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VIDA
El estilo de vida actual en los países industrializados conlleva un gasto poco significativo de
energía en la realización de la mayoría de tareas cotidianas. El sedentarismo, como resultado
de las comodidades modernas, juntamente con unas actividades de ocio basadas en la
televisión, el cine, el ordenador, etc., suponen, además de un ahorro en el gasto calórico, un
nivel de inactividad física que a la larga puede repercutir en la forma física, peso ideal el peso
corporal y consecuentemente, en la salud.
La actividad física contribuye a mejorar varios aspectos relacionados con la forma física, como
la resistencia cardiorrespiratoria, la fuerza y la flexibilidad, etc. la cual cosa mejora la capacidad
de llevar a cabo las tareas cotidianas sin fatigarse, dejando la energía suficiente para disfrutar
de las actividades de ocio y para satisfacer necesidades imprevistas. El ejercicio físico
practicado de forma regular no sólo es beneficioso en la prevención del sobrepeso y de la
obesidad, sino que además aumenta la densidad ósea, al potenciar la formación del hueso
mediante el depósito de calcio, reduce la grasa corporal y aumenta la musculatura, y reduce
los factores de riesgo para enfermedades crónicas como la diabetes, las cardiopatías y algunos
tipos de cáncer, ya que mejora la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina,
normaliza los niveles de colesterol y reduce la tensión arterial. No hay que olvidar que
el ejercicio físico también mejora el bienestar psicológico.
Realizar actividad física es beneficioso para las personas de todas las edades, niveles de forma
y condiciones físicas:
En la infancia y la juventud el juego ha sido tradicionalmente la actividad física más común. Los
juegos activos e informales son ideales porque implican la utilización de distintos grupos
musculares, fomentan las relaciones sociales y, lo que es más importante, son divertidos. Sin
embargo, hay otros tipos de actividades, como practicar algún deporte, correr, nadar, pasear,
caminar, bailar, ir en bicicleta, hacer excursiones, etc. que son una excelente muestra de
acciones sencillas que ayudan a ganar salud. En esta etapa de la vida es conveniente realizar
cada día una hora de actividad física moderada, como mínimo.
La mayoría de personas adultas pueden realizar actividad física con seguridad y cómodamente,
incluso en épocas como el embarazo y la lactancia. Basta con seleccionar una o varias
actividades, pensar cuando se van a llevar a cabo, buscar el lugar, el equipo (si es necesario) y
la forma de incorporar esa actividad en la rutina diaria y, muy importante, motivarse lo
suficiente como, para empezar. Se aconseja realizar, como mínimo, 30 minutos de actividad
física moderada cinco o más días por semana.
Por otro lado, la actividad física disminuye el riesgo de padecer afecciones cardíacas, la
principal causa de muerte en la mayoría de países desarrollados. Además, ayuda a reducir el
riesgo de accidente cerebrovascular, cáncer de colon, diabetes y presión arterial alta. Así, el
ejercicio regular, beneficia a todas aquellas personas reticentes a ir al médico, reduciendo el
número de visitas y ayudando a prevenir la hospitalización y el uso de medicamentos.
Cualquier tipo de actividad será beneficiosa en una medida u otra. Desde caminar, nadar o
montar en bicicleta, hasta deportes más “serenos” como el yoga, que pueden aportar muchos
beneficios a tu organismo.
Las largas jornadas laborales y el estrés del día a día, hace que gran parte de la población no
realice la actividad física recomendada. Cuanto más envejece la población, mayor es el
porcentaje de personas inactivas.
Es importante comprender la importancia la actividad física y realizarla varias veces a la
semana con ejercicios diferentes para beneficiarte en mayor medida. Muchas personas
realizan ejercicio intenso una vez por semana, pero esto no es recomendable debido a que
aumenta el riesgo de lesiones. Lo ideal es ejercitarse en varios días con diferentes tipos de
ejercicio. Trata de encontrar algunas actividades que te gusten o, incluso, un acompañante
para realizarlas.
El cuerpo humano está diseñado para estar en movimiento. En simples palabras, actividad
física se refiere a la realización de todas aquellas tareas en las que el cuerpo utiliza energía,
como caminar, hacer jardinería, hacer el súper, subir escaleras, practicar algún deporte o bailar
toda la noche. Muchas veces es confundido este concepto con el de Ejercicio Físico, pero
debemos hacer la diferencia en que este último término está basado en una Actividad Física
que sigue una repetición, un planeamiento o bien un enfoque hacia mejorar una parte de
nuestro cuerpo y fortalecer nuestras condiciones físicas.
Los beneficios de realizar una Actividad Física regular están basados en las siguientes
ventajas que enumeramos, entre otras:
JUICIO CRITICO