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La producción del algodón en la Argentina


El algodón es una planta herbácea, es decir, posee tallos blandos, finos, tiernos,
flexibles y jugosos. Es un cultivo industrial y no uno agrícola, ya que, no es consumido
como alimento sino que, ingresa directamente al mercado.
El cultivo de algodón se realiza fundamentalmente en las provincias de Chaco, Santiago
del Estero, Formosa, Salta y Santa Fe.
A partir de la década del ’90, el sector algodonero argentino experimentó una serie de
cambios, como consecuencia de mejores precios en el mercado internacional, sumado
a la apertura de la economía argentina y los resultados se reflejaron en registros
históricos en superficie sembrada, producción y volúmenes exportados. Sin embargo, a
fines de la misma década del ’90, la combinación de factores tales como la caída en los
precios internacionales, el incremento en la volatilidad de los mercados, el
posicionamiento tecnológico de cultivos competidores, sumado a la ocurrencia de
adversidades climáticas en las principales provincias productoras provocó la
desaceleración y eventual parálisis y retroceso del sector algodonero en el país. En la
actualidad, se recuperó la rentabilidad del cultivo porque se maximizaron los
rendimientos achicando los costos. Ello se logró por la modernización de la
mecanización y por los nuevos avances tecnológicos y genéticos.
La etapa agraria: para obtener una buena cosecha se necesita únicamente un terreno
llano con un clima subtropical o tropical. Para aprovechar mejor la superficie del terreno
y aumentar rendimiento por hectárea se redujo la distancia entre los surcos. La
ingeniería genética creo variedades de algodón transgénicas, con, mayor resistencia a
las plagas y uniformidad en la altura de las plantas que favorece a la cosecha mecánica.
Dentro del área algodonera la superficie de las explotaciones difiere mucho de acuerdo
con la localización y el desarrollo tecnológico de las mismas. De acuerdo a estas
variables, se puede clasificar a los productores en tres grandes grupos:

 Pequeños productores (hasta 50 hectáreas): dentro de ellos se debe distinguir a


los minifundistas (hasta diez hectáreas) que generalmente no son dueños de la
tierra, por ello no tienen créditos bancarios y reciben apoyo de organismos
estatales. La mano de obra utilizada principalmente es familiar y contratan para
trabajos especiales. El resto de los pequeños productores en general son
propietarios de la tierra, tienen maquinarias, hacen rotación de cultivos. Venden
su producción a cooperativas, o acopiadores y desmotadoras particulares.
 Los medianos productores (entre 50 y 250 hectáreas): tienen mejores
maquinarias, mano de obra permanente y transitoria para las labores
complementarias. Aunque el algodón es más importante, también lo rotan con
otros cultivos. Envían la producción a desmontadoras particulares para que
realizan el desmonte y luego los mismos productores la comercializan.
 Los grandes productores (mayor a 250 hectáreas) empresas propietarias de
tierras, en algunos casos también tienen tierras arrendadas. Mayor uso de riego
y maquinarias modernas. Algunas empresas tienen integración vertical:
plantación, desmonte y comercialización.
La transformación industrial: el primer proceso es el desmonte del capullo. La parte
más importante del cultivo es la fibra, que es procesada en las hilanderías y los
hilados se utilizan como materia prima textil.

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Con respecto a las semillas, una pequeña parte de la producción se utiliza para la
siembra, el resto para la obtención de aceite y harinas o expeller para la alimentación
animal y humana.
La fibrilla se destina a la elaboración de algodón hidrófilo.
La comercialización: la primera transacción comercial es la del algodón en bruto, luego
la de la fibra y semilla y luego los subproductos.
El algodón bruto puede ser comercializado por distintos canales, como los productores
independientes que lo venden a las desmotadoras o a acopiadoras. También los
medianos y grandes productores lo comercializan a través de cooperativas de las que
son socios y pueden defender mejor el precio.
Las exportaciones de las producciones, especialmente de la fibra, las pueden realizar
los propios productores, las desmontadoras, las compañías internacionales que
compran algodón a los anteriores y lo exportan, o los corredores y/o consignatarios que
representan en esta tarea a los productores o desmotadoras.

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