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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA PENAL SEGUNDA


AUTO SUPREMO Nº 055/2014-RRC
Sucre, 24 de febrero de 2014

Expediente: Tarija 13/2013


Parte acusadora: Ministerio Público
Parte imputada: Carlos Salinas Rodríguez y otro
Delitos: Falsedad Material y otros
Magistrada Relatora: Dra. Maritza Suntura Juaniquina

RESULTANDO

Por memorial presentado el 21 de octubre de 2013, que cursa de fs. 161 a 163,
Carlos Salinas Rodríguez interpone recurso de casación impugnando el Auto de Vista
47/2013 de 30 de septiembre, de fs. 158 a 160, pronunciado por la Sala Penal
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, dentro del proceso penal
seguido por el Ministerio Público contra el recurrente y Nicolás Iver Salinas Núñez,
por la presunta comisión de los delitos de Falsedad Material, Falsedad Ideológica y
Uso de Instrumento Falsificado, previstos y sancionados por los arts. 198, 199 y 203
del Código Penal (CP).

I. DEL RECURSO DE CASACIÓN

I.1. Antecedentes

a. En mérito a la acusación pública (fs. 14 a 17) y desarrollada la


audiencia de juicio oral, por Sentencia 39/2010 de 30 de octubre (fs. 125 a
133), el Tribunal Segundo de Yacuiba del Tribunal Departamental de Justicia
de Tarija, declaró al recurrente absuelto de los delitos de Falsedad Material y
Falsedad Ideológica, previstos por los arts. 198 y 199 del CP,
respectivamente; asimismo, autor del delito de Uso de Instrumento
Falsificado, tipificado por el art. 203 del CP, condenándole a la pena privativa
de libertad de dos años, con costas en favor del Estado a fijarse en ejecución
de sentencia. Por otro lado, absolvió al coimputado Nicolás Iver Salinas
Núñez, de los tres delitos acusados.

b. Contra la citada Sentencia, el imputado interpuso recurso de apelación


restringida (fs. 136 a 137), que fue resuelto por Auto de Vista 47/2013 de 30
de septiembre (fs. 158 a 160), que declaró sin lugar al recurso de apelación
y confirmó la sentencia impugnada en su integridad, motivando la
interposición del presente recurso de casación.

I.1.1. Motivo del recurso


Del memorial de recurso de casación (fs. 161 a 163) y del Auto Supremo 291/2013-
RA de 19 de noviembre (fs. 171 a 173), dictado en el presente proceso, se extrae el
motivo a ser analizado en la presente Resolución, sobre el cual, este Tribunal
circunscribirá su análisis conforme al mandato establecido en los arts. 398 del Código
de Procedimiento Penal (CPP) y 17 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ).

El recurrente denuncia: “VULNERACIÓN DE LA GARANTÍA CONSTITUCIONAL DEL


DEBIDO PROCESO POR FALTA E INEXISTENTE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN
DE LA SENTENCIA, E INOBSERVANCIA DEL ART. 124 DEL CPP” (sic) que constituye
defecto absoluto conforme el art. 169 inc. 3) del Código de Procedimiento Penal
(CPP) y defecto de sentencia según lo regulado por el art. 370 inc. 5) de la misma
norma adjetiva penal, puesto que, previa mención al debido proceso según el
entendimiento de la Sentencia Constitucional 146/2006-R de 6 de febrero, refiere
que el Tribunal de Sentencia habría incumplido la obligación de motivar la Sentencia,
en contradicción a la doctrina legal aplicable establecida por Auto Supremo 724 de
26 de noviembre de 2004.

Esta denuncia se sustenta en que el Tribunal de Sentencia, reconoce que pese de


haberse solicitado el examen grafológico, el mismo no se realizó, siendo que no se
llegó a determinar a quién correspondía la escritura y la firma, ni quiénes fueron los
responsables del forjado de los 21 vales observados. La Sentencia de manera
expresa señala que el Tribunal en pleno no tiene certeza de que los documentos
(vales) fueron fabricados por los imputados. Siendo lo más paradójico, que el
Tribunal de Sentencia le absuelve por los delitos de Falsedad Material y Falsedad
Ideológica porque no se demostró que esos documentos sean falsos; pero
contradictoriamente establece su responsabilidad por el delito de Uso de
Instrumento Falsificado, constituyendo esa determinación defecto absoluto de la
Sentencia.

I.1.2. Petitorio

El recurrente solicita, se deje sin efecto el Auto de Vista y se ordene nueva emisión,
ordenado la reposición del juicio por otro Tribunal, conforme la doctrina legal
aplicable señalada.

I.2. Admisión del recurso

Mediante Auto Supremo 291/2013-RA de 19 de noviembre, cursante de fs. 171 a


173, este Tribunal admitió el recurso formulado por el imputado para su análisis de
fondo.

II. ACTUACIONES PROCESALES VINCULADAS AL RECURSO

De la atenta revisión de los antecedentes venidos en casación, se establece lo


siguiente:
II.1. De la Sentencia.

Una vez concluido el debate del juicio oral, el Tribunal Segundo de Sentencia
de Yacuiba del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, dictó Sentencia
condenatoria contra el recurrente, argumentando en lo pertinente, lo
siguiente: i) Respecto al delito de Uso de Instrumento Falsificado, se
establece que fue Carlos Salinas Rodríguez quien recogía combustible del
surtidor Lapach con vales originales de la Sub Prefectura que eran otorgados
por el policía Luis Miranda, que también recibió tres vales falsos en fechas 3,
14 y 24 de febrero de 2008, recogiendo el combustible en persona, mandando
a su hijo Nicolás Iver Salinas Núñez o a sus empleados; ii) La responsabilidad
del uso de los vales falsos solamente es atribuible a Carlos Salinas Rodríguez,
porque es el dueño de un negocio de venta de lubricantes, haciendo el trato
para recibir y cambiar los vales falsos sin ser servidor público; iii) La conducta
de Carlos Salinas es típica, puesto que se subsume a los supuestos de hecho
previstos por el art. 203 del CP, es antijurídica porque no se advierte causas
de justificación, sabiendo del alcance y límites de sus actos, siendo esta
conducta culpable por ser reprochable.

II.2. De la apelación restringida.

El imputado interpuso recurso de apelación restringida (fs. 136 a 137); entre


sus argumentos de relevancia señaló: i) La Sentencia adolece de debida
fundamentación, porque con relación al contenido, se advierte incoherencia
absoluta, puesto que se presentó acusación por los delitos de Falsedad
Ideológica y Material, dictándose Sentencia absolutoria respecto de ambos;
sin embargo, se dicta Sentencia condenatoria por el delito de Uso de
Instrumento Falsificado, sin que se haya demostrado que su persona tuviese
conocimiento de la falsedad de los vales de gasolina; es decir, el dolo, siendo
los fundamentos del Tribunal de Sentencia, el hecho de que su persona sería
el propietario de una tienda, que fue la persona que adquirió los vales y que
recogía combustible con otros vales entregados por el policía Miranda,
argumentos subjetivos que no explican de manera razonable, cuál es la
conducta sancionada; ii) Refiere también, que no se realizó una valoración
integral de la prueba, ya que produjo prueba testifical que evidencia que
adquirió los vales de buena fe, desconociendo que eran falsos; además, con
la solicitud de que los recibos estén a su nombre, se demuestra su buena
fe; iii) Que sólo el estado de certeza absoluta puede fundar una decisión
condenatoria, sin que la duda ni la probabilidad sean suficientes, lo que se
conoce como principio in dubio pro reo. En este caso no se demostró en grado
de certeza, que hubiese tenido conocimiento que los vales eran falsos, siendo
su actuar siempre de buena fe, por lo que ante la duda, debió aplicarse este
principio.
Con estos argumentos, solicitó que el Tribunal de apelación repare la
inobservancia en la aplicación de la ley, dictando Sentencia absolutoria en su
favor.

II.3. Del Auto de Vista impugnado.

Previa radicatoria de la causa, la Sala Penal Segunda del Tribunal


Departamental de Justicia de Tarija, resolvió el fondo del recurso de apelación
restringida, emitiendo el Auto de Vista impugnado, con los siguientes
fundamentos jurídicos:

i.Con relación al primer agravio, se tiene que los razonamientos del


Tribunal de Sentencia son lógicos y sustentan la convicción sobre la
autoría del acusado de la comisión del delito de Uso de Instrumento
Falsificado, siendo motivada su decisión.

ii.Respecto al segundo agravio, conforme se tiene de la Sentencia


impugnada, el Tribunal de Sentencia valoró toda la prueba para llegar
finalmente a la conclusión de su decisorio, siendo además una facultad
privativa del Tribunal sentenciador y no del Tribunal de alzada, que
tiene en el último caso, la labor de verificar que los razonamientos
respondan a la lógica, que exista coherencia en las argumentaciones,
lo que ocurre en la Sentencia apelada conforme se detalla en el punto
IV de dicho fallo.

iii.Sobreel tercer agravio, la circunstancia de que un tribunal, a partir de


la prueba y su valoración, llegue a la convicción de la culpabilidad del
acusado y con ello, a un grado de certeza, no vulnera el principio in
dubio pro reo. En el caso de autos, el Tribunal de Sentencia asevera
que tiene la certeza, más allá de la duda razonable, en la participación
del recurrente, en consecuencia no existe violación a este principio.

Con esos argumentos, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de


Justicia de Tarija, declaró sin lugar el recurso de apelación, confirmando la
Sentencia impugnada en su integridad.

III. VERIFICACIÓN DE LA EXISTENCIA DE CONTRADICCIÓN DEL


PRECEDENTE INVOCADO CON LA RESOLUCIÓN IMPUGNADA

A los fines de resolver la problemática planteada, es necesario identificar la doctrina


legal aplicable establecida en el precedente invocado por la parte recurrente,
efectuar puntualizaciones en el orden doctrinal respecto al delito de uso de
instrumento falsificado para finalmente resolver el caso concreto.

III.1. Del precedente invocado.


Este Tribunal, admitió el presente recurso, abriendo su competencia a fin de verificar
la existencia de contradicción del Auto de Vista impugnado con el precedente
invocado por el recurrente, Auto Supremo 724 de 26 de noviembre de 2004;
constituyendo el contenido del reclamo, que el Tribunal de Sentencia, incumplió su
obligación de motivar la Sentencia, que señaló que se tuvo certeza en que no se
determinó a quién correspondía la escritura y la firma, ni quienes fueron los
responsables del forjado de los vales observados, absolviéndolo por los delitos de
Falsedad Material y Falsedad Ideológica; y contradictoriamente, estableció su
responsabilidad por el delito de Uso de Instrumento Falsificado.

El Auto Supremo invocado, estableció doctrina legal aplicable que versa, por un lado,
sobre el apego al debido proceso en la sustanciación del juicio oral; y, por otro, hizo
hincapié en la debida fundamentación que debe observar toda sentencia, asumiendo
la siguiente doctrina legal: “Que el juicio oral, público y contradictorio conforme
dispone el artículo 1 del Código de Procedimiento Penal, se halla tutelado por las
garantías constitucionales y las normas procesales que son de orden público y de
cumplimiento obligatorio. En su desarrollo las partes asumen el papel protagónico
de someterse a las reglas del debido proceso en igualdad de condiciones. Los
Tribunales de Sentencia o el Juez deben emitir la sentencia fundamentada
consignando todos y cada uno de los hechos debatidos en el juicio, con un análisis
de todas y cada una de las pruebas de cargo y descargo incorporadas legalmente
en el proceso, debiendo la fundamentación ser clara sin contradicción entre la parte
considerativa y la resolutiva, con indicación de las normas sustantivas o adjetivas
que respalden el fallo requisitos que toda sentencia debe contener, constituyendo
su omisión defectos de sentencia insubsanables al tenor del artículo 370 inciso 3) y
5) del Código de Procedimiento Penal, por lo que en esos casos corresponde aplicar
el primer parágrafo del artículo 413 del Código de Procedimiento Penal”.

III.2. Sobre el delito de Uso de instrumento Falsificado.

Antes de considerar la problemática planteada, resulta útil realizar algunas


precisiones respecto al tipo penal de Uso de Instrumento Falsificado; en principio,
este precepto penal, incluido dentro de las normas penales que protegen el bien
jurídico Fe Pública, tiene estrecha relación con los diferentes tipos penales de
falsedad previstos en el capítulo relativo a la “Falsificación de Documentos en
General” del Código Penal, a saber: Falsedad Material, Falsedad Ideológica,
Falsificación de Documento Privado y Falsedad Ideológica en Certificado Médico,
pues el verbo rector del tipo penal es hacer uso de un documento falso, lo que remite
necesariamente a los delitos señalados. Sin embargo, esta remisión no importa,
como condición o elemento configurativo del tipo penal, que previamente se acredite
la autoría del documento falso en cuestión y menos que el autor del delito de Uso
de Instrumento Falsificado sea condenado previamente o al mismo tiempo, como
autor de la falsedad; es decir, del forjado del documento falso o adulterado, pues el
referido precepto normativo penal, está dirigido a castigar precisamente la conducta
de agentes que no han intervenido en la elaboración del documento falso, pero que
hacen uso de él, de ahí que no puede existir, por ejemplo, concurso de los delitos
de falsedad (sea material o ideológica) con el uso de dicho documento, porque a la
conducta del agente que labró el documento, no le alcanza el tipo penal de Uso.
Esto es, porque la condición configurativa del tipo penal de los delitos de falsedad
es el perjuicio, por tanto, el mismo tipo penal ya encierra o cubre la conducta de
utilización del documento falso; al contrario, el tipo penal de Uso de Instrumento
Falsificado está dirigido exclusivamente a la conducta del tercero que no intervino
en el forjado, pero que utilizó un documento falso, teniendo conocimiento que no
era auténtico o verdadero.

Este entendimiento tiene su base legal en el mismo tipo penal del art. 203 del Código
Penal Boliviano que señala: “El que a sabiendas hiciere uso de un documento falso
o adulterado, será sancionado como si fuere autor de la falsedad.” La última idea,
da cuenta de todo lo que hasta ahora se ha dicho, pues claramente la norma
prescribe: “…como si fuere autor de la falsedad”, luego, la propia norma descarta
que el sujeto activo de este tipo penal, sea la misma persona que forjó ese
documento, en conclusión, no se puede sancionar al mismo sujeto, como autor de
un delito de Falsedad y también de Uso.

Sobre la misma temática, el profesor español Francisco Muñoz Conde, comentando


este delito, también previsto en la legislación española con similares características
a la nuestra, señala: “La falsificación de un documento desemboca naturalmente en
su uso. Por eso, si el uso es llevado a cabo por el propio falsificador, es un acto
posterior impune.

El Código castiga el uso llevado a cabo por el no falsificador si es para perjudicar a


otro o si lo presenta en juicio. La primera modalidad se incrimina en razón del
perjuicio económico que puede causarse.” (Derecho Penal Parte Especial, pag. 706).

Este criterio también es asumido por Carlos Creus, que haciendo referencia a la
autoría de falsificación y uso de documento falso refiere lo siguiente: “El principio
general que aquí se ha dado por reconocido, es que el tipo del art. 296 no contempla
la conducta del que falsificó y después usa del documento falsificado; por lo tanto,
se da una situación de concurso aparente: las distintas figuras de falsificación
documental y la de uso de documento falso, se excluyen entre sí cuando están
constituidas por conductas del mismo sujeto”, para finalmente concluir: “Queda,
pues, fuera de discusión, que el autor de falsificación que a la vez usa el documento,
n o puede ser castigado al mismo tiempo por aquella falsificación y por este uso;
únicamente puede serlo por el primer delito” (Falsificación de documentos en
general, pag. 203 y 204)

III.3. Análisis del caso concreto.

Ahora bien, en el presente caso, la denuncia del recurrente se centra en el hecho de


que la Sentencia dictada sería contradictoria, pues lo absolvió por los delitos de
Falsedad Material y Falsedad Ideológica, al no haberse demostrado su autoría en el
forjado de los documentos falsos; empero, lo condenó por el delito de Uso de
Instrumento Falsificado, lo que constituiría en el planteamiento de su recurso una
carencia de fundamentación en la Sentencia por la señalada contradicción.

En ese contexto, de la revisión de la Sentencia 39/2010, dictada por el Tribunal


Segundo de Sentencia de Yacuiba, se tiene que los juzgadores, asumieron como
hechos acreditados: Que Carlos Salinas Rodríguez recogió combustible del surtidor
Lapach con vales originales y falsos correspondientes a la Sub Prefectura de la
Provincia Gran Chaco en fechas 3, 14 y 24 de febrero de 2008, recogiendo en
persona o mandando a su hijo Nicolás Iver Salinas Núñez o a sus empleados, y que
tenía pleno conocimiento de que los vales eran falsos, siendo que se trataba del
dueño de un negocio de venta de lubricantes y no así funcionario de la Sub
Prefectura, haciendo el trato para recibir y cambiar estos vales falsos; para
finalmente subsumir la conducta del imputado en el delito de Uso de Instrumento
Falsificado.

Asimismo, es evidente que el Tribunal de Sentencia no estableció la autoría de los


documentos falsos, pues señaló: “La totalidad del Tribunal no tiene certeza de que
los acusados hubieran sido quienes forjaron los 21 vales falsos, hay duda respecto
a su responsabilidad en la falsedad material…”, por lo que finalmente lo absolvieron
de la comisión de los delitos de Falsedad Material e Ideológica; sin embargo, como
se precisó anteriormente, para la imputación del delito de Uso de Instrumento
Falsificado, basta con que se demuestre el uso del documento falso y el conocimiento
de esa calidad, sin que la falta de demostración de la autoría por la falsedad material,
impida adecuar la conducta del imputado a aquél tipo penal.

En consecuencia, la absolución por los delitos de falsedad en favor del imputado no


implica la concurrencia de falta de fundamentación como señala el recurrente; sin
soslayar que del contenido del Auto de Vista impugnado, se evidencia que el Tribunal
de alzada a tiempo de dar respuesta al mismo agravio planteado en apelación
restringida, verificó que la Sentencia se encontraba debidamente motivada, sin que
el agravio denunciado tenga mérito. Por todo lo referido, este Tribunal concluye
también que el argumento del recurrente carece de sustento, siendo correcta la
decisión del Tribunal de Sentencia que en la resolución de apelación restringida fue
confirmada en su integridad por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental
de Justicia de Tarija; por tanto, no se advierte contradicción alguna entre el Auto de
Vista impugnado con el Auto Supremo 724 de 26 de noviembre de 2004, invocado
como precedente.

En definitiva, al haberse establecido que no existe contradicción en los términos


previstos por el art. 416 del CPP, en estricta aplicación de la ley, corresponde
declarar infundado el recurso de casación sujeto de examen.

POR TANTO
La Sala Penal Segunda del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida
por el art. 42.I.1 de la LOJ y lo previsto por el art. 419 del CPP,
declara INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Carlos Salinas
Rodríguez.

Regístrese, hágase saber y devuélvase.

Firmado

Magistrada Relatora Dra. Maritza Suntura Juaniquina


Magistrado Presidente Dr. Pastor Segundo Mamani Villca
Secretario de Sala Cristhian G. Miranda Dávalos
SALA PENAL SEGUNDA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA DEL
ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA

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