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Lo lícito del sábado: Un estudio interpretativo

en los Evangelios sinópticos – Parte I 1


Johanns E. Curisinche Cánez
johannsadventist@gmail.com
Estudiante de Teología, UPeU

Introducción

A lo largo de la vida cristiana cada miembro de la iglesia guarda preguntas “temerosas” con
relación a los actos que se deben realizar, e inclusive aquellos que no son permitidos, dentro de las horas
del día del Señor, tales como “¿cuáles serán los estatutos o normas que esta iglesia mantiene en este día?”,
“¿Cómo saber si lo que hago agrada a Dios?”, o “¿Puedo hacer algo no lícito 2 en el día de reposo?”. Estas
interrogantes conllevan a una sola realidad dentro de la iglesia, y esencialmente a las críticas de algunos
con el modo de comportarse en el día de reposo.
A modo de extraer el profundo mensaje de Jesús en cuanto a las actitudes reverenciales en el día
escogido de Dios y sus críticas; se tomará los mismos ejemplos que Jesús usó para mostrar las ideas erradas
que mantenían. Estas mismas respuestas que Él reveló, hará entender que la verdadera vislumbre de lo que
Dios desea es misericordia, y no sacrificio (Os 6:6), sabiendo que “El día de reposo fue hecho por causa del
hombre, y no el hombre por causa del día de reposo” (Mt 12:8).
Por lo tanto, el objetivo de éste estudio es dar una correcta interpretación acerca de qué se debe de
hacer en sábado, y evaluar si las críticas farisaicas quedan aceptadas en la iglesia. Así, se culminará
respondiendo algunas preguntas polémicas que interfieren con la verdadera adoración en un día tan especial
¿es necesario hacer cosas secundarias en él? y ¿cómo quiere Jesús que sea guardado su día?

Los evangelios sinópticos 3

Tanto en Mateo 12:1-8; Marcos 2:23-28 y Lucas 6:1-5 se revela el fanatismo a las normas que
imperaba entre los fariseos de antaño. El relato inicia especificando que fue en horas del día de reposo, 4
cuando Él y sus discípulos iban por una senda en medio de las espigas 5 (ya sea trigo o cebada). En tal
momento los apóstoles tuvieron la necesidad de comer; por lo que, empezaron a tomar las espigas,
restregarlas, trillarlas y finalmente comerlas. Viendo esto, los fariseos vinieron a su encuentro, e iniciaron
una conversación no tan grata, donde se debate las acciones de irreverencia e infracción a las leyes que
ellos respetaban.
Es de notar que cuando ocurre esto, los fariseos no tenían pruebas para acusar, o peor aún,
encarcelar a Jesús. Ellos se encontraban con la preocupación de buscar errores a sus acciones y recién
poder tomar justicia. Previo a este suceso, Jesús tuvo una discusión con ellos (¿por qué comen al lado de
los pecadores?, Mr 2:16; o ¿por qué los discípulos faltan al ayuno?, Mt 9:14; y ¿cómo Él puede botar

1
Este artículo es dedicado al Dr. Mérling Alomía Bartra, quien es una gran inspiración a mi persona en temas
de investigación bíblica. Fue mi profesor del libro del profeta Daniel en el año 2009.
2
La palabra en griego de lícito es “existi”, que significa estar obligado, es admisible. Véase, James Swanson,
Diccionario de idiomas bı́blicos: griego (Nuevo Testamento) (Bellingham, WA: Logos Research Systems, Inc., 1997).
3
Este nombre reciben los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Este término surgió porque mantienen una
estrecha relación y paralelismo en sus acontecimientos.
4
Esta palabra en griego como lo muestran los tres evangelios viene de la raíz “sabbaton”, y significa reposo,
descanso. Véase, Miguel Balague, Diccionario griego-español (Madrid: Compañía Bibliográfica Española, 1963), 634.
Por lo tanto aquel día que recogieron espigas era un día sábado. Dentro de tales horas estaba totalmente prohibido hacer
actividades no lícitas, entre ellas, trabajar, prender fuego, hacer fuerza, recoger espigas, etc.
5
Dentro del evangelio de Marcos se usa la palabra griega “paraporeuesthai” para detallar el camino por
donde iban, la misma ayuda a entender en escenario donde se realiza este recojo de espigas, aclarando que fue “por en
medio de ellas”. Véase, Archibald Thomas Robertson, Imágenes verbales en el nuevo testamento (Terrasa: CLIE,
1988), 1:283. Este pudo haber sido el detalle que vieron los fariseos para iniciar sus críticas de trabajo en sábado, algo
no permitido por la ley mosaica (Ex 20:9) ni por la Mishna (Shabbat 7.2), costumbres que respetaban, dentro y/o fuera
de las sinagogas.
demonios?, Mt 9:34). Así pues, se presenta la oportunidad de acusarlo legalmente por algo que no le era
permitido hacer a Él ni a nadie en el día sábado; como era el de arrancar espigas y comer, 6 asunto tan
respetado para aquel entonces.
Mario Veloso detalla acerca de este incidente al afirmar que aquel día fue sábado, sin discusión.
Pero esto no quiere decir que ocurrió en la misma secuencia cronológica con lo sucedido con el hombre de
la mano seca. Mateo los coloca juntos para aclarar bien el tema, y así demostrar los poderes de Jesús sobre
la ley y, con esto, sobre todas las cosas. 7 Puesto que los fariseos nunca estuvieron preocupados por las
necesidades humanas, sino en sus leyes fanáticas que imperaban en sus vidas (se verá más adelante).
Continuando con el relato, se plantea una pregunta que viene por parte de la ofensiva farisaica (se
podría entender implícitamente que ellos se encontraban espiándolos) directamente a Jesús, precisamente el
que no había cometido ni comido nada: “¿Por qué tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado?”
Al parecer, los fariseos encontraron el acto preciso para obtener las evidencias y pruebas que faltaban para
mandarlo a atrapar o por lo menos denunciarlo bajo la ley. 8 Es aquí donde Jesús, el dueño y Señor de toda
la sabiduría (Pr 2:6; Job 12:13) responde contrarrestando sus acusaciones egoístas y cínicas.

David y los sacerdotes, ¿dueños del sábado?

Resolver el problema de la crítica en la iglesia, siempre fue muy delicado a lo largo de la historia.
Satanás nunca estuvo con los brazos cruzados para dejar pasar las oportunidades de transgredir lo
establecido por Dios. El propósito de la creación del sábado nunca fue con intenciones de ser una carga
para incomodar al ser humano en su diario vivir. Todo lo que Dios provee a su creación siempre fue con
fines productivos de amor hacia ellos, con el propósito de refinar y pulir el carácter del ser creado. Jesús,
precisamente, respondió con sabiduría usando el ejemplo del rey David y de los sacerdotes profanadores, al
ser acusados de trabajar él con sus discípulos en sábado.
El Hijo del Hombre primero utilizó un evento ubicado en 1 Samuel 21:1-6 para dar detalle de
cómo David hizo algo no lícito y fue sin culpa. Ahora, la misma necesidad sentían sus discípulos. Si David
violó la ley en ciertas circunstancias, más podrá violarla el Hijo de David por un motivo análogo: el
hambre. 9 También se puede interpretar aquello que le ocurrió a David, ahora le sucede a su descendiente, el
“Hijo de David” (Mt 1:1). Es fácil darse cuenta que Jesús no estaba direccionando solo su tema a este
evento, sino al tipo de interpretación errónea que ellos manifestaban.
Se inicia el debate con unas palabras indirectas de ignorancia “¿No habéis leído…?”, 10 como
intervención a la pregunta farisea (obviamente ellos ya habían leído e interpretando todos los libros del
Antiguo Testamento pero a su criterio y conveniencia), y les muestra ejemplos desde tiempos más remotos
(como los acontecimientos de los patriarcas, lo que normalmente ocurría con los sacerdotes, los dichos de
los profetas), y termina con la explicación de quien verdaderamente era Él, “uno mayor que el templo”.
Si se desea saber la razón por la cual Jesús tomó el ejemplo de David, se deberá analizar el
contexto y su significado inequívoco. El relato bíblico nos localiza en el tiempo del reinado de Saúl,

6
“Lo que hicieron los discípulos no hubiera sido reprochado en cualquier otro día de la semana, pues la ley
del AT específicamente disponía que un hambriento podía comer de la fruta o de las espigas de un campo mientras
pasaba por él (Dt 23:24-25)”. Véase, “No es lícito” [Mt 2:24], Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico Adventista,
trad. Víctor Ampuero Matta (Boise, ID: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990), 5:574.
7
Mario Veloso, Mateo: Contado la historia de Jesús rey (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2006), 114.
8
La ley que era respetada, fanáticamente, era tanto la Mosaica (Ex 20:9) y las 39 principales características de
trabajo bajo el sábado en la Mishna (Shabbath 7.2; 149a). Citado por William L. Lane, The Gospel According to Mark
(Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing Company, 1974), 114-5; De acuerdo al apócrifo “Libro de los
Jubileos” un hombre debe morir si en sábado iba de viaje, cultiva, enciende fuego, monta una bestia, viaja en barco,
mata una bestia o captura un pez (50:12). Véase, Robert H. Mounce, New International Biblical Commentary
(Peabody, MA: Hendrickson Publishers, 1991), 112; E inclusive se tenían preceptos rabínicos para el cuidado de los
enfermos en sábado, ver Mishna (Shabbath 14.4;22.6)
9
Henry Troadec, Comentario a los evangelios sinópticos (España: Ediciones Fax, 1972), 462; Donald A.
Hagner, Mateo 1-13, de Word Biblical Commentary, ed. David A. Hubbard y Glenn Barker (Waco, TX: Word Books,
1993), 329.
10
En el evangelio de Marcos se inicia con “¿Nunca leísteis…?” y en Lucas “¿Ni esto habéis leído?”. Jesús usó
su contra respuesta en son de defensa a la mala interpretación de los escritos sagrados. A menos que se indique algo
diferente, en este estudio las citas bíblicas han sido tomadas de la Versión Reina-Valera 60 (El Paso, TX: Mundo
Hispano, 1989).
exactamente cuando David ya había sido ungido para ser el futuro Rey de Israel. Este rey guardaba en su
corazón la envidia e injusticia, la cual lo llevó a intentar matar al elegido de Dios. Por ello, David empezó a
huir de Saúl y llegó a la tierra de Nob donde moraba el sacerdote Ahimelec. 11 Tras la preocupación de ser
muerto, inicia su conversación con una mentira diciendo “el rey me encomendó un asunto… nadie sepa
cosa alguna de este” (1 S 21:2). Además, pidió que se le pueda proporcionar cinco panes, o lo que haya; ya
que ellos tuvieron hambre. La respuesta de Ahimelec fue que no tenía pan común a la mano sino sólo el
sagrado, pero le daría siempre y cuando sus criados se hayan guardado a lo menos de mujeres. 12 Así fue
cómo el sumo sacerdote proporcionó el pan sagrado a personas a quienes Dios no dio alguna autorización,
ya que sólo aquellos panes serían comidos por sacerdotes o levitas, por derecho perpetuo de Dios (Lv 24:9).
Tras la condición exigida por Ahimelec, David detalla lo que hicieron previo a su encuentro, y da la
respuesta que el sumo sacerdote deseaba oír; así se brindó lo sagrado a personas comunes. 13
A pesar de que David transgredió lo que fue un mandato divino, no se le culpó en ninguna manera.
Las circunstancias que afectan al ser humano algunas veces son más significativas que órdenes o estatutos
implantados en la iglesia. Tanto en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, la preocupación de Dios por las
necesidades humanas fue de vital importancia (Neh 9:21; 2 Co 12:10). Su amor siempre se mantuvo activo.
Siempre su iniciativa de ayudar se mantuvo presente, a pesar de que los hombres no pedían que Él cubra
sus parquedades (Mt 6:8).
Existe un caso en la Biblia que alguien lo puede catalogar de injusto. Es la supuesta “injusticia”
contra Nadab y Abiú, ya que ellos también hicieron algo indebido en un hecho tan sagrado del fuego
extraño (Lv 6:13), mas “no recibieron perdón”. 14
La inmensa diferencia será vista en este cuadro, entendiendo las actividades realizadas de ambos
casos:

CUADRO COMPARATIVO
Nadab y Abiú David y sus amigos
(Lv 10) (1 S 21)
Ofrecen un fuego extraño (v.1) Piden y se les da panes sagrados (v.3)
Participan de un acto sagrado (v.1) Participan de un alimento sagrado (v.4)
Desobediencia a Dios (v. 1) Desobediencia a Dios (v.5)
Sentencia de muerte instantánea (v. 2) Libres de toda culpa (v.10)
Estuvieron ebrios (v.9) Estuvieron hambrientos (v.3)

Este cuadro muestra claramente una gran similitud en acciones. Sin embargo, la razón por la cual
hicieron eso se ve distante y completamente diferente de una necesidad u ocasión. Nadab y Abiú
presentaron el fuego extraño porque se encontraban ebrios y sin presentar ninguna necesidad. Es decir,

11
San Marcos 2:26 revela que el sumo sacerdote quien dio los panes de la presencia fue Abiatar, fuera este el
caso, contradice al relato bíblico. Algunos eruditos comentan que, muy probable aquel escriba quien transcribió el libro
cometió el error de poner al hijo de Ahimelec en vez del padre; otros afirman que Ahimelec tenía por sobrenombre
Abiatar, por ello el evangelista lo usó; mientras que otros detallan que el mismo Jesús reemplazó su nombre. Véase,
José María Gonzales Ruiz, Evangelio según Marcos: Introducción, traducción y comentario (Navarra, España: Verbo
Divino, 1988), 92; Robert H. Gundry, Mark, A Commentary on His Apology for the Cross (Grand Rapids, MI: William
B. Eerdmans Publishing, 1993), 141.
12
El sacerdote en ningún momento pensó que estaba siendo engañado, por eso facilitó esta condición puesto
que la abstinencia sexual era una práctica común durante las operaciones militares. Los textos de Ex 19:15 y Dt 23:9-14
están enfocados con la pureza del campamento. Por ejemplo en 2 S 11:11, Urias el Heteo no fue a casa a dormir con su
esposa por que se encontraba durante una expedición militar. Véase, David Toshio Tsumura, The First Book of Samuel
(Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing, 2007), 530.
13
Cada sábado los sacerdotes tenían que renovar los panes, poniendo nuevos y frescos (Ex 25:30). Sólo ellos
podían comer de ellos en el tabernáculo luego de haberlos sacado de la mesa porque era cosa muy sagrada. Aquellos
panes de la presencia se encontraban en el Lugar Santo, las instrucciones requerían doce panes grandes los cuales
representaban las doce tribus. Véase, Alberto Treiyer, Comentario bíblico mundo hispano: Levítico, Número y
Deuteronomio (USA: Editorial Mundo Hispano, 1998), 3:121.
14
Este perdón no les fue otorgado debido a que ellos realizaron su labor de forma irreverente, transgrediendo
la ley divina y desobedeciendo directamente su mandato. Asimismo, ellos no mostraron ninguna razón válida ante su
acto pecaminoso al presentar fuego extraño (Lv 10:10-11). Este asunto lo sabían muy bien, no era la primera vez que
lo hacían, ellos se dejaron llevar por el vino que bebieron (Pr 23:31,32). En tal caso se cumple el proverbio de Salomón
hacia aquellos que toman vino “bajo sus efectos nadie actúa con sabiduría” (Pr 20:1).
ellos no tenían alguna insuficiencia que atentaba su vida para excusar su acto, lo cual provocó la ira de Dios
por desobediencia y su sentencia fue fatal con un fuego que los devoró. A diferencia de David y sus
amigos, ellos sí se encontraban en una necesidad primaria, alimentación; por ello su sentencia por comer
los panes de la proposición, asunto muy sagrado a los ojos de Dios, fue perdonada.
Otro detalle a notar dentro de la maravilla de los evangelios sinópticos, es lo que Mateo
proporciona adicionalmente a diferencia de Marcos y Lucas. El publicano abre un paréntesis en su
narración agregando el problema de profanación en el templo por parte de los sacerdotes, por las
actividades que realizan dentro de ellas (Mt 12:5). Él narra palabras de Jesús, tomando como ejemplo las
labores que ejercen dentro de las sinagogas, incluyendo el sábado. Se podría explicar este texto, tomando la
idea de que sólo él proporciona este detalle, por el hecho que fue sólo Él quien participó de tal consumo de
granos, y ser defendido por Jesús, 15 a diferencia de los demás evangelistas. A su vez, se tomaría en cuenta
que Mateo escribe su evangelio direccionando su libro principalmente a cristianos judíos, lo cual también
habría sonado menos fatal como violación del día de reposo, a los oídos judíos por donde apuntaba Marcos
en su evangelio. 16 Innegablemente un sacerdote activo “trabaja en sábado”, es decir, los siete días de la
semana, inclusive los días de reposo son cuando hacen su obra más intensamente a diferencia de los
demás, ya que ellos encienden fuegos, matan y preparan animales, los cargan para colocarlos encima del
altar, etc (Lv 24:8; Nm 28:9-10). Todos estos detalles son explicados por Jesús claramente, con el único fin
de hacerles entender el error fatal de los fariseos.

Conclusión

Jesús termina su primer debate emitiendo cuatro asuntos que se debe de entender para comprender
el verdadero significado de guardar el día del Señor. (a) Pues os digo que uno mayor que el templo está
aquí, (b) Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes,
(c) El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo y (d)
porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo. 17
Tras una explicación del mismo Jesús, varios escucharon, y quizás algunos comprendieron, que el
hombre no había sido hecho para el sábado, como parecían pensar los rabinos con todas sus mezquinas
normas infructuosas de lo lícito y no lícito, sino que el sábado fue hecho para beneficio del hombre. Tal
como hoy el ministerio de la iglesia es para el hombre, y no el hombre para el ministerio de la iglesia. 18
Hoy en día se mantiene una idea de acusación dentro de la iglesia gracias a las normas farisaicas o
estatutos fanáticos que se respetaron y continúan en la vida cristiana, con el fin de encontrar una mejor
adoración a Dios ensalzando el respeto que manifiestan, entre ellos se destacan “no prender fuego”, “no
planchar la ropa” o “no realizar compras” en sábado. Ciertamente, hay momentos de crisis en que el
mandamiento externo tiene que subordinarse a una necesidad mayor, como en el caso de David cuando
comió de los panes de la proposición, 19 también el otro ejemplo de los sacerdotes que profanan los días
santos haciendo sus labores culticos y el más grande ejemplo de Jesús.
Todo miembro de la iglesia debe de sentir que el sábado no es una carga más en su vida, sino un
momento de comunión centrada únicamente en Dios. Pero nunca se deberá exonerar la misericordia
observando escrupulosamente las prescripciones rituales. 20 De tal modo, recordando las palabra
culminantes de Jesús “Misericordia quiero y no sacrificio”, queda entendido que algunas necesidades
humanas tienen prioridades sobre los ritos eclesiásticos según sea el caso, más no un capricho egoísta y
humano. En tal sentido, las críticas farisaicas no tuvo ni tiene un sentido valido según la voluntad divina
mostrada por Jesús, sus dichos e ideas expresadas en ordenanzas hicieron del sábado un día de saturación y
tenebrosidad en los actos y acciones, los cuales no son motivo ni razón para sus críticas.

15
Es probable, que en aquel momento lo escuchó y lo plasmó en su evangelio.
16
Craig S. Keener, Comentario del contexto cultural de la Biblia (Colombia: Editorial Mundo Hispano,
2006), 71.
17
En ésta primera parte del estudio, no se profundizará estos aspectos debido a su extensión teológica. Sin
embargo, en la segunda parte del mismo será agregado, complementado e interpretado con la siguiente perícopa, el
hombre de la mano seca.
18
A. T. Robertson, Comentario al texto griego del Nuevo Testamento (Terrasa: CLIE, 2003), 82.
19
Ernesto Trenchard, Exposición del evangelio según San Marcos (Madrid: Literatura Bíblica, 1981), 41.
20
Wolfgang Trilling, El evangelio según san Mateo (Barcelona: Herder, 1980), 1:265.
De tal modo, sí alguien desea hacer algo no lícito en horas de reposo no percibiendo ninguna razón
o necesidad humana de prioridad, sea alimentación, sanidad, obra misionera, viajes, etc. e inicia una
búsqueda de satisfacción personal en dicho día; en tal caso, ésta persona sí estaría infringiendo la ley divina
y se haría responsable de la profanación del santo día. En otras palabras, el sábado es un día de adoración
especial a la Deidad en gratitud a la obra realizadora sobre la humanidad.
Tal como ha sido entendido por muchos, Dios nunca creó el sábado para que fuera una carga luego
de seis días de trabajo. El día de reposo fue instituido únicamente para el bien de toda la humanidad como
recuerdo conmemorativo de la creación del mundo. Inclusive, esta fabulosa bendición divina provee una
placentera tranquilidad en un mundo de dolor, problemas, adversidades, esté día fue creado para presenciar
un grato acercamiento al divino, teniendo en cuenta las necesidades que como humano se posee. Teniendo
en la mente que el hombre no fue hecho para el día de reposo, el mismo ser creado debe buscar esa
tranquilidad que sólo el sábado dará, entendiendo que toda obediencia al respecto, debe interpretarse por la
regla de la misericordia 21 y justicia únicamente dada por Dios.
Sabiendo esto, se debería cuidar de no confundir esta libertad equivocada con un permiso para
pecar o hacer cosas superfluas que no son verdaderamente necesidades primordiales como seres humanos.
Dios desea misericordia y justicia para todos sus hijos y que mejor en su día santo, cumpliendo lo que Él
realmente desea, vivir una vida de comunión con Él por la eternidad. ¡MARANATHA!

21
Matthew Henry, Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo (Miami, FL: Unilit, 2003), 725.

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