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ARTÍCULO DE OPINIÓN

TÍTULO: La decisión es tuya.

I. INTRODUCCIÓN:
El aborto en la actualidad es un tema de continuo debate, no obstante, en el mundo se
estima que la gran mayoría de las mujeres tienen por lo menos un aborto cuando llegan
a los 45 años. No estamos hablando de un argumento superficial sino de un evento que
se multiplica por millones en el mundo por año. La estimación es de 45 millones de
abortos inducidos al año, donde más de la mitad se realizan en condiciones de
inseguridad. La casi totalidad de estos abortos inseguros se practican en los países en
vías de desarrollo. Además, el embarazo en adolescentes ha aumentado
irracionalmente, por ejemplo: Sólo durante el año 2017, en el Perú se presentaron
392.000 embarazos en adolescentes, de los cuales 18.349 se perdieron por aborto
espontáneo. Con lo anterior, tenemos una clara prueba de lo que sucede en la
actualidad, millones de embarazos no deseados se presentan día a día como no ha de
ser así sí: Todos los días en el mundo se realiza más de cien millones de actos sexuales,
resultando 910.000 embarazos. Alrededor del 50% no son planificados.

Como vemos, aun cuando el aborto en un asunto satanizado en Occidente a partir de


las creencias religiosas y las culturas regionales, ha existido y sigue existiendo, tanto de
manera terapéutica como clandestina. Aunque ésta última es conlleva a riesgos
importantes para la madre, debido a que en su mayoría, las personas prefieren buscar
una forma ilegal de ejercer su derecho a la elección, ya que la mayoría de países no
admiten el aborto terapéutico.

Desde esta óptica, resulta preciso referirme a las oportunidades –que según mi persona-
el aborto terapéutico genera en la sociedad. Debido a esto, considero que el presente
artículo de opinión basa su justificación en exponer aquellos aspectos conceptuales que
a mi juicio son importantes conocer del aborto terapéutico, ya que la penalización del
aborto obliga a la mujer a manejarse en la clandestinidad, convirtiendo la interrupción
del embarazo en fuente de enfermedad y muerte. Dicha consecuencia de la no admisión
del aborto en situaciones específicas, conlleva a que se manifiesten otros problemas
psicosociales, como por ejemplo la mayor prevalencia de enfermedades como el cáncer
uterino o la mortandad misma de mujeres. Por tanto, el presente artículo de opinión,
brindará una cosmovisión de salud pública y bienestar psicológico, como oportunidades
latentes del aborto terapéutico.

El objetivo del presente documento, es concientizar a la población acerca del impacto


en la salud pública y el bienestar psicológico del aborto terapéutico, posibilitando el
entendimiento de aquellos factores relacionados a la legalización del aborto
terapéutico, más allá de la idiosincrasia demográfica y las creencias religiosas.

Según mi criterio, estar en contra del aborto es una posición cultural, religiosa y
moralmente secular. Estar en contra de la despenalización del aborto es una posición
políticamente correcta, si bien en sus consecuencias y en sus resultados es opinable para
unos, para otro ni revisable y para algunos, entre los que me incluyo, absolutamente
incorrecta. Debido a esta postura, estoy de acuerdo con la legalización del aborto
terapéutico.

II. OPINIÓN

Es incorrecto considerar los abortos que imponen la fe moral personal cuando la


realidad de la vida callejera de nuestras mujeres muestra que necesitamos valores éticos
y políticos que se relacionen con los valores públicos de salud y dignidad de las mujeres.
Decir que un embrión es una persona desde el momento en que la concepción puede
ser válida para la legislatura hasta la ley o la creencia, pero no es para la filosofía y no
para la ciencia. Las mujeres más pobres y las más jóvenes son asesinadas en Perú
después del aborto clandestino. La falta de educación sexual en las escuelas genera
problemas, por lo cual necesitamos un cambio cultural. Está claro que existe un
consenso social prevaleciente sobre la despenalización. Aceptar la legalización del
aborto implica poner fin a la hipocresía, promover la democracia y promover la igualdad
de género. El aborto está presente. Practicarlo ilegalmente, solo lo hace inseguro en
cambio si fuera legal, las tasas de mortandad materna se reducirían considerablemente.

III. ARGUMENTACIÓN

Las estadísticas en los países desarrollados muestran que el aborto se ha visto en un


amplio debate sobre si realizarlo o no con fines terapéuticos. Al hacerlo, la legalización
del aborto crea un método que parece moralmente aceptable y, por lo tanto, la
posibilidad no es igual, porque no es legal.

Sin embargo, dado que la gran mayoría de los abortos no son permitidos y generan
vergüenza y repudio dentro de la sociedad, no es de sorprenderse que las mujeres,
especialmente si es adolescente o joven, también busque procedimientos de aborto
clandestinas, por ejemplo: En un estudio realizado en 1978 en los Estados Unidos
encontró que sólo en las clínicas en Illinois, había habido 12 muertes en abortos ilegales
(Boyle y McEvoy, 1998).

El aborto fetal pone en riesgo la vida de las mujeres. Desde la restauración de la


democracia hasta el momento, 3030 mujeres han muerto por deficiencias de en el
sistema de salud. Por lo tanto, el problema debe abordarse como un problema de salud.
Según la OMS, uno de cada cuatro abortos es inseguro. Esta es una realidad que está
más allá de nuestro punto de vista (Catholics for a Free Choice, 2000).

La legalización reduce la cantidad de abortos. En países donde la legislación es flexible,


el aborto es más bajo. A partir de 2013, con la legalización, Uruguay no tiene muerte
debido al aborto ilegal. La legalización también reduce el número de muertes. Una mujer
que aborta una situación segura se le da el control de la natalidad y de la cadena
posterior de abortos clandestinos se ve impedida (GIRE, 2014).

El embrión no tiene los mismos derechos que una persona. El feto no puede ser
entendido como una persona a los efectos del artículo 4.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en donde se explicó que el derecho a la vida está garantizado
desde el alumbramiento, esta Ley que autoriza la legalización del aborto está habilitada.
No se debería comparar a un bebé con un feto, además, existen embarazos de mucho
riesgo para la mujer a costa de su vida, por tanto, el aborto terapéutico debe ser un
derecho de elección al que toda mujer debería tener acceso bajo ciertas circunstancia
(Valdés, 2001).
IV. CONCLUSIÓN

Los abortos clandestinos ponen en riesgo la vida de las mujeres.


La legalización disminuye la cantidad de abortos.
El embrión no tiene los mismos derechos que una persona.

V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Boyle, M. y McEvoy, J. (1998). Putting Abortion in its Social Context: Northern Irish
Women's Experiences of Abortion in England, Health, xSAGE, Londres 1 (4). pp.
283-304.
Catholics for a Free Choice (2000). Cómo hablar del aborto inducido. Guía para una
comunicación exitosa, México: CFC.
GIRE (2014). Del aborto se dicen muchas cosas. México. Pearson.
Valdés, M. (2001). Aborto y personas. Controversias sobre el aborto. México: UNAM-
FCE.

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