Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El cortisol y la aldosterona tienen la misma afinidad por el receptor mineralocorticoide del túbulo
distal. Pese a que el cortisol circula en plasma a concentraciones más de 100 veces superiores a las
de la aldosterona, en situaciones normales éste no ejerce acción mineralocorticoide. Ello es así
gracias a la existencia de una enzima: la 11 b-hidroxiesteroide dehidrogenasa, que degrada al cortisol
a su metabolito biológicamente inactivo: la cortisona. Existen situaciones en las que la actividad de la
enzima es deficiente y en ellas el cortisol ejerce una potente acción mineralocorticoide. El
paradigma sería el síndrome de exceso aparente de mineralocorticoide o la ingesta masiva de regaliz.
Sin embargo, existen otras situaciones en las que la actividad de la enzima podría ser deficitaria; entre
ellas están el síndrome de Cushing, algunos modelos de hipertensión animal o incluso algunos
pacientes con hipertensión esencial. De todo ello nos ocuparemos en las siguientes líneas.
161
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 12/04/2018. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited.
REVISIONES
REVISIONES
REVISIONES
f
preparaciones de riñón humano obtenidas por
nefrectomía de paciente con adenocarcinoma
renal y observaron que dicha infusión no modi- 150,00
ficaba la actividad de la 11b-HSD. Además, los
pacientes con SC de origen adrenal, en los cua-
100,00
les los niveles plasmáticos de ACTH son inde-
tectables, presentan también HTA y manifesta-
ciones de tipo mineralocorticoide. Por último, 0,000 4,000 8,000 12,000
una inactivación de la enzima inducida por
e
ACTH per se no podría explicar la HTA relacio-
nada con deficiente actividad de la 11b-HSD,
que se ha publicado en relación a diferentes Fig. 2. Relación entre la eliminación urinaria de cortisol (f)
modelos de hipertensión en humanos y anima- y cortisona (e) en pacientes con síndrome de Cushing.
les de experimentación a los que aludiremos en Cuadrados: origen hipofisario; triángulos: origen adrenal.
Valores expresados en nmol/ 24 h.
los dos siguientes apartados51-54. Nosotros postu-
lamos que los mecanismos de la deficiencia de
11b-HSD observada en el SC dependen de sa-
turación por exceso de sustrato más que de la máxima de cortisona es similar en ambos gru-
cantidad de ACTH. En este sentido hemos ob- pos en tanto que la de cortisol es superior en el
servado (datos no publicados y apoyados por grupo de pacientes, indicando un mecanismo
una beca: FIS 96/0450) cómo entre controles de saturación por exceso de sustrato. En este
sanos existe una estrecha y positiva relación en- sentido, y como era de esperar, no existía sola-
tre eliminación urinaria de cortisol y de cortiso- pamiento entre el rango de variación de F entre
na (fig. 1) y cómo entre los pacientes con SC controles y pacientes (1,16-55,4 nmol/24 h y
dicha relación se ha perdido (fig. 2). El mismo 71,9-332,9 nmol/24 h, respectivamente). Sin em-
fenómeno se observa cuando se analiza la rela- bargo, respecto a E, los respectivos rangos para pa-
ción THE/THF (relación en controles: r = 0,75; cientes y controles fueron de 0,1-12,5 nmol/24 h
p < 0,0001, y en pacientes con SC: r = –0,09; y de 0,3-8,7 nmol/24 h, lo cual implica que
p = NS), que constituye igualmente un método hasta diez pacientes tenían un valor de E infe-
sensible para evaluar la actividad in vivo de la rior al más alto de los controles. Por último, en-
11b-HSD 32. Además, comparando las dos figu- tre los pacientes con SC de origen hipofisario
ras podemos comprobar que la eliminación no hemos observado una relación significativa
entre niveles de ACTH y cociente F/E, al mar-
gen de que en la figura 2 resulta patente que
los tres pacientes con SC de origen adrenal
(triángulos) mantienen una relación F/E similar
75,00
r = 0,70; p < 0,0001
a la de los de origen hipofisario.
Finalmente se nos ocurrió que la mejor manera
50,00 de distinguir si el mecanismo de inactivación
de la 11b-HSD dependía de escaso sustrato era
hacer desaparecer o atenuar el citado mecanis-
f
REVISIONES
REVISIONES
cordón umbilical y de un menor peso al nacer ductasa). Esta deficiencia combinada de 11HSD
en los hijos. y de 5 b-reductasa ya había sido previamente
documentada en el SEAM 78 y tras la toma de
regaliz79.
Papel de la 11 b-hidroxiesteroide Pese a todo lo anterior, una deficiente actividad
dehidrogenasa en la hipertensión esencial de la 11b-HSD difícilmente podría constituir
una explicación etiopatogénica unitaria para una
Experimentos recientes con diferentes modelos enfermedad tan heterogénea como l a H TA
de ratas genéticamente hipertensas han mostra- esencial, y con más motivo cuando las diferen-
do que la actividad de la 11 b-hidroxiesteroide cias obtenidas por Stewart76 se debían, sobre
dehidrogenasa puede desempeñar un papel en todo, a los valores de siete de los 20 pacientes
la HTA. En este sentido, el tratamiento de ratas estudiados.
SHR con inyecciones intraperitoneales de sulfa- Quizá por este motivo un año después Takeda
to de dehidroepiandrosterona consiguió au- et al 80 estudian a un grupo de hipertensos entre
mentar la actividad de la enzima en el riñón en los que a priori sería más fácil encontrar sujetos
un porcentaje que oscilaba entre el 14.% y el con una deficiente actividad de la 11b-HSD,
58.%, al mismo tiempo que conseguía reducir como son los hipertensos con renina baja. Estu-
significativamente la presión arterial y retrasar el diando a 30 sujetos con esta característica y a
desarrollo de HTA53. De la misma forma se ha 20 controles normotensos no encontraron dife-
recogido que la expresión del ARNm renal de la rencias significativas en la eliminación urinaria
11b-HSD en ratas Lyon de la estirpe hipertensiva de F/E o tetrahidroderivados, pero sí una mayor
es ligeramente inferior al de las normotensas y eliminación urinaria de inhibidores endógenos
que tras inyección de cortisona el cociente entre de la enzima. Además dichos autores observa-
la eliminación urinaria de F y E es superior en ron una relación entre la excreción urinaria de
las hipertensas54. Finalmente, en un modelo de estos factores y la natriuresis, y en un segundo
HTA genéticamente sal-sensible como son las subestudio que tras una dieta pobre en sal se
ratas Dahl se ha observado que a las ocho y a reducía la excreción de los citados inhibidores.
las doce semanas se aprecia una disminución Por ello, los citados investigadores sugirieron
de la actividad de la 11 b-HSD y de la expre- que la ingesta de sodio podría modular la acti-
sión de su ARNm en arterias mesentéricas, en vidad de la 11b-HSD a través de una regula-
la estirpe sal-sensible, pero no en la sal-resis- ción por sus inhibidores endógenos, los cuales
tente, así como una mayor excreción urinaria aún no han sido caracterizados. Sin embargo,
de sustancias que se comportan como inhibi- investigadores de dicho grupo han publicado
dores de la enzima, y que dichas diferencias no recientemente otro estudio en el que intentar
se aprecian cuando las ratas tienen cuatro se- explicar cómo una disminución de la activi-
manas de edad73. dad de la 11b-HSD podría provocar hiperten-
En hipertensos esenciales el posible papel etio- sión por un mecanismo ajeno a la retención
patogénico de la 11b-HSD fue sospechado des- salina de sodio y relacionado con el tono vas-
de 1991 por el grupo de Stewart74, 75. Dos años cul ar. Basándose en un estudi o previ o de
más tarde los citados autores76 determinan la otros autores81, en el que se observó que los
actividad de la 11b-HSD mediante medición de glucocorticoides aumentan la expresión del
la vida media de 11-a-H-cortisol y encuentran receptor de la angiotensina II, Hatakemaya et
un descenso significativo de dicha actividad en al 82 han observado que la inhibición por téc-
20 hipertensos esenciales comparados con 19 con- nicas de biología molecular de la 11b-HSD
troles homogeneizados por edad y sexo. Dicha aumenta la expresión de receptores de angio-
diferencia significativa se debía a la existencia tensina II inducida por niveles fisiológicos de
dentro del grupo de hipertensos de siete suje- cortisol.
tos, en los que la vida media del cortisol estaba Por último, no nos gustaría terminar esta revi-
aumentada por encima de la media ± 2 DS de sión sin hacer referencia a un estudio realizado
los controles. a partir de muestras de corazón humano obte-
En 1995, otro grupo de investigadores77 estu- nidas durante cirugía cardíaca o biopsia endo-
dia la actividad de la enzima en un grupo más miocárdica, en el que se aprecia que el RM se
amplio de hipertensos (68 pacientes que se coexpresa en el corazón junto con la 11b-
compararon con 48 controles homogeneiza- HSD 83 y que, por tanto, queda abierta la puer-
dos por edad, sexo y por índice de masa cor- ta para la especulación sobre qué parte de los
poral [IMC]). Los pacientes presentaban una efectos deletéreos de la aldosterona sobre el
eliminación urinaria de THF +alo-THF/THE miocardio podrían no estar mediadas por ella
significativamente mayor que la de los contro- misma, sino por una activación del RM por el
l es, como tambi én l o fue el coci ente al o- cortisol, dependiente de una deficiente activi-
THF/THF (indicativo de la actividad de la 5 b-re- dad de la 11b-HSD.
REVISIONES
Bibliografía 79:480-484.
22. Agarwal AK, Rogerson FM, Mune T, White PC. Gene struc-
1. Brooks RV. Biosynthesis and metabolism of adrenocorticol ture and chromosomal localisation of the human HSDK11
steroids: En: James VHT, ed. The adrenal gland. (1.a ed). gene encoding the kidney (type 2) isozyme of 11 b-hy-
New York: Raven Press, 1979; 67-92. droxysteroid dehydrogenase. Genomics 1995; 29:195-199.
2. Kaplan NM. Hipertensión inducida por cortisol o desoxi- 23. Mune T, Rogerson FM, Nikkila H, Agarwal AK, White PC.
corticosterona. En: Kaplan NM, ed. Hipertensión clínica, Human hypertension caused by mutations in the kidney
(2.a ed). Barcelona: Springer-Verlag Ibérica, 1997; 453- isozyme of 11 b-hydroxysteroid dehydrogenase. Nat Genet
466. 1995; 10:394-399.
3. Krozonowski ZS, Funder JW. Renal mineralocorticoid re- 24. W i l son RC, Krozow ski ZS, Li K. A mutati on i n the
ceptors and hippocampal corticosterone binding species HSD11B2 gene in a family with apparent mineralocorti-
have identical intrinsic steroid specificity. Proc Natl Acad coid excess. J Clin Endocrinol Metab 1995; 80:2.263-
Sci USA 1983; 80:6.056-6.060. 2.266.
4. Arriza JL, Weinberger C, Cerelli G, Glaser TM, Handelin 25. Wilson RC Harbison MD, Krozowski ZS, et al. Several ho-
BL, Housman DE. Cloning of human mineralocorticoid re- mozygous mutations in the gene for of 11 b-hydroxysteroid
ceptor complementary DNA: structural and functional dehydrogenase type 2 in patients with apparent mineralo-
kinship with the glucocorticoid-cepetor. Science 1987; corticoid excess. J Clin Endocrinol Metab 1995;80: 3.145-
237:268-275. 3.150.
5. Wortman W, Toucstone JC, Knapstein P, et al. Metabolism 26. Stewart PM, Krozowski ZS, Gupta A, Milford DV. Hyper-
of 1,2 H-cortisol perfused trough liver in vivo. J Clin Endo- tension in the syndrome of apparent mineralocorticoid ex-
crinol 1971; 33:597-603. cess due to mutation of the 11 b-hydroxysteroid dehydro-
6. Whitworth JA, Stewart PM, Burt D, et al. The kidney is the genase type 2 gene. The Lancet 1996; 347:88-90.
major site of cortisone production in men. J Clin Endocri- 27. Morineau G, Marc JM, Boudi A, et al. Genetic, biochemi-
nol 1989; 31-355. cal and clinical studies of patients with A328V o R213C
7. Mahesh VB, Ulrich F. Metabolism of cortisol and cortisone mutations in the 11ß-HSD2 causing apparent mineralocor-
by various tissues and subcellular particles. J Biol Chem ticoid excess. Hypertension 1999; 34:435-441.
1960; 235:356-361. 28. Werder E, Zachman E, Vollmin JA, et al. Unusual steroid
8. Jenkins JS. The metabolism of cortisol by human extrahepa- excretion in a child with loss renin hypertension. Res Ster
tic tissues. J Endocrinol 1966; 34:51-56. 1974; 6:385-389.
9. Monder C. Heterogeneity of 11 b- hydroxysteroid dehydro- 29. New MI, Levine L, Biglieri EG, et al. Evidence for an uni-
genase in rat tissues. J Steroid Biochem Mol Biol 1991; dentified steroid in a child with apparent mineralocorticoid
41:533-536. hypertension. J Clin Endocrinol Metab 1977; 44:924-933.
10. Donovan SJ. (11 b-hydroxysteroid) dehydrogenase: a link 30. Ulick S, Levine LS, Gunczler P, et al. A syndrome of appa-
between the dysregulation of cortisol metabolism and hy- rent mineralocorticoid excess associated with defects in
pertension. Br J Biomed Science 1999:215-221. the peripheral metabolism of cortisol. J Clin Endocrinol
11. Villar J, Stiefel P, Leal A. Glucocorticoides e hipertensión Metab1979; 49:757-764.
arterial. En: Aranda P, ed. Alteraciones fisiopatolólgicas en el 31. Stewart PM. Mineralocorticoid hypertension. The Lancet
hipertenso. Aplicaciones terapéuticas. Málaga: LELHA, 1999; 353:1.341-1.347.
1993; 71-86. 32. Palermo M, Shackleton CH, Mantero F, Stewart PM. Uri-
12. Funder JW, Pearce PT, Smith R, Smith AI. Mineralocorticoid nary free cortisone and the assessment of 11 b-hydroxyste-
action: target tissue specificity is enzyme, not receptor me- roid dehydrogenase activity in men. Clin Endocrinol (Oxf)
diated. Science 1988; 242:583-585. 1996; 45:605-611.
13. Agarwal AK, Monder C, Eckstein B, White PC. Cloning and 33. Mune T, White PC. Apparent mineralocorticoid excess.
expression of rat cDNA encoding costicosteroid 11 b-hy- Genotype is correlated with biochemical phenotype. Hy-
droxysteroi d dehydrogenase. J Bi ol Chem 1898; 264: pertension 1996; 27:1.193-1.199.
18.939-18.943. 34. Stewart PM, Corrie JET, Shackleton CH, Edwards CWR.
14. Agarwal AK, Tusie-Luna MT, Monder C, White PC. Expres- Syndrome of apparent mineralocorticoid excess: a defect
sion of 11 b-hydroxysteroid dehydrogenase using recombi- in the cortisol-cortisone shuttle. J Clin Invest 1988; 82:640-
nat vaccinia virus. Mol Endocrinol 1990; 4:1.827-1.832. 649.
15. Nikkila H, Tannin GM, New MI, et al. Defects in the 35. Ulick S, Tedde R, Wang JZ. Defective ring A reduction of
HSD11 gene encoding 11 b-hydroxysteroid dehydrogenase cortisol as the major metabolic error in the syndrome of
are not found in patients with apparent mineralocorticoid mineralocorticoid excess. J Clin Endocrinol Metab 1992;
excess or 11-oxoreductase deficiency. J Clin Endocrinol 74:593-599.
Metab 1993; 77:687-691. 36. Ulick S, Tedde R, Mantero F. Pathogenesis of the type II va-
16. Mercer WR, Krozowski ZR. Localisation of an 11 b-hy- riant of the syndrome of apparent mineralocorticoid ex-
droxysteroid dehydrogenase activity to the distal nephron: cess. Clin Endocrinol Metab 1980; 50:786-792.
evidence for the existence of two species of dehydrogenase 37. Stewart PM, Wallace AM, Valentino R, Burt D, Shackleton
in the rat kidney. Endocrinology 1992; 130:540-543. CH, Edwards CRW. Mineralocorticoid activity of liquorice:
17. Naray-Fejes-Toth A, Watlington CO, Fejes-Toth G. 11 b-hy- 11 b-hydroxysteroid dehydrogenase comes of age. Lancet
droxysteroid dehydrogenase activity in the renal target cell 1987; 821-824.
of aldosterone. Endocrinology 1991; 129:17-21. 38. Stewart PM, Wallace AM, Atherdem SM, Shearing C, Ed-
18. Yang K, Yu M. Evidence for distinct isoforms of 11 b-hy- wards CRW. Mineralocorticoid activity of carbenexolone:
droxysteroid dehydrogenase in the ovine liver and kidney. J contrasting effect of carbenexolone and liquorice on 11 b-hy-
Steroid Biochem 1994; 49:245-250. droxysteroid dehydrogenase in man. Clin Sci (Colch) 1990;
19. Agarwal AK, Mune T, Monder C, White PC. NAD+ depen- 78:49-54.
dent isoform of 11 b-hydroxysteroid dehydrogenase: clo- 39. Farese RV, Bilglieri EG, Shackleton CH, Irony I, Gómez-
ning and characterisation of cDNA from sheep kidney. J Fontes R. Liquorice induced hypermineralocorticoidism. N
Bio Chem 1994; 269:25.959-25.962. Engl J Med 1991; 325:1.225-1.227.
20. Albiston AL, Obeyesekere VR, Smith RE, Krozowski ZS. 40. MacKenzie MA, Hoefnagels WHL, Jansen RWMM, et al. J
Cloning and distribution of the human 11-HSD type 2 Clin Endocrinol Metab 1990; 70:1.637-1.643.
enzyme. Mol Cell Endocrinol 1994;105:R11-R17. 41. Giménez J, Stiefel P, Miranda ML, et al. The dispersion
21. Stewart PM, Murry BA, Mason JL. Human kidney 11 b-hy- quotient: a new approach for evaluating the blood pressure
droxysteroid dehydrogenase is a high affinity nicotinamide profile in essential versus Cushion’s syndrome hypertensive
adenine dinucleotide-dependent enzyme and differs from patients. Ann N York Acad Sci 1996; 783:321-323.
the cloned type I isoform. J Clin Endocrinol Metab 1994; 42. Stiefel P, Giménez J, Miranda ML, et al. Description of a
REVISIONES
new quotient that may differentiate blood pressure profiles 63. Barker DJP, Osmond C, Golgings J, Kuh D, Wadsworth
in essential versus Cushing’s syndrome-related hyperten- MEJ. Grouth in utero, blood pressure in childhood and
sion. J Endocrinol Invest 1995; 18:789-795. adult life, and mortality from cardiovascular disease. Br
43. Gaillard RC, Poffet D, Riondel AM, Sauret J. RU 486 inhi- Med J 1989; 298:564-567.
bits peripheral effects of glucocorticoids in humans. J Clin 64. Barker DJP, Bull AR, Simmonds SJ. Osmond C. Fetal and
Endocrinol Metab 1985; 61:1.009-1.011. placental size and risk of hypertension in adult life. Br Med
44. Grunfeld JP, Eldy L, Mora AM, et al. Effects of antiglucocor- J 1990; 301:259-263.
ticoids in glucocorticoid hypertension in the rat. Hyperten- 65. Law CM, Barker DJP, Bull AR, Osmond C. Maternal and fe-
sion 1985; 7:292-299. tal influences on blood pressure. Arch Dis Child 1991;
45. Ulick S, Wang JCZ, Blumenfeld JD, Pickering TG. Cortisol 66:1.291-1.295.
inactivation overload: a mechanism of mineralocorticoid 66. Genser G, Rymark P, Isberg P. Low birthweight and the risk
hypertension in the ectopic adrenocorticotropin syndrome. of hi gh bl ood pressure i n adul thood. Br M ed J 1988;
J Clin Endocrinol Metab 1992; 74:963-967. 296:1.498-1.500.
46. Walker BR, Campbell JC, Fraser R, Stewart PM, Edwards 67. Barker D JP, Gl uckman PD, Godfrey KM , H ardi ng JE,
CR. Mineralocorticoid excess and inhibition of 11 beta-hy- Owens JA, Robinson JS. Fetal nutrition and cardiovascular
droxysteroid dehydrogenase in patients with ectopic ACTH disease in adult life. Lancet 1993; 341:938-941.
syndrome. Clin Endocrinol (Oxf) 1992; 37:483-492. 68. Edwards CRW, Benediktsson R, Lindsay R, Seckl JR. Dys-
47. Ei senschmi d B, H ei l meann P, O el kers W, Rej ai bi R, function of the placental glucocorticoid barrier: a link bet-
Schönshöfer M. 20-Dihydroisomers of cortisol and cortisone ween the foetal environment and adult hypertension? Lan-
in human urine: excretion rates under different physiologi- cet 1993; 341:355-357.
cal conditions. J Clin Chem Biochem 1987; 25:345-349. 69. Seckl JR. Glucocorticoids and small babies. Q J Med 1994;
48. Mountjoy KG, Robbins LS, Mortrud MT, Cone RD. The clo- 87:259-262.
ning o a family off genes that encode the mineralocorticoid 70. Goland RS, Jozak S, Warren WB, Conwell IM, Stark RI,
receptors. Science 1992; 257:1.248-1.251. Tropper PJ. Elevated levels of umbilical cords plasma corti-
49. Noble JM, Walker BR, Campbell JC, Williams BC, Edwards cotropin-releasing hormone in growth-retarded fetuses. J
CRW. Glucocorticoids regulate 11 b-dehydrogenase in rat Clin Endocrinol Metab 1993; 77:1.174-1.179.
vasculature. J Endocrinol 1992; 132(suppl):100. 71. Reinisch JM, Simon NG, Karwo WG, Gandleman R. Prena-
50. Diederich S, Quinkler M, Miller K, Heilmann P, Schö- tal exposure to prednisone in humans and animals retards
neshöfer M, Oelkers W. Human kidney 11 b-hydroxyste- intrauterine growth. Science 1978; 202:436-438.
roid dehydrogenase: regulation by adrenocorticotropin. Eur 72. Lindsay RS, Lindsay RM, Edwards CRW, Seckl JR. Inhibition
J Endocrinol 1996; 134:301-307. of 11 b-hydroxysteroid dehydrogenase in pregnant rats and
51. Walker BR, Stewart PM, Shackleton CH, Padfield PL, Ed- the programming of blood pressure in offspring. Hyperten-
wards CR. Deficient inactivation of cortisol by 11 ß-hy- sion 1996; 27:1.200-1.204.
droxysteroid dehydrogenase in essential hypertension. Clin 73. Takeda Y, Inaba S, Furukawa K, Miyamori I. Renal 11 b-hy-
Endocrinol (Oxf) 1993; 39:221-227. droxysteroid dehydrogenase in genetically salt-sensitive hy-
52. McCalla CO, Nacharaju VL, Muneyyirci-Delale O, Gals- pertensive rats. Hypertension 1998; 32:1.077-1.082.
gow S, Feldman FJ. Placental 11 ß-hydroxysteroid dehydro- 74. Walker PR, Stewart PM, Edwards CRW. 11 b-hydroxyste-
genase activity in normotensive and pre-eclamptic preg- roid dehydrogenase in essential hypertension. J Endocrinol
nancies. Steroids 1998; 63:511-515. 1991; 129:282s.
53. Homma M, Onodera T, Hirabakate M, Oka K, Kanzawa M, 75. Walker PR, Stewart PM, Padfield PL, Edwards CRW. Increa-
Miwa T, Hayashi T. Activation of 11 ß-hydroxysteroid dehy- sed vascular sensitivity to glucocorticoids in essential hy-
drogenase by dehydroepiandrosterone sulphate as an an- pertension: 11 b-hydroxysteroid dehydrogenase deficiency
tihypertensive agent in spontaneously hypertensive rats. J revisited. J Hypertens 1991; 9:1.082-1.083.
Pharm Pharmacol 1998; 50:1.139-1.145. 76. Walker PR, Stewart PM, Shackleton CH, Padfield PL, Ed-
54. Lloyd-MacGilp SA, Nelson SM, Floin M, Lo M, McKinell J, wards CRW. Deficient inactivation of cortisol by 11 b-hy-
Sassard J, Kenyon CJ. 11 b-hydroxysteroid dehydrogenase droxysteroid dehydrogenase in essential hypertension. Clin
and corticosteroid action in Lyon hypertensive rats. Hyper- Endocrinol (Oxf) 1993; 39:221-227.
tension 1999; 34:1.123-1.128. 77. Soro A, Ingram MC, Tonolo G, Glorioso N, Fraser R. Evi-
55. Miossec P, Archambeaud-Mouveroux F, Teissier MP. Inhibi- dence of coexisting changes in 11 b-hydroxysteroid dehy-
tion of steroidogenesis by ketoconazole. Therapeutic uses. drogenase and 5b-reductase activity in subjects with untre-
Ann Endocrinol 1997; 58:494-452. ated essential hypertension. Hypertension 1995; 25:67-70.
56. Seely EW, Williams GH, Graves SW. Markers of sodium 78. Shackleton CHL, Rodríguez J, Arteaga E, López JM, Winter
and volume homeostasis in pregnancy-induced hyperten- JSD. Congenital 11 b-hydroxysteroid dehydrogenase defi-
sion. J Clin Endocrinol Metab 1992; 74:150-156. ciency associated with juvenile hypertension: corticoste-
57. Brown MA. Sodium balance in pregnancy. Fetal Medicine roid metabolite profiles in four patients and their parents.
1989; 1:198-212. Clin Endocrinol (Oxf) 1985; 22:701-712.
58. Wacker J, E-Mistry N, Bauer H, Vecsci P, Stolz W, Bastert G. 79. Latif SA, Conca TJ, Morris DJ. The effects of the liquorice
Mineralocorticoids and mineralocorticoid receptors in mo- derivative glycyrrhetinic acid on hepatic 3a- and 3b-reduc-
nonuclear leukocytes bin patients with pregnancy-induced tase and 5a and 5b-reductase pathways of aldosterone in
hypertension. J Clin Endocrinol Metab 1992; 74:910-913. male rats. Steroids 1990; 55:52-58.
59. Brown RD, Strott CA, Liddle GW. Plasma deoxycorticoste- 80. Takeda Y, Miyamori I, Iki K, et al. Endogenous renal 11 b-hy-
rone in normal and abnormal human pregnancy. J Clin En- droxysteroid dehydrogenase inhibitory factors in patients
docrinol Metab 1972; 35:736-739. with low-renin essential hypertension. Hypertension 1996;
60. Brown MA, Zammit VC, Mitar DM, Whitworth JA. Renin- 27:197-201.
aldosterone relationships in pregnancy-induced hyperten- 81. Sato A, Suzuki H, Murakami M, Nakazato Y, Awaita Y, Sa-
sion. Am J hypertens 1992; 5:366-371. ruta T. Glucocorticoid increases angiotensin II type I recep-
61. Wambach G, Higgins JR. Antimineralocorticoid action of tor and its gene expression. Hypertension 1994; 23:25-30.
progesterone in the rat: correlation of the effect on elec- 82. Hatakeyama H, Inaba S, Miyamori I. 11 b-hydroxysteroid
trolyte excretion and interaction with renal mineralocorti- dehydrogenase in cultured human vascular cells: possible
coid receptors. Endocrinology 1978; 102:1.686-1.693. role in the development of hypertension. Hypertension
62. Walker BR, Williamson PM, Brown MA, Honour JW, Ed- 1999; 33:1.179-1.184.
wards CRW, Whitworth JA. 11 b-hydroxysteroid dehydro- 83. Lombès M, Alfaidy N, Eugene E, Lessana A, Farman N,
genase and its inhibitors in hypertensive pregnancy. Hyper- Bonvalet JP. Prerequisite for cardiac aldosterone action: mi-
tension 1995; 25(part 1):626-630. neralocorticoid receptor and 11 b-hydroxysteroid dehydro-