restos de un cristiano redimido por Cristo y llamado
a resucitar el último día.

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II. ORIENTACIONES PASTORALES

1. Directrices Diocesanas en torno a las exequias.

En la actualidad, sobre todo en las capitales y ciudades, se han construi-


do tanatorios, existe una masificación en la mayoría de los acontecimientos que
afectan al hombre, la escasez de sacerdotes y la casi nula participación, en la
atención litúrgica, de otros agentes de pastoral capacitados, va haciendo que la
atención cercana se vaya viendo dificultada; es necesario evitar, especialmente,
por respeto a quienes aún no han alcanzado una madurez en la fe o viven aleja-
dos de la misma, hacer de las exequias un acto meramente humano o distante,
tal y como venimos insistiendo.

Ante todo, deberá procurarse el cuidado pastoral con motivo de los falle-
cimientos por parte tanto del clero parroquial, como de miembros de la comuni-
dad parroquial bien formados a tal fin. Atención pastoral que deberá suponer el
acompañamiento a la familia, la celebración litúrgica y la predicación de la Pala-
bra de Dios para iluminar desde la fe el misterio de la muerte.

1.1 Criterios Diocesanos.

Se debe celebrar la Eucaristía cada vez que sea requerida de modo ex-
preso por los familiares del difunto. No obstante, de haberse celebrado ya tres
Misas en el mismo día, por el mismo sacerdote, se le autoriza a la celebración
de una cuarta en caso de tener que celebrar una Misa exequial. Igualmente, en
los días de fiesta en que se prohiba por el ordenamiento litúrgico32 la celebración
de la Misa exequial, se podrá celebrar la Eucaristía del citado día festivo, aplica-
da por el difunto, pudiendo hacerse mención expresa del mismo.

En caso que, por motivos de fuerza mayor, no pudiera celebrarse la Misa


exequial el párroco, lo antes posible y con las máximas facilidades, deberá
acordar con la familia del difunto la Misa de funeral.

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1310

1.1.1 Iglesia Parroquial

Generalmente se celebrarán las exequias en cualquier Iglesia Parroquial


de la Diócesis33, también podrá celebrarse cuando en una ciudad o pueblo con-
creto exista tanatorio con capilla o capilla en el cementerio, autorizados y
bendecidos por la autoridad eclesiástica competente. En tal caso, se regirán
por las normas que siguen.

Cuando las exequias se celebren en una Iglesia Parroquial distinta a la


del difunto, será conveniente comunicar la celebración del funeral al párroco del
difunto, a fin de facilitar una mejor atención pastoral.

Respecto a la administración de los aranceles exequiales, éstos se regi-


rán por lo estipulado en el derecho particular diocesano y pertenecerán a la
Parroquia en donde se hayan celebrado las exequias.

Las exequias se han de celebrar siguiendo la actual edición del Ritual de


Exequias, aprobado por la Conferencia Episcopal Española el 29 de junio de
1989.

1.1.2 Capilla Privada u Oratorio

Quedará prohibida la celebración de las exequias en las mismas, a no


ser que conste una licencia expresa del Ordinario y para el caso concreto que
se exprese.

1.1.3 Iglesias no Parroquiales

Quedarán, igualmente, prohibidas las exequias en aquellas Iglesias que


no sean parroquiales34, sin el consentimiento o, en su caso, delegación del
párroco, a tenor de lo que se prescribe en el Código de Derecho Canónico35.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1311

1.1.4 Capillas en Cementerios y Tanatorios

Las exequias se podrán celebrar en la capilla del cementerio o en la


existente en el tanatorio, siempre que haya sido autorizada por el Obispado y
bendecida posteriormente, teniendo en cuenta el acuerdo firmado entre el Obis-
pado y el titular del cementerio o del tanatorio, siempre que la familia del difunto
previamente así lo haya solicitado al párroco.

El párroco del difunto, o cualquier otro sacerdote, podrá celebrar las exe-
quias, en todos los casos, cuando habiéndole sido comunicado por los familia-
res o por los capellanes del cementerio, éste pueda trasladarse al mismo. En
caso contrario, serán los capellanes del cementerio los que celebrarán las exe-
quias.

La administración de los aranceles exequiales, en estos casos, se segui-


rá conforme a lo dispuesto en la normativa particular.

1.1.5 En caso de incineración

Se recomienda vivamente la celebración de las exequias ante el cadáver,


antes de la cremación.

El capellán del cementerio o el párroco podrá admitir, siempre a petición


expresa de la familia del difunto y por causa mayor o grave, que los ritos exequiales
se celebren ante la urna que contiene las cenizas.

Queda expresamente prohibida la celebración de la Misa exequial en los


columbarios.

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1312

III. ANEXOS

1. Requisitos canónicos sobre las exequias en casos especiales


(Bautizados no católicos, no Bautizados, Excomulgados, con pena o censura).

Todos los bautizados y catecúmenos católicos tienen el deber y el dere-


cho de que se celebren sus exequias, excepto en los casos establecidos por el
derecho36. Asimismo, por la presente norma se concede licencia a todos los
sacerdotes de la diócesis para que puedan celebrar las exequias por aquellos
niños no bautizados que sus padres deseaban bautizar, pero murieron antes de
recibir el sacramento37.

En el caso de tratarse de bautizados no católicos, deberá acudirse al


Ordinario del lugar, el cual determinará la posibilidad de que se celebren sus
exequias siempre que no conste la voluntad contraria del mismo y no pueda
hacerlas su ministro propio38.

Dado que las exequias son un signo de comunión eclesial, de fe y de


esperanza cristiana, solamente tienen sentido cuando se celebren por alguien
que participaba de esa fe como bautizado o catecúmeno, o bien, en el caso de
los párvulos no bautizados, mediante la fe de sus padres. Por ello no se celebra-
rán exequias por los que no sean ni bautizados ni catecúmenos ni, en el caso
de los párvulos, si no existiese el deseo de los padres de bautizarlos.

Tampoco cabe la celebración de exequias, excepto que antes de la muer-


te hubieran dado alguna señal de arrepentimiento39, por aquellos que:

- Fuesen notoriamente apóstatas, herejes o cismáticos40;


- Pidiesen la cremación de su cadáver por razones contrarias a la
fe cristiana;
- Siendo pecadores manifiestos41, no se les pueda conceder las
exequias sin escándalo público de los fieles42.

A quienes se les excluya de las exequias eclesiásticas, se les negará,


consecuentemente, cualquier Misa exequial43.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1313

Siempre que quepa alguna duda sobre si deben o no celebrarse las exe-
quias, dada la complejidad que rodea el misterio insondable de cada ser huma-
no, sus creencias profundas y la evolución de sus pensamientos y conviccio-
nes, especialmente ante la inminencia de la experiencia crucial de la muerte, y
en todos aquellos casos en que según estas disposiciones se deban negar
dichas exequias, el párroco acudirá previamente a consultar al Ordinario del
lugar, ateniéndose a sus disposiciones44.

2. Notas sobre aranceles y estipendios

2.1 Fundamentos

Todo el sistema de distribución debe respetar escrupulosamente lo esta-


blecido por el c. 848, evitando que nadie pueda quedar sin exequias por motivos
económicos.

Conviene distinguir entre el concepto de arancel exequial y el de estipen-


dio:

Arancel: Se corresponde con la celebración de las exequias.

Estipendio: Se corresponde a la celebración eucarística con una inten-


ción determinada.

Arancel exequial, pues, se considera la cantidad percibida por las exe-


quias, con independencia de que se celebre o no eucaristía; estipendio, en
cambio, lo percibido por la celebración de la eucaristía con intención especial,
independientemente de que sea propiamente exequial o no (de corpore insepul-
to, semanal, mensual, etc.).

El arancel exequial en ningún caso corresponde al celebrante (sino que


se destina según normas establecidas), mientras que el estipendio corresponde
al celebrante, ajustándose a las disposiciones del derecho (cc.945-958)

Dado que según el c.951 &1 el sacerdote, aunque celebre más de una
misa con intención, sólo puede percibir un estipendio al día y que la mayoría de

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1314

los sacerdotes están en parroquias donde ya celebran diaria, o casi diariamen-


te, misas con intención, esta praxis no supone gran dificultad económica.

2.2 Fijación de la cuantía de aranceles y estipendios

Los cc. 1264 y 952 &1 establecen que es a la Asamblea de Obispos de


cada Provincia eclesiástica a quien únicamente corresponde fijar dicha cuantía.

Los arciprestazgos no tienen ninguna capacidad para realizar este acto,


debiendo considerarse esta praxis como contraria a derecho.

Se es consciente de la dificultad que ha habido en la aplicación de los


aranceles de modo unificado en la Diócesis, como consecuencia de los distin-
tos criterios existentes en los arciprestazgos para aplicar el porcentaje de subi-
da anual, por lo que se acordó en el Obispado de Málaga la obligación de aplicar
un sólo criterio con la finalidad de igualar los aranceles en toda la Diócesis.

De ahí que, unificados los aranceles según lo establecido en la Provincia


Eclesiástica, a partir del año 2002, se irán actualizando conjuntamente según el
incremento del IPC.

Corresponderá al Vicario General u otro delegado diocesano comunicar


directamente o por los medios más convenientes a las funerarias, así como a
los fieles, la cuantía única para toda la diócesis.

2.3 Gestión de aranceles

1. Exequias completas en Parroquias: Las Compañías Aseguradoras en-


tregarán el arancel exequial, al Párroco o encargado y éste devolverá o no justi-
ficante de pago, según costumbre.

2. Servicio religioso en el Cementerio (sólo para la ciudad de Málaga):


Las Compañías entregarán al encargado del Equipo responsable de la Pastoral
de Exequias del Cementerio la ficha con los datos sobre el difunto y el arancel
exequial y recibirán, a cambio, justificante de pago, según la costumbre esta-
blecida.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1315

Los sacerdotes o diáconos que sean asignados al equipo responsable de


la Pastoral exequial en el Cementerio, cobrarán por el servicio que prestan las
cantidades que se establezcan desde la Administración Diocesana. Ellos mis-
mos establecerán un sistema de turnos, debiendo cumplir con el horario acorda-
do.

En caso de que sea otro sacerdote, distinto a los designados para el


equipo responsable de la pastoral de exequias en el cementerio, el que celebre
las exequias, éste recibirá, por el servicio prestado, una cantidad previamente
aprobada por la administración Diocesana, debiendo hacer constar en el libro de
registros de la capellanía del cementerio, su nombre y el número que se le
asigne a las exequias que celebre.

El Equipo responsable del Cementerio entregará anualmente en la Admi-


nistración Diocesana la relación de ingresos y gastos que hayan realizado, así
como un presupuesto y balance adecuándose a los criterios diocesanos para
cualquier tipo de persona jurídica establecida y aprobada en la Diócesis.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1316

3. Decreto sobre los Columbarios

ANTONIO DORADO SOTO,


por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica,
Obispo de Málaga

DECRETO SOBRE LOS COLUMBARIOS

El canon 1205 del CIC, define como lugares sagrados aquellos que se
destinan a sepultura de los fieles. La Comisión Codificadora del nuevo Código,
aclaró que incluye también el llamado “columbario”, o lugar donde se guardan
en pequeñas urnas las cenizas de los difuntos.

En consecuencia, dado el carácter sagrado de estos lugares, ha de so-


meterse a la legislación canónica vigente.

Para ello, por el presente DECRETO, dispongo:

1) Que para construir o adaptar un lugar a sepultura de fieles cristianos en


la modalidad conocida como columbario, deberá solicitarse previamente y obte-
ner aprobación del Ordinario.

2) Que con la solicitud deberá presentarse, para su debida aprobación:

a) El Proyecto de construcción o adaptación del lugar destinado a


columbario.
b) El número de personas cuyas cenizas podrán ser depositadas
en el mismo.
c) Las condiciones económicas por las que dicho columbario se
regirá.

3) Que en los columbarios ya existentes, y cualquier otro que se creare,


habrán de observarse las normas canónicas y litúrgicas que lo diferencian de un

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1317

lugar de culto, quedando prohibida la celebración de actos de culto en los mis-


mos.

4) Que los columbarios ya existentes, y cualquier otro que se creare,


deberán ser lugares exentos e independientes del templo.

5) Que en los Templos Parroquiales y en los otros Templos de los que es


titular el Obispado de Málaga, sólo se podrá construir un columbario del que
será titular el mismo Obispado de Málaga.

Dado en la ciudad de Málaga, a doce de mayo de dos mil tres.

+Antonio Dorado Soto,


Obispo de Málaga

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1318

4. Disposiciones del Código de Derecho Canónico.

4.1 De los rectores de Iglesias (556. 558-560)

Can. 556. Por rectores de iglesias se entienden aquí aquellos sacerdotes a


quienes se confía la atención de una iglesia no parroquial ni capitular, ni tampo-
co aneja a la casa de una comunidad religiosa o de una sociedad de vida apos-
tólica que celebre en ella los oficios.

Can. 557
& 1. El Obispo diocesano nombra libremente al rector de una iglesia, sin
perjuicio del derecho de elección o de presentación, cuando éste competa legí-
timamente a alguien; en este caso, corresponde al Obispo diocesano confirmar
o instituir al rector.
& 2. Aunque la iglesia pertenezca a un instituto religioso clerical de derecho
pontificio, corresponde al Obispo diocesano conferir la institución al rector pre-
sentado por el Superior.
&3. El rector del Seminario o de un colegio dirigido por clérigos es también
rector de la iglesia aneja al seminario o colegio, a no ser que el Obispo diocesano
haya establecido otra cosa.

Can. 558. Sin perjuicio de lo prescrito en el can. 262, el rector no puede realizar
en la iglesia que se le encomienda las funciones parroquiales de las que trata el
can. 530, nn. 1-6, sin el consentimiento o, si llega el caso, la delegación del
párroco.

Can. 559. En la iglesia que se le encomienda, el rector puede celebrar también


las funciones litúrgicas solemnes, quedando a salvo las leyes legítimas de fun-
dación, y siempre que, a juicio del Ordinario del lugar, de ninguna manera cau-
sen perjuicio al ministerio parroquial.

Can. 560. Cuando le parezca oportuno, el Ordinario del lugar puede mandar al
rector que celebre para el pueblo determinadas funciones, incluso parroquiales,
y también que la iglesia esté abierta para grupos concretos de fieles, para que
celebren allí funciones litúrgicas.

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1319

4.2 De las exequias eclesiásticas (1176-1182)

Can. 1176
&1. Los fieles difuntos han de tener exequias eclesiásticas conforme a derecho.
&2. Las exequias eclesiásticas, con las que la Iglesia obtiene para los difuntos
la ayuda espiritual y honra sus cuerpos, y a la vez proporciona a los vivos el
consuelo de la esperanza, se han de celebrar según las leyes litúrgicas.
&3. La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de
sepultar el cadáver de los difuntos; sin embargo, no prohibe la cremación, a no
ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana.

Can. 1177
& 1. Las exequias por un fiel difunto deben celebrarse generalmente en su pro-
pia iglesia parroquial.
&2. Sin embargo, se permite a todos los fieles, o a aquellos a quienes compete
disponer acerca de las exequias de un fiel difunto, elegir otra iglesia para el
funeral, con el consentimiento de quien la rige y habiéndolo comunicado al pá-
rroco propio del difunto.
&3. Si el fallecimiento tiene lugar fuera de la parroquia propia y no se traslada a
ella el cadáver ni se ha elegido legítimamente una iglesia para el funeral, las
exequias se celebrarán en la iglesia de la parroquia donde acaeció el falleci-
miento, a no ser que el derecho particular designe otra.

Can. 1178. Las exequias del Obispo diocesano se celebrarán en su iglesia


catedral, a no ser que hubiera elegido otra.

Can. 1179. Las exequias de los religiosos o miembros de sociedades de vida


apostólica se celebrarán generalmente en la propia iglesia u oratorio por el
Superior, si el instituto o sociedad son clericales; o por el capellán en los demás
casos.

Can. 1180
&1. Si la parroquia tiene cementerio propio, los fieles han de ser enterrados en
él, a no ser que el mismo difunto o aquellos a quienes compete cuidar de su
sepultura hubieran elegido legítimamente otro cementerio.
&2. A no ser que el derecho se lo prohiba, todos pueden elegir el cementerio en
el que han de ser sepultados.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1320

Can. 1181. Por lo que se refiere a las ofrendas con ocasión de los funerales,
obsérvense las prescripciones del can. 1264, evitando sin embargo cualquier
acepción de personas, o que los pobres queden privados de las exequias debi-
das.

Can. 1182. Una vez terminado el entierro, se ha de hacer la debida anotación en


el libro de difuntos conforme al derecho particular.

4.3 De aquellos a quienes se han de conceder o denegar las exequias


eclesiásticas (1183-1185)

Can. 1183
& 1. Por lo que se refiere a las exequias, los catecúmenos se equiparan a los
fieles.
& 2. El Ordinario del lugar puede permitir que se celebren exequias eclesiásti-
cas por aquellos niños que sus padres deseaban bautizar, pero murieron antes
de recibir el bautismo.
& 3. Según el juicio prudente del Ordinario del lugar, se pueden conceder exe-
quias eclesiásticas a los bautizados que estaban adscritos a una iglesia o co-
munidad eclesial no católica, con tal de que no conste la voluntad contraria de
éstos y no pueda hacerlas su ministro propio.

Can. 1184
& 1. Se han de negar las exequias eclesiásticas, a no ser que antes de la
muerte hubieran dado alguna señal de arrepentimiento:
1. A los notoriamente apóstatas, herejes o cismáticos;
2. A los que pidieron la cremación de su cadáver por razones contrarias a la
fe cristiana;
3. A los demás pecadores manifiestos, a quienes no puedan concederse
las exequias eclesiásticas sin escándalo público de los fieles.
&2. En el caso de que surja alguna duda, hay que consultar al Ordinario del
lugar y atenerse a sus disposiciones.

Can. 1185. A quien ha sido excluido de las exequias eclesiásticas se le negará


también cualquier Misa exequial.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1321

4.4 De los Oratorios y Capillas privadas (1223-1229)

Can. 1223. Con el nombre de oratorio se designa un lugar destinado al culto


divino con licencia del Ordinario, en beneficio de una comunidad o grupo de
fieles que acuden allí, al cual también pueden tener acceso otros fieles, con el
consentimiento del Superior competente.

Can. 1224.
&1. El Ordinario no debe conceder la licencia requerida para establecer un ora-
torio, antes de visitar personalmente o por medio de otro el lugar destinado a
oratorio y de considerarlo dignamente instalado.
&2. Una vez concedida la licencia, el oratorio no puede destinarse a usos profa-
nos sin autorización del mismo Ordinario.

Can. 1225. En los oratorios legítimamente constituidos pueden realizarse todas


las celebraciones sagradas, a no ser las exceptuadas por el derecho, por pres-
cripción del Ordinario del lugar, o que lo impidan las normas litúrgicas.

Can. 1226. Con el nombre de capilla privada se designa un lugar destinado al


culto divino, con licencia del Ordinario del lugar en beneficio de una o varias
personas físicas.

Can. 1227. Los Obispos pueden tener una capilla privada, que goza de los
mismos derechos que un oratorio.

Can. 1228. Sin perjuicio de lo que prescribe el c. 1227, para celebrar la Misa u
otras funciones sagradas en las demás capillas privadas se requiere licencia del
Ordinario del lugar.

Can. 1229. Conviene que los oratorios y las capillas privadas se bendigan según
el rito prescrito en los libros litúrgicos; y deben reservarse exclusivamente para
el culto divino y quedar libres de cualquier uso doméstico.

4.5 De los cementerios (1240-1243)

Can. 1240
&1. Donde sea posible, la Iglesia debe tener cementerios propios, o al menos un
espacio en los cementerios civiles bendecido debidamente, destinado a la se-
pultura de los fieles.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1322

&2. Si esto no es posible, ha de bendecirse individualmente cada sepultura.

Can. 1241
& 1. Las parroquias y los institutos religiosos pueden tener cementerio propio.
& 2. También otras personas jurídicas o familias pueden tener su propio cemen-
terio o panteón, que se bendecirá a juicio del Ordinario del lugar.

Can. 1242. No deben enterrarse cadáveres en las iglesias, a no ser que se trate
del Romano Pontífice o de sepultar en su propia iglesia a los Cardenales o a los
Obispos diocesanos, incluso eméritos.

Can. 1243. Deben establecerse por el derecho particular las normas oportunas
sobre el funcionamiento de los cementerios, especialmente para proteger y re-
saltar su carácter sagrado.

José M. Ferrary Ojeda

Málaga, 27 de noviembre de 2003.

NOTAS:

1
Cf. 1Sam 25,1; 28,3; 1Re 13,30; Jer 22,18; 34,5; 1Mac 2,70; 9,20; 12,52.
2
Cf. Is 34,3; Sal 79,2; Ecl 6,3.
3
Cf. Tob 12,11-13.
4
Cf. Hch 8,2.
5
Cf. 1 Cor 15, 20.
6
Cf. 1Cor 15,55-56.
7
Cf. Jn 11,25-26.
8
Cf. 1Tes 4,13.
9
Cf. Jn 14,1-4.
10
Catecismo de la Iglesia Católica, núm. 1023.
11
Cf. Sacrosanctum Concilium 81.

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1323

12
Cf. Ritual de Exequias (1989). Exequias con canto, formulario I, núm. 4
bis, pag. 122.
13
Cf. Ritual de Exequias (1989). Orientaciones, núm. 8-9.18.
14
Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, núm. 1020.
15
Cf. 2Cor 5,8.
16
Cf. Sacrosanctum Concilium, 81.
17
Cf., Tena, P., "En las manos de Dios", Communio 1994., p. 224.
18
Cf., Fil. 1, 21
19
Cf., Ritual n1 67.
20
Cf. Hch 17,22-34 Como el Apóstol, tenemos que anunciar a Jesús y su
resurrección, y hacerlo con convicción y firmeza sin importarnos el agnosticis-
mo de nuestro mundo materialista.
21
Cf., Ritual n1 67.
22
La muerte que el creyente experimenta como miembro del Cuerpo Místi-
co, abre el camino hacia el Padre, que nos demostró su amor en la muerte de
Cristo, ‘víctima de propiciación por nuestros pecados´ (cf., 10 Jn 4, 10). Juan
Pablo II; "Audiencia general del 26 de mayo de 1999".
23
Cf., Filipenses 1, 21.
24
"La muerte, para los que mueren en la gracia de Cristo, es una participa-
ción en la muerte del señor, para poder participar también en su Resurrección".
Catecismo de la Iglesia Católica, n1. 1006.
25
Cf., 1Cor 15, 42-49.
26
Cf., canon 1176, 3.
27
Cf., canon 1177.
28
Cf. canon1177 & 2.
29
Cf., canon 1176, 1
30
Cf., canon 1176, 2.
31
Cf., canon 1183, 1.
32
En las solemnidades de precepto y domingos de Adviento, Cuaresma y
Pascua, está prohibida la celebración de la Misa Exequial. Cf., OGMR., cap.
VII, 2 num. 336-337
33
Cf., canon 1177.
34
Cf., canon 556
35
Cf., cánones 558-560.
36
Cf. Canon 1176 &1; 1183 &1.
37
Cf. Canon 1183 &2.
38
Cf. Canon1183 &3; SCUF, Directorium Oecumenicum, 120.

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1324

39
Por lo tanto, la exclusión en estos casos, además de deberse a la cohe-
rencia doctrinal y disciplinar de la Iglesia, responde a la voluntad de aquellos
bautizados que no desean continuar en la comunión de la Iglesia y así lo mani-
fiestan de palabra o con actitudes claras.
40
La existencia o no de tales delitos, así como la posibilidad de ser sujeto
pasivo de tal pena, estará sujeta a las disposiciones del libro VI del CIC, y en
especial a las del Título III (cc.1321 y ss).
41
No basta la simple publicidad, sino que es necesaria la evidencia.
42
Si no se produce escándalo no habría lugar a la denegación.
43
Cf. canon 1185.
44
Cf. canon 1184 &2.

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1325

BIBLIOGRAFÍA

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA.

CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO, Edición bilingüe comentada. BAC 1999.

CONCILIO VATICANO II.

ORDENACIÓN GENERAL DEL MISAL ROMANO.

RITUAL DE LAS EXEQUIAS CRISTIANAS. 1989

AA.VV., Directorio Pastoral de las exequias cristianas, Separata nº 4 del Boletín


Oficial del Obispado de Asidonia-Jerez, sept. 2002.

AA.VV., Esperamos la resurrección y la vida eterna, Comisión Episcopal para la

Doctrina de la Fe. Conferencia Episcopal Española, 1995.

ALDAZABAL, “La celebración de las exequias” en DOSSIER CPL, Barcelona


1993.

JUAN PABLO II, “Audiencia general de 26 de mayo de 1999”.

TENA P., “En las manos de Dios” en COMMUNIO, 1994.

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1327

DECRETO CORONACION CANONICA DE LA


VIRGEN DE LOS DOLORES (del Puente)

ANTONIO DORADO SOTO


por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica
OBISPO DE MÁLAGA

La devoción a Nuestra Señora de los Dolores, está profundamente arrai-


gada en nuestro pueblo de Málaga. Desde hace siglos, y en los aledaños del
Puente de Santo Domingo, se rinde culto a María Santísima en una ermita bajo
esta advocación emblemática de la piedad popular que contempla la íntima
unión de María al Misterio de la Muerte del Redentor. La solemne celebración en
1997 del 250 Aniversario de esta devoción popular es una efemérides singular de
la historia de las Hermandades y Cofradías de nuestra Ciudad.

El continuo fluir de devotos a la ermita en la que se venera la sagra-


da imagen de Nuestra Señora de los Dolores, confirma el arraigo en el corazón
de los malagueños y la fidelidad de generaciones a esta entrañable advocación
mariana.

La Antigua Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora


de los Dolores, con sede canónica en la Parroquia de San Carlos y Santo Do-
mingo de Guzmán de la Ciudad de Málaga, hunde sus raíces históricas en el
año 1746, cuando un grupo de devotos a la Virgen de los Dolores se congrega
en torno a un Rosario nocturno que recorría las calles de la feligresía de la
Parroquia de San Juan, y que pronto encontraron en la Capilla del Cristo del
Perdón, frente al Puente, un lugar para su sede. A partir de ese momento la
Capilla del Puente empezó a ser conocida popularmente por el nombre de la
Virgen de los Dolores. Actualmente, en las puertas del Perchel, la ermita de
Nuestra Señora de los Dolores del Puente es un reclamo materno a la fe de
multitud de devotos. La actual Cofradía del Cristo del Perdón y Nuestra Señora
de los Dolores, aunque más reciente en el tiempo por su constitución canónica,
se reconoce heredera de esta centenaria devoción.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1328

La Santa Madre Iglesia no ha dudado en afirmar repetidamente la legitimi-


dad del culto tributado a las imágenes de Cristo, de su Madre y de los santos y
con frecuencia ha orientado a los fieles sobre el significado de este culto.

La veneración de las imágenes de Santa María Virgen frecuentemente se


manifiesta adornando su cabeza con una corona real. La costumbre de repre-
sentar a la Santísima Virgen ceñida con corona regia data de los tiempos del
Concilio de Efeso (431) y fue propagada en Occidente por los fieles, religiosos o
laicos, sobre todo desde finales del siglo XVI. Los Romanos Pontífices no sólo
secundaron esta forma de piedad popular, sino que, además, personalmente o
por medio de obispos por ellos delegados, coronaron imágenes de la Virgen
Madre de Dios ya insignes por la veneración pública. Y, al generalizarse esta
costumbre, se organizó el rito para la coronación de las imágenes de Santa
María Virgen, incorporándose a la Liturgia Romana.

Con este rito reafirma la Iglesia que “Santa María Virgen con razón es
tenida e invocada como reina, ya que es Madre del Hijo de Dios, Rey del Univer-
so, colaboradora augusta del Redentor, discípula perfecta de Cristo y miembro
supereminente de la Iglesia” (Sagrada Congregación para los Sacramentos y el
culto divino, Ritual de la coronación de una imagen de Santa María Virgen.
14.II.1983).

Corresponde al Obispo de la Diócesis, juntamente con la comunidad lo-


cal, juzgar sobre la oportunidad de coronar una imagen de la Santísima Virgen,
teniendo en cuenta la devoción popular que suscita y el cultivo del genuino culto
litúrgico y el apostolado cristiano. Por ello, estudiada la solicitud y el dossier
que se adjuntaba por parte de la Junta de Gobierno de la citada Cofradía, esti-
mamos que se reúnen los requisitos expuestos en los Criterios para la coro-
nación canónica de imágenes, aprobados por nuestro Consejo episcopal (11-
X-99).

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1329

En consideración a todo lo expuesto, por el presente

DECRETO

accedemos a la coronación canónica de la imagen de NUESTRA SEÑORA DE


LOS DOLORES, Titular de la Antigua Cofradía del Santísimo Cristo del Per-
dón y Nuestra Señora de los Dolores.

La próxima celebración del 150 Aniversario de la Solemne Proclama-


ción del Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, es un
marco adecuado para esta celebración litúrgica. Las palabras de la Santísima
Virgen en el Himno del Magnificat,“se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador” (Lc
1, 47), inspiran un canto de alabanza, que proclama a Jesucristo como Salva-
dor y Redentor del mundo. Confesamos, releyendo el escudo de la Cofradía: “In
ipso vita erat et vita erat lux hominum” (“En Él estaba la vida y la vida era la luz
de los hombres” [Jn. 1,4] ).

Dado en Málaga, a ocho de Diciembre de dos mil tres, Solemnidad de la


Inmaculada Concepción de la Virgen María.

Por mandato del Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo


El Secretario General-Canciller
José Manuel Ferrary Ojeda

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1331

DECRETO POR EL QUE SE ERIGE CANÓNICAMENTE


EN LA DIÓCESIS LA FUNDACIÓN
JUAN CASTELLÓ REQUENA

ANTONIO DORADO SOTO


por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica
OBISPO DE MÁLAGA

Consciente de la importancia que tiene para la adecuada formación de


los futuros sacerdotes contar con un Seminario dotado con las instalaciones,
medios didácticos y profesores idóneos, capaz de facilitar a sus alumnos la
transmisión de una cultura de calidad, adecuada a las necesidades del tiempo y
del lugar, así como un conocimiento amplio y sólido de las disciplinas sagradas
(c. 248); y, al mismo tiempo, considerando que para llevar a cabo esta oferta
formativa es necesario contar con los fondos económicos necesarios; queriendo
potenciar la ingente labor desarrollada en este campo por nuestros anteceso-
res, por el presente, en virtud de nuestras facultades ordinarias, después de oir
el parecer de los organismos pertinentes, venimos en erigir y erigimos en perso-
na jurídica pública, con fines exclusivamente religiosos, para que contribuya con
sus fondos al sostenimiento de nuestro Seminario Diocesano, la FUNDACIÓN
“JUAN CASTELLÓ REQUENA”, a tenor de los cc. 114, 115, 1303.1.1º y 1306.1;
la cual habrá de regirse por sus propios Estatutos, conforme a lo establecido en
Código de Derecho Canónico.

En Málaga, en la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor Jesucris-


to, a 25 de Diciembre de dos mil tres.

Por mandato del Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo


El Secretario General-Canciller
José Manuel Ferrary Ojeda

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1333

DECRETO POR EL QUE SE NOMBRAN A LAS PERSONAS


QUE CONSTITUYEN EL PATRONATO DE LA FUNDACIÓN
JUAN CASTELLÓ REQUENA

ANTONIO DORADO SOTO


por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica
OBISPO DE MÁLAGA

De conformidad con lo establecido en los ESTATUTOS de la FUNDA-


CIÓN JUAN CASTELLÓ REQUENA, canónicamente en persona jurídica de
derecho eclesiástico, visto el acuerdo adoptado por la anterior Junta de Funda-
dores, por las presentes, en virtud de nuestras facultades ordinarias, venimos en
APROBAR y APROBAMOS el nombramiento de las personas, cuyos cargos,
domicilios y demás circunstancias más abajo se relacionan, como miembros
del PATRONATO de dicha Fundación:

Presidente:
Excmo. y Rvdmo. Señor D. Antonio Dorado Soto
Obispo de Málaga
NIF. 03545215 H - Telf. 952 22 43 86
Domicilio: Obispado de Málaga. C/. Santa María 18-20
Ap. Of. 31. 29071 Málaga

Vicepresidente:
Ilmo. y Rvdmo. Señor D. Alfonso Crespo Hidalgo
Vicario General de la Diócesis
NIF. 30043352 Q - Telf. 952 22 43 86
Domicilio: Obispado de Málaga. C/. Santa María 18-20
Ap. Of. 31. 29071 Málaga

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1334

Secretario:
Muy Iltre. Señor D. José Manuel Ferrary Ojeda
Secretario General-Canciller
NIF. 33374836 L - Telf. 952 22 43 86
Domicilio: Obispado de Málaga. C7. Santa María 18-20
Ap. Of. 31. 29071 Málaga

Tesorero:
Muy Iltre. Señor D. José Antonio Sánchez Herrera
Ecónomo Diocesano
NIF. 24904968 C - Telf. 952 22 43 86
Domicilio: Obispado de Málaga. C7. Santa María 18-20
Ap. Of. 31. 29071 Málaga

Vocales:
Ilmo. Señor D. Manuel Arteaga Serrano
Vicario Espiscopal de la Ciudad Autónoma de Melilla
NIF. 28561138 Z - Telf. 952 68 35 52
Domicilio: Parroquia del Sagrado Corazón.
Plaza de Menéndez Pelayo 1. 52001 Melilla

Muy Iltre. Señor D. Antonio Aguilera Cabello


Rector del Seminario Diocesano de San Sebastián
y Santo Tomás, Málaga
NIF. 24720640 X - Telf. 952 65 23 69
Domicilio: C/. Obispo Manuel González García
Ap. 4011. 29080 Málaga.

En Málaga, en la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor Jesucris-


to, a veinticinco de Diciembre de dos mil tres.

Por mandato del Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo


El Secretario General-Canciller
José Manuel Ferrary Ojeda

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1335

DECRETO POR EL QUE SE APRUEBAN LOS ESTATUTOS


DE LA FUNDACIÓN JUAN CASTELLÓ REQUENA

ANTONIO DORADO SOTO


por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica
OBISPO DE MÁLAGA

Vistos los precedentes ESTATUTOS, por los que en adelante habrá de


regirse la FUNDACIÓN JUAN CASTELLÓ REQUENA, canónicamente erigida
en persona jurídica de derecho eclesiástico, visto el parecer del Consejo de
Gobierno; y, encontrándolos conformes con la Doctrina y el Magisterio de la
Iglesia, así como con las disposiciones del derecho vigente, por las presentes,
en virtud de nuestras facultades ordinarias, los venimos en APROBAR y APRO-
BAMOS, a tenor de lo establecido en los cc. 117 y 1306 del Código de Derecho
Canónico.

En Málaga, en la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor Jesucris-


to, a 25 de Diciembre de dos mil tres.

Por mandato del Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo


El Secretario General-Canciller
José Manuel Ferrary Ojeda

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1337

ESTATUTOS DE LA FUNDACIÓN
“JUAN CASTELLÓ REQUENA”

TÍTULO I
DE LA NATURALEZA Y FINES DE LA FUNDACIÓN

CAPÍTULO I
DENOMINACIÓN Y NATURALEZA

Artículo 1º.

1. D. JUAN CASTELLÓ REQUENA, Notario y Farmacéutico de Melilla, cons-


tituyó el 26 de Agosto de 1939 una Fundación denominada “Asilo de la Divina
Infantita”, aprobada por Orden Ministerial de 7 de mayo de 1952, con la finalidad
de “ejercer la caridad cristiana dando educación y enseñanza gratuita, instalan-
do y sosteniendo Asilos para niños abandonados, de ambos sexos, cantinas
escolares y demás actos de naturaleza análoga”.

2. Por escritura pública otorgada ante el Notario de Málaga, D. Cristóbal


Lozano Camacho, el día 17 de Noviembre de 1955, se ampliaron los fines en el
sentido de que la Fundación «dedicará la mayor parte de sus rentas al fomento
de vocaciones eclesiásticas, creará becas y medias becas que se adjuntarán a
los que teniendo vocación para sacerdote carezcan de medios económicos para
cursar estudios».

3. Por escritura pública otorgada el día 7 de Julio de 1958, ante el Notario D.


Javier Gaspar Alfaro, de Melilla, se establecieron pautas para la adjudicación de
Becas determinándose que el 85% de las rentas líquidas se podrían dedicar al
sostenimiento de becas y medias becas para estudios eclesiásticos en Semi-
narios y el 15% restante para ayuda de Asilos de la Divina Infantita.

4. Esta Fundación, salvo la constitución del propio “Asilo de la Divina Infantita”,


en la Ciudad Autónoma de Melilla, no ha podido cumplir sus restantes fines

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1338

fundacionales, razón por la que el Señor Obispo de Málaga, de acuerdo con las
facultades que le confiere el Código de Derecho Canónico, concretamente el
canon 1301, acogiéndose al principio rebus sic estantibus, con objeto de solu-
cionar el problema suscitado por los causahabientes del fundador, sin ceder ni
reconocer derechos, ha decidido plantear una solución de futuro que dé cumpli-
miento a la voluntad fundacional del señor Castelló, creando una Fundación
canónica, denominada JUAN CASTELLÓ REQUENA, inicialmente dotada con
los bienes a que se hace referencia en el Acuerdo transaccional que se acompa-
ña como Anexo.

5. Por cuanto antecede, la DIÓCESIS DE MÁLAGA, representada por el


Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Antonio Dorado Soto, Obispo de Málaga, queriendo
potenciar la ingente labor formativa desarrollada por sus dignos predecesores a
favor del Seminario Diocesano de San Sebastián y Santo Tomás de Aquino, de
Málaga, dotándolo con las instalaciones y medios didácticos que faciliten a sus
alumnos la transmisión de una cultura de calidad adecuada a las necesidades
del tiempo y del lugar, así como un conocimiento amplio y sólido de las discipli-
nas sagradas; constituye, dentro de su ámbito territorial una FUNDACIÓN deno-
minada “JUAN CASTELLÓ REQUENA”, al amparo de lo establecido en la legis-
lación canónica vigente, distinta e independiente de cualquier otra persona jurí-
dica, individual o colectiva, pública, civil o eclesiástica.

Artículo 2º.

Consecuentemente:

1. La Fundación “JUAN CASTELLÓ REQUENA” se constituye en persona


jurídica pública de la Iglesia católica, a tenor de los cánones 114, 115.3, 116.2 y
1303.1.1º, erigiéndose como tal Fundación canónica, sin ánimo de lucro, por el
Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis de Málaga, D. Antonio Dorado Soto,
según Decreto concedido expresamente con fecha 25 de Diciembre de 2003.

2. La Fundación tiene, además, personalidad jurídica civil al amparo del


Acuerdo Jurídico Iglesia-Estado de 3 de enero de 1979, artículo 1.4 (BOE
15.12.79); Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa, arts. 5º a 8º
(BOE 24.07.80); Real Decreto 142/1981, de 9 de enero, sobre organización y
funcionamiento del Registro de Entidades Religiosas (BOE 31.01.81) y Real

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1339

Decreto 589/1984, de 8 de febrero, sobre Fundaciones Religiosas de la Iglesia


Católica (BOE 28.03.84).

CAPÍTULO II
DE LAS NORMAS DE APLICACIÓN

Artículo 3º.

Esta Fundación se rige por las disposiciones establecidas en los presentes


Estatutos, por el Reglamento que los desarrolle y por las normas que establez-
ca el Patronato. Y, en todo lo no previsto, por el Derecho Canónico; y,
subsidiariamente, en cuanto le sea aplicable, por la vigente legislación civil del
Estado.

CAPÍTULO III
FIN Y OBJETIVOS DE LA FUNDACIÓN

Artículo 4º.

La FUNDACIÓN tiene como fin peculiar contribuir a la mejor formación cultural y


espiritual de los alumnos del Seminario Diocesano de San Sebastián y Santo
Tomás de Aquino, de Málaga, así como a su sustentación, como un servicio
social sin ánimo de lucro, de acuerdo con el espíritu evangélico y la doctrina de
la Iglesia Católica.

Artículo 5º.

Son objetivos de la Fundación:

a) Sostener económicamente el Seminario Diocesano de San Sebastián y


Santo Tomás de Aquino, de Málaga, para garantizar una formación de calidad de
los futuros sacerdotes, mejorando sus instalaciones y medios necesarios.

b) Facilitar la permanencia en el Seminario Diocesano de San Sebastián y


Santo Tomás de Aquino, de Málaga y el acceso a los estudios eclesiásticos,
mediante la creación de becas y medias becas.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1340

c) Cualquier otro que resulte congruente con el fin peculiar de la Fundación.

CAPÍTULO IV
DEL DOMICILIO DE LA FUNDACIÓN

Artículo 6º.

La Fundación tiene su domicilio en la sede del Obispado de Málaga, sito en la


calle Santa María, 18-20, de Málaga.

TÍTULO II
DE LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO

Artículo 7º.

Son órganos de gobierno de la Fundación el Patronato y el Presidente.

CAPÍTULO I
DEL PATRONATO

Artículo 8º.

1. La representación jurídica de la Fundación, su alto gobierno y la adminis-


tración de sus bienes corresponde al Patronato, cuyo Presidente nato es el
Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Málaga.

2. El Patronato está constituido por el Sr. Obispo de Málaga y por quienes


desempeñen ad munere los cargos de Vicario General, Vicario Episcopal de la
Ciudad de Melilla, Rector del Seminario diocesano, Ecónomo diocesano y Se-
cretario General-Canciller.

3. Salvo que otra cosa se disponga en estos Estatutos, los acuerdos se


adoptarán por mayoría de votos y el Presidente dirimirá los posibles empates.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1341

4. El período de mandato de los miembros del Patronato se corresponderá


con el que ostenten por el desempeño del cargo canónico, manteniendo la con-
dición de Patrono mientras permanezcan en los referidos cargos.

5. El Vicario General es el Vicepresidente del Patronato. Igualmente, el


Secretario General-Canciller y el Ecónomo Diocesano, desempeñan, respecti-
vamente, los oficios de Secretario y Tesorero. Y, el Vicario Episcopal de la Ciu-
dad de Melilla y el Rector del Seminario diocesano, ostentan el oficio de Vocal.

6. Si durante el tiempo de gestión de los miembros del Patronato alguno de


ellos cesara por cualquier causa, el Patronato procederá a cubrir la vacante
producida, conforme a lo establecido en el apartado 4) de este artículo.

7. Todos los cargos del Patronato son gratuitos, pero no onerosos, y reele-
gibles indefinidamente.

Artículo 9º.

El Patronato ostentará la plena representación legal de la Fundación, corres-


pondiéndole, además, velar por el cumplimiento del fin y objetivos de la misma,
teniendo, entre otras, las siguientes atribuciones:

a) Administrar el patrimonio de la Fundación y determinar su régimen eco-


nómico, de conformidad con la legislación vigente.

b) Aprobar y/o modificar los presupuestos, tanto ordinarios como extraordi-


narios, así como los balances de cada ejercicio.

c) Aprobar la mayor o menor expansión de la Fundación, de acuerdo con los


recursos de la misma y las circunstancias del momento.

d) Reformar y/o modificar los Estatutos de la Fundación, de acuerdo con los


fines fundacionales y la legislación vigente.

e) Aprobar los Reglamentos y las normas de general aplicación, así como


sus propias reglas de funcionamiento.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1342

f) Defender en juicio y fuera de él los derechos de la Fundación, otorgando


al efecto los poderes necesarios a abogados y procuradores.

g) Mantener en buen estado de conservación y producción los bienes y


valores de la Fundación.

h) Ejecutar sus propios acuerdos, así como ejercer cuantas facultades le


atribuyan estos Estatutos, de conformidad con el fin y objetivos de la Funda-
ción.

Artículo 10º.

1. El Patronato será convocado dos veces al año, en sesión ordinaria, me-


diante citación personal a sus componentes realizada, al menos, con ocho días
de antelación, salvo que el carácter urgente exija un plazo más breve. En esta
reunión se examinarán los respectivos informes y adoptarán las oportunas deci-
siones a la vista de los mismos.

2. En reunión extraordinaria será convocado siempre que lo estime necesa-


rio el Presidente, o a petición de un tercio de sus miembros, en cuyo caso, el
Presidente, habrá de convocarlo dentro de los quince días siguientes al recibo
de la solicitud, del modo previsto en el apartado anterior.

3. Las reuniones podrán celebrarse, en primera convocatoria con sólo la


asistencia de la mitad más uno de sus miembros. En segunda convocatoria,
media hora después, serán válidas sus sesiones con la asistencia del Presiden-
te o Vicepresidente y de los miembros presentes. Igualmente, podrán ser invita-
dos, como asesores, con voz pero sin voto, aquellas personas que el Presidente
considere oportuno.

4. Los acuerdos del Patronato se adoptarán por mayoría absoluta de los


presentes. Todos los acuerdos se reflejarán por el Secretario en el correspon-
diente Libro de Actas.

5. El Presidente, bajo cuya autoridad se celebrarán las sesiones del Patro-


nato de la Fundación, dirigirá los debates, concediendo o retirando la palabra
cuando estime que un asunto ha quedado suficientemente debatido. Cuando

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1343

hayan de adoptarse decisiones, votará siempre en último lugar. Si se produjera


un empate, podrá hacer uso del voto de calidad.

6. En la primera reunión preceptiva del Patronato, que tendrá lugar dentro


del último trimestre del año, se presentarán los presupuestos y, en la segunda,
a celebrar dentro del segundo trimestre del año, los balances y memorias del
ejercicio precedente, salvo que el Patronato decida que tales presentaciones se
hagan conjuntamente y/o en otro momento.

CAPÍTULO II
DE LOS CARGOS DE LA FUNDACIÓN Y DEL SECRETARIO EJECUTIVO

Artículo 11º.

1. El Presidente es el único órgano unipersonal de gobierno de la Funda-


ción.

2. Son funciones del Presidente:

a) Representar a la Fundación, por delegación expresa del Patronato, ante


toda clase de autoridades y en todos los actos públicos o privados; y, a todos
los efectos, en aquellos en los que tenga que intervenir con plena eficacia jurídi-
ca.

b) Convocar y presidir la Junta del Patronato, así como establecer el Orden


del Día de las reuniones de este órgano.

c) Dirigir el orden y debates en las sesiones del Patronato.

d) Autorizar con su Visto Bueno los escritos, certificados, actas, balances,


memorias y nombramientos que sean expedidos por el Secretario y así lo re-
quieran; y, en general, cuantos informes y dictámenes hayan de presentarse
ante el Patronato.

e) Celebrar en nombre de la Fundación y por delegación expresa del Patro-


nato, de conformidad con lo establecido en estos Estatutos, toda suerte de

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1344

contratos y operaciones mercantiles, así como otorgar poderes a abogados y


procuradores.

f) Cuidar el cumplimiento de los Estatutos, y de los fines y objetivos de la


Fundación, así como velar para que se lleven a efecto los acuerdos adoptados.

g) Coordinar y aunar la labor de los miembros del Patronato.

h) Realizar o gestionar cualquier otra misión que resulte del contenido de


estos Estatutos o le encomiende el Patronato.

i) Invitar a las sesiones de los órganos de gobierno a cualquier persona que,


por la naturaleza de los asuntos a tratar, deba ser consultada.

Artículo 12º.

1. El Vice-Presidente es el colaborador directo del Presidente.

2. Sus funciones son:

a) Sustituir al Presidente en los supuestos de ausencia, enfermedad o va-


cante, con los mismos derechos y obligaciones.

b) Asumir aquellas otras competencias que, de conformidad con el Patrona-


to, le enco-miende el Presidente.

Artículo 13º.

Los Vocales tendrán las siguientes funciones:

a) Proponer al Patronato cuantas iniciativas estimen convenientes para el


mejor cumplimiento de los fines de la Fundación.

b) Representar a la Fundación en los actos y asuntos que, por delegación,


les sean encomendados por el Presidente o por el Patronato.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1345

Artículo 14º.

El Secretario de la Fundación tiene el carácter de Secretario ejecutivo y, como


tal realizará las siguientes funciones:

a) Redactar las actas de las reuniones del Patronato.

b) Recabar toda la información necesaria para la redacción de la Memoria


anual de actividades.

c) Librar certificaciones de los acuerdos así como de cualquier otra docu-


mentación de la Fundación, reservando el Vº. Bº. del Presidente para aquellos
que lo requieran.

d) Llevar los Libros y la correspondencia de la Fundación y despachar los


asuntos que se le encomienden.

e) Cualquiera otra que resulte del contexto de estos Estatutos o le sea


encomendada por los órganos de gobierno de la Fundación.

Artículo 15º.

Compete al Tesorero:

a) Dirigir la contabilidad de la Fundación.

b) Recabar los datos económicos y la correspondiente documentación con-


table, para la confección de los presupuestos y balances.

c) Efectuar cobros y pagos a la vez que anotarlos en los Libros de la Funda-


ción.

d) Recibir y custodiar los fondos de la Fundación.

e) Cualquiera otra que resulte del contexto de estos Estatutos o le sea


encomendada por los órganos de gobierno de la Fundación.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1346

TITULO III
DEL PATRIMONIO Y ADMINISTRACIÓN DE LA FUNDACIÓN

CAPITULO I
DEL PATRIMONIO FUNDACIONAL

Artículo 16º.

1. La Fundación quedó inicialmente dotada con el 42.5 % de los bienes


inmuebles sitos en la Ciudad Autónoma de Melilla, a que se refiere la trasacción
extrajudicial que se acompaña como ANEXO a los presentes Estatutos, y cuyo
valor asciende a la cantidad de 3.065.161,73 millones de Euros (equivalentes a
510.000.000 Pts.).

2. La Fundación podrá adquirir otros bienes mediante donaciones, legados


o herencias, cuya aceptación o renuncia corresponde al Patronato, al que, igual-
mente, compete determinar los bienes que constituyan el patrimonio estable de
la misma.

CAPITULO II
DEL RÉGIMEN ECONÓMICO

Artículo 17º.

1. La administración del Patrimonio de la Fundación corresponde al Patro-


nato, conforme a las normas del Derecho Canónico.

2. El ejercicio económico de la Fundación coincidirá con cada año natural.

3. Tras la censura y aprobación de las cuentas del ejercicio, se remitirá


copia de las mismas al Obispado, de conformidad con lo establecido en el
Derecho Canónico sobre la obligación de rendir cuentas al Ordinario del lugar
todos los años.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1347

CAPÍTULO III
DE LA ENAJENACIÓN, GRAVAMEN O ADQUISICIÓN DE BIENES

Artículo 18º.

1. La Fundación, con personalidad jurídica propia, puede adquirir, enajenar,


poseer y administrar bienes temporales de cualquier clase o naturaleza, a
tenor de lo establecido en el Código de Derecho Canónico.

2. A fin de preservar el patrimonio fundacional, la Fundación podrá efectuar


inversiones en bienes o derechos de cualquier clase, para que produzcan los
frutos o rentas adecuados, pero excluyendo cualquier tipo de especulación.

3. En la administración del patrimonio fundacional, el Patronato únicamente


tendrá en cuenta la mejor defensa frente a la desvalorización monetaria; y, para
ello, realizará los actos necesarios de administración ordinaria, solicitando los
permisos oportunos para los de disposición extraordinaria.

CAPITULO IV
DE LA FORMA DE DISPONER DE LOS BIENES Y RECURSOS

Artículo 19º.

1. Para la administración ordinaria, el Patronato podrá abrir, seguir y cance-


lar cuentas corrientes y de crédito, en cualquier entidad bancaria, depositando y
retirando fondos y librando, al efecto, talones de cheques y recibos.

2. El Patronato fijará, anualmente, en los presupuestos de la Fundación, los


límites para disponer: hasta el mínimo que se establezca, podrá el Tesorero,
con su sóla firma, disponer de los fondos; entre el mínimo y el máximo, se
necesitará la firma conjunta del Tesorero y del Presidente o Vice-Presidente del
Patronato.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1348

TÍTULO IV
DISPOSICIONES GENERALES

CAPITULO I
DE LA DISOLUCIÓN DE LA FUNDACIÓN

Artículo 20º.

La Fundación se establece por tiempo indefinido y sólo podrá disolverse por


determinación del Sr. Obispo, a propuesta del Patronato, por no ser necesaria o
conveniente para el fin que fue creada, o por no poder cumplir ya dichos fines.

Artículo 21º.

1. Acordada la disolución se nombrará una comisión liquidadora compuesta


por tres miembros del Patronato, la cual realizará todo el patrimonio de la Fun-
dación, de conformidad con las normas que al respecto dicte el propio Patro-
nato.

2. El producto patrimonial resultante de la Fundación tras la disolución, si lo


hubiere, se pondrá a disposición de la Diócesis de Málaga para el cumplimiento
de sus propios fines.

CAPÍTULO II
DE LOS LIBROS DE LA FUNDACIÓN

Artículo 22º.

Todos los Libros que use la Fundación llevarán una certificación en su primera
hoja, con el número de folios que comprenden y fin a que se destinan. Esta
certificación deberá ser extendida por el Secretario del Patronato con el visto
bueno del Presidente del mismo, y selladas todas sus hojas. Los que carezcan
de este requisito se considerarán nulos y sin ningún valor.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1349

CAPÍTULO III
DISPOSICIÓN INTERPRETATIVA

Artículo 23º.

En cualquier asunto no previsto en estos Estatutos podrá tomarse acuerdo en


sesión del Patronato.

CAPÍTULO IV
DISPOSICIÓN FINAL

Artículo 24º.

La Fundación queda sujeta al cumplimiento de estos Estatutos desde su entra-


da en vigor, una vez sean aprobados por la Autoridad eclesiástica competente.

Málaga, 25 de Diciembre de 2003

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1351

DECRETO POR EL QUE SE APRUEBAN


LAS BASES PARA LA ACTUALIZACIÓN DE LAS REGLAS
O ESTATUTOS DE LAS HERMANDADES Y COFRADÍAS
DE LA DIÓCESIS DE MÁLAGA

ANTONIO DORADO SOTO


por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica
OBISPO DE MÁLAGA

Las Hermandades y Cofradías, «asociaciones de fieles cristianos cons-


cientes de su pertenencia a la Iglesia» (Cf.. Código de Derecho Canónico, cc.
298 y 312), han sido durante siglos uno de los cauces importantes para la
manifestación pública de la fe de nuestro pueblo sencillo. Gracias a su poder de
convocatoria y a su forma peculiar de expresar los sentimientos religiosos, han
hecho realidad en muchas gentes las palabras de Jesús: «Yo te bendigo, Pa-
dre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios y
prudentes, y se las has revelado a los pequeños» (Lc 10,21).

Así lo expresaban los Obispos del Sur de España: «Las Hermandades y


Cofradías han contribuido grandemente al florecimiento de la vida cristiana en-
tre nosotros. Estas asociaciones religiosas han aportado un importante caudal
a la vida espiritual de nuestro pueblo. Y actualmente continúan alimentando la
vida cristiana de muchos católicos repartidos por toda nuestra geografía» (Las
Hermandades y Cofradías. Carta Pastoral de los obispos del sur de España.
1988, n. 11).

La Iglesia siempre ha mirado con ojos maternos esta realidad compleja y


viva de nuestra religiosidad popular, especialmente organizada en Hermandades
y Cofradías. Nuestro Proyecto Pastoral Diocesano, ha trazado líneas concretas
de acción para la implicación afectiva y efectiva de estas asociaciones de fieles
en la pastoral general diocesana. Así lo expresa un reciente documento sobre la

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1352

piedad popular: “La Iglesia reconoce a las Cofradías y les confiere personalidad
jurídica, aprueba sus estatutos y aprecia sus fines y sus actividades de culto. Y
les pide que, evitando toda forma de contraposición y aislamiento, estén inte-
gradas de manera adecuada en la vida parroquial y diocesana” (Directorio sobre
la piedad popular y la Liturgia, n. 69). Nuestro Proyecto Pastoral señala como
objetivo primordial la llamada del Santo Padre a la “nueva evangelización”, y
exhorta a las Hermandades y Cofradías a implicarse en este objetivo. Pertene-
cer a una Hermandad o Cofradía supone adquirir un compromiso espiritual y
apostólico, que se refleja en un testimonio de vida y un ardor evangelizador (Cf.
Proyecto Pastoral Diocesano 2001-2006. ¡Duc in altum: Rema mar adentro!
págs. 175-183).

El así llamado catolicismo popular toca la realidad religiosa más vasta de


nuestro pueblo y se refiere también a su fisonomía espiritual más entrañable. Es
un patrimonio en el que anida la fe cristiana de millones de hombres y mujeres
(Cf. El catolicismo popular en el sur de España. Documento de trabajo para la
reflexión presentado por sus Obispos. 1975, 9 ss.). La fisonomía de Andalucía
está configurada por la fe cristiana, y no se puede definir nuestra identidad anda-
luza de hoy sin referencia al hecho más decisivo de su historia, que es el cristia-
nismo. Estas entrañas cristianas de nuestro pueblo se han manifestado siem-
pre y se sigue explicitando en una religiosidad popular muy rica y compleja.

Las diversas manifestaciones públicas de devoción, y especialmente las


expresadas en torno a la Semana Santa, concitan en nuestros pueblos y ciuda-
des muchas voluntades. Pero debemos cuidar la expresión de su sentido más
profundo. Celebramos junto a María la Muerte y la Resurrección de su Hijo: es el
Misterio central de nuestra fe, la gran herencia de nuestros padres, que nos
compromete a trasmitirla, enriquecida con la propia experiencia, a las nuevas
generaciones.

En nuestra Diócesis, las “Bases de Estatutos de las Cofradías de Sema-


na Santa y Hermandades de Culto y Procesión”, promulgadas por nuestro ante-
cesor, el Excmo. y Rvdmo. Mons. Buxarráis Ventura (18 de Mayo de 1977), han
prestado durante más de veinticinco años un indudable servicio a las Hermanda-
des y Cofradías, ofreciéndoles unas orientaciones jurídicas y pastorales para
adecuar sus Reglas y Estatutos a la doctrina conciliar.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1353

Con el paso del tiempo, se ha visto la necesidad de acomodar dichas


Bases tanto a la ley general de la Iglesia como a la doctrina postconciliar, a fin
de que respondan a las nuevas situaciones de tiempo y lugar. Estas nuevas
Bases constituyen un punto de referencia para actualizar las Reglas o Estatu-
tos de las distintas Hermandades y Cofradías, así como para la confección de
sus Estatutos para aquellas que aún no los tuvieren. Así, tras unos años de
trabajo y una amplia consulta, por el presente

DECRETO

aprobamos las “Bases para la actualización de las Reglas o Estatutos de las


Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Málaga”.

Quedan, por tanto, derogadas las Bases de Estatutos de 1977 y cuantas


normas de igual o inferior rango se opongan a lo ordenado por las nuevas Bases
que hoy se aprueban.

En Málaga, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la


Virgen María, a ocho de Diciembre de dos mil tres.

Por mandato del Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo


El Secretario General-Canciller
José Manuel Ferrary Ojeda

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1355

BASES PARA LA ACTUALIZACIÓN DE LAS REGLAS O


ESTATUTOS DE LAS HERMANDADES Y COFRADÍAS
DE LA DIÓCESIS DE MÁLAGA

(MODELO DE ESTATUTOS)

ESTATUTOS DE LA ... (Título completo de la Corporación)1

INTRODUCCIÓN o PREÁMBULO

ORIENTACIÓN.- Todo Estatuto debe estar precedido por una síntesis histórica
en la que queden recogidos los hitos más importantes de la Corporación: funda-
ción y fundadores; motivación para su institución; imágenes titulares; títulos
legítimamente concedidos; nominación popular (en su caso). Procesión: fecha
en que se efectuaba. Cultos y fiestas principales. Peculiaridades y otras carac-
terísticas recogidas en las reglas primitivas, reformas sufridas y motivación para
adecuarlas, etc. etc2.

TÍTULO I
DENOMINACIÓN, NATURALEZA Y NORMAS BÁSICAS

CAPÍTULO I
DENOMINACIÓN

Regla 1ª. Esta Corporación, se denomina ... (indicar el Título completo).

ORIENTACIÓN.- Con el nombre de Hermandad / Cofradía se denominan aque-


llas asociaciones públicas de fieles que tienen como fin peculiar la promoción
del culto público, en nombre de la Iglesia, a los misterios de la Pasión, Muerte
y Resurrección del Señor, al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, a la Santí-
sima Virgen y/o a los Santos3.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1356

El título de la Hermandad y Cofradía se tomará de sus Titulares, debien-


do responder a la mentalidad del tiempo y del lugar de su fundación y estar
inspirado preferentemente en el fin que persigue4.

El reconocimiento de los adjetivos o títulos de honor de una Hermandad o


Cofradía depende exclusivamente del documento de concesión o del uso histó-
rico de los mismos, lo que habrá de demostrarse fehacientemente para la apro-
bación de las Reglas / Estatutos.

CAPÍTULO II
DE LA NATURALEZA JURÍDICA

Regla 2ª.

1. Con arreglo a su fin peculiar, esta Corporación es una asociación pública


de fieles de derecho diocesano (o regular o pontificio, según los casos) y, como
tal, fue erigida canónicamente por Decreto de la Autoridad eclesiástica (señalar,
si se sabe, el autor del decreto, de fecha) .... (indicando día, mes y año; o, si se
desconoce la fecha exacta, indicar los datos que se sepan: mes y año, sólo el
año o el siglo y, en último extremo, si cuenta con más de cien años, inmemo-
rial).

2. Igualmente, tiene reconocida civilmente su personalidad jurídica al en-


contrarse inscrita en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Jus-
ticia, Sección de Entidades asociactivas Católicas, con el núm. ...

CAPÍTULO III
NORMAS DE APLICACIÓN

Regla 3ª. La Corporación se regirá por las Reglas contenidas en estos Estatu-
tos y por las normas que legítimamente los desarrollen. Supletoriamente, lo
hará por la legislación diocesana5 o, en su caso, por el Derecho Canónico y, en
cuanto le sea aplicable, por el Derecho del Estado.

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1357

ORIENTACIÓN.- Las Reglas / Estatutos de toda Hermandad / Cofradía, así


como su revisión o modificación, una vez elaboradas por la propia Corporación
y aceptadas por el Cabildo general de la misma, necesitan la aprobación del
Ordinario6.

El objeto de la aprobación de las Reglas / Estatutos recaerá solo y exclu-


sivamente sobre su articulado normativo, debiendo quedar claramente separa-
do del mismo cuanto se refiera a noticias y referencias históricas, así como a la
propiedad y uso de bienes muebles e inmuebles.

Las Hermandades / Cofradías podrán redactar un Reglamento de régi-


men interior7, conforme a la norma del derecho y de las Reglas / Estatutos,
donde se especifiquen las normas más particulares. Corresponde al Cabildo
general aprobar el Reglamento.

CAPÍTULO IV
IMÁGENES TITULARES

Regla 4ª. Son Imágenes Titulares de la Corporación:

1. La efigie de ..., representa el momento ... narrado en ... (los Evangelios


canónicos ... Además, se pueden añadir otros datos relativos a su autoría, me-
didas, etc.).

2. La que encarna a la Madre de Jesús, ...

3. Dada la antigüedad, valor artístico o devocional de estas sagradas Imáge-


nes, cualquier intervención que requieran en orden a su restauración o sustitu-
ción, habrá de contar con autorización expresa de la Autoridad eclesiástica
competente8, previo acuerdo del Cabildo general, una vez examinados los infor-
mes técnicos oportunos.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1358

CAPÍTULO V
INSIGNIAS Y DISTINTIVOS

Regla 5ª. Son insignias y distintivos de la Corporación:

1. EL ESCUDO o emblema de la Corporación, representa ... (definir los


elementos que conforman el Escudo).

2. EL GUIÓN es la bandera de la Corporación (confeccionado en tejido ...


recogido sobre un asta rematada en Cruz, que ostenta en su centro el Escudo
de la Corporación).

3. LA MEDALLA es el distintivo que deben ostentar los cofrades en todos


los actos de culto. (Realizada en metal, de forma ..., de unos ... por ... cm.
Representa, en su anverso, ...; y, en su reverso, ... Se sujeta al cuello de los
cofrades mediante un cordón de seda trenzado con los colores ... Salvo la que
ostente el Hermano Mayor, que, en razón de su dignidad, se sujetará con un
cordón dorado)

4. LA TÚNICA o HÁBITO procesional con la que los cofrades han de partici-


par en la Procesión anual / Estación de penitencia, será de las características
descritas en la regla 17ª.

CAPÍTULO VI
SEDE Y DOMICILIO

Regla 6ª.

1. Esta Corporación se encuentra canónicamente establecida en ... (la sede


canónica de una Hermandad y Cofradía es siempre una Iglesia o Capilla9), ám-
bito parroquial de ..., de (localidad).

2. Su domicilio social (o Casa-Hermandad) radica en ... (localidad), calle...


(Las Reglas / Estatutos deben contemplar el domicilio social, si este es distinto
de la sede canónica)

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1359

TÍTULO II
OBJETO Y FINES

CAPÍTULO I
OBJETO PECULIAR O DISTINTIVO DE LA CORPORACIÓN

Regla 7ª. Constituye el objeto primordial de la Corporación alcanzar la mayor


gloria de Dios a través de la promoción del culto público en nombre de la Iglesia
a sus Sagrados Titulares (Nuestro Señor Jesucristo ... y a la Santísima Virgen
María ...), realizando obras de piedad y caridad y animando con espíritu cristia-
no el orden temporal.

Regla 8ª. En el cumplimiento de esta misión peculiar, la Corporación se propo-


ne alcanzar los siguientes fines:

a) Fomentar, entre todos sus hermanos, la devoción y veneración debi-


das a sus Sagrados Titulares, ...
b) Perfeccionar e incrementar el espíritu cristiano y cofradiero que debe
presidir la vida de la Corporación.
c) Estimular la participación de los cofrades y devotos en la vida litúrgica
de la Iglesia.
d) Suscitar entre sus hermanos y devotos el amor a Dios y al prójimo.
e) Cooperar y velar por el aumento del fervor y religiosidad de la Estación
de Penitencia / procesión anual, dentro de su peculiar tradición y deco-
ro, impulsando su carácter de manifestación de fe.
f) Realizar obras permanentes de asistencia para con los más necesita-
dos y/o colaborar activamente con las que ya se encuentren estableci-
das por otras instituciones diocesanas o parroquiales.
g) Celebrar, con la esperanza en la resurrección, las exequias eclesiásti-
cas debidas a los hermanos y devotos difuntos.
h) Colaborar estrechamente en las actividades pastorales de la Parro-
quia.
i) Organizar actos formativos, religiosos y socio-culturales que configu-
ren a la Corporación como una verdadera comunidad cristiana y facili-
ten el cumplimiento de los anteriores fines y objetivos.
j) Cualquier otro que, a juicio del Cabildo general, resulte congruente con
el objeto peculiar de esta Corporación.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1360

Regla 9ª. La Corporación, para alcanzar los anteriores fines y objetivos:

1. Recaudará los fondos necesarios y gestionará los medios precisos, con-


forme a las disposiciones de estos Estatutos y según las normas diocesanas y
canónicas vigentes.

2. Igualmente, gestionará y defenderá sus intereses ante las instituciones


eclesiásticas o civiles.

CAPÍTULO II
CULTOS INTERNOS

Regla 10ª. El culto, sobre todo público, es el fin distintivo especial de la Corpo-
ración. Su celebración no se reduce solo a la procesión y los actos especiales
que, con ocasión de la Semana Santa o de la Festividad de los Titulares, se
dedican una vez al año, sino que se extiende a lo largo del ejercicio cofradiero
anual para mantener vivo el espíritu de los hermanos, poniendo especial interés
en la participación de la Misa dominical.

Regla 11ª.

1. Dentro de los cultos internos, la Junta de Gobierno pondrá especial inte-


rés en la celebración de los cultos cuaresmales, que culminan en el Santo
Triduo Pascual, y en los correspondientes a las festividades de sus Sagrados
Titulares, procurando que a los mismos asistan el mayor número posible de
hermanos y devotos.

2. Las fechas en que esta Corporación celebra la fiesta de cada uno de sus
Sagrados Titulares quedan establecidas según el siguiente calendario:

a) Festividad del Santísimo Cristo de ..., el día ..., solemnidad de ...


b) Festividad de María Santísima ..., el día ..., memoria de ...; y, (en su
caso)
c) Festividad de ..., el día ..., aniversario de ...
d) Tríduo, Quinario, Septenario o Novena ...

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1361

Regla 12ª. Para facilitar la concurrencia de los hermanos, devotos y fieles en


general:

1. La Junta de Gobierno, de acuerdo con el Director Espiritual, confecciona-


rá para cada año un programa de cultos.

2. Igualmente, la Corporación podrá trasladar las Sagradas Imágenes, con


la dignidad y decoro necesarios, para la celebración de sus cultos en ... (la
Iglesia parroquial, Casa-Hermandad).

CAPÍTULO III
LA PROCESIÓN

Regla 13ª. La Procesión anual o Estación de penitencia es uno de los actos del
culto más importante que realiza la Corporación. Por consiguiente todos los
hermanos, en especial los miembros de la Junta de Gobierno, han de poner el
máximo empeño en que el propio culto de los Sagrados Titulares sea el que
ocupe la parte más importante de la procesión y que todos los demás elemen-
tos que la integren queden supeditados al mismo, procurando que los factores
externos de la procesión apoyen, resalten y honren la manifestación del miste-
rio de Cristo a la luz del Evangelio.

Regla 14ª.

1. La Estación de penitencia / procesión anual de los Sagrados Titulares de


esta Corporación es una solemne rogativa en la que los cofrades recorren el
itinerario procesional establecido10, según las normas litúrgicas y la costumbre
de nuestro pueblo, para estimular la devoción de los fieles, conmemorar los
beneficios de Dios, darle gracias por ellos e implorar el auxilio divino.

2. Conforme a la tradición, la Estación de penitencia / procesión anual de


esta Corporación tendrá lugar el ...

3. Previamente a su realización, la Junta de Gobierno, de acuerdo con el


Director Espiritual, organizará los actos litúrgicos adecuados para la predisposi-
ción inmediata del espíritu de conversión11 con que los hermanos deben partici-

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1362

par en la misma. Toda vez que la procesión ha de constituir una catequesis


plástica para el pueblo, que ve representado en sus Sagrados Titulares los prin-
cipales misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

4. El Cabildo General, a propuesta de la Junta de Gobierno, determinará las


normas, cuotas o luminarias que hayan de abonar los cofrades por participar en
la Procesión, así como el horario e itinerario de ésta, conforme a las disposicio-
nes de estos Estatutos y a las normas diocesanas vigentes.

5. Conforme a las normas que dicte el Cabildo General, la Junta de Gobier-


no acordará los días y horas en los que se procederá al reparto de papeletas de
sitio, túnicas y tallaje de los hombres de trono / portadores, anunciándolo opor-
tunamente a todos los cofrades.

6. La procesión podrá suspenderse cuando por razones adversas, climato-


lógicas, socio-políticas o cualquier otra causa grave, así lo decida la Junta de
Gobierno al efecto convocada, por mayoría simple de votos.

7. Caso de acordarse la suspensión, las Imágenes de los Sagrados Titula-


res quedarán expuestas en sus tronos procesionales a la pública veneración de
los cofrades y devotos, hasta la hora prevista para su recogida.

8. Si en el transcurso del itinerario procesional surge alguna de las causas


de suspensión previstas en el apartado sexto, corresponde exclusivamente al
Hermano Mayor, o a quien conforme a estos Estatutos le sustituya, adoptar la
decisión que estime más conveniente a favor de la Corporación.

Regla 15ª.

1. La Junta de Gobierno, en la organización de la Estación de Penitencia /


procesión anual, procurará que en la misma no figuren elementos extraños al
culto externo, proponiendo al Cabildo la adopción de las normas necesarias
para que la misma constituya un verdadero acto de fe, se respeten los derechos
de los hermanos y la tradición.

2. La Junta de Gobierno dispondrá, salvaguardando la antigüedad, derechos


adquiridos y preferencias de los hermanos, todo lo necesario para el mejor de-

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1363

sarrollo de la procesión, nombrando al efecto los cargos (mayordomos,


campanilleros, ...) que sean precisos y distribuyendo entre todos los participan-
tes las túnicas, insignias y demás enseres, así como, en su caso, acoplando a
los hombres de trono/ portadores, acólitos y demás participantes.

3. Ordinariamente el Hermano Mayor es el Jefe de Procesión, salvo que por


causa justificada no pudiera desempeñar este cargo, en cuyo supuesto desig-
nará al cofrade que estime más adecuado para este menester.

4. Igualmente, la Junta de Gobierno, a propuesta del Hermano Mayor, nom-


brará a los cofrades idóneos para desempeñar los siguientes cargos de la Pro-
cesión:

a) Mayordomos de Guión
b) Jefes de Sección
c) Mayordomos de Trono
d) ...

Regla 16ª. La Junta de Gobierno, de acuerdo con las posibilidades económicas


de la Corporación, determinará todo lo concerniente a los elementos propios de
la procesión (acompañamiento musical, flores, cera, etc.).

Regla 17ª.

1. Los hermanos que participen en la Estación de Penitencia / procesión


habrá de hacerlo con el hábito de la Corporación, constituido por una túnica
ancha y capirote de color ..., si acompañan al Señor; y, ..., si se integran en la
sección de la Virgen. En ambos casos, la túnica se ceñirá a la cintura con un
cíngulo de...

2. El capirote será cónico, de un metro de altura aproximadamente, del mis-


mo tejido y color de la túnica antes descrito (en él figurará, bordado / estampa-
do, a la altura del pecho, el escudo de la Corporación).

3. Todos, además, irán provisto con calzado y calcetines ... (y guantes ...),
prohibiéndose lucir cualquier otro distintivo ajeno al atuendo descrito en esta
regla, salvo la Medalla de la Corporación. Los devotos y demás fieles que, en su

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1364

caso, deseen acompañar a los Sagrados Titulares habrán de hacerlo tras los
tronos procesionales.

4. Excepcionalmente y con toda discreción, los Hermanos Mayores Honora-


rios de la Corporación y, en su caso, quienes los representen, podrán integrarse
en sendas presidencias que se colocarán, bien delante del preste y / o Director
Espiritual y los acólitos que acompañen a cada uno de los Sagrados Titulares,
o en otro lugar idóneo que determine la Junta de Gobierno. Los integrantes de
estas presidencias habrán de vestir de gala, etiqueta o con la túnica de la Cor-
poración, según proceda.

CAPÍTULO IV
FORMACIÓN DE LOS COFRADES

Regla 18ª. Una de las principales responsabilidades de la Junta de Gobierno es


cuidar la formación cristiana y religiosa de sus hermanos, perfeccionándola cons-
tantemente y actualizándola de forma que éstos estén capacitados para dar
razón de su fe y de su esperanza cuando y donde fuere necesario.

Regla 19ª. Para el cumplimiento de este fin la Corporación, de por sí o en


colaboración con otras instituciones, organizará de forma constante y periódica
charlas, catequesis, coloquios, retiros, ejercicios espirituales, etc., para sus
hermanos y devotos, siguiendo un programa de evangelización previamente tra-
zado12.

CAPÍTULO V
EJERCICIO DE LA CARIDAD

Regla 20ª. La Caridad como expresión de amor es lo que caracteriza al creyen-


te y a la institución cristiana (Jn. 13, 35); por eso, los miembros de esta Corpo-
ración deben considerar como exponentes de su grandeza y esplendor a la par
que como cumplimiento del primer deber de los cristianos, las obras caritativas
que la misma fomente o lleve a cabo, por sí sola o, mejor aún, en colaboración
con la Parroquia.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1365

Regla 21ª. En su actividad caritativa la Corporación no tiene otras preferencias


que las de mayor justicia o necesidad, siguiendo en todo el mayor espíritu evangé-
lico, que no hace en modo alguno distinción de personas.

Regla 22ª. Por práctica de la Caridad esta Corporación no entiende únicamente


la atención de casos concretos de miseria o pobreza, o donativos aislados con
motivo de un acontecimiento, sino que fundamentalmente la orienta a la promo-
ción social del Barrio en que radica.

TÍTULO III
DE LOS MIEMBROS DE LA HERMANDAD

CAPÍTULO I
DE LOS REQUISITOS QUE DEBEN REUNIR LOS HERMANOS

Regla 23ª. Son miembros de esta Corporación todos los católicos que, reunien-
do los requisitos exigidos en estos Estatutos13, manifiesten su deseo de incor-
porarse a la misma y sean admitidos por la Junta de Gobierno.

Regla 24ª.

1. Quien desee incorporarse como miembro de esta Corporación, tiene que


solicitarlo por escrito a la Junta de Gobierno.

2. Toda solicitud de ingreso habrá de estar avalada, al menos, por un herma-


no.

3. Si el aspirante es menor de edad su solicitud necesitará, además, la


autorización de sus padres o tutores.

4. Transcurrido un año, en el que debe seguirse un proceso formativo ade-


cuado14, todo aspirante podrá ser admitido como cofrade, pasando a disfrutar
de los derechos y obligaciones que le reconozcan los Estatutos.

Regla 25ª. Para ser hermano de esta Corporación, se requiere, además:

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1366

a) Observar una conducta moral ejemplar.


b) Manifestar una actitud de servicio al bien común y espíritu comunitario.
c) Sentir marcado interés por los objetivos de la Corporación.

CAPÍTULO II
DE LA ADMISIÓN DE NUEVOS HERMANOS

Regla 26ª. Transcurrido el período de admisión, las solicitudes de nuevos her-


manos serán resueltas por la Junta de Gobierno; y, el Secretario, comunicará a
los interesados el acuerdo adoptado.

Regla 27ª.

1. Todos los años, en los días en que la Corporación celebre los cultos a
sus Sagrados Titulares, se recibirán a los nuevos hermanos.

2. En estos actos, los que hayan sido admitidos como hermanos harán
profesión de fe y prestarán juramento de cumplir estas Reglas, según la fórmula
prevista en las mismas.

3. Todos los hermanos que hayan sido admitidos antes de cumplir los dieci-
séis años podrán, al cumplir esta edad, renovar el juramento a que se refiere el
párrafo anterior, en el transcurso de las mismas solemnidades.

CAPÍTULO III
DE LOS DERECHOS DE LOS HERMANOS

Regla 28ª. Los miembros de esta Corporación tienen reconocidos los siguien-
tes derechos:

a) Desde el momento de su incorporación, a gozar de los derechos, privi-


legios, indulgencias y otras gracias espirituales que tenga concedida
la Corporación15.
b) A ostentar el Escudo y la Medalla de la Corporación.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1367

c) A partir de los ... (16 / 18) años de edad, y con uno al menos de
antigüedad en la Corporación, pueden asistir, con voz y voto, a los
Cabildos y a todos los actos que se celebren, para lo que serán convo-
cados conforme a los presentes Estatutos.
d) Desde que hayan recibido su primera Comunión, a participar e integrar-
se con espíritu de conversión en la comitiva procesional, vistiendo la
túnica de la Corporación, según las disposiciones de estos Estatutos.
La falta injustificada de asistencia a la procesión anual implicará la
interrupción de la antigüedad en la misma y la subsiguiente pérdida de
derechos adquiridos.
e) Cuando se produzca su fallecimiento, a que se celebren los sufragios
o las exequias eclesiásticas debidas.

Regla 29ª. Todos los hermanos mayores de dieciocho años y con dos al menos
de antigüedad en la Corporación que residan en la misma localidad en que
radica la Hermandad / Cofradía (o dentro de su área metropolitana o comarca),
son elegibles como miembros de la Junta de Gobierno, a excepción de aquellos
cargos para los que se exige contar con una mayoría de edad y una antigüedad
superior a cinco años16.

CAPÍTULO IV
DE LAS OBLIGACIONES DE LOS HERMANOS

Regla 30ª. Los hermanos de esta Corporación, además de distinguirse por su


devoción a los Sagrados Titulares, tienen que cultivar, de manera especial:

a) Una delicadeza de conciencia moral, en todos los aspectos y ambien-


tes.
b) Un fervor religioso y espíritu apostólico, participando en la tarea
evangelizadora de la Iglesia, dentro o fuera de la Corporación.
c) Amor y devoción por la Iglesia, Pueblo de Dios.
d) Un respeto e inteligente obediencia a la Jerarquía y a las normas que
de ella emanen.
e) Su formación cristiana, participando en los actos que, al efecto, orga-
nice la Corporación u otra Institución eclesial.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1368

Regla 31ª. Todos los hermanos, además, están obligados:


a) A alcanzar el objetivo peculiar de esta Corporación y a cumplir con lo
preceptuado en sus Estatutos, conforme a lo que en ellos se previene.
b) A contribuir al sostenimiento de la Corporación con las cuotas ordina-
rias y extraordinarias que, para cada año, establezca el Cabildo Gene-
ral, a propuesta de la Junta de Gobierno.
c) Al pago de aquellas otras luminarias que determine el Cabildo, a pro-
puesta de la Junta de Gobierno, por participar en la Procesión anual.
d) A colaborar y participar en cuantos Cultos y actos organice la Corpora-
ción.

Regla 32ª.

1. Los hermanos que desempeñen cargos en la Junta de Gobierno de la


Corporación han de cumplir, además, las siguientes condiciones:

a) Poseer una formación religiosa coherente con el desarrollo de su tiem-


po, a nivel de su propia formación humana.
b) Que los criterios por los que se rigen sus vidas sean, decididamente,
los de un cristiano responsable.
c) Demostrar esta formación y estos criterios con su participación activa
y responsable en la acción evangelizadora y pastoral de la Iglesia,
dentro y fuera de la Corporación.
d) No ejercer cargos directivos en ninguna otra Hermandad o Cofradía de
la misma naturaleza17.

2. El oficio de Hermano Mayor de esta Corporación es incompatible con el


desempeño de cargos de dirección en partidos políticos 18.

CAPÍTULO V
DE LAS BAJAS Y SANCIONES

Regla 33ª. Los hermanos, causarán baja en la Corporación:

a) A su fallecimiento.
b) Cuando lo soliciten por escrito a la Junta de Gobierno.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1369

c) Si apostatan de la fe católica.
d) Por acuerdo de la Junta de Gobierno, conforme a la norma de las
Reglas / Estatutos.

Regla 34ª.

1. El incumplimiento grave y reiterado de las obligaciones establecidas en


el Capítulo IV del presente Título, podrá dar lugar a la apertura de un expediente
disciplinario y a la posible imposición de una sanción justa, si el hermano, una
vez advertido por la Junta de Gobierno, no rectifica su fallo dentro de un plazo
prudencial.

2. Si transcurrido dicho plazo el cofrade en cuestión persistiere en su acti-


tud negativa, la Junta de Gobierno adoptará el acuerdo que proceda, según la
gravedad de la infracción cometida, conforme a lo dispuesto en estas Reglas.

3. La falta injustificada de pago de cualesquiera de las cuotas o luminarias,


legítimamente establecidas conforme a lo dispuesto en estos Estatutos, impe-
dirá a todo cofrade deudor disfrutar de los derechos reconocidos en los aparta-
dos c) y d) de la Regla 28ª, salvo que, previamente, se ponga al día o que, en
consideración a las particulares circunstancias que pudieran concurrir en el deu-
dor, por acuerdo de la Junta de Gobierno, se le dispense o difiera el pago total o
parcial de las cantidades adeudadas.

Regla 35ª. Las sanciones que puede imponer la Junta de Gobierno son:

a) Amonestación verbal o escrita.


b) Suspensión temporal de los derechos contemplados en la Regla 28ª,
apartados c) y d) y en la Regla 29ª, por un año como máximo.
c) Baja definitiva de la Corporación.

Regla 36ª.

1. La Junta de Gobierno no podrá imponer sanción alguna sin la previa ins-


trucción de un expediente disciplinario.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1370

2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, a todo cofrade que du-


rante (un año) no haya satisfecho el pago de sus cuotas / luminarias, se le
advertirá por escrito para que se ponga al día en el plazo razonable de uno o dos
meses a partir de esta notificación, so pena de causar baja definitiva en el seno
de la Hermandad / Cofradía si no respondiere a dicha invitación, sin necesidad
de abrir expediente disciplinario alguno.

3. Todo expediente disciplinario estará inspirado siempre en los principios


de la caridad cristiana.

Regla 37ª.

1. Cuando la Junta de Gobierno tenga noticia cierta de que la conducta de


algún hermano pudiera ser constitutiva de sanción, una vez que éste ha sido
advertido y no haya rectificado, acordará la apertura de un expediente disciplina-
rio y nombrará, de entre sus miembros, a un Instructor y un Secretario.

2. Los Instructores del expediente, tras examinar los hechos constitutivos


de sanción y recabar los datos pertinentes, procederán a la redacción de un
pliego de cargos, del que darán traslado al expedientado para que lo conteste
dentro de un plazo prudencial.

3. El expedientado, dentro del plazo concedido, podrá, si lo desea, formular


en su descargo cuanto estime oportuno.

4. A la vista del pliego de descargos o transcurrido el plazo sin que éste se


haya presentado, la Junta de Gobierno, con la propuesta que eleven los Instruc-
tores, acordará la sanción pertinente o el sobreseimiento de las actuaciones,
previo informe del Fiscal.

5. En el supuesto que se decida la baja definitiva ésta tendrá efecto a partir


de su comunicación al interesado, quedando a salvo su derecho de recurrir a la
Autoridad eclesiástica competente19.

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1371

TÍTULO IV
DEL GOBIERNO DE LA CORPORACIÓN

CAPÍTULO I
DE LAS RELACIONES CON LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA

Regla 38ª. La Corporación se rige bajo la alta dirección de la Autoridad ecle-


siástica20, ejercida de forma inmediata a través del Director Espiritual en el modo
previsto en estas Reglas.

CAPÍTULO II
DEL DIRECTOR ESPIRITUAL

Regla 39ª. El Director Espiritual de la Corporación es el Párroco del templo en


que esté enclavada la Corporación o el sacerdote por él propuesto de acuerdo
con la Junta de Gobierno y con la aprobación del Ordinario, en el caso de que el
Párroco no pueda personalmente atender este ministerio.

Regla 40ª.

1. El Director Espiritual, como guía sacramental de la Hermandad / Cofra-


día21, tiene por misión animar la fe de los cofrades, orientando su vocación de
creyentes y acompañándolos en su vida cofradiera. A cuyo efecto propondrá,
para cada ejercicio y de acuerdo con la Junta de Gobierno, la realización de
aquellas actividades formativas que estime oportunas22.

2. El Director Espiritual, además de las funciones asignadas por el Código23


y por estos Estatutos podrá asistir con derecho a voz a las sesiones de los
órganos de gobierno, especialmente a los Cabildos Generales, asesorando con-
venientemente a los asistentes en las materias de su incumbencia.

3. Corresponde al Director Espiritual celebrar u organizar las funciones


litúrgicas, así como el ejercicio de cuantas facultades le vengan atribuidas en
razón de su cargo.

4. En las reuniones de los órganos de gobierno, así como en los demás


actos corporativos a los que asista, ocupará un lugar en la presidencia estable-
cida.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1372

5. La Junta de Gobierno cuidará con el máximo interés que la dirección


espiritual esté realmente atendida.

CAPÍTULO III
DE LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO EN GENERAL

Regla 41ª. Son órganos de gobierno de esta Corporación:

a) El Cabildo General
b) La Junta de Gobierno
c) La Comisión Permanente, y
d) El Hermano Mayor.

CAPÍTULO IV
DEL CABILDO GENERAL

Regla 42ª.

1. El Cabildo General es el máximo órgano de gobierno de la Corporación.


Lo componen, con voz y voto, todos los hermanos con ... (16/18) años24 de edad
y con uno al menos de antigüedad en la Hermandad / Cofradía.

2. Los acuerdos adoptados válidamente vincularán a todos los hermanos de


la Corporación.

ARTÍCULO 1
DE LAS SESIONES DEL CABILDO GENERAL

Regla 43ª.

1. El Cabildo General podrá convocarse tanto en sesión ordinaria como ex-


traordinaria.

2. En sesión ordinaria habrá de reunirse, preceptivamente, dos veces al año:

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1373

a) El primero, que se celebrará en el mes de febrero de cada año, tendrá


por objeto: acordar la salida procesional y las cuotas/ luminarias que
habrán de satisfacer los cofrades por participar en la Procesión anual;
aprobar el Orden de Procesión; nombrar a los Censores para revisar el
Balance General de Cuentas al final del ejercicio, de entre los cofrades
que no pertenezcan a la Junta de Gobierno; establecer los Cultos a
celebrar durante la Cuaresma y aprobar, a propuesta de la Junta de
Gobierno, los Presupuestos anuales de ingresos y gastos, tanto ordi-
narios como extraordinarios.

b) El segundo, tendrá lugar en el mes de junio de cada año, para conocer


y, en su caso, aprobar: la Memoria anual de Secretaría; el Balance
General de Cuentas del año anterior y el Informe que, sobre el mismo,
hayan realizado los Censores.

c) Igualmente, será competente el Cabildo –en cualquiera de sus sesio-


nes ordinarias–, para: conocer, en su caso, la posible remodelación de
la Junta de Gobierno y los Diputados que la propia Junta determine
para que le auxilien en sus funciones; nombrar, a propuesta de ésta, a
los Consejeros de la Corporación; e igualmente, en su caso, aprobar
las directrices generales de actuación para el ejercicio, a propuesta
del Hermano Mayor.

3. Con carácter extraordinario, se reunirá en los siguientes casos:

a) Cuando lo estime necesario o conveniente el Hermano Mayor.


b) Por acuerdo de la Junta de Gobierno.
c) Cuando así se desprenda de lo dispuesto en estos Estatutos (cf. Re-
glas: 97, sobre reforma de Estatutos; 98, Reglamentos; 100, Recur-
sos; 104.1, creación de normas; etc.).
d) A petición de al menos cincuenta / cien hermanos, con voz y voto.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1374

ARTÍCULO 2
DE LAS CONVOCATORIAS DE LOS CABILDOS

Regla 44ª.

1. El Cabildo General será convocado por el Hermano Mayor, mediante cita-


ción cursada a todos los hermanos capitulares y al Director Espiritual; en ella se
expresarán con toda claridad los asuntos a tratar, así como el día, hora y lugar
de su celebración, tanto en primera como en segunda convocatoria. Entre éstas
habrá de mediar, como mínimo, un plazo de treinta minutos.

2. Las citaciones se enviarán a los domicilios consignados por los herma-


nos, al menos con una semana de antelación a la fecha fijada para su celebra-
ción25.

3. Cuando la celebración del Cabildo sea solicitada por la Junta de Gobierno


o por los cofrades, el Hermano Mayor deberá convocarla dentro de los treinta
días siguientes al recibo de dicha solicitud.

4. En caso de urgencia, deberá convocarse con una antelación mínima de


cuarenta y ocho horas, mediante notas insertas en la prensa local de mayor
difusión, con comunicación expresa a la Autoridad eclesiástica a través del Pá-
rroco o Director Espiritual.

ARTÍCULO 3
DE LA CONSTITUCIÓN DEL CABILDO

Regla 45ª.

1. El Cabildo quedará válidamente constituido cuando convocado del modo


previsto en el Artículo anterior, en primera convocatoria asistan, al menos cin-
cuenta hermanos capitulares.

2. En segunda convocatoria bastará la concurrencia de treinta hermanos


capitulares.

3. Si ni siquiera en segunda convocatoria se alcanzara el quorum mínimo


fijado en el apartado anterior, se citará a una nueva sesión del Cabildo quince

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1375

días después; para esta nueva sesión, en única convocatoria, bastará para su
validez la concurrencia del mínimo de treinta hermanos capitulares. Si aún en-
tonces no se alcanzare dicho quorum, en este caso y sólo para cuestiones de
urgencia o de grave necesidad la Junta de Gobierno asumirá las competencias
del Cabildo.

4. A requerimiento de cualquier miembro de la Mesa, los cofrades asisten-


tes al Cabildo podrán acreditar su identidad y demás circunstancias personales
(edad y domicilio) mediante la exhibición del DNI o de cualquier otro documento
oficial que resulte suficiente.

ARTÍCULO 4
DE LAS FACULTADES DEL CABILDO

Regla 46ª.

1. Corresponde al Cabildo General, como órgano soberano de la Corpora-


ción, tener la máxima autoridad y control sobre toda clase de asuntos con ella
relacionados.

2. En particular, y sin que estas facultades sean delegables en ningún otro


órgano, compete al Cabildo General:

a) Fijar las directrices generales de actuación en todas las actividades


propias de la Corporación.
b) Elegir dos censores de cuentas y dos suplentes, entre los hermanos
no pertenecientes a la Junta de Gobierno, para cada ejercicio econó-
mico.
c) Aprobar los Presupuestos de cada ejercicio, tanto ordinarios como
extraordinarios, así como cualquier gasto, igualmente extraordinario,
que exceda del capítulo de imprevistos; y revisar y aprobar el Balance
del ejercicio económico anterior y sus cuentas complementarias, tras
su censura.
d) Elegir al Hermano Mayor conforme a lo dispuesto en estos Estatutos.
Igualmente, podrá cesar a los miembros electos de la Junta, a pro-
puesta del Hermano Mayor o por acuerdo de la propia Junta de Gobier-
no.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1376

e) Nombrar a los Consejeros y constituir las Vocalías que sean necesa-


rias, a propuesta de la Junta de Gobierno. Igualmente, conocerá las
Comisiones y los Diputados que la Junta proponga para colaborar en
las tareas de gobierno de la Corporación.
f) Modificar, total o parcialmente, los Estatutos de la Corporación.
g) Aprobar reglamentos de régimen interior; así como, en general, cuan-
tas instrucciones considere oportunas para el mejor funcionamiento de
la Corporación y cumplimiento de sus fines.
h) Conceder Títulos honoríficos y la Medalla de Honor de la Corporación,
conforme a lo dispuesto en las Reglas / Estatutos.
i) Aprobar los actos de adquisición, disposición o gravamen sobre los
bienes inmuebles, o bienes muebles de valor artístico o económico
relevante, así como los de aceptación o renuncia de legados, donaciones
o herencias. Considerándose como valor económico relevante aquella
cuantía que sobrepase un veinte por ciento del Presupuesto anual.
j) Aprobar cualquier intervención que en orden a su restauración o sustitu-
ción pudieran requerir las Imágenes de los Sagrados Titulares, según
la Regla 4.3.

3. El Cabildo podrá delegar en la Junta de Gobierno el estudio de proyectos


de interés general o la ejecución de los que apruebe, conforme a las mociones
presentadas.

ARTÍCULO 5
DE LA CONSTITUCIÓN DE LA MESA PRESIDENCIAL,
ORDEN Y ACUERDOS EN LOS CABILDOS

Regla 47ª.

1. En todas las sesiones que se celebren, la Mesa presidencial estará inte-


grada por: El Hermano Mayor, Director Espiritual, Teniente Hermano Mayor,
Secretario y Fiscal.

2. El orden de celebración será el siguiente:

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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a) El Director Espiritual, o en su ausencia quien presida la Mesa, iniciará


la sesión con la lectura y reflexión de un fragmento de las Sagradas
Escrituras.
b) Abierta la sesión por el Hermano Mayor, el Secretario dará a conocer el
Orden del día y, si no se presenta ninguna cuestión previa o de orden,
procederá a la lectura y aprobación, si procede, del Acta de la sesión
anterior.
c) Sucesivamente se irá dando cuenta de los asuntos incluidos en el
Orden del día, dirigiendo su desarrollo el Hermano Mayor.
d) El Hermano Mayor es el único que puede conceder o retirar la palabra.
Igualmente, establecerá los turnos de réplica que considere oportu-
nos, de acuerdo con la Mesa.
e) Agotados los asuntos incluidos en el Orden del día se abrirá un turno
de ruegos y preguntas, de cuyo derecho podrán hacer uso todos los
presentes. Al finalizar, el Hermano Mayor levantará la sesión volviéndo-
se a elevar las preces de costumbre.

3. En todos los Cabildos los acuerdos se adoptarán por mayoría simple de


votos presentes.

4. Serán secretas las votaciones:

a) Cuando lo solicite algún miembro del Cabildo.


b) En los supuestos de censura sobre la actuación de la Junta de Gobier-
no o de alguno de sus miembros.
c) Cuando se adopten acuerdos sobre asuntos directamente relaciona-
dos con cualquiera de los hermanos y, en todo caso, en los que se
traten de bajas o sanciones de éstos.
d) En los supuestos contemplados en los apartados d), f), h) e i) de la
Regla 46.2 de estos Estatutos.

Regla 48ª.

1. El Hermano Mayor, bajo cuya autoridad se celebrarán las sesiones de los


órganos de gobierno de la Corporación, votará siempre en último lugar. Si se
produjera un empate, podrá hacer uso del voto de calidad.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1378

2. El Hermano Mayor, por propia iniciativa, podrá, bajo su responsabilidad,


de acuerdo con la Mesa, suspender la sesión de cualquier órgano de gobierno
si, a su entender, se estuviese alterando el buen orden de la sesión. Igualmente,
podrá retirar el uso de la palabra a cualquier hermano si este abusara de tal
derecho o estimara que el asunto en cuestión ha quedado suficientemente de-
batido.

ARTÍCULO 6
DEL CABILDO GENERAL DE ELECCIONES

Regla 49ª.

1. Establecido el período de mandato del Hermano Mayor en cuatro años se


preceptúa que, una vez finalizado dicho período, se celebrará Cabildo General
de Elecciones, que podrá coincidir, cuando corresponda, con el segundo Cabil-
do ordinario previsto en la Regla anterior. En cuyo caso se celebrará en primer
lugar el Cabildo Ordinario seguido del Cabildo de Elecciones.

2. En caso de producirse la vacante del Hermano Mayor por cualquier causa


o evento, sin haber finalizado su mandato, se convocará nueva elección en el
plazo máximo de dos meses, salvo que, por la proximidad de la Semana Santa,
la Junta de Gobierno acuerde posponerla hasta la finalización de aquella.

Regla 50ª. Proceso electoral26:

1. Un mes antes de la celebración de este Cabildo, la Corporación lo hará


público a fin de que, a partir de su convocatoria, los hermanos puedan presentar
sus candidaturas conforme a lo establecido en estas Reglas. Y, a estos efectos,
expondrá públicamente el censo de hermanos con derecho a voz y voto.

2. En el momento que se haga pública la convocatoria de elecciones, la


Junta de Gobierno quedará en funciones hasta que no se produzca la toma de
posesión de la que resulte elegida.

3. Desde la fecha de convocatoria de elecciones, hasta veinte días antes del


Cabildo, se podrán presentar las candidaturas en la Secretaría de la Corpora-
ción.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1379

4. Las candidaturas comprenderán, al menos, los siguientes cargos de la


Junta de Gobierno: Hermano Mayor, Teniente Hermano Mayor, Secretario, Teso-
rero, Fiscal y Albacea General (se puede especificar si la lista es completa o
sólo comprende los 6 cargos de la Permanente).

5. Sólo se admitirán aquellas candidaturas que sean presentadas con la


firma de cada uno de sus componentes y avaladas por un mínimo de treinta
hermanos capitulares (de pleno derecho). Los candidatos sólo podrán figurar en
una candidatura. Igualmente, los hermanos que hubiesen firmado una candida-
tura no podrán hacerlo en otra, anulándose en caso contrario su firma en cuan-
tas candidaturas hubiese suscrito.

6. Si finalizado el plazo de admisión de candidaturas no se hubiese presen-


tado ninguna, el Hermano Mayor convocará a la Junta de Gobierno en sesión
extraordinaria a fin de que, por acuerdo de la misma, pueda proponerse, al me-
nos, una candidatura.

Regla 51ª.

1. Cerrado el plazo de admisión, aquellas candidaturas que reúnan los co-


rrespondientes requisitos y, en su caso, la que pudiera proponer la Junta de
Gobierno, se enviarán al Obispado, con el visto bueno del Párroco o Director
Espiritual, dentro de los cinco días siguientes.

2. Las candidaturas aprobadas por la Autoridad eclesiástica serán procla-


madas con diez días de antelación, al menos, a la fecha de celebración del
Cabildo.

3. A partir de la proclamación, los candidatos podrán comunicarse con los


cofrades para informarles de sus proyectos, a cuyo efecto se les facilitará el
listado de hermanos.

Regla 52ª.

1. La elección se llevará a cabo en el Cabildo General mediante votación


secreta, por medio de papeletas, confeccionadas por la Corporación del mismo
tamaño y color, unas en blanco y otras donde se consignarán las candidaturas
(completas o con aquellos cargos que los Estatutos / Reglas determinen)27. Se

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1380

considerarán nulas todas aquellas papeletas no oficiales o que alteren su forma-


to o presenten tachaduras o enmiendas28.

2. Cuando se presente más de una candidatura, la Junta de Gobierno podrá


acordar que el Cabildo de elecciones se celebre con arreglo a las siguientes
normas, acomodándolas a las circunstancias del tiempo y lugar:

a) Previamente se celebrará Santa Misa ante los Sagrados Titulares o, en


su defecto, se efectuará la lectura de la Palabra, tras la cual se cons-
tituirá la mesa electoral que estará presidida por el Hermano Mayor, o
quien haga sus veces, y por un representante de la Autoridad eclesiás-
tica, e integrada por el Secretario, Fiscal o quienes le sustituyan de
entre los miembros de la Junta saliente y por dos hermanos capitula-
res, que actuarán como escrutadores, designados entre los de mayor
antigüedad asistentes al Cabildo.
b) Cada candidatura podrá designar dos interventores, de entre los her-
manos capitulares.
c) La votación se realizará de forma ininterrumpida hasta las ... horas del
día en que comience el Cabildo, llegada la cual se cerrará el colegio
electoral, votando exclusivamente los hermanos que se encuentren
dentro del recinto acotado al efecto. Cuando haya emitido su sufragio
el último de los hermanos presentes, se tendrá por finalizada la vota-
ción.

3. Finalizada la votación, en el supuesto previsto en el número 2 de esta


Regla, se proseguirá el Cabildo con el escrutinio de los votos y, en su caso, con
los demás asuntos incluidos en el orden del día. Si los votos superan el quorum
establecido para la validez del Cabildo en primera convocatoria, se proclamará
la candidatura que haya obtenido la mayoría absoluta de los votos emitidos.
Caso contrario, se procederá conforme a lo establecido en el párrafo siguiente.

4. Si no se alcanzase el quorum mínimo establecido, se convocará de nue-


vo al Cabildo para quince días después. En esta nueva sesión, en única convo-
catoria, para la validez de la elección bastará con la asistencia de los hermanos
capitulares exigidos para la segunda convocatoria.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1381

Regla 53ª.

1. Quedará elegido aquél candidato a Hermano Mayor que, en primera vuel-


ta, obtenga mayoría absoluta de votos de los hermanos presentes. En la segun-
da vuelta se requerirá mayoría simple de los votos emitidos. Caso de empate
resultará elegido el candidato de mayor antigüedad.

2. En el supuesto de que, aún en esta segunda sesión, no se alcanzare el


quorum mínimo, la provisión de cargos la efectuará la Autoridad eclesiástica,
después de oír a la Junta saliente.

3. La candidatura que resulte elegida dispondrá de quince días de plazo,


como máximo, para completar la lista de cargos de la Junta de Gobierno, con-
forme a lo dispuesto en las Reglas / Estatutos, si las candidaturas no compren-
den todos los cargos de la Junta.

4. Una vez completada la lista se dará cuenta inmediata al Excmo. y Rvdmo.


Sr. Obispo del resultado de la elección, a través del Director Espiritual y con su
visto bueno.

5. Confirmada la candidatura electa por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo y,


en su caso, las sustituciones que se produzcan durante el mandato de la Junta
de Gobierno, se celebrará una solemne función religiosa en la que los nuevos
Oficiales jurarán las Reglas y tomarán posesión de sus cargos.

6. Si, por razones justificadas, algún miembro de la Junta no pudiese asistir


a este acto solemne, vendrá obligado a prestar el juramento, que le tomará el
Secretario en la forma que reglamentariamente se determine, en la primera se-
sión de la Junta de Gobierno a la que asista.

7. Igualmente sucederá en los casos de renovación de miembros de la Jun-


ta de Gobierno, durante el mandato de ésta.

8. En el plazo de veinte días, a partir de la confirmación de la nueva Junta de


Gobierno, el Hermano Mayor, Secretario y Fiscal de la Junta saliente procede-
rán a entregar a los mismos cargos de la Junta entrante un inventario detallado
de cuantos bienes, muebles e inmuebles, posea la Corporación, así como de
los libros de Hermanos, Actas, Contaduría y/o Tesorería, llaves, cuentas banca-

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1382

rias, programas y soportes informáticos, claves de acceso, etc. Levantándose


Acta de todo lo entregado y recepcionado que firmarán unos y otros, sin perjui-
cio de su ulterior comprobación.

Regla 54ª. Están permitidas las reelecciones, pero cuando el Hermano Mayor
haya permanecido en el cargo durante dos mandatos consecutivos, para que
pueda presentarse a la subsiguiente elección habrá de solicitarse autorización
al Prelado, justificando las razones que la motivan.

CAPÍTULO V
DE LA JUNTA DE GOBIERNO

Regla 55ª.

1. La Junta de Gobierno es el órgano de dirección y administración de la


Corporación y, en cuanto tal, le corresponde resolver todos los asuntos relacio-
nados con estas funciones, de acuerdo, en todo caso, con las normas previstas
en estos Estatutos y con las directrices dictadas por el Cabildo General.

2. En caso de urgencia deberá adoptar, bajo su responsabilidad, las medi-


das que sean necesarias para el mejor cumplimiento de los fines de la Corpora-
ción, dando cuenta inmediata al Cabildo, para su ratificación, si los acuerdos o
medidas exceden de sus competencias.

ARTÍCULO 1
DE LA COMPOSICIÓN DE LA JUNTA DE GOBIERNO

Regla 56ª.

1. La Junta de Gobierno estará compuesta por los siguientes cargos:

a) Hermano Mayor.
b) Teniente Hermano Mayor.
c) Secretario.

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1383

d) Otros posibles cargos: Vice-Secretario, Mayordomo / Tesorero, Vice-


Tesorero, Contador, Fiscal, Albacea General, Albaceas de Culto y Pro-
cesión, ...; y
e) Vocal.

2. Vocalías (Podrán constituirse las Vocalías que se creen precisas. Ordi-


nariamente pueden establecerse las de Archivo, Caridad, Casa-Hermandad,
Cultos, Formación y Juventud, independientemente de que un mismo oficial de
la Junta pueda detentar simultáneamente dos Vocalías).

3. Todos los miembros de la Junta de Gobierno asistirán a sus sesiones con


voz y voto.

ARTÍCULO 2
DE LAS FACULTADES DE LA JUNTA DE GOBIERNO

Regla 57ª.

1. La Junta de Gobierno, corporativamente considerada, es el órgano de


representación de la Corporación.

2. Son facultades de la Junta de Gobierno:

a) Ejercer los actos de administración relativos al cumplimiento del objeto


y fin de la Corporación, y todos los de dirección necesarios para su
efectivo funcionamiento y desarrollo; exceptuándose, únicamente, aque-
llos expresamente reservados al Cabildo General.
b) Ejecutar los acuerdos del Cabildo General y velar por su cumplimiento.
c) Regular, seguir y dirigir la marcha de la Corporación.
d) Participar en las actividades de la Parroquia, a través de su integración
en el Consejo Pastoral Parroquial.
e) Determinar el empleo, colocación o intervención de los bienes de la
Corporación.
f) Resolver cuantos asuntos se presenten a su consideración, de confor-
midad con lo previsto en estas Reglas.

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1384

g) Examinar e informar los Presupuestos y Balances anuales de la Cor-


poración, al igual que la Memoria de actividades, con carácter previo a
su aprobación por el Cabildo.
h) Establecer el horario e itinerario de la Estación / procesión anual, con-
forme a las disposiciones de estos Estatutos (cf. Reglas 14.4 y 46.2.
a).
i) Conocer o denegar, en su caso, las propuestas sobre concesiones de
títulos o distinciones honoríficas, a tenor de lo establecido en estas
Reglas.
j) Decidir sobre las admisiones, bajas y sanciones de los hermanos.
k) Controlar las actuaciones de la Comisión Permanente y recibir infor-
mación de sus trabajos y decisiones, así como delegar en dicho órga-
no el estudio o desarrollo de cualquier asunto relacionado con los fines
y propósitos de la Corporación.
l) Designar a las personas responsables de vestir a la Imágenes de los
Sagrados Titulares, con su asesoramiento.
m) Y, en general, realizar cuanto sea útil y conveniente a la Corporación,
aún cuando no esté comprendido en los apartados anteriores, dado su
carácter enunciativo, o aquello que le sea sometido por el Cabildo Ge-
neral o por la Comisión Permanente.

ARTÍCULO 3
DE LAS REUNIONES DE LA JUNTA DE GOBIERNO

Regla 58ª.

1. La Junta de Gobierno se reunirá, con carácter ordinario, una vez al mes,


(salvo los meses de Julio y Agosto).

2. Con carácter extraordinario lo hará en los casos siguientes:

a) Cuando el Hermano Mayor lo estime conveniente.


b) Por acuerdo de la Comisión Permanente.
c) Cuando lo solicite un veinte por ciento de sus componentes.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1385

Regla 59ª.

1. La Junta de Gobierno será convocada por el Hermano Mayor en la forma


establecida en la Regla 44.1 de estos Estatutos.

2. Las citaciones se cursarán, igualmente, conforme a lo previsto en la Re-


gla 44.2.

3. Si la Junta es requerida por la Comisión Permanente o por el veinte por


ciento de sus miembros, el Hermano Mayor la convocará dentro de los quince
días siguientes al recibo de su solicitud.

4. En caso de urgencia se convocará con una antelación mínima de veinti-


cuatro horas, por el medio que se considere más adecuado.

Regla 60ª.

1. La Junta de Gobierno quedará válidamente constituida cuando, convoca-


da del modo previsto en la Regla anterior, concurran, en primera convocatoria, el
Hermano Mayor y la mayoría absoluta de sus miembros.

2. En segunda convocatoria se requerirá, la asistencia del Hermano Mayor


y del treinta por ciento de los cargos que la componen.

3. La no concurrencia a tres sesiones consecutivas de la Junta de Gobier-


no, sin justificar, podrá determinar el cese en la misma.

ARTÍCULO 4
DE LA CONSTITUCIÓN DE LA MESA PRESIDENCIAL,
ORDEN Y ACUERDOS EN LAS JUNTAS DE GOBIERNO

Regla 61ª.

1. En todas las Juntas que se celebren, la Mesa presidencial se constituirá


conforme a lo previsto en la Regla 47.1.

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1386

2. El orden de celebración de las Juntas será el establecido en la Regla


47.2.

3. En todas las Juntas los acuerdos se adoptarán por mayoría simple de los
miembros presentes.

4. Las votaciones serán secretas cuando lo solicite alguno de sus miem-


bros y siempre que los acuerdos se refieran a la apertura de expedientes hono-
ríficos o sancionadores, o la admisión de nuevos hermanos.

CAPÍTULO VI
DE LA COMISIÓN PERMANENTE

Regla 62ª. La Comisión Permanente es el órgano ejecutivo de la Corporación


por delegación de la Junta de Gobierno, correspondiéndole resolver, de acuerdo
con los Estatutos y con las directrices de la propia Junta, los asuntos que ésta
le encomiende. Igualmente, y dentro de su ámbito competencial entenderá de
aquellos otros cuya urgencia o inmediatez así lo requieran, dando cuenta inme-
diata a la Junta de Gobierno de los acuerdos o medidas adoptados, para su
ratificación.

ARTÍCULO 1
DE LOS MIEMBROS DE LA COMISIÓN PERMANENTE

Regla 63ª. La Comisión Permanente estará compuesta por el Hermano Mayor


y los miembros de la Junta de Gobierno que ocupen los cargos siguientes:
Teniente Hermano Mayor, Secretario, Tesorero, Fiscal y Albacea General.

ARTÍCULO 2
DE LAS FACULTADES DE LA COMISIÓN PERMANENTE

Regla 64ª. Son facultades de la Comisión Permanente, en tanto no las asuma


expresamente la Junta de Gobierno:

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a) Confeccionar los Presupuestos de la Corporación, según las directri-


ces dictadas por la Junta de Gobierno.
b) Dirigir, encauzar y tutelar la actuaciones de las diversas Vocalías y
Comisiones que se encuentren constituidas.
c) Preparar y estudiar los asuntos que deban ser tratados y resueltos por
la Junta de Gobierno.
d) Atender el buen funcionamiento y presentación de la Capilla (Templo,
Iglesia, ...) y demás dependencias de la Corporación.
e) Proponer a la Junta de Gobierno los acuerdos necesarios para alcan-
zar los objetivos y fines de la Corporación.

ARTÍCULO 3
DE LAS REUNIONES, NORMAS DE FUNCIONAMIENTO Y
ACUERDOS DE LA COMISIÓN PERMANENTE

Regla 65ª.

1. La Comisión Permanente se reunirá preceptivamente una vez al mes en


sesión ordinaria.

2. Con carácter extraordinario se reunirá:

a) Cuando lo estime necesario o conveniente el Hermano Mayor.


b) Cuando lo solicite un tercio de sus componentes, en cuyo supuesto el
Hermano Mayor convocará a la Permanente dentro de los ocho días
siguientes al recibo de la petición.

3. La Comisión Permanente será convocada y presidida por el Hermano


Mayor; y, sus acuerdos, adoptados por mayoría absoluta de los asistentes, se
reflejarán por el Secretario en el correspondiente Libro de Actas.

4. La Comisión Permanente quedará validamente constituida cuando a sus


sesiones concurran, al menos, el cincuenta por ciento de sus miembros.

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1388

CAPÍTULO VII
DE LOS CARGOS DE LA JUNTA DE GOBIERNO

ARTÍCULO 1
DEL HERMANO MAYOR

Regla 66ª. El Hermano Mayor es el representante legal de la Corporación ante


todos los organismos oficiales. Y, como órgano unipersonal de gobierno, presi-
dirá el Cabildo General, la Junta de Gobierno, la Comisión Permanente, las
Vocalías establecidas y las que puedan constituirse, las Comisiones que se
establezcan, así como cuantos actos celebre o asista corporativamente la
Corporación.

Regla 67ª. Para ser Hermano Mayor de la Corporación, además de los requisi-
tos exigidos en la Regla 32ª y, de conformidad con lo establecido en la Regla
29ª, deberá ser mayor de (18, 25 o 30 años) de edad y contar con una antigüe-
dad en la misma superior a cinco años.

ARTÍCULO 2
DE LAS FACULTADES DEL HERMANO MAYOR

Regla 68ª. El Hermano Mayor, además de las facultades reconocidas en estos


Estatutos, tendrá las de:

a) Ejercer la representación legal de la Corporación en todos los actos


públicos y privados; y, a todos los efectos, en aquellos en los que
tenga que intervenir con plena eficacia jurídica.
b) Convocar y presidir los órganos de gobierno, así como cuantas Vocalías
y Comisiones existan.
c) Ostentar la presidencia de la Corporación en cuantos actos ésta con-
curra corporativamente.
d) Velar por el exacto cumplimiento de estos Estatutos e inspeccionar el
desempeño de las funciones encomendadas a los miembros de la Jun-
ta de Gobierno, requiriendo de cada uno, si es preciso, el cumplimien-
to de las obligaciones respectivas.

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e) Establecer el Orden del día de las reuniones que celebren los distintos
órganos de gobierno.
f) Dirigir el orden y debates en las reuniones de los órganos de gobierno,
de acuerdo con lo establecido en las Reglas 47.2 y 48.
g) Autorizar con su Visto Bueno los pagos por Tesorería. Así como los
escritos, certificados, Actas, Balances, Memorias y nombramientos
que sean expedidos por el Secretario. Y, en general, cuantos informes
y dictámenes hayan de presentarse ante los órganos de gobierno o
cualquier autoridad.
h)Interponer toda clase de recursos y acciones ante los organismos ofi-
ciales.
i) Otorgar poderes generales y especiales a Abogados y Procuradores de
los Tribunales.
j) Celebrar, en nombre de la Corporación y, como representante legal de
la misma, de conformidad con lo establecido en estos Estatutos, toda
suerte de contratos y operaciones mercantiles.
k) Sustituir, durante su mandato, a los miembros de la Junta de Gobierno,
conforme a lo dispuesto en estos Estatutos. Comunicándolo a los ór-
ganos de gobierno y a la Autoridad eclesiástica competente, para su
confirmación, en su caso.
l) Nombrar, en su caso, al Jefe de Procesión, conforme a lo dispuesto en
la Regla 15.3.
m) Proponer al Cabildo aquellas Vocalías que deban constituirse, de acuer-
do con lo previsto en estos Estatutos.
n) Proponer los honores y distinciones que, de conformidad con estos
Estatutos, pueda conceder la Corporación.
ñ) Invitar a las sesiones de los órganos de gobierno a cualquier persona
que, por la naturaleza de los asuntos a tratar, deba ser consultada.
o) Y, en general, cuantas otras deban serle atribuidas, de conformidad
con lo previsto en estos Estatutos, para alcanzar el objeto y fines de la
Corporación.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1390

ARTÍCULO 3
DEL TENIENTE HERMANO MAYOR

Regla 69ª.

1. El Teniente Hermano Mayor es el colaborador directo del Hermano Ma-


yor.

2. Para acceder a este cargo, es necesario reunir los requisitos estableci-


dos en la Regla 67ª.

3. El Teniente Hermano Mayor asumirá las competencias especificas que el


Hermano Mayor, de acuerdo con la Junta de Gobierno, le encomiende.

4. Sus funciones serán:

a) Sustituir al Hermano Mayor, según su orden, en los supuestos de


ausencia, enfermedad o vacante, con los mismos derechos y obliga-
ciones.
b) Representar a la Corporación en los actos y asuntos que, por delega-
ción, les sean encomendados por el Hermano Mayor o por la Junta de
Gobierno.

ARTÍCULO 4
DEL SECRETARIO Y DEL VICE-SECRETARIO

Regla 70ª.

1. El Secretario es el fedatario de la Corporación.

2. El Secretario tiene las siguientes funciones:

a) Confeccionar, de acuerdo con el Hermano Mayor, el Orden del día de


las materias a tratar en la reuniones de los órganos de gobierno de la
Corporación; levantando Acta del desarrollo de las sesiones y de los
acuerdos que se adopten, auxiliado por el Vice-Secretario.

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1391

b) Reflejar en los correspondientes Libros de Actas, con el Visto Bueno


del Hermano Mayor, las que se aprueben en las sesiones de los órga-
nos de gobierno; teniendo bajo su custodia los referidos Libros y el
sello de la Corporación.
c) Extender toda clase de citaciones, comunicaciones, escritos, certifi-
caciones o nombramientos que sean necesarios, reservando el Visto
Bueno del Hermano Mayor para aquellos que lo precisen.
d) Organizar y custodiar el archivo de Secretaría.
e) Llevar un Libro Registro de los Hermanos o fichero, en el que figuren las
altas, bajas y todos los datos relativos a los mismos, conforme a las
exigencias de estos Estatutos. Este Libro, actualizado, será el docu-
mento válido determinante de los miembros del Cabildo General.
f) Igualmente, llevará un Libro Registro de Correspondencia, otro de Hono-
res y Distinciones y cuantos otros sean necesarios de acuerdo con
estas Reglas. También despachará la correspondencia, cuidando que
quede siempre debida constancia de los asuntos tramitados, cursa-
dos o recibidos. El contenido de los libros y ficheros propios de la
Secretaría podrá volcarse en sendos archivos informáticos, siempre
que se garantice su conservación y su utilización en soporte impreso.
g) Redactar la Memoria anual de actividades.
h) Y, en general, coordinar la organización administrativa, asistir a cuan-
tos actos y reuniones sea requerida su presencia, bien estatutariamente
o por mandato del Hermano Mayor.

Regla 71ª.

1. El Vice-Secretario o Secretario 2º será colaborador directo del Secreta-


rio.

2. Sustituirá al Secretario en los casos de ausencia, enfermedad o vacante,


con las mismas atribuciones que éste.

3. Asumirá las funciones que le encomiende el Secretario y, en su asisten-


cia a las reuniones de los órganos de gobierno, actuará como Secretario de
Actas.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


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ARTÍCULO 5
DEL MAYORDOMO / TESORERO, VICE-TESORERO Y CONTADOR

Regla 72ª. Compete al Tesorero:

a) Pagar las facturas con el Visto Bueno del Hermano Mayor y el tomé
razón del Contador, así como llevar los Libros de Ingresos y Gastos.
b) Llevar la caja de la Corporación, y depositar los fondos sujetos a su
custodia en cuenta bancaria abierta a nombre de la misma. Siendo
necesario, para retirar cantidades, además de su firma, la del Hermano
mayor; o, en su caso, la del Teniente Hermano Mayor.
c) Archivar los comprobantes correspondientes a los asientos de cobros
y pagos; y practicar, al término de cada ejercicio económico, conjunta-
mente con el Vice-Tesorero y Contador, un Balance de los Ingresos y
Gastos habidos en el mismo. Dicho Balance, así como sus cuentas
complementarias, una vez que hayan sido aprobados por el Cabildo
General y recibido el informe de los Censores, habrá de remitirse al
Ordinario.

Regla 73ª.

1. El Vice-Tesorero será colaborador directo del Tesorero.

2. Sustituirá al Tesorero en los casos de ausencia, enfermedad o vacante,


con las mismas atribuciones que éste.

3. Asumirá aquellas funciones que el Tesorero le encomiende en cumpli-


miento de su cometido.

Regla 74ª.

1. El Contador vigilará la marcha económica de la Corporación, de acuerdo


con los Presupuestos aprobados; y, bajo su dirección, conjuntamente con el
Tesorero y Vice-Tesorero, se dará forma contable a los apuntes de Tesorería.

2. Pondrá el tomé razón en las facturas, para su pago por el Tesorero.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1393

3. Llevará la contabilidad y entregará al que lo sustituya los Libros de su


competencia, al igual que el Tesorero.

4. Llevará el Libro de Inventario de la Corporación, el cual habrá de actualizar


anualmente con la colaboración del Albacea General y del Vocal de Casa-Her-
mandad, catalogando cuantos bienes muebles, inmuebles y artísticos perte-
nezcan a la misma. Al iniciarse todo proceso electoral –para la elección de una
nueva Junta de Gobierno–, el Libro Inventario, debidamente puesto al día, estará
a disposición de los hermanos en la Secretaría de la Hermandad.

5. Para acceder a este cargo, es necesario reunir los requisitos estableci-


dos en la Regla 67ª.

ARTÍCULO 6
DEL FISCAL

Regla 75ª.

1. Al Fiscal corresponde velar por la observancia de estos Estatutos, de las


normas aplicables y por el exacto cumplimiento y validez de los acuerdos adop-
tados por los órganos de gobierno. Así como por el mantenimiento de las tradi-
ciones y espíritu de la Hermandad.

2. Elevará a los correspondientes órganos de gobierno cuantos informes y


dictámenes les sean requeridos, de conformidad con estos Estatutos.

3. En todo tipo de debate su intervención, siempre que se trate de aclarar


dudas, o de interpretar algún precepto estatutario, será considerada como de
orden y tendrá preferencia en el turno de palabra.

ARTÍCULO 7
DEL ALBACEA GENERAL Y DE LOS ALBACEAS DE
CULTO Y PROCESIÓN

Regla 76ª. Compete al Albacea General:

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1394

1. El cuidado de cuantos enseres, túnicas, insignias u objetos para el culto


y la procesión posea la Corporación o pueda adquirir en el futuro, proveyendo a
su conservación; y, dando cuenta, a la Junta de Gobierno, de los que precisen
ser reparados o sustituidos.

2. Velar con especial interés de la adecuada presentación de las Sagradas


Imágenes Titulares de esta Hermandad. Asesorará debidamente a los Camare-
ros / vestidores de las Imágenes de los Sagrados Titulares.

3. Procurar que el templo / capilla y, muy especialmente, el altar de los


Sagrados Titulares, observe siempre el decoro debido y que, el ornato de cera y
flores, se adecue a los tiempos litúrgicos.

4. El montaje y desmontaje de los tronos procesionales, así como de los


altares especiales para los cultos solemnes que celebre la Hermandad.

5. Proponer a la Junta de la Gobierno cuantas actuaciones estime necesa-


rias o convenientes para el mejor desarrollo de los cultos, tanto internos como
externos, y la conservación de los enseres de la Hermandad.

6. Organizar, de acuerdo con las directrices que reciba de la Junta de Go-


bierno, todo lo concerniente a la procesión anual, así como cualquier otra que
pudiera decidirse. Distribuyendo las túnicas e insignias y asignando, a cada
hermano, el lugar que le corresponda ocupar en la comitiva procesional.

7. Distribuir, entre los Albaceas de Culto y Procesión, las tareas necesarias


para la correcta realización de sus funciones.

Regla 77ª.

1. Los Albaceas de Culto y Procesión asumirán aquellas funciones que,


dentro de sus competencias, les atribuya el Albacea General, responsabilizándose
de las mismas.

2. Sustituirán, por su orden, al Albacea General en los casos de ausencia,


enfermedad o vacante, con las mismas facultades que aquél.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1395

ARTÍCULO 8
DE LOS VOCALES EN GENERAL

Regla 78ª.

1. Los Vocales tendrán a su cargo la coordinación y dirección de las Vocalías


o Diputaciones que tengan asignadas.

2. Les corresponderá proponer a la Comisión Permanente y a la Junta de


Gobierno cuantas iniciativas y proyectos se consideren de interés en el seno de
sus respectivas Vocalías; así como darán cuenta, a los citados órganos, de
aquellos asuntos ya ultimados y de los que se encuentren en fase de elabora-
ción.

3. En la primera sesión que celebre la Junta de Gobierno, tras su constitu-


ción o renovación, propondrán los Diputados que se van a integrar en cada Vocalía.

4. Asumirán aquellas otras competencias que el Hermano Mayor o la Junta


de Gobierno les atribuyan.

5. Distribuirán entre los Diputados que las compongan las responsabilida-


des que se deriven de las actividades que tengan encomendadas.

ARTÍCULO 9
DE LA VOCALÍA DE ARCHIVO

Regla 79ª. Compete al Vocal Archivero:

1. Cuidar del Archivo histórico de la Corporación, lo mismo en su parte do-


cumental y gráfica que audiovisual, catalogando e inventariando sus fondos.
Dicho Archivo deberá conservarse en el domicilio de la Hermandad.

2. Organizar y fomentar el Archivo de la Corporación, recabando las autori-


zaciones y dotaciones presupuestarias necesarias para la adquisición de nue-
vos fondos y del material necesario para la conservación de legajos y demás
documentos.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1396

3. No permitir, bajo ningún pretexto, la extracción de ningún documento del


Archivo, o la salida fuera de sus dependencias, salvo que lo ordene por escrito
el Hermano Mayor, ante el cual será responsable. De acuerdo con lo que dispon-
ga la Junta de Gobierno, establecerá la forma de acceso al Archivo y el uso del
mismo por parte de estudiosos.

4. El Archivo histórico estará integrado por todos los documentos y escritos


en antigüedad superior a cinco años, a contar desde cada ejercicio corriente,
que obren en poder de la Hermandad; así como por cuantas fotografías,
diapositivas, cintas de vídeo o cassette, libros, revistas, recortes de prensa,
etc., tenga la Corporación o pueda adquirir en el futuro.

ARTÍCULO 10
DE LA VOCALÍA DE CARIDAD

Regla 80ª. Al Vocal de Caridad, corresponde:

1. Organizar y dirigir la Bolsa de Caridad de la Corporación.

2. Planificar la acción caritativa de la Corporación, de acuerdo con el Párro-


co o el Rector del Templo, de forma que siempre favorezca a los más necesita-
dos.

3. Recabar las autorizaciones y dotaciones presupuestarias precisas para


atender correcta y dignamente, según los medios de que disponga la Corpora-
ción, las obras asistenciales que tenga emprendidas o que pueda emprender en
el futuro.

ARTÍCULO 11
DE LA VOCALÍA DE LA CASA-HERMANDAD

Regla 81ª. Corresponde al Vocal de la Casa-Hermandad:

1. Mantener y supervisar cuantas dependencias y bienes inmuebles posea


la Corporación en propiedad, arrendamiento o cesión, procurando que las mis-
mas se encuentren siempre en perfecto estado de conservación.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1397

2. Dar cuenta a la Junta de Gobierno de cuantas reformas y reparaciones


sean precisas, a fin de que puedan efectuarse las obras necesarias.

3. Planificar la celebración de las actividades que hayan de celebrarse en


las dependencias de la Corporación, de forma que no se estorben unas a otras.
Indicando los lugares adecuados para la celebración de cada una de ellas y
responsabilizando a sus organizadores de la utilización y cuidado de los mis-
mos.

4. Responsabilizarse del uso de las dependencias de la Corporación, cus-


todiando y controlando las llaves de las mismas.

ARTÍCULO 12
DE LA VOCALÍA DE CULTOS

Regla 82ª. Es misión del Vocal de Cultos:

1. Programar y organizar, de acuerdo con la Junta de Gobierno y Párroco o


el Rector del Templo, los cultos ordinarios y extraordinarios, así como cuantas
funciones litúrgicas deban celebrarse.

2. Planificar y fomentar la participación de los hermanos y, especialmente,


de los miembros de la Junta de Gobierno en los cultos que celebre la Corpora-
ción, distribuyendo las funciones que deban realizar cada uno de ellos.

3. Los miembros de esta Vocalía colaborarán habitualmente con los Alba-


ceas en las actividades que éstos les atribuyan.

ARTÍCULO 13
DE LA VOCALÍA DE FORMACIÓN

Regla 83ª. Corresponde al Vocal de Formación:

1. Programar y organizar para cada ejercicio cofradiero, de acuerdo con la


Junta de Gobierno y el Director Espiritual, las actividades de formación cristiana
y catequética que se proponga realizar la Corporación para con sus hermanos y

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1398

devotos; y, muy especialmente, para los miembros de sus órganos de gobierno


y los jóvenes cofrades.

2. Planificar, igualmente, cursos de formación cofradiera, a fin de actualizar


y perfeccionar el conocimiento que, tanto los miembros de la Corporación como
los devotos de los Sagrados Titulares, deben tener acerca de nuestras religio-
sas tradiciones.

ARTÍCULO 14
DE LA VOCALÍA DE JUVENTUD

Regla 84ª. Corresponde al Vocal de Juventud:

1. Programar y organizar para cada ejercicio cofradiero, de acuerdo con la


Junta de Gobierno, las actividades lúdicas, formativas y recreativas que la Cor-
poración se proponga llevar a cabo con los jóvenes cofrades.

2. Animar la participación de los jóvenes cofrades en los cultos a los Sagra-


dos Titulares y en los cursos de formación cofradiera que organice la Herman-
dad / Cofradía.

ARTÍCULO 15
DE LA VOCALÍA DE OBRAS CULTURALES

Regla 85ª. Corresponde al Vocal de Obras Culturales:

1. Organizar y dirigir, de acuerdo con la Junta de Gobierno, las actividades


culturales que la Corporación se proponga realizar o sostener.

2. Planificar los actos, actividades o actuaciones culturales que deban ce-


lebrarse. Así como coordinar la participación de la Corporación en actividades
semejantes, organizadas por otras Instituciones.

3. Coordinar, juntamente con la Vocalía de Formación, aquellas actividades


cofradieras propias de los hermanos de la Corporación.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1399

ARTÍCULO 16
DE LA VOCALÍA DE PROTOCOLO

Regla 86ª. Compete al Vocal de Protocolo:

1. Conocer las disposiciones vigentes y demás normas sobre honores y


preferencias. Tomando las medidas que sean oportunas y asesorando al Her-
mano Mayor en cuanto estime conveniente sobre estas cuestiones.

2. Tener al día el fichero de Protocolo, a fin de que puedan cumplimentarse


debidamente a las Autoridades, Títulos honoríficos de la Corporación, ex-Her-
manos Mayores, etc.

3. Responsabilizarse de la organización del protocolo de cuantos actos or-


ganice la Corporación, disponiendo lo necesario para que las Autoridades, Títu-
los honoríficos de la Corporación, ex-Hermanos Mayores y demás invitados,
sean debidamente atendidos y acomodados.

CAPÍTULO VI
DE LOS DIPUTADOS

Regla 87ª.

1. La Junta de Gobierno, podrá nombrar, para cada ejercicio, un numero


determinado de Diputados, de entre los hermanos mayores de dieciséis años y
con uno al menos de antigüedad en la Corporación, para que auxilien a la Junta
en sus funciones.

2. Los Diputados se integrarán en cada una de las Vocalías, asumiendo las


competencias que los respectivos Vocales les asignen y proponiendo, en el
seno de éstas, cuantas iniciativas estimen oportunas para alcanzar los fines y
objetivos de la Corporación.

3. Los Diputados podrán asistir a las sesiones de la Junta de Gobierno, con


voz pero sin voto, cuando el Hermano Mayor les invite expresamente.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1400

CAPÍTULO VII
DE LOS CONSEJEROS

Regla 88ª.

1. El Consejo es el órgano consultivo de la Junta de Gobierno. Y, en cuanto


tal, será convocado cuantas veces lo estime oportuno el Hermano Mayor.

2. El Cabildo General, a propuesta de la Junta de Gobierno, nombrará para


cada mandato a los miembros del Consejo de entre aquellos cofrades que, por
su antigüedad, méritos o servicios prestados a la Hermandad / Cofradía, sean
merecedores de este cargo.

3. El Consejo tiene por misión asesorar a la Junta de Gobierno en todos


aquellos asuntos que ésta lo solicite y redunden en beneficio de la Hermandad
/Cofradía.

4. El Consejo se reunirá bajo la presidencia del Hermano Mayor, quien lo


convocará de acuerdo con la Junta de Gobierno cuantas veces lo estime nece-
sario.

CAPÍTULO VIII
DE LAS CAMARERAS29

Regla 89ª.

1. Son Camareras de la Santísima Virgen todas aquellas hermanas, mayo-


res de edad y con dos años al menos de antigüedad en la Hermandad / Cofradía
que, a juicio de la Junta de Gobierno, sean merecedoras de este cargo.

2. Las / los Camareras/os tienen por misión cuidar del ajuar de los Sagra-
dos Titulares.

3. De entre todas las Camareras, el Hermano Mayor podrá proponer a la


Junta de Gobierno el nombramiento de una Camarera Mayor que, en su caso,
coordinará la actividad de las restantes camareras.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1401

CAPÍTULO IX
DE LA CONCESIÓN DE HONORES Y DISTINCIONES

Regla 90ª.

1. Todos los cargos en la Corporación son gratuitos y obligatorios; y, quie-


nes los ostentasen dispensarán en todo momento el honor debido a los mis-
mos.

2. Excepcionalmente, y con carácter restrictivo, se podrá conceder a aque-


llas personas o entidades que se distingan, o se hayan distinguido por sus
extraordinarios, relevantes o notorios servicios o trabajos en pro de los fines y
objetivos de la Corporación, títulos honoríficos, tales como: Hermano Mayor
Honorario, Hermano Honorario, Mayordomo de Honor, Camarera Mayor Honora-
ria y Camarera Honoraria; la Medalla de la Corporación, en sus categorías de
Oro o Plata y el Escudo de Oro.

3. Todos los honores y distinciones tendrán carácter vitalicio, otorgables a


personas públicas o privadas en quienes concurran las circunstancias estable-
cidas, pudiendo también concederse a título póstumo; careciendo todos ellos
de derechos económicos o administrativos.

4. Reglamentariamente se determinará el procedimiento a seguir para el


otorgamiento de estos honores o distinciones. Teniendo en cuenta que, antes
de conceder cualquier Título o Medalla de Honor, se ha de recabar la expresa
autorización de la Autoridad eclesiástica competente a través del Director Espi-
ritual.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1402

TÍTULO V
DEL RÉGIMEN JURÍDICO-ADMINISTRATIVO Y
DE LA FORMA O MODO DE ACTUAR

CAPÍTULO I
DEL PATRIMONIO DE LA CORPORACIÓN
Y DE SU ADMINISTRACIÓN

Regla 91ª. La administración del Patrimonio de la Corporación corresponde al


Cabildo General y a la Junta de Gobierno, según sus respectivas competencias,
bajo la superior dirección del Obispo diocesano al que corresponde vigilar dili-
gentemente la administración de los bienes de las personas jurídicas públicas
que le están sujetas.

Regla 92ª.

1. El ejercicio económico de la Corporación coincidirá con cada año natural.

2. La actividad económica de la Corporación se coordinará bajo la dirección


del Hermano Mayor con el auxilio del Tesorero, Vice-Tesorero y Contador.

3. Esta Comisión cuidará del estudio de los Presupuestos de Gastos e


Ingresos de la Corporación, de su confección y presentación a la Comisión
Permanente, bajo las directrices que expresamente reciba de la Junta de Go-
bierno.

4. En los Presupuestos ordinarios de cada ejercicio económico se hará cons-


tar la aportación de la Hermandad / Cofradía a obras de caridad, así como a la
economía parroquial y diocesana de conformidad con lo que al efecto disponga
el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo30.

5. Los Presupuestos, una vez informados por la Junta de Gobierno, serán


aprobados por el Cabildo General.

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1403

CAPÍTULO II
DE LA CENSURA DE CUENTAS

Regla 93ª.

1. Diez días antes de la celebración del Cabildo General ordinario del mes
de Junio, se encontrarán a disposición de cuantos hermanos deseen examinar-
los, tanto los Balances como los justificantes de las cuentas del ejercicio eco-
nómico.

2. El Cabildo General, tal como se prevé en la Regla 43.2.a), elegirá dos


Censores de Cuentas y dos suplentes, quienes emitirán el pertinente dictamen,
tras el análisis de las respectivas documentaciones, sobre la adecuada justifi-
cación de los gastos e ingresos del ejercicio.

Regla 94ª. Tras la censura y aprobación de las Cuentas del ejercicio, se remi-
tirá una copia de las mismas al Obispado, de conformidad con lo establecido en
el Derecho Canónico sobre la obligación de rendir cuentas al Ordinario del lugar
todos los años.

CAPÍTULO III
DE LA ENAJENACIÓN, GRAVAMEN O ADQUISICIÓN DE BIENES

Regla 95ª. La Corporación, con personalidad jurídica propia, puede adquirir,


enajenar, poseer y administrar bienes temporales de cualquier clase o naturale-
za. Teniendo en cuenta, con respecto a la enajenación o gravamen las compe-
tencias del Obispo diocesano, o de la Santa Sede, según el valor de los bienes
a enajenar o del gravamen, de acuerdo con los límites fijados por la Conferencia
Episcopal, a tenor de lo establecido en el Código de Derecho Canónico.

Regla 96ª. Si algún órgano de gobierno acordare o autorizare algún gasto que
exceda de los límites de su competencia, y no fuera refrendado por el órgano
competente superior, los que hubieren así actuado responderán personal y soli-
dariamente del gasto producido, pudiendo la Corporación repercutirlo sobre ellos
si, para evitar daños y perjuicios a terceros, se viera precisada a abonarlo direc-
tamente.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1404

CAPÍTULO IV
DE LA REFORMA DE ESTATUTOS

Regla 97ª. Para que puedan ser reformados total o parcialmente estos Estatu-
tos, será necesario:

1. Que la solicitud de reforma sea requerida a la Junta de Gobierno por el


Hermano Mayor; por acuerdo de la propia Junta o por un mínimo de cincuenta /
cien hermanos de pleno derecho. En cualquier caso, dicha solicitud debe conte-
ner el objetivo que se pretende alcanzar y la redacción del artículo o artículos a
modificar.

2. Admitida a trámite por la Junta de Gobierno la modificación planteada, se


convocará Cabildo General Extraordinario. El Cabildo conocerá la reforma inte-
resada y, a propuesta de la Junta de Gobierno o del Hermano Mayor en su caso,
nombrará una Ponencia que se encargará de su estudio. Si la reforma es intere-
sada por los miembros de la Corporación, éstos designarán entre los firmantes
de la petición a tres cofrades que se integrarán en dicha Ponencia.

3. Nombrada la Ponencia, la Corporación comunicará por escrito a todos


sus cofrades la fecha a partir de la cual el texto de la propuesta se encontrará a
su disposición en la Secretaría de la Corporación, a fin de que en el plazo de un
mes puedan estudiarlo y remitir en su caso a la Ponencia su adhesión o modi-
ficación al proyecto de reforma.

4. La Ponencia, con las adhesiones o modificaciones recibidas, elaborará


en el mes siguiente a la conclusión del anterior plazo el proyecto definitivo, que
será remitido a la Junta de Gobierno; la que, tras la pertinente deliberación y
votación en su caso, aceptará dicho estudio o lo devolverá con las sugerencias
que procedan. En este último supuesto, la Ponencia dispondrá de un plazo de
veinte días para adaptar o, razonadamente, rechazar las sugerencias efectua-
das.

5. Finalizado el trámite previsto en el apartado anterior, la Junta de Gobier-


no, previa comunicación, pondrá nuevamente a disposición de todos los cofra-
des por término de veinte días el proyecto definitivo que resulte para su estudio.
Finalizado este plazo se convocará Cabildo general extraordinario de reforma de

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1405

Estatutos, en el cual se procederá a su discusión y/o aprobación si se estima


pertinente.

6. Para que sea aprobada una reforma total o parcial será necesario el voto
favorable de los dos tercios de los asistentes, siempre que al Cabildo concurran,
al menos, cincuenta hermanos.

7. Si alguna regla o varias o todas las que se pretendan reformar no alcanza-


sen los votos necesarios, se entenderá que el Cabildo desestima la reforma, sin
ulterior recurso.

8. Aprobada la reforma, ésta no entrará en vigor hasta que no la refrende el


Obispo diocesano.

CAPÍTULO V
DE LOS REGLAMENTOS

Regla 98ª.

1. Cuando se precise desarrollar reglamentariamente alguna o algunas de


las materias contenidas en estos Estatutos la Junta de Gobierno elaborará el
correspondiente Reglamento, que trasladará al Cabildo para su aprobación, si
procede, por mayoría simple.

2. Las sucesivas modificaciones parciales o totales de los Reglamentos se


tramitarán de igual forma a la prevista en el apartado anterior.

CAPÍTULO VI
DE LOS RECURSOS CONTRA LOS ACUERDOS

ARTICULO 1
DE LOS RECURSOS CONTRA LAS RESOLUCIONES ECLESIÁSTICAS

Regla 99ª. Cuando por la Autoridad eclesiástica se dicte alguna disposición


que, según el parecer de la Junta de Gobierno, resulte perjudicial o contraria a

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1406

los intereses y derechos de la Corporación, se estará a lo dispuesto en el Dere-


cho Canónico sobre los recursos contra los decretos administrativos.

ARTICULO 2
DE LOS RECURSOS CONTRA LOS ACUERDOS
DE LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO

Regla 100ª.

1. Contra los acuerdos de la Comisión Permanente, de la Junta de Gobierno


o del Cabildo podrá interponerse recurso ante el mismo órgano que los adoptó
en el plazo de diez días desde que este tuvo lugar si el recurrente estuvo presen-
te o desde la notificación si no lo estaba.

2. El recurso será resuelto, previo informe del Fiscal, por la Permanente, la


Junta o el Cabildo, según proceda, en el plazo de treinta días, a partir de su
interposición.

3. Contra la resolución de la Permanente o de la Junta de Gobierno se podrá


interponer el de apelación ante el Cabildo en el plazo de quince días; en cuyo
caso éste será convocado a tal fin y el Fiscal propondrá lo que estime conve-
niente.

4. Contra el acuerdo del Cabildo cabrá recurso de súplica ante el Excmo. y


Rvdmo. Sr. Obispo.

CAPÍTULO VII
DE LA DISOLUCIÓN DE LA HERMANDAD / COFRADÍA

Regla 101ª.

1. Si la Corporación decayera hasta el extremo de que sólo quede un miem-


bro incorporado a la misma, la Corporación no ha dejado de existir, recayendo
en el mismo todos los derechos de la Corporación.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1407

2. La Corporación, por su propia naturaleza jurídica es perpetua; sin embar-


go, dejará de existir si es legítimamente suprimida por la autoridad competente
o si ha cesado su actividad por espacio de cien años.

3. La Autoridad eclesiástica no podrá suprimir a la Corporación sin haber


oído antes a su Hermano Mayor y a los demás oficiales mayores.

4. En caso de disolución la Autoridad eclesiástica nombrará una comisión


liquidadora que confeccionará un inventario exhaustivo con todos los bienes y
derechos de la Hermandad / Cofradía a fin de que sigan el curso previsto por el
Derecho Canónico, previa liquidación de las deudas, si las hubiere, con el pro-
ducto y hasta el límite de lo realizable, quedando siempre a salvo la voluntad de
los donantes, así como los derechos adquiridos.

CAPÍTULO VIII
DISPOSICIONES GENERALES

Regla 102ª. Todos los libros que use la Corporación llevarán una certificación en
su primera hoja, con el número de folios que comprenden y fin a que se desti-
nan. Esta certificación deberá ser extendida por el Secretario con el Visto Bue-
no del Hermano Mayor y selladas todas sus hojas. Los que carezcan de estos
requisitos se considerarán nulos y sin ningún valor.

CAPÍTULO IX
DEL CUMPLIMIENTO DE ESTOS ESTATUTOS Y
DISPOSICIÓN INTERPRETATIVA

Regla 103ª. Todos los órganos de gobierno y en su nombre el Fiscal cuidarán


bajo su responsabilidad del exacto cumplimiento de estos Estatutos.

Regla 104ª.

1. En cualquier asunto no previsto en estos Estatutos podrá adoptarse acuer-


do en sesión de Cabildo General.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1408

2. En toda materia que resulte confusa, la interpretación estatutaria será


resuelta por el Hermano Mayor, de acuerdo con su Junta de Gobierno, inspirán-
dose en el espíritu de estas Reglas.

CAPÍTULO X
DISPOSICIÓN FINAL

Regla 105ª. La Corporación queda sujeta al cumplimiento de estos Estatutos


desde su entrada en vigor una vez sean aprobados por el Cabildo General y por
la Autoridad eclesiástica competente.

1
Para evitar repeticiones, por el término genérico de ‘Corporación’ se ha de entender
referido a toda Hermandad o Cofradía.
2
Cuanto figura en cursiva es meramente orientativo y cada Hermandad / Cofradía podrá
adaptar lo que en cada caso se indica según sus propias circunstancias.
3
Cf. cc. 298.1 y 301.3.
4
Cf. c. 304.2
5
La legislación diocesana para que pueda ser exigible jurídicamente ha de estar publica-
da en el Boletín Oficial Eclesiástico de la Diócesis o, al menos, debidamente promulgada confor-
me a derecho. Cf. cc. 7 y 8.2
6
Cf. c. 314.
7
Cf. c. 309.
8
Cf. c. 1189. El Ordinario resuelve estas peticiones a través de la
Comisión Diocesana Asesora para el Patrimonio Histórico y Artístico.
9
El c. 1214 describe lo que en derecho se entiende por IGLESIA, cuyo régimen está
regulado en los cc. 1214 al 1222; por ORATORIO, descrito en el c. 1223 y regulado en los cc.
1223 al 1225 y 1229; y, por CAPILLA, nombre con el que se designa los oratorios que son sede
canónica de algunas Hermandades y Cofradías. Concepto que no debe confundirse con el de
capillas privadas, reguladas en los cc. 1226 al 1229.
10
La exigencia de ‘ir de un lugar sagrado a otro lugar sagrado’ se cumple partiendo de un
lugar sagrado o desde la Casa-Hermandad y regresando al mismo lugar. Cf. c. 1290*.
11
Cf. OBISPOS DEL SUR DE ESPAÑA, ‘Las Hermandades y Cofradías. Carta de los Obispos del
Sur de España’, in: Documentos colectivos de los Obispos del Sur de España (1970-1988),
(BAC-documentos), Madrid 1989,
nn. 27 y 28; OBISPADO DE MÁLAGA, Bases de Estatutos de las Cofradías de Semana Santa y
Hermandades de Culto y Procesión de la Diócesis de Málaga, Málaga 1977 (Documento
Inédito), Norma 63ª.
12
Cf. Regla 82ª; cc. 328 y 329.
13
Cf. c. 316.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1409

14
Para ello se recomienda el material formativo publicado por la Diócesis: “La identidad
cofrade”. Curso básico de formación cofrade. Obispado de Málaga, 2002
15
Cf. c. 306.
16
Excepcionalmente, si fuese considerado más apto algún candidato con edad y antigüe-
dad inferiores a las exigidas, puede solicitarse la oportuna dispensa a la Autoridad eclesiástica,
con arreglo a lo dispuesto en los cc. 180 y ss.
17
Bases de Estatutos,... op. cit., Norma 32ª.
18
Cf. c. 317.4.
19
Cf. c. 316.2.
20
Cf. cc. 305, 315 y concordantes.
21
Cf. ‘Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a los participantes en la Asamblea plenaria de
la Congregación para el Clero, 23.11.2001’, n. 2, in: El Presbítero, Pastor y Guía de la Comuni-
dad Parroquial, Ciudad del Vaticano 18 de octubre de 2002.
22
Cf. Reglas 14.3, 18, 19 y 83.1.
23
Cf. cc. 564 y ss.
24
Cada Hermandad / Cofradía debe determinar la edad mínima de los cofrades para parti-
cipar en los Cabildos con voz y voto. Aunque lo aconsejable es que éstos sean mayores de
edad, no obstante puede reducirse hasta los 16 años, análogamente a lo dispuesto en el c.
1083.1.
25
Estas citaciones se podrán cursar a través del Boletín Informativo de la Hermandad /
Cofradía, por medio del cual la Junta de Gobierno se comunica con los cofrades y favorecer su
participación. Igualmente podrán cursarse por fax, correo electrónico u otro medio informático
que resulte eficaz.

26
NORMAS DEL PROCESO ELECTORAL:

Primera.- Durante diez días naturales (domingos y festivos incluidos), a partir de la convoca-
toria, se podrán presentar candidaturas y examinar el censo electoral, contra el cual se podrán
formular impugnaciones (por falta de inclusión, errores materiales, falta de pago, etc.).
Segunda.- La presentación de candidaturas y el examen del censo se llevará a cabo, no
obstante, dentro del plazo indicado, durante días hábiles (con exclusión de domingos y festi-
vos), en las horas en que habitualmente estén abierta las dependencias de la Hermandad. Si el
último día del plazo coincide en domingo o festivo las candidaturas, escritos, consultas, etc. se
podrán presentar o realizar al siguiente día hábil.
Tercera.- El mes de agosto se considera inhábil a todos los efectos.
Cuarta.- Durante los cinco días siguientes la Junta de Gobierno en funciones resolverá las
impugnaciones, si las hubiera, y remitirá las candidaturas recibidas al Obispado.
Quinta.- Dentro de los cinco días siguientes a su presentación en el Obispado, la Autoridad
eclesiástica competente proclamará las candidaturas que reúnan los requisitos exigidos.
Sexta.- A partir de su proclamación, los candidatos dispondrán de diez días para presentar a los
cofrades sus programas y proyectos.
Séptima.- El día trigésimo, al cumplirse un mes desde la fecha de convocatoria, se celebrará el
anunciado Cabildo, conforme al orden del día establecido en la convocatoria. Si este día coincide
en domingo o festivo el Cabildo se celebrará al siguiente día hábil.
Octava.- Del resultado de la elección se dará cuenta inmediata a la Autoridad eclesiástica, la cual
dentro de los diez días siguientes a la celebración del Cabildo resolverá las posibles impugnaciones
que pudieran presentarse y/o confirmará la elección.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1410

Novena.- A los cinco días siguientes a su confirmación, los elegidos podrán tomar posesión de
sus cargos.

RESUMEN CALENDARIO ELECTORAL:

Día 1 a Día 10 (10 días)


- Convocatoria Cabildo de Elecciones.
- Censo electoral.

Día 10 a Día 15 (5 días)


- Resolución posibles Impugnaciones.
- Remisión candidaturas al Obispado.

Día 15 a Día 20 (10 días)


- Proclamación candidaturas autorizadas por el Obispado.

Día 20 a Día 30 (10 días)


- Presentación de programas y proyectos.
- Celebración del Cabildo de Elecciones.

Día 30 a Día 40 (10 días)


- Remisión de los resultados al Obispado.
- Resolución de posibles impugnaciones y
- Confirmación de los elegidos.

Día 40 a Día 45 (5 días)


- Toma de posesión de los elegidos

27
Cf. cc. 119 y 164. Las normas sobre elecciones de los cc. 119, 1; 165; 166; 168 al 171
y 173 al 179 se aplicarán sólo en lo que no contradigan a las propias Reglas, ni a las de estas
Bases, de forma que estos cánones tienen sólo valor supletorio
28
Igualmente, el voto que no reúna las condiciones establecidas en el c. 172, es nulo.
29
También puede contemplarse la figura del ‘Camarero’.
30
Cf. c. 1263.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1411

MIEMBROS QUE INTEGRAN EL PATRONATO


DE LA FUNDACION “MARIA INMACULADA”
DE ANTEQUERA

Presidente:
Dn. Antonio Dorado Soto, Obispo de Málaga
NIF: 03.545.215-H - Tel.: 952 22 43 86
Domicilio: Santa María, 18 - 29015 Málaga

Vicepresidente:
Dn. Francisco García Mota, Deán de la Catedral
NIF: 24.568.149-D - Tel,: 952 22 43 85
Domicilio: Santa María, 18 - 29015 Málaga

Tesorero:
Dn. Francisco García Mota, Deán de la Catedral
NIF: 24.568.149-D - Tel.: 952 22 43 85
Domicilio: Santa María, 18 - 29015 Málaga

Vocales:
Hermano Mario Vinumbrales García, HH.de la Salle
NIF: 13.059.515-T - Tel.: 954 69 24 00
Domicilio: Avda. de la Libertad, 63 - 41700 Dos Hermanas

Hermano Modesto Barreales Llamas, HH.de la Salle


NIF: 31.464.929-D - Tel.: 952 84 17 74
Domicilio: General Ríos, 1 - 29200 Antequera

Madre Sagrario del Campo Herrero, Sup.Gral. Franciscanas


NIF: 51.043.314-N - Tel.: 952 841 12 57
Domicilio: C/ Madre Carmen, 4 - 29200 Antequera

Madre Piedad Ríos Domínguez, Dtra.Escuela Univ.Mª Inmac.


NIF: 25-263.959-T - Tel.: 952 84 28 81
Domicilio: C/ Madre Carmen, 4 - 29200 Antequera

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1412

Secretaria:
Madre Piedad Ríos Domínguez, Dtra.Escuela Univ.Mª Inmac.
NIF: 25-263.959-T - Tel.: 952 84 28 81
Domicilio: C/ Madre Carmen, 4 - 29200 Antequera

Málaga, diciembre de 2003

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1413

ÓRDENES SAGRADAS

En la festividad de la Inmaculada Concepción, en la Capilla del Semina-


rio, se celebran Ordenes Sagradas dentro de los actos de convivencia que
tienen lugar en honor de la Virgen.

El Sr.Obispo de la Diócesis confiere el Ministerio de Lector a los siguien-


tes seminaristas:

Dn. Antonio Prieto Zurita, de Alameda; Dn. Manuel Quintana Aguilar, tam-
bién de Alameda; Dn. José Sánchez Vázquez, de Ronda; y Dn. Francisco Javier
Velasco del Pozo, de Fuente Piedra.

Y Mons. Dorado Soto confiere el Ministerio de Acólito a los siguientes


alumnos del Seminario:

Dn. Blas Cerezo Domínguez, de Málaga; Dn. Francisco del Pozo Avila,
de Fuente Piedra; Dn. Francisco Sánchez Pérez, de Encinas Reales (Córdoba),
Dn. Germán García Ruiz, de Vélez-Málaga, y Dn. Emilio López Navas, de Mála-
ga capital.

En la ceremonia participan el Rector del Seminario, Dn. Antonio Aguilera,


y los Superiores y Formadores del Centro, asistiendo los compañeros y familia-
res de los ordenandos.

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1415

NOMBRAMIENTOS

02-12-03: Dn. Andrés Mérida Ruiz,


Presidente Diocesano de “Vida Ascendente”.

04-12-03: Fr. César Rodríguez Alonso, TC.


Diácono Colaborador de las Parroquias de Benagalbón,
Macharraviaya, Benaque y Cajiz.

04-12-03: P. Antonio Márquez Fernández, SDB.


Confesor Ordinario de las Hermanas de la Cruz, Ronda.

31-12-03: Rvdo. D. Rafael Quijana Carretero,


Administrador Parroquial de los Stos. Mártires, de Málaga.

NOMBRAMIENTOS DE HERMANDADES Y COFRADÍAS

04-12-03: Aprobación Junta de Gobierno de la Agrupación de Hermandades y


Cofradías de Campillos. Presidenta, Dña. Oliva Gallardo Rodríguez.

04-12-03: Aprobación Junta de Gobierno de la Cofradía del Dulce Nombre de


Jesús y María Stma. del Socorro de Campillos. Hno. Mayor, Dn. Manuel Mora
Romero.

17-12-03: Aprobación Junta de Gobierno de la Hermandad del Santo Cristo Co-


ronado de Espinas y Ntra. Sra. de Gracia y Esperanza (Estudiantes) de Málaga.
Hno. Mayor, Dn. Pablo Atencia Robledo.

17-12-03: Aprobación Junta de Gobierno de la Hermandad Ntra. Sra. del Carmen


de Los Boliches. Hna. Mayor, Dña. Antonia de la Rosa Marín.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1416

24-12-03: Aprobación Junta de Gobierno de la Archicofradía de Ntro. Padre Je-


sús Orando en el Huerto, Ntra. Sra. de la Concepción y San Juan Evangelista de
Málaga. Hno. Mayor, Dn. José López Díaz.

24-12-03: Aprobación Junta de Gobierno de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús


del Prendimiento y María Stma. del Rosario en sus Misterios dolorosos de Ron-
da. Hno. Mayor, Dn. Juan Carlos Marín Pajares.

24-12-03: Aprobación Junta de Gobierno de la Cofradía del Stmo. Cristo de la


Vera Cruz y Ntra. Sra. de la Soledad de Alhaurín de la Torre. Hno. Mayor, Dn.
Pedro Cruz Fernández.

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1417

CRÓNICA DIOCESANA

INFORMACIÓN SOBRE ACTIVIDADES PASTORALES

Diciembre 2003

CATEDRAL

28-11: Se celebra en Catedral un concierto de órgano de música sacra interpre-


tado por Montserrat Torrent y organizado por la fundación CEM. El objetivo era la
celebración de Santa Cecilia, patrona de la música. Hubo una gran asistencia
de público.

02-12: El Sr.Obispo preside la Misa de Acción de Gracias por la Beatificación de


la Madre Bonifacia Rodríguez, fundadora de las Siervas de San José. La Euca-
ristía es concelebrada por numerosos sacerdotes y religiosos y nuestro primer
templo se vio lleno de fieles, entre los que había numerosos representantes de
las distintas Congregaciones masculinas y femeninas de vida consagrada que
hay en Málaga.

03-12: Ya está a la venta la mayor catalogación de fondos musicales del archivo


de la Catedral de Málaga. Editada por la Junta de Andalucía, esta obra entra a
formar parte de una colección que abarca todos los archivos catedralicios anda-
luces. En el caso malagueño, el trabajo de investigación ha corrido a cargo de
un equipo de estudiosos e intérpretes coordinado por el catedrático Antonio
Martín Moreno. También se ha publicado un volumen, dirigido y preparado por el
catedrático D. Adalberto Martínez Solaesa, organista primero de la Catedral,
con 6 piezas del archivo catedralicio. Son partituras para dos órganos del com-
positor José Barrera (1729-1788). Nuestra Catedral se distingue porque cuenta
con dos órganos que pueden armonizar conjuntamente las ceremonias.

07-12: El Sr.Obispo celebra la Misa, a las doce, en la Catedral, con motivo del
tiempo litúrgico del Adviento. Lo mismo el domingo 14 y el 21.

08-12: Mons. Dorado preside el Pontifical de la Inmaculada.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1418

24-12: El Prelado celebra la Misa del Gallo, en la Catedral, a las doce de la


noche.

25-12: Mons. Dorado preside la Misa de doce en la Catedral, con motivo de la


fiesta de la Natividad del Señor.

28-12: El Sr. Obispo celebra la Misa en la Catedral, con ocasión del Día de la
Sagrada Familia, en la que se pide por todas las familias del mundo, especial-
mente por las que estén sufriendo alguna ruptura. La cita Eucaristía comienza a
las 12 y durante la misma se representa un Belén viviente. Antes y durante esta
celebración, diversos grupos de pastorales invitan a la alegría con villancicos y
cantos típicos de nuestra tierra.

CONSEJOS, COLEGIOS Y OTROS ORGANISMOS

02-12: En “Villa Betania”, de Benagalbón, residencia de los Religiosos Tercia-


rios Capuchinos, se reúnen los miembros de CESMA para la recuperación de
los drogadictos, con la asistencia del Sr.Obispo.

03-12: Se reúnen con el Prelado, en la Casa Diocesana, los miembros de la


Fundación “Divina Infantita”, de Melilla.

03-12. Por la tarde se reúnen en la Parroquia de San Miguel los miembros del
Consejo Pastoral Arciprestal “Virgen del Mar” con la asistencia de Mons. Dora-
do Soto.

04-12: Los miembros de la Fundación “Antonia Guerrero”, de Estepona, se re-


únen con el Sr.Obispo.

09-12: Se reúnen con el Prelado los miembros del Consejo Episcopal de Vica-
rios. También el día 16.

12-12: Se celebra reunión del Consejo de Curia, con la asistencia del Sr.Obispo.
También el día 26.

12-12: Por la tarde se reúnen con Mons. Dorado los miembros del Consejo de
Asuntos Económicos.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1419

13-12: Se celebra en la Parroquia del Sagrado Corazón de Almayate el segundo


Encuentro Arciprestal de la Axarquía-Costa, en el que se informa de lo que están
haciendo cada una de las comisiones del arciprestazgo. Para ello, hay una
mesa redonda en la que participan miembros de todas las comisiones
arciprestales y las parroquias, y se exponen las actividades que se están reali-
zando en esta zona y las que se han previsto para el año venidero. La sesión se
prolonga durante más de dos horas y finaliza con la celebración de la Eucaris-
tía.

15-12: Se reúnen con el Prelado los miembros del Colegio de Consultores.

15-12: También tiene un encuentro en este día con el Sr.Obispo el Instituto para
la Sustentación de los Clérigos.

17-12: Celebra reunión con el Prelado la Comisión Permanente del Consejo


Pastoral Diocesano.

18-12: En Trayamar (Algarrobo) se celebra reunión del Consejo Pastoral Arciprestal


de la Axarquía Costa, a la que asiste el Prelado.

19-12: El Prelado tiene una reunión con los miembros de la Fundación Nadal, de
Estepona.

DELEGACIÓN DE APOSTOLADO SEGLAR

04-12: El Aula «Padre Arrupe» organiza en el salón de actos del Colegio de las
Esclavas, en calle Liborio García una conferencia sobre la «Violencia contra la
Paz (aspectos psicosociales)». El P. Carlos Domínguez Morano, S.J., profesor
de Psicología en la Facultad de Teología de Granada y Director de la Unidad de
Psicoterapia en el Centro «Francisco Suárez», es el encargado de la charla,
tras la que se abre un turno de preguntas para aclarar dudas y ampliar la infor-
mación.

05-12: Durante tres días se celebra en la Casa de Espiritualidad «Villa San


Pedro» el Cursillo de Cristiandad número 537 de nuestra Diócesis. Estos cursi-
llos ofrecen una oportunidad de replantear la fe. Por otro lado, las Ultreyas (un

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1420

espacio dentro de la dinámica de formación y celebración del movimiento) tie-


nen lugar en la Parroquia del Corpus Christi.

07-12: Se celebra en la Parroquia del Santo Ángel la Vigilia de la Inmaculada,


presidida por Mons. Dorado Soto y en la que participan numerosos jóvenes
malagueños. El lema propuesto por el Secretariado de Pastoral de Juventud
para esta Vigilia es: «...hace grandes obras en mí», como eco de las palabras
de la Virgen en el Magníficat.

10-12: La Adoración Nocturna Femenina Española en Málaga celebra el Turno


de Honorarias, en la Parroquia de San Juan Bautista. El tema de estudio se
titula «Postrándose le adoraron». Concluye el encuentro con la celebración de
la Eucaristía.

11-12: El Movimiento de Apostolado Familiar San Juan de Ávila organiza una


tanda de Ejercicios Espirituales durante cuatro días. Están dirigidos por el Vica-
rio General de la Diócesis, y Consiliario de este Movimiento, Dn. Alfonso Cres-
po, y en él participa un buen grupo de matrimonios, mujeres y jóvenes responsa-
bles. Se celebran en la Casa de Espiritualidad «Betania», que está situada en
Campanillas. También a lo largo del mes de diciembre han tenido una serie de
encuentros de revisión de los grupos de mujeres de los distintos Sectores, el
encuentro de jóvenes con motivo del Adviento, la participación en la Vigilia de la
Inmaculada, el retiro de mujeres en la Casa de la Comunidad, el turno de la
Adoración Nocturna, otras tres tandas de ejercicios espirituales para responsa-
bles del Movimiento; diferentes encuentros de Navidad; el acto de oración de
Navidad para todo el Movimiento, la convivencia de Navidad, el retiro conjunto de
matrimonios y la participación de los jóvenes en el campo de trabajo “Lázaro”.

11-12: El equipo de Pastoral de Sordos de nuestra Diócesis se reúne en el


Colegio “La Purísima” para coordinar su trabajo y seguir así avanzando en la
atención pastoral a las personas sordas. Ya a principios de septiembre organi-
zaron un curso de Lenguaje de Signos, que contó con 13 alumnos y que impar-
tió la profesora Sandra Guerrero.

13-12: El Movimiento para mayores y jubilados “Vida Ascendente” organiza un


Retiro Espiritual en la Casa de las Nazarenas de la Plaza San Francisco, dirigi-
do por el Consiliario Diocesano del mismo, P. Manuel Cantero, S.J.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1421

13-12: El Movimiento Familiar Cristiano de Málaga organiza un Encuentro Con-


yugal durante dos días. Este encuentro está dirigido a todos los matrimonios,
sin distinción de edad, pero sobre todo a los que creen que su matrimonio puede
mejorar fomentando el diálogo. El Encuentro Conyugal es un servicio que este
movimiento familiar ofrece a todos los que deseen encontrarse más en profundi-
dad con Dios, consigo mismo, y con los demás miembros de su familia, espe-
cialmente con su esposo o su esposa.

14-12: La Adoración Nocturna de Málaga celebra su segundo Encuentro-Convi-


vencia en la Casa Diocesana de Espiritualidad. La ponencia de este año corre a
cargo del Consiliario de Pastoral Familiar, Dn. José Ferrary, quien habla sobre
“La Eucaristía: fundamento de nuestra fe, fundamento de nuestra familia”. Tras
la conferencia hay un coloquio y, después, se celebra la Eucaristía, que estará
seguida de un almuerzo de hermandad. Y, finalmente, hay un Acto Eucarístico.

20-12: El Movimiento Cultural Cristiano organiza la XI Marcha Silenciosa, que


tiene lugar en Málaga a las 12,00 de mediodía. Parte de la Plaza de la Merced
hacia la Plaza de Félix Sáez. Este acto está incluido dentro de una campaña
que está realizando en la Diócesis este movimiento y que tiene por nombre “Por
la justicia en las relaciones Norte-Sur: contra las causas del hambre, el paro y la
esclavitud infantil. No matarás”. Según afirman los responsables, “con este acto
queremos salir a las calles de 30 ciudades españolas para ser voz de los sin
voz, para ser grito silencioso, porque hoy sufren y mueren 4/5 partes de la
humanidad, sometidas al hambre, al paro, a la esclavitud, a las guerras... por
falta de justicia”.

21-12: El Prelado tiene una convivencia con uno de los grupos de Acción Cató-
lica, a cuyos miembros celebra la Eucaristía a las cinco de la tarde.

28-12: Se celebra el Día de la Familia. Una persona con experiencia y buena


voluntad puede ser un buen instrumento en las manos de Dios para orientar a
una familia ante sus problemas. Es el caso de las personas que trabajan en el
Centro de Orientación Familiar. Dn. Santiago Martínez, miembro de esta institu-
ción, comenta el caso de una familia a la que le resultaba imposible dialogar:

“La decisión que habían adoptado era dejar las cosas como estaban,
hasta que el paso del tiempo las solucionara, o más bien, hiciera imposible la

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1422

convivencia”; “el orgullo salía a relucir y rompía toda posibilidad de diálogo”. “El
padre hablaba siempre en tono exigente y el hijo tenía dificultades en los estu-
dios; pero no eran capaces de ponerse de acuerdo, así que negociamos cómo
iba a planificar el nuevo curso”. Después de media hora de conversación, dicen
en el COF, ambas partes cedieron y pactaron un calendario que el padre contro-
laría y el hijo cumpliría. “Habían conseguido un acuerdo que hacía tiempo esta-
ban buscando y que ellos solos no fueron capaces de encontrar. Al final, padre,
hijo y madre, encuentran la alegría de estar más cerca entre sí porque al decirse
claramente las cosas habían puesto a prueba su orgullo”, concluye Santiago.Tan
sencillo como dialogar padres e hijos.

28-12: “Cristianos sin Fronteras” organiza una forma distinta de celebrar la Fies-
ta de la Sagrada Familia. La iniciativa tiene como lema “Familias en cadena de
oración” y consiste en que todas aquellas familias que lo deseen se unan este
domingo, a partir de las 21 horas, a la Vigilia de Oración que se retransmite en
la Cadena COPE y en Popular TV. Si te interesa y te preocupa la familia, ¡reza
con otras familias!; si buscas la respuesta cristiana a las nuevas situaciones,
¡reza para que acertemos a ser “iglesia en camino”! Puedes rezar en casa, en tu
comunidad o grupo, en tu parroquia... y a través de la radio y la televisión,
gracias a la retransmisión que se hace en COPE y Popular TV. La iniciativa es
muy sencilla: familias, comunidades religiosas, parroquias y santuarios se po-
nen de acuerdo y reservan a la misma hora en la Fiesta de la Sagrada Familia,
dentro del tiempo de la Navidad, para rezar juntos. Este año se une a la cadena
de oración Santiago de Compostela, que comienza dentro de unos días el Año
Santo 2004. Con este motivo, los organizadores han pedido a diez centros de
peregrinos, todos ellos en el Camino de Santiago, que sean los maestros de
esta oración.

28-12: El Obispo comparte la comida en este Día de la Familia, con los miem-
bros del Secretariado de Pastoral Familiar.

31-12: El Sr. Obispo preside, a las 11 de la noche, la Vigilia de Fin de Año que
organiza la Adoración Nocturna, que tiene lugar en la Parroquia de Stella Maris.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1423

DELEGACION DE ECUMENISMO

20-12: Lux Mundi organiza una celebración Ecuménica de Navidad que se lleva
a cabo este día, a las 6,30 de la tarde, en la Parroquia de Torre del Mar. Este
acto de oración se ha celebrado varios años y en él participan la Iglesia Anglica-
na, la Presbiterana, la Evangélica Alemana y la Católica de habla hispana, ale-
mana e inglesa. El acto consta de nueve lecturas de la Sagrada Escritura, des-
de la genealogía de Jesús en el Antiguo Testamento, hasta su nacimiento y la
visita de los Reyes Magos, en el Nuevo Testamento. Las lecturas se intercalan
con la interpretación de varios villancicos en diferentes idiomas.

DELEGACIÓN DE ENSEÑANZA

09-12: La Federación Católica de Padres de Alumnos (FECAPA) celebra el acto


de la jura de cargos de los miembros de la nueva Junta Directiva, presididos por
el Sr. Obispo, en la Parroquia de San Juan Bautista.

13-12: Más de 450 profesores malagueños que imparten la asignatura de Reli-


gión se reúnen en la Casa Diocesana de Espiritualidad, para poner en común
cómo están llevando el Evangelio, con palabras y obras, a los centros educati-
vos. Se trata de uno de los cinco encuentros programados a lo largo del curso
2003/2004. Son momentos privilegiados donde el profesor de Religión, además
de oír y participar en el tema básico de estudio, que es lo fundamental, reza
colectivamente, recibe información, dialoga con los compañeros y pone en co-
mún experiencias e inquietudes.

13-12: Los Delegados Diocesanos de Enseñanza de Andalucía se reúnen en


Antequera con Mons. Dorado Soto.

19-12: Se reúne el Pleno de la Fundación Diocesana de Enseñanza “Santa


María de la Victoria”, con el Sr.Obispo y finaliza el encuentro con la comida.

DELEGACIÓN DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

15-12: El Prelado graba para Málaga TV, concretamente para el programa de


mayores que dirige Carmen Abenza.

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1424

17-12: El Sr.Obispo graba en los estudios de Popular Televisión nuevos espa-


cios para su programa semanal.

17-12: Mons. Dorado realiza una visita a la nueva sede de la Agencia EFE en
Málaga, donde, además, le realizan una entrevista.

18-12: El Prelado hace una grabación para la cadena de Radio 3 “Euromálaga”.

19-12: Mons. Dorado graba para Procono con motivo de la Navidad.

DELEGACION DE MISIONES

01-12: Los sacerdotes malagueños que se encuentran en la Misión Diocesana


de Caicara del Orinoco (Venezuela), han enviado al semanario «Diócesis» una
recopilación de noticias acaecidas en aquellas tierras. Se trata de que la comu-
nidad diocesana la sienta como una parte de la Iglesia malagueña, pero a miles
de kilómetros de nosotros. Publicamos algunas de ellas:

Los sacerdotes y un equipo de evangelizadores legionarios de María han


distribuido recientemente 1.000 ejemplares del Nuevo Testamento y 2.000 de
los Evangelios entre las diversas familias visitadas en una misión popular.

Por otra parte, los misioneros ya han enviado al Sr. Obispo de Málaga el
Plan Pastoral 03-04 con las responsabilidades directas de cada uno.

En el pueblo de Caicara hay ya ocho capillas con sus locales de reunio-


nes y, en dos de ellas, sendas escuelas para niños hasta ahora sin escolarizar
y a los que se les da cada mañana el desayuno.

DELEGACIÓN DE PASTORAL SOCIAL

01-12: Es el «Día Mundial del Sida». Una jornada en que instituciones concretas
traen a nuestra memoria una de las enfermedades que más gravemente han
herido al ser humano en los siglos XX y XXI. En nuestra Diócesis, la Iglesia no se
ha olvidado de esta realidad y sigue al lado de estas personas por medio de

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1425

Cáritas, principal encargada de la atención social. Trabajadores y voluntarios se


preocupan en el Centro Colichet, del cuidado de los enfermos de Sida. Esta
casa de acogida, ubicadaen Churriana, es un verdadero hogar para aquellos
que, en pleno siglo XXI, ven como se les cierran las puertas de todas las
«posadas».La Casa de Acogida «Colichet» abrió sus puertas en el año 1992
gracias a la labor conjunta de Cáritas y de las Hijas de la Caridad.

05-12: La campaña institucional correspondiente a la Navidad del 2003, y al Día


de Caridad del año 2004, sitúa a Cáritas en un lugar concreto: “donde están los
últimos”, entendiendo por tales aquellas personas en las que nadie se fija, con
los que nadie trabaja, y son calificados socialmente como irrecuperables, diría-
mos casi inexistentes por su nula capacidad de consumir. Calificativos todos
que pueden resumirse en uno solo y terminante: excluidos.

Desde hace varios años, Cáritas presta atención integral a enfermos de


SIDA en la Casa de Acogida COLICHET; a personas “sin techo” en el Hogar
Pozo Dulce; a ancianos, con diferente nivel de autonomía personal, en la Resi-
dencia El Buen Samaritano y en los Apartamentos Tomás de Cózar.

Existen también Talleres para la capacitación profesional de los jóvenes;


Proyectos de trabajo con las personas, las familias y la comunidad, en barrios
con alto nivel de exclusión social (hasta 12 se contabilizan en Málaga); Proyec-
tos de promoción en el mundo rural, etc.

Desde las Cáritas parroquiales se presta atención a muchas personas


que acuden en busca de ayuda para cubrir una gran cantidad de necesidades
básicas.

En las dependencias de Cáritas Diocesana fueron atendidas, durante el


pasado año, 283 familias, casi mil personas que podríamos situar entre los
últimos de Málaga.

Estudiando los datos referentes al cabeza de familia, se considera signi-


ficativo que haya un 63,9% de mujeres frente al 36,1% de hombres; que un
21,2% no perciba ingreso alguno, y que un 55,3% padezca algún tipo de enfer-
medad (como toxicomanía, enfermedad psíquica, enfermedad crónica...).

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1426

El colectivo de inmigrantes ha experimentado un fuerte aumento, ya que,


frente al 17,8% correspondiente al año 2002, se contabiliza un 23,3% en los
últimos datos correspondientes al año 2003. Lo mismo ocurre con los enfermos
mentales que pasan del 3,7% al 5,9% .

Las respuestas dadas desde Cáritas a las demandas de estas y otras


muchas personas sumaron, en el año 2002, un total de 970. Todavía no pode-
mos contabilizar las del año en curso.

10-12: La comisión de Cáritas del Arciprestazgo de Archidona-Campillos ha ana-


lizado la realidad de la inmigración en la comarca y ha elaborado un manifiesto
en el que, además de denunciar, entre otras cosas, las situaciones de injusticia
que viven los inmigrantes como consecuencia de una ley que los condena “a la
ilegalidad y a la economía sumergida”; invitan a preguntarnos “¿cómo se situaría
Jesús ante esta problemática?”. Concluyen solicitando al Gobierno una ley de
extranjería más justa; a la opinión pública, que “mire al inmigrante no como un
problema sino como el fruto de una situación injusta”; a la sociedad, medidas
que le permitan trabajar con dignidad; y a los cristianos, “una mayor cercanía e
implicación”, acogida y ayuda para facilitar su integración.

24-12: El Sr. Obispo, acompañado del Delegado Diocesano de Cáritas, Dn.


Gabriel Leal, se traslada a Churriana, a la Residencia Asistida para personas
mayores «El Buen Samaritano», para realizar una visita, a partir de las cinco de
la tarde, a los ancianos.

24-12: El Prelado, a las seis y media, celebra la Eucaristía a los enfermos de


sida del Centro Colichet, también en Churriana, con quienes comparte posterior-
mente un rato de convivencia con motivo de las fiestas navideñas.

DELEGACION DE PASTORAL VOCACIONAL

13-12: Se celebra en el Seminario la segunda convivencia mensual de Monte


Horeb y tiene como tema “El discernimiento espiritual. La Lectio Divina”. El Sr.
Obispo es el responsable de explicar a los jóvenes en qué consiste el método
de oración “Lectio Divina”, con el que se parte de la Sagrada Escritura y se llega
a la vida diaria del orante.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1427

20-12: Se celebra en el Colegio de San Pablo la segunda convivencia vocacional


de la Experiencia SICAR, para chicas de 14 a 17 años.

DELEGACION DE RELIGIOSAS Y RELIGIOSOS,


INSTITUTOS SECULARES Y ASOCIACIONES

03-12: Celebra los veinticinco años de su Ordenación Sacerdotal el P. Ángel


Luis Martín Gómez, Párroco de San Pío X, de Málaga.

04-12: El Cardenal de Sevilla preside la Eucaristía en el Convento de las Claras,


de Vélez, con motivo del V Centenario de la presencia de estas religiosas en
esa Ciudad.

07-12: Tiene lugar un encuentro para jóvenes en el que se trata de hacerles ver
el estilo de vida de las Hermanitas de Jesús. A las 11 de la mañana, celebran la
Eucaristía en la Parroquia de San Pío X, de la Barraiada de La Palmilla. Por la
tarde, parten en peregrinación a pie hasta las playas de San Andrés, lugar don-
de comenzaron su trabajo las Hermanitas. Luego, participan en la Vigilia
Diocesana de la Inmaculada, en la Parroquia del Santo Ángel, en la que intervie-
ne el grupo de música cristiana Jerusalén.

11-12: El P. Francisco Javier Jaén, Superior de los Carmelitas Descalzos de


Málaga, ofrece una conferencia sobre «Santa Teresita en España», en los salo-
nes de la Basílica de la Esperanza a la que asisten religiosos y religiosas de la
Diócesis, como parte de su formación permanente.

12-12: Mons. Dorado visita a la Comunidad de las Misioneras Identes, con las
que comparte la comida.

13-12: En Vélez-Málaga el Prelado celebra la Misa de clausura del V Centenario


de la presencia de las Clarisas en esa Ciudad.

14-12: El Sr. Obispo celebra una Eucaristía en acción de gracias por la reciente
reforma que se ha realizado en la iglesia de las Carmelitas de Málaga capital.
Con tal motivo se han celebrado en el mismo lugar diversos actos organizados
por las Carmelitas: el jueves, 11, el P.Francisco Javier Sancho, OCD, Director

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1428

del Centro Internacional de Estudios Teresianos Sanjuanistas de Ávila pronun-


cia una conferencia bajo el titulo “El carmelo, testigo de la presencia de Dios”. El
viernes 12, el Vicario General de la Diócesis, Dn. Alfonso Crespo, habla sobre
“Las Carmelitas Descalzas en Málaga, sentido de una presencia”. Por último, el
sábado 13, se celebra un concierto a cargo de la solista Sonia Rivas, que inter-
preta poemas de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.

14-12: El Párroco de la Barriada de Los Gámez hace entrega de una placa-


recuerdo a las Siervas de San José, con motivo de la Beatificación de la Funda-
dora de esa Congregación, la Madre Bonifacia Rodríguez Castro. El acto tiene
lugar al terminar la Misa de 11,00 de la mañana en la Escuela-Capilla, sede de
la Parroquia de San Isidoro de Sevilla. Con este detalle, reconocen la presencia,
desde 1970, de estas Hermanas en la barriada, como maestras, catequistas y
colaboradoras sociales y parroquiales.

15-12: Mons. Dorado Soto tiene una charla a la Comunidad de los PP.Agustinos,
en torno al tiempo litúrgico del Adviento, concelebra la Eucaristía y comparte la
cena con los religiosos.

17-12: Visitan al Prelado los Misioneros de la Consolata acompañados de algu-


nos jóvenes.

20-12: El Sr.Obispo se reúne con el Delegado para la Vida Consagrada, P.Marcos


Díaz Bertrana, S.J., y la Junta Directiva de la CONFER, en la Casa “Nazaret”;
después, se celebra la Eucaristía y se termina el encuentro con la comida.

22-12: Se inician las visitas del Sr.Obispo a las veinticuatro Comunidades de


Vida Contemplativa de la Diócesis en Cañete la Real, Ronda, Málaga, Estepona,
Antequera, Vélez-Málaga, Montemar, Coín y Archidona. El Delegado para las
Monjas de Clausura, Dn. Ildefonso López, acompaña al Prelado en algunas de
estas visitas.

EPISCOPADO

04-12: El Cardenal Arzobispo de Sevilla celebra la Eucaristía en el Convento de


las Claras, de Vélez, con motivo del V Centenario de su llegada a esta Ciudad.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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11-12: El Obispo de Málaga participa en la reunión del Comité Ejecutivo de la


Conferencia Episcopal Española, que tiene lugar en Madrid.

20-12: El Prelado visita a Mons. Emilio Benavent Escuín, Azobispo Emérito


Castrense de España, con motivo de las fiestas navideñas.

30-12: Visita a nuestro Prelado el Obispo de la Diócesis de Iasi (Rumanía),


Mons. Petru Gherghel, acompañado del Arcipreste de Fuengirola-Torremolinos,
Dn. José María Ramos, el P.Petru Chelaru, Vicario Parroquial de Mijas-Costa,
otro sacerdote rumano, y el Vicario General de Málaga.

PARROQUIAS

01-12: El Consejo Pastoral Parroquial de Valle de Abdalajís ha organizado un


concurso de belenes en colaboración con el Área de Cultura del Ayuntamiento.
El lema del concurso es: «En Belén no hubo casa, haz en tu casa un Belén».
Se trata de acercar lo religioso y la parroquia a personas y entidades más aleja-
das.

05-12: En la Parroquia de Venta Baja, núcleo de Alcaucín. el Sr.Obispo celebra


la Eucaristía, con motivo de la fiesta de la Patrona, y administra la Confirmación.

06-12: El Sr. Obispo preside una Misa en la recién remozada Parroquia de Nuestra
Señora de la Encarnación, de Benaque, y bendice las importantes obras que se
han llevado a cabo en el templo. Concelebran con el Prelado el Párroco, P. José
Luis Castillejo Llusía, Terciario Franciscano, y otros sacerdotes. Este templo
fue erigido poco después del año 1.500, convirtiéndose en una mezquita cristia-
nizada. Ha permanecido en obras durante ocho años, en los que el Obispado ha
rehabilitado todo el tejado y el artesonado. El taller ocupacional del Ayuntamien-
to de Macharaviaya, al que pertenece Benaque, ha restaurado el resto, incluidos
unos frescos de 1592.

06-23: Tiene lugar en la Parroquia de Santa María la Mayor de Ronda, la bendi-


ción de la escultura dedicada al Misterio de la Encarnación, una obra de tamaño
algo mayor del natural, en el que se representa el momento del anuncio de la
Encarnación por el ángel a la Virgen, obra del escultor Ramos Corona. La obra

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1430

cuenta con las figuras del ángel, de la Virgen y de otros ángeles y todo ello
cerrado con un gran sol. Celebra la Eucaristía y bendice el nuevo grupo
escultórico el Sr.Obispo de la Diócesis, acompañado del Vicario Episcopal de la
Zona, Dn. José Emilio Cabra, del Párroco de Santa María la Mayor, Dn. Gonzalo
Huesa Lope, y de otros sacerdotes y religiosos de la Ciudad.

08-12: En la Parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa de Jesús, de Málaga,


se celebra la Novena de la Inmaculada, que se inicia el sábado 29 de noviembre.
Cada tarde un grupo parroquial anima la celebración litúrgica. El lunes 8 hay una
solemne Misa de toda la comunidad parroquial para honrar a la Virgen.

14-12: Mons.Dorado celebra la Eucaristía en la Parroquia de la Encarnación, de


Marbella.

18-12: La Parroquia del Sagrado Corazón de Melilla celebra el IV Maratón de


Villancicos de la ciudad, en la Plaza Menéndez Pelayo, desde las 17:30 horas,
y en ella interpretan hermosas piezas navideñas los grupos de las Parroquias de
La Medalla Milagrosa, San Francisco Javier, Santa María Micaela, los Colegios
de La Salle, Divina Infantita, y Buen Consejo, y diversas asociaciones de veci-
nos. A las 20:00 horas los asistentes participan en la Eucaristía, en la Parroquia
del Sagrado Corazón y el maratón continúa hasta cerca de la medianoche.

18-12: Los amantes del arte tienen una cita en el nuevo museo que de la Parro-
quia de Casarabonela. El Vicario General de la Diócesis, Dn. Alfonso Crespo,
preside la bendición e inauguración de los nuevos salones parroquiales, entre
los que se incluye el museo. La antigua sacristía alberga hermosas obras de
orfebrería que datan del siglo XVII, muchas de ellas donadas por un antiguo
ciudadano del pueblo que emigró a Perú y las trajo como parte de sus bienes.
Entre las obras de más valor se pueden contemplar una hermosa custodia, un
viático de plata en forma de pelícano, unas zapatillas de plata de un Niño Dios y
varios ornamentos litúrgicos regalados por los propios Reyes Católicos, según
la tradición del pueblo. También se puede contemplar en este museo un amplio
archivo de documentos antiguos de las hermandades del pueblo y partidas de
nacimiento con siglos de antigüedad.

19-12: El Prelado celebra la Eucaristía en la Parroquia de El Salvador, de Mála-


ga.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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20-12: La Congregación de la Divina Pastora de las Almas celebra en la Parro-


quia de la Plaza de Capuchinos una solemne función religiosa con motivo de la
clausura del tercer Centenario de la Advocación. Al término de la Misa la imagen
queda expuesta en devoto besamanos.

21-12: En la localidad de Almayate un grupo de feligreses de la parroquia


promocionan el verdadero sentido de la Navidad en el pueblo de una forma espe-
cial: con un Belén viviente en el que participan niños y adultos, que este año se
celebra por segunda vez los días 21, 27 y 28. En la Librería Diocesana de Cate-
quesis se puede comprar el vídeo en el que se recogen los mejores momentos
de este Belén Viviente que nos narra el texto del Evangelio relativo el nacimiento
de Dios en Belén. Romanos, pastores, churreros, panaderos, carniceros, zapa-
teros, silleros y todo un pueblo, con posadero incluido, ocupan el patio exterior
del colegio, con su burra y el buey que dan calor al Niño Dios, El Sr.Obispo
asiste a la representación el domingo 28.

SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

04-12: En la Parroquia de Venta Baja, del núcleo de Alcaucín, Mons. Dorado


administra el Sacramento de la Confirmación a un grupo de jóvenes.

14-12: El Prelado confirma a un grupo de jóvenes en la Parroquia de la Encarna-


ción, de Marbella.

19-12: El Sr.Obispo administra este Sacramento en la Parroquia de El Salvador,


de Málaga.

SEMINARIO

08-12: Se celebra una convivencia de los seminaristas con la asistencia del


Sr.Obispo al final de la cual hay una ceremonia en la que confiere el Lectorado y
el Acolitado a diversos alumnos.

26-12: Durante cuatro días se celebra en el Seminario de Málaga, el Campo de


Trabajo «Lázaro», que se desarrolla a lo largo de un curso, con tres encuentros:

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1432

Navidad, Semana Santa y verano. Con él se pretende ayudar a los jóvenes en su


discernimiento vocacional, partiendo de la realidad de los más pobres de nues-
tro entorno.

VICARIA DEL CLERO

01-12: Durante tres días se celebran en la Casa Diocesana de Espiritualidad las


Jornadas de Formación Permanente del Clero, que trata el tema «Renovación
de la moral al servicio de la cultura de la vida». Se inician las Jornadas con el
Profesor Dn. Juan José Pérez-Soba, de la Facultad de Teología San Dámaso,
de Madrid, que trata sobre la “Crisis y renovación de la moral”, y la “Cultura de la
muerte, cultura de la vida”.

02-12: El profesor P.Ignacio Núñez de Castro, S.J., habla sobre algunas cuestio-
nes actuales de Bioética, y trata sobre «La manipulación genética», «El inicio
de la vida: el estatuto del embrión» y «El final de la vida: eutanasia».

03-12: El Dr. Ramón Acosta Peso trata sobre los temas «La pastoral familiar: al
servicio del evangelio de la vida» y «La pastoral familiar en el marco de la pasto-
ral familiar».

04-12: En la Parroquia de San Juan, en Vélez-Málaga se celebra un encuentro


de los sacerdotes del Arciprestazgo de la Axarquía Interior con el Sr. Obispo.

05-12: Mons. Dorado se reúne con los sacerdotes del Arciprestazgo “Virgen del
Mar” en la Parroquia del Corpus Christi, de Pedregalejo.

18-12: En Trayamar (Algarrobo) se celebra reunión de los sacerdotes del


Arciprestazgo de la Axarquía Costa, que finaliza con la comida.

24-12: El Prelado visita en estos días a los sacerdotes enfermos o imposibilita-


dos de Málaga capital.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1433

OTROS ACTOS

12-12: Visita al Prelado el Alcalde de la Ciudad, Dn. Francisco de la Torre.

16-12: Visitan al Prelado los directivos de la Casa de Aragón-Costa del Sol.

17-12: Varios jóvenes pertenecientes a diversos movimientos se reúnen con el


Sr.Obispo para tratar sobre la Jornada Mundial de la Paz.

24-12: El personal de la Curia Diocesana -sacerdotes y seglares- se reúnen con


el Sr.Obispo para felicitarle las Navidades. En primer lugar interviene el Vicario
General, después el Prelado y finalmente los sacerdotes y seglares que se han
incorporado en este último año al trabajo exponen lo que están realizando. Des-
pués hay un animado coloquio entre todos los asistentes.

26-12: El Obispo se reúne en Estepona con los miembros de la Constructora


Benéfica del Santo Cristo de la Vera Cruz.

30-12: Se constituye la Fundación Juan Castelló Requena, de Melilla. Se cele-


bra reunión con el Sr.Obispo y se procede a la firma notarial correspondiente.

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LAS HERMANITAS DE JESÚS EN MÁLAGA

Se cumplen 50 años de la venida de las Hermanitas de Jesús a España.


Con este motivo la Fraternidad de Málaga ha anticipado la celebración del medio
siglo de presencia en Málaga. Para ellas ha sido un bien llegar hasta aquí y
compartir cincuenta años de historia creyente. Para la Iglesia que vive en Mála-
ga ha supuesto una llamada a vivir valores nucleares del Evangelio.
Así fue su llegada.

Playa de San Andrés, 265. No es avenida, ni siquiera calle. Es una cha-


bola de las muchas que existen junto a la playa. Tiene el privilegio de estar junto
al mar y las olas cuando son pacíficas casi llegan al pequeño muro que sostiene
parte del “inmueble”. Cuando la mar se disgusta baña la chabola y todas las
demás y los que malviven en ellas tienen que dejarlas. Antes se intenta salvar el
colchón y alguna ropa, que tampoco es mucha.

La dirección “Playa de San Andrés, n. 265" es conocida pronto por el


cartero. Le extraña el remite porque son envíos desde Francia, Roma, Madrid y
los sellos de correos se salen de la uniformidad de la franquicia española de los
años 1955.

Ese año 1955, concretamente el lunes 12 de Diciembre, las Hermanitas


Marie Catharine y Maria José, habían llegado desde Sevilla. A las dos hermani-
tas anteriores, se incorpora la Hta. Therese Francoise, que viene de Madrid.

Ya tenemos la primera Fraternidad de las Hermanitas de Jesús en Mála-


ga, aunque deben hacer lo que todos los que llegan a la ciudad, buscar aloja-
miento. Y comienzan las entrevistas. Todos las acogen con una mezcla de
espíritu de ayuda fraterna y de deseo de conocer quienes son en realidad estas
“monjas” contemplativas, que viven en medio de los más pobres, en comunida-
des muy reducidas para lo que se conoce en aquellos años y que han acogido
el espíritu de Carlos de Foucauld, el francés que comienza a ser conocido en

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


1436

España y que provoca muchos interrogantes al interior de las personas y de los


colectivos.

Las tres Hermanitas encuentran a Francisco Acevedo que es el párroco


de San Patricio, barriada muy obrera. Aún vive y, cosas de la providencia, se
encuentra en Portugal con sus más de ochenta años, anunciando la Palabra de
Dios. El está muy contento de la llegada de las hermanitas, nunca ha sido un
cura “establecido” por eso le sienta bien la presencia de la Fraternidad que
rompe el modelo conocido. Les presenta a Paco Flores, pescador que vive en la
playa y ofrece lo que hay en el momento, una chabola, dividida en dos pequeñas
estancias, que no se pueden ampliar. Las hermanitas también saludan a una
peculiar hija de la caridad, Sor Agustina, vocación de mayor, catalana, y que
había trabajado en favor de los emigrantes españoles de París. Y les presentan
a la señora Juana, que fue delicadeza y generosidad total con las hermanitas. Y
muy pronto han saludado a las religiosas Misioneras Cruzadas de la Iglesia, que
ayudan lo que pueden en estos primeros momentos.

Con prontitud que extraña, se presenta la ocasión de tener domicilio. Un


joven les ofrece su chabola, que tiene tres pequeñas estancias, separadas por
tela de saco solgada, más una pequeña cocina. Quien no conociera la chabola
puede pensar en cualquiera de los pisos que ahora se venden por millones. La
chabola podía ser presentada como “la chabola piloto”, de lo que eran en aque-
llos años y que abundaban en Málaga, no sólo en la playa sino en otras muchas
barriadas, la Esterquera, el Arroyo del Cuarto, etc. Las Hermanitas vivirán como
muchas de las familias pobres malagueñas de los años cincuenta, cuando aún
permanecen las carencias de dos guerras, la civil y la mundial. El conocido
“despegue económico” no llegará hasta bien transcurridos los años sesenta.

El primer quehacer, preparar la chabola que debe tener “capilla” porque la


adoración de la Eucaristía es fundamental. Un simple altar de madera y un
sagrario que sorprende porque las hermanitas tienen un artilugio para abrir la
puerta del sagrario y quede solemnemente expuesto el Santísimo. Lo usaron
hasta después del Vaticano II. Entonces provocaba admiración por la posibilidad
que tenían las Hermanitas.

El sábado, día 17, las hermanitas se trasladan a la chabola. En la Frater-


nidad también se encuentra la imagen de “Nuestra Señora del Mundo Entero”.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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Son días de mucho viento, de tempestad. Una mesa y dos pequeños bancos
son las primeras donaciones. Los vecinos acogen a las hermanitas como de la
familia, que es la manera de ser, de vivir de los situados en las fronteras de la
sociedad, los realmente desheredados.

Y la vida comienza. La Hermanita María José trabaja en las conservas de


pescado. El sábado 24, nochebuena, las recibe el obispo, Don Angel Herrera,
que les manifiesta su preocupación por la situación precaria de los pescadores,
mucho de los cuales viven en las chabolas.

Unas horas más tarde, al comienzo de la Nochebuena, un grupo de obre-


ras que trabajan con la Hta. María José vienen a la fraternidad a cantar villancicos.
Después las Htas. participan en la Misa de Medianoche en la Parroquia y el 25
lo celebran con las Misioneras Cruzadas que no han querido que las Htas. estén
solas. Anita y María Morente son obreras que muy pronto constituyen historia
de la Fraternidad, especialmente en aquellos primeras circunstancias.

La Fraternidad tiene presencia en Málaga, la chabola de la Playa de San


Andrés, es dirección cada día más conocida. La comunidad cristiana de Málaga
inicia su peregrinación a la playa. El “convento” no tiene los claustros tradiciona-
les. La sobria pobreza, la suma pobreza y la presencia de la Eucaristía mueve al
silencio, a hablar poco, aunque casi siempre se desea satisfacer alguna curiosi-
dad. Y se abandona con más de una pregunta y con deseos de lo auténtico y
mayor entusiasmo por una vida de seguimiento de Jesús. Visitan muy pronto la
Fraternidad un grupo de maestros y maestras rurales que atienden las 250 es-
cuelas diseminadas por los campos y que ha creado el obispo Herrera Oria y,
otro día, miembros de Acción Católica y compañeros de trabajo tanto de la
Industria Malagueña, que es fábrica textil, como de las conserveras de pescado.

Comienzo de una historia bella, exigente, gozosa y con sufrimiento. His-


toria de fidelidades cuyos acontecimientos principales quedan, como quiere ser
la vida de la Fraternidad, en el anonimato, conocidos sólo por Dios. Pero hoy,
casi medio siglo después, damos gracias a Dios y a todas las hermanitas que
han llegado a Málaga, desde las primeras hasta las actuales, Pilar, Elisa, Rosaura,
Josefa, por todo lo que han vivido, por su testimonio, por su cercanía, por lo que
tiene de profecía la presencia de la Fraternidad.

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El 14 de Mayo en la pequeña capilla de la Fraternidad uno de los 20


sacerdotes ordenados el día anterior en la catedral celebra la primera misa. Se
llama Bonifacio Cabra Bueno. Es primavera y a los pocos que estamos, no hay
espacio para muchos y tampoco se ha hecho invitación, nos sabe a Cenáculo
con sabor a Nazaret. O a “entrega por vosotros...” sin adornos que distraigan.

El 25 de Junio la Hermanita Magdaleine hace una breve parada en Mála-


ga. Viene de Algeciras, camino de Granada. No es mucho pero suficiente para
quien ha iniciado la vida de la Fraternidad, fiel a los escritos del P. Foucauld y
sabe muy bien lo que constituye la esencia de las fraternidades. Ella debe
garantizar la fidelidad al carisma.

¿Qué supuso para Málaga la presencia de la Fraternidad?

- Una llamada a la fundamental experiencia evangélica de la pobreza,


también material, y de la oración Orar en ocasiones con el olor normal de la
barriada que es compartido, orar con el silencio roto por el ruido fiel de las olas
que rompen en el pequeño muro, y con la conversación de los vecinos porque
las chabolas no tienen tabiques que aislan y las grietas facilitan la percepción
de los comentarios. Orar de las Hermanitas en actitud física y espiritual de
adoración fue a manera de convocatoria a fidelidades de Evangelio para quienes
poco a poco se acercaban a la Fraternidad y a redescubrir que la llamada a la
contemplación es para todos y que en cualquier situación es posible.

Una anécdota. Una de las simpatizantes, allá por el año sesenta, las
visita. Incluso llegará a vivir la prueba vocacional en la fraternidad de La Bomba,
en Madrid. Le pregunta a la Hermanita que le atiende que si también hacen
alguna que otra penitencia física, como era normal en aquellos años. La Herma-
nita le dice que no. Al poco rato, la visitante tiene sed, porque hace mucho calor.
Y pide de beber. La Hta. le señala un viejo botijo. Comienza a tragar el chorro,
pronto deja de beber y comenta que el agua está caliente. La Hta. con mucha
delicadeza le indica que esa es la penitencia, vivir como los vecinos.

Pobreza que no es sólo estar al servicio de los pobres, sino vivir la pobre-
za más radical, en las situaciones de más indigencia, tanto en vivienda, como
en trabajo, como lugar.El frío del invierno y el calor del verano de la chabola no es

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


1439

espiritual, es muy real. La humedad habrá pasado factura años después a las
hermanitas y a los vecinos. También en eso igual. Si no ha sido, milagro.

Vida entre los más pobres que hizo despertar a la comunidad cristiana
malagueña que sabía de las necesidades y que había respondido con generosi-
dad a muchas de ellas. Pero que en su generalidad desconocía la vida real de
los pobres o no los profundizaba. La presencia de la Iglesia necesitaba de la
forma propia de la Fraternidad.

Y la adoración. De la manera de las Reparadoras y de las Esclavas del


Sagrado Corazón, a la Fraternidad. En todas adoración, pero aquí tiene sabor a
Beni-Abbés, la custodia en la arena del desierto. Aquí la Eucaristía plantada en
lo que es más tienda que edificio, en medio de los más pobres de la ciudad. “Y
la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros”. En esta capilla a nadie le
cuesta el silencio, se necesita porque se percibe con mucha facilidad la parado-
ja de Dios-en-debilidad. Y en Navidad el especial Niño Jesús que en esos años
sólo lo tienen, por lo menos en España, la Fraternidad.

- Una nueva forma de vida religiosa. Vida religiosa, canónicamente regula-


rizada, pero de distinta expresión. Comunidades reducidas, normalmente tres
hermanitas. De diferentes países, con lengua y cultura distinta. Y situada entre
los más necesitados y asumiendo la vida de los pobres en todo lo posible que
es mucho. Nazaret, que es vida apostólica, tiene en las fraternidades calidad de
casi-sacramento. ¿Hacen vida apostólica? Pues claro que sí, pero la de Nazaret,
que no es el servicio organizado de la Palabra, ni el servicio establecido de la
caridad. Es vida oculta que tiene la riqueza apostólica de hacer presente los 30
años de permanencia de Jesús en Nazaret.

Cuando se publicó en España, “En el corazón de las masas”, de R.


Voillaume, el libro fue el más vendido de todos los que reflexionaban temas de
espiritualidad. Un capítulo quedó grabado en el corazón de los lectores y ayudó
a entender a la Fraternidad de las Hermanitas y de los Hermanitos: “Valor apos-
tólico de la vida de Nazaret”. Nazaret no era preparación para la vida apostólica,
era vida apostólica también.

- Con amor universal. Como rezan las Hermanitas “por encima de raza,
clase, religión...” y después añadieron, “y generación...”. La Fraternidad ayudó a

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abrir el corazón en años en los que era fácil reducir el horizonte y a descubrir al
Hermano Universal, que es el título dado a Carlos de Foucauld. En ese amor
universal, que deja la actitud permanente de “comprehender” siempre y a todos,
como reiteraba una de las Hermanitas, Teresa Carmen, ya fallecida.

En virtud de ese amor, las Hermanitas habían establecido una norma que
no se comprendía en aquellos momentos. En la Fraternidad no se podía hablar
de política ni se podía dejar regalo alguno. Dos signos de delicadeza debido a la
distintas ideologías de las Hermanitas y a su distinta procedencia social. Que
ninguna pudiera sufrir por la discusión que siempre apasiona, generada por tema
político, ni tampoco porque la procedencia social fuese motivo de humillación
ante el origen más burgués o aristocrático de otras. Era la delicadeza de la
caridad. Se deseaba no hacer juicio condenatorio y, sin embargo, la comunión
con la pobreza quería ser total y lo era. Pero no desde fuera o durante horas
determinadas de servicio. Era la comunión de la vida, 24 horas cada día.

- Y la Fraternidad de Málaga enseñó a rezar la oración del abandono,


del Hermano Carlos. Y la enseñaron tan bien que aquí se hicieron miles de
ejemplares y los que la rezaron una vez aún continúan cada día diciendo, “Pa-
dre, me abandono a Ti, haz de mí lo que tu quieras...”.

Fraternidad iniciada en la Playa y después con dos nuevos domicilios,


como los vecinos. Porque de la playa desaparecieron las chabolas y, posterior-
mente, las casas prefabricadas donde fueron trasladadas las familias. Pero la
Fraternidad continúa con el mismo espíritu, el que indicaba la Hta. Magdalena
de Jesús, “no querer más apostolado que la irradiación silenciosa de una vida
religiosa profundamente contemplativa”.

La Iglesia de Málaga las acogió y se siente contenta y agradecida con la


presencia de la Fraternidad. Por todo, también por la “incomodidad” que para la
propia existencia cristiana de los que se relacionan con la Fraternidad represen-
ta tener enraizado entre nosotros el mensaje de la Fraternidad, que es signo que
interpela, aunque las Hermanitas no pretendan ser “incómodas”, sino todo lo
contrario. Pero siempre penetra en el interior de cada uno y de cada grupo el
amor a Jesús, vivido y fortalecido por “los permanentes en la oración”, en medio
de los más pobres. La Fraternidad siempre será “señal de contradicción” para
nuestro mundo de eficacia, de estrategias, de materialismo en alguna dosis
infiltrado también dentro de la comunidad.

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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La Fraternidad en Málaga desde el 12 de Diciembre de 1955, hasta hoy.


En ella y con las Hermanitas rezamos el final de la oración del Abandono. En
cualquier situación, en cualquier momento personal y comunitario, en la etapa
de nuestro mundo y de la Iglesia, siempre contemplamos a Dios: SI TU ERES
MI PADRE”. Y salimos con paz y con deseos de evangelio. Gracias Fraternidad
de Málaga.

Francisco Parrilla Gómez

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IN PACE CHRISTI

01-12: Fallece en Antequera Sor Aurora Castilla Ruiz, a los 77 años de edad y
46 de profesión religiosa. Pertenecía a la Comunidad de la Escuela de “María
Inmaculada”. La Misa de córpore insepulto tiene lugar al día siguiente, martes, y
fue concelebrada por religiosos de las distintas Comunidades de la Ciudad y
con asistencia de representaciones de las Comunidades de vida consagrada
femeninas. El sepelio se efectúa en el Cementerio de Antequera.

04-12 Fallece en Málaga, a los 107 años de edad, Sor Evarista Moreira López,
que había nacido en San Julián de Vigo (Coruña) el día 15 de Agosto de 1896.
Desde muy joven sintió la llamada de Dios . Ingresó en las Hermanitas de los
Pobres, pero descubrió que Dios no le conducía por ese camino, sino que le
pedía consagrarse a El pero al servicio de los enfermos mentales. Tras conocer
a unas Hermanas Hospitalarias, ingresa en el Noviciado en Ciempozuelos, Ma-
drid, en el año 1926. En esta casa madre de la Congregación, inicia su forma-
ción para la vida religiosa Hospitalaria.

En 1930, es enviada a la casa de Burgos, donde la Congregación tiene un


centro asilo de niñas con deficiencia física y psíquica. Cuatro años después es
enviada a Plouguernevel (Francia) y permanece allí de 1934 a 1942. Participó en
la Fundación de este Hospital. Esta fue una época muy importante en su vida
religiosa, ya que en pocos meses tuvieron que acoger a 900 enfermos mentales
en condiciones muy precarias. El grupo de hermanas era de 35 y algunos traba-
jadores.

Sor Evarista en 1942, llega al Hospital de Málaga, Ntra. Señora del Sa-
grado Corazón de Jesús. Durante 30 años estuvo haciendo el turno de noche (no
alternas como se hace ahora sino seguidas) velando a la enfermas . Muchas se
beneficiaron noche tras noche de su amoroso servicio y entrega. Desde su jubi-
lación, ha permanecido en la residencia de hermanas mayores, siempre derro-
chando alegría.

Era muy amante de la Santísima Virgen, se la veía con el rosario en la


mano rezando a María. También nos sorprendía cómo dormía siempre con el
crucifijo entre las manos. Con su semblante siempre alegre y sonriente procla-

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


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ma que ha merecido la pena vivir esta larga vida al servicio de Dios y de los
enfermos. Como podemos hoy ver, muy largo ha sido el camino, pero más gran-
de ha sido el amor con que ella lo ha recorrido. Damos gracias a Dios, por
haberla elegido para servirle y dar fruto en la vida religiosa hospitalaria durante
tantos años.

05-12: Fallece en Antequera, Sor Mª del Carmen Martínez Lucas, del Monaste-
rio de Santa Catalina de Sena, a la edad de 74 años. Ella vino de la Comunidad
de Jumilla, Murcia, para ayudar a esta comunidad el día 16 de Octubre de 1982.
Desde entonces lo ha sido todo para esta Comunidad, que tanto la hemos que-
rido. Fue Priora durante 9 años, todo lo dio por la Comunidad, su cariño, sus
fuerzas, su salud, su vida. Pues era una trabajadora incansable, llena de caridad
y comprensiva para con todas. Estaba llena de ilusiones para enseñarnos co-
sas. Era la primera en todo, sabía de todo y siempre estaba dispuesta a meter
el hombro donde se necesitara. Era una mujer con una fe muy grande, siempre
dispuesta a la voluntad de Dios. Un día el Señor vio que la mies estaba madura
y la llamó de prisa, sin avisar. Tenemos la certeza que ya esta bajo el manto de
Ntra. Madre del Rosario que tanto quería, era devotísima del Stmo. Sacramento.
Se durmió para este mundo y despertó con El Señor en la Eternidad. Descansa
en la paz del Señor, Sor Carmen.

15-12: Fallece a los 77 años de edad el sacerdote Dn. Antonio Ruiz Pérez,
Párroco de los Santos Mártires, tras haber padecido una larga enfermedad,
aunque en estas últimas semanas estaba bastante recuperado, por lo que sor-
prendió a todos su muerte casi repentina. Precisamente la víspera el Sr.Obispo
había estado comiendo con él en la Casa Sacerdotal. El cadáver fue trasladado
al templo parroquial de los Mártires para velarlo y donde tiene lugar lugar una
Misa de córpore a las ocho de la tarde; al día siguiente, a las diez de la mañana,
fue la Misa presidida por el Sr.Obispo de la Diócesis y concelebrada por muchí-
simos sacerdotes. Posteriormente el cadáver se traslada a su pueblo natal, de
Alora, donde tuvo lugar el sepelio.

19-12: Fallece Dña. Isabel Soriano Vico, a los 73 años de edad, madre del
sacerdote Dn. Pedro Soriano Fuentes, Párroco de Serrato. La Misa de córpore
insepulto tiene lugar en la Capilla del Cementerio de San Gabriel, al día siguien-
te, a las dos de la tarde. Preside la Eucaristía, en nombre del Sr.Obispo, el
Vicario General de la Diócesis, y concelebran catorce sacerdotes entre los que

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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se encontraba su hijo, el Vicario de Ronda, el Arcipreste de Ronda-Serranía y el


Vicario del Clero.

20-12: Fallece en Málaga Dn. Rafael Soria Morales. Justamente el pasado día
30 de noviembre cumplía los ochenta años de edad y estando reunido con este
motivo con toda la familia, se sintió repentinamente mal y lo trasladaron a Carlos
Haya, donde murió en la mañana del sábado 19 de diciembre.

Dn. Rafael Soria, que era natural de Badolatosa (Sevilla), trabajó durante
treinta y cinco años en el Seminario Diocesano con una entrega generosa, una
fidelidad admirable y un gran sentido de la responsabilidad. Cada mañana, pun-
tualmente a las ocho, se dirigía con la furgoneta al mercado de mayoristas para
la compra de todo cuanto hacía falta. Después, tenía como misión principal el ir
a por los profesores al Obispado, varias veces durante el día, y volverlos a llevar
hasta el Palacio Episcopal una vez finalizadas sus clases.

Y entre los muchos servicios prestados con verdadera vocación de traba-


jar por el Seminario no podemos olvidar el sacrifico que suponía que los días de
Navidad llevara a los sacerdotes a distintos pueblos para la Misa del Gallo u
otras celebraciones propias de estas festividades.

Cuando los seminaristas pasaron a Granada para estudiar conjuntamen-


te con los de las demás diócesis de la Provincia Eclesiástica, Dn. Rafael Soria
pasó a la Curia Diocesana donde estuvo durante doce años encargado del co-
rreo y atendiendo a las diversas oficinas del Obispado.

Al jubilarse, siendo entonces Obispo de la Diócesis Mons. Ramón


Buxarrais, se le ofreció un homenaje de despedida en la Casa «Nazaret» de las
Hermanas Nazarenas, donde el Prelado tuvo palabras muy elogiosas para este
empleado que durante más de cuatro décadas tuvo una entrega total al servicio
de nuestra Iglesia Particular.

La Misa de córpore insepulto fue presidida por el Párroco de Santiago y


Canónigo de la Catedral, Dn. Manuel Pineda -primo del difunto-, el Rector del
Seminario Mayor y Vicario del Clero, Dn. Antonio Aguilera; el Párroco de San
Fernando, Dn. Francisco Ruiz Fernández; el Capellán de la Iglesia del Santo
Cristo, Dn. Arcadio Arregui Rangel; el Delegado Diocesano de Cáritas, Dn. Gabriel

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Leal Salazar; y el Rector del Seminario Menor, Dn. Emilio Martín Gómez. Asis-
tieron, junto con la viuda, Carmela, sus hijas Loli y Mari Tere, su yerno, su nieta,
y demás familiares, compañeros del Seminario y del Obispado, así como nume-
rosos amigos y vecinos. Descanse en la paz del Señor, este ejemplar trabajador
de la Iglesia Diocesana, Dn. Rafael Soria Morales.

27-12: Fallece en Málaga Dn. Pedro Correa Rubiño, a los 102 años de edad,
padre del sacerdote Dn. Santiago Correa Rodríguez, Párroco de la Encarnación,
de Málaga. La Misa de córpore insepulto se celebra el lunes, a las once de la
mañana, en la capilla del Cementerio de San Gabriel. Preside la Eucaristía el
Sr.Obispo de la Diócesis y concelebran numerosos sacerdotes, entre los que
se encontraba su hijo Santiago, y algunos Vicarios, Arciprestes y otros presbí-
teros. Entre los familiares asistieron sus hijos Pedro, José Antonio y María del
Rosario.

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SEMBLANZA DE DON ANTONIO RUIZ PEREZ

Fallecido el 15 de diciembre de 2003

Por la enfermedad y los años, Don Antonio últimamente caminaba con


lentitud. Pero se nos ha ido demasiado deprisa.

Comenzamos la Eucaristía. San Pablo, el apóstol de la gentes, nos dice


que “El Señor Jesús, la noche en que fue entregado” (1 Cor 11,23) instituyó el
Sacrificio eucarístico de su cuerpo y de su sangre. Entrega y Eucaristía. Euca-
ristía que es el sacrificio de la cruz que se perpetúa por los siglos. Por ello, a las
palabras del sacerdote “Misterio de la fe”, respondemos desde el fondo de nues-
tro corazón “Anunciamos tu muerte, Señor”.

Pero no sólo “anunciamos tu muerte”, sino que, unido a ello, “proclama-


mos tu resurrección”. Muerte y resurrección del Señor, Eucaristía... ¿Cuántas
veces, en su vida sacerdotal de 55 años, habrá vivido con intensidad esta expe-
riencia nuestro hermano Antonio? Hoy, en el ofertorio que haremos, junto al pan
y el vino, va la vida entera de este sacerdote ya definitiva-mente con el Señor.

Antonio Ruiz Pérez, natural de Álora -donde desde niño y hasta hoy era
Antoñito Ruiz-, nació el 2 de enero de 1926, 78 años cumpliría dentro de muy
pocas fechas. Hijo de Mencía (Emerenciana) y Antonio. Prepararlo para la Pri-
mera Comunión fue tarea gozosa de Antonia Sánchez, madre de Fernando,
ahora párroco en Estepona. Y recuerda también otro sacerdote, Pedro Sánchez
Trujillo, cuántas veces, siendo él niño, Antonio lo tuvo cariñosamente en sus
brazos.

El cariño a su pueblo ciertamente siempre fue algo muy a flor de piel en


Dn. Antonio, llegándose allá cada vez que le era posible. Y recordando con
simpatía y buen talante las famosas “sopas perotas”.

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Ingresó en nuestro Seminario Diocesano en noviembre del año 1938, en


1º de Latín. Fue cubriendo los distintos cursos hasta ser ordenado sacerdote el
28 de noviembre de 1948. Y tal día como ayer, 15 de diciembre, cantó su prime-
ra Misa en Álora.

Con el celo apostólico propio de los hombres de Dios, inició su tarea


sacerdotal en varios pueblos del Arciprestazgo de Grazalema, entonces de la
Diócesis de Málaga: sus dos primeros años como coadjutor en Ubrique, El
Bosque y Benamahoma. Luego párroco de Benaocaz y encargado de El Bos-
que, Banamahoma y Villaluenga del Rosario. Años marcados, como decía an-
tes, por el lógico celo apostólico y por las dificultades de la época: algún que
otro mal rato tuvo que vivir por causa de la situación de bandoleros en aquellos
caminos.

De allí pasó, por dos años, del 51 al 53, a Ronda: Santa María y El
Espíritu Santo. Y posteriormente a la Axarquía, 27 años de su sacerdocio al
servicio de esta zona: Almáchar y El Borge, primero, del 53 al 59; y en Nerja,
después, 21 años; en ocasiones añadiéndole Maro o Frigiliana. Durante estos
muchos años como párroco de Nerja, fue también Vicario Arcipreste del
Arciprestazgo de Torrox.

El 3 de Septiembre de 1980 lo tendremos ya en esta iglesia que hoy lo


despide, los Santos Mártires, y que tanto sabe de sus desvelos y de su buen
hacer.

Y estando aquí, desde el 14 de septiembre de 1988, Delegado Diocesano


de Hermandades y Cofradías.

Siempre sacerdote bueno en todas partes por donde lo llevó el Señor. Los
más cercanos lo recuerdan muy amigo del Sagrario en todo momento, y hombre
de especial devoción a la Virgen. Y como expresión externa muy concreta he-
mos de aplicarle lo que el salmista reza, según el salmo 69: “El celo de tu casa
me devora”: su cariño al templo y su muy atento cuidado.

Su excelente acogida a los compañeros -todos lo recuerdan como muy


buen compañero- y a quienes llegaban a su casa, a veces con dificultades muy
fuertes -Florencio, siendo párroco en Alcaucín, es buen testigo de ello- es otra

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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cosa que hemos de aprender de él. Igualmente su cariño a “su grupo de los
lunes”, grupo de especial fraternidad sacerdotal. De ese grupo de los lunes,
algunos están ya con el Señor. El lunes de esta semana le han celebrado fiesta
de acogida a él allí junto al Padre Dios.

Su paso por las Hermandades y Cofradías ha sido excelente ejemplo de


fidelidad a los principios de misión evangelizadora, con constante entrega, ser-
vicio y exigencia, y en todo momento con un enorme cariño. Cariño que el
mundo cofrade de Málaga y provincia ha querido agradecerle en ocasiones diver-
sas con numerosas distinciones.

Pues bien, esta vida, con estas cortas y pequeñas pinceladas de ahora,
pero con lo mucho que han encerrado sus largos años de seguimiento del Señor
y de entrega a la gente, la celebramos en estos momentos en el altar de la
iglesia de nuestros Santos Patronos. Vida suya, de nuestro hermano Antonio,
que hoy es agradecimiento y ofrenda a Dios, y escuela para cada uno de noso-
tros: mucho tenemos que aprender de él.

Antonio Aguilera Cabello,


Vicario Episcopal del Clero

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SEMBLANZA DE DON JUAN LÓPEZ CHECA

Fallecido el 24 de octubre de 2003

Ponemos en manos del Señor, definitivamente, la vida de nuestro herma-


no sacerdote Juan, Don Juan López Checa. Ayer tarde, leyendo una nota, algu-
nos nos enterábamos que su nombre de pila era Juan Antonio, recogiendo así
en su persona el recuerdo de ambos abuelos. De todas formas para nosotros
era Juan, Don Juan.

Muchas veces él, como tantos cristianos, ha rezado con el salmista El


Señor es mi pastor (Sal 23). Pues ese Señor, pastor suyo y pastor nuestro, le
ha sabido guiar, a lo largo de sus años, por veredas y cañadas, hasta haberlo
recibido -tras días de enfermedad- con sus brazos abiertos de Padre que acoge
a cada uno de sus hijos, y tenerlo hoy ya sentado a su mesa en el Reino de los
Cielos.

Juan nació en Granada -su padre era militar y por entonces andaba allí- el
4 de diciembre de 1926. Cumpliría, por tanto, en poco más de un mes 77 años.
Siendo de corta edad vivía ya en Antequera.

Muchas cosas recuerdan quienes le conocieron en su infancia. Pero muy


especialmente una quedó en el recuerdo de toda la familia: un 24 de octubre, día
de San Rafael, estaba Juan encerrado en la cámara de su casa (C/ Lucena, 74);
de alguna manera se las ingenió que, poniendo unas jaulas junto a la ventana y
subiéndose en ellas para asomarse, cayó desde una buena altura al vacío. Fe-
lizmente resultó ileso. Pero en la mente de los suyos estaba que el arcángel
Rafael le había tendido su mano. Y a su hermano más pequeño, creo que en
recuerdo agradecido, se le bautizó con tal nombre. La casualidad, la providencia
-todo, cuando estamos en manos de Dios, deja de ser casualidad y se convierte
en providencia de Dios- ha querido que sea también un 24 de octubre cuando
pase a vivir definitivamente en el Señor, que le tiende su mano y lo recibe junto a
sí.

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En aquellos años de niño, formando parte del amplio grupo de monagui-


llos y seminaris-tas que andaban por la Parroquia de San Pedro, Juan vivía sus
largas tardes de juego, y buenos paseos y caminatas a veces, por el cemente-
rio, la cueva de Menga y hasta la Peña. En esos ratos de juego y charla, un
seminarista mayor, Alberto Planas -nuestro querido Don Alberto, hoy con 88
años ya- les invitaba a ir al Seminario. Fueron bastantes, uno de ellos Juan.

Y así, el 6 de septiembre de 1938 ingresó en nuestro Seminario, en el


curso 1º de latín. Y según consta, ingresaba bien preparado: en su expediente
académico (anoche lo veía) desta-can con amplitud los sobresalientes y las
matrículas de honor. Aprovechaba su tiempo.

El 23 de diciembre de 1950 fue ordenado sacerdote, por el entonces


Obispo de Málaga Don Ángel Herrera Oria, gran Obispo de nuestra Diócesis y
hoy en proceso de ser considerado santo en nuestra Iglesia.

Pasó luego por distintos lugares: San Pedro de Antequera; San Sebastián,
luego; cura después en duros pueblos de la Serranía: Igualeja, Parauta y Pujerra;
del 53 al 55 cura de Moclinejo y Benagalbón; posteriormente Zafarraya, Archidona,
Cartaojal, Humilladero, Bobadilla... Y largos años, desde el 66 hasta su jubila-
ción, profesor de Instituto en Antequera.

Y todo siempre, con su estilo de servicio; y eso que recordamos en todo


momento de él: su buen humor, sus anécdotas y su pizca de sal. Servicio, buen
humor y saber poner sal en la vida... algo que hoy también estará haciendo allá
arriba.

Pues en manos del Dios Bueno, en manos de Dios Padre ponemos esta
tarde la vida de Don Juan, vida que agradecemos al Señor todos nosotros: sus
hermanos, su familia entera, los amigos, los compañeros sacerdotes, nuestra
Diócesis de Málaga.

Antonio Aguilera Cabello,


Vicario Episcopal del Clero

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BEATIFICACIÓN
DE LA MADRE BONIFACIA
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MISA DE ACCION DE GRACIAS POR


LA BEATIFICACIÓN DE LA MADRE BONIFACIA

Homilía de Mons. Dorado Soto


Catedral, 2 de diciembre 2003

1. Saludos e introducción.

La Catedral acoge a un grupo numeroso de cristianos que deseamos dar


gracias a Dios por la vida y la obra de la Madre Bonifacia, fundadora de la
Congregación de las Siervas de San José. Aquí os encontráis alumnos, ex-
alumnos, padres de alumnos, vecinos de Ciudad Jardín, Mangas Verdes y Los
Gamez y amigos de las Religiosas Siervas de San José.

También son parte de la Asamblea muchas religiosas y sacerdotes.

Nos reunimos para dar gracias a Dios y sentirnos estimulados por el


testimonio de una vida tan ejemplar, tan santa. Deseamos manifestar especial-
mente nuestra felicitación y nuestro agradecimiento a vosotras, religiosas Sier-
vas de San José, por vuestra presencia y vuestro trabajo apostólico en la Dióce-
sis de Málaga. La primera Comunidad de Josefinas fue en el pueblo de Cuevas
de San Marcos. Ahora dos Comunidades enriquecen la realidad cristiana de
Málaga, la Comunidad del Colegio del Pilar y la Comunidad de Mangas Verdes.
Y hasta hace poco tiempo, también estábais presente en la Escuela de Los
Gámez, junto al pantano del Agujero, y que ahora continuáis también atendien-
do dos veces por semana a esa Parroquia.

En el Adviento la Iglesia contempla la triple venida del Señor. La que será


al final de los tiempos, la venida que tuvo lugar en Belén y la venida continua a
cada uno de nosotros. Contemplar esta triple venida es el fundamento de la
esperanza, que la virtud característica de las cuatro semanas que vivimos y que
nos preparan a la Navidad.

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Esperanza que yo deseo y pido a Dios para todos, que este año vivimos
el Adviento con el motivo añadido de la Beatificación de la Madre Bonifacia que
es ejemplo de mujer creyente, de mujer al servicio de la caridad, de mujer con la
serena y contagiosa esperanza que le hizo superar dificultades inesperadas.

2. La obra apostólica de la M. Bonifacia.

Las obras de Dios responden siempre a necesidades específicas de cada


época. Y Dios escoge para realizarlas a personas sencillas, humildes.

Bonifacia es mujer obrera, artesana. Hija de un sastre, aprende el oficio


de cordonera. Con quince años ya debe ganarse la vida porque su padre fallece.
Vive en el momento en el cual se desarrolla el fenómeno que conocemos como
revolución industrial. El mundo del trabajo no se parece al de ahora en los paí-
ses del primer mundo, las condiciones de vida son muy duras, especialmente
para la mujer. El salario injusto, las condiciones, las horas de trabajo muchas y
agotadoras, el riesgo de abuso de todo orden.

En la conciencia de la cristiana Bonifacia surge una determinación, fun-


dar un instituto de vida religiosa cuya finalidad apostólica sea dar respuesta a la
mujer que debía buscar empleo. Formarla y elevar su nivel de preparación para
el trabajo y, por supuesto, ayudarles a vivir la fe cristiana.

La originalidad del carisma que ha descubierto Bonifacia le lleva a iniciar


los famosos “talleres”, al mismo tiempo que un grupo de amigas, incluida la
madre de Bonifacia, inician la experiencia de vida religiosa. La ciudad que las ve
nacer es Salamanca.

Como ha escrito una religiosa Sierva de San José, “son religiosas obre-
ras, curtidas al calor del taller, dispuestas a ser respuesta y referencia para el
mundo del trabajo”. La referencia espiritual la centran en Nazaret, en la contem-
plación de la Sagrada Familia.

Conocéis las dificultades que surgieron después. La M. Bonifacia, con un


reducido grupo de religiosas, debe trasladarse a Zamora y sufrir la cruz de la
calumnia, de la difamación y la destitución de su responsabilidad como Superio-
ra General. Y lo que es más doloroso, ella tiene que contemplar que las religio-

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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sas que han quedado en Salamanca, le ignoran e inician nuevos caminos apos-
tólicos, muy lejos de aquel ideal de los “talleres”.

Al contemplar en esta noche a la M. Bonifacia como nueva Beata de la


Iglesia, una convicción debe enraizarse en vuestra vida, queridas Siervas de San
José: ser fieles al carisma iniciado por ella. La historia señala las formas con las
cuales debéis vivir aquel espíritu, aquella respuesta apostólica iniciada por la
fundadora.

Con rasgos distintos al siglo XIX, hoy también existe el mundo del traba-
jo, incluso el manual y que entre nosotros es ocupado por muchos inmigrantes.
La audacia de la Beata Bonifacia anima vuestra valentía para continuar con el
espíritu de aquella respuesta evangelizadora iniciada en tierras castellanas.

3. “Sobre él se posará el espíritu del Señor....”

¿Con qué espíritu debemos vivir cada uno la vocación a la que ha sido
llamado?

La palabra del Señor que ha sido proclamada nos hace presente valores
esenciales para nuestra vida y que es la medida de nuestra fidelidad, “ceñidor de
su cintura”, como hemos rezado en el salmo responsorial.

En primer lugar, la paz. Es el signo de que lo que hacemos es de Dios.


“Que la paz abunde eternamente”.

Nos encontramos en un tiempo de discernimiento. ¿Qué debemos ha-


cer? ¿Cómo debemos vivir? Estoy seguro que son preguntas que a nivel de la
Congregación y a nivel de cada Comunidad os replanteáis, Siervas de San José.

Con el impulso que ha supuesto la Beatificación de la M. Bonifacia, nos


debemos abrir a la gracia del Señor que nos convoca a acoger la paz de Dios,
a ofrecer la paz, a construirla. Cuando la espiral de la violencia está tan desarro-
llada, la vida cristiana es un canto y un compromiso a la paz.

La paz con nuestras palabras, con nuestras acciones. La paz que supera
las barreras de las razas, de las ideologías, de las edades. Isaías anunciaba la

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paz con el simbolismo del lobo que habita con el cordero, del novillo y el león
que pacen juntos.

Educáis a niños y a jóvenes, vivís en Comunidades que están insertas en


barriadas. Impulsáis el crecimiento cultural y profesional de muchos jóvenes,
fieles a la experiencia primera de los talleres. Ayudad siempre a descubrir el
valor profundo e indispensable de la paz.

4. “No les tengas miedo, que contigo estoy para salvarte” (Jer. 1,8).

La vida cristiana no puede ser vivida sin la experiencia raíz de que Dios
está con nosotros. Así se lo comunicó Yave a Moisés: “Yo estoy contigo...”.

La fortaleza para vivir con fidelidad y generosidad nos viene dada por la
certeza de que Dios está con nosotros, en nosotros. Vivimos con interrogantes
que son difíciles de responder, pero en medio de tantas incertidumbres, la afir-
mación de Dios a Jeremías constituye la gran revelación: Dios está conmigo, en
cada uno. Por eso no podemos ser vencidos por el miedo al presente ni al futuro.

La alegría que vivimos en la Plaza de San Pedro, es alegría que debe


permanecer. Es alegría honda, de humildes y sencillos y que tiene como funda-
mento el anuncio que se nos ha dado: “No les tengas miedo, estoy contigo”.
Con la presencia de Dios seremos valientes para mantener el quehacer diario,
fieles al carisma recibido. Con la presencia de Dios también seremos audaces
para emprender estilos de vida y tareas apostólicas que entendemos nos acer-
can más al estilo de Nazaret.

5. Con la mirada puesta en la Sagrada Familia. Nazaret es el icono de


las Siervas de San José. Nazaret es el ejemplo de vida que todos debe-
mos imitar. Nazaret es fuerte enseñanza apostólica.

Descubramos en la familia de Nazaret cómo vivir y como trabajar


apostólicamente. Siempre señalados por la sobriedad de vida, por la sencillez,
por la humildad, por el amor, por el servicio.

Así fue la vida de la Beata Bonifacia. Con ese espíritu queremos vivir.

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BONIFACIA, UN DON PARA LA IGLESIA

En muchas ocasiones la necesidad social, cultural y religiosa señalan la


inquietud y la generosidad, de personas sencillas y muy auténticas. Sin espe-
cial formación, pero con esa gran intuición de los «limpios de corazón» que les
conduce a ser servidores de los otros, desde el olvido de sí mismo y amparados
sólo con la fuerza del Espíritu.

En un segundo momento buscarán la forma de vida que les ayude a


permanecer de forma cohesionada, con la explicitud de referencia a Jesucristo y
con un estilo definido de existencia que incluye oración y austeridad, amor fra-
terno y disponibilidad, mansedumbre y fortaleza para resistir en las adversida-
des que siempre son muy fuertes en los comienzos históricos.

Así Bonifacia Rodríguez Castro. Es «charra» y nace cuando se acerca el


verano de 1837. Dos años antes, la desamortización de Mendizábal ha empo-
brecido a la Iglesia y las obras sociales tienen dificultad de supervivencia. Los
bienes no se han repartido mejor en beneficio de los pobres, sólo han pasado de
unas manos a otras.

Son años de muchos atraso en España. La pobreza es más fuerte que


cualquier epidemia, la injusticia es costumbre y la formación social, práctica-
mente nula. Otro dato son las anua1es charlas cuaresmales y los ejercicios
espirituales, casi siempre dirigidos por jesuitas, en sus propios templos o en las
parroquias a la que son invitados. Casi nunca falta la consideración de la vida de
la Sagrada Familia en Nazaret, aunque lo más frecuente es considerar esa
época de Jesús como preparación para su vida pública, como si no tuviese valor
en sí misma.

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En este contexto social y religioso, Bonifacia y su madre son sensibles a


la llamada a una vida de espiritualidad más intensa, que les da sentido a la vida,
percibido como una originalidad de Espíritu. Bonifacia no es la jefa de un taller
sino la iniciadora de una forma de vida, en ese momento sin cualificación canó-
nica, que la historia posterior se encargará de valorar, admirar y agradecer.

Con la ayuda del jesuita, P. Javier Butíñá, transmite la utopía que ha


descubierto a un grupo de chicas del taller, que trabajan con ella. Dan el salto a
ser inicio de comunidad religiosa que contempla, como punto de referencia,
como fuente a Nazaret.

Bonifacia y sus compañeras encarnan original y atrevida respuesta a la


necesidad social que existe y la vida religiosa que intuyen está sustentada por
el deseo de ser testimonio de vida de la familia formada por José, María y Jesús
de Nazaret. Es vida de familia y es taller.

La vida religiosa iniciada por Bonifacia Rodríguez está señalada por su


inserción en barrios, en los cuales la pobreza es espectacular, comunidades
reducidas, una pequeña capilla y un taller donde prepara profesionalmente a
jóvenes obreras, El talante de vida es deducido de la contemplación de la vida de
la sagrada familia en Nazaret. De alguna manera Bonifacia realiza lo que en el
año 1950 el P. Rene Voillaume, fallecido el 13 de mayo de este año, escribe en
uno de los libros de espiritualidad de más difusión: “En el corazón de las ma-
sas”.

Y como casi siempre, la incomprensión, el sufrimiento. Destituida como


superiora, Bonifacia debe marchar a Zamora, revestida de rechazos, de difama-
ciones. El grupo que permanece en Salamanca quiere otra cosa, el proyecto
tiene ya rectificaciones. Sin embargo, la casa de Zamora mantendrá, además
del dolor de la exclusión, la alegría serena de vivir la fidelidad a los orígenes.

Muere el 8 de agosto de 1905. El 23 de enero de 1907 la casa de Zamora


se incorpora al resto de la Congregación. Lo había deseado siempre la M.
Bonifacia, aun a costa de tener que vivir fuertes experiencias de humillaciones.
Etapa de silencio que parece anular el sueño primero de la vida y de los talleres
de Nazaret, a imitación de la Sagrada Familia. Un día, el milagro alienta a la
Congregación de las Siervas de San José que redescubren lo que fueron sus

IGLESIA DIOCESANA [nº12 2003]


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orígenes. Nazaret vuelve a ser contemplado y cantado. Los talleres y las Siervas
de San José actualizan los primeros años de Salamanca y la continuidad de
Zamora. Una lectura superficial quiere explicarlo como adaptación a los tiem-
pos. Y no es así, se trata de revivir la originalidad del carisma iniciado por una
obrera de Salamanca, beatificada el domingo 9 de noviembre.

Francisco Parrilla Gómez

Málaga, 29 de noviembre de 2003

[nº12 2003] IGLESIA DIOCESANA


IGLESIA EN ESPAÑA
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IGLESIA EN ESPAÑA [nº12 2003]


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Conferencia Episcopal

ORIENTACIONES PARA LA ATENCIÓN PASTORAL


DE LOS CATÓLICOS ORIENTALES EN ESPAÑA

Introducción 1

La semilla evangélica fue sembrada en España hace dos mil años. Esta
semilla creció en el campo abonado de la cultura romana, que se vio así enrique-
cida por la revelación divina, y se desarrolló en el surco de nuestra historia
particular, dando frutos de santidad y evangelización.

Desde hace algunos años, la Iglesia católica en España viene acogiendo


a otros muchos hermanos católicos, que también recibieron la semilla evangéli-
ca, desarrollada en el campo de otras culturas o tradiciones asentadas en Euro-
pa oriental y Oriente medio fundamentalmente. La misma semilla ha generado
una sorprendente variedad: la Iglesia católica proclama al mismo tiempo la uni-
dad en la fe, celebrada sacramentalmente y vivida en comunión eclesial, junto
con la legítima diversidad en sus diferentes formas celebrativas y organizativas.

Dentro de la comunión eclesiástica, existen legítimamente Iglesias parti-


culares, que gozan de tradiciones propias, permaneciendo inmutable el primado
de la Sede de Pedro, que preside la asamblea universal de la caridad, defiende
las diferencias legítimas y al mismo tiempo se preocupa de que las particulari-
dades no sólo no perjudiquen a la unidad, sino que más bien la favorezcan (LG
13). Estas Iglesias particulares que poseen tradiciones propias son las Iglesias
católicas orientales, con una estructura patriarcal como forma de gobierno cole-
gial.

La impugnación de las fórmulas dogmáticas de los Concilios de Éfeso y


Calcedonia, así como la ruptura de la comunión eclesiástica entre los Patriarcados

[nº12 2003] IGLESIA EN ESPAÑA


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orientales y la Sede Romana a partir del siglo XI, motiva que la cristiandad
oriental se presente en su doble vertiente eclesial, ortodoxa y católica. Esta
grave anomalía eclesial, amparada por cuestiones políticas, geográficas y cultu-
rales, quiso ser resuelta por el Concilio de Florencia, pero resultó ineficaz. Des-
de entonces, grupos de jerarcas y fieles orientales no dejarán de pedir la comu-
nión con la Iglesia de Roma y con quien la preside, sin renunciar a su patrimonio
litúrgico, espiritual, teológico y canónico.

Así pues, las Iglesias católicas orientales siempre han estado unidas a la
Iglesia de Roma por los vínculos de la caridad y de la comunión. Aunque entre
las Iglesias ortodoxas orientales y la Iglesia de Roma no se haya alcanzado la
plena unidad católica, algunas Iglesias orientales siempre han permanecido en
la unidad, otras tuvieron necesidad de firmar la unión a partir del siglo XV, y otras
finalmente han sido aceptadas como católicas de forma expresa o tácita. Todas
las Iglesias católicas orientales tienen especialmente encomendada la misión
de actuar como “puente” que une dos orillas, y de ser “pulmón” para que todo el
cuerpo eclesial pueda respirar plenamente.

Los católicos orientales, al pertenecer a estas venerables Iglesias, tam-


bién están unidos plenamente a la Sede Apostólica de Roma. Han llegado a
nuestro país buscando unas condiciones laborales y económicas que les permi-
ta salir de su penuria, y alcanzar una mejor situación de vida. Por su parte, nos
ofrecen otro estilo de vivir nuestra misma fe católica, su testimonio frecuente-
mente silencioso y sacrificado en medio de regímenes totalitarios, así como su
deseo de colaborar con la Iglesia católica en España desde su dimensión orien-
tal. Por nuestra parte, los católicos latinos hemos de mostrarnos plenamente
como hermanos, respetando las tradiciones eclesiales.

Todas las Iglesias católicas orientales gozan de los mismos derechos y


obligaciones, porque no se apoyan en el número de sus fieles ni en los sacrifi-
cios padecidos, sino en la común dignidad. Y así como en España existe, ade-
más de la liturgia romana, la liturgia hispano-mozárabe que tratamos de conser-
var y fomentar como patrimonio propio, hemos de respetar las liturgias orienta-
les, manifestando de esta forma el aprecio por los distintos ritos y liturgias.

Sin embargo, los católicos orientales, al estar desprovistos muchas ve-


ces de sus propios pastores así como de instituciones apropiadas para vivir

IGLESIA EN ESPAÑA [nº12 2003]


1467

conforme a su propio rito o tradición, esperan disponer de los adecuados cau-


ces que les permitan vivir su pertenencia católica. Por ello, la Iglesia católica en
España quiere ejercer la hospitalidad cristiana y procurar su atención pastoral,
esperando que todos los católicos promuevan la unidad en la diversidad. Con las
presentes orientaciones, cuyos primeros destinatarios son los fieles y pastores
católicos latinos, se ofrecen algunas pautas para la atención pastoral de los
católicos orientales, teniendo en cuenta el Decreto sobre las Iglesias católicas
orientales del Concilio Vaticano II, así como otras disposiciones pontificias pos-
teriores, en particular el Código de Derecho Canónico y el Código de Cánones
de las Iglesias Orientales.

La presencia de católicos orientales

1. La tarea de detectar la presencia de católicos orientales en cada diócesis


corresponde al párroco latino, quien debe mantener los oportunos contactos
con estos fieles y preocuparse por su vida cristiana.

2. Cada párroco latino podrá encomendar la recogida de datos a un católico


oriental o a varios, cuando se trata de fieles de una o de varias Iglesias sui iuris 2,
e informará por escrito a su Obispo diocesano y al Director del Departamento
para la atención pastoral de los católicos orientales.

3. Cuando la población de fieles católicos orientales no pudiera constituirse


en una diócesis como comunidad estable por su número exiguo, su dispersión
o su condición laboral, el Obispo diocesano podrá designar un sacerdote latino
para su atención pastoral. Si se trata de una Provincia eclesiástica, el Arzobispo
metropolitano y los Obispos sufragáneos podrán designar un sacerdote latino
para su atención pastoral.

La parroquia oriental y su párroco

4. Si la población de fieles católicos orientales en una diócesis constituye


una comunidad estable, el Director del Departamento para la atención pastoral
de los católicos orientales sugerirá al Obispo diocesano la conveniencia de eri-
gir una parroquia para todos los fieles católicos orientales o una parroquia para
fieles católicos de una determinada Iglesia sui iuris3.

[nº12 2003] IGLESIA EN ESPAÑA


1468

5. La parroquia oriental, canónicamente erigida, tendrá su propio párroco,


latino u oriental, nombrado por el Obispo diocesano, quien podrá designar, ade-
más, un templo de forma exclusiva, si es posible. El despacho parroquial habrá
de contar con los libros parroquiales de bautismos, matrimonios y otros sacra-
mentos, para su preparación, celebración y posterior inscripción4.

6. Para facilitar la identificación de una parroquia oriental es conveniente


que figure la inscripción Parroquia católica oriental (para todos los fieles católi-
cos orientales) o Parroquia católica de rito... (para todos los fieles católicos
orientales de una determinada Iglesia sui iuris) en el rótulo de entrada, membre-
tes, sello y direcciones. Asimismo, es conveniente que se facilite información
sobre las parroquias orientales más cercanas y su teléfono de contacto, si es
posible.

7. Si en una diócesis existieran varias parroquias para los fieles católicos


orientales desprovistos de Ordinario propio, el Obispo diocesano puede, ade-
más, nombrar un Vicario episcopal “por razón del rito”5.

8. Cuando los fieles católicos orientales sean numerosos y convenga des-


membrar la parroquia para todos los fieles católicos orientales desprovistos de
Ordinario propio, el Obispo diocesano habrá de ponderar si existen fieles sufi-
cientes de una determinada Iglesia sui iuris, en cuyo caso podrá erigir una parro-
quia de esa Iglesia católica oriental (greco-melkita, ucraniana, rumana, u otra).
En este caso, el párroco deberá pertenecer a la propia Iglesia sui iuris y conti-
nuará bajo la única autoridad del Obispo diocesano.

9. Cuando en una determinada diócesis el Obispo juzgue que conviene la


presencia de un sacerdote católico oriental6, podrá pedir el parecer del Director
del Departamento para la atención pastoral de los católicos orientales; sin em-
bargo, corresponde al Obispo diocesano dirigir la petición al Sínodo de Obispos
de la Iglesia patriarcal o arzobispal mayor, o al Consejo de Jerarcas de la Iglesia
metropolitana sui iuris de que se trate.

10. El Obispo diocesano otorgará la missio canonica al sacerdote católico


oriental designado por su propio Jerarca para atender en España una parroquia
oriental o una comunidad de católicos orientales, y podrá establecer un conve-
nio regulador sobre materias de retribución económica y seguridad social7, resi-
dencia8, y otras actuaciones u oficios.

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1469

11. Cuando el párroco latino de una parroquia oriental, debidamente prepara-


do, convenga que celebre una liturgia no latina, la petición deberá hacerla el
propio Obispo diocesano a la Congregación para las Iglesias Orientales, única
competente para conceder las oportunas licencias9.

La lengua y la liturgia en las celebraciones

12. Para procurar la atención pastoral de todos los católicos orientales en


una lengua común, es deseable que en la Divina Liturgia de la Eucaristía y en
las celebraciones sacramentales se use la lengua española, de acuerdo con el
derecho común10 y particular.

13. El ministro ha de celebrar los sacramentos según las prescripciones


litúrgicas de la propia Iglesia sui iuris, a no ser que el derecho establezca otra
cosa o él mismo haya obtenido especial facultad de la Sede Apostólica11.

El bautismo

14. La administración del bautismo corresponde al párroco latino u oriental


del que se va a bautizar o a otro sacerdote con licencia del mismo párroco o del
Jerarca del lugar, que, con causa grave, se presume legítimamente12.

15. El que pide el bautismo a un ministro católico de otra Iglesia sui iuris no
tiene derecho a exigirle la celebración del bautismo en su liturgia o conforme a
su rito. Es el ya bautizado quien está obligado a observarlo en todas partes13.

16. El párroco del lugar donde se celebra el bautismo debe anotar cuidado-
samente y sin demora en el libro de bautismos el nombre de los bautizados,
haciendo mención del ministro, padres y padrinos, así como de los testigos, si
los hay, y del lugar [y día del bautismo, indicando al mismo tiempo el lugar] de
nacimiento y de la Iglesia sui iuris a la que los bautizados quedan adscritos14.

17. Como la inscripción del bautismo recibido produce ipso iure la adscrip-
ción a la Iglesia sui iuris de que se trate, se ha de anotar en el libro de bautismos
toda adscripción a una Iglesia sui iuris y todo paso a otra Iglesia sui iuris, inclu-
so, si es el caso, de la Iglesia latina donde se ha celebrado el bautismo 15.

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18. El bautizando menor de catorce años queda adscrito a la Iglesia sui iuris
a que está adscrito su padre católico; pero si sólo la madre es católica o si
ambos padres lo piden con voluntad concorde, queda adscrito a la Iglesia sui
iuris a que pertenece la madre16.

19. El niño de padres cristianos acatólicos puede ser bautizado lícitamente


en la Iglesia católica si ambos o uno de ellos o aquel que legítimamente ocupa
su lugar lo piden y les es física o moralmente imposible acceder al ministro
propio17. Este bautismo no se inscribirá en el libro de bautismos de la parroquia
católica, sino que el ministro entregará la correspondiente certificación a los
padres.

20. Si los padres cristianos acatólicos piden el bautismo de su hijo en la


Iglesia católica para que sea católico y reciba educación católica, la petición
deberán hacerla por escrito, presentando los padres certificación de su propio
bautismo; así se determinará posteriormente la adscripción del recién bautizado
a la Iglesia sui iuris. El bautismo administrado se inscribirá en el libro de bautis-
mos de la parroquia católica, anotando también la pertenencia del bautizado a
la Iglesia sui iuris o rito18. Si es posible, el ministro de este bautismo deberá ser
un sacerdote católico oriental, y lo administrará junto con la crismación (confir-
mación) y la eucaristía, según la praxis común de todas las Iglesias orientales.

21. Cuando un niño ha sido bautizado en una Iglesia oriental no católica an-
tes de los catorce años y es adoptado después del bautismo por padres católi-
cos, queda adscrito en principio a la Iglesia sui iuris del padre católico19.

22. El bautizando mayor de catorce años puede elegir libremente cualquier


Iglesia sui iuris a que se adscribe por el bautismo recibido en ella20.

La confirmación

23. La confirmación o la crismación con el santo myron debe administrarse


conjuntamente con el bautismo, y los fieles cristianos de las Iglesias orientales
pueden recibirla incluso de los presbíteros de la Iglesia latina, según las facul-
tades de las que dispongan21, especialmente si carecen de sacerdote católico
oriental.

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La Eucaristía

24. Los fieles (católicos latinos u orientales) pueden participar en el Sacrifi-


cio Eucarístico y recibir la sagrada comunión en cualquier rito católico22.

25. Los sacerdotes de diversas Iglesias sui iuris pueden concelebrar la Euca-
ristía con causa justa y con licencia del obispo, siguiendo todas las prescripcio-
nes de los libros litúrgicos del primer celebrante, lejos de todo sincretismo litúr-
gico y conservando, en lo posible, los ornamentos litúrgicos e insignias de la
propia Iglesia sui iuris23.

La penitencia

26. Todo fiel (católico latino u oriental) tiene derecho a confesarse con el
confesor legítimamente aprobado que prefiera, aunque sea de otro rito24.

La unción de enfermos

27. El sacramento de la unción de los enfermos puede ser administrado por


aquellos sacerdotes que tienen fieles encomendados a su tarea pastoral, inde-
pendientemente del rito al que pertenezcan, y con licencia presunta por cual-
quier sacerdote25.

El matrimonio

28. El expediente matrimonial de dos católicos orientales podrá ser instruido


en las diócesis de su residencia, recabando especialmente la certificación de
estado libre en su parroquia de origen.

29. Para asistir y bendecir el matrimonio canónico de dos católicos orienta-


les, el Ordinario del lugar y el párroco latinos son, de suyo, incompetentes,
aunque los contrayentes sean súbditos26. Si no hay un sacerdote que sea com-
petente conforme al derecho para celebrar el matrimonio, o no se puede acudir
a él sin grave dificultad... y hay otro sacerdote (latino) que puede estar presente,
ha de ser llamado, si se puede, para que bendiga el matrimonio, salvada la
validez del matrimonio ante sólo los testigos; en las mismas condiciones tam-
bién puede llamarse a un sacerdote acatólico (ortodoxo)27.

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1472

30. Para asistir y bendecir el matrimonio canónico de un católico oriental y


de un católico latino son competentes el Ordinario de lugar y el párroco latinos28.

31. En el matrimonio contraído con un católico latino la mujer tiene pleno


derecho a pasar a la Iglesia sui iuris del marido al contraer matrimonio o durante
el mismo; y una vez disuelto el matrimonio, puede libremente volver a la anterior
Iglesia sui iuris29. El marido no tiene el derecho de pasar a la Iglesia sui iuris de
la mujer.

32. Para asistir y bendecir el matrimonio canónico de un católico oriental y


un acatólico, sígase la normativa sobre los matrimonios mixtos30.

33. Para que los fieles católicos orientales no contraigan matrimonio en for-
ma civil o en celebración “ortodoxa”31, como también para que puedan celebrar
su matrimonio ante la carencia de sacerdote propio, es muy conveniente que
conozcan dónde se encuentran las parroquias católicas orientales más cerca-
nas.

La recepción en la plena comunión católica

34. Todo cristiano tiene derecho, por razones de conciencia, a decidir libre-
mente entrar en la plena comunión católica32. El fiel oriental no católico que, de
acuerdo con su conciencia, desee ser recibido en la Iglesia católica deberá
hacer la petición por escrito, presentando certificación del bautismo recibido
para ser adscrito a la Iglesia sui iuris del mismo rito.

35. No se debe recibir en la plena comunión católica al fiel oriental no católico


que no haya cumplido catorce años33. La Iglesia católica preparará personal-
mente a quien desea ser recibido, asumiendo el interesado lo que significa ser
católico.

36. Los bautizados acatólicos (procedentes de las Antiguas Iglesias Orienta-


les o de las Iglesias Ortodoxas bizantinas) que vienen a la plena comunión con
la Iglesia católica mantienen el rito y lo cultivan y observan según sus fuerzas;
quedan por tanto adscritos a la Iglesia sui iuris del mismo rito34.

37. Quienes son recibidos en la Iglesia católica están equiparados en dere-


cho a los bautizados en la misma Iglesia católica35.

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38. Para la celebración de la recepción en la Iglesia católica de un laico


oriental no católico, obsérvese el Rito de admisión a la plena comunión con la
Iglesia católica de los ya bautizados válidamente, y sus oportunas orientacio-
nes previas36. El ministro competente es el Ordinario/Jerarca del lugar, y tam-
bién el párroco de la parroquia oriental católica, si el derecho no se lo prohíbe37.

La función de la Sede Apostólica

39. Los fieles católicos orientales pueden recurrir a la Sede Apostólica, como
árbitro supremo de las relaciones intereclesiales38, en aquellas cuestiones pre-
vistas por el Código de Cánones de las Iglesias Orientales, especialmente las
que se refieren a la adscripción a una Iglesia sui iuris39.

40. Corresponderá a la Sede Apostólica la oportunidad de nombrar un Jerarca


o erigir una circunscripción oriental40.

La función del Director del Departamento

41. El Director del Departamento para la atención pastoral de los católicos


orientales está al servicio de todas las diócesis y de sus obispos, orientando
cualquier consulta pastoral, canónica o ecuménica, y coordinando la atención
pastoral en relación con los fieles católicos orientales.

Deberes de los católicos latinos y orientales

42. Los fieles católicos tanto orientales como latinos están llamados a mani-
festar la unidad eclesial y la diversidad en sus diferentes ritos y tradiciones.

43. Los fieles católicos orientales tienen el derecho de vivir y celebrar la fe en


su rito. El rito expresa el modo de vivir la fe en una Iglesia sui iuris, y lo constitu-
ye el patrimonio litúrgico, teológico, espiritual y disciplinar41.

44. Los fieles católicos latinos debemos procurar, como hermanos que so-
mos por estar confiados por igual al gobierno pastoral del Romano Pontífice42, el
respeto y el conocimiento de la tradición oriental como la mejor forma de vivir la
unidad en la fe en la legítima diversidad eclesial.

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Algunas iniciativas pastorales

45. Como iniciativas y formas de colaboración sugeridas por el Romano Pon-


tífice conviene destacar: el hermanamiento de parroquias (sacerdotes y fieles)
latinas y orientales para apoyarse y enriquecerse mutuamente, las experiencias
monásticas compartiendo la vida religiosa o los contactos por internet, la forma-
ción de seminaristas orientales en España facilitando becas, especialmente
cuando se requiere la presencia de sacerdotes orientales en España, el inter-
cambio de profesores o las peregrinaciones a través de viajes organizados43.

46. Periódicamente el Director del Departamento para la atención pastoral de


los católicos orientales convocará a todos los sacerdotes católicos orientales
residentes en España, así como a los sacerdotes latinos con facultades otorga-
das por la Congregación para las Iglesias Orientales, e incluso a los sacerdotes
latinos designados por el Obispo diocesano para atender a los fieles católicos
orientales, para programar y revisar la atención pastoral de los fieles católicos
orientales. A la Secretaría de la Conferencia Episcopal Española se enviará una
memoria o informe anual.

***

Con las presentes orientaciones pastorales, la Iglesia católica en España desea


que los fieles cristianos de toda Iglesia sui iuris, y también de la Iglesia latina
que por razón de oficio, de ministerio o de función tienen relaciones frecuentes
con fieles cristianos de otra Iglesia sui iuris, sean formados cuidadosamente en
el conocimiento y cultivo del rito de la misma Iglesia según la gravedad del
oficio, ministerio o función que cumplen44.

Madrid, 21 de Noviembre de 2003.

NOTAS
1
Las presentes Orientaciones han sido aprobadas el día 21 de noviembre de 2003 por la
Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española. Tienen presentes particularmente el
Decreto Orientalium ecclesiarum del Concilio Vaticano II (OE), el Código de Cánones de las

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1475

Iglesias Orientales (=CCEO) y el Magisterio Pontificio: Cf JUAN PABLO II, Carta Encíclica Slavorum
apostoli (2 de julio de 1985), 14 y 21 especialmente; Carta Encíclica Ut unum sint (25 de mayo de
1995), 60; Carta Apostólica Orientale lumen (2 de mayo de 1995), 26 (=OL); Exhortación
Apostólica Postsinodal Ecclesia in Europa (28 de junio de 2003), 32; Exhortación Apostólica
Postsinodal Pastores gregis (16 de octubre de 2003), 60-61 y 72.
2
Los elementos constitutivos de una Iglesia sui iuris son: un grupo de fieles y pastores,
reconocido expresa o tácitamente por la suprema autoridad de la Iglesia, y que tiene su origen en
cualquiera de las cinco tradiciones eclesiales orientales (Cf CCEO 27 y 28.2). Las Iglesias sui
iuris son la copta y la etíope (tradición alejandrina); la malankar, la maronita y la siria (tradición
antioquena); la armenia (tradición armenia); la caldea y la malabar (tradición caldea); y la albanesa,
la bielorrusa, la croata, la búlgara, la griega, la greco-melkita, la italo-albanesa, la macedonia, la
rumana, la rusa, la rutena, la eslovaca, la ucraniana y la húngara (tradición constantinopolitana
o bizantina).
3
La parroquia oriental o ratione ritus entra dentro de la función pastoral del Obispo
diocesano cuando existen fieles de otro rito (Cf CIC 383.2 y 518; OL 26). El CCEO no menciona
la figura del capellán.
4
Se anotará la pertenencia del bautizado a una determinada Iglesia sui iuris... la admi-
nistración de la crismación del santo myron... (CCEO 296.2). El cambio de rito también ha de ser
anotado (CIC 535.2).
5
Cf CIC 476.
6
Cf CCEO 393.
7
Cf CIC 281.1-2; 1274.1-2; CCEO 390.1-2; 1021.1-2.
8
Cf CIC 533.1 y CCEO 292.1.
9
Cf JUAN PABLO II, Constitución apostólica Pastor bonus (28 de junio de 1988) 58.1.
10
Cf OE 23.
11
CCEO 674.2 y CIC 846.2.
12
CCEO 677.1. En territorio ajeno, a nadie es lícito administrar el bautismo sin la debida
licencia; pero esta licencia no puede ser denegada por el párroco de otra Iglesia sui iuris a un
sacerdote de la Iglesia sui iuris a la que el que se va a bautizar quedará adscrito (CCEO 678.1).
13
CCEO 40; OE 4.
14
CCEO 689.1. El paréntesis indica que el texto latino no se contempla en la traducción
española.
15
CCEO 37 y 296.2. Al inscribir la partida de bautismo, hágase constar la adscripción al rito
con esta frase: “Adscrito al rito de la Iglesia.... por el bautismo recibido”. Si se ha producido
cambio de rito, hágase constar con esta frase: “Ha pasado del rito de la Iglesia... al rito de la
Iglesia... por la celebración del matrimonio / por la disolución del matrimonio / por rescripto de la
Sede Apostólica”.
16
CCEO 29.1. Cf CIC 111.1.
17
CCEO 681.5.
18
CCEO 37 y 296.2.
19
Cf CCEO 29.1-2, 2º. La adopción ha de ser también anotada en el libro de bautismos de
la correspondiente parroquia católica (Cf CIC 535.2 y CCEO 296.2).
20
CCEO 30 y CIC 111.2.
21
CCEO 695.1. y 696.2.
22
CIC 923.
23
CCEO 701.
24
CIC 991.

[nº12 2003] IGLESIA EN ESPAÑA


1476

25
Cf CIC 1003.2 y CCEO 739.2.
26
El fundamento de la incompetencia radica en la cláusula dummodo eorum alteruter sit
ritus latini (CIC 1109). Al Jerarca del lugar y al párroco oriental también les afecta la incompeten-
cia para asistir y bendecir el matrimonio de dos católicos latinos, o de dos católicos orientales si
al menos uno no está adscrito a su propia Iglesia sui iuris, en virtud de la cláusula dummodo
alterutra saltem pars sit ascripta propriae Ecclesiae sui iuris (CCEO 829.1). Hay que tener en
cuenta que los cánones del CIC son sólo para la Iglesia latina (CIC 1), y los cánones del CCEO
son para todas y solas las Iglesias orientales, a no ser que, en lo referente a las relaciones con
la Iglesia latina, se establezca expresamente otra cosa (CCEO 1). No cabe, pues, aplicar la
legislación latina a fieles católicos orientales, ni la legislación oriental a los fieles católicos latinos.
27
CCEO 832.1-2; Cf CIC 1116.1-2. El diácono no asiste ni bendice ningún matrimonio, a
tenor del CCEO, ni se le puede delegar.
28
Cf CIC 1109.
29
CCEO 33. Todos estos pasos de una Iglesia sui iuris a otra han de ser anotados en el
libro de bautismos.
30
Cf CCEO 813-816. Téngase en cuenta que si la parte católica adscrita a alguna Iglesia
oriental sui iuris celebra el matrimonio con otra parte que pertenece a la Iglesia oriental
acatólica, la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho se requiere
únicamente para la licitud; pero se requiere para la validez la bendición de un sacerdote,
observadas las demás prescripciones del derecho (CCEO 834.2; CIC 1127.1). Hay que recor-
dar que el CCEO no contempla la posibilidad de la dispensa de la forma canónica por el Jerarca
del lugar (Cf CCEO 835). Al matrimonio mixto también le reconoce el derecho algunas cuestiones
relativas a la adscripción del rito (Cf CCEO 34).
31
No se olvide que los fieles católicos orientales, cuando carecen de sacerdote compe-
tente para bendecir su matrimonio, pueden llamar a un sacerdote ortodoxo (cf CCEO 832.2).
32
PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PROMOCIÓN DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS, Directorio para la aplica-
ción de los principios y normas sobre el ecumenismo (25 de marzo de 1993), 99 (=DE).
33
Cf CCEO 900.1.
34
CCEO 35.
35
Cf CIC 11; CCEO 1490.
36
Cf Ritual de la Iniciación cristiana de adultos (Madrid 1976), Apéndice, nn. 223-225.
37
Cf CCEO 898.2-3; OE 25.
38
OE 4.
39
Cf CCEO 29.1; 30; 32.1; 35 y 36.
40
Cf JUAN PABLO II, Constitución apostólica Pastor bonus, 58.1.
41
CCEO 28.1; OE 1 y 3.
42
OE 3.
43
Cf OL 24-25; JUAN PABLO II, Exhortaciones apostólicas Vita consecrata (25 de marzo de
1996) 101, y Ecclesia in America (22 de enero de 1999) 38; DE 85 y 195.
44
CCEO 41. Cf OE 6.

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«FUENTE PRIMERA E INDISPENSABLE


DE LA VIDA CRISTIANA»

Declaración de la Comisión Episcopal de Liturgia en el Centenario del Motu


Proprio ”Tra le sollecitudini” de San Pío X y en el XL Aniversario de la Consti-
tución litúrgica del Concilio Vaticano II

En estas últimas semanas de 2003 se conmemoran dos acontecimien-


tos que han marcado con fuerza la vida de la Iglesia durante el siglo XX: el
centenario de la publicación por el Papa San Pío X del Motu Proprio “Tra le
sollecitudini”, sobre la música en la Iglesia, el día 22 de noviembre de 1903, y el
XL aniversario de la solemne promulgación de la Constitución “Sacrosanctum
Concilium” por el Papa Pablo VI, el día 4 de diciembre de 1963, como primer
fruto del Concilio Vaticano II.

Por este motivo la Comisión Episcopal de Liturgia quiere llamar la aten-


ción sobre la importancia eclesial de estas dos efemérides, al mismo tiempo
que invita a bendecir y a dar gracias a Dios por cuanto ha representado la reno-
vación litúrgica en la vida de la Iglesia durante el último siglo.

1. El propósito de San Pío X

El Papa San Pío X quiso dedicar a la liturgia la primera intervención


magisterial de su pontificado, para expresar la importancia que le atribuía. El
motivo inmediato era la restauración de la música sagrada, pero el objetivo que
pretendía era acrecentar la vida cristiana promoviendo la santidad de las cele-
braciones mediante una reforma de la liturgia.

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Allí formuló una frase, incorporada más tarde por el Concilio Vaticano II a
la Constitución sobre la Sagrada Liturgia, que ha quedado como el lema de la
pastoral litúrgica: “La participación activa de los fieles en los sagrados misterios
es la fuente primera e indispensable del verdadero espíritu cristiano” (cf. SC 14).
El documento de San Pío X fue solamente la primera de sus iniciativas en el
campo litúrgico. Le siguieron, poco después, las precisiones sobre los requisi-
tos para la comunión frecuente, la interpretación sobre la edad para recibir la
comunión por parte de los niños y, muy especialmente, la reforma del calenda-
rio, con la recuperación litúrgica del domingo, y una nueva distribución del Salte-
rio para la Liturgia de las Horas. Eran los primeros pasos de una reforma general
del edificio litúrgico, que él deseaba y cuyo alcance adivinaba, aunque era cons-
ciente de que iba a llevar mucho tiempo.

2. La continuación de la obra

Las intervenciones de los Pontífices posteriores, especialmente de Pío


XI1 y de Pío XII 2, unidas a la reformas efectuadas por este último, retomaron
fielmente la intención y el programa de San Pío X. Finalmente el Concilio Vatica-
no II llevó a término, con satisfacción prácticamente unánime, lo que San Pío X
había deseado, mediante la Constitución “Sacrosanctum Concilium”, a la que
siguió la puesta en práctica de sus principios y normas.

La reforma de la liturgia debía contribuir a la revitalización de la Iglesia,


dada la estrechísima relación existente entre la renovación litúrgica y la renova-
ción de la vida de la Iglesia 3. No obstante las dificultades y las sombras que se
han apreciado en la aplicación de la reforma litúrgica, debidas a diversos facto-
res humanos y a nuevos problemas que han afectado a la Iglesia, hemos de
alegrarnos por la herencia preciosa que ha llegado hasta nosotros, con toda la
riqueza de la tradición y de la memoria de los venerados Pontífices que han
llenado todo el siglo XX.

3. El magisterio del Papa Juan Pablo II

En continuidad con la labor de sus predecesores, el Papa Juan Pablo II


ha subrayado especialmente la fuerza espiritual de la liturgia. En la Carta Apos-

IGLESIA EN ESPAÑA [nº12 2003]


1479

tólica “Vicesimus quintus annus”, conmemorativa del XXV aniversario de la Cons-


titución litúrgica del Vaticano II, ha hecho esta afirmación, paralela a la de San
Pío X: “La liturgia es el lugar principal del encuentro entre Dios y los hombres, de
Cristo con su Iglesia” 4.

El Catecismo de la Iglesia Católica ha explicado también que la misma


palabra liturgia significa, en la tradición cristiana, que el pueblo de Dios toma
parte en la obra de Dios. En la liturgia, Cristo nuestro Redentor y Sumo Sacer-
dote, hace presente en su Iglesia, con ella y por ella, la obra de nuestra reden-
ción (CCE 1069), de tal manera que las acciones litúrgicas son siempre celebra-
ciones de la Iglesia, que es sacramento de unidad, pueblo santo nacido en el
bautismo y sellado por el Espíritu, reunido y estructurado bajo el cuidado de los
obispos (cf. SC 26). En este fundamento doctrinal, cristológico y eclesiológico,
se apoya y se explica el sentido del principio acerca de la participación activa.

4. Necesidad de una buena educación litúrgica

En este comienzo de siglo y de milenio, es particularmente importante la


educación litúrgica de las nuevas generaciones. Estas deben asumir la celebra-
ción de la Iglesia, y hacerla propia, enriqueciéndola con su experiencia espiritual
a la vez que se enriquecen entrando en la gran tradición litúrgica, y superan la
tentación de hacer una liturgia aparte, según sus preferencias.

Por tanto, en las celebraciones es importante la educación litúrgica de


los fieles: por la profundidad de la sintonía con el misterio celebrado, por la
fidelidad a los libros litúrgicos, y por la dignidad de la celebración5. Los aniversa-
rios que recordamos invitan a cuidar con mayor esmero la pastoral litúrgica,
para que todos los fieles sean capaces de participar más plenamente en las
celebraciones litúrgicas (cf. SC 15), penetrando en los sagrados misterios que
celebramos. En efecto, “nada de lo que hacemos en la liturgia puede aparecer
como más importante de lo que invisible, pero realmente, Cristo hace por obra
de su Espíritu. La fe vivificada por la caridad, la adoración, la alabanza al Padre
y el silencio de la contemplación, serán siempre los primeros objetivos a alcan-
zar para una pastoral litúrgica y sacramental” 6.

[nº12 2003] IGLESIA EN ESPAÑA


1480

La participación plena y activa en la liturgia consiste, precisamente, en


que los que asisten a ella, hagan suya la acción sagrada y la vivan como un
acontecimiento de carácter espiritual, realizando cada cual, ministro o simple
fiel, todo y solamente aquello que le corresponde según la naturaleza de la
acción y las normas litúrgicas (cf. SC 28). La participación completa en la Euca-
ristía será siempre la comunión sacramental con las debidas disposiciones.
San Pío X promovió esta participación de tal manera que a él debemos el au-
mento de la piedad eucarística que floreció durante el siglo XX. Esperamos que
la recepción de la reciente encíclica “Ecclesia de Eucharistia” de Juan Pablo II,
se convierta, así mismo, en un nuevo estímulo de celebración y participación,
incluso diaria, en la Eucaristía, de fidelidad gozosa a la asamblea dominical
cada semana, y de un cultivo más intenso de las prácticas del culto eucarístico.

5. En el campo de la música litúrgica

El centenario del documento de San Pío X sobre la música en la Iglesia,


invita también a tener muy en cuenta los principios expuestos por el santo Pon-
tífice sobre esta materia. Los criterios de santidad, belleza y universalidad de la
música sagrada, los encontraba San Pío X sobre todo en el canto gregoriano.
De ahí que el Concilio Vaticano II haya reafirmado que éste es el canto propio de
la liturgia romana, invitando a las comunidades cristianas a esforzarse en apren-
der y usar las melodías gregorianas más fáciles, sin descuidar la utilización de
los cantos en las lenguas vernáculas que reúnan las debidas cualidades (cf. SC
116; 118; 120; 121).

Si la problemática del Motu Proprio era sobre todo el tipo de música que
se oía en la Iglesia, actualmente el problema está tanto en la música como en la
letra. Por eso es urgente prestar una atención privilegiada a los textos de los
cantos utilizados en las celebraciones litúrgicas, para que respondan a los que
propone la liturgia, especialmente en el Ordinario de la Misa, en este caso sin
alteraciones o glosas, y constituyan una forma de participación eclesial, y no
una simple expresión de sentimientos individuales. Se trata de un elemento
importante de la celebración, que no debe olvidar nunca el “noble ministerio” de
la música en el servicio divino (cf. SC 112).

IGLESIA EN ESPAÑA [nº12 2003]


1481

6. Invitación final

El impulso pastoral que imprimen estos aniversarios no es distinto del


que ha dado Juan Pablo II a la Iglesia en la Carta Apostólica “Novo millennio
ineunte”, cuando afirma: “El mayor empeño se ha de poner en la liturgia, cumbre
a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde
mana toda su fuerza”7. El trabajo principal, como nos advierte el Papa, será
siempre el de conducir al pueblo cristiano a la santidad, a partir de la plegaria,
de la escucha de la Palabra de Dios, de la celebración eucarística, del ministe-
rio de la Reconciliación, y todo ello en un clima de profunda y sincera comunión
eclesial.

+ Julián López,
Obispo de León, Presidente de la C.E. de Liturgia

+ Carmelo Borobia,
Obispo de Tarazona

+ Pere Tena,
Obispo Auxiliar de Barcelona

+ Carlos López,
Obispo de Salamanca

+ José Cerviño,
Obispo emérito de Tuy-Vigo

+ Rosendo Alvarez,
Obispo emérito de Almería

Madrid, 22 de noviembre de 2003

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NOTAS
1
En la Constitución Apostólica “Divini Cultus”, de 20-XII-1928, en AAS 21 (1929) 33-41.
2
En las encíclicas “Mediator Dei”, de 20-XI-1947, en AAS 39 (1947) 521-595; y “Musicae
sacrae disciplina”, de 25-XII-1955, en AAS 48 (1956) 5-25.
3
Cf. Juan Pablo II, Carta Apostólica “Dominicae Cenae”, de 24-II-1980, 13: en AAS 72
(1980) 146.
4
Juan Pablo II, Carta Apostólica “Vicesimus quintus annus”, de 4-XII-1988, 7: en AAS 81
(1989) 903.
5
Cf. Juan Pablo II, Carta encíclica “Ecclesia de Eucharistia”, de 17-IV-2003, cap. V: en
AAS 95 (2003) 464-468.
6
Juan Pablo II, Carta Apostólica “Vicesimus quintus annus”, cit., 10: en AAS 81 (1989)
906-907.
7
Juan Pablo II, Carta Apostólica “Novo millennio ineunte”, de 6-I-2001, 35: en AAS 93
(2001) 290.

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INFORME Y PROPUESTAS SOBRE LA SITUACIÓN


DE LOS CRISTIANOS DE TIERRA SANTA
Y SOBRE LA AYUDA QUE SE LES PUEDE
PRESTAR DESDE ESPAÑA

La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) apro-


bó en su última reunión, celebrada en Madrid del 17 al 21 de noviembre, unas
propuestas sobre la situación de los cristianos en Tierra Santa y sobre la ayuda
que se les puede prestar desde España. El Obispo de Urgell, Mons. Joan Enric
Vives, fue el encargado de presentar el informe. El prelado representó a la CEE
en un encuentro que se celebró en Jerusalén, del 13 al 16 de enero de 2003, y
que reunió a Obispos de Conferencias Episcopales de Europa y América del
Norte, miembros del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE)
y de la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE) con
representantes de la Iglesia de Tierra Santa para buscar formas concretas de
ayuda a los cristianos de Oriente Medio.

La CEE recibió información sobre este encuentro en la reunión Plenaria


de junio de 2003. En la última Asamblea se retomaron las deliberaciones y se
aprobaron algunas líneas de actuación y propuestas para vivir una “mayor comu-
nión y solidaridad con las comunidades cristianas de Tierra Santa”, que se defi-
nen en cuatro apartados.

Dar a conocer la existencia de las Comunidades Cristianas en Tierra


Santa

El primer apartado estudia cómo establecer los medios para dar a cono-
cer su existencia y sus necesidades. Como primer paso se propone que se
hable de las comunidades cristianas en Tierra Santa dentro del panorama de
explicaciones y claves sobre el conflicto entre Israel y Palestina que tienden a
simplicarlo hablando sólo de judíos y musulmanes. Además, se informará sobre

[nº12 2003] IGLESIA EN ESPAÑA


1484

su situación a las Autoridades españolas y a los políticos para que puedan


promover acciones pacificadoras hacia la región.

También se plantea conocer mejor y valorar lo que se está realizando


desde la Obra Pía, la Custodia Franciscana, los religiosos, institutos de vida
consagrada, movimientos y comunidades eclesiales. Y a través de ellos, dar a
conocer en las diócesis la realidad de Tierra Santa.

Peregrinaciones

El informe dedica un segundo apartado al tema de las “Peregrinaciones”.


Los Obispos proponen reanudarlas, pues “las comunidades cristianas en Tierra
Santa nos ayudarían a realizarlas de forma segura”. No obstante, “deberán ser
más selectivas en el momento presente y con personas concienciadas de la
novedad de esta situación”. Los Obispos especifican que deben entrar en con-
tacto con la Iglesia Católica local presente en Tierra Santa. Se deben visitar los
santuarios y además se pueden proponer encuentros con las comunidades cris-
tianas y sus pastores, comunidades religiosas o escuelas cristianas, “piedras
vivas de los verdaderos santuarios”.

Se propone contactar con el Patriarcado Latino de Jerusalén, que preside


la Conferencia episcopal, y cuando sea posible tener un encuentro con él o
algunos de sus Obispos auxiliares. También plantea el informe dar a conocer la
diversidad y riqueza de las Iglesias orientales, sus ritos y el valor de sus tradicio-
nes antiquísimas. Se aconseja recibir ayuda de la Custodia Franciscana y otras
órdenes religiosas y comunidades que trabajan en Tierra Santa; además de
promover algún viaje anual de Obispos españoles en comité o acompañando
alguna peregrinación diocesana.

Solidaridad cristiana

Los Obispos han estudiado cómo priorizar las ayudas materiales a estas
comunidades cristianas ya que “la situación es desesperada”. Entienden que
las ayudas se pueden potenciar y canalizar a través de Cáritas Española, las
Cáritas diocesanas y Manos Unidas, con las que “ya hay muy buena relación y

IGLESIA EN ESPAÑA [nº12 2003]


1485

ambas instituciones muestran un gran interés”. Además se asumirían algunos


proyectos concretos a través del Patriarcado de Jerusalén.

Se promoverán hermanamientos de diócesis, parroquias y escuelas ca-


tólicas poniendo especial interés en la escolarización de los niños cristianos y
en la promoción de viviendas. Se potenciará dar trabajo a los cristianos de allí,
como ya se hizo con los rosarios en la visita del Papa en mayo. Se trataría de
hacer algo similar con belenes, lámparas o felicitaciones para Navidad.

Acciones de la propia CEE

La Asamblea Plenaria ha aprobado por último acciones concretas en las


que se constata que la CEE debe estar presente en Tierra Santa a través de la
Obra Pía y de la Casa de Santiago, continuando con los esfuerzos por obtener
un mejor y más amplio emplazamiento y por intentar una representación más
significativa. La CEE participará en los encuentros internacionales de apoyo a
los cristianos de Tierra Santa. El próximo encuentro de las Conferencias
Episcopales está previsto del 12 al 15 de enero de 2004. Se ha propuesto,
además, que la Comisión Episcopal de Pastoral se implique y ayude a través
del Departamento de Pastoral de Turismo, Santuarios y Peregrinaciones en la
organización de las peregrinaciones y en otras acciones.

Los Obispos recabarán el máximo de información sobre lo que las dióce-


sis y congregaciones religiosas están haciendo para incentivarlo aún más y
evitar duplicidades. Estas informaciones y acciones se canalizarán a través de
la Oficina del “Fondo Nueva Evangelización” como instrumento para ayudar a
Mons. Joan Enric Vives, Obispo encargado por el Comité Ejecutivo, que en
conexión con la Secretaría General, mantendrá informados a los Obispos y a
las diócesis de España.

Madrid, 2 de diciembre de 2003

[nº12 2003] IGLESIA EN ESPAÑA


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OCTAVARIO DE ORACIÓN
POR LA UNIDAD DE LOS CRlSTIANOS - 2004

Mensaje de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales


Mi paz os doy (Jn 14,27)

La semana de oración por la unidad de los cristianos reviste una especial


relevancia ecuménica. En ella, de forma solemne y conjunta, nos reunimos en el
nombre de Jesucristo para pedir que las divisiones sean superadas y la unidad
se convierta en una realidad plena y visible. Nuestro testimonio será creíble en el
mundo en la medida en que los cristianos estemos unidos. Con este motivo, los
Obispos de esta Comisión queremos recordar la importancia de esta semana
de oración en orden a la unidad de los cristianos.

La última Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia (17 de abril de 2003)


del Papa Juan Pablo II pone de relieve la íntima relación que guarda la comunión
eclesial con la comunión eucarística. No es posible participar en la misma mesa
del Señor si no estamos reunidos bajo el mismo techo de la Iglesia. Participar
de los sagrados dones del Cuerpo y de la Sangre del Señor es el alimento que
nos hace una familia y refuerza nuestra fraternidad.

Si por una parte la unidad de la Iglesia es actualmente imperfecta, por


otro podemos esperar su plena realización con la ayuda del Señor. Jesucristo
nos pide a todos los cristianos que oremos para que seamos uno y se superen
las divisiones que históricamente venimos arrastrando. La oración se convierte
de esta forma en un estímulo para revisar no sólo nuestras conductas, sino
también las diferencias graves que todavía perduran. La oración expresa nuestra
necesidad de concordia, se dirige a Dios Padre siguiendo la exhortación de
Jesús, y nos capacita para trabajar por la unidad con el poder de su Espíritu. Por
ello, el ecumenismo, movimiento que tiende a alcanzar la unidad entre todos los
cristianos, siempre tiene necesidad de la oración.

IGLESIA EN ESPAÑA [nº12 2003]


1487

El lema y el cartel de este año son verdaderamente estimulantes. Nos


sitúan en el contexto del llamado discurso de despedida que recoge el Evange-
lio según san Juan. Jesucristo ha lavado los pies a sus discípulos y les ha
dejado como distintivo el mandamiento del amor. Les promete la paz que el
mundo no puede dar y una unión íntima con Él. La paz entre nosotros y la
unidad con Cristo mutuamente se implican: por ello, en la liturgia latina se ex-
presan juntas antes de recibir la Eucaristía y acoger al hermano en gesto frater-
no de paz.

Mi paz os doy (Jn 14,27). Cristo es nuestra paz (Ef2,14). Donde está
Cristo hay paz; por eso el cristiano está llamado a vivir en la paz de Cristo. La
fraternidad cristiana y la comunión eclesial caracterizan a quienes desean real-
mente trabajar por la unidad de los cristianos.

El cartel de este año, en el que aparecen unas manos transmitiendo la


paz a otras muchas manos que la desean vivamente, significa el don de la paz
que procede de Dios y que los hombres recibimos de Él.

La semana de oración por la unidad es una preciosa ocasión para que


todos los cristianos nos impliquemos en la tarea de ser una sola familia sin
divisiones. Necesitamos vivir la comunión en nuestras comunidades y pregun-
tarnos si con nuestras actitudes favorecemos la unidad. Demos gracias a Dios
por todo lo conseguido en el camino del ecumenismo, y no dejemos de pedir en
nuestras oraciones la unidad que el Señor quiere para su Iglesia.

Terminamos este mensaje con las bellas palabras de un autor de nuestra


tradición cristiana:

¡Oh Madre de Dios y hombre!


¡Oh concierto de concordia!
Tú que tienes por renombre
Madre de misericordia;
pues para quitar discordia
tanto vales,
da remedio a nuestros males.

[nº12 2003] IGLESIA EN ESPAÑA


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En el seno virginal de María se unió el Hijo de Dios con la humanidad.


Ella, que es concierto de concordia, interceda ante Dios para que desaparezcan
las discordias entre los cristianos y podamos ser instrumentos del Evangelio de
la paz en medio de nuestro mundo.

Con todo nuestro afecto fraternal.

+ Ricardo Blázquez,
Obispo de Bilbao y Presidente

+ Agustín García-Gasco,
Arzobispo de Valencia

+ Jesús García,
Obispo de Ávila

+ Esteban Escudero,
Obispo auxiliar de Valencia

Diciembre de 2003.

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IGLESIA UNIVERSAL [nº12 2003]


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Santo Padre

MENSAJE DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II


PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO

11 de febrero de 2004

Al Venerado Hermano
JAVIER Card. LOZANO BARRAGÁN
Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios

1. La Jornada Mundial del Enfermo, solemnidad que se desarrolla cada


año en un diferente Continente, esta vez asume particular significado. En efecto,
se celebrará en Lourdes, Francia, localidad donde la Virgen apareció el 11 de
febrero de 1858 y desde entonces se ha convertido en meta de innumerables
peregrinaciones. En esa región montañosa, la Virgen ha querido manifestar su
amor materno especialmente hacia los que sufren y los enfermos. Desde enton-
ces no deja de manifestar su presencia con constante solicitud.

Se ha elegido este Santuario porque en el 2004 se conmemora el 150º


aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. En
efecto, el 8 de diciembre de1854 mi Predecesor de feliz memoria, el Beato Pío
IX, mediante la Bula dogmática Ineffabilis Deus afirmó que es “revelada por Dios
la doctrina que sostiene que, por gracia especial y privilegio de Dios omnipoten-
te y en previsión de los méritos de Jesucristo, salvador del género humano, la
beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado origi-
nal desde el primer instante de su concepción” (DS 2803). En Lourdes, dijo
María hablando en el dialecto del lugar: “Que soy era Immaculada Councepciou”.

[nº12 2003] IGLESIA UNIVERSAL


1492

2. ¿No será tal vez que con estas palabras quiso expresar la Virgen el
vínculo que también la une a la salud y a la vida? Si por la culpa original entró en
el mundo la muerte, por los méritos de Jesucristo Dios preservó a María de toda
mancha de pecado, y llegó a nosotros la salvación y la vida (cfr. Rm 5, 12-21).

El dogma de la Inmaculada Concepción nos introduce en el corazón del


misterio de la Creación y de la Redención (cfr Ef 1, 4-12; 3, 9-11). Dios quiso
donar abundantemente la vida a la criatura humana (cfr Jn 10, 10), mas condi-
cionó esta iniciativa a una respuesta libre y amorosa de parte de ella. Al recha-
zar este don con la desobediencia que condujo al pecado, el hombre interrumpió
trágicamente el diálogo vital con el Creador. Al “sí” de Dios, fuente de la plenitud
de la vida, se opone el “no” del hombre, en razón de su orgullosa autosuficiencia,
precursora de muerte (cfr Rm 5,19).

Toda la humanidad quedó gravemente implicada en este cierre hacia Dios.


Sólo María de Nazaret, en previsión de los méritos de Cristo, fue concebida
inmune de la culpa original y totalmente abierta al designio de Dios, de modo
que el Padre celestial ha realizado en ella el proyecto que tenía para con los
hombres.

La Inmaculada Concepción anticipa el enlace armonioso del “sí” de Dios


y el “sí” que pronunciará María con entrega total, cuando el ángel le presentará
el anuncio celestial (cfr Lc 1, 38). El “sí” de María, en nombre de la humanidad,
reabre al mundo las puertas del Paraíso, gracias a la encarnación del Verbo de
Dios en su seno por obra del Espíritu Santo (cfr Lc 1, 35). El proyecto original de
la creación es restaurado y reforzado en Cristo, y en este proyecto encuentra
puesto también ella, la Virgen Madre.

3. Aquí está la clave de lectura de la historia: con la Inmaculada Concep-


ción de María inició la grande obra de la Redención, que se ha actuado a través
de la sangre preciosa de Cristo. En El toda persona está llamada a realizarse en
plenitud hasta llegar a la perfección de la santidad (cfr Col 1, 28).

La Inmaculada Concepción es, por tanto, la aurora que anuncia el día


radioso de Cristo que, mediante su muerte y resurrección, restablecerá la plena
armonía entre Dios y la humanidad. Si Jesús es el manantial de la vida que
vence a la muerte, María es la madre solícita que sale al encuentro de las

IGLESIA UNIVERSAL [nº12 2003]


1493

expectativas de sus hijos, obteniendo para ellos la salud del alma y del cuerpo.
Este es el mensaje que el Santuario de Lourdes propone constantemente a los
devotos y peregrinos. Este es también el significado de las curaciones corpora-
les y espirituales que se verifican en la gruta de Massabielle.

Desde el día de su aparición a Bernardita Soubirous, María ha “sanado”


en ese lugar dolores y enfermedades, y ha restituido a muchos de sus hijos
incluso la salud del cuerpo. Pero prodigios mucho más sorprendentes ha obrado
en lo íntimo de los creyentes, abriéndoles su ánimo al encuentro con su hijo
Jesús, verdadera respuesta a las expectativas más profundas del corazón hu-
mano. El Espíritu Santo, que la cubrió con su sombra en el momento de la
Encarnación del Verbo, transforma el ánimo de los innumerables enfermos que
a Ella acuden. Aún cuando no obténgano el don de la salud corporal, pueden
recibir siempre otro bien mucho más importante: la conversión del corazón,
fuente de paz y de gozo interior. Este don transforma su existencia y los convier-
te en apóstoles de la cruz de Cristo, estandarte de esperanza, no obstante las
pruebas más duras y difíciles.

4. En la Carta apostólica Salvifici doloris subrayé que el sufrimiento per-


tenece al acontecer histórico del hombre, que debe aprender a aceptarlo y tras-
cenderlo (cfr N. 2: AAS 576 [1984], 202). Pero ¿cómo lo logrará sino mediante la
cruz de Cristo?

El sufrimiento humano encuentra su significado más profundo y su valor


salvífico en la muerte y resurrección del Redentor. Todo el peso de las tribulacio-
nes y dolores de la humanidad está concentrado en el misterio de un Dios que,
asumiendo nuestra naturaleza humana, se humilló hasta convertirse en “pecado
por nosotros” (2Co 5, 21). En el Gólgota El cargó las culpas de toda criatura
humana y, en la soledad del abandono, exclamó al Padre: “¿Por qué me has
abandonado?” (Mt 27, 46).

De la paradoja de la cruz brota la respuesta a nuestros interrogantes más


inquietantes. Cristo sufre por nosotros: toma sobre sí el sufrimiento de todos y
lo redime. Cristo sufre con nosotros, dándonos la posibilidad de compartir con
El nuestros padecimientos. Unido al sufrimiento de Cristo, el sufrimiento huma-
no se transforma en medio de salvación. Por esto el creyente puede afirmar con
Pablo: “Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y

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1494

completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su


cuerpo, que es la Iglesia” (Col 1, 24). El dolor, si es acogido con fe, se convierte
en puerta para entrar en el misterio del sufrimiento redentor del Señor. Un sufri-
miento que no puede quitar la paz y la felicidad, porque está iluminado por el
fulgor de la resurrección.

5. A los pies de la Cruz María sufre en silencio, partícipe de especialísimo


modo de los padecimientos del Hijo, constituida madre de la humanidad, dispo-
nible a interceder para que toda persona obtenga la salvación (cfr Juan Pablo II,
Carta ap. Salvifici doloris [11 febrero 1984], 25: AAS 76 [1984], 235-238).

En Lourdes no es difícil comprender esta singular participación de la Vir-


gen en el papel salvífico de Cristo. El prodigio de la Inmaculada Concepción
recuerda a los creyentes una verdad fundamental: es posible obtener la salva-
ción sólo participando dócilmente al proyecto del Padre, que ha querido redimir
el mundo mediante la muerte y la resurrección de su Hijo unigénito. Con el
Bautismo el creyente entra en este designio salvífico y es liberado de la culpa
original. La enfermedad y la muerte, permanecerán en la existencia terrena,
pero han perdido su sentido negativo. A la luz de la fe, la muerte del cuerpo,
vencida por la de Cristo (cfr Rm 6,4), se vuelve pasaje obligado a la plenitud de la
vida inmortal.

6. Nuestro tiempo ha dado grandes pasos en el conocimiento científico


de la vida, don fundamental de Dios del que nosotros somos los administrado-
res. La vida debe ser acogida, respetada y defendida desde su inicio hasta su
ocaso natural. Con ella hay que tutelar a la familia, cuna de toda vida naciente.

Hoy se habla corrientemente de “ingeniería genética” para indicar las ex-


traordinarias posibilidades que ofrece la ciencia para intervenir en los orígenes
mismos de la vida. Se debe estimular todo auténtico progreso en este campo,
siempre que respete los derechos y la dignidad de la persona desde su concep-
ción. En efecto, nadie puede arrogarse la facultad de destruir o de manipular en
forma indiscriminada la vida del ser humano. Es tarea específica de los Agentes
en el campo de la Pastoral de la Salud sensibilizar a quienes trabajan en este
delicado sector, a fin de que se sientan siempre comprometidos en el servicio a
la vida.

IGLESIA UNIVERSAL [nº12 2003]


1495

Con ocasión de la Jornada Mundial del Enfermo deseo agradecer a todos


los Agentes de la Pastoral de la Salud, especialmente a los Obispos que en las
diversas Conferencias episcopales se ocupan de este sector, a los Capellanes,
a los Párrocos y a los demás sacerdotes comprometidos en este ámbito, a las
Ordenes y a las Congregacioens religiosas, a los voluntarios y a los que frente a
los sufrimientos, al dolor y a la muerte no se cansan de ofrecer un testimonio
coherente de la muerte y resurrección del Señor.

Deseo extender mi reconocimiento a los Agentes Sanitarios, al personal


médico y paramédico, a los investigadores, especialmente a los que tratan de
encontrar nuevos fármacos, y a los que se ocupan de la producción de medica-
mentos accesibles también a los menos favorecidos.

A todos confío a la Santísima Virgen, venerada en el Santuario de Lourdes


en su Inmaculada Concepción. Ella ayude a cada cristiano a dar testimonio de
que la única respuesta auténtica al dolor, al sufrimiento y a la muerte es Cristo,
nuestro Señor, muerto y resucitado por nosotros.

Con estos sentimientos, gustoso envío a tí, venerado Hermano, y a los


que participan en la celebración de la Jornada del Enfermo, una especial Bendi-
ción Apostólica.

Joannes Paulus II

Desde el Vaticano, 1º de diciembre 2003

[nº12 2003] IGLESIA UNIVERSAL


1497

CARTA AL SANTO PADRE


FELICITÁNDOLE LAS NAVIDADES

EL OBISPO DE MALAGA

Málaga, 11 de diciembre de 2003

Santísimo Padre:

Con motivo de las próximas celebraciones de la Navidad y Epifanía deseo


expresar a Vuestra Santidad, en nombre de los sacerdotes, diáconos, religio-
sas, religiosos y seglares de la Diócesis de Málaga, así como en el mío propio,
la felicitación más entrañable y llena de afecto.

En estos días vamos a intensificar la oración por el Sucesor de Pedro en


nuestras parroquias, comunidades, movimientos y asociaciones apostólicas
pidiéndole al Señor le conceda sus dones para continuar muchos años en la
misión de confirmarnos en la fe.

Y damos gracias a Dios de una manera muy especial por los XXV Años
de su Pontificado que se han cumplido recientemente y por el servicio trascen-
dental que realiza el Santo Padre a todas las Iglesias particulares del mundo
entero.

Junto a la Sagrada Familia de Nazaret nos reuniremos en estos días de


Navidad y en los albores del Nuevo Año y tendremos muy presentes las inten-
ciones del Santo Padre.

[nº12 2003] IGLESIA UNIVERSAL


1498

Pide su Bendición Apostólica para la Diócesis de Málaga y queda de


Vuestra Santidad dvtmo. en el Señor,

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga

A SU SANTIDAD EL PAPA, JUAN PABLO II.


CIUDAD DEL VATICANO.

IGLESIA UNIVERSAL [nº12 2003]


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UN COMPROMISO SIEMPRE ACTUAL:


EDUCAR A LA PAZ

Mensaje de Su Santidad Juan Pablo II para la celebración


de la Jornada Mundial de la Paz
1 de enero de 2004

Me dirijo a vosotros, Jefes de las Naciones, que tenéis el deber de promo-


ver la paz.

A vosotros, Juristas, dedicados a abrir caminos de entendimiento pacífi-


co, preparando convenciones y tratados que refuerzan la legalidad internacional.

A vosotros, Educadores de la juventud, que en cada continente trabajáis


incansablemente para formar las conciencias en el camino de la comprensión y
del diálogo.

Y me dirijo también a vosotros, hombres y mujeres que sentís la tenta-


ción de recurrir al terrorismo como instrumento inaceptable, comprometiendo
así, desde la raíz, la causa por la cual estáis combatiendo.

Escuchad todos el humilde llamamiento del sucesor de Pedro que grita:


¡Aún hoy, al inicio del nuevo año 2004, la paz es posible. Y, si es posible, la paz
es también una necesidad apremiante.

Una iniciativa concreta

1. El primer Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, al inicio de


enero de 1979, se centraba en el lema: «Para lograr la paz, educar a la paz».

[nº12 2003] IGLESIA UNIVERSAL


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Con aquel Mensaje de Año Nuevo se continuaba el plan trazado por Pablo
VI, el cual había querido para el 1 de enero de cada año la celebración de una
Jornada Mundial de oración por la Paz. Recuerdo las palabras del mencionado
Pontífice en el Año Nuevo de 1968: «Sería nuestro deseo que después, cada
año, esta celebración se repitiese como presagio y como promesa, al principio
del calendario que mide y describe el camino de la vida en el tiempo, de que sea
la Paz con su justo y benéfico equilibrio la que domine el desarrollo de la historia
futura».1

Haciendo mío el deseo expresado por mi venerado Predecesor en la Cá-


tedra de Pedro, cada año he mantenido esta noble tradición dedicando el primer
día del año civil a la reflexión y la oración por la paz en el mundo.

En los veinticinco años de Pontificado, que el Señor me ha concedido


hasta ahora, no he dejado de levantar mi voz, ante la Iglesia y ante el mundo,
para invitar a los creyentes, así como a todas las personas de buena voluntad, a
hacer propia la causa de la paz, para contribuir a la realización de este bien
primordial, asegurando así al mundo una era mejor, en serena convivencia y
respeto recíproco.

Este año siento también el deber de invitar a los hombres y mujeres de


cada continente a celebrar una nueva Jornada Mundial de la Paz. En efecto, la
humanidad necesita más que nunca reencontrar la vía de la concordia, al estar
estremecida por egoísmos y odios, por afán de poder y deseos de venganza.

La ciencia de la paz

2. Los once Mensajes dirigidos al mundo por el Papa Pablo VI han


trazado progresivamente las coordenadas del camino a recorrer para alcanzar el
ideal de la paz. Poco a poco el gran Pontífice fue ilustrando los diversos capítu-
los de una verdadera y propia «ciencia de la paz». Puede ser útil recordar los
temas de los Mensajes dejados por el Papa Montini para dicha ocasión.2 Cada
uno de ellos conserva aún hoy una gran actualidad. Incluso frente al drama de
las guerras que, al comienzo del Tercer Milenio, todavía ensangrientan las regio-
nes del mundo, sobre todo en Oriente Medio, estos escritos, en algunos de sus
pasajes, tienen el valor de avisos proféticos.

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Glosario de la paz

3. Por mi parte, a lo largo de estos veinticinco años de Pontificado, he


procurado avanzar por el camino iniciado por mi venerado Predecesor. Al co-
mienzo de cada nuevo año, he exhortado a las personas de buena voluntad a
reflexionar, a la luz de la razón y de la fe, sobre los diversos aspectos de una
convivencia ordenada.

Ha surgido así una síntesis de doctrina sobre la paz, que es como un


glosario sobre este argumento fundamental; un glosario fácil de entender para
quien tiene el ánimo bien dispuesto, pero al mismo tiempo extremamente exi-
gente para toda persona sensible al porvenir de la humanidad.3

Los distintos aspectos de la paz ya han sido ilustrados abundantemente.


Ahora no queda más que actuar para que el ideal de la convivencia pacífica, con
sus precisas exigencias, entre en la conciencia de los individuos y de los pue-
blos. Los cristianos sentimos, como característica propia de nuestra religión, el
deber de formarnos a nosotros mismos y a los demás para la paz . En efecto,
para el cristiano proclamar la paz es anunciar a Cristo que es «nuestra paz» (Ef
2,14) y anunciar su Evangelio que es «el Evangelio de la paz» (Ef 6,15), exhor-
tando a todos a la bienaventuranza de ser «constructores de la paz» (cf. Mt 5,9).

Educar a la paz

4. En el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del 1o de enero de


1979 dirigía ya este llamamiento: «Para lograr la paz, educar a la paz». Esto es
hoy más urgente que nunca porque los hombres, ante las tragedias que siguen
afligiendo a la humanidad, están tentados de abandonarse al fatalismo, como si
la paz fuera un ideal inalcanzable.

La Iglesia, en cambio, ha enseñado siempre y sigue enseñando una evi-


dencia muy sencilla: la paz es posible. Más aún, la Iglesia no se cansa de
repetir: la paz es necesaria. Ésta se ha de construir sobre las cuatro bases
indicadas por el Beato Juan XXIII en la Encíclica Pacem in terris: la verdad, la
justicia, el amor y la libertad. Se impone, pues, un deber a todos los amantes de
la paz: educar a las nuevas generaciones en estos ideales, para preparar una
era mejor para toda la humanidad.

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Educar a la legalidad

5. En este cometido de educar a la paz, se ve la urgente necesidad


de enseñar a los individuos y los pueblos a respetar el orden internacional y
observar los compromisos asumidos por las Autoridades, que los representan
legítimamente. La paz y el derecho internacional están íntimamente unidos en-
tre sí: el derecho favorece la paz.

Desde los albores de la civilización, las agrupaciones humanas que se


formaron establecieron acuerdos y pactos para evitar el uso arbitrario de la vio-
lencia y buscar una solución pacífica a las controversias que surgían. Además
de los ordenamientos jurídicos de cada pueblo, se formó progresivamente otro
conjunto de normas que fue calificado como jus gentium (derecho de gentes).
Con el paso del tiempo, éste se fue difundiendo y precisando a la luz de las
vicisitudes históricas de los pueblos.

Este proceso tuvo notable auge con el nacimiento de los Estados moder-
nos. A partir del siglo XVI juristas, filósofos y teólogos se dedicaron a elaborar
los diversos capítulos del derecho internacional, basándolo en postulados fun-
damentales del derecho natural. En este proceso tomaron forma, con mayor
fuerza, unos principios universales que son anteriores y superiores al derecho
interno de los Estados, y que tienen en cuenta la unidad y la común vocación de
la familia humana.

Entre todos estos principios destaca ciertamente aquél según el cual


pacta sunt servanda: los acuerdos firmados libremente deben ser cumplidos.
Ésta es la base y el presupuesto inderogable de toda relación entre las partes
contratantes responsables. Su violación llevaría a una situación de ilegalidad y
de consiguientes roces y contraposiciones, que tendrían repercusiones negati-
vas duraderas. Es oportuno recordar esta regla fundamental, sobre todo en los
momentos en que se percibe la tentación de apelar al derecho de la fuerza más
que a la fuerza del derecho.

Uno de estos momentos fue sin duda el drama que experimentó la huma-
nidad durante la segunda guerra mundial: una espiral de violencia, destrucción y
muerte, como nunca se había conocido hasta entonces.

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La observancia del derecho

6. Aquella guerra, con los horrores y las terribles violaciones de la


dignidad humana que causó, llevó a una renovación profunda del ordenamiento
jurídico internacional. La defensa y promoción de la paz fueron el centro de un
sistema normativo e institucional actualizado ampliamente. Para proteger la paz
y la seguridad global, y fomentar los esfuerzos de los Estados para mantener y
garantizar estos bienes fundamentales de la humanidad, los Gobiernos crearon
una organización específica al respecto –la Organización de las Naciones Uni-
das– con un Consejo de Seguridad dotado de amplios poderes de acción. Como
eje del sistema se puso la prohibición del recurso a la fuerza. Una prohibición
que, según el conocido Cap. VII de la Carta de las Naciones Unidas, prevé
únicamente dos excepciones. Una confirma el derecho natural a la legítima
defensa, que se ha de ejercer según las modalidades previstas en el ámbito de
las Naciones Unidas; por consiguiente, dentro también de los tradicionales lími-
tes de la necesidad y de la proporcionalidad.

La otra excepción es el sistema de seguridad colectiva, que atribuye al


Consejo de Seguridad la competencia y responsabilidad para el mantenimiento
de la paz, con poder de decisión y amplia discrecionalidad.

El sistema elaborado con la Carta de las Naciones Unidas debía haber


preservado a «las futuras generaciones del azote de la guerra, que dos veces,
en el arco de tiempo de una vida humana, ha infligido indecibles sufrimientos a la
humanidad».4 En los decenios sucesivos, sin embargo, la división de la comuni-
dad internacional en bloques contrapuestos, la guerra fría en una parte del globo
terrestre, así como los violentos conflictos surgidos en otras regiones y el fenó-
meno del terrorismo, han producido un alejamiento creciente de las previsiones
y expectativas de la inmediata posguerra.

Un nuevo ordenamiento internacional

7. Sin embargo, es preciso reconocer que la Organización de las


Naciones Unidas, incluso con límites y retrasos debidos en gran parte al incum-
plimiento por parte de sus miembros, ha contribuido a promover notablemente el
respeto de la dignidad humana, la libertad de los pueblos y la exigencia del

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desarrollo, preparando el terreno cultural e institucional sobre el cual construir la


paz.

La acción de los Gobiernos nacionales recibirá un gran impulso al cons-


tatar que los ideales de las Naciones Unidas están muy extendidos, especial-
mente a través de los gestos concretos de solidaridad y de paz de tantas perso-
nas que trabajan en las Organizaciones No Gubernativas y en los Movimientos
en favor de los derechos humanos.

Se trata de un significativo estímulo para una reforma que capacite a la


Organización de las Naciones Unidas para funcionar eficazmente en la conse-
cución de sus propios objetivos estatutarios, todavía válidos: «la humanidad,
enfrentada a una etapa nueva y más difícil de su auténtico desarrollo, necesita
hoy un grado superior de ordenamiento internacional».5 Los Estados deben con-
siderar este objetivo como una precisa obligación moral y política, que requiere
prudencia y determinación. Renuevo a este respecto el deseo formulado en
1995: «Es preciso que la Organización de las Naciones Unidas se eleve cada
vez más de la fría condición de institución de tipo administrativo a la de ser
centro moral, en el que todas las naciones del mundo se sientan en su casa,
desarrollando la conciencia común de ser, por así decir, una “familia de nacio-
nes”».6

La plaga funesta del terrorismo

8. Hoy el derecho internacional tiene dificultades para ofrecer solucio-


nes a las situaciones conflictivas derivadas de los cambios en el panorama del
mundo contemporáneo. En efecto, estas mismas situaciones cuentan frecuen-
temente entre sus protagonistas con agentes que no son Estados, sino entes
derivados de la disgregación de los Estados mismos, o vinculados a reivindica-
ciones independentistas, o bien relacionados con aguerridas organizaciones
criminales. Un ordenamiento jurídico constituido por normas elaboradas a lo
largo de los siglos para regular las relaciones entre Estados soberanos encuen-
tra dificultades para hacer frente a conflictos en los que intervienen también
entes no asimilables a las características tradicionales de un Estado. Esto vale,
concretamente, para el caso de los grupos terroristas.

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La plaga del terrorismo se ha hecho más virulenta en estos últimos años


y ha producido masacres atroces que han obstaculizado cada vez más el proce-
so del diálogo y la negociación, exacerbando los ánimos y agravando los proble-
mas, especialmente en Oriente Medio.

Sin embargo, para lograr su objetivo, la lucha contra el terrorismo no


puede reducirse sólo a operaciones represivas y punitivas. Es esencial que
incluso el recurso necesario a la fuerza vaya acompañado por un análisis lúcido
y decidido de los motivos subyacentes a los ataques terroristas. Al mismo tiem-
po, la lucha contra el terrorismo debe realizarse también en el plano político y
pedagógico: por un lado, evitando las causas que originan las situaciones de
injusticia de las cuales surgen a menudo los móviles de los actos más desespe-
rados y sanguinarios; por otro, insistiendo en una educación inspirada en el
respeto de la vida humana en todas las circunstancias. En efecto, la unidad del
género humano es una realidad más fuerte que las divisiones contingentes que
separan a los hombres y los pueblos.

En la necesaria lucha contra el terrorismo, el derecho internacional ha de


elaborar ahora instrumentos jurídicos dotados de mecanismos eficientes de pre-
vención, control y represión de los delitos. En todo caso, los Gobiernos demo-
cráticos saben bien que el uso de la fuerza contra los terroristas no puede
justificar la renuncia a los principios de un Estado de derecho. Serían opciones
políticas inaceptables las que buscasen el éxito sin tener en cuenta los dere-
chos humanos fundamentales, dado que !el fin nunca justifica los medios¡

Aportación de la Iglesia

9. «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán


llamados hijos de Dios» (Mt 5,9). ¿Cómo esta palabra, que invita a trabajar en el
inmenso campo de la paz, podría tener resonancias tan intensas en el corazón
humano si no correspondiera a un anhelo y una esperanza que nosotros tene-
mos de manera imborrable? Y, ¿por qué otro motivo los que trabajan por la paz
serán llamados hijos de Dios, si no es porque Él, por su naturaleza, es el Dios
de la paz? Precisamente por esto, en el anuncio de salvación que la Iglesia
propaga por todo el mundo hay elementos doctrinales de fundamental importan-
cia para la elaboración de los principios necesarios para una pacífica conviven-
cia entre las Naciones.

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Las vicisitudes históricas enseñan que la edificación de la paz no puede


prescindir del respeto de un orden ético y jurídico, según el antiguo adagio:
«Serva ordinem et ordo servabit te» (conserva el orden y el orden te conservará
a ti). El derecho internacional debe evitar que prevalezca la ley del más fuerte.
Su objetivo esencial es reemplazar «la fuerza material de las armas con la fuer-
za moral del derecho»,7 previendo sanciones apropiadas para los transgresores,
además de la debida reparación para las víctimas. Esto ha de valer también para
aquellos gobernantes que violen impunemente la dignidad y los derechos huma-
nos con el pretexto inaceptable de que se trata de cuestiones internas de su
Estado.

Dirigiéndome al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el 13


de enero de 1997, indicaba en el Derecho internacional un instrumento de primer
orden para la búsqueda de la paz: «El derecho internacional ha sido durante
mucho tiempo un derecho de la guerra y de la paz. Creo que está llamado cada
vez más a ser exclusivamente un derecho de la paz concebida en función de la
justicia y de la solidaridad. Y, en este contexto, la moral debe fecundar el dere-
cho; ella puede ejercer también una función de anticipación del derecho, en la
medida en que indica la dirección de lo que es justo y bueno».8

A lo largo de los siglos, ha sido relevante la contribución doctrinal ofrecida


por la Iglesia –a través de la reflexión filosófica y teológica de numerosos pensa-
dores cristianos– para orientar el derecho internacional hacia el bien común de
toda la familia humana. En la historia contemporánea concretamente, los Papas
no han dudado en subrayar la importancia del derecho internacional como ga-
rantía de la paz, con la convicción de que «frutos de justicia se siembran en la
paz para los que procuran la paz» (St 3, 18). La acción de la Iglesia –mediante
sus propios instrumentos– está comprometida en este sentido, a la luz perenne
del Evangelio y con la ayuda indispensable de la oración.

La civilización del amor

10. Al final de estas reflexiones considero obligado, no obstante, re-


cordar que, para instaurar la verdadera paz en el mundo, la justicia ha de com-
plementarse con la caridad. El derecho es, ciertamente, el primer camino que
se debe tomar para llegar a la paz. Y los pueblos deben ser formados en el

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respeto de este derecho. Pero no se llegará al final del camino si la justicia no


se integra con el amor. A veces, justicia y amor aparentan ser fuerzas antagóni-
cas. Verdaderamente, no son más que las dos caras de una misma realidad,
dos dimensiones de la existencia humana que deben completarse mutuamente.
Lo confirma la experiencia histórica. Ésta enseña cómo, a menudo, la justicia
no consigue liberarse del rencor, del odio e incluso de la crueldad. Por sí sola, la
justicia no basta. Más aún, puede llegar a negarse a sí misma, si no se abre a
la fuerza más profunda que es el amor.

Por eso he recordado varias veces a los cristianos y a todas las personas
de buena voluntad la necesidad del perdón para solucionar los problemas, tanto
de los individuos como de los pueblos. ¡No hay paz sin perdón! Lo repito también
en esta circunstancia, teniendo concretamente ante los ojos la crisis que sigue
arreciando en Palestina y en Medio Oriente. No se encontrará una solución a los
graves problemas que aquejan a las poblaciones de aquellas regiones, desde
hace demasiado tiempo, hasta que no se decida superar la lógica de la estricta
justicia para abrirse también a la del perdón.

El cristiano sabe que el amor es el motivo por el cual Dios entra en rela-
ción con el hombre. Es también el amor lo que Él espera como respuesta del
hombre. Por eso el amor es la forma más alta y más noble de relación de los
seres humanos entre sí. El amor debe animar, pues, todos los ámbitos de la
vida humana, extendiéndose igualmente al orden internacional. Sólo una huma-
nidad en la que reine la «civilización del amor» podrá gozar de una paz auténtica
y duradera.

Al principio de un nuevo año deseo recordar a las mujeres y a los hom-


bres de cada lengua, religión y cultura el antiguo principio: «Omnia vincit amor!»
(Todo lo vence el amor) ¡Sí, queridos hermanos y hermanas de todas las partes
del mundo, al final vencerá el amor! Que cada uno se esfuerce para que esta
victoria llegue pronto. A ella, en el fondo, aspira el corazón de todos.

Joannes Paulus II

Vaticano, 8 de diciembre de 2003.

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NOTAS
1
Insegnamenti, V (1967), 620.
2
1968: 1o de enero: Jornada Mundial de la Paz1969: La promoción de los derechos del
hombre, camino hacia la paz1970: Educarse para la paz a través de la reconciliación1971:
Todo hombre es mi hermano1972: Si quieres la paz, trabaja por la justicia1973: La paz es
posible1974: La paz depende también de ti1975: La reconciliación, camino hacia la paz1976:
Las verdaderas armas de la paz1977: Si quieres la paz, defiende la vida1978: No a la violencia,
sí a la paz
3
Siguen los temas de las 25 sucesivas Jornadas Mundiales de la Paz:1979: Para lograr
la paz, educar a la paz1980: La verdad, fuerza de la paz1981: Para servir a la paz, respeta la
libertad1982: La paz, don de Dios confiado a los hombres1983: El diálogo por la paz, una
urgencia para nuestro tiempo1984: La paz nace de un corazón nuevo1985: La paz y los
jóvenes caminan juntos1986: La paz es un valor sin fronteras. Norte-Sur, Este-Oeste: unasola
paz1987: Desarrollo y solidaridad: dos claves para la paz1988: La libertad religiosa, una
condición para la pacífica convivencia1989: Para construir la paz, respeta las minorías1990:
Paz con Dios creador, paz con todas las criaturas1991: Si quieres la paz, respeta la concien-
cia de cada persona1992: Creyentes unidos en la construcción de la paz1993: Si quieres la
paz, sal al encuentro del pobre1994: De la familia nace la paz de la familia humana1995: La
mujer: educadora para la paz1996: Demos a los niños un futuro de paz1997: Ofrece el perdón,
recibe la paz1998: De la justicia de cada uno nace la paz para todos1999: El secreto de la
verdadera paz reside en el respeto de los dere-chos humanos2000: Paz en la tierra a los
hombres que Dios ama2001: Diálogo entre culturas para una civilización del amor y la paz2002:
No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón2003: «Pacem in terris»: una tarea perma-
nente
4
Preámbulo.
5
Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 43: AAS 80 (1988), 575.
6
Discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Nueva York (5 octubre
1995), 14: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (13 octubre 1995), p. 9.
7
Benedicto XV, Appello ai Capi dei popoli belligeranti, 1 enero 1917: AAS 9 (1917), 422.
8
N. 4: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (17 enero 1997), p. 6.

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CARTA APOSTOLICA EN EL XL ANIVERSARIO DE LA


“SACROSANCTUM CONCILIUM” SOBRE LA LITURGIA

1. «El Espíritu y la Esposa dicen: “Ven”. Y el que escuche, diga:


“Ven”. Y el que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratis el agua de la vida»
(Ap 22, 17). Estas palabras del Apocalipsis resuenan en mi espíritu al recordar
que hace cuarenta años, exactamente el 4 de diciembre de 1963, mi venerado
predecesor el Papa Pablo VI promulgó la constitución Sacrosanctum Concilium
sobre la sagrada liturgia. En efecto, ¿qué es la liturgia sino la voz unísona del
Espíritu Santo y la Esposa, la santa Iglesia, que claman al Señor Jesús: «Ven»?
¿Qué es la liturgia sino la fuente pura y perenne de «agua viva» a la que todos
los que tienen sed pueden acudir para recibir gratis el don de Dios? (cf. Jn 4,
10).

Verdaderamente, en la Constitución sobre la sagrada liturgia, primicia de


la «gran gracia que la Iglesia ha recibido en el siglo XX» (Novo millennio ineunte,
57; cf. Vicesimus quintus, 1), el concilio Vaticano II, el Espíritu Santo habló a la
Iglesia, guiando sin cesar a los discípulos del Señor «hacia la verdad completa»
(Jn 16, 13). Celebrar el cuadragésimo aniversario de ese acontecimiento consti-
tuye una feliz ocasión para redescubrir los temas de fondo de la renovación
litúrgica impulsada por los padres del Concilio, comprobar de algún modo su
recepción y mirar al futuro.

Una mirada a la Constitución conciliar

2. Con el paso del tiempo, a la luz de los frutos que ha producido, se


ve cada vez con mayor claridad la importancia de la constitución Sacrosanctum
Concilium. En ella se delinean luminosamente los principios que fundan la praxis
litúrgica de la Iglesia e inspiran su correcta renovación a lo largo del tiempo (cf.
n. 3). Los padres conciliares sitúan la liturgia en el horizonte de la historia de la

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salvación, cuyo fin es la redención humana y la perfecta glorificación de Dios. La


redención tiene su preludio en las maravillas que hizo Dios en el Antiguo Testa-
mento, y fue realizada en plenitud por Cristo nuestro Señor, especialmente por
medio del misterio pascual de su bienaventurada pasión, de su resurrección de
entre los muertos y de su gloriosa ascensión (cf. n. 5). Con todo, no sólo es
necesario anunciar esa redención, sino también actuarla, y es lo que lleva a
cabo «mediante el sacrificio y los sacramentos, en torno a los cuales gira toda
la vida litúrgica» (n. 6). Cristo se hace presente, de modo especial, en las accio-
nes litúrgicas, asociando a sí a la Iglesia. Toda celebración litúrgica es, por
consiguiente, obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo místico, «culto público
íntegro» (n. 7), en el que se participa, pregustándola, en la liturgia de la Jerusa-
lén celestial (cf. n. 8). Por esto, «la liturgia es la cumbre a la que tiende la acción
de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza» (n.
10).

3. La perspectiva litúrgica del Concilio no se limita al ámbito interno


de la Iglesia, sino que se abre al horizonte de la humanidad entera. En efecto,
Cristo, en su alabanza al Padre, une a sí a toda la comunidad de los hombres,
y lo hace de modo singular precisamente a través de la misión orante de la
«Iglesia, que no sólo en la celebración de la Eucaristía, sino también de otros
modos, sobre todo recitando el Oficio divino, alaba a Dios sin interrupción e
intercede por la salvación del mundo entero» (n. 83).

La vida litúrgica de la Iglesia, tal como la presenta la constitución


Sacrosanctum Concilium, asume una dimensión cósmica y universal, marcan-
do de modo profundo el tiempo y el espacio del hombre. Desde esta perspectiva
se comprende también la atención renovada que la Constitución da al Año litúr-
gico, camino a través del cual la Iglesia hace memoria del misterio pascual de
Cristo y lo revive (cf. n. 5).

Si todo esto es la liturgia, con razón el Concilio afirma que toda acción
litúrgica «es acción sagrada por excelencia cuya eficacia, con el mismo título y
en el mismo grado, no iguala ninguna otra acción de la Iglesia» (n. 7). Al mismo
tiempo, el Concilio reconoce que «la sagrada liturgia no agota toda la acción de
la Iglesia» (n. 9). En efecto, la liturgia, por una parte, supone el anuncio del
Evangelio; y, por otra, exige el testimonio cristiano en la historia. El misterio
propuesto en la predicación y en la catequesis, acogido en la fe y celebrado en

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la liturgia, debe modelar toda la vida de los creyentes, que están llamados a ser
sus heraldos en el mundo (cf. n. 10).

4. Con respecto a las diversas realidades implicadas en la celebra-


ción litúrgica, la Constitución presta atención especial a la importancia de la
música sacra. El Concilio la exalta indicando que tiene como fin «la gloria de
Dios y la santificación de los fieles» (n. 112). En efecto, la música sacra es un
medio privilegiado para facilitar una participación activa de los fieles en la acción
sagrada, como ya recomendaba mi venerado predecesor san Pío X en el motu
proprio Tra le sollecitudini, cuyo centenario se celebra este año. Precisamente
este aniversario me ha brindado recientemente la ocasión de reafirmar la nece-
sidad de que la música, según las directrices de la Sacrosanctum Concilium (cf.
n. 6), conserve e incremente su función dentro de las celebraciones litúrgicas,
teniendo en cuenta tanto el carácter propio de la liturgia como la sensibilidad de
nuestro tiempo y las tradiciones musicales de las diversas regiones del mundo.

5. Otro tema de gran importancia, que se afronta en la Constitución


conciliar, es el que atañe al arte sacro. El Concilio ofrece indicaciones claras
para que siga teniendo, en nuestros días un espacio notable, de forma que el
culto pueda brillar también por el decoro y la belleza del arte litúrgico. Convendrá
prever, con ese fin, iniciativas para la formación de los diversos maestros de
obras y artistas, llamados a ocuparse de la construcción y del embellecimiento
de los edificios destinados a la liturgia (cf. n. 127). En la base de esas orienta-
ciones se encuentra una visión del arte, y en particular del arte sagrado, que lo
pone en relación «con la infinita belleza divina, que se intenta expresar, de algún
modo, en las obras humanas» (n. 122).

De la renovación a la profundización

6. A distancia de cuarenta años, conviene verificar el camino realiza-


do. Ya en otras ocasiones he sugerido una especie de examen de conciencia a
propósito de la recepción del concilio Vaticano II (cf. Tertio millennio adveniente,
36). Ese examen no puede por menos de incluir también la vida litúrgico-
sacramental. «¿Se vive la liturgia como “fuente y cumbre” de la vida eclesial,
según las enseñanzas de la Sacrosanctum Concilium?» (ib.). El redescubrimiento
del valor de la palabra de Dios, que la reforma litúrgica ha realizado, ¿ha encon-

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trado un eco positivo en nuestras celebraciones? ¿Hasta qué punto la liturgia ha


entrado en la vida concreta de los fieles y marca el ritmo de cada comunidad?
¿Se entiende como camino de santidad, fuerza interior del dinamismo apostóli-
co y del espíritu misionero eclesial?

7. La renovación conciliar de la liturgia tiene como expresión más


evidente la publicación de los libros litúrgicos. Después de un primer período en
el que se llevó a cabo una inserción gradual de los textos renovados en las
celebraciones litúrgicas, es necesario profundizar en las riquezas y las poten-
cialidades que encierran. Esa profundización debe basarse en un principio de
plena fidelidad a la sagrada Escritura y a la Tradición, interpretadas de forma
autorizada en especial por el concilio Vaticano II, cuyas enseñanzas han sido
reafirmadas y desarrolladas por el Magisterio sucesivo.

Esa fidelidad obliga en primer lugar a los que, con el oficio episcopal,
tienen «la tarea de ofrecer a la divina Majestad el culto cristiano y de regularlo
según los mandamientos del Señor y las leyes de la Iglesia» (Lumen gentium,
26); en esa tarea debe comprometerse, al mismo tiempo, toda la comunidad
eclesial «según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual»
(Sacrosanctum Concilium, 26).

Desde esta perspectiva, sigue siendo más necesario que nunca incre-
mentar la vida litúrgica en nuestras comunidades, a través de una adecuada
formación de los ministros y de todos los fieles, con vistas a la participación
plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas que recomendó el
Concilio (cf. n. 14; Vicesimus quintus, 15).

8. Por consiguiente, hace falta una pastoral litúrgica marcada por una
plena fidelidad a los nuevos ordines. A través de ellos se ha venido realizando el
renovado interés por la palabra de Dios según la orientación del Concilio, que
pidió una «lectura de la sagrada Escritura más abundante, más variada y más
apropiada» (n. 35). Los nuevos leccionarios, por ejemplo, ofrecen una amplia
selección de pasajes de la Escritura, que constituyen una fuente inagotable a la
que puede y debe acudir el pueblo de Dios. En efecto, no podemos olvidar que
«la Iglesia se edifica y va creciendo por la audición de la palabra de Dios, y las
maravillas que, de muchas maneras, realizó Dios, en otro tiempo, en la historia
de la salvación, se hacen de nuevo presentes de un modo misterioso pero real,

IGLESIA UNIVERSAL [nº12 2003]


1513

a través de los signos de la celebración litúrgica» (Ordo lectionum missae, 7).


En la celebración, la palabra de Dios expresa la plenitud de su significado,
estimulando la existencia cristiana a una renovación continua, para que «lo que
se escucha en la acción litúrgica, también se haga luego realidad en la vida»
(ib., 6).

9. El domingo, día del Señor, en el que se hace memoria particular de


la resurrección de Cristo, está en el centro de la vida litúrgica, como «fundamen-
to y núcleo de todo el Año litúrgico» (Sacrosanctum Concilium, 106; cf. Vicesimus
quintus, 22). No cabe duda de que se han realizado notables esfuerzos en la
pastoral, para lograr que se redescubra el valor del domingo. Pero es necesario
insistir en este punto, ya que «ciertamente es grande la riqueza espiritual y
pastoral del domingo, tal como la tradición nos la ha transmitido. El domingo,
considerando globalmente sus significados y sus implicaciones, es como una
síntesis de la vida cristiana y una condición para vivirla bien» (Dies Domini, 81).

10. La vida espiritual de los fieles se alimenta en la celebración litúrgica.


A partir de la liturgia se debe aplicar el principio que enuncié en la carta apostó-
lica Novo millennio ineunte: «Es necesario un cristianismo que se distinga ante
todo en el arte de la oración» (n. 32). La constitución Sacrosanctum Concilium
interpreta proféticamente esta urgencia, estimulando a la comunidad cristiana a
intensificar la vida de oración, no sólo a través de la liturgia, sino también a
través de los «ejercicios piadosos», con tal de que se realicen en armonía con la
liturgia, como si derivaran de ella y a ella condujeran (cf. n. 13). La experiencia
pastoral de estas décadas ha consolidado esa intuición. En este sentido, la
Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos ha dado una
contribución muy valiosa con el Directorio sobre la piedad popular y la liturgia
(Ciudad del Vaticano, 2002). Además, yo mismo, con la carta apostólica Rosarium
Virginis Mariae y con la convocación del Año del Rosario, quise explicitar las
riquezas contemplativas de esta oración tradicional, que se ha consolidado
ampliamente en el pueblo de Dios, y recomendé su redescubrimiento como
camino privilegiado de contemplación del rostro de Cristo en la escuela de Ma-
ría.

[nº12 2003] IGLESIA UNIVERSAL


1514

Perspectivas

11. Mirando al futuro, son múltiples los desafíos a los que la liturgia
debe responder. En efecto, a lo largo de estos cuarenta años, la sociedad ha
sufrido cambios profundos, algunos de los cuales ponen fuertemente a prueba el
compromiso eclesial. Tenemos ante nosotros un mundo en el que, incluso en
las regiones de antigua tradición cristiana, los signos del Evangelio se van ate-
nuando. Es tiempo de nueva evangelización. La liturgia se ve interpelada direc-
tamente por este desafío.

A primera vista, parece quedar marginada por una sociedad ampliamente


secularizada. Pero es un hecho indiscutible que, a pesar de la secularización,
en nuestro tiempo está emergiendo, de diversas formas, una renovada necesi-
dad de espiritualidad. Esto demuestra que en lo más íntimo del hombre no se
puede apagar la sed de Dios. Existen interrogantes que únicamente encuentran
respuesta en un contacto personal con Cristo. Sólo en la intimidad con él cada
existencia cobra sentido, y puede llegar a experimentar la alegría que hizo ex-
clamar a Pedro en el monte de la Transfiguración: «Maestro, ¡qué bien se está
aquí!» (Lc 9, 33).

12. Ante este anhelo de encuentro con Dios, la liturgia ofrece la res-
puesta más profunda y eficaz. Lo hace especialmente en la Eucaristía, en la
que se nos permite unirnos al sacrificio de Cristo y alimentarnos de su cuerpo y
su sangre. Sin embargo, los pastores deben procurar que el sentido del misterio
penetre en las conciencias, redescubriendo y practicando el arte «mistagógico»,
tan apreciado por los Padres de la Iglesia (cf. Vicesimus quintus, 21). En parti-
cular, deben promover celebraciones dignas, prestando la debida atención a las
diversas clases de personas: niños, jóvenes, adultos, ancianos, discapacitados.
Todos han de sentirse acogidos en nuestras asambleas, de forma que puedan
respirar el clima de la primera comunidad creyente: «Eran asiduos a la enseñan-
za de los Apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones»
(Hch 2, 42).

13. Un aspecto que es preciso cultivar con más esmero en nuestras


comunidades es la experiencia del silencio. Resulta necesario «para lograr la
plena resonancia de la voz del Espíritu Santo en los corazones y para unir más
estrechamente la oración personal con la palabra de Dios y la voz pública de la
Iglesia» (Institutio generalis Liturgiae Horarum, 202). En una sociedad que vive

IGLESIA UNIVERSAL [nº12 2003]


1515

de manera cada vez más frenética, a menudo aturdida por ruidos y dispersa en
lo efímero, es vital redescubrir el valor del silencio. No es casualidad que, tam-
bién más allá del culto cristiano, se difunden prácticas de meditación que dan
importancia al recogimiento. ¿Por qué no emprender, con audacia pedagógica,
una educación específica en el silencio dentro de las coordenadas propias de la
experiencia cristiana? Debemos tener ante nuestros ojos el ejemplo de Jesús,
el cual «salió de casa y se fue a un lugar desierto, y allí oraba» (Mc 1, 35). La
liturgia, entre sus diversos momentos y signos, no puede descuidar el del silen-
cio.

14. La pastoral litúrgica, a través de la introducción en las diversas


celebraciones, debe suscitar el gusto por la oración. Ciertamente, ha de hacerlo
teniendo en cuenta las capacidades de los creyentes, en sus diferentes condi-
ciones de edad y cultura; pero tiene que hacerlo tratando de no contentarse con
lo «mínimo». La pedagogía de la Iglesia debe «ser audaz». Es importante intro-
ducir a los fieles en la celebración de la Liturgia de las Horas, que, «como
oración pública de la Iglesia, es fuente de piedad y alimento de la oración perso-
nal» (Sacrosanctum Concilium, 90). No es una acción individual o «privada, sino
que pertenece a todo el cuerpo de la Iglesia. (...) Por tanto, cuando los fieles son
convocados y se reúnen para la Liturgia de las Horas, uniendo sus corazones y
sus voces, visibilizan a la Iglesia, que celebra el misterio de Cristo» (Institutio
generalis Liturgiae Horarum, 20.22). Esta atención privilegiada a la oración litúrgica
no está en contraposición con la oración personal; al contrario, la supone y
exige (cf. Sacrosanctum Concilium, 12), y se armoniza muy bien con otras
formas de oración comunitaria, sobre todo si han sido reconocidas y recomen-
dadas por la autoridad eclesial (cf. ib., 13).

15. Para educar en la oración, y especialmente para promover la vida


litúrgica, es indispensable el compromiso de los pastores. Implica un deber de
discernimiento y guía. Esto no se ha de ver como un principio de rigidez, en
contraste con la necesidad del espíritu cristiano de abandonarse a la acción del
Espíritu de Dios, que intercede en nosotros y «por nosotros, con gemidos
inenarrables» (Rm 8, 26). A través de la guía de los pastores se realiza más bien
un principio de «garantía», previsto en el plan de Dios sobre la Iglesia y goberna-
do por la asistencia del Espíritu Santo. La renovación litúrgica llevada a cabo en
estas décadas ha demostrado que es posible conjugar unas normas que asegu-
ren a la liturgia su identidad y su decoro, con espacios de creatividad y adapta-
ción, que la hagan cercana a las exigencias expresivas de las diversas regio-

[nº12 2003] IGLESIA UNIVERSAL


1516

nes, situaciones y culturas. Si no se respetan las normas litúrgicas, a veces se


cae en abusos incluso graves, que oscurecen la verdad del misterio y crean
desconcierto y tensiones en el pueblo de Dios (cf. Ecclesia de Eucharistia, 52;
Vicesimus quintus, 13). Esos abusos no tienen nada que ver con el auténtico
espíritu del Concilio y deben ser corregidos por los pastores con una actitud de
prudente firmeza.

Conclusión

16. La promulgación de la constitución Sacrosanctum Concilium ha


marcado, en la vida de la Iglesia, una etapa de fundamental importancia para la
promoción y el desarrollo de la liturgia. La Iglesia, que, animada por el soplo del
Espíritu Santo, vive su misión de «sacramento, o signo e instrumento de la
unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano» (Lumen gentium,
1), encuentra en la liturgia la expresión más alta de su realidad mistérica.

En el Señor Jesús y en su Espíritu, toda la existencia cristiana se trans-


forma en «sacrificio vivo, santo y agradable a Dios», auténtico «culto espiritual»
(Rm 12, 1). Es realmente grande el misterio que se realiza en la liturgia. En él se
abre en la tierra un resquicio de cielo, y de la comunidad de los creyentes se
eleva, en sintonía con el canto de la Jerusalén celestial, el himno perenne de
alabanza: «Sanctus, sanctus, sanctus, Dominus Deus Sabaoth. Pleni sunt caeli
et terra gloria tua. Hosanna in excelsis!».

Es preciso que en este inicio de milenio se desarrolle una «espiritualidad


litúrgica», que lleve a tomar conciencia de Cristo como primer «liturgo», el cual
actúa sin cesar en la Iglesia y en el mundo en virtud del misterio pascual conti-
nuamente celebrado, y asocia a sí a la Iglesia, para alabanza del Padre, en la
unidad del Espíritu Santo.

Con este deseo, de corazón imparto a todos mi bendición.

Joannes Paulus II

Vaticano, 4 de diciembre del año 2003,


vigésimo sexto de mi pontificado.

IGLESIA UNIVERSAL [nº12 2003]


VARIOS, AGENDA Y AVISOS
1518

VARIOS, AGENDA Y AVISOS [nº12 2003]


1519

Agenda y Avisos

ENERO

1, jueves: Jornada por la Paz.


6, martes: OMP: Jornada del Catequista Nativo.
10, sábado: Experiencia Vocacional «Monte Horeb»
16, viernes: Del. Enseñanza: II Enc. Formación Profesores (Melilla).
17, sábado: Seminario Menor: Convivencia.
18, domingo: Enc. Dioc. de Catequistas del «Despertar Religioso».
Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos
(18-25).
23, viernes: Del. MCS: Celebración S. Francisco de Sales,
Eucaristía y encuentro con los periodistas.
24, sábado: Cáritas Diocesana: Asamblea.
Del. Liturgia: XVII Jornadas Dioc. de Liturgia (24-25).
S.I. Catedral: Clausura del Octavario de Oración
por la Unidad de los Cristianos.
25, domingo: OMP: Infancia Misionera.
Sec. Past. Universitaria: Celebración Sto. Tomás de
Aquino.
29, jueves: Conv. del Presbiterio: Celebración Sto. Tomás de
Aquino. Encuentro Seminario-Presbiterio.
31, sábado. Consejo de Pastoral Diocesano: Pleno.

FEBRERO

1, domingo: Del. Past. Vocacional: Jornada de Oración por las


Vocaciones a la Vida Consagrada.
2, lunes: Jornada de la Vida Consagrada.
Sec. Past. Tercera Edad: Fiesta de sus Santos
Patronos.

[nº12 2003] VARIOS, AGENDA Y AVISOS


1520

3, martes: Encuentro Obispos, Vicarios y Arciprestes (3-5).


5, jueves: Jornadas de Formación para Laicos: "Dimensión
social de la fe y presencia pública de los cristianos"
(5-7).
6, viernes: Manos Unidas: Día del Ayuno Voluntario.
7, sábado: Festival-Encuentro Diocesano de Niños y Niñas de
Perseverancia.
Encuentro Diocesano de Agentes de Pastoral de la
Salud.
Jornadas de reflexión sobre la coordinación de los
capellanes de hospital.
8, domingo: Manos Unidas: Campaña contra el Hambre.
9, lunes: Instituto para la Sustentación de los Clérigos.
Fundación Doc. "Sta. María de la Victoria": Pleno.
11, miércoles: Sec. Past. de la Salud: Día Mundial del Enfermo.
Vic. de Clero: Enc. Sacerdotes Último Quinquenio
(11-12).
14, sábado: Consejo Presbiteral.
Del. Apostolado Seglar: Pleno.
Del. Enseñanza: III Enc. Formación Sistemática de
Profesores de Religión.
Experiencia Vocacional "Monte Horeb".
15, domingo: Vic. del Clero: Ejercicios Espirituales para Sacerdotes
(15-21).
16, lunes: Consejo de Asuntos Económicos: Pleno.
20, viernes: Enc. Dioc. de Catequistas y Educadores de Juventud.
Enc. Dioc. de Directores Espirituales de HH. y CC.
21, sábado: Enc. Dioc. sobre la A.C.: "La Acción Católica al
servicio de la evangelización en los ambientes".
Consejo Interdiocesano de Educación Católica.
Seminario Menor: Convivencia (21-22).
22, domingo: Enc. Diáconos Permanentes.
28, sábado: Sec. Past. Juventud: Taller de Oración.

VARIOS, AGENDA Y AVISOS [nº12 2003]


ÍNDICE GENERAL 2003
1523

INDICE GENERAL 2003

I. IGLESIA DIOCESANA

Obispo de la Diócesis

Pastorales

“La Visita Pastoral: un deber apostólico muy grato”. Al


Arciprestazgo de Archidona-Campillos ............................................. 9

“Demos gracias al Señor nuestro Dios”. Día de la Vida


Consagrada ................................................................................. 113

“Señor, ¿qué quieres que hagas”. Día del Seminario ....................... 115

“Unid vuestras voces en la oración por la paz”. Vigilia de Oración


por la Paz ................................................................................... 119

“Vamos a celebrar la Pascua del Señor”. Cuaresma ....................... 121

“El don de la paz”. Al comenzar la Guerra de Irak ........................... 243

“Una semilla que está brotando con fuerza”. Día de la Misión


Diocesana .................................................................................. 245

“Comprometidos con la historia de cada día”. Fiesta de San José


Obrero ........................................................................................ 337

“Si con Él morimos, viviremos con Él”. Al inicio de la Semana


Santa .......................................................................................... 341

“¡Proclamamos tu Resurrección!” Al finalizar la Semana Santa ........ 343

“Os invito a donar sangre”. Carta a los Donantesde Sangre ............. 479

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1524

“Os deseo una estancia muy grata”. Carta a los Turistas ................ 481

“La atención Pastoral a los enfermos”. Día del Enfermo .................. 483

“Cáritas somos todos”. Día de Caridad ............................................ 485

“La apuesta por la verdad”. Jornada Mundial de las Comuni-


caciones Sociales ...................................................................... 647

“El Espíritu nos renueva”. Fiesta de Pentecostés ............................ 649

“El Romano Pontífice es el sucesor de Pedro”. Día del Papa .......... 651

“Conducir y conducirse con prudencia”. Jornada de


Responsabilidad en el Tráfico ..................................................... 653

“Santa María de nuestras gentes del mar”. Festividad de la


Virgen del Carmen ...................................................................... 655

“Su mensaje sigue teniendo actualidad”. 35 Aniversario


del Cardenal Herrera ................................................................... 657

“Con profunda gratitud”. Colecta pro Templos .................................. 659

“El nacimiento de María”. Festividad de la Patrona de la Diócesis ... 867

“El inmigrante es ante todo una persona”. Jornada Mundial de


las Migraciones .......................................................................... 869

“Para reavivar el espíritu misionero”. Jornada del DOMUND ............. 871

“Jesús te invita a seguirle”. Carta a los Catequistas ........................ 873

“Veinticinco Años de servicio”. Bodas de Plata de la Elección


del Papa ................................................................................... 1007

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1525

“El Beato Juan Nepomuceno Zegrí: rasgos de su vida”. Próxima


Beatificación ............................................................................. 1009

“La Iglesia, una apuesta decidida por el hombre”. Día de


la Iglesia Diocesana .................................................................. 1017

“Doctora en Santidad”. Santa Teresa de Lisieux ............................ 1203

“Para dar nueva esperanza a los pobres”. Campaña de Manos


Unidas ...................................................................................... 1281

Homilías

Fiesta del Beato Manuel González ................................................... 15

“Y la Palabra se hizo carne”. Domingo 2º Navidad ............................. 19

Fiesta de la Epifanía ......................................................................... 23

“Hacer memoria de los hombres de bien”. Fiesta Litúrgica del


Cardenal Spínola ........................................................................... 27

Día de la Vida Consagrada .............................................................. 123

Centenario de la llegada a Málaga de las Religiosas Hijas de


María Inmaculada ....................................................................... 127

Vigilia de Oración por la Paz ........................................................... 131

“Ser sacerdote es algo grande”. Ordenación de un presbítero


y tres diáconos ........................................................................... 247

“Constructores de Paz”. Vigilias de Oración por la paz ................... 251

“Una fe purificada por el sufrimiento”. Homilía Septenario


Orden Tercera de Servitas ........................................................... 345

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1526

“El Señor es mi luz y mi salvación”. Homilía Misa de Alba de


la Cofradía del Cautivo ................................................................ 349

“La Eucaristía en la vida del sacerdote”. Homilía en la Misa


Crismal ....................................................................................... 353

Misa de Acción de Gracias por la Canonización del P. José María


Rubio, S.J. .................................................................................. 487

Misa de Acción de Gracias por la Canonización del P. Pedro


Poveda ....................................................................................... 493

Misa de Acción de Gracias por la Canonización de Sor Angela


de la Cruz ................................................................................... 499

Misa de Acción de Gracias por la Canonización de Sor María


Maravillas de Jesús .................................................................... 503

“Buscar el rostro de Dios”. Clausura de curso del Seminario,


Instituto Superior de Ciencias Religiosas y Escuela de Agentes
de Pastoral ................................................................................. 661

“Seréis mis testigos”. Fiesta de Pentecostés, Día del Apostolado


Seglar y de la Acción Católica .................................................... 665

XVII Centenario del martirio de San Ciriaco y Santa Paula .............. 669

Fiesta del Santísimo “Corpus Christi”. Concelebración en


la Catedral .................................................................................. 673

“El que coma de este pan vivirá para siempre”. Palabras en el


Altar de la Plaza del Obispo ........................................................ 679

“Preparar los caminos del Señor”. Constitución del Foro


Fe-Cultura ................................................................................... 681

Misa en la Iglesia de San Julián: Toma de posesión Junta de


Gobierno de la Agrupación de Cofradías .......................................... 875

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1527

Misa en la Catedral: Procesión de la Virgen del Carmen ................. 879

Misa en la Basílica de la Esperanza: Medalla de Oro de la


Archicofradía a Dn. Carlos Ismael Alvarez ................................... 883

Misa en la Parroquia de San Juan, de Coín: Funeral por Sonia


Carabantes ................................................................................. 887

“Vosotros sois la luz del mundo”. Apertura de curso en la


Universidad ............................................................................... 1019

“Para que sea vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios”.
XXV Aniversario elección Juan Pablo II ...................................... 1023

Coronación Canónica de María Stma. de la Amargura


(Zamarrilla) ................................................................................ 1027

Cincuenta aniversario de las Hermanitas de Jesús en Málaga ....... 1131

Misa de Acción de Gracias por la Beatificación de Dn. Juan


Nepomuceno y Zegrí ................................................................. 1197

Visita de las Reliquias de Santa Teresa de Lisieux ....................... 1205

Misa de Acción de Gracias por la Beatificación de la Madre


Bonifacia ................................................................................... 1455

“Santa María, una verdadera bendición”. Vigilia de la Inmaculada .. 1283

Clausura V Centenario de la presencia de las Clarisas en


Vélez-Málaga ............................................................................ 1285

Documentos

XXV Aniversario de la Cofradía de la Humildad, de Vélez-Málaga ....... 31

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1528

Invitación al Clero para hacer Ejercicios Espirituales ......................... 33

“Con la fuerza elocuente de la imagen”. Artículo para el Boletín


Informativo de Fotógrafos Profesionales “Costa del Sol” .............. 135

Presentación del Libro V Centenario del Convento de las Clarisas


de Vélez-Málaga ......................................................................... 137

Entrevista sobre la Cuaresma en TV 3.40, Fuengirola ..................... 139

Invitación a los Sacerdotes y Diáconos para la Convivencia


“Discípulos-Apóstoles” y la Misa Crismal .................................... 255

Invitación a los Religiosos para la Misa Crismal y la Convivencia


“Discípulos-Apóstoles” ................................................................ 257

“La imagen del Cristo Mutilado mueve a la paz,al amor, a la


reconciliación”. Artículo para la Revista “Lignum Crucis” .............. 259

“Don Bosco y los Antiguos Alumnos Salesianos”. Artículo para


el Boletín de los AA.AA. .............................................................. 261

Entrevista para el Diario “La Opinión de Málaga” ............................. 263

Carta a los Sacerdotes, Religiosos, Movimientos Apostólicos y


Cofradías sobre Popular TV ............................................................. 359

Entrevista para Popular Televisión de Málaga .................................. 361

“Abrid de par en par el corazón a Jesucristo”. Artículo para


Canal Sur ................................................................................... 365

“El espíritu universitario”. Alocución a la Cofradía de los


Estudiantes ................................................................................ 367

“Liberación del preso”. Alocución a la Cofradía de Jesús


“El Rico” ..................................................................................... 369

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1529

“El Papa Juan Pablo, testigo de esperanza”. Artículo sobre el


Viaje del Santo Padre a España ................................................. 395

“El Monasterio de Santa Clara de Belén y la Iglesia Diocesana”.


Art. IV Centenario fundación ........................................................ 371

Saludo a los Peregrinos a Madrid con motivo de la visita del


Santo Padre a España ................................................................ 573

“Un motivo de alegría”. Presentación del libro “Imo Pectore” ............ 507

“Una presencia amiga y bienhechora”. Prólogo al libro


“Los Jesuitas en la Málaga moderna” .......................................... 509

Invitación a la Convivencia del Presbiterio al finalizar el curso .......... 511

Presentación de las X Jornadas de Obispos,Vicarios y


Arciprestes ................................................................................. 891

Telegrama a la familia de Sonia Carabantes, asesinada en Coín ..... 893

“Siempre llenos de buen ánimo”. Palabras al I Congreso de


Vida Ascendente ........................................................................ 895

Carta invitando a los actos de la visita de las reliquias de Santa


Teresa de Lisieux ........................................................................ 897

“Entre todos, podemos”. Artículo para el Boletín de AFENES .......... 899

“El compromiso cristiano por la calidad educativa”. Apertura curso


Fundación Diocesana de Enseñanza ........................................ 1033

“Os animo a escuchar la voz del Espíritu”. Palabras sobre la


Pastoral Juvenil Vocacional ....................................................... 1039

Meditación en la Convivencia de apertura de curso del


Presbiterio ................................................................................ 1041

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1530

“Protagonismo social de la familia”. Conferencia en la Semana de


la Familia en Cádiz ................................................................... 1135

“Aguardamos la alegre esperanza.”. Carta de felicitación con


motivo de la Navidad ................................................................. 1289

“Con transparencia evangélica”. Presentación de los Balances de


la Administración Diocesana ..................................................... 1291

SECRETARÍA GENERAL-CANCILLERÍA

Decretos y Comunicados

Decreto erección Agrupación de Congregaciones y Hermandades


de Gloria de la ciudad de Málaga .................................................. 35

Decreto de constitución del VIII Consejo Presbiteral ......................... 37

Constitución del nuevo Consejo Diocesano de Pastoral .................. 145

Constitución de la nueva Comisión Permanente del Consejo


Pastoral Diocesano .................................................................... 151

Constitución del nuevo Consejo Presbiteral Diocesano ................... 153

Decreto renovando el Patronato de la Fundación Diocesana de


Enseñanza “Santa María de la Victoria” ...................................... 157

Decreto sobre la Festividad de San José ......................................... 161

Decreto de constitución del Colegio de Consultores ........................ 269

Aranceles del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica ........ 375

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1531

Decreto de erección de la Fundación “Lux Mundi” ........................... 513

Decreto aprobando los Estatutos de la Fundación “Lux Mundi” ....... 515

Estatutos de la Fundación “Lux Mundi” ........................................... 517

La Asociación Ecuménica “Lux Mundi” se convierte en Fundación .. 539

Decreto por el que se aprueban los Estatutos del Consejo


Administrador del Santuario de la Virgen de Gracia, Archidona ... 541

Estatutos del Consejo Administrador del Santuario de la Virgen


de Gracia, Archidona .................................................................. 543

Decreto sobre los Columbarios ....................................................... 547

Decreto de disolución de la Asociación “Lux Mundi” ........................ 685

Decreto de nombramiento de los miembros del Consejo de


Asuntos Económicos (C.A.E.) .................................................... 687

Decreto de erección de la Hermandad de Santa María de


los Remedios, de Estepona ........................................................ 689

Decreto sobre la fiesta del Apóstol Santiago ................................... 691

Decreto de reestructuración de las Vicarías Territoriales de la


Diócesis de Málaga .................................................................... 692

Decreto de aprobación de los Estatutos de la Asociación Pública


de Fieles “Familia de San José” .................................................. 901

Estatutos de la Asociación Pública de Fieles “Familia de


San José” ................................................................................... 902

Decreto de aprobación de los Estatutos de Cáritas Diocesana ..... 1293

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1532

Decreto aprobando el sentido pastoral y criterios en la celebración


de las Exequias ........................................................................ 1295

Indice del documento .................................................................... 1297

Sentido Pastoral y Criterios sobre la celebración de las Exequias


y la Pastoral Funeraria .............................................................. 1299

Bibliografía .................................................................................... 1325

Decreto de Coronación Canónica de Ntra. Sra. de los Dolores,


Titular de la Antigua Cofradía del Stmo. Cristo del Perdón,
de Málaga ................................................................................. 1327

Decreto por el que se erige canónicamente la Fundación


Juan Castelló Requena ............................................................. 1331

Decreto por el que se nombran a las personas que constituyen


el Patronato de la Fundación Juan Castelló Requena ................ 1333

Decreto por el que se aprueban los Estatutos del Patronato de


la Fundación Juan Castelló Requena ........................................ 1335

Estatutos del Patronato de la Fundación Juan Castelló Requena .. 1337

Decreto por el que se aprueban las Bases para la actualización


de las Reglas o Estatutos de las Hermandades y Cofradías de
la Diócesis de Málaga .............................................................. 1351

Bases para la actualización de las Reglas o Estatutos de las


Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Málaga
(Modelo de Estatutos) .............................................................. 1355

Miembros que integran el Patronato de la Fundación


“María Inmaculada, de Antequera .............................................. 1411

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1533

Ordenes Sagradas

Marzo ............................................................................................. 271

Agosto-Septiembre ......................................................................... 923

Diciembre ..................................................................................... 1413

Nombramientos

Enero ................................................................................................ 41

Febrero ........................................................................................... 163

Marzo ............................................................................................. 273

Abril ................................................................................................ 377

Mayo .............................................................................................. 549

Junio-Julio ....................................................................................... 695

Agosto-Septiembre ......................................................................... 925

Octubre ......................................................................................... 1047

Noviembre ..................................................................................... 1149

Diciembre ..................................................................................... 1415

Nombramientos de Hermandades y Cofradías

Enero ................................................................................................ 41

Febrero ........................................................................................... 163

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1534

Marzo ............................................................................................. 273

Abril ................................................................................................ 377

Mayo .............................................................................................. 549

Junio-Julio ....................................................................................... 695

Agosto-Septiembre ......................................................................... 929

Octubre ......................................................................................... 1050

Noviembre ..................................................................................... 1149

Diciembre ..................................................................................... 1415

Erección de nuevas Hermandades y Cofradías

Noviembre ..................................................................................... 1150

Crónica Diocesana

Enero ................................................................................................ 43

Febrero ........................................................................................... 165

Marzo ............................................................................................. 275

Abril ................................................................................................ 379

Mayo .............................................................................................. 551

Junio-Julio ....................................................................................... 697

Mons. Manuel Fernández Martínez, Hijo Ilustre del Estado


de Sucre ..................................................................................... 715

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1535

El Presidente de la Patrona Educación y Gestión, en Málaga ...... 716

Información Anual de Cáritas Diocesana ...................................... 717

Festividad del Corpus Christi: actos celebrados ........................... 719

Agosto-Septiembre ......................................................................... 931

Homenaje de Málaga a su Patrona .............................................. 943

Intermies Juvenil 2003 .................................................................. 946

Próxima Beatificación de Dn. Juan Nepomuceno Zegrí,


que fue Vicario General de Málaga ............................................ 947

Octubre ......................................................................................... 1053

Juan N. Zegrí, otro “Beato” andaluz. Una vida con mucha cruz ... 1070

Un Vicario General de Málaga a los altares ............................... 1077

Próxima Beatificación de la Fundadora de las Siervas de


San José ................................................................................. 1078

Memoria de la Delegación de Misiones. Curso 2002-2003 ......... 1079

Noviembre ..................................................................................... 1149

Diciembre ..................................................................................... 1417

Las Hermanitas de Jesús en Málaga. Artículo de Dn. Francisco


Parrilla ..................................................................................... 1435

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1536

Visita del Santo Padre a España

Participación de la Diócesis ............................................................ 293

Artículo de Mons. Dorado ................................................................ 395

Información sobre los actos y el sentido de la Visita Apostólica


del Santo Padre .......................................................................... 397

Mons. Dorado saluda a los Peregrinos malagueños ........................ 573

Palabras del Rey a la llegada del Papa ........................................... 575

Saludo del Santo Padre a su llegada a España ............................... 578

Vigilia de Oración con los Jóvenes

Presentación y saludo del Presidente de la CEAS ....................... 581

Palabras del Papa a los Jóvenes ................................................. 583

Misa de las Canonizaciones

Saludo del Cardenal Rouco Varela ............................................... 587

Homilía de Juan Pablo II ............................................................... 590

Regina Coeli del Papa .................................................................. 593

El Papa se despide con un telegrama del Rey Juan Carlos I ........... 594

Telegrama de gratitud del Santo Padre al Cardenal Rouco Varela y


a los católicos españoles ........................................................... 595

“Avivar las raíces cristianas”. Nota del Comité Ejecutivo de la


Conferencia Episcopal Española ................................................. 597

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1537

Información sobre el Viaje del Santo Padre ..................................... 601

Mil quinientos jóvenes malagueños con el Papa .............................. 615

Encuentro de Jóvenes del Camino Neocatecumenal ....................... 617

ANEXOS:

Simposio “La Iniciación Cristiana, un proceso armónico”

Reflexión Introductoria del Sr.Obispo ............................................... 185

Conclusiones .................................................................................. 191

Simposio “Los jóvenes misioneros en sus ambientes”

Crónica del Simposio de Pastoral de Juventud ................................ 303

Líneas de trabajo y reflexión ............................................................ 305

Simposio “Pastoral Social y Apostolado Seglar:


mutuas referencias”

Información ..................................................................................... 723

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1538

Beatificación del P.Juan Nepomuceno Zegrí

“El Beato Juan Nepomuceno Zegrí: rasgos de su vida”, Pastoral de


Mons. Dorado Soto ................................................................... 1009

“Juan N.Zegrí, otro ‘beato´ andaluz. Una vida con mucha cruz”.
Artículo de Dn. Francisco Parrilla, ............................................. 1070

“Todos los Santos son piedras preciosas del templo espiritual de


la Iglesia”. Homilía del Papa en la ceremonia de la Beatificación ... 1177

“El carisma de la Congregación de las Mercedarias de la Caridad”.


Artículo de Sor María Josefa Larraga, Superiora General de
las Mercedarias ........................................................................ 1181

“Cuando la cruz florece en Vida”. Crónica de la Beatificación, por


Dn. Alfonso Crespo, Vicario General ............................................. 1185

Homilía del Sr.Obispo de Málaga en la Misa de Acción de Gracias


por el nuevo Beato .................................................................... 1197

Visita a la Diócesis de las Reliquias de Santa Teresa de Lisieux

Carta del Obispo invitando a los actos de la visita de las reliquias ... 897

Pastoral de Mons. Dorado sobre Santa Teresita: “Doctora


en santidad” .............................................................................. 1203

Homilía del Sr.Obispo en la Catedral ............................................. 1205

Crónica de los actos en Ronda, Málaga, Vélez, Montemar y


Antequera. ................................................................................ 1211

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1539

Beatificación de la Madre Bonifacia

“Todos los Santos son piedras preciosas del templo espiritual


de la Iglesia”. Homilía del Papa en la ceremonia de la
Beatificación ............................................................................. 1177

Homilía de Mons. Dorado en la Misa de Acción de Gracias en la


Catedral .................................................................................... 1455

“Bonifacia, un don para la Iglesia”. Artículo de Dn.Francisco


Parrilla ...................................................................................... 1459

In pace Christi

Enero ................................................................................................ 53

Febrero ........................................................................................... 181

Marzo ............................................................................................. 295

Semblanza de Dn.Rafael Espejo,Sacerdote Salesiano ................ 297

Abril ................................................................................................ 403

Fallece el P. Rafael Bohigues, Jesuita ......................................... 405

Mayo .............................................................................................. 619

Semblanza de Dn. Angel Ortiz Massaguer ................................... 621

Junio-Julio ....................................................................................... 725

Semblanza del P. René Voillaume ................................................ 727

Agosto-Septiembre ......................................................................... 949

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1540

Semblanza del P.José Luis Galdeano, OSA ................................. 951

Semblanza de Dn. Jesús Corchón Martínez ................................. 953

Octubre ......................................................................................... 1087

Semblanza del P.Juan José Mateos Alvarez,S.I. ........................ 1091

Fallece el Rvdo. Dn. Juan López Checa ..................................... 1095

Noviembre ..................................................................................... 1173

Diciembre ..................................................................................... 1443

Semblanza de Dn. Antonio Ruiz Pérez ...................................... 1447

Semblanza de Dn. Juan López Checa ....................................... 1451

II. IGLESIA EN ESPAÑA

PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE GRANADA

Memoria y Conclusiones de las X Jornadas de Obispos,


Vicarios y Arciprestes .................................................................. 201

Toma de posesión del nuevo Arzobispo ........................................... 733

Reunión de la Provincia Eclesiástica ............................................... 736

Comunicado de Prensa ................................................................. 1219

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1541

OBISPOS DEL SUR DE ESPAÑA

Nota final de la 95 Asamblea de los Obispos del Sur ........................ 57

Estatutos del Consejo Interdiocesano para la Educación Católica


en Andalucía (CIECA) ................................................................. 737

96 Sesión Ordinaria de la Asamblea de los Obispos del Sur


de España ................................................................................ 1099

Comunicado de los Obispos de la Provincia Eclesiástica de


Sevilla ante las muertes de inmigrantes en la Costa ................. 1221

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA

Nota sobre la utilización de embriones humanos en la investigación


sobre células madre ..................................................................... 61

Los Institutos Superiores de Ciencias Religiosas. Criterios


complementarios de regulación ..................................................... 65

Mensaje a los cristianos de Tierra Santa tras la visita de


Obispos de Europa y América del Norte ....................................... 69

Mensaje de la Comisión Episcopal de Pastoral ante el Día del


Enfermo ........................................................................................ 72

Nota Pastoral de la CEE sobre el Oriente Medio y Tierra Santa ...... 205

Mensaje de la CEE con ocasión del viaje apostólico del Papa


Juan Pablo II a España ............................................................... 209

Nota de Prensa al finalizar la Comisión Permanente de la


Conferencia Episcopal Española ................................................. 215

Nota de la CEE ante el atentado de ETA en Andoain ....................... 220

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1542

Nota de la Comisión Episcopal de Liturgia sobre la Comunión


de los celíacos ........................................................................... 311

Nota de la CEE ante la amenaza de guerra inminente en Irak ......... 314

Nota de la CEE al comienzo de la intervención militar en Irak ......... 315

Comunicado final de los Encuentros “Sacerdocio y Acción


Católica” y “Seminaristas y Acción Católica” .............................. 409

Mons. Francisco Javier Martínez, nuevo Arzobispo de Granada ....... 627

Mons. Juan Enrique Vives, nuevo Obispo de Urgel .......................... 629

Mons. Antonio Algora, nuevo Obispo de Ciudad Real ...................... 630

Fallece Mons. Teodoro Ubeda, Obispo de Mallorca ......................... 631

Nota de la CEE con ocasión del accidente aéreo de los militares


españoles ................................................................................... 633

Mensaje de la Comisión Episcopal de Pastoral Social en el Día


de Caridad .................................................................................. 747

Nota de la CEE ante el atentado en Sangüesa (Navarra) ................. 753

Nuevo Obispo de la Diócesis de Vic ................................................ 755

El sacerdote Dn. Juan Antonio Martínez, nuevo Secretario General


de la CEE ................................................................................... 757

Nota de Prensa Final de la Asamblea Plenaria de la Conferencia


Episcopal Española .................................................................... 759

Entrega al Santo Padre de la colecta realizada en la Misa de


Canonizaciones celebrada en Madrid .......................................... 769

Nuevo Obispo de la Diócesis de Plasencia ..................................... 957

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1543

Nota de Prensa del Presidente de la Comisión Episcopal de


Enseñanza y Catequesis ............................................................ 959

Nota del Comite Ejecutivo sobre la nueva regulación de la


enseñanza de la religión que conjuga la libertad con la calidad ... 961

Nota del Comite Ejecutivo sobre la visita a España de las


reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús .................................... 964

Nota del Comité Ejecutivo sobre la Ley de Técnicas de


Reproducción Asistida ................................................................ 967

Mons. Juan José Asenjo, nuevo Obispo de Córdoba ....................... 971

Mons. Francisco Javier Lozano, nuevo Nuncio Apostólico en


Croacia ....................................................................................... 973

Fallece Mons. Antonio Deig, Obispo Emérito de Solsona ................ 975

Condolencias de la Conferencia Episcopal por el asesinato en


Irak del Capitán Martín-Oar ......................................................... 977

Mons. Amadeo Rodríguez toma posesión de su nueva Diócesis ..... 979

Mons. Sebastián, Administrador Apostólico de Calahorra y


La Calzada-Logroño, y renuncia de Mons. Búa ........................... 981

Nota sobre la reunión de la Comisión Permanente ........................ 1101

Nota de la Comisión Permanente sobre el XXV Aniversario de


la elección del Santo Padre ...................................................... 1103

Toma de posesión de la Diócesis de Córdoba ............................... 1108

Mons. Carlos Amigo, nombrado Cardenal ...................................... 1109

El cordobés Mons. Julián Herranz, nuevo Cardenal ........................ 1110

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1544

Participación de Obispos españoles en los actos del


XXV Aniversario de la elección del Papa ..................................... 1111

El P. Jesús Sanz, nuevo Obispo de Huesca y de Jaca .................. 1223

Mons. Francisco Pérez, nuevo Arzobispo Castrense ..................... 1225

Mons. José Manuel Estepa, deja el Arzobispado Castrense ......... 1227

Felicitación de los Obispos españoles al Santo Padre .................. 1231

Presentación del Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia


en España ................................................................................ 1233

Nota de Prensa al finalizar la Asamblea Plenaria ........................... 1237

Nota del Comité Ejecutivo sobre la investigación con embriones


en Europa ................................................................................. 1247

Condolencia de los Obispos españoles por el atentado de


Bagdad ..................................................................................... 1248

Orientaciones para la atención pastoral de los católicos


orientales en España ................................................................ 1465

Declaración de la Comisión Episcopal de Liturgia ......................... 1477

Informe sobre la situación de los cristianos de Tierra Santa .......... 1483

Mensaje de la Comisión Episcopal de Relaciones


Interconfesionales sobre el Octavario de Oración por la Unidad
de los Cristianos ....................................................................... 1486

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1545

III. IGLESIA UNIVERSAL

SANTO PADRE

Mensaje para la XL Jornada Mundial de Oración por


las Vocaciones ............................................................................. 79

Carta de gratitud del Santo Padre ..................................................... 85

Mensaje en la XI Jornada Mundial del Enfermo ................................ 223

Mensaje con motivo de la Cuaresma ............................................... 228

Mensaje a los jóvenes del mundo con ocasión de la XVIII Jornada


Mundial de la Juventud 2003 ....................................................... 319

Carta Encíclica “Ecclesia de Eucharisstia” ...................................... 415

Exhortación Apostólica Postsinodal “Ecclesia in Europa”, sobre


Jesucristo vivo en su Iglesia y fuente de esperanza para
Europa ........................................................................................ 773

Carta a Su Santidad Juan Pablo II en el XXV Aniversario de su


Pontificado .................................................................................. 854

Mensaje para la Jornada Mundial del Turismo ................................. 985

Mensaje para la Jornada Misionera Mundial .................................... 989

Felicitación al Papa en el XXV Aniversario de su elección ............. 1229

Carta de gratitud del Santo Padre a la Diócesis de Málaga ........... 1231

Mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo ............................... 1491

Felicitación de la Diócesis de Málaga al Papa con motivo de


la Navidad ................................................................................. 1497

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003


1546

Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz .................................. 1499

Carta Apostólica en el XL aniversario de la “Sacrosanctum


Concilium” sobre la Sagrada Liturgia ......................................... 1509

CONGREGACIONES Y OTROS ORGANISMOS

Nota Doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe


sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta
de los católicos en la vida política ................................................. 87

Congregación para la Doctrina de la Fe:Consideraciones acerca


de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre
personas homosexuales ........................................................... 1253

Documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre


los celíacos .............................................................................. 1263

Escrito del Cardenal Saraiva Martins sobre los Procesos de


Beatificación de tres malagueños ............................................. 1267

IV. VARIOS

Agenda y avisos

Enero .............................................................................................. 103

Febrero ........................................................................................... 235

Marzo ............................................................................................. 327

Abril ................................................................................................ 467

Mayo .............................................................................................. 637

INDICE GENERAL 2003 [nº12 2003]


1547

Junio-Julio ....................................................................................... 857

Agosto-Septiembre ......................................................................... 997

Octubre ......................................................................................... 1235

Noviembre ..................................................................................... 1271

Diciembre ..................................................................................... 1519

[nº12 2003] INDICE GENERAL 2003

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