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CUADERNOS
de pensamiento político
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CUADERNOS
de pensamiento político
EDITA
FAES: FUNDACIÓN PARA EL ANÁLISIS Y LOS ESTUDIOS SOCIALES
PATRONATO
PRESIDENTE: JOSÉ MARÍA AZNAR
VICEPRESIDENTA: MARÍA DOLORES DE COSPEDAL
VOCALES
ÁNGEL ACEBES JORGE MORAGAS
ESPERANZA AGUIRRE ALEJANDRO MUÑOZ-ALONSO
FRANCISCO ÁLVAREZ-CASCOS EUGENIO NASARRE
CARLOS ARAGONÉS MARCELINO OREJA AGUIRRE
JAVIER ARENAS ANA PALACIO
RAFAEL ARIAS-SALGADO ANA PASTOR
JOSÉ ANTONIO BERMÚDEZ DE CASTRO JOSÉ PEDRO PÉREZ-LLORCA
MIGUEL BOYER MANUEL PIZARRO
JAIME IGNACIO DEL BURGO MARIANO RAJOY
PÍO CABANILLAS ALBERTO RECARTE
PILAR DEL CASTILLO CARLOS ROBLES PIQUER
MIGUEL ÁNGEL CORTÉS JOSÉ MANUEL ROMAY BECCARÍA
LUISA FERNANDA RUDÍ
GABRIEL ELORRIAGA
JAVIER RUPÉREZ
JAVIER FERNÁNDEZ-LASQUETTY
SORAYA SÁENZ DE SANTAMARÍA
MANUEL FRAGA PEDRO SCHWARTZ
GERARDO GALEOTE DANIEL SIRERA
JAIME GARCÍA-LEGAZ ALFREDO TÍMERMANS
LUIS DE GRANDES ISABEL TOCINO
JUAN JOSÉ LUCAS MAURICIO TOLEDANO
JOSÉ MARÍA MARCO BAUDILIO TOMÉ
RODOLFO MARTÍN VILLA FEDERICO TRILLO-FIGUEROA
ANA MATO JUAN VELARDE
ABEL MATUTES ALEJO VIDAL-QUADRAS
PEDRO ANTONIO MARTÍN CELIA VILLALOBOS
JAIME MAYOR OREJA EDUARDO ZAPLANA
MERCEDES DE LA MERCED JAVIER ZARZALEJOS
SECRETARIO GENERAL: JAIME GARCÍA-LEGAZ
DIRECTOR: JAVIER ZARZALEJOS
REDACCIÓN: MIGUEL ÁNGEL QUINTANILLA NAVARRO, JOSÉ MANUEL DE TORRES
Esta revista ha recibido una subvención de la Dirección General del Libro Archivos y Bibliotecas para su difusión en
Bibliotecas, Centros culturales y Universidades de España, para la totalidad de los números editados en el año
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CUADERNOS
de pensamiento político
Julio / Septiembre
27
Índice 2010
7 Nota editorial
11 LUIS DE GUINDOS
La encrucijada de la economía española
33 GERARDO SERRANO ● FRANK CENTRAL
La UE y la crisis del euro
55 ANTONIO MORALES MOYA
Crisis de la identidad española y situación actual del hispanismo
77 MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
Exclusión o integración: una alternativa trágica en la historia española
del siglo XX
95 ÁNGEL RIVERO
La crisis de la socialdemocracia en Europa
115 GUILLERMO GRAÍÑO
La difícil fundamentación de la izquierda: vida, moral y naturaleza
133 JORGE DEL PALACIO
El PSOE y la cuestión nacional
145 EUGENIO NASARRE
La gran ruptura de la educación en Europa
165 MAURICIO ROJAS
España y los retos de la inmigración
189 JOSÉ CANOSA
La lucha por la energía nuclear
RESEÑAS
203 JOSÉ MARÍA MARCO: La democracia en América (Alexis de Tocqueville) Edición crítica de Eduardo Nolla
206 JUAN VELARDE: Las paradojas de la libertad. España, desde la Tercera de ABC (Benigno Pendás)
209 MIRA MILOSEVICH: The Roads to Modernity (Gertrude Himmelfarb)
213 IRENE CORREAS SOSA: Conducta humana y sociedad civil. Introducción a la filosofía política
de M. Oakeshott (F.J. López Atanes)
215 CARMEN ISOLINA EGEA: God Is Back: How the Global Revival of Faith Is Changing the World
(John Micklethwait, Adrian Wooldridge, Joanne J. Myers)
218 ÁLVARO DE LA TORRE: Es la hora. David Cameron (Juan Milián)
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CUADERNOS
de pensamiento político
Presentación
NOTA EDITORIAL
Llevado al terreno del gobierno económico, este policy style naif y al-
ternativo ha bastado para disparar en nuestros socios comunitarios todas
las alertas sobre el destino de España y sobre el suyo propio. Y, en último
término, ha originado un eclipse sin precedentes del control del Gobierno
sobre sus propios actos. El día 12 de mayo de 2010 quedará marcado en
la historia política española como el día que el presidente del Gobierno
anunció que pese a haber cambiado de opinión en todo en apenas unas
horas seguía teniendo razón en todo, puesto que seguía teniendo a su dis-
posición una mayoría parlamentaria que estaba dispuesta a respaldarlo.
Desde ese instante, parece que la consigna ha sido apoyar los actos del
Gobierno mediante el argumento de que Merkel o Cameron hacen lo
mismo, e incluso de manera mucho más radical.
NOTA EDITORIAL
LUIS DE GUINDOS
LA ENCRUCIJADA DE LA ECONOMÍA
ESPAÑOLA
INTRODUCCIÓN
Luis de Guindos es director del Centro PwC/IE del Sector Financiero. Coordinador del libro España:
claves de prosperidad. Gota a Gota, 2010.
*
Agradezco a Gonzalo Figar su colaboración para la elaboración de este artículo. Los errores son
únicamente responsabilidad mía.
un conciso análisis sobre cuáles han sido esos desequilibrios y cómo han
afectado a la economía española en su conjunto.
Los rasgos que mejor definen el origen de la crisis actual son una com-
binación de endeudamiento privado muy elevado, burbuja inmobiliaria y
pérdida de competitividad; como he dicho, todo ello en un entorno de cri-
sis financiera internacional. Estos factores no son independientes, sino que
se desarrollaron entrelazados. Su aparición responde a causas comunes,
como es una política monetaria muy laxa, y seguramente errores de regula-
ción y supervisión. El estallido de la burbuja inmobiliaria tuvo una primera
víctima en los balances bancarios, que eran los principales proveedores de
crédito al sector, y que además contaban con unos activos inmobiliarios in-
flados como garantía. La coincidencia de todos estos factores ha generado
la peor recesión en muchas décadas, pero principalmente ha llevado a que
hayamos perdido cerca del 10% del empleo en el sector privado.
GRÁFICO 1
Endeudamiento de familias y empresas en relación con el PIB
250 Familias
223,6%
Empresas 213,8% 219,2%
199,4% 83,4% 84,0% 85,0%
200
176,5% 79,3%
50
0
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009-II
Según un reciente estudio del Instituto McKinsey, los tres países en los
que el crecimiento de la deuda ha sido más intenso, en el periodo 2000-
2008, han sido Reino Unido, España y Corea del Sur. A partir de aquí, en
el estudio se señalan los sectores y países que deben llevar a cabo un mayor
esfuerzo desde el punto de vista del necesario proceso de desapalanca-
miento, que sólo se ha iniciado marginalmente. Y resulta especialmente
ilustrativo que el país que debe reducir con mayor intensidad su nivel de
deuda es España, incluso por encima de EEUU y el propio Reino Unido,
muy especialmente en el sector de las familias y en el inmobiliario, pero
también el resto de las empresas tanto bancarias como no financieras.
GRÁFICO 2
Evolución de los precios de la vivienda
60
50
40
30
20
10
10
20
30
40
JPN
ALE
AUT
POR
CHE
HOL
GRE
EEUU
ITA
NOR
FIN
AUS
CAN
SUE
DIN
GBR
FRA
IRL
NZL
ESP
Fuente: FMI
3) Pérdida de competitividad
cuenta corriente (ver gráfico 3) llegó a ser del 10% del PIB, y sólo se ha
visto reducido en los dos últimos años por la contracción de la demanda
interna.
GRÁFICO 3
Saldo de la balanza de pagos por cuenta corriente
-3,5%
-4,7%
-5,3%
-6,0%
-7,4%
-9,0%
-9,6%
Saldo Cuenta Corriente (%PIB) -10,0%
Por otro lado, la productividad en España es más reducida que en los pa-
íses desarrollados más avanzados. En España se necesitan más trabajadores
que en otros países para hacer la misma tarea o generar el mismo producto.
Esto pone de relieve un déficit de formación de los españoles. A su vez,
como se puede observar en el gráfico 4, los costes laborales unitarios han
crecido más en España que en la zona euro. Los indicadores mencionados
ponen de relieve lo que constituye un problema de competitividad serio
para la economía española, que se manifiesta en dificultades crecientes para
mantener la cuota de las exportaciones en los mercados internacionales y
en un peso creciente de las importaciones en la demanda agregada.
GRÁFICO 4
Evolución de los costes laborales unitarios en España y en la zona euro
3,5
Coste Laboral Unitario (% de variación interanual)
3,0
2,5
2,0
1,5
1,0
0,5 España
Zona euro
0,0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Fuente: FMI
En primer lugar, desde el inicio de la crisis en España (allá por el año 2008,
por mucho que algunos se empeñen en negarlo), la economía española ha
mostrado su peor cara. El año 2009 fue el peor año económico de la historia
moderna de España. El PIB cayó el año pasado un 3,6%. El pesimismo sobre
la evolución de la economía española está en niveles muy elevados, y la falta
de confianza sobre nuestro futuro económico se refleja en indicadores como
el incremento sin precedentes de la tasa de ahorro de las familias en el ám-
bito doméstico, o en las caídas de la inversión extranjera directa que se reco-
gen en los datos de balanza de pagos, por no hablar ya de las rebajas de rating
a las que se ha visto sometida la deuda pública española.
GRÁFICO 5
Evolución del desempleo en España y crecimiento del PIB en EE.UU., zona euro
y España
0
(%) PIB
-10
Sin embargo, nos faltan todavía unos cuatro puntos del PIB que sólo se
pueden explicar por la desaparición de la burbuja inmobiliaria y el hundimiento
del sector de la construcción. Es bien sabido que los impuestos en su recau-
dación son especialmente elásticos al crecimiento cuando éste se basa, como
ocurrió en España durante bastantes años, en la construcción y en un aumento
de los precios de los activos inmobiliarios. Por ello, no debíamos haber to-
mado como permanentes estos ingresos, y teníamos que haber entrado en la
crisis con un superávit bastante superior. Para ello hubiera bastado que el gasto
público no se hubiera desbordado como lo hizo en el periodo 2004-2007, a
pesar del espejismo del superávit de las cuentas públicas.
GRÁFICO 7
Evolución de la deuda pública en España
40 36,2%
30
20
10
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Sin embargo, como era previsible, un crecimiento del crédito tan des-
orbitado como el que se ha producido en la economía española durante los
últimos años y una concentración del riesgo tan abultada en el negocio in-
mobiliario han producido importantes daños en el sistema financiero. Los
principales problemas a los que se enfrenta el sector financiero hoy en día
son cuatro:
Evitar lo primero estaba previsto en las reglas del euro, a través del Pacto
de Estabilidad y Crecimiento, que Grecia violó de forma continuada. Im-
pedir lo segundo se dejaba al esfuerzo reformista de los países miembros,
mediante políticas de oferta dirigidas a impulsar la productividad y mode-
rar la evolución de los costes.
Con un déficit claramente por encima del 10% este año, y sin expecta-
tivas de reducirlo significativamente en los próximos ejercicios, y un ratio
de deuda pública/PIB del 120%, no resultó nada extraña la prevención de
los mercados con respecto a la situación griega. El estallido del caso griego
llevó a que el diferencial del bono heleno frente al germano escalara por en-
cima de los 2,5 puntos porcentuales. Implícito en este diferencial se en-
cuentra no sólo la consideración del mayor riesgo de crédito del propio
emisor, el Tesoro griego en este caso, sino que de alguna forma se incor-
pora una prima ante la posibilidad de abandono del euro.
Los números del plan de ajuste fiscal griego resultan cuando menos in-
quietantes. De acuerdo con sus cifras, el ratio deuda pública/PIB llegará al
150% del PIB en 2013 desde el 120% actual, como consecuencia de los dé-
ficit públicos acumulados y de la propia contracción del PIB nominal que
se producirá en los próximos años. Si suponemos un coste medio de la
deuda del 5%, que es una hipótesis conservadora, el Tesoro griego estaría
pagando el 7,5% de su PIB a sus acreedores, que en un 80% son extranje-
ros. De esta forma, en tres años Grecia estaría transfiriendo a sus presta-
mistas extranjeros el 6% de su PIB por intereses de la deuda, lo que supone
casi un quinto del total de sus ingresos tributarios. Visto de otra forma,
Grecia en 2013 deberá alcanzar un superávit primario del 4,5% del PIB
para que su déficit total no exceda del 3%, lo cual supone un ajuste fiscal
sin precedentes, con un impacto social muy profundo.
PALABRAS CLAVE
Economía española • Economía europea • Mercado laboral • Presupuesto y gasto público
RESUMEN ABSTRACT
España sufre desde hace más de dos años Spain has been undergoing a deep crisis
una profunda crisis. No se puede postergar for over two years. The time to make
más la toma de decisiones profundas para profound decisions to strengthen the
impulsar la maltrecha economía nacional. En ailing national economy cannot be put off
este artículo se realiza un análisis sobre cuá- any longer. This article analyzes the main
les son las principales debilidades de la eco- weaknesses of the Spanish economy, and
nomía española, y qué consecuencias se han what consequences have derived from
derivado de ellas. Se repasa también la actual them. It also reviews the current crisis in
crisis de Grecia y de la eurozona en su con- Greece and the Eurozone, to asses how
junto, para ver en qué medida impacta en Es- much impact it may have in Spain. Finally,
paña. Por último, se hacen una serie de re- a series of recommendations that the
comendaciones que el autor considera author finds inevitable to overcome the
ineludibles para superar la crisis y revitalizar crisis and revitalize our economy are put
nuestra economía. forward.
1
El ministro Schauble es un veterano experto en temas europeos. Su aportación más sobre-
saliente fue el documento Schauble-Lamers, publicado en 1994 y revisado en 1999. Propuso
un núcleo duro de la UE con Alemania, Francia, Benelux. Este núcleo duro debía acelerar su
integración (coordinación) en política monetaria, fiscal, industrial y social. Esta noción es la
base de la fórmula de los grupos pioneros formulada por Chirac, Delors y Fischer en 2000, y
Chirac y Schroeder en diciembre de 2003. El círculo más estrecho está compuesto por Esta-
dos miembro que cooperan entre sí. La separación entre el núcleo duro de países y el resto
de Estados miembro es permanente.
Cuatro serían las grandes causas que explicarían por qué la Unión afronta
la peor crisis de su historia en una situación de particular debilidad:
2
Ana Palacio se refiere a este fenómeno en un reciente artículo titulado “Decision Time”, pu-
blicado en The American Interest, July/August, 2010.
Según el periodista francés Dumahel “el nacimiento del euro está ba-
sado sobre una ficción, puesto que junto a la moneda única coexisten va-
rios sistemas fiscales, presupuestos nacionales y políticas económicas
contradictorias entre sí. El nacimiento del euro se basó en una situación
ambigua, por la cual Francia defendía, al menos retóricamente, la ejecu-
ción de una disciplina presupuestaria en el ámbito europeo que no era
capaz de trasladar a sus propios presupuestos nacionales y Alemania re-
chazaba cualquier idea de un gobierno económico europeo que pudiera
alterar su política fiscal”.
cado Interior3, los grandes comenzaron a plantear cada vez más resistencia
a la realización y profundización del Mercado Interior.
3
El profesor Monti ha abordado estas cuestiones en su informe “Una nueva estrategia para el
mercado único”, presentado al presidente de la Comisión Europea el 9 de mayo de 2010, al
que dará continuidad la Comisión con una Comunicación antes del verano de 2010.
han sido también factores adicionales que hacen que Alemania adopte un
enfoque más cauto hacia la Unión Europea.
la dimisión del Gobierno holandés y del jefe del Estado alemán. Es inte-
resante aquí hacer una referencia al editorial de 9 de junio del Financial
Times que analizaba el reciente paquete de austeridad alemán desde esta
perspectiva: “[…] Los alemanes están contrariados por el déficit y el res-
cate de Grecia. Tampoco les gusta la campaña de Afganistán”. La medida
de reducción de tropas del paquete de austeridad supone una sospecha
ante cualquier acción militar.
Las reformas de los Tratados para adecuar las instituciones a las nuevas
ampliaciones comenzaron con el Tratado de Ámsterdam de 1997 y debieron
finalizar con el Tratado de Niza en 2000, pero el ejercicio se prolongó hasta
diciembre de 2008 con la adopción del Tratado de Lisboa. El largo y penoso
proceso de ratificación del Tratado de Lisboa tras tres referéndums negativos
(el francés y el de los Países Bajos al Tratado Constitucional en 2005 y el de
la República de Irlanda al Tratado de Lisboa en 2008), produjo una desafec-
ción de los ciudadanos respecto a la Unión. No sólo eso, sino que en muchas
ocasiones los responsables políticos utilizan a la Unión Europea como chivo
expiatorio cuando tienen que introducir medidas impopulares. No es de ex-
trañar que la participación en las elecciones europeas de junio de 2009 fuera
del 43%, la más baja desde 1979, fecha de las primeras elecciones europeas.
La crisis que vive la Unión Europea no es sólo una crisis económica, sino que
sobre todo es una crisis de valores y una crisis de liderazgo. La crisis de va-
lores tiene numerosas variantes y ha sido brillantemente expuesta en las
obras de Marcello Pera, Nicolas Baverez o Jean Sévillia o en las conferencias
de Jaime Mayor Oreja.
De esta forma, la estimación oficial del déficit para 2009 pasó del 3,7%
del PIB inicial al 12,5% del PIB.
Con ocasión del Consejo Europeo del 25 y 26 de marzo de 2010, los Es-
tados de la zona euro confirmaron de nuevo su “voluntad de actuar de
forma coordinada para salvaguardar la estabilidad de la zona euro” y acor-
daron poner en marcha un esquema de ayuda a Grecia con financiación
mayoritariamente europea y una aportación del Fondo Monetaro Interna-
cional (FMI) sin concretar cantidades. Los Estados miembro de la zona
euro estaban dispuestos a contribuir con préstamos bilaterales coordinados.
El procedimiento a seguir debería ser el siguiente: Grecia debía solicitar la
activación del mecanismo de financiación; los Estados miembro del euro
decidirán por unanimidad dicha activación previo examen de los informes
del Banco Central y de la Comisión. La Comisión debería entonces reci-
La cumbre del euro vino precedida por una carta conjunta de Merkel
y de Sarkozy. El texto destacaba que “la moneda común es responsabili-
dad conjunta de todos los Estados euro”. Ambos Estados miembro defen-
dían también el reforzamiento de la gobernanza económica.
b) Una intervención del BCE sobre los mercados para hacer bajar el in-
terés de la deuda soberana. El artículo 123 del TFUE (Tratado Fundacio-
nal de la Unión Europea) prohíbe que el BCE o los bancos centrales
compren directamente deuda pública a los Estados miembro, pero nada
impide que se compre deuda en el mercado secundario. Tras la decisión del
ECOFIN, el BCE deberá garantizar la estabilidad de los precios de la
deuda soberna de los miembros de la zona euro, además de asegurar la es-
tabilidad de los tipos de interés y el tipo de cambio del euro. Nutriéndose
de las reservas del SEBC (Sistema Europeo de Bancos Centrales), el BCE
podrá comprar deuda pública y privada de los Estados frágiles, lo que su-
pone una quiebra de la función original del Banco Central Europeo.
4
Este esquema respetaría el artículo 122 del TFUE que destaca que: “en caso de dificultades
o en caso de serio riesgo de dificultades graves en un Estado miembro ocasionadas por ca-
tástrofes naturales o acontecimientos excepcionales que dicho Estado no pudiera controlar, el
Consejo, a propuesta de la Comisión, podrá otorgar en determinadas condiciones, una ayuda
financiera de la UE”.
5 Consejo Europeo de marzo de 2010: “pide al presidente del Consejo Europeo que establezca,
en cooperación con la Comisión, un grupo de trabajo con representantes de los Estados miem-
bro, la presidencia rotatoria y el BCE, que presente al Consejo, antes de que acabe el pre-
sente año, las medidas que se necesitan para alcanzar el objetivo de un marco mejorado de
resolución de la crisis y una mejor disciplina presupuestaria, explorando todas las opciones
para reforzar el marco jurídico”. Durante la segunda reunión de este grupo de trabajo se aceptó
el principio de un cierto control ex ante de los presupuestos nacionales por parte de los mi-
nistros y la introducción de un sistema de sanciones que penalice no sólo la violación del um-
bral del 3% del déficit sino cualquier deterioro rápido de las finanzas públicas de un Estado
miembro. El grupo de trabajo estudiará también las diferencias de competitividad entre los Es-
tados miembro.
6
El Bild tiene una tirada diaria de 3,4 millones de ejemplares.
Según el diario Cinco Días, “en Berlín se ha instaurado una total des-
confianza sobre la Comisión Europea a la que se considera responsable de
la falta de control sobre la veracidad de las cuentas griegas, por lo que exis-
ten muchas reticencias a adoptar cualquier solución que suponga un au-
mento de competencias de las instituciones de la Unión para completar el
gobierno económico de la zona euro. Con el fin de gestionar la crisis de la
deuda sin transferir nuevas competencias a Bruselas, Merkel planteó la re-
forma de los tratados, sugerencia que fue rechazada de forma abrupta por
Barroso ante la prensa alemana”.
80, en la que existía el marco alemán y los europeos no tenían más reme-
dio que adecuar sus políticas al Bundesbank.
La mayoría de los grandes Estados del euro (España, Italia) son más
proclives a las tesis francesas que a las tesis alemanas. La prensa ha reco-
gido recientemente que parece existir un inicio de flexibilidad en la pos-
tura alemana ante la institucionalización de las cumbres del euro a cambio
de obtener contrapartidas en términos de un refuerzo de la disciplina pre-
supuestaria y de otorgar un papel más importante al Banco Central Eu-
ropeo en la vigilancia de las finanzas públicas, aunque Francia sería
partidaria de que esa labor de supervisión fuera realizada por una entidad
Por otra parte, llama la atención que el principal instrumento aprobado por
el ECOFIN a principios de mayo sea de naturaleza intergubernamental y
ajeno al Tratado. Se ha abortado la creación de un Fondo Monetario Euro-
peo apostando por un mecanismo temporal y más flexible de estabilización.
Tampoco está claro cuáles son los requisitos exigidos para poder bene-
ficiarse de las medidas adoptadas por el ECOFIN, que parecen regirse por
criterios políticos, al no existir reglas claras vinculantes y automáticas, ni
mecanismo de alerta o mecanismo de sanciones.
PALABRAS CLAVE
Unión Europea • Economía europea • Europa
RESUMEN ABSTRACT
La Unión Europea afronta actualmente la The European Union currently faces the
peor crisis de su historia: la pérdida de cre- worst crisis of its history: the loss of
dibilidad económica tras la reforma del economic credibility after the reform of the
Pacto de Estabilidad, el cambio de enfoque Stability Pact, Germany’s change of
de Alemania con respecto a la UE, la dé- approach regarding the EU, the lost
cada perdida (1997-2008) en la reforma decade (1997-2008) concerning the
de la economía, y la aparición de la crisis reform of the economy; and the
de valores que impregna de relativismo appearance of a crisis of values which
muchos aspectos de la política europea. Si pervades with relativism many aspects of
a todo ello sumamos la crisis del euro de European politics. If we add the euro crisis
mayo de 2010 y las continuas perturba- of May 2010 to all the abovementioned
ciones en los mercados financieros euro- and the constant turmoil in the European
peos, el panorama resulta desalentador, y financial markets, the outlook seems
más si tenemos en cuenta las distintas vi- grim, much more if we take into account
siones que Francia y Alemania mantienen the differing stances regarding the political
en la gestión política de la crisis finan- management of financial crises held by
ciera. Al final, paradójicamente, y como France and Germany. In the end,
consecuencia de la crisis, el Tratado de Lis- paradoxically and as a result of the crisis,
boa ha dado paso a un nuevo “intergu- the Treaty of Lisbon has opened the way
bernamentalismo” contrario al espíritu que to a new “intergovernmentalism”
lo impulsó. opposing the spirit which initially drove it.
-I-
1
Cfr. sobre estos conceptos, especialmente, A. Niño: Cultura y diplomacia: los hispanistas fran-
ceses y España. 1875-1931, C.S.I.C.-Casa de Velázquez. Madrid, 1988, pp. 4 y ss.
2
“Hispanolimpio: coloremos el origen de hispanismo e hispanista”, Boletín Asociación Interna-
cional de Hispanistas, 10/03, p. 26.
3
La referencia más antigua del término la ha encontrado A. Niño en Morel-Fatio, quien se aplica
a sí mismo el término en un artículo publicado en 1879.
4
Cfr. J. Gutiérrez Cuadrado: “El hispanismo lingüístico”, Ínsula, N° 725 (mayo 2007), pp. 4-9.
5
Ibid., p. 25.
6
R. Altamira: “Hispanólogos e hispanófilos” en Escritos patrióticos, Obras Completas, XI, Com-
pañía Ibero-Americana Publicaciones S.A. Madrid, 1929, pp. 47-54. El artículo está fechado en
1896.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
7
Lía Schwartz: “De hispanismos, los siglos XVI y XVII y el olvido de la historia” en Ciberletras, re-
vista de crítica literaria y cultura, http://www.lehman.cuny.edu/ciberletras/v06/liaschwartz.html
8
Cfr. J. Gutiérrez Cuadrado: “Hispanolimpio….” p. 17.
9
Cfr. J. Álvarez Barrientos (editor): “El hispanismo que viene”, Arbor, 664 (2001), pp. IX-XI.
10
J. R. Resina: “Hispanism and its discontents”, Siglo XX/20th Century 14.1–2 (1996): 85-135.
11
E. Subirats: “Siete tesis contra el hispanismo”, Revista de Humanidades,, Tecnológico de Mon-
terrey, 017 (2004), pp.149-166.
12
Op. cit.
13
E. Sáenz: “La Edad Media vista por los historiadores franceses”, Arbor, 400 (abril 1979), p. 13.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
En fin, con humor emocionado, ha definido Mario Vargas Llosa a los his-
panistas, cuya efusiva entrega remite al excitante carácter de su objeto: “Creo
que el profesor Pierce fue el primero que conocí de esa bienaventurada es-
tirpe –secta internacional, mafia o masonería– esparcida por todos los rin-
cones del globo que tienen como razón de ser en la vida contagiar a los
mortales de otras geografías la pasión que sus miembros profesan por la len-
gua de Cervantes y las literaturas que ella ha gestado en España y América,
los hispanistas. Son muchísimos y están en todas partes, de Japón a Mada-
gascar y de Johannesburgo a Helsinki. Constituyen una curiosa humanidad
(…) incluso extravagante, pero, también, generosísima, una punta de lanza
de la propagación de nuestra cultura más allá de sus fronteras lingüísticas.
Nadie ha hecho tanto como ellos para desprovincianizar el español y con-
vertirlo en ciudadano del mundo, metiéndolo por puertas y ventanas en casas
ajenas. Semejante empresa requiere algo más intenso y motivado que la en-
señanza de un idioma. Es decir, no sólo profesores sino apóstoles, cruzados,
fanáticos, agitadores mesiánicos o astutos maquiavelos convencidos de que
ese fin sí justifica todos los medios. Muchos son eso y todavía más”16. Otras
pertinentes razones se han alegado: así se invoca casi siempre el subdesa-
rrollo cultural, político y económico del país. En términos de Nicolás Sán-
chez Albornoz, el hispanismo nace de una asimetría, de una desigual relación
entre esferas culturales: “frente a unas universidades europeas boyantes, las
antiguas españolas se caracterizaban en efecto por una enseñanza profesio-
14
I. Robertson: Los curiosos impertinentes: viajeros ingleses por España (1760-1885), Editora Na-
cional, Madrid, 1976, p. 15.
15
H. Havelock Ellis: El alma de España, Casa Editorial Araluce, 8ª edición, Barcelona, 1928, p.15.
16
M. Vargas Llosa: El País, 4-11-1992.
nal rutinaria, sin investigación salvo casos heroicos”17; Antonio Niño invoca
“la debilidad científica interna o [el] carácter expansivo de la ciencia en otros
países [coincidente] cronológicamente con la pérdida de importancia de Es-
paña dentro del grupo de naciones que crean y difunden el conocimiento. El
hispanismo comenzó a poner en valor los tesoros de nuestro patrimonio his-
tórico al mismo tiempo que los capitales e inversiones extranjeras ponían en
explotación los recursos naturales del país”18. Y Francisco Ayala afirma con
amargura que oscurece los matices, “la extravagancia de nuestro carácter, lo
que da origen a [una] peculiar y desviada manera de relacionarse con el ex-
terior. Nos movemos al margen descompasadamente. Ocupamos una posi-
ción excéntrica”. Lo explica, por cuanto “a partir de la gran crisis del
Renacimiento, el inmenso cuerpo histórico de la cultura hispana ha vivido
privado de la iniciativa y validez que presta el poderío político y se ha visto
obligado a gravitar, extravagando, sobre otros núcleos de cultura superior, si
no en calidad, en eficiencia y práctica”. En definitiva, recordemos aquí las
críticas al canon clásico del hispanismo, “nuestra extravagancia, el sinsentido
de nuestra realidad para los ajenos, se concreta en una deformación carica-
turesca, polarizada, según el sentimiento que domina el complejo emocional
en dos direcciones fundamentales: la que se complace en el tipismo y la que
se horroriza con la leyenda negra”19.
17
N. Sánchez Albornoz: “Apunte sobre el hispanismo”, El hispanismo anglonorteamericano: Apor-
taciones, problemas y perspectivas sobre Historia, Arte y Literatura españolas (siglos XVI-XVIII)
Actas de la I Conferencia Internacional “Hacia un nuevo Humanismo” (CINHU), Córdoba, 9-14 de
septiembre de 1997, p. 178.
18
A. Niño, op. cit., p. XI.
19
F. Ayala: La imagen de España, Alianza Editorial, Madrid 1986, pp. 21-22.
20
Cfr. E. Lamo de Espinosa, “La mirada del otro: la imagen de España en el extranjero”, Infor-
mación Comercial Española, 727 (1993), pp. 9 y ss.
21
Cit. por N. Sánchez Albornoz, op. cit. p. 178.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
No cabe terminar sin recoger las consideraciones con las que Francisco
Murillo Ferrol avala el papel cumplido por los hispanistas y que no es se-
guro, a nuestro juicio, que, como diremos después, deba considerarse ago-
tado. Por de pronto, en momentos decisivos de la historia española,
parecen revelarse “en su pura desnudez primigenia”, los lineamentos fun-
damentales de grandes conflictos y catástrofes colectivas que posterior-
mente –acaso por el diferente tempo evolutivo en aspectos como el sistema
político, la estructura social y económica o la permanencia de valoraciones
tradicionales– se irá produciendo en Europa. Cita Murillo nuestra presen-
cia bélica en los siglos XVI y XVII; la guerra de Sucesión en el XVIII; el fe-
nómeno napoleónico y la consiguiente intervención británica en la
península; el Congreso de Viena y los cien mil hijos de San Luis; el trono
español y la guerra franco-prusiana; la Semana Trágica y la resonancia con-
tinental del asunto Ferrer Guardia; y la amplísima confrontación que su-
pone nuestra guerra civil, enlazando las dos guerras mundiales.
Recientemente John Elliot apunta que quizás en esta época de incerti-
dumbre en la que parece resquebrajarse la solidez de los Estados naciona-
les, cuestionados desde arriba por la Unión Europea y desde abajo por
entidades regionales, la España autonómica podría anticipar una futura
forma de organización política. Es claro, además, que el hispanismo ha ve-
nido siendo un ingrediente importante, insoslayable de nuestra cultura:
unas veces porque no había españoles que pudieran ocuparse de nuestros
temas o porque las circunstancias políticas y sociales lo impedían23. Por
otra parte, desde que José María Jover señaló, con justeza, la “extrema in-
digencia de nuestra historiografía en planteamientos que desbordan el área
peninsular”, la situación no ha cambiado suficientemente y faltan hispa-
22
J. F. Botrel: “La mirada del hispanista” en La hora del hispanismo, ABC.es cultural (ABC, 2003).
23
F. Murillo Ferrol, “En que se trata de los hispanistas (A Guy Hermet y Edward Malefakis)”, Sis-
tema, 14 (julio 1976), pp. 5-12.
nistas à rebours. No parece, como querría Marichal, que nos hayamos lan-
zado a publicar libros sobre Alemania o Italia, al menos en el ámbito de la
historiografía, poniendo fin a nuestra “tradición narcisista”.
-II-
24
P. Fernández Albaladejo, “Yo también estuve en Arcadia”, en B. Pellistrandi, ed.: La historio-
grafía francesa en el siglo XX y su acogida en España, Madrid, 2002, pp. 325-335.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
25
Cfr. A. Morales Moya, “La recepción de François Furet en España”, en En el espacio público.
Ensayos historiográficos, Editorial Universitaria, Salamanca, 2008, pp. 161-173.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
-III-
26
El término literal de Guerra de la Independencia, al margen de su aparición en proclamas, fo-
lletos, etc., y de su adecuación a la realidad de los acontecimientos, lo encontramos por pri-
mera vez, como título de una obra histórica, en fecha tan temprana como la de 1809, con el
libro del Teniente Coronel Francisco Xavier Cabanes, oficial de Estado Mayor del Ejército de
Cataluña, quien publica en Tarragona su Historia de las operaciones del Ejército de Cataluña en
la Guerra de la Usurpación, o sea de la Independencia de España. Cit. por J. Lainz en su Estu-
dio introductorio a Antonio de Capmany, Centinela contra franceses, Madrid, 2008. Sin contar
con que ya en la primera obra importante sobre la Guerra de la Independencia, la Introducción
para la Historia de la Revolución en España, publicada en Londres –1810– por Álvaro Flórez Es-
trada, se habla expresamente de revolución realizada por un pueblo “para libertarse de un ti-
rano y asegurar su independencia”. Para el uso temprano –1809, 1810 y años siguientes–, cfr.
J. Álvarez Barrientos “‘Revolución española’, ‘Guerra de la Independencia’ y ‘2 de Mayo’”, en
J. Álvarez Barrientos (ed.) La Guerra de la Independencia en la cultura española, Madrid, S.XXI,
2008, págs. 239-267.
27
Citado por J. Varela Suanzes: “Rey, corona y monarquía en los orígenes del constitucionalismo
español: 1808-1814”, REP, 55, pg. 132.
Sirva de ejemplo de lo que nos pasa los debates recientes sobre la lla-
mada Guerra de la Independencia30: ¿fue una guerra de liberación nacio-
nal? ¿Le corresponde, incluso, el nombre de Guerra de la Independencia?
La nación española, ¿surge en Cádiz? ¿Se puede hablar histórica –y ac-
tualmente– de nación española o se trata más bien de un Estado plurina-
cional, en el que se incluyen, más o menos, forzadamente, las verdaderas
naciones? Ricardo García Cárcel ha precisado los factores del proceso des-
mitificador de las concepciones clásicas de tan trascendental aconteci-
miento: fascinación por la representación como objeto histórico en sí
mismo, que convierte la realidad histórica en puro constructo, la radical se-
paración entre Historia Moderna e Historia Contemporánea –todo em-
pieza en 1808– y el peso, la presión política de unos nacionalismos,
interesados en la minimización del Estado-Nación “que han contaminado
el conjunto de nuestra historiografía”. Y Antonio Elorza fija las líneas del
proceso31. En primer lugar, las concepciones de Borja de Riquer32, para
quien hasta Ayacucho (1824) no existió, de hecho, un proyecto real de
“nación española”, sino un proyecto de “imperio” –que es muy diferente–
y de la vinculación político-administrativa de los muy diversos países del
Imperio a la corona. Fue tan sólo tras la pérdida del Imperio americano
28
J. García Añoveros: “La identidad”, El País, 2 de octubre de 1997.
29
Op. cit., pp. 273-284.
30
Un resumen detallado en J. Álvarez Junco, “¿Hacer ciencia o hacer patria?” en Revista de li-
bros, 145, (mayo 2009), pp. 3-8.
31
Cfr. “Despierta España”, La Aventura de la Historia, 86 (diciembre, 2005), pp. 20-29.
32
Cfr., especialmente, “Sobre el lugar de los nacionalismos-regionalismos en la Historia Con-
temporánea española”, en Historia Social, 7 (primavera-verano 1990), esp. pp. 119-120, 125.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
33
Antonio Elorza, “Despierta España”, pp. 20-22.
34
Álvarez Barrientos muestra que Cecilio López no escribió ninguna historia titulada Guerra de
la Independencia, sino dos obras de teatro rotuladas La Guerra de la Independencia, o sea,
Triunfos de la Heroica España contra Francia en Cataluña, redactadas hacia 1814. Art. cit. p.
241.
35
Cfr. sin embargo, la nota 26.
36
J. Álvarez Junco, “La invención de la Guerra de Independencia”, Studia Historica, vol. 12
(1994), pp. 75-99 y Mater Dolorosa. La idea de España en el siglo XIX. Taurus, Madrid, 2001,
esp. pp. 119-149.
37
X. M. Núñez Seixas: “La memoria de la Guerra de la Independencia”, en La Nación en armas,
Madrid, 2008, pp. 385-ss.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
38
Ch. J. Esdaile, España contra Napoleón. Guerrillas, bandoleros y el mito del pueblo en armas
(1808-1814), Edhasa, Barcelona, 2006, p. 336. Para este autor, la lucha de guerrillas fue un
asunto turbio caracterizado por tantos vicios como virtudes, pero ya no se podrá nunca volver
a arrinconar ni a desdeñar al pueblo, tachándole de populacho o canalla.
39
R. Fraser, La maldita guerra de España. Historia social de la Guerra de la Independencia, 1808-
1814, Crítica, Barcelona, 2006.
40
A. Elorza, op. cit.
41
Op. cit. p. 230.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
-IV-
42
J. Fernández Sebastián, “España, monarquía y nación: cuatro concepciones de la comunidad
política española entre el Antiguo Régimen y la Revolución liberal”, Studia Historica, 12, pp. 44-
74. Del mismo autor, “L’idée de Espagne au XVIII siècle: l’événement de la Nation” en Nation
et République. Les Éléments d’un débat. Actes du Colloque d’Aix-Marseille, Presses Universi-
taires d’Aix-Marseille 1995.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
43
Cfr. J. Caro Baroja, Los Baroja (Memorias familiares), Taurus, Madrid, 1972, pp.434-435.
44
J. Caro Baroja, El laberinto vasco, Txertoa, San Sebastián, 1985, p. 10
45
F. García de Cortázar, “Voces rotas”, comentando el libro del mismo título de R. Alonso, F. Do-
mínguez y M. García Rey, ABC, 17-03-2010.
46
M. Delibes: Castilla, lo castellano y los castellanos, Espasa, Madrid, 1999, p. 12.
una economía cuyas bases precarias ha desnudado una crisis de la que no sa-
bemos salir? Hay en el ambiente un sentimiento de general indignidad que
aflora cuando la muerte se lleva a algunos de nuestros varones respetables.
Dignidad; no otro es el calificativo con el que unánimemente se ha califi-
cado a Delibes en el momento de su pérdida. Y como no podía ser menos,
en un proceso cuyo final es imprevisible, la degradación ha llegado a nues-
tra personalidad internacional, con las consecuencias que inevitablemente
seguirán, tal como ha puesto de relieve Antonio Elorza: “Hay algo que se
echa en falta una y otra vez en la política exterior española: dignidad. El con-
cepto romano de dignitas no se refiere a una posición de poder, sino a quien
se comporta haciéndose merecedor del reconocimiento público”47.
47
A. Elorza: “De Raúl a Chávez”, El País, 13 de marzo de 2010.
48
Op. cit.
CRISIS DE IDENTIDAD ESPAÑOLA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL HISPANISMO / ANTONIO MORALES MOYA
PALABRAS CLAVE
España • Iberoamérica • Cultura
RESUMEN ABSTRACT
El hispanismo es un ingrediente insoslayable Hispanism is an unavoidable ingredient of
de nuestra cultura. Partiendo de esta reali- our culture. Given this reality, this text
dad, el texto explica la evolución del concepto explains the evolution of the Hispanic
hispanista desde una visión romántica y sen- concept from the romantic and sentimental
timental cultivada por algunos autores en el stance fostered by some authors of the
siglo XIX hasta la moderna acepción de es- 19th century, to the modern meaning of
pecialista en una disciplina científica com- specialist in a scientific discipline shared by
partida por la mayoría de estudiosos extran- the majority of foreign and Spanish
jeros y españoles. Morales Moya aborda scholars. Furthermore, Morales Moya
además en este ensayo las diferentes posi- addresses in this essay the different
ciones de las escuelas hispanistas, su im- positions held by Hispanic theories, their
portancia para la historiografía española y importance for Spanish historiography, and
los principales hechos que explican tanto la the main facts explaining both the classic
crisis del canon clásico del hispanismo como cannon of Hispanism and the crisis of
la crisis de la identidad española. Spanish identity.
EXCLUSIÓN O INTEGRACIÓN:
UNA ALTERNATIVA TRÁGICA EN
LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX
Manuel Álvarez Tardío es profesor titular de Historia del Pensamiento en la Universidad Rey Juan
Carlos de Madrid. Acaba de publicar, junto con Roberto Villa García: El precio de la exclusión. La
política durante la Segunda República, Madrid, Ed. Encuentro.
1
Judt (2007): 31.
cruenta guerra civil, con unos quinientos mil muertos, y una de las dicta-
duras más longevas del siglo XX, habrían dejado una huella difícil de bo-
rrar. Las heridas, cicatrizadas pacientemente durante la Transición y varias
décadas de democracia, siempre pueden volver a supurar.
EXCLUSIÓN O INTEGRACIÓN: UNA ALTERNATIVA TRÁGICA EN LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX / MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
Así pues, la Transición se hizo como mejor se podía, pero con “un pre-
cio”. Como ha escrito un histórico miembro del Partido Socialista Obrero
Español, al haber tenido que aceptar la “continuidad de instituciones y res-
ponsables”, muchas “heridas” quedaron “abiertas, impidiendo una demo-
cracia completa, porque sin memoria histórica no puede construirse una
sociedad totalmente libre”. La oposición de izquierdas aceptó, por tanto, la
ley de amnistía de 1977, pero con el doloroso inconveniente de que la de-
mocracia no fue precedida del “lógico proceso al franquismo”. Cabe con-
cluir, siguiendo el razonamiento de este mismo autor, que no es otro que
Alfonso Guerra, que “las deficiencias que la sociedad democrática poste-
rior ha arrastrado y arrastra se deben, precisamente, a la ausencia de un
proceso al franquismo que hubiese clarificado para los más jóvenes cuál
fue la historia reciente de España”3.
Por el contrario, quienes están más cerca del partido conservador, suelen
tener una opinión sustancialmente diferente. También ven la Transición
como un éxito, pero lo achacan al triunfo de la política del pacto frente a la
de la revancha. No consideran, además, que las izquierdas perdieran frente
a las derechas en los años de la Transición, sino que unos y otros se pusie-
ron de acuerdo en un camino que desterraba el pasado de la política para no
dificultar la infancia de la democracia. Así, la interpretación mayoritaria en
ámbitos conservadores, aunque no la única, es que la Transición cerró un
pasado complejo del que no es bueno hablar demasiado, toda vez que en las
derechas, aunque se rechaza el franquismo, no existe un relato homogéneo
y mayoritario sobre la actuación de los conservadores en los tiempos de la
Guerra Civil e incluso antes. En cualquier caso, no se considera la Transición
como un proceso incompleto por la ausencia de “justicia histórica”. Al con-
trario, se apela a la amnistía aprobada en 1977 para justificar que las víctimas
de ambos bandos sellaron un pacto que ahora no debe ser removido. Por eso,
2
Palabras del portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido. En términos similares se
manifestó María Teresa Fernández de la Vega en el hemiciclo. Vid. El País, 14 y 15-12-2006.
3
Guerra (2005): 274.
desde este punto de vista, se han criticado las iniciativas sobre la recupera-
ción de la “memoria histórica” del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez
Zapatero, recordando que “nunca se perdió” la citada “memoria” y descali-
ficándolas como un intento de colocar “una carga de profundidad contra la
legitimidad del orden constitucional”4. En resumen, lo que en otros ámbitos
se defiende como “memoria histórica”, aquí se descalifica como un intento
de “utilizar de forma partidista la historia”, señalando –según un portavoz
del Partido Popular en el Congreso– que la palabra importante debería ser
“concordia y no memoria”5.
Ahora bien, lo que está en disputa no es sólo el modo en que las “in-
terpretaciones ideológicas” de la historia –o si se prefiere, las “memorias de
partido”– pueden influir en la conciencia histórica que tienen los españo-
les sobre cómo se desarrolló la Transición y los resultados que produjo.
Lo que parece estar también en cuestión es el análisis que unos y otros
grupos hacen sobre los problemas para implantar la democracia en la Es-
paña de nuestros padres y abuelos, es decir, por qué no tuvimos democra-
cia antes y sí, en cambio, un largo periodo de dictadura.
4
Editorial de ABC, 15-12-2006.
5
Palabras de Manuel Atencia, portavoz adjunto del PP. El País, 14-12-2006.
EXCLUSIÓN O INTEGRACIÓN: UNA ALTERNATIVA TRÁGICA EN LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX / MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
Como todo relato ideológico sobre el pasado, éste tiene algunos ele-
mentos de verdad y otros más propios de los mitos y los pre-juicios. Pero
resulta significativo que, a diferencia de los discursos sobre el pasado ha-
bituales en las elites de izquierdas durante la Transición, los mismos que Al-
fonso Guerra parece haber condenado al olvido, esta visión simplificada de
la quiebra de la democracia republicana está desprovista de matices im-
portantes. Ahora no hay espacio para la reflexión autocrítica surgida en
las propias izquierdas respecto de su comportamiento en el otoño de 1934
y en la primavera de 1936. Parecen haber desaparecido las disputas entre
los propios socialistas –largocaballeristas y prietistas–, o de éstos con los co-
munistas, o la fractura dentro de la izquierda republicana, o el enfrenta-
miento de los anarquistas contra los Gobiernos republicanos, o las disputas
encarnizadas entre las distintas familias comunistas… Y esto, lógicamente,
tiene una implicación relevante: si no se admite que las responsabilidades
por la destrucción de la democracia republicana estén repartidas entre di-
ferentes sectores ideológicos, no cabe justificar que quienes quedaron en la
oposición al franquismo tuvieran que transigir y pactar para recuperar la
democracia en 1978.
EXCLUSIÓN O INTEGRACIÓN: UNA ALTERNATIVA TRÁGICA EN LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX / MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
Sin embargo, por mucho que haya elementos de verdad en ese relato
sobre el final de la democracia republicana, los resultados de la paciente y
fructífera labor de muchos historiadores apuntan hacia una realidad mucho
más compleja6. Es indiscutible que la Guerra Civil empezó en julio de 1936
porque el golpe de Estado, protagonizado por una parte del ejército y sus
oficiales, fracasó en la toma de los principales centros de poder del país y
no fue respaldado de forma unánime, no ya por los propios militares, sino
por las fuerzas de policía y guardia civil. La guerra fue, por tanto, efecto de
la intervención de los militares en la política.
Ahora bien, algo más complejo es lo referido a por qué se llegó a una
situación como la de julio de 1936, en la que el funcionamiento de las ins-
tituciones democráticas era claramente deficiente y había cundido entre
una parte de la clase política y de la sociedad española, en todos los ám-
bitos ideológicos, la opinión de que no cabía tolerar, sino aniquilar, al ad-
versario. No todos los integrantes del Frente Popular estaban igual de
radicalizados, pero para algunos de sus más influyentes líderes locales, es-
pecialmente entre los partidos obreros, no cabía distinguir matices a la hora
de calificar a las derechas; para ellos, todos los conservadores, e incluso los
republicanos de centro, eran fascistas. En esos términos se lo contaba un
miembro del partido agrario, en absoluto una agrupación fascista, a uno de
sus líderes nacionales el día 13 de julio de 1936, poco antes del estallido de
la guerra: “de nada sirve”, le decía, que yo perteneciera a un partido repu-
blicano “antes del advenimiento de la República”, ni que fuera candidato en
varias elecciones a “título declaradamente republicano”; para las gentes del
6
La bibliografía es muy amplia, pero algunos trabajos indispensable son: Linz (1978), Varela
(1978), Payne (1995) y (2003), De Blas (1983), Tusell (1971) y (1986), Juliá (1977), Ruiz
Manjón (1976), Macarro (2000), Rey Reguillo (2007) y (2008), Parejo Fernández (2008),
Townson (2002), Comes (2002), Sinova (2006), Sanz Hoya (2006), Granja Sainz (2008) y Villa
García (2008). Véase también Álvarez Tardío (2005) y Álvarez Tardío y Villa García (2010).
Frente Popular, añadía, yo “también soy fascista”. Así, concluía, sólo cabía
preguntarse si era “posible convivir con una gente que en cada momento
y en cada acto [negaba] el derecho a la convivencia a los demás”7.
7
Citado en Tusell (1986): 355.
8
Como análisis global sigue siendo útil Varela (1978). Es obligado, en todo caso, la referencia
a la cuestión religiosa y la reforma agraria. Estudios específicos, en Álvarez Tardío (2002) y
Malefakis (1980), respectivamente.
9
Me he ocupado de este aspecto en Álvarez Tardío (2005). Macarro (2000: 13) ha escrito que
la República no fue entendida “por sus protagonistas como una democracia, sino como una
revolución –o a manera de ella– que venía a regenerar la vida nacional. Ciertamente, esa re-
volución había que desarrollarla mediante vías parlamentarias, pero sin admitir que los ex-
cluidos en abril de 1931 pudieran ganar las elecciones”. Por su parte, Juliá (1994: 177) ha
señalado que: “La República fue sentida y vivida como una revolución, como negación de todo
lo anterior, como nuevo punto de partida, como afirmación revolucionaria del pueblo –obreros
y clase media– contra el Rey, no como culminante de un proceso de transición a un régimen
democrático basado en una generalizado consenso nacional”.
10
Es conocida la negativa de las izquierdas republicanas a condenar la violencia de los socialistas
y la izquierda republicana catalana en octubre de 1934. Menos conocida, pero también signi-
ficativa, es la actitud de dudosa constitucionalidad que siguió el grueso de la izquierda repu-
blicana tras saber, a comienzos de diciembre de 1933, que había sido derrotada en las urnas
por los republicanos de centro y la CEDA. Sobre este segundo aspecto el estudio más com-
pleto y basado en fuentes primarias es el de Villa García (2009).
EXCLUSIÓN O INTEGRACIÓN: UNA ALTERNATIVA TRÁGICA EN LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX / MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
11
En ese sentido, es significativo que durante el debate constituyente Gregorio Peces-Barba, el
ponente socialista, contestara a las críticas expuestas por Manuel Fraga contra el funciona-
miento de la II República, señalando que, desde su punto de vista, en “la historia de España
los desastres ha[bían] sido comunes”. Comisión de Asuntos Constitucionales, mayo de 1978.
La intervención citada, en Cortes Generales (1989): 721.
12
Sobre el periodo de entreguerras son muy útiles, entre otros: Linz (1993), Mazower (2001),
Ferguson (2007), Paxton (2005), Burleigh (2006) y Kitchen (1992). Para Portugal y el exclu-
sivismo republicano véase el análisis de Ramos (2008).
13
Utilizo este término para evocar el análisis que Marcelino Domingo, un importante político de
la izquierda republicana y varias veces ministro en los gobiernos de Manuel Azaña, hizo en las
páginas de El Liberal (22-XII-1933) después de las elecciones generales de 1933: “Los servi-
dores son quienes deben gobernar. Nadie más. Y los sometidos no pueden elevarse a la ca-
tegoría de servidores hasta que la prueba del tiempo, de la lealtad y de la compenetración
ideológica haya evidenciado que lo son”. Como es fácil entender, para Domingo los “servido-
res” eran quienes habían dado su apoyo a la Constitución y los “sometidos” toda la derecha
católica, fuera o no posibilista.
EXCLUSIÓN O INTEGRACIÓN: UNA ALTERNATIVA TRÁGICA EN LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX / MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
cana fueron claros y sinceros por lo que se refiere a este aspecto. El mi-
nistro radical-socialista Álvaro de Albornoz recogía una opinión en abso-
luto minoritaria entre sus compañeros cuando afirmó en las Cortes: “Oigo
decir que una Constitución es siempre una transacción, un compromiso
entre los partidos; creo que ese parecer es erróneo”14.
14
Diario de Sesiones de las Cortes, 9-10-1931, p. 1561.
15
Información y análisis sobre estos aspectos, en Macarro (2000): 401ss, Rey Reguillo (2008):
cap. 7, Álvarez Tardío y Villa García (2010): cap. 8, Parejo Fernández (2008): 40-48, Sanz
Hoya (2006): 244-254 y Grandío Seoane (1998): 281-285.
EXCLUSIÓN O INTEGRACIÓN: UNA ALTERNATIVA TRÁGICA EN LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX / MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
Frente Popular diera paso a una política vengativa, no pudo evitar que a su
izquierda, especialmente entre los socialistas, la radicalización se trasladara
a la vida local y provincial, tomándose medidas tan impropias de una de-
mocracia como una rápida depuración de funcionarios, incluidas las fuer-
zas del orden, o una ocupación poco pacífica e ilegal de los gobiernos
locales, al objeto de expulsar a los elementos de centro y derecha, a los
que se tachaba de cómplices del fascismo16.
16
Sobre este particular véase Macarro (2000): 407-417 y Rey Reguillo (2008): 487ss.
EXCLUSIÓN O INTEGRACIÓN: UNA ALTERNATIVA TRÁGICA EN LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX / MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
Los relatos ideológicos del pasado, los mismos a los que nos referíamos
al principio de este texto, sirven para alimentar las señas de identidad de sus
productores y receptores, es decir, para reforzar el sentido de pertenencia a
una comunidad ideológica. Desde ese punto de vista, puede ser útil prescin-
dir de la complejidad de la historia política de un país cuando ha resultado
traumática, como es el caso español. Y tal vez sea más rentable apelar al ma-
niqueísmo y potenciar el victimismo, a fin de ganar adeptos.
17
Para Francia véase Weber (1996): 111ss. y Azéma y Winock (1976): 225ss.
PALABRAS CLAVE
España • Democracia • Derechos fundamentales y libertades públicas
RESUMEN ABSTRACT
Durante los últimos años ha cobrado cierta Over recent years, an intense debate on
presencia en la vida política española y en los the recent past has acquired some
medios de comunicación un apasionado de- presence in Spanish political life and in
bate sobre el pasado más reciente, especial- the media, especially after some
mente al hilo de algunas iniciativas legislati- legislative and judicial initiatives. This
vas y judiciales. Este artículo analiza el modo article analyses how “party memories”
en que se han configurado las “memorias have taken their current shape. It suggests
de partido” que lo sustentan. Y sugiere que that those ideological interpretations (on
esas interpretaciones ideológicas (sobre la the Civil War, repression and Franco)
Guerra Civil, la represión y el franquismo) operate from an interested over-
operan a partir de una simplificación intere- simplification of the Spanish political
sada de la historia política española en el si- history of the 20th century, and especially
glo XX, y especialmente de todo lo referido al on everything related to the failure of
fracaso de la democratización en los años democratization during the 1930s. This
treinta. El artículo confronta esa versión sim- article confronts this simplified and
plificada y maniquea, propia de las “memo- Manichean version characteristic of “party
rias de partido”, con los avances significativos memories”, with the significant advances
que se han producido en la historiografía. Y made by historiography. It shows how
expone cómo estos avances nos han permi- these advances have provided us with a
tido conocer mucho más a fondo las razones much deeper understanding of the
de la quiebra de la convivencia en la prima- reasons leading to the breaking-down of
vera de 1936, mejorando nuestra compren- coexistence in the spring of 1936,
sión de los factores que impidieron el buen improving our knowledge of the reasons
funcionamiento de la democracia en tiem- hampering the smooth running of
pos de la Segunda República, básicamente democracy in times of the 2nd Republic,
todo lo relacionado con la cultura política y las particularly everything related with
reglas del juego. political culture and the rules of the game.
18
La expresión entrecomillada la tomo del análisis del historiador François Furet (1988) sobre
la fundación de la III República francesa en la década de 1870.
EXCLUSIÓN O INTEGRACIÓN: UNA ALTERNATIVA TRÁGICA EN LA HISTORIA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX / MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
BIBLIOGRAFÍA
ÁNGEL RIVERO
LA CRISIS DE LA SOCIALDEMOCRACIA
EN EUROPA
LA CRISIS Y LA SOCIALDEMOCRACIA
En el año 2008 estalló una crisis sin precedentes del capitalismo financiero
que alcanzó todos los rincones del planeta y, en particular, a las econo-
mías occidentales: el crecimiento se estancó e inmediatamente vino la re-
cesión acompañada del desempleo. Pero la crisis no sólo afectó a la realidad
material de millones de personas. Con la crisis también sobrevino la quie-
bra del paradigma neoliberal en economía, que había sido hegemónico du-
rante dos décadas. Tras años de políticas desreguladoras y de defensa del
mercado libre como la panacea, los Gobiernos de EE.UU y de Europa, de
izquierdas, o de derechas, se lanzaron a las nacionalizaciones de bancos, a
las ayudas a las empresas en apuros, a la petición de una mayor regulación
de los sistemas financieros y al desarrollo de onerosos planes de estímulo
económico. La crisis barrió en muy poco tiempo el optimismo de dos dé-
cadas de celebración capitalista y con el agostamiento del optimismo
quedó en entredicho la ideología que lo había acompañado.
SOCIALISMO Y SOCIALDEMOCRACIA
LA NOVEDAD DE LA SOCIALDEMOCRACIA
Una de las cosas, sin duda la principal, que explica este paso del socia-
lismo a la socialdemocracia es que no es lo mismo ser defensor de la so-
ciedad perfecta que ser defensor de una dictadura brutal y aborrecible.
Mientras no existió el socialismo real, los partidos socialistas pudieron con-
traponer un mito, la sociedad feliz, a la realidad muchas veces brutal y mi-
serable que la Revolución industrial dibujó sobre los países más avanzados
de Europa.
del soñado futuro del socialismo. Al parecer, ahora sí, el capitalismo ago-
niza y ha llegado la hora de cosechar la siembra de la justicia social. El
viejo guión socialista continuaba diciendo que el pueblo, iluminado en su
conciencia de clase por el gran acontecimiento de la crisis del capitalismo,
les recompensará electoralmente y castigaría a los partidos defensores de
las clases dominantes negándoles su apoyo.
El populismo es una doctrina que sostiene que el pueblo tiene una sa-
biduría superior que el gobernante debe interpretar y convertir en accio-
nes políticas. Los problemas del populismo son muchos y graves. El más
obvio es que el político populista suspende su responsabilidad política y se
la transfiere a un sujeto colectivo abstracto e irresponsable: el pueblo.
Cuando este pueblo es una nación de ciudadanos como los EE.UU. con
una cultura política liberal y un sistema constitucional federal, el popu-
Pero los asesores americanos del Center for American Progress, que
han vendido a los socialdemócratas europeos que la receta para el éxito
electoral es alejarse de la Tercera Vía y arrimarse al populismo, no han te-
nido en cuenta los problemas de traducción. En Europa el populismo no
suena como en Norteamérica. Todo lo contrario. En Europa el populismo
de derechas se dirige a un pueblo entendido como una nación orgánica,
permanente, un sujeto colectivo que se ve amenazado por los forasteros,
por los inmigrantes, y que, por tanto, una vez puesto en marcha, sirve para
atizar la xenofobia y el racismo. Por su parte, el populismo de izquierdas
entiende el pueblo como una clase social y su discurso es, nuevamente, el
del conflicto y el de la fragmentación. Este populismo busca halagar al
pueblo atacando a sus enemigos (el proverbial enemigo del pueblo): los
empresarios, los capitalistas, los religiosos, los masones, o quien se ponga
por delante.
El peligro del populismo es que es como un incendio que una vez pren-
dido no se sabe cómo apagarlo. El populismo de izquierdas es la vuelta al
socialismo y el abandono de la socialdemocracia, esto es, la vuelta a la po-
lítica entendida como guerra de clases. Desde luego, no servirá para resol-
ver la crisis económica, ni para preparar a la sociedad para las reformas
necesarias; ni tan siquiera servirá para ganar elecciones. Los partidos de la
extrema izquierda tienen un margen mayor para dedicarse al cultivo del
populismo y van a socavar la pretensión socialdemócrata de reencontrarse
con la clase obrera.
Para lo que sí servirá el populismo será para tener una política más hosca,
más violenta y menos dirigida a la resolución de los verdaderos problemas
de la sociedad. En suma, en Europa veremos una escalada verbal del con-
flicto ideológico a través de un estéril combate por buscar culpables tradu-
cible en réditos electorales, pero no veremos nada de un proyecto alternativo
que puede convertirse en un proyecto colectivo con apoyo mayoritario.
PALABRAS CLAVE
• •
Socialismo Europa Formas actuales de pensamiento antiliberal
RESUMEN ABSTRACT
La socialdemocracia europea está ame- European Social democracy is daunted by
drentada por la crisis económica y sufre the economic crisis and in crisis of party
una crisis de identidad partidaria y de dis- identity and political discourse. As a
curso político. Como respuesta al declive response to electoral decline, European
electoral, la socialdemocracia europea está social democracy is trying to change their
intentando cambiar su discurso político de- political discourse by dropping the
sembarazándose del discurso moderniza- modernizing discourse of the “Third Way” and
dor de la tercera vía e intentando regresar al to return to some sort of “Populism”. In my
“populismo”. En este texto, quiero mostrar paper I would like to show why, ideologically,
cómo esta vez la socialdemocracia euro- European social democracy was unprepared
pea no está preparada para gestionar ideo- this time to deal with economic crises; and
lógicamente la crisis económica y por qué el also, I will like to show why the populist
recurso al populismo está también conde- stance is doomed to electoral failure under
nado electoralmente. present circumstances.
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LA DIFÍCIL FUNDAMENTACIÓN DE LA
IZQUIERDA: VIDA, MORAL Y NATURALEZA
“La vida es una peste permanente. Esta cadena de luto y de funeral que
nos envuelve no se rompe en absoluto, se prolonga; nosotros mismos cons-
tituimos un eslabón en ella. ¡Y luego… corramos detrás de una fama que
1
Fernando Pessoa (2005), pp. 24, 42, 45 y 46.
2
Friedrich Nietzsche (2009): p. 81.
3
François de Chateaubriand (2006): vol. I, p. 328.
4
Citado en Alain de Benoist (2002b), p. 552.
5
José Emilio Esteban Enguita (2004), p. 26.
6
Cfr.: Friedrich Nietzsche (2009), cap. ‘De las tarántulas’
Nos llevaría mucho tiempo ahora profundizar en estas dos visiones éti-
cas que, en última instancia, hunden sus raíces en dos metafísicas opuestas.
Baste, por ahora, quedarnos con la idea de sus dos diferentes weltans-
chauungen, sus dos diferentes actitudes ante la vida, para ir acercando poco
a poco la analogía hacia lo que en este artículo nos ocupa: la filosofía polí-
tica y social. Por ejemplo, para los griegos, el mejor régimen era el mejor ré-
gimen posible, y, además, el mejor régimen posible sólo era posible en las
mejores circunstancias, es decir, que, en otras distintas, otro régimen peor
sería el adecuado: la realidad dicta cuál es el mejor régimen en claro contraste
con la moderna utopía, ese no-lugar en el que las contingencias mundanas
no impiden desarrollar el régimen perfecto en acuerdo con el deber ser.
7
Alain de Benoist (2002b), p. 552.
8
Friedrich Nietzsche (2004), § 23.
Bien. Aquí hay un detalle que nos va a dar la clave. Pessoa cree que las
convenciones sociales contra las que se levanta cualquier reforma social
son naturales, pues, para él, lo que el romántico llama injusticias, son ne-
cesidades naturales. Sin embargo, desde Rousseau a los anarquistas, la vo-
luntad de reforma o revolución social no se erige como corrección de la
9
Fernando Pessoa (2005), pp. 55-7.
IZQUIERDA Y MORAL
10
No entraremos ahora en el sentido de dicho cambio: baste decir que no busca un cambio
hacia atrás, lo cual sería reaccionario, sino un cambio hacia delante, progresista, noción que
también implica una filosofía de la historia lineal de ecos ilustrados y cristianos, y, por tanto,
un referente exterior metahistórico en torno al cual juzgar qué es progreso y qué decadencia.
¿Cómo se podría distinguir, si no, lo que es avanzar de lo que es retroceder? Es necesario un
punto exterior desde el cual juzgar los movimientos históricos y poder decir dónde está ‘de-
lante’ y dónde ‘atrás’.
Veamos. Paul Ricoeur resalta muy bien que nos encontramos en Marx
un eco ciertamente idealista cuando coloca a la autoconciencia como el lugar
al que se debe llegar. En ese sentido, lo que Marx llama ideología es la dis-
torsión de la autoconciencia, es decir, aquello que impide la transparencia
de nuestras acciones ante nosotros mismos. La moral es, entonces, para
él, un producto ideológico, pues su objetivo es camuflar los verdaderos
motivos por los que se prescribe un tipo de comportamiento, algo que im-
pide la libertad. El sujeto piensa que obedece a una ley objetiva y univer-
sal cuando en realidad está favoreciendo con sus acciones el interés de una
determinada clase social. Nuestro autor adopta, de esta forma, una visión
estrictamente sociológica al identificar moral con heteronomía cuando, pre-
cisamente, la autonomía es, teóricamente, un supuesto necesario de cual-
quier acción con significado moral.
11
Allen Wood (2007), p. 681.
12
Michael Oakeshott (1991), p. 92. [La traducción es mía]
13
Fernando Pessoa (2008), p. 16.
14
Esto último es importante, pues, quien piensa en una solución definitiva, como es el caso de
la izquierda hasta su aceptación del liberalismo, está mucho más impelido a ofrecer un cono-
cimiento metafísico que lo avale, que quien simplemente ofrece respuestas parciales o pru-
dentes: a quien sólo pretende conservar le avala la experiencia; quien quiere cambio hacia un
horizonte inédito debe acreditar un conocimiento metafísico o científico, un conocimiento de
la realidad más allá de la experiencia o, si acaso, una inferencia de cómo la experiencia será
en un futuro.
DARWINISMO Y POLÍTICA
Por otro lado, otra lectura política del darwinismo entendió que las razas,
más que los individuos, eran los actores fundamentales en el proceso evo-
lutivo, legitimando, de esta manera, las visiones racistas del progreso hu-
mano. De hecho, uno de los más grandes teóricos de la evolución, Ernst
Haeckel (quien acuñó el término ecología), fue un claro precursor del na-
zismo. Y es que, si Dios no asegura la unidad de la especie humana a tra-
vés de una común paternidad y de la dotación personal de un alma inmaterial,
¿qué garantiza la unidad de la Humanidad si las especies están en continuo
movimiento evolutivo? Es decir: si las especies no son esencias fijadas desde
la eternidad, sino que siguen un proceso evolutivo, no habiendo así ninguna
característica metafísica que les dé unidad, entonces no parece descabellado
pensar que, dentro de una misma especie, unas razas y otras están en esta-
dios evolutivos distintos. La común paternidad de Dios no sólo justificaba
la unidad de la especie, sino también su hermandad al ser todos hijos de un
mismo Padre. La izquierda, de esta manera, queriendo destruir la paternidad
de Dios en aras de la emancipación, no entendió que, sin ese concepto de
paternidad, resultaba muy difícil mantener ese otro de hermandad.
“Dicen que fue Robespierre quien insistió para que se añadiera la pala-
bra ‘fraternidad’ a la divisa de la República, como si se hubiera dado cuenta,
en una intuición fulgurante, de que la libertad y la igualdad eran dos tér-
minos antinómicos; de que era absolutamente indispensable un tercer tér-
mino. La misma intuición que en los últimos tiempos le llevó a intentar
luchar contra el ateísmo, a promover el culto al Ser Supremo...”15
15
Michel Houellebecq (2000), p. 110.
Por ejemplo: una desvinculación entre ser y deber ser es posible si lo que
es es perfecto. Si Dios es la realidad absoluta y, por definición, es un ser
16
Ernst Haeckel fue muy consciente de esto, y basó su exaltación a los valores naturales en
una religión monista e inmanente.
17
Aunque en algunas religiones la perfección se pueda representar como amoral, esto no in-
valida el argumento, pues, en ese caso, no se reconoce ese otro ámbito de la moralidad al
margen.
Esta salida (Rawls18, Rorty, etc.) es, ciertamente, liberal, pues participa
de la idea de que la vida pública no se establece sobre ningún modelo de
vida buena, ni sobre ninguna realidad anterior al consenso entre individuos
que viven en una misma comunidad política. Esta salida, asimismo, sólo
podía ser válida, dentro de la izquierda, para la socialdemocracia, en la me-
dida en que ésta admite los principios del liberalismo. Sin embargo, no deja
de ser también una postura muy problemática. Una cosa es que el marco
institucional de una democracia liberal no participe de ninguna concep-
ción de la vida buena, y otra es que una posición determinada dentro de
ese marco, como es la socialdemocracia, no lo haga. Parecería totalmente
arbitrario, por ejemplo, que ésta apelase a la redistribución sin un lenguaje
cargado moralmente, sin una llamada a la justicia, y lo hiciese apelando, por
el contrario, a los simples intereses de individuos particulares sin una con-
cepción del bien o de la sociedad justa que la legitimase. En ese caso, la re-
distribución parecería, a todas luces, un simple robo.
18
Para los que piensen, con Rawls, que puede fundamentarse, al modo liberal, una justicia sin
moral, véase Guillermo Graíño Ferrer (2008).
PALABRAS CLAVE
Pensamiento Político • Socialismo • Valores occidentales
RESUMEN ABSTRACT
Este artículo pretende abordar, desde una This article will try to address from an
perspectiva analítica, la posibilidad de fun- analytical position the possibility of
damentar las posiciones morales de la iz- portraying the foundations supporting the
quierda. En ese sentido, se analiza, en pri- moral stances of the left. In this sense, the
mer lugar, por qué la izquierda necesita de reason why the left needs a moral discourse
un discurso moral; una vez establecido que is analysed in the first place; once the fact
la izquierda es necesariamente moral, se in- that the left is necessarily moral is
vestiga cuál puede ser la fundamentación established, the precise foundations
de esa moral particular; y en tercer y último supporting that specific moral is investigated;
lugar, se descarta la posibilidad de que, al and thirdly and lastly, the possibility of
no encontrar fundamentación, quepa la po- omitting that supportive foundation given the
sibilidad de omitirla. absence of it, is rejected.
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La idea de progreso, Madrid, Alianza Editorial. nos de Pensamiento Político FAES, nº 23.
Jorge del Palacio Martín es investigador en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones In-
ternacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
1
La pregunta formulada por el senador Pío García-Escudero fue la siguiente: “Señor presidente,
de forma reiterada usted ha venido realizando una serie de declaraciones referidas al con-
cepto de nación que han generado desconcierto, y en algunos casos incluso alarma. Así, por
boca suya hemos escuchado, por ejemplo, que tiende a relativizar conceptos como los de
nación o soberanía por su excesiva carga simbólica o incluso emocional –lo dijo usted en el
debate de investidura–, que la expresión nación catalana no le produce preocupación ni re-
chazo, e incluso que no ve diferencias entre nacionalidad o nación –en una entrevista en El País
muy reciente–, o que las diferentes comunidades autónomas pueden autodenominarse como
deseen, incluso naciones –esa declaración también es muy reciente, concretamente, se hizo
en el seno de la Conferencia de Presidentes. Por ello, a tenor de esas opiniones, le pedimos
hoy en el Senado que aclare si considera superado el concepto de nación tal y como lo esta-
blece la Constitución Española o, lo que es lo mismo, que ratifique o desmienta su afirmación
acerca de que no hay diferencias entre nación y nacionalidad. Gracias”. Puede verse la dis-
cusión completa en Diario de Sesiones del Senado (DSS), 17/11/2004. Págs. 922-924.
2
“El Parlamento de Cataluña, recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía de Ca-
taluña, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación. La Constitución
Española, en su artículo segundo, reconoce la realidad nacional de Cataluña como nacionali-
dad”. Puede verse en texto completo en http://www.gencat.cat/generalitat/cas/estatut/
index.htm
Definición que también aparecería en el nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía: “El Mani-
fiesto andalucista de Córdoba describió a Andalucía como realidad nacional en 1919, cuyo es-
píritu los andaluces encauzaron plenamente a través del proceso de autogobierno recogido en
nuestra Carta Magna. En 1978 los andaluces dieron un amplio respaldo al consenso constitu-
cional. Hoy, la Constitución, en su artículo 2, reconoce a Andalucía como una nacionalidad en el
marco de la unidad indisoluble de la nación española”. Puede verse el texto completo en
http://www.juntadeandalucia.es/especiales/aj-nuevoestatuto-estatuto.html?idSeccion=1&idA-
partado=1
rumbo que estaba tomando la política del partido socialista: ¿qué entendía
el partido socialista por nación?, ¿en el proyecto político del PSOE España
se calificaba como Estado nacional o como Estado federal y plurinacio-
nal?; y, en definitiva, ¿qué idea de España estaba manejando el partido fun-
dado por Pablo Iglesias?
Abundando sobre el particular, obsérvese que Ortega fue uno de los in-
telectuales de la época que mayor énfasis puso en señalar en plena II Re-
pública las dificultades ideológicas que el PSOE arrastraba para poder
articular de manera congruente sus intereses como partido de clase con
una política de carácter nacional. En su célebre discurso sobre el Estatuto
de Cataluña, dado el 13 de mayo de 1932 –cerca ya, por tanto, del ocaso
“El partido socialista tiene el gran deber en esta hora de hablar a tiempo,
con toda altitud y precisión, por dos razones; la primera, ésta: el partido so-
cialista fue en tiempos de la monarquía un magnífico movimiento de opi-
nión que vivía extramuros del Gobierno; doctrinalmente no revolucionario,
era de hecho semi-revolucionario por su escasa compatibilidad con aquel
régimen; pero desde el advenimiento de la República, el partido socialista
es un partido gubernamental, y esté o no esté en el banco azul, un partido
gubernamental es cogobernante, porque se halla siempre en potencia má-
xima de ponerse a gobernar. Es, pues, preciso que este partido, que es un
partido de clase, al hacerse partido de gobierno, nos vaya enterando de
cómo logra articular su interés de partido de clase con el complejo y orgá-
nico interés nacional, porque gobernar, sólo puede un partido por su di-
mensión de nacional; lo otro, es un dictadura”3.
3
Diario de Sesiones de las Cortes Constituyentes de la II República 13/05/1932 Pág. 5.279.
4
Hasta donde he podido investigar solamente existen dos monografías sobre el PSOE histórico
y la cuestión nacional. La primera, El PSOE ante la cuestión regional y autonómica 1879-1939,
de Francisco Asensio Rubio (1983) y prologada por Manuel Marín defiende la naturaleza fe-
deral del PSOE. La segunda, Socialismo y cuestión nacional en España, 1873-1939, de Daniel
Guerra (tesis doctoral inédita dirigida por Andrés de Blas y leída en la UNED en 2008), defiende
la naturaleza centralista del socialismo español.
jidad del mismo al no contar con un dato que creo fundamental: la idea so-
cialista-marxista de una comunidad política futura igualitaria, homogénea
y vertebrada a través de la identidad de clase donde todo particularismo
sería superado.
Por tanto, el PSOE “histórico” era un partido marcado por una fuerte
ortodoxia marxista y comprometido radicalmente con una visión clasista
tidad nacional, sino por una identidad de clase. En este sentido, la inter-
vención del socialista Araquistain en las Cortes Constituyentes de la II Re-
pública en defensa de la inserción de la definición de “república de
trabajadores” para calificar a España señala lo que quiero expresar con el
concepto postnacional:
5
Diario de Sesiones de las Cortes Constituyentes de la II República. 16/09/1931. Pág. 943.
Para cerrar este argumento resta responder a cuál es, entonces, el lugar
de la retórica federalista y multinacional que el PSOE “histórico” esgrimió
en algunos de sus textos. La pregunta no es menor porque, casualmente,
el primer –y casi único– pronunciamiento que hizo el partido socialista
“histórico” en un programa oficial sobre la cuestión nacional data de 1918.
En este pronunciamiento, que se enmarca en el XI Congreso del PSOE, se
argumentaba desde el principio del derecho a la autonomía de los pueblos
y se proponía la creación de una “Confederación republicana de naciona-
lidades ibéricas”6.
6
El Socialista, 1/12/1918.
PALABRAS CLAVE
Socialismo • España • Formas actuales del pensamiento antiliberal
RESUMEN ABSTRACT
La ambigüedad que ha caracterizado el dis- The ambiguity constantly portrayed by
curso del presidente Zapatero en torno a la president Zapatero’s speeches around the
cuestión nacional ha generado un renovado national issue has generated a renewed
interés por señalar cuál es la postura clá- interest to describe the classical stance of
sica del PSOE sobre el particular. Los es- the PSOE on this particular matter. Experts
pecialistas han señalado que histórica- have pointed out that, historically, the
mente el PSOE se ha divido en dos PSOE has divided itself according to two
tradiciones: una centralista y unitaria, y otra traditions: one, centralist and unitarian,
federal y plurinacional. Lo que este artículo the other federal and plurinational. What
propone es una nueva descripción del pro- this article sets forth is a new description
blema señalando que esa división no la of this problem, noting that this division
aplicaba al PSOE anterior a la Guerra Civil was not applied by the pre-civil war PSOE,
por tratarse de un partido ortodoxamente as it was an orthodox worker party which
obrero que no pensó la política en términos did not think politics in national terms but
nacionales sino de clase. in classes’ terms instead.
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Las últimas palabras de Martín Alonso son más bien una profecía o una
predicción. A esa nueva “utopía poscontemporánea o posmoderna” po-
dría sucederle lo que le ocurrió a la utopía propiamente marxista, sencilla-
mente su expulsión de la historia, con tan sólo cincuenta o setenta años de
vigencia. Lo que esta hipótesis nos quiere decir en el fondo es que los su-
puestos sobre los que este modelo o utopía descansa son, a la larga, insos-
tenibles para una civilización, bien sea por razones demográficas (lo que
está pasando en Europa), bien sea por el desorden que generan, al produ-
cir una descomposición de las instituciones y estructuras básicas que toda
comunidad humana requiere para funcionar adecuadamente.
Pues bien, en esta batalla cultural, que se libra en torno a ideas, valores
y creencias, la educación es uno de los escenarios principales. La escuela
es protagonista y víctima, al mismo tiempo, de esta escisión en la que vive
la sociedad europea. Y, por eso, podemos hablar con fundamento de crisis
de la educación, crisis de nuestros sistemas educativos, crisis de la escuela
como institución.
Europa se había ido dotando a lo largo del siglo XIX y primera mitad
del XX de unos sistemas educativos formales, que tenían un doble obje-
Claro está que no todo era idílico en aquel modelo educativo que im-
peró en Europa. Dos elementos se incrustaron en él, que resultaron per-
turbadores. En primer lugar, la escuela fue concebida, también, como
instrumento fundamental para la “construcción nacional” de los pueblos
europeos. El inspirador de esta misión de la escuela fue Fichte en sus Dis-
cursos a la nación alemana. El sistema educativo se convertía en el lugar pri-
vilegiado para modelar el “alma alemana” y ésa sería la base de la
conformación de la realidad nacional. En el Discurso Undécimo dice: “Si el
Estado acepta la tarea que se le propone, generalizará esta educación –y sus
características serán formar el alma alemana– en toda la superficie del te-
rritorio para todos sus ciudadanos futuros sin excepción”. Surge así el con-
cepto del Estado educador, cuyos excesos condujeron al estatalismo
educativo, en que el Estado asume un papel central en la educación, incluso
con el carácter de monopolio, en detrimento de los derechos de las fami-
lias. La gran sacrificada de esta concepción es la libertad, la libertad de en-
señanza, que resulta incompatible con esta visión monopolizadora del
Estado en el ámbito educativo.
EL CAPITAL SOCIAL
El concepto de capital social se abre en las ciencias sociales algo más tarde.
Lo ponen en circulación dos sociólogos, Coleman y Putman, en la década
de los ochenta. Hace referencia al conjunto de normas no escritas, creen-
cias y valores que facilitan la cooperación y la confianza en los grupos hu-
manos. En realidad, el descubrimiento de Coleman y Putman no es más
que un planteamiento excesivamente funcionalista del esencial papel que
en toda comunidad humana desempeña un sólido sistema de valores, que
implica la asunción de deberes, de compromisos. Pero, aun así, ha tenido
la virtud de promover la revalorización de los valores y creencias para la
“En los Estados Unidos, cuando llega el séptimo día de cada semana, la
vida comercial e industrial de la nación parece suspendida; todos los ruidos
cesan. Un profundo reposo, o más bien una especie de recogimiento so-
lemne, le sucede; el alma entra al fin en posesión de sí misma y se con-
templa.
Durante ese día, los lugares consagrados al comercio están desiertos, cada
ciudadano rodeado de su familia se dirige al templo, y allí se le preparan ex-
traños discursos que parecen poco a propósito para su oído; se le habla de
los innumerables males causados por el orgullo y la codicia; de la necesi-
dad de reglamentar sus deseos; de los goces que nacen de la virtud y de la
verdadera dicha que la acompaña.
Vuelto a su morada, no se le ve correr a los registros de sus negocios; abre
el libro de las sagradas escrituras y encuentra pinturas sublimes y conmo-
vedoras de la grandeza del Creador, de la infinita magnificencia de las obras
de Dios, del alto destino reservado a los hombres, de sus deberes y de sus
derechos a la inmortalidad.
Así es como, de tiempo en tiempo, el norteamericano huye en cierto modo
de sí mismo y, desligándose por un momento de las pequeñas pasiones que
agitan su vida y de los intereses pasajeros que la impulsan, penetra de repente
en un mundo ideal en donde todo es grande, puro y eterno”.
“Si los hombres llegasen alguna vez a contentarse sólo con los bienes ma-
teriales, es de creer que perderían poco a poco el arte de producirlos, aca-
bando por gozar de ellos sin discernimiento y sin progreso, como los
brutos”.
Planteada así la cuestión, surgen dos problemas, al menos, que hay que
abordar.
Pero hay que subrayar que una actitud nihilista respecto a los valores
conduce inexorablemente al repudio de la tradición, por la sencilla razón
de que nuestra civilización se ha edificado sobre la aceptación de una je-
rarquía de valores, que sólo puede establecerse con la aceptación previa de
la consistencia objetiva de los valores.
En el transcurso del último medio siglo –nos dice– hay que distinguir
algunos momentos esenciales. “El primero se caracteriza por el renovado
encuentro, al día siguiente de la segunda guerra mundial entre cristianismo
y humanismo occidental. En el periodo 1945-1960 la tradición cristiana
era considerada como el refugio de Occidente y de su libertad contra todo
tipo de tiranía”.
En este clima se abren paso con rapidez las corrientes que propugnan el
multiculturalismo como nuevo ideal educativo. Finkielkraut las ha resumido
así: “El hombre, ese ‘concepto unitario de alcance universal’ cede su lugar a
la diversidad sin jerarquía de las identidades culturales”. Es exactamente lo
contrario de la concepción de las Humanidades de García Morente. El mul-
ticulturalismo, en efecto, es incompatible con la existencia de un canon y pro-
duce los mismos efectos devastadores en el terreno de la educación que la
negación de un “parámetro de valores que resulten concluyentes”.
estas décadas con resultados, empero, muy diferentes a los que previeron
los diseñadores del modelo. Pues si uno de los propósitos era conseguir
un sistema educativo basado en la igualdad de los resultados, en la “equi-
dad” en el lenguaje de sus autores intelectuales, el modelo ha producido en
realidad la expulsión del sistema de más de un 30 por ciento de los esco-
lares. Mayor desigualdad no se puede concebir. Ya que ese casi tercio de
los estudiantes que, tras trece años de escolaridad, abandona el sistema
educativo sin ningún título ni cualificación profesional, está alimentando el
“lumpenproletariado” del siglo XXI.
a) La crisis de autoridad.
b) La crisis de la memoria o de la tradición.
c) La crisis del consenso de valores básicos.
d) La crisis de la formación concebida como una actividad ascendente en
saberes y virtudes, que exige esfuerzo, una ascesis permanente, el des-
cubrimiento del valor de la obra bien hecha y la recompensa interna y
externa al resultado del trabajo.
e) Finalmente, el debilitamiento de la “misión educadora” de la familia,
que se traslada a la escuela.
orígenes las universidades no son otra cosa que una concatenación suce-
siva de maestros y discípulos. El discípulo se convierte en maestro, preci-
samente por su previa condición de discípulo respecto a “su” maestro. No
es otra su autoridad. Y, por ello, cuando un profesor reniega de la tradición,
repudia la herencia, quiere desvincularse de ella, pierde inexorablemente su
autoridad. Y en eso consiste precisamente la grave crisis de la autoridad de
los docentes, que no se resuelve, desde luego, con otorgar por ley la con-
dición de “autoridad pública”, aunque sea un loable intento de remediar
algo la penosa situación en que muchos profesores realizan sus funciones
docentes. La autoridad se obtiene por traditio.
Claro está que una familia debilitada será mucho más proclive a esta
sumisión. El debilitamiento de la familia no es inocente. Favorece la rup-
tura cultural y educativa. Forma parte del mismo proyecto de transforma-
ción de la sociedad. Si la familia se va mostrando incapaz de cumplir su
misión educadora, esto es, de transmitir los relatos y narraciones a través
de los cuales los componentes de la nueva generación reciben y renuevan
esa herencia, tampoco tendrá suficiente fuerza para exigírselo a la escuela.
Sin perjuicio de ello, ¿es posible hacer algo con conciencia de la magnitud de
la crisis? Esta misma conciencia nos obliga a adoptar una actitud de realismo,
que consiste en saber lo que podemos hacer y lo que no podemos hacer a
la vista de las circunstancias y de la gravedad de la crisis.
Pero el camino más decisivo, el que resulta crucial, es ensanchar las liber-
tades educativas. Sólo se salvará la educación en nuestra Europa mediante la
libertad. Por eso, hoy más que nunca la batalla por la libertad de enseñanza
es más trascendental que nunca. Sólo con libertad podremos salvar y for-
talecer instituciones educativas potentes con capacidad de desarrollar la
educación como traditio. Las necesitaremos fuertes, porque deberán llevar
a cabo esta tarea en un ambiente hostil o, por lo menos, a contracorriente.
Instituciones educativas débiles serán incapaces de asumir esta labor. Afor-
tunadamente hay muchas instituciones que se han dado cuenta de la mag-
nitud del desafío y que están volcando sus esfuerzos para dar respuesta a esta
inaplazable necesidad. En la historia del Continente tenemos suficientes
ejemplos para saber la fecundidad de una adecuada respuesta a la altura de
los tiempos históricos. Acaso lo que ahora necesitemos sean focos de irra-
diación de la cultura, en el que el modelo benedictino sirva de referencia.
PALABRAS CLAVE
• •
Educación Europa Libertad
RESUMEN ABSTRACT
En la batalla cultural que hoy se libra en Eu- In the cultural battle that is being fought
ropa, la educación constituye uno de los es- in Europe today, education lies as one of
cenarios principales. Tanto el “capital hu- the main battlefields. Both “human
mano” como el “capital social” están capital” and “social capital” are suffering a
sufriendo un serio deterioro. La clave de la serious deterioration. The key of the crisis
crisis es la ruptura educativa que se ha is the rupture of education which took
producido en Europa a partir de los años se- place in Europe from the ‘60’s onwards
tenta y que en España se consuma con la and which in Spain was consummated in
LOGSE. La escuela pública es la principal the LOGSE. Public schools are the main
víctima de la escisión que vive la sociedad victims of the splitting of European society.
europea. El fracaso del “Pacto educativo” The failure of the “Education Pact”
pone de relieve la necesidad de ir a las raí- stresses the necessity of searching for the
ces del malestar educativo. En este con- roots of the education malaise. In this
texto, la batalla por ensanchar las liberta- setting, the priority is the battle to broaden
des educativas es la prioridad. education freedoms.
J excelente base para una discusión amplia y seria sobre el tema de la in-
migración. Comparto plenamente su enfoque acerca de los principios
que deben fundar una política de integración para una sociedad abierta y
pluralista, basada en individuos libres e iguales, lo que es lo contrario de ese
multiculturalismo que a nombre de la santidad de “las culturas” y la pre-
ponderancia del grupo sobre el individuo fomenta la creación de micro-
sociedades aparte que negocian corporativamente entre ellas. La visión
pluralista o liberal es la de la movilidad, el cambio y la pertenencia del in-
dividuo a una multiplicidad de contextos sociales libremente elegidos. Éste
es nuestro punto de partida compartido y por ello la política de integración
no puede ser otra cosa que una política que fortalezca la libertad de todos
para elegir qué vida queremos vivir. Esto supone a su vez fuertes valores
compartidos, ya que la diversidad se vuelve antagonismo si es pura diver-
sidad. Para ser diversos de una manera constructiva necesitamos también
ser semejantes y esa semejanza está dada por la adscripción a los valores
Mauricio Rojas Mullor es director del Observatorio para la Inmigración y la Cooperación al Des-
arrollo (URJC), director de la Escuela de Profesionales de Inmigración y Cooperación (Comunidad
de Madrid). Diputado del Parlamento de Suecia (2002-2008) y profesor adjunto de la Universi-
dad de Lund (Suecia).
1
Reflexiones a partir de “Inmigración en la España de hoy: situación real y retos pendientes”,
texto del ex consejero de Inmigración y actual consejero de Sanidad de la Comunidad de Ma-
drid, Javier Fernández-Lasquetty (2010).
2
La obra clásica al respecto es The Ghetto de Louis Wirth con prólogo de Robert E. Park, pu-
blicada en 1928 y reeditada muchas veces. Para el desarrollo conceptual véase Ward (1989).
Ahora bien, no siempre las cosas eran de color de rosa en los guetos a
pesar, y en parte a causa, de su fuerte cohesión interna. La tendencia a la
creación de mini-estados dentro del Estado fue evidente con el preocupante
agregado del surgimiento de aparatos propios de violencia, que van desde las
célebres mafias judía e italiana a los implacables tongs chinos. Al mismo
tiempo, la cohesión interna demostró ser un elemento vital de la exitosa in-
corporación económica de muchas de estas comunidades inmigrantes, cre-
ando oportunidades de progreso que fueron sorprendentes. Los casos más
destacados son el de los judíos y su industria textil neoyorkina y el de los chi-
nos con sus célebres Chinatowns. A día de hoy, la estadística comprueba que
no hay grupos más exitosos económica y educacionalmente en Estados Uni-
dos que los descendientes de aquellos judíos y chinos que vivieron históri-
camente una segregación, discriminación y, en el caso de los chinos, abierta
persecución sin precedentes. Ahora bien, el “precio” o condición del éxito fue
muchas veces una autosegregación muy notable, ya sea habitacional o en
cuanto a los intercambios sociales, que a menudo ha comportado un man-
tenimiento bastante riguroso del matrimonio endogámico.
Dejo con ello planteada una discusión que no por ser difícil deja de ser
imperiosa.
2. LA SEGUNDA GENERACIÓN
Tal como muy bien dice Javier Fernández-Lasquetty, “la segunda genera-
ción es la que con su comportamiento decidirá si España triunfa o fracasa
en la integración de sus inmigrantes”. También es absolutamente acertado
apuntar en este contexto, como por lo demás en todo nuestro tema, a la
centralidad del trabajo como clave de toda integración y movilidad social.
Aquí tiene España un talón de Aquiles propio y autogenerado de gran ca-
lado con su 40 por ciento de paro juvenil.
3
Alejandro Portes y Kenneth Wilson (1980) han estudiado esto en el caso de los latinos en Es-
tados Unidos, mostrando las claras ventajas de la integración de muchos cubanos a través del
fuerte enclave de Miami. Para un estudio más amplio del tema véase Rojas (2001) y sobre los
empresarios inmigrantes Light (1972) y Sowell (1981).
4
Según la EPA para el cuarto trimestre de 2009 esta diferencia era de un 58 por ciento, ha-
ciendo palpable el carácter discriminador del mercado de trabajo español, especialmente com-
parado con mercados más abiertos como el estadounidense, donde esta diferencia es
marginal o se da a favor de los inmigrantes.
5
He desarrollado más largamente estos temas con referencia al caso de Suecia en Rojas
(2001a) y (2008).
Ahora bien, la evolución del flujo migratorio hacia España muestra una
extraordinaria adaptación a la parte económica o laboral del efecto lla-
mada, siguiendo las alteraciones del ciclo económico español de una ma-
nera ejemplar. El frenazo de la inmigración, ya claramente anunciado por
las cifras de 2008 (con el menor aumento porcentual de extranjeros resi-
dentes a nivel nacional, 7,2 por ciento, detectado desde 1997), se confirmó
plenamente en las cifras ya disponibles en la Comunidad de Madrid para
6
Guillermo de la Dehesa (2008) da una buena panorámica tanto de la teoría como de la in-
vestigación económica en materias migratorias en su libro Comprender la inmigración.
7
Según la estadística de Naciones Unidas para 2008 la tasa de homicidios española está in-
cluso por debajo de la de Finlandia, Dinamarca, Francia o Inglaterra, para no hablar de Hon-
duras o El Salvador, que superan en 68 y 58 veces respectivamente los niveles de España.
Esto es a primera vista muy notable, ya que las ganancias de puro vivir
en un país de renta per cápita diez o veinte veces superior al de origen es
muy sustancial. Ahora bien, aquí hay que considerar que la diferencia de
renta per cápita real entre España y los mayores países de origen de sus in-
migrantes no llega a esas magnitudes abismales. En los casos de, por ejem-
plo, Rumanía, Ecuador y Marruecos tenemos un diferencial a favor de
España que en 2008 era de 2,3, 4 y 7,1 veces respectivamente. El que no
se haya producido una migración más importante de países mucho más
pobres (especialmente del África subsahariana donde sí encontramos enor-
mes diferencias de renta per cápita con España8) se explica en gran parte
por lo que en la teoría migratoria se llama “trampa de la pobreza”, es decir,
el obstáculo insuperable que la pobreza extrema misma representa para
llegar a hacer aquella inversión bastante sustancial en términos relativos
que la realización del proyecto migratorio supone.
Sin embargo, el tema de los fringe benefits sí tiene importancia para ex-
plicar el no retorno bajo condiciones de crisis como las del hoy. Es decir,
una vez realizada la migración con su inversión correspondiente sí existe
un incentivo a permanecer en el país aunque la meta de la incorporación
laboral se haya dificultado o, al menos en lo referente al empleo regular, de-
jado de cumplirse. Esto debiera llevar a que el flujo migratorio hacia España
tendiera a describir una trayectoria más de una especie de “S” extendida
que de una “U” invertida9.
8
Así por ejemplo, la diferencia con la República Democrática del Congo era de 107 veces en
2008.
9
Esto a excepción del caso de países como Rumanía, Bulgaria u otros de Europa del Este que
por su limitado diferencial de renta per cápita con España podrían, si su desarrollo económico
futuro es relativamente exitoso, producir una fuerte migración de retorno comparable a la de
los españoles que emigraron hacia el norte de Europa en los años 60.
Resumiendo; parece que podríamos decir if it ain’t broke, don’t fix it, si
funciona no lo arregles. Tenemos de hecho el sistema más liberal de inmi-
gración que pueda imaginarse hoy por hoy, pero está reñido con una le-
galidad que no sólo está obsoleta sino que simplemente produce hilaridad.
¿Qué problemas reales tenemos entonces que motiven meternos a tratar de
resolver un entuerto que, sin que nadie lo pensase así, le ha reportado evi-
dentes beneficios a España? Para elaborar una respuesta a esta pregunta
miremos primero un poco más de cerca esos beneficios y su sombra más
de largo plazo.
Según esta misma fuente, más de dos terceras partes del crecimiento
español (67,9 por ciento) se explican por la mera incorporación de fuerza
de trabajo y el resto se debe a aportes de capital. En suma, podríamos decir
que España creció engordando y no desarrollándose. La inmigración fue
parte de y respuesta a este modelo tecnológicamente estancado de creci-
miento. A él respondió también, de manera general, la cualificación de los
inmigrantes llegados o, en el caso bastante común de aquellos que tenían
más cualificación, el uso de su potencial productivo, lo que ha implicado
no sólo una subutilización sino una destrucción de capacidades por falta de
Las consecuencias de todo esto son múltiples. Al nivel del modelo pro-
ductivo, esa fuerza de trabajo ya incorporada y tan adaptada al mismo (o
por el mismo) se ha transformado hoy en parte del problema, es decir, de
los retos de la reformulación de las bases del crecimiento español para
pasar de un modelo extensivo a uno intensivo del uso de los recursos. Este
problema no es nada distinto del de la gran mayoría de la fuerza de trabajo
española, de la cual unas dos terceras partes ni siquiera tienen una califi-
cación profesional certificada. Se trata, en suma, de un enorme esfuerzo de
calificación y recalificación profesional que será decisivo para todos los ha-
bitantes de España, independientemente de su origen.
para hoy pero puede ser hambre para mañana si no actuamos decidida-
mente en el frente de la formación, del modelo productivo, de las regula-
ciones del mercado de trabajo y de las condiciones mismas de
sostenibilidad de nuestros sistemas de seguridad social y pensiones. En fin,
una vez más se trata de las grandes tareas pendientes españolas ante las
cuales se ganaron algunos años de ilusión y no reforma que caros nos cos-
tarán a no mucho andar.
Por último, algunas palabras sobre lo que le ha hecho y aún puede hacerle
mucho daño a una verdadera integración de los inmigrantes. Me refiero
sobre todo a los desvaríos político-ideológicos de esa izquierda que de una
u otra manera defiende un modelo de sociedad dividido en submundos
que, en nombre del derecho a la autonomía de “las culturas”, se separan en
una diversidad con cada vez menos puntos de semejanza y confluencia.
Ese proyecto, y las ideas que lo forman, tuvo una larga hegemonía en la po-
lítica europea de “integración” (que de hecho era más una política de des-
integración social), especialmente en países del norte como Holanda, Gran
Bretaña o Suecia, que un día fueron obligados a despertar duramente del
sueño multi-culti. Pero no se trata solamente de la izquierda: hay sectores
del centro político e incluso de la derecha que, más por despiste que otra
cosa, todavía tienen devaneos multi-culti, especialmente en funciones po-
líticas y burocráticas, donde puede parecer tan apropiado agrupar a los in-
dividuos en colectivos, “culturas”, para luego darles alguna prebenda o
constituir “instancias de diálogo” que, una vez creadas, se transforman fá-
cilmente en verdaderos reductos del separatismo de esos pequeños y tan
peligrosos poderes que habitualmente no tienen otra fuente de existencia
que el haber sido tocados por la varita mágica del político de turno. Hasta
he escuchado la idea de crear un Consejo Musulmán en alguna de las re-
giones autónomas de España para así facilitar el diálogo con los musul-
manes españoles. Quienes así piensan parecen no tener la menor idea de
qué fuerzas podrían desencadenar y, sobre todo, qué poderosa plataforma
le brindarían de esta manera a los sectores más reaccionarios e integristas
para hacerse los supuestos interlocutores de todos los musulmanes.
“La izquierda europea nunca desarrolló una estrategia coherente para abor-
dar el gran reto de la integración de muchos millones de hombres y muje-
res cultural, social y lingüísticamente ‘ajenos’ (...). Peor aún, nosotros nunca
permitimos un debate político abierto sobre estas cuestiones y los proble-
mas y desafíos conectados con ellas (…). Finalmente, y quizá lo más ver-
gonzoso, hemos sido extremadamente cobardes para defender los valores
y las normas esenciales de nuestras sociedades”. (Pág. 37)
10
Algunas cifras para ilustrar esto. En Francia el empleo crece un 3,4 por ciento entre 1974 y
1994 mientras que la población en edad activa lo hace un 18 por ciento. Los porcentajes co-
rrespondientes para Gran Bretaña son 2,1 y 10,2 y para Suecia 0,9 y 11,4 respectivamente.
Estas cifras y las que se darán sobre Estados Unidos y Canadá vienen del US Bureau of Labor
Statistics (2010).
materia migratoria, se abrieron aún más. Las consecuencias han sido no-
tables, especialmente comparando con esa Europa que eligió reestructu-
rarse cerrándose. El desarrollo del ingreso per cápita lo dice todo.
Franceses, alemanes, suecos, belgas, daneses, italianos u holandeses son
hoy considerablemente más pobres de lo que lo serían si se hubiesen des-
arrollado como los estadounidenses. En 2008, para un sueco medio está
pérdida ascendía, según la estadística del Banco Mundial (2010), a nada
menos que 5.200 dólares (de igual poder adquisitivo) por año, y para un
francés se trataba de ¡8.000 dólares anuales!
PALABRAS CLAVE
España • Inmigración • Liberalismo
RESUMEN ABSTRACT
La inmigración plantea, entre otros, cuatro re- Immigration poses, amongst others, four
tos fundamentales a la sociedad española. El essential challenges to Spanish society.
primero trata de cómo evitar la formación de The first one tries to avoid the creation of
guetos sin echar por la borda la fuerza positiva ghettos without wasting the positive
que esas comunidades puedan tener. El se- momentum these communities could
gundo se refiere al destino de la “segunda ge- have. The second addresses the destiny of
neración” en una perspectiva de creciente paro the “second generation” within a setting
y gran fracaso escolar. El tercero es la necesa- of greater unemployment and school
ria revisión de la regulación de la inmigración, failure. The third is the necessary revision
pasando a una política de estricta legalidad of immigration laws, arriving at a policy of
pero de gran apertura. Finalmente tenemos el strict legality but great openness. Lastly,
rechazo al multiculturalismo y el paso a una we have the rejection of multiculturalism
búsqueda de una sociedad plural pero fuerte- and the search of a plural society strongly
mente unida por valores compartidos. held together by shared values.
BIBLIOGRAFÍA
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1220691554292&ssbinary=true paña, bajo la autoría de N. Zinovyeva, F.
JOSÉ CANOSA
José Canosa es doctor en Física Aplicada por la Universidad de Harvard y antiguo investigador
en el Vallecitos Atomic Laboratory de General Electric, en donde se diseñó y construyó el primer
prototipo del reactor de agua en ebullición.
¿Cómo explicar este milagro? El hecho es que no hubo milagro, sino una
voluntad de cambiar las cosas por parte de los Gobiernos de Corea. A prin-
Estamos ante un dilema: por un lado, Francia, China, Corea y Japón siguen
adelante con sus programas nucleares asumiendo sus posibles costes impon-
derables; por otro lado, Estados Unidos y Reino Unido quieren impulsar la
energía nuclear y luchan por alcanzar unos costes que sean competitivos con
CUADRO 1
Comparativa de costes (nuclear, carbón y gas)
Los costes de capital en la primera columna son los costes de hoy (over-
night costs) y no incluyen ni la inflación ni los intereses. Pero si una central se
construye en cuatro años, como es el caso de las últimas centrales coreanas y
japonesas, o en ocho o más años, como ha ocurrido en Occidente, los costes
reales pueden ser bastante superiores a los costes de hoy. En el período 2003-
2009 ha habido una inflación anual del 15% en materias primas como el acero
y el cemento, y en componentes esenciales como las vasijas del reactor. En los
proyectos presentados en Estados Unidos para nuevos reactores, se estima
que los costes reales pueden superar a los de hoy entre un 30 y un 70%.
Los costes de combustible de una central de gas son muy volátiles y re-
presentan entre el 40 y el 70% del coste de la energía producida, mientras
que los costes del combustible nuclear son menos volátiles y representan
1
No está claro a qué costes se refiere Centeno, quizás a los de la energía que habrían produ-
cido las cinco centrales españolas abandonadas si su construcción se hubiera completado
hace unos 25 años.
Originalmente se previó que tanto los reactores americanos como los fran-
ceses o españoles tendrían en promedio una vida de cuarenta años; pero esta
limitación no estuvo basada en razones técnicas, sino en prácticas de conta-
bilidad y amortización utilizadas para las centrales fósiles. En los últimos
treinta años los 104 reactores americanos han sido operados con eficacia y se-
guridad crecientes: la mayoría de los reactores funcionan ininterrumpida-
mente el 90% del tiempo, en comparación con el 55% en 1980.
Con la experiencia ganada por los franceses en sus casi cuarenta años
de generación eléctrica nuclear, los reactores que Areva construye en Ol-
kiluoto (Finlandia) y en Flamanville (Francia) están diseñados para una
vida útil de sesenta años.
2
Pressurized Water Reactor (PWR). Areva utiliza las siglas EWR por European Pressurized Water
Reactor, un diseño evolucionado y mejorado del PWR.
3
Para utilizar el uranio enriquecido con la máxima eficiencia, los neutrones de fisión tienen que
ser moderados (frenados) hasta tener una energía cinética del mismo orden que la de las mo-
léculas de agua.
El reactor accidentado en TMI era del tipo de agua a presión, que junto
con el reactor de agua en ebullición son los dos tipos básicos utilizados en
las centrales nucleares occidentales. Éste es el único accidente digno de
mención en una central nuclear occidental con reactores de agua ligera.
Pero esto es una solución temporal. Los residuos deben ser almacena-
dos permanentemente de forma que no entren “nunca” en contacto con la
biosfera y constituyan un riesgo para la salud pública. Este requerimiento
constituye un problema técnico y político. El problema político es bien co-
nocido y se resume en la frase “no en mi vecindad”.
PALABRAS CLAVE
Energía • Economía internacional • Ciencia y Tecnología - I+D - Universidades •
Medioambiente - Sostenibilidad
RESUMEN ABSTRACT
El único país occidental con un programa France is the only Western country with an
nuclear activo es Francia; pero el centro de ongoing nuclear civilian program; but the
gravedad nuclear se ha desplazado a Asia: nuclear center has shifted to Asia: China
China y Corea del Sur, seguidos por Japón, and South Korea, followed by Japan, have
tienen los programas más importantes. To- the most important programs. All these
dos estos países tienen un Estado central countries have strong central governments
fuerte, cuyos Gobiernos han decidido que la which have decided that nuclear energy is
energía nuclear es una prioridad estraté- a national strategic priority that must be
gica nacional que hay que perseguir a toda carried out at all costs. The U.S.
costa. El Gobierno de Estados Unidos, deci- Government, committed to relaunch
dido a impulsar la energía nuclear después nuclear energy after a 30 year hiatus, has
de un parón de treinta años, ha anunciado announced the granting of loan guarantees
la concesión de avales para financiar el 80% covering up to 80% of construction costs of
del coste de construcción de nuevas cen- new nuclear power stations. This shows
trales. Esto muestra que la energía nuclear that a rebirth of nuclear energy will only be
sólo puede renacer con el apoyo económico brought about by the strong economic
decisivo de los Gobiernos, apoyo que tiene support of governments; a support which
que mantenerse durante décadas porque will have to be held for decades because
en Occidente se requieren unos diez años up until now, deciding to build a new
desde la decisión de construir un reactor reactor and connecting it to the grid takes
hasta su conexión a la red. about ten years in the West.
BIBLIOGRAFÍA
Centeno, R. (2009): MIT (2003):
“El impacto del cierre de centrales nu- The future of Nuclear Power. Cambridge.
cleares”. XVIII Observatorio Económico, Massachusetts Institute of Technology.
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Gillmor, C.S. (2004): “Areva’s Field of Dreams”. Time, 5 de
Fred Terman at Stanford: Building a disci- agosto de 2009.
pline, a University, and Silicon Valley. Stan-
ford. Stanford University Press.
La democracia
en América
ALEXIS DE TOCQUEVILLE
Edición crítica y traducción de Eduardo Nolla
Editorial Trotta. Liberty Fund. Madrid, 2010, 1358 páginas.
Tocqueville ha tenido una fortuna envidiable en Hay que elogiar en primer lugar el trabajo de
nuestra lengua. Desde muy temprano hubo va- edición: la generosidad en el aparato docu-
rias traducciones al castellano de La democra- mental no dificulta el manejo del texto. Es una
cia en América, sin duda impulsadas por el auténtica proeza tipográfica, que recoge como
experimento de construcción nacional que se base las ediciones de 1835, 1838, 1840 y
estaba llevando en los antiguos territorios es- 1850. En notas a pie de página van las varian-
pañoles y quizás también por el interés que en tes, los borradores, los descartes, los comenta-
España suscitaban los liberales de tiempos de rios de Tocqueville y de su círculo de amigos y
RESEÑAS
Luis Felipe, los doctrinarios. En el siglo XX escri- familiares, que se encuentran, fundamental-
bió y enseñó en Madrid uno de los grandes es- mente, en la biblioteca de la Universidad de
pecialistas en Tocqueville, como fue don Luis Yale, donde se conserva la copia de los ma-
Díez del Corral. Hoy mismo, en Argentina sigue nuscritos perdidos de La democracia.
trabajando Darío Roldán. Y en estos días llega al
mercado español lo que es la culminación de Eduardo Nolla, por su parte, ha aportado su
una brillantísima carrera académica dedicada larga experiencia, su minuciosidad, su claridad
a Tocqueville, con la publicación en castellano conceptual, su conocimiento del texto y su evi-
de la edición crítica de La democracia en Amé- dente cariño hacia la obra de Tocqueville para
rica a cargo de Eduardo Nolla. ofrecernos un trabajo definitivo, absolutamente
extraordinario. Nolla sitúa a la Universidad es-
Eduardo Nolla ya había realizado una primera pañola en la punta de la investigación histórica
versión crítica de La democracia, publicada en y debería ser reconocido como es debido.
español en 1990. Esta edición también se pu- Cuando conseguimos dejar atrás el asombro,
blicó en Francia, en la editorial Vrin. Hace poco empezamos a comprender lo que tenemos de-
tiempo, Eduardo Nolla sacó en Liberty Fund una lante. Como dice el propio Eduardo Nolla, ésta
edición bilingüe de La democracia, que ha pa- es una creación textual que no existía anterior-
sado a ser la edición canónica en Estados Uni- mente, aunque todo lo que aparece fue escrito
dos, con la traducción de James T. Schleifer. Es por Tocqueville. Está el libro que todos hemos
esta edición la que ahora nos llega en español, leído, pero inserto en un nuevo texto que nos
de la mano de la Editorial Trotta y, también, de permite comprenderlo desde otras perspecti-
Liberty Fund. Para facilitar la consulta, incluye vas, y de otra forma, si no del todo nueva, sí más
la paginación de la edición bilingüe. profunda y a veces más intensa.
Está, en primer lugar, la cuestión estética. Toc- entender tan profundamente la naturaleza de la
queville es un escritor de primera fila, de los úl- democracia americana. Sorprenderá a muchos
timos franceses que mantuvieron el gran estilo lectores aprender que Tocqueville, antes incluso
aristocrático que nació con los moralistas y los de emprender el viaje a Estados Unidos, ya
memorialistas del siglo XVII y se termina, prácti- tenía una idea clara de lo que escribir. El tra-
camente, con él. Hay algo de español en esta bajo de preparación y redacción partió por tanto
manera de escribir, como un recuerdo de la exi- de una hipótesis previa acerca de lo que se iba
gente prosa española del Siglo de Oro, y la per- a encontrar en el Nuevo Mundo. Resulta fasci-
fecta traducción de Nolla parece sensible a esta nante ver cómo la observación de la realidad, y
veta subterránea. “Si es posible –dice Tocquevi- luego la reflexión, fueron dando forma a esa in-
lle en una nota al margen–, emplear aquí un es- tuición primera.
tilo firme, simple, corto, entrecortado, didáctico.
Desdeñar la forma oratoria” (p. 768, nota g). Así Un ejemplo –recurrente– es el de la importancia
podemos ver al escritor en acción, obsesionado de la religión en la vida norteamericana, que
por la síntesis y la concentración. El trabajo de contrasta violentamente con el apego de los
escritura en Tocqueville, lector de Pascal, tiene norteamericanos a los placeres materiales.
algo si no de ascesis, sí de despojamiento, de Desde una perspectiva europea, tan fuerte-
búsqueda incansable de lo esencial. De ahí el mente influida por Platón –que Tocqueville leyó
valor de esta edición. Lo que en el texto aca- en 1836, en Suiza–, se podía deducir que el cul-
bado de La democracia es un espejo bruñido, tivo de la espiritualidad y la moral requería ale-
impecable, se nos presenta aquí como un work jar, e incluso desterrar, el ejercicio del comercio
in progress. Nuestro tiempo, tan amante de lo y la industria. Así lo indica en un apunte, que en
fragmentario, se complacerá en esta multiplici- esta edición va incluido en nota (p. 940, nota
RESEÑAS
dad de perspectivas y en las asociaciones im- e). Y sin embargo, de la observación de la rea-
pensadas que abre. (No así Tocqueville, que lidad norteamericana Tocqueville deduce lo con-
andará de mal humor al verse descubierto de trario. El espíritu americano, tan apegado al
este modo…) bienestar y a los goces materiales, se desborda
también en la religión, en fenómenos de espiri-
Uno de los muchos atractivos de Tocqueville es tualismo exaltado –como las de los shakers–, e
el propio personaje, aristócrata, como es bien incluso en formas de misticismo.
sabido, y simpatizante de la democracia, por
mucho que esa misma democracia, en su país, Tocqueville, tan intelectual, tan distante, intuye
asesinara a buena parte de su familia y dejara una de las características de la religión en Nor-
a su madre enferma para el resto de sus días. teamérica, como es el fenómeno evangélico en
Además, Tocqueville, que encarna en un alto lo que tiene de conversión personal y de com-
grado un cierto espíritu francés de servicio al promiso con la fe renovada. Siguiendo la intui-
Estado, se enfrenta en Estados Unidos a una ción de Tocqueville, ha habido luego quien ha
sociedad en la que parece, como él mismo dijo, llamado a los norteamericanos un pueblo de
que no existe el Estado… Desde esta perspec- místicos. Resulta encantador, a este respecto,
tiva, esta edición complementa el gran Tocque- descubrir en apéndice el pequeño texto en el
ville and Beaumont in America de G. W. Pierce. que Tocqueville pone en escena, como si de una
Pierce reconstruyó el viaje de los dos amigos fábula ingenua se tratara, una visita a tres lu-
por lo que entonces era Estados Unidos. En esta gares de culto cristiano, tres sectas en lenguaje
nueva edición tenemos más materiales para norteamericano, que plasman el pluralismo re-
comprender el periplo espiritual y moral que un ligioso de Estados Unidos. Aún más lo es la con-
archieuropeo como Tocqueville recorrió hasta fesión del propio Tocqueville, que podemos leer
gracias a Nolla y a sus editores y que ilumina cráticas”. Siguiendo su método de trabajo, Toc-
como pocas veces el texto final: “Si (yo) hubiese queville se niega a “imaginar una democracia
nacido en la Edad Media, habría sido enemigo ideal cuando [puede] concebir fácilmente una
de las supersticiones, pues entonces el movi- real” y cuando “lo que sucede ante nuestras mi-
miento social impulsaba a ello. Pero en nuestros radas basta para ilustrarnos”. Así que al hablar
días me siento indulgente con todas las locuras de los pueblos europeos, se volverá a ellos “tal
que puede sugerir el espiritualismo. El gran ene- como se presentan a mi mirada [el énfasis es
migo es el materialismo (…)” (p. 956, nota e). mío], con sus tradiciones aristocráticas, sus co-
nocimientos adquiridos, sus libertades”. Se pre-
En otro capítulo, la edición de Eduardo Nolla gunta entonces “si al volverse democráticos no
permite ver el esfuerzo de Tocqueville por si- arriesgan, como se nos quiere persuadir, volver a
tuarse en un punto que le permita entender ca- caer en una especie de barbarie” (p. 768, nota
balmente la nueva realidad democrática. A g). La respuesta de Tocqueville es negativa, como
Tocqueville le habría sido fácil adherirse al pre- en otras ocasiones. Una vez adquirido el gusto
juicio muy común entonces (y que muchos por los placeres intelectuales, afirma, un pueblo
hemos conocido todavía) de la vulgaridad de no lo pierde. Aun así, queda la pregunta, que
los norteamericanos. Buena parte de la Se- desarrolla en El Antiguo Régimen y la Revolución
gunda Democracia va dedicada a esclarecer y que le llevará a presentir con tanta precisión los
este punto capital. En el capítulo IX Tocqueville peligros de la igualdad democrática. Por el ca-
se plantea abiertamente mostrar “Cómo el mino, Tocqueville ha echado mano de una céle-
ejemplo de los americanos no prueba que un bre pensée de Pascal que ha cobrado una
pueblo democrático no pueda tener aptitud y dimensión cultural y política nueva: “El hombre
gusto por las ciencias, la literatura y las artes” no es ni ángel ni bestia, y la desgracia quiere
RESEÑAS
(p. 763). Y aquí todas las precauciones son que aquel que quiere hacer el ángel haga la bes-
pocas. Una nota del editor nos informa de que tia” (nº 257 de la edición Lafuma).
el autor pensó en partir del reconocimiento del
tópico, pero presentándolo como “algo mode- Los problemas de la elaboración de un método
rado, sutil y no muy profundamente satírico. Es de análisis que permita comprender la realidad
preciso que no menosprecie demasiado a los sin tener que pasar por modelos ideales ya es-
americanos si a continuación quiero realzar a taban expuestos en el texto definitivo de La de-
los otros pueblos democráticos” (p. 764). Viene mocracia en América. Es bien conocido el
a continuación la comparación de los ameri- capítulo dedicado a comparar a los historiado-
canos con los castores, como si de un pueblo res de “los siglos democráticos” con los de “los
animalizado se tratara. La imagen está inspi- siglos aristocráticos”. Tocqueville vuelve en él a
rada por los trabajos de Buffon, que Tocquevi- una idea fundamental, como es que la demo-
lle conocía, y podría insinuar la generalización cracia prefiere las ideas generales mientras que
de que la democracia embrutece a los hom- las sociedades aristocráticas se inclinan por las
bres. Pues bien, de lo que acaba queriéndose particulares. (Esta idea, aplicada a la lengua,
burlar Tocqueville es precisamente de quienes da el soberbio capítulo IX, sobre la lengua de la
“creen que la democracia nos llevará a vivir democracia, que parece glosar su propio estilo
como castores”. aristocrático.) Los apuntes descartados nos per-
miten darnos cuenta de hasta qué punto Toc-
El razonamiento no acaba aquí, y Tocqueville, queville era consciente de la necesidad de esa
como es frecuente en su trabajo, vuelve a la re- unidad –algo esencial para él en la imaginación
flexión sobre las sociedades europeas, a las que creadora–, cuando apunta para sí mismo cuál
llama, como es bien sabido, “sociedades aristo- debería ser la situación de este capítulo con
respecto al que trata de las ideas generales (p. las ciencias sociales que está contribuyendo
853, nota b). tan decisivamente a elaborar. En torno a él gira
buena parte del texto del capítulo, pero, curio-
Además, las notas nos informan de la posición samente, sólo se hace del todo explícito en un
de Tocqueville ante las consecuencias de este comentario que no apareció en la edición de-
predominio de las ideas y de las palabras. Como finitiva: “Creo que casi todos los instantes de
–según Tocqueville– el historiador de los siglos su existencia, las naciones, como los hombres,
democráticos no logra percibir suficientemente son libres de modificar su destino” (p. 858,
las influencias individuales, acaba negándolas. nota j). Y por si fuera poco, este capítulo iba a
“Prefiere hablarnos de la naturaleza de las razas, ir seguido de otro, suprimido, acerca de la in-
de la constitución del país o del espíritu de la ci- fluencia de la democracia en la oratoria reli-
vilización”. Entre paréntesis, y descartada de la giosa. La edición de Eduardo Nolla nos
edición definitiva, viene aclarado lo que piensa descubre el núcleo de este proyecto descar-
el autor: “…grandes palabras que no puedo oír tado: un nuevo elogio, típico de Tocqueville, del
pronunciar sin que involuntariamente me catolicismo norteamericano… basado en la
acuerde del horror al vacío que se atribuía a la idea de que los sacerdotes católicos se dirigen
naturaleza antes de haber descubierto el peso a la razón, y no sólo a la fe, y tratan de con-
del aire”. (p. 855) Lo cual, dicho sea de paso, vencer más que de emocionar.
nos devuelve al universo de las polémicas pas-
calianas… Tocqueville, como bien vio Díez del Como se ve, esta nueva edición es todo un fes-
Corral, gravita, incluso en la cuestión del método, tín para los aficionados a Tocqueville y a la re-
alrededor del autor de las Pensées. flexión sobre su tiempo… y el nuestro.
RESEÑAS
Las paradojas de
la libertad
España, desde la Tercera de ABC
BENIGNO PENDÁS
Tecnos. Madrid, 2010, 506 páginas.
Una Tercera sobre las Terceras hecho en esas 126 “Terceras” de ABC con glo-
de Benigno Pendás sas, al par, acertadas y oportunísimas, a lo
largo de un periodo político tan interesante
En ocasiones apetece emular. Y ésta es una es- como es el que ha vivido España desde el 28
pecie de seudo Tercera, a causa de la agudeza de agosto de 1998 al 17 de enero de 2010. Lo
de las aportaciones que Benigno Pendás ha he contemplado con ojos de economista, como
contraste con el planteamiento de ese gran po- con un mensaje evidente, que se desprende de
litólogo que es el profesor Pendás. Histórica- la primera cita que aparece en él, la de la pá-
mente va desde que Aznar, con el modelo gina 13: “Defiendo, como Pericles, una con-
económico Aznar-Rato, logró insertar a España fianza audaz en la libertad”. Pero lo que plantea
como miembro fundador de la Unión Econó- es, al par, ambicioso y muy realista. Lo com-
mica y Monetaria, o sea, de la Eurozona, hasta prueba la cita final del libro (página 498): “La
que nos encontramos en medio de la gravísima historia universal es un tribunal muy exigente,
crisis económica originada, en parte esencial, que actúa con justicia inapelable... Aquí y
por los errores considerables de la política eco- ahora el desafío consiste en no tropezar con el
nómica del Gobierno de Rodríguez Zapatero. destino, esa ‘vieja roca’, como decía Hölderlin”.
Y quien se empeña en hacerlo debe tener pre-
Ése es para mí el friso sobre el que se basa sente este terrible párrafo de la pág. 109 –que
un desarrollo ideológico desplegado con un quizá, como economista, yo lo veo en lo que
lujo cultural tan magnífico que, al contemplar sucede ahora mismo: “Alguien podría decir: “A
este libro, por fuerza he tenido que recordar horse! A horse! My kingdom for a horse...”. Y
aquellos que recogían trabajos previos de añadía irónicamente Pendás: “Se trata de Wi-
prensa de Ortega y Gasset, quien, como se- lliam Shakespeare, Ricardo III”. Ese clamor por
ñala Julián Marías, tiene una parte conside- un caballo cualquiera, ¡cómo se escucha en
rable de su obra en “artículos..., parcialmente estos instantes!
reunidos en libros”. Por ejemplo recordemos,
por las consecuencias políticas que tuvo, el ¿Con qué nos vamos topando en esta obra?
volumen La redención de las provincias y la En primer lugar, con un mensaje que corrobo-
decencia nacional, aparecido en 1929, en el ran en el aquí y ahora de España todos los eco-
RESEÑAS
que se inserta, incluso, el artículo titulado nomistas. Se lee en la página 37: “¿Qué se
Bajo el arco en ruina, que publicó El Impar- espera de España?... La respuesta debe ser
cial el 11 de junio de 1917. Ortega, por otro clara y sencilla: austeridad, rigor, perseveran-
lado, es uno de los antecedentes intelectua- cia, solidez y buen criterio; dureza en las nego-
les de Pendás, y me parece, tras leer este ciaciones y fidelidad en los compromisos; una
libro, que lo es con Díez del Corral y en lo eco- cierta dosis, en fin, de calvinismo social y cul-
nómico con un clásico, Stuart Mill, y con un tural, que proteja conscientemente al homo
grande de la tercera generación de la Escuela faber y sitúe en su justa dimensión al homo lu-
de Viena, Hayek. Desde luego, sin olvidar a Je- dens”. De ahí que señale (página 56) que “el
remías Bentham. Deliciosa la anécdota sobre modelo liberal... debe impregnar la reforma
éste de la página 26. (educativa) de una genuina política de la ex-
celencia”. Y en la página 477 se lee: “Una so-
Por eso, como son los escritos de todos estos ciedad que prescinde de la excelencia corre
grandes pensadores, es éste un libro crítico, es- grave riesgo”, pero con este complemento que,
crito, como se lee en la página 228, por un “li- como profesor universitario asume, en la pá-
beral austero”, irritado con quien tiene el gina 486: “Hemos construido un sistema uni-
“estúpido empeño (de)... dar lecciones sobre el versitario caro, ineficaz y ostentoso, mal
sentido de la Historia, después de hacer el ri- considerado por los índices internacionales de
dículo una y mil veces con sus pronósticos fa- más prestigio. Tenemos que hacer algo para ex-
llidos” y consciente (página 498), de “que ‘la traer un sentimiento razonable del material hu-
libertad es poder’ como dijera John Quincy mano disponible. Es más importante que
Adams”. Es un libro, pues, esencialmente, urgente, y tal vez por ello carece de interés in-
sobre lo que sucede en la política de España, mediato para los políticos”.
En segundo lugar, y de modo persistente, mala conciencia de una izquierda molesta con-
surge una crítica profunda, intensa, a los que sigo misma por haberse plegado a los encan-
denomina (página 40) “nacionalismos perifé- tos del capitalismo”.
ricos”. En la página 121 se alude a que,
“como dijo tempranamente el Tribunal Consti- También debo anotar el evidente afecto de
tucional, ‘autonomía no es soberanía’, sino Pendás hacia los Estados Unidos. Se respira
que es un poder limitado en el que cada or- aquel atlantismo que, en su momento, Casti-
ganización territorial es ‘una parte del todo’...”, lla intentó al procurar aliarse con Inglaterra, y
o en la 122, se señala: “¡Cuántos males se que fracasó, para nuestro daño, una y otra vez.
derivan del romanticismo trasladado a la po- Ahora exige, a poca sensatez que se tenga,
lítica!” O lo de la 129, cuando apostilla esto pensando además en nuestra proyección en
así: “¡Cuánto daño ha hecho esa miseria del Iberoamérica, un enlace franco con los Esta-
historicismo, que denuncia Karl Popper!”. De dos Unidos que Pendás liga a lo que se puede
ello (pág. 214), por ejemplo, se deriva la crí- leer en las páginas 209-210: “Sea en esta ge-
tica al historicismo de Herrero de Miñón, por- neración o en las dos o tres siguientes, el
que permite a los nacionalistas “huir” del mapa del mundo se va a reconstruir según los
término odioso de los “privilegios”. Por la planes del hegemón americano. Europa sólo
misma razón, existe resistencia a llamar puede sobrevivir como sujeto global si consi-
“poder constituyente” “a ese ‘fondo de poder gue aportar legitimidad y buen sentido a las
originario’, como lo califica Herrero, que les andanzas, a veces erráticas, de la única su-
permite decidir su futuro a ellos solos...”. perpotencia. Caerá en la irrelevancia si pre-
¿Para qué seguir en este repertorio perfecto tende competir con los Estados Unidos por
que he fichado? Llega hasta la referencia, en razones de soberbia, envidia o ingratitud. Ca-
RESEÑAS
las páginas 493-495, que concluye así: “En minamos hacia una era imperial...”. Y en la 497
el fondo, hay mucho de revancha del austra- se indica: “Hablemos de la única potencia uni-
cismo frente a los decretos de Nueva Planta. versal digna de ese nombre, prestigioso sin
Menos mal que muchos, la inmensa mayoría, duda, pero muy exigente”.
preferimos todavía salvar la letra y el espíritu
de la Transición democrática”. Y si quiero ser notario total de esta obra, no
puedo dejar a un lado los múltiples elogios que
Aunque en términos menos duros, también es en ella se hacen a dos políticos: uno, José
implacable, desde el punto de vista intelectual, María Aznar, y otro, Mariano Rajoy. Su mensaje
la crítica, lógica en un liberal, al socialismo. es, pues, rectilíneo. No se busque en ese gran
Véase el capítulo 14, El último fabiano; o el asturiano que es Benigno Pendás, miedos al
descarnado planteamiento que hace en las qué dirán o adaptaciones cucas a eso que pre-
págs. 213-214 de lo que Pendás denomina tende ser lo políticamente correcto.
“Apuntes para el buen socialista”. Y muy espe-
cialmente esta expresión que explica mucho Esta obra es una de esas luminosas que sirven
sobre la tragedia del socialismo, porque liquida para afianzar nuestra acción hacia el futuro. Por
nada menos que sus fundamentos básicos, los eso considero que debe ser perfecta. Y en ese
de un intento de adaptación del mensaje Ri- sentido, mi única crítica es a su Índice Ono-
cardo-Marx al de Keynes –recordemos el librito mástico. Es preciso rehacerlo del todo, y para
de Joan Robinson, An essay on Marxian eco- un libro como éste, que es preciso que se con-
nomics–, hoy totalmente pulverizado. Aparece vierta en uno de referencia, ese índice es obli-
esta tragedia bien clara en la página 345 del gado. Volvamos a él porque su valor se
de Pendás: “Ante todo, es preciso sublimar la encuentra en que como se lee en la página 56,
“el tiempo apremia; como recordaba el maes- de El Castillo de Kafka: “Cuando K. llegó, ya era
tro Díez del Corral, se puede perder el tren de tarde...”.
la Historia, por unos minutos, lo mismo que los
trenes de verdad”. O lo escalofriante del inicio JUAN VELARDE FUERTES
The Roads to Modernity se publicó por vez pri- derno en tres diferentes contextos culturales:
mera en los EE.UU. en 2004, y en 2008 en el el británico, el francés y el americano. Define la
RESEÑAS
Reino Unido. Aunque se trata de un libro con Ilustración británica como “Sociología de Vir-
seis años a cuestas, conviene insistir en la ne- tud”, la francesa como “Ideología de la Razón”
cesidad de su lectura. Gertrude Himmelfarb, su y la americana como “Política de la Libertad”.
autora, es la gran historiadora contemporánea De paso, cuestiona varios tópicos: que los fran-
de la Inglaterra victoriana (destacando además ceses son los exclusivos padres de la Ilustra-
por sus ensayos sobre John Stuart Mill, Alexis ción; que existe sólo una Ilustración –La
de Tocqueville y el liberalismo, Darwin o George Ilustración– como estilo de pensamiento
Eliot) y una de las mejores representantes ac- común a las culturas nacionales de Occidente
tuales de la Historia de las Ideas. En Europa es y, sobre todo, que los británicos no tuvieron una
poco conocida fuera de los círculos profesio- Ilustración propia y que alimentaron una espe-
nales, pero en los EEUU se la considera una de cie de Contrailustración (o Contrarrevolución).
las personalidades públicas más polémicas. El Pero vayamos por orden.
meollo de sus investigaciones es “las ideas que
importan”, las que motivan a actuar a los hom- Los que no conocen la obra historiográfica de
bres y tienen que ver con la política, religión y Gertrude Himmelfarb suelen identificarla como
valores morales. En este sentido, The Roads to “musa” y “abeja reina” de los neoconservadores
Modernity no es un libro muy distante de sus americanos, en su calidad de esposa (ya viuda)
obras anteriores ni posteriores. de Irving Kristol, padrino de los neocons, y
madre de William Kristol, el analista político de
La autora muestra en esta obra, a través de un The Weekly Standard, o incluso como hermana
excelente análisis de las ideas de la Ilustración, de Milton Himmelfarb, un escritor y analista de
cómo éstas influyeron en los diferentes proyec- temas judíos. Desde luego, la suya es una fa-
tos políticos que configuraron el mundo mo- milia muy notoria. El escritor norteamericano
Jacob Weisberg escribió en The New Yorker, en como historiadora, aunque no le perdonen sus
los noventa, que “ninguna familia ha tenido un actuaciones públicas: se opuso rotundamente
impacto tan grande en el conservadurismo ac- al cambio de currículo en las universidades
tual como los Kristol”. Sin embargo, desde que norteamericanas, al feminismo radical, al
en 2008 se publicó The Roads to Modernity en aborto y a la discriminación positiva. Criticó fe-
el Reino Unido, con prólogo de Gordon Brown, rozmente la “Nueva Historia”, la de los histo-
candidato laborista en las elecciones generales riadores postmodernos que relativizan la
del 6-M, los periodistas británicos de izquierda verdad histórica “huyendo de la tiranía de los
no han dejado de estar preocupados y confun- hechos”, y les reprochó su silencio acerca de
didos a causa de la historiadora americana. En las ideas políticas, culturales y morales que
el Reino Unido se sabe que Margaret Thatcher subyacen a los acontecimientos históricos,
es una gran admiradora de Himmelfarb. Ambas, acusándoles además de no distinguir entre
en su momento, apostaron por restaurar los va- “héroes” y “villanos”.
lores victorianos. O las virtudes victorianas,
como los prefiere denominar Himmelfarb (que El propósito principal de The Roads to Moder-
aquí llamaríamos, a secas, valores tradiciona- nity es rescatar la Ilustración de los críticos
les): esfuerzo personal, respeto, responsabili- que no creen en ella y de sus supuestos de-
dad, prudencia, sensatez, templanza, decencia, fensores que no son capaces de criticarla, de
familia. En la actualidad estos valores son ta- los postmodernos que niegan su existencia, de
chados como conservadores o neoconservado- los historiadores que disminuyen su importan-
res y, paradójicamente, parece casi vergonzoso cia, y, sobre todo, de los franceses, que la han
mencionarlos como puntos de referencia en los usurpado por completo. Este rescate está de-
programas de partido, porque la acción política terminado por la intención de redefinir la idea
RESEÑAS
Ilustración inglesa (Franco Venturi), o de los Razón no sólo se definía en oposición a la re-
que, en el otro extremo, aseguran que la Ilus- ligión, sino que implícitamente reclamaba el
tración británica ha creado el mundo moderno mismo estatuto dogmático que ésta. En tal
(Roy Poter). sentido, la defensa de la Razón equivalía a la
doctrina de la gracia divina. Para los ilustrados
En primer lugar, Himmelfarb demuestra que franceses, la Razón sólo la pueden poseer unos
existe una Ilustración británica. Venturi argu- pocos: los bien nacidos y los cultos, eso es,
menta que en Inglaterra no había un grupo de ellos mismos, porque la gente corriente, tal
intelectuales que se vieran a sí mismos como como escribió Diderot en un artículo de la
una clase aparte, consciente de su papel y de Encyclopédie, no forma parte de la “época fi-
su función específica en la sociedad. Una clase losófica”. “La multitud es ignorante y estúpida”,
disidente y potencialmente revolucionaria, afirmó. Pero sostuvo asimismo que el individuo
como en el caso de los philosophes franceses. no posee la capacidad de decidir lo que es
La historiadora norteamericana afirma que los bueno o malo. Sólo la raza humana tiene tal
ingleses, efectivamente, no tenían philosophes capacidad y derecho, porque sólo ella puede
que se reunieran en salones sofisticados para expresar la “voluntad general”. La voluntad in-
discutir de lo divino y lo humano, pero sí había dividual puede ser buena o mala; la general
en Inglaterra y Escocia escritores, pensadores siempre es buena, según Diderot.
y filósofos morales (pensadores que sostenían
que cada hombre posee un sentido moral, esto Éstas no son las ideas que sostuvieron los pen-
es, capacidad innata de distinguir el bien y el sadores británicos y americanos en el siglo
mal), publicistas muy activos que frecuentaban XVIII. Para ellos, la Razón no tiene un papel pre-
los pubs y publicaban en revistas como The dominante, y no es la religión, ni como dogma
RESEÑAS
Spectator. Tal diferencia entre philosophes y fi- ni como Iglesia institucional, el enemigo princi-
lósofos morales no es baladí. Aunque rinde ho- pal de la Humanidad. No creen en el abismo
menaje a la trinidad británica –John Locke, entre Razón y religión. La separación de la Igle-
Isaac Newton, Francis Bacon–, para Himmel- sia del Estado no significa la separación de la
farb, el padre de los ilustrados británicos sería religión de la sociedad. Al contrario, la raíz de la
el tercer Duque de Shaftesbury, sin olvidar a tolerancia, la que garantiza las libertades indi-
Adam Smith, David Hume y Edward Gibbon. viduales, está en la tolerancia religiosa, en la
Además, incluye en la Ilustración británica a existencia de diversas iglesias. Además de re-
pensadores que habitualmente han sido ta- presentar una esperanza de salvación para los
chados de contrarrevolucionarios, como John individuos, la religión es un buen instrumento
Wesley y Edmund Burke, quien sin duda es uno para realizar reformas sociales. De ahí que el
de sus filósofos favoritos y el que más ha in- Reino Unido sobreviviera a la revolución eco-
fluido en su obra historiográfica. nómica en el siglo XVIII sin pasar por la revolu-
ción política.
El núcleo de la Ilustración francesa es la Razón.
En nombre de la Razón, Voltaire declaró la gue- La base de la Ilustración británica es la Virtud
rra a la Iglesia. Para los philosophes, los prin- entendida como capacidad del hombre de dis-
cipales enemigos eran la religión y el ancien tinguir el bien y el mal. La Sociología de Virtud
regime. “La Razón para los philosophes” –se es una ética social que no deriva ni de la Razón
decía en la Encyclopédie– “es lo mismo que la ni de la religión, sino del sentido moral, de la
gracia divina para los cristianos. Tal como la capacidad del hombre para ser compasivo y
gracia divina motiva a los cristianos para ac- benevolente con los de su especie. La benevo-
tuar, la Razón motiva a los philosophes”. La lencia es una virtud mucho más modesta que
la Razón, pero posiblemente mucho más hu- los Padres Fundadores –Washington, Jefferson,
mana. La compasión y la benevolencia como Adams y Hamilton– pero no les pareció sufi-
virtudes personales en el nivel social se reflejan ciente para construir un nuevo orden político.
en la fundación de organizaciones benéficas y Los americanos pusieron la Libertad por de-
caritativas, que amortiguaron las consecuen- lante de la Razón y de la Virtud. La Libertad fue
cias de la modernidad y contribuyeron decisi- la causa de la Revolución y el fundamento de
vamente a una política reformista. la República, la fuerza principal que inspiró la
Constitución. La americana no fue una revolu-
Los legados más notables de la ideología de la ción sentimental, como la francesa, sino polí-
Razón fueron el anticristianismo y la Revolución tica. Los americanos querían construir un nuevo
francesa. Como observó Hanna Arendt, esta úl- orden político, no un nuevo orden social. Lu-
tima fue una revolución de los miserables. La charon, como afirmó Hannah Arendt, por un es-
“pasión por la compasión” no dejó sitió en ella pacio público de libertad, no por el reparto del
para la ley ni para la libertad, ni siquiera para pastel.
la Razón. La Revolución francesa no fue una re-
volución social, sino una revolución sentimen- La ilustración británica no fue impulsada por el
tal, que desembocó, como sabemos, en el ideal de un cambio revolucionario, como la
Terror jacobino. Es irónico que Robespierre francesa y la americana. Los filósofos morales
usase el eufemismo “República de la Virtud” no querían construir un nuevo orden social ni
para su régimen de Terror, acusando la influen- político, sino reformar la sociedad, hacerla
cia directa de Rousseau, que invitaba a con- mejor para todos los hombres. Ahí estaba el se-
vertir las “voluntades individuales” en una creto británico, que ya intuyó Montesquieu en
“voluntad general”. Rousseau no usó el con- el siglo XVIII, cuando afirmó que los ingleses
RESEÑAS
cepto de “reino de virtud”, pero introdujo la idea saben mejor que nadie cómo valorar los tres
de la religión civil en su Contrato Social, como grandes logros de la humanidad: la religión, el
base de un nuevo orden social. Tal religión in- comercio y la libertad. Himmelfarb, desde la
culcaría en los hombres los sentimientos so- perspectiva de la Historia de las Ideas, afirma
ciales sin los cuales un hombre no sería un que los británicos se enfrentaron al mundo mo-
buen ciudadano. derno con good sense, lo que sus filósofos de-
finieron como common sense. Este buen
Aunque Himmelfarb no lo mencionase explíci- sentido o sentido común les ha sido útil en las
tamente, no es difícil percibir la influencia que épocas turbulentas de la modernidad. En tér-
tuvo Rousseau en el socialismo y en el comu- minos políticos, podría decirse que se trata de
nismo, que se presentaron como nuevas reli- una equilibrada mezcla de la pasión por la li-
giones. Tampoco que la Razón ha sido el fetiche bertad individual y de la consciencia de la res-
de las utopías totalitarias de los siglos poste- ponsabilidad social.
riores, y, sobre todo, que el terror y la falta de li-
bertades individuales de los regímenes más Himmelfarb, además de mostrar las diferencias
tiránicos de la modernidad se justificaron ape- históricas, políticas, sociales y culturales de las
lando a la Razón. tres Ilustraciones, describe, con brillantez insó-
lita y espíritu de provocación intelectual, cómo
La Política de la Libertad en el caso americano, las ideas y las éticas se convierten en progra-
aunque influida por los filósofos morales y por mas y actitudes políticas concretas.
la Sociología de Virtud, tuvo sus características
peculiares. La virtud fue la base del ideario de MIRA MILOSEVICH
Conducta humana
y sociedad civil
Introducción a la filosofía política
de M. Oakeshott
F.J. LÓPEZ ATANES
Unión Editorial, Madrid, 2010, 262 páginas
En el prólogo de este libro señala no sin razón segundo lugar, acercarnos de un modo general
Benigno Pendás que “aunque resulte sorpren- a sus posiciones teóricas, su lenguaje, sus pro-
dente para los profanos, también la historia de puestas en el orden político, trazar una pano-
las ideas políticas está sujeta a las reglas de la rámica de su trayectoria intelectual a través de
moda y acaso al imperio de lo efímero”. Y con- sus libros y ensayos; por último, dar cuenta de
tinúa: “no hay ‘canon’ universal ni doctrina con- sus dos principales categorías políticas bási-
solidada que resista el paso de una generación cas: asociación de empresa y asociación civil”.
de investigadores arriesgados”. Es seguramente
en esta última donde hemos de encuadrar al No es fácil sistematizar el pensamiento de un
profesor López Atanes y al libro resultado de su autor, máxime cuando el propio autor no desa-
RESEÑAS
tesis doctoral. rrolla su obra de una forma sistemática, es más,
cuando ni siquiera podemos encontrar toda ella
No es temerario afirmar que Michael Oakeshott en lo que podríamos denominar “volúmenes te-
es posiblemente en nuestro país, y no única- máticos”, sino, salvando De la experiencia y sus
mente aquí, uno de los grandes desconocidos modos (1933) y Sobre la conducta humana
del pensamiento contemporáneo, a diferencia (1975), recoge su pensamiento en diversas re-
del mundo anglosajón, donde ocupa un lugar copilaciones de ensayos que van dando forma
destacado. No ayuda en la solución de este a su filosofía política. Este hecho es reconocido
hecho la falta tanto de estudios sensatos, pro- por López Atanes, si bien no es la única dificul-
fundos e incluso críticos sobre este autor, ni tad encontrada en el estudio de este pensador.
tampoco la carencia de traducción de sus obras A la falta de traducción de sus textos, un ver-
al castellano, lo que no ocurre con otros. Quizás dadero problema a la vista de los resultados,
sea efectivamente una cuestión de modas que se une la dificultad en el rastreo de las fuentes
ensalzan a unos y relegan a otros al olvido, al- de las que se nutre. A pesar de lo cual, Oakes-
gunos injustamente, como Oakeshott. hott consigue introducir al lector en su pensa-
miento, lo lleva hacia preguntas cuya respuesta
Es precisamente por ello por lo que considera- exige un estudio más detallado y deja, tras su
mos de especial interés la “Introducción a la fi- lectura, a aquel que se acerca con curiosidad e
losofía política de M. Oakeshott”, tal y como se interés, deseos de conocer su filosofía política
recoge en el propio título de López Atanes. En desde sus propios escritos.
sus propias palabras, “no tiene más pretensio-
nes que, en primer lugar, aportar algunos datos Tal y como hemos indicado, López Atanes se-
básicos sobre la figura de Oakeshott […]. En ñala que su libro no pretende ser más que un
acercamiento a la obra de Oakeshott. Este ob- conocimiento que pueda provenir de otras for-
jetivo está suficientemente logrado. Podemos mas por cuanto pierde pureza al estar media-
conocer a lo largo de las páginas su pensa- tizado. A partir de aquello que llega a conocer
miento en torno, fundamentalmente, a las si- por sí mismo (aspecto de indudable influencia
guientes ideas: el individuo, la sociedad, el clásica) deduce sus propios planteamientos
Estado y el gobierno; todo ello junto a otros que somete a continua revisión; de ahí que po-
temas, en ocasiones transversales a los otros, damos encontrar ciertas leves contradicciones
como la educación, la legitimidad de las deci- en algunos aspectos de su pensamiento, que
siones o el papel de la ley. no son tales realmente, sino evoluciones fruto
de la profundización y autocrítica.
Previamente, el profesor López Atanes nos da
elementos suficientes para poder acercarnos de Quizás el punto más interesante a destacar es
una mejor manera a su obra –especialmente la caracterización que lleva a cabo de las co-
para aquellos a quienes Oakeshott les es ajeno. munidades políticas y de los Estados. Para ello
Así, gracias a una biografía intelectual podemos parte de la diferenciación entre asociación civil
contextualizar el momento en que escribe, su y asociación qua empresa (capítulo 7 y si-
formación y ciertas fuentes. Oakeshott nació en guientes). La segunda, que es la que le interesa,
1901 y murió en 1990, y vivió, salvo pequeñas se define como “agentes que se relacionan en
estancias en lugares como Alemania, en Ingla- términos de satisfacción de necesidades, son
terra. Por la época en la que vivió, llegó a cono- sujetos vinculados unos a otros por imaginadas
cer diversos momentos políticos que marcarían y deseadas satisfacciones comunes”, de tal
su pensamiento: fue un siglo de contrastes en forma que “lo propio de la asociación qua em-
lo político, lo económico y lo social. Su forma- presa es la satisfacción de unas necesidades
RESEÑAS
ción de historiador le sirvió para acercarse y en- comúnmente consensuadas”. Así, el criterio es
tender mejor los acontecimientos con los que la utilidad mutua, una suerte de utilitarismo co-
convivió, e incluso para justificar su propio pen- lectivo en donde se asume, y no se discute, que
samiento y su ser conservador. Profundamente el bienestar colectivo es el bienestar propio,
tradicionalista en su pensamiento y en su obra, idea que por otra parte no es original de Oa-
podemos ver en él continuas referencias clási- keshott. Esta asociación qua empresa va a con-
cas. No sólo son constantes las influencias aris- ducir a la universitas –a la que no difícilmente
totélicas, también lo son la consideración de la se le pueden diferenciar los elementos configu-
respublica y del ius, herencias de Roma. No son radores del Estado–, si bien esta construcción,
éstas las únicas influencias que vemos en su como el propio Estado, es artificial por cuanto lo
obra. Es notable la impronta hobbesiana, y no natural es la individualidad y el autogobierno.
menos el idealismo, de raíz hegeliana funda- Ello frente a la societas.
mentalmente. Si bien éstas, junto a Montaigne,
ensayista renacentista, son los influjos princi- Una vez llegamos a conceptualizar el Estado
pales en Oakeshott, por cuanto otras son difíci- nos surge la pregunta: ¿cómo es ese Estado y
les de determinar debido a que sus escritos de dónde surge la legitimidad del gobernante
carecen de citas y de referencias directas. para llevar a cabo la acción de gobernar?
Como hemos señalado anteriormente, los En la concepción de Oakeshott hay una suerte
temas que podemos destacar son el individuo, de contrato que permite la traslación de volun-
la sociedad, el Estado y el gobierno. Oakeshott tad del individuo al Estado, pero la pregunta que
es deudor de un pensamiento deductivo cuya él se hace va algo más allá. ¿Para qué? No es
fuente principal es la experiencia. Así, niega el suficiente para él una respuesta en sentido hob-
besiano, o como la dada por los primeros libe- que no es la idea de Oakeshott. Él quiere limi-
rales: para la protección de la seguridad del in- tar la legitimidad al momento en que exista una
dividuo. Considera por tanto que es necesario coincidencia de voluntades: el gobierno res-
algo más, ya que el Estado que él concibe es te- ponde al pueblo y el gobernante es el siervo
leocrático. En este sentido, “gobernar es en del gobernado, y no al revés; lo que no implica
parte condicionar los fines de los sujetos al pro- que sea la voluntad del gobernado la que haya
pio fin de la asociación institucionalizado y que de imponerse necesariamente, por cuanto no
podría llegar a definirse por parte de aquél es necesariamente virtuosa. La herramienta
como la tarea de administrar bienes y recursos”. principal de la que se vale el Estado es la ley.
La que tienen los ciudadanos, si bien no es di-
Así el gobierno es, en palabras de Oakeshott, recta, son los controles al poder, y por su-
“la actividad de generar e imponer fines, y el puesto, la elección de representantes.
reconocimiento de éstos como condiciones
sustantivas de lo real”. Pero ello nos puede lle- Estas breves líneas no hacen justicia a otros
var a una fácil pregunta, ¿cómo conjuga ello muchos aspectos de indudable interés seña-
con la libertad del individuo? lados en el libro del profesor López Atanes, pero
sí pretenden despertar el interés de futuros lec-
Lo soluciona señalando que el sentido del Es- tores, investigadores y estudiosos en la figura
tado y por tanto la acción del gobierno de- de Michael Oakeshott. Tras habernos aden-
pende de una “suerte de síntesis entre la trado, siquiera brevemente en su figura, enten-
voluntad del gobierno y la de los asociados”. demos por qué es una de las figuras más
Evidentemente ello supone establecer ciertos respetadas en el conservadurismo británico y
controles por cuanto aun cuando la voluntad nos sumamos a los que reivindican para este
RESEÑAS
del gobierno y la del gobernado coincidan, ello autor el papel que merece en la historia del
no impide que el gobernante trate de imponer pensamiento político contemporáneo.
sin consensuar su voluntad al gobernado. De
esta forma, derivaríamos en un totalitarismo, IRENE CORREAS SOSA
Dios ha vuelto
God Is Back. How the Global Revival
of Faith Is Changing the World
JOHN MICKLEWAITH Y ADRIAN WOOLDRIDGE
Ed. Penguin Press. 405 pags.
En el libro God Is Back los periodistas Mic- no más allá de sus fronteras y de hasta qué
klethwait y Wooldridge, realizan un análisis del punto ello está influyendo en las relaciones
fenómeno religioso en Estados Unidos y Eu- internacionales. Este libro tiene algunas de las
ropa, de cómo estos modelos han triunfado o virtudes de la revista The Economist, en la que
trabajan ambos periodistas: es un análisis del poder con la religión supuso la creación
ameno y bastante completo de una realidad de un principio de tolerancia religiosa de
en el que utilizan parámetros que no son ha- arriba abajo y viceversa, y, como consecuen-
bituales. cia, la creación de un libre mercado en el que
los grupos religiosos podían competir libre-
La presencia de la religión en la esfera pública mente, mejoraban su interacción con los ciu-
es un hecho: constantemente se citan el caso dadanos y su posibilidad de crecimiento.
de los atentados del 11 de septiembre, o ac-
tualmente en España el debate sobre el burka Este mercado libre llevó a la llamada “ameri-
en los lugares públicos o en Italia la presen- canización de la religión”, esto es, a la libre
cia del crucifico en los centros escolares. Este elección de la religión (se puede ser bautizado
libro estudia estos fenómenos, entre otros, de niño como católico y acabar la vida siendo
como reflejo del crecimiento de la fe y de sus baptista), a la salvación mediante el estudio
distintas manifestaciones. Los autores consi- por cada individuo de la Biblia y al desarrollo
guen analizarlo en su complejidad, pues in- de la conciencia (frente a una religión estruc-
tentan observarlo en la política, en la turada alrededor de instituciones sociales) y a
Universidad, en la economía, o simplemente la función de unos líderes carismáticos frente
en el reconocimiento por los ciudadanos de a unos clérigos tradicionales. La aceptación
un país del aumento de su religiosidad, sin de la libertad religiosa conlleva la apertura del
estar llenos de prejuicios hacia ningún grupo mercado a la concurrencia y, como conse-
religioso. cuencia, supone una mayor capacidad de
elección, que es aprovechada tanto por las
Así estudian principalmente la diferente evo- estructuras religiosas que tienen un “mer-
RESEÑAS
lución de este fenómeno en Europa y en Es- cado” mayor como por la capacidad de elegir
tados Unidos. En el caso europeo, ésta ha la Iglesia a la que se quiere pertenecer.
sido tanto de rechazo a las manifestaciones
religiosas en general como al que expresa su Pero también han sufrido las iglesias en Esta-
fe. Micklethwait y Wooldridge consideran que dos Unidos los “ácidos de la modernidad”,
este proceso comienza durante el periodo de aunque las crisis han existido por diferentes
la Ilustración en Francia y posteriormente in- motivos: inicialmente los enfrentamientos fue-
cide sobre todo en las elites europeas, y que ron entre católicos y protestantes y, desde la
la evolución intelectual era incompatible con Segunda Guerra Mundial, entre fundamenta-
la fe religiosa. En el siglo XIX un segundo mo- listas y liberales. Esto llevó a periodos de dis-
vimiento en esta dirección conllevó la adop- tanciamiento de los grupos religiosos de la
ción de otros “cultos”: a la ciencia, a la cultura esfera pública (sobre todo los evangelistas), y
o al socialismo. Se contrapuso entonces mo- a un desprecio de la “cosa pública” y de los
dernidad y fe religiosa. políticos. A este proceso se le unieron proble-
mas organizativos y una relación extremada-
Coetáneamente, el proceso en Estados Uni- mente estrecha con el alcohol y los
dos fue diferente sin llegarse a producir esta escándalos sexuales por parte de algunos lí-
identificación entre desarrollo científico-inte- deres religiosos, lo cual retrasó su incorpora-
lectual y modernidad versus secularización. ción al mundo de la acción política.
Fue ésta una relación más tranquila, al consi-
derarse que ambas –modernidad y fe– pue- Uno de los capítulos más interesantes del
den convivir. En la primera enmienda a la libro es en el que se realiza un análisis de la
Constitución de los Estados Unidos la relación religión durante el periodo del 2000 al 2008
en Estados Unidos. Consideran que la in- encontraba ante una sociedad tan sofisticada
fluencia de los grupos religiosos en materia a la hora de la evangelización y el manteni-
de política internacional no fue tanta como se miento de la fe.
les ha adjudicado: la base formada por el
apoyo de los grupos religiosos ayudó a la En los últimos capítulos, Micklethwait y Wool-
elección en el 2004 de George W. Bush e in- dridge estudian las “guerras culturales” y el
fluyó en política interna (el caso Schiavo y la futuro de las religiones en este contexto. Por
financiación de proyectos de investigación que un lado, analizan internamente el acerca-
utilizaron líneas celulares creadas con ante- miento de los distintos grupos intelectuales
rioridad al 2001). –los liberales, los teócratas y los neocons– a
la religión, matiz éste que la mayoría de la
Con respecto a la política internacional, la in- prensa europea no hace; mientras que por el
fluencia de los grupos religiosos abarcaría las otro consideran en el contexto internacional,
relaciones con Oriente medio, y especial- las llamadas “guerras de religiones” y a pesar
mente con Israel, aunque los autores entien- de que las actuales luchas podrían parecerse
den que no es tanta la influencia del “lobby a las del siglo XVII, éstas no tienen por qué
judío” y sí es más importante la identificación ser iguales y podría alcanzarse una conviven-
de los evangelistas con Israel como tierra de cia pacífica. Es curioso que la relación de cau-
conquista, siendo por ello un grupo con salidad entre el éxito futuro de la Biblia frente
mucha mayor influencia. Este punto es pro- al Corán lo miden con parámetros económi-
bablemente contestado por una gran canti- cos y sociales, pero parecen dejar de lado ele-
dad de analistas que consideran que “el lobby mentos como el factor demográfico.
judío” es el que establece la agenda de la po-
RESEÑAS
lítica exterior de los Estados Unidos. Finalmente, los autores llegan a la conclusión
que da título al libro: “Dios ha vuelto” , la fe ha
Otra de las cuestiones que examinan es el es- vuelto y esto tiene consecuencias. Entre ellas,
tudio del espíritu empresarial dentro de las que las religiones deben desarrollarse en un
iglesias americanas, factor que habría llevado mercado libre que favorece a todos y que, al
a su éxito y producido su internacionalización. final, la religión ayuda a crear comunidad y
Así, han observado que el modelo de gestión concede reposo en “época de turbulencias”.
de estas iglesias está mucho más profesio- También destacan que cuando este mercado
nalizado. De hecho han conseguido que en libre no ha sido capaz de desarrollarse o se ha
un “mundo alienado” haya un lugar donde se perdido, como en el caso europeo, esto ocurre
cree comunidad (en algunos casos de cien- en menoscabo de la sociedad. Y, por fin, seña-
tos de miles de personas) y que esta fórmula lan que la religión y el poder deben estar lo
se esté expandiendo con gran éxito en Lati- más separados que sea posible, puesto que el
noamérica o en Corea del Sur. La sofisticación monopolio religioso a corto plazo puede ser
de la sociedad requeriría también nuevas téc- una ventaja pero, a la larga, genera falta de ca-
nicas a la hora de la aproximación a la fe, pacidad competitiva y una posterior pérdida
aunque esto no es algo que sea nuevo: el del propio sentimiento religioso.
Padre Arrupe en su libro Este Japón increíble
(1965), sobre su experiencia en aquella na-
ción, ya hablaba de las dificultades que se CARMEN ISOLINA EGEA
David Cameron ha logrado situar de nuevo en discurso y que han impulsado a un político
el poder al Partido Conservador británico, y lo como David Cameron, de gran capacidad ora-
ha hecho con un liderazgo y un mensaje reno- toria y fino olfato para detectar las necesidades
vado. El nuevo primer ministro ha desplegado, de cambio de la sociedad británica.
desde que se hiciera con el liderato de su par-
tido en 2005 con un brillante discurso, intere- La carrera de Cameron para ser primer ministro
santes recursos de comunicación política que se remonta a 2005, cuando fue elegido líder
Juan Milián analiza con detalle en este libro. Es del Partido Conservador en el congreso de
RESEÑAS
la hora. David Cameron es una obra que viene Blackpool. No era el favorito, pero salió victo-
a cubrir la falta de bibliografía en castellano rioso en la elección tras pronunciar un brillante
sobre el líder conservador británico, y que será discurso que emocionó al auditorio. Lo hizo sin
de interés tanto para quienes quieran conocer papeles ni teleprompter, y no se refugió detrás
mejor las claves del mensaje, la personalidad del atril. Habló moviéndose por el estrado, con
y los valores del nuevo Premier del Reino gestos eficaces y convincentes, y concluyó entre
Unido, como para aquellos que deseen saber una intensa ovación. Los delegados apostaron
más sobre comunicación política. por él. La clave: reafirmación de los principios
conservadores y modernización del mensaje del
Juan Milián, politólogo y experto en comunica- partido, para lograr el cambio que la sociedad
ción, recoge en su libro (escrito antes de las re- británica deseaba frente a un laborismo des-
cientes elecciones) las facetas esenciales del gastado y ayuno de nuevas ideas. Y sobre todo,
político del siglo XXI que encarna David Came- fe en la victoria y convicción de dejar atrás las
ron, que debe desenvolverse en una sociedad derrotas electorales. David Cameron supo mos-
hipermediatizada en la que las nuevas tecno- trarse como símbolo de todo eso. Y fue efectivo.
logías son tan importantes como los medios Sus habilidades de comunicación demuestran
de comunicación en la acción política. Milián la importancia de la oratoria en la política, una
acude también al fondo de su mensaje, desta- actividad en la que convencer a las personas
cando los valores que mueven al líder conser- sigue siendo esencial.
vador que ha personificado el cambio frente al
laborismo. Un interesante libro de política en Jorge Moragas, coordinador de Presidencia y
todas sus dimensiones, tanto en la puesta en Relaciones Internacionales del Partido Popular,
escena, como en las ideas que subyacen al que prologa el libro, destaca lo que George Os-
borne, mano derecha de Cameron, le dijo sobre líder, más importante hoy que el programa,
el líder tory antes de que pudiera conocerle debe ser aquello que dice ser, y la exigencia
personalmente: “tiene el factor X, el factor de la de ejercicio ético de la política para gozar de
atracción”. Ideas, valores y comunicación for- autoridad es máxima. David Cameron ha lo-
man, según Juan Milián, “el tridente de David grado sublimar sus cualidades al elevar su fi-
Cameron, un arma con la que cualquier aspi- gura por encima de ideologías y partidos. Ha
rante al liderazgo debe contar”. El líder tory se sabido utilizar la televisión, las nuevas tecno-
ha rodeado de eficaces compañeros de ca- logías, y los libros escritos sobre él para pro-
mino: expertos en marketing político como yectar una imagen de líder conservador
Steve Hilton y responsables de prensa como diferente, moderno, con problemas como los
Andy Coulson. Esto muestra la importancia que de cualquier ciudadano, entregado a su fami-
Cameron ha concedido a la comunicación po- lia y, sobre todo, presidenciable. Milián des-
lítica, los mass media y las nuevas tecnologías. taca que el líder tiene que hacerse ver
Pero no por ello ha descuidado el fondo de sus claramente como el futuro vencedor. Nadie se
discursos, reafirmándose en conceptos liberal- alinea con los perdedores. La sensación de
conservadores esenciales como el de la res- posibilidad de alcanzar el gobierno ha sido
ponsabilidad individual y el repliegue del decisiva para Cameron, ya que ninguno de los
Estado frente al avance de la sociedad. Came- anteriores líderes tories logró que se visuali-
ron reclama situar a la familia y a la comunidad zara esa opción. Él ha apostado por innovar
en el centro de la acción política, y prestar tam- en el discurso del Partido Conservador, con un
bién atención prioritaria a cuestiones como la mensaje de cambio elaborado con la cabeza,
lucha contra la pobreza o el medio ambiente, pero dirigido al corazón, con valentía y sin
combinando los valores tradicionales con una ocultar las dificultades. La capacidad de su
RESEÑAS
mayor sensibilidad social. líder para conectar con la sociedad ha de-
vuelto la esperanza a muchos conservadores.
Juan Milián ha planteado esta obra como un
análisis de los principales elementos de la co- Juan Milián desgrana este nuevo mensaje, ba-
municación política. Evalúa, entre otros temas, sado en el afianzamiento en lo esencial. En su
las ideas, los valores, la estrategia, el mensaje, discurso de Blackpool en 2005, apeló a las
el liderazgo y la oratoria de David Cameron. bondades del pensamiento conservador y des-
Clave en su éxito es haber sabido utilizar su in- tacó los principios que deben hacer sentirse
teligencia emocional, potenciando las cualida- orgullosos a los tories y que a él le llevaron a
des con las que se identifica el ciudadano entrar en ese partido: amor al país y a su his-
medio, que busca políticos que comprendan toria, fe en la libertad y en la responsabilidad.
sus problemas y tengan la capacidad y la de- Cameron pone el acento también sobre valo-
terminación para resolverlos. Cameron es cer- res básicos, como la familia, la comunidad y la
cano, a pesar de provenir de la clase educación de los jóvenes, que cree que están
acomodada y haberse formado en institucio- en peligro en la “sociedad rota” del Reino
nes elitistas como Eton y Oxford, y hace un dis- Unido, así bautizada por el líder conservador,
curso social, reclamando la vigencia de valores y también así percibida por casi el 70% de los
subyacentes en la sociedad del Reino Unido. ciudadanos, según The Times. El líder tory ha
formulado este discurso integrador, de tono
La influencia de los medios de comunicación moderado, aunque no exento de dura crítica
ha personalizado la política, exigiendo que el al laborismo, bajo el concepto de compassio-
candidato encarne los valores de su mensaje. nate conservatism (conservadurismo compa-
Bajo el foco constante de los mass media, el sivo o social).
La comunicación de este joven dirigente, hoy Sabe que es importante captar la atención del
primer ministro del Reino Unido, es objeto de público desde el inicio y hacer tangibles sus
un pormenorizado estudio por parte de Juan valores mediante el recurso a experiencias per-
Milián, especialmente su oratoria, un elemento sonales. Sus críticas irónicas al adversario y sus
clave en la política. Cameron ha deslumbrado finales decididos y emotivos logran poner en
en varios discursos. Para Milián, Cameron do- pie al auditorio.
mina el arte de emocionar y persuadir a través
de la palabra, usando la empatía y conociendo En definitiva, estamos ante un libro útil para
las tendencias sociales. Logra que las ideas lle- comprender la trayectoria de Cameron hasta su
guen al oyente, creando un vínculo emocional reciente victoria electoral. En Es la hora. David
estrecho, fruto de un lenguaje cercano y un Cameron, Juan Milián ofrece buen análisis, re-
tono moderado. Es directo y resulta franco y di- flexión e interesantes consideraciones sobre
dáctico en sus alocuciones, sabiendo manejar habilidades de liderazgo y comunicación polí-
tanto el espacio y la gestualidad como las in- tica. Una obra que pone en valor los discursos
flexiones de la voz, e incluso la vehemencia que aúnan buena forma y fondo sólido, de
cuando es necesaria. Nunca descuida la mi- ideas y principios. Anima a seguir creyendo en
rada amable, porque el rostro del político es la política de altas miras que busca convencer
esencial en el cartel electoral y en los debates al ciudadano hablándole de lo que le preocupa
televisados, donde destaca la telegenia del y le interesa, con palabras directas e ideas
líder tory. Cameron ha confiado en su principal acertadas, como las que han apreciado los vo-
speechwriter, Steve Hilton, pero él también tantes británicos en David Cameron.
sabe escribir buenos discursos, porque lo hizo
con anterioridad para otros líderes del partido. ÁLVARO DE LA TORRE
RESEÑAS