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El mesías, de acuerdo a las fuentes judías tradicionales, será un ser humano que
nacerá de una madre y un padre de carne y hueso 1, a diferencia de la idea
cristiana que lo presenta como el hijo de Dios concebido inmaculadamente. De
hecho, Maimónides escribe que el Mesías completará su tarea y luego morirá
como cualquier otro mortal2.
¿Cuál es su función? Terminar la agonía de la historia y dar paso a una nueva era
de felicidad para la humanidad en general3. El período de tiempo en que él
emerge y completa su tarea es llamado la Era Mesiánica. De acuerdo a una
opinión talmúdica esta no es una era de milagros expuestos, donde las reglas de
la naturaleza son derribadas. En cambio, el único elemento introducido al mundo
será la paz entre las naciones, con el pueblo judío viviendo en su tierra bajo su
propia autoridad, libre de persecuciones y antisemitismo, libre para perseguir sus
metas espirituales como nunca antes4.
¿Por qué existe una persona justa a quien le ocurren cosas buenas,
mientras que a otra persona justa le ocurren cosas malas? Esto sucede
porque la [segunda] persona justa actuó mal en su vida previa, y ahora está
experimentando las consecuencias. ¿A qué se parece esto? Una persona
plantó un viñedo y tuvo la esperanza de que crecieran uvas dulces, pero en
lugar de eso, crecieron uvas agrias. Vio que su siembra y su cosecha no
fueron exitosas, así que arrancó el viñedo de raíz. Removió las parras de
uvas agrias y plantó de nuevo. Cuando vio que su siembra no fue exitosa,
la arrancó de raíz y plantó de nuevo (Bahir 195)20.
Uno de los textos que los místicos citan como una alusión bíblica al principio de la
reencarnación es el siguiente verso en el Libro de Job:
“He aquí, todas estas cosas hace Dios dos y tres veces con el hombre, para
apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes”. (Job
33:29)
En otras palabras, Dios le permitirá a una persona volver al mundo “de los
vivientes” desde “el sepulcro” (que es uno de los términos bíblicos clásicos
para Gueinom28 o “Purgatorio”) una segunda e incluso tercera (o multitud de) vez
(veces). No obstante, en general este verso y otros fueron entendidos por los
místicos como simples alusiones al concepto de la reencarnación. La verdadera
fuente está arraigada en la tradición.
NOTAS:
4. Sanedrín 91b, 99a; Brajot 34b; Pesajim 68a; Shabat 63a; cf. Maimónides, Teshuvá 9:2, Melajim 12:2.
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5. Tosafot, Rosh HaShaná 16b, “leyom din”; Emunot Vedeot 6:4 (final), Raavad, Hiljot Teshuvá 8:8; Kesef Mishne, Teshuvá
8:2; Derej Hashem 1:3:11.
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6. Rambán (Najmánides), Shaar HaGemul. De acuerdo al Rambán y a otras autoridades, el “Mundo de las Almas” a
menudo también es llamado “Jardín del Edén”.
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7. Sanedrín 99a.
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8. Rambán, Shaar HaGemul. Citando fuentes Talmúdicas y Midráshicas, el Rambán apunta que hay tres días de juicio, es
decir, tres veces en las que el alma es juzgada:
1) Rosh HaShaná, en donde se analiza el año que pasó y se determinan las circunstancias materiales para el año próximo;
2) El Día de la Muerte, en el cual se analiza la vida del difunto (revisión de la vida) y se determina si necesita continuar con
el proceso de prueba o si está listo para el Paraíso.
3) El Gran Día del Juicio, que es cuando todos quienes han vivido son resucitados, los justos para la vida eterna (según el
Rambán, en un mundo físico espiritualizado) y los malvados para ser exterminados (según otros habrá una categoría media
para quienes son dignos de continuar en una forma de espíritu sin cuerpo pero no en la forma física más densa de cuerpo
resucitado en un mundo resucitado). Aparentemente, también existirán diferentes niveles de recompensa (es decir, de
experimentar la Presencia de Dios) en este mundo renovado después del Gran Día del Juicio, todo dependiendo de las
acciones de la persona en su vida.
Ha sido preguntado: Si una persona es juzgada en el momento de su muerte en referencia a su condición en el Mundo
Venidero ¿cuál es el propósito del Gran Día del Juicio? Una respuesta dada es que después de que una persona muere,
todos sus hijos, todas sus buenas y malas acciones e influencias que ha tenido en otros se “mantienen en acción”. Sólo al
final de la historia puede ser hecha la “cuenta final” en lo referente al impacto que ha tenido la persona en el mundo.
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11. Muchos se sorprenden en gran manera al descubrir que la reencarnación ha sido una creencia aceptada por muchas de
las mentes geniales que son la base de la civilización occidental. Aunque obviamente el judaísmo no necesariamente
coincide con todos sus pensamientos y filosofías, no obstante, Platón, por ejemplo (en Meno, Fadeo, Timaeus, Faedrus, y la
República), apoya la doctrina de la reencarnación. Parece haber sido influenciado por las mentes griegas clásicas
tempranas como Pitágoras y Empédocles. En el siglo XVIII, la era del Iluminismo y del Racionalismo, pensadores como
Voltaire (“Después de todo, no es más sorprendente nacer dos veces que una”) y Benjamín Franklin expresaron una
infinidad de ideas sobre la reencarnación. En el siglo diecinueve, Schopenhauer escribió (Parerga and Paralipomena), “Si
un Asiático me pidiera una definición de Europa, estaría forzado a responderle: Es aquella parte del mundo encantada por
una increíble falsa ilusión de que el nacimiento presente de una persona es el primer ingreso a la vida…” Dostoievski (en los
Hermanos Karamazov) se refiere a la idea, mientras que Tolstoi parece haber estado muy seguro de haber vivido antes.
Thoreau, Emerson, Walt Whitman, Mark Twain y muchos reconocieron y/o apoyaron algún tipo de noción de la
reencarnación. Sin embargo, debe ser notado que algunas autoridades clásicas de Torá, y más notablemente, la autoridad
del siglo X, Saadia Gaón, negó la reencarnación como un principio judío. Emunot VeDeot 6:3.
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12. El talmud cuenta que el sabio del siglo II, Rav Shimon bar Yojai y su hijo Eleazar, se escabulleron en una cueva para
escapar a la persecución romana. Durante los trece años siguientes estudiaron día y noche sin distracción. De acuerdo con
la tradición cabalística (Tikunei Zohar 1a) fue durante trece años que él y su hijo primogénito redactaron las enseñanzas
más importantes del Zohar. Oculto por muchos siglos, el Zohar fue publicado y propagado por Rav Moshé de León en el
siglo XIII.
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13. A pesar de que generalmente se cita al Zohar como una única obra de varios volúmenes (Tikunei Zohar y Zohar
Jadash), en realidad es una compilación de muchos tratados o pequeñas sub-secciones.
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14. Zohar I:131a, 186b, 2:94a, 97a, 100a, 105b, 106a, 3:88b, 215a 216a; Tikunei Zohar 6 (22b, 23b), 21 (56a), 26 (72a), 31
(76b), 32 (76b), 40 (81a), 69 (100b,103a,111a,114b,115a,116b), 70 (124b,126a, 133a, 134a, 137b, 138b); Zohar Jadash
33c, 59a-c, 107a; Rut 89a.
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15. El Zohar (I 131a): "Rabí Yosi respondió: '¿Aquellos cuerpos que no eran valiosos y no alcanzaron su propósito serán
considerados como si no hubiesen existido'. Rabí Itzjak no estuvo de acuerdo y dijo: Para esos cuerpos Dios proveerá otros
espíritus, y si son encontrados valiosos obtendrán una permanencia en el mundo, pero si no, serán cenizas bajo los pies de
los justos". Cf. Zohar II 105b.
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16. Por ejemplo Zohar III 216a; Tikunei Zohar 6 (22b), 32 (76b) sugiere tres o cuatro oportunidades. Tikunei Zohar 69 (103a)
sugiere que aún si cada vez se hace un pequeño progreso, el alma recibe hasta mil oportunidades para reencarnar para
lograr su completitud. Zohar III 216a sugiere que una persona esencialmente justa que experimenta el trabajo duro de vagar
de ciudad en ciudad, de casa en casa, –incluso para tratar de mejorar sus negocios (Zohar Jadash Tikunim 107a)– es como
si sufriera muchas reencarnaciones.
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18. "Después que el alma ha dejado el cuerpo y el cuerpo permanece sin aliento, está prohibido mantenerlo sin ser
enterrado (Moed Katán, 28a; Baba Kama, 82b). Porque un cuerpo sin vida que es dejado sin enterrar por 24 horas causa
una debilidad en los miembros de la Carroza y evita que la voluntad de Dios se cumpla, porque quizás Dios decretó que
debería ir directamente a la reencarnación en el día en que murió, lo que podría ser mejor para él, pero mientras el cuerpo
no es enterrado el alma no puede ir ante la presencia de Dios ni ser transferida a otro cuerpo. Porque un alma no puede
entrar a un segundo cuerpo hasta que el primero es enterrado". Zohar III 88b.
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19. Tikunei Zohar 70 (133a). Cabalistas posteriores detallan las circunstancias que pueden llevar a la reencarnación en
formas vegetales y hasta minerales. Shaar HaGuilgulim, Capítulos 22 y 29; Séfer Jaredim 33, Or HaJáim 1:26.
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22. Por ejemplo, comentario a Génesis 34:1, su Taamei HaMitzvot (16a) dice que la reencarnación es el secreto subyacente
en los diez sabios talmúdicos que fueron asesinados por los romanos.
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24. Sus trabajos principales son el Etz Jaím (Árbol de Vida) y Pri Etz Jaím (Fruto del Árbol de vida), al igual que el Shmone
Shaarim (Ocho Portales), que trata con todo desde el comentario de la biblia hasta la inspiración divina y la reencarnación.
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25. Sefer HaGuilgulim, "El Libro de las Reencarnaciones", por Jaím Vital también es un libro completo dedicado a este
tema.
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27. Comentario al Libro de Ioná, y muchos otros lugares. Por ejemplo, R. Meir Simjá de Dvinsk en Or Sameaj, Hiljot
Teshuvá 5, s.v. veyadati; R. Israel Meir HaKohén [el Jafetz Jaím] en Mishná Brurá 23:5 y en Shaar HaTzion 622:6; R.
Yaakov Israel Kanievsky [el Staipler Gaón] en Jayei Olam.
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28. El Gueinom se refiere generalmente a una experiencia por un tiempo limitado (Ediot 2:10) de la vida después de la
muerte en la que el alma es purgada de sus defectos en un proceso que es, después de todo lo que es dicho y hecho,
descrito como doloroso, aunque catártico. En un sentido más profundo, la persona insensible es recompensada medida por
medida. Al igual que actuó de manera insensible pecando, actuando como si Dios no estuviese presente, se le paga
obligándolo a experimentar el Gueinom, un lugar en el cual, en contraste al Cielo, la presencia de Dios está oculta, o al
menos no tan expuesta (El nombre Gueinom viene del valle al sur de Jerusalem, conocido como el valle [Guei] del hijo de
Hinom, en donde los niños en una época eran sacrificados a Molej (II Reyes 23:10), Jer. 2:23; 7:31-32; 19:6). Por esta razón
el valle era considerado maldito, y Gueinom se convirtió así en un sinónimo de Purgatorio.