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Educação e Linguagem - 01 p.

145 - 167

LOS LIBROS DE TEXTOS DEL NIVEL INICIAL:


reflexiones sobre el discurso de las
imágenes que complementan
los relatos literarios
María Ofelia Cassini75

RESUMEN
A través de este artículo nos aproximarnos a la comprensión de los posibles sentidos ideo-
lógicos vinculados a la cultura infantil que circulan en los discursos icónicos y plásticos de
algunos cuentos insertos en libros de textos para los niños de 5 años del Nivel Inicial. Tal
elección se debe a que, la narración de cuentos y la lectura de imágenes ocupa un impor-
tante lugar en la agenda de las prácticas pedagógicas del mencionado nivel educativo. El
recorrido por los datos nos permitió abstraer como ejes de análisis: las variadasformas de
vivir atribuido a los actantes animales, los roles de los adultos y de las nuevas generaciones,
el tiempo libre, el ocio, los procesos educativos y de construcción social de los más pe-
queños, el consumo familiar y, los lugares donde habitan. En consonancia, la construcción
del proceso de comprensión de los posibles sentidos culturales que permean los discursos
visuales, significó considerar que la territorializaciòn, desterritorializaciôn, ritualización,
fragmentación, hibridación, reiteración, el entretenimiento y lo fragmentado, entre otros
rasgos culturales, operan a modo de currículum oculto.

Palabras-Claves: Libros de texto. Imágenes de cuentos. Ideología. Cultura infantil.

75
Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional de Córdoba. E-mail: mocassini@arnet.com.ar

revista EXITUS | Volume 04 | Número 01 | Jan/Jun. 2014


146 María Ofelia Cassini

LIVROS DIDÁTICOS O NÍVEL INICIAL: reflexões sobre a fala


de imagens em contas adição literárias

RESUMO
Neste artigo abordamos a compreensão de possíveis significados ideológicos ligados a cultura
infantil nos discursos que circulam insere icônico e plástico algumas histórias em livros didá-
ticos destinados ao jardim de infância. Tal escolha é porque, contação de histórias e leitura de
imagens ocupam um lugar importante na agenda das práticas pedagógicas de que a educação.
A pesquisa permitiu-nos dados abstratos como eixos de análise: as diversas formas de animais
vivos actantes atribuído aos papéis de adultos e as novas gerações, tempo livre, lazer, processos
educacionais e de construção social Younger consumo das famílias e locais de moradia. Consis-
tentemente, a construção do processo de compreensão de potenciais significados culturais que
permeiam os discursos visuais significava que a localização de considerar, desterritorialização,
ritualização, a fragmentação, hibridização, reiteração, entretenimento e fragmentado, entre ou-
tras características culturais, operando na textos como um currículo oculto.

Palavras-chave: Livros didáticos. Imagens de histórias. Ideologia. Cultura criança.

KINDERGARTEN TEXTBOOKS: considerations on the discourse of images


that supplement literary accounts

ABSTRACT
Through this article we approach the understanding of potential ideological meanings
attached to children’s culture in the discourses circulating iconic and plastic inserts some
stories in textbooks intended to Kindergarten. Such a choice is because, storyte- lling and
reading images occupy an important place in the agenda of the pedagogical practices of
that education. The tour allowed us to abstract data as axes of analysis: the various forms
of live animals actants attributed to the roles of adults and new genera- tions, free time,
leisure, educational processes and social construction younger house- hold consumption
and dwelling places. Consistently, the construction of the process of understanding
potential cultural meanings that permeate the visual discourses meant that localizing
consider, deterritorialization, ritualization, fragmentation, hybridiza- tion, reiteration,
entertainment and fragmented, among other cultural features, opera- ting in the texts as a
hidden curriculum.

Keywords: Textbooks. Images of stories. Ideology. Child Culture.


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I. INTRODUCCIÓN 76 signos plásticos, gráficos y lingüísticos77, o


Iniciamos el artículo presentando al- sea, nos ocupamos de las dimensiones del
gunas referencias contextuales y teóricas paratexto editorial y autoral de cada libro
que nos derivarán, luego, a la exposición escolar. Para comprender los discursos se-
de las variadas significaciones que circulan leccionamos cuatro fuentes documentales
en las producciones discursivas de diseña- libros de textos destinados a niños de 5
dores y/o autores en relación a las imáge- años del Nivel Inicial, dos publicados en el
nes de los textos narrativos. año 1997 y los dos restantes en 2004, con-
El objeto de estudio seleccionado siderando, en simultáneo, que pertenecie-
contó con el propósito de comenzar a re- ran a distintas editoriales.
flexionar sobre “La Cultura Infantil y El En consonancia, apreciamos que
Currículum Real de los Textos Escolares” la construcción de las significaciones de
e intentó generar una contribución a los cada una de las dimensiones o lenguajes
trabajos que se realizan en la Facultad de no se excluye, por el contrario, se relevan,
Ciencias Humanas de la Universidad men- se complementan y se realzan creando un
cionada y, en las del resto del país, por de- contrapunto entre los elementos de expre-
sarrollar el campo de investigación de los sión y de contenido; de ahí que, relato, di-
libros de texto. bujo y componentes plásticos sean, en sí
La investigación coincide, a la vez, mismos, portadores de significación.
con las nuevas necesidades del conoci- Si bien reconocemos que, en las
miento, especialmente, con el proceso de obras escolares, existe una variada com-
acompañamiento de un cambio curricular posición de elementos, ligados entre sí, en
fundado en la elección de los materiales este trabajo, intentamos proporcionar sólo
curriculares que intervienen en el proceso algunas reflexiones sobre el discurso de di-
de prácticas pedagógicas innovadoras. señadores y autores que en los diferentes
Tratando de integrar los aportes pro- libros crean y recrean los contextos en que
venientes del diseño gráfico, de la teoría existen, adoptando y reestructurando los
del currículum, de la comunicación, de la sentidos que circulan socialmente sobre la
sociología y de la cultura, analizamos el cultura infantil en tanto tradición selectiva
discurso de editores, diseñadores y auto- de la cultura adulta.
res respecto a la materialidad física, a los 77
Al considerar que las fronteras del quehacer de uno y
otro actor social son dúctiles, no podemos soslayar que
76
Este articulo presenta algunos resultados de una ciertos significados parecen dar cuenta, principalmente,
investigación realizada como tesis de Maestría en del quehacer del editor y del diseñador de la información,
“Educación y Universidad”, realizada en la Universidad esto es, la tipografía, el esquematismo y la iconografía
Nacional de Rio Cuarto, Provincia de Córdoba. República como piezas gráficas ensambladas a la materialidad física
Argentina. de las obras.

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De otro modo, nos abocaremos a des- comprensión del análisis de las representa-
cubrir los sentidos que invisten los dibujos ciones figurativas.
de los protagonistas de los textos literarios En primer lugar, precisamos que al
incorporados en cada volumen; o sea, de discurso lo comprendimos, como una fu-
las imágenes con rasgos figurativos que ro- sión de prácticas lingüísticas y no lingüís-
dean y acompañan a ocho cuentos contem- ticas que suponen y atribuyen sentidos en
poráneos y a una leyenda, aunque en algu- un territorio que implica el desarrollo del
nos párrafos aludiremos también al discur- poder. Mejor dicho, como la totalidad que
so lingüístico.A propósito, las imágenes, integra los enunciados –orales, gráficos o
forman parte del paratexto y se constituyen escritos - y los actos de sentido a los que
en un discurso relacionado con el texto es- está articulado, por eso, da cuenta de la es-
crito, pues, se encuentran junto a, o sea, al tructuración misma del discurso social.
lado del mismo. (gENETTE, 1987). Toda significación es ideológica y
El eje de reflexión que adoptamos sociocultural, por ende, no surge de manera
describe: quiénes son los actantes repre- explícita y tampoco se puede deducir siem-
sentados, los modos de vida que adoptan, pre con claridad debido a que, además, de
los lugares que habitan, los espacios do- manifestarse en determinadas estrategias
mésticos y las vestimentas que utilizan. En verbales (nivel estrictamente lingüístico),
concreto, nos ocupamos de los mecanismos presupone estructuras de significación so-
del discurso vinculados con la inclusión, cial, cultural y política que se combinan en
omisión, distinción, diferenciación y natu- la producción discursiva.
ralización de ciertos sentidos, que operan a Los textos gráficos y escritos, nos di-
modo de currículum oculto, preservando el cen Helena Calsamiglia Blancafort y Am-
afianzamiento y la legitimación de ciertas paro Tusón valls, no son neutros sino que
maneras de aprender y las “[...] condicio- están atravesados por la posición pública
nes estéticas y simbólicas más allá de las que se adquiere en el “[…] orden del pen-
epistémicas”78 (CRUDER, 2008, p 15). samiento y de los valores” (2004, p 89).
Enseguida, con el fin de situar el De hecho, la ideología, como “di-
campo y la descripción de los datos pre- mensión susceptible de indicarse en todo
sentaremos algunas especificaciones teó- discurso marcado por sus condiciones so-
ricas que consideramos de utilidad para la ciales de producción”79, atraviesa los cam-
78
La función informativa o referencial, a veces pos semánticos ubicando a los actores so-
predominante en las ilustraciones o fotografías, puede
ampliarse y transformarse en función epistémica debido
79
a que brinda información sobre objetos, personas o Verón, E. 1987: p. 27 En Cruder, G. La educación de la
lugares, tornándose de este modo en dispositivo de mirada. Sobre los sentidos de la imagen en los libro de
conocimiento. texto. Buenos Aires. Stella; La Crujía.2008.

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ciales en una posición dentro de la cadena distintos países, etc. Por último, concibe a
de significaciones que construyen. los iconos como los signos cuyos signifi-
Otro aspecto que es necesario recor- cantes tienen una relación de similitud con
dar es que el signo favorece el vínculo de lo que representa; en síntesis: un dibujo fi-
tres elementos: un significante sensible o gurativo, una fotografía, etc.
perceptible, un referente como realidad fí- De ahí que, las propiedades de un
sica o conceptual y un significado, en resu- ícono corresponden a la del objeto aunque
men, el concepto o representación. este exista o no realmente. El referente no
Al respecto, MartineJoly, en una de es un objeto extraído de lo real, al contra-
sus obras, dice que Charles Sanders Peirce rio, es un objeto culturalizado; si se copia
define al signo como “[…] algo que repre- algo, siempre es un aspecto culturalmente
senta algo para alguien en algún aspecto o escogido al cual se le hace sobrellevar cier-
carácter”, y en cuanto a dicha conceptua- tas transformaciones, también, cultural-
lización precisa que más allá de “[...] inte- mente codificadas, para ocasionar el efecto
grar todo tipo de materialidades del signo de iconicidad y semejanza.
(“algo” puede ser un objeto, un sonido o un En nuestro estudio, empleamos el
olor) abarca la dinámica (“para alguien”), concepto de ícono e imagen como equiva-
y la relatividad de la interpretación (“en al- lentes, debido a que, en ambos, el signifi-
gún aspecto o carácter”). (2003, p. 37). cante guarda una relación de similitud con
En los escritos de Peirce (1986), no- lo que representa, el significado.
tamos que no solo convalida la relación Toda imagen es un texto visual hete-
existente entre el significante y el referente, rogéneo que teje distintos tipos de signos
sino que, a la par, argumenta que es viable en virtud de que ninguno de ellos es puro y
dividir los signos agrupándolos en íconos, toma ciertas cualidades del objeto que per-
índices y símbolos. miten reconocerlo, aunque no se limita a la
A los índices los ubica dentro de los representación puntual y unidireccional del
signos que sostienen una relación de con- mismo o de un concepto.
tigüidad física con aquello representado; En otras palabras, en un discurso vi-
estos signos pueden tener una dimensión sual se exponen rasgos predominantes cuyo
icónica cuando se asemejan a lo que repre- desciframiento implica la construcción de
sentan, por ejemplo, la nube para la lluvia. una composición de distintas significacio-
A los símbolos los describe como signos nes e interpretaciones según la contextuali-
que poseen una relación convencio- nal zación o descontextualización.
con el referente; pongamos por casos, la En este sentido, Malosetti Costa,
paloma para la paz, las banderas de los dice que:

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“[…] la presencia física de la imagen en uno u no implica como construcción cultural [...]
otro contexto, su materialidad: el soporte, la
técnica, el tamaño, el lugar donde se exhibe y no como copia descripción del mundo”
o la cantidad de veces que es reproducida y (2003, p. 156), en particular, cuando el
se ofrece a la atención de un observador dis-
traído o interesado, todo eso construye los reconocimiento de los objetos representa-
significados de una imagen” (2006, p. 157). dos no genera imprecisión y se los puede
nombrar o identificar inmediatamente, por
Por cierto, en cada circunstancia, la ejemplo las imágenes fijas de un gato, un
imagen abandona algunos significados y gallo, un lápiz, etc.
conquista otros que aportan, a cada espec- Al mismo tiempo comenta que Bar-
tador, nuevas miradas. La idea es que, se thes reconoce en la imagen la especifici-
pueden elaborar variadas significaciones, dad de la connotación, o sea, la facultad
pues “[...] un verdadero proyecto gráfico de componer una segunda significación a
va más allá de lo estrictamente gráfico ge- partir de una primera.
nerando por sí mismo nuevos sentidos y Precisamente aclara que “La inter-
nuevas lecturas” (SCHIRITTER; ISTvAN, pretación consiste precisamente en desci-
2005, p. 69). frar [...] su “discurso secreto [...]” Sin ir
Completamos este recorrido con- más lejos “[...] la fotografía80 [significante]
ceptual agregando que Martine Joly, en de un caballo [referente, significado prime-
relación a la construcción de las interpre- ro] se vuelve el significante de un signifi-
taciones, subraya que para Barthes no sólo cado segundo [libertad, evasión, virilidad]”
se trata de explorar los primeros sentidos (2003, p. 156).
pues, una imagen siempre “quiere decir El quehacer comunicativo de un
otra cosa que lo que representa […] en el mensaje visual, implícito o explícito suscita
plano de la denotación” (1999, p. 75). significaciones, lo cual supone decir que la
La misma autora expresa que “[...] la imagen es polisémica debido a la compleji-
imagen no se significa a ella misma como dad del enunciado icónico, aunque no es su
objeto del mundo sino que se apoya en un especificidad pues, todo enunciado verbal o
primer nivel de significación al que llama- no verbal cuenta con dicha peculiaridad.
mos denotativo descriptivo o referencial, De los aportes teóricos antes señalados
para significar otra cosa en un segundo ni- logramos sintetizar que, en cada expresión
vel” (2003:154). de un signo, se diseminan enunciados explí-
A propósito, prolonga las explicacio- citos e implícitos, lo dicho y lo no dicho; se
nes manifestando que a la polisemia deno- 80
La imagen icónica indicial (fotografía) puede ser “(...)
tativa la entiende “[...] como sinónimo de leída como real (casi perceptiva) como representación
que da cuenta en mayor grado, casi plenamente de lo
“referencial”, con todo lo que este térmi- representado. Carlón, M. 1994. p.39.

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pone de manifiesto así una demostración de cia al mundo de las vivencias personales,
presencias y ausencias, de lo manifiesto y mientras que en pocas oportunidades, las
latente, en el sentido de que constantemente personas son las que desempeñan diferen-
hay algo presente posible de percibir; o algo tes roles.
que proporciona información sobre lo no En referencia a los animales prota-
perceptible. Los signos son tales, en tanto su gonistas del mundo de la ficción podemos
aspecto sensible pone en juego un proceso decir que, una de sus particularidades, es
de significación o de interpretación, según la que se relaciona con el tropo81 de la an-
el contexto de comunicación y los usos cul- tropomorfización, dado que, el antropo-
turales de los grupos sociales. morfismo alude a la representación de un
Establecidas estas precisiones, nos concepto a través de individuos o grupos
introducimos en el análisis de los datos. sociales que se presentan como animales
humanizados que desarrollan diferentes
II. EL DISCURSO DE LAS IMÁGENES DE acciones; desde luego, tienen incorporados
LOS ACTANTES ciertos rasgos humanos corporales, expre-
sivos, estéticos y afectivos, acordes a su
Los actantes representados y el eventual actuación.
motivo de sus elecciones La creación del “como sí” de la fic-
Damos comienzo a este párrafo se- ción literaria involucra un pacto ficcional
ñalando que, desde el punto de vista meto- con el autor, de este modo, los dibujos de
dológico, agrupamos las representaciones los cuentos forman parte del mundo imagi-
gráficas en relación al concepto de actante nario, de la simulación y de la evocación de
ya que, el mismo, según lo expresa gabrie- una cierta realidad; por cierto, las peculia-
la Cruder -al citar a Lorenzo vílchez, se ridades de los acontecimientos y de los per-
manifiesta como: sonajes se mezclan con los de la vida real.
En el encadenamiento iconográfico,
“[...] el más apropiado porque comprende a
la mayor parte de los protagonistas remite
personas, animales y cosas y, en general, se
refiere a términos que por cualquier razón al mundo de los dibujos de Walt Disney,
participan en el proceso narrativo sea que
es decir, se presentan como caricaturas que
realizan el acto o que lo sufran” (2008, p.
102). evidencian un tratamiento transformador
de sus apariencias. Igualmente, este modo
Justamente, en los datos adquieren 81
Lostropossonfigurasretóricasquevaríanelsignificado
(en el sentido saussureano) de las expresiones. Vinelli,
una mayor visibilidad los actantes anima- C. La comunicación global: el caso de una campaña de
les y los objetos que se reconocen por su UNICEF” En La cuestión de la infancia. Entre la escuela, la
calle y el shopping.Carli, S. (compiladora). Buenos Aires.
valor simbólico intrínseco y de pertenen- Paidós. 2006. p.197.

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de representación, parece guardar conso- cias como la domesticación, la fertilidad, la


nancias con el repertorio de libros de cuen- docilidad, la ternura, la humildad, la bon-
tos y manuales de los primeros grados del dad y la compañía.
nivel primario, como sí, el ideario gráfico Hasta aquí hemos aludido a la di-
se tuviera que configurar con determinados mensión sustantiva, o sea, a los personajes
íconos cuando los destinatarios son niños que fueron representados y que se incluyen
en edad escolar. en la acción; enseguida, esbozaremos su-
Justamente, las homogeneidades y cintamente la dimensión adjetiva o adjeti-
repeticiones se vigorizan cimentando y so- vación icónica, esto es, cómo se representa
lidificando así una simplificación del uni- lo representado.
verso de lo visible. Por cierto, descubrimos que inne-
Un matiz destacable es la mezcla de gables recursos expresivos utilizados para
especies o de grupos, o sea, los aconteci- mostrar a los actantes en el entorno cir-
mientos se construyen junto a otros signi- cundante promueven la posición de pie y
ficantes ajenos a la misma clase biológica, el plano entero notándose, en algunas es-
encontrándose reunidos: ranas, patos y ca- cenas, disposiciones corporales diferentes,
racoles, un cordero, un caballo y un conejo por ejemplo: aves empollando, arrodilladas
o una rata y un gato. Sin embargo, en varias o volando. Estas composiciones son axia-
narraciones predomina el imaginario de las les ya que, la decisión del diseño es acercar
interacciones entre los que pertenecen a los actantes a los espectadores situándolos
una misma especie, ya sean, loros, gallos y en el ángulo de la mirada, en el centro o en
pollitos u osos. el borde inferior de las páginas para desta-
Ahora bien, se rastreamos los moti- car las singularidades de especie, de gene-
vos por los cuales se han seleccionado di- ración y de agrupación.
chos protagonistas, podemos suponer que Si nos valemos de los aportes de
se debe a que muchos viven cerca de las Martín Barbero, parecen no quedar dudas
personas, se encuentran vinculados a ellas, de que se abona un matiz de la expresión
son solicitados y adoptados como guardia- ciudadana actual, cual es, el de ser visto, el
nes, son proveedores de carne y de pelaje e de contar y existir socialmente en los terre-
incluso, algunos, se utilizan para ayudar al nos individuales y colectivos como deman-
hombre en la realización de trabajos y para da de reconocimiento (2003, p. 110-111).
desplazarlo por las zonas rurales o urbanas, De manera semejante, si ahondamos en el
etc. Pero también, debemos conjeturar que discurso de las publicidades puede tratar-
son conocidos en el imaginario social por se de un mensaje de lanzamiento o de pre-
el simbolismo que remite a valores y creen- sentación del producto, de seducción del

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mercado, pues, la narrativa visual pretende nar las edades cronológicas de los actantes,
“[...] acercarlo todo, ubicar las imágenes al notamos que las apariencias individuales
alcance de la vista para su consumo fácil en son semejantes en cuanto a tamaños, al-
la inmediatez de lo disponible y lo mostra- turas, intereses y tipos de experiencias re-
ble [...]” (RICHARD, 2006, p108). lacionadas con el presente histórico. Pre-
En ciertas situaciones, en cambio, las sente histórico posible de vincular con el
composiciones focalizadas invitan a dete- conjunto de los más chicos ya que las de-
ner la mirada sobre cada dibujo de manera finiciones gráficas indican atributos que se
descentrada, aunque el sentido del campo corresponden tanto con la infancia moder-
perceptivo se configura a partir de lo glo- na, o sea, con la candidez y dependencia
bal. Concisamente, la primacía de un todo del adulto, como con la “la infancia post-
aproximado a otro todo en una misma pá- moderna”,82 esto es, transformada en con-
gina o incluido en cuadros o viñetas pare- sumidora hedonista que no piensa o actúa
ce intentar detener o interrumpir el paseo como la niñez y tampoco necesita del adul-
narrativo y captar al público, anclar su mi- to para desenvolverse.
rada y posibilitar el juego del asombro, de En otras oportunidades, la redefini-
la variación, de la exclamación y la com- ción de este mundo contemporáneo - tras-
prensión inmediata de las representaciones pasada por la mixtura de los universos ma-
pictóricas. teriales, culturales y de pertenencia - no nos
De ello se deduce que, la presencia permite diferenciar la vida de los pequeños
de más y menos protagonistas dibujados de la vida de las generaciones mayores,
con planos enteros y posición de pie en como si, el fenómeno cultural que borra las
una sucesión de acontecimientos, quizás, distancias entre niños y adultos se corres-
nos esté demostrando el empleo de lo re- pondiera no sólo con el impacto del avance
dundante –y, el placer por disfrutar de lo audiovisual, sino también con el universo
conocido- como uno de los valores de la social (CARLI; SANDRA, 2005).
estética de la posmodernidad; en otras pa- No obstante, en muchas de las narra-
labras, a la peculiaridad irrepetible de lo ciones las diferencias generacionales se re-
clásico se la confronta con la reiteración o producen, por consiguiente, al adulto no se
insistencia de un modelo fijo para formar lo invisibiliza, se lo rescata y se lo restituye
diferentes situaciones, secuencias o ritmos
y con la diversidad de versiones que ofre- 82
Concepto empleado por Steinberg, Sh. R. y Kincheloe,
cen lo mismo. J. L. Introducción: Basta de secretos Cultura Infantil,
Avanzando vale señalar que, a pesar saturación de información e infancia postmoderna”,
en Steinberg, Sh. R. y Kincheloe, J. L (Comps.) “Cultura
de no contar con la posibilidad de determi- infantil y multinacionales”. Madrid. Morata.(2000).

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reafirmándose los roles históricos de dicha los Simpsons y los Picapiedras, garantizan
generación. la reproducción del sistema social, la au-
toridad de los adultos, el crecimiento y el
Las formas de vivir cuidado de los pequeños como parte de
Si bien hasta aquí hemos considera- la construcción de la identidad junto a los
do que las imágenes constituyen una re- otros significativos.
presentación de la realidad basada en una El segundo, comprende la existencia
analogía de carácter perceptual o relacio- de unidades alternativas de convivencia, de
nal, de donde sigue que la representación hogares denominados particulares y exten-
se vuelve en un símbolo de la realidad que didos. Mejor dicho, los sentidos del discur-
interesa representar, en este momento, en so esbozan la configuración de asociacio-
cambio, comenzaremos a precisar lo suge- nes psicosociales, no siempre biológicas,
rido o connotado por ellas. junto a otros significantes como los amigos
Atendiendo a que el contexto so- o vecinos, etc.; uniones en las cuales suele
ciocultural en el que están inmersas las encontrarse la satisfacción de las funciones
familias humanas está atravesado por los familiares y afectivas.
procesos de transnacionalización y por la En cuanto a las configuraciones de
emergencia de sujetos sociales e identi- las tipologías familiares mencionadas pri-
dades culturales nuevas, nos animamos a meramente, es conveniente decir que,están
extrapolar estas realidades a nuestros datos integradas por un papá, una mamá y un hi-
para decir que, de igual forma, el vivir de jo/a percibiéndose, en dos situaciones, que
muchos de los protagonistas está afectado en un mismo hogar conviven tres genera-
por algunas de estas reorganizaciones. La ciones de una misma especie.
cultura se coloca en el centro de las esce- Los discursos sobre los roles femeni-
nas para dibujar un horizonte de aconteci- nos se encuentran distanciados de las inser-
mientos tradicionales mixturados - de tanto ciones laborales fuera del entorno familiar,
en tanto - a nuevas cuestiones en el que lo en consonancia, las aspiraciones, necesida-
redefinido es el sentido de la vida. des y realizaciones personales o familiares
En las estrategias discursivas el sig- parecen estar ajustadas a la maternidad y
nificante vivir, como punto nodal da cuenta al control de la natalidad, pues, todas las
de los matices de las realidades y se divide hembras tienen un solo descendiente y se
en dos encadenamientos equivalentes. El dedican, principalmente, al cuidado del
primero, representa a las familias nuclea- mismo. Por ello, a lo mejor, tampoco se
res, o sea, que de manera cercana a las fa- visibilizan como reproductoras de las ta-
milias de los programas televisivos como reas del hogar, descubriéndose también, en

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algunos relatos, que los abuelos, de forma carácter vital ligados al tiempo libre más,
habitual, colaboran en el cuidado del más algunas experiencias vinculadas al ocio,
pequeño. como tiempo dedicado a actividades des-
A propósito, resulta interesante des- tinadas a alimentarse, higienizarse, prepa-
tacar el juego que opera entre las visibili- rar té, fabricar una cuna para el hijo que va
zaciones e invisibilizaciones de los últimos nacer, así como, dedicarse a mirar u otras
actantes citados, puesto que, el lengua- más placenteras como practicar acrobacia
je oral y el lenguaje visual, los nombra y o canto.
los muestra cumpliendo el papel de sos-
….En síntesis, en todos los dibujos donde
tén afectivo cuando conviven en la misma
figuran familias nucleares seacentúan las re-
casa, mientras que, cuando no lo hacen y presentaciones sociales de la modernidad.
De este modo, tal vez, se sugiere una visión
van a visitar a sus hijos, simplemente se ex-
moderna fundamentalista que daría respues-
hiben sentados, mirando con alegría a sus tas, en el orden privado, al cumpliendo de las
tareas que, más allá de las transformaciones
descendientes.
sociales, son legitimadas socialmente; mejor
En estos grupos tradicionales, las fi- dicho, como si se tratara de una institución
- entre otras - cuya función es “[...] la socia-
guras masculinas – al igual que las feme- lización del niño y la de ofrecer estabilidad
ninas- no son las principales proveedoras y apoyo emocional a los miembros [...] de
ésta” (LEZCANO; ALICIA 2005, p. 47).
económicas, sin embargo, se construyen
en torno a la manifestación de sus afectos
De donde se sigue que, las imágenes
hacia los pequeños y, a la complacencia de
invisten, simultáneamente, significados
sus necesidades, al punto que su autoridad
relacionados con infancias visualizadas
aparenta no quedar debilitada.
como sujetos de derecho, pues, tienen un
En los relatos muchos sentidos so-
nombre, una vivienda, interactúan con los
ciales se clausuran, de allí que podamos
padres, son acompañados por ellos, desa-
presuponer que se trata de una estrategia
rrollan capacidades cognitivas y, la mayor
elegida para suprimir la fragmentación del
parte de ellos, al no estar inserta en los pro-
mundo de la casa y del trabajo, o porque
cesos de aprendizaje formal construyen su
no, para omitir la realidad del desempleo.
historia personal dentro del hogar.
Del imaginario familiar que se les
Pero, en la cadena de enunciados se
ofrece a los alumnos podemos inferir que
distingue una experiencia que redunda en
se trata de un marco familiar atravesado
la transformación de la subjetividad, en la
por situaciones y escenarios abiertos a sen-
descentración hacia la construcción de la
tidos relativos al tiempo libre y al ocio.
autonomía personal. Precisamente, los dis-
De hecho, los actantes adultos de-
cursos visuales y lingüísticos del más chi-
sarrollan trabajos -no remunerados- de

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co de los integrantes de la familia de los manera tenue porque todo se resuelve rá-
osos, fusionan atributos que son propios pidamente, experiencias asociadas al con-
de la cultura instituida en el mundo de la flicto, al rechazo de unos hacia otros, a la
contemporaneidad – aunque opuestos al insatisfacción de necesidades básicas, a las
sentido de la vida de los otros de la misma situaciones de soledad y, a la revaloriza-
generación- pongamos por caso: explorar ción de las creencias del pasado
distintas sensaciones, satisfacciones, im- Debido a las diferencias existentes
presiones, creaciones musicales, lograr la en estas nuevas tramas seguidamente pre-
fama y viajar por el mundo. sentaremos, de manera breve, ciertas ca-
En fin, en la casi totalidad de los racterísticas distintivas.
discursos visuales lo recurrente es, por un En una de las historias cuyos prota-
lado, la vigencia de un universo simbólico gonistas son aves domésticas, sobresale un
de rasgos cristalizadores de homogenei- modo de organización relacionado con lo
dad, esto es, de apelaciones a la autoridad, que se entiende como familia extendida,
al control y, a la reproducción del orden so- pues, se preserva “[...] una red de apoyo
cial y, por otro, la ausencia de distancias y solidaridad basado en lazos de parentes-
significativas entre las generaciones de ac- co, dentro de los límites de una vivienda
tantes en cuanto unas y otras se encuentran común” (WAINERMAN; gOLDSTEIN,
atravesadas por la reiteración de un tópico 1994, p. 213). En concreto, en las escenas
común sustentado en el cumplimiento de gráficas, además, de los gallos y pollitos
las obligaciones y en la construcción del que son los actantes principales, se mues-
sentido responsable de la vida. tran otros de la misma especie, aunque se
Como ya lo adelantamos, los otros desprenden dos cuestiones de interés. Una,
modos de vivir, son comprendidos - desde refleja las relaciones existentes entre los
el punto de vista sociológico -, como hoga- que pertenecen a la misma generación y, la
res extendidos y hogares particulares, aun- otra, entre miembros de dos generaciones
que, a veces, las interacciones sociales con opuestas.
los otros significantes se desarrollan en el La primera, nos lleva a decir que en
hábitat de pertenencia, o sea, en entornos el propio hábitat uno de los gallos, Ro-
rurales, naturales o urbanos. sendo, es particularizado y, a lo sumo,
Ciertos autores, parecen haber queri- apenas tolerado por otro de la misma
do imaginar para el nivel inicial, narrativas subclase, quien de manera frecuente lo
que reflejan tímidamente los temas que es- censura porque no sabe cantar sino la-
cuchan o leen los chicos en los libros de drar. En relación al racismo hogareño, es
literatura contemporáneos, mostrando, de interesante tomar como referencia la cita

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que David Morley (2005, p. 138) extrae de la vida es la vivencia de la notoriedad, de


Phil Cohen: la popularidad y el efecto de estar en shock.
El discurso escrito de otro de los cuentos
[...] si el “Home Boy” (“alguien que pertene-
nos proporciona la posibilidad de
ce al barrio”) es el “nacionalista del barrio”
por excelencia, su agresividad de macho en descubrir que tres actantes no parientes en-
relación con el microterritorio de su barrio
tre sí, y que residen solos en distintos ho-
debe comprenderse precisamente en el con-
texto de la pobreza de opciones respecto de gares se ven afectados por un idéntico pro-
horizontes más amplios. (1993, p. 21).
blema: la sequía y la consecuente falta de
alimentación en un espacio rural.
Efectivamente, el discurso visual y Cada uno, de manera independiente,
escrito acerca de esta generación modela decide buscar provisiones y se constituye
un panorama de acción reducido al lugar de en un referente significante al decidir evi-
pertenencia, por lo tanto, alejado de las po- tar la satisfacción individual y compartir
sibilidades de elección y apropiación de bie- el alimento encontrado con los otros sig-
nes culturales externos a los límites de las nificantes. Las capacidades estratégicas in-
prácticas cotidianas que ofrece el entorno. teractivas y los afectos recíprocos - entre
La segunda cuestión, trasluce el otros rasgos-, les permiten, a los amigos,
quiebre del discurso de la alteridad como construir un marco de referencia social de
causante de intimidación y de conflictos en protección para satisfacer una de sus nece-
la vida cotidiana ya que, la imagen de Ro- sidades básicas; de otro modo, las formas
sendo se transforma a partir del momento de interacción entre
en que, con sus ladridos – porque el gallo los personajes se abren desde el sig-
que lo rechazaba se fue corriendo- logra nificante hambre, congregándose como si
alejar a unos hombres que querían atrapar
pertenecieran al mismo hogar, al menos en
a los pollitos.
cuanto a provisión de alimentos refiere.
A partir de este suceso, comienza a Por su lado, el trabajo del diseño
debilitarse el sentido íntimo de adversidad gráfico define a los dibujos de los anima-
y a inaugurarse otros sentidos que lo sitúan les como si estuvieran volados, a lo mejor
como otro significativo, como agente so- como influencia de las pinturas de Chaga-
cializador, decidido y audaz para brindar ll. Al mismo tiempo, manifiesta una cierta
ayuda y resguardo a los demás. Al trans- tensión entre la presentación de la escasa
formarse en un héroe querido por todos se alimentación que comparten los amigos
diluye el simbolismo de lo suave y frágil en con sus apariencias fuertes y vigorosas, si
torno a su figura, pareciendo cobrar un só- bien, parece operar con ciertos rasgos de
lido lugar la idea de que lo fundamental en la estética contemporánea al circunscribir

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158 María Ofelia Cassini

sólo una parte de las figuras o encuadradas taría constatando la vigencia de uno de los
hasta la mitad.(ver Figura correspondiente valores postmodernos, en esta situación, la
al cuento adaptado del libro“Piso Mi Sue- resonancia de lo distinto que impacta en
lo”. Santillana. Año: 2004. cada una de las certezas, expectativas y há-
De hecho, como lo explica Omar bitos del espectador.
Rincón, en la actualidad, las representacio- No obstante, como la estética es un
nes icónicas se definen por “[...] la pérdi- discurso sobre las sensaciones es útil se-
da de la integridad, de la globalidad de la ñalar además que, quizás, intenta mostrar
sistematización ordenada a cambio de la como placenteras e inquietantes las expe-
inestabilidad, la polidimensionalidad, la riencias a corto plazo, las miradas transito-
mutabilidad” (2006, p. 33). rias sobre el futuro, las proximidades y los
Una nueva decisión la pudimos no- contactos fugaces porque el tiempo volá-
tar en la historia que refiere a una rata que til dura lo necesario, “[...] mejor dicho, el
compra a un gato, porque, de los argumen- tiempo suficiente para que se desvanezca
tos escritos pudimos inferir que a la rata la la deseabilidad de ese objeto” (BAUMAN,
libertad la llama, la convoca desde afuera 1998, p. 108); de allí que, los amigos, ya no
del hogar, del exterior. De allí que ante su tienen expectativas de permanecer mucho
situación de soledad y, por ser la única de tiempo juntos; la flexibilidad es el tiempo
todos los protagonistas que utiliza dine- presente.
ro, tiene la posibilidad de transformarse Por último, nos restaría sintetizar las
en una ciudadana consumidora y entre las interacciones sociales que ocurren en otra
ofertas tentadoras del mercado elige com- de las familias extendidas, esta vez, inte-
prar un gato. grada por guaraníes de distintas generacio-
Se trata de una mirada que ensaya nes que, desde luego, habitan en la selva.
romper con la certeza del sentido social `se En este caso, la figura de un adulto mayor
llevan como gato y ratón` y, a través del posiblemente desconocida, realimenta los
dibujo de los dos protagonistas (sentados sentidos de fuerza, coraje arrojo y, tem-
en el suelo mientras comen una merienda), planza ante los desafíos impuestos por el
apuestan a otra forma de construir vínculos, entorno.
a una identidad que pretende emanciparse Su imagen se torna visible en distin-
de los mandatos previos, a no postergar la tas escenas, dado que, los trazos de la cabe-
gratificación del ahora y, a relacionarse con za, de las manos y de los pies son realzados
otros lenguajes, códigos y costumbres. notablemente, acaso, como definición de
Podemos conjeturar que, al mostrar una marca de la estética actual, como es,
una relación estética con el mundo, se es- lo deforme, lo sobresaliente, por qué no lo

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monstruoso, pues “[...] el término monstruo intentara mostrar a la audiencia infantil re-
va unido a la idea de olvidar la proporción novados espectáculos.
(Rincón, O. Ibíd. 36).(ver Figura. seleccio- En las distintas historias las vidas sim-
nada de la leyenda que se encuentra en el bolizan los estilos de situar las identidades,
libro“Historias en la Selva… y algo más”. la reproducción de las subjetividades según
ESTRADA, 1997). los códigos preexistentes, la emancipación
A un tiempo, se lo identifica también, vulnerando lo prescrito y lo preestablecido;
cumpliendo los códigos preexistentes junto aunque no podemos dejar de reconocer que
a las nuevas generaciones. el discurso, igualmente, encubre la afirma-
En consonancia, el conjunto de los ción al propio espacio o la localización, in-
dibujos oculta las pocas estrategias de sub- sinuando la polarización de la población y la
sistencia que les queda a los pueblos origi- bifurcación de experiencias.
narios en el entorno y la falta de oportuni- Lo que para sólo uno de los actantes
dades para acceder a las prestaciones de sa- -que forma parte de una familia nuclear- se
lud, educación, alimentación y protección trata de globalización, de movilidad, de no-
social. Los enunciados se liberan de los madismo, de aventura, de presente liviano
impactos de los procesos de transnaciona- y fugaz, de alejamiento de lo conocido, de
lización económica y de las innovaciones valores extraterritoriales, para la mayoría,
tecnológicas como si las creencias, las for- todo es local, interior, conocido, habitual,
mas de pensar y proyectar la vida no tuvie- distribución no igualitaria, falta de oportu-
ran necesidad de reorganizarse. nidades, detención, aislamiento, disminu-
Para finalizar con las organizaciones ción del poder político y cultural; por eso
de los modos de vivir antes descriptos, sin- viven un tiempo presente perdurable donde
téticamente, destacamos que unos y otros pasa poco y lo que pasa no necesita contro-
actantes, desempeñan roles estratégicos de larse, sólo expresarse.
transmisión cultural, de contención y de
apoyo no sólo a las nuevas generaciones Los entornos donde habitan
sino a los demás, co-produciendo nuevos El conjunto de los datos nos permite
sentidos a través de las prácticas de socia- ver claramente que las viviendas de los ac-
lización. tantes se ubican en entornos urbanos, eco-
Por cierto, no todas las vidas trans- lógicos y rurales, entre ellos: la ciudad, la
curren en los núcleos primarios de socia- selva, la laguna y el campo completándose
lización, sino en diferentes lugares donde cada ecosistema con cascadas o ríos, aves
las interacciones sociales se desarrollan en del lugar y, unas pocas veces, integrantes
función de temas específicos como si, se de la fauna.

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160 María Ofelia Cassini

En relación a la representación de la a quién le corresponde tal lugar, como si el


selva podemos señalar que, en ciertas his- discurso hegemónico reelaborara en la fic-
torias, es trabajada sutilmente con toques ción el sentido del disciplinamiento social.
netamente visuales, predominando múlti- La función discursiva aparenta remi-
ples especies arbóreas con troncos, hojas y tir, de nuevo, a la naturalización aunque,
flores de distinto tamaño y grosor, Así, en esta vez, de los espacios aglutinantes y con-
ocasiones, la heterogeneidad de imágenes vocantes de cada asociación reinstalando,
selváticas como fondos o marcos de las pá- reuniendo y uniendo repetidamente a los ac-
ginas se constituye en puntos de referencia tantes en un mismo lugar; como ya lo ade-
donde prevalece el volumen, lo reiterativo, lantáramos, desde una mirada ideológica sus
lo excesivo, lo desproporcionado, lo exube- vidas y sus identidades se van modelando
rante y lo superabundante como elementos sin opciones para ejercer ciertos derechos
gráficos de la estética del entretenimiento. básicos como el acceso a las experiencias de
Por su parte, las imágenes de los pai- circulación local y, por supuesto, ni siquiera
sajes rurales, demuestran que, acaso, haya imaginar las formas híbridas y fluidas de las
habido un cierto grado de transformación localizaciones y deslocalizaciones territo-
procurada por la actividad humana, como riales de la globalidad actual.
lo es la construcción de un gallinero y, de
manera contrastante, la ausencia de señales La decoración de las viviendas
de actividades de repoblación forestal y de Luego de haber caracterizado los
preservación del ambiente intentadas por ámbitos donde se modelan las vidas de los
los hombres. protagonistas, nos trasladamos a los espa-
Al cotejar las ilustraciones de los cios domésticos, a los marcos o círculos en
cuentos advertimos que casi todos los pro- que, igualmente, se despliegan sus perte-
tagonistas -excepto tres de ellos que viven nencias, anhelos y aspiraciones.
en ciudades no perceptibles -, se mues- En tal sentido tomamos en consi-
tran en su medio, adaptados a los espacios deración los planteos elaborados por el
abiertos, a la vida verde, al aire libre, a la profesor en Comunicación David Morley
preservación de una mayor seguridad. Por (1995): y que son presentados en una de
lo tanto, lo palpable es que las imágenes las obras de Augé:
imprimen, generalmente, una especie de
“Cuando hablo de hogar, me refiero tanto al
obligatoriedad en sus distribuciones geo-
lugar físico- el espacio doméstico- como a las
gráficas, valiéndose de significaciones vin- ideas simbólicas del Heimat- los “espacios de
pertenencia” (e identidad)- a distintas esca-
culadas a las políticas de la representación
las geográficas […]. Así, la casa no es simple-
que se encargan de prescribir quién tiene y mente un lugar físico sino también […]: el es-

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pacio en que, según Vincent Descombes, una recuperación del pasado, es decir, que la
persona “se siente cómoda con la retórica de
aquellos con los que comparte la vida. (2005, representación de lo interior nos remite al
p. 131 - 132). diseño de lo legendario, de lo perdurable
o autóctono. Las pocas ambientaciones
Lo citado nos lleva a tener presente, observadas son acogedoras, localizándose
por ahora, únicamente el espacio físico o adentro de un nido y de una guarida objetos
doméstico, es decir, el diseño de las unida- ornamentales y de uso compartido con in-
des habitacionales. dicios de un antiguo pasado, por ejemplo,
En nuestro estudio, lo idealizado cántaros etnográficos, sillas y mesas con
por los protagonistas parece responder a ataduras en los extremos, alfombras, un
un perfil de clase media que ha buscado y sillón hamaca, un escritorio, etc.
busca un buen vivir ya que, la mayoría, po- En las viviendas conviven el consu-
see una vivienda, o sea, un nido, una casa, mo de objetos del pasado hibridados con
una cueva, mientras que otros habitan en el utensilios domésticos y mobiliarios con
propio entorno natural decoraciones estéticas del mercado actual
Arquitectónicamente, en la vista ex- que, más allá, de ser adoptados por su valor
terior de las mismas se notan mejoras o de uso, incluso, pueden dar cabida a una
cambios relacionados con la prevención señal de la postmodernidad: la deslocaliza-
de la seguridad, la recepción de correspon- ción de los productos y el consumo que se
dencias y, la calefacción, por ejemplo, la justifica por su “inutilidad.”83
colocación de una ventana con rejas y de Pero además de los consumos fami-
una chimenea ( Dibujo observado en el ca- liares compartidos existen otras apropia-
pítulo 1 del libro “Historias en la Selva… y ciones y usos individuales de productos en
algo más”. Estrada. 1997). los que prevalece el valor simbólico.
Asimismo, se distinguen, entradas de Sin ir más lejos en otra de las narra-
acceso a las propiedades que, al estar abier- ciones visibilizamos como espacio cultural
tas delinean la flexibilidad entre los límites (giroux. 1996) o formativo el living de una
de lo público y lo privado, posibilitando la casa, dado que, allí se encuentra una bi-
visión de adentro hacia el verde de afuera
e, inversamente, de afuera hacia adentro; 83
Renato Ortiz, acentúa que en el mundo
tradicional de la sociedad industrial que se forma
aunque las imágenes de la interioridad de hasta finales del siglo XIX, los productos se percibían
las viviendas se muestran fragmentadas se- fundamentalmente por su utilidad, por ejemplo,
lavar ropa, cocinar, etc., mientras que, la sociedad
gún el uso familiar o individual. emergente implica que las cosas deben entenderse
A veces el buen vivir da cuenta, de manera distinta, produciéndose un choque de
valores porque la “ética del consumo privilegia su
también, de la autenticidad y ligazón a la inutilidad.1997,. p 163.

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162 María Ofelia Cassini

blioteca con muchos libros, juguetes y un promocionados por la información del


álbum de fotografías que le permiten a una marketing, alcanzamos a deducir que casi
nena observar y reflexionar. todos las viviendas y los protagonistas po-
A causa de ello, podemos deducir que seen, nada más que los objetos esenciales.
los discursos estarían aportando, al mismo En general, el consumo parece afín a
tiempo, sentidos acoplados a la construc- las decisiones que se vinculan con: la ali-
ción de una identidad de género con opor- mentación, la protección, la educación, la
tunidades de conocer e investigar variados vocación y el entretenimiento de las gene-
objetos culturales y de una infancia indi- raciones de los más chicos,
vidualista contemporánea; en consonancia,
poseer bienes y estar rodeado nada más que Los modos de vestir
de las pertenencias personales es suficiente Enseguida nos detendremos en el
como valor y, por ello, no siempre es nece- vestuario y en los adornos de la mayor
sario contar con la presencia de otros. parte de una u otra generación y que son
En nuevas escenas los objetos privi- utilizados de manera individual en la vida
legiados son otros, por ejemplo, la figura cotidiana.
de un pequeño oso, utilizando su guitarra Primero queremos señalar que las
para componer, cantar y lograr fama como imágenes de los más pequeños, de los más
significado simbólico de distinción infan- grandes y de los adultos legitiman, por un
til. De allí que, en esta oportunidad, po- lado, la construcción de una estética per-
demos reconocer la manifestación de una sonal hegemónica que exterioriza cabellos
construcción subjetiva infantil postmoder- bien peinados y cortados, preferentemente
na, hedonista y jerárquica donde el atributo de color rubio (aunque la diferencia se es-
del poder se hace oír y desear; de hecho, tablece con el azabache de las cabelleras y
las actuaciones y la notoriedad tienen un el tono de la piel de los aborígenes) y, por
sentido estético adherido a las sensaciones, otro lado, el estar en forma, la aspiración a
a la colección de experiencias y a la movi- ser - o parecer- saludables, vigorosos, enér-
lización por el mundo, como know-how de gicos, agradables y actuales.
quién tiene el control sobre su movilidad : Algunas de las estrategias discur-
(DOREEN, M, 1994). sivas, de manera similar a varias publici-
Ahora bien, si pensamos en los cam- dades, dejan un mensaje persuasivo, con-
bios manifestados por el mercado, desbor- vincente y revelador en relación a una vida
dado de tecnologías, de electrodomésticos, atravesada por las estéticas del entreteni-
de juguetes, etc., que potencian la deman- miento como modo simbólico de pensar y
da, conjuntamente con los ofrecimientos construir las imágenes personales.

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Los Libros de Textos del Nivel Inicial: Reflexiones sobre el Discurso de Las Imágenes que complementan los Relatos Literarios 163

Del mismo modo notamos que la ac- las circunstancias y el entorno: ambientes
titud de estar en formacuidando el cuerpo, familiares, naturales o urbanos.
cultivando hábitos de higiene y comer sa- En el cuidado personal de las prota-
nose complementa con los modos de vestir gonistas operan significados vinculados a
para destacar la imagen personal. las subjetividades e identidades femeninas,
Susana Saulquin, señala que cada épo- a los modos de ser, de hacer y de pertene-
ca de la historia y cada agrupación social: cer, observándose que las especies jóvenes
o mayores de edad visten polleras, vestidos,
“[...] al reorganizar la jerarquía de sus va-
chalecos, pantalones, remeras y zapatos.
lores y configurar su propia realidad por
reestructuración de su mundo percep- El razonamiento del diseño parece
tual, desarrolla una tipología de prendas
vincularse con el conocimiento biológico
que la representa y define.[…] La confi-
guración de un sistema visual, que deja y con las miradas sociales, destacándose
de ser patrimonio de culturas nacionales
principalmente los rasgos que armonizan
para pasar a ser compartido por grandes
áreas regionales o bien por toda la hu- con una feminidad conservadora.
manidad, es muy probable que promue-
va la superposición y fusión de todas las
En todas las actantes hay un indivi-
tipología empleadas hasta ahora” (1999, dualismo estético (LIPOvETSKY, 2009),
p. 88).
porque la moda, a más de imponer una
norma de conjunto, le otorga un lugar al
Del lenguaje visual hemos podido
gusto personal, de ahí que, los adornos o
descubrir un marcado conformismo debi-
elementos decorativos se tornan en signos
do a que, las reproducciones de los modos
estéticos fusionados con el vestuario.
de vestir siguen vigentes, aunque redefini-
Cada una apela a detalles y acceso-
das y trasladadas hacia los estereotipos de
rios que tienden a trascender la homoge-
género. El conjunto de los personajes se
neidad para lograr la personalización. A
ajusta a la tipología de los ciudadanos pro-
modo de inspiración de pequeñas diferen-
pensos a cumplir con el deber de persistir
cias e ingeniosidades, los arreglos persona-
con las prendas de generaciones anteriores,
les, se completan con aros, collares, pulse-
a adoptar las del momento y, a gozar de una
ras, sombreros, bufandas, gorras moños y
cierta autonomía en la elección de otros
pétalos de flores en la cabeza o en la ropa,
signos de subjetividad individual.
y, si bien, no se visualizan marcas de moda
Las elecciones estéticas incluyen ro-
como en las publicidades, todos se distin-
pas informales, prácticas, cómodas y fun-
guen por tener un touch en su presentación
cionales, por consiguiente, el vestuario
personal.
responde a la producción industrial del pre-
El género masculino, por su lado,
sente en el sentido de estar relacionado con
también se representa como protagonista

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164 María Ofelia Cassini

de su cuidado personal, por eso, se ven a los aborígenes, igualmente, revelan la esteti-
varios de los adultos vestidos con panta- zación de sus apariencias físicas a través del
lón, saco, remeras, chaleco, camisas, me- decorado de sus figuras para atraer las mi-
dias, botas y zapatos, en tanto que los más radas de los otros, destacándose: pulseras,
pequeños, llevan puesto chalecos, remeras bufandas, moños con cascabel, sombreros
y pantalones que probablemente se identi- con flores, antiparras etc.
fiquen con el jeans. En el recorrido por los dibujos reco-
En otros casos, el acento, tal como nocimos que los diseñadores, inspirados en
nos explica Susana Saulquin, no se pone en el mercado de la moda, enfatizan en solu-
el vestido sino en el cuerpo: ciones de estilización y de embellecimiento
que invitan al incremento del deleite pro-
“En las épocas en que la supremacía del ves-
ducido por el ver; por eso, tal vez, se tornen
tido es evidente se tiende a desconocer el
cuerpo, por el contrario, cuando la importan- en difusores y legitimadores de determina-
cia del vestido tiende a ser menor, adquiere
dos puntos de vista sobre la producción de
el cuerpo un mayor protagonismo […]. (1999,
p. 19). las imágenes individuales, de los vestua-
rios y adornos del cuerpo, dejando trasver a
Las ideas de la autora nos llevan a los niños que los aspectos atribuidos al self
distinguir la división existente en el campo se encuentran atravesados por fruiciones,
discursivo, pues al sentido de practicidad y sensaciones de estar, modos colectivos de
funcionalidad, se opone, un significado que pertenecer y de compartir con los demás.
pone énfasis en una naturalización que “[...]
no implica ni legitimación ni aprobación de A MODO DE CONCLUSIÓN
ciertas pautas sociales, sino – en principio- A lo largo de este primer recorrido por
su reconocimiento como constitutivas de nuestro tema, pudimos comprender que los
una “normalidad” (RIBEIRO,. 1986). libros escolares para el nivel inicial se vin-
De esta manera advertimos que los di- culan con la “industria cultural”84 debido a
bujos de las personas originarias sólo llevan que, son el resultado de un proceso produc-
el taparrabos como prenda, mientras que los tivo en el cual existen relaciones de elabo-
cuerpos de distintos animales son liberados ración, tecnología, circulación y ganancias
de las ataduras de las vestimentas humanas, El lifting que sufren las identidades
en consonancia, se realzan plumas, vello- de las distintas publicaciones y, por ende,
nes, crines y pelos.Sin embargo, excepto las imágenes en ellas incorporadas, está li-
los protagonistas con mayores niveles de gado a la recomposición gráfica y estética
iconicidad, la mayoría de los que no llevan 84
El concepto y las tildes corresponden a Margulis Mario
ropas o solamente tienen un atuendo como (2009, p. 47).

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Los Libros de Textos del Nivel Inicial: Reflexiones sobre el Discurso de Las Imágenes que complementan los Relatos Literarios 165

de la narrativa provista por el mercado del te y componer la apertura al deseo de mirar


consumo, por las culturas masivas y por los hasta finalizar, posibilitando así la recrea-
medios de comunicación. De hecho, se vi- ción de las significaciones.
gorizan muchos de los rasgos culturales de En la otra edición, las imágenes de
esta época; sin ir más lejos: lo exuberante, tamaños medianos y, a veces, pequeños de
lo alegre, lo flexible, lo entretenido, la re- los protagonistas, de los objetos y del en-
iteración, la fragmentación, las modifica- torno se concretan, preferentemente, sobre
ciones simples, la mezcla, la porosidad, la fondos blancos y muchos espacios vacíos.
brevedad, la versatilidad, la hibridación, la Sueltos o asociados en secuencias -mucho
desterritorializaciòn y la relocalización de más breves que las anteriores-, los dibujos
las iconografías. están ubicadas en distintas páginas para
Cada producción muestra el tratamien- orientar la mirada y la comprensión del
to efectuado por el diseño en cuanto a la re- relato en función de la construcción de la
presentación de planos, encuadres, tamaños, temporalidad, esto es, orden, frecuencia y
tramas, colores, composiciones, poses, etc.; duración; en esta propuesta, el diseño no
es decir, las narrativas visuales están me- arriesga, todo se representa con mesura,
diadas por signos, símbolos y componentes armonía, sencillez, proporción, alineación,
plásticos que enriquecen los significados. equilibrio y convencionalidad.
De allí es que al relato de la visuali- En el tercer volumen –editado en
dad lo podemos sintetizar con las siguien- 2004- el orden sucesivo convencional de
tes reflexiones. una escena tras otra en páginas seguidas,
Algunos de los discursos de los se hibrida con la ruptura del orden de los
cuentos de los volúmenes de 1997, de ma- acontecimientos; de esta manera, comienza
nera inconfundible emplean sentidos más a manifestarse un discurso visual similar al
canónicos, repetidos, poco variables, sien- de las publicidades del presente cuyas na-
do dichos atributos los que intentan cobrar rrativas operan con las escenas puntuales
posición y jerarquía. para estremecer fugazmente y asegurar el
En una obra, las notas distintivas movimiento expresivo.
son: lo abundante, monumental y excesivo La tarea del diseño de la cuarta obra
y los dispositivos de seducción que parecen -también publicada en 2004-, de modo di-
vulnerar, de modo insistente, los límites del ferente a la primera edición de 1997, ofre-
mostrar. La organización del texto visual es ce variadas definiciones de una estética
de larga duración, por lo tanto, se apoya en que legitima, por un lado, los dibujos de
episodios continuos que aportan suficiente detalles y fragmentos, y, por otro lado, los
información para impactar emocionalmen- dibujos únicos y yuxtapuestos.

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166 María Ofelia Cassini

Estas formas de contar nos invitan a REFERÊNCIAS


pensar en un relato visual más cambiante, ARFUCH, L. (Comp.) Pensar este tiem-
próximo al estilo de la narrativa clip; por
po. Espacios, afectos, pertenencias. Bue-
ende, la unidad de cada historia se sinteti- nos Aires. Paidós.2005.
za en una imagen clave, en la labilidad, en
BAUMAN, z. La modernidad líquida.
la fragmentación, en la <seducción-segun-
Buenos Aires. Fondo de Cultura Económi-
do>85, en el efecto emotivo y categórico;
ca.2000.
estas imágenes que hablan poco y no dicen
todo, tal vez, aporten una mayor posibili- CARBONE, g. M. Escuela, medios de
dad de evocación y recreación personal o comunicación social y transposiciones.
grupal sobre lo no dicho por ellas. Buenos Aires. Miño y Dávila. 2004.
Así pues, las imágenes analizadas CARLI, S. (Dirección/Compilación). Es-
nos estarían acercando a la presencia de un tudios sobre educación, comunicación y
rasgo fundamental de la exigencia cultural cultura. Una mirada a las transforma-
contemporánea, en concreto, a la tensión ciones recientes de la Argentina. Buenos
estilística que resulta de “(...) la relación Aires. Crujía.2003.
manifiesta en la producción gráfica de CARLÓN, M. Imagen de arte, imagen de
época, entre componentes de distintos mo- información. Problemas actuales de la
mentos plásticos y gráficos” (Steimberg y relación entre el arte y los medios. Bue-
Traversa1997:16)86. nos Aires. Atuel.1994.
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