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gedisa cata Pacio Fabbri es catadrético de Semigtca, delarteen) | “E i Section atone Paolo Fabbri Wine esetee Sane Chas 5TICO wonsomoacmae’ 2 EL GIRO SEMIOTIC eos ynorteamericanas. Ha sido director del isituas f | © Pubcade suabraTéeticasdelos signs Las concepciones del signo alo largo de su historia se Saussure a Bares y desde Peirce 2 Foo 30 pueden segue fap rations, ta primera seeuapor ellen une oomo rodeo a ae funds se ineesa por el Soot es wa ri propia qve se cement al emo (0) el oso fa gregh En exis Ieee ae ue lo que habia desde el comienzo solo esta curiosa realidad ‘que son los objetos. condenser de ack cornere ‘érmino giro porque comibeel giro semig- estados de la materia, etc, sea toda nes. Jos asignos» y su funcida en ‘ico justamente en ese sentido.» auestia comprensidn de le EL GIRO SEMIOTICO anton sent aie di = “alos bombres scm ss inered si ‘Toda nuestra epoca ba estado marcads & do, peso soo Gee ae un siglo ae reflexions de oh ‘or le idea consructivista, radicaimente Se modo espcifico y coherete sobre exe tt.) Ea los Wipes, de ise poste rocco =i ‘tins abs she podcn wg xvi de lida de! lenguje, de as signs. iii ‘studi oe problemas de la signfcaién, Este css onde eminem) | ro noc con abi co hace pees en pet Cnc pe. Ny sa aio eloentn despite ySeseath ME ig comasnnerepliqaecnasemiea, 0 _ Codigo: 511530 ~——_coytsoce EL MAMIFERO PARLANTE a Paolo Fabbri EL GIRO SEMIOTICO b! ‘see Mayor Editorial Gedisa ofrece toss #9 titulos sobre SEMIOTICA Y CIENCIAS DE LA COMUNICACION Busspo Venox Isaac Jose Euisro VERON Mune Soone Many Dovaas Eussno Veron ¥ Lucnecis Bsctneno CHAUVEL (eoMrs) Days Davan (com) Tapes VirearMAson y “Danae ava (COMPS) Luensct escuneno CHAUvEL Mane Avor Paoto Panna Mienaxs TADss16 ‘Mane Avot JM. Pansy, D. Worron ¥ Bfoctos de wgendo Erving Goffman ya inierosociologta Bato noes un tibro Reinventando le cultura Eatilos de pensar Telenovela, Fieetén popular 3} mutaciones culturates En busca del publica Bspacios piblicos en intagenes Malvinas: el gran relato Hacia una antropologa de os mundos contempordneos Técticas de lox signos. Brsayos de semistica Un gigante en convulsiones, El mundo bumano como fema nerelovo em femergencin permanente Los no lugares. Expacios del ‘anonimato. Una fantropotogta de la Sobremodernidad Bl nuevo espacio puiblico ry EL GIRO SEMIOTICO por Paolo Fabbri gedisa ‘Trl dl origina tatiana Larson semiotics 1 1900, Gio Lateret & Fgh Sp, Rome Bars ‘Trades: Juan Vivans Ofell Fotwcablors Angela Askersann Primers eficin: myo 200, Bare Derohos reserve para tel oones on csellane Ser Ga 8, 1988 son rein pan) forme lene” gedinaedia com pute geno Deptt aga 16 2807200 Ieapreso por: Carvigrat Ghat 3 Rial Inproso en Expae Printed in Spare ‘Queda prohibide a reproduc ttl o pasa por cua medi a resin, en forme denice, extratadao modieada deer rnin cate: Ina de nob inpice Plog a vera mA n Smrodaesion co fo Copia tela ea deo exabanen gue allan Una historia tandenione 2 "Bare desrune 2 Parecontrana 38 Palabra, con, oat noe ge Et haley os dos sean 2 Cano, éoros, arte el daca a Aecin y pasion Sauer Nivales semiticaay calabonca que falta. 0 Capitulo Tt: Lo eonocible y lor modelos estat la yleea dda [in narentividad ‘ia penonalidad. = ‘Tpologia y configuraciones pasionales Cuatro components de In pasisa : Lacontinuided lative de Oceident y of dela China clasics, M re a note sentido, Ja semi, pare avannag, debe prtrecharte de cura torme,Yaverpuedes state og maa earents, verdade- Stxeules do suprvivensp mesg, Por ejemplo, pars sin Tar le Wjescueotones de! smbolomo, su xj de erramietas ‘Seantaninne yeonotniove, sitaemssyparadigmgs, et) debe ‘Stopetarg oni de desley efeac, psi yom BY {rv comttco ae nsnts ene papel dete del etude as esio- SiS en Ta romitin de log af chest y noventa Los ncepae de {oslo yappetuliasin ser j morals, eset y ena ‘rela, son una respussta ivernte «Baran quen no crea en “heeparasion entre aoa yo igs Aut junta con in negro de enuneialén one pars me- todolgin hay unt clare dacriminacibnenarele veneer thera de balodageneraca. El coociniento de a nxn ys ‘Rin permite ntapa las nesioaes do manipulacony conic en as eplraconee dese unaverae steve, ante e otra forma (seuetigg den efeaca sca, qoe ya Sousure atipars cma ‘casos dewey som igaifeacnyaverpo 'D propt Slr El pen semis, reerdaba J anuneia wn gio yn produ pre seta a respec i euigata semen we Bo toca lade ev abou serena, Fltabe, en cabin un dessvallo Slotundo dl concept de tradvtinintoceaiin Be un compo fe “do de investiga que poings io mas ewe! dl get ee Sites stuar ow recurs de endo a rave delat stants {ola eapreidn, No se ae, pons, de separar le ditto signi ates (uals hive, io de tana en conieracon so ardeter soc y tetra traifeensas yo pase sc ‘exente dinar manasa ‘orion ada hay ae proud ena indagacite dens nals sensorial Hay oe vertigainos se refieren wre ted xa fen desde el lengeaj dem sordordos hasta el cine (oun V Fontan esta ol lenguae fai), Es un campo importan- te paras reais ‘erencin entre comunicry rane, de tener en cusps en ln conatarignyrbcopetén del sentido, fa Sfrmeneom src sone de lw aparatn de rslcin del vig "Pore share) is “di or uo Indo, bay que compro] pao entre dstinios medion de eomutoactn, que intervienen rflnvazents en Te trade, imtrolucende transormaconesy mur dtc [a angus {Eepartiday de load 15 {Bs el logado de ta semistiea de Ia cultura de Y. Lotman (bien c- ‘oeido en Espafa gracias la labor de J Loran), que ha sabi in- tegrar la tradiion formalist a ‘atusiones de Jakebsony li ‘vestigacionesinformacionales con In obra de Beltin, ineororands sus hipdtesisy objcciones. (Todos los tipo de corportamiento signi feante tanto para Lettan como para Bachtin tienen cater de isto ) La esemiaaferae de Lotman —s imagen dela cbioafera de VT Veenarski~ o¢ un campo Snterasante de tradictiones, Lat turaleza del acto intelectual dice Latman-~ pusde deseribire 2 términos de tradueeisn: a deiniién del significado ca una tradue: ‘ion de una lengua a otra, y Ia propia realidad extrainguistica debe ‘entendenve como un tipo de lengua Bs evidente que no se rats de wn cletazo historcst, como oe ha dicho a vee, sina de an proyecto incuido en une sntropaogie gee "al, quo presta atenci als ests seristico de ai raduccion, como ee estado de wetsforasinptopies jeompaian Ta version de texte intradastles, Uo fn traducibe ya no estéatrapade en el pathos del siseatido, sino ge es tuna reserva de sentido futuro a pertinenciayviqueza de los elemplos, desde la cultura medie- val rasa hasta los exis de vida de los contemporénees de Pushkin, reveal interés que tiene el stio de ins tastonnatarale paral Semidtca en una dpren en que la filoaoe del Yenguaje now ha acos tumbrado 8 una eseoldsica de fos exempa flta, onstesidas con Artoglo las estrecheces lopicas dela democtsacin, “Terminames, Pare. Deleuae otoda voccion sempre es predeat ‘acign en rolacidn con los signos. {Estamos seguros de v0 la se vvoeaién de no ser atl? ‘actus! eomplejdad de los seberee decir de qué somes realmente contomporaneds, [Hasta en Jupares hay moments en que Ia luna hucva es invisible! ‘Metatoras apart, la semidten exten pena traneorwcion, 8 falta de actalidad puede resultar oportuns ‘Lo nico que tendriamos que hacer es dear de mirarla como si fuera un bareo en uaa hotell, ean exe asomibro gus cus tos ar nual de divuigacsn tan complets,y pensar que eno laberinto de los sgnos la investigacin siempre eats empesand, Ea dec nw reanud a partir dal final, nf evmionza de nuevo, sia qi, cot la hier, ete por ol medio. 16 re INTRODUCCION El género de discurso que me han pedido que aguma en ‘esta oeasién es el de las lecoiones. Lo cual conlleva determi- nnadas obligaciones ¥ limitaciones a las que debo y quiero atenerme. Pero la indicacion del género, en 2 fond, tam- bien me da cierta seguridad. No estay aqui, digamos, para contar historias ni para diseutir eiertas teorias. Estoy aqui para duetar unas leceiones, para ensenar algo a alguien, pa ra compartir con ustedes algunas ‘geos sobre un asunto conereto, Pere son unas leceiones especiales, que tienen varias ven- tajas importantes. Ante todo, no hay ningtin examen final: no hari ninggin control pars saber si ystedes han entendi oy aprendide algo, de modo que no tendé e puder de e3- lificarles. Ademss, se trata, por suerte, de un discurso re- versie, dotado de la posibilided de hablar de igual a igual ¢ interctambiae ideas ain esa asimetria jerérquica tipiea de les exémenes finales. ‘son leeeiones, al fin y al eaho, y se trata de un géne- sursivo eancreto, He puesto a mis lecciones un titulo ‘para cada dia, y he optado por mantenerlos en los capitulos e este libro. BI primero 2° lamara, pues, «La eaja de los eslabones que faltane, el segundo «Lo eonocibe y ne mode Jose, yl final, en eambio, estara dedicado a los problemas de la estesia y la intersubjetivided, y se lamara «Cuerpo ¢ interaccion», ‘Antes de empezar es necesario hacer una breve introduc. ign. Creo que merece Ia pena sentar Ins hasea teéricas de ” lo gue trataré de decir coutinuasiGn,y ademss ereo que debo una explicacién,digamos, topoldgiea. "Ante todo queria hacer una consideracién de cardcter practice, deatacando ima evidencia. Proeisamente aqui en Palermo un grupo de amigos estuvimos discutiendo sobre Ja vanguardia. Una de las primeras concusiones a Tas que Megasnoe fue que la vangusodin es Gn movimiento my ee Je en Europa. La vanguardia, en realidad, tiene un siglo Pues bien, #¢ da la cireunstancia de que en 1997 han pa docien afi desde la publicacon de am ibro de Michel Bee al titulado Besat de sémantique, el primero en el que se bog por un estudio linguiatico de la semsantica, Noes que ‘antes de eae momento nose hubiera extidiads veméntca, Pere hace exactamente un siglo alguien dijo par primera ‘verde un modo explieito; shay que estudiar semantica», de modo que la esestion del significado —atin antes de ue fiera tratado por diseiplinas como la psicologia y Ia filos0- fia es, ante todo, una cuestign vinelada al estado de las Jenguas. Como diria Brie Benveniste, otro gran eeeritor de temas lingoiaticos,eata es nuestra veabeza de medussn* El sentido es a cabeza de medusa con la que se encuentran tori los que tienen alg interés no sso por al lenguale, sing en general ~-volveremos aabre ello por cualquier procedimiento de signifeacin ‘Vemos, pses, que sung & los hombres siempre tes ba interesado cl significado, sdlo desde hace un siglo se re- flexiona de un modo especifico y coherente sobre este to- ra, Sin embargo —y en la oueatign tesriea que quiere plantear como introduccidn s esta serie de leecionee— me parece que desdo unos afios ge ha producida un giro en el ‘ode de estudiar los problemas de la signiGeecion. ate giro no es como se habria dicho hace pocas décadas— tuna -ruptura epistemolégicns. Digamos, si acaso, que de ‘alguna manera el estadip deta semantics he vamads an aris distinto del programa de investigacién propuesto por Bréal y aplicado en lo fundamental « fo largo de un si flo. Dejene usar una metsfars ese gio es come un nue Vo plague en la gemistin, tro modo de plegar Ia tela muy 1 compleje foemada por el modo estratificado que tenemos de significa. Este giro semidticn, por supuesto, no 6 ha producido de sgolpe, Uo ban propiciada muchas transformaciones gradus- fee muchas reflexiones ¥ muchos debates, Por una mera cuestion de exposicién de los hechos y los problemas sere yo ‘quien mantenga entre paréntesis estas transformaciones Drogresivas, tratando de aislar ~con una serie de cortes y bdrientaciones— un auténtieo plano de consistencia, y asi po ‘per en evideneia por lo menos la marea de este pliegue en la Tndagneidn actuel sobre el signifieado, De modo que en el es tudio de la significacién no indiearé una historia o una ge- rneelogie, sino un diagrama, lo mas abstracto posible, A pe: ‘sar de que los rasgos de In diseiplina semi6tica son muchos, trataré de hacer una earacterizacién general de la misma, ‘Alien busca de generalizaeiones e€ muy bien que voy en contea de la tendencia de la estética y la epistemologia con- tempordineas, que hacen hineapié en el fragmento. Pero lo ‘hago a propésito. Michel Serres —un epistemélogo al que faprecio mucho sostiene que no hay que tener ningsin mie- dba la totalidad. Serres diee, acertadamente, que solo hay ‘qos temer la solider, es deeir, que las cosas se solidifiquen, J seftala que los fragmentos son cosas que, al haberse roto $ya, no pueden seguir rompiendose. Por eso son muy sides. [Asi que de entrada no podemos pasar por alto que el frag- tnento, de alguna manera, es ante todo la afloranza de una totalidad perdida: cada fragmento es nostélgico. Pero 8 con- ‘tinsiasisa debemos entender que el fragmento es lo menos fragmentario que puede haber. El fagmento es duro, no se rompe, e3 el resultado de una rotura que ya no se repetir. ‘De mad que Ine ensalzadores del fragmento, Jos «fragmes tistase, estético® 0 epistemol6gicos, se equivocan al pasar ppor alto que si hay algo frgil, es la generalizacion. La tota- Uidad y le genevalizecién, opuestas al fragmento, son com- pletamente frégiles. Como bien sabemos, en cuanto intenta: {nos generalizar algo siempre sparece un colega inteligente {Yun poco maliciogo dispuesto a sefialas alin fallo dela ge- Deralizocién, Paes bien, la generalizacion es una forma de 19 responsabilidad, en el sentido de que invita al otro a res- ponder. Eso es, precisamente, lo que quiera hacer. Al generalizar, al decir que hay un giro semiatico, quiero exponerine a la respuesta y a la observacién, pero al misino tempo reivin. dicar la necesaria fragilidad de la generalizacién. Al darle Ja vuelta a Ia idea de que la generalidad es dura y compac. tay los fragmentos trégiles e indefensos, quiero plantear la idea de un giro semistico bajo el signo de una generaliza. ian trégil. En una época en la que predomina la problema. tica de las redes conceptuaies y la multiplicidad (con la la cha implicita y necesaria contra toda forma de jerarquia « priori), busear Ia generalidad es para mi no tan s6lo un de. ber intolectual, sino también, en el fondo, un placer del ex. piu: Placer que sin embargo no excayesa olizacion de ‘Segin Nietasche nunca es al prineipio cuando algo nuevo revela su esencia, sin embargo, lo que habin devde el comien +20 s6lo puede revelarse en un giro de su evolueisn. En otras palabras, al principio no sucede nada especial, Pero lo que es. {aba en forma potencial silo puede manifestarse en el mo- ‘mento de su giro, gracias a una revolucion que puede defi nitlo, He tomado, pues, de Nietzsche el término giro porque coneibo el giro semidtieo jastanente en ese sentido, Una ver aclarado este punto (eso espero), pasemos a to ‘que he llamado vexplicacion topolégicas, Alguien se habri reguntado: ;por qué se dan estas lecciones jastamente én Palermo y no, por ejemplo, en Roma en Rimini? Tengo dos respuestas. La primera quiz no sea muy raconable: como decia ¢ otro, tuna election se hace por buenas razones, 0st 10 por buena pasiones. Hay elecciones que 2 hacen en- trando en razén, y otras que se hacen entrando en pasién, Mi eleccién de esta ciudad la hice entrando en pasidn: ten £0 amigos en Palermo, y siempre esperamos Que los amigos ‘hos hagan las observaciones mas agudas, Pero hay otra respuesta. Palermo es una ciudad que tien- de a olvidar algunos méritos. No me corresponde a i re. ‘cordarlos, pero en este momento me apetece hacerlo. Me 2 gustaria sefalar, pues, que sien aquells.ocasion antes cita~ 4a alguien recordé que fue en Palermo donde se reunid por primera ver. el Gruppo63, hoy no deberiamos olvidar que festa es una de Ins poeas ciudades del mundo donde se ha c= lebrado una reunign de la Asociacién Internacional de Es- ‘uadies Semisticos, Hace unos aos, conerotamente en 1984, se reunieron en Palerino casi tados los semisticos del mun: do para discutir sobre el destino de esta disciphinsa, ‘Ademés, quiza slguien reeuerde que Yuri Lotman, el fa ‘moso semidlogo ruso, cuando por primera vez tuvo la posi- bilidad de salir de la Union Sovietica, lo hizo para venir a Palermo. Lo cual, uaa vez més, demuestra que en esta ciu- dad 4) diseurso enbee la semiética n0 es algo exterior, sino que forma parte ~ya sé que esto eena muy rimbomnban- ta de su historia, En Palermo hay una continuidad de a cién y reflexién sobre Ia semistica, como evidencia la labor docente de amigos y colegas, algunos de los cuales estin hoy presentes. Par es0 se dictan en Palermo estas lecciones sobre el giro semiético. Me interesn dejaelo bien sontado: no es tan slo tuna, digamos, apeién estratégiea de la Fondanione Sigma- ‘Tau, que quiere estar presente en muchos centros intelee ‘wales italianos. También es una opeién mia, por buens pasiones y razones. a Capituto I La caja de los eslabones que faltan Una historia tendenciosa Permitanme que empiece con una historia tendencioea,« jor dicho, con un borrador historiografiea a partir del que presumo que es un giro—que se propone reeonstruir la ‘consolidacién y la difusién de la semidtiea, Sobee el signa ae hha reflexionado siempre, en todas las épocas y todas las eu ‘paras: Aristatelos en Grecia, Panini en la India, algan otro en el siglo xv, y asf sucesivamente. Pero esta noes la eues tign. Lo que a mi me interesa es reconstruir la eonsolida- cign de Ia semistiea como disciplina, es decir, como plano de consistencia tedrica que asume cierto nimero de enuncia- ddos en una época determinada. Podemos situar esta conso lidacién de a semidtiea como disciplina wuiSnoma a prine!- pios de los afios sesenta, no hace més de una generacién, ‘La semiética que se ha practicado desde entonces se pue- de resumir en dos earacteristicas fundamentales, que a 5 ver pueden ascciarse con el nombre de wn estudioso, aun: ‘que esna narabres no abarean toda la investigacién semidt- fa de la époea, ¥ la semidtica de In época tampoco agota #0 personalidad intelectual Semiologta tradicién kumanista, Resumiré la primera caracteristica con el nombre de Roland Barthes, Barthes practicaba ina semiologéa (ain no era una auténtica se Imitica) como critica de las vunnotneiones ideoksgicos pee sentes de uno » otro modo en el hipersistema de signos que 2 para él ral lengua. La semiologia, sgn Barthes, deriva Geta idea de que en determinadas cultures hey sateen tena de itn Eston signe nos xt por sora, cata uno ens mismo, sino como regimenes seawater ‘8 dei, como clemenian de sistemes semidtons eee ioesee ¥ sutanofciontar El problema tne nec de ate Barthes tow eso stra de sgn sn prenablesy tradables on el sistame onsen yet Ge signos que ea lengua. La lengua natural se etiende com un sistema de signos que, por un infovs en es los demas (significa como un comportamientonecten cane Sinfonia musta) por ato poscaes careieeete ae ‘ental: le de haber especializado une pate deat een bara oder hablar-~mediante clomenteey oa, once lee els sistemas de sign. A dferince de ereennee ss (iu etal, mus eapeca tenga Caper de nombrasse asf mina’? los ole ieee peed ‘tos olson sgnat de Para Barthes bay una irreversiilided que, en defiitv, hace de la somidtica una suerte de transhngutstce ee de, Gunton cpas de ans nose npn 20 también de tados los sistema de signe Ear esi cando, pero a grandes rasgos es asi. me simpli De ahi la idea de que, hala signa stints acl en la lengua oa través de ella, lasemislogin lees ga oe erica de las connotacionosideouien saa trelena ks tos sgnos dela identogin oil. Tenge la mpmeci le pe Ia mayoria de norotre homo avidade que ore Berg Antes de hacen semloo: en los ao iuena oe crtcatatral,propegade ydefonsor de ln da de eet Brecht en Francia. S:recodamos este ato iepeitee oo co), no tendremos difeattad en entender Inet gett Practiar la semiaogia tomy enten de an cone Heclgias. Barthes eat tnd uin brecticnn a Piensa en la potbiided de que ln smloviang aoe en Blinacapez™eon si onganisacin meopsecte eae tisipar,descostrur (por ust an tert naa junto de connotacones Cultura, soles eae Pa Jn burguesia ha introducido en la lengua.* Su idea es des- construir estas connotaciones ideolégicas —que tienen un caricter sistematico— y iberar un grado cero deta lengua, tuna forma blanca de la lengua, forma que evidentemente estaba relacionada en ese periodo can el proyecto de una 80- ciadad libre, sin ideologia, sin clases* Si no recordamos esto, i no destacamos estas dos cone xones, no podremos entender el éxito de la semidtica—qui- 24 inmarecido, pero sin dude fundamental en su momento— 2 sus limites futuros. Hoy, por ejemplo, podremos convenir ‘en que la eritiea de la dimensign ideol6gica de la sociedad ha perdido un poco de actualidad: la palabra ideologia ni si {quiera se menciona (una vor intenté llamarla ideol6gia, pa- ‘ra conferirle el derecho a ser eonsiderada de otro modo, pero no dio resultado). La difusion de la somiologia barthesiana so debe precisa mente al hecho de haber sido una sintesis entre la dimen. sion critica brechtiana y la idea del predorainio del lenguaje verbal sobre todos los demas sistemas semioldgicos. Enton- oa la cuesticn tedriea fundamental era la translinguiatica. Por otro lado, era la época del llamado linguistic turn de los paises anglosajanes, el intento flaséfico de situar el len- jguaje en el centro de la problemética humana y social. Sea como fuere, este privilegio otorgado al lenguaje se basaba en una dimensién teériea razonable. La idea era que para estudiar al hombre habia que analizar por lo menos su len: guaje, ex decir, tado lo que oeurre cuando se comunica y se tentionde eon sus semejantes. Era un mode seguro de x0 pensar én el hombre como si fuera una eosa o un sujeto se parado (a la manera del positivismo), analirando la dimen- sidn humana y social a través del modo en que los hombres se representan y comunican entre si Varias désadas después es ficil entender el motivo del Gzito de osta semiologia slinguistizante» y del linguistic ‘turn. Bn el fondo ambos reflejaban la aapiracion profunda de nuestra eultura humanista a las Ilamadas artes libera- les. Nuestra vieja cultura humanista es un conjunta de co- nocimientos basados en las artes iberales —-gramatiea, re- Lirica, snl, ote, un eonjunts de eanoeimientos en los aue el lenguaje verbal mantione uns pascion de peste absolut, como luge nico de expresion dela uamestdees manifeatacin de eivilizaién Hoy la hermentutia eo rds que lacontinuacidn de esta tradicion humanisian nee ‘ole verbal one centr de a scaiad (ani e ares palvorienta y completainentesvperata pa acon ion epistemolégica contemporanea). ™ pe a a seminlogtaentendida come translinghstea —que ae conectabaideabmente cos la tration huteaniie.~ che destinada a tener éxte. Pero ego fue tambien erco oe ie aque acabé con ll, Al seguir una estelaculvral ue suing Bole perteneiera de pleno derecho el estudio de agente avin se disolvé en €! hatanismo general que dosent In cultura de oe ato sesenta, y ace desaperecont ane a capacidnd de ruptura epatemalogica imltes of a uestion de in constrveién del sentido, trad por a viele cuivora husianista ~gramatice, retires, Slosdhe, ate logré su mayor éxito alo cuando trucins' fe pon ariginavio. JParn qué estudiar la semitica esas bo oe nas quent tranalinglistica,o una pretension de ages ya presente en la vieja tradiion bumanista? Para sus dee ‘na terfn del dicurso cuando ya eaté pica’ yor cone, plo, en Ia antigua retsrca? Basa con reanudar eens ‘humanistas sobre el lenguaje ~como al finals ha hecho ara que la semicica ve consoligey se repudie, we dfn Far Glass lms temps Fl caso mas evdente deesta dition y ashi de ase aiologiebartheslana en te taiion hamanisa el dea ost ala retdea antigua’ La rcupersion de arta Ja Iagar Toque ami ju ex un emplo pesect de we Babe dessfortinad. La eumalacon do a Agra ete cas —como se hace, por siemplo, en los grandes oanaaiog Ltushor!oPerlstnss un dare inate nis una perspective tren on principio unitari, defiance scunadas y problamos deeuidos en torlag Rlosolig oa Pistemologias moy distinuas entre suas Rgareevessios Propuestas aT largo de dos mileniosresponden a defies 26 ze del lenguaje completamente distintas. Por ejemplo, baste ‘pensar que Fontanier —un gra tedrico de la ret6rieaclisi a, quizé el ultimo—eousideraba dentro de su teoria la fi ‘auras de pasién: imprecacién, deploracién, ete* Pere eu. un ‘momento dado las figuras de pasién desaparecieron de la doctrina retériea por la sencilla razén de que la problemati ca de la pasionalidad ya no se consideraba pertinente. Ve- ‘mos, pues, que cierto iipo do teoria del funcionaméento lin- ‘Ruistico y conceptual (Ia retérica) ha varindo en funcién del ‘tipo de tomas de posicign sobre el lengua, y han aparecido ‘Spalngias de figuras retéricas muy distintas entve si ‘Poner juntas —come has. hecho muchas neorretdricas 8e- miologisantes—las figuras del diseurso definidas & partic d= teorias del lenguaje muy distintas, ha acabado implicando la produccién de enormes popurris de cosas ineongruentes, in comparables, inconmensurables entre si. Ast, la vuelta dela rotérica ha contribuido a un estilo particular de confusicn, porque ha hecho que parezea coherente un cimulo de ele. ‘mentos cuyo origen tedrico eran varios tipos de clasificacio- ‘nea y avientaciones del fenémeno del significado diseursivo. El paradigma seriidtco x el preciso momento en que — como acabamos de decir—la semiologia de cufo harthesiane se disolvia en las artes liberales, otro tipo de semistica, en cambio, se consolidaba en un paradigma proviso de invest gacion, Pondré este paradigma aemiético bajo el nombre de Umberto Eco, Lo peculiar del paradigms de investigacién se- ‘miética consolidado a través de la figura de Keo es que se plantea de un zodo radical contra el }egado sausauriano, e& ‘er, contra tado lo que para Barthes y otros representaba el ‘momento de ruptura que a cumiensas de siglo digamos que entre Bréal y Saussure) constitusa la formacion de una dise- plina ciemtifiea como la semistica” eo valoriza una tradicioo istinta (que ya estaba implicada en el proyecto semistico): Ja que inaugura Charles Sanders Peirce." ‘La semiotica de Peiree parte de la idea de no valorizar de ‘un modo especial el lenguaje. Para Peirce la teoria del signo era una semistica, un estudio de todos los tipas de signos, ¥ no ‘Hla una aemiologva, un estudio de los signas a partir del len- u tua verbal yhumano, Pero qua prs modifcr la hic echo guc Paes note een nn cata elo aque esol lengoaje; Pence er un flasty con na fesse lngutica muy invuciens, pero encambio ra ungren coe ‘emblogo, ied uno des mas grandes demuestra enna, De todo que el niin ein poscin rac Bo ea ue exciuye una semiologn de tpo barthosanayse reso, ta-~mas ald dela rupture episterolgicnstseta a laden de que hay una historia del signa; ana histor de le nos de reno dd sigo que no aeexia deine a pa ti dela apertura del paradigine tire dele semen, Bucs ae remonta por camino lsc hata el consence de nuestra culture, Encanto se ingagurs el ponsamenty feg orge sa rls tbr cl soma osc ous, un pensariente sabre e sig que apres cons dle mento de la propia filosofia.” eaue ap a a0 tino ae entablece este paradigma dela nemistica (com respect al cual sp hace desputes fro" Una ve ms Ja simplifco com unos cuanto rang, evidentements coe éaturescos. Como e abid, un de los mods de hace ees aturas es rfarzaran slo rang del melo us se desea cericaturizay,dejando los demas en segun plano Se tome tna earacteristin dl rst, come por empl in rente 9 te hincha deomensradaments al mismo uemopo'se relic, Ueto. ls ora, ete aa nace caicaturn, Demo das caricature ese enrosamiento de un asgo Eatonmes Pe "oe trata don prasn inna cage rs de reproduce una cara ~abservaba agudamente Wiegenss felon, de alguna manera una cancatune Sis a cat seareatire inevitable yodemos acer de Ing trategian que constitugen el pradigo nese? ee Primera estratega mpleada por Eso es fede una casas Sn pride es sgnce Linguine y no lingua a tuoi que en Peres hay tne glzantaseaealogasion be Snot yuna grandiona Spoogia de las pstles conti, ciones designs entre, por lo tanto ana mology ‘a ergata muy compoja de os signs, en Boo ates de semitica se planten como una teria de ipo tans, 28 co, Empieza clasificando Jos tipos de signos, ¥ sigue con el estudio de las maneras de pasar de wn signo a otro. Junto al ‘compinente tasificadar hay, pues, ctro componente sink to, que se oeupa de movimientoe y acciones. Pero jedmo se constituye la sintaxis de los signos? En el caso de Keo, representante del paradigma semidtico, este ti po de movitiente que ss introduce en la materia del signa ¢ definido por la propia idea del signo: el signo es un reen- vio, esta presente cuande algo se encuentra en el lugar de otra cosa, Pera Zeémo se constituye este reenvio? La ides dde Reo ~y en general del paradigma— es que este reenvio se pucde explicar de un modo claro y lgible con e viejo meo- elo de la inforencia logiea. La inferencia sel modo de po- ner en mareha Ia msiquina de los signos, Se pasa de un sig no atro a través de tipos da inferencias que son —segiin el ‘modelo aristovélico— Ia induecidn, la deduccién y la abdue- ion, Para pasar de un signo a otro nos limitaremos, por tanto, a las estrategias de tipo silogisticoe inferencial Ast €1 paso entre sigos no et que se reduzca, pero {se enfoca fen esta direesion, ‘Otra estrategia, més 9 menos explicita, que sirve para conatituir el paradigma semidtico, es la que se refiere al -mareo en el que tienen lugar estas inferencias, estos movi ‘mientos do signo @ signo, Es un marco eminentemente tox- tual. Ast, después de un momento de interés mas o menos sseasado por los signos arquitecténicos, visusles, cinemato- igrficos, gestuales, et, se ha vuelta rapidamente al texto, ‘Yel texto en el que se piensa, una vez mas, es de tipo emi- nentomente escrito, a veces quizs hablado, en todo caso 86- lo ingnistico. Ast, subrepticiamente, después de haber pro- clamado la importancia VeGriea de 0 na lingistco, el texto da vuelto a ser el modelo de todos los funeionamientas so ‘midtios, tanto si es un texto literario (de cultura roletiva. ‘mente alta) como un texto de los medios de comunieacién de masas (de cultura llamada baja). Se ha vuelto asi a una reflexisn de tipo linguistico Remata el conjunto de estas estratogiaa tebricas Ia idea —antes recordada— de una historia del signo, una histo- ey Hiogrfia que se preocupe de econstri os modasen ue la flogti, sobre to ta gran lost, ha pensal yvaelo.2 pensar a poblematiea dl sigo, So tra ante tate un Spon de tips etratégio y anversitario trata le rene, trie un posible pedi atolectual para una diseplina jo. ven como la semiaic, Pro eate es un problema de histone Actas cincing, historia hjetiva, que probablemente pode ‘toe dejar de ado En serando ug, sin embargo, 8 propuesta de una his torin de la semiética da cuenta de una opign intelectual pertinente, en ciertos aspects furdameatel, Es siden de {ve li historia de! modo en que ha sido tratado elnino es Ua manera de mortrar cima se ha loge acesta imagen {el sign. Bs un problema elasio de historia que, sn en bargo, plantea problemas muy deiadosy compleea, un. «i slo soa porgue en acsiones leva a stuaciones ance ‘ente desconcertantes Recordaré slo dos de ells, Sj estadian e De cittte de pueden deseubrie que Agustin utlizaba une semantics sn Fbatroccones. Ahora bien, el hetho de que Agusta somo Monsieur Jourdan, que hacia pros ssl tambien ciera sin saberlo une eemdstic can instruccones proce del hecho do que hy tenemos una sea ela somantca con ns, tturcione. Por consigsiente hemes remnsrado ene! pon Samiento agutinano ln existncia de una sematica que tenciaimente incaye fntrucconen™ Pera Tueg, cana vemos el modo en que Agustin snuliza una fase pongsrees Aue do site ocho palabras), resulta que dsl sotene ue esta armada pores w ocho signa es deseonerta, ter Agusin lama signe, sn nngin problema 9 sin does fares, a una conjundén, un verb, un nombre, un areal tte, pero tambien ala propia ase en su conto Este planton ua problema muy deliada, como pueden ver el dela poitaldad de una reonstrwcelén historic herente de todo un pasado, cusndo nas damos cuenta te ce en este pasadose ha usado el término signa para indica om sas muy distinta. Ninguin estudio de la enclas fiers aceptaria que dad que Desserie'y Bahr lamaron ems 0 ‘una cosa, siempre os posible comparar el stomo de Demé- crito con el de Bohr Ambos hablaban de dtomo, pero no pensaban en la misma cosa. El problema de la historia de) Signo es, por consiguiente, un problema de coherencia y de reconstruccién, a veces muy delicado. Déjenme poner otra ejemplo muy preciso y al mismo tiempo muy trivial. Hace poco Beo escrito un libro impor- tante ¢ interesantisimo para moostra vulture y sigue sien- o interesante pese a la afirmacién que haré a continua cin), qae habla de la eonstitucién de las lenguas perfects cen la cultura ouropes.* En la reconstraccién de las lenguas perfectas, en la cultura occidental, Ia documentacién del li- bros absoluta, perfecta e impecable, Pero en un momento dado aparece un euriogo problema. En dos capitulos se jun tan —como el étomo del que hablaba antes— el esperantoy Ramén Llull. Cabe proguntarse si para un semnidlogo que ‘analiza los sistemas de signos y de lenguaje se trata, efecti vamente, de la misma cosa, En el caso de Ramén Liull se trataba de reorganizar la seméntica, es decir, Ia organizacién de los contenidos de tuna lengua deterininada. Esta orgauizacién abordaha no- ciones que ain no estaban slinguistizadas», conceptos que ppod/an expresarse en italiano, inglés, francés, arabe, he- breo, ete. Bran representaciones conceptuales que tambien podian dibujarse en un papel. El problema de Liull, por lo tanto, era estructurar una forma del eontenido, una organi zacién conceptual independiente de la forma de la expre- sign en Ta que ge encuentra. El esperanto, en cambio, 20 protende organizar, ni mucho men0s, el contenido de uns Tengua. Si acaso persigue la reorganizacién de au forma ex presiva, prescindiendo del sistema de conceptos, desde la forma del contenido que esta lengua transmite luego. El es- peranto intenta producir palabras distintaa que sean eapa- 0s de organiaar zontenidas en los que no interviene. ‘De modo que ambos esfuerzoa el de Liully el del expe: ranto— son proyectos de lenguas perfectas, Sélo que el pi ‘mero no intenta construir un lenguaje, sino wna forma de contenidos coneeptuales tranamisible en todas las lenguas a que se quiera, incuidas Ia lenguas no lingditias (se pue- den hacer cundros, pelieulas, ballets, et. con la smetidicn {e Ran Lull). Mientras que el ot intentareorga aa forma expresiva distnta, beads en la tstanla on ‘Como ven, son dos cosas fundamentalmentedistintas, Se podrian escribir dos historias de las lenguas perfetas, Por 3s lado una histori de las lengua oriestadas a una Teo, {anizacion semantic de ss entracturasinternas, por tro tna historia de las lenguas orentadae a una resrgans cion de sus formas express, Entonces las esas enepeza 8 ponerse interesante, es precsnmenteporagu pe don. de pretendia llevarlen, porate Pars destruens Custos sum os resultados de a restriccién istorngrtca 4que he mencionado hasta ahora? Creo que merece In pena empezar a examinarloe detenidamente, punto por punto, para poder orientarnos. ‘La imagen del léxico. El primer resultedo ata a la no: cin de signo, En efeeto, tengo la sospecha de que esta no. Cién.es més bien un obatéculo de tipo epistemelogien para La ‘semiotica. Miimpresion es que, enla oayoria dels casos, cuando pensamos en elsigno a ne ser que abordemon de tamer vgoros el problen de a difrecia entre io ln: sguajes— tenemos en la mente algo sustancialmente parce do a sistema del léxico, Siempre que desimos signe esta tes pensando eo una palabras y It semidtia, dade esta perspective, vuelve a sr réidamente una semiologia, ene peor ent olde loiclot. Los sion teens pa, ina ser de guna forma las palabras los equivalents a Ins palabras dun cule ‘Ahora bien, al igual que ningn lingtiste aceptaria la idea de que el lenguaie esté hecho de palabras: creo que 32 ningtn semislogo deberia aceptat la idea de que los siste zmas de sgnificseion estan hochot de signos, La semiotics, como Ia lingUistiea, si acaso doberiainteresarse por el mo. do en que produeimos sistemas y procesos de signficacion ‘edionte una forma sonora o significant de otra manera), 65 deci, por el modo en que somos eapaces de significar me ‘Sante cierto tipo de organizacion (lonétien, edna, gestial, st). Lo cual nts lleva a unos modelos de expliesein que nada tienen que ver con fumse de palabras. La lengua n0 es una suma de palabras, y un sistama de sigsfeacion, @ suvez, noes un conjunto de signos, or desgracia, tango la mpresion de que cada vez que se ye hablar de semiotea, de una manera gradual pero cons tante se va cayendo en esta idea de la sma: los ignos se consideran partes de un diccionario de elementow previos, exactamente igual que —algunos lodicen ya de manera ex: plieita— un imaginario seria un diccionario de imagenes, tin conjunto de signos icdnieos dads, uliizables a conve hiencia. Pensemos en los estudiosos, desde luego no muy Avieados, que intentan estudiar los gests como Desmond Morris) estos estudiosos intentan constvuir desesperada- ‘mente na auténtica lexiologiagestual, en la queso dota a cada gesto de wn significa espectio, como en una entra- aa lexicogrtica. ‘Asi, poco a pocn, imperceptiblemente, la semiticn vusive ser una semiologia, un estudio de la sgnifieacién que ade- ands de pensar en la primacia del lenguaje verbal sabre les ‘otros sistemas semiotioo, sobre todo imagina el lenguaje verbal mediante un modelo t26rico de tipo lexical. Barthes po ereia en esta hipétesis, ino que tenia muy claro que los ‘Signos solo son puntos de interseccion de complejs sste- ras aubyacentes. Es prise superar este obstaculo episte- rolégico de la nocién de signo, porque no da euenta dela complejidad de Ia lengua. Recuerden el viejo chascarrillo del esritor. «Qué estas thaciendo?>, le preguntsn. «Estoy eseribiendo un bron, con testa, «cCimo lo levas?, le dicen. «Muy adelantado. Ya tengo todas las palabras, sélome falta juntarlas. Batre do- % ‘minar un léxico y eaeribir un libro hay un trecho enorme. [La semidtica que sigue razonando por signos se ha parado en el primer momento Cédigos y desconstruccioniamo, Bste obstaculo epistemo- egies de la nocidn del sigmo eat estrechamente unido a la imagen que tenerses de lo que relaciona los signos entre si, el equivalente semidtico de la gramatica linguistica, La or- ganizacién de la gramatica semidtica se ha traapmesto, gra- €ias al modelo informacional, bajo la idea de un eédigo. Asi, ‘alaidea de un sigao pensado como simple entrada léxica se Io asocia Ia de una gramaticalidad imaginada como eadifi- cacion apriorista. Si hay signos y comunicacién es porque hay un edigo subyacente que regula sus funcionamientos, posibilidades y limites. Esta imagen del eddigo como sistema de elementos mini- ‘mos y reglas de funcionamiento tuvo mucho éxito en la se- rmiética de los aos sesenta, y todavia hoy son muchos los que la consideran pertinente para la deseripeién de los len _guajes, verbales o no verbales, Hasta el punto de que en los subversivos» afios setenta la nocidn de oédigo se entendié como una suerte de imposicién por arriba que habia que destruir a toda costa. La idea de la desconstruccién obedece precisamente a que se toma en serio la nocidn semidtica de édigo, con 1a consiguiente radicalizacién, Se pened que pa- +ra descodificar habia que desconstruir, romper las eadenas de una imposicin externa y atbitraria y recuperar el espa- cio de una interpretacién libre. La descodificaciga no se on- ‘enedfa como una operacién unida a la comprensiGn, sino co ‘mo una accion, politicamente nevesaria, de ruptura de los e6digos, como una destruccion de la codificacién para poder librarla de unos enemigos no menos solapadc. Fue asf como una visién simplista de la significacion ha cconcitado Ins eriticas de una legion de detractores de In se- mistien. Ya propia semistica—al ir en busea de puntos de referencia seguros para construir e indicar el significado (precisamente en el concepto de cédigo)— se ha sumido en una contradiceién muy fuerte consigo misma. La afirma cidn inicial de Beo, como sabemos, era la obra abierta.™ De 34 alguna manera Eeo proponta Ia idea —fundamental para eiree— de que en el babel de los signos cada signo puede romitir a tr0 signo précticamente hasta el infnito, Sucedié fasi quo, frente al furor de la nocién semidtica de eédigo, en Ios aos setenta (pero sobre todo ex las ochenta) los part darios del deseonstruccioniamo fueron los que volvieron a la jdea de la obra abierta,citando incluso 2 Peirce, pero sin r- ferirse a él de un modo eorreeto: y afirmaron que con eus!- ‘quier texto se puede hacer exactamente este trabajo, 8¢ puede poner todo en contacto con todo. Estoy exagerando, pues los deseonstruccionistas no 20”, tan tajantes, Pero si son.en la enrieatura construida por Eco para defenderse y distanciarse deellos. Con una férmu- Ja ejemplar, Eeo dijo en un momento dado: “Hay que meter Darras de grafito en la central nuclear; si todos los sigs se remiten a. otros signos, ya no hay ninguna posiblidad de Control. ¥ si ya no hay posibilidad de control estamos en una sutiedad babélica, 0 mejor dicho posbabélica De ahi la idea defensiva: ;qué se puede introducir codifi- cado en el leniguaje para evita ot peligro de esta gigantesca texplosién nuclear? Barras de grafito, es desir —matéforas ‘sparte—, erterios que establerean Is separacién necesacia tentre laa explicaciones aberrantes y las interpretaciones co- rrectas, Es precisa, empezo a sostener Eco, una interpreta- dn del texto, que sea tanto mds correcta cuanto més acep- te ol presupuesto de que no se pueden decir algunas cosas. ‘De alt la necesidad de volver a introducir en el longuaje una. dimension tradicional de la racionalidad, para controlar la fuga irresistible de los signos que remiten incesantemente a ‘otras signos.* Es como decir que hay personas serias y nos ‘males sty sélo si hay también locos y paranoicos, cuya acti ‘Vidad fundamental es remitir un signo a otro igo. a8

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