¿Cómo es el proceso cerebral mediante el cual, el consumo de una
sustancia evoluciona en algunos individuos hacia pautas compulsivas de búsqueda y consumo a expensas de la mayoría de las demás actividades? 2. ¿qué hace que sea tan grato sentirse diferente, experimentar emociones nuevas, cambiar la percepción consciente de la realidad circundante y romper con lo cotidiano? 3. ¿cuál es la causa de su incapacidad para dejar de tomar la sustancia? En ocasiones el sistema falla: Las actividades normales dejan de satisfacer las necesidades se hacen insaciables. Las insistentes exigencias del cuerpo le fuerzan a una repetición incesante de las acciones que le dieron alivio como rituales de autocomplacencia. El uso repetido de sustancias psicoactivas involucra e intensifica anormalmente los sistemas biológicos que han evolucionado para guiar y dirigir el comportamiento hacia estímulos cruciales para la supervivencia. El cerebro de los mamíferos está preprogramado con un sistema generador del placer, el sistema de recompensa. Las sustancias psicoactivas activan artificialmente estas mismas vías, pero de forma muy intensa, produciendo un aumento de la motivación para continuar con este comportamiento. Los circuitos de recompensa son inespecíficos y pueden ser activados tanto por estímulos naturales como por otros artificiales que tengan capacidad para interactuar con los receptores químicos de sus neuronas. Las vías del placer durante el desarrollo del trastorno adictivo, el valor motivacional de la droga es mayor que el de cualquier otro reforzador natural y, además, deja de estar en función de las necesidades del organismo. El consumidor experimenta un efecto psicoactivo que activa circuitos cerebrales que aumentan la probabilidad que ese comportamiento se repita. Es condición necesaria, no suficiente, que las drogas ejerzan algún tipo de efecto placentero para que se consolide el proceso adictivo. Uso compulsivo Uso voluntario. La dependencia es el resultado de una interacción compleja de los efectos fisiológicos de las sustancias sobre zonas cerebrales asociadas con la motivación y la emoción, combinados con el aprendizaje sobre la relación entre las sustancias y las señales relacionadas con ellas. Control inhibidor Recompensa/prominencia Motivación/ incentivo Memoria/ aprendizaje, el cerebro está diseñado sobre dos premisas básicas, recompensa y castigo que dispone de sistemas que guían y dirigen el comportamiento hacia estímulos que producen placer y bienestar. La conducta cada vez que el circuito de gratificación se activa, el cerebro nota que algo importante está pasando y que debe recordar para poder repetirlo de manera automática la próxima vez. La conducta se encuentra dirigida hacia estímulos externos que poseen propiedades incentivas. El refuerzo se convierte en un objetivo implícito o explícito que incrementa la frecuencia del consumo aspirando al placer. Nuestro cerebro nos conduce a una larga búsqueda de conductas porque serán objeto de recompensa inmediata o aplazada. El refuerzo induce sentimientos subjetivos de placer que contribuyen a generar emociones positivas, de modo que los estímulos que los preceden quedan marcados con el valor motivacional positivo. Hablar de recompensas y castigos con lleva referirse a emociones y al aprendizaje del estímulo asociado referido a su contexto. Las neuronas detectan información ayudando a crear representaciones neurales que predicen refuerzos futuros acordes con la experiencia previa. El procesamiento de la información reforzante puede ayudar a establecer un sistema de valores de referencia para la toma de decisiones. Se aprende a consumir “cuesta abajo” porque las sustancias adictivas “encajan” bastante bien en el cerebro cuando una persona consume drogas estimulan el SNC creando un estado motivacional es afectiva activan mecanismos apetitivos implicados en la conducta de búsqueda. Una vez que se repite el uso la persona crea asociaciones entre estas experiencias y las claves que las predicen (lugares, personas.) además aumenta el valor incentivo de los estímulos del ambiente relacionados. El consumo crónico altera los circuitos cerebrales y modula el sistema emocional Video neutro Video Cocaína Front of Brain Back of Brain Amígdala apagada Amígdala activada Afectan al cambio en las prioridades y motivaciones. El uso crónico de drogas causa respuestas de neuro adaptación El proceso de sensibilización representa la expresión de cambios plásticos cerebrales debidos al consumo crónico. El consumo crónico crea un potente vínculo acompañado de cambios emocionales tras su administración. La estimulación repetitiva y profunda de la transmisión de dopamina inducida por las drogas en el núcleo accumbens refuerza anormalmente las asociaciones de estímulo-droga (aprendizaje pavloviano por incentivos). Una vez que las drogas se convierten en reforzadores condicionados, su valor de motivación por incentivo puede hacerse mucho más elevado que el de las demás motivaciones en competencia. Suficientes repeticiones de comportamientos de administración o episodios afectivos pueden llevar a evocar el fenómeno de sensibilización comportamental actuando las señales contextuales por sí mismas como respuesta condicionada. Los sistemas dopaminérgicos generan un estado de tensión anticipatoria que impulsa diversos tipos de conducta la recaída ocurre por estrés, exposición a la droga original o a otra similar, o a indicios de asociados. En general todas las estructuras trabajan en armonía, pero en presencia de drogas sufren un cambio gradual en su organización funcional que se resume: En un desplazamiento en los puntos de ajuste de los procesos motivacionales (orientación de la conducta hacia el consumo compulsivo). Mediante este mecanismo, los estímulos asociados con las drogas, o que las predicen, reciben un gran valor motivacional y se vuelven capaces de facilitar la conducta de autoadministración.