Sei sulla pagina 1di 4

Grupo operativo y tarea

“Grupo operativo y grupo familiar son susceptibles para nosotros de una misma
definición: conjunto de personas reunidas por constantes de tiempo y espacio y
articuladas por su mutua representación interna que se proponen implícita o
explícitamente una tarea, la que constituye su finalidad” (1970f, pág. 187). Y más
adelante, explicita: “la tarea, sentido del grupo, y la mutua representación interna hecha
en relación con la tarea constituyen al grupo como grupo. La tarea es la marcha del
grupo hacia su objetivo, es un hacerse y un hacer dialéctico hacia una finalidad, es una
praxis y una trayectoria” (1970f, pág. 189). Aquí ya queda establecido el concepto
fundamental: la tarea, como constitutiva del grupo.
Un grupo de amigos, una familia, un grupo de trabajo, etc., tienen una tarea, y pueden ser
operativos en el sentido de ir transitando, con mayor o menor dificultad, hacia el logro de
sus objetivos. Es decir, cualquier grupo puede ser operativo, aun cuando no se maneje
con la técnica de grupo operativo.
Se trata de diferenciar el criterio de operatividad –que Pichon coloca en su definición de
grupo– de lo que constituye la técnica de grupo operativo. Es decir, si puede haber grupos
que sean operativos –sin que sean grupos operativos en su sentido técnico–, también
puede haber grupos que se realicen –que se ‘manejen’, dirá Pichon– con técnica operativa
y no lo sean, o que puede haber momentos en los que la operatividad, en tanto dirección
hacia el logro de los objetivos, fracasa.
De esta forma, la técnica operativa es lo que Pichon propone como forma de potenciar la
acción de los grupos, de canalizar o aumentar la productividad, de incrementar la
creatividad de los grupos. Así, la técnica operativa de grupo es entendida por Pichon-
Rivière como un instrumento que permita ganar en productividad, en creatividad, que
permita potenciar la acción (adaptación activa a la realidad).

Grupo operativo y aprendizaje


La relación terapia-aprendizaje es compleja. Se ha propuesto que constituyen un
continuo, si bien Pichon nunca lo llevó hasta tal extremo, y mantuvo una diferencia
sustancial entre ambos procesos grupales. Pero sí insistió en la importancia de considerar
los aspectos terapéuticos de todo aprendizaje, y viceversa, los elementos de aprendizaje
existentes en cualquier proceso terapéutico.
Podemos resumir las finalidades y propósitos de los grupos operativos diciendo que la
actividad está centrada en la movilización de estructuras estereotipadas, dificultades de
aprendizaje y comunicación, debidas al monto de ansiedad que despierta todo cambio
(ansiedad depresiva por abandono del vínculo anterior y ansiedad paranoide creada por
el vínculo nuevo y la inseguridad). Estas dos ansiedades son coexistentes y cooperantes,
y si son intensas pueden lograr el cierre del sistema (círculovicioso)”

Tarea y ECRO

La técnica de estos grupos está centrada en la tarea donde teoría y práctica se resuelven
en una praxis permanente y concreta en el ‘aquí y ahora’ de cada campo señalado. Las
finalidades y propósitos de los grupos operativos pueden resumirse diciendo que su
actividad está centrada en la movilización de estructuras, estereotipadas a causa
delnmonto de ansiedad que despierta todo cambio (ansiedad depresiva por abandono del
vínculo anterior y ansiedad paranoide creada por el vínculo nuevo y la inseguridad
consiguiente). En el grupo operativo, el esclarecimiento, la comunicación, el aprendizaje
y la resolución de tareas coinciden con la curación, creándose así un nuevo esquema
referencial

La tarea que adquiere prioridad en un grupo es la elaboración de un esquema referencial


común, condición básica para el establecimiento de la comunicación...” (1965b, pág.
283). Y también: “Insistimos en destacar la significancia que los procesos de aprendizaje
y comunicación tienen en el ámbito de la situación grupal.
Por ellos se hace posible aquello que designamos como tarea, es decir, elaboración de la
situación pato genética y de la consecuente perturbación de la lectura de la realidad
En la medida en que un grupo operativo, que se propone como tarea explícita la curación
de sus integrantes se centra en la ruptura de los estereotipos de la comunicación y de los
mecanismos de adjudicación y asunción de roles, se permite a los pacientes una
modificación de los vínculos internos y externos. Esta operación correctora hará posible
un abordaje más plástico de la realidad, una conducta adaptativa creadora, con capacidad
de planificación y proyecto personal

Tarea explicita y tarea implícita

Pichon se refiere a una delimitación que será fundamental en el modelo grupal: la tarea
explícita y la tarea implícita y las refiere a la elaboración de las ansiedades básicas;
nuevamente la noción de resistencia al cambio constituye el eje de la intervención:
“La técnica de grupos creada por nosotros, llamada de grupos operativos, se caracteriza
por estar centrada en forma explícita en una tarea que puede ser el aprendizaje, la curación
(en este sentido abarca a los grupos terapéuticos), el diagnóstico de las dificultades de una
organización laboral, la creación publicitaria, etc. Bajo esta tarea explícita subyace otra
implícita, que apunta a la ruptura, a través del esclarecimiento, de las pautas
estereotipadasque dificultan el aprendizaje y la comunicación, significando un obstáculo
frente a todasituación de progreso o cambio. La categorización de tarea explícita e
implícita se enlaza con una dimensión
fundamental en esos años: lo manifiesto y lo latente, categorías que ocuparon a una gran
parte de las ciencias sociales y humanas durante largo tiempo Se refería a lo que
consideraba fenómenos universales en los grupos y proponía el esquema del “cono
invertido”, con el que buscaba mostrar la dialéctica entre lo explícito (contenidos
emergentes, manifiestos) y lo implícito (situaciones básicas o “universales”); la “espiral
dialéctica”, expresaba el movimiento (de aprendizaje, corrector o terapéutico) desde lo
explícito a lo implícito tarea y pretarea se relacionan con la resistencia al cambio,
mientras que el proyecto incluye no sólo el logro del objetivo, sino también la inclusión
de la pérdida, del duelo por el propio grupo; una dimensión fundamental del proyecto es
su referencia a la pérdida como dimensión fundamental en el sujeto:

“En términos de trabajo grupal podemos distinguir tres instancias: la pretarea, en la que
se ponen en juego las técnicas defensivas del grupo movilizadas por la resistencia al
cambio y destinadas a postergar la elaboración de las ansiedades que funcionan como
obstáculo epistemológico. La tarea consiste precisamente en este abordaje donde el
objeto de conocimiento se hace penetrable a través de una elaboración que implica la
ruptura de la pauta estereotipada que funciona como estancamiento del aprendizaje y
deterioro de la comunicación. El proyecto surge cuando se ha logrado una pertenencia
de los miembros; se concreta entonces una planificación.
Interpretacion

La interpretación tendrá un carácter de hipótesis o fantasía, más que una pretensión de


verdad (en el sentido tradicional de la misma). Su mayor o menor valor se define por su
carácter operativo, es decir, su utilidad en términos del esclarecimiento de una
determinada situación. Así, la interpretación será una hipótesis o fantasía sobre eln
suceder latente del grupo, en un determinado momento.
Esta referencia al contenido implícito, al suceder latente, es fundamental en el desarrollo
del proceso grupal: los aspectos implícitos de la tarea, los obstáculos derivados del
incremento de ansiedades básicas, la revisión del esquema referencial (que participa de
los elementos no conscientes), constituyen los diversos planos a los que irá referida la
interpretación.

Al decir de Pichon-Rivière, toda interpretación es una hipótesis o fantasía que el


coordinador hace acerca del contenido implícito de lo explícito

“Señalamiento” es otro término usado por Pichon para denominar otro tipo de
intervención del coordinador en el grupo. Se asemeja a la interpretación; hay que destacar
que para muchos autores constituye una clase concreta de interpretación, en un conjunto
que divide en interpretaciones afirmativas, interrogativas, exclamativas, etc., refiriéndose
a su forma retórica.
Pichon diferencia entre interpretación y señalamiento, diciendo que la primera se
refiere al acontecer implícito y el segundo al acontecer manifiesto: es decir, se interpreta
lo latente y se señala lo manifiesto. Señalamiento indica un sentido de ‘subrayado’ del
texto, del discurso grupal, que señala y destaca tal o cual elemento del mismo.
Pichon ubica la noción de vínculo como fundamental en todo el proceso de observación,
y afirma que se trata de tomar como material de trabajo y observación permanente los
vínculos (es decir, la manera particular que un sujeto se conecta o relaciona con el otro o
los otros)

El otro elemento básico a tener en cuenta es el destino de la observación, del resultado de


la misma. El objetivo de la observación es posibilitar la construcción y formulación de la
interpretación, y se interpreta con la intención de modificar el campo. Es decir, se trata
de “interpretar para modificar”
El observador no es parcial, sino que está siempre comprometido. Comprometido
(precozmente, dice Pichon) sea con la situación del paciente, con los miembros del
grupo, con el grupo familiar, etc. Es un observador participativo
Contratransferencia. En la situación analítica –y esto es extensible al campo grupal,
como el mismo Pichon lo expondría en innumerables ocasiones– se incluye todo lo que
hay de parte del analista (teorías, fantasmas, emociones, consciente, inconsciente, etc.)
Por último, y como apertura al próximo tema que se expondrá –el encuadre–, vale la pena
precisar el lugar otorgado al esquema referencial en toda la ‘operación’. El Ecro
constituye el marco de todo el acto de intervención (terapéutico o de aprendizaje), y se
refiere tanto a la interpretación como a la observación; puede considerarse que es el pivote
que permite la realización de la unidad de trabajo con sus tres momentos: existentes (o
emergentes previos), interpretación, nuevo emergente.

Encuadre
Una de las primeras menciones que Pichon hace de esta noción, dándole un alcance
preciso, es a principios de los 60, haciendo alusión al encuadre grupal en la enseñanza:

“Para resolver estos problemas [de los procesos de aprendizaje] se hace necesario
utilizar técnicas grupales en la didáctica y el aprendizaje de la psicología, la psiquiatría,
las ciencias sociales, etc. Lo que caracteriza nuestro modo actual de encarar los
problemas psiquiátricos y sociales es el encuadre grupal y en diferentes contextos”
(1961, pág. 229). Los diversos contextos en que Pichon propone los encuadres grupales
son diversos: establecimiento de diagnósticos y pronósticos en forma grupal, lo cual
constituía un cambio radical en lo realizado hasta ese momento: no sólo proponía el
tratamiento psicoterapéutico en grupo, sino también los diagnósticos... También
menciona otros ámbitos: conflictos institucionales, tratamiento de delincuencia,
alcoholismo y otros conflictos; también grupos interprofesionales (de aprendizaje) como
forma de maximizar el aprendizaje. Parece claro que Pichon utiliza la noción de encuadre
asimilándola con
elementos precisos de la técnica (en la línea que posteriormente delimitará el encuadre a
partir de sus elementos fijos: espacio, tiempo, roles, tarea-tema). Como conclusión puede
encontrarse en Pichon un doble uso del término: 1) por una parte alude al conjunto de los
elementos de la técnica, lo cual sería su primera y principal acepción, 2) por otra se refiere
a algunos aspectos del esquema referencial (en esta perspectiva, y derivado de lo expuesto
por Pichon, se habla del encuadre de los integrantes del grupo, del encuadre de los
terapeutas o coordinadores, del ajuste o desajuste entre uno y otro encuadre, del encuadre
externo e interno, etc.).

El lugar de la coordinación aparece como lugar de depositación, objeto transferencial,


posibilitador de la experiencia, etc., todos ellos diversos planos que se cruzan en ese
vértice. Un elemento a destacar, y quizá sea el más fundamental, es que el coordinador
no ‘está’, no participa en la experiencia grupal (que se refiere al eje grupo – tarea), está
excluido de ella. Esto implica que no ocupa un lugar en la propia estructura grupal (está
descentrado); su exclusión es una condición para el propio trabajo grupal, para la
realización de la tarea (la tarea es el líder, dice Pichon).

El coordinador, con su técnica, favorece el vínculo entre el grupo y el campo de su tarea


en una situación triangular. El vínculo transferencial debe ser comprendido siempre en
este último contexto”. No existe en un grupo operativo un líder humano, el líder es la
tarea.

Potrebbero piacerti anche