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TRASTORNOS DEL ÁNIMO

Los trastornos del ánimo se definen como una serie de enfermedades relacionadas con
fluctuaciones en los estados anímicos de las personas que las llevan a ser incapaces de
realizar sus actividades cotidianas de forma normal, ya que incluyen una serie de
síntomas que se manifiestan con grados variables de depresión, euforia o irritabilidad y
se asocian a un significativo deterioro físico y de relaciones sociales. Se manifiestan a
nivel de emociones (sentimientos o sensaciones subjetivas), en la conducta (actitudes o
formas de actuar en la vida cotidiana) y producen alteraciones en el funcionamiento
neurovegetativo (funciones y ritmos biológicos básicos).
Los trastornos del ánimo se dividen en:

a) Trastorno depresivo (mayor y distímico)

Trastorno depresivo mayor


Este cuadro se El Episodio Depresivo se diagnostica según los siguientes síntomas:
 Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi todos los días
(sentimiento de tristeza).
 Disminución importante del interés o de la capacidad para el placer (disfrutar la
vida) en todas o casi todas las actividades
 Pérdida importante de peso o aumento significativo de peso (cambio de más del
5% del peso corporal en un mes), disminución o aumento del apetito.
 Insomnio o hipersomnia (sueño durante el día).
 Agitación o enlentecimiento psicomotores.
 Fatiga o pérdida de la energía.
 Sentimientos de inutilidad o culpa excesivos.
 Disminución de la autoestima y de la confianza en si mismo.
 Disminución de la capacidad para pensar, tomar decisiones o concentrarse.
 Visión pesimista, poco promisoria del futuro.
 Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación
suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan
específico para suicidarse.

Trastorno depresivo menor o distímico

El trastorno depresivo menor o distímico se diagnostica por la presencia de dos o más


de los siguientes síntomas:

 Pérdida o aumento de apetito


 Insomnio o hipersomnia
 Falta de energía o fatiga
 Baja autoestima
 Dificultades para concentrarse o para tomar decisiones
 Sentimientos de desesperanza
El trastorno distímico, es un tipo de trastorno afectivo o del estado de ánimo que a
menudo se parece a una forma de depresión grave menos severa, pero más crónica. A
diferencia de la depresión mayor, éste tiene más que ver con los trastornos de la
personalidad y los síntomas en la distímia poseen menor intensidad, y se caracteriza por
ser una depresión más leve y persistente, aproximadamente 2 años, por lo tanto no
imposibilitan al sujeto de realizar sus actividades, sin embargo existen tratamientos
farmacológicos.

ANATOMIA AFECTADA EN LOS TRASTORNOS DEPRESIVOS

Alteración a nivel Neuroendocrino.

Los trastornos depresivos se manifiestan a nivel biológico por una alteración del
hipotálamo, que comienza a producir grandes cantidades de corticotropina (ACTH), a
nivel de la hipófisis, que induce, a través de señales estimulantes al hipotálamo, un
aumento de la secreción de cortisol por la corteza suprarrenal. En los casos de
depresión se altera el ciclo circadiano normal de secreción de cortisol, que por lo común
alcanza un pick máximo a las 8:00 AM, siendo menor en la tarde y en la madrugada,
excretando grandes cantidades de cortisol a lo largo de todo el día, incluso al dormir.

El aumento de la secreción de cortisol es el resultado final de la hipersecreción de la


hormona liberadora de corticotropina (CRH) en el hipotálamo. La CRH aumenta los
niveles de ACTH, con los efectos antes mencionados. Los niveles de CRH se relacionan
con la depresión, pues la liberación de esta hormona es estimulada por la noradrenalina
y la acetilcolina.

Se suman al efecto neuroendocrino recién descrito, las alteraciones al sistema


inmunológico subyacentes a los estados depresivos. El sistema inmunológico activa una
serie de procesos que reconocen y reaccionan frente a sustancias extrañas por parte de
un ser vivo. Se produce una alteración del eje Hipotálamo-Hipófisis- glándula
Suprarrenal, mediada por mensajeros químicos, llamados citoquinas, secretados por el
sistema inmunológico, entre ellos se encuentran los linfocitos, las células T, las células
B, los monocitos y macrófagos. Estos actúan sobre la hormona CRH (liberadora de
ACTH), o bloqueando los receptores de glucocorticoides.

Alteración a nivel Neuroquímico.

Las citoquinas, pueden alterar los neurotransmisores en múltiples regiones del cerebro,
debido a que reduce la disponibilidad de L-triptófano, disminuyendo así la cantidad de
serotonina en el SNC.

El neurotransmisor más implicado en las fluctuaciones de los estados de ánimo es la


serotonina, ubicada a nivel del tallo encefálico, principalmente en los núcleos del rafe.
Cuyos axones se proyectan hacia la corteza cerebral.
La serotonina, cuyo precursor es el aminoácido L-triptófano, se produce en el sistema
nervioso central y en la periferia: médula suprarrenal, intestino, plaquetas y también en
linfocitos, como se ha demostrado recientemente Presenta diversidad de funciones en
los sistemas nerviosos central y periférico.

El Triptófano, por acción de la enzima triptófano hidroxilasa, se transforma en 5-


Hidroxitriptófano y luego éste, por acción de la 5- hidroxitriptófano (5-HTP)
descarboxilasa, se transforma en serotonina, la cual es almacenada en vesículas
presinápticas.

Estructuras implicadas en los cuadros depresivos

Se cree que en los cuadros depresivos existe una alteración en el cuerpo calloso y la
corteza prefrontal, que se encuentra conectada con regiones involucradas en la conducta
y emociones (sistema límbico y sistemas noradrenérgicos, serotoninérgicos y
dopaminérgicos del tronco encefálico), ya que se ha observado una disminución de la
actividad en estas áreas, relacionada con una disminución del volumen de la sustancia
gris en estas zonas, produciendo muerte neuronal.

TRATAMIENTOS DE TRASTORNOS DEPRESIVOS

Para el tratamiento de los trastornos depresivos se utilizan inhibidores de la enzima


monoaminoxidasa (MAO), que se encarga de degradar la serotonina y noradrenalina, ya
que los estados de animo depresivos, y las fluctuaciones de animo que conllevan se
asocian a una disminución de la concentración de estos neurotransmisores a nivel
cerebral, por lo tanto es necesario para estos pacientes que se inhiba la acción de la
enzima degradante MAO, mediante la utilización de isoniazida.

También existen antidepresivos llamados tricíclicos, que actúan bloqueando la


recaptación de serotonina y noradrenalina por las neuronas presináptica, provocando de
esta forma que estos actúen prolongando la acción de los neurotransmisores en el
espacio ínter sináptico.

El tercer grupo de antidepresivos eficaces son los inhibidores de la recaptación de


serotonina (ISRS), los cuales afectan sólo la serotonina y no a la noradrenalina.

En términos generales el tratamiento de los trastornos depresivos se basa en la


inhibición de la recaptación de serotonina y el impedimento de su degradación.

Tratamiento Psicológico Depresión, Cognitivo Conductual.

Los trastornos emocionales provocan una alteración al momento de procesar la


información, de este modo el individuo percibe negativamente el ambiente y los
acontecimientos que ocurren a su alrededor. Los objetivos de este tratamiento se basan
en que el paciente logre evaluar su realidad de forma objetiva, observe sus debilidades y
tome conciencia del estado conductual en el que se encuentra, pueda someterse a la
interacción con otras personas y a la resolución de problemas por sí mismo. En las
primeras etapas del tratamiento, se ocupan técnicas conductuales con el paciente, a fin
de que recupere el funcionamiento y desplante que poseía antes de caer en depresión.
Posteriormente, y luego de haber conseguido el resultado esperado, se va utilizando un
mayor número de técnicas cognitivas, con el fin de desarrollar un razonamiento
abstracto y la organización cognitiva de paciente, en el sentido de mejorar su visión de
pensamientos negativos. Se recomienda una programación de actividades fuera de lo
cotidiano y desarrollar una práctica cognitiva (clarificación de sus creencias y
pensamientos).

b) Trastorno Bipolar

Se llama trastorno bipolar, a un trastorno depresivo de larga evolución, en el que los


episodios depresivos se ven interferidos por la aparición de otros episodios
caracterizados por un estado de ánimo elevado (euforia excesiva), expansivo
(hiperactividad anómala) o irritable. Este trastorno aparece alrededor de los 25 años de
edad, afecta por igual a hombres y mujeres y rara vez se ve en niños. Se desconoce la
causa, pero es posible que factores hereditarios jueguen un papel en su desarrollo. La
incidencia es mayor en los parientes de las personas que padecen trastorno bipolar y
depresión.

Hay diferentes tipos del trastorno afectivo bipolar:

1) Trastorno bipolar I: es la forma clásica de esta condición, con períodos de manía


discretos que alternan con períodos de depresión.
2) Trastorno bipolar II: la fase depresiva predomina y no existe una manía
verdadera. Puede haber períodos de mejora del estado de ánimo y de la energía
en los cuales la persona no pierde completamente contacto con la realidad
(hipomanía). En este trastorno los estabilizadores del estado de ánimo parecen
ayudar más que los antidepresivos.

3) Trastorno ciclotímico o ciclotimia: es una alteración crónica y con fluctuaciones, con


periodos que comportan síntomas hipomaníacos y periodos que comportan síntomas
depresivos. Ni unos no otros tienen la gravedad ni la cantidad suficiente como para
hablar de una fase hipomaníaca o de una fase depresiva.

Por lo tanto, un trastorno bipolar es una enfermedad en la que se alternan tres tipos de
situaciones:

 Episodios depresivos, con características parecidas a un episodio depresivo


mayor. Las fases depresivas cursan con:
o Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
o Estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" en forma persistente.
o Sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo.
o Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se
disfrutaban, incluyendo la actividad sexual.
o Disminución de energía, fatiga, agotamiento.
o Dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
o Insomnio.
o Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la
cuenta y aumento de peso.
o Pensamientos de muerte o suicidio.
o Inquietud, irritabilidad.
o Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico,
como dolores de cabeza, trastornos digestivos y otros dolores crónicos.
 Episodios de normalidad o eutimia.
 Episodios maníacos, con los siguientes síntomas(más de tres):
o Autoestima exagerada, o sensaciones de grandeza.
o Disminución de la necesidad de dormir.
o Ganas de hablar, mucho más de lo que es necesario.
o Sensación de pensamiento acelerado.
o Gran distractibilidad, pasando de una a otra cosa con facilidad.
o Aumento de la actividad (en el trabajo, en los estudios, en la
sexualidad...)
o Conductas alocadas, implicándose la persona en actividades más o
menos placenteras, pero que suponen alto riesgo.
o Euforia anormal o excesiva.
o Irritabilidad inusual.
o Ideas de grandeza.
o Aumento del deseo sexual.
o Energía excesivamente incrementada.
o Comportarse en forma inapropiada en situaciones sociales.
o La persona puede estar hostil y/o amenazar a los demás.
o Olvido de las consideraciones éticas.

ANATOMÍA AFECTADA EN TRASTORNOS BIPOLARES

Los trastornos de bipolaridad son causados por alteraciones neurobiológicas, factores


genéticos; según estadísticas podría ser hereditario y acontecimientos de la vida del
individuo afectado, que de alguna forma someten al individuo a una constante
estimulación, produce una reactividad eléctrica del cerebro.

Alteración a nivel químico

En los trastornos de bipolaridad se producen alteraciones a nivel de neurotransmisores,


que en este caso al igual que en los trastornos depresivos están relacionados con
fluctuaciones en el ánimo de las personas.

Se producen alteraciones en la neurotrasmisión dopaminérgica, que esta relacionada con


la motivación. El ácido homovalínico (AHV), metabolito principal de la dopamina, se
ha encontrado en altas concentraciones en pacientes maníacos y en bajas
concentraciones en la depresión, por lo tanto en el tratamiento de los pacientes
maniacos, o con fases maníacas, se administran fármacos que actúen como antagonistas
dopaminérgicos, y en los pacientes depresivos o que están pasando por fases depresivas
se utilizan fármacos que actúen como agonistas de la dopamina. Por otro lado se
producen alteraciones en la neurotransmisión noradrenérgica, el gasto de noradrenalina y
es mayor en la manía que en la depresión.

En los pacientes con trastornos bipolares se produce mayor dificultad a la hora de


administrar un tratamiento farmacológico, porque se necesita estabilizar a pacientes que
tiene fases de alta y baja concentración de neurotransmisores noradrenalina, dopamina
y serotonina, por lo tanto, por ejemplo cuando se administran antidepresivos tricíclicos,
al inhibir la recaptación de noradrenalina, pueden precipitar episodios maníacos, incluso
en pacientes que no padezcan trastornos bipolares.

En la depresión y en la manía hay baja actividad serotoninérgica central en el líquido


encéfalo raquídeo. La serotonina se encuentra en concentraciones disminuidas en los
pacientes que sufren trastornos bipolares, especialmente en los que tuvieron intentos de
suicidio, por otro lado se produce un aumento de la densidad de los receptores 2 de
serotonina en las plaquetas y el cerebro de pacientes deprimidos, que podría ser causado
para adaptarse a la disminución del nivel de serotonina en la sinapsis. También se ha
visto una disminución en los receptores 1A en diversas áreas del cerebro de pacientes
con trastornos bipolares. En cuanto al tratamiento enfocado en la falta de serotonina, al
producirse un aumento del triptófano (precursor de la serotonina) se produce una mejor
en las fases depresivas. También se observa un aumento de melatonina que acompaña a
la disminución serotoninérgica durante los períodos depresivos.

Alteraciones Neuroendocrinas

Los trastornos bipolares se acompañan de alteraciones en los ritmos circadianos,


incluyendo la temperatura corporal y hormonas como el cortisol, ya que la glándula
hipófisis envía señales liberadores al hipotálamo (esta señal es la hormona CRH) y el
hipotálamo a su ves envía señales en forma de la hormona ACTH a la glándula
suprarrenal, responsable de la liberación de cortisol. Por otro lado se produce un
aumento de la melatonina, sintetizada en la glándula pineal, a través del neurotransmisor
serotonina, que como mencionamos con anterioridad se encuentra en bajas
concentraciones en pacientes que sufren trastornos bipolares, y que se relaciona con los
ciclos circadianos, por lo que el paciente manifiesta alteraciones en el sueño.

TRATAMIENTO DE TRASTORNOS BIPOLARES

Tratamiento farmacológico

En las fases depresivas

Antidepresivos: Actúan produciendo un aumento de los neurotransmisores. La


activación de un sistema neurotransmisor puede obtenerse por alguna de estas vías:
el aumento de la síntesis o la liberación del neurotransmisor; la prolongación del
contacto de la sustancia neurotransmisora con el receptor postsináptico mediante la
inhibición de su recaptación; el aumento de la sensibilidad de los receptores
postsinápicos; el aumento de la densidad o número de los receptores postsinápticos;
la inhibición de la desintegración del neurotransmisor. Los tres mecanismos
sustantivos de los que se valen preferentemente la mayor parte de los psicofármacos
antidepresivos son los que modifican la sustancia neurotransmisora, mientras que la
acción sobre los receptores postsinápticos ocupa casi siempre un lugar secundario.
Los eutimizantes, especialmente el litio y la lamotrigina, han demostrado su
eficacia en el tratamiento agudo y profiláctico de los episodios depresivos
bipolares.

En las fases maníacas e hipomaníacas

Eutimizantes: especialmente el litio y la lamotrigina, actúan a nivel presináptico y


postsináptico. Ambas funciones son importantes en el control de los episodios
maníacos agudos. A nivel presináptico, la actividad de la serotonina a nivel somato
dendrítico es antagonizada por el litio, facilitando la despolarización neuronal y la
tasa de recambio de neurotransmisores, que en estas fases se da como un efecto
antidepresivo. Algunos eutimizantes bloquean los canales rápidos de sodio lo que
enlentece la despolarización neuronal, produciendo una atenuación de la fase
maníaca. Por otro lado, el litio tiene un efecto contrario, ya que facilita la acción de
la bomba sodio-potasio permitiendo restablecer el potencial de acción de la
neurona. Los eutimizantes en general, impiden la liberación de calcio presináptico
obstaculizando la liberación de neurotransmisores en la sinapsis (efecto
antimaníaco), pero a su vez, estimulan la liberación de dichos neurotransmisores y/o
bloquean su destrucción por la monoaminoxidasa presináptica (MAO). Recuérdese
que aunque los efectos antimaníacos y antidepresivos pueden parecer
contradictorios, dependen del estado de actividad neuronal presente y por ello es que
su efecto modulatorio puede llamarse eutimizante. Por último, las acciones
postsinápticas de los eutimizantes pueden darse directamente sobre receptores
metabotrópicos (dopamina 2, 5-HT1B) o canales iónicos como el GABA, o
modificando la actividad de proteínas intraneuronales.

Tratamiento psicológico en trastornos bipolares

Esta enfermedad está caracterizada por ser un trastorno crónico y que además incapacita
en muchos sentidos a las personas que la padecen.
La manera de abordarla, ha sido principalmente enfocada en tratamiento farmacológico
debido a la descompensación que se produce a nivel neurológica (litio) pero se ha
demostrado que el apoyo de terapia psicológica produce una mejoría notoria en los
pacientes.
Ahora bien, existen diversos tipos de tratamiento como:
-Terapia marital, donde se incluye al marido y la mujer y se centra sobre la relación
marital y de como esta afecta la psicopatología individual de la pareja. Se asume que los
procesos psicopatológicos dentro de la estructura familiar y en la matriz social del
matrimonio se pueden solucionar todos los problemas con ayuda mutua o
retroalimentación entre los esposos.

- terapia familiar o grupal: Donde el individuo afectado trabaja con el soporte de su


familia o de sus pares, ya sean otros afectados o amigos cercanos

-terapia cognitiva-conductual: Se Es la más acreditada actualmente y domina la práctica


y la investigación clínica se le otorga gran importancia el paciente para poder auto
ayudarse

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