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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DEL QUICHÉ CUSACQ

CARRERA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES, ABOGADO Y NOTARIO

ASESOR:

LICENCIADO CARLOS ARTURO DE LEÓN DE LEÓN

PASANTE:

SALOMON ALVARADO LOPEZ

CARNE: 201242680 DPI: 1970 20712 1415

CASO:

DILIGENCIAS VOLUNTARIAS DE DIVORCIO POR MUTUO

CONSENTIMIENTO

MATERIA:

CIVIL

SANTA CRUZ DEL QUICHÉ 21 DE AGOSTO DE 2018


1. JUSTIFICACIÓN.

La elaboración de este estudio jurídico doctrinario sobrelleva de manera especial


fundar un mecanismo adecuado para que los jueces en función de los tribunales
de familia solucionen varios de los asuntos de su conocimiento
en materia de divorcio, prestándoles una mejor atención en observancia de una
pronta administración de justicia en beneficio de la familia y de la sociedad. En
este estudio se hace una breve analogía acerca del matrimonio y su
naturaleza jurídica, por haberse considerado en este trabajo que sin ella no
puede hablarse de divorcio. Por lo regular cuando se habla de divorcio por mutuo
consentimiento nos damos cuenta que aquí debe de establecerse el convenio a
la cual llegarán los esposos con respecto a la guarda y custodia, alimentación de
los hijos si los hubiera dentro del vínculo matrimonial y así poder dejar protegidos
a los hijos mientras llegan a la mayoría de edad. El interés en base a la
realización de este estudio jurídico y sobre el proceso de Divorcio por Mutuo
Consentimiento fue el de hacer una exhibición sobre los problemas del divorcio,
la conveniencia y el peligro que presenta el uso excesivo del mismo y, en
segundo lugar, hacer un breve estudio sobre las innovaciones introducidas en los
actuales Códigos Civil y Procesal Civil y Mercantil respecto del divorcio. Todo ello
a favor de los principios de Economía Sencillez y Concentración procesal sin
descuidar la seguridad de la familia. Las causas del divorcio son, claro está,
posteriores a la celebración del matrimonio y siempre han estado
específicamente determinadas. Pero cuando se habla de causas del divorcio nos
damos cuenta que el orden jurídico las considera por la gravedad de la
convivencia (relación) normal de la pareja. Normalmente cuando se habla de
causas del divorcio se tiene en cuenta que alguno de los esposos tiene la culpa
por haberse producido la disolución y se tiene que tomar en cuenta que la acción
se da a quien no ha dado motivo en contra del responsable. Pero hay varias
causas para la disolución del divorcio, y algunas personas no se atreven a llevar
este proceso, las más propensas son las mujeres porque no se atreven de
separarse de un esposo violento inclusivamente son amenazadas y se quedan
calladas ante tal circunstancia, y entre otras causas están: existen
las enfermedades, vicios o conductas de violencia producidas por cualquiera de
los dos. Por la misma razón cuando hablamos de Divorcio nos referimos a un mal
necesario cuando ambos cónyuges han dejado de cumplir con los deberes y
derechos del matrimonio, haciendo imposible o en extremo difícil la vida
en común, se permite la ruptura del vínculo matrimonial.
Y así mismo al llevar este proceso se recabo informaciones a respecto del caso,
además se necesitó de herramientas públicas para poderlo llevar el proceso y el
objetivo de este estudio jurídico es saber y conocer todo lo referente al Divorcio
Voluntario.

2. PUNTOS DEL ESTUDIO JURÍDICO – DOCTRINARIO:

2.1 IDENTIFICACIÓN: No: 057-18

2.2 CASO CONCRETO:


JIMY UZIEL ALONZO ARÉVALO y YOMARA YANET SALAZAR ALVARADO,
llegaron a la oficina del bufete de la San Carlos, ubicado en Santa Cruz del
Quiché para solicitar asesoría, y secretaria les hiso saber sobre los requisitos
que con lleva un divorcio voluntario, y por lo mismo se me asignó éste presente
caso, ellos contrajeron matrimonio por la vía civil el cuatro de abril del año dos
mil doce, tal como lo acreditan con el Certificado de Matrimonio inscrito bajo el
número doscientos treinta y cinco expedido por el Registro Nacional de las
Personas del Municipio de Canilla, departamento de Quiché, de fecha veintiocho
de mayo del año dos mil dieciocho y Constituyen su domicilio conyugal en el
Municipio de Canilla departamento de Quiché.
Durante la vida matrimonial procrearon a una hija menor de edad de nombre
YASLIN YANET ALONZO SALAZAR, tal como lo acreditaron con el Certificado
de la Partida de Nacimiento de la menor. Los esposos no celebraron
capitulaciones matrimoniales; acogieron por ende al Régimen de Comunidad de
Gananciales y durante su matrimonio no adquirieron ningún bien, por lo que no
existe patrimonio conyugal que liquidar y por cuestiones que no vienen al caso
mencionar de común acuerdo se decidieron disolver su vínculo conyugal que los
une.
Para éste Divorcio voluntario insertaron el siguiente proyecto de convenio de
bases del divorcio a quien quedará confiados los hijos habidos en el matrimonio
pues la menor YASLIN YANET ALONZO SALAZAR, quedarán en poder de la
madre YOMARA YANET SALAZAR ALVARADO, pero el padre de la menor
podrá visitar y relacionarse con su hija menor de edad ilimitadamente en horas
hábiles, siempre y cuando no llegue bajo efectos de licor o algún tipo de drogas.
Y por cuenta de quién de los cónyuges deberán ser alimentado y educado la
menor de edad, pues el señor JIMY UZIEL ALONZO ARÉVALO, se comprometió
a pasar una pensión alimenticia a favor de la menor por la cantidad de
ochocientos quetzales mensuales, que va ser cancelados en los primeros cinco
días de cada mes, para lo cual yo como estudiante de derecho les brindé mi
asesoría jurídica y así mismo hacer el escrito y con la ayuda del Licenciado Carlos
Arturo de León de León que brindo informaciones a respecto de este proceso y
de las revisiones de mi escrito, para que sin ninguna inconveniencia se solicitó
al honorable juez la ruptura de este matrimonio. La pensión que deberá pagar
el marido a la mujer si está no tiene rentas propias que basten para cubrir sus
necesidades, pero la señora YOMARA YANET SALAZAR ALVARADO,
renunció a la pensión alimenticia que le corresponde en su calidad de cónyuge,
en virtud de contar con rentas propias para su subsistencia. Y con la ayuda de
Licenciado Carlos Arturo de León de León se les exigió una Garantía que se
preste para el cumplimiento de las obligaciones que por el presente convenio
contraigan los conyugues dicha garantía se presta de conformidad a lo que
estaba estipulado en el PRIMER TESTIMONIO de la escritura pública número
ochenta y cuatro, autorizado en el Municipio de Santa Cruz del Quiché
departamento de Quiché de fecha veinte de abril del año dos mil dieciocho, por
la notaria KARLA GUISELA NORIEGA y por medio de la cual el señor JIMY
UZIEL ALONZO ARÉVALO otorga CONTITUCION DE GARANTIA
HIPOTECARIA. Este proceso se presentó por medio de un escrito y todos sus
medios de pruebas el trece de julio de año dos mil dieciocho a las diez horas con
cinco minutos.

2.3 JUICIO:
Diligencias Voluntarias de Divorcio por Mutuo Consentimiento.
2.4 LEYES APLICABLES:
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA

Artículo 49. Matrimonio. El matrimonio podrá ser autorizado por los alcaldes,
concejales, notarios en ejercicio y ministros de culto facultados por la autoridad
administrativa correspondiente.

CÓDIGO CIVIL DECRETO106 DEL JEFE DE GOBIERNO DE LA


DE LA REPUBLICA

ARTICULO 78. El matrimonio es una institución social por la que un hombre y


una mujer se unen legalmente, con ánimo de permanencia y con el fin de vivir
juntos, procrear, alimentar y educar a sus hijos y auxiliarse entre sí.

ARTICULO 79. El matrimonio se funda en la igualdad de derechos y obligaciones


de ambos cónyuges, y en su celebración deben cumplirse todos los requisitos y
llenarse las formalidades que exige este Código para su validez.

DE LA SEPARACION Y DEL DIVORCIO

ARTICULO 153. EL matrimonio se modifica por la separación y se disuelve por


el divorcio.
SEPARACION Y DIVORCIO

ARTICULO 154. La separación de personas, así como el divorcio, podrán


declararse:

1. Por mutuo acuerdo de los cónyuges; y

2. Por voluntad de uno de ellos mediante causa determinada.

La separación o divorcio por mutuo acuerdo de los cónyuges, no podrá pedirse


sino después de un año, contado desde la fecha en que se celebró el matrimonio.

CAUSAS

ARTICULO 155. Son causas comunes para obtener la separación o el divorcio:

1º. La infidelidad de cualquiera de los cónyuges;

2º. Los malos tratamientos de obra, las riñas y disputas continuas, las
injurias graves y ofensas al honor y, en general, la conducta que haga
insoportable la vida en común;

3°. El atentado de uno de los cónyuges contra la vida del otro o de los hijos;

4°. La separación o abandono voluntarios de la casa conyugal o la ausencia


inmotivada, por más de un año;

5°. El hecho de que la mujer dé a luz durante el matrimonio, a un hijo


concebido antes de su celebración, siempre que el marido no haya
tenido conocimiento del embarazo, antes del matrimonio;

6°. La incitación del marido para prostituir a la mujer o corromper a los hijos;

7°. La negativa infundada de uno de los cónyuges a cumplir con el otro o con
los hijos comunes, los deberes de asistencia y alimentación a que está
legalmente obligado;

8°. La disipación de la hacienda doméstica;

9°. Los hábitos de juego o embriaguez, o el uso indebido y constante de


estupefacientes, cuando amenazaren causar la ruina de la familia o constituyan
un continuo motivo de desavenencia conyugal;

10. La denuncia de delito o acusación calumniosa hecha por un cónyuge


contra el otro;
11. La condena de uno de los cónyuges, en sentencia firme, por delito contra la
propiedad o por cualquier otro delito común que merezca pena mayor de cinco
años de prisión;

12. La enfermedad grave, incurable y contagiosa, perjudicial al otro cónyuge o a


la descendencia;

13. La impotencia absoluta o relativa para la procreación, siempre que por su


naturaleza sea incurable y posterior al matrimonio;

14. La enfermedad mental incurable de uno de los cónyuges, que sea


suficiente para declarar la interdicción; y

15. Asimismo, es causa para obtener el divorcio, la separación de personas


declarada en sentencia firme.

ARTICULO 156. Se presume voluntario el abandono e inmotivada la ausencia a


que se refiere el Inciso 4º del artículo anterior.

La acción podrá ser promovida por cualquiera de los cónyuges.

ARTICULO 157. No son causa de separación ni de divorcio, los actos de


infidelidad cometidos en connivencia o con el consentimiento del otro cónyuge, o
cuando después de consumados y conocidos por el otro, han continuado los
cónyuges conviviendo.

QUIEN PUEDE SOLICITAR LA SEPARACION O EL DIVORCIO


POR CAUSA DETERMINADA

ARTICULO 158. El divorcio y la separación sólo pueden solicitarse por el


cónyuge que no haya dado causa a él, y dentro de los seis meses siguientes al
día en que hayan llegado a su conocimiento los hechos en que se funde la
demanda.

EFECTO DE LA SEPARACION Y DEL DIVORCIO

ARTICULO 159. Son efectos civiles comunes de la separación y del divorcio, los
siguientes:

1°. La liquidación del patrimonio conyugal;

2°. El derecho de alimentos a favor del cónyuge inculpable, en su caso; y

3°. La suspensión o pérdida de la patria potestad, cuando la causal de


separación o divorcio la lleve consigo y haya petición expresa de parte
interesada.
ARTICULO 160. Son efectos propios de la separación, además de la
subsistencia del vínculo conyugal, los siguientes:

1°. El derecho del cónyuge inculpable, a la sucesión intestada del otro


cónyuge; y

2°. El derecho de la mujer de continuar usando el apellido del marido.

ARTICULO 161. Es efecto propio del divorcio la disolución del vínculo conyugal,
que deja a los cónyuges en libertad para contraer nuevo matrimonio.

PROTECCION A LA MUJER Y A LOS HIJOS

ARTICULO 162. Desde el momento en que sea presentada la solicitud de


separación o de divorcio, la mujer y los hijos quedarán bajo la protección de la
autoridad para seguridad de sus personas y de sus bienes, y se dictarán las
medidas urgentes que sean necesarias. Los hijos quedarán provisionalmente en
poder del cónyuge que determine el Juez, hasta que se resuelva en definitiva, a
no ser que causas graves obliguen a confiarlos a un tutor provisional.

MUTUO ACUERDO

ARTICULO 163. Si la separación o el divorcio se solicitaren por mutuo acuerdo,


los cónyuges deberán presentar un proyecto de convenio sobre los puntos
siguientes.

1°. A quién quedan confiados los hijos habidos en el matrimonio;

2°. Por cuenta de quién de los cónyuges deberán ser alimentados y


educados los hijos, y cuando esta obligación pese sobre ambos
cónyuges, en qué proporción contribuirá cada uno de ellos;

3°. Qué pensión deberá pagar el marido a la mujer si ésta no tiene rentas propias
que basten para cubrir sus necesidades; y

4°. Garantía que se preste para el cumplimiento de las obligaciones que por el
convenio contraigan los cónyuges.

OBLIGACION DEL JUEZ

ARTICULO 164. Para el efecto expresado en el artículo anterior, el juez, bajo su


responsabilidad, debe calificar la garantía, y si ésta, a su juicio, no fuere
suficiente, ordenará su ampliación, de manera que lo estipulado asegure
satisfactoriamente las obligaciones de los cónyuges.

ARTICULO 165. Si la separación o el divorcio se demandaran por causa


determinada, deberá el juez resolver las cuestiones a que se refiere el artículo
163; pero, tanto en este caso como en el de mutuo acuerdo, no podrá declararse
la separación o el divorcio mientras no estén suficientemente garantizadas la
alimentación y educación de los hijos.

A QUIEN SE CONFIAN LOS HIJOS

ARTICULO 166. Los padres podrán convenir a quién de ellos se confían los hijos;
pero el juez, por causas graves y motivadas, puede resolver en forma distinta,
tomando en cuenta el bienestar de los hijos. Podrá también el juez resolver sobre
la custodia y cuidado de los menores, con base en estudios o Informes de
trabajadores sociales o de organismos especializados en la protección de
menores. En todo caso, cuidará de que los padres puedan comunicarse
libremente con ellos.

OBLIGACION DE LOS PADRES SEPARADOS

ARTICULO 167. Cualesquiera que sean las estipulaciones del convenio o de la


decisión judicial, el padre y la madre quedan sujetos, en todo caso, a las
obligaciones que tienen para con sus hijos y conservan el derecho de
relacionarse con ellos y la obligación de vigilar su educación.

OBLIGACION DEL JUEZ RESPECTO DE LOS HIJOS

ARTICULO 168. En cualquier tiempo el juez podrá dictar, a pedido de uno de los
padres o de los parientes consanguíneos, o del Ministerio Público, las
providencias que considere beneficiosas para los hijos y que sean requeridas por
hechos nuevos.

PENSION A LA MUJER

ARTICULO 169. La mujer inculpable gozará de la pensión alimenticia a que se


refiere el Inciso 3º del artículo 163, la cual será fijada por el juez, si no lo hicieren
los cónyuges, teniendo en cuenta las posibilidades de quien debe prestarla y las
necesidades de quien ha de recibirla.

La mujer gozará de la pensión mientras observe buena conducta y no contraiga


nuevo matrimonio; y el marido inculpable tendrá el mismo derecho, sólo cuando
esté imposibilitado para dedicarse a trabajos que le proporcionen medio de
subsistencia y no contraiga nuevo matrimonio.

LIQUIDACION DEL PATRIMONIO CONYUGAL

ARTICULO 170. Al estar firme la sentencia que declare la insubsistencia o


nulidad del matrimonio, o la separación o el divorcio, se procederá a liquidar el
patrimonio conyugal en los términos prescritos por las capitulaciones, por la ley,
o por las convenciones que hubieren celebrado los cónyuges.

PERDIDA DEL APELLIDO

ARTICULO 171. La mujer divorciada no tiene derecho a usar el apellido del


marido.

EFECTOS

ARTICULO 172. Los efectos y consecuencias de la insubsistencia o de la nulidad


del matrimonio, así como los de la separación y del divorcio, se regirán, en cuanto
a las personas, por las leyes del país donde hayan sido decretadas.

“en base de esta norma jurídica que es el código civil, se dio auge a estos
artículos porque de ellos debemos entender a las diversas normativas que hacen
referencia a los derechos y obligaciones de las personas, regulando en este
sentido las relaciones que las mismas tienen, como asimismo las relaciones
existentes con los bienes patrimoniales. Ejemplos de esta circunstancia pueden
ofrecerlo el casamiento, la sucesión de bienes, etc. El derecho civil, por lo tanto,
se orienta a al hombre en tanto ser social y desde esta perspectiva debe
entenderse su importancia; dado lo expuesto, se considera al mismo como parte
del denominado derecho privado, derecho relativo a las personas y a las
relacionas que establecen entre sí”.

LEY DE TRIBUNALES DE FAMILIA DECRETO 106 DEL JEFE


DEL GOBIERNO DE LA REPUBLICA

Artículo 8: En las cuestiones sometidas a la jurisdicción privativa de los


tribunales de familia, rige el procedimiento del juicio oral que se rige en el Capítulo
II del Título II del Libro II del Código Procesal Civil y Mercantil. En las cuestiones
relacionadas con el derecho de alimentos, Los tribunales de familia emplearán
además el procedimiento regulado en Capítulo IV del Título II del Libro II del
Código Procesal Civil y Mercantil.
Artículo 10. El procedimiento en todos los asuntos sujetos a la jurisdicción de los
tribunales de familia debe ser actuado e impulsado de oficio, excepto los casos a
que se refiere el artículo anterior. La asesoría legal en las audiencias, sólo será
permitida cuando se preste personalmente por los abogados colegiados o por los
estudiantes de las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales de las
Universidades que funcionen legalmente en el país, que hayan aprobado los
cursos teóricos de Derecho Procesal Civil, encontrándose inscritos como
pasantes de los Bufetes Populares y en el ejercicio exclusivo de práctica
obligatoria, acreditando fehacientemente la calidad de pasante, mediante
credencial que se les expida y siempre que estén bajo la dirección y control de
las respectivas facultades. El asesoramiento de los estudiantes será gratuito,
“Son obligatorios estos artículos debido a que aquí se cimienta la vía para tramitar
el juicio oportuno para ventilar el derecho de alimentos que tiene que reconocer
a los menores de edad.
Y se está cimentando la acción y calidad legal que se le concede a los estudiantes
para poder encaminar un proceso ante un órgano jurisdiccional, y del cual valdrá
para fundamentar el actuar de los pasantes del bufete popular”.
LEY DE TIMBRE FORENSE Y NOTARIAL DECRETO 82-96 DEL
CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA
Artículo 1. Se crea un impuesto, que cubrirán los abogados y Notarios en
ejercicio de sus profesiones. Dicho impuesto se recaudará por medio de timbres
o estampillas específicas para el efecto, que se denominaran, según su clase y
objeto, Forense y Notarial.
Se exceptúan del impuesto a que se refiere esta ley, los contratos autorizados
por el Escribano de Gobierno y todas las actuaciones de asuntos tramitados ante
los bufetes populares de las universidades del país
Artículo 7. Quedan exceptuados de la obligación de cubrir los timbres creados
por esta ley, los Abogados y Notarios que actúen en el desempeño de sus
atribuciones como funcionarios públicos y devenguen sueldos del Estado, así
como los Abogados asesores de los bufetes populares de las universidades del
país.
No obstante lo anterior, todos los colegiados activos, tributen o no por medio de
los timbres a que se refiere esta ley, tendrán derecho a la prestación de gastos
de funerales, de conformidad con el reglamento respectivo. La Junta Directiva,
fijara en todos los casos la cuota mínima previa que deben cubrir los colegiados
participantes para gozar de las prestaciones establecidas. Para cubrir con las
obligaciones a que este artículo se contrae, la Junta Directiva deberá ordenar los
estudios actuariales correspondientes; cada vez que sea necesario.
“son forzosos estos artículos porque se asienta la exoneración de los impuestos
para presentar memoriales ante un juzgado de familia, debido a que se está
actuando y asesorando a personas de insuficientes recursos económicos y que
no puede pagar una cantidad pecuniaria para pagar un impuesto al estado por el
trámite de un memorial”.
2.5 CONSULTA DE AUTORES:

MATRIMONIO: Etimología y concepto. “Es un criterio casi general escribe Puig


Peña- hacer deducir la palabra matrimonio (y la latina matrimonium) de las voces
matris y munium (madre y carga o gravaven), dando a entender que por esta
institución se pone de relieve la carga, el cuidado, que la madre ha de tener sobre
sus hijos.1

Esta etimología quedó fijada por un texto de las Decrétales y por algún derecho
en particular, como nuestra legislación de Partidas. Las primeras, en efecto,
decía con frase feliz, que todo lo referente al matrimonio se proyecta sobre los
deberes y cargas maternas, pues el niño “es antes del parto, oneroso; doloroso
en el parto, y después del parto, gravoso”. Dicho autor, con otros civilistas, cree
que esta referencia a la madre como sujeto pasivo o único depositario de los
gravámenes y sinsabores de la institución no debe admitirse, pues el padre sufre
también, en otro orden de relaciones, los cuidados de la casa, no parece correcto
buscar una significación etimológica que hace referencia a cierto efectos que se
producen en la institución del matrimonio.2

Más escuetamente, y en cierta forma con otro sentido, se expresa que la palabra
matrimonio “tomó el nombre de las palabras latinas matris munium que significan
oficio de madre; y no se llama patrimonio, porque la madre contribuye más a la
formación y crianza de los hijos en el tiempo de la preñez y lactancia.

Castán, a propósito de las acepciones de la palabra matrimonio, dice: “Dos


acepciones tiene la palabra matrimonio, pues puede significar ya el vínculo o
estado conyugal, ya el acto por el cual se origina y constituye dicha relación”. Y
refiriéndose a la definición del matrimonio: “Para caracterizar y definir el
matrimonio como vínculo adoptase por los escritores fórmulas muy diversas de
sentido jurídico formal, de sentido jurídico formal, se fijan exclusivamente en la
nota de legalidad. El matrimonio es “el estado de dos personas, de sexo
diferente, cuya unión ha sido consagrada por la ley” (Baudry-Lacantinerie y
Hougues-Forcade). Las del segundo grupo, de sentido sociológico, giran
alrededor de la nota de permanencia. Así Westermarck, buscando un concepto
de índole histórico-sociológico, dice que “es el matrimonio una relación más o
menos duradera entre el hombre y la mujer, que se prolonga más allá del acto de
la reproducción hasta después del nacimiento de la progenitura”. Entre las del
tercer grupo o de tipo formalista, las hay que atienden a la finalidad estrictamente
sexual del matrimonio (Kant: “Unión de dos personas de diferente sexo para la
recíproca posesión de por vida de sus cualidades sexuales”), y otros más
aceptables, que atienden a la finalidad espiritual e integral. En este último
sentido, ya las definiciones de los juristas romanos señalaron la constitución de
una plena comunidad de la vida como finalidad jurídicamente reconocida del

1
Alfonso Brañas, Manual de Derecho Civil Libros I, II, III, Editorial Estudiantil Fénix, edición actualizada, págs. 123, 124.

2
Alfonso Brañas, Manual de Derecho Civil Libros I, II, III, Editorial Estudiantil Fénix, edición actualizada, págs. 123, 124.
matrimonio. Modernamente se inspiran en la misma idea Ahrens al considerar el
matrimonio como “la unión formada entre dos personas de sexo diferente con el
propósito de una comunidad perfecta e toda su vida moral, espiritual y física, y
de todas las relaciones que son su consecuencia”, y Kipp y Wolf, al definirlo como
“la unión de un hombre y de una mujer dirigida al establecimiento de una plena
comunidad de vida”. Todas estas definiciones recogen la idea moral del
matrimonio, propia de la civilización cristiana y moderna y que inspira las
legislaciones positivas. No faltan, por lo demás, definiciones mixtas. En realidad,
las tres notas aludidas de legalidad, permanencia y plenitud son otros tantos
aspectos parciales de la idea del matrimonio. Reuniéndolas podríamos definir
éste como la unión legal de un hombre y una mujer para la plena y perpetua
comunidad de existencia. Y si quisiéramos definirlo en su acepción de acto,
podríamos decir que el matrimonio es el acto solemne por medio del cual el
hombre y la mujer constituyen entre sí una unión legal para la plena y perpetua
comunidad de existencia”3.

MODIFICACIÓN Y DISOLUCIÓN DEL MATRIMONIO:

1. Generalidades. “Quedó expuesto que el ánimo de permanencia, con el


fin de vivir juntos, procrear, alimentar y educar a los hijos, y el auxiliarse entre sí,
caracterizan la unión de hombre y mujer por medio del matrimonio, al cual la
propia ley reconoce categoría de institución social. Indudablemente, la unión
matrimonial está formada a manera de procurar la mayor permanencia y
estabilidad de la unión, en tal forma que los preceptos que la rigen son de orden
público, en su gran mayoría, con aplicación en el ámbito del derecho privado,
pero, por su indicada naturaleza, no susceptibles de elusión o modificación por
la voluntad individual.

Sin embargo, la permanencia y la estabilidad del matrimonio no dependen de la


voluntad del legislador, quien fija las normas generales de observancia obligatoria
por parte de los cónyuges, pero no puede ir más allá: circunstancias de índole
personal, familiar o social, son determinantes del bien, o mal suceso de un
matrimonio que efectiva o aparentemente se celebró con ánimo de permanencia.
Puede suceder, y en efecto sucede, que la armonía conyugal desaparezca y de
paso a un franco o velado antagonismo entre los cónyuges, que, al acentuarse,
cree una situación insoportable para uno o para ambos; o bien, que
circunstancias determinadas impidan la consecución de importantes fines del
matrimonio.

3
Alfonso Brañas, Manual de Derecho Civil Libros I, II, III, Editorial Estudiantil Fénix, edición actualizada, págs. 123, 124.
Así, desde tiempos muy antiguos ha surgido el problema en cuanto a si el
matrimonio es o no indisoluble. Originalmente la solución sencilla: el matrimonio
podía disolverse, aún mediante el repudio de uno de los cónyuges. Después, y
en virtud de la influencia de las ideas cristianas sustentadas en principios de
orden moral que fueron contrapuestos a la desorganización que acusaba el
núcleo familiar, el divorcio es rechazado y admitida únicamente la separación de
cuerpos o divorcio relativo, que no implicaba la disolución del vínculo matrimonial-
Posteriormente, y en especial a raíz de las ideas dominantes que influyeron en
la revolución francesa, y por la clara tendencia de los legisladores a ocuparse de
la materia (en pugna, más o menos abierta, la autoridad estatal y la eclesiástica),
vuelve a ser manifiesto el problema de la disolubilidad o indisolubilidad del
matrimonio, resolviéndose en cada país según las ideas religiosas dominantes y
las condiciones sociales imperantes, sin perjuicio de que en muchos países,
sobre todo en aquellos que admiten la indisolubilidad del vínculo matrimonial, el
problema sigue latente y visible a través de discusiones doctrinales y
parlamentarias.

En términos generales, la discusión respecto a la conveniencia o inconveniencia


del divorcio (absoluto o vincular), gira en torno a las ideas religiosas sobre el
matrimonio y en torno a si la sociedad conyugal o institución social resultante del
mismo puede ser disuelta, considerándose su incidencia en importantes aspectos
morales que rigen el desarrollo de la sociedad.

El problema, sin embargo, y sin restar importancia a sus proyecciones sociales


en cuanto a la colectividad, tiene sobre todo singular relevancia para la familia en
si (Sic.), para cada familia que confronta la posibilidad de su desintegración, sea
por la vía de la de los cónyuges o por la del divorcio absoluto En (Sic.) uno u otro
caso (separación o divorcio), y en el supuesto más (Sic.) generalizado de haber
descendencia dentro del matrimonio, son los hijos quienes por lo regular de
improviso se ven obligados a afrontar difíciles situaciones surgidas en el seno de
su propia familia, sin estar preparados o sin que se les haya preparado para
comprenderlos en su real magnitud, lo cual se traduce en graves daños morales
resultantes de las desavenencias entre sus padres, cuyo conocimiento les llega
por senderos indirectos o violentamente cuando aquellos ya no pueden ocultarles
una realidad insoslayable, En (sic.) tal caso, difícilmente pueden los hijos
substraerse al duro impacto psicológico resultante de esa situación. Tampoco lo
podrán hacer si sencillamente los padres acuerdan separarse o divorciarse por
causas de menor trascendencia y de hecho el hogar queda disuelto, y que
súbitamente ven desaparecer el núcleo familiar que los sustentaba.
Ya quedó expuesto anteriormente que las disposiciones de la ley no pueden
resolver aquellos problemas que gravitan en la intimidad de cada familia, como
no sean en términos muy generales. Lo deseable, indudablemente, seria (sic.)
que los cónyuges, al confrontar situaciones que inclinen hacia la suspensión o
terminación de la vida en común, actuaran con la mayor comprensión y
ecuanimidad para evitar o reducir en lo posible las implicaciones del problema.
Naturalmente, en la práctica de esa solución es la más difícil de alcanzar, por
depender en gran medida de factores temperamentales y de educación” 4.

2. Separación de los cónyuges: “Denominada simplemente separación de


cuerpos o separación de personas, esta figura es definida por Planiol-Riper como
“el estado de dos esposos que han sido dispensados por los tribunales de la
obligación de vivir juntos”. Otros autores la denominan separación legal o
divorcio relativo. Su característica fundamental consiste en que, a pesar de traer
como -consecuencia la terminación de la vida en común, deja -vigente el vinculo
(sic.) matrimonial.

Su origen eclesiástico es expuesto por Planiol-Ripert, en los siguientes términos:


“La introducción del principio de la indisolubilidad del matrimonio se debe a la
Iglesia; esta luchó contra las leyes romanas y las costumbres germánicas que
autorizaban el divorcio y logró poco a poco obtener su supresión. Como no era
posible mantener ciertos hogares, profundamente desunidos, la Iglesia creó la
separación de cuerpos que no es otra cosa sino el divorcio antiguo disminuido en
sus efectos, y conservó la palabra misma de divorcio, pero indicando que se
reducía a una simple separación de habitación (divortium quoad torum et
mensum). Los esposos separados no podían volver a casarse; “manet enim
vinculum conjugale inter eos” Y agrega dichos autores franceses: “Otro cambio
se produjo. Mientras que el divorcio antiguo resultaba, de la sola voluntad de los
esposos, la separación tenía que ser pronunciada en justicia; la jurisdicción
competente era la de la Iglesia. Esta regla se fundaba sobre la necesidad de
comprobar la existencia de una causa suficiente de separación, y ha sido
mantenida en la legislación moderna del divorcio y de la separación de cuerpos,
con la variante de que la competencia corresponde a los tribunales civiles”.

La legislación civil de Guatemala, acogiendo esa variante, regula lo relativo a la


separación de los cónyuges permitiendo la materia a la competencia de los
tribunales específicos de orden común, desde la promulgación del código de
1877.

4
Alfonso Brañas, Ob. Cit., págs. 186, 187, 188.
Espín Canovas escribe que “la relación conyugal puede verse perturbada por
diversas anomalías, que impliquen o bien una mera suspensión de la vida común
de los cónyuges, o que lleguen incluso a producir la definitiva desaparición del
vínculo matrimonial” y que “en el primer caso se trata de la llamada separación
personal de los cónyuges o divorcio no vincular”

Debido a la denominación divorcio no vincular o relativo, y a que ciertas


legislaciones como la española, al regular el divorcio se refieren exclusivamente
a la separación de cuerpos, denominándola simplemente divorcio, la separación,
en su aspecto doctrinario, es estudiada como una clase de divorcio.”5

3. El divorcio. “Para mayor claridad e insistiendo en el tema conviene hacer


desde un principio la necesaria distinción entre divorcio y separación, precisando
los conceptos de ambas figuras, tal como lo hacen Planiol-Ripert, quienes a ese
respecto escriben: “El divorcio es la disolución en vida de los esposos, de un
matrimonio válido. La separación de cuerpos es el estado de dos esposos que
han sido dispensados por los tribunales de la obligación de vivir juntos; difiere del
divorcio solamente en que los lazos del matrimonio se debilitan sin romperse, y
suprimiendo la obligación relativa a la vida en común. El divorcio y la separación
de cuerpos no pueden tenerse más que por una sentencia judicial y por las
causas determinadas por la ley” Esta cita resulta oportuna en virtud de los
conceptos que contiene son aplicables a las figuras del divorcio y de la
separación de cuerpos, tal como las regula el código civil, (Sic.)

El tema del divorcio, como el del matrimonio, y por las mismas razones, ha estado
desde hace mucho tiempo ligado a dos criterios radicalmente distintos: el
eclesiástico y el estatal. Según el primero, sólo es aceptable el denominado
divorcio no vincular o relativo (separación de personas) dado que el matrimonio
es indisoluble, como no sea por la muerte de un (Sic.) de los cónyuges o por
razones especialísimas determinadas y apreciadas por la Iglesia; la cual, en
última instancia, ha visto con agrado que la legislación civil acepte esa forma de
divorcio, y nada más. Según criterio estatal generalizado, es recomendable, y no
existe razón valedera en contra, que un matrimonio pueda disolverse si no se
alcanzaron las finalidades del mismo, Puede (Sic.) hablarse, entonces, de dos
tendencias: una desfavorable al divorcio absoluto, y la otra favorable al mismo.

El divorcio propiamente dicho, o divorcio absoluto o vincular, produce la


disolución del vínculo matrimonial, o sea, del matrimonio, lo cual supone
necesariamente que los cónyuges estén vivos, y en todo caso que el matrimonio
sea válido; si no es válido, se le impugnará por insubsistencia o por nulidad, sin

5
Alfonso Brañas, Ob. Cit., págs. 188 a 189.
perderse de vista en este último caso que por quedar la petición de nulidad a
criterio de la parte agraviada, puede muy bien demandarse el divorcio y no la
nulidad de un matrimonio inicialmente viciado en tal sentido.

En la legislación de Guatemala, el divorcio ha tenido variantes claramente


deslindables. Durante el gobierno del doctor Mariano Gálvez, fue emitido el
decreto legislativo de fecha 19 de agosto de 1837, que admitió el divorcio como
una de las formas de disolución del vínculo matrimonial, o sea el divorcio vincular,
en sus dos formas: divorcio por mutuo consentimiento y divorcio por causa
determinada, disponiendo que los esposos que se divorcien por cualquier causa
no podían ya reunirse ni ser reconocidos en ningún concepto como tales esposos,
más podía verificarse en sí un segundo matrimonio, pasado un año de
pronunciado el divorcio.

Durante el gobierno del general Justo Rufino Barrios, fue abandonada esa
postura sobre la materia objeto de estudio, El (sic.) código civil de 1877 dispone
que divorcio es la separación de los casados, quedando subsistente el vínculo
matrimonial (Art. 165). A ese respecto conviene recordar lo opinado por la
comisión codificadora: “El Art. 165 declara: que es divorcio la separación de los
casados, quedando subsistente el vínculo matrimonial. El 169, reconociendo lo
que actualmente existe en práctica dice que la sentencia emanará de la autoridad
eclesiástica. Pero el divorcio produce efectos civiles y canónicos. Todo lo que
es civil se reglamentó” El concepto de divorcio estaba acorde con el concepto
de matrimonio: un contrato civil solemne, por el cual un hombre y una mujer se
unen indisolublemente, según lo disponía dicho código. Resulta evidente que el
legislador de esa época actuó con suma prudencia al tratar el tema del divorcio,
de por si tan difícil, “reconociendo lo que actualmente existe en práctica”, como
dijo la comisión redactora del proyecto de código, o, lo que es lo mismo,
reconociendo la influencia de las ideas religiosas imperantes y determinantes en
las normas sociales que en todo tiempo influyen en la concepción del matrimonio
y del divorcio.

Un cambio radical del criterio se manifiesta en el decreto gubernativo número


484, promulgado el 12 de febrero de 1894, cuando gobernaba el país el general
José María Reina Barrios, el cual contiene la ley de divorcio, basándose en que
según la ley el matrimonio es un contrato civil, y que por lo tanto una de sus
consecuencias es indudablemente la disolubilidad del vínculo legal, pues no
siendo el matrimonio obra de la naturaleza sino del mutuo consentimiento de las
partes, debe considerarse destruido desde que faltan los motivos o causas
fundamentales que hicieron contraerlo; esa ley autorizó el divorcio, reconociendo:
la separación de los cónyuges y el divorcio propiamente dicho, ya por mutuo
consentimiento, ya por causa determinada. Disponía el artículo 1°.: La ley
autoriza, no sólo la separación de los cónyuges, quedando subsistente el vínculo
matrimonial, sino también el divorcio, en virtud del cual queda disuelto ese
vínculo, Y (sic.) el artículo 2°.: El matrimonio se disuelve: 1°. Por el mutuo
consentimiento de los cónyuges; y, 2°. Por voluntad de uno de ellos, con causa
determinada.

Con algunas variantes, los códigos de 1933 y el vigente mantienen el mismo


criterio en cuanto al divorcio, reconociendo la separación de personas, con
efectos modificativos del matrimonio, y el divorcio por mutuo acuerdo o por
voluntad de los cónyuges mediante causa determinada, con efectos disolutivos
del vínculo matrimonial.”6

4. Regulación del divorcio en el código vigente. “El artículo 153 dispone que
el matrimonio se modifica por la separación y se disuelve por el divorcio. El
artículo 154, que la separación de personas, así como el divorcio, podrán
declararse: por mutuo acuerdo de los cónyuges, y por voluntad de uno de ellos
mediante causa determinada. Como quedó expuesto, la legislación vigente
acepta en forma expresa la separación de personas (o divorcio no vincular o
relativo) y el divorcio propiamente dicho (o absoluto o vincular).

El divorcio propiamente dicho, absoluto o vincular, tiene como efecto propio,


determinante de su naturaleza, el de disolver el vínculo conyugal, dejando a los
cónyuges en libertad para contraer nuevo matrimonio, principio aceptado por el
artículo 161 del código.”7

A. Divorcio por mutuo acuerdo: “Tanto como se debate en la doctrina si es


conveniente aceptar el divorcio absoluto, se discute, aun entre los partidarios del
mismo, si conviene dejar al acuerdo de los cónyuges la disolución del vínculo
matrimonial a través del divorcio por mutuo acuerdo, o por mutuo consentimiento
o voluntario, como también se le denomina, (sic.)

Es una figura regulada en pocos países, Guatemala entre ellos. “En realidad -
escribe Rojina Villegas-, la idea del divorcio voluntario que parte del Código
francés, se debe a Bonaparte, quien logró imponerla, no obstante la opinión
contraria de quienes intervinieron en la redacción del Código que lleva su nombre,
Napoleón tenía gran interés en mantener el divorcio voluntario en parte por la
posibilidad de que Josefina no le diese hijos, y también porque pensaba que el
divorcio voluntario constituye una forma conveniente de ocultar causas muy

6
Alfonso Brañas, Ob. Cit., págs. 191 a 193.
7
Alfonso Brañas, Ob. Cit., págs. 193 a 194.
graves; causas que pueden ser escandalosas, que pueden originar la deshonra,
el desprestigio, el descrédito de uno de los cónyuges” (sic.)

Dispone el código que la separación o divorcio (debió decir o el divorcio) por


mutuo acuerdo de los cónyuges, no podrá pedirse sino después de un año,
contado desde la fecha en que se celebró el matrimonio (Art. 154). La razón de
este precepto puede encontrarse también en el propósito del legislador de evitar
la posibilidad de la celebración de matrimonios simulados que podrían inmediata
y fácilmente disolverse mediante el trámite de un divorcio voluntario.

El artículo 163 preceptúa que si la separación o el divorcio se solicitaren por


mutuo acuerdo, los cónyuges deberán presentar un proyecto de convenio sobre
los puntos siguientes: “1º., a quien quedan confiados los hijos habidos en el
matrimonio; 2º., por cuenta de quién de los cónyuges deberán ser alimentados y
educados los hijos, y cuando esta obligación pese sobre ambos cónyuges. (Sic.)
en qué proporción contribuirá cada uno de ellos; 3º,, (Sic.) qué pensión deberá
pagar el marido a la mujer si ésta no tiene rentas propias que basten para cubrir
sus necesidades; y 4º., garantía que se preste para el cumplimiento de las
obligaciones que por convenio contraigan los cónyuges. Conforme el artículo
164, es al juez a quien corresponde, bajo su responsabilidad, calificar la garantía
y, en su caso, ordenar la ampliación de la misma a efecto de que lo estipulado
asegure satisfactoriamente las obligaciones de los cónyuges. En todo caso,
dispone el artículo 165, no podrá declararse el divorcio mientras no estén
suficientemente garantizadas la alimentación y educación de los hijos.

Es indudable que las disposiciones legales referidas tienden a que sea


garantizada en la mejor forma la situación de las personas afectadas
directamente por la disolución del matrimonio. Si bien del inciso 3º del artículo
163 se infiere que es el marido quien debe pagar pensión a la mujer, ello no obsta
que si aquél, conforme a lo dispuesto en el artículo 111, estuviere imposibilitado
para trabajar y careciere de bienes propios, puede ser quien reciba la pensión,
dao que el inciso 4º, del artículo 163 se refiere al cumplimiento de las obligaciones
que por el convenio contraigan los cónyuges, o sea que tal convenio no
necesariamente debe circunscribirse a las disposiciones de dicho precepto, en lo
que no contraríen el espíritu del mismo.

El código hace énfasis en la situación de los hijos. Aun en contra de lo convenido


por los padres, el juez, por causas graves y motivadas, puede resolver en forma
distinta, tomando en cuenta el bienestar de los hijos, a cuyo efecto puede basarse
en estudios o informes de trabajadores sociales o de organismos especializados
en la protección de menores; sin perjuicio de que los padres puedan comunicarse
libremente con ellos, con los hijos (Véase Art. 166).”8

B. Divorcio por causa determinada. “Es el típico divorcio absoluto o vincular,


no en lo que se refiere a sus efectos, idénticos a los del divorcio voluntario o por
mutuo acuerdo, sino en cuanto constituye precisamente la forma admitida por las
legislaciones que no aceptan el divorcio por mutuo consentimiento. La disolución
del vínculo matrimonial no queda al acuerdo de los cónyuges: es necesario que
uno de éstos invoque alguna o algunas de las causas que la ley ha fijado
previamente como únicas razones para demandar la disolución del matrimonio.

El código civil admite numerosas causas para obtener el divorcio, quince en total,
o sea una menos que el código de 1933.”9 Dichas causas conforme al artículo
155, son las siguientes:

1. La infidelidad de cualquiera de los cónyuges.


2. Los malos tratamientos de obra, las riñas y disputas continuas, las injurias
graves, ofensas al honor, y en general, la conducta que haga insoportable la
vida en común.
3. El atentado de uno de los cónyuges contra la vida del otro o de los hijos.
4. La separación o abandono voluntario de la casa conyugal o la ausencia
inmotivada, por más de un año.
5. El hecho de que la mujer dé a luz durante el matrimonio, a un hijo concebido
antes de su celebración, siempre que el marido no haya tenido conocimiento
del embarazo antes del matrimonio.
6. La incitación del marido.

2.6 ESQUEMAS:

JUICIO VOLUNTARIO DE DIVORCIO

8
Alfonso Brañas, Ob. Cit., págs. 194 a 195.
9
Alfonso Brañas, Ob. Cit., págs. 195 a 196.
PRESUPUESTOS
PRESUPUESTOS PROCESALES PRESUPUESTOS FORMALES
SUSTANTIVOS
Que existe un Solicitud inicial ante el juez del Deberá presentarse por escrito
matrimonio legalmente domicilio conyugal (CPCYM, Art. 403).
válido (no insubsistente
y no anulable). Deberá reunir los requisitos de
toda primera solicitud contenidos
Deberán los cónyuges presentar un en el artículo 61 del Código
proyecto de convenio de divorcio. Procesal Civil y Mercantil.
Que exista (CC, Art. 163).
consentimiento entre Deberán adjuntarse los siguientes
ambos cónyuges sobre Este también podrá presentarse en la documentos:
la decisión de junta conciliatoria. (CPCYM, Art. 429)
divorciarse. - certificaciones de la partida de
matrimonio y del nacimiento de
los hijos procreados, y de
defunción de los hijos fallecidos.
Que haya transcurrido
un año contado desde - Testimonio de la escritura de
la fecha en que se capitulaciones matrimoniales.
celebró el matrimonio.
- Relación de los bienes
adquiridos durante el
matrimonio.

El proyecto de convenio contendrá:

- A quién quedan confiados los hijos

- Por cuenta de quien deberán ser


alimentados los hijos

- Qué pensión deberá pagar el


marido a la mujer

- Garantías para el cumplimiento del


convenio.
Primera resolución  Si la demanda reúne los requisitos,
el juez mediante decreto:
- al día siguiente de recibida la
solicitud- (LOJ, Art. 142) - Admite para su trámite

- El juez podrá decretar la


suspensión de la vida en común.

- Determinará provisionalmente a
quien quedarán confiados los
hijos.
PRESUPUESTOS
PRESUPUESTOS PROCESALES PRESUPUESTOS FORMALES
SUSTANTIVOS
- Podrá decretar las medidas
pertinentes para la protección de
los hijos.

- Citará a las partes a una junta


conciliatoria (dentro del término
de 8 días)

 Si no reúne los requisitos, el juez


mediante decreto rechazará de
oficio la demanda. (CPCYM, Art.
109)

 El secretario rechazará la demanda


presentada si no se acompañan las
copias de ley. (CPCYM, Art. 29, 63)
Notificación - Debe notificarse personalmente
(CPCYM, Art. 66 y 67)
Dentro de las 24 horas siguientes de
dictada la resolución.

(CPCYM, Art. 69)


Junta Conciliatoria - Las partes deberán comparecer
personalmente acompañadas por
-dentro del término de 8 días- diferente abogado.

(CPCYM, Art. 428) - Ratificación de la solicitud.

- El juez hará reflexiones para que


continúen la vida conyugal. Si los
cónyuges se avinieres se declarará
el sobreseimiento.

- En la junta podrá presentarse el


proyecto de convenio.
Aprobación del Convenio - El juez aprobará el convenio se
estuviere arreglado a la ley
(CPCYM, Art. 430)
- Dispondrá que se otorguen las
escrituras correspondientes si
procediere
Sentencia de Divorcio - Nombre completo, razón social o
denominación y domicilio de los
- dentro de los 8 días- litigantes; en su caso, de las
personas que los hubieren
(CPCYM, Art. 431) representado; y el nombre de los
abogados de cada parte.
PRESUPUESTOS
PRESUPUESTOS PROCESALES PRESUPUESTOS FORMALES
SUSTANTIVOS
- Clase y tipo de proceso, y el objeto
sobre el que versó, en relación a los
hechos.

- Resúmenes sobre el memorial de


demanda, su contestación, la
reconvención, las excepciones
interpuestas y los hechos que se
hubieren sujetado a prueba.

- Las consideraciones de derecho,


las doctrinas fundamentales de
derecho y principios aplicables y se
analizarán las leyes en que se
apoyen los razonamientos.

- La parte resolutiva que contendrá


las decisiones expresas y precisas
congruentes con el objeto del
proceso.

2.7 BIBLIOGRAFIA:
a) TESIS UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES, ANÁLISIS
JURÍDICO DE LA CORRECTA APLICACIÓN DEL PROCEDIMIENTO
ESPECIAL DEL INCIDENTE REGULADO EN EL ARTÍCULO 207 DEL
CÓDIGO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL, EN EL TRÁMITE DEL
AUMENTO O REDUCCIÓN DE LA PENSIÓN PROVISIONAL, EN EL
JUICIO ORAL DE FIJACIÓN DE PENSIÓN ALIMENTICIA MIRIAM
ELIZABETH CAMEY PÉREZ.
b) De la obra CABANELLAS, Guillermo. Diccionario enciclopédico de
derecho usual. 1 al 5t.; Argentina: Ed. Heliasta, 1981:
c) Gordillo Galindo, Mario Estuardo de la obra GORDILLO GALINDO,
Mario Estuardo. El derecho a alimentos o la obligación alimenticia su
regulación en la legislación guatemalteca y el proceso específico para
su fijación y posterior ejecución. (s.l.i.) (s.e) Guatemala octubre de
1985:
d) . CABANELLAS, Guillermo. Diccionario enciclopédico de derecho
usual. 1 al 5t.; Argentina: Ed. Heliasta, 1981.
LEYES
e) Código Procesal Civil Y Mercantil Decreto Ley Número 107.
f) Código Civil Decreto Ley Número 106.
g) Ley de Tribunales de Familia Decreto Ley 206.
h) Ley de Timbre Forense y Timbre Notarial Decreto Número 82-96

2.8 DATOS FINALES:


SALOMON ALVARADO LOPEZ,
CARNÉ: 201242680 DPI: 1415 1970 20712 1415
Santa Cruz del Quiché 21 de agosto de 2018.

F____________________________
SALOMON ALVARADO LOPEZ
3. ANÁLISIS PERSONAL AL CONCLUIR EL JUICIO

En este estudio se hace una breve relación acerca del matrimonio y su naturaleza
jurídica, por haberse considerado en este trabajo que sin ella no puede hablarse
de divorcio.

Por lo regular cuando se habla de divorcio por mutuo consentimiento nos damos
cuenta que aquí debe de establecerse el convenio a la cual llegarán los esposos
con respecto a la guarda y custodia, alimentación de los hijos si los hubiera dentro
del vínculo matrimonial y así poder dejar protegidos a los hijos mientras llegan a
la mayoría de edad.

El interés de la realización del tema de Divorcio por Mutuo Consentimiento fue el


de hacer una exposición sobre los problemas del divorcio, la conveniencia y el
peligro que presenta el uso exagerado del mismo y, en segundo lugar, hacer un
breve estudio sobre las innovaciones introducidas en los actuales Códigos Civil
y Procesal Civil y Mercantil respecto del divorcio. Todo ello a favor de los
principios de Economía Sencillez y Concentración procesal sin descuidar la
seguridad de la Familia.

El objetivo de este trabajo es saber y conocer todo lo referente al Divorcio


Voluntario ya que como podemos ver es algo muy importante que debemos tener
en cuenta para llevar a cabo nuestros conocimientos y poder aplicarlos en un
mañana. Y algo muy relevante que tiene el divorcio voluntario en este caso es la
realización de su procedimiento ya que aquí se cumplió con todo el convenio
requerido por las partes como lo es la alimentación y guarda y custodia de la
menor.
Porque es este tipo de divorcio en el que interviene la voluntad de ambos
cónyuges para disolver el vínculo matrimonial. En este tipo de divorcio son los
propios cónyuges quienes fijan las bases del divorcio, en el divorcio por mutuo
acuerdo el juez únicamente velará para que no se viole la ley.

En este proceso que se logró llevar ante el órgano jurisdiccional, en primer lugar
se presenta la demanda y se adjunta la certificación de matrimonio así como las
certificaciones de nacimiento de los menores hijos y constancia de ingresos del
cónyuge obligado a otorgar pensión alimenticia. Luego el juez le da trámite y
señala día y hora para la celebración de una junta conciliatoria, a esta audiencia
deben comparecer los cónyuges acompañados con sus respectivos abogados,
si no existe conciliación los cónyuges ratifican la demanda y el proyecto de
divorcio, y el juez dicta sentencia en el plazo de 8 días, según las normas
jurídicas, pero esto casi no se cumple, y la certificación de la sentencia debe ser
inscrita en el Registro Nacional de las Personas correspondiente para la
cancelación de la partida de matrimonio.

En estos casos de divorcio se presente un problema de mayor categoría a


respecto la obligación que contraen los cónyuges en la celebración del convenio
que presentan en proyecto al tribunal, cabe analizar el punto que se refiere a la
“Garantía que se presente para el cumplimiento de las obligaciones que por el
convenio contraigan los cónyuges” (Art. 429, inciso 4º. Del Código Procesal Civil
y Mercantil y 163 inciso 4º. Del Código Civil). De la garantía para el cumplimiento
de las obligaciones del convenio de que habla la ley, la más importante, si no la
única, es la que se refiera la obligación de prestar alimentos tanto a los hijos
menores de edad y al otro cónyuge con derecho a ella, prestada por el cónyuge
a cuyo cargo corre esta obligación. La ley no especifica en su totalidad la clase
de garantía que debe presentarse al Tribunal, como no podría hacerlo, dado que
la situación económica de cada persona u hogar varía desde la abundancia de
un matrimonio pudiente hasta la miseria de uno pobre; de tal manera que la
garantía puede ser de varias clases al establecer el artículo 292 del Código Civil,
que el obligado a dar alimentos deberá garantizar suficientemente la cumplida
prestación de ellos, con hipoteca, fianza u otras seguridades, a juicio del juez.
Las principales consisten en: garantía hipotecaria, que es la más segura, pero no
siempre la más adecuada, pudiéndose dar el caso que se garantice con una finca
no cultivable o no cultivada y el obligado al faltar al cumplimiento de su obligación,
la acción recaería sobre la finca que a la postre no dará fruto inmediato, sólo
quedará la alternativa de vender y con su producto obtener el alimento que
necesitan los alimentistas, mientras el hambre llega antes de obtener el producto.
Lo mismo puede suceder con la garantía prendaría. La otra garantía sugerida
por la Ley, es la fianza, que consiste en que una persona se compromete a
responder por las obligaciones de otra. En este caso, cuando el obligado no tiene
con que garantizar su obligación porque no posee bienes inmuebles, muebles ni
ingreso alguno, o teniendo esos bienes, no sean suficientes para cubrir su
obligación contraída, puede otra persona coadyuvar en el cumplimiento de ella.
El fiador supuestamente tiene que estar en mejor condición económica, aun
cuando la ley no la exige así; en la práctica así se acostumbra, especialmente en
el campo del comercio. Esta garantía puede resultar como garantía hipotecaria
o prendaría si se presente el caso de tener que rematar algún bien para hacerse
pago con su producto; si el deudor o el fiador devenga algún sueldo o tiene un
ingreso en efectivo permanentemente, la acción del alimentista puede tener un
resultado inmediato, porque la garantía en este caso responde en forma
adecuada. Al hablar la ley de “Otras seguridades, a juicio del Juez”, da la pauta
para cualquier clase de garantía, con tal que ofrezca una seguridad de que el
obligado responderá al cumplimiento de su obligación, de acuerdo a las
circunstancias personales y pecuniarias tanto del alimentante como de los
alimentistas. De esta cuenta se ha aceptado en la mayoría de los casos en los
Tribunales de Familia, la CONSTANCIA del sueldo que devenga el alimentante;
como puede verse no es ninguna de las garantías nominadas a que se ha hecho
referencia, ya que es la más práctica e inmediata, sin embargo existe el riesgo
de que el obligado sea despedido donde labora o que intencionalmente dé causa
de despido para evadir su obligación, resulta la menos segura, porque entonces
no habría ninguna posibilidad posterior de que los alimentos sean prestados en
forma eficiente y segura. Al ser entrevistados algunos jueces de Familia han
coincidido que en la práctica se acepta toda clase de garantía dada la facultad
que el Juez tiene en este aspecto y basado en el precepto legal que dice.

En casos en que los obligados no tienen bienes ni ingresos sobre los cuales se
pueda garantizar los alimentos de los menores, habrá que pensar en otro sistema
de garantía que avale plenamente los alimentos. Ya que la obligación a
garantizar suficientemente la pensión alimenticia de los hijos cuando lo haya y de
la mujer cuando lo necesite y estas disposiciones van encaminadas a garantizar
la seguridad de la familia como fin último. La ley no lo dice expresamente, sin
embargo se ve que el espíritu de la misma es ese, porque tanto el divorcio por
mutuo acuerdo como por causal determinada, obligan que al aprobar el convenio
donde están las bases del divorcio, que las garantías propuestas sean suficientes
y el juez dictará la sentencia al cumplir con este requisito, de manera que se
puede decir que las disposiciones legales no son arbitrarias, sino que tiene su
base filosófica y objetiva específico.

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