La activación de la hora undécima

Toda palabra que se da, gravita en el espacio. Más aún, cuando se da una Palabra de parte de Dios,
gravita, y otra Palabra es la que activa las promesas de Dios.

1. Mateo 20: 1 - 16

El Reino es una esfera de gobierno que se activa por medio de la obediencia a los que El Señor dice.
La hora undécima es la última hora de trabajo.

Todos los sucesos o palabras que nos dimensionan se transforman en proféticas. Ha llegado el
cumplimiento de las promesas que Dios nos ha dado.

En la hora undécima:

Se activa la oportunidad de ser productivos. Todo lo que está retenido, atascado, o reprimido, se
libera.

Se termina la pérdida de tiempo. Esta hora es la última hora en la que se pueda ser productivo.

Se activan las mejores oportunidades de ser productivo. Las mejores oportunidades y contratos de
trabajo.

Se manifiesta que somos la prioridad para Dios. Él atenderá nuestros asuntos, en primer lugar,
nuestras necesidades y nuestras situaciones.

Es el tiempo de las buenas remuneraciones. Trabajaremos poco y recibiremos mucho. Este es el

tiempo de recibir lo sembrado.

Es la hora en la que se manifiesta la justicia de Dios. Debemos sembrar cosas buenas para recoger
buenos frutos.

Es el tiempo en el que El Señor pelea nuestras batallas. El luchará por nuestras bendiciones, en
nuestra defensa.

En la hora undécima podemos ver la bondad de Dios. Dios es bueno, por naturaleza.

La hora undécima es la hora de nuestros asensos. Los beneficios que reciben los primeros, también
serán recibidos por los últimos. Mientras Amán preparaba la horca para Mardoqueo, El Señor
preparaba su ascenso, y los honores para él.