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Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín

Facultad de Ciencias Humanas y Económicas


Materias y materialidades, objetos y sujetos en el proceso transformacional de las culturas
Segunda entrega

Yamid Andrés Perilla Melo1

Estudiante de Zootecnia1, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Colombia-Sede


Medellín

yaperillam@unal.edu.co1

El alimento

El alimento es una cuestión netamente cultural, de regiones o de religiones, de poder adquisitivo.


Dime que comes y te diré quien eres.

La producción agrícola de la nueva era es capaz de desarrollar plantas resistentes a


enfermedades, mejoran cosechas se hacen más adaptables a condiciones climáticas y de suelos
que son agrestes y aun así producir. Pero algunos países no se permiten por reglamentación legal
o por simple y llana cultura de su gente, es así como toma mucha importancia la producción
orgánica, amigable con el ambiente y que además sea sostenible en el tiempo.

Una de estas metodologías que está recibiendo mucha publicidad es el manejo holístico, por
medio del cual se busca potenciar la producción restringiendo el uso de agroquímicos y
fertilizantes que no sean de origen orgánico. Esta forma de producción además tiene el plus o la
consigna de que se pueden utilizar especies, razas y variedades vegetales para salvarlas de su
desaparición y que están totalmente adaptadas a los diferentes terrenos, las cuales son muy
importantes por ejemplo para las sociedades, etnias o culturas con poco intercambio cultural con
el mundo “civilizado o desarrollado”, y que por su manejo cultural son las llamadas a salvar el
mundo ante las plagas y el cambio climático que nos afecta a todos. La pregunta es si de esta
forma se lograra calmar el hambre de este mundo, en donde la población crece a pasos
agigantados y necesita alimento.

La revolución que estamos viviendo es la “verde” pero la que se está gestando en estos momento
es el a revolución azul, es decir la producción de proteína animal como los pescados o hasta
vegetal, con el fin de aprovechar al máximo la superficie que corresponde al 70 % del planeta, y
sabiendo que solo el 3% se aprovecha porque es hasta donde llega la luz, el resto tienen un gran
potencial para ser aprovechadas.

Para la alimentación de un futuro no muy lejano se trabaja fuertemente en:

 Carne de laboratorio es uno de los nuevos avances de la tecnología de alimentos, con el


fin de reducir el impacto ambiental de la producción de cereales y de ganadería.
 Bacterias modificadas que sintetizan compuestos químicos que son alimentos o
medicinas. Sintetizar alimentos de origen vegetal con base en las algas, entre otras.
 Alimentos elaborados en impresoras 3D, con requerimientos específicos para cada
persona según sus necesidades físicas o metabólicas, problemas metabólicos como las
enfermedades, entre otros. Pero traerá el traerá como dan problema que ya nos concerán
por lo que queremos comer, cuanto comer y que comer, ocasionando que nos volvamos
susceptibles y manejables por nuestra necesidad más apremiante que es mantenernos
vivos.
 Cocina molecular en la que reemplacen las texturas y los sabores que se nos hagan
familiares non nuestros gustos y recuerdos.
 Envases ecológicos y comestibles con el fin de disminuir los desechos que en la industria
de alimentos es bastante alto

El panorama de la agricultura a largo plazo es muy predecible pero aun no es seguro, ya que según
la FAO “La tasa de crecimiento de la demanda mundial de productos agropecuarios ha disminuido,
ya que el crecimiento de la población también se ha hecho más lento y en muchos países se han
alcanzado niveles bastante altos de consumo de alimentos. El crecimiento de la demanda se hará
todavía más lento en el futuro. El mundo en su conjunto tiene potencial de producción suficiente
para satisfacer la demanda. Sin embargo, los países en desarrollo dependerán más de las
importaciones agrícolas y la seguridad alimentaria en muchas zonas pobres no mejorará sin
incrementos sustanciales de la producción local.”

Habrá un avance a nivel mundial en la mejora de la nutrición humana, pero en términos numéricos
será lento. Incluso en el año 2030, centenares de millones de personas pobres seguirán
padeciendo desnutrición, a menos que se conceda una prioridad más alta a la producción local de
alimentos y se reduzca la desigualdad en el acceso a los alimentos. Sin embargo, la menor
incidencia de la desnutrición hará que el problema sea más manejable a través de intervenciones
políticas nacionales e internacionales.

Todo este adelanto científico en la industria de alimentos traerá consigo el cambio gradual de lo
que comemos cambiando las dietas:

De la misma manera que ha aumentado la ingesta medias de calorías en el mundo, también han
modificado las dietas de las personas. Las modalidades de compra de alimentos se están
realizando de forma similar en todo el mundo, integrando alimentos más caros y de mayor calidad,
como carne y productos lácteos.

Esta tendencia se debe en parte a simples gustos o preferencias. “También, en parte, se debe a un
mayor comercio internacional de alimentos, a la difusión mundial de las cadenas de comidas
rápidas y a la difusión de los hábitos alimentarios americanos y europeos. La comodidad
desempeña también un papel importante, por ejemplo, la facilidad de transporte y preparación
del pan ya hecho o de la pizza, frente a las leguminosas-raíces. Los cambios en la dieta siguen muy
de cerca los aumentos del ingreso y se producen casi independientemente de la geografía, la
historia, la cultura o la religión. Sin embargo, factores culturales y religiosos explican, sin duda, las
diferencias entre países con niveles de ingreso similares. Por ejemplo, los hindúes se abstienen de
consumir carne de vacuno o carne en general, mientras que los musulmanes y los judíos se
abstienen de consumir carne de cerdo. A pesar de los niveles de ingresos similares, los japoneses
consumen muchas menos calorías procedentes de alimentos carentes de almidón que los
americanos; lo mismo ocurre con los tailandeses comparados con los brasileños.”

Estos cambios dietéticos han afectado a la demanda mundial de productos agropecuarios y


continuarán afectándola. Por ejemplo, el consumo de carne en los países en desarrollo, ha
aumentado desde sólo 10 kg anuales per cápita en 1964-66 hasta 26 kg en 1997-99. Se espera que
siga aumentando hasta alcanzar 37 kg anuales per cápita en 2030. La leche y los productos lácteos
también han experimentado un rápido crecimiento, pasando de 28 kg anuales per cápita en 1964-
66 a 45 kg en la actualidad y podría alcanzar la cifra de 66 kg en 2030. También se espera que
aumente la ingesta de calorías derivadas del azúcar y de los aceites vegetales. Por el contrario, se
espera que el consumo humano medio de cereales, leguminosas, raíces y tubérculos deje de
crecer.

La producción mundial de alimentos deberá acomodarse a los gustos de los nuevos habitantes en
las diferentes culturas y regiones, con el fin de mantenerse hábilmente para no desaparecer en un
mercado que continuamente está cambiando. Para esto se enfrentara a situaciones o paradigmas
que tendrá que resolver como lo son la sostenibilidad, erradicación de pobreza, desigualdad,
hambre, inocuidad y salubridad de los productos, entre muchos otros.

Referencias

La seguridad alimentaria futura del mundo peligra debido a múltiples desafíos. Disponible en línea:
http://www.fao.org/news/story/es/item/471772/icode/. Consultado 20 de noviembre de 2017

El futuro de la alimentación y la agricultura. Tendencias y desafíos. Organización de las naciones


unidas para la alimentación y la agricultura. FAO. Disponible en línea: www.fao.org/3/a-i6583e.pdf

Saldarriaga, G. (2011). Alimentación e identidades en el Nuevo Reino de Granada, siglos XVI y XVII:
Segunda edición corregida y mejorada. Editorial Universidad del Rosario.

http://diarioecologia.com/

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