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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

QUEJOSOS Y RECURRENTES: **********,


**********, **********, **********, **********, **********,
**********, ********** Y **********

PONENTE: MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ


SECRETARIO: HORACIO VITE TORRES

SUMARIO

El Juez Decimonoveno Penal del Distrito Federal, instruyó causa penal en contra
de ********** y otros, al dictar sentencia los absolvió por el delito de trata de
personas cometido en contra de diversas pasivos; y los declaró penalmente
responsables de la comisión del delito de trata de personas agravado respecto de
otras víctimas; inconformes con tal determinación, su defensor interpuso recurso
de apelación, que fue resuelto por la Séptima Sala Penal del Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal, en el sentido de confirmar la sentencia recurrida.
Contra esta decisión el nueve de diciembre de dos mil catorce, el defensor de los
sentenciados promovió demanda de amparo directo, de la que conoció el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, quien concedió el
amparo. Esta última resolución constituye la materia de estudio en el amparo
directo en revisión que ahora nos ocupa.

CUESTIONARIO

¿Los artículos 10, párrafo segundo, fracción III y 40 de la Ley General para
Prevenir, Sancionar y erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y
para la Protección y Asistencia de las Víctimas de estos Delitos, son
inconstitucionales?
¿Existe algún otro tema de constitucionalidad que debe analizarse en este
recurso de revisión?

Ciudad de México. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, en la sesión correspondiente al veintitrés de mayo de
dos mil dieciocho, emite la siguiente:
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

SENTENCIA

Mediante la que se resuelven los autos relativos al amparo directo en


revisión 5223/2015, promovido por **********, **********, **********,
**********, **********, **********, **********, ********** y **********, en contra
de la sentencia dictada en sesión de tres de septiembre de dos mil
quince, por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, en el juicio de amparo directo **********.

I. ANTECEDENTES

1. De las constancias del procedimiento penal instruido a los quejosos,


donde se dictó la sentencia definitiva que constituye el acto reclamado
en el juicio de amparo directo del que deriva el presente recurso de
revisión, se advierte que se tuvieron por probados los hechos
siguientes:

2. Hechos del caso. Hasta el veintinueve de junio de dos mil trece, en el


lugar denominado “**********” ubicado en calle **********, Circuito
Interior **********, colonia **********, delegación **********, **********,
**********, **********, **********, **********, **********, **********, ********** y
********** y otros, de manera conjunta captaron y recibieron con la
finalidad de explotar sexualmente a quince mujeres. Su intervención
fue la siguiente:

(i) ********** y ********** eran supervisor y administrador


respectivamente, recibieron a las ofendidas y les explicaron
sus obligaciones y el sueldo que recibirían;

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(ii) **********, **********, ********** e ********** eran los


meseros y encargados de llevar a las ofendidas a los clientes,
a quienes informaban los costos de bebidas, servicios y
asignaban el espacio donde se proporcionaba el baile erótico
privado;
(iii) **********, **********, ********** y **********
proporcionaban seguridad a las víctimas mientras realizaban
sus actividades.

3. Averiguación previa. Con motivo de ello, el agente del ministerio


público inició la averiguación previa correspondiente y al considerar
que existían medios de prueba suficientes para acreditar la probable
responsabilidad de los imputados en la comisión del delito de trata de
personas, determinó ejercer acción penal en su contra.

4. Causa penal. De la consignación correspondió conocer al Juez


Decimonoveno Penal del Distrito Federal, mismo que le dio trámite
como causa penal **********; y donde una vez agotada la instrucción
del proceso, el cinco de marzo de dos mil catorce dictó sentencia,
en la que por un lado absolvió a los quejosos por el delito de trata de
personas cometido en contra de diversas personas, y por el otro
condenó a los aquí recurrentes, al considerarlos penalmente
responsables de la comisión del delito de trata de personas agravado
en agravio de distintas víctimas, y entre otras consecuencias jurídicas,
los condenó a cumplir con una pena privativa de libertad de ocho
años, cinco meses y siete días, así como una multa de tres mil

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doscientos ochenta días multa, equivalentes a doscientos doce mil


cuatrocientos doce pesos con ochenta centavos1.

5. Recurso de apelación. Contra la determinación anterior, el defensor


de los sentenciados interpuso recurso de apelación2, del que conoció
la Séptima Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal, quien lo radicó como toca **********, y por sentencia de
veinticuatro de noviembre de dos mil catorce, confirmó el fallo
recurrido3.

II. TRÁMITE

6. Demanda de amparo. Inconforme con esta resolución, ********** y


otros, mediante escrito presentado el nueve de diciembre de dos mil
catorce, promovieron a través de su defensor **********, demanda de
amparo directo4, ante la Séptima Sala Penal del Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal, donde el promovente precisa que se
vulneraron en perjuicio de los sentenciados los artículos 1, 5, 16, 17,
19 y 23 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

7. Juicio de amparo. De la demanda de amparo conoció el Segundo


Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, cuyo
Presidente el veintisiete de enero de dos mil quince, registró el asunto
con el número ********** y ordenó requerir a la Sala responsable para
que se pronunciara sobre la suspensión del acto reclamado; asimismo,
en relación con el acto que se hizo consistir en la “declaración de
1
Fojas 1 a 377 del tomo XII de la causa penal.
2
Fojas 264 a 413 del toca penal **********.
3
Fojas 466 a 871 del toca **********.
4
Fojas 4 a 274 y del amparo directo **********.

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inconstitucionalidad” de los artículos 10, párrafo segundo, 40 y 42


fracción IX de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los
Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y
Asistencia a las Víctimas de estos delitos, declaró carecer de
competencia legal para conocer del mismo, por lo que declinó el
conocimiento al Juzgado de Distrito de Amparo en Materia Penal en el
Distrito Federal, a quien remitió copia certificada de la demanda
respectiva5

8. Por acuerdo de cuatro de febrero de dos mil quince, agotado el


requerimiento por la autoridad responsable, se admitió a trámite la
demanda, se reconoció el carácter de terceras perjudicadas a quienes
tienen la calidad de ofendidas en la causa penal6. Enseguida, el
Secretario del Juzgado Segundo de Distrito de Amparo en Materia
Penal en el Distrito Federal, a quien correspondió conocer de la
declinatoria del tribunal colegiado, informó que por auto de trece de
febrero dos mil diecisiete, se tuvo por no presentada la demanda que
dio origen al amparo indirecto ********** de su índice, determinación
que el dos de marzo siguiente se declaró firme7.

9. Finalmente, el tribunal colegiado en sesión de tres de septiembre de


dos mil quince, concedió el amparo solicitado para el efecto de que la
Sala responsable dejara insubsistente la sentencia combatida y
emitiera una nueva, en la que no tuviera por acreditada la agravante
prevista en el artículo 42, fracción IX de la Ley General para Prevenir,
Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y
5
Fojas 282 a 283 del amparo directo.
6
Ídem foja 210 según folio del cuaderno.
7
Ibid foja 324.

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para la Protección y Asistencia a la Víctimas de estos Delitos, al


considerar que con ella se reclasifica la conducta del delito básico y,
por tanto, no se impusiera la sanción respectiva, lo cual se reflejaría en
el monto de las jornadas de trabajo por las que podría sustituirse la
multa impuesta y en lo relativo a la suspensión de derechos políticos,
reiterando los demás aspectos de la sentencia8.

10. Interposición del recurso de revisión. El defensor de **********,


**********, **********, **********, **********, **********, **********, ********** y
**********, interpuso recurso de revisión, mediante escrito presentado el
veinticuatro de septiembre de dos mil quince, ante la Oficialía de
Partes del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito9.

11. Mediante acuerdo de veinticinco de septiembre de dos mil quince, el


Presidente del referido órgano de control constitucional, tuvo por
interpuesto el recurso de revisión y ordenó remitir los autos
correspondientes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación10.

12. Trámite del recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la


Nación. El Presidente de esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, por acuerdo de uno de octubre de dos mil quince
tuvo por recibido el asunto y lo registró con el número 5223/2015 y, al
considerar que del análisis de las constancias se advertía el
planteamiento de inconstitucionalidad de los artículos 10, fracción III,
40 y 42, fracción IX, de la Ley General para Prevenir, Sancionar y
Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la
Protección y Asistencia a la Víctimas de estos Delitos, se admitió el

8
Ibidem 419 a 634.
9
Ibidem 1107 a 1189.
10
Foja 1191 del amparo directo **********.

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recurso de revisión, sin perjuicio del examen que posteriormente se


hiciera para determinar si cumplía con los requisitos previstos en el
artículo 107, fracción IX Constitucional, así como lo establecido en el
punto primero del Acuerdo General 5/2013 y artículo 37, párrafo
primero, 81, párrafo primero, del Reglamento de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. De igual forma, ordenó turnar el asunto al
Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea para la elaboración del
proyecto de resolución y el envío de los autos para el trámite de
radicación correspondiente11.

13. En acuerdo de diez de noviembre de dos mil quince, la Primera Sala


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se avocó al
conocimiento del asunto y se envió a la Ponencia del Ministro Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea para la elaboración del proyecto de
resolución12.

14. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en


sesión de uno de junio de dos mil dieciséis, acordó por mayoría de tres
votos de los Ministros José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo
Rebolledo y Norma Lucía Piña Hernández desechar el proyecto
presentado y devolver los autos a la Presidencia de la Primera Sala
para el efecto de returnar a uno de los Ministros de mayoría el asunto,
para la elaboración de un nuevo proyecto13.

15. Finalmente, en acuerdo de dos de junio de dos mil dieciséis, se


returnó el asunto a la Ponencia del Ministro José Ramón Cossío Díaz,
a fin de elaborar el proyecto de resolución correspondiente14.

11
Fojas 88 a 90 del amparo en revisión.
12
Fojas 111 a 112 del amparo en revisión.
13
Idem 185 del amparo en revisión.
14
Ibid foja 186.

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III. COMPETENCIA

16. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es


competente para conocer y resolver el presente asunto, de
conformidad con los artículos 107, fracción IX, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción II, de la Ley de
Amparo vigente, 21, fracción III, inciso a), así como el punto Tercero,
en relación con el Segundo, del Acuerdo General 5/2013 del Pleno de
este Alto Tribunal, en virtud de haberse interpuesto en contra de una
sentencia dictada por un tribunal colegiado de circuito en un asunto en
el que, por su naturaleza penal, corresponde a la materia de
especialidad de esta Sala y no se estimó que en el caso sea necesaria
la intervención del Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, para conocer del asunto, en virtud de que la resolución
del mismo no implica fijar un criterio de importancia y trascendencia
para el orden jurídico nacional, ni reviste un interés excepcional.

IV. OPORTUNIDAD

17. La sentencia recurrida fue notificada de manera personal al autorizado


de la parte quejosa, el viernes once de septiembre de dos mil quince15,
surtiendo efectos el día lunes catorce siguiente. De manera que el
plazo de diez días para interponer el recurso, previsto en el artículo 86
de la Ley de Amparo, transcurrió del martes quince al martes
veintinueve del mes y año antes citados, descontándose los días
dieciséis, diecinueve, veinte, veintiséis y veintisiete de septiembre de
dos mil quince, por ser inhábiles, de conformidad con los artículos 19
de la Ley de Amparo, 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la

15
Foja 640 del amparo directo **********.

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Federación, 74, fracción V de la Ley Federal del Trabajo, así como lo


previsto en el Punto Primero inciso c) del Acuerdo General 18/2013,
emitido por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

18. Por tanto, si el escrito de revisión se presentó ante la Oficialía de


Partes del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, el jueves veinticuatro de septiembre de dos mil quince, se
concluye que su interposición debe considerarse oportuna.

V. PROCEDENCIA

19. Por corresponder a una cuestión de estudio preferente, esta Primera


Sala se avoca a determinar la procedencia del presente recurso de
revisión. De conformidad con lo previsto en los artículos 107, fracción
IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 81,
fracción II, de Ley de Amparo, y el diverso 10, fracción III, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, para que un recurso de
revisión interpuesto contra las sentencias dictadas por los tribunales
colegiados de circuito en los amparos directos sea procedente, es
necesario que decidan sobre la constitucionalidad de normas legales,
o establezcan la interpretación directa de un precepto de la
Constitución Federal o de algún derecho humano contenido en
tratados internacionales de los que México es parte, o bien, que en
dichas resoluciones se omita hacer un pronunciamiento al respecto,
cuando se hubiera planteado en la demanda.

20. Aunado a lo anterior, es necesario que la cuestión de


constitucionalidad tenga la potencialidad de llevar a la fijación de un

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criterio de importancia y trascendencia a juicio de este Alto Tribunal.


En todos los casos, la materia del recurso debe limitarse a la
resolución de cuestiones propiamente constitucionales 16.

21. Para resolver sobre la procedencia, es necesario tener presentes las


consideraciones en que se sustenta la demanda de amparo, la
sentencia que la resolvió y el recurso de revisión que es objeto de
resolución en la presente ejecutoria.

22. Conceptos de violación. En la demanda de amparo se expresaron de


manera sustancial los argumentos siguientes:

22.1 La autoridad ordenadora matizó la valoración de los hechos


influenciándolos moralmente como “malos” para deducir
arbitrariamente que son ilícitos.

22.2 El caso a estudio, es el de un denominado table dance, al que


las mujeres (todas mayores de edad), que acudían a realizar sus
bailes, lo hacían por su propia voluntad (así lo refieren
expresamente ellas mismas) y conveniencia (en un día malo
ganaban mil pesos y en uno bueno hasta diez mil pesos, según
su propio dicho); y el tribunal que emite el acto reclamado

16
Se estima aplicable en términos del Sexto Transitorio de la Ley de Amparo publicada el dos de
abril de dos mil trece, por no oponerse a dicha legislación, el criterio jurisprudencial 2a./J. 64/2001,
emitida por la Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, Diciembre de 2001,
p. 315, de rubro siguiente: “REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. REQUISITOS PARA SU
PROCEDENCIA”.
Así como la diversa tesis 1a. CXL/2016, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, visible en el Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,
Publicación: Mayo de 2016, de rubro siguiente: “REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. LA
CONSTATACIÓN DE LAS NOTAS DE IMPORTANCIA Y TRASCENDENCIA PARA LA
PROCEDENCIA DE ESTE RECURSO DEBE REALIZARSE MEDIANTE UN EJERCICIO
SUSTANTIVO DE VALORACIÓN POR EL QUE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN PLASMA SU POLÍTICA JUDICIAL”.

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considera que hay delito de trata de personas solo en base a


inferencias y a partir de valorar hechos desde una óptica
meramente moral.

22.3 Los argumentos que esgrime el tribunal penal para tratar de


legitimar su juicio de tipicidad, responden más a opiniones
morales, que a una valoración legal.

22.4 El órgano de jurisdicción no se ocupó de dilucidar lo que


verdaderamente pasó, sino que se preocupó porque las cosas
se vieran desde un punto de vista moral, es decir, “malas”.

22.5 Contrario a lo que refiere el tribunal penal, el derecho a la


“dignidad” trae implícito el respeto a la forma de vida, a las
creencias, al modo de ser y el cómo se quiere ser visto, de cada
quién y daña la “dignidad” “de alguien”, el que otro le diga que es
“indigno” lo que hace, por el solo hecho de que su actividad no le
parece o no le gusta al que emite la opinión.

22.6 La actividad de los quejosos (porteros, meseros, ayudantes,


boleteras, guardarropas, etcétera, que sí fueron exoneradas) no
puede ser vista como una acción de fuerza que obligara a las
mujeres a acudir al establecimiento para realizar bailes, pero
mucho menos como una condicionante para que sostuvieran
relaciones sexuales y de haber pasado habría sido por la libre y
voluntaria decisión de la bailarina, no por sometimiento. Por lo
tanto, el trabajo que los quejosos desempeñaban en el
establecimiento nunca constituyó el delito de trata de personas.

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22.7 Contrario a lo que sostiene la autoridad ordenadora no existió


acción dolosa de “captar” o “recibir” (a una o varias personas),
con fines de explotación.

22.8 En el presente caso, no hay elemento de prueba alguno para


poder afirmar que se realizaron las acciones dolosas “captar” y
“recibir”, que el tipo penal exige. Aunado a que el legislador
penal no dispone sancionar como trata de personas cualquier
captación o recepción, sino única y exclusivamente aquellas que
se realizan con la finalidad de someter a una o varias personas a
explotación.

22.9 Los hechos no actualizaron los elementos que el tipo penal exige
para su materialización, toda vez que no está acreditado que los
procesados hayan desplegado una acción dolosa conjunta,
consistente en “captar” y “recibir” a una o varias personas con la
finalidad de explotarlas, prostituyéndolas.

22.10 Contrario a lo que se sostiene en la sentencia, los hechos


evidencian la no realización de las referidas acciones dolosas de
“captar” y “recibir”, toda vez que para su actualización,
necesariamente se requiere acreditar que dichas conductas se
llevaron a cabo recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza u
otras formas de coacción, –rapto, fraude, engaño, abuso de
poder o de una situación de vulnerabilidad–. Esto por así
definirlo expresamente el Protocolo para Prevenir, Reprimir y
Sancionar la Trata de Personas, especialmente las mujeres y
niños, que en su artículo 3 contiene la definición del delito de
trata de personas.

22.11 En la especie no existió ninguna prueba que acredite que haya


existido captación-recepción por medio de coacción física o

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moral, ni por el aprovechamiento de una situación efectiva de


vulnerabilidad. Resaltándose que el ministerio público ni el Juez
de Primera Instancia condenaron bajo ese supuesto de
vulnerabilidad, aunado a que no existe prueba alguna que las
bailarinas se hayan encontrado en una situación real de
vulnerabilidad, tal y como se hace alusión en el artículo 3 del
Protocolo que forma parte de la Convención de Palermo.

22.12 Solo puede hablarse de trata de personas, si se demuestra que


el sujeto activo del delito recurrió, para hacerse del sujeto pasivo,
a cualquiera de los medios comisivos como amenazas, fuerza,
engaño, coacción, abuso de poder o de una situación de
vulnerabilidad17.

22.13 Se resalta que en el caso no existió dato alguno que indicara


tiempo, lugar y modo en el que determinada persona fue captada
y recibida por otro u otros sujetos18.

17
Al respecto, invocó el criterio emitido por el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
Libro XV, Diciembre de 2012, Tomo 2, página 1580, de rubro siguiente: “TRATA DE PERSONAS.
CONFORME AL ARTÍCULO 3, INCISO B), DEL PROTOCOLO PARA PREVENIR, REPRIMIR Y
SANCIONAR ESE DELITO, ESPECIALMENTE MUJERES Y NIÑOS, QUE COMPLEMENTA LA
CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA
TRANSNACIONAL (PROTOCOLO DE PALERMO), LA DEFENSA DEL ACTIVO BASADA EN
QUE LA VÍCTIMA MAYOR DE EDAD CONSINTIÓ INICIALMENTE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL
A QUE FUE SOMETIDA, SE EXCLUYE CUANDO SE DEMUESTRA QUE PARA OBTENER EL
CONSENTIMIENTO EL TRATANTE RECURRIÓ A CUALQUIERA DE LOS MEDIOS
PROHIBIDOS (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL)”.
18
Consideración en la que invocó la jurisprudencia 1a./J. 102/2006, emitida por la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXV, Febrero de 2007, página 452, de rubro siguiente: “ORDEN DE
APREHENSIÓN. PARA SU DEBIDA MOTIVACIÓN DEBE SEÑALAR EL LUGAR, TIEMPO Y
CIRCUNSTANCIAS DE EJECUCIÓN DEL DELITO QUE SE IMPUTA AL ACUSADO”. Así como
la tesis emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito, visible en el
Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo XII, Agosto de 1993, página 361, de
rubro que dice: “AUTO DE FORMAL PRISIÓN. LA OMISIÓN DE RAZONAR Y PRECISAR LAS
CIRCUNSTANCIAS DE TIEMPO, LUGAR Y MODO, CONCULCA GARANTÍAS
CONSTITUCIONALES”.

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22.14 Contrario a lo que se refiere en la sentencia reclamada, respecto


de que hubo captura y recepción, existe prueba clara y
contundente de que todas y cada una de las personas, que la
acusación pretende hacer ver como “víctimas” del delito, en
realidad nunca fueron sujeto pasivo de trata de personas, ya que
éstas de manera voluntaria acudieron al establecimiento.

22.15 No se actualizaron los elementos del tipo penal que se requieren


para la materialización del delito de trata de personas, puesto
que los hechos evidencian que no existió ninguna actividad que
haya tenido “fines de explotación” ni para “prostitución” como
excesivamente lo dice la autoridad ordenadora “otras formas de
explotación sexual”, toda vez que no hubo “explotación”,
“prostitución”, ni aprovechamiento abusivo de “índole sexual”.

22.16 En el presente caso, el tipo penal de trata de personas no prevé


la “dignidad” como un elemento normativo, por esta razón ni el
que acusa ni el que juzga, tienen atribución para pronunciarse
sobre lo que es digno o indigno.

22.17 Tampoco puede decirse que se afectó “su libre desarrollo”, pues
al contrario, los hechos indican que las bailarinas acudían al
lugar libremente, porque su actividad les redituaba mejores
condiciones económicas.

22.18 La ley ni la autoridad bajo la falsa apariencia de protección,


pueden reemplazar la decisión de las personas con respecto a la
forma en que quieren ser, vivir o ser vistas, porque equivale a
una intromisión masiva.

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22.19 No es válido el argumento relativo a que hay “explotación”


porque el establecimiento obtenía “ganancias”, ya que no solo no
existe prueba que acredite el monto de las ganancias del
establecimiento, mucho menos que demuestre una relación
causa-efecto entre ganancias y la supuesta “explotación”, sino
que al contrario, hay prueba que en el establecimiento “Cadillac”
únicamente se encontraron seis mil trescientos cincuenta pesos.

22.20 No está demostrado que haya existido “prostitución”, toda vez


que dicha afirmación se obtiene a partir de inferencias o
conjeturas que constituye una aberración y que transgrede el
principio de presunción de inocencia.

22.21 No está acreditado que haya habido “prostitución” como


consecuencia directa e inmediata de explotación, es decir, de
alguna clase de sometimiento19, toda vez que no existe prueba
alguna de “explotación”.

22.22 No está acreditado que haya “otra forma de explotación sexual”


como excesivamente se sostiene en el acto reclamado, ya que la
ordenadora se excedió y transgredió el principio de non
reformatio in peius, al momento de establecer que los quejosos
habían actualizado el delito de trata de personas en mayores
hipótesis típicas que aquéllas por las que se les acusó.

19
Al efecto, como sustento a su argumento invocó la tesis II.2º.P.206 P, emitida por el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, visible en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIV, Septiembre de 2006, página 1522, de rubro
siguiente: “PRUEBA TESTIMONIAL. LA VERACIDAD DEL TESTIMONIO RESULTA DE LA
CONSTATACIÓN DEL HECHO MATERIA DE LA NARRACIÓN”.

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22.23 Los hechos evidencian que no existió ninguna actividad de


prostitución u otras formas de explotación sexual; es decir, los
inculpados nunca hicieron que una persona trabajara para
obtener provecho, pues no hay pruebas de que persona alguna
haya mantenido relaciones sexuales a cambio de dinero;
además, como se desprende de sus declaraciones, las bailarinas
realizaban dicha actividad por voluntad propia.

22.24 En el hipotético caso de que estuviera acreditada la existencia de


prostitución o alguna otra forma de explotación sexual, no se
habría cometido el delito de trata de personas, sino el de
lenocinio; ello, en atención al principio de estricta aplicación de la
ley penal y al principio de la ley más favorable al inculpado.

22.25 La acusación se debió enderezar por el delito de lenocinio, en


tanto que éste prevé los mismos hechos y tiene una penalidad
inferior a la establecida para el ilícito de trata de personas.

22.26 Resulta inaplicable el artículo 40 de la Ley General para


Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata
de Personas y para la Protección y Asistencia a la Víctimas de
estos Delitos, toda vez que la autoridad ordenadora trató de
descalificar el consentimiento otorgado por las bailarinas para
realizar los bailes sensuales, no obstante que en dicho precepto
legal se señala que el consentimiento de la víctima no puede ser
una excluyente de responsabilidad penal, pero no establece que
no pueda ser una causa de atipicidad.

22.27 Contrario a lo que sostiene la autoridad responsable, no hay


prueba que acredite la prostitución a cambio de dinero, toda vez

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que de la propia declaración de las bailarinas, se desprende que


nunca fueron captadas ni recibidas y que no hubo intención de
explotarlas para que se prostituyeran; más aún, de sus originales
declaraciones se sigue que las bailarinas, por decisión y
conveniencia propia acudían a trabajar al establecimiento.

22.28 Causa agravio el argumento de la Sala responsable, al


argumentar dogmáticamente que al no contar con medio de
prueba objetivo que acredite, que en el bar “Cadillac” se dio “una
pretendida relación de trabajo”, ello da a entender que no es
cierto que existiera un vínculo laboral entre las mujeres que
voluntariamente acudían a prestar servicios de bailarinas
sensuales y el referido establecimiento; ya que de manera
contraria, obra constancia de los contratos de trabajo celebrados
entre las mujeres y la empresa, así como la propia manifestación
de aquéllas, en el sentido de que trabajaban para sí y que a
cambio de ello recibían una remuneración que le satisfacía.

22.29 Consideran incorrecto que sin sustentarse en prueba alguna, la


autoridad ordenadora sostenga que algunos, sin precisar
quiénes, de los que denomina “agentes activos”, captaron y
recibieron a las que llama “ofendidas” y que otros “promovieron y
colaboraron” en el desarrollo de un actividad que según, tenía
como finalidad la explotación por prostitución.

22.30 Argumentan que les causa agravio que la Sala responsable


afirme que existe “exhibición privada de orden sexual”, que los
procesados se “beneficiaron”, que “sabían que una forma de

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acrecentar sus propios ingresos lo era, provocando que los


clientes consumieran”, toda vez que son dogmáticas y sin
prueba alguna.

22.31 Causa agravio que en el acto reclamado, se considere a los


encausados como “coautores materiales”, por estar acreditada la
“existencia de un acuerdo previo” y una “ejecución común del
hecho, cuando en el sumario no se advierte prueba que así lo
demuestre.

22.32 Constituye una violación al principio de presunción de inocencia


que se deduce de nuestro sistema constitucional y de derechos
humanos previsto en el numeral 8 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, así como lo previsto en el numeral 1,
inciso i), del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, el
que la ordenadora sostenga que los procesados no aportaron
pruebas que desvirtuaran las imputaciones, toda vez que con
ello, el acto reclamado soslaya que la carga de la prueba
corresponde a quien acusa.

22.33 Consideran incorrecto, que se pretenda deducir responsabilidad


penal del hecho de que uno de los quejosos fuera el
administrador de un establecimiento legalmente constituido y la
circunstancia de que fuera el encargado del dinero o de las
ganancias del lugar, no es suficiente para afirmar que participó
en la comisión del delito que nos ocupa.

22.34 Aseveran que les causa perjuicio que se afirme que uno de los
quejosos era el que se encargaba de captar, recibir y facilitar la
realización de las diversas conductas ilícitas, no solo porque no

18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

existe prueba alguna que acredite las circunstancias de tiempo y


modo que la autoridad ordenadora pretende hacer ver, sino
porque nunca se realizó la captación ni recepción a que se
refiere el tipo penal de trata de personas.

22.35 Afirman que les causa agravio que se pretenda deducir


responsabilidad penal del hecho de que uno de los quejosos
fuera personal de seguridad de un establecimiento legalmente
constituido, porque no existe prueba que indique que el
amparista a partir de su trabajo haya sometido a las mujeres
para que ejercieran prostitución.

22.36 No es cierto que exista retractación por parte de las bailarinas,


pues de la sola lectura de sus declaraciones se advierte que
éstas no se retractaron de lo sustancial, es decir, aquello en lo
que dicen no estar de acuerdo, no son aspectos relacionados
con los hechos en sí.

22.37 Las pruebas que la autoridad ordenadora menciona en el acto


reclamado, no son aptas y suficientes para acreditar el delito que
nos ocupa y la responsabilidad penal de los encausados.

22.38 Las declaraciones de los policías que llevaron a cabo el


operativo que dio origen a la averiguación previa, los dictámenes
en materia de contabilidad y en materia de genética, el informe
de criminalística de campo y la documentación hallada en el
establecimiento, no acreditan la existencia del delito y mucho
menos la responsabilidad de los quejosos.

19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

22.39 El órgano colegiado no puede pasar por alto que hubo una
intromisión de la autoridad en un domicilio sin orden judicial,
destacándose que no había condiciones de flagrancia que
justificaran el actuar de la autoridad. Por tanto, el operativo que
se llevó a cabo en el establecimiento denominado “Cadillac”
deviene ilegal y las pruebas recabadas durante dicha intromisión
carecen de eficacia probatoria.

22.40 Aduce que en todo caso, aplica en favor de los condenados los
argumentos de la autoridad ordenadora para eximir de
responsabilidad a las procesadas del sexo femenino; de ahí que,
si no obra prueba de que alguno de los encausados haya tenido
dominio del hecho, consecuentemente no hay responsabilidad
penal y mucho menos delito.

22.41 Es inconstitucional la hipótesis típica relativa a “toda acción


dolosa de una o varias personas para captar y recibir a una o
varias personas con fines de explotación, entendiendo por
explotación la prostitución ajena u otras formas de explotación
sexual en los términos de los artículos 13 a 20 de la presente
ley”, prevista en el artículo 10, fracción III, de la Ley General para
Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata
de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de
estos Delitos.

22.42 En este sentido, la responsable ordenadora sostuvo que se


actualizaron los elementos típicos de trata de personas
basándose en la hipotética acreditación de “…exhibiciones
privadas de orden sexual…” y “…aprovechamiento de una
situación de vulnerabilidad…”, previstos en el artículo 13 de la

20
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

referida ley; es decir, para tener por acreditado el delito, la


ordenadora no solo se basó en elementos previstos en el artículo
10, sino también el diverso 13 de la citada Ley, por ello, se
advierte que se trata de un tipo penal abierto.

22.43 Cuando la última parte de la fracción III, del párrafo segundo del
artículo 10 de la Ley en cita, remite a “…los términos de los
artículo 13 a 20 de la presente ley…”, el legislador penal no
define con claridad las fronteras de la conducta punible, con el
consiguiente perjuicio de la seguridad jurídica.

22.44 En el presente caso, cuando la última parte de la fracción III del


segundo párrafo del artículo 10 de la Ley en estudio, señala que
“…se entenderá por explotación de una persona: a. La
prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, en los
términos de los artículos 13 a 20 de la presente ley…”, el
legislador dejó de establecer con exactitud la conducta que
estima dañina, generando incertidumbre no solo en el
gobernado, sino en las propias autoridades encargadas de
aplicar la norma penal, quiénes, como incluso ocurre en el
presente caso, conforman a su selección el tipo penal por el que
sancionan20.

22.45 El artículo 40 de la Ley General para Prevenir, Sancionar y


Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la
Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, es
20
Argumento que sustentó con la tesis 1a./J. 10/2006, emitida por la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XXIII, Marzo de 2006, página 84, de rubro siguiente: “EXACTA
APLICACIÓN DE LA LEY PENAL. LA GARANTÍA, CONTENIDA EN EL TERCER PÁRRAFO
DEL ARTÍCULO 14 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, TAMBIÉN OBLIGA AL LEGISLADOR”.

21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

inconstitucional, porque transgrede el principio de legalidad que


obliga al legislador a describir con claridad y precisión el hecho o
circunstancia que, teniendo relación con la conducta que se
considera delictiva, pueda incidir en la decisión de imponer o no
pena alguna.

22.46 En el presente asunto, el artículo 40 de la Ley de Trata de


Personas, tiene una ambigüedad que genera confusión e
inseguridad jurídica, porque no detalla ni precisa el caso en que
el consentimiento otorgado por la víctima, cualquiera que sea su
edad, y en cualquier modalidad del delito de trata de personas,
no constituirá una causa excluyente de responsabilidad penal.

22.47 Es inconstitucional la fracción IX del artículo 42 de la Ley


General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en
Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a
la Víctimas de estos Delitos, por vulnerar lo previsto en el
artículo 23 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que establece que “…nadie puede ser juzgado dos
veces por el mismo delito…”, toda vez que en el presente caso
se está condenando conforme con lo previsto en el artículo 10 de
la citada Ley, bajo el argumento de agravante prevista en el
artículo 42, fracción IX, del mismo ordenamiento legal; razón por
la cual se considera que se está sancionando dos veces la
misma conducta.

22.48 La concepción de los alcances del principio de non bis in ídem,


debe hacerse a partir de las máximas de que, tratándose de
interpretación de normas que protegen derechos humanos, debe
estarse a lo que más favorezca, es decir, a lo que genere

22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

protección más amplia, acorde al principio pro homine o pro


persona, previsto en el artículo 1º de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos21.

22.49 Del acto reclamado se advierte que los quejosos fueron


condenados por el delito de trata de personas agravado,
basándose para ello en lo dispuesto por los artículos 10 y 42,
fracción IX de la Ley General para Prevenir, Sancionar y
Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la
Protección y Asistencia a la Víctimas de estos Delitos,
circunstancia que sanciona dos veces la misma conducta, toda
vez que el tipo penal previsto en el artículo 10 sanciona a quien
cometa trata de personas en contra “…de una o varias
personas…”, mientras que la agravante prevista en el artículo
42, prevé imponer una sanción mayor cuando el hecho se
cometa en contra de “más de una persona”. Aunado a ello, las
agravantes de penalidad solo se entienden cuando la ley
dispone aumentar la sanción, en razón de la concurrencia en el
hecho típico de una condición diferente a aquéllas previstas en el
tipo básico.

23. Sentencia recurrida. El tribunal colegiado que conoció del asunto


realizó las consideraciones siguientes:

21
Argumento al que consideró aplicable la tesis I.4º.A.464 A, emitida por el Cuarto Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, visible en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXI, Febrero de 2005, página 1744, de rubro
siguiente: “PRINCIPIO PRO HOMINE. SU APLICACIÓN ES OBLIGATORIA”.
Así como la diversa I.4º.A.441 A, emitida por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XX, Octubre de 2004, de rubro que dice: “PRINCIPIO PRO HOMINE. SU
APLICACIÓN”.

23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

23.1 De manera inicial, precisó que a pesar de que se envió copia de


la demanda al Juez de Distrito de Amparo en Materia Penal,
para que se avocara al estudio de constitucionalidad planteada
por los quejosos, ello no era impedimento para que se
pronunciara sobre ese tópico amén de que el artículo 175,
fracción IV, segundo párrafo, de la Ley de Amparo, lo obligaba a
resolver el tema cuestionado.

23.2 Clarificó que cuando se promueve amparo directo en contra de


sentencias definitivas que pongan fin al juicio y se estime
inconstitucional una ley, de ninguna manera resulta procedente
llamar a juicio a las autoridades que intervinieron en la
elaboración y publicación de la ley, sino que su referencia
únicamente será en la demanda de amparo.

23.3 De igual manera, puntualizó que en materia penal la


inconstitucionalidad de una ley o precepto normativo puede ser
objeto de análisis en vía de amparo directo, no obstante haya
existido aplicación previa al quejoso en un acto de autoridad
diverso, en el caso, durante las etapas de preinstrucción o
instrucción en el procedimiento penal22.

23.4 Refirió que adverso a lo expuesto por el defensor de los


quejosos, el artículo 10, fracción III, de la Ley General para
Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata
de Personas no es inconstitucional, ya que tipifica de manera
22
Consideró aplicable la tesis 2a. CLIV/2001, emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XIV, Agosto de 2001, página 238, de rubro siguiente: “LEYES
HETEROAPLICATIVAS TRATÁNDOSE DE ACTOS PRIVATIVOS DE LA LIBERTAD
PERSONAL. NO PUEDE CONSIDERARSE CONSENTIDA SU APLICACIÓN AUNQUE SU
INCONSTITUCIONALIDAD SE IMPUGNE CON MOTIVO DEL DICTADO DE LA SENTENCIA
DEFINITIVA, Y NO CON MOTIVO DE SU APLICACIÓN EN LA ORDEN DE APREHENSIÓN O
AUTO DE TÉRMINO CONSTITUCIONAL”.

24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

clara y específica las conductas delictivas de “captar, enganchar,


trasportar, transferir, retener, entregar, recibir o alojar a una o
varias personas con fines de explotación”, para ello, el legislador
a fin de dar seguridad y certeza jurídica al gobernado definió lo
que se entiende por “explotación”, de manera que el juzgador al
momento de establecer que se actualiza el delito previsto y
sancionado en el ordinal 10, puede válidamente relacionarlo con
cualquiera de las hipótesis que complementan el elemento
subjetivo específico del tipo, a saber, “con fines de explotación”.

23.5 Indicó que, si bien es cierto que a cada una de las hipótesis de
explotación mediante la frase “en términos del artículo”, remite a
lo expuesto en los ordinales 13 a 31 de dicha ley especial, ello
no da lugar a la actualización de un delito complementado, ya
que al leerse los numerales 10 a 20, se advierte que cada uno
de ellos contiene un tipo penal autónomo y desvinculado, en
tanto contiene sus propios elementos y condiciones necesarias
para su materialización.

23.6 Al efecto, destacó que si bien, a los quejosos se les atribuye su


intervención en el delito previsto y sancionado en el artículo 10,
párrafos primero y segundo, fracción III, lo cierto es que ese
mismo tipo penal no requiere que se actualicen las condiciones
contenidas en los numerales 13 a 20, de la citada ley, porque
éstos contienen conductas y circunstancias diferentes a las que
exige el tipo penal consagrado en el ordinal 10.

25
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

23.7 Circunstancias las anteriores, por las cuales el citado órgano


jurisdiccional consideró que dicho precepto es acorde con el
principio de legalidad contenido en el numeral 14 de la
Constitución Federal.

23.8 Por otro lado, consideró que el artículo 40 de la Ley General para
Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata
de Personas, cumple con el principio de legalidad contenido en
el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, ya que de manera categórica establece que no será
motivo de exclusión de responsabilidad, el consentimiento que
puedan otorgar las pasivos en cualquiera de los delitos que
contiene la ley especial; es decir, no es necesario hacer algún
tipo de interceptación para llegar a la conclusión de que si un
imputado despliega alguna de las conductas contenidas en esa
legislación, no podrá exonerársele por la sencilla razón de existir
consentimiento de la víctima.

23.9 Adicionalmente, refirió que no puede considerarse que el artículo


40 de la ley de referencia es inconstitucional, porque a opinión
del defensor de los quejosos, el legislador debió exponer que
solamente ese consentimiento será excluyente de
responsabilidad cuando la pasivo sea explotada encontrándose
en un estado de vulnerabilidad que, en primer lugar, no es la
hipótesis delictiva atribuida; amén de que la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia de
rubro: “LEYES. SU INCONSTITUCIONALIDAD NO DEPENDE
DE LOS VICIOS EN LA REDACCIÓN E IMPRECISIÓN DE

26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

TÉRMINOS EN QUE EL LEGISLADOR ORDINARIO PUEDA


INCURRIR”.

23.10 En ese sentido, expuso que, si bien es cierto que la claridad de


las leyes constituye un imperativo para evitar su ambigüedad,
confusión o contradicción, también lo es que ningún artículo
constitucional exige que el legislador defina los vocablos o
locuciones utilizados en aquéllas, pues tal exigencia tornaría
imposible su función, en vista de que implicaría una labor
interminable e impráctica, provocando que no se cumpliera
oportunamente con la finalidad de regular y armonizar las
relaciones humanas; razón por la cual es incorrecto pretender
que una ley sea inconstitucional por no definir un vocablo o por
irregularidad en su redacción23.

23.11 En otro orden, consideró que en el juicio de amparo directo es


dable analizar violaciones al procedimiento acontecidas durante
la averiguación previa, cuando éstas afecten derechos
fundamentales, con la salvedad que, de existir la violación
anunciada, no ameritaría la reposición del procedimiento, sino la
invalidez de la probanza; y en el caso, se advierte que la Sala
responsable soslayó que las pasivos y testigos de cargo,
después de exponer ministerialmente los hechos investigados,
manifestaron que al tener a la vista a los justiciables en la
cámara de Gesell, los reconocían como las personas que

23
Consideración que robusteció con la jurisprudencia 1a./J. 1/2006, emitida por la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXIII, Febrero de 2006, página 357, de rubro que dice: “LEYES. SU
INCONSTITUCIONALIDAD NO DEPENDE DE QUE ESTABLEZCAN CONCEPTOS
INDETERMINADOS”.

27
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

trabajaron en el bar, sin que estuviera presente la defensa de


esos individuos; lo cual era necesario porque se trató de una
actuación donde aquéllos intervinieron físicamente.

23.12 En estas condiciones, declaró la invalidez de los reconocimientos


que las ofendidas y testigos realizaron; sin embargo, tales
desatinos determinó que no trascienden al resultado del fallo,
toda vez que la imputación contra los encausados derivó de la
detención que los agentes captores hicieron de los justiciables
mientras se cometía el delito, de manera que tal nulidad no
abarca el relato que previamente externaron, porque
precisamente, al ser anterior, resulta independiente de ese
reconocimiento, y no genera la invalidez de alguna otra prueba,
en la medida que no se observa vinculación con algún medio de
convicción obtenido a partir de dichos reconocimientos, que
pudiera extender directa o indirectamente el vicio de nulidad
identificado.

23.13 Respecto al concepto de violación relativo a la intromisión


injustificada de los policías al bar “Cadillac”, refirió que resulta
infundado, toda vez que la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en la jurisprudencia de rubro:
“INTROMISIÓN DE LA AUTORIDAD EN UN DOMICILIO SIN
ORDEN JUDICIAL. EFICACIA DE LAS ACTUACIONES
REALIZADAS Y DE LAS PRUEBAS OBTENIDAS, CUANDO ES
MOTIVADA POR LA COMISIÓN DE UN DELITO EN
FLAGRANCIA”, estableció que, si bien, por regla general,
cuando se introduce personal policiaco a un domicilio sin
autorización judicial, las pruebas que deriven de ese cateo serán
ilegales, también puntualizó que dichos agentes no requerirán

28
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

orden de cateo para introducirse en un domicilio cuando en él se


esté ejecutando un delito.

23.14 Refirió que en el caso está justificada la intromisión de los


policías al bar de referencia, porque es un establecimiento
mercantil al que es factible se permita el acceso al público en
general; además, porque los agentes relataron que recibieron
una denuncia anónima que daba noticia de la comisión de un
delito vinculado con la trata de personas y en especial con
menores de edad; por tanto, resultó acertado que se detuviera a
los quejosos, cuando se cometía el delito de trata de personas,
que es de naturaleza permanente; consecuentemente, contrario
a lo argüido, las pruebas que de dicha intromisión derivaron,
dada la flagrancia advertida, son legales.

23.15 Refirió que los argumentos de los quejosos que involucran la


actuación del juez en la resolución de primera instancia,
soslayando que fue sustituida por la emitida en el tribunal de
alzada, son inoperantes, ya que derivan de la opinión personal
del defensor particular de los quejosos, introduciendo cuestiones
de carácter subjetivo y doctrinal filosófico; máxime que lo relativo
a la acreditación del delito que nos ocupa, debe hacerse
conforme al material probatorio desahogado y en estricto apego
a las legislaciones –adjetiva y sustantiva– aplicables.

23.16 Expuso que la Sala de apelación atendió a la clasificación de los


hechos realizada por el Juez de Primera Instancia en el auto de
formal prisión, donde se estableció que los promoventes de la

29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

acción constitucional eran probablemente responsables de la


comisión del delito de trata de personas, previsto y sancionado
en los artículos 10, párrafos primero y segundo, fracción III, de la
Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en
Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a
la Víctimas de estos Delitos, es decir, atendió como forma de
explotación no solo la prostitución, sino también otras formas de
explotación sexual.

23.17 Indicó que, si bien es cierto que el tribunal de apelación en el


cuerpo de la sentencia, en algún momento aludió al posible
estado de vulnerabilidad de las ofendidas, que corresponde a
otra forma de explotación; empero, refirió que ese argumento no
fue medular para establecer que en el caso está acreditado el
delito de trata de personas y que los justiciables lo cometieron,
porque éstos intervinieron en su carácter de coautores, en la
explotación a través de la prostitución y otras formas de
explotación sexual, de manera que se estima que esa cuestión
no trasciende a la esfera jurídica de los impetrantes.

23.18 Adicionalmente refirió que, el tribunal de alzada en momento


alguno introdujo conductas que no hayan sido materia del auto
de formal prisión, del proceso y del pliego acusatorio, como
infundadamente lo sostiene el defensor particular de los
justiciables.

23.19 El argumento referente a la violación de las garantías


constitucionales establecidas en los artículos 1, 14, 16, 17 y 19
es infundado en una parte y en la restante inoperante, en este
sentido, no se advierte que los quejosos hayan sido

30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

discriminados en el proceso por razón de género o de alguna


otra índole, por lo que existió igualdad procesal24.

23.20 Así mismo, refirió que se observaron los principios de legalidad,


debido proceso y exacta aplicación de la ley, ya que el tribunal
de alzada expresó los fundamentos y razones jurídicas por las
que consideró que las pruebas fueron eficaces y suficientes para
demostrar la existencia de los elementos del delito de trata de
personas, así como la responsabilidad penal de los quejosos en
su comisión.

23.21 Además, refirió que no se transgrede el artículo 17 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues la
sentencia reclamada se emitió de manera completa e imparcial,
es decir, no existe dato alguno para concluir que el órgano de
apelación, rebasó o en su caso, haya perfeccionado la acusación
ministerial en los aspectos de delito y responsabilidad, pues
como en forma apropiada lo determinó, las pruebas que constan
en el sumario resultaron suficientes y eficaces para acreditar
tales extremos.

24
Al efecto, invocó la tesis 1a. XXVI/2012, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, Libro V, Febrero de 2012, Tomo 1, página 659, de rubro siguiente: “PRINCIPIO PRO
PERSONAE. EL CONTENIDO Y ALCANCE DE LOS DERECHOS HUMANOS DEBEN
ANALIZARSE A PARTIR DE AQUÉL”.
Así como la tesis 2a. LXXXII/2012, emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XIV,
Noviembre de 2012, Tomo 2, página 1587, que dice: “PRINCIPIO PRO PERSONA O PRO
HOMINE. FORMA EN QUE LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES NACIONALES DEBEN
DESEMPEÑAR SUS ATRIBUCIONES Y FACULTADES A PARTIR DE LA REFORMA AL
ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS,
PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 10 DE JUNIO DE 2011”.

31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

23.22 Respecto a la violación al artículo 19 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos, refirió que es inatendible, ya
que en dicho precepto legal se establecen los requisitos que
deben colmarse para el dictado del auto de formal prisión,
empero en el caso, el acto reclamado lo constituye una
sentencia definitiva.

23.23 Contrario a lo sostenido por los quejosos, refirió que la Sala


ordenadora de manera correcta ponderó las versiones expuestas
ministerialmente por las pasivos, las cuales fueron relacionadas
con las declaraciones de los testigos de cargo y, además, se
adminicularon con las declaraciones de los policías; deposados
que avalaron la eficacia indiciaria que le confirió la Sala de
apelación.

23.24 Sin que inadvirtiera que las ofendidas ante autoridad judicial se
retractaron de sus declaraciones ministeriales, sin embargo
consideró que es inconcuso que no existe justificación para
apartarse de las posturas que adoptaron con sus iniciales
deposados y constituyen argucias tendentes a beneficiar a los
quejosos.

23.25 Refirió además, que los anteriores medios probatorios se


robustecieron con las diligencias ministeriales y judiciales, donde
se constató la existencia del establecimiento mercantil donde
ocurrieron los hechos atribuidos.

23.26 Lo anterior, con acierto se relacionó con los dictámenes en


materia de genética, contabilidad, criminalística y psicología;
medios de prueba que en su apreciación conjunta, produjeron

32
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

convicción y fueron suficientes para materializar el principio de


eficacia demostrativa plena en aplicación de la prueba
circunstancial, acreditando los elementos del delito de trata de
personas y la plena responsabilidad de los justiciables en su
comisión.

23.27 Adicionalmente, precisó que es correcto que se tornaran


acreditadas las conductas atribuidas a los quejosos de captar y
recibir a las ofendidas, toda vez que dado los cargos que tenían
de supervisor y administrador, al entrevistar a las agraviadas, les
proporcionaron las facilidades para trabajar los días y horarios
en que ellas podían, amén de que les dijeron en qué consistían
sus labores, es decir, es evidente que atrajeron la atención de
las pasivos, quienes se encontraban necesitadas de dinero
–pues así lo manifestaron– y ante esa propuesta es que
decidieron aceptarla; de ahí que sea irrelevante que hayan sido
las ofendidas quienes acudieron al bar a buscar trabajo.

23.28 Refirió que el bien jurídico tutelado por el delito de trata de


personas es la dignidad de las víctimas; amén de que no se está
juzgando la profesión u ocupación de ser “bailarina”, sino que en
el caso, ello era uno de los modos que ocupaban los agentes del
delito para explotar la sexualidad de las ofendidas.

23.29 Los hechos atribuidos a los quejosos encuadran en el numeral


10 de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los
Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y
Asistencia a la Víctimas de estos Delitos, por lo tanto, el

33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

argumento relativo a que los hechos encuadran en el delito de


lenocinio y no de trata de personas, lo consideró infundado.

23.30 En la sentencia reclamada se estableció que los quejosos


********** y **********, fueron quienes captaron y recibieron a las
ofendidas para que realizaran las actividades que son
constitutivas de explotación sexual; los diversos justiciables, en
el interior del establecimiento, eran quienes promovían y
colaboraban para la realización de esas prácticas ilegales,
señalándose con precisión las circunstancias de modo, tiempo y
lugar en que se realizaron.

23.31 Adverso a lo sostenido por los quejosos, en la sentencia


reclamada se consideraron las exposiciones judiciales de las
ofendidas como una retractación, ya que en sus primeras
declaraciones aludieron a cuestiones relacionadas con el delito y
señalaron a los justiciables como las personas que lo realizaban;
todo ello lo negaron ante el juez instructor, e incluso, afirmaron
que habían sido presionadas para que se pusieran esos datos
en sus exposiciones, lo que no encuentra sustento probatorio;
por ende, fue correcto que se diera valor preponderante a sus
primeros deposados.

23.32 El artículo 40 de la Ley General para Prevenir, Sancionar y


Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la
Protección y Asistencia a la Víctimas de estos Delitos, es
categórico en señalar que el consentimiento de las víctimas no
excluye la responsabilidad –como causa de justificación– de los
quejosos en la comisión del delito, dado que el legislador
englobó bajo la denominación “el delito se excluye”, las causas

34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

de atipicidad, justificación y de inculpabilidad, sin hacer una


distinción en cómo inciden algunos en la exclusión del delito y
otras de la responsabilidad del sujeto activo, tampoco puede
constituir una excluyente del delito por atipicidad, como lo refiere
la parte quejosa.

23.33 Precisó que la alegada violación al principio de presunción de


inocencia resulta infundada, ya que durante la tramitación del
proceso, se partió de tal presunción, tan es así que en el
ministerio público investigador recayó la obligación de allegar los
elementos de prueba tendentes al acreditamiento de la conducta
atribuida y su responsabilidad, los cuales fueron adecuadamente
valorados por el tribunal de apelación.

23.34 Refirió que la Sala de apelación para determinar el grado de


culpabilidad del quejoso, ajustó su actuar a lo dispuesto en los
artículos 70 y 72 del Código Penal para el Distrito Federal; y
puntualizó que al momento de los hechos, los justiciables se
encontraban en óptimas condiciones fisiológicas y psíquicas, sin
que advirtiera alguna circunstancia de los activos antes y
después del hecho; así como algún factor relativo al
comportamiento posterior.

23.35 Refirió que la autoridad responsable no estaba obligada a


imponer el índice mínimo de culpabilidad, en tanto que la
cuantificación de la intensidad del reproche penal corresponde
exclusivamente al juzgador, de manera que adoptar una postura
contraria, daría pauta a que desapareciera el arbitrio judicial y la

35
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

individualización de la pena sería un acto reglado u obligatorio;


máxime que de manera fundada y motivada estuvo en la aptitud
de determinar ese grado de reproche25.

23.36 Acorde con el grado de culpabilidad impuesto, consideró correcto


que se impusiera como pena de prisión cinco años, siete meses,
quince días; dos mil ciento ochenta y siete días multa; que se
determinara que la prisión la compurgaría en el lugar que
determinara el Juez de Ejecución de Sanciones Penales a la
Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Secretaría de
Gobierno; que se absolviera del pago de daño moral y material;
finalmente, que se les negara los sustitutivos de la pena de
prisión y el beneficio de la suspensión condicional de la prueba.

23.37 Consideró fundado el concepto de violación según el cual se


impuso pena por el delito básico, previsto y sancionado en el
artículo 10, párrafos primero y segundo, de la Ley General para
Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata
de Personas y para la Protección y Asistencia a la Víctimas de
estos Delitos, no obstante, que la Sala también tuvo por
acreditada, y sancionó, la agravante contenida en el numeral 42,
fracción IX, porque, refirió que el delito tipificado en el ordinal 10,
tiene una condición específica vinculada con la cualidad del
sujeto pasivo, esto es, que para que se configure es necesaria la
existencia de una o varias víctimas; de manera que basta con
que sea una ofendida para que se actualice el delito de trata de
personas y entonces se imponga al activo las penas ahí

25
Al respecto, aplicó la tesis 507, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, visible en el Apéndice 1917, Septiembre de 2011, Tomo III. Materia Penal, Primera Parte
Sección-Adjetivo, Quinta Época, página 469, que dice: “PENA, INDIVIDUALIZACIÓN DE LA.
ARBITRIO JUDICIAL”.

36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

establecidas; y por exclusión, si en el ilícito están involucradas


más de una agraviada, las penas deben ser las mismas, dado el
aspecto cualitativo del sujeto pasivo exigido por el tipo penal.

23.38 Por lo tanto, si en la especie está acreditado el delito previsto en


el ordinal 10, al ser patente que los quejosos captaron y
recibieron a varias víctimas, en el caso, quince, es inconcuso
que solamente pueden ser sancionados conforme a dicho
precepto; sin que pueda coexistir la agravante prevista en el
artículo 42 de esa normatividad, donde se pune con mayor
severidad cuando se trata de más de una víctima, pues de lo
contrario se estaría recalificando la conducta del delito básico,
que como se dijo, ya tiene inmersa la cualidad del sujeto pasivo
y, por ende, existiría transgresión a la garantía contenida en el
artículo 23 de la Constitución Federal.

24. Agravios. El defensor del quejoso combatió la sentencia de amparo a


partir de los siguientes argumentos:

24.1 Existe pronunciamiento equivocado en relación a la


inconstitucionalidad del artículo 10 de la Ley General para
Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata
de Personas y para la Protección y Asistencia a la Víctimas de
estos Delitos.

24.2 El acto reclamado transgrede el principio de legalidad, toda vez


que la hipótesis que se tilda de inconstitucional deviene vaga,
imprecisa, abierta y amplia, al grado de permitir la arbitrariedad.

37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

24.3 Se estima inconstitucional que la última parte de la fracción III


del artículo 10 de la Ley en análisis, establezca que se
entenderá como explotación de una persona la prostitución
ajena u otras formas de explotación sexual, en los términos de
los artículos 13 a 20 de la Ley, en tanto que al remitir a las
diversas situaciones y conceptos previstos en los ocho artículos
implicados, se origina la posibilidad de que el tipo penal se
conforme de distintas maneras al libre arbitrio del juzgador.

24.4 El que se haga la remisión ambigua e imprecisa a lo previsto


por ocho diversos artículos, genera indefinición de las fronteras
de la conducta punible, lo que violenta el principio de estricta
legalidad y, por ende, el de seguridad jurídica26.

24.5 Es inconstitucional el artículo 40 de la Ley General para


Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata
de Personas y para la Protección y Asistencia a la Víctimas de
estos Delitos, ya que genera ambigüedad e inseguridad
jurídica, pues no detalla ni precisa el caso en que el
consentimiento otorgado por la víctima, cualquiera que sea su
edad, y en cualquier modalidad del delito de trata de personas,
no constituiría una causa excluyente de responsabilidad penal.

24.6 Se debe realizar la interpretación del inciso a) del artículo 3 del


Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la trata de
personas, especialmente mujeres y niños, ya que fija las
relaciones, posiciones jurídicas, sentido y alcance de los
derechos humanos en materia de trata de personas.

26
Su argumento lo robusteció con la jurisprudencia 1a./J. 10/2006, emitida por la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXIII, Marzo de 2006, página 84, de rubro siguiente: “EXACTA
APLICACIÓN DE LA LEY PENAL. LA GARANTÍA, CONTENIDA EN EL TERCER PÁRRAFO
DEL ARTÍCULO 14 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, TAMBIÉN OBLIGA AL LEGISLADOR”.

38
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

24.7 En el caso en concreto, no se actualiza el delito de trata de


personas, porque los hechos del acto reclamado no satisfacen
los requisitos del artículo 3 del Protocolo en mención, ya que si
el a quo discrepa con lo establecido en su contenido, entonces
se debió realizar una interpretación del sentido y alcances de
éste, para establecer un criterio en relación a por qué lo
previsto en la presente Convención Internacional no era
interpretable para el presente caso.

24.8 Causa agravio que el a quo, incluso, contradiciendo los


principios de pro persona o pro homine, no haya analizado lo
previsto en el artículo 3 del referido Protocolo, en razón de que
beneficia la situación jurídica de los quejosos.

24.9 Se debió analizar el referido Tratado Internacional, porque debe


concebirse como una extensión de lo previsto en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que
la materia de dicha Convención implica derechos públicos
subjetivos, en tanto que, entre otras cosas, preceptúa las
condiciones que los Estados deben adoptar para la definición
del delito de trata de personas27.

24.10 En el acervo probatorio no existe la más mínima prueba, de que


alguna persona haya recurrido a la amenaza o al uso de la
fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al

27
Apoyó tal consideración con la tesis XI.1º.A.T.45 K, emitido por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito, visible en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, Mayo de 2010, página 2079, de rubro
siguiente: “TRATADOS INTERNACIONALES. CUANDO LOS CONFLICTOS SE SUSCITEN EN
RELACIÓN CON DERECHOS HUMANOS, DEBEN UBICARSE A NIVEL DE LA
CONSTITUCIÓN”.

39
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

engaño, al abuso de poder o al aprovechamiento de una


situación de vulnerabilidad para forzar a otras personas para
que acudieran y/o se mantuvieran en el establecimiento
comercial en el que (sin fundamento) se dice se llevaba a cabo
su explotación sexual.

24.11 Existe una indebida interpretación del precepto constitucional


conocido como principio pro persona, toda vez que suponiendo
que hubiera existido prostitución, constituirían un delito diverso
a aquél por el que se procesó y condenó a los quejosos,
situación que les genera una situación jurídica que les es más
benéfica.

24.12 Se realizó una interpretación errónea del concepto


constitucional conocido como presunción de inocencia, toda vez
que la Sala responsable tergiversa los conceptos de violación
que se le plantearon. En efecto, transgrede dicho principio, al
considerar que correspondía a la defensa demostrar el origen
de los vestigios de semen que se halló en el establecimiento,
porque con ello se revierte la carga de la prueba a los
inculpados, en todo caso correspondía al órgano de acusación
acreditar tal supuesto.

24.13 En el acto reclamado, se interpreta de manera incorrecta el


principio de presunción de inocencia, toda vez que sostiene que
los inculpados tuvieron la aptitud de controvertir las
conclusiones de los dictámenes periciales que obran en el
sumario, porque con ello ilegalmente se revierte la carga de la
prueba a los inculpados.

40
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

24.14 No se puede obligar a la defensa a aportar pruebas para


controvertir lo existente en el sumario, porque la defensa es un
derecho y no una obligación; y, porque lo que debe observar el
juzgador es si las pruebas aportadas por la acusación
efectivamente acreditan o no sus afirmaciones.

25. Con base en los datos reseñados, es dable concluir que en el caso
concreto, es procedente el recurso de revisión, toda vez que esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha
destacado que el citado medio de impugnación es procedente cuando
se establece la interpretación directa de un precepto constitucional o
de los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales
de los que el Estado Mexicano sea parte; ahora bien, la parte quejosa
en la demanda de amparo, si bien planteó como acto reclamado
destacado, la inconstitucionalidad de los artículos 10, párrafo segundo,
fracción III, 40 y 42, fracción IX, de la Ley General para Prevenir,
Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y
para la Protección y Asistencia a la Víctimas de estos Delitos, y ello
motivó que el tribunal colegiado se declarara incompetente para
conocer de dicho reclamo, también se advierte que en la demanda
cuestiona la constitucionalidad de dichos artículos vía concepto de
violación, en ese sentido es que el tribunal colegiado emitió
pronunciamiento al respecto y por ello es que se considera que
subsiste un tema de constitucionalidad, más sí se considera que la
parte recurrente vierte agravios respecto de dicho tópico.

41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

26. Ahora bien, en relación con el numeral 42, fracción IX de la legislación


invocada, en la sentencia recurrida se concedió el amparo y protección
de la Justicia de la Unión para el efecto de que se deje insubsistente la
sentencia reclamada y se dicte otra en la que no se aplique a los
quejosos la agravante que dicha norma regula, determinación que por
ser benéfica para los amparistas debe dejarse intocada, y en ese
sentido ha sido reparada la violación a derechos fundamentales que
originó el acto de aplicación de dicho numeral, lo que implica que ya
no les causa perjuicio, circunstancia que además se corrobora con el
hecho de que el recurrente ya no reitera el planteamiento de
inconstitucionalidad en sus motivos de agravio; por ese motivo el
análisis de lo resuelto en torno al referido precepto legal no será
materia de análisis en esta ejecutoria.

27. Es inatendible el agravio uno referente a que no está demostrada la


prostitución, además de que las víctimas reconocieron que no fueron
forzadas a prostituirse. Lo anterior al tratarse de un agravio con el que
pretende cuestionar la acreditación del delito que se le imputó, lo que
se considera como un tema de legalidad ajeno a la litis, esto es, no
hace referencia a algún tema de constitucionalidad abordado por el
tribunal colegiado, con relación a la interpretación directa de un
precepto constitucional (respecto al sentido o alcance de dicho
precepto28) o, en su defecto, sobre la inconstitucionalidad de una

28
De conformidad con las tesis siguientes: “REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. ALCANCE DE LA
EXPRESIÓN ‘INTERPRETACIÓN DIRECTA DE UN PRECEPTO CONSTITUCIONAL’ COMO
SUPUESTO DE PROCEDENCIA DE ESE RECURSO”. Datos de localización: Tesis de
jurisprudencia 1a./J. 34/2005, Novena Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Tomo: XXI, Abril de 2005, Página: 631; “REVISION EN AMPARO
DIRECTO. LA INTERPRETACION DIRECTA DE UN PRECEPTO CONSTITUCIONAL, COMO
SUPUESTO DE PROCEDENCIA, EXISTE CUANDO A TRAVÉS DE ELLA SE DETERMINAN EL
SENTIDO Y EL ALCANCE JURÍDICOS DE LA NORMA CONSTITUCIONAL SOBRE LA BASE
DE UN ANÁLISIS GRAMATICAL, HISTÓRICO, LÓGICO O SISTEMÁTICO.” Datos de
localización: Tesis de jurisprudencia P./J. 46/91, Octava Época, Instancia: Pleno, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: VIII, Noviembre de 1991, Página: 39.

42
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

disposición jurídica que sustente el acto reclamado o bien con relación


al control de convencionalidad de una norma general ni mucho menos
sobre la omisión en que hubiera incurrido el tribunal colegiado para
analizar algún concepto de violación relativo a dichos temas.

VI. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

28. Ahora bien, para el análisis de las cuestiones de fondo en este asunto
debe darse respuesta a la siguiente interrogante:

¿Los artículos 10, párrafo segundo, fracción III y 40 de la Ley


General para Prevenir, Sancionar y erradicar los Delitos en
Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia de
las Víctimas de estos Delitos, son inconstitucionales?

29. La respuesta a la interrogante planteada debe contestarse en sentido


negativo, con base en las consideraciones siguientes:

30. Afirma la parte quejosa que los numerales que tilda de


inconstitucional, contravienen el principio de estricta legalidad previsto
por el artículo 14 Constitucional.

31. En ese sentido, la creación y aplicación de los tipos penales cuentan


con un andamiaje de suma relevancia para la legitimación del actuar
del Estado de Derecho, regulado por el principio de legalidad. Este
principio es el límite del ius puniendi del Estado y como consecuencia,
otorga seguridad jurídica a los individuos y se integra por diversas
vertientes: (i) la reserva de ley, por virtud del cual los delitos sólo

43
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

pueden establecerse en ley formal y material; (ii) la prohibición de


aplicación retroactiva de la ley en perjuicio de persona alguna
(verbigracia leyes que crean delitos o aumenten penas); y, (iii) el
principio de exacta aplicación en materia penal que contiene un
subprincipio referente a la tipicidad o taxatividad, según el cual, las
conductas punibles deben estar previstas en la ley de forma clara,
limitada e inequívoca, sin reenvío a parámetros extra-legales.

32. De acuerdo con el principio de exacta aplicación de la ley penal no


podrán aplicarse tipos penales o normas penales que no estén
previamente establecidas en la ley. Así, el legislador está obligado a
estructurar los tipos penales de tal forma que sea claro y sin
ambigüedad alguna, por lo que debe establecer cuál es la conducta
típica que se pretende sancionar, así como los elementos que la
conforman, entre los que se encuentran elementos objetivos,
normativos y subjetivos específicos. Esto con la finalidad de que la
persona sometida a proceso por la posible comisión de un hecho típico
no quede sujeto a la arbitrariedad del juzgador en la aplicación de las
normas penales sustantivas.

33. Establecido lo anterior, iniciaremos el análisis de los preceptos


impugnados, mismo que se realizará de manera individual para
determinar si en efecto contradicen el principio de legalidad.

Constitucionalidad del artículo 10, párrafo segundo, fracción III,


de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos
en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia
a las Víctimas de estos Delitos.

44
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

34. La norma penal cuya constitucionalidad se cuestiona y que fue


aplicada a los quejosos al atribuirles la responsabilidad penal en la
comisión del delito previsto y sancionado en el artículo 10, fracción III
de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los delitos en
materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las
Víctimas de estos delitos, prescribe lo siguiente:

“Artículo 10. Toda acción u omisión dolosa de una o varias


personas para captar, enganchar, transportar, transferir, retener,
entregar, recibir o alojar a una o varias personas con fines de
explotación se le impondrá de 5 a 15 años de prisión y de un mil
a veinte mil días multa, sin perjuicio de las sanciones que
correspondan para cada uno de los delitos cometidos, previstos
y sancionados en esta Ley y en los códigos penales
correspondientes.

Se entenderá por explotación de una persona a:


(…)
III. La prostitución ajena u otras formas de explotación
sexual, en los términos de los artículos 13 a 20 de la presente
Ley;
(…)”

35. Resulta infundado el agravio marcado como tres, en el que se alega la


inconstitucionalidad de la porción normativa “…en términos de los
artículos 13 a 20 de la presente ley29”, ya que contrario a lo alegado, al

29 Artículo 13. Será sancionado con pena de 15 a 30 años de prisión y de un mil a 30 mil días
multa, al que se beneficie de la explotación de una o más personas a través de la prostitución, la
pornografía, las exhibiciones públicas o privadas de orden sexual, el turismo sexual o cualquier otra
actividad sexual remunerada mediante:
I. El engaño;
II. La violencia física o moral;
III. El abuso de poder;
IV. El aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad;
V. Daño grave o amenaza de daño grave; o

45
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

VI. La amenaza de denunciarle ante autoridades respecto a su situación migratoria en el país o


cualquier otro abuso de la utilización de la ley o procedimientos legales, que provoque que el sujeto
pasivo se someta a las exigencias del activo.
Tratándose de personas menores de edad o personas que no tiene (sic) la capacidad de
comprender el significado del hecho no se requerirá la comprobación de los medios a los que hace
referencia el presente artículo.
Artículo 14. Será sancionado con pena de 10 a 15 años de prisión y de un mil a 30 mil días multa,
al que someta a una persona o se beneficie de someter a una persona para que realice actos
pornográficos, o produzca o se beneficie de la producción de material pornográfico, o engañe o
participe en engañar a una persona para prestar servicios sexuales o realizar actos pornográficos.
Artículo 15. Será sancionado con pena de 5 a 15 años de prisión y de un mil a 30 mil días multa,
al que se beneficie económicamente de la explotación de una persona mediante el comercio,
distribución, exposición, circulación u oferta de libros, revistas, escritos, grabaciones, filmes,
fotografías, anuncios impresos, imágenes u objetos, de carácter lascivo o sexual, reales o
simulados, sea de manera física, o a través de cualquier medio.
No se sancionará a quien incurra en estas conductas con material que signifique o tenga como fin
la divulgación científica, artística o técnica, o en su caso, la educación sexual o reproductiva. En
caso de duda sobre la naturaleza de este material, el juez solicitará dictamen de peritos para
evaluar la conducta en cuestión.
Artículo 16. Se impondrá pena de 15 a 30 años de prisión y de 2 mil a 60 mil días multa, así como
el decomiso de los objetos, instrumentos y productos del delito, incluyendo la destrucción de los
materiales resultantes, al que procure, promueva, obligue, publicite, gestione, facilite o induzca, por
cualquier medio, a una persona menor de dieciocho años de edad, o que no tenga la capacidad de
comprender el significado del hecho, o no tenga capacidad de resistir la conducta, a realizar actos
sexuales o de exhibicionismo corporal, con fines sexuales, reales o simulados, con el objeto de
producir material a través de video grabarlas, audio grabarlas, fotografiarlas, filmarlos, exhibirlos o
describirlos a través de anuncios impresos, sistemas de cómputo, electrónicos o sucedáneos, y se
beneficie económicamente de la explotación de la persona.
Si se hiciere uso de la fuerza, el engaño, la violencia física o psicológica, la coerción, el abuso de
poder o de una situación de vulnerabilidad, las adicciones, una posición jerárquica o de confianza,
o la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona
que tenga autoridad sobre otra o cualquier otra circunstancia que disminuya o elimine la voluntad
de la víctima para resistirse, la pena prevista en el párrafo anterior se aumentará en una mitad.
Se impondrán las mismas sanciones previstas en el primer párrafo del presente artículo, a quien
financie, elabore, reproduzca, almacene, distribuya, comercialice, arriende, exponga, publicite,
difunda, adquiera, intercambie o comparta, por cualquier medio, el material a que se refieren las
conductas anteriores.
Artículo 17. Se impondrá pena de 5 a 15 años de prisión y de un mil a 20 mil días multa al que
almacene, adquiera o arriende para sí o para un tercero, el material a que se refiere el artículo
anterior, sin fines de comercialización o distribución.
Artículo 18. Se impondrá pena de 15 a 25 años de prisión y de un mil a 20 mil días multa, al que
promueva, publicite, invite, facilite o gestione por cualquier medio a que una o más personas viajen
al interior o exterior del territorio nacional con la finalidad de que realicen cualquier tipo de actos
sexuales, reales o simulados, con una o varias personas menores de dieciocho años de edad, o
con una o varias personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o con
una o varias personas que no tienen capacidad para resistirlo, y se beneficie económicamente de
ello.
Artículo 19. Será sancionado con pena de 5 a 10 años de prisión y de 4 mil a 30 mil días multa, el
que contrate a una persona u oferte un trabajo distinto a los servicios sexuales y la induzca a
realizarlos, bajo engaño en cualquiera de las siguientes circunstancias:
I. Que el acuerdo o contrato comprende la prestación de servicios sexuales; o
II. La naturaleza, frecuencia y condiciones específicas; o
III. La medida en que la persona tendrá libertad para abandonar el lugar o la zona a cambio de la
realización de esas prácticas; o
IV. La medida en que la persona tendrá libertad para dejar el trabajo a cambio de la realización de
esas prácticas; o
V. La medida en que la persona tendrá posibilidad de salir de su lugar de residencia a cambio de la
realización de esas prácticas; o
VI. Si se alega que la persona ha contraído o contraerá una deuda en relación con el acuerdo: el
monto, o la existencia de la suma adeudada o supuestamente adeudada.

46
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

remitir a diversos preceptos no transgrede el principio de exacta


aplicación de la ley penal, como enseguida se explica.

36. Para dar claridad a la construcción normativa impugnada se considera


necesario representarla esquemáticamente en los términos siguientes:

Delito en materia de trata de personas. Artículo 10


Captar I. La esclavitud, de conformidad con el artículo
11 de la presente Ley • Pornografía.
enganchar II. La condición de siervo, de conformidad con • Exhibiciones públicas o
el artículo 12 de la presente Ley; privadas de orden
transportar III. La u otras formas de sexual.
con fines de prostitución explotación sexual, en los • Turismo sexual.
explotación se le ajena términos de los artículos 13 • Actos pornográficos.
impondrá de 5 a 15 a 20 de la presente Ley; • Producción, comercio o
transferir años de prisión y IV. La explotación laboral, en los términos del exposición de material
un mil a veinte mil artículo 21 de la presente Ley; pornográfico.
Retener días multa, sin V. El trabajo o servicios forzados, en los • Exhibicionismo corporal
perjuicio de las términos del artículo 22 de la presente Ley; sexual de menores de
Entregar sanciones que VI. La mendicidad forzosa, en los términos del edad.
a una o correspondan para artículo 24 de la presente Ley; • Pornografía infantil.
Toda acción varias cada uno de los
Recibir VII. La utilización de personas menores de • Turismo sexual infantil.
u omisión personas delitos cometidos, dieciocho años en actividades delictivas, en los • Comercio sexual.
dolosa de previstos y términos del artículo 25 de la presente Ley;
una o varias sancionados en
alojar VIII. La adopción ilegal de persona menor de
personas esta Ley y en los dieciocho años, en los términos de los artículos
para correspondientes 26 y 27 de la presente Ley;
Se entenderá por
IX. El matrimonio forzoso o servil, en los
explotación de una
términos del artículo 28 de la presente Ley, así
persona a:
como la situación prevista en el artículo 29;
X. Tráfico de órganos, tejidos y células de
seres humanos vivos, en los términos del
artículo 30 de la presente Ley; y
XI. Experimentación biomédica ilícita en seres
humanos, en los términos del artículo 31 de la
presente Ley.

37. En cuanto al tema el tribunal colegiado de circuito determinó que el


artículo en referencia tipifica de manera clara y específica las
conductas delictivas de “captar, enganchar, transportar, transferir,
retener, entregar, recibir o alojar a una o varias personas con fines de
explotación”, el legislador con la finalidad de dar seguridad y certeza
jurídica definió en doce fracciones lo que se entiende por explotación,
de manera que el juzgador al momento de establecer que se actualiza

Artículo 20. Será sancionado con pena de 5 a 10 años de prisión y de 4 mil a 30 mil días multa, el
que, obteniendo beneficio económico para sí o para un tercero, contrate aun sea lícitamente, a otra
para la prestación de servicios sexuales en las circunstancias de las fracciones II al VI del artículo
anterior.

47
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

el delito previsto y sancionado en ese artículo puede complementar


con el elemento subjetivo específico “con fines de explotación”.

38. Si bien la frase “en términos de los artículos” remite a lo expuesto en


los diversos 13 a 20, ello no lo convierte en un delito complementado,
ya que cada uno de esos preceptos contiene un tipo penal autónomo y
desvinculado. Además de que el artículo de la Ley especial en
comento no requiere que se actualicen las condiciones contenidas en
los preceptos normativos 13 a 20. Esta Primera Sala comparte la
conclusión, (no así las consideraciones), del Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito en cuanto a que la
disposición normativa es acorde con el principio de legalidad y exacta
aplicación de la ley penal, previsto en el artículo 14 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Se explica.

39. El artículo 14, párrafo tercero, de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos establece lo siguiente:

“Artículo 14. (…)


En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer,
por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que
no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de
que se trata.”

40. De lo anterior se desprende el principio de exacta aplicación de la ley


penal que hace referencia a diversos subprincipios que lo conforman
como: (i) el principio de tipicidad; (ii) la prohibición de imponer por
simple analogía o mayoría de razón pena alguna.

48
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

41. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al


resolver el amparo en revisión 455/201130, en sesión de veintinueve de
junio de dos mil once, por unanimidad de cinco votos, determinó que la
tipicidad es un presupuesto indispensable del acreditamiento del
injusto penal, y constituye la base fundamental del principio de
legalidad.

42. En el mismo orden de ideas, para cumplir con el principio de tipicidad


no es suficiente establecer que una conducta encuadra en la
descripción normativa establecida por el legislador, también resulta
necesario acatar las exigencias del principio de taxatividad referente a
un contenido concreto y unívoco en la labor de tipificación de la ley. Es
decir, que la descripción típica no debe ser vaga, imprecisa, abierta o
amplia, al grado de permitir la arbitrariedad en su aplicación, pues para
garantizar el principio de plenitud hermética en cuanto a la prohibición
de analogía o mayoría de razón en la aplicación de la ley penal, ésta
debe ser exacta, y no solo porque a la infracción corresponda una
sanción.

43. En consecuencia, el mandato de taxatividad supone la exigencia de


que el grado de determinación de la conducta típica sea tal, que lo que
es objeto de prohibición pueda ser conocido sin problemas por el
destinatario de la norma.

44. Además, es importante señalar que el Estado únicamente está


legitimado y limitado para sancionar la conducta concreta que se
encuentra en la construcción típica y no otra circunstancia adicional
30
Aprobado por unanimidad de cinco votos en sesión de veintinueve de junio de dos mil once.
Ministro Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.

49
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

(principio de legalidad), de ahí la importancia del principio de


taxatividad, no solo como mecanismo que otorga seguridad jurídica a
las personas, sino como límite al Estado; así, la taxatividad se
constituye como el requisito sine qua non para la eficacia del principio
de legalidad, ya que las normas establecidas tendrán un grado de
claridad de tal forma que el juzgador tenga certeza en cuanto a los
elementos constitutivos del tipo penal.

45. Tal como se precisó en el amparo directo en revisión 3970/2013, esta


Primera Sala ya ha reconocido que una disposición jurídica no es
necesariamente inconstitucional si el legislador no define cada vocablo
que utiliza, ya que tornaría imposible la función legislativa31.

46. También se destacó que el mandato de taxatividad no puede exigir


una determinación máxima, por lo que los enunciados normativos
únicamente deben describir con suficiente precisión qué conductas
están prohibidas y qué sanciones se impondrán a quienes incurran en
ellas, esto es, una exigencia de claridad y precisión gradual.

31
Al respecto, se cita la tesis jurisprudencial 83/2004, cuyo rubro y contenido son los siguientes:
LEYES. SU INCONSTITUCIONALIDAD NO PUEDE DERIVAR EXCLUSIVAMENTE DE LA
FALTA DE DEFINICIÓN DE LOS VOCABLOS O LOCUCIONES UTILIZADOS POR EL
LEGISLADOR. Es cierto que la claridad de las leyes constituye uno de los imperativos apremiantes
y necesarios para evitar o disminuir su vaguedad, ambigüedad, confusión y contradicción; sin
embargo, de un análisis integral de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
llega a la conclusión de que ninguno de los artículos que la componen establece, como requisito
para el legislador ordinario, el que en cada uno de los ordenamientos secundarios –considerando
también a los de la materia penal– defina los vocablos o locuciones ahí utilizados. Lo anterior es
así, porque las leyes no son diccionarios y la exigencia de un requisito así, tornaría imposible la
función legislativa, pues la redacción de las leyes en general se traduciría en una labor interminable
y nada práctica, teniendo como consecuencia que no se cumpliera, de manera oportuna, con la
finalidad que se persigue con dicha función. De ahí, que resulte incorrecto y, por tanto, inoperante,
el argumento que afirme que una norma se aparta del texto de la Ley Fundamental, porque no
defina los vocablos o locuciones utilizados, pues la contravención a ésta se debe basar en
aspectos objetivos que generalmente son los principios consagrados en ella, ya sea prohibiendo
una determinada acción de la autoridad en contra de los particulares gobernados y ordenando la
forma en que deben conducirse en su función de gobierno. Además, del análisis de lo dispuesto
por los artículos 94, párrafo séptimo y 72, inciso f), de la Carta Magna, se advierte el
reconocimiento, por parte de nuestro sistema jurídico, de la necesidad de que existan métodos de
interpretación jurídica que, con motivo de las imprecisiones y oscuridades que puedan afectar a las
disposiciones legales, establezcan su sentido y alcance, pero no condiciona su validez al hecho de
que sean claras en los términos que emplean. Datos de localización: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XX, Octubre de 2004, p. 170.

50
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

47. Se puede esclarecer una cierta tensión estructural en el mandato de la


taxatividad: alcanzar el punto adecuado entre precisión (claridad) y
flexibilidad de una disposición normativa para que, en una sana
colaboración con las autoridades judiciales, dichas disposiciones
puedan ser interpretados para adquirir mejores contornos de
determinación: como la legislación penal no puede renunciar a la
utilización de expresiones, conceptos jurídicos, términos técnicos,
vocablos propios de un sector o profesión (y por ello necesitados de
concreción) entonces el legislador y las autoridades judiciales se
reparten el trabajo para alcanzar, de inicio, una suficiente
determinación y, posteriormente, una mayor concreción.

48. En dicho precedente se puntualizó que para analizar el grado de


suficiencia en la claridad y precisión de una expresión no debe
efectuarse teniendo en cuenta únicamente el texto de la ley, sino que
se puede acudir (i) tanto a la gramática, (ii) como en contraste (u
observando) dicha expresión en relación con otras expresiones
contenidas en la misma (u otra) disposición normativa. Incluso, esta
Primera Sala ha considerado imprescindible atender (iii) al contexto en
el cual se desenvuelve las normas, (iv) y a sus posibles destinatarios 32.

49. Como se explicó para que un enunciado normativo cumpla con la


exigencia de taxatividad es necesario que la norma sea clara y
precisa, es decir, de tal forma que no sea vaga ni ambigua y sea

32
Tales consideraciones se sustentan en la tesis aislada 1a. CCCXXX/2015 (10a.) de rubro
siguiente: “ASALTO. LAS EXPRESIONES "ASENTIMIENTO" Y "FIN ILÍCITO", PREVISTAS EN
EL ARTÍCULO 173 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO DE HIDALGO, NO VULNERAN EL
PRINCIPIO DE TAXATIVIDAD DE LA NORMA, PREVISTO EN EL ARTÍCULO 14 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL.” Consultable en la página 950 de la Gaceta del Semanario Judicial de
la Federación, Décima Época, Libro 24, Noviembre de 2015, Tomo I.

51
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

evidente para el juzgador la conducta que se pretende sancionar en


concordancia con el bien jurídico tutelado que se busca proteger, por
lo que el análisis del grado de concreción de los elementos
integradores del tipo penal serán los que nos permitirán establecer si
se cumple o no con la exigencia de taxatividad que requiere para su
eficacia el principio de legalidad. De la descripción típica se
desprenden los elementos siguientes:

a) Conducta: se actualiza con cualquier acción u omisión para


captar, enganchar, transportar, transferir, retener, entregar,
recibir o alojar a una o varias personas con fines de
explotación.
b) Lesión o puesta en peligro al bien jurídico: la realización
de la acción o la omisión anteriores pone en peligro el libre
desarrollo de la personalidad, así como la dignidad humana.
c) La forma de intervención de los sujetos activos: acepta las
formas de autoría y participación de los sujetos activos.
d) Composición por el elemento subjetivo genérico: de
acuerdo con la descripción típica se requiere de un
comportamiento doloso del sujeto o sujetos activos, lo cual
implica el conocimiento de la conducta típica que realiza, así
como su voluntad para generar el resultado.
e) Calidades del sujeto activo y pasivo: la norma penal es
indiferente en cuanto a establecer una calidad específica en
éstos.
f) Resultado y atribuibilidad a la conducta: se trata de un tipo
penal con resultado formal, ya que no requiere de la
transformación del mundo fáctico para su actualización.

52
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

g) Objeto material: la conducta puede recaer en una o varias


personas, cuyos bienes jurídicos consistentes en el libre
desarrollo de la personalidad y la dignidad humana están en
peligro.
h) Elementos normativos: se encuentran aquellos que
requieren de una valoración jurídica o cultural para determinar
su contenido y alcance, tal como son las expresiones
“explotación”, así como los diversos tipos de explotación:
prostitución ajena, u otras formas de explotación sexual.
i) Elementos subjetivos específicos: son aquellos ánimos o
intenciones específicas que el legislador establece para la
actualización de un tipo penal, en este caso se necesita que la
conducta verbo rector del tipo penal sea con “fines de
explotación”.

50. Ahora bien, de los elementos anteriores se desprende que la norma


penal atribuida a los quejosos cumple con el principio de taxatividad,
en cuanto al vocablo “en los términos de los artículos 13 a 20 de la
presente Ley”. Es necesario puntualizar que esa porción normativa
debe analizarse de manera sistemática con el tipo penal en el que se
contiene, esa frase es indicativa del contenido de explotación sexual
y como se analizó, se trata de un elemento normativo de carácter
jurídico.

51. El legislador, para alcanzar una precisión suficiente y claridad en el


contenido de los diferentes elementos de la conducta ilícita, dio
contenido jurídico dentro de la misma ley al término de “explotación
sexual”. Así, la porción normativa impugnada debe analizarse como

53
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

parte cosustancial que otorga un límite al significado de dicho


elemento normativo jurídico.

52. Esto es, el texto impugnado remite a otros tipos penales (previstos en
los artículos 13 al 20) contenidos en la Legislación de Trata de
Personas, conforme a los cuales podemos concluir con claridad las
formas o clases de explotación sexual, tales como pornografía,
exhibiciones públicas o privadas de orden sexual, turismo sexual,
actos pornográficos, producción, comercio o exposición de material
pornográfico, exhibicionismo corporal sexual de menores de edad,
pornografía infantil, turismo sexual infantil y comercio sexual.

53. Por lo tanto, se trata de un estudio en contraste; así, para acatar el


principio de taxatividad y facilitar la labor del juzgador –en el
establecimiento del juicio de tipicidad en un caso concreto–, se brindó
contenido al elemento normativo (explotación sexual) al remitir a los
artículos en mención, los cuales si bien es cierto que prevén diversos
tipos penales autónomos con sus propios elementos y sanción;
también lo es que la intención del legislador fue la de otorgar al
juzgador la herramienta necesaria para evitar la ambigüedad de ese
elemento típico al establecer diferentes tipos o formas de explotación
sexual que el juzgador tendrá como referente para determinar la
tipicidad desde un punto de vista descriptivo y no puramente
valorativo.

Constitucionalidad del artículo 40 de Ley General para Prevenir,


Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas
y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos.

54. Ahora bien, tal como lo afirmó el tribunal colegiado recurrido, el

54
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

artículo en análisis es constitucional, ya que resulta acorde con el


principio de legalidad en la vertiente de taxatividad y de ahí lo
infundado del agravio cuarto del recurrente, en el que sostiene la
inconstitucionalidad porque no se señala el supuesto específico en
el que el consentimiento de la víctima no puede ser causa
excluyente de responsabilidad penal.

55. El artículo impugnado, previsto en la Ley General de Trata de


Personas contempla lo siguiente:

“Artículo 40. El consentimiento otorgado por la víctima,


cualquiera que sea su edad y en cualquier modalidad de los
delitos previstos en esta Ley no constituirá causa excluyente de
responsabilidad penal.”

56. De una interpretación teleológica de la norma en estudio se


desprende que el legislador situó a los delitos contenidos en esta Ley
General como aquellos que salvaguardan los bienes jurídicos
catalogados como indisponibles, lo que se reflejó en el artículo 40, al
establecerse que el consentimiento de la víctima no será causa de
exclusión de responsabilidad penal del sujeto activo.

57. Del proceso legislativo que dio origen a la Ley General para Prevenir,
Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y
para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos,
específicamente en el dictamen emitido por la Cámara de Diputados,
de las Comisiones Unidas de Derechos Humanos, y de Justicia,
aprobado el quince de marzo de dos mil doce, se desprende lo
siguiente:

55
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

La iniciativa, en este sentido, identifica varios nudos


problemáticos: - - - 1. La concurrencia de factores estructurales
que propician la vulnerabilidad de las personas. - - - 2. La alta
dificultad que suponen la investigación y consignación de este
delito, debido tanto a su carácter complejo como a la naturaleza
clandestina en que se desarrolla. - - - 3. La gran disparidad entre
los diferentes ordenamientos legales en la materia, que incluye: -
- - Respecto al bien jurídico tutelado, hay seis diferentes: el libre
desarrollo de la personalidad, el desarrollo de las personas
menores e incapaces, la moral pública, la dignidad y la libertad
personal, la colectividad. - - - En ningún caso el bien jurídico es
disponible para la víctima, por lo que no puede considerarse el
consentimiento como excluyente de la conducta delictiva, mucho
menos si se trata de una persona menor de edad. Así fue
aceptado por México en la firma del Protocolo de Palermo pero
en casi ningún caso las legislaciones lo establecen así.
Tampoco la federal. […] TERCERA. Con referencia a las
consideraciones relativas a el problema del Consentimiento y de
los Medios Comisivos en la tipificación del delito de Trata de
Personas, así como otros problemas jurídicos a considerar con
respecto a los delitos previstos en esta Ley, Estas Comisiones
Dictaminadoras coinciden con los proponentes, en los términos
del análisis al respecto de Eva Reyes Ibáñez al respecto (Eva
Reyes Ibáñez, Ibídem), El Protocolo de Palermo detonó un
movimiento internacional para combatir este delito, cuyos
resultados en México han sido muy débiles en términos de
procesos seguidos y sentencias logradas y en la formulación de
un orden jurídico nacional que responda a los compromisos
internacionales, como por la atomización de tipos penales, de
régimen sancionatorio y contradicciones con el marco
internacional. - - - La necesaria armonización legislativa que
ahora se requiere, debe observar la estricta aplicación de la
totalidad del corpus iuris de derechos humanos al que México
está obligado, lo que implica generar mecanismos para prevenir
la trata de personas y garantizar el acceso a instancias y
recursos judiciales de protección, idóneos para investigar,
sancionar y reparar las violaciones y proporcionen respuestas
judiciales efectivas, y recursos judiciales sencillos, rápidos e

56
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

imparciales. - - - Obliga una respuesta coherente y exhaustiva a


la trata de personas en el derecho interno desde la observancia
de los derechos humanos, partiendo de verla como un delito
permanente, cuya consumación se prolonga en el tiempo;
continuado, en razón de la pluralidad de conductas que,
cohesionadas por un fin, vulneran de manera permanente
bienes jurídicos protegidos y acarrean otras vulneraciones
conexas que colocan a la víctima en un estado de indefensión;
compuesto porque describe una pluralidad de conductas;
‘grave’, porque es pluriofensivo al lesionar o poner en riesgo
bienes jurídicos tutelados: derecho a la vida, prohibición de la
esclavitud y servidumbre, derechos del niño, derechos de la
mujer, igualdad ante la ley, integridad personal, prohibición de la
tortura y tratos crueles inhumanos o degradantes, garantías
judiciales, protección judicial, etc. por ser grave se investiga de
oficio y no admite perdón de la víctima, dado que ofende tanto a
ésta como a la sociedad (Corte Interamericana de Derechos
Humanos, CoIDH, Caso Radilla Pacheco vs. México,
‘Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas’,
sentencia de 23 de noviembre de 2009). - - - Esta naturaleza
delictiva evidencia la necesidad de una perspectiva comprensiva
e integral sobre la gravedad de la trata de personas, sobre todo
teniendo en cuenta, como señala Rita Cornejo, que es un
‘...fenómeno socio-delictivo que tiene un efecto social muy
complejo, considerando que en la comisión del mismo no sólo
participa una persona, puede ser incluso una red delictiva, lo que
se traduce en un conjunto de abusos, malos tratos, torturas,
privación de la libertad, etcétera’. (‘Análisis jurídico comparativo’,
en Rodolfo Casillas (coord.), La trata de personas en México,
Cámara de Diputados, México, 2009). - - -Es en este sentido, el
consentimiento de la víctima de trata de personas no puede ser
utilizado para absolver de responsabilidad. No es concebible un
Estado que se niegue sancionar a un homicida porque la víctima
‘otorgó’ su consentimiento para que se le lesione un derecho
para ella indisponible. Sin embargo, el tratamiento jurídico y
argumentativo sobre el consentimiento en el delito de trata de

57
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

personas en la Ley vigente sigue esta lógica, lo cual evidencia


que los argumentos de justificación para la explotación de
mujeres, niños, niñas, adolescentes, etc., persisten. - - - Por su
parte, la inclusión de medios comisivos en la Ley federal vigente
y algunas legislaciones estatales, ha traído el efecto de imponer
a la víctima la carga de la prueba respecto al consentimiento; es
decir, debe comprobar que es víctima, que no otorgó su
consentimiento, o bien que este consentimiento está viciado. - - -
Dicho ‘consentimiento’ no convalida el acto violatorio, toda vez
que los derechos humanos son irrenunciables y corresponde al
Estado protegerlos ‘razonablemente’, armonizando la legislación
bajo el principio pro homine y los estándares internacionales, así
como la prohibición de dictar cualquier legislación que tuviera
por efecto conceder impunidad de facto: ningún Estado puede
acudir a artificios para substraerse de sus obligaciones respecto
a garantizar la protección eficaz de los derechos humanos. - - -
Afirma al respecto Eva Reyes Ibáñez y esa opinión se comparte
por las comisiones dictaminadoras, que ‘Exigir la comprobación
de los medios comisivos para fincar responsabilidad penal
equivale a una ley de amnistía, lo cual abre la posibilidad de
facultar a otro para lesionar o poner en peligro el bien jurídico
tutelado con el único requisito de que el consentimiento no sea
viciado; se trata de un criterio basado –paradójicamente– en el
carácter esencial de la igualdad que perpetúa una desigualdad
estructural preexistente y según Foucault el grado extremo de
esta desigualdad es la esclavitud... Por ello, es necesario
eliminar los medios comisivos de la integración del tipo penal y
considerarlos como agravantes del delito para impedir la
impunidad generada al no sancionar e investigar todos los casos
de trata de personas, teniendo como consecuencia la repetición
crónica de las violaciones de derechos humanos y la total
indefensión de las víctimas y sus familiares, lo que podría
acarrear responsabilidad internacional.’ Y agrega que ‘Si bien la
doctrina internacional establece que un acto u omisión de un
particular –aun cuando tenga como consecuencia jurídica la
violación de determinados derechos humanos de otro particular–
no es automáticamente atribuible al Estado, sí será responsable
por violaciones cometidas por terceros cuando se demuestre

58
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

que el Estado tenía conocimiento de una situación de riesgo real


e inmediato y no adoptó medidas razonables para evitarlo.’ (Op.
Cit., apoyándose en Boaventura de Souza Santos, ‘A construção
multicultural da igualdade e da Diferenta’, VII Congreso
Brasileño de Sociología, Río de Janeiro, 1995).

58. De lo anterior se destaca que el propósito del legislador en cuanto a


los alcances y justificación del precepto normativo impugnado,
justamente recae en que en este tipo de delitos en los que se protege
y tutela el libre desarrollo de la personalidad, el desarrollo de las
personas menores e incapaces, la moral pública, la dignidad y la
libertad personal, son considerados como bienes jurídicos
indisponibles para las víctimas. Además de que el fenómeno delictivo
de trata de personas involucra en muchas ocasiones una pluralidad
de conductas, que a su vez se puede reflejar en un carácter
pluriofensivo al involucrar la lesión o puesta en peligro de varios
bienes jurídicos tutelados y como lo señala el Dictamen de la Cámara
de diputados ante la gravedad de los delitos por impactar fuertemente
a la víctima no admite perdón de su parte, aunado a que ese tipo de
conductas delictivas ofenden en la misma medida a la sociedad.

59. Así, se concluye que la trata de personas es un fenómeno socio-


delictivo de tal complejidad no sólo por las redes delictivas que
participan en su conformación y ejecución, sino porque involucra un
conjunto de abusos, malos tratos, tortura y otras clases de ofensas
que trastocan la dignidad humana, de ahí la trascendencia de que se
hayan regulado los delitos en materia de trata de personas como
aquéllos en los que el consentimiento no puede constituir una causa
de exclusión para la configuración de los delitos regulados en la Ley

59
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

General de Trata de Personas. Por lo cual dicha norma penal resulta


acorde con el principio de taxatividad penal que se analizó.

60. Por otro lado, resulta ilustrativo destacar que en la teoría del delito se
encuentran diversas doctrinas que explican la conformación del delito
como conducta típica, antijurídica y culpable, esto si se toma una
postura tripartita del delito. Ahora bien, una vez que el juzgador
supera el juicio de tipicidad en el caso en estudio, tiene la obligación
de analizar los distintos elementos que también conforman al delito.
Esto quiere decir que no es suficiente con que los hechos
investigados encuadren en un tipo penal específico o que la conducta
sea típica. El operador jurídico tendrá que verificar que no se
actualiza alguna causa de atipicidad y además que la acción es
antijurídica o contraria al ordenamiento jurídico en general.

61. Al respecto, la doctrina establece dos vertientes de la antijuridicidad:


formal y material. La primera hace referencia a que la conducta típica
sea contraria a derecho; esto es, si se actualiza alguna causa que
justifique el actuar típico entonces no se podrá conformar el delito ni
tampoco su reprochabilidad a persona alguna. Por su parte, el
aspecto material tiene que ver con la violación concreta a la norma
penal que tutela un bien jurídico específico.

62. Dentro de las causas de justificación, se encuentra el consentimiento


del titular del bien jurídico afectado o del legitimado para otorgarlo. Si
se cumplen con ciertos lineamientos, el consentimiento otorgado por
el titular del bien jurídico torna como jurídica o acorde a derecho la
conducta típica desplegada por el sujeto activo. Esto es, se trata de
una causa de exclusión del delito y por ende, no podrá sancionarse a
la persona que atente contra un bien jurídico. Ahora bien, para que se

60
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

actualice el consentimiento como causa de justificación se requieren


de los elementos siguientes:

a) El bien jurídico sea disponible;


b) El titular o quien esté legitimado para consentir, tenga la
capacidad jurídica para disponer libremente del mismo, y
c) Que el consentimiento sea expreso o tácito y sin que medie
algún vicio, o bien que el hecho se realice en circunstancias
tales que permita fundadamente presumir que, de haber
consultado al titular éste hubiese otorgado el mismo.

63. De lo anterior podemos desprender que el consentimiento al que se


refiere el artículo impugnado es aquel que se conforma como causa
de justificación en el delito, por lo que es claro que no era necesario
que el legislador diera mayor contenido al elemento “consentimiento”
y en ese sentido desde una perspectiva de teoría del delito, en
cuanto al ilícito de que se trata, no puede configurarse el
consentimiento como causa de justificación, precisamente porque
estamos ante bienes jurídicos que no son disponibles bajo ninguna
situación.

64. Por otra parte, el recurrente afirma que en la sentencia recurrida se


interpretó de manera incorrecta el principio de presunción de
inocencia; el agravio de mérito es fundado pero inoperante, en la
medida de que en efecto el tribunal colegiado sustentó
consideraciones en las que afirmó que correspondía a los justiciables
demostrar determinados hechos negativos para comprobar su no

61
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

intervención en las conductas típicas imputadas; sin embargo, al


margen de que tales afirmaciones son contrarias a la doctrina
sostenida por esta Primera Sala en cuanto al principio de presunción
de inocencia y, por ende, no debieron realizarse, pues conforme al
citado principio el gobernado no está obligado a probar la licitud de su
conducta cuando se le imputa la comisión de un delito, en tanto que
no tiene la carga de probar su inocencia. Lo cierto es que, en la
sentencia recurrida, el tribunal colegiado examinó la valoración de las
pruebas de cargo y descargo en su conjunto como lo ha establecido
esta Primera Sala en diversos criterios jurisprudenciales en los que
ha instituido que en un escenario probatorio en el que coexisten
pruebas de cargo y de descargo, la hipótesis de la acusación sólo
puede estar probada suficientemente si al momento de valorar el
material probatorio se analizan conjuntamente los niveles de
corroboración tanto de la hipótesis de culpabilidad propuesta por la
acusación como de la hipótesis de inocencia alegada por la defensa.

65. De ahí que no puede restarse valor probatorio a las pruebas de


descargo simplemente con el argumento de que existen pruebas de
cargo suficientes, ya que en el escenario antes descrito –cuando en
el material probatorio disponible existen pruebas de cargo y de
descargo– la suficiencia de las pruebas de cargo sólo se puede
establecer en confrontación con las pruebas de descargo, pues estas
últimas pueden dar lugar a una duda razonable tanto en el caso de
que cuestionen la fiabilidad de las pruebas de cargo, como en el
supuesto en que la hipótesis de inocencia efectivamente alegada por
la defensa esté corroborada por esos elementos exculpatorios”,
criterio recogido en la tesis de rubro: “PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
Y DUDA RAZONABLE. FORMA EN LA QUE DEBE VALORARSE EL

62
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

MATERIAL PROBATORIO PARA SATISFACER EL ESTÁNDAR DE


PRUEBA PARA CONDENAR CUANDO COEXISTEN PRUEBAS DE
CARGO Y DE DESCARGO”33; doctrina a la que, como se apuntó, se
apegó el tribunal colegiado al resolver.

66. Similares consideraciones se tomaron al resolver el recurso de


reclamación 134/201634, en sesión de ocho de junio de dos mil
dieciséis, en el que se determinó que las manifestaciones de los
tribunales colegiados relativas a la presunción de inocencia, tal, y
como ocurrió en el caso, no pueden llevar a revocar la sentencia
recurrida.

VII. DECISIÓN

67. En ese contexto al resultar infundados por una parte y fundados pero
inoperantes en otra, los agravios que hizo valer la parte quejosa y al
no contravenir los preceptos legales impugnados el principio de
estricta legalidad previsto por el artículo 14 Constitucional, debe
confirmarse la sentencia recurrida en lo que es materia de estudio del
presente recurso y conceder el amparo y protección de la Justicia de
la Unión a los quejosos en los términos y para los efectos precisados
en la resolución impugnada.

Por lo expuesto y fundado se

33
Décima Época, Registro: 2007734, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación, Publicación: Octubre de 2014, Materia(s): (Constitucional,
Penal), Tesis: 1a. CCCXLVIII/2014.
34
Resuelto en sesión de ocho de junio de dos mil dieciséis, por unanimidad de cuatro votos y bajo
la ponencia de la Señora Ministra Norma Lucia Piña Hernández.

63
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

RESUELVE:

PRIMERO. En la materia de la revisión competencia de esta Primera


Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se confirma la
sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a los quejosos,


contra la sentencia dictada el veinticuatro de noviembre de dos mil
catorce, por la autoridad responsable, en el toca de apelación
**********.

Notifíquese; con testimonio de esta ejecutoria, devuélvanse los autos


relativos al lugar de su origen; y, en su oportunidad archívese el toca
como asunto concluido.

Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, por mayoría de tres votos de los señores Ministros: José
Ramón Cossío Díaz (Ponente), Jorge Mario Pardo Rebolledo y
Presidenta Norma Lucía Piña Hernández, quien se apartó de algunas
consideraciones, por lo que se reservó su derecho a formular voto
concurrente. En contra de los emitidos por los Ministros Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Firman la Presidenta de la Sala y el Ministro Ponente, con la


Secretaria de Acuerdos, quien autoriza y da fe.

PRESIDENTA:

MINISTRA NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ

64
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 5223/2015

PONENTE:

MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ

LA SECRETARIA DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA:

LIC. MARÍA DE LOS ÁNGELES GUTIÉRREZ GATICA

En términos de lo previsto en los artículos 113 y 116 de la Ley General de Transparencia y Acceso
a la Información Pública, y 110 y 113 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información
Pública; así como en el Acuerdo General 11/2017, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicado el 18 de septiembre de 2017 en el Diario Oficial de la Federación, en esta
versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial
que encuadra en esos supuestos normativos.

65

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