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¿Qué es filosofía?
martes, 20 de marzo de 2018
15:34
Consideraciones preliminares
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Este es el momento fundacional de la actividad filosófica. Antes de
que el Asombro se manifieste, los objetos (todo lo que puede caer
en la categoría anacrónica de "cosa"), no suponen ninguna novedad.
El Asombro se empieza a manifestar cuando la cotidianidad es
problematizada. Supone una irrupción en la rutina, porque la
convencionalidad empieza a ser objeto de estudio. La realidad es
puesta al escrutinio. Lo obvio empezó de a poco a convertirse en un
problema. Este periodo de Asombro es extenso. Desde los Pre-
socráticos, hasta René Descartes, el Asombro marcará la pauta de la
actividad filosófica. Será Descartes quien, manifestará una nueva
motivación y desencadenará una revolución radical en lo que
concierne al filosofar.ç
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que él está dudando. No podía haber posibilidad para negar el hecho
irrefutable que él dudaba. Y así, si yo dudo es porque estoy
pensando, y en consecuencia, si yo pienso, yo existo. Esta certeza
será la que le permitirá reconstruir toda la filosofía de nuevo, que no
estaba, por cierto, asediada por la relativización recién gracias al
barroco. Lo que nace de Descartes el Sujeto como Objeto de la
reflexión. Pese a que Descartes tuvo que recurrir a Dios para poder
probar la existencia del mundo exterior, en una sucesión lógica poca
convincente fuera de la estricta lógica que propone, Descartes
posibilita la aparición del mundo moderno: Ofrece el giro
antropológico donde el núcleo de toda la atención son los sujetos y
no ya los objetos. Los historiadores de la filosofía han creado una
variedad de clasificaciones que convienen para poder abordar a los
filósofos. Para efectos de esta superficial revisión, lo que sucede con
Descartes es la sustitución del Realismo Aristotélico y la imposición
de un Idealismo. Este último tópico llega a su máxima expresión con
Hegel, siendo Hegel la última consecuencia de Descartes, pese a que
este no fuese idealista. Para Hegel solo se puede probar la idea del
mundo exterior probando primero la idea de sujeto. Estas
conclusiones siguen siendo de un grado de complejidad alta, pero
que son evaluadas como un corpus completo, total, donde todo
recibe su respuesta armoniosa con las otras respuestas. Sin embargo,
Soren Kierkegaard fisura la totalidad de Hegel. En esa enorme
totalidad faltaba el hombre concreto, singular, el hombre sufriente.
Y así advenimos a un nuevo origen de la filosofía.
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acompaña el Por qué de Kierkegaard es de otra naturaleza. Es un por
qué existencia.
Conclusión
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necesariamente esté muerto. Esta máxima de Aristóteles que une la
condición humana al saber es lo que nos define por el mero hecho
de ser humanos: somos humanos porque deseamos saber.
Hay que tener consideraciones respecto a esto. Primero: No es tanto
el hecho de que conozcamos, sino que se recalca el hecho de que no
podemos sino conocer. Estamos inclinado inexorablemente a saber.
Segundo: No todos los conocimientos tienen el mismo valor. Esto
último es vital para poder entender el desglose que haremos para
poder llegar a lo que Aristóteles entiende como sabiduría.
Naturalmente no todos los seres humanos desean el mismo saber y
eso se expresa en esta categoría de saberes que ascienden
dependiendo del valor que tienen asignado. Aristóteles está
interesado en demostrar esto, no definiendo cuál es el máximo
saber, sino que partiendo de la base de los más elementales para
luego justificar el excelso saber.
En este gran despliegue conceptual, los sentidos son importantes
pues los saberes están arraigados a la experimentación que puede
ser datada por medio de los sentidos. También tendrán su
clasificación donde la vista será posicionada por sobre todos los otros
sentidos. Solo aprendemos a partir de la experiencia de lo sensible.
Esta experimentación que constituye el nivel básico, el hecho de
sentir, es un nivel básico en dos sentidos. Es, por una parte, un nivel
simple, pero también elemental, pues de él se posibilitan los otros
modos de conocimiento, pero aún así, por su simpleza y por ser
también un modo de conocimiento compartido por los animales,
Aristóteles juzga que no puede ser el máximo modo de
conocimiento, ni tampoco es el saber que ansían por inclinación
natural los humanos. Ese saber es otro. Lo que más ansían los
hombres en armonía a su naturaleza es la Sabiduría.
¿Qué es la sabiduría? Tenemos una pista: es el máximo conocimiento
posible de experimentar por el ser humano.
Además de la compartir esa actividad, sentir, con los animales, la
justificación profunda para no considerar este primer nivel de modo
de conocimiento como el conocimiento máximo es por la poca
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libertad que ofrece. Estamos, en este nivel, condenados
perpetuamente a estar sintiendo algo para poder hablar de ese algo.
Para entender esto hay que pensar como si no existiesen los otros
niveles y este fuese el único modo de conocimiento. Es así como se
entienden las palabras de Aristóteles cuando juzga a los sentidos
como esclavizantes. El conocimiento de tipo sensorial nos encadena
al objeto y su presencia, de otra forma, el sentido no puede operar
como modo de saber. Debe, y hay, un modo de saber que resuelva
este problema de la percepción.
Lo que Aristóteles posiciona como modo de saber, que por cierto es
posibilitado por los sentidos, es la Memoria o Retentiva. Este modo
de saber rompe las cadenas. La memoria permite que los sentidos
trasciendan y aquella experiencia se constituya de alguna manera en
una carga que portaremos. Sin embargo, los animales también
comparten esta facultad. Pese a que esta es una razón importante
para que la Memoria no sea el saber excelso, también hay razones
más estructurales. Esta modalidad de fijar aquello que percibimos se
expresa de forma espontánea, inorgánica y desorganizada. Se
expresa como una mera colección y por ello no puede postular al
podio del máximo conocimiento.
Sigue así Aristóteles buscando el conocimiento superior y, en este
nivel, sobre la Memoria, se encuentra la EXPERIENCIA (término que
he utilizado anteriormente pero que desde este momento adquiere
nuevo sentido). La "EMPEIRIA" se expresa de alguna manera en la
formación de relaciones causalidad, es una memoria asociativa que
fija orden y estructura. Los animales también comparten este modo
de conocimiento, aunque el universo de animales capaces de esto es
más reducido. Pero, nuevamente, encontramos un problema
estructural que Aristóteles evidencia. La EMPEIRIA es un
conocimiento particular. No tiene vocación de universalidad y esto la
restringe y circunscribe (El ejemplo del chaman y el médico es muy
gráfico en este sentido). En perspectiva: El que solo conoce por
EMPEIRIA solo sabe qué sucede, pero no por qué sucede. Tal
restricción es determinante.
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Sin embargo, la EMPEIRIA supone el último nivel de conocimiento
que nos emparenta con los animales. Aristóteles está en este
momento a punto de ofrecernos la respuesta por el máximo saber,
la sabiduría.
Los modos de conocimiento que le siguen son Teckné y Phronesis.
Para entenderlos es más fácil compararlos. Abordemos primero
ambos conceptos traduciéndolos. Teckné, si es traducido al español,
a secas, significa Técnica (resguardando el sentido aristotélico). Si se
traduce primero al latín, queda como Ars. Ars, traducido al español
es arte. Ambas acepciones: Técnica y Arte son sinónimos para los
efectos del estudio.
Phronesis, por su parte, es traducida al español como prudencia,
mesura. Ambas traducciones son demasiado explícitas para efectos
de explicar qué es la Phronesis como forma máxima de
conocimiento.
Ahora, ambas formas, a diferencia de las formas que le preceden,
tienen manifestación en actos humanos. Tenemos que entender que
desde el sentir a la empeiria hay toda una descripción a nivel
cognoscitiva, esto es, cómo se da el conocimiento. Pero Phronesis y
Teckné,siendo modos de conocimientos, se expresan en actividades.
La Teckné, de este modo, se expresa a través de la Poiesis, su
resultado es Ergon (una obra, desde el sentido más fútil y superficial
hasta los niveles más trascendentales a los cuales pueden llegar las
obras de artes). Expliquemos esto. La Teckné, siendo un modo de
conocimiento excelso, guía la Poiesis, que es la actividad por la cuál
se manifiesta. Finalmente, la Tecnké es un saber-hacer-un-objeto, y
saber hacerlo bien (Digno de ser visto, capaz de ser utilizado con
eficiencia, etcétera). Es un conocimiento práctico.
La Phronesis, en cambio, siendo un modo de conocimiento excelso,
se expresa a través de actividades, a través de la Práxis (esta palabra
es acción, entonces es difícil poder conjugar esta palabra al mismo
modo que como se hizo Tecnké y Poiesis). Son circunstancias en las
cuáles hay que tomar decisiones frente a un evento o frente a tu
forma de actuar genuinamente frente a los demás. Como resultado
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tenemos Energeia, una conducta moral. Cuando se nos presentó el
ejemplo de la abuela siendo asaltada afuera de la facultad, y nos
encarnamos primero en un estudiante débil, incapaz de abatir a los
delincuentes, y de intentar hacerlo, con altas probabilidades de salir
herido, una forma de medir la totalidad de lo que significa Phronesis
es simplemente ver qué decisión se tomaba. La más acorde es este
sentido sería haber tomado distancia, esperar que los delincuentes
se hayan ido, auxiliar a la anciana y llamar a la policía (Podría llamar
mientras ve también los hechos, pero no es determinante porque la
policía aún no se puede teletransportar de un lugar a otro, sí, todas
estas consideraciones hacen a la Phronesis una discusión), porque
esas son por sobre todo LAS ÚNICAS Y VERDADERAS POSIBILIDADES
QUE ÉL TIENE DE ASEGURAR UNA BUENA CONDUCTA Y SU VIDA
(CUIDADO DE SÍ). En cambio, si se trata de un policía armado con
conocimientos en artes marciales, la cosa cambia. Es un funcionario
que tiene como misión evitar y reprimir estos eventos, de partida.
Pero también porque puede enfrentarse con altas probabilidades de
vencer. Estas consideraciones son las que convierten a la Phronesis
en el conocimiento máximo porque representan la mesura y el rango
de acción deliberado, consciente, y que puede ofrecer de forma
genuina y libre un sujeto.
Finalmente, retomando al profesor: las reglas que permiten evaluar
el Ergon a la Energeia son diferentes.
No todo lo técnicamente posible es moralmente admisible.
Esta es la sabiduría según Aristóteles, circunscrita a la versión que da
de ella en La Metafísica.