Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Por la muerte de Jesucristo nosotros hemos sido perdonados del pecado original.
10 mandamientos
Tipos de pecado:
Pecado mortal; es un pecado que mata el alma, tres requisitos para que un pecado sea
mortal (materia grave, tener pleno conocimiento de que es malo, ser completamente
libre cuando lo haces.)
Pecado venial
El demonio y el pecado
TESTIGOS DE JEHOVA
¿Qué es el pecado?
00:00
04:14
Descargar
Opciones de descarga de grabaciones de audio
MP3
Si el pecado no ofendiera a Dios sería porque Dios no nos quiere. Si Dios nos
ama, es lógico que le «duela» mi falta de amor. Lo mismo que le agradaría mi
amor, le desagrada mi desprecio: hablo de un modo antropológico.
No es que el hombre haga daño a Dios. Pero a Dios le «duele» mi falta de amor.
Es un misterio cómo el pecado del hombre puede afectar a Dios. Pero el hecho de
que el pecado afecta a Dios es un dato bíblico5.
La Biblia expresa la ofensa a Dios del pecado con la imagen del adulterio6.
Por eso, puede haber pecado sin transgresión material de la ley si existe el NO a
Dios en la intención; mientras que puede haber transgresión de la ley sin pecado,
si no se ha dado el NO a Dios voluntariamente.
El pecado no es algo que nos cae inesperadamente, como un rayo en medio del
campo. El pecado se va fraguando, poco a poco, dentro de nosotros mismos13.
Las repetidas infidelidades a Dios, los apegos desordenados consentidos, el
irresponsable descuido de las cautelas, van preparando la caída.
»Concebirle como el Valor Supremo hacia el cual se orientan todas las tendencias,
y en función del cual se jerarquizan las múltiples elecciones de cada día»14.
La opción fundamental es una decisión libre, que brota del núcleo central de la
persona, una elección plena a favor o en contra de Dios, que condiciona los actos
subsiguientes, y es de tal densidad que abarca la totalidad de la persona, dando
sentido y orientación a su vida entera.
«Es claro que las actitudes determinan nuestro comportamiento moral de forma
positiva o negativa»15.
Evidentemente que en el hombre tienen más valor las actitudes que los actos. Hay
«actos que expresan más bien la periferia del ser y no el ser mismo del hombre.
»Se ve claramente que, aunque la actitud sea lo que define auténticamente al ser
moral del hombre, los actos tienen también su importancia, porque, repetidos,
conscientes y libres van camino de convertirse en actitud»16.
Incluso podemos decir que hay actos de tal trascendencia que, si se realizan
responsablemente y sin atenuantes posibles, son el exponente de una actitud
interna17.
No hace falta que el acto se repita para que sea considerado grave18. Por ejemplo:
un adulterio o un crimen planeado a sangre fría, con advertencia plena de la
responsabilidad que se contrae, buscando el modo de superar todas las
dificultades, y sin detenerse ante las consecuencias con tal de conseguir su deseo,
¿qué duda cabe que compromete la actitud moral del hombre?
Algunos opinan que al final de la vida, Dios dará a todos la oportunidad de pedir
perdón de sus pecados; pero esta posibilidad de la opción final no tiene ningún
fundamento en la Biblia24. Por eso es rechazada por teólogos de categoría
internacional como Ratzinger, Rahner, Pozo, Alfaro, Ruiz de la Peña, etc.
Jesucristo condena al infierno a los que dejaron de hacer el bien: «Lo que con
éstos no hicisteis»26. A veces hay obligación de hacer el bien, y el no hacerlo es
pecado de omisión.
«Se equivocan los cristianos, que pretextando que no tenemos aquí ciudad
permanente, pues buscamos la futura, consideran que pueden descuidar las
tareas temporales, sin darse cuenta que la propia fe es un motivo que les obliga a
un más perfecto cumplimiento de todas ellas, según la vocación personal de cada
uno.
Pero no es menos grave el error de quienes, por el contrario, piensan que pueden
entregarse totalmente a los asuntos temporales, como si éstos fueran ajenos del
todo a la vida religiosa, pensando que ésta se reduce meramente a ciertos actos
de culto y al cumplimiento de determinadas obligaciones morales.
El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno
de los más graves errores de nuestra época»27.
»Lo cierto es que el pecado de cada uno repercute en cierta manera en los demás.
«Todo pecado es un ultraje a Dios. (...) En un sentido propio y verdadero tan sólo
son pecado los actos que de forma consciente y voluntaria van contra la ley de
Dios. (...) Por eso, precisamente, el hombre es la única creatura que puede ser
pecadora entre los seres que componen la creación visible»29.
¿QUE ES EL PECADO?
(Romanos 5:12) Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y
por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto
todos pecaron.
(Genesis 3:3-6)
3pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: “No comeréis
de él, ni lo tocaréis, para que no muráis”.
6Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y
deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a
su marido, el cual comió al igual que ella. 7Entonces fueron abiertos los ojos
de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos.
—¿Por qué te has enojado y por qué ha decaído tu semblante? 7Si hicieras lo
bueno, ¿no serías enaltecido?; pero si no lo haces, el pecado está a la puerta,
acechando. Con todo, tú lo dominarás.
Cuando sale del corazón es por que ya esta engendrado, y lo que nace puede ser
cualquiera de estos frutos de muerte: ya sea; mentira, codicia, avaricia, idolatría,
maldad, lujuria, adulterio, fornicacion, robo, amargura, desobediencia,
egoísmo, maldicencias,
(Mateo 15:18) 18Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina
al hombre, 19porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios,
los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las
blasfemias.
Pero cual es la puerta del pecado? Una de las principales entradas del pecado es
la vista. Ejemplos:
(Mateo 6:22)22»La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno,
todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo
estará en tinieblas. Así que, si la luz que hay en ti es tinieblas, ¿cuántas no serán
las mismas tinieblas?
(Genesis 3:6) 6Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a
los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió;
(Juan 9:41)—Si fuerais ciegos no tendríais pecado, pero ahora, porque decís:
“Vemos”, vuestro pecado permanece.
(Juan 15:24)24Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha
hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto, y me han odiado a mí y a mi
Padre.
(Mateo 5:27) 27»Oísteis que fue dicho: “No cometerás adulterio”. 28Pero yo
os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con
ella en su corazón.
(Deuteronomio 24:16 )16»Los padres no morirán por los hijos ni los hijos por
los padres; cada uno morirá por su pecado.
(Juan 8:34) De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado,
esclavo es del pecado.
El pecado produce Frutos por medio de la carne: .
(Galatas 5:18) Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lujuria, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, 21envidias, homicidios,
borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas.
( Romanos 6:23) 23porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios
es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
(Galatas 3:21) 22Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la
promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a los creyentes.
(Juan 8:7)El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra
contra ella.
12Todos los que sin la Ley han pecado, sin la Ley también perecerán; y todos
los que bajo la Ley han pecado, por la Ley serán juzgados,
( Romanos 3:9) ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? ¡De ninguna
manera!, pues hemos demostrado que todos, tanto judíos como gentiles, están
bajo el pecado. 10Como está escrito:«No hay justo, ni aun uno; 11no hay quien
entienda,
(Romanos 5:12) 12Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre
y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto
todos pecaron.
(Zacarias 3:9) dice Jehová de los ejércitos, y quitaré en un solo día el pecado de
la tierra.
(Juan 1:29) 29Al siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: «¡Este es
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
(2 Corintios 5:21) 21Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros seamos justicia de Dios en él.
2porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte.
(Romanos 5:20-21 )20La Ley, pues, se introdujo para que el pecado abundara;
pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia, porque así como el
pecado reinó para muerte, así también la gracia reinará por la justicia para vida
eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
(1 Pedro 2:21 )21Para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por
nosotros, dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas. 22Él no cometió
pecado ni se halló engaño en su boca.
(1 Pedro 4:1 )1Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros
también armaos del mismo pensamiento, pues quien ha padecido en la carne,
terminó con el pecado,
(1 Juan 3: 4 )4Todo aquel que comete pecado, infringe también la Ley, pues el
pecado es infracción de la Ley. 5Y sabéis que él apareció para quitar nuestros
pecados, y no hay pecado en él
Por tanto una vez disuelto y quitado el pecado no puede morar mas en nosotros
(Romanos 6:12 )12No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo
que lo obedezcáis en sus apetitos; 13ni tampoco presentéis vuestros miembros
al pecado como instrumentos de iniquidad,
(Romanos 6:18 )18y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
(Romanos 6:22 )22 Pero ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos
siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación y, como fin, la vida
eterna,
(Hebreos 12:1 )1Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan
grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos
asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2puestos
los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra
del trono de Dios.
(Hebreos 10:18 )18pues donde hay remisión de estos, no hay más ofrenda por
el pecado.
(1 Juan 3:8) 8El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca
desde el principio.
(1 Juan 2:1) 1Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Pero si
alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo.
2Él es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros,
sino también por los de todo el mundo.[1]
(Lucas 15:21) “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno
de ser llamado tu hijo”. 22Pero el padre dijo a sus siervos: “Sacad el mejor
vestido y vestidle; y poned un anillo en su dedo y calzado en sus pies.
PECADO QUE NO SE PERDONA Pecar contra el Espíritu de Dios (llamado
pecado de Muerte)
Ejemplo
(Mateo 12:24)—24Pero los fariseos, al oírlo, decían: «Este no echa fuera los
demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios»….Y si yo echo fuera
los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos
serán vuestros jueces. 28Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los
demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios,
(Hechos 5:3-9)—Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieras
al Espíritu Santo y sustrajeras del producto de la venta de la heredad?
4Reteniéndola, ¿no te quedaba a ti?, y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por
qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
5Al oir Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y sobrevino un gran temor sobre
todos los que lo oyeron. 6Entonces se levantaron los jóvenes, lo envolvieron, lo
sacaron y lo sepultaron.
7Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, sin saber lo
que había acontecido. 8Entonces Pedro le dijo:
(Hebreos 2:2) 1Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las
cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2Porque si la palabra dicha
por medio de los ángeles fue firme y toda transgresión y desobediencia recibió
justa retribución, 3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación
tan grande?
(1 Pedro 1:15)15sino, así como aquel que os llamó es santo, sed también
vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, 16porque escrito está: «Sed
santos, porque yo soy santo».
Sobre este trasfondo aparece claro que cada pecado está en relación con
Dios; es apartarse de Dios y su voluntad, y absolutizar bienes creados.
Por ello, la conciencia y la comprensión del pecado sólo puede tener lugar
por el camino de anunciar a Dios y su mensaje de salvación y de despertar
una renovada y profundizada sensibilidad de Dios. Sólo cuando se hace
claro que el pecado está en relación con Dios, se puede también hacer
inteligible que el perdón de los pecados sólo puede venir de Dios.
2. El pecado original
b) "Pero ¿por qué Dios no impidió que el primer hombre pecara?. San
León Magno responde: «La gracia inefable de Cristo nos ha dado
bienes mejores que los que nos quitó la envidia del demonio»109. Y
Santo Tomás de Aquino110: «Nada se opone a que la naturaleza
humana haya sido destinada a un fin más alto después del pecado.
Dios, en efecto, permite que los males se hagan para sacar de ellos
un mayor bien. De ahí las palabras de S. Pablo: Donde abundó el
pecado, sobreabundó la gracia (Rom 5,20). Y el canto del Exultet: Oh
feliz culpa que mereció tal y tan grande Redentor!»" (Catecismo,
412).
saber que hemos salido de las manos de Dios, que somos objeto de
la predilección de la Trinidad Beatísima, que somos hijos de tan gran
Padre. Yo pido a mi Señor que nos decidamos a damos cuenta de
eso, a saborearlo día a día: así obraremos como personas libres. No
lo olvidéis: el que no se sabe hijo de Dios, desconoce su verdad más
íntima, y carece en su actuación del dominio y del señorío propios de
los que aman al Señor por encuna de todas la cosas"113.
Mortal:
Venial
1. Soberbia u Orgullo
Consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que
busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios
(Catecismo Iglesia Católica 1866)
2. La Avaricia
Inclinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones. Es uno
de los pecados capitales, está prohibido por el noveno y décimo
mandamiento. (CIC 2514, 2534)
Virtud a vencer: Generosidad
Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que necesiten.
3. La Lujuria
El deseo desordenado por el placer sexual. Los deseos y actos son
desordenados cuando no se conforman al propósito divino, el cual es
propiciar el amor mutuo de entre los esposos y favorecer la
procreación.
4. La Ira
El sentido emocional de desagrado y, generalmente, antagonismo,
suscitado por un daño real o aparente. La ira puede llegar a ser
pasional cuando las emociones se excitan fuertemente.
5. La Gula
Es el deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la
bebida. Este deseo puede ser pecaminoso de varias formas:
1- Comer o beber muy en exceso de lo que el cuerpo necesita.
2- Cortejar el gusto por cierta clase de comida a sabiendas que va en
detrimento de la salud.
3- Consentir el apetito por comidas o bebidas costosas,
especialmente cuando una dieta lujosa está fuera del alcance
económico
4- Comer o beber vorazmente dándole mas atención a la comida que
a los que nos acompañan.
5- Consumir bebidas alcohólicas hasta el punto de perder control total
de la razón. La intoxicación injustificada que termina en una completa
pérdida de la razón es un pecado mortal.
6. La Envidia
Rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo
desordenado de poseerla. Es uno de los siete pecados capitales. Se
opone al décimo mandamiento. (CIC 2539)
7. La Pereza
Falta culpable de esfuerzo fisico o espiritual; acedia, ociosidad. Es uno
de los pecados capitales. (CIC 1866, 2094, 2733)
La razón de todo esto es que Dios juzga nuestros pecados tal como
los tenemos en la conciencia.
Dice la encíclica:
«La conciencia no está exenta de la posibilidad de error (nº62). El
mal cometido a causa de una ignorancia invencible o de un error de
juicio no culpable puede no ser imputable a la persona que lo hace
(...), pero cuando la conciencia es errónea culpablemente porque el
hombre no trata de buscar la verdad, compromete su dignidad
(nº63).
Los Pastores tienen el deber (...) de exigir que sea respetado siempre
el derecho de los fieles a recibir la doctrina católica en su pureza e
integridad (nº113). Hay verdades y valores morales por los cuales se
debe estar dispuesto a dar incluso la vida (nº94).
__________________
La Iglesia nos enseña que hay tres aspectos que uno debe cuestionarse para
determinar si algo es o no un pecado mortal:
¿Es materia grave?
En otras palabras, ¿es una ofensa seria y directa contra los Mandamientos
de Dios? Una guía práctica para responder esta pregunta la encontramos en los
Diez Mandamientos[2]. Se debe considerar el pecado en sí mismo, pero
también el daño que ha causado (un pecado contra nuestros padres puede
ser mucho más grave que si lo hubiésemos cometido a un extraño), y así
como también el daño causado por el mismo (por ejemplo, robar $20000 a tu
jefe, es mucho más grave que robarte un lápiz del trabajo).
Básicamente, para que un pecado sea considerado como “de materia
grave”, debe ser una gran ofensa a las Leyes de Dios – y por tanto a Dios –
, y que puede además causar mucho daño.
¿Tengo plena consciencia del acto pecaminoso?
Plena consciencia implica saber con certeza que lo que se hace es pecado.
Por ejemplo, si alguien jamás estuvo consciente de que la contracepción (control
artificial de la natalidad) era un pecado y contrario al plan de Dios con respecto
al sexo, esa persona no podría considerarse plenamente culpable (es decir,
merecer una culpa) por dicho pecado. Así es señores, el conocimiento es un
poder que implica una gran responsabilidad, algo que san Pedro conocía
muy bien y nos lo transmitió mucho antes que el tío de Spiderman.
¿El pecado se llevó acabo con pleno consentimiento?
Quiere decir que el acto se realizó libremente luego de una decisión
consciente.Las acciones que son realizadas bajo amenaza o algún tipo de
fuerza (como que nos apunten con un arma en la cabeza, o algo así de
dramático), o acciones que son efectuadas en un momento en que la consciencia
no es plena y hay falta de lucidez (por ejemplo, bajo la influencia de drogas,
alcohol o una situación psicológica particular) pueden limitar el grado de culpa
de la persona. Pero OJO, esto en ningún momento quiere decir que la acción
en sí misma no es un pecado; sino que la persona puede no ser culpable
del todo.
Y así, para que un pecado sea considerado pecado mortal, deben estar
presentes LAS TRES condiciones. En resumen: un pecado es mortal cuando
hay materia grave, y hay pleno conocimiento de su pecaminosidad, y se ha
elegido libremente cometerlo. Si alguna de estas condiciones no se cumple, el
pecado no sería mortal sino venial.
El pecado mortal y el Dios de Amor
Nunca falta quienes tratan de decir que no existe tal cosa como “pecados
mortales”, debido a que Dios es un Dios de Amor, y por tanto perdona todo (algo
que es correcto). Sin embargo, si nos damos cuenta de las tres premisas antes
mencionadas, nos daremos cuenta que no es Dios quien nos “retira” su
Gracia, sino que somos nosotros quienes consciente, libre y
deliberadamente decidimos apartarnos de ella. Para hacerlo más gráfico, al
cometer un pecado mortal, el mensaje es el siguiente:
“Sé que lo que estoy haciendo es una ofensa seria contra Tu ley y que tendrá un
efecto mortal en mi relación contigo, pero no me importa. Voy a hacerlo
libremente de todas maneras.”
… Eso suena a un rechazo bastante GRANDE de Dios, así que el nombre de
“pecado mortal” lo tiene bien merecido.
¿Y el pecado venial?
¿Qué hay de los pecados veniales? ¿No son gran cosa entonces? ¡Claro que sí!
Recordemos que todo pecado es una ofensa a Dios y daña nuestra relación con
El y con los demás. Mientras más pecamos (así sean pecados veniales) más
se debilitará nuestra capacidad de amar y servir a Dios.
Hay que entender que a Dios no le basta con darnos la gracia suficiente para
sobrevivir, sino que quiere darnos todo lo necesario para ser perfectamente
santos
IMPORTANTE
Un pensamiento final para que tengamos en mente: aunque seamos capaces
de observar las acciones de otros y determinar si lo que hacen es de
materia grave (por ejemplo, si escuchamos de alguien que cometió un
asesinato), no podemos determinar el estado de su alma. Tampoco tenemos
idea de hasta qué punto la persona es consciente de su pecado y mucho menos
el grado de libertad con el que lo cometió.
Aunque podamos decir que objetivamente un asesinato es un una grave ofensa
contra Dios, no podemos decir que esa persona sea culpable de pecado mortal,
o que ha sido separada de la gracia de Dios. Confiamos por ello a todos los
pecadores (incluyéndonos a nosotros) a la misericordia de Dios.