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“Rodríguez Moñino”
Departamento de Filosofía
Historia de la filosofía. 2º Bachillerato
TEMA 2.
EL PENSAMIENTO PRESOCRÁTICO.
Tratan de dar una repuesta no mítica acerca del origen y constitución del
universo. Para ello sustituyen las personificaciones y el antropomorfismo de
los mitos por elementos naturales; sustitución que se realizó de forma
progresiva ya que en las explicaciones de los presocráticos se mezclan
elementos míticos con otros de carácter natural y racional.
Consideración del mundo como algo ordenado. El mundo es un cosmos donde las
cosas suceden de una forma regular, todo obedece una ley universal. Esta
ley es también el arjé; es la causa que hace que todo suceda
diferente a otros seres. Algunos autores, sin embargo, hablan del alma
humana, pero la conciben como algo corpóreo o material.
ANAXIMANDRO (610-545)
Comparte con Tales la idea de que el arjé tiene que ser un elemento pero
considera que no puede ser tan algo tan determinado y concreto como el agua. Esto
supone una dificultad para explicar como surgen de él elementos incompatibles como el
fuego o la tierra. El arjé, si es aquello donde todo tiene su origen, debe ser un principio
que sea un poco de todo pero nada en concreto : lo indefinido o indeterminado, el
ápeiron. () Pero, a pesar de ser indefinido es material.
La idea de ápeiron está próxima a lo abstracto (pensamiento puramente
racional), pero Anaximandro no llega a dar el paso definitivo hasta la representación
formal. De cualquier modo esta forma de plantear el problema representa un claro
avance sobre el pensamiento de Tales
Además Anaximandro ya incluye una cosmología que narra la formación del
cosmos (y del hombre) sin recurrir a representaciones míticas, solo procesos naturales
o físicos y propone una especie de evolucionismo.
ANAXÍMENES (585-524)
Supone un retroceso respecto a Anaximandro. Vuelve a concebir el arjé como
algo determinado: el aire. Lo concibe como una especie de soplo que mantiene con vida
el universo. La originalidad de este pensador respecto a los anteriores es que explica el
doble proceso por el que todo procede de él: la rarefacción y la condensación. Por
medio de la rarefacción el aire se convierte en fuego y por la condensación se
transforma en viento, después en nube y progresivamente en agua, tierra y piedra.
belleza), hay que estudiar las proporciones numéricas, porque la estructura del cosmos
es matemática (Esta idea influirá notablemente en el pensamiento de Platón y en el
desarrollo de la ciencia a partir del Renacimiento hasta el punto de poder afirmar que
de ella se nutre la ciencia actual).
Para esta escuela los números no son algo puramente aritmético, sino que los
interpretan espacialmente identificando los números con realidades geométricas:
El Uno o unidad aritmética estaría representada por el punto
geométrico, elemento material al que se pueden reducir todo lo real:
las cosas se componen de agregaciones de unidades-puntos. En este
sentido hay que entender la afirmación pitagórica de que todo es
número.
El dos es la línea (unión de dos puntos)
El tres es la superficie (unión de tres puntos: triángulo)
El cuatro es el volumen (unión de cuatro puntos)
unidad dinámica de cuyo movimiento participan todos los seres de la naturaleza. Esta
concepción es la dialéctica.
La realidad está compuesta por elementos contrarios en lucha constante; pero
tras la dualidad y el enfrentamiento se esconde una ley, un orden, un logos, que es
justicia; si no hay lucha de opuestos (hombre, mujer; rico, pobre; joven, viejo...), hay
injusticia, porque un elemento se ha impuesto sobre el otro. Así entendida, la justicia
es enfrentamiento, polémica, guerra. Por ejemplo, en la relación entre dos personas
sólo habrá justicia cuando las dos se afirman, se imponen, quieren ser ellas mismas, y,
consecuentemente, la relación justa ha de ser tensa y polémica. A esta concepción se la
denomina Dialéctica.
La realidad está compuesta de opuestos, todo ser tiene su contrario. Estos
contrarios permanecen juntos en el fuego, forman una primitiva unidad dinámica donde
reina la tensión (como el arco o la lira): los opuestos luchan por existir separadamente,
por imponerse uno sobre otro. Cuando esta tensión crece la unidad se rompe y surge la
pluralidad, el cosmos, quedando el fuego oculto (la guerra es el señor de todas las
cosas).
Cuando las cosas dejan de existir se manifiesta de nuevo el fuego. Este ciclo se
realiza según un orden: “ este mundo ha sido, es y será fuego eternamente vivo que se
enciende según medida y se apaga según medida” . En esta sentencia se recoge la idea de
Heráclito de que el devenir de la naturaleza no ocurre de forma caótica o azarosa, sino
que sigue una ley, una razón universal: el logos es la ley que rige todos los cambios:
«Dios es el día y la noche, invierno y verano, guerra y paz, saciedad y hambre, su Ser
cambia como el fuego».
La ley o logos que rige el ciclo cósmico puede ser conocida por el hombre porque,
en tanto ser racional, participa de ese logos.
Es homogéneo: no puede ser más ser en una parte que en otra. Esto
implica además que es lleno
PARMÉNIDES HERÁCLITO
Todos los autores estudiados aceptan la existencia de una causa material: el arjé
(agua, fuego aire...) de donde todo surge. La novedad de estos dos últimos estriba en
postular una nueva causa para explicar el origen de la fisis: la causa eficiente, la que
produce el movimiento: amor-odio y Nous.
Además, Anaxágoras fue el primero en exponer la idea de una mente superior
(dios) como principio rector del universo. Aportó elementos para una concepción del
universo como resultado de una inteligencia que actúa conforme a fines, y por eso
el resultado de todos los procesos naturales es siempre la obtención de la máxima
perfección, belleza y armonía. A Platón y Aristóteles les entusiasmó mucho la idea de
una «Inteligencia universal», pero les decepcionó el que Anaxágoras limitara su
actividad a poner en marcha la Esfera, imprimiéndole un movimiento rotatorio, sin
hacerle intervenir después para nada, puesto que ya son fuerzas de carácter mecánico
las que explicarán todos los procesos físicos.