EL PODER DE LA COMUNICACIÓN

En muchas de las ocasiones confundimos el hecho de comunicarnos con el solo gesticular o

en algunas casos pintar algo sobre algún material; se dice que a partir de la invención de la
escritura se da inicio a la Historia dejando atrás a la prehistoria, sin embargo a la fecha
seguimos tratando de interpretar dichos símbolos que nos dejaron nuestros antepasado ¿Por
qué? Pues por la sencilla razón de que carecían de los elementos básicos de comunicación y
entendimiento que debe de caracterizar a la comunicación (Emisor, Mensaje, Receptor,
Código, Contexto, Situación), sin embargo nos asalta la inquietud de saber por qué somos
los únicos seres vivos que desarrollamos un código tan preciso para comunicarnos, porque
es obvio que todos los seres vivos se comunican, pero no del a forma tan precisa, exacta y
extensa como los seres humanos, tan extensa y precisa que de inicio nuestras palabras nos
sirven para dar a conocer lo que pensamos y lo que no pensamos, así como de permitirnos
poder influir de manera directa con el resto de los seres humanos, al grado de poder
convencerlos solo con el “poder de la palabra”.

Pero nuestro lenguaje y el poder de comunicación, no solo se limita a la emisión gutural de

vocablos, si no que va más allá de ello, los seres humanos nos expresamos con la mirada, con
nuestras manos, con el tono de nuestra voz, la forma en que caminemos e incluso, situaciones
que pudieran ser tan subjetivas como la emisión de energía hacia los demás; es por ello que
de la forma en que conjuntemos todos esos elementos y algunos más, depende de la
asertividad o no con la que podamos expresar nuestras ideas, emociones y pensamientos.

A través de los años las diversas civilizaciones han seguido a líderes políticos por la manera

tan elocuente y convincente de manifestar sus ideas, recordemos que por ejemplo, el nacismo,

nació a través de la comunicación que convenció a la sociedad alemana, solo con los

discursos emotivos de su entonces líder; es por ello que definitivamente se debe coincidir en

el hecho de que “La asertividad es un proceso de comunicación continuo, positivo,

constructivo y estimulante”, las personas que poseen estas habilidades se caracterizan

principalmente por: “ Manifestación de sus ideas y sentimientos, sin hacer menos los de los

demás, Respeta a los demás como así mismo, Receptivo a las opiniones ajenas, dándoles la
misma importancia que a las propias, Expresar de forma directa, abierta y honesta sus ideas

ante los demás, Evita conflictos aceptando que no todas las ideas se comparten pero que

tiene un valor para quien las expresa”, es obvio, no siempre se es asertivo al comunicarse y

resulta relevante identificar en que momento nuestro diálogo se encuentra padeciendo o

carece de objetividad. Los elementos relevantes en los individuos que no poseen asertividad

son: “La falta de manifestar sentimientos o pensamientos, Infravaloran sus propias

opiniones, Temen a ser rechazados, Dar un valor superior a las opiniones de los demás y en

general se caracteriza por tener una baja autoestima”.

Resulta de gran importancia que en nuestra vida laboral podamos contar con características

que nos den seguridad al expresar nuestras ideas, buscando en todo momento los elementos

más sencillos y que a la vez sean objetivos, siempre estar seguro de lo que se informa o se

dialoga, ya que eso dará certidumbre a quien nos escucha y recibe el mensaje.