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DEFENSA SICILIANA

LA VARIANTE NAJDORF
Pedro Cherta

Esta variante, que en la actualidad es una de las favoritas en el enorme complejo que significa la
Defensa Siciliana, tiene, sus antecedentes en el siglo antepasado, época en la que se colocaron los
cimientos teóricos de las aperturas.
Pero, en realidad, se juega con frecuencia y amplio conocimiento de causa a partir de la década 1940
a 1950, en la que el gran maestro Najdorf la aplicó con asiduidad en partidas de torneos magistrales,
y por esta causa se la conoce corrientemente con su nombre.
En publicaciones ajedrecistas del Este europeo se denomina «el sistema 2. ..., d6; y 5. .... a6», sin
duda por entender que no ha sido Najdorf quien primeramente jugó la variante; pero nosotros opinamos
que en la misma forma que allí conocen antiguos sistemas con los nombres de Kan, Sosin, Taimanov,
etcétera, podemos nosotros distinguirla con el del gran maestro polaco- argentino.
Las jugadas que constituyen la variante Najdorf son:

1. e4 c5

2. Cf3 d6
3. d4 cxd4
4. Cxd4 Cf3
5. Cc3 a6

O sea, que, como en el sistema Paulsen, las negras juegan a6 ya en los primeros movimientos, para
impedir a las blancas la instalación de una pieza (caballo o alfil) en su casilla b5. Pero, por lo demás,
el sistema Najdorf es totalmente distinto. En primer lugar, las negras no juegan de inmediato e6,
aunque las más de las veces lo hagan prontamente, sino d6. En segundo lugar, y esta es
verdaderamente la auténtica característica del sistema, el caballo de dama negro raras veces se
desarrolla por la casilla c6. Casi siempre lo efectúa por la casilla d7, y ello, como ocurre generalmente
con todas las comparaciones, tiene ventajas y desventajas. Como quiera que son largas de enumerar,
las iremos viendo en los análisis y comentarios que desarrollaremos paulatinamente.
Para combatir la variante Najdorf las blancas disponen principalmente de las siguientes respuestas:
1. 6. Ag5,
2. 6. Ac4,
3. 6. f4,
4. 6. Ae2,
5. 6. g3,
6. 6. h3,
Las dos primeras son las que gozan de mayor aceptación, con toda justicia. Su extensa gama de
líneas de juego, de hondo contenido táctico, lo justifica plenamente. Otras jugadas carecen de
importancia teórica, o revierten rápidamente a las variantes principales mencionadas.

CAPITULO 1
(1. e4, c5; 2. Cf3, d6; 3. d4, cxd4; 4, Cxd4, Cf6; 5. Cc3, a6)
6. Ag5

Esta jugada es afín al sistema Rauser en la Defensa Siciliana (1. e4, c5; 2. Cf3, Cc6; 3. d4, cxd4; 4.
Cxd4, Cf6; 5. Cc3, d6; 6. Ag5), (diagrama) pero aquí el caballo de dama negro no se ha desarrollado
todavía y en su lugar se ha efectuado la jugada a6. El objetivo principal es continuar 7.Axf6, y tanto si
la respuesta es 7...gxf6; como 7.....exg6; las negras se encuentran ya de inmediato con un peón
doblado sin compensación, por lo menos aparente, que justifique tal situación. Además, ahora no
sería bueno aplicar el sistema del dragón (6...g6), toda vez que después de7. Axf6, exf6; las negras
tendrían, además del peón doblado, una seria debilidad en el peón de dama aislado y retrasado. En
consecuencia, no parece haber mejores respuestas que 6… e6, y 6…. Cbd7; que evitan el doblaje
de peones y encajan perfectamente en el espíritu estratégico del sistema Najdorf.

Veámoslas por el mismo orden.

SECCIÓN A
(1.e4, c5; 2. Cf3, d6; 3. d4, cxd4; 4. Cxd4, Cf6; 5. Cc3, a6; 6. Ag5)
6.... e6
7. f4

Ésta es la jugada que más se aplica modernamente. Con toda seguridad es la más activa, toda vez
que se amenaza 8. e5, muy fuerte en esta posición.

Merece mención aparte la jugada del gran maestro Pachman, 7. Df3, (véase diagrama), cuyo motivo
principal es preparar el enroque por el lado de dama. Las negras disponen de diversas respuestas:

a) 7.h6; 8. Ah4, (8. Axf6, Dxf6; 9. Dxf6, gxf6; 10. 0-0-0, b5; 11. a3, Ab7; 12. f4, Cd7; 13. f5. Re7; con
juego equivalente), 8. ..., Cbd7; (8.... Ae7; 9. 0-0-0, Cbd7; 10. g4, Dc7;
11. Ag3, Ce5; 12. De2, Cexg4; 13. Ah3, h5; 14. f4, con ventaja para las blancas); 9. 0-0-0, Ce5; (9 ...
Dc7; 10. Ag3!); 10. De2, g5; 11. Ag3, Ad7; 12. h4, Tg8; 13. hxg5, hxg5; 14. Cf3, Dc7; 15. De3, Ae7;
16. Ae2, b5; (Spasski-Petrosian, XXII Campeonato ruso). La posición es compleja, tal vez ligeramente
favorable a las blancas.
b) 7. ..., Cbd7; 8. 0-0-0, Dc7; 9. Dg3!, (jugada clave que presiona los puntos d6 y g7, preparando el
avance f4) 9. ..., b5?! ; (es un tanto arriesgado este avance de peón. Más prudente es 9......Ae7; y
eventualmente 10. .... 0-0); 10. Axb5, axb5; 11. Cdxb5, Db8; (11..... Da5; 12. Axf6, Cxf6; 13. Txd6!,
Cxe4; 14. Cc7+, Dxc7; 15. Txe6+, Rd7; 16. Td1 +, Cd6; 17. Cb5, Dc5; 18. Cxd6, Rxe6; 19. Db3+, Re5;
20.f4+, Rxf4; 21. Dg3++!; partida Grankin-Gutkin, 1968. Una bonita miniatura. No vale tampoco
11.....Dc5; por 12. Ae3, Dc6; 13. Cxd6+, Axd6; 14. Txd6, Db7; 15. e5, Ch5; 16. Dg4, g6; 17. Txe6+,
fxe6; 18. Dxe6+, Rf8; 19. Ah6+, Cg7; 20. Cd5, Cc5; 21. DÍ6+, Re8; 22. Dxg7, Dxg7; 23. Axg7, Tg8; 24.
Cc7+, Rf7; 25. Cxa8. Las blancas, que tienen cinco peones por una pieza ganan con relativa facilidad;
partida Vernei-Beliavski, 1970); 12. Cxd6+, Axd6; 13. Dxd6, Dxd6; 14. Txd6, según una conocida
partida Bronstein-Najdorf, Buenos Aires, 1954. Siguió 14....... h6; 15. Ad2, Ab7; 16. f3, 0-0-0; con juego
equivalente, pero parece mejor para las blancas 15. Axf6, Cxf6; 16. Thd1.

c) 7. Ae7; 8. 0-0-0, (caso de 8. Ae2, para enrocar corto, las negras pueden seguir 8.......Ad7; 9. 0-0,
Cc6; 10. Tfd1, Tc8; 11. Cxc6, Txc6; 12. Td3, h6; 13. Ae3, b5; 14. a3, e5; con juego más o menos
igual, partida Nicolic-Milic, Belgrado, 1966) 8.Dc7; (lógica jugada que aparta esta pieza importante
de la peligrosa columna central de dama. Las alternativas son 8. .... Ad7?; 9. e5, dxe5; 10. Cxe6!,
fxe6; 11. Dxb7, con ventaja para las blancas; y 8. .... Cbd7; 9. Tg1, Dc7; 10. g4, iniciando el ataque
por el flanco de rey. Puede seguir 10. .... b5; 11 .a3, Ab7; 12. Axf6, Cxf6; 13. g5, Cd7; 14. Dh3, 0-0-0;
15. f4, con mejor juego para las blancas); 9. Dg3!, 0-0; (antes de emprender el contra juego por el
flanco de dama hay que asegurar al rey. Resulta peligroso ya enseguida 9. .... b5; 10. f4, Cbd7; y
ahora sigue el clásico sacrificio en posiciones de este estilo 11. Axb5, axb5; 12. The1, 0-0; -12. ....
b4; 13. Ccb5, Db8; 14. e5, dxe5; 15. fxe5, con fuerte ataque- 13. e5, Ch5; 14. Df3, Cxf4; 15. Axe7!,
Cxe5; 16. Dxf4, Dxe7; 17. Cdxb5, con ventaja para las blancas. Tampoco es convincente 9....... Cc6;
10. Cxc6, bxc6; 11. Í4, h6; 12. Axf6, gxf6; -12. ..., Axf6; 13. e5, seguido de 14.Ce4- 13. Dg7, Tf8; 14.
Ac4, la iniciativa es para las blancas); 10. f4, Cbd7; 11. Ad3, b5; 12. a3, Tb8; 13. The1. A esta
posición se llegó en una partida Konstantinopolski-Friedstein, que puede considerarse como modelo
en esta variante. Siguió 13. ..., b4; 14. axb4, Txb4; 15. e5, dxe5; 16. fxe5, Txd4; 17. exf6, Dxg3; 18.
hxg3, Cxf6; 19. Axh7+, Cxh7; 20. Axe7, Txd1+; 21. Txd1, Te8; con juego equivalente.

d) 7. Ad7; (una buena variante para las negras. El objetivo es jugar Cc6, y caso de contestar las
blancas Cxc6 responder con Axc6); 8. 0-0-0, Cc6; 9. Tg1, (ahora 9. Dg3, puede ser contestado con
9......h6; y caso de 10. Ae3, -10. Axf6, Dxf6- entonces 10. .... Dc7; y eventualmente, enroque por el
lado de dama), 9. ..., Ae7; 10. g4, Cxd4; (una partida Torán-Wexler, Buenos Aires, 1955, siguió 10.
... Dc7; 11. Ae3, Cxd4; 12. Axd4, e5; 13. Ae3, Ac6; 14. g5, con mejor juego para las blancas); 11.
Txd4, Da5; 12. Ae3, Ac6. Las negras, que pueden enrocar también por el lado de dama, no tienen
dificultades.

El maestro soviético Muhin ha aplicado en alguna de sus partidas la jugada 7. Dd3, (véase diagrama).
El objetivo principal es el mismo, o sea, inmediato enroque largo; pero aquí el avance f4 de las
blancas puede efectuarse sin preparación alguna. En una partida Muhin- Platonov, 1969, se jugó 7.
Dd3, h6;8. Ah4, Ae7; 9. f4, Cbd7; 10. 0-0-0, Dc7; (es a considerar 10…g5l?; 11. fxg5, Cg4; 12. Ag3,
Cge5; 13. De2, hxg5; 14. Cf3, Da5; 15. Rb1, b5; con contra juego para las negras, partida Muhin-
Kamenov, 1968); 11.Ae2, b5; (11......Cc5; 12. Df3, Ad7; 13. f5! , e5; 14. Cb3) 12. Af3, Ab7?; (jugada
instintiva, que en este momento resultó fatal. Era necesario precederla de 12. Cc5; para desviar la
dama blanca, y entonces sí Ab7. Una demostración más de que es preciso mantener una vigilante
atención en cualquier fase de la partida); 13. Cxe6!, Sorprendente jugada que decide rápidamente.
Continuó 13.......fxe6; 14. e5, dxe5; 15.Dg6+, Rf8; 16. Axf6, Axf6; (16.....
Cxf6; 17. Axb7, Dxb7; 18. fxe5, y las blancas recuperan la pieza con ventaja posicional decisiva); 17.
Ah5, Cc5; 18. fxe5, Axe5; 19. Thf1+, Af6; 20. b4! , Ae4; 21. Txf6+, gxf6; 22. Dxf6+, Rg8; 23. Cxe4,
abandonan.

La variante 7. Dd3, ha sido hasta ahora poco experimentada, y a juicio del autor merece mayor
investigación.

En respuesta a 7. f4, (posición del diagrama), las negras disponen de varias líneas a seguir.
Veamos:
1. 7...., Db6;
2. 7...., b5;
3. 7…, Ae7;
4. 7...., Cbd7;
5. 7…, Ad7;

Todas ellas, excepto la última (arriesgada continuación de Polugaiewski), tienden a impedir un


inmediato e5 por parte de las blancas. Las vamos a analizar con todo detalle.

APARTADO PRIMERO
(1. e4, c5; 2. Cf3, d6; 3. d4, cxd4; 4. Cxd4, Cf6; 5. Cc3, a6; 6. Ag5, e6; 7. f4)

7…, Db6

Esta jugada, que desclava la dama y ataca el indefenso peón b2 blanco, fue considerada, por
principio, como inoperante, dado que la amenaza Dxb2 no era tomada seriamente en consideración.
Pero los profundos análisis actuales y numerosos ejemplos prácticos en partidas de torneo, han
demostrado que hay mucho a discutir sobre lo bueno y malo que puede acarrear la captura del
famoso «peón de la herencia». El gran maestro norteamericano Fischer ha sido uno de los que más
ha arriesgado en el experimento.
Corrientemente, las blancas responden con la jugada de Keres 8. Dd2, (que elegimos para la
variante principal), cediendo el discutido peón, pero de no estar el jugador de las blancas conforme
con ello, puede continuar con 8. Cb3, (véase diagrama anterior). Después de 8.Cbd7; (8......De3+; 9.
De2, Dxe2+; 10. Axe2, Cbd7; 11.0-0-0, b6; 12. f5, e5; es ligeramente ventajoso para las blancas,
partida Keres-Van den Berg, 1958. Pero es interesante 8. .... h6; 9. Axf6, -no vale 9. Ah4, por 9. ...
De3+ ganando el peón f-, 9. ..., gxf6; 10. f5, h5!; 11. Ae2, De3; 12. Dd3, Dxd3; 13. cxd3, Cd7; 14. 0-
0, Re7; según una partida Van den Berg-Olafsson, 1961, con posibilidades equivalentes); 9. Df3,
Dc7; 10. 0-0-0, (para impedir b5 de las negras, puede jugarse 10. a4. Después de 10. .... Ae7; 11.
Ad3, h6; -o bien 11. ... b6; para 12....... Ab7- 12. Dh3, Tg8; 13. Ah4, g5; 14. fxg5, hxg5; 15. Af2, b6;
partida Gufeld- Suetin, Tiflis, 1967, la ventaja de las blancas, si existe, es mínima), 10. Ae7; (ahora
es posible 10....... b5; pero después de 11. a3, Ab7; 12. Axf6, Cxf6; 13. f5!, las blancas obtienen un
juego prometedor con la apertura de líneas. Caso de que las negras sigan 13......e5; para cerrar
el centro, puede contestarse 14. g4, h6; 15. h4, Db6; 16. Ag2, Ae7; 17. g5, con iniciativa para las
blancas) 11. g4, (11. Ad3, h6; 12. Ah4, g5!; 13. fxg5, Ce5; 14. De2, Cfg4; 15. Cd4, -15. h3, Cxd3+; y
16......Ce5- 15..... hxg5; 16. Ag3, Ad7; con juego satisfactorio para las negras), 11. .... b5; (ya no hay
opción. Es preciso desarrollar el alfil de dama por la casilla b7 y preparar el contra juego en este
flanco. La alternativa 11. ..., h6; 12. Ah4, g5; 13. fxg5, Ce5; 14. Dg3, Cfxg4; 15. gxh6, Txh6; -después
de 15. .... Axh4; 16. Dxh4, De7; 17. Del, Txh6; 18. Dd2, las negras se encuentran ante problemas de
difícil solución-; 16. Axe7, Dxe7; 17. h3, -hay que liberar a la dama blanca de la tarea de defender el
peón h, 17....... Ad7; 18. Ca5, 0-0-0; 19. Tg1, Cf6; 20. De3, favorece decisivamente a las blancas,
que amenazan simultáneamente Dxh6 y Da7) 12. Axf6, (no resuelve nada 12. h3, Ab7; 13. Ag2, Tc8;
con buen juego para las negras), 12. ..., Cxf6; 13. g5, Cd7; 14. Ag2, Ab7. Hemos llegado a una
posición compleja y difícil de enjuiciar. Las blancas mantienen la iniciativa, pero las negras pueden
obtener excelente contra juego en el flanco de dama.
En lugar de la jugada del texto, 7. .... Db6; se ha aplicado también con frecuencia la intermedia 7. ...,
h6; (véase diagrama núm. 8). Después de 8. Ah4, Db3; se ha venido preconizando por la teoría la
jugada 9. Dd3, (aunque también vale 9. Dd2, como en la variante principal. Por ejemplo: 9....... Dxb2;
10. Tb1, Da3; 11. e5, dxe5; 12. fxe5, Cfd7; 13. Ac4, y ahora, en caso de 13......Ae7; puede seguir el
clásico sacrificio 14. Cxe6!? , que veremos a lo largo de la citada variante principal. Favorece a las
negras 13. Ae2, -en lugar de 13. Ac4-, 13......Ae7; 14. Ag3, Ag5; 15. Dd3, Cc5; 16. Df3, 0-0; etc.
También cabe la posibilidad de que las blancas jueguen 11. f5, -en vez de 11. e5 ; como casi
siempre que las blancas efectúan esta jugada, es mejor para las negras el desarrollo del caballo
dama por la casilla c6: 11. f5, Cc6; 12. Cxc6, bxc6; 13. e5, Cd5; 14. Cxd5, cxd5; 15. Ae2, h5; 16. 0-0,
Dc5+; 17. Rh 1, dxe5; y el ataque de las blancas no parece tener grandes posibilidades de
progresar; hay que tener en cuenta que en este momento las blancas llevan dos peones de
desventaja). La continuación lógica para las negras, dada la variante elegida, es 9. Dxb2. Después
de 10. Tb1, Da3; 11. e5, las negras disponen de:

a) 11. ..., Cd5; 12. Cxd5, Dxd3; 13. Axd3, exd5; 14. e6, fxe6; (14...., Cc6; 15. Cxc6, bxc6; 16.exf7+,
Rxf7; 17. Tb6, c5; 18. c4!, d4; 19. 0-0, y las blancas tienen ventaja posicional a cambio de un peón,
partida Mikenas-Tal. 1959); 15. Ag6+, Rd7; 16. f5, e5; 17. Ce6, b5; (17…, Ae7; 18. Axe7, Rxe7; 19.
Cc7, Ta7; 20. Cxd5+, Rd7; 21. 0-0); 18. a4, (no vale 18. Ae8+, Rxe8; 19. Cc7+, Rd7; 20. Cxa8, Ab7;
21. Cb6+, Rc7; 22. Af2, d4; y el caballo blanco está copado) 18. Ta7; (ahora sí que la amenaza Ae8+
era efectiva, toda vez que el caballo situado en b6 del paréntesis anterior podría ser defendido con
a5); 19. 0-0! A pesar de los dos peones de menos la posición de las blancas es preferible por su total
desarrollo. Las negras no tienen prácticamente jugada útil: por ejemplo, 19....... Ab7; sería
contestada con 20. f6!, (20..., Rxe6; 21. fxg7, Axg7; 22. Tf7).

b) 11. ...» dxe5; 12. fxe5, Cd5; (12......Cfd7?; 13. Cxe6!, y no vale 13....... fxe6; 14. Dg6++!); 13.
Cxd5, exd5; (13.....Dxd3; 14. Cc7+, Rd7; 15. Axd3, Rxc7; 16. Tf1); 14. e6, Ab4+; (tal vez sea mejor
14…, Dxd3; 15. exf7+, Rxf7; 16. Axd3, Cd7; 17.Af5, -17. Tf1+, Cf6; 18. Axf6, gxf6; 19. Tb6, Ae7-;
17…. Ac5; 18. Axd7, Axd4; 19. Axc8, Taxc8; 20. Txb7+, Rg6; y la ventaja de las blancas es
reducida); 15. Txb4!, Dxb4+; 16. c3, Dc5; 17. exf7 +, Rxf7; 18. Ae2, Cc6; (18.....Te8; 19. 0-0+, Rg8;
20. Dg6. Tf8; -20....... Txe2, 21. Tf7-; 21. Af6, Dc7; 22. Ad3); 19. Tf1+, Rg8; 20. Ah5, Ce5; 21. Dg3.
Las blancas tienen un juego muy superior, que compensa sobradamente el material sacrificado.

De todas formas, si las blancas quieren eludir esta gama de complicaciones, a 7. ..., h6; 8. Ah4,
Db6; pueden contestar 9. Dd2, Dxb2; 10. Tb1, Da3; y ahora 11. Axf6, en lugar de 11. e5, que
hemos visto en los paréntesis a) y b) anteriores. Después de 11. ..., gxf6; se entra en la variante
principal, que iremos desarrollando, pero con la circunstancia de que el alfil de rey de las negras no
puede ocupar la casilla h6 propia de inmediato, requiriendo para ello perder un tiempo para efectuar
h5. Finalmente, es a considerar por parte de las blancas la jugada 9. a3, (después de 7....... h6; 8.
Ah4, Db6). Las negras no pueden seguir 9. ..., Dxb2?; a causa de 10. Ca4, lo mejor parece ser 9. ...,
Cc6; (9.... Ad7; 10. Af2, Dxb2; 11. Cde2!). 10. Af2, y ahora, no siendo factible la captura temática
Dxb2, las negras no tienen otra solución que retirarse jugando 10. .... Dc7. Las blancas pueden
continuar cómodamente con 11. Df3, Ae7; 12. Ad3, Ad7; 13. 0-0, 0-0; 14. Tae1, con juego
satisfactorio. Y ahora volvamos a la posición del diagrama núm. 6, después de la jugada
7..., Db6; de las negras en la variante principal.

8. Dd2

La continuación de gambito introducida por Keres, a que hemos aludido. Si las negras quieren
justificar ahora la jugada 7........ Db6; deben continuar 8. .... Dxb2. Caso contrario, después de
enrocar por el lado de dama, las blancas tendrían posición superior. Por ejemplo, 8. ..., Cc6; 9. 0-0-0,
Cxd4; 10. Dxd4, Dxd4; 11. Txd4, partida Keres- Panno, Goteborg, 1955, en la que a pesar de la
liquidación de piezas se aprecia ventaja de desarrollo para las blancas.

8.... Dxb2

Las negras aceptan el reto y se aventuran en la infinita gama de complicaciones que se derivan de
esta captura de peón.

9. Tb1

Las blancas todavía tienen opción a continuar con 9. Cb3, jugada fuerte que amenaza ganar la dama
después de a3 y Ta2. Caso de 9. Cc6, puede seguir 10. Tb1!, (10. a3, Ca5!), 10...., Da3; 11. Axf6,
gxf6; 12. Ad3, Ag7; 13. 0-0, 0-0; 14. Tf3, con ventaja para las blancas (Matulovic-Kavalek. Sousse,
1967). Tal vez lo mejor para las negras, después de 9. Cb3, sea 9. ..., Cbd7; que en caso de 10. a3,
permite también 10. ..., Cc5;. Después de 10. Axf6, (10. Ad3, Cc5), 10. ..., gxf6; 11. Ae2, Da3; 12. 0-
0, h5; 13. Rh1, Ae7; 14. Tad1, Cc5; el juego es complicado y no fácil de decidir. Una partida
Kuzmin-Platonov, Harkov, 1967, siguió 15. f5, Ad7; 16. fxe6, fxe6; 17. e5, Cxb3; 18. axb3, fxe5; 19.
Ce4, d5. Aunque las blancas tienen ventaja en su desarrollo, no parece bastante para decidir el
juego. La partida terminó con empate en la jugada 38.

9.... Da3

(Véase diagrama siguiente).


Hemos llegado a la posición «clave» de toda la variante Durante mucho tiempo se ha discutido
sobre el mejor camino a adoptar por las blancas en este momento, a elegir entre 10. e5, 10. f5, y 10.
Axf6. Vamos a analizar estas tres continuaciones por el mismo orden.

VARIANTE PRIMERA

10. e5
10.... dxe5

Ésta es la contestación que se aplica con preferencia. Algunas veces se ha jugado 10. ..., h6; 11.
Axf6, (11. Ah4, dxe5; 12. fxe5, Cfd7; 13. Ac4, Ae7!; o bien 13. Ce4, Dxa2!; 14. Tb3, Da1+; 15. Rf2,
Da4; 16. Ab5, axb5; 17. Cxb5, Ac5+; en ambos casos con ventaja para las negras) 11. gxf6; 12.
Ce4, fxe5; 13. Tb3, (después de 13. íxe5, dxe5; 14. Cf6+, Re7; 15. Cf5+, exf5; 16. Cd5+, Re8; 17.
Cc7+, Re7; 18. Cd5+, las blancas solamente pueden forzar el empate por jaque perpetuo, partida
Voorema-Schmid, Riga, 1961), 13...., Da4; (13......Dxa2; 14. Cf6+, Re7; 15. fxe5, dxe5; 16. Cf5+,
Rxf6; -16. .... exf5; 17. Cd5+, Re6; 18. Cc7+, con ventaja para las blancas- 17. Dd8+, Rg6; -17......
Rxf5; 18. Tf3+- 18. Ce7+, Axe7; 19. Dxe7, Da5+; 20. Re2, Cc6; 21. Tg3+, Rf5; 22. Tf3+, Re4; 23.
Te3+, Rd5; 24.c4+, Rxc4; 25. Dd6, Rb5; 26. Tb3+, Rc4; 27. Tb1, y las blancas ganaron. Una
interesante partida Spais-Sorokin, 1968, en la que tal vez pueda mejorarse alguna jugada por parte
de las negras, pero siempre en posición inferior); 14. fxe5, dxe5; 15. Cf6+, Re7; 16. Cf5+, Rxf6; 17.
Dd8+, Rxf5; (en relación con la variante anterior, ahora, con la dama negra en a4, la jugada 18.
Tf3+, puede ser contestada con 18. .... Rg6; 19. Df6+, Rh7; 20. Ad3+, e4); 18. Ad3+, e4; 19. 0-0+,
Re5!; (jugada de Fischer. Si 19....... Rg6; -19. .... Rg4; 20. Ae2++-; 20. Df6+, Rh7; 21. Tf4!, Ag7; 22.
Txe4, Axf6; 23. Tg4+, y mate a la siguiente); 20. Df6+, Rd6; 21. Dxh8, Cd7; 22. Txf7!, (22. Ae2, f5!;
y las negras estarían a salvo, con ventaja de material. La jugada 22. Txf7!, debida a los maestros
holandeses, asegura las tablas 22. .... exd3; 23. Txd3+, Rc6; (23...., Rc7; 24. Dxf8); 24. Txf8,
Cxf8; 25. Dxf8, Rb6; 26. Df2+, Rc7; 27. Dg3+. Tablas. Toda la variante es muy complicada y
susceptible de ser analizada con mayor detención.
La jugada 10. .... Cfd7; fue refutada en una partida Keres-Fuderer, 1955, con 11. f5!, Cxe5; 12. fxe6,
fxe6; 13. Ae2, Cbc6; 14. Cxc6, bxc6; 15. Ce4, d5; 16. 0-0, Da4; 17. Ah5+, Rd7 (17.....g6; 18. CÍ6+);
18. Txí8, y as negras abandonaron ante la amenaza Cc5+. Tampoco vale 10.......Cd5; por 11. Cxd5,
exd5; 12. Tb3, Dxa2; 13. Te3, con múltiples amenazas.

11. fxe5 Cfd7


12. Ac4
Jugada de Keres considerada como la mejor continuación en la actualidad. Las otras dos posibles
líneas de juego, 12. Ae2, y 12. Ce4, han caído en desuso. Veamos algún ejemplo:

a) 12. Ae2, Da5; (variante de Tolush. Mejor que 12. ..., Dc5; 13. Ca4, Dxe5; 14. Cxe6, Dxe6; -14.
16, 15. Cxf8!-; 15. Cb6, Ac5!; -obsérvese que el motivo principal de la variante consiste en la
inmovilización del caballo negro situado en d7-; 16. Cxa8, 0-0; y en opinión de Euwe las blancas
están algo mejor); 13. Cb3, (13. 0-0, Ac5; 14. Rh1, Axd4; 15. Dxd4, Cc6; 16. Df2, 0-0; y el peón e
blanco cae irremisiblemente) 13. Dc7; (ahora no 13.... Dxe5; por 14. Af4, Df5; 15. 0-0, y el desarrollo
de las blancas es avasallador); 14. 0-0, Cxe5!; 15. Ce4, f5!; 16. Ah5+, g6;
17. Cf6+, Rf7; y las negras conservan el peón con juego excelente.

b) 12. Ce4, h6; (fina jugada de Spasski que obliga el desplazamiento de este alfil hacia la casilla h4.
Siguiendo la variante veremos la importancia de este detalle); 13. Ah4, (si 13. Af4, abandonando la
amenaza sobre la casilla d8, las negras ya no tienen nada que temer)
13. Dxa2; 14. Tb3, Da1+; 15. Rf2, Da4. Ahora puede comprobarse la importancia de la jugada 12.a
de las negras. No es posible la combinación 16. Cxe6?, fxe6; 17. Cd6+, Axd6; 18. Dxd6, con la
amenaza de mate, a causa de 18....... Dxh4+.
Como quiera que las negras, con dos peones de ventaja completarán rápidamente el desarrollo, en
una partida Korchsnoi-Tolusch, 1958, las blancas continuaron a la desesperada con
16. Ab5, y después de 16. .... axb5;
17. Cxb5, Ac5+; 18. Cxc5, Dxh4+;
19. g3, Dd8; 20. Dd6, Cxc5; 21. Cc7+, Dxc7; 22. Dxc7, Cba6; las negras ganaron sin grandes
dificultades.

12.... Da5
Con toda probabilidad, lo mejor para las negras. Esta jugada ya fue practicada hace muchos años,
pero concretamente se ha popularizado después de la partida Mazzoni- Fischer, Mónaco, 1967.
Veamos, no obstante, otras posibles continuaciones para las negras:

a) 12. Ab4; (véase diagrama anterior), 13. Tb3, (una novedad teórica se produjo en una partida por
correspondencia Smeikal- Gutzler, 1967. Consiste en las jugadas 13. Cxe6, fxe6; -13. .... Axc3;
14. Cc7+, Rf8; 15. 0-0, Axd2; 16. Txf7+, Rg8; 17. Tf3++, o bien 15. .... Dc5+; 16. Ae3, Dxc4; 17.
Dd6+, Rg8; 18. Cd5, h6; 19. Txí7!-; 14. Txb4, Dxb4; 15. Axe6. El ataque es peligroso, pero después
de 15. .... h6!; las blancas vienen obligadas a actuar enérgicamente para no dar tiempo al desarrollo
del adversario. Por ejemplo 16. AÍ7+, -no vale 16. 0-0, por 16. ..., Db6+; seguido de 17. ..., Dxe6; -
16...... Rxf7; 17. Dd5+, - 17. 0-0+, Re8; 18. Cd5, Dc5+; 19. Ae3, Dc6; 20. e6, Ce5; 21. Cb6, Axe6;-
17. ..., Rg6; 18. Dd3, Rh5; -18....... Rxg5; 19.h4+,- 19. Dh3, Rxg5; y el ataque ha terminado. Es una
variante interesante, pero parece incorrecta por parte de las blancas), 13. Da5; 14. 0-0, (14. a3, Ac5;
-14.....Axa3; 15. Txa3, Dxa3; 16. 0-0, y las blancas, con un desarrollo completísimo tienen buenas
posibilidades de ataque-; 15. Axe6, 0-0!; según Euwe), 14. ..., 0-0; 15. Af6!? , (no se ve nada mejor,
toda vez que las negras amenazan Cxe5 liberando su juego con ventaja. Ahora no vale 15. Cxe6?,
ya que después de 15. .... fxe6; 16. Axe6+, Rh8; 17. Txf8+, Axí8; 18. Df4, Cc6; 19. Df7, Dc5+;
20. Rh1, CÍ6!; 21. Axc8, Cxe5; 22. De6, Ceg4; las blancas han de abandonar, partida Tringov-
Fischer, Habana, 1965), 15. ..., Cxf6; (en caso de 15......gxf6?; las blancas ganarían empezando con
16. Dh6, Dxe5; 17. Cf5!, exf5; 18. Ce4, Ad2; -18..... fxe4; 19. Th3-; 19. Cxd2, Dd4+; 20. Rh1, Ce5;
21. Tg3+, Cg4; 22. h3, De5; 23. Tt4!, De1+; 24. Cí1, Dxg3; 25. Txg4+, Dxg4; 26. hxg4, Cd7; 27. Cg3,
Rh8; 28. Ad3, y las negras ya no tienen defensa, partida Byrne- Evans, 1965. Tal vez sea más rápido
16. exf6, Rh8; —16. ..., Cxf6; 17. Txb4-; 17. Dh6, Tg8; 18. Ad3, Cf8; 19. Cf3, Axc3; -se amenazaba
Ce4 seguido de Ceg5-; 20. Txc3, Dxc3; 21.h4, seguido de Cg5. Incluso es posible que existan otras
líneas de juego para ganar, dado el retraso de desarrollo del flanco de dama de las negras); 16.
exf6, Td8; 17. Txb4!, (antes de que este alfil pueda retroceder hacia la casilla f8, apuntalando la
defensa y desviando la dama negra de la quinta horizontal) 17. Dxb4, 18. Dg5, g6; 19. Tf4, Txd4!;
(momento culminante de tan apasionante línea de juego. Con esta jugada las negras devuelven
material para ganar preciosos tiempos de desarrollo. Para el empate también vale 19...Df8; 20. Th4,
b5; 21. Ad3, b4; 22. Axg6!, -22. Cce2, Td5; o bien 22. Cf3, bxc3; 23. Txh7, Td5!; 24. Dh4, Dc5+;
seguido de Th5-, 22. ..., hxg6; 23. Th6, Txd4; 24. Txg6+, y tablas, partida Hartston-Mecking,
Hastings, 1967. En otra partida Tringov-Palmason, Habana, 1966, las negras jugaron 19.......b6 -
amenaza Dc5-; 20. Th4, Df8; 21. De3, Ta7?; 22. Ce4, Tad7; 23. Txh7!, y tuvieron que abandonar
ante la continuación 23. .... Rxh7; 24. Dh3+, seguido de 25. Cg5); 20. Dh6, (si 20. Txd4, sigue
20......Cc6; 21. Th4, Dxc3; o bien 21. Tf4, Df8; 22. Th4, Ad7; 23. Ce4. Cd4; 24. Txh7!, Cf5!; 25.Th3,
Db4!; con la fuerte amenaza De1+), 20..... Df8; 21. Dxf8+, Rxf8; 22. Txd4, Cc6; 23. Td6, (23. Th4,
Rg8; -23..... h5; 24. g4, Ce5; 25. Ae2-; 24. Ce4, Ce5; aunque de todas maneras, las negras han
pasado lo peor), 23. ..., Re8; 24. Ce4, Ad7; 25. Cc5, Ce5; 26. Ab3, Rd8. Las negras van, por fin, a
liberarse y tienen un peón de ventaja. Hemos seguido el desarrollo de una partida Byrne-
Zuckermann, Nueva York, 1967.

b) 12. Ae7?! ; (véase diagrama anterior). Una continuación poco clara para las negras, que ha caído
en cierto desuso. 13. Axe6!, (es curioso comprobar cómo en este tipo de variantes se repite
constantemente el mismo tema), 13. ..., 0-0; (no vale 13…, fxe6; 14. Cxe6, Axg5; 15. Cc7+!, Rd8; 16.
Ce6+, Re8; 17. Cxg5, Da5; 18. 0-0, Cxe5; -la amenaza e6 era muy fuerte-; 19.De3, Cbc6; 20. Tbd1, -
20. Cf7, Tf8!-, 20. ..., Tf8; 21. Tfe1, Ad7; 22. Td5, Dc7; 23. Dc5, y la posición de las negras es
insostenible. Tampoco sirve 13...., Axg5; 14. 0-0!, Axd2; 15. Axf7+, Rd8; 16. Ce6+, Re7; 17. Cd5++;
o a la inversa 15. ..., Re7; 16. Cd5+, Rd8; 17. Ce6++); 14. 0-0, (ahora no es bueno para las blancas
14. Axf7+, Txf7; 15. e6, Tf8; 16. Cd5, Cf6; etc.; tampoco es convincente 14. Cd5, a causa de 14.......
Axg5, 15. Dxg5; Da5+!; 16. c3, h6); 14. ..., Axg5; (en una partida «modelo», Duckstein-Euwe, Clare
Benedict, 1956, las negras aceptaron la pieza; 14…, fxe6; 15. Cxe6, Cc6; 16. Cd5!, Ac5+; 17. Rh1,
Ccxe5; 18. Cxf8, Axf8; 19. Cc7, Tb8; 20. Dd5+, Rh8; 21. Ce6, Cg6; 22. Dd4, Cf6; 23. Cxf8, Cxf8; 24.
Tbe1, y las blancas ganaron. Es mejor, pero insuficiente, 14.......Cxe5; 15. Cd5!, Cbc6; 16. Cxc6,
Cxc6; 17. Cxe7+, Cxe7; 18. Axf7+, y las blancas igualan el material, con posición superior, toda vez
que no es posible 18....... Txf7?; a causa de 19. Dd8+); 15.Dxg5, h6; (no vale 15......Dxc3; 16.
Cf5!, Dxe5; 17. Ch6+, Rh8; 18. Cxf7+, Txf7; 19. Dd8+, Cf8; 20. Dxf8+, y mate a la siguiente); 16.
Dh5, (la mejor retirada. Por ejemplo: 16. Dh4, Dxc3; 17. Txf7, Txf7; 18. Dd8+, Cf8; 19. Axf7+, Rxf7;
20. Tf1+, Rg6; 21. Txf8, Ad7!; 22. Cf3, De3+; 23. Rh1, Dc1+; 24. Cg1, Dxc2; sin que se acierte a ver
una continuación satisfactoria para las blancas. O bien 16. De3, fxe6; 17. Cxe6, Txf1+; 18. Txf 1,
Cc6; 19. Dg3, De7; 20. Cc7, Tb8; 21. C3d5, Dc5+; 22. Rh1, Cdxe5; etc.); 16. ..., fxe6; (no es buena
para las negras la simplificación 16…, Cxe5; 17. Dxe5, Axe6; 18. Cxe6, fxe6; 19. Txb7!, Txf1+; 20.
Rxf1, Del +; 21. Rf2, Dxc2+; 22. Re1, Dc1+; 23. Cd1, análisis de Wolf. Ni tampoco 16........ Dxc3; 17.
Txf7, Dxd4+ ; 18. Rh1, Rh8; 19. Tbf1, ganando); 17. Cxe6, Txf1+; (difícil encrucijada para las
negras. Por ejemplo: 17......Cf6; 18. exf6, Axe6; 19. fxg7, Txf1 +; 20. Txf1, Dxc3; 21. Dxh6, Dxg7; 22.
Dxe6+, Rh8; 23. De8+, Rh7; 24. Tf7, ganando. O bien 17....... Dxc3; 18. Cxf8, Dc5+; 19. Rh1, Cxf8; -
19...... Cf6; 20. Txf6, gxf6; 21. Ch7!, Rxh7; 22. DÍ7+, Rh8; 23. exf6, Dg5; 24. De8+, Rh7; 25. Dxc8,
con clara ventaja para las blancas, análisis de Jermakov y Shaposnikov-; 20. DÍ7+, Rh7; 21. Dxf8,
Cd7; -después de 21. ..., Dxf8; 22. Txf8, Cd7; 23. Te8, b5; 24. Td1, Cb6; 25. e6, las blancas tendrían
ventaja material suficiente para ganar-; 22. Df5+, Rh8; 23. Tbd1, De7; 24. Td6. con la amenaza Te6.
O todavía 17. ..., De7; 18. Cxf8, Cxf8; 19. Cd5!, Dc5+; 20. Rh1, Dxd5; 21. Tbd1, Dxd1; -21...... De6;
22. Txf8+-; 22. Txd1, Cc6; 23. De8. Tb8; 24. Td8!, Cxd8; 25. Dxd8, Rf7; 26. Dc7+, Cd7; 27. Dd6, con
posición ganadora para las blancas); 18. Txf1, De7; 19. Df5, Cb6!; (es preciso impedir Cd5, seguido
de Cdc7 por parte de las blancas); 20. DÍ8+, Dxf8; 21. Txf8+, Rh7; 22. Cc7, Ta7; 23. e6, Cc6; 24.
Ce4. Con la amenaza Cd6 las blancas recuperan la pieza, con mejor juego. Boleslawski indica en
esta posición, como mejor, 24. ..., Rg6; 25. Cd6, Axe6; 26. Cxe6, Ta8; 27. Tf3!, con mejores
perspectivas para las blancas.

c) 12.Cxe5?! ; (véase diagrama siguiente). Peligrosa continuación que apenas se practica. Las
blancas toman rápidamente la iniciativa, empezando con 13. Cxe6!, Da5; (es claro que a 13......fxe6;
sigue 14. Dd8+, Rf7; 15. 0-0+, Rg6; 16. Tf6+, Rxg5; 17. Ce4+, y el rey negro se encuentra en una
red de mate); 14. Ad8, Cf3+; 15. gxf3, De5+; 16. Rd1, (o bien 16. Ce4, fxe6; 17. Ah4, Cc6; 18. 0-0,
b5; 19. Ad3, Ae7; 20. Axe7, Rxe7; 21. a4, con ventaja posicional para las blancas). 16....» fxe6; 17.
Cd5!, Ad6; (17......Rxd8; 18. Da5+); 18. Ag5, Cc6; 19. Af4, y las negras no tienen respuesta
adecuada para lograr la salvación. Por ejemplo, 19. .... Df5; 20. Axd6, Dxf3+; 21. Rc1, Dxh1+; 22.
Rb2, Dxb1+; 23. Rxb1, exd5; 24. Dxd5, con manifiesta ventaja para las blancas.
d) 12. ..., Dc5?! ;(véase diagrama siguiente); 13. Axe6!, (de nuevo el mismo tema) 13.......fxe6; (no
vale 13..., Ae7; a causa de 14 Axf7+, Rxf7; 15. 0-0+, Rg8; 16. Axe7, Dxe7; 17. Cd5, Dc5; 18. Cc7,
Dxc7; 19. Ce6, Dc6; 20. Dg5, etc.); 14. Cxe6, Dxe5+; 15. De3!, (jugada poco corriente, llevando
pieza de desventaja. Las blancas fuerzan el cambio de damas); 15...., Dxe3+;16. Axe3, Ad6; 17.
Cd5, Rf7; (recomendado por Darga, para conjurar la doble amenaza Cec7+ y Cxg7+); 18. Cec7,
Cf6; 19. 0-0, Rg6!; (jugada de VuKovic); 20. Cf4+, Axf4; 21. Txf4, Cc6; 22. Cxa8, Cd5. El juego se
equilibra. Así, pues, esta variante merece unos análisis más profundos.

Después de tan larga digresión, volvamos a la posición que refleja el diagrama después de la jugada
12. ..., Da5; en la variante principal.
La diferencia entre este movimiento y el que hemos visto en el comentario anterior d) consiste en
que después de las jugadas 13. Axe6, fxe6; 14. Cxe6, la dama negra (que ahora está en a5 y no en
c5) no queda atacada, y es factible 14. ..., Cxe5; (en lugar de 14. Dxe5+); 15. Ad8, Cf3+; 16. gxf3,
De5+; 17. Rd1, Axe6; 18. Te1, Df5; y lo peor ha pasado (19. Ah4, Cd7; 20. Ce4, Dxf3+; 21. Te2, Df1;
22. De1, Dxe1+; etc., según una partida Salamon-Murei, por correspondencia. 1970).

13. Cxe6?!

En esta variante principal vamos a seguir la partida, ya anteriormente mencionada, entre Mazzoni y
Fischer, Monaco, 1967, que terminó con una brillante victoria para las negras. Como quiera que
también cabe considerar la continuación 13. 0-0, veamos sus principales líneas de juego:
a) 13. 0-0, (véase diagrama número 19), 13. ..., Ab4; 14. Txf7!, Axc3; 15. Cxe6, (amenaza Cxg7++)
15... Rxf7; 16. Cc7+, Rg6; 17. Dd3+, Rxg5; 18. Ce6+, Rh6; 19. De3+, Rg6; 20. Dg5+, Rf7; 21. Cc7+,
Rf8; 22. Dd8++.
(Nota del editor MA40: Más rápido es 15. Te7+, Rf8: 16. Cxe6+, Rg8; 17. Txg7++.)

b) 13. 0-0, Cxe5; 14. Tbe1! , Cxc4; (14......Cbc6; 15. Cxc6, Cxc6; 16. Df4); 15. Df4, Cd6; 16. Ce4,
Dc7; 17. Cf5! , Cb5; 18. Td1, Cc6; 19. Dxc7, Cxc7; 20. Cfd6+, con ventaja decisiva para las
blancas (Boleslawski).

c) 13. 0-0, Ac5!; (probablemente, jugada única para refutar 13. 0-0. Las negras pretenden enrocar y
continuar el desarrollo con el rey en seguridad); 14. Txf7!? , Rxf7; 15. Axe6+, (15. TÍ1+, Re8; 16. Cd5,
Axd4+; 17. Dxd4, Cc6); 15. ..., Re8; 16. Af7+, (¡no hay opción! Las negras amenazaban Cc6!), 15. ...,
Rxf7; 17. e6 +, Rg8; (no hay mejor. No vale 17. .... Re8; 18. exd7 +, Cxd7; 19. Te1+, Rf8; 20. Df4+,
Cf6; 21. Axf6, gxf6; 22. Dxf6+, Rg8; 23. Te8+, y mate a la siguiente jugada.
Tampoco 17....... Rg6; 18. Dd3+, Rxg5; 19. Ce4+, Rh6; 20. Dh3+, Rg6; 21. Df5+, Rh6; 22. Dg5++); 18.
e7, (para forzar el sacrificio del poderoso alfil de rey negro. Otras jugadas menos enérgicas, como por
ejemplo 18. Rh1, -desclavando el caballo de d4- pueden ser contestadas con 18. ..., h6; que al tiempo
que amenaza el alfil blanco cede una casilla de escape al rey); 18. ..., Axe7; 19. Axe7, Cc6; (es a
considerar también 19...., h6; pero entonces con 20. Cdb5, axb5; 21. Dd5+, Rh7; 22. Df5+, las blancas
tienen, por lo menos, asegurado el empate por jaque perpetuo); 20. Cxc6, bxc6; 21. Tf1, (21. De2,
Ce5; 22. Tf1, Ag4; o bien 22. Cb5, cxb5!; 23. Dxe5, Db6+; 24. Rh1, De6. La jugada 21. Tf1, tiene por
objeto impedir el desarrollo del caballo negro, manteniendo anquilosado el flanco de dama del
adversario); 21... h6; 22. Dd3, Dh5. Las blancas tienen aún una torre menos, pero la posición no es
clara. No vale 23. Ce4, por la respuesta 23. ..., Dd5; pero tal vez sea posible 23. h3, para poder
contestar a 23.......De8; con 24. Dd6. Toda la variante, enormemente complicada, requiere nuevos
análisis.
Prosigamos a partir de la posición que refleja el diagrama número 18, después de la jugada 13.
Cxe6?! , de las blancas.

13.... fxe6

14. Axe6 Dxe5+


15. De3 Dxe3+
16. Axe3 Cc6
17. Cd5 Ad6
18.0-0 Cf6!

Con esta sencilla jugada las negras resuelven de un golpe todos sus problemas, y quedan con la
suficiente ventaja para ganar.

19. Cxf6+ gxf6


20. Txf6 Re7
21. Axc8 Rxf6

Se terminaron las complicaciones. Las blancas abandonaron la partida unas jugadas más tarde.

CONTINUA… Variante Segunda

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