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Enunciado de la pregunta

Enunciado J2-41-63.

La actual Yabayl, en la costa oriental mediterránea y al norte de Beirut, es la ciudad


habitada más antigua del mundo; es la heredera de la milenaria Gubla de los textos
ugaríticos, la denostada Gebal de los escritosbíblicos y la mercantil Byblos de los
griegos.

Al parecer, su origen se remonta al milenio V a.C., cuando una comunidad de


pescadores, de la que quedan algunos vestigios de sus viviendas y la imagen lítica
de una divinidad, eligió este lugar para instalar un pequeño puerto. Los semitas
cananeos, que se establecieron en el país hacia el 3500 a.C.,cambiaron las
costumbres locales, tal como se aprecia en la necrópolis de la época, en la que se
han hallado los cadáveres encorvados y acompañados de bienes y recipientes con
alimentos.

A principios del milenio III a.C., se estableció en el paísde Canaán el pueblo fenicio,
de oscuro origen, que potenció el comercio deBiblos. Los fenicios, que habían
destruido la primitiva ciudad cananea,reconstruyeron Biblos rodeándola de
murallas. Dentro del recinto amurallado se estableció un plano urbano a partir de
una estrecha calle principal, que descendía hasta el puerto y en la cual confluían
numerosas calles secundarias flanqueadas de casas y templos. Entre estos últimos
se construyeron, hacia el 2800 a.C., el consagrado a Baalat Gebal, diosa tutelar de
Biblos, y otro en forma de L a una divinidad masculina, que posiblemente fue Baal,
dios principal del panteón fenicio heredado de la cultura cananea.

Biblos, al igual que las otras ciudades fenicias, como Tiro,Sidón, Trípoli y Akka,
entre otras, alcanzó una gran prosperidad económica,hecho del que dan fe los
tesoros acumulados en las tumbas de los grandes señores. Sin embargo, los
fenicios no articularon sus dominios en una organización política y administrativa y
cada ciudad mantuvo su autonomía y una aguda rivalidad con las demás. Esta
circunstancia facilitó su sometimiento avasallaje por parte de los egipcios a partir
del milenio II a.C., pero no impidió las relaciones con los egeos. Serían
precisamente los pueblos del marquienes liberarían a las ciudades fenicias de la
tutela faraónica hacia el 1200 a.C.

Asirios, babilonios, persas y finalmente helenos ocuparon el país fenicio en el curso


de los siglos y afectaron gravemente su economía. En el 333 a.C.,Alejandro el
Magno, tras la batalla de Issos, arrebató Biblos a los persas y la helenizó. Tras el
dominio griego y un período anárquico, los romanos incorporaron Biblos, en el 64
a.C.,a la provincia de Siria, y construyeron numerosos templos y edificios públicos.

Pregunta:

J2-44. Puede decirse que los semitas cananeos, según el texto eran, menos:

Seleccione una:

a. Descendientes de Sem, uno de los hijos de Noé

b. Inmigrantes que fundaron Canaán

c. Los primeros que cambiaron las costumbres nativas

d. Los sucesores de los pescadores que fundaron Biblos

Pregunta 2

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J3-41-51.

Hacía pocos años que había terminado la guerra de España y la cruz y la espada
reinaban sobre las ruinas de la República. Uno de los vencidos, un obrero
anarquista, recién salido de la cárcel buscaba trabajo. En vano revolvía cielo y tierra.
No había trabajo para un rojo. Todos le ponían mala cara, se encogían de hombros
o le daban la espalda. Con nadie se entendía, nadie lo escuchaba. El vino era el
único amigo que le quedaba. Por las noches, ante los platos vacíos, soportaba sin
decir nada los reproches de su esposa beata, mujer de misa diaria, mientras el hijo,
un niño pequeño, le recitaba el catecismo.
Mucho tiempo después, Josep Verdura, el hijo de aquel obrero maldito, me lo
contó. Me lo contó en Barcelona, cuando yo llegué al exilio. Me lo contó: él era un
niño desesperado que quería salvar a su padre de la condenación eterna y el muy
ateo, el muy tozudo, no entendía razones.

-Pero papá -le dijo Josep, llorando-. Si Dios no existe, ¿quién hizo el mundo?

-Tonto – dijo el obrero, cabizbajo, casi en secreto-. Tonto. Al mundo lo hicimos


nosotros, los albañiles.

Pregunta:

J3-49. Del texto se puede decir que los:

Seleccione una:

a. Rojos eran conservadores y los vencedores liberales

b. Vencederos eran conservadores y los rojos anarquistas

c. Vencedores eran anarquistas y los vencidos rojos

d. Vencedores eran anarquistas y los vencidos rojos

Pregunta 3

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J2-71-80.

Cuando llego a mi casa laencuentro impávida y burlona, me saluda con gritos que
son una algarabía que a veces no aguanto. A veces no quisierallegar a la casa, más
bien salir del trabajo, deambular por las calles, caminarpor mi ciudad sin rumbo
fijo; pero reflexiono, sé que ella me necesita, ella enmis soledades me hace mucha
falta.

Sésoportar sus ruidos , sus desatinos, su parlanchinalengua, sus groseras palabras y


lenguaje burdo y descarado... No sé cómo lasoporto, llevamos cinco años juntos y
desde entonces es así. No he podidocorregirla un momento; cuando llevo amigos a
mi casa está ella presente paraatraer la conversación o más bien para distraerla.

Hay días enque me levanto contento, sucede pocas veces, quisiera cantar, reír,
gritar;pero sé que al pronunciar algo ella está presta a responderme, burlándose de
loque yo diga.

Quisieraseguirla soportando, pero mi paciencia tiene límite. Estoy a punto


deenloquecer, de perder la razón, sé que la culpa de todo la tiene ella. Algúndía
tomaré medidas en el asunto y ese día será definitivo, ese día todo acabaráde
manera trágica; terminaré rompiendo en mil pedazos su frágil y delicadocuello.

No cabe la menor duda, tengo ganas de matar esamaldita lora.

Pregunta:

J2-71. El narrador de la historia:

Seleccione una:

a. Es casado

b. Vive solo y tiene una vecina que parece una lora

c. Tiene una lora

d. Vive solo y la vecina tiene una lora insoportable

Pregunta 4

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Enunciado J3-66-80.

La ciudad de Éfeso, situada algo al norte de Mileto, en la misma costa de Asia


Menor, es la patria de Heráclito, la personalidad más interesante de los
presocráticos. Su nacimiento tuvo lugar hacia el año 544 a. C. Sabemos que
pertenecía a una familia importante, aunque no parece haber aceptado los
principios de la aristocracia que le circundaba. Sabemos también que escribió en
prosa un libro que, según Diógenes Laercio, llevaba el tan usual título de Sobre la
naturaleza. De este Libro nos quedan 126 breves fragmentos recogidos en la
edición de Diels. Poco más de un par de páginas, pero lo suficientemente intensas
y brillantes como para ocupar un lugar privilegiado en la larga historia de la
filosofía europea. El lenguaje en el que se expresa la intuición fundamental del
cambio, del proceso incesante de las cosas, de la tensión, la lucha y síntesis de
todas las contradicciones, es de un vigor y de una originalidad inconfundibles. A
diferencia de los milesios, no sabemos de Heráclito que ayudase a vadear ríos, o
que dibujase mapas para sus conciudadanos navegantes. Pero su mirada, como la
de Tales y Anaximandro, estuvo también clavada en la vida. A pesar del aire
misterioso del término logos que encontramos en el primer fragmento, nada hay
en su prosa que no proceda de la experiencia inmediata de la vida, de las
realidades más próximas a los ojos de los griegos. La guerra, el agua, el sueño, la
libertad, la luz, la justicia, el fuego, la juventud, el camino, la muerte, el pueblo, el
hambre, la enfermedad, se aproximan a nosotros, en su ropaje más directo, en
continua tensión y oposición. La mirada sobre el mundo más próximo y sobre el
lenguaje en el que aquél se descubre, le lleva a un peculiar y profundo relativismo:
“El mar es el agua más pura y más podrida; es potable y saludable para los peces;
en cambio, para los hombres es impotable y perniciosa” (frg. 61). “Es lo mismo la
vida que la muerte, velar que dormir, la juventud que la vejez”, nos dice en el
fragmento 88. Dado que “el camino que sube y que baja es el mismo” (frg. 60), la
realidad no presenta un perspectiva única y homogénea, sino que es más bien el
resultado de una “una armonía tensa, como la del arco y la lira” (frg. 51).

Entre todas las intuiciones de Heráclito, ninguna tan famosa como la del fluir
perpetuo de las cosas, expresada en ese río “cuyas aguas fluyen siempre distintas
para los que se bañan en ellas” (frg. 12). La metáfora del río apunta hacia el
discurrir incesante del mundo al que “no hizo ningún dios, ni ningún hombre, sino
que es, fue y será siempre fuego eterno que se enciende y se extingue según un
determinado ritmo” (frg. 30). A los ojos de Heráclito no podía tampoco escapar la
visión continua de las conquistas saqueos y destrucciones que sufrieron, sin cesar,
los griegos de aquellos siglos. Una imagen absolutamente falsa de Grecia nos ha
hecho olvidar que este pueblo se desarrolló entre violencias, muertes y caprichos
de crueles tiranos. Su prodigiosa historia es un caminar incesante hacia la luz, hacia
la coherencia, pero a través de un prolongado combate. Por ello, Heráclito dejó
plasmada esta continua vivencia griega en el más impresionante y melancólico de
sus fragmentos: "La guerra es el padre de todas las cosas, el rey de todo; a unos los
deja aparecer como dioses, a otros como hombres, a unos los hace esclavos, a
otros libres" (fgr. 53).

Pregunta:

J3-66. Éfeso estaba situada al:

Seleccione una:

a. Sur de Mileto en la costa de Asia Menor

b. Norte de Mileto en la costa de Asia Menor

c. Este de Mileto en la costa de África

d. Occidente de Mileto en la costa de Asia

Pregunta 5

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J1-41-61.

Texto 1
1 Como un signo + cuartean la ciudad la carrera Carabobo y la calle de Ayacucho;
aquella del Norte al Mediodía; ésta de Oriente a Ocaso. Ni una ni otra enmarcan
la plaza principal, cual si quisieran valer por sus méritos propios. La carrera le pasa
a una cuadra, por el Occidente; la calle a una cuadra, por el Sur, para formarle
aledaños medio regulares, siquiera por dos lados, ya que la calle y la carrera
opuestas rompen el paralelismo del trazado, con su desvío la carrera;la calle con
unos quingos fementidos y afrentosos.

[…]

2 Carabobo y Ayacucho son las vías más largas de la ciudad progresista. Lacarrera
la parte muy gentil de banda a banda; la calle arranca de la propia ribera del
Aburra (hoy, río Medellín) y se trepa glorificada hasta las alturas de Miraflores. A
medida que se alejan de las estrecheces peninsulares, se ensanchan, se dilatan, se
embellecen, bien así como las colonias de España se emanciparon. Por algo tienen
nombres libertadores. Ni se sabe cuántas cuadras miden; pues esto de cortes en las
vías públicas es aquí como la ética: cambia según el lugar y el tiempo. Tiradas
acordel ofrecerían una perspectiva admirable, divisaríanse confundidas en un punto
oscuro, allá donde lo visual termina.

3 Bien se ve que los hijos de Pelayo, tan godos y tradicionalistas, quisieron imitar,
en estas sus posesiones andinas, las calles irregulares y angostas de sus villejas
castellanas. Tampoco era la época, ni menos ellos, para fundaciones por planos.

[…]

4 Estos recintos, cerrados por casas, que llaman manzanas, y que suponen cien
varas en cuadro, son aquí muy irregulares en sí mismos y harto desiguales entre sí
porforma y por medida. Pocas tienen sus ángulos rectos y (son) contadas las
delados iguales.

5 Con frecuencia se pierde la recta en las demarcaciones murales, ya en línea


quebrada, ya en línea ondulada, ya hacia adentro, ya hacia fuera de la calle.Hay
manzanas en trapecios, en trapezoides y hasta en rombos; las hay combinadas, en
rectas y curvas; las hay en formas al acaso; de las calles… ¡no se diga! Unas son
culebras, otras garabatos, y algunas, mismamente esas centellas que pintan en los
calvarios.

6 Las gentes que vinieron después ¿qué iban a hacer para compaginar lo viejo con
lo nuevo? Pues empeorar lo chapetón. Romper aquí, empatar allá; sacar manzanas
en triángulo, en pentágono, en bonetes, en demonios coronados; apurar la
hispánica torcedura: porque los muertos mandan, aunque nos pese a los vivos,
mayormente en cosas que perduran.

7 Pero esto es lo de menos; lo de más es aquello de topetarse unas calles con


otras;de interrumpirse aquí para seguir más allá o para no seguir; es aquello de
incomunicar, como si fueran para gafos o apestados. Estos resabios coloniales,o si
se quiere estilos, en achaques de edificaciones y ensanches urbanos,apenas si han
desaparecido de quinceaños para acá. No hace veinticinco principió el trazado de
estas hermosas calles de Caracas, Perú, Bolivia, Argentina y la Independencia, y sin
embargo, las cinco miden en su primer estadio trunco, algo más de dos cuadras.No
las partieron por la mitad como lo indica el sentido común. Tan vecinas ytodo han
quedado harto incomunicadas entre sí. Romperlas ahora sería empresa de urbe
mundial y millonaria.

[…]

8 Conste,en fin, que el trazado de Nuestra Villa es confuso; que Ayacucho y


Carabobo,únicas a quienes no interrumpe vía alguna, son paladinas y triunfales
como los hechos que conmemoran.

9 Dicen libros muy sabios de filósofos patagones, que el enredo material enreda
los espíritus. Según eso, el alma medellinita debe ser una maraña. ¡Hasta lo será!
Aquí no hay tipo ni agrupación que puedan encarnar esta montanera tan
heterogénea. Ni el interés monetario, ni el amor al suelo y al trabajo, ni la misma
verbosidad hiperbólica son aquí generales. Sólo la autonomía individual puede
sumarnos, porque aquí cada uno es Juan Memando y… ¡San-se-acabó!

Pregunta:

J1-49. De acuerdo con los párrafos cuatro y cinco, es posible concluir, entonces, que las
manzanas de la ciudad de Medellín, en su trazado, le dan el aspecto de:

Seleccione una:

a. callejón sin salida

b. laberinto de caprichosas formas

c. intrincado y antiguo castillo medieval


d. clásico y moderno castillo renacentista o neoclásico

Pregunta 6

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J3-52-62.

Tenían las manos atadas, o esposadas, y sin embargo los dedos danzaban, volaban,
dibujaban palabras. Los presos estaban encapuchados; pero inclinándose
alcanzaban aver algo, alguito, por abajo. Aunque hablar estaba prohibido,
ellosconversaban con las manos.

Pinio Ungerfeld me enseñó el alfabeto de los dedos, que en prisión aprendió sin
profesor:

-Algunos teníamos mala letra -me dijo-. Otros eran más artistas de la caligrafía.

La dictadura uruguaya quería que cada uno fuera nada más que uno, que cada uno
fuera nadie: en cárceles y cuarteles, y en todo el país, la comunicación era delito.

Algunos presos pasaron más de diez años enterrados en solitarios calabozos del
tamaño de un ataúd, sin escuchar más voces que el estrépito de las rejas o los pasos
de las botas por los corredores. Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof,
condenados a esa soledad, se salvaron porque pudieron hablarse, con golpecitos, a
través de la pared. Así se contaban sueñosy recuerdos, amores y desamores;
discutían, se abrazaban, se pelaban; compartían certezas y bellezas y también
compartían dudas y culpas y preguntas de esas que no tienen respuesta.

Cuando es verdadera, cuando nace la necesidad de decir, a la voz humana no hay


quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los
poros, o por donde sea. Porque todos, toditos,tenemos algo qué decir a los demás,
alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.

Pregunta:

J3-56. Del texto se desprende que la comunicación era un delito, enel Uruguay de
esa época, porque:

Seleccione una:

a. Hace posible la controversia

b. Permite que las personas sean uno y nadie

c. Le quita la voz a unos, y se la da a otros

d. Otorga privilegios a unos y fracasos a otros

Pregunta 7

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J3-66-80.

La ciudad de Éfeso, situada algo al norte de Mileto, en la misma costa de Asia


Menor, es la patria de Heráclito, la personalidad más interesante de los
presocráticos. Su nacimiento tuvo lugar hacia el año 544 a. C. Sabemos que
pertenecía a una familia importante, aunque no parece haber aceptado los
principios de la aristocracia que le circundaba. Sabemos también que escribió en
prosa un libro que, según Diógenes Laercio, llevaba el tan usual título de Sobre la
naturaleza. De este Libro nos quedan 126 breves fragmentos recogidos en la
edición de Diels. Poco más de un par de páginas, pero lo suficientemente intensas
y brillantes como para ocupar un lugar privilegiado en la larga historia de la
filosofía europea. El lenguaje en el que se expresa la intuición fundamental del
cambio, del proceso incesante de las cosas, de la tensión, la lucha y síntesis de
todas las contradicciones, es de un vigor y de una originalidad inconfundibles. A
diferencia de los milesios, no sabemos de Heráclito que ayudase a vadear ríos, o
que dibujase mapas para sus conciudadanos navegantes. Pero su mirada, como la
de Tales y Anaximandro, estuvo también clavada en la vida. A pesar del aire
misterioso del término logos que encontramos en el primer fragmento, nada hay
en su prosa que no proceda de la experiencia inmediata de la vida, de las
realidades más próximas a los ojos de los griegos. La guerra, el agua, el sueño, la
libertad, la luz, la justicia, el fuego, la juventud, el camino, la muerte, el pueblo, el
hambre, la enfermedad, se aproximan a nosotros, en su ropaje más directo, en
continua tensión y oposición. La mirada sobre el mundo más próximo y sobre el
lenguaje en el que aquél se descubre, le lleva a un peculiar y profundo relativismo:
“El mar es el agua más pura y más podrida; es potable y saludable para los peces;
en cambio, para los hombres es impotable y perniciosa” (frg. 61). “Es lo mismo la
vida que la muerte, velar que dormir, la juventud que la vejez”, nos dice en el
fragmento 88. Dado que “el camino que sube y que baja es el mismo” (frg. 60), la
realidad no presenta un perspectiva única y homogénea, sino que es más bien el
resultado de una “una armonía tensa, como la del arco y la lira” (frg. 51).

Entre todas las intuiciones de Heráclito, ninguna tan famosa como la del fluir
perpetuo de las cosas, expresada en ese río “cuyas aguas fluyen siempre distintas
para los que se bañan en ellas” (frg. 12). La metáfora del río apunta hacia el
discurrir incesante del mundo al que “no hizo ningún dios, ni ningún hombre, sino
que es, fue y será siempre fuego eterno que se enciende y se extingue según un
determinado ritmo” (frg. 30). A los ojos de Heráclito no podía tampoco escapar la
visión continua de las conquistas saqueos y destrucciones que sufrieron, sin cesar,
los griegos de aquellos siglos. Una imagen absolutamente falsa de Grecia nos ha
hecho olvidar que este pueblo se desarrolló entre violencias, muertes y caprichos
de crueles tiranos. Su prodigiosa historia es un caminar incesante hacia la luz, hacia
la coherencia, pero a través de un prolongado combate. Por ello, Heráclito dejó
plasmada esta continua vivencia griega en el más impresionante y melancólico de
sus fragmentos: “La guerra es el padre de todas las cosas, el rey de todo; a unos los
deja aparecer como dioses, a otros como hombres, a unos los hace esclavos, a
otros libres” (fgr. 53).

Pregunta:

J3-73. La frase que mejor expresa la filosofía del devenir de Heráclito es:
Seleccione una:

a. El camino que sube es el mismo que baja

b. Es lo mismo la vida que la muerte

c. La realidad es única y homogénea

d. El río, cuyas aguas fluyen siempre distintas para los que se bañan en ellas, es eterno

Pregunta 8

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J3-52-62.

Tenían las manos atadas, o esposadas, y sin embargo los dedos danzaban, volaban,
dibujaban palabras. Los presos estaban encapuchados; pero inclinándose
alcanzaban a ver algo, alguito, por abajo. Aunque hablar estaba prohibido, ellos
conversaban con las manos.

Pinio Ungerfeld me enseñó el alfabeto de los dedos, que en prisión aprendió sin
profesor:

-Algunos teníamos mala letra -me dijo-. Otros eran más artistas de la caligrafía.

La dictadura uruguaya quería que cada uno fuera nada más que uno, que cada uno
fuera nadie: en cárceles y cuarteles, y en todo el país, la comunicación era delito.

Algunos presos pasaron más de diez años enterrados en solitarios calabozos del
tamaño de un ataúd, sin escuchar más voces que el estrépito de las rejas o los pasos
de las botas por los corredores. Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof,
condenados a esa soledad, se salvaron porque pudieron hablarse, con golpecitos, a
través de la pared. Así se contaban sueñosy recuerdos, amores y desamores;
discutían, se abrazaban, se pelaban; compartían certezas y bellezas y también
compartían dudas y culpas y preguntas de esas que no tienen respuesta.

Cuando es verdadera, cuando nace la necesidad de decir, a la voz humana no hay


quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los
poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo qué decir a los demás,
alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.

Pregunta:

J3-55. Ser "nada más que uno", y que “cada uno” sea “nadie”,equivale, en el texto, a:

Seleccione una:

a. Rechazar lo singular y lo neutro

b. Comunicarse entre sí, y ser todos iguales

c. Acoger la diferenciación y la individualidad

d. No comunicarse con nadie

Pregunta 9

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J3-66-80.

La ciudad de Éfeso, situada algo al norte de Mileto, en la misma costa de Asia


Menor, es la patria de Heráclito, la personalidad más interesante de los
presocráticos. Su nacimiento tuvo lugar hacia el año 544 a. C. Sabemos que
pertenecía a una familia importante, aunque no parece haber aceptado los
principios de la aristocracia que le circundaba. Sabemos también que escribió en
prosa un libro que, según Diógenes Laercio, llevaba el tan usual título de Sobre la
naturaleza. De este Libro nos quedan 126 breves fragmentos recogidos en la
edición de Diels. Poco más de un par de páginas, pero lo suficientemente intensas
y brillantes como para ocupar un lugar privilegiado en la larga historia de la
filosofía europea. El lenguaje en el que se expresa la intuición fundamental del
cambio, del proceso incesante de las cosas, de la tensión, la lucha y síntesis de
todas las contradicciones, es de un vigor y de una originalidad inconfundibles. A
diferencia de los milesios, no sabemos de Heráclito que ayudase a vadear ríos, o
que dibujase mapas para sus conciudadanos navegantes. Pero su mirada, como la
de Tales y Anaximandro, estuvo también clavada en la vida. A pesar del aire
misterioso del término logos que encontramos en el primer fragmento, nada hay
en su prosa que no proceda de la experiencia inmediata de la vida, de las
realidades más próximas a los ojos de los griegos. La guerra, el agua, el sueño, la
libertad, la luz, la justicia, el fuego, la juventud, el camino, la muerte, el pueblo, el
hambre, la enfermedad, se aproximan a nosotros, en su ropaje más directo, en
continua tensión y oposición. La mirada sobre el mundo más próximo y sobre el
lenguaje en el que aquél se descubre, le lleva a un peculiar y profundo relativismo:
“El mar es el agua más pura y más podrida; es potable y saludable para los peces;
en cambio, para los hombres es impotable y perniciosa” (frg. 61). “Es lo mismo la
vida que la muerte, velar que dormir, la juventud que la vejez”, nos dice en el
fragmento 88. Dado que “el camino que sube y que baja es el mismo” (frg. 60), la
realidad no presenta un perspectiva única y homogénea, sino que es más bien el
resultado de una “una armonía tensa, como la del arco y la lira” (frg. 51).

Entre todas las intuiciones de Heráclito, ninguna tan famosa como la del fluir
perpetuo de las cosas, expresada en ese río “cuyas aguas fluyen siempre distintas
para los que se bañan en ellas” (frg. 12). La metáfora del río apunta hacia el
discurrir incesante del mundo al que “no hizo ningún dios, ni ningún hombre, sino
que es, fue y será siempre fuego eterno que se enciende y se extingue según un
determinado ritmo” (frg. 30). A los ojos de Heráclito no podía tampoco escapar la
visión continua de las conquistas saqueos y destrucciones que sufrieron, sin cesar,
los griegos de aquellos siglos. Una imagen absolutamente falsa de Grecia nos ha
hecho olvidar que este pueblo se desarrolló entre violencias, muertes y caprichos
de crueles tiranos. Su prodigiosa historia es un caminar incesante hacia la luz, hacia
la coherencia, pero a través de un prolongado combate. Por ello, Heráclito dejó
plasmada esta continua vivencia griega en el más impresionante y melancólico de
sus fragmentos: “La guerra es el padre de todas las cosas, el rey de todo; a unos los
deja aparecer como dioses, a otros como hombres, a unos los hace esclavos, a
otros libres” (fgr. 53).

Pregunta:

J3-69. En las pocas páginas recogidas de su libro ya se insinúa su:

Seleccione una:

a. Poca aceptación a los principios de la aristocracia

b. Interesante personalidad como filósofo

c. Intenso y brillante pensamiento filosófico sobre el devenir

d. Tensión y su lucha por todas las contradicciones

Pregunta 10

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J3-41-51.

Hacía pocos años que había terminado la guerra de España y la cruz y la espada
reinaban sobre las ruinas de la República. Uno de los vencidos, un obrero anarquista,
recién salido de la cárcel buscaba trabajo. En vano revolvía cielo y tierra. No había
trabajo para un rojo. Todos le ponían mala cara, se encogían de hombros o le daban
la espalda. Con nadie se entendía, nadie lo escuchaba. El vino era el único amigo que
le quedaba. Por las noches, ante los platos vacíos, soportaba sin decir nada los
reproches de su esposa beata, mujer de misa diaria, mientras el hijo, un niño
pequeño, le recitaba el catecismo.
Mucho tiempo después, Josep Verdura, el hijo de aquel obrero maldito, me lo contó.
Me lo contó en Barcelona, cuando yo llegué al exilio. Me lo contó: él era un niño
desesperado que quería salvar a su padre de la condenación eterna y el muy ateo, el
muy tozudo, no entendía razones.

-Pero papá -le dijo Josep, llorando-. Si Dios no existe, ¿quién hizo el mundo?

-Tonto – dijo el obrero, cabizbajo, casi en secreto-. Tonto. Al mundo lo hicimos


nosotros, los albañiles.

Pregunta:

J3-46. Según el texto, la mujer del hombre era:

Seleccione una:

a. Amargada y frecuentaba mucho los templos

b. Una santa de la iglesia

c. De mal temperamento

d. Muy devota y frecuentaba muc

Pregunta 11

Sin responder aún


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Enunciado de la pregunta

1. Un escritor, sin duda, es un especulador. Alguien que insatisfecho con la realidad


se aferra a pequeños momentos de la vida o la Historia y los encamina con
palabras por vericuetos que también pudieron ser. La literatura es una eterna
suposición, es una coartada contra el destino, el cual, así se haya vivido, no indica
que todo tenga que ser como fue. La literatura es tal vez uno de los pocos caminos
donde la imaginación tiene vía libre.

2. Es por eso que la suposición de cosas ha hecho que en libros como La conjura
contra América Philip Roth imagine cómo serían los Estados Unidos si en vez del
presidente Roosevelt hubiera sido elegido el antisemita Lindbergh, quien al hacer
un pacto de no agresión con Hitler se dedica a perseguir judíos en el país
americano. O que Don Delillo explore en su libro Fascinación qué pasaría si fuera
cierto que el mismo Hitler protagonizó una película pornográfica que fue filmada
durante sus últimos días dentro del búnker en Berlín, cuando el Ejército Rojo se
acercaba y la ciudad era bombardeada.

3. Apropósito del premio Alfaguara de Novela, que bien merecido lo ganó este año
Juan Gabriel Vásquez, recuerdo que en la presentación de su novela Historia
secreta de la Costaguana en el 2007, Vásquez dijo que la idea le surgió cuando
estaba escribiendo una pequeña biografía sobre Joseph Conrad y se dio cuenta de
que posiblemente el escritor polaco había leído el libro de Pérez Triana, De Bogotá
al Atlántico, que al parecer le sirvió para escribir Nostromo; desde entonces Juan
Gabriel empezó a suponer una serie de situaciones adicionales para su novela que
involucraron un período de la historia de Colombia, la construcción del canal de
panamá y, desde luego, una parte de la vida de Conrad.La Historia, con mayúscula,
para Juan Gabriel se volvió una historia con minúscula.

4. Ricardo Pliglia en su libro de ensayos El último lector dice que un lector es


también el que lee mal, distorsiona, percibe confusamente. “En la clínica del arte de
leer no siempre el que tiene mejor vista lee mejor”, agrega el escritor argentino. De
alguna forma esta distorsión también la podríamos aplicar al novelista, quien, a
diferencia del historiador, no lo atan las fechas exactas, las glorias, ni mucho menos
los nombres de los ilustres protagonistas con todas sus cualidades y virtudes. Al
contrario, en la literatura los hilitos de las costuras históricas cuelgan a la espera de
que los escritores las halen para especular, para suponer, para hacer más rica y
emocionante la vida misma. Balzac decía que la novela era la historia privada de las
naciones.

5. Cuando se lee literatura lo mejor es no acercarse con un diccionario


enciclopédico para señalar al margen la supuesta ignorancia del novelista que
modifica un dato o le pone una nariz que no era a un general cualquiera; cuando
se lee literatura es porque la mente está abierta a observar la Historiay la historia
con los ojos del asombro, así con el tiempo se crea más en la existencia del David
Copperfield de Charles Dickens, que en el mismo mago de Nueva Jersey quien, tal
vez, no es más que una ilusión.

ARISTIZÁBAL, Diego. La literatura como especulación. El Colombiano. Medellín, 24


de marzo de 2011, p. 4a

Pregunta:

La expresión tal vez utilizada en los párrafos 1 y 5 es un recurso estilístico en el que


el autor manifiesta una:

Seleccione una:
a. Actitud
b. Apreciación
c. Percepción
d. Emoción
Pregunta 12

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J3-41-51.

Hacía pocos años que había terminado la guerra de España y la cruz y la espada
reinaban sobre las ruinas de la República. Uno de los vencidos, un obrero
anarquista, recién salido de la cárcel buscaba trabajo. En vano revolvía cielo y tierra.
No había trabajo para un rojo. Todos le ponían mala cara, se encogían de hombros
o le daban la espalda. Con nadie se entendía, nadie lo escuchaba. El vino era el
único amigo que le quedaba. Por las noches, ante los platos vacíos, soportaba sin
decir nada los reproches de su esposa beata, mujer de misa diaria, mientras el hijo,
un niño pequeño, le recitaba el catecismo.
Mucho tiempo después, Josep Verdura, el hijo de aquel obrero maldito, me lo
contó. Me lo contó en Barcelona, cuando yo llegué al exilio. Me lo contó: él era un
niño desesperado que quería salvar a su padre de la condenación eterna y el muy
ateo, el muy tozudo, no entendía razones.

-Pero papá -le dijo Josep, llorando-. Si Dios no existe, ¿quién hizo el mundo?

-Tonto – dijo el obrero, cabizbajo, casi en secreto-. Tonto. Al mundo lo hicimos


nosotros, los albañiles.

Pregunta:

J3-44. A partir del texto se puede inferir que, en la guerra, el vencido:

Seleccione una:
a. Es una vez vencido
b. Es doblemente vencido
c. Se aprovecha del vencedor
d. Se niega a trabajar
Pregunta 13

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Enunciado de la pregunta

1. Gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que
inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la
civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos
comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas. Seríamos peores de lo que somos
sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y
el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es
protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no
tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es no
nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición
humana, y que debería ser mejor. Inventamos las ficciones para poder vivir de
alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas
disponemos de una sola.

2. Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad


para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada
por un tirano, una ideología o una religión. Quienes dudan de que la literatura,
además de sumirnos en el sueño de la belleza y la felicidad, nos alerta contra toda
forma de opresión, pregúntense por qué todos los regímenes empeñados en
controlar la conducta de los ciudadanos de la cuna a la tumba, la temen tanto que
establecen sistemas de censura para reprimirla y vigilan con tanta suspicacia a los
escritores independientes. Lo hacen porque saben el riesgo que corren dejando
que la imaginación discurra por los libros; lo sediciosas que se vuelven las ficciones
cuando el lector coteja la libertad que las hace posibles, y que en ellas se ejerce,
con el oscurantismo y el miedo que lo acechan en el mundo real. Lo quieran o no,
lo sepan o no, los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción,
mostrando que el mundo está mal hecho, que la vida de la fantasía es más rica que
la de la rutina cotidiana. Esa comprobación, si echa raíces en la sensibilidad y la
conciencia, vuelve a los ciudadanos más difíciles de manipular, de aceptar las
mentiras de quienes quisieran hacerles creer que, entre barrotes, inquisidores y
carceleros viven más seguros y mejor.

3. La buena literatura tiende puentes entre gentes distintas y, haciéndonos gozar,


sufrir o sorprendernos, nos une por debajo de las lenguas, creencias, usos,
costumbres y prejuicios que nos separan. Cuando la gran ballena blanca sepulta al
capitán Ahab en el mar, se encoge el corazón de los lectores idénticamente en
Tokio, Lima o Tombuctú. Cuando Emma Bovary se traga el arsénico, Anna Karenina
se arroja al tren y Julián Sorel sube al patíbulo, y cuando, en El Sur, el urbano
doctor Juan Dahlmann sale de aquella pulpería de la pampa a enfrentarse al
cuchillo de un matón, o advertimos que todos los pobladores de Comala, el pueblo
de Pedro Páramo, están muertos, el estremecimiento es semejante en el lector que
adora a Buda, Confucio, Cristo, Alá o es un agnóstico, vista saco y corbata, chilaba,
kimono o bombachas. La literatura crea una fraternidad dentro de la diversidad
humana y eclipsa las fronteras que erigen entre hombres y mujeres la ignorancia,
las ideologías, las religiones, los idiomas y la estupidez […].

4. La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a
entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y
morimos. Ella nos desagravia de los reveses y frustraciones que nos inflige la vida
verdadera y gracias a ella desciframos, al menos parcialmente, el jeroglífico que
suele ser la existencia para la gran mayoría de los seres humanos, principalmente
aquellos que alentamos más dudas que certezas, y confesamos nuestra perplejidad
ante temas como la trascendencia, el destino individual y colectivo, el alma, el
sentido o el sinsentido de la historia, el más acá y el más allá del conocimiento
racional.

5. Siempre me ha fascinado imaginar aquella incierta circunstancia en que nuestros


antepasados, apenas diferentes todavía del animal, recién nacido el lenguaje que
les permitía comunicarse, empezaron, en las cavernas, en torno a las hogueras, en
noches hirvientes de amenazas -rayos, truenos, gruñidos de las fieras- a inventar
historias y a contárselas. Aquel fue el momento crucial de nuestro destino, porque,
en esas rondas de seres primitivos suspensos por la voz y la fantasía del contador,
comenzó la civilización, el largo transcurrir que poco a poco nos humanizaría y nos
llevaría a inventar al individuo soberano y a desgajarlo de la tribu, la ciencia, las
artes, el derecho, la libertad, a escrutar las entrañas de la naturaleza, del cuerpo
humano, del espacio y a viajar a las estrellas. Aquellos cuentos, fábulas, mitos,
leyendas, que resonaron por primera vez como una música nueva ante auditorios
intimidados por los misterios y peligros de un mundo donde todo era desconocido
y peligroso, debieron ser un baño refrescante, un remanso para esos espíritus
siempre en el 'quién vive', para los que existir quería decir apenas comer,
guarecerse de los elementos, matar y fornicar. Desde que empezaron a soñar en
colectividad, a compartir los sueños, incitados por los contadores de cuentos,
dejaron de estar atados a la noria de la supervivencia, un remolino de quehaceres
embrutecedores, y su vida se volvió sueño, goce, fantasía y un designio
revolucionario: romper aquel confinamiento y cambiar y mejorar, una lucha para
aplacar aquellos deseos y ambiciones que en ellos azuzaban las vidas figuradas, y
la curiosidad por despejar las incógnitas de que estaba constelado su entorno.

6. Ese proceso nunca interrumpido se enriqueció cuando nació la escritura y las


historias, además de escucharse, pudieron leerse y alcanzaron la permanencia que
les confiere la literatura. Por eso, hay que repetirlo sin tregua hasta convencer de
ello a las nuevas generaciones: la ficción es más que un entretenimiento, más que
un ejercicio intelectual que aguza la sensibilidad y despierta el espíritu crítico. Es
una necesidad imprescindible para que la civilización siga existiendo, renovándose
y conservando en nosotros lo mejor de lo humano. Para que no retrocedamos a la
barbarie de la incomunicación y la vida no se reduzca al pragmatismo de los
especialistas que ven las cosas en profundidad pero ignoran lo que las rodea,
precede y continúa. Para que no pasemos de servirnos de las máquinas que
inventamos a ser sus sirvientes y esclavos. Y porque un mundo sin literatura sería
un mundo sin deseos ni ideales ni desacatos, un mundo de autómatas privados de
lo que hace que el ser humano sea de veras humano: la capacidad de salir de sí
mismo y mudarse en otro, en otros, modelados con la arcilla de nuestros sueños.

7. De la caverna al rascacielos, del garrote a las armas de destrucción masiva, de la


vida tautológica de la tribu a la era de la globalización, las ficciones de la literatura
han multiplicado las experiencias humanas, impidiendo que hombres y mujeres
sucumbamos al letargo, al ensimismamiento, a la resignación. Nada ha sembrado
tanto la inquietud, removido tanto la imaginación y los deseos, como esa vida de
mentiras que añadimos a la que tenemos gracias a la literatura para protagonizar
las grandes aventuras, las grandes pasiones, que la vida verdadera nunca nos dará.
Las mentiras de la literatura se vuelven verdades a través de nosotros, los lectores
transformados, contaminados de anhelos y, por culpa de la ficción, en permanente
entredicho con la mediocre realidad. Hechicería que, al ilusionarnos con tener lo
que no tenemos, ser lo que no somos, acceder a esa imposible existencia donde,
como dioses paganos, nos sentimos terrenales y eternos a la vez, la literatura
introduce en nuestros espíritus la inconformidad y la rebeldía, que están detrás de
todas las hazañas que han contribuido a disminuir la violencia en las relaciones
humanas. A disminuir la violencia, no a acabar con ella. Porque la nuestra será
siempre, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso tenemos que seguir soñando,
leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar
nuestra condición perecedera, de derrotar a la carcoma del tiempo y de convertir
en posible lo imposible.

Fragmentos de VARGAS LLOSA, Mario. “Elogio de la lectura y la ficción. Discurso


Nóbel, 7 diciembre de 2010”. Generación El Colombiano. Medellín, 19 de diciembre
de 2010, p. 5, 10 y 11.

Pregunta:

En el párrafo 6 se habla de un proceso no interrumpido. Este se refiere a la:

Seleccione una:
a. Incidencia de diversas narraciones en los cambios de vida experimentados
por los seres humanos a través de su historia
b. Lectura como actividad determinante en la construcción de una vida más
civilizada
c. Escritura como el único medio a través del cual es posible reconstruir la
historia de la humanidad
d. Evolución del hombre primitivo en términos de comunicación, lo cual lo hace
diferente de otros seres de la naturaleza
Pregunta 14

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Enunciado de la pregunta

1. Gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que
inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la
civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos
comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas. Seríamos peores de lo que somos
sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y
el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es
protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no
tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es no
nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición
humana, y que debería ser mejor. Inventamos las ficciones para poder vivir de
alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas
disponemos de una sola.

2. Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad


para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada
por un tirano, una ideología o una religión. Quienes dudan de que la literatura,
además de sumirnos en el sueño de la belleza y la felicidad, nos alerta contra toda
forma de opresión, pregúntense por qué todos los regímenes empeñados en
controlar la conducta de los ciudadanos de la cuna a la tumba, la temen tanto que
establecen sistemas de censura para reprimirla y vigilan con tanta suspicacia a los
escritores independientes. Lo hacen porque saben el riesgo que corren dejando
que la imaginación discurra por los libros; lo sediciosas que se vuelven las ficciones
cuando el lector coteja la libertad que las hace posibles, y que en ellas se ejerce,
con el oscurantismo y el miedo que lo acechan en el mundo real. Lo quieran o no,
lo sepan o no, los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción,
mostrando que el mundo está mal hecho, que la vida de la fantasía es más rica que
la de la rutina cotidiana. Esa comprobación, si echa raíces en la sensibilidad y la
conciencia, vuelve a los ciudadanos más difíciles de manipular, de aceptar las
mentiras de quienes quisieran hacerles creer que, entre barrotes, inquisidores y
carceleros viven más seguros y mejor.

3. La buena literatura tiende puentes entre gentes distintas y, haciéndonos gozar,


sufrir o sorprendernos, nos une por debajo de las lenguas, creencias, usos,
costumbres y prejuicios que nos separan. Cuando la gran ballena blanca sepulta al
capitán Ahab en el mar, se encoge el corazón de los lectores idénticamente en
Tokio, Lima o Tombuctú. Cuando Emma Bovary se traga el arsénico, Anna Karenina
se arroja al tren y Julián Sorel sube al patíbulo, y cuando, en El Sur, el urbano
doctor Juan Dahlmann sale de aquella pulpería de la pampa a enfrentarse al
cuchillo de un matón, o advertimos que todos los pobladores de Comala, el pueblo
de Pedro Páramo, están muertos, el estremecimiento es semejante en el lector que
adora a Buda, Confucio, Cristo, Alá o es un agnóstico, vista saco y corbata, chilaba,
kimono o bombachas. La literatura crea una fraternidad dentro de la diversidad
humana y eclipsa las fronteras que erigen entre hombres y mujeres la ignorancia,
las ideologías, las religiones, los idiomas y la estupidez […].

4. La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a
entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y
morimos. Ella nos desagravia de los reveses y frustraciones que nos inflige la vida
verdadera y gracias a ella desciframos, al menos parcialmente, el jeroglífico que
suele ser la existencia para la gran mayoría de los seres humanos, principalmente
aquellos que alentamos más dudas que certezas, y confesamos nuestra perplejidad
ante temas como la trascendencia, el destino individual y colectivo, el alma, el
sentido o el sinsentido de la historia, el más acá y el más allá del conocimiento
racional.

5. Siempre me ha fascinado imaginar aquella incierta circunstancia en que nuestros


antepasados, apenas diferentes todavía del animal, recién nacido el lenguaje que
les permitía comunicarse, empezaron, en las cavernas, en torno a las hogueras, en
noches hirvientes de amenazas -rayos, truenos, gruñidos de las fieras- a inventar
historias y a contárselas. Aquel fue el momento crucial de nuestro destino, porque,
en esas rondas de seres primitivos suspensos por la voz y la fantasía del contador,
comenzó la civilización, el largo transcurrir que poco a poco nos humanizaría y nos
llevaría a inventar al individuo soberano y a desgajarlo de la tribu, la ciencia, las
artes, el derecho, la libertad, a escrutar las entrañas de la naturaleza, del cuerpo
humano, del espacio y a viajar a las estrellas. Aquellos cuentos, fábulas, mitos,
leyendas, que resonaron por primera vez como una música nueva ante auditorios
intimidados por los misterios y peligros de un mundo donde todo era desconocido
y peligroso, debieron ser un baño refrescante, un remanso para esos espíritus
siempre en el 'quién vive', para los que existir quería decir apenas comer,
guarecerse de los elementos, matar y fornicar. Desde que empezaron a soñar en
colectividad, a compartir los sueños, incitados por los contadores de cuentos,
dejaron de estar atados a la noria de la supervivencia, un remolino de quehaceres
embrutecedores, y su vida se volvió sueño, goce, fantasía y un designio
revolucionario: romper aquel confinamiento y cambiar y mejorar, una lucha para
aplacar aquellos deseos y ambiciones que en ellos azuzaban las vidas figuradas, y
la curiosidad por despejar las incógnitas de que estaba constelado su entorno.

6. Ese proceso nunca interrumpido se enriqueció cuando nació la escritura y las


historias, además de escucharse, pudieron leerse y alcanzaron la permanencia que
les confiere la literatura. Por eso, hay que repetirlo sin tregua hasta convencer de
ello a las nuevas generaciones: la ficción es más que un entretenimiento, más que
un ejercicio intelectual que aguza la sensibilidad y despierta el espíritu crítico. Es
una necesidad imprescindible para que la civilización siga existiendo, renovándose
y conservando en nosotros lo mejor de lo humano. Para que no retrocedamos a la
barbarie de la incomunicación y la vida no se reduzca al pragmatismo de los
especialistas que ven las cosas en profundidad pero ignoran lo que las rodea,
precede y continúa. Para que no pasemos de servirnos de las máquinas que
inventamos a ser sus sirvientes y esclavos. Y porque un mundo sin literatura sería
un mundo sin deseos ni ideales ni desacatos, un mundo de autómatas privados de
lo que hace que el ser humano sea de veras humano: la capacidad de salir de sí
mismo y mudarse en otro, en otros, modelados con la arcilla de nuestros sueños.

7. De la caverna al rascacielos, del garrote a las armas de destrucción masiva, de la


vida tautológica de la tribu a la era de la globalización, las ficciones de la literatura
han multiplicado las experiencias humanas, impidiendo que hombres y mujeres
sucumbamos al letargo, al ensimismamiento, a la resignación. Nada ha sembrado
tanto la inquietud, removido tanto la imaginación y los deseos, como esa vida de
mentiras que añadimos a la que tenemos gracias a la literatura para protagonizar
las grandes aventuras, las grandes pasiones, que la vida verdadera nunca nos dará.
Las mentiras de la literatura se vuelven verdades a través de nosotros, los lectores
transformados, contaminados de anhelos y, por culpa de la ficción, en permanente
entredicho con la mediocre realidad. Hechicería que, al ilusionarnos con tener lo
que no tenemos, ser lo que no somos, acceder a esa imposible existencia donde,
como dioses paganos, nos sentimos terrenales y eternos a la vez, la literatura
introduce en nuestros espíritus la inconformidad y la rebeldía, que están detrás de
todas las hazañas que han contribuido a disminuir la violencia en las relaciones
humanas. A disminuir la violencia, no a acabar con ella. Porque la nuestra será
siempre, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso tenemos que seguir soñando,
leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar
nuestra condición perecedera, de derrotar a la carcoma del tiempo y de convertir
en posible lo imposible.

Fragmentos de VARGAS LLOSA, Mario. “Elogio de la lectura y la ficción. Discurso


Nóbel, 7 diciembre de 2010”. Generación El Colombiano. Medellín, 19 de diciembre
de 2010, p. 5, 10 y 11.

Pregunta:

La vuelta al mundo en 80 días es una novela de ciencia-ficción publicada en 1873.


En sus páginas Julio Verne narra aventuras fantásticas, pero documentándolas con
inventos existentes o prediciendo la aparición de otros que vendrían después
como los helicópteros y las naves espaciales. Si se considera la relación entre
literatura y ficción expuesta en el texto, sería válido afirmar que la obra verniana:

Seleccione una:
a. No es literatura
b. Supera el concepto de ficción expuesto por Vargas Llosa
c. Es científica
d. Requiere de un lector capaz de volver posible lo imposible
Pregunta 15

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J1-41-61.
Texto 1

1 Como un signo + cuartean la ciudad la carrera Carabobo y la calle de Ayacucho;


aquella del Norte al Mediodía; ésta de Oriente a Ocaso. Ni una ni otra enmarcan la
plaza principal, cual si quisieran valer por sus méritos propios. La carrera le pasa a
una cuadra, por el Occidente; la calle a una cuadra, por el Sur, para formarle
aledaños medio regulares, siquiera por dos lados, ya que la calle y la carrera
opuestas rompen el paralelismo del trazado, con su desvío la carrera;la calle con
unos quingos fementidos y afrentosos.

[…]

2 Carabobo y Ayacucho son las vías más largas de la ciudad progresista. La carrera
la parte muy gentil de banda a banda; la calle arranca de la propiaribera del Aburra
(hoy, río Medellín) y se trepa glorificada hasta las alturas de Miraflores. A medida
que se alejan de las estrecheces peninsulares, se ensanchan, se dilatan, se
embellecen, bien así como las colonias de España se emanciparon. Por algo tienen
nombres libertadores. Ni se sabe cuántas cuadras miden; pues esto de cortes en las
vías públicas es aquí como la ética: cambia según el lugar y el tiempo. Tiradas
acordel ofrecerían una perspectiva admirable, divisaríanse confundidas en unpunto
oscuro, allá donde lo visual termina.

3 Bien se ve que los hijos de Pelayo, tan godos y tradicionalistas, quisieron imitar,
en estas sus posesiones andinas, las calles irregulares y angostas de sus villejas
castellanas. Tampoco era la época, ni menos ellos, para fundaciones por planos.

[…]

4 Estos recintos, cerrados por casas, que llaman manzanas, y que suponen cien
varas encuadro, son aquí muy irregulares en sí mismos y harto desiguales entre sí
porforma y por medida. Pocas tienen sus ángulos rectos y (son) contadas iguales.

5 Con frecuencia se pierde la recta en las demarcaciones murales, ya en línea


quebrada, ya en línea ondulada, ya hacia adentro, ya hacia fuera de la calle.Hay
manzanas en trapecios, en trapezoides y hasta en rombos; las ha combinadas, en
rectas y curvas; las hay en formas al acaso; de las calles… ¡no se diga! Unas son
culebras, otras garabatos, y algunas, mismamente esa centellas que pintan en los
calvarios.

6 Las gentes que vinieron después ¿qué iban a hacer para compaginar lo viejo con
lo nuevo? Pues empeorar lo chapetón. Romper aquí, empatar allá; sacar manzanas
en triángulo, en pentágono, en bonetes, en demonios coronados; apurar la
hispánica torcedura: porque los muertos mandan, aunque nos pese a los vivos,
mayormente en cosas que perduran.

7 Pero esto es lo de menos; lo de más es aquello de topetarse unas calles con


otras;de interrumpirse aquí para seguir más allá o para no seguir; es aquello de
incomunicar, como si fueran para gafos o apestados. Estos resabios coloniales,o si
se quiere estilos, en achaques de edificaciones y ensanches urbanos,apenas si han
desaparecido de quinceaños para acá. No hace veinticinco principió el trazado de
estas hermosas calles de Caracas, Perú, Bolivia, Argentina y la Independencia, y sin
embargo, las cinco miden en su primer estadio trunco, algo más de dos cuadras.No
las partieron por la mitad como lo indica el sentido común. Tan vecinas ytodo han
quedado harto incomunicadas entre sí. Romperlas ahora sería empresa de urbe
mundial y millonaria.

[…]

8 Conste,en fin, que el trazado de Nuestra Villa es confuso; que Ayacucho y


Carabobo,únicas a quienes no interrumpe vía alguna, son paladinas y triunfales
como los hechos que conmemoran.

9 Dicen libros muy sabios de filósofos patagones, que el enredo material enreda
los espíritus. Según eso, el alma medellinita debe ser una maraña. ¡Hasta lo será!
Aquí no hay tipo ni agrupaciónque puedan encarnar esta montanera tan
heterogénea. Ni el interés monetario, ni el amor al suelo y al trabajo, ni la misma
verbosidad hiperbólica son aquí generales. Sólo la autonomía individual puede
sumarnos, porque aquí cada uno es Juan Memando y… ¡San-se-acabó!

Pregunta:

J1-51.La respuesta a la pregunta que se formula en este sexto párrafo es:


Seleccione una:
a. Empeorar lo chapetón y apurar la hispánica torcedura de las calles
b. Empeorar lo chapetón, o sea, apurar la hispánica torcedura de las calles
c. Solamente empeorar lo chapetón
d. Solamente apurar la hispánica torcedura
Pregunta 16

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Enunciado de la pregunta
1

Texto uno

1. Gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que
inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la
civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos
comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas. Seríamos peores de lo que somos
sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y
el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es
protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no
tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es no
nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición
humana, y que debería ser mejor. Inventamos las ficciones para poder vivir de
alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas
disponemos de una sola.

2. Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad


para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada
por un tirano, una ideología o una religión. Quienes dudan de que la literatura,
además de sumirnos en el sueño de la belleza y la felicidad, nos alerta contra toda
forma de opresión, pregúntense por qué todos los regímenes empeñados en
controlar la conducta de los ciudadanos de la cuna a la tumba, la temen tanto que
establecen sistemas de censura para reprimirla y vigilan con tanta suspicacia a los
escritores independientes. Lo hacen porque saben el riesgo que corren dejando
que la imaginación discurra por los libros; lo sediciosas que se vuelven las ficciones
cuando el lector coteja la libertad que las hace posibles, y que en ellas se ejerce,
con el oscurantismo y el miedo que lo acechan en el mundo real. Lo quieran o no,
lo sepan o no, los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción,
mostrando que el mundo está mal hecho, que la vida de la fantasía es más rica que
la de la rutina cotidiana. Esa comprobación, si echa raíces en la sensibilidad y la
conciencia, vuelve a los ciudadanos más difíciles de manipular, de aceptar las
mentiras de quienes quisieran hacerles creer que, entre barrotes, inquisidores y
carceleros viven más seguros y mejor.

3. La buena literatura tiende puentes entre gentes distintas y, haciéndonos gozar,


sufrir o sorprendernos, nos une por debajo de las lenguas, creencias, usos,
costumbres y prejuicios que nos separan. Cuando la gran ballena blanca sepulta al
capitán Ahab en el mar, se encoge el corazón de los lectores idénticamente en
Tokio, Lima o Tombuctú. Cuando Emma Bovary se traga el arsénico, Anna Karenina
se arroja al tren y Julián Sorel sube al patíbulo, y cuando, en El Sur, el urbano
doctor Juan Dahlmann sale de aquella pulpería de la pampa a enfrentarse al
cuchillo de un matón, o advertimos que todos los pobladores de Comala, el pueblo
de Pedro Páramo, están muertos, el estremecimiento es semejante en el lector que
adora a Buda, Confucio, Cristo, Alá o es un agnóstico, vista saco y corbata, chilaba,
kimono o bombachas. La literatura crea una fraternidad dentro de la diversidad
humana y eclipsa las fronteras que erigen entre hombres y mujeres la ignorancia,
las ideologías, las religiones, los idiomas y la estupidez […].

4. La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a
entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y
morimos. Ella nos desagravia de los reveses y frustraciones que nos inflige la vida
verdadera y gracias a ella desciframos, al menos parcialmente, el jeroglífico que
suele ser la existencia para la gran mayoría de los seres humanos, principalmente
aquellos que alentamos más dudas que certezas, y confesamos nuestra perplejidad
ante temas como la trascendencia, el destino individual y colectivo, el alma, el
sentido o el sinsentido de la historia, el más acá y el más allá del conocimiento
racional.

5. Siempre me ha fascinado imaginar aquella incierta circunstancia en que nuestros


antepasados, apenas diferentes todavía del animal, recién nacido el lenguaje que
les permitía comunicarse, empezaron, en las cavernas, en torno a las hogueras, en
noches hirvientes de amenazas -rayos, truenos, gruñidos de las fieras- a inventar
historias y a contárselas. Aquel fue el momento crucial de nuestro destino, porque,
en esas rondas de seres primitivos suspensos por la voz y la fantasía del contador,
comenzó la civilización, el largo transcurrir que poco a poco nos humanizaría y nos
llevaría a inventar al individuo soberano y a desgajarlo de la tribu, la ciencia, las
artes, el derecho, la libertad, a escrutar las entrañas de la naturaleza, del cuerpo
humano, del espacio y a viajar a las estrellas. Aquellos cuentos, fábulas, mitos,
leyendas, que resonaron por primera vez como una música nueva ante auditorios
intimidados por los misterios y peligros de un mundo donde todo era desconocido
y peligroso, debieron ser un baño refrescante, un remanso para esos espíritus
siempre en el 'quién vive', para los que existir quería decir apenas comer,
guarecerse de los elementos, matar y fornicar. Desde que empezaron a soñar en
colectividad, a compartir los sueños, incitados por los contadores de cuentos,
dejaron de estar atados a la noria de la supervivencia, un remolino de quehaceres
embrutecedores, y su vida se volvió sueño, goce, fantasía y un designio
revolucionario: romper aquel confinamiento y cambiar y mejorar, una lucha para
aplacar aquellos deseos y ambiciones que en ellos azuzaban las vidas figuradas, y
la curiosidad por despejar las incógnitas de que estaba constelado su entorno.
6. Ese proceso nunca interrumpido se enriqueció cuando nació la escritura y las
historias, además de escucharse, pudieron leerse y alcanzaron la permanencia que
les confiere la literatura. Por eso, hay que repetirlo sin tregua hasta convencer de
ello a las nuevas generaciones: la ficción es más que un entretenimiento, más que
un ejercicio intelectual que aguza la sensibilidad y despierta el espíritu crítico. Es
una necesidad imprescindible para que la civilización siga existiendo, renovándose
y conservando en nosotros lo mejor de lo humano. Para que no retrocedamos a la
barbarie de la incomunicación y la vida no se reduzca al pragmatismo de los
especialistas que ven las cosas en profundidad pero ignoran lo que las rodea,
precede y continúa. Para que no pasemos de servirnos de las máquinas que
inventamos a ser sus sirvientes y esclavos. Y porque un mundo sin literatura sería
un mundo sin deseos ni ideales ni desacatos, un mundo de autómatas privados de
lo que hace que el ser humano sea de veras humano: la capacidad de salir de sí
mismo y mudarse en otro, en otros, modelados con la arcilla de nuestros sueños.

7. De la caverna al rascacielos, del garrote a las armas de destrucción masiva, de la


vida tautológica de la tribu a la era de la globalización, las ficciones de la literatura
han multiplicado las experiencias humanas, impidiendo que hombres y mujeres
sucumbamos al letargo, al ensimismamiento, a la resignación. Nada ha sembrado
tanto la inquietud, removido tanto la imaginación y los deseos, como esa vida de
mentiras que añadimos a la que tenemos gracias a la literatura para protagonizar
las grandes aventuras, las grandes pasiones, que la vida verdadera nunca nos dará.
Las mentiras de la literatura se vuelven verdades a través de nosotros, los lectores
transformados, contaminados de anhelos y, por culpa de la ficción, en permanente
entredicho con la mediocre realidad. Hechicería que, al ilusionarnos con tener lo
que no tenemos, ser lo que no somos, acceder a esa imposible existencia donde,
como dioses paganos, nos sentimos terrenales y eternos a la vez, la literatura
introduce en nuestros espíritus la inconformidad y la rebeldía, que están detrás de
todas las hazañas que han contribuido a disminuir la violencia en las relaciones
humanas. A disminuir la violencia, no a acabar con ella. Porque la nuestra será
siempre, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso tenemos que seguir soñando,
leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar
nuestra condición perecedera, de derrotar a la carcoma del tiempo y de convertir
en posible lo imposible.

Fragmentos de VARGAS LLOSA, Mario. “Elogio de la lectura y la ficción. Discurso


Nóbel, 7 diciembre de 2010”. Generación El Colombiano. Medellín, 19 de diciembre
de 2010, p. 5, 10 y 11.

Texto dos
1. Un escritor, sin duda, es un especulador. Alguien que insatisfecho con la realidad
se aferra a pequeños momentos de la vida o la Historia y los encamina con
palabras por vericuetos que también pudieron ser. La literatura es una eterna
suposición, es una coartada contra el destino, el cual, así se haya vivido, no indica
que todo tenga que ser como fue. La literatura es tal vez uno de los pocos caminos
donde la imaginación tiene vía libre.

2. Es por eso que la suposición de cosas ha hecho que en libros como La conjura
contra América Philip Roth imagine cómo serían los Estados Unidos si en vez del
presidente Roosevelt hubiera sido elegido el antisemita Lindbergh, quien al hacer
un pacto de no agresión con Hitler se dedica a perseguir judíos en el país
americano. O que Don Delillo explore en su libro Fascinación qué pasaría si fuera
cierto que el mismo Hitler protagonizó una película pornográfica que fue filmada
durante sus últimos días dentro del búnker en Berlín, cuando el Ejército Rojo se
acercaba y la ciudad era bombardeada.

3. Apropósito del premio Alfaguara de Novela, que bien merecido lo ganó este año
Juan Gabriel Vásquez, recuerdo que en la presentación de su novela Historia
secreta de la Costaguana en el 2007, Vásquez dijo que la idea le surgió cuando
estaba escribiendo una pequeña biografía sobre Joseph Conrad y se dio cuenta de
que posiblemente el escritor polaco había leído el libro de Pérez Triana, De Bogotá
al Atlántico, que al parecer le sirvió para escribir Nostromo; desde entonces Juan
Gabriel empezó a suponer una serie de situaciones adicionales para su novela que
involucraron un período de la historia de Colombia, la construcción del canal de
panamá y, desde luego, una parte de la vida de Conrad.La Historia, con mayúscula,
para Juan Gabriel se volvió una historia con minúscula.

4. Ricardo Pliglia en su libro de ensayos El último lector dice que un lector es


también el que lee mal, distorsiona, percibe confusamente. “En la clínica del arte de
leer no siempre el que tiene mejor vista lee mejor”, agrega el escritor argentino. De
alguna forma esta distorsión también la podríamos aplicar al novelista, quien, a
diferencia del historiador, no lo atan las fechas exactas, las glorias, ni mucho menos
los nombres de los ilustres protagonistas con todas sus cualidades y virtudes. Al
contrario, en la literatura los hilitos de las costuras históricas cuelgan a la espera de
que los escritores las halen para especular, para suponer, para hacer más rica y
emocionante la vida misma. Balzac decía que la novela era la historia privada de las
naciones.

5. Cuando se lee literatura lo mejor es no acercarse con un diccionario


enciclopédico para señalar al margen la supuesta ignorancia del novelista que
modifica un dato o le pone una nariz que no era a un general cualquiera; cuando
se lee literatura es porque la mente está abierta a observar la Historiay la historia
con los ojos del asombro, así con el tiempo se crea más en la existencia del David
Copperfield de Charles Dickens, que en el mismo mago de Nueva Jersey quien, tal
vez, no es más que una ilusión.

ARISTIZÁBAL, Diego. La literatura como especulación. El Colombiano. Medellín, 24


de marzo de 2011, p. 4a

Pregunta:

Una coincidencia fundamental de los textos Uno y Dos es que, aunque ambos
fueron escritos en momentos diferentes y por autores distintos, su detonante ha
sido:

Seleccione una:
a. El lanzamiento de una novela
b. Un acontecimiento social
c. Un reconocimiento literario
d. Un descubrimiento científico
Pregunta 17

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J1-41-61.
Texto 1

1 Como un signo + cuartean la ciudad la carrera Carabobo y la calle de Ayacucho;


aquella del Norte al Mediodía; ésta de Oriente a Ocaso. Ni una ni otra enmarcan la
plaza principal, cual si quisieran valer por sus méritos propios. La carrera le pasa a
una cuadra, por el Occidente; la calle a una cuadra, por el Sur, para formarle
aledaños medio regulares, siquiera por dos lados, ya que la calle y la carrera
opuestas rompen el paralelismo del trazado, con su desvío la carrera;la calle con
unos quingos fementidos y afrentosos.

[…]

2 Carabobo y Ayacucho son las vías más largas de la ciudad progresista. La carrera
la parte muy gentil de banda a banda; la calle arranca de la propia ribera del
Aburra (hoy, río Medellín) y se trepa glorificada hasta las alturas de Miraflores. A
medida que se alejan de las estrecheces peninsulares, se ensanchan, se dilatan, se
embellecen, bien así como las colonias de España se emanciparon. Por algo tienen
nombres libertadores. Ni se sabe cuántas cuadras miden; pues esto de cortes en las
vías públicas es aquí como la ética: cambia según el lugar y el tiempo. Tiradas
acordel ofrecerían una perspectiva admirable, divisaríanse confundidas en un punto
oscuro, allá donde lo visual termina.

3 Bien se ve que los hijos de Pelayo, tan godos y tradicionalistas, quisieron imitar,
en estas sus posesiones andinas, las calles irregulares y angostas de sus villejas
castellanas. Tampoco era la época, ni menos ellos, para fundaciones por planos.

[…]

4 Estos recintos, cerrados por casas, que llaman manzanas, y que suponen cien
varas encuadro, son aquí muy irregulares en sí mismos y harto desiguales entre sí
porforma y por medida. Pocas tienen sus ángulos rectos y (son) contadas las
delados iguales.

5 Con frecuencia se pierde la recta en las demarcaciones murales, ya en línea


quebrada, ya en línea ondulada, ya hacia adentro, ya hacia fuera de la calle.Hay
manzanas en trapecios, en trapezoides y hasta en rombos; las hay combinadas, en
rectas y curvas; las hay en formas al acaso; de las calles… ¡no se diga! Unas son
culebras, otras garabatos, y algunas, mismamente esas centellas que pintan en los
calvarios.

6 Las gentes que vinieron después ¿qué iban a hacer para compaginar lo viejo con
lo nuevo? Pues empeorar lo chapetón. Romper aquí, empatar allá; sacar manzanas
en triángulo, en pentágono, en bonetes, en demonios coronados; apurar la
hispánica torcedura: por que los muertos mandan, aunque nos pese a los vivos,
mayormente en cosas que perduran.

7 Pero esto es lo de menos; lo de más es aquello de topetarse unas calles con


otras;de interrumpirse aquí para seguir más allá o para no seguir; es aquello de
incomunicar, como si fueran para gafos o apestados. Estos resabios coloniales,o si
se quiere estilos, en achaques de edificaciones y ensanches urbanos,apenas si han
desaparecido de quinceaños para acá. No hace veinticinco principió el trazado de
estas hermosas calles de Caracas, Perú, Bolivia, Argentina y la Independencia, y sin
embargo, las cinco miden en su primer estadio trunco, algo más de dos cuadras.No
las partieron por la mitad como lo indica el sentido común. Tan vecinas ytodo han
quedado harto incomunicadas entre sí. Romperlas ahora sería empresa de urbe
mundial y millonaria.

[…]

8 Conste,en fin, que el trazado de Nuestra Villa es confuso; que Ayacucho y


Carabobo,únicas a quienes no interrumpe vía alguna, son paladinas y triunfales
como los hechos que conmemoran.

9 Dicen libros muy sabios de filósofos patagones, que el enredo material enreda
los espíritus. Según eso, el alma medellinita debe ser una maraña. ¡Hasta lo será!
Aquí no hay tipo ni agrupación que puedan encarnar esta montanera tan
heterogénea. Ni el interés monetario, ni el amor al suelo y al trabajo, ni la misma
verbosidad hiperbólica son aquí generales. Sólo la autonomía individual puede
sumarnos, porque aquí cada uno es Juan Memando y… ¡San-se-acabó!

Pregunta:

J1-45. Los siguientes lugares se refieren al punto oscuro en el que se confundirían


estas dos vías, excepto:

Seleccione una:
a. encuentro entre las dos
b. corte entre Ayacucho y Carabobo
c. altura máxima de Miraflores
d. punto central de la perspectiva que ofrecerían al observador
Pregunta 18

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Enunciado de la pregunta

Enunciado J2-65.

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudosubir al alto cielo.


A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde alláarriba, la vida humana. Y
dijo que somos un mar de fueguitos.

—El mundo es eso –reveló–. Un montón de gente, un mar defueguitos. Cada


persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dosfuegos iguales. Hay
fuegos grandes y fuegos chicos; y fuegos de todos loscolores. Hay gente de fuego
sereno, que ni se entera del viento; y gente defuego loco, que llena el aire de
chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, noalumbran ni queman. Pero otros arden
la vida con tantas ganas, que no se puedemirarlos sin parpadear; y quien se acerca,
se enciende.

Pregunta:

J2-66. Los fuegos locos, tal como se describen en el texto, son:


Seleccione una:
a. Llamativos y refulgentes
b. Enceguecedores y contraindicados
c. Atractivos y repelentes
d. Indeterminados y herméticos
Pregunta 19

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Enunciado de la pregunta
1

Enunciado J3-52-62.

Tenían las manos atadas, o esposadas, y sin embargo los dedos danzaban, volaban,
dibujaban palabras. Los presos estaban encapuchados; pero inclinándose
alcanzaban a ver algo, alguito, por abajo. Aunque hablar estaba prohibido, ellos
conversaban con las manos.

Pinio Ungerfeld me enseñó el alfabeto de los dedos, que en prisión aprendió sin
profesor:

-Algunos teníamos mala letra -me dijo-. Otros eran más artistas de la caligrafía.

La dictadura uruguaya quería que cada uno fuera nada más que uno, que cada uno
fuera nadie: en cárceles y cuarteles, y en todo el país, la comunicación era delito.

Algunos presos pasaron más de diez años enterrados en solitarios calabozos del
tamaño de un ataúd, sin escuchar más voces que el estrépito de las rejas o los pasos
de las botas por los corredores. Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof,
condenados a esa soledad, se salvaron porque pudieron hablarse, con golpecitos, a
través de la pared. Así se contaban sueños y recuerdos, amores y desamores;
discutían, se abrazaban, se pelaban; compartían certezas y bellezas y también
compartían dudas y culpas y preguntas de esas que no tienen respuesta.

Cuando es verdadera, cuando nace la necesidad de decir, a la voz humana no hay


quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los
poros, o por donde sea. Porque todos, toditos,tenemos algo qué decir a los demás,
alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.

Pregunta:

J3-59. De acuerdo con el relato, el ser humano se comunica:


Seleccione una:
a. Porque no hay quien lo calle
b. Por la urgencia de celebrar todo cuanto le acontece
c. Porque está hecho de palabras
d. Por la necesidad de decir
Pregunta 20
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Enunciado de la pregunta

Enunciado J2-41-63.
La actual Yabayl, en la costa oriental mediterránea y al norte de Beirut, es la ciudad
habitada más antigua del mundo; es la heredera de la milenaria Gubla de los textos
ugaríticos, la denostada Gebal de los escritos bíblicos y la mercantil Byblos de los
griegos.

Al parecer, su origen se remonta al milenio V a.C., cuando una comunidad de


pescadores, de la que quedan algunos vestigios de sus viviendas y la imagen lítica
de una divinidad, eligió este lugar para instalar un pequeño puerto. Los semitas
cananeos, que se establecieron en el país hacia el 3500 a.C.,cambiaron las
costumbres locales, tal como se aprecia en la necrópolis de la época, en la que se
han hallado los cadáveres encorvados y acompañados de bienes y recipientes con
alimentos.

A principios del milenio III a.C., se estableció en el país de Canaán el pueblo fenicio,
de oscuro origen, que potenció el comercio de Biblos. Los fenicios, que habían
destruido la primitiva ciudad cananea,reconstruyeron Biblos rodeándola de
murallas. Dentro del recinto amurallado se estableció un plano urbano a partir de
una estrecha calle principal, que descendía hasta el puerto y en la cual confluían
numerosas calles secundarias flanqueadas de casas y templos. Entre estos últimos
se construyeron, hacia el 2800 a.C., el consagrado a Baalat Gebal, diosa tutelar de
Biblos, y otro en forma de L a una divinidad masculina, que posiblemente fue Baal,
dios principal del panteón fenicio heredado de la cultura cananea.

Biblos, al igual que las otras ciudades fenicias, como Tiro,Sidón, Trípoli y Akka,
entre otras, alcanzó una gran prosperidad económica,hecho del que dan fe los
tesoros acumulados en las tumbas de los grandes señores. Sin embargo, los
fenicios no articularon sus dominios en una organización política y administrativa y
cada ciudad mantuvo su autonomía y unaaguda rivalidad con las demás. Esta
circunstancia facilitó su sometimiento avasallaje por parte de los egipcios a partir
del milenio II a.C., pero no impidió las relaciones con los egeos. Serían
precisamente los pueblos del mar quienes liberarían a las ciudades fenicias de la
tutela faraónica hacia el 1200 a.C.

Asirios, babilonios, persas y finalmente helenos ocuparon el país fenicio en el curso


de los siglos y afectaron gravemente su economía. En el 333 a.C.,Alejandro el
Magno, tras la batalla de Issos, arrebató Biblos a los persas y la helenizó. Tras el
dominio griego y un período anárquico, los romanos incorporaron Biblos, en el 64
a.C.,a la provincia de Siria, y construyeron numerosos templos y edificios públicos.

Pregunta:

J2-46. Según el texto, los fundadores de Biblos son:


Seleccione una:
a. Los de gubla
b. Los ugaríticos
c. Una comunidad de pescadores
d. Los de gebal

a 21

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Enunciado de la pregunta

Pregunta:

J3-11. Se desea llenar las casillas restantes del cuadro mostrado enla figura, de
manera que cada uno de los números 1, 2, 3, 4 aparezca en cadafila y columna del
tablero. El número demaneras en que esto se puede hacer es:
Seleccione una:
a. 1
b. 2
c. 4
d. 8
Pregunta 22

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Enunciado de la pregunta

1
Se define la operación * en el conjunto de los números reales diferentes de cero así:

20. Si a *b = b *a, entonces, de las afirmaciones siguientes la única verdadera es:

Seleccione una:
a. La igualdad se cumple para todos los reales distintos de cero
b. La igualdad se cumple cuando uno de los dos es igual a cero
c. La igualdad se cumple siempre y cuando a=b ó a=-b, siendo a y b distintos
de cero
d. La igualdad se cumple sólo cuando a=1 ó b=1
Pregunta 23

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Enunciado de la pregunta

1
Pregunta:

J2-11. Un pueblo tiene un extraño conjunto de límites de velocidad. A 1 km del centro del pueblo
hay un aviso que dice 120 km/h, a ½ km del centro un aviso dice 40km/h, a 1/3 km hay un
aviso que dice 20 km/h, a ¼ km el aviso dice 12 km/h y a 1/5 km hay un aviso que dice
“detenga el vehículo”

11 La distancia recorrida por el vehículo (en kilometros) desde el primero hasta el último aviso es:

Seleccione una:
a. 1/5
b. 2/3
c. 3/4
d. 4/5
Pregunta 24

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Enunciado de la pregunta

1
Enunciado J1-24-25

Un colegio ha recibido dos propuestas de dos empresas A y B para el transporte de los alumnos del
grado 11 a un sitio recreativo que se describen así:

La empresa A cobra un costo fijo de $148000 y $15000 por cada alumno trasportado.

La empresa B cobra un costo fijo de $400000 y 11000 por cada alumno transportado.

25. El número mínimo de alumnos que se requieren tranportar, a partir del cual el costo de la propuesta
de la empresa B es menor que el de la empresa A es:

Seleccione una:
a. 59
b. 64
c. 65
d. 67
Pregunta 25

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0 qaid=104264&qub 0

Enunciado de la pregunta

1
En una clase de matemáticas el profesor escribió la siguiente secuencia:

41 32 23 24 15 16 18

y explicó a sus estudiantes que esta secuencia se describía a sí misma, porque en


ella se puede interpretar el 41 como que en la secuencia figura 4 veces el 1, de la
misma manera se hace una interpretación de los demás términos de la secuencia.

Luego pidió a cuatro de sus estudiantes que escribieran una secuencia que se
describiera a sí misma y los estudiantes escribieron las siguientes:

a. 31 22 33 17 19

b. 31 12 33 15

c. 21 32 33 24 15

d. 21 32 23 16

De las anteriores secuencias la única que no corresponde a una secuencia que se


describe a sí misma es:

Seleccione una:
a. a
b. b
c. c
d. d
Pregunta 26

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0 qaid=104265&qub 0

Enunciado de la pregunta

En una delegación formada por 200 deportistas se determinó que:


64 son atletas

86 son ciclistas

90 son mujeres de las cuales 30 son atletas y 36 ciclistas.

El número de deportistas de la delegación que no son ciclistas, ni atletas, ni


mujeres es:

Seleccione una:
a. 26
b. 36
c. 40
d. 44
Pregunta 27

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0 qaid=104266&qub 0

Enunciado de la pregunta

La pirámide de la figura está formada por 16 cubos de igual tamaño. El área total
de la pirámide es de 864 cm2.

La longitud AB de la base de la pirámide es:

Seleccione una:
a. 16 cm
b. 28 cm
c. 64 cm
d. 112 cm
Pregunta 28

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0 qaid=104267&qub 0

Enunciado de la pregunta

Enunciado J3-28. Dos firmas vendedoras de automóviles designadas por A y


Btienen las siguientes formas de pago mensuales para sus vendedores:

 La firma A paga un salario básico de $900.000 y 1.750.000 porcada auto


vendido

 La firma B paga un salario básico de $1.560.000 y 1.530.000por cada auto


vendido.

Pregunta:

J3-28. El número mínimo de automoviles mensuales que se requierevender a partir


del cual el ingreso de un vendedor de la empresa B es menor queel de la empresa
A es:
Seleccione una:
a. 3
b. 4
c. 6
d. 8
Pregunta 29

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0 qaid=104268&qub 0
Enunciado de la pregunta

La pirámide de la figura está formada por 16 cubos de igual tamaño. El área total
de la pirámide es de 864 cm2.

La pirámide se desarma y todos los cubos llenan completamente una caja de 16 cm


de largo por 8 cm de ancho. La altura de la caja en centímetros es:

Seleccione una:
a. 4
b. 6
c. 8
d. 12
Pregunta 30

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0 qaid=104269&qub 0

Enunciado de la pregunta

Enunciado J1-37-39.
El cuadro muestra el registro de las toneladas de alimentosque ingresan a la
Central Mayorista de Medellín, procedentes de 4 regiones delpaís, en un período
determinado.

Pregunta:

J1-39.

Con relación a la información del cuadro, el histograma anterior, puede representar:

Seleccione una:
a. El porcentaje de banano proveniente de cada región, con respecto al total de
banano.
b. El porcentaje de frutas de cada tipo, provenientes de la región R1, con
relación al total de frutas provenientes de esta misma región.
c. El porcentaje de piñas provenientes de cada región, con respecto al total de
piñas.
d. El porcentaje de frutas de cada tipo, provenientes de la región R2, con
respecto al total de frutas provenientes de esta misma región.

31

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0 qaid=104270&qub 0
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Enunciado de la pregunta
1

Pregunta:
J3-35. Dada la secuencia:

De los siguientes cuadros:

El cuadro que continúa la secuencia es:

Seleccione una:

a. A

b. B

c. C

d. D

Pregunta 32

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0 qaid=104271&qub 0
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Enunciado de la pregunta

EnunciadoJ2-13-14.
Cecilia, Diego, Fabio, Gloria y Mario tienen diferentes cantidades de dinero. Ni
Gloria ni Cecilia tienen tanto dinero como Fabio. Tanto Cecilia como Diego tienen
más dinero que Mario. Gloria tiene más dinero que Mario, pero menos que Cecilia.

Pregunta:

J2-14. Si adicionalmente se sabe que Diego no tiene tanto dinero como Gloria,
entonces el orden decreciente en el cual esta distribuido el dinero entre estas cinco
personas es:

Seleccione una:

a. Fabio, Gloria, Cecilia, Mario, Diego

b. Gloria, Fabio, Diego, Cecilia, Mario

c. Gloria, Fabio, Cecilia, Mario, Diego

d. Fabio, Cecilia, Gloria, Diego, Mario

Pregunta 33

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0 qaid=104272&qub 0
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Enunciado de la pregunta

Pregunta:J2-23
Se tiene una caja de caras rectangulares cuyo volumen es igual a 1000 cm3. Si el largo es cuatro veces el
ancho y la altura es el doble del ancho, entonces, el área superficial de la caja en cm2 es:

Seleccione una:

a. 1000

b. 800

c. 700

d. 500

Pregunta 34

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0 qaid=104273&qub 0
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Enunciado de la pregunta

Un agricultor quiere repartir 5.400 hectáreas de tierra entre sus tres hijos, de
forma directamente proporcional al tiempo que cada uno de ellos ha dedicado a
las tareas agrícolas que son 2, 3 y 4 años. El número de hectáreas que cada uno
recibirá respectivamente es:

Seleccione una:

a. 1200 1800 2400

b. 1100 2100 2200

c. 1300 1700 2400

d. 1400 1800 2200


Pregunta 35

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0 qaid=104274&qub 0
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Enunciado de la pregunta

El gráfico muestra las inversiones realizadas en 4 departamentos de una empresa.


El monto total de la inversión fue de 108.000 US.

Si la suma de las inversiones en B y C es de 28.080 US, entonces: la inversión


realizada en el departamento A, en US, fue de:

Seleccione una:

a. 50.000

b. 43.200

c. 41.300

d. 55.000

Pregunta 36

Sin responder aún

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0 qaid=104275&qub 0
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Enunciado de la pregunta

Cinco amigos Andrés, Bernardo, Carlos, Darío y Ernesto juegan a pasarse un


balón y lo hacen de la siguiente manera: Andrés se lo pasa a Darío, Bernardo se lo
pasa a Andrés, Carlos se lo pasa a Bernardo, Darío se lo pasa a Ernesto y Ernesto se
lo pasa a Carlos. Si al inicio del juego Darío tiene el balón, entonces al ser pasado
523 veces, quien tiene finalmente el balón es:

Seleccione una:

a. Andrés

b. Bernardo

c. Carlos

d. Darío

Pregunta 37

Sin responder aún

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0 qaid=104276&qub 0
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Enunciado de la pregunta

Pregunta:
J2-7.Aceptando como verdaderas las siguientes proposiciones:
· La ciudad A ha sufrido un sismo de 7 grados en la escala de Richter.
· No todos los edificios de la ciudad A son sismo-resistentes.
· Sólo los edificios sismo-resistentes soportan sin daño alguno un sismo de 7 grados en la
escala de Richter.

De las afirmaciones siguientes, la única que se puede concluir lógicamente de las


proposiones anteriores es:

Seleccione una:
a. Todos los edificios de la ciudad A no son sismo resistentes.

b. Ningún edificio de la ciudad A sufrió daño alguno en el sismo de 7 grados en la


escala de Richter.

c. Al menos un edificio de la ciudad A sufrió daños en el sismo de 7 grados en la escala


de Richter.

d. Muchos edificios de la ciudad A sufrieron daños en el sismo de 7 grados en la escala


de Richter.

Pregunta 38

Sin responder aún

Puntúa como 1,00

0 qaid=104277&qub 0
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Enunciado de la pregunta

Enunciado J2-37-38.

Un juego consta de 4 movimientos así:

N: No moverse.

A: Cuarto de giro a la izquierda.


B: Cuarto de giro a la derecha.

C: Medio giro.

Pregunta:
J2-38. De las siguientes igualdades, la única verdadera es:

Seleccione una:

a. A • N • B = A • C

b. C • A • N = C • C

c. A • A = B • B

d. B • C = A • B

Pregunta 39

Sin responder aún

Puntúa como 1,00

0 qaid=104278&qub 0
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Enunciado de la pregunta

Pregunta:

J3-29. Juan se ha ganado un premio el cual consiste en que recibirá, durante una
semana (7 días), cierta cantidad de dinero de tal manera que cada día recibe el
cuádruple del día anterior. Si el primer día recibe 16 dólares, entonces la cantidad
total de dinero que recibirá Juan es:

Seleccione una:
a. A

b. B

c. C

d. D

Pregunta 40

Sin responder aún

Puntúa como 1,00

0 qaid=104279&qub 0
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Enunciado de la pregunta

Pregunta:

J3-17. Cuando a un estanque le falta llenar el 30% de su capacidad contiene 10800 litros de agua más
que cuando estaba lleno al 30% de su capacidad.

La capacidad total del estanque, en litros es:

Seleccione una:

a. 27000

b. 32400

c. 36000

d. 43200

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