Sei sulla pagina 1di 13

“No temas; Yo estoy contigo”

Quiero invitarlos a leer el libro de Isaías, capitulo 41 y versículo 10.

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque


yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré,
siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.

Este es uno de esos versos bíblicos que hacen, aún a los que
no practican una vida religiosa, creer que la providencia de
Dios actúa en cualquier circunstancia.

En tiempos de Isaías había muchos motivos visibles que


causaban temor. El reino del norte, Israel, había sido eliminado
por el poderío militar asirio, y parecía que Judá no podría
subsistir mucho tiempo más. El pueblo necesitaba con
urgencia un mensaje de consuelo y esperanza. Isaías procuró
infundirles ánimo y alegría.

Para nosotros, en esta oportunidad, el texto de Isaías 41: 10,


tiene un ingrediente especial, la presencia de Dios.

No temas, Yo estoy contigo

El miedo ha formado parte de nuestra historia desde el


principio. Para muchos pensadores, el miedo es la causa
principal para que el hombre no desarrolle sus habilidades. Se
le atribuye al miedo la derrota humana en todo aspecto.
Sin embargo el miedo no es una causa, más bien es una
consecuencia originada por la verdadera causa de todos los
problemas humanos. El miedo es una consecuencia del
pecado.
Vallamos a Génesis 3: 8-10 y veamos lo que dice la palabra de Dios:

“Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el


huerto, al aire del día; y el hombre y la mujer se escondieron
de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Pero Jehová Dios llamó al hombre y le preguntó: ─ ¿Dónde
estás?
El respondió: ─Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque
estaba desnudo; por eso me escondí.

La palabra miedo es traducida del original YARE y puede ser


traducida como temor, asombro, como respeto.

(‫ )ירא‬yârê’

El temor tiene dos maneras de entenderse, una positiva y la


otra negativa.

Una idea de esto es lo que sentimos cuando nos colocamos


frente al vasto océano y observamos la enormidad del mismo
en comparación con nosotros. Nos sobrecoge un temor por lo
inmenso, lo abrumador.

Lo mismo ocurre cuando estamos mirando el cielo estrellado.


Nos abraza un sentimiento de insignificancia, nos sentimos
diminutos, pequeños.

David escribió: Salmos 8:3-4

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las


estrellas que tu formaste, digo: “¿Qué es el hombre para que
tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?”.

Este tipo de temor, es al que hace referencia Salomón cuando


declara, en Proverbios 1:7 “El principio de la sabiduría es el
temor de Jehová…”

Pero la otra cara del temor es lo que ocurrió con Adán y Eva
en el huerto.

El miedo es el resultado de nuestro desconocimiento de Dios,


por lo tanto, en la medida en que desarrollo comunión con mi
padre celestial, el temor escapa de mi vida.
Cuando Dios me dice NO TEMAS más que simplemente
pedirme que no sienta miedo, me está invitando a conocerlo
más, a pasar más tiempo a solas con él, a compartir con él,
pues su promesa es “Yo estoy contigo”.

La mayor de las promesas de la Biblia inicia con una invitación


a no tener temor: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios,
creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas
hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a
preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar,
vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
esté, vosotros también estéis”. JUAN14:2-3

Por precepto y ejemplo enseño a sus discípulos a no tener


temor

No desmayes, yo soy tu Dios que te esfuerzo

La consecuencia natural del miedo es a desfallecer, a


desmayar, dejar de intentar, a ver los obstáculos más grandes
de lo que son.

El Señor nos invita a recordar quién es él.

El Dios que todo lo puede.

Que está presente.

Que todo lo sabe.


El Dios que está al control, que nos llena de fortaleza.

El mundo es un campo de batalla, hay luchas externas que


oprimen, enfermedades que nos debilitan, dolor físico y
emocional, necesidades materiales, espirituales y sociales.

Pero la verdadera guerra está dentro, con nuestra falta de fe.

Dios desea restaurar nuestra vida, pero para realizar esa


restauración nuestro carácter debe cambiar, ese proceso es
doloroso. Muchas veces, cuando Dios está obrando de esta
manera en nuestra vida, no lo percibimos.

Creemos que él está lejos, y entonces viene el desánimo,


dejamos de leer la palabra, no queremos ir a la iglesia sentimos
que Dios no está más con nosotros. Sin embargo, en medio de
esta lucha es cuando Dios está más cerca.

Es por esto que debemos aferrarnos al Dios de poder y confiar


en Él.

Dios quiere que reposes y confíes en El, durante tu lucha


espiritual.

Por eso en Isaías 41:10 nos recuerda,

“No desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo”.


Si quiero tener una vida libre de temor, llena de gozo, de
confianza plena en el poder de Dios, debo dedicar tiempo para
conocer a Dios.

El redescubrimiento de la majestad de Dios logrará grandes


cosas en mi vida espiritual.

Será imposible mantener sanas nuestras prácticas morales, y


rectas nuestras actitudes mientras nuestra idea de Dios sea
errónea o inadecuada.

Si queremos traer de nuevo el poder espiritual a nuestra vida,


debemos comenzar a pensar en Dios de un modo que se
aproxime más a como Él es en realidad.
Siempre te ayudaré
Dios nos acompaña a cada uno de nosotros, nos da el valor y
el auxilio que necesitamos ante las situaciones adversas de la
vida.
Él nos defenderá y sostendrá con su justicia frente a quienes
nos quieran hacer daño.
Es necesario resaltar una palabra que infunde gran alivio:
SIEMPRE
Esto significa que Dios no sólo estará contigo hoy, sino que lo
estará en todo tiempo, en todo lugar, y en toda circunstancia.
Siempre te sustentaré
Cuando estamos en medio de las dificultades es difícil ceder el
control a Dios. Entonces es cuando dudamos.
No comprendemos lo que ocurre, si estamos haciendo todo
BIEN.
Decimos “Señor pero que pasa”. Es lo que viene a nuestra
mente.
Es bueno que sepamos que cuando Dios permite que nuestro
mundo se derrumbe, es porque se está preparando para hacer
algo nuevo en nosotros.
Cuando permite que se destruyan las cosas a nuestro
alrededor, él quiere que yo reconozca que dependo de él.
Debo aprender a decir, Dios es mi sustento. Dependo de él
para todo.
Si necesito alimento, Él es el Pan del cielo.
Si estoy enfermo, él tiene poder sanador.
Si me hace falta dinero, “Mía es la plata y Mío es el oro” dice
Jehová.
Si necesito compañía, él me dice “Yo estoy contigo”
Con la diestra de mi justicia
Por último, quiero meditar en la última línea del texto. La diestra
de mi justicia.
La justicia de Dios es un tema profundo, difícil de comprender
por la limitada capacidad humana.
Para nosotros la justicia tiene una connotación menos
personal. La vemos como un concepto legal, y no le atribuimos
el elemento personal, tan perceptible en la revelación.
La justicia es una manifestación natural de Dios.
Para nosotros es difícil comprender como Dios es Justo y a la
vez es misericordioso.
La compasión de Dios fluye de su bondad, y la bondad sin
justicia no es bondad.
Dios nos perdona, porque es bueno, pero no podría ser bueno
si no fuera justo.
La misericordia es la mayor expresión de la justicia. Pero
nosotros no comprendemos la dimensión de la misericordia
como la ve Dios.
La misericordia humana, a la vista de Dios es injusticia.
La verdadera misericordia paga el precio, pero la misericordia
humana es una misericordia atrofiada.
Podemos sentirnos felices, porque lo que nos ha de sostener
no es una justica humana. Es la justicia de Dios.
Es la bondad de Dios.
Es la misericordia de un Dios justo, piadoso y amoroso.

Cuando Isaías escribió este texto, el pueblo De Dios


necesitaba aliento. Estaban por ser atacados por el enemigo,
y las palabras del profeta fueron de inspiración para el pueblo.

Para nosotros, miles de años después, las mismas palabras


nos recuerdan que no estamos solos. Que la maravillosa
presencia de Dios se manifiesta a nuestro favor.

Dios quiere que recordemos que somos sus hijos, que no


debemos temer, que él nos sostendrá y que la garantía de sus
promesas es su eterna justicia. Que la seguridad de su
sustento está anclada en su omnipotencia.

En esta oportunidad Dios tiene una invitación para cada uno


de los que estamos aquí. Tenemos miedo, tenemos dolor,
tenemos tristeza, pero las palabras de Jesús para nosotros
esta noche son:
No temas, yo estoy contigo…
En el salmo 56 David, que conoció muy de cerca el temor en
su vida, nos dejó un poema a la confianza: “En el día que temo,
yo en ti confío. En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he
confiado. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? […]
Mis huidas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma; ¿no
están ellas en tu libro? […] el día en que yo clame. Esto sé:
Dios está a mi favor. En Dios, cuya palabra alabo, en Jehová,
cuya palabra alabo, en Dios he confiado. No temeré.
Te gustaría en esta noche venir delante del Señor, con tus
temores y aceptar su ayuda amorosa.
Su promesa esta noche es: “No temas, porque yo estoy
contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia” ISAIAS 41:10

Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con


ustedes, hasta el fin del mundo.» Mateo 28:20

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere
pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar


misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:16

Así que no temas, porque yo estoy contigo;


no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
te sostendré con mi diestra victoriosa.
Isaías 41:10 | NVI | fuerza preocupación equipo

Cuando siento miedo,


pongo en ti mi confianza.
Salmos 56:3 | NVI | confianza Dios

Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!


Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.
Josué 1:9 | NVI | Dios estímulo coraje

Porque yo soy el Señor, tu Dios,


que sostiene tu mano derecha;
yo soy quien te dice:
“No temas, yo te ayudaré.”
Isaías 41:13 | NVI | Dios dependencia

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa
todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7 | NVI | gratitud oración preocupación

El Señor está conmigo, y no tengo miedo;


¿qué me puede hacer un simple mortal?
Salmos 118:6 | NVI | protección

Sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así
que no ha sido perfeccionado en el amor.
1 Juan 4:18 | NVI | amor castigo

Aun si voy por valles tenebrosos,


no temo peligro alguno
porque tú estás a mi lado;
tu vara de pastor me reconforta.
Salmos 23:4 | NVI | estímulo muerte persecución

Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.


1 Pedro 5:7 | NVI | preocupación debilidad dolor

Temer a los hombres resulta una trampa,


pero el que confía en el Señor sale bien librado.
Proverbios 29:25 | NVI | confianza

El Señor es mi luz y mi salvación;


¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
¿quién podrá amedrentarme?
Salmos 27:1 | NVI | seguridad

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de


dominio propio.
2 Timoteo 1:7 | NVI | amor autocontrol fuerza

Busqué al Señor, y él me respondió;


me libró de todos mis temores.
Salmos 34:4 | NVI | escucha búsqueda
Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el
Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.
Deuteronomio 31:6 | NVI | fiabilidad protección coraje

No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.


Juan 14:1 | NVI | confianza preocupación

Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el


Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»
Romanos 8:15 | NVI | Espíritu niños esclavitud

¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos
caerá a tierra sin que lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes aun
los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo; ustedes valen más que
muchos gorriones.
Mateo 10:29-31 | NVI | valioso Padre

El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te


abandonará. No temas ni te desanimes.
Deuteronomio 31:8 | NVI | seguir estímulo dolor

Así que podemos decir con toda confianza:


«El Señor es quien me ayuda; no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?»
Hebreos 13:6 | NVI | confianza protección

Los discípulos, al verlo caminar sobre el agua, creyeron que era un fantasma y se
pusieron a gritar, llenos de miedo por lo que veían. Pero él habló en seguida con
ellos y les dijo: «¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo.»
Marcos 6:49-50 | NVI | milagros Jesús coraje

¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen, ni se
dejen asustar.»
1 Pedro 3:14 | NVI | justicia sufrimiento

Confío en Dios y alabo su palabra;


confío en Dios y no siento miedo.
¿Qué puede hacerme un simple mortal?
Salmos 56:4 | NVI | confianza Palabra de Dios

No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre


darles el reino.
Lucas 12:32 | NVI | Padre reino
Tan compasivo es el Señor con los que le temen
como lo es un padre con sus hijos.
Salmos 103:13 | NVI | amor Padre compasión

No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—.


Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Lucas 1:30-31 | NVI | misericordia Jesús ángeles

Cuán grande es tu bondad,


que atesoras para los que te temen,
y que a la vista de la gente derramas
sobre los que en ti se refugian.
Salmos 31:19 | NVI | confianza bendición mundo

Al oír esto, Jesús le dijo a Jairo: ―No tengas miedo; cree nada más, y ella será
sanada.
Lucas 8:50 | NVI | fe curación milagros

Soy yo mismo el que los consuela.


¿Quién eres tú, que temes a los hombres,
a simples mortales, que no son más que hierba?
Isaías 51:12 | NVI | consolador estímulo

¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se
olvida de ninguno de ellos. Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de
su cabeza están contados. No tengan miedo; ustedes valen más que muchos
gorriones.
Lucas 12:6-7 | NVI | valioso estímulo

Con su riqueza el rico pone a salvo su vida,


pero al pobre no hay ni quien lo amenace.
Proverbios 13:8 | NVI | dinero materialismo

Potrebbero piacerti anche