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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN


DEMOCRACIA, PARTICIPACIÓN Y VIOLENCIA

Andrea Lucia Cabrejo Rubiano Cód. 20152155008

El Estado Social de Derecho VS la Política Económica Neoliberal


¿Es Colombia un Estado Social de Derecho?

En su fase inicial los Estados se plantearon bajo la consigna del liberalismo, desde allí afirma
Borda (), preceptos tales como la libertad individual, la desecularización del poder y la propiedad, se
convirtieron en consignas de la democracia igualitaria y en elementos fundamentales de defensa del
aparato político. Sin embargo, como resultado de los diversos cambios y crisis, sociales y políticas,
dados unos años antes pero más fuertemente en la entrada del siglo XX, nacen las múltiples críticas
al Estado de Derecho y su necesidad de superación, planteándose nuevas formas de concebir las
relaciones entre el Estado y la sociedad. De esta forma surge el Estado Social de Derecho, tal lo afirma
Borda (), como la articulación entre los derechos individuales y los derechos colectivos, entendidos
estos últimos como garantías de igualdad social y dignidad humana, que en consideración de Herreño
(), entienden al hombre como un proyecto existencial e inacabado, que debe proporcionársele unos
mínimos para el desarrollo de sus capacidades y potencialidades.
En Colombia, con relación a lo antes mencionado, la Constitución Política de 1991, reconoce
en su artículo 1° la adopción de la forma de Estado Social de Derecho, que además de contar con el
principio de legalidad, tiene una separación de poderes, una supremacía constitucional e incluye la
participación en la conformación, ejercicio y control del poder de los ciudadanos. La constitución, en
este orden de ideas, tiene presente en sus primeros apartados los derechos civiles y políticos y los
derechos sociales fundamentales, estos últimos, bajo el análisis del presente ensayo, lamentablemente
se ven envueltos por los intereses económicos y por las irrupciones paralelas que provocaron la
adopción de orientaciones neoliberales en el país, implantadas tácitamente en las medidas jurídicas.
Esto ha provocado el progresivo desmonte o desvirtualización, casi que a la par de la promulgación,
del Estado Social de Derecho en el país. Es por tal razón que el presente documento se cuestionara
sobre la autodenominación y la legitimidad del Estado Colombiano bajo la pregunta ¿Es Colombia
un Estado Social de Derecho?

Hipótesis
- El estado colombiano por su autodenominación no prima sus esfuerzos en mejorar las
condiciones de vida de la población a la que gobierna, más allá de los intereses económicos
y políticos particulares, pierde su calidad fundante y se convierte en una simple expresión
discursiva carente de significado empírico y disuelta en el proselitismo discursivo.

Objetivo

Del Estado de Derecho al Estado Social de Derecho


Según Borda (), el Estado de Derecho nace en Europa en el siglo XVII y XIX, como respuesta
al despotismo de los Estados Absolutistas, objetando principalmente por la protección del bienestar
individual. Se podría decir, según este autor, que en el Estado de Derecho se da una racionalización
del poder y la idea de derecho, en función de unas máximas de justicia, que apuntan a establecer
relaciones equitativas entre la estructura de gobierno y los gobernados, esto mediante las limitaciones
que sitúan los derechos y las leyes en el ejercicio mismo de poder del aparato político- administrativo.
Para lograr esto, destaca Borda (), se es necesario de: una constitución escrita, como elemento
clarificador y fortalecedor de las relaciones entre el Estado y los individuos. Una separación de
poderes, como garante de las limitaciones que debe tener el poder para no perjudicar por la pérdida
de su control, siendo necesario que el entero orden estatal ejecute bajo lo consignado en la
constitución. Un principio de legalidad, que asegure legitimidad en el accionar bajo la ley, es decir,
en consonancia de lo formal y lo material. Unas garantías a los derechos fundamentales, que preserven
al individuo de las arbitrariedades de la autoridad. La seguridad jurídica y la protección, siendo el
Estado el que asegura el cumplimiento de las normas. En síntesis, así lo afirma el autor:

En el “Estado de Derecho” hay una acumulación de ideas provenientes de muy diversas


fuentes y de distintas épocas: el sometimiento del poder al derecho, el gobierno de la razón,
el gobierno de las leyes y no de los hombres, la obligación del gobernante de proteger el
derecho, la repartición o separación del poder, las libertades de los ciudadanos, los derechos
del hombre y el Estado Constitucional. (Borda,, pág. 74)

Cabe destacar que los derechos aquí planteados adquieren el carácter del positivismo jurídico,
que principalmente beneficia a las clases burguesas (Liscano, 2010), por ser la nueva comunidad en
llegar al poder. Desde allí, se data que crecen las discusiones en torno a lo que dice la ley y lo que en
la realidad se practica, “un positivismo realista que consideró al Derecho como la realidad fáctica del
ser y, un positivismo normativista que consideró al Derecho como una realidad normativa” Landa ().
En este sentido, según Landa (), la reducción del derecho a la ley, como eficacia operativa, reduce las
posibilidades de la misma premisa liberal que sustenta el Estado de Derecho, puesto que entiende de
forma artificial las necesidades de regulación de las relaciones sociales y desemboca en la perdida de
legitimidad en la ley, por la incomprensión de las constantes tensiones sociales.
Con relación a lo anterior y en base al aumento en “el individualismo, la insolidaridad y el
crecimiento de la desigualdad material de los más necesitados, se crearon insatisfacciones y
produjeron en la teoría política deseos de superar el modelo liberal” (Liscano, 2010). Por lo tanto, es
en el siglo XX, que se dan las formulaciones más estructuradas que sitúan y esclarecen la función
social del Estado, modificando las bases individualistas de derecho, poder y defensa, a unas de tipo
comunitario. Es allí cuando se incorporan los derechos de segunda generación o “los derechos
económicos, sociales y culturales” Herreño (), como “la aparición en la escena política de la clase
trabajadora organizada en sindicatos y partidos” Borda(). Es en este punto cuando se transforma la
idea de derecho individual a un derecho social. Este podría definirse como “El Estado que acepta e
incorpora al orden jurídico, a partir de su propia Constitución, derechos sociales fundamentales junto
a los clásicos derechos políticos y civiles, es conocido como Estado social.” Borda (Pág. 86)
A esta forma de acción estatal, afirma Herreño() se le vincula con una connotación positiva,
ya que busca establecer condiciones de vida digna para todos los individuos, desde los principios
constitucionales y sus garantías como derecho. Estos crean una responsabilidad estatal con respecto
a las posibilidades de realización con las que cuentan cada sujeto en una sociedad, y su capacidad de
acceso bienes y servicios.

Colombia y el Estado Social de Derecho en la constitución del 1991


Cabe resaltar que antes de la Asamblea Constituyente del 1991, según Green (1963), Alfonso
López Pumarejo en 1936 intento incorporar políticas orientadas a esclarecer la acción social del
Estado, desde la postura intervencionista del mismo en diversos escenarios, como el educativo o el
económico. Esta reforma constitucional evidencio la primera forma de integración y participación
popular en el proceso político, que recibió gran acogida por su pretensión de igualdad económica a
favor de una democracia más fructífera. Frente al fracaso de estas iniciativas, es posteriormente en
1991, que se reconoce con toda la formalidad jurídica, el establecimiento de un Estado Social de
Derecho.
El contexto de la constituyente se destaca por los crecientes problemas de narcotráfico,
guerrillas y paramilitarismo, en donde esta proclamación jurídica se convierte en la versión más
abarcadora de las exigencias sociales de los sectores más desfavorecidos. Por otra parte, es relevante
traer a colación que la misma proclamación acoge la liberalidad económica característica del Estado
de Derecho, esto implica entender que “la libertad económica constituye la base de la libertad política
y, a través de ella, el ser humano se procura su propio bienestar en un mercado con animo de lucro y
al cual teóricamente hay libre acceso” (Liscano, 2010, pág.17).
Estructuralmente la constitución dota al Estado Social de Derecho con mecanismos de
regulación económica, e impide un modelo económico rígido, que posibilita la acumulación de capital
en pro de las actividades sociales. Sin embargo, las medidas liberales que dotan de independencia a
las instituciones económicas, la prestación de servicios y el comercio internacional; restringen la
acción del estado en la regulación del mercado. Ejemplo de ello lo podemos encontrar en la autonomía
de la Banca Central, Articulo 371:

El Banco de la República ejercerá las funciones de banca central. Estará organizado como
persona jurídica de derecho público, con autonomía administrativa, patrimonial y técnica,
sujeto a un régimen legal propio.

Políticas económicas de corte neoliberal y el debilitamiento del Estado Social de Derecho

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