Sei sulla pagina 1di 2

A CRAZY NIGHT OUT

Una noche salimos, en compañía de mis amigos, a chorro de Quevedo.

Allí comenzamos a beber tequila, de manera incontrolable.

Después uno de mis amigos, se quiso comer el gusano que este licor trae en su interior.

Esto hizo que se enloqueciera a tal punto de gritar sin control y dar giros hasta vomitar.

Decidimos entonces, llevarlo a casa a pie.

En medio del camino comenzó a llorar y a decir cosas irracionales.

Decidimos detenernos un momento, para calmarlo.

De pronto aparecieron varios hombres, los cuales nos abordaron.

De una forma grotesca, nos dijeron que les diéramos nuestras pertenencias.

Muertos de miedo decidimos hacerlo, pero uno de nosotros se aventó sobre ellos.

Entre puños van y puños vienen, uno de nosotros salió herido a causa de una puñalada.

Los ladrones salieron huyendo, y de inmediato, emprendimos rumbo al hospital.

Llegamos a tiempo, y dejamos a nuestro amigo en manos de los médicos.

En la salida del hospital, encontramos a Carlos un viejo amigo.

El muy amablemente, nos ofreció un trago.

Nosotros aceptamos, y consumimos aquel producto.

De repente no recuerdo nada, y al abrir mis ojos veo el sol brillar.

A mi alrededor, todo está verde, solo hay vegetación.

Me levanto, y estoy al sur de Bogotá, emprendo rumbo a mi casa.

Al preguntarle a Carlos, que había pasado, me confiesa, que mezclo el licor que nos había
dado, con una nueva droga, que te hacia perder la memoria y la noción del tiempo.

Me conto lo que había pasado al perder la memoria.


Entre las cosas que hicimos fue beber en una iglesia, nadar en una quebrada, vomitar
como locos y finalmente correr por todo Bogotá sin parar y sin rumbo alguno.

Fue una noche extraña, fue una buena noche, es más… fue una noche loca.

Potrebbero piacerti anche