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Un reportaje muestra que en Independencia, San Juan de Lurigancho y La Victoria las casas, galerías y los edificios han sido
levantados sin criterio técnico.
Redacción EC02.10.2017 / 08:00 am
Los terremotos en México y los continuos sismos en el Perú han hecho que la atención y preocupación se centren en las construcciones
que podrían caerse como un castillo de naipes en caso ocurra un movimiento telúrico.
Un reportaje de "Cuarto Poder" muestra que en Independencia, San Juan de Lurigancho y La Victoria las casas, galerías y los edificios han
sido levantados sin ningún criterio técnico.
El caso que más llama la atención es la de una vivienda de Independencia cuyo balcón está sostenido por un palo de eucalipto de más de
metro y medio. En la casa no hay vigas ni columnas, según lo advirtió un especialista. Una habitante indicó que viven en esa situación hace
más de 15 años.
En la zona de Villa El Ángel, en Independencia, también hay otra casa de cuatro pisos que se sostiene solo por una columna. Además, la
base está hecha de relleno y la dimensión de los pisos superiores es más grande que la base, por lo que el inmueble ya se está inclinando y
la columna presenta rajaduras.
Otro desafío a la ingeniería se puede ver en el mismo distrito, ya que una columna de fierro de 6 pulgadas sostiene a la sala del cuarto piso
de una vivienda. Es decir, esta fue colocada para servir de base a la ampliación hacia adelante de la casa. Obviamente, la construcción no
tiene autorización de la municipalidad distrital.
En el emporio comercial de Gamarra, en La Victoria, la galería Olinda tiene 13 pisos, pero resulta ser un edificio demasiado estrecho, por lo
que, de acuerdo a un experto, podría tambalearse hacia los costados y caer durante un sismo, afectando a los locales contiguos.
Cerca de dicha zona hay un local de tres niveles que representa un peligro por la falta de columnas y por el uso del ladrillo pandereta, que
no da mayor resistencia.
En San Juan de Lurigancho, el colegio Santo Domingo ha sido levantado en un empinado cerro. De acuerdo a las imágenes de "Cuarto
Poder", el centro educativo albergará más pisos superiores. Tiene una sola vía de acceso, el cual resulta estrecho para los 2.500 alumnos
que estudian allí.
https://elcomercio.pe/lima/sucesos/ranking-peores-construcciones-retan-ingenieria-lima-noticia-462377
En Gamarra hay 150 construcciones peligrosas
Visitantes y trabajadores del emporio están en riesgo ante un sismo debido a la existencia de edificios estrechos, sin separaciones laterales
y con niveles superiores autoconstruidos
Más de 150 inmuebles del emporio comercial de Gamarraincumplen normas de edificación antisísmica exigidas por la ley.
Esta medición fue realizada por El Comercio en colaboración con especialistas del Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes).
La situación pone en riesgo a las 200 mil personas que diariamente compran o trabajan en Gamarra. Durante la temporada navideña, el
público que acude por día a la zona llega al medio millón.
—Sin separación—
Una de las anomalías más frecuentes es la existencia de edificios altos sin ninguna separación con el inmueble colindante, pese a que el
Reglamento Nacional de Edificaciones (RNE) la exige desde los años 90. Para evitar el choque y eventual colapso, las construcciones deben
estar alejadas entre 0,5 metros y 2 metros.
José Sato Onuma, asociado del Predes y especialista del Colegio de Arquitectos del Perú, explica que, durante un sismo, las edificaciones se
mueven lateralmente como un péndulo invertido. “A mayor altura, el movimiento lateral es más pronunciado. Por ello, por seguridad ante
sismos, se establece una separación”, dice.
Para obtener la licencia de construcción que otorga la municipalidad es necesario consignar esta separación en los planos del inmueble.
Pese a este requisito, este Diario contó más de 30 edificios de tres pisos o más completamente pegados uno de otro. Uno de los casos más
preocupantes es el de un inmueble de 15 pisos ubicado en la cuadra 15 del jirón San Cristóbal. Está pegado a un inmueble de 10 pisos por
la derecha y a otro de tres niveles por la izquierda.
“Se construye así por la idea de que cada centímetro menos de ancho significa perder metros cuadrados de espacio de venta. Sin
embargo, hoy puede significar la pérdida total de lo invertido en segundos”, dice Sato.
Un segundo error en las construcciones de Gamarra es la estrechez de los inmuebles de mucha altura. Un ejemplo es la galería Olinda, en
la cuadra 10 de Antonio Bazo. Tiene 13 pisos y no más de dos metros de ancho. “Al ser muy alto y tener una fachada muy angosta, el
desplazamiento lateral ante un sismo es mayor”, explica Sato. Adentro, la galería muestra la licencia de funcionamiento y la de Defensa
Civil.
La autoconstrucción es la tercera mala práctica en Gamarra. En el emporio comercial, hay manzanas con hasta 10 inmuebles donde se han
construido niveles superiores precariamente con ladrillos tipo pandereta, prohibidos para paredes principales, pues tienen 50% de vacío de
aire.
—Descargo y letargo—
Fuentes de la Municipalidad de La Victoria indican que sus inspectores técnicos supervisan constantemente las construcciones, pero
muchas veces los jefes de obra y propietarios ignoran las prohibiciones de continuar los trabajos.
Un ejemplo de esta situación es un sótano clandestino de cuatro niveles subterráneos descubierto el 27 de junio en la cuadra 8 del jirón
Antonio Bazo, en Gamarra. El túnel atraviesa por debajo toda la manzana hasta llegar al otro extremo de la cuadra 1 de Sebastián
Barranca.
La obra fue declarada antirreglamentaria y peligrosa para todo el edificio superior (de cuatro pisos). Sin embargo, según varios
comerciantes de los predios aledaños, los obreros aún realizan jornadas en el interior, con las puertas bloqueadas.
Diógenes Alva, uno de los principales dirigentes del emporio comercial, cree que detrás de esta situación existe una omisión de funciones
de la comuna de La Victoria.
https://elcomercio.pe/lima/sucesos/gamarra-hay-150-construcciones-peligrosos-noticia-471870
Lima: construcciones mal hechas invaden la ciudad y son un peligro ante sismos
El fenómeno del edificio de la avenida Abancay se repite en diferentes distritos de la capital
Lima es el paraíso de las construcciones informales. En diferentes distritos, las edificaciones sin patrón arquitectónico ni seguridad de
ingeniería se replican y desafían a la propia naturaleza.
Las denuncias de viviendas y edificaciones mal hechas se suceden conforme pasan los días. Por ejemplo, en el kilómetro 1 de la Carretera
Central, un edificio burla las normas de construcción.
Una casa de madera apenas sostenida por cuatro angostos tubos sobre un edificio de más de tres pisos se impone en la principal vía
de Lima Este.
LEE: SJL: clínica construida de forma asimétrica genera zozobra entre vecinos
El dueño de la edificación, Hans Salvador Huamán dijo a América Noticias que en un asentamiento humano no se pide licencia de
construcción para edificar.
Esta información fue desmentida por Mery Soto, gerenta de fiscalización de Ate, quien aseguró que la multa por no cumplir con los
requerimientos asciende entre 30 a 40 mil soles y al retiro del material prefabricado que parece flotar sobre el edificio.
La misma situación se ve en la cuadra 8 de la avenida Tomás Marsano, en Surquillo. Un edificio similar al de la cuadra 9 de la avenida
Abancay, estrecho y precario, se erige ante el temor de que ante un sismo se pueda caer.
http://www.americatv.com.pe/noticias/actualidad/lima-construcciones-mal-hechas-invaden-ciudad-y-son-peligro-ante-sismos-n293507
El 60% de las viviendas de Lima son vulnerables a sismos
La Cámara Peruana de la Construcción estimó que cerca de un millón de casas no brindan las garantías ante un terremoto
Redacción EC21.09.2014 / 08:30 am
Un terremoto de 8.5 grados en la escala de Richter en Lima dejaría aproximadamente 200 mil viviendas destruidas y 150 mil
seriamente afectadas. El número de damnificados podría superar los dos millones y los muertos y heridos se contarían por miles.
Las estimaciones del Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano Lima y Callao (PLAM 2035) más que un diagnóstico alarmante es
un llamado de atención.
Los datos no solo revelan un panorama de destrucción, sino que dejan al descubierto la falta de planificación municipal en
materia de prevención de riesgos. Un tema olvidado por muchas gestiones. Para el especialista Julio Kuroiwa, un sismo de
grandes magnitudes es inminente y la ciudad debería de estar preparada para que el impacto no sea devastador. Hoy esto no
sucede.
Un dato de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) demuestra que el crecimiento de la ciudad ha sido tan avasallador
como precario. Hoy 60% (aproximadamente 1 millón) de las viviendas de Lima son producto de la autoconstrucción y en
consecuencia, vulnerables a movimientos sísmicos.
“Se trata de construcciones que carecen de estudio técnico, a cargo de un maestro de obras, con materiales que no son de
calidad y que han sido levantadas sin la fiscalización de los municipios distritales”, señaló a El Comercio el arquitecto Ricardo
Arbulú, presidente del Comité de Edificaciones de Capeco.
En ese sentido las viviendas más vulnerables son las que han sido construidas sobre suelos de mala calidad, las casonas
viejas que no han recibido mantenimiento y aquellas que se ubican en las laderas de Lima[según datos del PLAM al menos un
millón de personas vive en esta zona].
Tsunami
Veinte minutos después del terremoto de 8.5
grados llegaría la primera ola al Callao. La
zona inundable por tsunami en Lima y Callao sería
de 5.958 hectáreas y más de 89 mil personas serían
afectadas, según comenta Rodrigo Calderón,
especialista en Gestión del Riesgo de Desastres del
PLAM.
La Punta y Chucuito serían las más dañadas. Los
municipios chalacos tienen prevista sí, la
evacuación vertical en edificios en la zona pero en
general “no hay suficiente educación en materia de
prevención y menos planes efectivos”,
dice Kuroiwa.
Chorrillos y Lurín (0,7 km y 1,5 km de inundación)
serían los distritos más perjudicados. En menor
medida Ancón, Santa Rosa, Villa El Salvador y Punta
Negra, donde los planes locales de evacuación son
inexistentes y tampoco hay un sistema de alerta
eficiente, según los vecinos consultados por El
Comercio.
Una propuesta a considerar consistiría en realizar un programa de mucho mayor alcance para la protección sísmica de
viviendas de familias de escasos recursos. El nuevo programa se realizaría en dos fases: una fase inicial de sensibilización,
dirigida a funcionarios del estado y de las municipalidades, y a las familias involucradas, seguida de una fase de capacitación
en construcción sismorresistente dirigida principalmente a albañiles, maestros de obra y constructores. (El MVCS ya está
planificando trabajar en este sentido).
La participación de las familias en este proceso es crucial, pues la casa representa su inversión más importante y apreciada.
Tener la posibilidad de vivir en una casa mejor y más segura será entonces algo que todas las familias valoren y tengan razones
para valorar.
https://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/posible-mitigar-riesgo-sismico-familias-peruanas-marcial-blondet-noticia-
469886
Terremoto en Lima: los edificios y casas que también están en alto riesgo [VIDEO]
El 70% de edificios de Lima son informales, según Cámara Peruana de Construcción. De los formales, menos del 30% es
fiscalizado durante toda la edificación
Juan Pablo León Almenara25.09.2017 / 08:30 pm
Hay un edificio en la cuadra 9 de la avenida Abancay que parece superar toda ley de la física. Pese a contar con siete pisos,
tiene un grosor lateral no mayor de 1,20 metros, donde no entraría ni una cama de dos plazas. Verlo desde afuera da vértigo,
pero ingresar y subir hasta el último piso es casi una actividad de alto riesgo. No hay señalización ni implementos básicos de
emergencia, y la salida está obstruida por comercios y cables de telefonía.
En las imágenes de Google Street View, se observa que en abril del 2015 estaba en plena construcción el tercer piso. Ahora el
edificio ya duplicó su altura. En el interior hay material de construcción: nadie parece impedir que continúe elevándose. Según
el Colegio de Arquitectos y el Colegio de Ingenieros del Perú (CIP), el contraste entre la altura de este edificio y su estrechez
haría que sea uno de los primeros de Lima en desplomarse en caso de un sismo de gran magnitud.
“Esa estructura requiere un grosor de entre seis y ocho metros para que no se desplome. Esto es coima, dejadez u omisión”,
dijo Nancy Barrenechea, presidenta de la Comisión de Inspectores de Seguridad del CIP.
Este Diario consultó a la Municipalidad de Lima si la obra contaba con algún tipo de licencia; sin embargo, hasta el cierre de
esta edición no habíamos obtenido una respuesta. Si no tuviera permiso, esta sería parte del 70% de construcciones
informales que hay en la capital, según la Cámara Peruana de Construcción. Estas edificaciones correrían el riesgo de
desplomarse ante un sismo como el que sacudió México el último martes.
—Peligro formal—
Aunque se habla del riesgo en edificaciones sin licencia, en los últimos días un grupo de especialistas consultados por El
Comercio también ha expresado su preocupación sobre los edificios residenciales formales por falta de fiscalización.
En el Perú, las inmobiliarias están obligadas a cumplir la norma técnica E. 030 de diseño sismorresistente, del Reglamento
Nacional de Edificaciones. Esta fue aprobada en 1977 tras el terremoto de 1974, y ha sido modificada en varias oportunidades.
A partir de la vigencia de esa disposición, los edificios deben construirse respetando los criterios establecidos en ella.
Uno de los problemas es que solo el 5% de construcciones anteriores a la norma se ha adecuado a ella a través de
reforzamientos, tal como recomiendan especialistas, según el Colegio de Arquitectos del Perú. Cabe indicar que los
propietarios de inmuebles construidos antes de la entrada en vigencia de la norma (1977) no están obligados a adecuar las
edificaciones a la misma. Uno de los que sí lo han hecho es el edificio del Museo de la Nación, y algunos colegios y bancos.
Otro peligro que advierten los especialistas es la poca fiscalización municipal de las construcciones durante todo el proceso de
edificación. “Con la licencia de construcción solo se supervisan los planos, pero las leyes exigen también que haya control
permanente de la obra”, dice Zenón Aguilar, subdirector de investigaciones del Centro Peruano Japonés de Investigaciones
Sísmicas (Cismid). La ley orgánica de municipalidades exige a las comunas regular y fiscalizar la construcción, remodelación o
demolición de inmuebles.
Según el Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes) y el Colegio de Arquitectos del Perú, solo tres de cada diez
edificaciones son supervisadas durante su construcción por inspectores técnicos.
Uno de los principales críticos de la falta de control municipal es Frederick Cooper, una de las más notables figuras de la
arquitectura peruana. “Un municipio debe tener un área técnica que vigile todo el proceso de construcción, desde los planos y
cimentación hasta el final del proyecto. Hay que vigilar la calidad de la mezcla del concreto, la dimensión de las varillas, los
testigos, estibos y otros elementos”, dice Cooper.
Zenón Aguilar, del Cismid, señala que el suelo de Lima tiene alto contenido de grava, lo que hace que nuestra capital sea más
estable que Ciudad de México, cuyos terrenos son pluviales y sueltos. “En México el período de vibración es largo y afecta las
estructuras más que en Lima, que tiene suelos competentes en zonas como Miraflores, Barranco, San Isidro, San Borja y Jesús
María. Pero si lo que se aprobó en planos no se cumple en las obras, un sismo de gran magnitud hará que el período de
vibración de la tierra coincida con la del edificio y se genere un quiebre”, opina Aguilar.
En un recorrido de El Comercio por dos edificios que están siendo construidos en la Vía Expresa –en Surquillo y Miraflores–, los
trabajadores dijeron que no habían recibido a ningún representante de la comuna en las últimas semanas. Fuentes
municipales aducen que tener un equipo técnico especializado superaría el presupuesto de cualquier distrito.
—Caso Costa Verde—
El Cismid ha calculado que una franja de acantilado de la Costa Verde de 30 a 60 metros sería vulnerable a desprendimientos
si sucediera un sismo de 8,5 grados. Ello, debido al peso que soporta la Costa Verde por la cantidad de edificios construidos en
las últimas dos décadas.
Un edificio de 10 pisos puede pesar 33.000 toneladas. Solo entre Barranco y San Isidro hay unos 85 edificios altos frente al mar
de la Costa Verde. Eso equivale a 2,8 millones de toneladas que soporta el acantilado.
https://elcomercio.pe/lima/sucesos/terremoto-lima-edificios-capital-alto-riesgo-noticia-460511