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DERECHO INTERNACIONAL

PÚBLICO
Historia Universal

28 DE AGOSTO DE 2018
MAGALI ALMARAZ VALLADARES
Contenido
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 1
Renacimiento ...................................................................................................................................... 2
La Guerra de 30 años y la paz de Westfalia. ....................................................................................... 3
• ....................................................................................................................................................... 4
• Responsabilidad conjunta ante Europa .................................................................................. 4
El sistema de Westfalia tras la Guerra de los Treinta Años. ............................................................... 5
Fundamento de la actual Alemania .................................................................................................... 5
Las disposiciones de la Paz de Westfalia ............................................................................................. 6
Disposiciones territoriales ........................................................................................................... 6
Disposiciones políticas ................................................................................................................ 6
Disposiciones religiosas ............................................................................................................... 7
Congreso de Utrecht. .......................................................................................................................... 7
Acuerdos ............................................................................................................................................. 9
Revolución Francesa. ........................................................................................................................ 10
• Consecuencias ....................................................................................................................... 14
Guerras Napoleónicas. ...................................................................................................................... 15
Las alianzas. ....................................................................................................................................... 20
La Triple Alianza. ........................................................................................................................... 22
Europa 1882. ............................................................................................................................. 22
La venida abajo de la Triple Alianza. ......................................................................................... 28
Cuádruple Alianza. ........................................................................................................................ 29
Primera Guerra Mundial. .................................................................................................................. 31
Segunda Guerra Mundial. ................................................................................................................. 34
La Guerra Fría. ................................................................................................................................... 38
CONCLUSION. .................................................................................................................................... 44
INTRODUCCIÓN

La importancia que hoy podemos observar del derecho internacional ha


evolucionado a través de la historia, por lo que en este trabajo de investigación
denotaremos los aspectos relevantes que han influido para su evolución. En este
sentido analizaremos puntos fundamentales que revisten de particular importancia
para la creación de la comunidad internacional, los sujetos de derecho internacional
y todos los ordenamientos jurídicos que colaboraron en su evolución.

Es importante comentar que es de suma importancia conocer la historia del


desarrollo histórico de nuestro derecho internacional, pues como nos han dicho en
nuestras clases de historia universal, quien no conoce su historia está condenado a
repetirla, y cabe señalar que no solo es conocer la historia de nuestro país o nuestra
comunidad, si no del mundo entero, el mundo que habitamos, la historia que ha
influido grandemente en nuestra evolución, tanto personal como de forma colectiva.

Por esta y muchas otras razones es que debemos dedicarle tiempo y esfuerzo al
estudio de todo lo que nos hace ser lo que ahora somos, lo que nos ha hecho
avanzar o retroceder como humanidad, todos y cada uno de los sucesos que han
intervenido en la comunidad internacional, tanto políticamente, socialmente, cultural
y jurídicamente.

1
Renacimiento

Se conoce como Renacimiento al movimiento cultural que se produjo en Europa


(1450 – 1600), el cual puso punto final a los siglos oscuros del feudalismo para así
poder dar paso a lo que entendemos por modernismo.
Esto se dio reaccionando contra las autoridades que imperaban en la Edad Media
a través del retorno a la antigüedad clásica.

Fue el filósofo francés Voltaire, quién denominó a este movimiento cultural como
Renaissance (Renacimiento).
Se trató de un movimiento de liberación y reacción contra las autoridades
tradicionales de esta época, quiénes eran la iglesia y el emperador del sacro Imperio
Romano germánico que puso punto final al feudalismo en los albores de la creación
de varios estados nacionales en Europa como Francia, España e Inglaterra.

Fueron varias las causas que produjeron este Renacimiento, que van desde
sociales, económicas, religiosas y filosóficas pero una de ellas que sobresalen es el
desarrollo de la burguesía que dio lugar a un joven capitalismo.

También se produce el gran cisma de la Iglesia Católica resultado de propuestas y


críticas de Lutero y Calvino, así como la aparición de una nueva corriente filosófica
el “racionalismo cartesiano”.

El resultado de este movimiento renacentista sería una Liberación cultural y social


muy amplia pues se daría la nueva circulación del libros paganos, la sustitución del
ascetismo por los placeres mundanos, la aparición de un arte realista y sobretodo
sensual que desplazaría el arte Místico y simbólico medieval, la aparición de la
ciencia de los libros de autoridad así también como la emancipación de los reyes
europeos de la pretendida soberanía del emperador.

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En esta época aparecen los primeros estados nacionales, y esas controversias giran
en torno al origen del Poder del rey y que la duda que surgió fue ¿de dónde viene
el poder? de Dios o es producto de una delegación hecha al rey por el pueblo, por
esto es que fue muy importante la literatura jurídica que se formó en torno a este
tema.

La amplia literatura filosófico - política que nos quedó lo debemos al rechazo de los
libros de autoridad tan tradicionales a la aparición del incipiente racionalismo y al
descubrimiento del Nuevo Mundo (América), esta filosofía avanzaba en torno a las
utopías a la fantasía renacentista que especulaba sobre una nueva organización de
la sociedad basada en la razón y la naturaleza humana.

La Guerra de 30 años y la paz de Westfalia.

El 24 de octubre de 1648 fue firmada en Osnabrück, la segunda parte de la Paz de


Westfalia. Desde 1618, casi todas las potencias europeas se enfrentaron entre sí,
lo que dejó un saldo de millones de muertos.

La paz de Westfalia que da término a la guerra de los treinta años viene a constituir
realmente el inicio de la era del derecho internacional, pero considerado éste como
un derecho de la paz y de la guerra y no como un derecho de integración de la
comunidad internacional.1

El detonante de la guerra fue el enfrentamiento en torno a la libertad religiosa. Pero


rápidamente quedó claro que Francia y Suecia, las dos grandes potencias
europeas, tenían fundados intereses políticos para entrar en la guerra: querían
expandir su esfera de influencia hacia el centro del continente y contener el poder

1
Núñez y Escalante, Roberto. Compendio de Derecho Internacional Público. México, D.F. página 37.

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del emperador alemán. Por su parte, el Káiser no sólo debía contar con la
participación de las grandes potencias europeas en las hostilidades, sino también
considerar las aspiraciones a una mayor autonomía por parte de los príncipes
regionales.

• De la Europa católica romana a la Europa cristiana


La Guerra de los Treinta Años tuvo lugar fundamentalmente en el norte y este de
Alemania, donde dejó una horrenda huella de devastación. Al final supuso para
católicos, protestantes y calvinistas la libertad religiosa. Como ya lo había hecho la
Paz Religiosa de Augsburgo en 1555, la Paz de Westfalia aseguró a cada uno de
los ciudadanos la libertad de elegir su credo. Adicionalmente, a partir de entonces
los súbditos pueden abandonar un territorio si la religión impuesta por sus
gobernantes no es de su agrado. Esa libertad es parte de uno de los derechos
fundamentales conquistados a través de luchas en Europa, que debilitó a la Iglesia
Católica. Aunque ésta siguió siendo una poderosa institución, los protestantes y
calvinistas ganaron una mayor influencia. La Europa católica romana se transformó
en los siguientes siglos en un continente cristiano.

• Responsabilidad conjunta ante Europa

En Münster, en donde en mayo de 1648 comenzó a firmarse la Paz de Westfalia, y


en Osnabrück se escribieron importantes capítulos de la historia europea. Por
primera vez los países europeos vieron el conjunto del continente; quisieron asumir
una responsabilidad conjunta sobre todo el territorio. Lo que tuvo lugar en Münster
y Osnabrück fue algo así como lo que hoy en día se conoce como “Conferencia
sobre Seguridad y Cooperación en Europa”. El nuevo orden creado fue garantizado
por las grandes potencias y otorgó a Suiza y los Países Bajos su independencia.
Suecia regía los obispados de Bremen y Verden, mientras que el príncipe elector
de Brandeburgo recibió territorios que pronto serían la cuna de Prusia. También
Francia alcanzó sus objetivos de guerra ganando regiones que le permitirían librarse
del acorralamiento de los Habsburgo.

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El sistema de Westfalia tras la Guerra de los Treinta Años.

La derrota de los Habsburgo en la Guerra de los Treinta Años acabó con la política
centralizadora introducida en el Imperio Austriaco y con sus intentos de unificar
Alemania bajo un mismo credo, el católico. El poder soberano de los príncipes
alemanes en asuntos políticos y religiosos queda reforzado dentro del Sacro Imperio
Romano Germánico, en perjuicio de las dietas imperialistas. La consecuencia más
notable de ello fue la división del Imperio en multitud de territorios.

Por otro lado, se reestructuró la distribución de poderes previos en Europa. La


decadencia de la supremacía de España se hizo visible. Mientras España aún
mantendría la guerra contra Francia hasta 1659, Portugal y las Provincias Unidas
de los Países Bajos (anteriormente territorios bajo dominio español) declaraban su
independencia. Suecia vio aumentada su influencia en Europa Central, logrando
presencia en las desembocaduras de grandes ríos como el Elba o el Oder. El país
más fortalecido fue Francia, que aumentó sus territorios a costa de España y del
Imperio Sacro Germánico. Tras la Paz de los Pirineos en 1659, Francia se
convertiría en la potencia hegemónica de Europa.

Fundamento de la actual Alemania

Muchas disposiciones de la Paz de Westfalia significaron una carga para el


emperador alemán, si bien al mismo tiempo fueron fortalecidos los derechos de los
príncipes en Alemania. A partir de entonces los príncipes regionales podían tomar
parte en las decisiones sobre guerra y paz, impuestos y leyes que afectaran al
“Sacro Imperio Romano-Germánico”. También podían pactar alianzas con
potencias extranjeras siempre y cuando no contravinieran los intereses del Kaiser y
del Imperio.

Con ello los Estados regionales alemanes se convirtieron en sujetos independientes


del derecho internacional. Dependiendo de sus posibilidades, podían intervenir así

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en la política europea. El aumento de poder de estos príncipes regionales es una
de las piedras angulares del orden federal de la actual República Federal de
Alemania, en la que los ministros-presidentes vigilan con celo los derechos que
corresponden a sus respectivos Estados federados.

Las disposiciones de la Paz de Westfalia

Podríamos dividir las disposiciones en 3 grupos:

Disposiciones territoriales

– Francia recibió los obispados loreneses de Metz, Toul y Verdún; la parte


meridional de Alsacia. Estos eran territorios imperiales y enclaves estratégicos del
Rin. Con ello adquiría también votos en la Dieta Imperial que elegía al Emperador
del Sacro Imperio.

– Suecia entró en posesión de Pomerania Occidental, las islas Rüggen, el Norte de


Pomerania Oriental. Suecia pasaba así a controlar las desembocadoras del Oder,
Elba y Wesser; y se convirtió en miembro del Imperio.

– Brandemburgo (el germen de la futura Prusia) obtuvo el resto de Pomerania


Oriental y los obispados secularizados de Halberstad, Minden y Kamin, más el
derecho de sucesión de Magderburgo.

– El emperador Fernando III pudo recuperar los dominios hereditarios, ocupados en


su mayor parte por potencias extranjeras, aunque sacrificando territorio en el Norte
y en el Oeste del Imperio.

Disposiciones políticas

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– Se limitaba el poder del Emperador del Sacro Imperio, así como de la Dieta
Imperial, que era incapaz de transformarse en un auténtico parlamento. A los
Estados alemanes (alrededor de 360) se les daba derecho de ejercer su propia
política exterior, aunque no se les permitía hacer guerra contra el emperador.

– Suiza fue reconocida como nación completamente independiente. Era el


reconocimiento oficial de una independencia que existía de facto desde hacía siglos.

– Francia y Suecia reforzaban su presencia en el Imperio Germánico al tener


derecho en la Dieta. Así, Francia se aseguraría la neutralidad del Emperador en la
guerra que mantenía contra España.

– La Monarquía hispánica reconocía la independencia de las siete provincias


septentrionales de los Países Bajos. También reconoció a las Provincias Unidas el
derecho a navegar y comerciar con América, siempre y cuando no estuvieran bajo
control español.

– La Paz acordada se debía extender a los territorios coloniales.

Disposiciones religiosas

– Los acuerdos de 1648 situaban la confesión calvinista en pie de igualdad a


la luterana y a la católica.
– Se anulaba el Edicto de Restitución de 1629 y se reconocían las
secularizaciones anteriores a este Edicto.
– Se modificaba el principio de “cuius regio eius religio“, en un sentido de una
mayor tolerancia por parte de los príncipes territoriales.

Congreso de Utrecht.

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Utrecht o Paz de Utrecht fue, en realidad, un conjunto de tratados firmados entre los
países antagonistas en la Guerra de Sucesión Española (1701-1713), pero tomó el
nombre de la ciudad holandesa –Utrecht– en que se rubricó el primero de dichos
acuerdos, el 11 de abril de 1713.

La guerra se había desatado al morir sin descendencia Carlos II el Hechizado, último


representante de la Casa de Habsburgo (los Austrias) en España. Felipe V, primer
rey de la Casa de Borbón, hubo de enfrentarse a las pretensiones de Inglaterra,
Austria y otros sobre la Corona española y sus posesiones en distintos territorios
europeos.

Reafirmados en el tratado de utrecht, los principios de libertad e individualidad


igualitaria de los estados, se inicia el sistema político de equilibrio de fuerzas; puesto
que los estados no tienen una autoridad superior a la cual recurrir en demanda de
Justicia, sólo queda para ellos la posibilidad de la autotutela, de la defensa individual
de sus intereses recurriendo algunas veces a las represalias y otras a la guerra.
Este sistema de autotutela hace sentir de inmediato a los soberanos que existen
reinos poderosos y reinos débiles que los primeros no sé detendrán ante el derecho
de otros para procurar su interés nacional y que por tanto la defensa de los intereses
del Estado no está unida a la justicia sino a la ambición desmedida o a la legítima
defensa.2
Esto haciendo referencia a este tema en forma general.
El acuerdo inicial fue adoptado por Francia, Inglaterra, Prusia, Portugal, el ducado
de Saboya y las Provincias Unidas (Países Bajos); España se sumó al Tratado tres
meses después, el 13 de julio. En Utrecht, Europa redefinió sus fronteras y cambió
su mapa político.
Gran Bretaña fue la mayor beneficiaria: obtuvo Menorca y Gibraltar (de España),
Nueva Escocia, Terranova y la bahía de Hudson (de Francia) y otros privilegios,
como un monopolio de treinta años sobre el tráfico de esclavos con la América
española. Para Felipe V, fue un negocio de "paz por territorios": a cambio de estas

2
Núñez y Escalante, Roberto. Compendio de Derecho Internacional Público. México, D.F. Orión. Página 37.

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y otras cesiones –Sicilia a Saboya; el Milanesado, Flandes, Nápoles y Cerdeña a
Austria–, se le reconoció como rey de España y de las Indias.

A pesar de todo lo conseguido en Utrecht, Carlos VI de Austria se negó a firmar el


Tratado, no renunció a la Corona española y siguió la contienda hasta 1714. Los
tratados de Rastatt y Baden, que pusieron fin a este conflicto, y otros 19 pactos
comerciales y territoriales forman parte asimismo del conjunto conocido como Paz
de Utrecht.

La consecuencia de todo ello fue el equilibrio de poder en el Viejo Continente, con


Gran Bretaña como nuevo poder emergente, la Francia de Luis XIV contenida en
sus ambiciones y España iniciando el fin de su hegemonía.

Acuerdos

Tras unas conversaciones preparatorias en Londres entre Francia y Gran Bretaña,


el congreso se abrió en la ciudad holandesa de Utrecht en enero de 1712. Los
resultados fueron los siguientes:

España - Gran Bretaña:


Tratado de Paz y Amistad de Utrecht entre España y Gran Bretaña (13 de julio de
1713) Tratado de Amistad y Comercio de Utrecht entre España y Gran Bretaña (9
de diciembre de 1713)

España - Saboya:
Tratado de Paz, Alianza y Amistad de Utrecht entre el rey de España y el duque de
Saboya (13 de julio de 1713)

España - Provincias Unidas de los Países Bajos:

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Tratado de Paz y Amistad de Utrecht entre España y las Provincias Unidas de los
Países Bajos (26 de junio de 1714)

España - Portugal:
Tratado de Paz y Amistad de Utrecht entre España y Portugal (6 de febrero de 1715)

Francia - Gran Bretaña:


Tratado de Paz y Amistad de Utrecht entre Francia y Gran Bretaña (11 de abril de
1713) Tratado de Amistad y Comercio de Utrecht entre Francia y Gran Bretaña

Revolución Francesa.

La Revolución Francesa (1789-1799) significó el derribo del Antiguo Régimen


dominado por la monarquía absoluta y la aristocracia feudal de la edad media y la
implantación del liberalismo dominado por la burguesía.
En el transcurso de diez años de revolución, Francia experimentó profundas
transformaciones a todos los niveles. A nivel político, la monarquía absoluta dejó
paso a una monarquía constitucional, y ésta a una república liberal.
A nivel socioeconómico, e impulsado por el cambio político, Francia inició el camino
hacia la industrialización moderna y el establecimiento de la sociedad burguesa.
Tuvo lugar en el año 1789., es el evento que, según algunos autores, inaugura la
llamada Edad Contemporánea. Los historiadores del siglo XIX, que hicieron la línea
divisoria de la historia, imputaron a este acontecimiento el carácter de marco divisor
entre la Edad Moderna y la Contemporánea, por la radicalización política que lo
caracterizó, hay que recordar que en la edad Contemporánea se dio también la
revolución industrial. Para entender la Revolución de Francia es necesario conocer
un poco de la situación económica y social de la Francia del siglo XVIII.
Hasta el siglo XVIII, Francia era un estado en el que mandaba el modelo del
absolutismo monárquico. El entonces rey francés, Luis XVI, personificaba al Estado,

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reuniendo en su persona los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Los franceses
entonces no eran ciudadanos de un Estado Democrático Constitucional, como hoy
es común en todo el mundo occidental, pero eran súbditos del rey, El rey
personificaba al Estado.
Económicamente, Francia vivía una crisis profunda, especialmente de infra
producción, el campo no producía lo suficiente y esto derivaría en hambre. Además,
el Estado francés arrastraba un gran déficit, y la sociedad francesa estaba
insatisfecha, eran conscientes de que su situación había empeorado gradualmente
y querían un cambio.
Dentro de la estructura del Estado Absolutista, había tres diferentes estados en los
cuales la población se enmarca: el primer estado era representado por los obispos
del Alto Clero. El segundo estado tenía como representantes la nobleza, o la
aristocracia francesa que desempeñaba funciones militares (nobleza de espada) o
funciones jurídicas (nobleza de toga);
El tercer estado, por su parte, era representado por la burguesía, que se dividía
entre miembros del Bajo Clero, comerciantes, banqueros, empresarios, los sans-
cullotes ("sin pantalones"), trabajadores urbanos, y los campesinos, totalizando
cerca de 97 % de la población. Habia una desigualdad social tremenda.

Los miembros del tercer estado (muchos de ellos influenciados por el pensamiento
iluminista y los folletos que propagaban las ideas de libertad e igualdad,
diseminados entre la población) pasaron a ser los más afectados por la crisis. A
finales de la década de 1780, la burguesía, los trabajadores urbanos y los
campesinos comenzaron a exigir una respuesta del rey y de la Corte a la crisis que
los afectaba, así como pasaron a reivindicar derechos más amplios y una mayor
representación dentro de la estructura política francesa.
En julio de 1788, hubo la convocatoria de los Estados Generales, es decir, una
reunión para deliberación sobre asuntos relacionados con la situación política de
Francia. En esa convocatoria, el conflicto entre los intereses del tercer estado y los
de la nobleza y del Alto Clero, que apoyaban al rey, se agudizaron.

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El rey entonces estableció la Asamblea de los Estados Generales el 5 de mayo de
1789, con el objetivo de decidir por el voto los rumbos del país. Sin embargo, los
votos eran por representación de estado. Siendo así, siempre el resultado sería dos
votos contra uno, es decir: primero y segundo estados contra el tercero. Hecho que
despertó la indignación de burgueses y trabajadores. En esta serie de reuniones,
cada estado tuvo un voto en cada tema discutido. Como sus intereses eran bastante
similares, el clero y la nobleza tendían a votar juntos, ganando consistentemente
todos los votos. Sin embargo, el día de la apertura de los Estados Generales de
1789, el tercer Estado pidió estar en igualdad de condiciones a la hora de votar.
La burguesía, que lideraba el tercer estado, propuso el 10 de junio una Asamblea
Nacional, es decir, una asamblea para formular una nueva constitución para
Francia. Esta propuesta no obtuvo respuesta por parte del rey, de la nobleza y del
Alto Clero. El 17 de junio, burgueses, trabajadores y demás miembros del tercer
estado se declararon en una reunión para la formulación de una constitución, incluso
sin la respuesta del primero y del segundo estado. Al mismo tiempo, comenzaba un
levantamiento popular en París y otro entre los campesinos. La revolución de
Francia se inició.
En septiembre de 1791 se promulgó la nueva constitución francesa, asegurando la
ciudadanía para todos y presionando al monarca Luis XVI a aceptar sus criterios.
Esta constitución preveía la igualdad de todos ante la ley, el voto censal, la
confiscación de las tierras eclesiásticas, el fin del diezmo, la constitución civil del
clero, entre otros puntos. A partir de este momento, la Francia revolucionaria esbozó
su primer tipo de nuevo gobierno, la Monarquía Constitucional, que duró de 1791 a
1792.
El ala más radical de la Revolución francesa, los jacobinos (que habían participado
de la Asamblea Constituyente, sentándose a la izquierda del plenario y oponiéndose
a los girondinos que se posicionaban a la derecha), defendían una ampliación de la
perspectiva revolucionaria, cuya propuesta era no someterse a las decisiones de la
alta burguesía, que se articulaba con la nobleza y el monarca. Los jacobinos querían
radicalizar la presión contra los nobles y el clero, e instituir una República
Revolucionaria, sin ningún resquicio de la Monarquía.

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Predicando la amenaza que venía de los rumbos que la Revolución tomaba, el rey
Luis XVI articuló un levantamiento contrarrevolucionario con el apoyo de la
monarquía austriaca y prusiana. En 1792, Austria invadió Francia y ésta declaró la
guerra a aquella. La población de París, después de enterarse de los planes del rey,
invadió el palacio real de Tulleries y detuvo al rey y su familia. El Rey y su esposa,
María Antonieta, tuvieron sus cabezas rotas por la guillotina en 1793 y la Monarquía
Constitucional llegó a su fin el mismo año. Con el fin de la Monarquía Constitucional,
hubo también la disolución de la Asamblea Constituyente y la Convención Nacional
de un nuevo parlamento.
El período de la convención se caracterizó por la fuerte presencia del radicalismo
jacobino comandando la Revolución, momento que se volvió conocido como la fase
del Terror (sobre todo por el uso indiscriminado de la guillotina como máquina de la
muerte). Nombres como Robespierre, Saint-Just y Danton figuran entre los
principales líderes jacobinos.
En este período también Austria y Prusia prosiguieron su guerra contra Francia,
temiendo que la Revolución se extendiera por sus territorios. En el proceso de
confrontación contra estas dos monarquías, nació el ejército nacional francés, es
decir: un ejército que, por primera vez, no estaba compuesto de mercenarios y
aristócratas, sino del pueblo de una nación que se veía como nación.
En 1795, la burguesía logró retomar el poder y, a través de una nueva constitución,
instituir una nueva fase a la Revolución francesa llamada el Directorio, órgano
compuesto por cinco miembros indicados por los diputados. Pero a partir de este
mismo año la crisis social se volvió muy amplia en Francia, lo que exigió un entorno
político más eficaz.
“La Revolución Francesa se sitúa desde entonces en el propio corazón de la historia
del mundo contemporáneo, en la encrucijada de las diversas corrientes sociales y
políticas que han dividido a las naciones y las continúan dividiendo. Hija del
entusiasmo, inflama a los hombres con el recuerdo de las luchas por la libertad y la
independencia y por su sueño de igualdad fraternal, o suscita odio. Hija de la
Ilustración, concentra los ataques del privilegio y de la tradición, o seduce la

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inteligencia por su esfuerzo inmenso para organizar la sociedad sobre fundamentos
racionales. Siempre admirada o siempre despreciada, la Revolución continúa
estando viva en la conciencia de los hombres.”
Soboul, A. La Revolución Francesa. París, 1966.
Uno de los más jóvenes y destacados generales de la Revolución, Napoleón
Bonaparte, era el nombre esperado por la burguesía para dar orden a la situación
política francesa. En 1799, al regresar de Egipto a Francia, Napoleón encontró un
escenario conspiratorio contra el gobierno del Directorio. Fue en este escenario que
pasó a figurar como dictador, inicialmente, dando el golpe de estado para
convertirse en emperador de Francia. El Período Napoleónico duró de 1800 a 1815
y cambió el escenario político del continente europeo, mientras que expandió el
ideal nacionalista para varias regiones del mundo.

• Consecuencias

1. Las ideas y el ejemplo de la Revolución Francesa se extenderán por toda


Europa, lo que provocará el fin del sistema del Antiguo Régimen a lo largo del siglo
XIX en, prácticamente, todo el continente. Esta es la importancia fundamental de
este hecho y por eso su inicio significa el fin de una era histórica.

2. Gran parte de las ideas en que se sustenta el sistema político, económico,


social e ideológico dominante en los países occidentales desarrollados hoy en día,
son herederas de las que surgieron durante la Revolución Francesa. Por tanto,
nuestro sistema de vida actual debe mucho a este acontecimiento histórico.

3. La Revolución sustituyó al Estado absolutista del Antiguo Régimen, fundado


sobre la teoría del derecho divino y que garantizaba los privilegios de nobleza y
clero, por un Estado liberal y laico, fundado sobre los principios de la soberanía
nacional, de la separación de los tres poderes y de la igualdad de todos los
ciudadanos ante la ley. Estos principios, junto con los derechos y obligaciones de
los ciudadanos aparecerán recogidos en textos constitucionales.

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4. El nuevo Estado que aparece es un Estado burgués que garantiza el
predominio de la burguesía. Por tanto, la clase burguesa consigue el poder político
y se convierte en la clase dirigente de los siglos XIX y XX.

5. El sistema económico feudal, propio del Antiguo Régimen, es sustituido por


el sistema económico capitalista, que es el que sigue predominando en gran parte
del mundo actual.
Surge el concepto de nación. Durante el Antiguo Régimen, el territorio de un Reino
era patrimonio del rey; con la Revolución Francesa, la patria será de todos los
ciudadanos (soberanía nacional). De aquí deriva el nacionalismo como ideología
política que surgirá en el siglo XIX.
Surge el concepto de ciudadano. Durante el Antiguo Régimen, los habitantes de un
Reino eran súbditos del rey, es decir, individuos cargados de deberes y
obligaciones. El ciudadano que aparece con la Revolución Francesa será, por el
contrario, un individuo con derechos.

6. Aparecen las milicias voluntarias formadas por ciudadanos en defensa de la


patria, frente a los ejércitos mercenarios al servicio de un rey propios del Antiguo
Régimen. De aquí deriva la idea de defensa nacional.

7. La Revolución dejará como legado la existencia de la libertad de expresión y


de la libertad religiosa, y abrirá el camino a la separación Iglesia-Estado, requisito
imprescindible para el buen funcionamiento de un régimen liberal o democrático.

Guerras Napoleónicas.

Las guerras napoleónicas fueron una serie de conflictos bélicos que tuvieron lugar
durante el tiempo en que napoleón Bonaparte gobernó en Francia, con el fin de

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restaurar el orden tras la revolución francesa, intentó cambiar a toda Europa. Sin
embargo, gran Bretaña opuso resistencia y napoleón fue finalmente exiliado.

Fueron en parte una extensión de los conflictos que estallaron a causa de la


revolución francesa y continuaron, a instigación y gracias al financiamiento de
Inglaterra, durante todo el primer imperio francés. No existe consenso sobre el
momento exacto en que comenzaron estas guerras. Hay quien considera que
empezaron cuando napoleón alcanzó el poder en Francia, en noviembre de 1799,
sin embargo otras versiones sitúan el periodo bélico entre 1799 y 1802 en el
contexto de las guerras revolucionarias francesas, y consideran la ruptura de la paz
y declaración de guerra del reino unido a Francia en 1803, que siguió al breve
periodo de paz del tratado de Amiens en 1802 como el punto inicial de las llamadas
guerras napoleónicas. Las guerras napoleónicas, que hoy en día se tiende cada vez
más a llamar las «guerras de coalición» por haberle sido en realidad impuestas a
napoleón por los aliados, finalizaron el 20 de noviembre de 1815, tras la derrota final
de napoleón en la batalla de Waterloo y el segundo tratado de parís de 1815.

En conjunto, el casi continuado período de guerras comprendido entre el 20 de abril


de 1792 y hasta el 20 de noviembre de 1815 es llamado con frecuencia la gran
guerra francesa (anterior a la primera guerra mundial, llamada simplemente la gran
guerra).
La creación del Imperio francés tuvo tres consecuencias inmediatas. Una, el
surgimiento de una nueva monarquía, la napoleónica; otra, la desaparición de las
pequeñas repúblicas periféricas, y su reconversión en reinos y monarquías bajo la
dependencia del Emperador Napoleón I. La tercera fue la reanudación de la guerra,
luego de la formación de una "Tercera Coalición" de Gran Bretaña, el Imperio
Austríaco, el Imperio Ruso y Prusia contra Francia.
Esa guerra tuvo, a su vez, enormes consecuencias para España y Portugal y, por
ende, para Brasil, las Antillas españolas e Hispanoamérica, pues Napoleón invadió
Portugal, para cerrarle a los británicos la posibilidad de comerciar con la península
ibérica, como parte de su empeño para bloquear el comercio de Gran Bretaña con

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los países europeos en una estrategia conocida como el "sistema continental", que
fue puesta en ejecución en 1806.
El bloqueo del sistema continental funcionó muy imperfectamente, debido al
contrabando y a la oposición de los comerciantes europeos que vieron afectados
sus negocios por la falta de intercambio con los británicos. Napoleón lo mantuvo por
encima de todos, pero eventualmente la impopularidad del sistema, promovió el
surgimiento de una oleada de nacionalismo que a la larga se volvería contra
Bonaparte.

Napoleón trató de obligar a los portugueses a cooperar con el "sistema continental",


y les exigió que confiscaran todas las propiedades británicas en Portugal, y cerraran
sus puertos al comercio con Gran Bretaña.
Al mismo tiempo, Napoleón obligó al débil gobierno de Carlos IV, en España, a
presionar a Portugal para que el Príncipe Juan se viera obligado a repudiar el
Tratado de Methuen.
Cuando el Príncipe Regente Juan rechazó las presiones de Francia, Napoleón
invadió Portugal en octubre de 1807, obligando al Príncipe y a la Corte a exiliarse
en Brasil al mes siguiente. La de Portugal fue otra monarquía derrocada por los
revolucionarios franceses.
A la crisis de la monarquía portuguesa siguió la crisis de la monarquía española,
pues el rey Carlos II y su ministro Manuel Godoy no tenían ni las fuerzas ni la
voluntad de enfrentar a Napoleón.
La aquiescencia de ambos a la invasión napoleónica de Portugal generó un
profundo disgusto en España, y los hizo aún más impopulares y creó serias
tensiones dentro de la misma familia real, pues el príncipe heredero Fernando se
unió a las críticas públicas contra la pasividad de su padre. Viéndose abandonado
y traicionado, Carlos IV abdicó al trono en marzo de 1808, y su hijo quedó como el
rey Fernando VII.
Argumentando que deseaba mediar, Napoleón invitó a Fernando VII y al ministro
Godoy a conferenciar acerca de la crisis, y al llegar a Bayona, en el sur de Francia,

17
los hizo presos y se llevó a Fernando a París, en donde lo mantuvo como rehén
hasta 1814.
Tal como había hecho anteriormente en Italia, Sicilia y Holanda, cuyos monarcas
había derrocado, Napoleón colocó inmediatamente a su hermano José en el trono
español como el título de José I (en julio de 1808), habiéndolo traído de Nápoles,
en donde había sido también coronado rey.
Esta transición no ocurrió sin incidentes, pues en mayo de 1808, dos meses antes
de que José Bonaparte llegara a Madrid, muchos españoles se lanzaron a protestar
por el encarcelamiento de su rey, comenzando así una larga guerra contra la
dominación francesa en la península ibérica.
Inicialmente, José Bonaparte tuvo que huir de Madrid apenas un mes después de
haber llegado, pero poco tiempo después el mismo Napoleón marchó con sus tropas
hacia el interior de España para imponer a su hermano como monarca del trono
usurpado en diciembre de 1808. Durante los siguientes cinco años, Francia tuvo
que pelear contra los españoles y los portugueses, que mantuvieron firme su
resistencia, gracias a la ayuda británica. A esta guerra, que los británicos y
franceses llaman la Guerra Peninsular, los españoles la consideran como su Guerra
de Independencia, pues, en efecto, fue una verdadera guerra de liberación nacional.

Las guerrillas españolas mantuvieron hostigados a los franceses durante todo el


tiempo, bajo la dirección de una Junta Central Gubernativa establecida en Sevilla,
de la cual emanaban instrucciones a una pléyade de juntas revolucionarias en toda
España.
Los británicos proporcionaron armas, municiones y asesoría militar a los patriotas
españoles, en tanto que las tropas francesas luchaban contra un enemigo muchas
veces invisible y un pueblo enteramente hostil. Una de las más visibles
consecuencias de la invasión francesa a España fue que al derrocar la monarquía
borbónica para imponer su propia dinastía en la Península, Napoleón despertó no
sólo el nacionalismo español y portugués, sino también el independentismo de las
colonias hispanoamericanas.

18
Como se ve, la caída de Fernando VII no fue un hecho aislado, sino un momento
más de la larga cadena de la larga crisis que afectó a todos los reinos de Europa
entre 1789 y 1815.
Antes de terminar su guerra de independencia, los españoles convocaron a los
distintos territorios y colonias de España a enviar diputados a Cádiz para redactar
una Constitución que debía regir una monarquía constitucional con poderes
limitados, inspirada en los principios de igualdad, libertad y fraternidad de la
Revolución Francesa. El gobierno de las juntas fue imitado en varias colonias
hispanoamericanas, cuyos líderes observaban con mucha atención los
acontecimientos de la revolución liberal en la Península, y se ilusionaban con
obtener una representación justa en las Cortes de Cádiz, no como repúblicas
independientes, sino como colonias fieles a la monarquía española temporalmente
secuestrada por Napoleón Bonaparte.
La negativa de las Cortes de Cádiz de aceptar una equitativa representación
americana, fue una de las causas que llevaron a los criollos a luchar por la
independencia absoluta.
La Constitución liberal de Cádiz chocó con la cultura autoritaria y despótica de la
nobleza y la iglesia españolas, y por ello fue repudiada por Fernando VII poco
tiempo después de retornar al trono español, y luego de la caída de Napoleón en
1814. La reimposición de la monarquía absoluta en España fue otro de los muchos
elementos que exacerbaron la decisión de las colonias americanas de buscar la
independencia y, al mismo tiempo, fue un motivo adicional para que se desataran
en España nuevas fuerzas políticas que, inspiradas en los principios liberales,
buscaran abolir la monarquía e instituir un régimen republicano en la Península.

La Revolución Francesa y las guerras napoleónicas terminaron transformando el


mapa político de Europa, y desataron cambios profundos en América Latina y el
Caribe. En Brasil, por ejemplo, donde había una colonia se constituyó un reino y
luego un "imperio" que duró hasta 1888.

19
En Santo Domingo, donde hubo una colonia española convertida oficialmente en
colonia francesa por el Tratado de Basilea en 1795, quedó otra vez una colonia
española a partir de 1809.

En las Antillas francesas, la crisis de la monarquía francesa no produjo cambios


políticos permanentes, pues Guadalupe y Martinica volvieron a ser posesiones
francesas hasta el día de hoy. Como se ve, la llamada Reconquista, lidereada por
Juan Sanchez Ramírez fue un pequeño capítulo de una crisis mucho más amplia,
que envolvió no sólo a las monarquías europeas, sino también a las mismas
colonias iberoamericanas.
El retorno de Santo Domingo a España en 1809 no tuvo nada que ver con una
supuesta "arritmia histórica" ya que las fuerzas contrarias a la independencia de las
colonias hispanoamericanas operaron con éxito durante más de diez años, no sólo
en Santo Domingo, sino en todas las demás colonias españolas en América.

Las alianzas.

Para comenzar a hablar del tema de la triple y cuádruple alianza que marcaron la
historia de nuestro mundo, primero considero conveniente dar la definición jurídica
de Alianza:

Especie de Tratado internacional – el tratado político por antonomasia, según


algunos autores – definido como el “compromiso que adquieren dos o más Estados
con el fin de poner en común todas sus fuerzas o parte de ellas al servicio de una
política general común. (Fauchille)3

3
De Piña Vara, Rafael. Diccionario de Derecho. México, D.F. Porrúa. 2015. Pág. 75.

20
Y ahora podemos decir que una Alianza, en este caso militar, busca crear un
acuerdo político que a su vez persigue la asociación de dos o más estados para que
estos concentren esfuerzos al servicio de una conducta, un fin o una ideología en
común, de una trascendencia política o económica; y dicha coalición traerá consigo
derechos y obligaciones recíprocas.

Cuando la política exterior de distintas naciones confluye sobre un mismo aspecto,


provoca una interacción que repercute en tomas de posición o reacciones que
originan nuevos acontecimientos.

Por lo tanto podemos afirmar que las alianzas entre naciones han sido muy
importantes y relevantes en la historia de la humanidad, ya que es parte de una de
las principales actividades de los sé es humanos, la interacción.

Y claro hablando de la interacción humana podríamos comenzar a hablar de las


relaciones internacionales que se han dado desde muchísimo Antes que nuestro
tema tratar que son las alianzas, puesto que las relaciones internacionales son un
concepto más amplio y dentro de este contienen al concepto alianza.

Desde los inicios de la humanidad los individuos han desarrollado diversas formas
de interacción, como las guerras, alianzas, tratados, intercambios de bienes, bodas,
etc. Estas relaciones sin embargo son diversificadas y extendidas a los espacios
geográficos mas vastos Con el paso del tiempo, al mismo tiempo a la expansión y
las conquistas de identidades políticas, al desarrollo de la producción y del comercio
y la evolución de los medios de transporte y comunicación.4

Dado lo anterior, podemos darnos cuenta que las relaciones interpersonales y las
relaciones entre Naciones son de suma importancia para la humanidad, y este
hecho ha sido el que ha provocado todo tipo de acuerdo o desacuerdo, como por
ejemplo las alianzas que es el tema que estamos abarcando en este capítulo.

4
Ethier, Diane. Introducción a las Relaciones Internacionales. México, D.F. Porrúa 2015. Pág. 6.

21
La Triple Alianza.
Europa 1882.

Este es el nombre que recibe la coalición que se integró por el Imperio Alemán y el
Imperio Austrohúngaro por iniciativa de Otto Von Bismarck, estos planeaban invitar
a Rusia a que forma la parte de ellos, pero cuando está decidió unir fuerzas con
Inglaterra y Francia y formaron la Triple Entente, decidieron unir a ellos a Italia en
1887.

Esto se dio ya que, por un lado, Otto Von Bismarck consideraba su principal objetivo
diplomático mantener el aislamiento de Francia; por otro lado, Italia pensaba que su
adhesión a la Alianza y su asociación a Alemania eran el mejor camino para acceder
al rango de gran potencia.

Los tres países acordaron apoyarse, en caso de ser atacados por Francia o por
Rusia.

Italia era por mucho era el aliado más débil que Alemania podía conseguirse, pero
esto no impidió pedirle que se uniera a ellos, a lo cual Italia aceptó, pues por la
incorporación de Tunicia a Francia en 1881 hizo que Italia se sentirá humillada y
decidiera unirse a la Triple Alianza.

Ya se había dicho esta Alianza fue firmada por iniciativa directa de quién era en ese
entonces el canciller Alemán Otto Von Bismarck al seguir con esto la línea política
de alianzas y pactos más conocida como los sistemas bismarckianos.

El propósito del canciller alemán al desarrollar su segundo sistema de alianzas no


era otro que contrarrestar una más que posible Alianza entre Francia y Rusia
Quiénes eran ambos enemigos en ese momento de Alemania, lo cual dejaría
Alemania en una delicada posición política y económica frente a todo el mundo.

22
Está Triple Alianza contemplaba el sistema de alianzas anti francesas iniciado años
antes con la Constitución de la liga de los tres emperadores la cual había sido
suscrito entre el emperador alemán Guillermo I, el emperador austrohúngaro
Francisco José y el zar ruso Alejandro II en el año 1873, la cual fracaso por una
serie de implicaciones y crisis bélicas surgidas en el siempre complicado escenario
de los Balcanes.

La Triple Alianza, renovada varias veces a lo largo de su existencia, fue minada en


sus bases por los continuos enfrentamientos entre Italia y el Imperio austro-húngaro,
motivados por sus diferentes intereses territoriales en relación a ciertos territorios
del norte de Italia, las llamadas “posesiones irredentas” (Trentino, Venecia), a lo que
se sumó la política expansionista llevada a cabo por el Imperio austro-húngaro en
los Balcanes, que culminó con la anexión a ésta de Bosnia-Herzegovina, en el año
1908.

Renovada la Triple Alianza por última vez en el año 1912, ésta condujo a la fatídica
promesa por parte de Alemania (a raíz del asesinato del archiduque austro-húngaro
y heredero al trono, Francisco Fernando, en el verano de 1914 en Sarajevo), de que
apoyaría al Imperio en caso de un conflicto militar con Serbia, motivo que fue, de
esa manera, el detonante de la Primera Guerra Mundial. Para mayor irritación de
Alemania, nada más comenzar el conflicto, Italia apeló al carácter defensivo de la
Triple Alianza para permanecer neutral en el conflicto, con lo que conculcó de lleno
lo dispuesto en la alianza, hasta que finalmente se decidió a alienarse abiertamente
al bando de los Aliados, en virtud del Tratado de Londres, firmado el 3 de mayo de
1915.

Para poder entender mejor todo esto hablemos un poco sobre el proceso de
gestación de la Dúplice alianza germano austriaca a la Triple Alianza.

23
La victoria prusiana sobre Francia, entre los años 1870 y 1871, y la consiguiente
proclamación del Imperio Alemán (el II Reich), colocó a éste en el papel de director
de la política europea continental.
Bismarck, demostrando un claro instinto político imbuido de fuertes dosis de
prudencia, se conformó con ostentar la hegemonía virtual sobre el resto de los
países y renunció a nuevas expansiones territoriales, que sólo habrían servido para
despertar un hondo sentimiento antigermano y de recelo en el resto de las potencias
que claramente no le eran convenientes.

La política exterior alemana de ese momento se articuló a través de una vigilancia


sobre el resto de potencias (especialmente de la Francia derrotada recientemente
por Alemania), a las que dejó perfectamente aisladas o con pocos apoyos
diplomáticos. Para ello, Bismarck adoptó una táctica muy clara que consistía en
evitar la formación de cualquier tipo de alianza entre las potencias europeas y, en
el caso de que tal objetivo no fuera posible, conseguir que Alemania formase parte
de ella y, a ser posible, con un papel de hegemonía indiscutible.

Francia inició, en el año 1871, serios acercamientos hacia el Imperio austro-


húngaro, circunstancia que provocó la pronta reacción por parte de Berlín. Bismarck
trató por todos los medios el ganarse las simpatías de Viena, ya que el propio
canciller alemán era consciente de la total imposibilidad de establecer un pacto, del
tipo que fuera, con una Francia tan resentida como era aquella, humillada por la
derrota que le había infringido Alemania y por una serie de territorios reclamados
por la nación gala (Alsacia y Lorena), los cuales Alemania no estaba dispuesta a
devolver bajo ningún concepto, máxime con la gran riqueza mineral e industrial que
poseían dichas zonas.

El plan de acercamiento hacia Viena por parte de Alemania se vio favorecido por
dos aspectos importantes: el primero, por el decidido filogermanismo del propio
emperador Francisco José, deseoso de estrechar sus lazos con Guillermo I de

24
Alemania; y el segundo, porque el respaldo y ayuda germana era del todo punto
vital para la política de expansión danubiana que el Imperio austro-húngaro se
disponía entonces a emprender.

Ahora bien, hemos estado hablando acerca de Otto Von Bismarck, pero, ¿quién fue
Otto Von Bismarck?

Otto Eduard Leopold von Bismarck-Schönhausen, mejor conocido como


simplemente Otto Von Bismarck, fue un personaje clave en varios e importantes
aspectos, entre los más salientes: el delineamiento de Alemania como estado
moderno y la reforma militar que colocaría a Alemania en un privilegiado poder
militar que le permitiría finalmente concretar sus propósitos de unidad territorial.5

Bismarck nació el 1 de abril del año 1815 en Schönhausen, Prusia, en el seno de


una familia perteneciente a la nobleza y en su formación académica se cuentan
estudios en leyes que más tarde lo llevarían a trabajar en los tribunales de la ciudad
de Berlín, sin embargo, para el año 1838, Bismarck, abandonaría el trabajo para
dedicarse a la administración de sus tierras.

Hacia finales de la década del cuarenta, Bismarck, comienza a participar


activamente en la política de su patria desde su puesto de diputado del Parlamento
Prusiano, y a pesar que por aquellos tiempos las ideas liberales inundaban Europa,
Bismarck, se expresaba en las antípodas de este pensamiento, promulgando un
estricto conservadurismo.

También ocuparía cargos diplomáticos en Frankfurt, San Petersburgo y París.

Bismarck soñaba con la unificación de Alemania y hacia ese fin dirigió sus
esfuerzos, creyendo firmemente que lo conseguiría con la diplomacia, un buen

5
Walter, Bruce. BISMARCK. Barcelona, España. Ariel. 1999. Pág. 256.

25
ejército de su lado y un régimen en apariencia constitucional pero que en la práctica
se explayaba de modo sumamente autoritario.

En el año 1862 fue designado Canciller de Prusia con lo cual echó a correr sus
planes de unificación que llegarían a buen puerto gracias a la reorganización que
llevó a cabo en las milicias, las cuales se impondrían en importantes
enfrentamientos que le devolverían los territorios de: Nassau, Hannover, Hesse,
Fráncfort, Holstein, Laurenburg y Schleswig.

Tal estado de cosas dio origen a la Confederación de Alemania del Norte.

En el año 1871, tras imponerse a Francia, queda constituido el Segundo Imperio


Alemán del cual por supuesto, Bismarck, sería el canciller.

Ahora, volviendo a nuestro tema principal, podemos decir que con semejantes
antecedentes, desde el año 1871 la alianza germano-austríaca era ya
prácticamente un hecho consumado, a la que sólo le restaba ser refrendada
formalmente por medio de un pacto claro y llevada al papel, circunstancia que se
aceleró debido a un nuevo peligro que surgió en el enrevesado teatro de
operaciones políticas europea en aquellos años: el temor, más que fundado, de
Bismarck de que se llevara a cabo una alianza en firme entre Rusia y Francia, pese
a las graves diferencias ideológicas que separaban a ambos países. Bismarck sabía
sobradamente que Rusia no vería con buenos ojos la alianza entre germanos y
austro-húngaros, y por esta razón el éxito del canciller alemán fue mayor si cabe, al
formar la Liga de los Tres Emperadores, formulada en el año 1873; ésta se planteó
como una especie de directorio moral e ideológico de los tres emperadores, a modo
de guardianes de la paz en Occidente, los cuales habrían de presidir todos los foros
y mesas de negociaciones internacionales que se celebrasen, en calidad de líderes
indiscutibles. El zar Alejandro II no pudo resistir la tentación y entró de lleno en la
componenda propuesta por Bismarck.

26
El hecho de que la Liga de los Tres Emperadores no llegara a constituirse como una
alianza formal se demostró a raíz de la Guerra Turco-rusa (1877), que derivó en el
Congreso de Berlín del año siguiente, en el que las potencias europeas, presididas
por la hegemonía de Alemania, cortaron en seco el avance ruso en los Balcanes.
Sin duda alguna, las disposiciones acordadas en la capital germana dictaron el
principio del fin de la frágil Liga de los Tres Emperadores, a la par que forzaron el
acuerdo definitivo entre el Imperio austro-húngaro y Alemania.

El sistema que Bismarck había establecido en el año 1873 se derrumbó en Berlín,


pero el canciller alemán no tardó mucho en reconstruirlo de nuevo sobre bases
distintas.

En el caso de Italia, los motivos que la impulsaron a aceptar formar parte de la Triple
Alianza fueron varios. Italia deseaba fervientemente ascender al rango de gran
potencia, convencida de que la asociación con la Alemania de Bismarck le facilitaría
la entrada deseada en el concierto de las grandes. Consciente de su debilidad, el
Gobierno italiano había intentado, ya en el año 1873, una aproximación a Alemania.
Pero, tras el tratado germano-austríaco, firmado en el año 1879, Italia no albergaba
grandes esperanzas de conseguir un acuerdo con el Imperio alemán sin tener que
pasar necesariamente por el beneplácito de Viena, tal como el propio Bismarck se
encargó de recordar a la diplomacia italiana: o una alianza tripartita o nada. A pesar
de que el Imperio austro-húngaro aún continuaba con la posesión de territorios cuya
población era italiana en su gran mayoría (los ya aludidos "territorios irredentos" de
Trieste, el Trentino y Venecia), las ventajas evidentes por formar la Triple Alianza
acabaron por decidir al Gobierno italiano a aceptar la oferta de Bismarck. Otro
motivo, no menos importante, que indujo a Italia a entrar en la alianza fue el
particular y prolongado conflicto que venían sosteniendo, desde que Italia
consiguiera su independencia, la Santa Sede y el Estado italiano, con el papa León
XIII dispuesto a abandonar Roma como protesta por las continuas injerencias del

27
Estado italiano en los asuntos internos del Vaticano, circunstancia que, de
producirse, sacudiría terriblemente a todo el país, y pondría en precario a la propia
monarquía italiana.

Hablando del tratado en sí, podemos decir que el tratado tripartito fue firmado el 20
de mayo del año 1882, en la ciudad imperial de Viena, con todos los honores y la
parafernalia que tal acto requería, a pesar de que sus términos y cláusulas eran
sobre el papel "secretas".

La Triple Alianza se concibió como un pacto de no agresión y buena voluntad entre


las potencias firmantes. La cláusula esencial del tratado residía en su artículo
número 2, el cual dictaba lo siguiente: "En el caso de que Italia, sin provocación
directa por su parte, se viera atacada por Francia, por cualquier motivo que sea, las
otras dos partes contratantes estarán obligadas a prestar socorro y asistencia a la
parte atacada. Esa misma obligación incumbirá a Italia en el caso de una agresión,
no provocada directamente, de Francia a Alemania". Ahora bien, mientras que los
compromisos acordados entre Italia y Alemania se establecieron por el principio de
la reciprocidad, no sucedió lo mismo entre Italia y el Imperio austro-húngaro, ya que
aunque el Gobierno de Viena se viera forzado a prestar su ayuda a Italia en caso
de ataque francés, el Gobierno de Roma no estaba obligado a hacer lo mismo en el
caso de un ataque ruso al Imperio austro-húngaro.

Acordada la Triple Alianza para un plazo máximo de cinco años, ésta fue renovada
en plazos sucesivos de igual duración temporal y de forma indefinida hasta el mes
de mayo del año 1915.

La venida abajo de la Triple Alianza.

Aunque la Triple Alianza se renovó periódicamente, con declaraciones de amistad


y buenos propósitos por parte de sus tres contratantes, lo cierto es que los

28
problemas comenzaron a surgir desde su primera renovación, en el año 1887, por
parte de Italia.

El Gobierno italiano presionó a sus dos socios para conseguir una serie de garantías
suplementarias que pasaban, la primera de ellas, por obtener una ayuda efectiva
por parte de Alemania en el caso de que Italia atacase directamente a Francia para
frenar al país galo en su expansión sobre los territorios coloniales italianos en la
Tripolitana (actual Argelia), y la segunda, por obtener del Imperio austro-húngaro
algunas ventajas en los Balcanes en caso de un futuro reparto de esos territorios
con Rusia. Debido a las tensiones franco-alemanas y a las nuevas dificultades
balcánicas, Bismarck acabó cediendo a las peticiones italianas, forzado por las
circunstancias.

Este primer episodio fue el comienzo del progresivo deterioro de las relaciones entre
los tres países y, por ende, de la propia Triple Alianza. La caída de Bismarck, el 18
de marzo del año 1890, precipitó la crisis de la Triple Alianza. Sin Bismarck
dirigiendo los designios de la política exterior alemana, el entendimiento entre los
tres Gobiernos se hizo cada vez más insostenible. Con el viejo canciller desaparecía
la única persona capaz de mantener en pie un sistema de alianzas y contrapesos
diplomáticos en su propia esencia contradictorio y muy frágil, factible de ser
derribado a las primeras de cambio.

El 3 de mayo de 1915, Italia renunció formalmente a la Triple Alianza, asestándole


el golpe mortal. A partir de ese momento, Europa se convirtió en testigo de
excepción de la mayor crueldad humana que se había producido en la corta historia
de la evolución humana.

Cuádruple Alianza.

29
La Cuádruple Alianza fue un tratado internacional firmado el 20 de noviembre de
1815 hasta el 1830 entre Austria, Prusia, el Imperio ruso e Inglaterra.

Es un tratado de carácter político firmado en principio como un pacto de seguridad


contra Francia tras las guerras napoleónicas aunque en la práctica se amplió para
evitar una nueva guerra europea. Lo más novedoso de su contenido fue su sexto
artículo que promovía la celebración de conferencias para llegar a acuerdos sobre
los asuntos europeos.

Para recordar un poco, cabe mencionar que las guerras napoleónicas fueron las
batallas libradas desde 1799 hasta 1815 entre Francia y varias naciones europeas.
Estas contiendas militares fueron una continuación de las guerras mantenidas por
Francia durante la Revolución Francesa (1789-1799), en las que hubo de
enfrentarse a las monarquías absolutistas europeas que pretendían acabar con el
proceso revolucionario. En todas ellas, incluso en las contadas derrotas, brillaría el
talento militar de Napoleón Bonaparte, al que la historiografía bélica considera uno
de los más grandes estrategas de todos los tiempos.

En 1818, en el Congreso de Aquisgrán, Francia se unió a los acuerdos de la


Cuádruple, pasando a denominarse Quíntuple Alianza.

De esta forma surge la llamada Europa de los Congresos, que preveía la


celebración periódica de conferencias tendentes a mantener la paz y hacer respetar
los intereses comunes de los signatarios. Los congresos, que se desarrollan entre
1818 y 1822, discuten las medidas a tomar frente a las inquietudes y desórdenes
de carácter liberal o nacionalista. Los principales congresos serán los de Aquisgrán
(1818), Troppau (1820), Laibach (1821) (que autorizó la intervención austriaca en
Italia) y Verona (1822). Este último congreso supuso la intervención en España de
un ejército francés denominado los Cien Mil Hijos de San Luis para terminar con el
Trienio liberal y restaurar el absolutismo en la persona de Fernando VII.

30
La aversión del gobierno británico a las políticas reaccionarias del resto de aliados
supuso que la alianza cayera en la inoperancia después de mediados de la década
de 1820. La muerte de la alianza se fija convencionalmente con la muerte del zar
Alejandro en 1825.

Entonces podemos decir que la cuádruple Alianza, que se formó en la segunda


conferencia de paz de París, tuvo como finalidad principal mantener el status quo
que surgió de la derrota napoleónica tanto en el orden internacional como en el
orden interno, de hecho establecía derechos para las grandes potencias y les
permitía actuar interviniendo en el orden interno de los otros estados para lograr sus
propósitos.

Primera Guerra Mundial.

Se le conoce como Primera Guerra Mundial al conflicto bélico que se desató de


1914 a 1918, esta guerra se dio cuando el archiduque Francisco Fernando de
Austria fue asesinado en Sarajevo por un nacionalista serbio un 28 de junio de 1914.

El Imperio de Rusia se unió al conflicto, pues se consideraba protectora de los


países eslavos y por esta razón deseaba socavar la posición de Austria Hungría en
los Balcanes. Austria Envía un ultimátum a Serbia Pues en el fondo deseaba
expandirse por el Danubio.

Rusia movilizó sus fuerzas tras la declaración de guerra austrohúngara a Rusia el


primero de agosto de 1914 el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a
escala Europea.

31
Austria Hungría declaró la guerra a Serbia el 28 de julio de 1914; Alemania declara
la guerra a Rusia el primero de agosto del mismo año; con el fin de invadir a Francia
el ejército alemán invadió a Bélgica el 3 de agosto de 1914, ello obliga Inglaterra a
declarar la guerra a Alemania el 4 de agosto del mismo año; Austria Hungría declara
la guerra a Rusia el 6 de agosto de 1914.

Las hostilidades involucraron a 32 países, 28 de ellos denominados aliados:


Francia, Gran Bretaña, Rusia, Serbia, Bélgica, Canadá, Portugal, Japón, Estados
Unidos (desde 1917), así como Italia, que había abandonado la Triple Alianza; este
grupo se enfrentó a la coalición de las potencias centrales integrada por los imperios
austro húngaro, alemán y acompañados por Bulgaria.

En agosto se une Montenegro a Serbia y el 23 de este mismo mes Japón declara la


guerra a Alemania; Rusia declara la guerra a Turquía el 30 de octubre de 1914; el
23 de mayo de 1915, Italia le declaró la guerra a Austria; Bulgaria se une a los
imperios centrales y el 12 de octubre de 1915 le declara la guerra a Serbia; el 9 de
marzo de 1916 Alemania le declara la guerra a Portugal; Rumanía se une a los
aliados contra los imperios centrales el 28 de agosto de 1916; el 6 de abril de 1917
Estados Unidos le declara la guerra a Alemania; en el mes de junio de 1917 Grecia
declara la guerra a los imperios centrales.6

Las potencias inicialmente implicadas no pensaban en una lucha que alcanzase tan
enorme trascendencia, lo cierto es que esta guerra causó innumerables
destrucciones y provocó la muerte de 9 millones de personas.

En vísperas de la guerra todos los ejércitos reforzaron sus efectivos, como por
ejemplo, el ejército alemán paso de 621.000 hombres a 820.000, austria-hungría
tenía en activo 450.000, Francia amplió el servicio militar obligatorio hasta 3 años
de duración y contaba con unos 770.000 soldados. Rusia por su parte contaba en

6
Enciclopedia Salvar, op, cit, tomo 6 página 1635.

32
1914 con el ejército más numeroso pues estaban a su servicio 1.800.000 hombres
en armas.
A lo largo de la contienda estas cifras fueron en aumento y cada uno de los
principales ejércitos desplegó en los frentes millones de combatientes.

Ahora bien, es importante hacer mención cómo es que estos conflictos intervinieron
o influyeron en el derecho internacional.

En ese tiempo se da una moral internacional qué trata de justificar hechos


trascendentes como una declaración de guerra; las potencias, los países y las
personas utilizan frases como “ensancharse o estallar”, la “necesidad de un lugar
bajo el sol”; “misión histórica”; repetian constantemente también la frase de Heráclito
“de la guerra derivan todos los bienes”.

Se demostró el poco respeto qué tiene una nación beligerante por los tratados
internacionales con la invasión y ocupación de Bélgica por Alemania, ya que se dio
el desacato al Tratado internacional que determinaba la neutralidad permanente de
Bélgica, y lo mismo ocurrió con los convenios establecidos en la segunda
conferencia de la Haya de 1907 que no fueron respetados.

Se demuestra en esta etapa la gran evolución técnica de los armamentos y con


esto, que dichos instrumentos representaban un peligro inminente para la sociedad;
entre estos armamentos se encontraban submarinos, gases venenosos, aviones de
guerra, tanques; que no sólo demostraron un avance técnico y no científico científico
lo bélico; también el principio Europeo de equilibrio del poder se convirtió en
obsoleto, pues de ser una guerra europea este conflicto bélico se extendió y terminó
convirtiéndose en una guerra mundial.

Respecto a los territorios de las colonias vencidas se estableció un régimen de


mandatos en lugar de realizarse un reparto de éstas como se solía hacer en la
antigüedad.

33
Al finalizar esta guerra, se da el tratado de Versalles, y por medio de este (qué fue
firmado entre las potencias victoriosas y los alemanes el 28 de junio de 1919) se
incluyeron disposiciones modificadoras del derecho internacional de esa época y
también se hicieron constar acuerdos relativos a la creación de la sociedad o liga
de las Naciones; este tratado es uno de los tratados más largos en la historia de la
humanidad pues contiene 440 artículos en los cuales su tema principal es el derecho
internacional y los Derechos Humanos.

Segunda Guerra Mundial.

Esta guerra es catalogada como el encuentro bélico más sangriento de la historia,


la segunda Guerra Mundial tuvo lugar durante los seis años comprendidos entre
1939 y 1945 y su verdadero motivo real fue la repartición territorial del planeta, eso
se cree o fue uno de los muchos motivos.

La formación de la liga de las Naciones y la corte permanente de Justicia


internacional fueron acontecimientos notables a nivel internacional, que es
importante no olvidar, pues fueron responsables de los descontentos que llevaron
a Alemania a quebrantar el tratado de Versalles y comenzar esta guerra.

En lo personal creo que no hay una única causa o razón por las que se produjeran
las condiciones políticas, económicas y sociales que desencadenaron la Segunda
Guerra Mundial, sino una combinación de todas ellas.

Al finalizar la Primera Guerra (1914-1918), se firmaron tratados de paz (como lo


mencionábamos antes) entre naciones, que para algunos países resultaron injustos,
lo que produjo rencores en la población y deseos de venganza.

34
Por ejemplo, el Tratado de Versalles redujo los territorios de Alemania y Austria,
zonas pobladas de germanos, y esto, claro no fue de su agrado.

Podemos citar algunas de las cláusulas de este tratado, firmado en 1918 para la
rendición de Alemania, como principales causas de esta guerra:

1. Pago de indemnizaciones por parte de Alemania a los aliados por las


perdidas económicas sufridas a causa de la guerra.

2. Reducción del ejército alemán y la no posesión de ninguna arma moderna de


combate, tales como tanques, aviación y submarinos.

3. Disminución de la flota alemana a buques menores de 10.000 toneladas.

La Segunda Guerra Mundial surgió en función del enfrentamiento entre ideologías


que amparaban sistemas político-económicos enfrentados.
En este segundo conflicto mundial se enfrentaron tres ideologías contrarias: el
liberalismo democrático, el nazi-fascismo y el comunismo soviético.

En segundo lugar estaban los problemas étnicos que se fueron haciendo cada vez
más graves. De ahí fue surgiendo el sentimiento de superioridad de la raza germana
(identificada por Hitler como “raza aria”) sobre otros grupos raciales, principalmente
los judíos, que controlaban la economía capitalista, y quienes, según la visión de los
nazis, habían dividido a los pueblos germanos e interrumpido su desarrollo
económico.

Por otro lado, está la actuación del resto de países. Francia temía una nueva
agresión por parte de Alemania, por lo que quería evitarla a toda costa. En cambio,
el gobierno de Reino Unido y el de los Estados Unidos subestimaron el peligro del
rearme alemán.

35
En la reorganización de Europa tras el tratado de Versalles, el gobierno británico
adoptó una política de apaciguamiento respecto al expansionismo alemán al pensar
que al hacer concesiones a Hitler conseguiría su colaboración contra el peligro
soviético y además podría evitar una nueva guerra.
Podemos decir que la Segunda Guerra Mundial se originó directamente de la
Primera.

Según los historiadores, el inicio de la II Guerra Mundial tiene estrecha relación con
los resultados de la I Guerra Mundial, encuentro tras el cual potencias como
Alemania quedaron notablemente afectadas y necesitaban revindicar su economía
y recuperar las porciones de tierra perdida.

Lo cierto es que como consecuencia de este evento, en el que participaron


alrededor de 50 naciones, perdieron la vida más de 38 millones de personas civiles,
y por tanto ajenas a la causa de la sangrienta lucha.

De tal forma, tras los acuerdos de paz firmados en 1918, Alemania y sus aliados se
habían visto seriamente afectados. A tal punto que, por ejemplo, Alemania no
contaba ya con la sexta parte de sus geografías, estaba en proceso de
reconstrucción de las ciudades, además de encontrarse visiblemente dañada desde
el punto de vista social por la alta tasa de desempleo y la inflación.

A este contexto además de añadir la cruel crisis económica mundial que comenzó
en 1929, se suma la presencia de líderes militares en Alemania, Italia y Japón, los
cuales se propusieron recuperar las riquezas de sus naciones.

Se conoce que en ese escenario y las marcas motivaciones, Hitler preparó a


Alemania para la guerra, en tanto Japón atacó a China y desde Italia, Mussolini
inició la lucha contra Etiopía, sin encontrar resistencia por las otras naciones, a
pesar de estar instituida la Sociedad de Naciones, encargada supuestamente de
mantener la paz.

36
1941 fue el año en que Estados Unidos entró en el conflicto armado, esta vez con
grandes fuerzas y en posición ventajosa pues sus tropas estaban frescas, tras dos
años de haberse iniciado la II Guerra Mundial.

Estados Unidos se destacó en este conflicto al proporcionar aviones de combate,


numerosas armas de fuego, buques de guerra, etc. y fue protagonista en las
derrotas sucedidas a las potencias del Eje en África del Norte, Europa y el Pacífico.

Según recoge la historia, Estados Unidos se sumó a la guerra para luchar contra la
tiranía, es decir, contra el gran holocausto que significó para el mundo el nazismo,
extendido fundamentalmente por iniciativa de Hitler.

Por su parte, en Asia y el Pacífico fueron los japoneses quienes fueron atacando de
una en una a las naciones. Sin embargo, fue el bombardeo realizado por esta
potencia del Eje a Hawái, lo que hizo que el Congreso de Estados Unidos se
declarar parte de la guerra.

La rendición de Alemania el 7 de mayo de 1945 se vio propiciada en gran medida


por el posicionamiento de las tropas de la Unión Soviética alrededor de Berlín. Por
su parte, la retirada de Japón ocurrió tras la caída de las bombas atómicas de
Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki. Se considera como la fecha en que
concluyó la II Segunda Guerra Mundial el 2 de septiembre de 1945.

Respecto al derecho internacional público podemos decir que la rama referida a los
derechos humanos se exalta a partir de la Segunda Guerra Mundial, dado que el
régimen alemán llevo a la muerte a seis millones de deportados por motivos raciales
y de cuatro a cinco millones por motivos políticos; este conflicto bélico demuestra la
insuficiencia de la Sociedad De Naciones y obliga a ir a sustituirla por la
Organización de las Naciones Unidas.

37
El fin de la guerra no dio termino al período tormentoso por ella iniciada, pues otra
ideología totalitaria pone en peligro constantemente la paz mundial; entre tanto el
derecho internacional como norma reglamentadora de las relaciones
internacionales surge y se impone como la más sólida garantía para la paz entre las
naciones.

La Guerra Fría.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial inicio un nuevo período en la historia


contemporánea cuyas características definirían la segunda mitad del siglo 20 el
mundo de la posguerra sería en muchos sentidos la construcción de un nuevo orden
internacional reemplazando al impuesto por las potencias colonialistas en el siglo
XIX.7, y también, las naciones vencedoras firmaron los acuerdos de Yalta y se
repartieron Europa.
Así, los territorios europeos se vieron modificados y se diferenciaron en tres
espacios políticos, la Europa occidental, (capitalista), la Europa oriental, (socialista)
y algunos países neutrales.

En la conferencia de Yalta celebrada en 1945, Roosevelt, Churchill y Stalin,


prometieron elecciones libres en todas las naciones liberadas de Europa. Pero las
fuerzas soviéticas impusieron dictaduras comunistas en la Europa oriental.

Conferencia de Yalta.

7
Bobadilla González, Leticia. Los Diplomáticos Mexicanos y la Guerra Fría, memoria e historia, 1947 -1987.
México, Morelia Michoacán. Acervo histórico diplomático de la Secretaria de Relaciones Exteriores. 2009,
página 165.

38
En esta conferencia celebrada del 4 al 11 de febrero de 1945 el dirigente británico
Churchill el presidente americano Franklin D. Roosevelt y el líder soviético Stalin
decidieron el reparto del territorio europeo al final de la Segunda Guerra Mundial.

En esta conferencia se acordó la división de Alemania en 4 zonas que quedarían


bajo El dominio de los países aliados Gran Bretaña Estados Unidos Francia y URSS
Posteriormente la división daría lugar a las dos alemanias 1 soviética y la otra
producto de la Unión de los otros tres territorios.

En esta conferencia se acordaron cinco resoluciones principales:

Alemania sería desmilitarizada y dividida en cuatro zonas de ocupación de la URSS,


EEUU, Gran Bretaña y Francia (incluida por demanda de Churchill). Estaría sujeta
a fuertes reparaciones financieras y perdería la Prusia Oriental y parte de
Pomerania, quedando su frontera oriental fijada en la línea marcada por los ríos
Oder y Neisse. Se estableció que un tribunal internacional juzgaría a los principales
criminales de guerra nazis. Lo que posteriormente llevó a los Juicios de Nüremberg.

Polonia sería "desplazada" hacia el oeste, anexionándose los territorios que


Alemania perdía en el oriente y cediendo en el oriente los territorios que habían
quedado bajo el dominio soviético tras el pacto de no agresión germano-soviético
en 1939. El denominado Comité de Lublin, formado esencialmente por comunistas,
constituirían el núcleo principal del futuro gobierno polaco, aunque también tendrán
presencia los miembros del gobierno provisional polaco pro-occidental con sede en
Londres.

Con respecto a las Naciones Unidas, cuya Carta había sido ya redactada en
borrador, se acordó un compromiso sobre la fórmula de voto en el futuro Consejo
de Seguridad, poniendo el énfasis en el papel clave de las grandes potencias
vencedoras en la futura organización de la paz.

39
Por último, se aprobó la denominada Declaración sobre la Europa liberada en la que
los "Tres Grandes" se comprometieron a que la reconstrucción de Europa se hiciera
por medios democráticos constituyendo gobiernos democráticos ampliamente
representativos de todos los elementos no fascistas de cada nación. Esos gobiernos
deberían convocar lo antes posible elecciones libres que permitieran la creación de
gobiernos que emanaran de la voluntad popular.

Fue la violación de estos acuerdos por parte de los soviéticos lo que llevó a la
división de Europa y a lo que se vino a denominar el "telón de acero".
Posteriormente, los republicanos norteamericanos contrarios a Roosevelt y su
legado, y el propio De Gaulle, marginado de la reunión, fomentaron la falsa idea de
que en Yalta se acordó la división de Europa en dos esferas de influencia, occidental
y soviética.

Por último, en lo referente al Extremo Oriente se acordó un protocolo secreto por el


que a cambio de la entrada de la URSS en guerra contra Japón en el plazo de dos
o tres meses tras la derrota alemana, la Unión Soviética recuperaría todos los
territorios perdidos tras la guerra ruso-japonesa de 1905.

El estado de tensión y rivalidad entre las dos superpotencias, la Unión Soviética y


Estados Unidos fue lo que provocó el inició de la Guerra Fría.

En el momento más crítico de la Guerra Fría, durante la década de los sesentas,


Estados Unidos tenía 70 mil cabezas y bombas nucleares, más de 6 mil armas y 5
mil bombarderos estratégicos.
A pesar de que la bomba atómica no se ha utilizado después de Hiroshima y
Nagasaki, el temor de que cualquier potencia utilice su armamento nuclear no ha
desaparecido por completo.
Desde 1945 hasta hoy en día, los intentos para eliminar las armas nucleares han
sido muchos, pero desgraciadamente todavía no se ha llegado a un acuerdo de

40
desarme en el que se vean implicadas todas las potencias nucleares. En 1996 se
elaboró un Tratado que prohibía las pruebas nucleares, que fue firmado por casi
todas las naciones, excepto por India y Pakistán.

Hay quienes opinan que un desarme nuclear de todas las naciones es imposible,
por razones de “seguridad nacional” y estrategia política de cada país. Sin embargo,
muchos piensan que si las naciones con armamento nuclear ponen sus arsenales
bajo la vigilancia internacional, en sitios dispersos, se podría evitar mejor una nueva
catástrofe bélica nuclear.

La intervención rusa en la Primera Guerra Mundial tuvo como consecuencia el


deterioro de la economía y una crisis política que culminó con la caída del zar
Nicolás ll en 1917.
En ese mismo año, los Estados Unidos y Rusia comienzan sus enfrentamientos.

En 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.), bajo el


mando de Stalin.
Ambos países se unieron en la lucha contra la Alemania nazi durante la Segunda
Guerra Mundial, pero esta alianza se rompió cuando Stalin utilizó el Ejército Rojo
para controlar gran parte de la Europa Oriental, mientras que Truman, presidente
de los Estados Unidos trataba de unificar Europa Occidental bajo su mando.
Los estadounidenses temían que después de la guerra, la crisis económica que
afectaba a Europa repercutiera en los Estados Unidos.
Así pues, en 1947, Marshall decidió poner en marcha un plan de ayuda económica
y tecnológica destinado a reconstruir Europa.
Se invitó a la Unión Soviética a participar en el plan, pero éstos denegaron el
ofrecimiento. Por su parte, la Unión soviética y los países europeos satélites
(Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Albania), crearon en 1947 el
Kominform, la versión comunista del plan.

41
Los principales beneficiarios del Plan Marshall fueron Gran Bretaña, Francia, Italia
y Alemania Occidental.
También se creó la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) para
la ayuda mutua de los países integrantes del plan.
Ya en 1952, el plan Marshall había alcanzado sus objetivos.
El bloqueo soviético a Berlín occidental fue el detonante que produjo la
concentración de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Era un tratado de cooperación militar firmado por Washington en 1949 donde todos
los países importantes de Europa Occidental firmaron el pacto, a excepción de
Suecia y Suiza, que decidieron permanecer neutrales

En la conferencia de Yalta celebrada en 1945, Roosevelt, Churchill y Stalin,


prometieron elecciones libres en todas las naciones liberadas de Europa. Pero las
fuerzas soviéticas impusieron dictaduras comunistas en la Europa oriental.
A la muerte de Roosevelt, Truman le sucedió.
Entre 1949 y 1950 los soviéticos llevaron a cabo su primera explosión de una bomba
atómica. Mientras, los comunistas chinos conquistaban todo el país, firmando una
alianza con Stalin. Por otro lado, en Japón, se intentaba aumentar el ritmo
económico para hacer frente al comunismo asiático.

La primera disputa de la Guerra Fría fue la Guerra de Corea. Corea del Norte
(comunista) invadió Corea del Sur en 1950 empezando así una nueva guerra.
Durante los tres años siguientes tropas chinas y rusas pelearon por el norte, y
norteamericanas, australianas, canadienses, francesas y británicas por el sur.
La guerra de Corea dividió la península en dos partes, hasta 1953 donde se
restablecieron las fronteras de las coreas iniciales con la firma del armisticio de
Panmunjong. En él se acordó una nueva línea de demarcación que las delimitaba
en torno al paralelo 38º.
Guerra de Vietnam

42
Guerra de Vietnam La indochina francesa, integrada por Vietnam, Laos y Camboya,
se dividió al finalizar la Segunda Guerra mundial. En el norte se formó la República
Democrática de Vietnam (organizada por fuerzas comunistas), y en el sur se instaló
un protectorado francés que no reconoció la independencia de Vietnam del Norte.
La URSS y China, apoyaron al norte comunista, y los Estados Unidos a los
franceses.
En 1965 comienza la guerra cuando bombarderos estadounidenses atacan
objetivos del Vietcong. Además utilizan NAPALM, un arma química de alto poder.
Tres años después, hubo respuesta ofensiva por parte del Vietcong contra el sur.
En 1971, las tropas de Vietnam del su invaden Laos.
Ya en 1975 se produce la ofensiva del Vietcong, finalizando con la rendición
incondicional de Saigón el 30 de abril.
De esta manera se inició la Guerra de Vietnam, que duró casi veinte años y que
terminó con la retirada de las tropas estadounidenses, derrotadas por los
comunistas. En esta guerra, los Estados Unidos perdieron unos 90.000 hombres.
En 1975, las dos zonas se unificaron en un solo país y quedó conformada la
República Socialista de Vietnam.

La URSS hizo muchos esfuerzos por mantener el régimen comunista, pero en 1985
el país no pudo evitar entrar en una profunda crisis, donde el gobierno planteó la
necesidad de un cambio de política hacia la distensión con EEUU. A este proceso
de reestructuración de la economía soviética se le denominó Perestroika.

Desde 1991 el gobierno abandonó el partido comunista y permite la independencia


de varias repúblicas.
La Guerra fría terminó en Europa cuando las recién liberadas naciones de Europa
oriental eligieron gobiernos democráticos.
La carrera armamentística se detuvo y Alemania se unificó.

Con la disolución de la URSS y la desaparición del bloque socialista, estos países


comenzaron a abrirse al comercio con Europa y con el resto del mundo.

43
La caída del muro de Berlín representa el final de la Guerra Fría. Aunque esto no
significa el final de todos los conflictos, tales como el destino de los arsenales
soviéticos, el peligro de la China comunista, la amenaza de Corea del Norte y la
intensificación del bloqueo a Cuba.

CONCLUSION.

A través de esta tesina y el estudio de la historia a nivel internacional, podemos


comprender la importancia que tiene el conocerla y notar cada error que se cometió
para así no repetirlos, y si es el caso, modificar leyes, conductas o crear tratados
para una mejora que implique beneficios para toda la comunidad internacional, pues
es así como se puede lograr el objetivo de mantener la paz y salvaguardar los
derechos humanos de toda la humanidad.

No es fácil conocer todo a cerca de este tema, pues son datos, circunstancias,
lugares y épocas ajenas a nosotros, ya que no nos queda más que leer y conocer
lo que nuestros antecesores plasmaron en pergaminos y posteriormente en libros
para dejarnos el conocimiento que ellos iban adquiriendo con el paso del tiempo
como una especie de guía para el resto de la humanidad que les sucedería, pues
nos plasmaron los hechos que conocieron, vivieron o que al igual que nosotros,
aprendieron, pues podemos afirmar que la tierra en lo que lleva de años, siglos y
milenios de vida, se ha mantenido en constante movimiento, en constante evolución,
y son los motivos que originaron esta evoluciones las que son de nuestra
importancia para seguir evolucionando día con día.

44
E
M
estados, 2, 3, 8, 11, 12, 21, 31
movimiento, 2, 45
Mundo, 3
F

feudalismo, 2 P

Países, 4, 5, 7, 9, 10
G

Guerra, 1, 3, 4, 5, 8, 19, 24, 27, 31, 34, 35, 36, 37, 38, R
39, 41, 42, 43, 44
Renacimiento, 1, 2

Liberación, 2
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