Sei sulla pagina 1di 1

2. Velocidad y duración del estímulo.

En este sentido podemos utilizar el ejemplo del portero de balonmano que debe reaccionar ante un
lanzamiento que se dirige hacia el a una gran velocidad por lo que deberá tener una gran capacidad de
percepción para poder detener el balón (puede ir tan rápido que casi no llegue a verlo). Evidentemente esto
no ocurriría ante un lanzamiento que le llega con poca fuerza ya que tendría tiempo de sobra para percibir la
trayectoria del balón y detenerlo

3. Grado de confusión de los estímulos a percibir.

Para ilustrar este caso utilizaremos el ejemplo de un portero de fútbol ante el lanzamiento de un libre directo,
ya que algunos jugadores del equipo contrario se pueden colocar en la barrera para obstaculizar la correcta
visión del balón y por tanto la correcta percepción de los estímulos necesarios por parte del portero para poder
detener el balón. En este caso la confusión desde el punto de vista perceptivo puede llevar a que la acción no
se realice correctamente.

Esto es algo que no ocurre en deportes como la halterofilia, en los que no hay posibilidad de confusión en los
estímulos que recibe el deportista antes de ejecutar la acción ya que hay pocos estímulos que percibir en un
inicio. El deportista realiza el agarre de la barra y lo único que tiene que hacer es levantarla.

En relación al mecanismo de percepción debemos hablar de dos elementos que tienen gran importancia y que
se desarrollan a medida que el deportista va mejorando en su proceso de aprendizaje deportivo. Nos referimos
a la atención selectiva y a la capacidad de anticipación

A través de aprendizaje el individuo debe identificar y atender selectivamente a aquellos estímulos que van a
tener mayor influencia en la organización de su movimiento, es decir, deberá desarrollar la atención selectiva.
De esta forma aprenderá a concentrarse en aquellos estímulos que son realmente de importancia e ignorar
aquellos otros que no influyen en la realización de la tarea.

Otro aspecto es la capacidad de anticipación o de interpretar correctamente los estímulos que se dan en el
contexto deportivo entorno con anterioridad incluso a que se ejecuten. Aprender a percibir correctamente y
con tiempo suficiente a partir de unos pocos datos la totalidad de la acción comporta una serie de aprendizajes
en relación con el desarrollo de la atención selectiva que logran como producto final una gran capacidad de
respuesta. Desarrollar esta capacidad supone en primer lugar desarrollar la precisión en la apreciación
perceptiva; el principiante pasa por una primera fase en la que no hay anticipación perceptiva pero conforme
el alumno se familiariza con las trayectorias necesitará cada vez menor tiempo de observación para hacer una
valoración y comprometerse a actuar anticipándose a la acción. Es una fase posterior se empieza a desarrollar
el sentido de anticipación llegando este sentido al límite cuando se es capaz de prever la trayectoria incluso
antes de que el móvil haya salido de la mano del lanzador. Un ejemplo de esto podríamos señalarlo cuándo
jugador de tenis profesional como Nadal intuye el tipo de golpo que va a hacer su rival en función de cómo
lanza la pelota en el saque, como coge la raqueta y como sitúa a los pies al sacar.

Potrebbero piacerti anche