"Mahoma murió en el año 632 de una fiebre, pero nada parecía ser capaz
de aplacar el deseo de su ejército por obtener tierra. Sin ni siquiera hacer
una pausa para digerir al imperio persa, para el año 633 habían cruzado la desértica frontera bizantina, y ahí encontraron una tierra ya madura para ser tomada. Constantinopla en realidad jamás había sido capaz de erradicar la herejía monofisita, distraída como estaba por la guerra con Persia, y cuando los musulmanes llegaron, encontraron a la población local dispuesta a darles la bienvenida. Para los oprimidos monofisitas, el Islam, con su monoteísmo estricto, era perfectamente entendible, y los árabes al menos eran semitas como ellos. Era mejor ser gobernados por sus primos árabes que por los distantes emperadores heréticos en Constantinopla, especialmente cuando era siempre más fácil despreciar una herejía que una fe diferente. Presentando sólo una resistencia simbólica, contemplaron como el ejército musulmán entraba en Siria, saqueaba Damasco y cercaba a Jerusalén." ~ Lars Brownworth "Perdido para Occidente: El Olvidado Imperio Bizantino que Rescató a la Civilización Occidental."