COMENTARIO AL ACUERDO PLENARIO Nº1-2009/CJ-116

El presente Acuerdo Plenario se caracteriza por poner medidas y establecer un

reglamento para el control de la justicia consuetudinaria en aquellas comunidades
campesinas donde la justicia o la jurisdicción del estado no llega ya sea por la lejanía
de la localidad o por tener un desarrollo distinto, una costumbre y cultura distinta a
la desarrollada por el estado. A través de este acuerdo nuestro ordenamiento jurídico
incorpora la configuración de la jurisdicción especial en Rondas Campesinas, de
conformidad con el Derecho Consuetudinario; amparada en el respeto al derecho a
la identidad, las formas del Código Penal y los convenios internacionales del que el
Perú forma parte.

En síntesis, la decisión adoptada por el acuerdo plenario es reconocer las funciones

jurisdiccionales que realizan las rondas campesinas siempre que éstas respeten los
derechos fundamentales.

Lo que se busca es concordar la jurisprudencia en aquellos casos en que los

imputados fueron las autoridades de las rondas campesinas, porque, hasta antes
del acuerdo plenario las autoridades de las rondas campesinas que ejercían
funciones jurisdiccionales eran denunciadas penalmente por que se interpretaba
literalmente el art. 149 de la constitución.

Es precisamente por ello que el primer nivel de análisis que debe realizarse cuando
se discute en sede penal una imputación contra integrantes de Rondas Campesinas
por la presunta comisión de un hecho punible con ocasión de su actuación como
rondero consiste en establecer si resulta de aplicación el artículo 149° de la
Constitución, es decir, si es de aplicación el denominado “fuero especial comunal‟,
en tanto en cuanto el reconocimiento de una jurisdicción especial constituye un límite
objetivo a la jurisdicción penal ordinaria.

El fuero comunal-rondero, una vez identificado, presenta dos elementos

indispensables; uno de ellos, el objetivo, se inclina al aspecto personal, en tanto el
agente ha de ser rondero; y en ese mismo plano, a lo territorial, toda vez que la
conducta juzgada deba haber ocurrido en el ámbito geográfico de actuación de la
Ronda Campesina. El otro, es el factor de congruencia, que expresa que la
actuación del Derecho Consuetudinario no puede vulnerar los Derechos
Fundamentales contemplados en la Constitución.

Si los sujetos activo y pasivo del hecho punible, son integrantes de la Comunidad
Campesina, se configura netamente interna, excluyendo al Derecho Penal, en tanto
los hechos cometidos no vulneren los derechos fundamentales. Sin embargo, frente
a personas que no pertenezcan a la misma, la legitimidad de la acción queda
condicionada a dos factores fundamentales: que la conducta del sujeto afecte el
interés comunal o de un poblador incluido en el ámbito de intervención de la Ronda
Campesinas y esté calificada como un injusto por la norma tradicional –aquella
conducta típica y antijurídica- y, que el agente de la conducta juzgada por el fuero
comunal rondero haya actuado con móviles egoístas para afectar la institución
comunal o al ofendido.

Si ocurre la Violación de los Derechos Humanos por parte de alguno de los ronderos
o la presunta comisión de un hecho punible, procede la Justicia Penal Ordinaria,
aplicándose la ley penal a los imputados. Si se comprueba la existencia del hecho
punible y la responsabilidad del acusado, el Juez Penal tendrá en cuenta los
artículos 45º.2, sobre determinación de la pena evaluando atenuantes o agravantes
y 46º, sobre las circunstancias de atenuación y agravación de la misma; los cuales
son compatibles con el art. 9º.2 del Convenio, que exige a los tribunales penales
tener en cuenta las costumbres de los pueblos indígenas; y finalmente, el art. 10º
del Convenio, que estipula haya preferencia a sanciones distintas del
encarcelamiento.

En conclusión considero que con este acuerdo plenario se ha dado un gran

desarrollo en mejorar el acceso a la justicia esencialmente de las poblaciones rurales
y con una cultura distinta a la que ejerce el estado sin la necesidad del
despojamiento de sus costumbres y tradiciones, llevando consigo el sello de su
identidad cultural. Siendo así, que dicha característica, ha permitido el continuo
desarrollo de nuestra nación, a la par con otras.