La estimulación temprana es fundamental en el desarrollo de los niños,
sobre todo en aquellos con necesidades especiales si el tratamiento se inicia en el primer año de vida, se obtienen mejores resultados, ya que luego es más difícil romper con los patrones adquiridos. Según el reportaje “La situación de los niños con capacidades diferentes”, de Humanismo, ONG internacional de apadrinamiento de niños comprometida a acabar con la violación de los derechos infantiles, se estima que aproximadamente 150 millones de niños en el mundo padecen de alguna discapacidad y el 80 por ciento de ellos se encuentra en países en vías de desarrollo. “En la mayoría de los casos, estos niños no reciben el tratamiento que necesitan y muchos son discriminados”, reza el artículo. Pareciera que gran parte de la sociedad desconoce que las personas con capacidades diferentes son iguales al resto. De hecho y de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), los menores con discapacidad poseen los mismos derechos que cualquier otro niño. Sin embargo, la realidad es distinta; la discriminación está a la orden del día y en todas las esferas. Es tiempo de entender que ya no son más “los niños del tercer patio”, por el contrario, se les debe dar apoyo en todo sentido, comenzando desde la familia, las escuelas y la sociedad en general, así como brindarles la oportunidad de recibir ayuda de un equipo de profesionales para que puedan potenciar sus capacidades y así salir adelante. La extensión del problema de la discapacidad es mayor, ya que las personas llegan a edades más avanzadas y corren el riesgo de perder autonomías en las facetas de la vida humana. La importancia del problema, ya que no solo es problema individual ni familiar, sino social. Existe una mayor conciencia de la necesidad de las personas con alguna discapacidad, ya que los poderes públicos abordan este problema, y están incluyendo dentro de los objetivos y funciones del Estado el bienestar, protección y financiación pública. Existe un modelo en la cual expone los siguientes términos para designar la discapacidad: Enfermedad – Deficiencia – Discapacidad – Minusvalía/accidente. Basado en este modelo se desarrolló la Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM). Desde este esquema la discapacidad parece la consecuencia directa de una enfermedad previa. La discapacidad se podrá acentuar, mitigar o simplemente no existir depende del contexto en el que se dé. Y las personas que sufren de alguna discapacidad siempre se van a encontrar con barreras tanto físicas como ambientales y sociales. Pueden considerarse dentro de estos factores los siguientes aspectos: Presencia o no de ayudas técnicas, instrumentos, productos o tecnológicas que apoyan al discapacitado para hacerle más fácil la vida. 59 La discapacidad se da en diferentes grados y muchas veces puede ser compensada sin necesitar de la ayuda de otras personas. Existe también la discapacidad llamada discapacidad o acumulación de tres tipos de discapacidades en la misma persona, esto es más común en las personas de la tercera edad.