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MENSAJE HOY, ES TU OPORTUNIDAD DE SALVACIÓN

LUCAS 23:39-43
DAVID, HIJO PRÓDIGO, APÓSTOL PABLO, ZAQUEO, MUJER
ADULTERA, CARCELERO DE FILIPOS ¿QUÉ TIENE EN COMÚN
ESTOS PERSONAJES DE LA BIBLIA?
1.- TODOS FUERON PECADORES.
2.- TODOS TUVIERON UNA OPORTUNIDAD DE SALVACIÓN
3.- TODOS APROVECHARON LA OPORTUNIDAD DE
SALAVACIÓN
4.- SE ARREPINTIERON Y CREYERON.
AMIGO SIMPATIZANTE, VISITA. HOY ES TU OPORTUNIDAD DE
SALVACIÓN.
UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD
Había un hombre muy rico que poseía muchos bienes, una gran
estancia, mucho ganado, varios empleados, y un único hijo, su
heredero.
Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, estar con sus amigos
y ser adulado por ellos.
Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado
mientras él tuviese algo que ofrecerles; después, lo abandonarían.
Un día, el viejo padre, ya avanzado en edad, dijo a sus empleados
que le construyan un pequeño establo. Dentro de él, el propio padre
preparó una horca y, junto a ella, una placa con algo escrito:
“PARA QUE NUNCA DESPRECIES LAS PALABRAS DE TU
PADRE.”

Más tarde, llamó a su hijo, lo llevó al establo, y le dijo:


“Hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me vaya, tú te encargarás
de todo lo que es mío... Y yo sé cual será tu futuro. Vas a dejar la
estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero
con tus amigos. Venderás todos los bienes para sustentarte y,
cuando no tengas mas nada, tus amigos se apartarán de ti. Solo
entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado.
Fue por esto que construí esta horca.”
“Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te dije, te
ahorcarás en ella.”
El joven se rio, pensó que era un absurdo, pero, para no contradecir
al padre, prometió, pensando que eso jamás podría suceder.

El tiempo pasó, el padre murió, y su hijo se encargó de todo, pero,


así como su padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los
bienes, perdió sus amigos y hasta la propia dignidad.

Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio


que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y
comenzó a decir:

“Ah, padre mío... Si yo hubiese escuchado tus consejos... Pero


ahora es demasiado tarde.”
Apesadumbrado, el joven levantó la vista y vio el establo. Con pasos
lentos, se dirigió hasta allá y entrando, vio la horca y la placa llenas
de polvo, y entonces pensó:
“Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude darle alegría
cuando estaba vivo, pero, al menos esta vez, haré su voluntad. Voy
a cumplir mi promesa. No me queda nada más...”

Entonces, él subió los escalones, se colocó la cuerda en el cuello, y


pensó:
“¡Ah, si yo tuviese una nueva oportunidad!”
Entonces, se tiró desde lo alto de los escalones y, por un instante,
sintió que la cuerda apretaba su garganta. Era el fin.

Pero el brazo de la horca era hueco. Se quebró fácilmente y el joven


cayó al piso. Sobre él cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes,
zafiros y brillantes, muchos brillantes. La horca estaba llena de
piedras preciosas y una nota también cayó en medio de ellas. En
ella estaba escrito:

"Esta es tu nueva oportunidad. ¡Te amo hijo!"

2 REYES CAPITULO 5 ENCONTRAMOS LA HISTORIA DE UN


HOMBRE QUE ENCONTRÓ SU OPORTUNIDAD:
Naamán era un general del ejército sirio, un hombre valiente e
importante, pero tenía un problema muy serio, era leproso. Una
mujer que no era tenida en cuenta fue la que abrió la puerta de
esperanza para Naamán. Él tuvo una oportunidad para que su
vida cambiara. Hoy usted también tiene una oportunidad de
Dios para tu vida. ¿La vas a aprovechar? Como aprovechar las
oportunidades?
Usted, ahora mismo, ha dado el primer paso hacia la salvación; al
escuchar este mensaje y darle tiempo de adoración al Señor.
1. PARA APROVECHAR TU OPORTUNIDAD ABRE TUS OIDOS
Una israelita cautiva fue la que despertó la fe en Naamán, a
través de su esposa. Dios uso a alguien impensado. En el
camino a tu milagro, Dios puede usar a las personas que
menos imaginas, por eso tus oídos deben abrirse. Naamán
abrió sus oídos para escuchar el consejo de la criada. Si él
hubiera dicho, “ella no sabe nada…” se hubiera quedado
leproso. Escuchó a la criada.
¿Cómo están tus oídos hoy? ¿Están abiertos? Dios te está
hablando, lo estas escuchando? HOY, es tu oportunidad de
salvación.

Nuestras buenas obras no impresionan a Dios. Leamos


“Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de
inmundicia todas nuestras obras justas; todos nos marchitamos
como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos
arrastran.”. Libro de (Isaías. 64:6)

¿Salvación de que?.

Del Pecado, lea (Mateo. 1.21. primera de Juan. 3.5)

De la Ira de Dios, leamos (Romanos. 5.9, I Tesalonicenses. 1:10)

Del Diablo, leamos (Colosenses. 2.15; y también Hebreos.


2.14,15)

De la muerte eterna leamos (Juan. 3.16,17)

¿Quiénes necesitan la salvación?

Todos.

“Por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios.”,


Leamos (Romanos. 3:23)
Si usted cree que va ganarse el cielo con su buenas obras,
lamento decirle que está equivocado.

Cristo es el único camino a la salvación

Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al


Padre sino por mí. (Juan. 14.6).

Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el


cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos. Leamos
(Hechos. 4:12).
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Leamos
(Romanos. 10:17)
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído?” búscalo en (Romanos.
10:14).

Ahora mismo usted ha dado el primer paso hacia la salvación;


escuchar el evangelio. HOY, ES TU OPORTUNIDAD.

2. PARA APROVECHAR TU OPORTUNIDAD CREER EN EL


EVANGELIO
Usted debe creer que Cristo murió, fue sepultado y resucito de los
muertos. leamos (primera de Corintios. 15.1-4).
Usted debe creer que Jesucristo es el Hijo de Dios.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo


unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna. (Juan. 3.16)

El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido


condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios. (Juan 3.18). arrepientete

Debe creer que Él es la única solución a su pecado.

“He aquí el cordero de Dios que quita el pecado de todo el mundo”


(Juan. 1.29)

Por eso os dije, que moriréis en vuestros pecados; porque si no


creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. (Juan. 8:24)

“La sangre de Cristo nos limpia de todo pecado”


Usted debe creer que Jesús es el camino. Jesús dijo: “Yo soy el
camino, la verdad, y la vida”. Leamos. (Juan. 14.6)

Usted debe creer que el volverá por segunda vez

“He aquí viene con las nubes y todo ojo le vera” (Apocalipsis. 1:7)

“El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz
de arcángel, y con la trompeta de Dios…” veamos, (1
Tesalonicenses. 4:16).
Eliseo actuó de una forma extraña para el. Cuando Naamán vio
que el criado de Eliseo y no Eliseo en persona, salía a
recibirle, su mente se lleno de argumentos negativos
• Este tipo es un maleducado
• El no sabe quién soy yo y la importancia que tengo
• Este profeta es un orgulloso y me esta ignorando
Naaman esperaba un trato especial, porque estaba
acostumbrado a eso. ¡Cuántas veces nuestros pensamientos
nos impiden recibir lo que Dios nos quiere dar! Dios dice “Mis
pensamientos no son vuestros pensamientos” A veces no
entendemos todo, pero nuestra mente tiene que abrirse a lo que
Dios quiere hacer y a lo que nos quiere dar.
Dios puede moverse de maneras extrañas para nosotros, pero
él sabe lo que hace.
• ¿Por qué debo zambullirme en el Jordán? ¿No tenía razón?
¿Acaso Dios no es poderoso para sanarlo en su propia
nación?
• ¿Por qué siete veces y no dos o tres?
• ¿Por qué no viene el profeta para orar por mi?
Pero esas eran las condiciones de Dios. Y el tenía que
obedecer.
Naaman estuvo a punto de volverse a Siria tan leproso como
llego por la dureza de su mente.
A veces por nuestros pensamientos, no vemos las cosas que
Dios nos quiere dar. Es increíble. POR ESE CREE HOY QUE
ES TU OPORTUNIDAD.
PARA APROVECHAR TU OPORTUNIDAD ABRE TU CORAZON
Y ARREPIENTETE
“El reconocer que hay pecado en su vida es el principio de la
salvación”.

Jesús hablo de la necesidad de arrepentirse, en dos ocasiones


seguidas: “si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.”
leamos (Lucas. 13.3, 5)

¿Pero que es arrepentimiento? Arrepentirse significa:

Significa volverse a Dios (Hechos. 20:26)

Significa un cambio de vida “Por tanto, dad frutos dignos de


arrepentimiento “.leamos (Lucas. 3:8; y Mateo. 3:8).

Cambiar de mente y forma de vivir.

El arrepentimiento de Pedro
El negó al Señor tres veces leamos (Mateo. 26.69 al 75)
Naaman no solo tuvo que abrir su mente, tuvo que abrir su
corazón y humillarse. Un hombre acostumbrado a dar
ordenes, ahora tenia que obedecer a un criado, delante de
todos sus soldados.
• El que se enaltece será humillado
• El que se humilla, será enaltecido
• Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes
¿Quieres un milagro? Se humilde delante de Dios. Dios no te
bendice porque tiene la obligación de hacerlo, sino por amor.
La dureza del corazón de Naaman casi le cierra la puerta del
milagro.
¿Que habrá pensado Naaman después de la quinta
zambullida?
Pero se humillo y siguió hasta ser sanado.
Dios nos abre puertas pero somos nosotros los que tenemos
que entrar. Algunos tienen posibilidades pero no las
aprovechan.
Naaman tuvo la oportunidad de ser sanado con Eliseo. El no lo
busco, fue Dios quien le dio la chance. Naaman estuvo a punto
de volverse a su país por causa de su orgullo y desobediencia.
Pero sus propios siervos lo llaman a reflexionar. Siempre
habrá alguien que nos ayude a reflexionar

2. EL LADRÓN QUE FUE SALVADO.


Me permito recordarles que no había ninguna diferencia entre estos
dos ladrones, pero veamos las características que él tuvo: Aquel
ladrón en la cruz no podía hacer nada para salvarse, estaba
crucificado y pronto iba a morir, pero habían dos cosas que no
las tenía clavadas: su lengua y su corazón, de tal manera que
con su lengua confesó y con su corazón creyó. Tampoco usted
puede ganar la salvación por obras, pero sí puede confesar que
Jesús es el Señor y Salvador y creer en su corazón que Dios le
levantó de entre los muertos. ¿Lo hará?

a) Temor a Dios.
Lucas 23:40. Aquel ladrón arrepentido reprendió al que estaba
ultrajando a Jesús diciendo: ¿Ni aún tú temes a Dios? En otras
palabras, ¿No tienes temor de Dios? ¿Ante la misma muerte y la
eternidad, no sientes miedo, no sientes pánico? Lógicamente que el
enemigo quiere que consideremos que el temor es señal de
cobardía y debilidad, pero pensemos en la vida sin Dios por toda la
eternidad y temamos. Con mucha razón el mismo Señor Jesús nos
exhortó a huir de la ira venidera.

b) Reconocer ser culpable.


Aquel ladrón declaro ser culpable cuando dijo: “Nosotros a la verdad
justamente padecemos porque recibimos lo que merecemos por
nuestros hechos” (Lucas 23:41). Nadie podrá ser salvo a menos que
reconozca su culpabilidad.
c) Reconocer el poder de Jesucristo.
Aquel ladrón declaró que Cristo era justo, que estaba pagando un
castigo pero sin tener la culpa. Escuchen lo que dijo: “Mas éste
ningún mal hizo” (Lucas 23:41). Sí, Jesús era el santo de Dios, un
hombre sin pecado.
d) Confesar y creer que él es el Señor y Salvador.
Aquel ladrón confesó que Cristo era el Señor cuando dijo:
“Acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino” (Lucas 23:42). Pienso
que incluso se puede notar un indicio de la resurrección, porque
Jesús iba a morir en ese momento, pero aquel ladrón dijo que se
acuerde de él cuando venga en su Reino, y para eso tenía que
resucitar de entre los muertos, ¿Verdad?
En una palabra él confesó y creyó que Jesús era el Señor. En
Romanos 10:9 leemos: “Si confiesas con tu boca que Jesús es el
Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo”. Si usted está dispuesto a confesar y creer en
Jesucristo, entonces será salvo.
Ante la confesión del ladrón arrepentido Jesús le dijo: “De cierto te
digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43). ¿No
quisiera usted también creer en él ahora mismo y recibirle en su
corazón por fe?
•Anécdota de alguien que se envenena y necesita medicina urgente
Nosotros estamos envenenados por el pecado, moriremos a no ser
que haya una medicina para salvarnos. La Biblia nos menciona cuál
es esa medicina (Romanos 10:9, 10).

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