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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales


Teoría Crítica en Arqueología
Profesor: Federico Paredes Umaña
Ayala Flores Karina Marlet

Historia, teoría y práctica en el sitio arqueológico Xolotl-Tenayuca.

A decir verdad el rumbo que toma la investigación arqueología siempre ha estado


impregnado por la teoría de la época y el contexto histórico del lugar donde se ejerza;
implica también la formación académica del arqueólogo, su juicio y hermenéutica
aplicada al propósito de su trabajo, así es que la teoría y posterior práctica se
comienzan a articular. Lo anterior sería suficiente para poder elaborar una investigación
sin problema pero no es así, otro factor importante y por el cual el arqueólogo puede
trabajar o no (aparte del financiamiento), es el panorama político por el cual se
administra su trabajo. En México existe el Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH) además del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) los
cuales regulan las investigaciones arqueológicas otorgando el permiso y el
financiamiento para poder trabajar en investigaciones afines a su tema de interés.

Uno de los sitios arqueológicos resguardados por el INAH es Tenayuca ubicado al sur
del Estado de México en el municipio de Tlalnepantla de Baz, que, según las
investigaciones datan su fundación en 1120 d.C por grupos nómadas cazadores-
recolectores Chichimecas los cuales eran comandados por el Caudillo Xólotl que antes
de llegar a Tenayuca fundó Xoloc en honor a este Caudillo; Xólotl llegó a Tenayuca
cuando fue abandonada y adoptaron las costumbres de los que abandonaron ese lugar,
posteriormente el hijo de Xolotl Nopaltzin se casa con una princesa Tolteca de
Culhuacán llamada Atotoztli de esa Unión nace Tlotzin el primer jefe Chichimeca con
descendencia tolteca y desde ahí sigue el linaje tolteca-chichimeca del que es heredero
Nezahualcóyotl, desde esos tiempos se organizó en Tenayuca una corte Chichimeca
que el historiador Fernando Alva ixtlilxóchitl narró.
Esta historia es redactada al principio del museo de sitio en la introducción la cual
culmina diciendo que los restos arqueológicos que se exponen ahí demuestran hasta
qué punto el grupo de Chichimecas con una cultura de cazadores recolectores asimilo
“la gran tradición de la alta cultura” de los grupos asentados anteriormente aportando su
gran vigor para crear una nueva cultura que después se fusiona con la de los aztecas el
cual asombró a los primeros europeos que llegaron a esas tierras.

Lo anterior es un poco contradictorio a la investigación escrita y con base a los códices


Xolotl y Tlotzin en el cual se narra la historia del primer acercamiento de Tlotzin con
Tecpoyo de filiación chalca y le mostró cómo usar el fuego para cocer la carne 1. Lo
anterior es descartado en la introducción del museo de sitio. Es decir que al pueblo
chichimeca se le tacha de bárbaro y al pueblo tolteca como civilizado entonces se
plantea la historia desde los términos originados en la Grecia clásica y luego utilizados
por los europeos2.

La historia de la investigación de este sitio arqueológico comenzó en 1925 (cinco años


después de la revolución mexicana) por el arquitecto Ignacio Marquina quién fue el
encargado del estudio arquitectónico; en ese entonces sólo era un montículo de tierra y
piedras (que en fotografías de ese tiempo parece que fueron ocultadas a propósito), en
este estudio se incluyó al ingeniero José Reygadas, ambos mostraron que la
construcción tuvo siete etapas de reconstrucción (ocho con la del INAH) las cuales
fueron datadas sobre la cerámica que se incluía en la mezcla para construcción de las
primeras construcciones y sirvió para sustentar dos templos similares o templos
gemelos dedicados a Huitzilopochtli y Tláloc deidades principales de los pueblos de
filiación náhuatl. Los investigadores exploraron el interior de la pirámide por medio de
túneles cuyas entradas aún son visibles pero no son de origen prehispánico esto quiere
decir que los hicieron de manera invasiva y contemporánea.

1
“Entonces por primera vez Tecpoyo Achcauhtli se puso a asar lo que había cazado Tlotzin. Por primera
vez le dio a comer alimentos cocidos, porque antes Tlotzin comía crudo lo que había cazado”. (León-
Portilla 1967)
2
“Tradicionalmente, la forma de vida y la identidad cultural chichimecas ha sido menos valorada que las
toltecas, por su rusticidad y aparente primitivismo [...] Los chichimecas son caracterizados por su
carencia de los rasgos culturales y morales positivos propios de los pueblos civilizados, lo que los
equipara a animales, una equivalencia frecuente en las descripciones que los europeos hacían de los
hombres que consideraban salvajes y bárbaros” (Navarrete 1969)
Por lo anterior se puede observar el uso de la teoría arqueológica histórico cultural ya
que la manera de investigar es descriptiva además de poner énfasis en el objeto para
poder elaborar cronologías, pero el hecho de que la investigación sea interpretativa nos
coloca en la teoría procesual arqueológica, se puede notar el énfasis en la formación
del contexto mediante el uso de códices para poder explicar los procesos de ocupación
de Tenayuca además de la datación de cada etapa mediante la cerámica mencionada
anteriormente.

El museo de sitio se centra en la descripción de la historia cultural e interpretación de


los datos arqueológicos, a mi parecer cualquier investigación debe de plantearse el
para qué de ella y mediante la respuesta de esta pregunta se puede saber el rumbo que
tomará la arqueología. En ningún momento se menciona la reconstrucción del sitio pero
en un video3 documental se puede apreciar la historia de la investigación que sí tuvo
que usar este recurso para la conservación de tal construcción, no es de total sorpresa
porque la metodología que el INAH imparte es de la conservación del patrimonio
cultural para generar turismo y por ende ganancias, hasta llegar a la restricción y
privatización de la zona pero en este caso fue necesario que la construcción se
estabilizará para evitar su derrumbe.

Por último es necesario señalar que urge un cambio en la manera de plantear el trabajo
arqueológico, enfocarlo para generar beneficios para la población y no simplemente
para el turismo, reformar la administración de los bienes culturales4 de los cuales somos
herederos y poder (ahora como proto-arqueólogos) proponer formas distintas a las
establecidas, sobre todo porque la misma escuela (Escuela Nacional de Antropología e
Historia) de donde salen la mayoría de los arqueólogos está afiliada con el INAH y a
pesar de tener como profesor a Bate desde hace varios años, aún no se impregnan sus
ideas de la teórica arqueológica latinoamericana.

Bibliografía:

3
https://youtu.be/f2Dff9gfTL8
4
Extraído de Vázquez León, L. (2003). El leviatán arqueológico. México: CIESAS.
1. Navarrete F. “Estudios de cultura náhuatl”. (1969). México, D.F.: Instituto de
Investigaciones Históricos, Universidad Nacional Autónoma de México.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0071-
16752011000100002
2. León-Portilla, M. (1967). El proceso de aculturación de los chichimecas de Xólotl.
Estudios de cultura náhuatl, 7, 59-85.
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn07/089.pdf

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