Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Julio Ortega B.
RESUMEN:
Félix Deutsch sobre Ida Bauer (Dora), analizando los aciertos y errores cometidos
del caso, haciendo una precisión de algunos hechos, que quizá Freud no pudo
paciente, amén de la ideología de época que abarcaba una visión patriarcal sin
colegida sino hasta después del tratamiento, insinuando que muchas de las
autores contemporáneos.
!1
PALABRAS CLAVE:
RESUMO:
O trabalho investiga o material fornecido por Freud e posteriormente por seu aluno
Félix Deutsch sobre Ida Bauer (Dora), analisando os sucessos e erros cometidos
aspectos do caso, fazendo uma precisão de alguns fatos que talvez Freud não
além da ideologia do tempo que abraçou uma visão patriarcal sem questionar. Ele
veia homossexual de Dora, e como ela não foi coletada até depois do tratamento,
!2
PALAVRAS CHAVE:
SUMMARY:
This work investigates the material provided by Freud and later his student Félix
Deutsch on Ida Bauer (Dora), analyzing the hits and mistakes made in this analysis
considered fundamental and still studied in all the psychoanalysis training institutes
in the world. It examines in detail some aspects of the case, making a precision of
some facts that perhaps Freud could not consider for being involved into the
dynamics and family prejudices of the patient, in addition to the ideology of the time
possible that the flaws in his position as a therapist were due to an incomplete
and how it was not understood until the end of treatment, implying that many of
an acting out that caused the abandonment of therapy. It also makes a review of
authors.
!3
KEY WORDS:
1905 y tratado muy posiblemente en 18991 , que fue traída a consulta por su padre,
que ya había sido paciente de Freud antes, por causa de sífilis y tuberculosis. Ella
ella parece muy cercana, la que decide su visita. Freud acepta ver a la jovencita
médico, el gran industrial Phillipp Bauer – derivado por el que luego denominará
Sr. K – que vivía en la misma calle y quien además, le había enviado como
era infrecuente que Freud en algunos casos que trató, tuviese una relación
cercana con algunos de sus pacientes, recordemos el caso del Pequeño Juanito,
1 Marcus Steven (1985). Freud and Dora: Story, History, Case History. P. 79. En:
Bernheimer and Kahane. In Dora’s case. Freud – Hysteria – Feminism. Columbia
University Press. NY.
!4
técnica vendrán unos años después para puntualizar la distancia que debía
guardarse tanto con los pacientes, como los familiares de los pacientes.
realidad dónde se examina con minuciosidad el caso de una mujer, a pesar de que
todos los casos de los Estudios sobre la Histeria corresponden al sexo femenino
Deutsch2 quien trató en los Estados Unidos a la misma paciente que se identificó
de una manera quizá exagerada con esa Dora de la que escribió Freud.
<caso Dora> como la primera cura psicoanalítica que había efectuado, cuestión
de su esposo parecía sufrir lo que podría llamarse una <psicosis del ama de casa>
2Deutsch Félix (1957). Una nota a pie de página al trabajo de Freud “Análisis fragmentario
de una histeria” The Psychoanalitic Quarterly, 1957. XXVI. Versión española en Revista de
Psicoanálisis, 27, No. 3, 1970, p. 595.
3Roudinesco Elizabeth (2015). Freud. En su tiempo y en el nuestro. Debate. Barcelona. Ed.
Kindle. P. 17.
!5
que Ramas 4 interpreta como una forma de intentar controlar el destructivo poder
fálico del padre. Tenía un hermano de nombre Otto, que en los conflictos familiares
solía ponerse del lado de la madre y que destacaba en su inteligencia, llegó a ser
Secretario del Partido Social Demócrata de 1907 a 1914 y luego adjunto de Viktor
entreguerras.
muerte de una tía muy querida (en algún momento también paciente de Freud), y
síntomas que venía sufriendo antes, a causa del acoso sexual del Sr. K quien a los
Al presentarse con Freud, sufre una desazón y angustia que deviene en una
alteración total de su carácter. No está satisfecha consigo misma ni con los suyos,
no simpatiza con el padre y menos con la madre que quiere jalarla para hacer
tareas domésticas y aliarse con ella en contra del padre. Evita el trato social, pero
4Ramas María (1985). Freud’s Dora, Dora’s Hysteria. En: Bernheimer and Kahane. In
Dora’s case. Freud – Hysteria – Feminism. P. 149. Op. Cit.
5Freud Sigmund (1905 (1901)). Fragmento del análisis de un caso de histeria Obras
completas. Tomo VII. Amorrortu editores. Buenos Aires, 1976.
6 Ídem. P. 21.
!6
acude a conferencias para damas y se cultiva tanto como puede hacerlo. Incluso
debe mencionarse que tiene un trato estrecho en un momento dado con una
todo una carta suicida le hacen al padre llevarla al Dr. Freud, con el fin de
dos sueños: uno relativo a un incendio de su casa, y otro a la muerte del padre.
notar que el efecto Zeigarnik viene muy bien a colación, en lo que se refiere al
caso Dora, implicando con ello que el Caso Dora habría sido inacabado, por lo
tanto objeto de reflexión para el mismo Freud durante los años siguientes. Para
entrar en juego todos los hilos de la dinámica familiar y social. Esta propuesta de
7Lacan Jacques. Intervención sobre la transferencia (1971). Escritos 1. Ed. Siglo XXI.
México. P. 204 – 215.
!7
caso ejemplar será jugada por Lacan a lo largo de toda su enseñanza, y
Ahora bien, el camino que toma Freud es en principio, muy distinto al que espera
su padre de él, quien le pide la haga entrar en razón; Freud hace una serie de
familiar.
perversos, ha entrado en un amorío muy pasional con una mujer llamada Peppina
entrada de Dora a su casa para que conviva con sus hijos y una vez que esto
conseguir su amor. Esta situación no es ajena para nada a los padres de Dora.
Los dos hombres están muy plenamente al tanto de las relaciones sexuales tanto
de Bauer con la mujer de K. como del galanteo del Sr. K con la hija del capitalista.
En un momento dado, Hans envía durante todo un año a la jovencita Ida, un ramo
!8
de flores todos los días8, amén de hacerle costosos regalos y no desaprovechar
oportunidad para estar en su compañía. Los padres de Ida no dicen nada de todo
estabilidad familiar.
esa casa que arde como la del primer sueño analizado. La institutriz que pone al
tanto del incidente a Dora, ha tenido o por lo menos anhelado tener un amorío con
sólo por el interés de atraerse a la hija de su amante y con esto su anuencia ante
traicionada por dos mujeres que le muestran que no es importante su cariño y que
ella sólo es un medio hacia una meta más alta, en este caso, su padre.
la Sra. K con su padre, le cuenta una historia que ni ella misma cree, el papá
cumplir con su propósito, ella lo siguió y con sus súplicas lo convenció de que
siguiera viviendo. Dora lo que ve es que su madre permite que su padre visite a
Peppina en su casa cuando no está el marido, y que ella en unas vacaciones sitúa
8Freud Sigmund. Fragmento del análisis de un caso de histeria (1905 (1901)). Op. Cit. P.
32
!9
Todo esto a la vista de su todos y sin que nadie proteste de ninguna manera. Se
Viena y tres semanas después los Zellenka se trasladan a esa ciudad, es más que
Cuando Dora se decide a hablar con franqueza de lo que está sucediendo con su
padre, él toma por cierta (y para su conveniencia), la negación del Sr. K respecto a
por ella, con quien había hablado del contenido del libro de Mantegazza sobre
juego en el que ella ha sido el importe que ha sido pagado a un hombre maduro
casado, a cambio de su esposa, mujer joven por mujer vieja: ¿Quién podría
Mahoney10 – favorable a los varones implicados en el que las damas son sólo
objetos de intercambio. Ahora bien, hay algo más que eso, se trata de dos familias
9 Ídem. P. 31.
10Mahoney Patrick (1996). Freud’s Dora: A Psychoanalytical, Historical and Textual Study.
New Heaven: Yale University Press. P. 14.
!10
en las que la infelicidad y la enfermedad juegan un papel fundamental – así lo
marido para negocios, Katharina obsesionada con la limpieza, Bauer cada vez
más decaído, y en medio de toda esta soap opera, Dora tiene muy pocas
interesante de este juego, donde intercambia los términos del esquema L para
hacer aparecer a Dora en el lugar del Moi (incluyendo la cuestión de: ¿Quién
desea en Dora?, más allá de: ¿Qué desea?) identificada con el Sr. K y jugando en
la balanza una pregunta hacia la Sra. K sobre ¿Qué quiere una mujer?, siendo el
Padre el gran Otro que sostiene con sus manos el string game, dependiendo de él
todos los puntos de presión y las líneas de juntura. También, hay una dimensión
más profunda que haría alusión más allá de los sujetos implicados en este juego,
a la interrogante que se formula una jovencita jalonada entre una madre pasiva e
infecunda y una mujer dinámica hermosa, amante del padre, sobre el tema del
deseo femenino.
es un cambio menor, porque los síntomas pasan a segundo término para intentar
11 Ídem. P. 10.
12 Lacan Jaques (1984). Seminario 3. Las Psicosis. Primera edición. Argentina. P. 249.
13 Hewitson Owen (2014). The Dora Parallax. Lacanonline.com Agosto 24.
!11
comprender la dinámica inconsciente que está en el fondo de este caso de
feminidad, pero eso requiere que Dora asuma su cuerpo como propio, y al inicio
del tratamiento, está completamente en manos del deseo del Otro. Su incapacidad
para asumirlo, también queda reforzada por los síntomas de conversión – la tos, la
afonía – que, contrariamente a lo que opina Freud, están menos animados por el
deseo de felación que por la identificación a una figura masculina, en este caso, el
hermano, y antes al padre con su asma que más que una substitución del coito o
Hay también, por parte de Freud una determinación obsesiva para que Dora
camino de una pulsión heterosexual reprimida. Una ruta que el mismo Freud
Pero hay algunas otras cosas que faltan en este panorama y ciertos errores que
costa del mismo discurso de Dora y en contra de lo que ella le está mostrando.
Dora revela a Freud que ha sido medular en su relación con K. una escena que
sucede en el verano junto a un lago. Los dos pasean disfrutando de ese paisaje, y
!12
entonces K. procede a hacer franca ante ella una propuesta amorosa. Ella se
en cuenta que él está casado, responde: “Mi mujer no significa nada para mí”14. A
lo que ella responde con un bofetón en su rostro y una escapada que pone fuera
hijos de K., no ha elidido recibir sus elogios y consideraciones, incluso una prima
suya – con más sentido común – le ha dicho a ella que está loca por ese hombre.
dice: No quiero que yo y mis dos hijos nos quememos a causa de tu alhajero.
Descienden de prisa por las escaleras, y una vez abajo, Dora se despierta. Freud
ella lo larga, lo que no evita que él se robe la llave del cuarto. Freud procede a
sus impulsos sexuales por Hans. De hecho, en una segunda sesión dedicada al
14Freud Sigmund (1905 (1901)). Fragmento del análisis de un caso de histeria. Op. Cit. P.
80. Nota 10.
15Freud Sigmund (1905 (1901)). Fragmento del análisis de un caso de histeria. Op. Cit. P.
57.
!13
enamoramiento, y por mojar la cama, aludiendo a la excitación y el orgasmo
esa, sobre todo porque hoy sabemos que la veta homosexual de Dora llevaría la
aclaración del sueño en una cuesta muy diferente. Pero también, es cierto que la
Dora quiere preservar su alhajero que podría significar su sexo, pero también su
estabilidad familiar, recordemos16 que en 1896 los Bauer han tenido una fuerte
disputa por una pieza de joyería que falta y probablemente ha sido regalada a otra
del padre que está comerciando con su hija, quizá en este punto también se
por Peppina.
interés sexual por el señor K, y también visualiza un interés por él mismo a través
16Ver Cronología del caso en: Mahoney Patrick (1996). Freud’s Dora: A Psychoanalytical,
Historical and Textual Study. Op. Cit. P. 18.
!14
de una transferencia intensa, cosa que había previsto en el análisis del primer
explicación al acto del lago, revelaría la culpa de Dora por su deseo ante el
heterosexualidad.
Thompson17 nos dice que probablemente Freud esperaba que su libro tuviese
vez, dónde topó de manera frontal con el obstáculo que puede representar la
tema arduo y complejo que no afrontará Freud sino por la insistencia de Ferenczi y
b. Los elementos reprimidos no analizados del propio analista que coloca sobre el
los afectos sentidos hacia sus padres o los objetos de su infancia: el analista
17Thompson Guy (1994). The truth about Freud’ technique. The encounter with the Real.
New York University Press.
18Little Margaret (2003). Counter - transference and the patient's response to it . Steven T.
Levy . Influential Papers from the 1950s. International Journal of Psychoanalysis. Key
papers series. Karnac Books, London. P. 35.
!15
a sus propios padres.
La actitud de Freud hacia Dora, estaría más bien comprendida en los dos primeros
incisos, el primer error que cometió fue el considerar a Dora una mujer adulta
completamente, sin considerar que sólo era una jovencita adolescente de 18 años,
podrá argumentarse que las mujeres llegaban a casarse más jóvenes entonces,
más no deja de subsistir la idea de que hay una inmadurez sexual en ella, sobre
todo por la actitud de pánico y espanto que le aportan todos los temas sexuales.
Renunció al título original del trabajo “Sueño e Histeria”, quizá porque estaba
disconforme con el resultado final del trabajo y el énfasis en que fuese un análisis
acoso sexual respecto al Sr. K, quizá él mismo haya tomado un poco partido como
inconsciente de ellos. Incluso pensaba que era natural en ella cierto grado de
19 Gay Peter (1996). Freud. Una vida de nuestro tiempo. Ediciones Paidós. España. P. 288.
20 Moi Toril (1985). Representation of Patriarchy: Sexuality and Epistemology in Freud’s
Dora. En: Bernheimer and Kahane. In Dora’s case. Freud – Hysteria – Feminism. Op. Cit.
P. 181.
!16
actitud de protesta y llena de síntomas de Dora, la revuelta en su propio cuerpo en
este rechazo a los hombres y a la posibilidad de contagio sexual no era del todo
nada menos sufría de esta nefasta enfermedad y Nietzsche entre otros grandes de
todo esto le pareció menor a Freud en relación con los deseos que le atribuía a
hay una batalla establecida con la paciente para que acepte sus numerosas,
Cruz yo gano. Quizá si hubiese tratado a Dora en los años 20’s el caso habría
21 Pankhurst Christabel (1905) The Suffragette. Citado por Ramas María. Op. Cit.
pulsiones y sólo hasta el final del caso en una nota muy posteriormente agregada
que la moción de amor homosexual (ginecofílica) hacia la Sra. K. era la más fuerte
observa que la información sexual que tiene Dora procede de la Sra. K quien de
alguna manera la hace partícipe de las actividades que lleva a cabo con el padre.
nombre Ernest Adler que al principio trabaja como todos en la familia para el gran
padre, potentado textil que suple su impotencia sexual con un dominio de la vida
de quienes le rodean.
El asunto de la transferencia, según Freud, corre a través del humo del tabaco que
flota en el aire camino del padre al Sr. K y de ahí a Freud. Él piensa que la
poseído por una furia curativa que no sólo expresó en este caso, uno de sus
23Freud Sigmund (1905 (1901)). Fragmento del análisis de un caso de histeria. Op cit. P.
105.
24 Ídem. P. 22.
25 Gay Peter (1996). Freud. Una vida de nuestro tiempo. Op. Cit. Pág. 294.
!18
primeros análisis verdaderos, sino en muchos casos de su primera etapa. Es
hay una coherencia interna desde sus primeros escritos hasta los últimos, sin
razonar que el psicoanálisis es una teoría que se construyó poco a poco, no sin
contradicciones ni errores.
de la comprensión del fracaso del caso, el término agieren27 que hoy conocemos
Pero justamente habría que preguntarse aquí, qué es lo que no puede ser
hablado, más allá de las interpretaciones freudianas que hablan de su deseo por
protesta que derivará en el abandono del tratamiento por parte de la paciente ante
26Freud Sigmund (1905 (1901)). Fragmento del análisis de un caso de histeria. Op. Cit. P.
103.
27 Ídem. P. 104.
!19
Tomemos como ejemplo sólo un fragmento, Dora28 le dice a su terapeuta que la
Sra. K sólo tiene relaciones amorosas con su padre porque era un hombre de
anularía una práctica sexual alternativa no tiene por qué negar tampoco la verdad
trabajo de Patrick Mahoney que derivó luego en su libro sobre la Dora de Freud30.
Allí cuestiona la visión que tenía Freud de su paciente, y considera que ante todo
Mahoney sobre el hecho de que Freud podría haber impuesto sus valores y
subyacente suposición positivista que supondría que el observador (en este caso,
el analista), es: objetivo en su posición hacia el observando. Allí sugiere que Dora
28Freud Sigmund (1905 (1901)). Fragmento del análisis de un caso de histeria. Op. Cit. P.
42 – 43.
29 Sachs David (2005). Reflection’s on Freud’s Dora case after 48 years. Psychoanalytic
Inquiry, vol. 25. No. 1. Analytic Pres. P. 45 – 53.
30Mahoney Patrick (1996). Freud’s Dora: A Psychoanalytical, Historical and Textual Study.
Op. Cit.
!20
y la presión que impone Freud para que ella la acepte, no sería como sugiere
de que se causa dolor para curar, ha derivado en una desconexión del analista
Ella se presentó una última vez ante Freud en abril de 1902. Dora consulta a su
terapeuta por una neuralgia facial que está sufriendo, que la acosa día y noche. la
hombre que la cortejaba – Ernest Adler, con quien se casa en 1903 – y estaba lista
ella prosiga en análisis, quizá porque de alguna manera quiere dar por cerrado el
!21
síntoma como un auto castigo por el abandono del tratamiento, y la escena del
lago, donde habría propinado una bofetada a Hans, cuatro años antes.
Para 1923 afectada por vértigos, zumbidos, insomnios y las mismas migrañas
acude a ver a Félix Deutsch31 a quien cuenta una historia dónde se presenta
dedica a discutir las interpretaciones del profesor a sus sueños, lo cual tiene el
gusten las mujeres. Algunos de sus síntomas habían tenido continuación como el
flujo vaginal, y había adquirido un cojeo que era la continuación física de una
paso. Muere por causa de sus dificultades estomacales que derivan en un cáncer
En su trabajo, dice Freud que al final del tratamiento hace confesar a la Sra. K que
tiene trato sexual con el padre y al Sr. K que la escena del lago ha sido verídica.
Agrega que la relación entre las dos familias cesó completamente a partir de ese
punto, lo que no es cierto, pues la misma Peppina le ayuda, más tarde, a salir de
Europa cuando las cosas se ponen feas a causa del ascenso del fascismo, la
31 Deutsch Félix (1957). Una nota a pie de página al trabajo de Freud “Análisis
fragmentario de una histeria”. Op. Cit.
!22
sobre el asunto sino que el hecho es que perdió contacto con la familia después
del tratamiento.
alumno escribió, ella se convirtió en una ama de casa, profundamente infeliz con
su marido, que se queja de sus infidelidades, y agrega que ella se siente sola y
descuidada también por su hijo que contrariamente a lo que ella espera tiene éxito
en su profesión de músico. Recuerda Deutsch32 que ella afirmó ante Freud: “Los
hombres son tan detestables que preferiría no casarme. Esta es mi venganza”. Así
que según Deutsch, su casamiento sólo había servido para cubrir su aversión a
los hombres.
Mahoney33 critica este artículo diciendo que en él, Deutsch exime a Freud de todo
de que sucedió en 1923, le adjudica a Dora una edad distinta a la que tiene, omite
la muerte de Otto y durante todo el escrito tiene una actitud poco crítica hacia el
consultorio. Escribe Deutsch, sin embargo, a su esposa en 1923; que Dora “no
Así pues, el asco hacia los hombres en Dora, sus síntomas diversos que Freud lee
32 Ídem.
33Mahoney Patrick (1996). Freud’s Dora: A Psychoanalytical, Historical and Textual Study.
Op. Cit. P. 16.
!23
son necesariamente la conversión de su pulsión sexual hacia el Sr. K o el impulso
edípico hacia el padre que parece haber sido muy importante en su primera etapa
más bien iban hacia su gobernanta y la Sra. K quienes le traicionan por su padre,
mujer en el lago, cómo lo hace notar Lacan 34, implica que ella lo castigue por
semejante falta y crimen: ¿Cómo puede rechazar a su mujer, siendo ella una
En este sentido, Freud ha cometido una y otra vez un mismo fallo, al intentar que
ella acepte sus impulsos heterosexuales hacia K. Por otro lado, su bisexualidad
está presente, pero hay que hacer notar que la contratransferencia de Freud es la
que prevalece sobre la situación y ¿Por qué no? Cómo afirma Gearhart35, su
propia identificación con el señor K. Cierto es que sus impulsos sexuales pueden
haber sido trasladados a la figura de Freud en un momento dado, pero no por ser
entender o tratar, y al que sólo atisba desde su mirada suponiendo que se trata de
Luce Irigaray37 subraya que hay una serie de inconsistencias en el caso Dora
Bauer se revela frente a este orden pero al mismo tiempo intenta cumplir con las
leyes paternas. Según Ramas no es sino hasta 1897 que Freud descubre el
no siendo sino hasta más de 20 años después que intentará abordar el problema
por una más elemental y primaria que refiere a la díada madre / hijo (a). Además,
sucedería con las relaciones sexuales y sus fantasías que pondrían énfasis en esa
clínico Dora, es que, contrario de lo que después para Freud será esencial en
otros análisis, nos proporciona muy poca información sobre la primera niñez de
Dora, sólo dice que adivina que su actividad masturbatoria cesó hasta que se
presentó el asma, hay también una ligera mención a su ansiedad a los 8 años,
Son juicios muy duros que aunados al de otras feministas, empujan a una imagen
y sus límites culturales de una Viena de finales del siglo XIX, no deben de ser un
Lo que sin duda podemos decir es que, Lacan ve este caso como una muestra del
uso correcto del método – a pesar de sus críticas y chanceos –, pero limitado por
los prejuicios de la época y las limitaciones personales del autor. Incluso habría
!26
que replantearse la interpretación del segundo sueño como la expresión de un
deseo muy poco disimulado de que el padre muera, sin mayores complicaciones,
y ese impulso de que pueda querer a alguien que ella elija se refería a un objeto
Por ello, la importancia del análisis didáctico que después recomendará Freud a
sus alumnos a fin de librarse de sus prejuicios, la obsesión del analista de Dora
rompecabezas, que mucho más tarde y sí, debido al efecto Zeigarnik, intentará
por otra parte cuida a los niños para que la pareja romántica pueda pasar largas
del acoso de K quien una y otra vez la agrede con sus requiebros y cortejo.
Hay una veta más que aparece poco explorada en los artículos revisados y es la
tiempo apasiona a Freud, quizá sea por lo mismo que no insiste ante su paciente
la continuación del tratamiento en las dos fases. Es posible que Dora, no desdeñe
tema de la bisexualidad está presente en esta bella adolescente. Freud topa con
39Mahoney Patrick (1996). Freud’s Dora: A Psychoanalytical, Historical and Textual Study.
Op. Cit. P. 29.
!27
un caso al que le quiere abrochar todas las fórmulas que han tenido éxito con sus
genitales femeninos. Escucha desde dónde quiere escuchar, presta poca atención
haciendo realidad inconscientemente los sueños del padre que aparece poco
sexuales.
Creo que el mismo Freud acepta finalmente en este proceso, haberse equivocado
BIBLIOGRAFÍA:
– Gay Peter (1996). Freud. Una vida de nuestro tiempo. Ediciones Paidós.
España.
questions of Dora. P. 105. En: Bernheimer and Kahane. In Dora’s case. Freud –
XXI. México.
!29
– Moi Toril (1985). Representation of Patriarchy: Sexuality and Epistemology in
Freud’s Dora. En: Bernheimer and Kahane. In Dora’s case. Freud – Hysteria –
– Ramas María (1985). Freud’s Dora, Dora’s Hysteria. En: Bernheimer and
Press. NY.
Barcelona.
– Thompson Guy (1994). The truth about Freud’ technique. The encounter with the
!30
!31