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Para ello, tras una consulta de algunas de las revisiones in- TABLA Transiciones psicosociales fundamentales
ternacionales sobre el tema3,6,13,21, se realizaron reuniones 2
de discusión en un grupo de trabajo constituido a tal efec-
En la infancia
to, que desde entonces se reúne anualmente y cuya pro- Pérdida o separación de los padres
puesta de actuación se expondrá a continuación. Pérdida del contacto con el medio del hogar familiar por acontecimientos
El Dr. Jorge Tizón, psiquiatra de atención primaria espe- como son el ingreso en un hospital o el internado en una escuela
cializado en la clínica e investigación en este ámbito, actuó En la adolescencia
como consultor e introductor de las discusiones del grupo. Separación de los padres, del hogar y de la escuela
En los adultos jóvenes
Propuesta de actuación Rotura matrimonial
Embarazo (especialmente el primero)
Para la prevención de los trastornos mentales y la ayuda a Nacimiento de un niño disminuido
la resolución de los conflictos psicológicos, hemos realiza- Pérdida del trabajo
do una priorización de los problemas a partir de determinados Pérdida de un progenitor
factores de riesgo o vulnerabilidad. Con una perspectiva ge- Emigración
neral: el equipo de atención primaria (EAP) puede en- En los adultos ancianos
frentarse a los mismos: a) tanto en el contexto de su acti- Jubilación
Pérdida de las funciones físicas
vidad asistencial cotidiana general (con todo tipo de Duelo
consultantes), como b) en su relación con los consultantes Pérdida del ambiente familiar; por ejemplo, al ingresar en residencias
con trastornos mentales, como c) en el seno de otros pro- de ancianos
Enfermedad o incapacidad en miembros próximos de la familia
gramas preventivos o de promoción de la salud (tabla 1).
La segunda premisa básica constata la realidad de que di- Tomada de RCGP, 1981.
chos factores de riesgo se pueden detectar en la mayoría de
los casos a partir de las denominadas transiciones o crisis
psicosociales: el conjunto de acontecimientos vitales particu- tuaciones en forma de trastorno mental. El denominador
lares que producen reacciones psicológicas y trastornos por común es que el individuo está sufriendo las consecuencias
los que se consulta al médico de familia o que se detectan de la elaboración (emocional) de una transición o crisis
a partir de la entrevista clínica cuando el paciente acude psicosocial del tipo de las señaladas en la tabla 2, lo cual le
por otro motivo3,15,22. Aunque la queja pueda ser de tipo obliga a abandonar una serie de asunciones de su forma de
físico (por ejemplo, cefalea, dorsalgia...) o psicológico (de- vivir previa y a la adaptación a un nuevo periodo o fase del
presión, ansiedad...), a menudo el paciente comunica (o el desarrollo individual1,3,22-24. Ello implica dejar un «mode-
equipo puede detectar) un momento de crisis, una reper- lo de su mundo» y de su identidad para incorporar en su
cusión de crisis anterior o bien la encronización de esas si- vida «uno nuevo», con los correspondientes cambios o
trasformaciones conductuales y de identidad personal. Tal
situación vital va acompañada de un riesgo aumentado de
TABLA Niveles de actuación de la promoción de la salud mental presentar un trastorno mental, en función de sus dificulta-
1 en atención primaria de dalud des tanto generales como individuales (tabla 3), a la vez
Niveles Requerimientos que ofrece la posibilidad al profesional de la salud de ayu-
Con todos los consultantes
dar al paciente a integrarse en la nueva situación.
En las actividades asistenciales Conocimientos y sensibilidad psicosocial La comisión o grupo de trabajo ha considerado las transi-
cotidianas Habilidades para la entrevista clínica ciones y crisis psicosociales habituales de la población en
En las actividades preventivas Conocimientos y sensibilidad psicosocial
nuestros medios socioculturales1,3,22-27 y en las diversas
cotidianas Conocimientos y entrenamiento para la etapas de la vida: infancia, adolescencia, vida adulta y an-
dinámica de grupos cianos. En cada uno de estos grupos se han intentado prio-
Habilidades para la relación asistencial rizar las transiciones psicosociales o factores de riesgo so-
En los conflictos y problemas Conocimientos y sensibilidad psicosocial bre los que actuar y se han analizado las recomendaciones
emocionales y de los Conocimientos y entrenamiento para la en los diversos ámbitos de influencia. La idea general en
consultantes: duelo, pérdidas, dinámica de grupos. este caso, de tipo pragmático y operativo, era proponer un
embarazo, puerperio, destete, etc. Habilidades para la relación asistencial
programa constituido por una serie de subprogramas de
Con los consultantes con Determinación de grupos o situaciones actuación sencillos, operativos, poco costosos, eficientes y
trastorno mental abordables en APS
– Determinación de la población
accesibles28. Un programa que pudiera, por tanto, combi-
– Determinación de las actividades narse con o completar otros programas de promoción de la
Según programas preventivos Determinación de grupos o situaciones
salud sin complejificar en exceso las tareas de los compo-
y de promoción del propio equipo abordables en APS nentes de los equipos.
– Determinación de la población Para cada uno de tales programas se estudiaron somera-
– Determinación de las actividades mente sus consecuencias a tres niveles (tabla 4):
TABLA Factores que dificultan la elaboración de las TABLA Aspectos a tener en cuenta en cada programa
3 consecuencias de las transiciones psicosociales 4
Factores situacionales Básicos: prioridades de formación en salud mental previas sobre:
Cambios vitales masivos cuya magnitud sobrepasa la capacidad de la Entrevista clínica
persona para poder solucionarlos Perspectiva o modelo biopsicosocial
Falta de una familia u otros sistemas de soporte social bien estructurados Ayudas psicosociales y psicológicas en APS
o de la «capacidad» para enfrentarse con las burocracias de la asistencia
Factores de riesgo y vulnerabilidad
Cambios parecidos a los que llevaron a problemas no resueltos
De la infancia y adolescencia
en el pasado
De los adultos
Cambios no deseados, inesperados y prematuros y para los que
De la tercera edad
no ha existido preparación anticipada o ésta ha sido inadecuada
Áreas de influencia
Factores de vulnerabilidad
La administración y sus capacidades legislativas y normativas
Bajo nivel socioeconómico
Presencia de varios niños pequeños en el hogar Los servicios comunitarios
Desempleo Sociales
Hogar con excesivo número de inquilinos en relación al espacio disponible De salud mental
Bajo nivel de autoestima Pedagógicos
ciones recomendadas).
Programa preventivo general y básico sión cree importante el valor formativo de algunos cursos
El grupo de trabajo inició su discusión valorando como y seminarios de reciclaje en marcha o en proyecto en di-
deficiente la formación de los profesionales de la atención versas comunidades del Estado para la formación de di-
primaria en el ámbito psicosocial, tanto a nivel de conoci- chos profesionales y, en particular, de aquellos que mejoran
mientos, habilidades e instrumentos básicos del mismo co- desde la práctica y la vivencia las habilidades y capacidades
mo a nivel de actitudes; en particular, en el ámbito de la para la entrevista clínica o la relación asistencial en gene-
entrevista clínica y los conocimientos, habilidades y actitu- ral (por ejemplo, cursos prácticos y operativos sobre técni-
des necesarias para llevar a cabo la «ayuda psicológica» en cas de entrevista, grupos «tipo Balint» para el desarrollo de
atención primaria. Desde esta perspectiva, se valoró como las capacidades de empatía de los profesionales, etc.). En
prioritario realizar un esfuerzo, tanto desde los colectivos resumen, se considera necesario mejorar las capacidades de
de profesionales de atención primaria como desde la Ad- los profesionales de APS al menos en los siguientes apar-
ministración, para mejorar la formación de médicos y en- tados:
fermeras en este terreno. En tal sentido, la comisión valo- 1. Formación psicosocial y en el «modelo biopsicosocial».
ró la necesidad de realizar importantes cambios en los 2. Conocimientos sobre psicología humana más aplicables
currículos de licenciatura. A nivel posgraduado, la Comi- a la clínica cotidiana.
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chas veces ya es asumida por los profesionales de atención
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TABLA Funciones parentales en la familia (en nuestra cultura y TABLA Aspectos más relevantes a valorar por los EAP durante
1 desde el punto de vista psicológico) 2 el embarazo
1. Cuidado y sustento Provisión de alimento, «Urdimbre Actitud de aceptación o rechazo ante el embarazo
corporales básicos vestido, refugio... afectiva»
Capacidad para expresar sus sentimientos en torno al embarazo
2. Funciones Amor-ternura/Odio «Urdimbre
Embarazos previos
(emocionales) Esperanza/Des-esperanza afectiva»
introyectivas y proyectivas Confianza/Des-confianza Experiencias en embarazos previos: abortos, partos complicados, trastornos
que dan lugar a la mente Contención: capacidad psicopatológicos durante los mismos...
y al pensamiento de empatizar con el niño Edad de la mujer (mayor riesgo de depresión en menores de 20 años)
+ ponerle límites
Estabilidad de la pareja
3. Relación sujeto–objeto Creación del objeto* Función de diada
interna Creación del sujeto Monoparentalidad
Creación del espacio Trato y cuidados recibidos por los hijos ya existentes
mental
Antecedentes de maltrato infantil
4. Funciones de límites Formas de comunicación Triangulación originaria
y contención (complejo de Edipo) Composición familiar (otros miembros aparte de la pareja)
5. Organización Conciencia moral Soporte del que dispone (recursos humanos, afectivos, materiales)
y desarrollo del super-yo Moral, motivación, Situación laboral y tipo de actividad
premios, logros
Seguimiento adecuado y periódico de los controles médicos
Objetivos, valores,
lealtades Antecedentes personales patológicos, para valorar si se trata de un embarazo
Formas de apoyo en de alto riesgo médico
crisis familiares
Padres con limitación intelectual (oligofrenia, coeficiente intelectual límite)
y sociales
Aspiraciones sobre uno Factores de riesgo señalados en el anexo 1 del programa «Antecedentes
mismo (ideal del YO) de patología psiquiátrica en los padres»
6. Identidades En la psicosexualidad Antecedentes, en cualquiera de los progenitores, de uno de los 7 diagnósticos
psicosociales En la agresividad- destacados en el anexo 1 del programa «Antecedentes de patología
fundamentales destructividad psiquiátrica en los padres»
En el conocimiento
TABLA Características fundamentales de los grupos de ayuda TABLA Características fundamentales de los grupos de ayuda
5 psicológica a las embarazadas 7 psicológica a las puérperas o madres de lactantes
Objetivos Favorecer la expresión verbal de fantasías y temores respecto Objetivos Favorecer la expresión y contención de las importantes
al embarazo, parto y cuidados del bebé para «socializar» y ansiedades sobre la crianza y desarrollo psicofísico del bebé y
contener las «ansiedades» al respecto
la relación temprana con éste
Favorecer el fantasear o «imaginar» sobre el hecho de ser
madre y sobre el bebé, con el fin de facilitar la creación Favorecer y trabajar las diversas formas de contener las
temprana del objeto interno correspondiente y, por lo tanto, la demandas del bebé para que la madre pueda atenderlas sin
de un «lugar psíquico» en el núcleo familiar ansiedad excesiva
Favorecer la transferencia con una «figura materna» Facilitar la introyección del bebé como un «objeto interno
(psicóloga en los grupos psicológicos; comadrona en las bueno», no persecutorio, proporcionando así al bebé un lugar
charlas y en la gimnasia...) comprensiva y desculpabilizante
psíquico adecuado en el módulo familiar
Favorecer que las mujeres puedan compartir el proceso que
viven con su pareja y la expresión verbal entre los futuros Destacar la importancia de la figura del padre, favoreciendo el
padres de lo que significa ese bebé que puedan compartir juntos el cuidado del bebé
Metodología Grupo abierto, cuya composición oscila entre 6 y 20 Aclarar dudas, problemas y ansiedades referidas a conductas
miembros o procesos psicofísicos del niño
Proporcionar estímulo inicial en forma de charla, de unos 20
minutos de duración sobre diversos aspectos del embarazo y Ayudar a mantener la lactancia materna
el parto: por ejemplo, los temas propuestos en Tizón 1996 y Detección de trastornos mentales graves en el puerperio o de
1997
graves alteraciones en la relación madre-bebé para intentar su
Facilitar que las madres (y padres) asistentes hablen de sus tratamiento precoz
vivencias del embarazo y de las fantasías respecto al mismo y
al parto Metodología Grupo abierto, cuya composición oscila preferentemente entre
6 y 10 miembros (dadas las importantes ansiedades y
Intervenciones «contenedoras» de la ansiedad proporcionando
temores que pueden aflorar, no es conveniente un grupo
coordinación, integración, señalamientos e información más
que realizar interpretaciones de los contenidos o del grupo mayor)
Tomada de Tizón, 1996 y 1997. Proporcionar estímulo inicial en forma de charla sobre
diversos aspectos en relación al posparto: por ejemplo, sobre
TABLA los temas propuestos en Tizón 1996 y 1997
Criterios pragmáticos para determinar el estado de salud
6 emocional de la madre durante el puerperio Facilitar a las madres la expresión de fantasías, temores y
dudas en relación al recién nacido y a su relación con él
¿Existen criterios de depresión mayor diagnosticada?
¿Hay momentos buenos durante el día? Intervenciones «contenedoras» de la ansiedad proporcionando
¿Puede la mujer cuidar a su hijo con buen humor en algún momento del día? coordinación, integración, señalamientos e información más
que realizar interpretaciones de los contenidos o del grupo; en
¿Los trastornos del estado de ánimo («blues» del puerperio) duran más
ocasiones señalamientos ilustrativos sobre las conductas que
de 4-6 semanas?
los lactantes presentes mantienen con sus madres
¿La madre puede cuidar al bebé o lo ha cedido a otras personas
por sentirse incapacitada en su cuidado? Tomada de Tizón, 1996 y 1997.
En medio de toda esa serie de cambios y duelos biopsico- 4. Porque incide en una persona cuyo rol y estatus sociales
sociales, es natural que otro cambio de la magnitud de un aún no están definidos.
primer embarazo suponga importantes sobrecargas bioló- 5. Porque las ansiedades y conflictos profundos que todo
gicas, psicológicas y sociales. Y hemos de recordar que no embarazo y recién nacido desencadenan pueden interferir
se trata de una situación excepcional, ni mucho menos: ac- de forma grave en la elaboración del conflicto psicosocial bási-
tualmente se calcula que corresponden a embarazos de co de la adolescencia: logro de la identidad frente a confusión del
adolescentes el 3-4% de los recién nacidos vivos en la Co- rol y el self3,9.
munidad Autónoma de Madrid y en Catalunya, una pro- 6. Porque el aborto, espontáneo o intencional, es más fre-
porción importante aunque sea más baja que la de países cuente en estas edades, y no hay que olvidar que el aborto,
como Canadá, Estados Unidos, Australia, Inglaterra o Ga- y en especial el aborto repetido, es una importante transi-
les. En otras comunidades autónomas españolas las cifras ción psicosocial que implica sufrimiento mental y social (o
son más elevadas: en Canarias, Castilla-León y Galicia las bien, una enorme energía dedicada a la disociación del
adolescentes acumulan aproximadamente el 7% de los na- mismo). Puede favorecer pues la descompensación psicosocial
cimientos totales10. o emocional5,11,12,22,23.
Esas tasas parece que bajan paulatinamente en las comuni- 7. Porque la situación de niño no deseado al final del emba-
dades autónomas españolas con mayor desarrollo y cultu- razo es una situación de alto riesgo biopsicosocial para el be-
ra, lo que lleva a pensar a los sociólogos y demógrafos que bé y el niño. Y de riesgo psicológico (y tal vez psicosocial)
se trata de un dato sociosanitario directamente vinculado para la madre11,13,24.
al desarrollo cultural y, más concretamente, al aumento de 8. Porque, a menudo, en la adolescencia es difícil que exis-
la cultura en el grupo femenino y a la autonomización pro- ta una figura de apoyo y contención estable para esa madre.
gresiva de la mujer respecto a los varones en nuestras so- Frecuentemente no existe, o no existe con suficiente con-
ciedades11,12. tinuidad y coherencia, una pareja afectiva y sexual para la
Para resaltar las dificultades del embarazo en la adolescen- madre, con los problemas de des-contención y tendencia al
cia en nuestras sociedades, creemos que bastará con recor- desequilibrio que ello supone9,13,24,25.
dar un dato: el de abortos en la adolescencia respecto a Otra perspectiva para entender esta problemática es la que
otras edades. En efecto, la tasa de abortos por 100 recién tiene en cuenta las funciones parentales de la familia (y de las
nacidos vivos en Catalunya es de 67,4 en la adolescencia instituciones sociales substitutivas) en nuestra cultura.
–15-19 años (cifras de 1992)– y de 16,1 en las mujeres en Muy esquemáticamente diríamos que, incluso en el mejor
edad fértil (15-49 años)10. A pesar del desarrollo cultural y de los casos, cuando el cuidado y sustento básicos están ga-
de las campañas de educación sexual, la tasa de interrup- rantizados, la familia de adolescentes (y la familia adoles-
ciones voluntarias del embarazo (IVE) en esta edad pare- cente) tiene dificultades en la circulación de las funciones
ce estar experimentadndo un ligero aumento respecto a las (emocionales) introyectivas básicas y, en especial, de la con-
del conjunto de las edades fértiles. tención. Como consecuencia, la urdimbre afectiva madre-
Por otra parte, el embarazo en la adolescencia casi siempre hijo inicial y la constitución de la diada emocional suelen
es no deseado. Pero el dato psicosocialmente importante es resultar alteradas. Pero si falta un tercero, el padre, las fun-
que, en general, continúa siendo no deseado a lo largo del ciones de poner límites y de relación con las normas socia-
embarazo, el cual se interrumpe o bien da lugar al naci- les, o bien tiene que ser realizadas por la madre al tiempo
miento de un niño ambivalentemente deseado. Y no hay que que intenta proporcionar las funciones emocionales bási-
olvidar que el niño no deseado al final del embarazo es un ni- cas, o bien no existen, y madre y bebé se encuentran sin
ño de alto riesgo13-15. contención y, el segundo, sin límites para sus pulsiones,
crecientemente expresadas. Es natural entonces que las
Problemática del embarazo en la adolescencia identidades psicosociales fundamentales y los modelos de
En términos generales se considera que, en nuestra cultu- relación familia-exterior puedan quedar sumamente alte-
ra, el embarazo en la adolescencia puede ser un problema: rados.
1. Porque incide en una persona cuya identidad psicosocial Todo lo anterior no significa que siempre, ni universal-
no está asentada. En particular, la madre adolescente de mente, el embarazo en la adolescencia suponga un proble-
nuestra cultura no ha integrado suficientemente aún su ma en general. Si el embarazo es deseado y/o la cultura y
identidad personal y, menos aún, su identidad como mujer- el grupo social lo integra, o incluso se apoya en ese tipo de
posible-madre3,16-19. embarazos, los riesgo psicosociales disminuyen, aunque los
2. Porque incide en un organismo cuya integridad biológica riesgos biológicos puedan o no permanecer intactos26.
como adulta no está acabada, lo que predispone a proble-
mas con el embarazo, el parto y la lactancia5,16,17,20,21. Cinco problemas en la prevención
3. Porque la falta de identidad y estructuración del self, del En realidad, la problemática que presenta el tema de la
sí-mismo, de la adolescente la predispone, en sus relaciones prevención de la salud mental de la madre y el niño en el caso
sexuales, a las enfermedades de transmisión sexual5,11,22,23. de embarazo en la adolescencia es múltiple y compleja. Co-
mo esquema, podríamos agrupar los elementos de esa pro- TABLA Trastornos mentales de los padres que hay que tener
blemática en 5 apartados o «conjuntos de problemas» que 1 en cuenta y señalizar en la historia
deben atender los EAP.
Situaciones a considerar
1. Prevención del embarazo en la adolescencia mediante la
promoción de las medidas anticonceptivas y de autopro- Patología psiquiátrica diagnosticada en los padresa
Siete tipos de trastornos a los que conceder especial atenciónb
tección adecuadas, así como mediante el apoyo para el es- Trastornos delirantes
tablecimiento de relaciones significativas y la protección Esquizofrenia
ante las esporádicas. Trastornos depresivos mayores
Episodio de manía
2. Ayudar en la «maternización» de la persona que se vaya a
Intento de suicidio
hacer cargo del niño, si el embarazo se ha dado y sigue Trastornos graves de la personalidad
adelante. Alcoholismo y abuso de drogas
3. Apoyar la creación de algún tipo de triangulación origi- Sospecha de patología mental grave de los padres, por presentar éstos
naria) en la familia que va a recibir al niño. Habrá que o el niño alguno de los siguientes signos de alertac
orientar acerca de la conveniencia de que el niño sea cui- Agresividad dentro de la familia
Episodios reiterados de tristeza e inhibición
dado por 2 personas, a ser posible de diferente sexo (trian- Institucionalización psiquiátrica prolongada
gulación originaria). Sospecha de abuso de drogas
4. Asegurar que madre, niño y padre reciban las suficientes Carencias biológicas, psicológicas o higiénicas importantes
aportaciones de la familia y las instituciones sociales (micro o en los hijos o elementos que hacen pensar en una falta
de cuidados adecuados y continuados de éstos
macrosociales) como para posibilitar un desarrollo adecuado Malos tratos o abusos con los hijos
de la urdimbre afectiva de los primeros meses y el desarro- Episodios de ansiedad o depresión de la madre en el primer año
llo psicofísico saludable del bebé. de vida del niño
Aislamiento social de la familia
5. Sin olvidar que ese niño sigue siendo un niño de riesgo
desde los puntos de vista biológico, psicológico y social. aEl profesional debe tener en cuenta la posibilidad de que no se le
comuniquen (o no se hagan evidentes) los diagnósticos psiquiátricos previos.
bEscogidos por la accesibilidad de su diagnóstico o su comunicación en APS.
Detección desde la APS cLos signos de alerta obligan al profesional, en la medida de lo posible, a
algunos de tales indicadores, con especial hincapié en los años y anuales después, de forma similar a las pautas reco-
que son directamente captables en la entrevista clíni- mendadas en el subprograma «Hijos de padres con antece-
ca25,28,29. dentes psiquiátricos».
- Los indicadores y señales de alarma que se muestran en
Constitución de una triangulación originaria. las tablas 1 y 2 y en las dos primeras tablas del anexo del
Los cuidados somáticos y afectivos de la madre o sustitu- subprograma «Antecedentes de patología psiquiátrica en
ta hacia el hijo y las respuestas iniciales del recién nacido los padres».
conforman lo que se ha llamado urdimbre afectiva. En ella
se establecen las primeras relaciones sociales, tanto con- Propuestas de prevención
ductuales como mentales, en este caso diádicas: esa es la Las recomendaciones de la OMS respecto al tema podrí-
función de la diada. Pero desde el principio existen reac- an resumirse así:
ciones diferenciadas del feto y el bebé hacia el tercero: 1. Los programas escolares de educación sexual deben re-
padre, hermanos, allegados... Por eso se dice que el ser dirigirse, enfocándose no tan sólo hacia la explicación me-
humano nace con la preconcepción del tercero, con la pre- ramente fisiológica de la sexualidad humana, sino hacia un
concepción de la triangulación. La triangulación originaria concepto de educación y orientación integral para la vida
es, pues, la primera relación estrictamente social, que en familia.
obliga a salir de la simbiosis madre-hijo inicial, que orien- 2. Los centros de orientación familiar (normalmente lla-
ta al bebé hacia un tercero y, por lo tanto, hacia la socie- mados, ya de forma en sí misma parcializante, «centros de
dad, las normas y la cultura. Se trata por tanto de un en- planificación familiar»), así como los centros de salud, de-
tramado de relaciones conductuales y mentales berían poder garantizar, al menos inicialmente, el anoni-
(fundamentalmente afectivas) que engloba (y se apoya mato de los adolescentes consultantes por estos problemas.
en) la diada madre-hijo: es el conjunto de relaciones men- 3. Preparación del personal de dichos centros en el tema de
tales y conductuales que se desarrollan desde el principio la adolescencia y la entrevista con el adolescente.
de la vida entre el bebé, la madre o sustituta y el padre o 4. Asistencia hospitalaria realizada por personal también
substituto. especialmente preparado en el ámbito de la adolescencia.
Por ello, serán indicadores de problemas para esa madre y 5. Redes de asistencia social con programas especiales pa-
su eventual bebé: ra ayudar a este tipo de diadas y unidades familiares.
- Que el padre biológico no quiera o pueda participar en la Desgraciadamente, las recomendaciones 1, 3 y 4 tropiezan
crianza del recién nacido. con la escasa formación del personal sanitario en el ámbi-
- Máxime si, además, la madre no puede apoyarse para la to de la entrevista clínica y, más aún, en las entrevistas fa-
misma en otras figuras de vinculación cotidianamente alle- miliares y/o con adolescentes. De ahí que sea tan impor-
gadas. tante el programa preventivo en salud mental que hemos
- Si el bebé no interactúa además de con su madre o sus- llamado programa preventivo fundamental y básico en salud
tituta con una figura de distinto sexo a aquéllas. mental: la formación adecuada en salud mental y entrevis-
ta clínica del personal sanitario, de APS, servicios sociales
Asegurar las aportaciones familiares y sociales para esa y de servicios de orientación familiar y de ayuda a la mu-
diada o triángulo primitivos. jer.
Son indicadores importantes de problemas, ya señalados Habría que avanzar mucho más en el desarrollo de la se-
en las tablas 1 y 2 y en las 2 primeras tablas del anexo del gunda recomendación: garantizar, hasta donde sea legal-
subprograma «Antecedentes de patología psiquiátrica en mente posible, el anonimato de los adolescentes que con-
los padres», la inexistencia de medios económicos de sub- sultan por estos problemas, mejorar la relación entre los
sistencia para el triángulo inicial o para la diada madre-ni- centros de salud y los adolescentes, mejorar la formación
ño. Otro indicador es la inexistencia de un hogar de aco- clínica del EAP para la entrevista con adolescentes, mejo-
gida con medios suficientes: habitación propia para la rar la colaboración entre dichos equipos y los centros esco-
madre, libertad en sus desplazamientos por la casa, habita- lares, etc.
ción para el bebé en cuanto tenga unos meses, etc. El desarrollo de la quinta recomendación se halla también
en nuestro país en estado muy embrionario: abundan las
Atención al bebé y al niño como niño de riesgo guarderías y las instituciones «pedagógicas» de preescolar y
biopsicosocial. párvulos, pero existen pocos centros de día para niños y ma-
Los indicadores más sencillos en este caso son: dres con problemas: horario flexible, fomento de la red so-
- Las desviaciones y problemas hallados durante las visitas cial, apoyo para las madres... Movimientos como la «uni-
del niño sano. versidad abierta», los programas New-Pin, las «casas de los
- La no cumplimentación o cumplimentación irregular de colores», las «casas y centros de acogida» para madres re-
las visitas del programa del niño sano, que en estos casos cientes, etc.21,30,31, se hallan entre nosotros muy poco de-
recomendamos alargar con visitas cada 6 meses hasta los 6 sarrollados y subvencionados.
TABLA Resumen de las recomendaciones para la prevención en TABLA Recomendaciones del subprograma «Embarazo
3 salud mental en el caso del embarazo en la adolescencia 4 en la adolescencia» del PAPPS
Ayudar en la maternización de la futura madre Especial atención a las recomendaciones sobre planificación familiar en el
grupo de adolescentes (14-22 años; en las mujeres, desde la menarquia)
Ayudar en la consolidación de la diada y de una triangulación originaria
(la biológica o con sustitutos) En concreto, se deberá informar al menos de la posibilidad de embarazo
y de los métodos anticonceptivos a su alcance
Asegurar las aportaciones familiares y de las instituciones sociales necesarias
Debería recomendarse el uso del preservativo en las relaciones sexuales
Considerar al niño nacido de ese embarazo un niño de riesgo y asegurar
esporádicas y se informará de los factores de riesgo de adquirir una ETS
el seguimiento próximo y cuidadoso del Programa del «Niño Sano»
Con especial respeto a las opciones de las minorías éticas, a cuyos miembros,
sin embargo, se les proporcionará también la información adecuada
En caso de embarazo
Todo ello no hace sino resaltar aún más, si cabe, el papel Considerarlo embarazo de riesgo a todos los niveles y, desde luego,
en el psicológico y psicosocial
de los equipos de APS en este tipo de prevención. De ahí
que, desde la constitución del Grupo de Expertos en Pre- Especial atención a los programas de ayuda al embarazo y puerperio
(y a los componentes psicosociales de éstos.
vención en Salud Mental del PAPPS y la semFYC en
1991, el subprograma «Embarazo en la adolescencia» ha Entrevista familiar con el fin de reforzar el apoyo familiar y social
sido una de las actividades propuestas32. Colaborar en la búsqueda de una figura de apoyo continuado para la madre
En esencia, el subprograma se basa en las recomendaciones En caso de no existir padre con un contacto «cotidiano, afectivo y lúdico»
que se muestran en las tablas 3 y 4. Ese subprograma po- con madre y niño, recomendar la relación del niño con varones
a lo largo de su desarrollo
dría ser desarrollado como sigue, teniendo en cuenta los
problemas designados en el apartado 4. Atender al resto de las recomendaciones del programa
«Hijos de familias monoparentales» (PAPPS)
Efectividad y aceptabilidad de la intervención Especial atención a las relaciones padres-hijo a lo largo de toda la infancia
y adolescencia del recién nacido
desde la APS
Se ha demostrado la aceptación por parte de los adoles-
centes de este tipo de orientación familiar y psicosexual.
Su eficacia resulta más discutida, pero parecen resultar
más efectivos si se tienen en cuenta las recomendaciones embarazada, a la mujer en el puerperio y en las primeras
de la OMS de no entender la «educación sexual» como semanas de la relación madre-hijo es una inversión su-
«charlas sobre fisiología sexual» y poder presentar y, a ser mamente eficaz y eficiente en numerosos problemas fu-
posible, discutir con los adolescentes, perspectivas más turos: psicopatológicos, de aprendizaje, de marginación
globales sobre el tema: más que «hablar de sexo», se trata social...
de reflexionar junto con el/la adolescente sobre «psicose- 2. La aceptación de las recomendaciones de los apartados
xualidad». 2, 3 y 4 por parte de la adolescente y su familia depende
También se ha demostrado la utilidad de cara a la génesis en buena parte de la capacidad de contención y empatía
y estructuración de la «urdimbre afectiva», la «diada origi- del propio EAP, así como de su formación para la entre-
naria» y la «triangulación originaria», de los servicios so- vista clínica y para el modelo de asistencia que hemos lla-
ciales tanto profesionales como paraprofesionales, desgra- mado la atención sanitaria centrada en el consultante34-36.
ciadamente muy poco desarrollados en nuestro país. En No puede realizarse un trabajo preventivo adecuado en
particular, se han estudiado la efectividad, eficacia y efi- este ámbito si antes el EAP (o algunos de sus miembros)
ciencia de las organizaciones y servicios sociales que inten- no se siente suficientemente formado y motivado en los
tan favorecer, desde el embarazo o las primeras semanas campos que señalábamos como programa preventivo en sa-
tras el parto, la relación madre hijo y padre-madre-hijo. lud mental fundamental y básico y, en particular, en el cam-
Asimismo, existe suficiente información acerca de la efica- po de la formación para la entrevista clínica, individual y
cia de los servicios sociales en la mejora del pronóstico de familiar.
esos niños y familias13,30,31. Esas carencias institucionales y formativas representan
Los problemas para lograr la puesta en marcha y la efica- deficiencias graves de nuestro sistema sociosanitario y
cia de las medidas del programa aquí propuesto radican, problemas para nuestras propuestas preventivas. Pero al
pues, en los dos puntos siguientes: tratarse de un tema tan claro y tan humano como es el del
1. En nuestro país existen pocas organizaciones profesio- porvenir de miles de niños que nacen cada año en esas cir-
nales, paraprofesionales y no profesionales al respecto. Es cunstancias (y el de sus padres), tal vez reconocer esos pro-
un atraso histórico sobre el que debe llamarse la atención blemas nos aliente hacia actividades que tiendan a resol-
de las distintas administraciones: una atención precoz a la verlo.
TABLA Tareas y subtareas fundamentales para la prevención de los problemas de la salud mental del embarazo en la adolescencia36
5
Prevención del embarazo en la adolescencia
Antes del embarazo
Orientaciones sobre planificación familiar en todos los adolescentes (tabla 4)
Tratando con especial cuidado a las minorías étnicas
En caso de embarazo en una adolescente
Considerarlo embarazo de riesgo a nivel biológico, psicológico y social
Recomendar especialmente los programas de ayuda al embarazo y puerperio
Entrevista familiar con el fin de explorar la situación y asegurar el apoyo familiar y social
Colaborar en la búsqueda de una figura de apoyo para la madre
Revisar y aplicar las recomendaciones del subprograma preventivo «Hijos de familias monoparentales»
Especial atención en las visitas del «niño sano» a las relaciones padres-hijo. Revisiones más frecuentes:
una al mes hasta los 2 años, cada 6 meses hasta los 6 años y anuales después, hasta la adolescencia
Colaborar en la «maternización» de la futura madre
Explorar y ayudar a explorar los deseos/temores de IVE
Favorecer el apoyo familiar en la entrevista familiar
Favorecer el apoyo social: si hay carencias importantes, poner a la familia en relación con los servicios sociales a través del trabajador
social del centro
Si hay cesión del bebé, colaborar en que se defina claramente, tanto desde el punto de vista afectivo como legal
Ayudar a la definición de la diada: apoyar que, si la madre no se hace cargo del bebé, pero éste queda en la familia, que exista
una figura de vinculación para el niño suficientemente estable y cercana afectivamente
Salvo en este caso, en las entrevistas clínicas el EAP debería dirigirse fundamentalmente a la madre
Si el apoyo a la madre no es suficiente o suficientemente claro, ponerla en contacto con las organizaciones «profanas»
y semiprofesionales de este ámbito
Constitución de una triangulación originaria
Colaborar en la búsqueda de una figura de apoyo para la madre
Recomendar la relación cotidiana o casi cotidiana con individuos de género diferente al cuidador habitual, si éste lo hace en solitario
Atender al resto de recomendaciones del subprograma «Hijos de familias monoparentales»
Asegurar el apoyo familiar y social
Entrevistas familiares periódicas (al principio, cada pocos meses) para explorarlo y facilitarlo
Revisión en ellas de la situación no sólo familiar, sino social
Si fuera necesario, poner en contacto a la familia con el trabajador social del centro y/o con los servicios sociales
Atención al bebé y al niño como individuos de riesgo biopsicosocial
Especial atención al programa del «Niño sano», realizado con los criterios de «Hijos de familias monoparentales»
Revisiones mensuales hasta los 2 años, cada 6 meses hasta los 6 y anuales hasta después de la adolescencia
Especial atención, durante esas visitas al apartado de «Salud mental» de dicho programa
Especial atención al estado afectivo y relaciones de la madre
Especial atención a las relaciones padres-hijo a lo largo de toda la infancia y adolescencia del niño
las personas sexualmente activas y, en particular, a 11. Se ha demostrado en repetidas ocasiones la uti-
los adolescentes. lidad de las organizaciones profanas y semiprofe-
2. Maternización de la futura madre: sionales en este ámbito13,24,30,31. Si tras la o las en-
Para ello, ante todo, habrá que tener en cuenta las trevistas familiares el EAP aprecia insuficiencia en
cuatro primeras recomendaciones del subprograma la aportación emocional y la contención para con la
del PAPPS (apartado de salud mental) sobre el te- embarazada, directamente o a través del trabajador
ma (tabla 3): social del centro, habría de conectar a la adolescen-
1. Explorar y ayudar a explorar los deseos/temores te embarazada con dichas organizaciones o progra-
de interrupción voluntaria del embarazo. Debe ser mas, si son accesibles en su medio sociosanitario:
explorada y acogida la fantasía, el deseo o la posi- centros de acogida para madres, grupos de madres,
bilidad de una interrupción voluntaria del embara- grupos de lactancia, programas de apoyo al emba-
zo, dentro de los límites impuestos por la ética de razo, centros de día para madres y bebés, casas de
la familia y del EAP, así como de los imperativos acogida para madres y bebés, etc.
legales al respecto. 3. Constitución de una triangulación originaria.
2. Favorecer el apoyo familiar en las entrevistas fa- En primer lugar, el médico, la enfermera o el tra-
miliares. bajador social del centro deberían tener en cuenta
3. Favorecer el apoyo social: si hay carencias impor- las siguientes recomendaciones32:
tantes, poner a la familia en relación con los servi- 3.1. Colaborar en la búsqueda de una figura de
cios sociales a través del trabajador social del centro. apoyo continuado para la madre, orientando sobre
4. Si hay cesión del bebé, colaborar en que se defi- su importancia.
na claramente, tanto desde el punto de vista afec- 3.2. En caso de no existir padre con un contacto
tivo como legal. Si la madre decide llevar adelante «cotidiano, afectivo y lúdico» con madre y niño, re-
su embarazo y el niño va a ser cedido en adopción comendar la relación del niño con varones (por
legal o «de facto», el médico o el trabajador social ejemplo, familiares), a lo largo de su desarrollo.
del EAP deben investigar las características y se- Orientar sobre su importancia.
guridad de la cesión y cómo acepta la madre esa ce- 3.3. Atender al resto de las recomendaciones del
sión. subprograma «Hijos de familias monoparentales».
5. Ayudar a la definición de la diada: apoyar que, si la 4. Asegurar las aportaciones familiares y sociales para
madre no se hace cargo del bebé, pero éste queda en esa diada o triángulo primitivos.
la familia, que exista una figura de vinculación para el 1. Entrevistas familiares periódicas (al principio,
niño suficientemente estable y cercana afectivamente. El cada pocos meses) para explorarlo y facilitarlo.
médico de APS debe investigar quién se hará cargo 2. Revisión en ellas de la situación no sólo familiar,
del niño cuando nazca. Respuestas de «entre todos», sino social.
«ya veremos», «ayudaremos a la madre entre todos», 3. Si es necesario, poner en contacto a la familia
etc. no dan ninguna seguridad de que el bebé cuente con el trabajador social del centro, con los servicios
con una figura de vinculación suficientemente estable y sociales y/o las organizaciones profesionalizadas y
cercana, necesidad que es básica en los primeros años no-profesionalizadas sobre el tema.
de vida en la especie humana. 5. Atención al bebé y al niño por considerarlos de ries-
6. Salvo en este caso, en las entrevistas clínicas el go biopsicosocial.
EAP debería dirigirse fundamentalmente a la madre. 5.1. Especial atención al programa del «Niño sa-
7. Si el apoyo a la madre no es suficiente o sufi- no», reenfocándolo según las medidas propuestas
cientemente claro, ponerla en contacto con las or- en el subprograma de salud mental del PAPPS
ganizaciones «profanas» y semiprofesionales de es- «Hijos de familias monoparentales».
te ámbito: grupos y casas de acogida, grupos de 5.2. Esas visitas habrán de irse programando
discusión, grupos de mujeres... (mensualmente hasta los 2 años, cada 6 meses has-
8. Considerar que el embarazo es de riesgo a todos ta los 6 años y luego anualmente, hasta la adoles-
los niveles y, desde luego, en los ámbitos psicológi- cencia).
co y psicosocial. 5.3. Especial atención durante esas visitas al apar-
9. Prestar especial atención a los programas de ayu- tado de «Salud mental» de dicho programa.
da al embarazo y puerperio (y a los componentes 5.4. Especial atención a las relaciones padres-hijo a
psicosociales de los mismos). lo largo de toda la infancia y adolescencia del niño.
10. Colaborar en la búsqueda de una figura de apo- 5.5. Especial atención al estado afectivo y relacio-
yo continuado para la madre. nes de la madre4,33.
comparación de resultados entre diferentes estudios que sobrecarga de funciones parentales, del acceso desigual a
exploran grupos de niños de madres solteras, separadas, di- los recursos materiales y sociales y del menor grado de in-
vorciadas o viudas. serción de la mujer en el mundo laboral. Además, el impa-
En la literatura aparecen como sinónimos de familias mo- go de pensiones en familias monoparentales divorciadas o
noparentales los términos «familias rotas», «familias diso- separadas en nuestro país llega al 80% y el 65% de las ma-
ciadas» o «situaciones familiares inhabituales». El 90% de dres solteras no tiene trabajo. El hecho de que con relativa
los hogares monoparentales tiene una mujer como cabeza frecuencia la rotura familiar lleve aparejada la pérdida de la
de familia1-6. vivienda familiar coloca a estas familias monoparentales en
situación técnica de pobreza. Precisamente el término «fe-
Magnitud del problema minización de la pobreza» se acuñó para referirse a la si-
En España el total de familias monoparentales representa- tuación de empobrecimiento de las mujeres que crían ni-
ba un 9,5% de los núcleos familiares en 1991, frente al 6% ños pequeños solas9.
que suponía en 1981, lo que significa un incremento del Los hijos de madres adolescentes, las cuales en más de la
58% en ese período7-9. En 1997, según estimaciones del mitad de casos formarán hogares monoparentales, tienen
Instituto Nacional de Estadística (INE), un 12,4% de los mayores tasas de prematuridad y bajo peso al nacer, lo que
nacimientos ocurría fuera del matrimonio (de mujeres «no puede predecir peores niveles de salud y desarrollo10.
casadas»), cifra inferior al 21,7% que constituye la media Durante la infancia la presentación de síntomas clínicos
de los países de la Unión Europea, donde Grecia, con el depende, en gran medida, de la red de apoyo social y fami-
2,9% ostenta la cifra más baja y Suecia, con el 50%, la más liar, de la personalidad subyacente del niño, del momento
alta. evolutivo de éste así como de los conflictos, tensiones y
La viudedad explica un 6% de las familias monoparentales, discordias que el niño aprecia en el hogar antes de consu-
mientras que el divorcio justifica un 52% y las madres sol- marse la rotura familiar (en el caso del divorcio o separa-
teras el 37%. Este último grupo es el de más rápido creci- ción)5,15,16. Otras variables asociadas a las dificultades en-
miento, pasando de un 1% en 1971 al 7% del total de fa- contradas por los hijos de familias monoparentales son: los
milias en 1992. Un subgrupo de madres solteras proceden pobres recursos económicos de la madre, el estigma y baja
de los embarazos en la adolescencia, que en nuestro país expectativa social de estos hijos, la experiencia de conflic-
representan el 5,2% del total de embarazos2,7,9,10. tos en familias separadas o divorciadas, el estado psicoló-
gico de la madre, las características de la dinámica familiar
Evidencia científica en el hogar de la madre y la ausencia del padre (tabla 2).
La heterogeneidad de las familias monoparentales no sólo Los primeros trabajos que analizaron las repercusiones de
proviene del camino que han seguido en su formación o la familia monoparental en los niños señalaban que los hi-
del sexo del responsable, sino que presentan características jos nacidos «ilegítimos» tenían menor adaptación y rendi-
diferentes respecto a su estatus económico, etnia y cultura, miento escolar que los nacidos en el seno de hogares con-
no sólo entre ellas, sino también comparadas con las fami-
lias tradicionales. De ahí que en la investigación de las fa-
milias monoparentales deban emplearse marcos teóricos y TABLA Factores de riesgo de disfunción familiar y psicopatología
metodológicos adecuados que nos permitan diferenciar si 2 en las situaciones de monoparentalidad
los factores principales responsables de colocar a los hijos Disputas judiciales continuas e intensas por la custodia de los hijos
de estas familias en situación de riesgo psicológico están tras la separación
relacionados con la ausencia de un progenitor o con otras Situaciones de violencia verbal o física hacia el niño
situaciones asociadas a ellas: problemas económicos, ten- Aislamiento y pérdida de apoyos sociales de los progenitores
siones causadas por la rotura de la convivencia o falta de
Dificultades de elaboración del duelo de un progenitor fallecido por parte
apoyo social. del que sigue vivo
La pérdida o ausencia de uno de los cónyuges marca la evo- Mantenimiento de la ocultación o el secreto en relación a la muerte
lución de la familia en el aspecto afectivo, educativo y económi- del padre o circunstancias de ésta por parte del resto de la familia
co, ya que la ausencia del padre/madre supone que el su- Madre soltera adolescente con escasos apoyos de su familia
perviviente tiene que asumir nuevos y distintos papeles, lo o importantes conflictos con ésta
que puede originar cargas sobreañadidas que no se en- Situaciones socioeconómicas muy desfavorables
cuentran en las familias biparentales11-13. Esta situación Nivel bajo de bienestar psicológico en la madre
facilita las descompensaciones psicosociales y condiciona
Dinámica familiar conflictiva
un incremento del uso de los servicios de salud14. Sobre
todo en las mujeres, ya que el hecho de que el cabeza de fa- Presencia de hijos pequeños
milia sea una mujer implica, para muchas de estas familias Abuso de drogas en el cabeza de familia o en el progenitor ausente
monoparentales, una serie de problemas importantes que Tomada y modificada de Lasa A, González F. El niño en la familia
se derivan de los sentimientos de aislamiento social, de la monoparental. FMC 1996; 3: 211-221.
TABLA Posibles repercusiones médicas y clínicas Los hijos de familias monoparentales obtienen peores re-
3 de las situaciones de monoparentalidad sultados en los test de conducta, vocabulario, coordinación
visual y coordinación motora y desde un punto de vista de-
0-3 años de edad
Prematuridad y bajo peso al nacer mográfico tienden estadísticamente a ser más pobres, a
Incremento de morbimortalidad abandonar el colegio prematuramente, a estar desemplea-
Trastornos del comportamiento dos y a involucrarse en actividades delictivas con más fre-
Crisis de llanto y rabietas
cuencia que aquellos que conviven con los dos progenito-
Regresión y estancamiento en hábitos adquiridos
Estancamiento en las adquisiciones cognitivas res20.
Síntomas de expresión corporal (somatofuncionales) Por grupos de edad (tabla 3) los preescolares tienden a ma-
Maltrato o negligencia en el cuidado nifestar conductas regresivas: insomnio, crisis de rabietas,
3-5 años de edad angustia de separación, pérdida del control de esfínteres,
Ansiedad e inestabilidad regresión en los hábitos de limpieza, estancamiento en las
Insomnio
Temores fóbicos
adquisiciones cognitivas, temores fóbicos y sentimientos
Pérdida de control de esfínteres de culpabilidad.
Fantasías de abandono y muerte de los progenitores Los escolares muestran su ira intensa contra uno o ambos
Manifestaciones de autopunición y culpabilidad padres y pueden desarrollar cuadros depresivos, lo que
Inadaptación escolar
Tristeza conlleva una disminución del rendimiento académico y
Maltrato o negligencia en el cuidado deterioro en las relaciones con sus compañeros.
A partir de los 6 años de edad Los adolescentes son quienes más expresan a corto plazo in-
Sentimientos depresivos seguridad, soledad y depresión, que puede manifestarse en
Sentimientos de abandono y carencia afectiva forma de fracaso escolar, conducta delictiva, consumo de
Pérdida del control de esfínteres
Manifestaciones de agresividad e ira
drogas y vagancia. Además tienden a reaccionar con rabia
Dificultades en el rendimiento escolar e irritación. Consideran la decisión de romper de irrespon-
Dificultades en sus relaciones sociales sable o egoísta y se indignan de que sus mayores no sean
Comportamiento hipermaduro. Ausencia de quejas capaces de resolver sus divergencias o no practiquen aque-
Responsabilidad y brillantez en el ámbito escolar
Maltrato o negligencia en el cuidado
llos principios de tolerancia y respeto que tanto predica-
ban. Los adolescentes y adultos jóvenes mantienen vivos
Período de la pubertad y adolescencia
Sentimientos de inseguridad, depresión los recuerdos a los 10 años del divorcio de sus padres, lo
Quejas somáticas múltiples que les hace expresar angustia respecto a sus relaciones
Trastornos del comportamiento amorosas y a un posible fracaso matrimonial21-25.
Fracaso escolar
Los progenitores solos tienen que atender a exigencias socia-
Actitudes de pasividad y desinterés
Tendencia al autosabotaje y al fracaso les (escolares, de relaciones...), biológicas (alimentación,
Conductas delictivas vestidos, enfermedades...) y psicológicas (ansiedades y difi-
Consumo de tóxicos cultades del desarrollo humano temprano) y son también
Tendencias auto y heteroagresivas
Huidas y abandono del hogar
más proclives a descompensaciones psicopatológicas, así como a
Problemas judiciales proporcionar a sus hijos o a los niños a su cuidado, un tipo
Embarazos no deseados de trato inadecuado para su desarrollo. Sin embargo, la fa-
A largo plazo: en la juventud y período adulto milia tradicional no es una condición sine qua non para unas
Mayores sentimientos de inseguridad relaciones familiares positivas y un desarrollo psicológico
Ansiedad en las relaciones interpersonales saludable. En gran medida, los problemas asociados a las
Miedo al fracaso en las relaciones de pareja
Intensa lucha interna por no repetir las situaciones familiares familias monoparentales surgen de los conflictos previos
de su infancia que las originan, de las condiciones materiales, psicológicas
Frecuentes conductas impulsivas en las relaciones de pareja y sociales en que se desenvuelven estas familias y no de la
Mayor tendencia a repetir algunas situaciones como el divorcio
ausencia de uno de los padres. De hecho, el otro progenitor
Adaptada de Lasa A, González F. El niño en la familia monoparental. no tiene por qué desaparecer de la vida familiar. La eviden-
FMC 1996; 3: 211-221. cia a nuestro alcance sugiere que el origen de las repercu-
siones no radica tanto en las familias sin un progenitor co-
mo en los hogares patológicos azotados por el abuso, las
vencionales. Las niñas de familias monoparentales con pa- discordias continuas y los malos tratos físicos y psicológi-
dres ausentes asistían menos regularmente al colegio y los cos. De manera que los niños de familias intactas con un al-
chicos de 11 años presentaban con mayor frecuencia enu- to nivel de conflictos obtienen peores resultados en las va-
resis nocturna. También las familias monoparentales, y el loraciones psicológicas que los niños de familias intactas o
padre/madre no biológico, son uno de los aspectos fami- divorciadas con bajo nivel de conflicto. Las investigaciones
liares señalados como predictores del maltrato físico o ne- demuestran que mantenerse juntos por el bien de los hijos
gligencia en el cuidado de los niños17-19. no es beneficioso en una pareja cargada de conflictos25-27.
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padres alguno de los siguientes signos de alertab
Agresividad dentro de la familia
Episodios reiterados de tristeza e inhibición
Institucionalización psiquiátrica prolongada
Sospecha de abuso de drogas
Carencias biológicas, psicológicas o higiénicas importantes
en los hijos o elementos que hacen pensar en una falta
de cuidados adecuados y continuados de éstos
Malos tratos o abusos con los hijos
Antecedentes de patología Episodios de ansiedad o depresión de la madre
en el primer año de vida del niño
psiquiátrica en los padres Aislamiento social de la familia
Se trata de realizar medidas sencillas de prevención pri- realizar los pasos pertinentes para llegar a un diagnóstico positivo, incluyendo
el contacto del pediatra con el médico de los padres.
maria (tabla 1) en los hijos, menores de 22 años de edad,
de padres con las características que se muestran en la
tabla 2.
Conseguir un cierto conocimiento en la práctica de los Pautas para la entrevista15,19,22,46-52
apartados A y B puede suponer una mejoría en las capa- 1. Revisar las señales de alerta.
cidades de los equipos de APS para integrar los elemen- 2. Revisar los cuidados recibidos por el niño: si el profe-
tos de salud mental en su práctica cotidiana. Por otra par- sional de APS encuentra difícil una entrevista abierta o se-
te, una cierta experiencia en la detección de los apartados miabierta, en la que se incluya ese tema, puede abrirlo me-
A y B es básica para poder realizar las intervenciones mí- diante el sistema clásico de explorar qué hace el niño en un
nimas que componen las recomendaciones del subprogra- día de semana y en un día festivo.
ma. 3. En caso de no poder aclarar suficientemente la situación
mediante esos sistemas clínicos habituales, pueden intro-
Evidencia científica ducirse las preguntas de un cuestionario simple de cribado
Hay claras relaciones entre el tratamiento dado por los pa- tal como el RQC (Reporting Questionnaire for Children)
dres y las conductas y el desarrollo (emocional y cognitivo) (anexo 2).
del hijo. Se han podido demostrar ciclos entre los proble- 4. Como se ha dicho, a menudo es imprescindible saber
mas del niño y los problemas de la madre, tanto en obser- aprovechar la consulta espontánea para realizar estas acti-
vaciones de tipo clínico y psicoanalítico como en estudios vidades (y, en general, las del programa del «Niño sano»),
y observaciones con métodos estadísticos y correlaciona- ya que las familias de este tipo suelen faltar a las citas o in-
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Anexo Factores de riesgo psicopatológico infantojuvenil (cualquiera que sea la edad del niño) (I)
1
Circunstancias de la concepción Embarazo en la adolescencia
y el embarazo Hijos no deseados al final del embarazo
Hijos concebidos en violaciones
Muerte de hermanos o familiares directos durante el embarazo
Embarazo de riesgo clínico
Enfermedades graves de la madre o el feto
Conductas y situaciones de riesgo prenatal: alcohol, drogas, problemas laborales o ambientales, niños
concebidos en violaciones...
Consecuencias de medidas diagnósticas y terapéuticas
Anexo Factores de riesgo psicopatológico infantojuvenil (cualquiera que sea la edad del niño) (I)
1 (Continuación)
Evidencia de malos tratos físicos Según los indicadores de los programas específicos
o psíquicos
Circunstancias socioeconómicas Por causas culturales
muy desfavorables Por causas socioeconómicas: paro sin subsidio del cabeza de familia, paro crónico de varios miembros
de la familia...
Cambios de residencia repetidos
Familias aisladas socialmente
Modificada a partir de la propuesta del Grupo de Trabajo sobre Salud Mental y Atención Primaria de Salud, coordinado por J.L. Tizón, en el Programa de Salud
Mental de Catalunya (1995).
Anexo Señales de alerta psicopatológica en el recién nacido, el lactante y el niño de edad preescolar (0-4 años)
1 (Continuación)
Modificado a partir de la propuesta del Grupo de Trabajo sobre Salud Mental y Atención Primaria de Salud, coordinado por J.L. Tizón, en el Programa de Salud
Mental de Catalunya (1995).
Modificado a partir de la propuesta del Grupo de Trabajo sobre Salud Mental y Atención Primaria de Salud, coordinado por J.L. Tizón, en el Programa de Salud
Mental de Catalunya (1995).
Modificado a partir de la propuesta del Grupo de Trabajo sobre Salud Mental y Atención Primaria de Salud, coordinado por J.L. Tizón, en el Programa de Salud
Mental de Catalunya (1995).
Anexo RQC
2
CUESTIONARIO DE DETECCION PARA LOS NIÑOS (entre los 5 y 15 años)
FECHA
NOMBRE DEL NIÑO:
EDAD DEL NIÑO SEXO: M F
COLEGIO: Nunca fue al colegio Aún va al colegio
Fue al colegio hasta la edad de
Total respuestas
Pregunta 1 Por anomalías del lenguaje hay que entender: el niño no habla o habla con mucha indecisión, o no habla claramente,
o tartamudea, o su vocabulario es demasiado restringido para su edad.
Pregunta 2 Marcar SÍ, si los padres o acompañantes del niño indican que el sueño está constantemente agitado (incluidas
pesadillas o sonambulismo) en ausencia de dolores físicos. Si el niño ha tenido recientemente fiebre o dolores,
no responder SÍ en caso de sueño agitado.
Pregunta 3 Asegúrese de que no se trata de caídas accidentales.
Pregunta 4 En caso de necesidad, explicar que se entiende por dolor de cabeza todo dolor de la parte superior o posterior
de la cabeza del que el niño se queje. Por dolores frecuentes se entiende al menos dos veces por semana durante
un mes o más.
Pregunta 5 No hay que entender por «fugas» el hecho de jugar con compañeros o quedar en la calle después de la hora permitida
por los padres, si no el hecho de abandonar por parte del niño el domicilio familiar (por ejemplo, toda la noche) sin
avisar a sus padres. Frecuentemente significa al menos tres veces.
Pregunta 6 El robo comprende solamente el hecho de coger deliberadamente objetos que el niño sabe que no debe coger
(por ejemplo, dinero). El robo no comprende el hecho de sustraer pequeñas cantidades de alimentos, a menos que tal
acción choque directamente contra las normas culturales que rigen el comportamiento de un niño de esa edad en la región.
Pregunta 7 Hay que dejar al padre o acompañante que juzgue por él mismo lo que entiende por «tener miedo o ponerse nervioso».
Pregunta 8 El padre o acompañante debe estimar «el retraso o la dificultad para aprender» en relación a los demás niños de su
entorno. Se trata no sólo del trabajo escolar (lectura, escritura, cálculo), sino también del aprendizaje de tareas
cotidianas de la casa.
Pregunta 9 Sólo se marcará SÍ cuando el niño no haya jugado casi nunca con otros niños desde hace al menos 3 meses.
Pregunta 10 No tener en cuenta la enuresis que se presenta como máximo tres veces al mes en los niños menores de 7 años.
Igualmente no tendrá en cuenta la ropa manchada, si este hecho sólo se produce cuando el niño tiene diarrea o está
gravemente enfermo.
OBSERVACIONES - Si una pregunta no ha sido bien comprendida, se deberá plantear de nuevo, de otra manera.
- Si el padre no está seguro de la respuesta, será preciso pedir información complementaria para poder decidir
cuál es la respuesta adecuada. Si subsiste la duda, poner SÍ.
- Si la respuesta es SÍ, verificar previamente que la pregunta ha sido bien comprendida según las notas explicativas
que se han expuesto anteriormente.
psicomotricidad, la lateralidad o el cálculo; o bien con pro- nes familiares, las disfunciones de las redes sociales y las dis-
blemas específicamente emocionales o que afectan a la funciones de la institución escolar. En cuanto a los factores
atención, memoria u organización (por ejemplo, los niños biológicos hay que pensar de entrada en las alteraciones cog-
con «déficit de atención, con o sin hipercinesia asociada», nitivas, sensoriales o neurológicas. En cuanto a los factores
mal conocidos como «niños hipercinéticos»). La etiqueta psicológicos, hay que considerar la existencia de trastornos
de «disfunción cerebral mínima» (= ¿confusión neurológica emocionales o del desarrollo psicológico del niño.
máxima?) a menudo no es sino una coartada para encubrir El resultado individual, sobre el niño, de la acción de uno
nuestros desconocimientos y dificultades de exploración o varios de los factores anteriores consiste en que entre los
psicológica en estos campos. niños con retraso escolar se hallan sobrerrepresentados los
Generalmente se admite que la cifra de alumnos con difi- trastornos del aprendizaje, tanto específicos como inespecíficos.
cultades escolares importantes, candidatos al fracaso esco- El retraso y el fracaso escolar a menudo tienen una causa
lar, oscila entre un 5-10% y un 40%. Esta última cifra está inmediata en dichos trastornos del aprendizaje, aunque la
estimada, sin embargo, en condiciones sociofamiliares pre- causa mediata haya que buscarla entre los factores ante-
carias, aunque de ningún modo excepcionales. En medios riormente enunciados.
con esas condiciones la escuela no puede conseguir, desde
luego, no sólo sus supuestos objetivos de compensación y Trastornos inespecíficos del aprendizaje.
reequilibrio sociocultural, sino ni tan siquiera los de socia- El más frecuente es el trastorno por déficit de atención, con o
lización mínima. sin hiperactividad. Afecta a más del 1% de los escolares. Se
manifiesta con mayor frecuencia en varones (3/1). Estos
Indicadores de retraso y fracaso escolar niños pueden poseer, sin embargo, un nivel intelectual
Hechas las aclaraciones anteriores, en este subprograma normal o incluso superior. Se trata de niños que, en más de
preventivo entenderemos el retraso escolar como un factor un ambiente (en el colegio y en casa, en casa y en la calle,
de riesgo para la salud mental definido porque el niño pre- en la calle y en el colegio, etc.) manifiestan dificultad de
senta 2 o más cursos de retraso respecto a su cohorte cro- concentrar la atención en cualquier tipo de tarea, máxime
nológica. las que implican planificación, complejidad o retardo tem-
En el mismo sentido, entenderemos el fracaso escolar como poral. A menudo, esta dificultad coexiste con una hiperac-
una señal de alerta que viene definida por los siguientes ele- tividad manifiesta, pero no siempre. Son criterios de ex-
mentos: clusión de este diagnóstico psicopatológico la deficiencia
1. El niño presenta 2 o más cursos de retraso respecto a su mental, la psicosis y los trastornos neurológicos graves.
cohorte cronológica. Un 78% de los niños hiperactivos presenta trastornos del
2. Presenta desinterés por la escuela o dificultades impor- aprendizaje por falta de atención, si bien hay niños hipe-
tantes en alguna área específica. ractivos sin trastorno del aprendizaje. Sin embargo, se trata
3. Presenta frecuentemente trastornos del comportamien- de niños que se comportan de manera impulsiva, lo cual ge-
to o clínica ansiosa y/o depresiva. nera a menudo conflictos con el entorno. En la escuela son
4. Existan o no deficit sensoriales o de la institución peda- muy conocidos, «famosos» y a menudo rechazados por sus
gógica y sean éstos evidentes o no. condiscípulos porque son molestos. Tienen gran dificultad
Para hablar de retraso escolar, sin más, nos basta con la pre- para concentrarse y les es difícil terminar los trabajos que
sencia del criterio 1. En cualquier caso, con el actual avance inician. El trastorno del aprendizaje se caracteriza por una
de la integración escolar de niños con deficiencias y minus- menor capacidad de análisis, planificación y organización
valías, el fracaso escolar debe ser entendido, como decimos, (estrategia de aprendizaje). Les cuesta aprender a aprender.
como una señal de alerta y el retraso escolar, como un factor A menudo el trastorno por déficit de atención se asocia a
de riesgo y/o un indicador de otros factores de riesgo. dislexia y/o trastornos del lenguaje.
El fracaso escolar suele manifestarse principalmente hacia Este cuadro es de etiopatogenia poco conocida, aunque se
el final de cada ciclo de educación primaria o secundaria o ha invocado también la famosa «disfunción cerebral míni-
al inicio de la escolarización secundaria obligatoria (ESO), ma» por los frecuentes antecedentes de anoxia perinatal o
del bachillerato o de la formación profesional de segundo por la presencia de mínimas alteraciones inespecíficas en el
grado. EEG. Actualmente parece comprobado que un porcentaje
importante de trastornos por déficit de atención se hallan
Grupos de riesgo para el fracaso escolar desde el vinculados a trastornos en las relaciones del niño con sus
punto de vista de la psicopatología del desarrollo allegados5,7,8,10,21,22,28-30. También se ha invocado la par-
(tabla 1) ticipación de factores genéticos, hoy por hoy aún no sufi-
Es decir, el retraso o fracaso escolar viene motivado casi cientemente determinados10, 20-22.
siempre por factores sociales o microsociales, por factores El diagnóstico de un cuadro de estas características ya im-
psicológicos o por factores biológicos. Entre los factores so- plantado y con retraso escolar o fracaso escolar ha de su-
ciales y psicosociales habríamos de considerar las disfuncio- poner para el EAP la interconsulta sobre el caso con los ser-
vicios de salud mental, psicopedagógicos y/o de atención precoz. dificultan las simbolizaciones primitivas y, por lo tanto, los
Otros trastornos emocionales o psicopatológicos del niño primeros rudimentos del lenguaje, etc.
que suelen ser causa inespecífica de trastornos de los 2. Disortografía. A menudo es el testimonio residual de una
aprendizajes son la depresión infantil, los trastornos de la dislexia en fase de mejora, cuando ya se han superado los
vinculación en la infancia, los trastornos por ansiedad de sepa- primeros graves escollos en la lectura. Las disortografías
ración y, en general, los trastornos por ansiedad. Todos ellos no ligadas a la dislexia están en relación con trastornos de
tienden a afectar los aprendizajes y, por lo tanto, la adapta- la organización espacial, con mala memorización visual y a
ción escolar y cultural4,5,7. menudo con trastornos de la personalidad en los que do-
mina la dificultad para aceptar la norma.
Trastornos específicos del aprendizaje: 3. Discalculia. Es la dificultad específica para manejar nú-
1. Dislexia. Afecta a un 5% de niños de 7-9 años, con pre- meros y cifras con facilidad. Suele ir asociada a trastornos
dominio de varones (proporción 3/1). En un 60% de casos del esquema corporal y a una deficiente noción derecha-
hay antecedentes familiares similares. izquierda. Es un tipo de trastorno que, como todos los
Consiste en la dificultad para obtener una lectura funcio- trastornos funcionales de los diferentes lenguajes (verbal,
nal, en ausencia de deficiencia mental que la explique y con musical, lógico-matemático...), a menudo se halla influen-
un régimen de escolaridad normal. Estos niños confunden ciado por las dificultades emocionales del niño.
letras parecidas (b-d, p-q, m-n), invierten el grafismo de al- 4. Disgrafia. Se trata de un trastorno en el cual el niño es-
gunas letras, permutan sílabas o añaden letras al leer o es- tá sujeto a importantes dificultades para escribir de forma
cribir. En consecuencia, tienen dificultades para entender el inteligible. Este problema suele tener una base ansiosa,
significado de lo que leen. Presentan lectura silábica, mo- aunque en ocasiones puede tratarse de una verdadera dis-
nótona y entrecortada, ensayando en voz baja las palabras praxia: en estos casos la dificultad motriz no sería simple-
que no conocen antes de leerlas. Todo ello les resulta peno- mente «tensional», es decir, debida a un bloqueo psicomo-
so y desmotivante y conlleva déficit en las adquisiciones es- tor de origen emocional, sino expresión de un bloqueo
colares y culturales. La ortografía suele ser deficiente. ideopráxico de base neurológica.
Para explicar la etiología y patogenia de este trastorno se Los trastornos específicos del aprendizaje, una vez detec-
han invocado todo tipo de causas: dificultades en la elabo- tados, deben ser tratados por los equipos psicopedagógicos
ración del lenguaje, trastornos de la lateralidad, predomi- o, en su caso, por los servicios de atención precoz. El EAP
nio relativo del hemisferio cerebral derecho por déficit del debería realizar la interconsulta con esos servicios y, en ca-
izquierdo, factores genéticos, trastornos emocionales que so de que existan trastornos psicopatológicos del niño o de
su familia o bien señales de alerta –como las señaladas en
el anexo 1 del subprograma «Antecedentes de patología
psiquiátrica en los padres» o en el apartado de salud men-
TABLA El profesional de APS ante un niño con dificultades tal del programa del «Niño sano»– debería asegurar el ne-
2 escolares: áreas que se recomienda explorar cesario concurso de un equipo de salud mental infantoju-
Verificar el retraso Análisis del último informe escolar escrito venil. Sin embargo, el EAP y los profesionales de éste
Descartar problemas Valorar el método familiar de motivación
pueden proponer «sistemas profanos» de ayuda tales como
de método o entorno y apoyo al estudio los que señalamos al final del subprograma dedicado a los
educativo Valorar horario y entorno de estudio trastornos del habla y del lenguaje para que la familia o las
Valorar horario y entorno de actividades de ocio redes sociales potencien los medios profesionales de asis-
Valorar horario y entorno de reposo-sueño
tencia.
Análisis de Valorar visión y audición
psicomotricidad, Exploración neurológica
sensorio y capacidad Valorar enfermedades crónicas Estrategia de detección durante el examen periódi-
mental Valorar estabilidad/satisfacción del grupo familiar co de salud
Valoración familiar de la comprensión del niño En los controles del programa del «Niño sano» no deberí-
Valoración de las relaciones con otros niños
an obviarse los siguientes elementos que se indican en la
y adultos
Observación de la comprensión y conducta del niño tabla 2:
en la visita 1. En el examen somático: cribado de psicomotricidad, vi-
Valoración de los juegos del niño sión y audición (véase capítulos correspondientes de esca-
Exploración de la lateralidad (ojo-mano-pie)
las y protocolos como los de Haizea-Llevant24,25.
Exploración de la lectura
Exploración de escritura 2. En el ámbito de salud mental: el profesional de APS pue-
Valoración del dibujo de la familia de hacerse una idea de ésta mediante la observación «bifo-
Prevención en Valorar los factores de riesgo y señales de alerta cal» en la consulta (del niño y de su relación con los padres)
salud mental (Anexo del subprograma «Antecedentes y también explorando ítems clave como el juego, la inte-
de patología psiquiátrica en los padres» y protocolo gración en grupos, la capacidad de comprensión, la exis-
del «Niño sano»15,24,25).
tencia de señales de alerta según la tabla correspondiente
que aparece, por ejemplo, en el subprograma «Anteceden- 4. Cabe interesarse discretamente, a lo largo de varias con-
tes de patología psiquiátrica en los padres» y/o atención al sultas, por la existencia de conflictos familiares importan-
embarazo y puerperio, etc. tes o situaciones anómalas que puedan ser generadoras de
3. Lateralidad: debe incorporarse a la rutina de exploración ansiedad en el niño. Si el profesional se siente capacitado
el estudio de la lateralidad predominante en ojo, mano y para ayudar a la familia en este sentido, puede profundizar
pie desde los 3-4 años, edad a partir de la cual suele irse es- algo sobre estas cuestiones con la finalidad de dar una
tabilizando la lateralidad. La simple constatación de una orientación general. Como recomendábamos en el caso del
lateralidad cruzada o poco definida, en ausencia de otras subprograma «Antecedentes psiquiátricos en los padres»
disfunciones, carece de significado patológico. una técnica de entrevista típica consiste en preguntar a los
4. Afectividad: se podrá lograr una aproximación a ésta me- padres y al niño en qué emplean el tiempo en un día festi-
diante la observación «bifocal» en la consulta, el uso de las vo, un día de diario y un día de vacaciones.
tablas de factores de riesgo y señales de alarma (anexo del sub- 5. Puede utilizarse previamente a la interconsulta o a la
programa «Antecedentes de patología psiquiátrica en los consulta conjunta cribados sencillos como el RQC, el pro-
padres» de este Programa de Salud Mental del PAPPS), el tocolo Haizea-Llevant23-26, etc.
uso de cuestionarios como el RQC, el uso de escalas y pro-
tocolos14,15,20,23-26... Un método sencillo, aunque de vali- Si la impresión obtenida es que se trata de un problema
dez variable, ya que su sensibilidad y especificidad depen- complejo o coexisten varios factores de riesgo, una o más
de de la formación del profesional que lo evalúa, es la señales de alerta, uno o más puntos en el RQC, es precep-
valoración del dibujo de la familia: como tal dibujo permite tiva al menos la interconsulta o la consulta conjunta, espacio
una valoración de la madurez expresiva, pero además in- desde el cual se puede decidir la derivación o no del niño
forma sobre las relaciones psicoafectivas apreciables por la y los padres y el dispositivo de destino: equipo de salud
disposición, tamaño y cuidado en la realización, así como mental infantojuvenil, centro de atención precoz, equipo
el orden en la ejecución de las figuras parentales, fraternas psicopedagógico...
y otras personas significativas en el ámbito familiar del ni-
ño11,28.
Si la impresión obtenida en uno o varios aspectos de la ex- Recomendación PAPPS en el caso del retraso escolar
ploración anterior es que el niño se halla por debajo de lo
que cabe esperar por su edad, o bien aparecen alteraciones La función preventiva del profesional de atención
psicopatológicas, afectivas, relacionales o señales de alerta, primaria en este ámbito puede concretarse en las si-
se debe recomendar, en primer lugar, a la familia la esti- guientes recomendaciones (tablas 2 y 313 y tabla 9):
mulación «no profesionalizada» de las funciones menos
desarrolladas, si se trata de aspectos instrumentales. Si el 1. Evaluación periódica del desarrollo psicomotor y
profesional no se halla suficientemente capacitado en estas psicosocial, con apreciación de los aprendizajes
áreas del desarrollo, o bien el problema parece ser impor- (psicomotricidad, lenguaje, sociabilidad) dentro de
tante o muy evolucionado, es más adecuado realizar la in- los controles habituales del programa del «Niño sa-
terconsulta con el equipo psicopedagógico, de salud mental no»)20,23-26.
infantil o de atención precoz. Esa interconsulta puede dar 2. Conceder importancia psicosocial al retraso es-
lugar posteriormente a una consulta conjunta (con la fami- colar tal como aquí es definido y, mayor aún, al fra-
lia y profesionales de ESM y APS) y/o a una derivación si caso escolar. Como poco, es una señal de alerta y un
se precisa. factor de riesgo. Evaluarlo cuando aparezca, y con
más motivo si los padres se quejan o consultan por
Atención al niño con dificultades escolares mani- ello.
fiestas 3. Pero sin aceptar acríticamente la percepción de
En el marco de este subprograma preventivo de salud los padres como la realidad: ante la duda, el profe-
mental de la infancia, sugerimos para esta situación: sional de APS debe consultar el libro escolar o los
1. La realización completa de la historia clìnica, con cui- informes trimestrales del centro escolar y/o solicitar
dado especial en sus apartados sociales y psicológicos. la interconsulta con el equipo psicopedagógico,
2. En la cual se tengan en cuenta el informe escolar analí- bien directamente o a través del equipo de salud
tico, y una exploración física orientada según los criterios mental infantil o del de atención precoz.
anteriores. Salvo los informes escolares, a menudo muy váli-
3. La valoración de los factores de riesgo y señales de alerta de dos, y la interconsulta con los equipos psicopedagó-
psicopatología (en el anexo del subprograma «Anteceden- gicos, no existe ninguna prueba sencilla y fiable que
tes de patología psiquiátrica en los padres» de este Progra- identifique problemas propios del retraso escolar.
ma de Salud Mental del PAPPS y en otras referencias bi- Exploraciones elementales del desarrollo del len-
bliográficas15,28).
periódico de salud.
2. Otra para hacer prevención en el niño con difi-
cultades escolares manifiestas. El desarrollo normal del lenguaje pasa por una serie de fases
o estadios, resumidos por ejemplo en Marcelli4, o en dife-
rentes escalas del desarrollo23-26,31, 15. Un esquema de ta-
Trastornos del desarrollo del lenguaje30 les fases sería el siguiente: el prelenguaje (0-12 meses), fase
Se suele hablar de trastornos del habla para referirse a los de suma importancia para el futuro, durante la cual el ni-
problemas de comunicación verbal limitados a la mecáni- ño se afana en captar el significado emocional de la voz de
ca de pronunciación verbal, que no afectan a la estructura- la madre o substituta a partir de su entonación o curva me-
ción lógica o sintáctica del lenguaje. En términos estrictos, lódica y de la gesticulación acompañante. Pronto el niño
reservamos el término de trastornos del lenguaje para estas repetirá esas entonaciones del lenguaje materno: la impe-
últimas situaciones, aunque a menudo este término se uti- rativa, la negativa, la interrogativa, la descriptiva, las diver-
liza para englobar el conjunto de trastornos del habla y del sas entonaciones emocionales... Posteriormente, se suelen
lenguaje. distinguir una fase del desarrollo sintáctico (de 12 meses a 2,5
La suma de prevalencias por los diversos tipos de trastor- años), una fase del desarrollo gramatical (2,5-4 años) y una
nos del lenguaje y del habla afecta al 8-10% de la pobla- fase de ampliación del vocabulario (4-6 años)4,5,32-38.
ción escolar, aunque disminuye de forma importante con la Exceptuando los trastornos neurológicos o sensoriales y
edad1,2. los infrecuentes trastornos del lenguaje y del habla basados
Los trastornos del lenguaje son más frecuentes en los ni- únicamente en factores de aprendizaje y culturales, en la
ños que en las niñas (3/1). base del resto de tales dificultades de comunicación están
los problemas de simbolización. No hay que olvidar que el
lenguaje verbal (y todos los lenguajes) son formas simbóli-
TABLA Retraso escolar: recomendaciones instrumentales cas de comunicación. El desarrollo de la simbolización tie-
3 e intervenciones ne que ver con la posibilidad (emocional y cognitiva) de
Momento de utilización
sustituir un objeto o persona (por ejemplo, «mamá») por su
representación mental y ésta, por una palabra, fonema o
Durante el examen periódico de salud
Prevención secundaria y terciaria en el niño con dificultades escolares
signo. De ahí que tan frecuentemente, alteraciones por an-
manifiestas siedad excesiva en la función de diada, en la relación pre-
1. Evaluación periódica según el programa del «Niño sano» coz madre-hijo, o, más tarde, en la triangulación originaria
2. Evaluación de los factores de riesgo y señales de alerta hijo-madre-padre (véase subprograma de «Prevención de
3. Exploración con las técnicas recomendadas en el protocolo Llevant-
Brunet-Lézine, R.Q.C., Denver...
los problemas de salud mental del embarazo en la adoles-
4. Con el fin de confirmar y valorar el problema, usar el libro escolar cencia») correlacionen estrechamente con trastornos del
y los informes escolares lenguaje en la infancia sin base orgánica o escolar. De ahí
5. Exploración especializada de la lateralidad también la necesidad de una exploración multifactorial,
6. Exploración del desarrollo emocional y relacional del niño y su familia
que tenga en cuenta lo afectivo y las relaciones familiares,
Si los problemas son leves en los casos de trastornos del lenguaje y el habla4,5,10,17,18,
20-22,32,36,38.
1. Utilización de «medidas no profesionalizadas» y de la red social
2. Interconsulta o consulta conjunta
no sigue rígidamente ninguna secuencia ordenada de ele- TABLA Signos de alerta tempranos en la evolución y desarrollo
mentos, a pesar de la existencia de múltiples escalas de va- 5 del habla
loración. Los cribados de detección se hallan sometidos a Ausencia de sonidos modulados («cantarse el sueño») o de respuesta
importantes porcentajes de falsos positivos y negativos a a sonidos externos a los 3-5 meses
edades tempranas. No es fácil pues una evaluación del de- Ausencia o monotonía del balbuceo en el segundo semestre
sarrollo del habla con los actuales medios de la APS. Por No decir palabras significativas y/o no entender signos simples a los 2 años
ello, proponemos una estrategia de detección precoz basa- No usar más que palabras sueltas o ininteligibles a los 3 años
da: (sin fraseo alguno)
1. En los signos de alerta específicos señalados en la tabla 5. Alteraciones persistentes de la pronunciación (dislalias) o de la fluidez verbal
2. En las tablas de factores de riesgo y señales de alerta psi- (disfasias, disfemias) a partir de los 4 años
copatológicas incluidas en este programa preventivo de sa- Las jergofasias (el habla en jerga incomprensible o casi incomprensible,
lud mental para la APS (véase anexo del subprograma con neologismos, paralogismos, etc.)
«Antecedentes de patología psiquiátrica en los padres»).
Modificada de Bras, 1997.
3. En el seguimiento de las exploraciones periódicas reco-
mendadas en el programa del «Niño sano»15,24-26.
Trastornos más frecuentes del área (como, por ejemplo, de las consonantes finales...). Son fre-
del lenguaje1,2,4,5,34,37,39,40 cuentes y banales hasta los 5 años, muchas veces acompa-
ñando el «habla del niño pequeño».
Trastornos del habla (del proceso de expresión verbal). Si duran más, es recomendable la interconsulta con los
Son aquellos trastornos limitados a la mecánica de pro- equipos de salud mental infantil o psicopedagógicos, la
nunciación verbal, que no afectan a la estructuración lógi- consulta conjunta o el tratamiento logopédico tras un en-
ca o sintáctica del lenguaje. Son los más frecuentes y pue- foque interdisciplinario del caso. En general, la regla váli-
den diferenciarse en los siguientes apartados desde el da para la APS sería realizar esas interconsultas o deriva-
punto de vista clínico: ciones en los casos graves a los 4 años o antes. Deben
interconsultarse como tarde a los 5 años los casos leves que
1. Retraso simple del habla. Es una afectación transitoria, no no se recuperan con las medidas no profesionalizadas re-
ligada a deficiencia mental, ni a déficit auditivo, ni a tras- cordadas al final de este subprograma.
torno de la personalidad, con escasa o nula repercusión so- 3. Disfemia o tartamudez. Se trata de una alteración de la
bre la evolución del niño. Es el trastorno más frecuente del fluidez normal y estructuración temporal del habla carac-
área del lenguaje, pero no debe caerse en el error de decir terizada por repeticiones o prolongaciones de sonidos o sí-
simplemente a los padres que el niño ya hablará con el labas, interjecciones, fragmentación de palabras, bloqueo
tiempo, pues es necesario un seguimiento. Se caracteriza audible o silencioso, circunloquios para evitar los síntomas
por una manifestación tardía del habla, entre los 15 y los anteriores, palabras producidas con un exceso de angus-
24-36 meses de edad, pero consiguiendo luego un nivel tia... El exceso de ansiedad o la tensión ambiental exacer-
lingüístico suficiente. En medios bilingües este trastorno ban el tartamudeo. Hacia los 2-3 años es muy habitual la
debe ser considerado con especial cuidado, ya que son fre- aparición transitoria de una discreta tartamudez («disfemia
cuentes ese tipo de retrasos tanto en el inicio del lenguaje fisiológica»), que merece una información anticipatoria de
como en el inicio de la escolarización, aunque, de no exis- los padres para evitar su «corrección», ya que tal actitud
tir otros factores cronificadores, la evolución «espontánea» podría empeorar o prolongar tal disfemia «fisiológica». La
es favorable. mayor parte de los casos de disfemia son transitorios (su
2. Trastornos fonológicos. Son perturbaciones mecánicas en prevalencia es de un 5% en escolares y sólo de un 1% en
la emisión de algunos sonidos: disfonías, disglosias, disla- adultos), pero si persiste aún a los 5-6 años debe recurrir-
lias... Las disfonías se hallan en relación con alteraciones se a la evaluación de un equipo multidisciplinario, psico-
funcionales o patológicas de los órganos fonadores y pre- pedagógico o de salud mental infantil. La figura 1 muestra
cisan exploración y tratamiento otorrinolaringológico. Las un modelo de la génesis de la disfemia aplicable en otros
disglosias suelen achacarse a malformaciones de los órganos trastornos del lenguaje aprendidos.
fonadores. En cualquier caso, deben intentarse tratar los
trastornos fonológicos, pues pueden interferir el aprendi- Trastornos del lenguaje (de la estructuración lingüística
zaje de la lectoescritura. Las dislalias más frecuentes suelen o sintáctica)1,2,4,5,39,40:
consistir en deformaciones de la pronunciación de algunas 1. Trastornos del lenguaje expresivo. Se trata de deficiencias
consonantes (ceceo, en la que la «s» se pronuncia «c»; el ya- en el desarrollo del lenguaje expresivo, pero sólo pueden
ísmo, en el que la «ll» está sustituida por la «i»; el rotacismo, calificarse como tales cuando pueden demostrarse median-
en el cual la «r» se pronuncia de forma alterada, etc.), sus- te los instrumentos de cribado, seguimiento o bien por
tituciones de unos sonidos por otros, omisiones de sonidos evaluación mediante pruebas. Se puede considerar un tras-
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cado realizar diversos tipos de ayuda a la elaboración de
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deterioro o que presentan factores de riesgo de due-
ment. Paris: Stock, 1992.
lo patológico. Esta información puede haberse ad-
quirido previamente en el proceso asistencial ante-
rior.
3. Como en el resto de estos subprogramas preven-
Adultos-Ancianos tivos, la existencia de la circunstancia o problema
que define el subprograma debería ser señalada de
forma clara en la historia clínica, por lo menos en la
Pérdida de un familiar o allegado lista de «condicionantes y problemas» o su equiva-
lente.
Definición1-4 4. Se recomienda asegurar la existencia de algún
Muerte reciente o pérdida previsiblemente definitiva de un sistema de registro en los centros, informatizado o
familiar o allegado. no, para poder localizar estos casos, mediante algún
tipo de señalización, con el fin de facilitar la perio-
Evidencia científica1-3,5-30 dicidad de las visitas y la evaluación del programa
Toda pérdida de familiar o allegado con el que se ha con- preventivo.
vivido supone una transición psicosocial o, en otros térmi-
nos, un «proceso (psicológico) de duelo». Durante éste, es
Tipos
Paranoide: reivindicativo y con querulancias sostenidas
TABLA Campos de información a valorar en la entrevista en una situación de duelo en general (duelo por pérdida de un familiar o allegado,
2 pérdida psicofísica, paciente terminal...)
Con el paciente (o el «paciente designado») Con la familia o el cuidador
TABLA Elementos que hay que evaluar y seguir durante un duelo TABLA Aspectos a monitorizar o atender en un «proceso
3 4 de duelo» o adaptativo
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Pérdida de funciones psicofísicas. plicando que es lo que se puede lograr. Deben valo-
Atención al paciente rarse los cambios previsibles en la situación laboral
(baja temporal o invalidez), familiar (cambio del
y sus familiares rol, modificaciones transitorias o permanentes en el
estilo de vida, dependencia de otros miembros, etc.)
Definición1,2 y el nivel de dependencia que la pérdida puede su-
Presentación de enfermedad psicofísica grave que entraña poner.
pérdida de la autonomía prolongada o irreversible, por 4. Promover medidas de cuidados y autocuidados in-
ejemplo, enfermedades neurológicas o sensoriales graves, tegrales con el objeto de favorecer la autonomía del
insuficiencias cardiorrespiratorias graves, accidentes car- paciente, en la medida de lo posible, y de mejorar la
diovasculares, enfermedades invalidantes del aparato loco- autoestima.
motor, mutilaciones, familiares de psicóticos y otras... 5. Asegurar la continuidad y estabilidad de la perso-
na/equipo (profesionales) de referencia.
Evidencia científica1-30 6. Apoyar los cambios que el paciente ha de reali-
Esa situación supone el origen de una difícil «transición zar en su escala de valores, pasando a valorar más lo
psicosocial» o situación familiar que pone en marcha múl- relacional que lo físico, lo interno que lo externo, lo
tiples replanteamientos y «procesos adaptativos» entrecru- conservado sobre lo perdido...
zados. Por lo tanto, se repetirían los riesgos psicopatológi- 7. Monitorizar el desarrollo de la elaboración de la
cos, tanto para el paciente como para su familia, señalados pérdida. También una pérdida psicofísica implica
en los procesos de duelo y pérdida. un proceso de duelo (diferenciar el duelo normal
La dificultad de adaptación a esta situación, en parte debi- del patológico (véase tabla 1 del subprograma «Pér-
da a su cronicidad, hace más fácil la descompensación bio- dida de un familiar o allegado»)
lógica o psicosocial, tanto del paciente como de los fami- 8. Programarse objetivos alcanzables y bien delimi-
liares. tados para poderlos supervisar o evaluar con poste-
Por otra parte, cuanto más precozmente se intervenga, me- rioridad: por ejemplo, que camine X metros o man-
jor es la accesibilidad por parte del EAP y mayores las po- zanas, que vea a un amigo/a por semana, que se
sibilidades de realizar medidas de prevención primaria. vista total o parcialmente, etc.
9. Favorecer el contacto con las redes de apoyo mu-
tuo y el contacto con la red asistencial «profana»
Recomendación PAPPS11,12,17,18,23,24,27-58 –no profesionalizada (por ejemplo, grupos deporti-
vos, recreativos, culturales).
Como en el resto de los subprogramas priorizados, 10. Favorecer el contacto con las asociaciones espe-
se incluyen aquí algunas recomendaciones dirigi- cializadas: de esclerosis múltiple, de parkinsonia-
das a los pacientes y otras dirigidas a sus familiares. nos, de alcohólicos o familiares de los mismos, de
En su consideración y puesta en práctica, conviene familiares de paralíticos cerebrales, de familiares de
recordar que toda pérdida relevante pone en mar- enfermos de Alzheimer, de familiares de autistas,
cha en el individuo y sus allegados procesos emo- etc.
cionales de duelo y, por lo tanto, son aplicables los
principios y consideraciones expuestos tanto en la Recomendaciones dirigidas a los familiares
introducción de este programa de prevención en 1. Poner en contacto a la familia con el trabajador
salud mental como las tablas, esquemas y conside- social del centro, integrando a éste en el subprogra-
raciones que se exponen en el subprograma «Pér- ma e incluyéndolo en la toma de decisiones.
dida de un familiar o allegado». 2. Facilitar información de la situación en una entre-
vista familiar o con los miembros de la familia que
Recomendaciones dirigidas a los pacientes vayan a tener que soportar el peso fundamental de
1. Priorizar los casos recientes, por ser más detecta- la situación, valorando las repercusiones de la pér-
bles y más susceptibles a iniciativas de prevención dida y el proceso de duelo y explicando que es lo
primaria. que se puede lograr.
2. Implicar al paciente en el plan de los cuidados 3. Favorecer la existencia de un tiempo de descan-
globales, participando y comprometiéndose en su so y disfrute adecuado para el familiar de apoyo.
propio cuidado. 4. Explicar las repercusiones psicológicas de las en-
3. Facilitar información sobre la situación, las re- fermedades crónicas, asesorando en los cuidados
percusiones de la pérdida y el proceso de duelo, ex- cotidianos del paciente.
16. Tizón JL. Apuntes para una psicología basada en la relación. 42. Hyman SE. Manual de urgencias psiquiátricas. Barcelona: Sal-
Barcelona: Hogar del Libro, 1988. vat, 1987.
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specialist mental health care. Br J Gen Pract 1992; 42: 267-269. 47. OMS. La introducción de un componente de salud mental en la
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(Supl): 348. 49. Nemiroff RA, Colarusso CA. The race against the time. Nueva
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36. Pla de Salut de Catalunya: Salut Mental i Atenció Primaria en 63. Goldberg RJ, Novack DH, Gask L. The recognition and mana-
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37. Tizón JL. Atención primaria a la salud mental y salud mental en 64. Mc Kinnon R, Michels R. Psiquiatría clínica aplicada. México:
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6. «Decirlo o no decirlo».
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quiere saber, cómo y cuándo lo quiere saber). Cathebras P, Kirmayer LJ, Robbins JM, editores. The influence
- Procurar la corresponsabilización de la familia. of physicians psychological characteristics on the recognition of
- A diferencia de los hábitos sanitarios en otras la- depression and anxiety in primary care. Rev Med Intern 1991;
12 (Supl): 348.
titudes, en nuestro medio cultural es recomendable 3. Parkes CM. Bereavement: studies in grief in adult life. Londres:
basarse en la negociación. Una actitud de «comuni- Penguin, 1975.
cación forzada» puede favorecer el desarrollo de 4. Orford J. Community psychology: theory and practice. Chices-
una depresión intercurrente (o de otros trastornos ter: J. Wiley, 1992.
psicopatológicos), con la consiguiente complica- 5. Bowlby J. La separación afectiva. Buenos Aires: Paidós, 1979.
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- Incluir al paciente en la toma de decisiones. 7. Paykel ES, Priest RG. Recognition and management of depres-
- Cuándo sí decirlo (pero siempre con prudencia y sion in general practice: consensus statement. BMJ 1992; 305:
escuchando lo explícito y lo implícito del paciente 1198-1202.
a lo largo del proceso de negociación). Cuando se cum- 8. Esser R. Searching in prevention. Acta Psychiatr Scand 1987;
337 (Supl 76): 64-82.
plen al menos tres de los criterios siguientes: 9. Fergusson DM, Horwood LD. Vulnerabylity to life events ex-
a) Cuando el paciente lo pide reiteradamente. posure. Psychological Med 1987; 17: 739-749.
b) Con argumentos consistentes y razonados. 10. Goldberg DP, Huxley P. Mental illness in the community. Fat-
c) En pacientes no muy vulnerables desde el punto haway to psychiatric care. Londres: Tavistock, 1980.
de vista psicopatológico. 11. Gurland BJ, Mejers BS. Psiquiatría geriátrica. En: Bedirhan T,
Gater Ü, Gater R, editores. Integrating mental health into pri-
d) Con necesidades reales de «arreglar» o reparar mary care. Current Opinion in Psychiatry 1994; 7: 173-180.
asuntos concretos: herencias complejas, asuntos le- 12. Hayward RS. Preventive care guidelines: 1991. Ann Intern Med
gales, relaciones interrumpidas, transmisiones... 1991; 114: 758-783.
e) Cuando el médico conocía el deseo previo del 13. Mangen SP. Mental health policies in Europe: an analysis of
paciente y valora que actualmente es el mismo y se priorities and problems. Int J Soc Psychiatry 1987; 33: 76-82.
14. Medalie JH. Bereavement: health consequences and prevention
cumple al menos dos de los criterios anteriores. strategies. En: Goldberg D, Jackson G, editores. Interface bet-
- Antes de decirlo, revisar los apartados de las tablas 2 y ween primary care and specialist mental health care. Br J Gen
3 del subprograma «Pérdida de un familiar o allegado». Pract 1992; 42: 267-269.
15. Padierna JA. La morbilidad psiquiátrica en atención primaria.
Recomendaciones específicas de cara a la familia Detección y derivación por el médico de familia. Rev Asoc Es-
pañola de Neuropsiq 1988; 8: 24-34.
1. Valorar el nivel de conocimientos que tiene la fa- 16. Parkes CM. Parental characteristic in relation to depresive di-
milia sobre el diagnóstico y los sentimientos asocia- sorders. Br J Psychiatr 1979; 134: 138-147.
dos a la pérdida de un ser querido, así como de qué 17. Tizón JL. Apuntes para una psicología basada en la relación.
forma éstos influyen sobre el paciente (tabla 2 del Barcelona: Hogar del Libro, 1988.
subprograma «Pérdida de un familiar o allegado»). 18. Stott. The role of health promotion in primary health care. He-
alth Promotion 1986; 1: 49-53.
2. Considerar el nivel de funcionamiento familiar y 19. Zarit S. Aging and mental disorders. Londres: Free Press, 1980.
el impacto –positivo o negativo– de esta dinámica 20. Golberg D, Huxley P. Common mental disorders. Londres:
sobre el paciente. Routledge, 1992.
3. Observar la relación que la familia establece con el 21. Saltmore S, Barrowclough C. Mental health and primary care.
EAP y las demandas explícitas o implícitas que realiza. Current Opinion in Psychiatry 1993; 6: 258-262.
22. Bedirhan T, Gater Ü, Gater R. Integrating mental health into
primary care. Current Opinion in Psychiatry 1994; 7: 173-180.
Recomendaciones específicas de cara al EAP 23. Goldberg D, Jackson G. Interface between primary care and
Es conveniente que los profesionales realicen un ejercicio specialist mental health care. Br J Gen Pract 1992; 42: 267-269.
de reflexión sobre la atención que se presta al paciente ter- 24. Cathebras P, Kirmayer LJ, Robbins JM. The influence of physi-
minal y a su familia, valorando los sentimientos que ge- cians psychological characteristics on the recognition of depression
and anxiety in primary care. Rev Med Intern 1991; 12 (Supl): 348.
neran la muerte y su proceso, tanto en el propio profesio- 25. Ormel J, Van Den Brink W, Koeter, Giel R, Van Der Meer K,
nal como en el conjunto del equipo. En caso contrario, en Van De Wilige G et al. Recognition management and outcome
los equipos puede instaurarse una actitud defensiva cró- of psychological disorders in primary care: a naturalistic follow-
nica frente a estas situaciones, con repercusiones sanita- up study. Psychol Med 1990; 20: 909-923.
rias y personales de mayor envergadura de lo que suele 26. Regier DE, Narrow WE, Rae DS, Manderscheid RW, Locke
BZ, Goodwin FK. The de facto US mental and addictive disor-
pensarse. Es un buen tema para tratar en «grupos tipo ders service system: epidemiologic catchment area prospective 1-
Balint» y/o en sesiones clínicas del EAP. year prevalence rates os disorders and services. Arch Gen Psy-
chiatry 1993; 50: 85-94.
27. Sartorius N, Üstun TB, Costa E, Silva JA, Goldberg D, Lecru- 47. Parker BA. Living with mental illness: the family as caregiver. J
bier Y et al. An international study of psychological problems in Psychosoc Nurs Ment Health S 1993; 31: 19-21.
primary care. Arch Gen Psychiatry 1993; 50: 819-824. 48. Newton J. Preventing mental illness in practice. Londres: Rou-
28. Cole MG. The impact of geriatric medical services on mental tledge, 1992.
state. Int Psychogeriatr 1993; 5: 91-101. 49. OMS. La introdución de un componente de salud mental en la
29. Üstun TB, Sartorius N. Public health aspects of anxiety and de- atención primaria. Ginebra: OMS, 1992.
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35. Pla de Salut de Catalunya: Salut Mental i Atenció Primária en (I). Aten Primaria 1993; 11: 309-312.
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36. Feightner J, Graham W. Early detection of depression. En: Salt- (II). Aten Primaria 1993; 11: 361-366.
more S, Barrowclough C, editores. Mental health and primary 58. Mc Kinnon R, Michels R. Psiquiatría clínica aplicada. México:
care. Current Opinion in Psychiatry 1993; 6: 258-262. Interamericana, 1973.
37. McNamee J, Offord DR. Suicide prevention: a Canadian pers- 59. Warshaw G. Are mental status questionnaires of clinical value in
pective. En: Goldberg D, Jackson G, editores. Interface between everyday office practice? An affirmative riew. J Family Practice
primary care and specialist mental health care. Br J Gen Pract 1990; 30: 194-197.
1992; 42: 267-269. 60. Lobo A, Campos R, Pérez-Echevarría MJ, Izuzquiza J, García-
38. Melges FT, DeMaso DR. Grief resolution therapy: reliving, re- Campayo J, Saz P et al. A new interview for the multiaxial as-
vising and revisiting. Amer J Psychotherapy 1980; 34: 51-61. sessment of psychiatric morbidity in medical sttings. Psychol
39. Noon JM. Counselling GP's: the scope and limitations of the Med 1993; 23: 510.
medical role in counselling. J R Soc Med 1992; 85: 126-128. 61. Goldberg RJ, Novack DH, Gask L. The recognition and mana-
40. Royal College of General Practitioners, Royal College of Psy- gement of somatizacion. Psychosomatics 1992; 33: 55-61.
chiatrists. Shared care of patients with mental health problems. 62. Owen RT, Tyrer P. Benzodiazepine dependence. A review of the
Londres: Royal College GP, 1993. evidence. Drugs 1983; 25: 385-398.
41. OMS. La introducción de un componente desalud mental en la 63. Stecker E. The terminally ill patient on an acute psychiatric unit.
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42. Royal College of General Practitioners. Care of old people: a fra- 64. Ledesma A, García-López E, Gómez Batista-Alentorn X, Roca
mework for progress. Londres: Royal College GP, 1990. Casas J. Atención al enfermo terminal. En: Martín Zurro A, Ca-
43. Nemiroff RA, Colarusso CA. The race against the time. Nueva no Pérez JF, editores. Atención primaria. Conceptos, organización
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44. Salcedo M, Pinilla B, Guimón J. La red social en personas psi- 65. Atención integral en enfermería: paciente terminal y muerte.
cológicamente afectadas. Psiquis 1987; 8: 176-183. Barcelona: Doyma, 1987.
45. Tizón JL. Componentes psicológicos de la práctica médica: una 66. Carpenito LJ. Diagnóstico de enfermería. Aplicación a la práctica
perspectiva desde la Atención Primaria. Barcelona: Doyma, 1988. clínica. Madrid: Interamericana-Mc Graw-Hill, 1991; 339-349.
46. Verwoerdt A. Communication with the fatally ill. Springfield: 67. Novel G, Lluch MT, Miguel MD. Enfermería psicosocial II.
Charles C. Thomas Pub., 1966. Barcelona: Salvat, 1991; 18: 185-191 y 25: 247-254
Anexo Una propuesta de esquematización de los modelos sobre las etapas psicológicas del enfermo terminal
1
Modelo Fases Problemas y conflictos Conducta asistencial
Anexo Una propuesta de esquematización de los modelos sobre las etapas psicológicas del enfermo terminal
1 (Continuación)
Modelo Fases Problemas y conflictos Conducta asistencial
Modelo «europeo» (Sporken, 1978) I. Ignorancia Ayuda a la familia Entrevista con los familiares
Ayudando a morir II. Inseguridad Esperanza en la curación frente a miedo Contención y autocontención
del profesional
Preguntas cautelosas
No es normativo informar al paciente III. Negación implícita Aceptación frente a negación Tendencias suicidas y parasuicidas
frente a proyección
IV. Comunicación de «la verdad» Tener en cuenta la vulnerabilidad a la depresión Que la familia prepare (interna y
si el paciente realmente lo quiere y a la dependencia externamente) el óbito
V. Si se le ha comunicado, Aumento de la dependencia de la familia Evitar sufrimientos
(fases de Kübler-Ross) o del profesional
Modelo del «vivir-morir» Trayectoria de «vida potencial» Según
de Pattison (1977) --> Crisis --> Personalidad
Jubilación (preparación de la red pacidades adaptativas del individuo se hallen muy dismi-
nuidas. Sin embargo, la variabilidad es grande y los equí-
social tras la jubilación) vocos surgen al tomar la edad cronológica como definido-
ra de la capacidad laboral1,2,4-7. Lo realmente racional
Definición sería medir individualmente las aptitudes para desempeñar
Prestación salarial y situación social que conlleva el cese de cada puesto de trabajo.
la etapa laboral de la vida del individuo, por razón de la La jubilación es una etapa que conlleva cambios económi-
edad o por incapacidad física y/o mental. cos, físicos, psíquicos y repercusiones en la estructura y den-
En nuestro país la edad de jubilación está fijada en los 65 sidad de las relaciones sociales y familiares del individuo2,8,9.
años, aunque puede anticiparse o posponerse en algunos En el apartado económico el jubilado dispone generalmente
casos y en determinadas profesiones. de menos ingresos que los que recibía como trabajador. Es-
En las jubilaciones anticipadas o prematuras cabe distinguir to le obliga a restringir sus gastos, lo que se refleja en el ni-
las voluntarias (en las que el trabajador libremente decide vel de vida.
jubilarse a partir de los 60 años), de aquellas otras impues- En cuanto a la salud, al llegar la jubilación el individuo que-
tas o forzosas, en las que por motivos de regulación de em- da desligado, de un día para otro, del mundo laboral y son
pleo las empresas jubilan a trabajadores de 55 años o más frecuentes las descompensaciones biopsicosociales vinculadas a
jóvenes1,2. la jubilación. Sobre todo en las jubilaciones anticipadas,
donde el cese prematuro de la actividad laboral puede pro-
Evidencia científica vocar sentimientos de inutilidad y marginación social, con
En nuestro país3 se estima que en el año 2000 un 14,4% alteraciones psíquicas al verse el jubilado plenamente ca-
de la población estará constituida por personas mayores de paz. En particular una actividad laboral y creativa insufi-
65 años, y ese porcentaje irá en aumento, de manera que cientemente sustituida predispone al inicio de estados de
llegará al 15,5% en el año 2010. El paso a la inactividad la- ansiedad ante lo desconocido, de síntomas depresivos y de-
boral en las personas que han dedicado varias décadas de menciales, añadiéndose progresivamente el fantasma de la
su vida al trabajo supone una compleja transición psicoso- incapacidad y, consecuentemente, el de la dependen-
cial. Aunque la mayoría de las personas que se jubilan go- cia10,11,12. En los años posteriores a la jubilación se han de-
zan hasta casi los 75 años de un grado notable de autono- tectado tasas elevadas de mortalidad, mayores en los traba-
mía y normalidad en su situación social y personal, que les jadores de bajo estatus, y una mayor incidencia de
permite valerse por sí mismas, lo cierto es que, para la ma- enfermedades graves. También algunos factores socioeco-
yor parte de la población activa, la jubilación define legal, nómicos ligados a la jubilación (disminución del poder ad-
social y convencionalmente la entrada en la ancianidad. La quisitivo, pérdida de influencia y prestigio social) se han
jubilación inicia así una compleja transición psicosocial, visto relacionados con el suicidio2,4.
agravada porque normalmente la edad o las dificultades Socialmente, se ha considerado el rol del jubilado como «un
biopsicosociales que obligan a jubilarse hacen que las ca- rol sin rol», por no haberle reconocido la sociedad con-
Recomendaciones dirigidas a los pacientes Departamentos de servicios sociales municipales y de las consejerías
de salud o bienestar social (actividades ocupacionales, educativas
1. Atención previa, a través de una entrevista indi- y culturales, programas de preparación para la jubilación)
vidual o familiar, a ser posible en el año anterior a la
Departamentos de cultura (actividades ocupacionales y culturales)
jubilación. Los objetivos de esta entrevista serían:
Servicios de deportes, federaciones deportivas y clubes deportivos
(actividades deportivas de iniciación y perfeccionamiento en diversas
- Advertir en esa u otras entrevistas de la impor- modalidades: gimnasia, natación, atletismo, etc.; competiciones
tancia de mantener una vida mental, física y social de veteranos y superveteranos)
activa. Centros de formación de adultos (actividades de formación permanente)
- Orientar hacia el reforzamiento de las actividades Universidades populares (actividades ocupacionales y de formación
de relaciones sociales, culturales, de ocio, lúdicas e permanente)
incluso físicas y deportivas posteriores a la jubila- Universidades con «cuarto ciclo» universitario (Murcia, Santiago
ción. Así, por ejemplo, el ejercicio físico puede ser y Pontificia de Salamanca) y la UMER en Madrid
un sustituto del trabajo, en todo aquello que se re- Organizaciones no gubernamentales (ONG) de voluntariado social: SECOT,
laciona con conceptos tales como regularidad, es- Cruz Roja, Cáritas...
fuerzo, disciplina, rigor, creatividad y Obras sociales de las cajas de ahorro (actividades educativas, culturales
organización20. y servicios sociales diversos)
- Detección en esta visita, utilizando el conoci- Entidades bancarias y cajas de ahorro: productos específicos de ahorro,
miento previo del equipo con respecto al paciente, inversión y financiación dirigidos a personas mayores
de los riesgos psicosociales previsibles al jubilarse: Asociaciones de jubilados y pensionistas (actividades educativas y culturales)
aislamiento social, sentimientos de soledad, au- Agencias de viajes (promociones especiales de viajes y estancias)
mento de la pasividad y la dependencia, síntomas Compañías de transportes (descuentos y promociones)
depresivos, etc. Sindicatos y empresas (programas de preparación para la jubilación,
- Situar al individuo en el grupo de riesgo alto o actividades educativas y culturales)
riesgo bajo respecto a las probabilidades de des-
compensación con la jubilación. A este respecto, la
presencia de varios factores de riesgo de los que se
recogen en la tabla 1 (variables predictoras del im- Recomendaciones dirigidas a los familiares
pacto de la jubilación) nos permitirían ubicar al 1. La familia es la institución que va a vivir más di-
paciente en el grupo de riesgo alto de descompen- rectamente toda la transición psicosocial que supo-
sación. ne la jubilación, ya que el individuo no se jubila en
2. A lo individuos con riesgo alto de descompensación solitario, sino en un determinado núcleo familiar.
biopsicosocial se les ofrecerá, al menos, 2 visitas con- Además la familia es uno de los principales ele-
certadas a los 2 y 6-12 meses de la jubilación efec- mentos de soporte del miembro que se va a jubilar,
tiva y con posterioridad según evolucione la situa- a quien puede ayudar ofreciendo los recursos inter-
ción. Si en esas entrevistas se detecta la existencia nos tanto emocionales como prácticos de que dis-
de un trastorno adaptativo o psicopatológico, se pone. Por ello se recomienda una entrevista fami-
debe valorar la propia capacidad resolutiva multi- liar (al menos con la esposa e hijos si los hubiere)
profesional del EAP, consultando también con el en el año previo a la jubilación. En esta entrevista
trabajador social del centro de salud. En caso nece- se hará hincapié en lo siguiente:
sario se derivará el paciente a la unidad de salud
mental. a) Explicar la jubilación como un proceso natural
3. A los individuos con riesgo de descompensación ba- de transición psicosocial, que tiene repercusiones
jo se les hará un seguimiento en alguna de las visi- relevantes en la mayor parte de los aspectos de la
tas habituales por otros motivos, durante los 2 años vida y que puede originar desajustes personales en
posteriores a la jubilación. el jubilado y en el seno familiar.
b) Solicitar de la familia el apoyo que precise el ju- 3. Facilitar y potenciar, a través del trabajador social
bilado según la valoración de grupo de riesgo (alto del equipo, el desarrollo de grupos de autoayuda de
o bajo) que le corresponda. jubilados y de familiares de jubilados.
c) Reforzar psicológicamente la red familiar, pre- 4. La existencia de un riesgo alto de descompensa-
guntando directamente sobre los miedos y temores ción biopsicosocial, en relación con la jubilación,
que le suscitan la jubilación venidera, facilitando deberá ser señalado de forma clara en la historia clí-
información sobre esta situación, sus posibles re- nica, por lo menos en la lista de «condicionantes y
percusiones y el proceso de adaptación en esta fase problemas» o su equivalente.
de la vida.
d) Prevenir posibles desajustes en el núcleo fami-
liar, identificando, con el conocimiento previo de la
familia y el adquirido en esta entrevista, los indivi- Recomendaciones dirigidas a la Administración
duos más propensos a estas descompensaciones. 1. Fomentar y promocionar la iniciativa, puesta en marcha
e) Implicar a todos los miembros de la familia en la y desarrollo de cursos de preparación a la jubilación, tanto
resolución de los conflictos y trastornos adaptati- por parte del Estado como de las empresas privadas. La
vos de la jubilación. preparación para la jubilación, para esta nueva situación
f ) Si la persona que va a jubilarse tiene decidido que está por llegar pero que lo hará irremisiblemente, sal-
acudir a alguno de los cursos de preparación a la vo que acontezca antes el fallecimiento del trabajador, es
jubilación, bien en su empresa o fuera de ella, ha- fundamental para el bienestar y el equilibrio físico y psí-
brá que animarle a que acuda acompañado de su quico del individuo. La propia Asamblea Mundial de las
cónyuge, o persona relevante en este proceso de Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, que se celebró
adaptación, para que también participe activamen- en Viena en 1982, recomendaba que «los gobiernos debe-
te en el mismo. rán tomar o fomentar medidas para que la transición de la
g) Durante los 2 años posteriores a la jubilación, y vida activa a la jubilación sea fácil y gradual y hacer más
en el contexto de las consultas por otros motivos, flexible la edad de derecho a jubilarse. Estas medidas de-
debemos indagar, al menos en alguna ocasión, so- ben incluir cursos de preparación para la jubilación y la
bre el estado general y anímico del jubilado y sobre disminución del trabajo en los últimos años de la vida pro-
la situación familiar. fesional».
2. Promover, también por parte de los diferentes organis-
2. Cuando la problemática derivada de la jubila- mos sociales y de las mismas empresas de las que los tra-
ción sobrepase las posibilidades de atención de la bajadores se jubilan, el desarrollo de programas de activi-
familia, se debe solicitar la derivación al trabajador dades culturales, artísticas, físicas y ocupacionales,
social y facilitar su colaboración y la de los consti- dotándolos de los medios y recursos correspondientes. Por
tuyentes de la red social de apoyo formal o extrafa- ejemplo, las denominadas «aulas de personas mayores».
miliar (tabla 2) que sean necesarios. 3. Promover la posibilidad de jubilaciones parciales y de
retrasos voluntarios en la jubilación.
Recomendaciones dirigidas al EAP
1. Los profesionales de los EAP deben saber que
por la propia naturaleza de los servicios de aten-
ción primaria la población tiende a buscar en ellos
el apoyo del que carece en otros ámbitos sociales.
Bibliografía
Esto puede conducir a una dependencia constante
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distintos domicilios que permita averiguar la rela-
ción afectiva y de respeto mutuo entre el anciano y
Ancianos con frecuentes su familia. Como mínimo el médico responsable
cambios de domicilio debería estar informado de la dinámica familiar di-
rectamente por la familia a su cargo.
- Exploración física: general por aparatos.
El aumento de la esperanza de vida de la población espa- 2. Valoración funcional: puede realizarse mediante
ñola está originando un incremento de los grupos etarios entrevista individual o utilizando las siguientes eva-
de más de 70 e incluso 80 años. luaciones:
Esta población se enfrenta con mayor frecuencia a situa-
ciones de enfermedad, de pérdida de autonomía y de cam- - Actividades básicas de la vida diaria: índice de
bios sociales, como viudedad y jubilación. En nuestra cul- Katz, Barthel u otras.
tura mediterránea, el cuidado del anciano suele - Actividades instrumentales de la vida diaria: esca-
corresponder a los parientes más próximos, dando como la de Lawton u otras.
resultado un continuo cambio del domicilio de aquél. Es- 3. Valoración mental5 puede realizarse mediante
ta actividad preventiva tiene como objetivo prioritario me- entrevista individual o utilizando las siguientes eva-
jorar la atención a los ancianos que se desplazan de domi- luaciones:
cilio entre sus familiares.
- Esfera cognitiva: miniexamen cognoscitivo o el
Definición test de Pfeiffer.
Cambios de domicilio del anciano periódicos y frecuentes - Depresión: escala de Yesavage o de ansiedad-de-
con estancias inferiores a 3 meses, como consecuencia de presión de Goldberg.
la incapacidad para vivir de modo autosuficiente.
- Responsable:
- Otro:
- Otro:
- Otro:
- Domicilio principal:
- Domicilio 2:
- Domicilio 3:
- Domicilio 4:
ALERGIA MEDICAMENTOSA:
Programas comunes entrevista pueden encontrarse así mismo en varias citas bi-
bliográficas4-7.
a ambos grupos En el anexo 1 se definen las pautas para el diagnóstico de
las 3 patologías psiquiátricas más frecuentes en este ámbi-
Detección precoz de trastornos to: depresión, trastorno de pánico y trastorno de ansiedad
generalizada.
de ansiedad y depresión
Evidencia científica
Criterios de definición Las tasas de morbilidad psiquiátrica en la población gene-
Los criterios diagnósticos más frecuentemente utilizados ral se sitúan en torno a un 15%8,9. Esta morbilidad se du-
en psiquiatría son los del DSM-III-R, DSM-IV1,2 y los de plica en los pacientes que acuden a un centro de atención
la CIE-103. Actualmente la OMS está elaborando una primaria, situándose por encima del 30%10-18.
versión para atención primaria (CIE-10 Atención Prima- Las investigaciones realizadas en atención primaria ponen
ria), que es en la que se apoya este texto. Pautas preventi- de manifiesto la existencia de un infradiagnóstico, como
vas y diagnósticas adecuadas a dichas clasificaciones y a la consecuencia de que una importante proporción de la
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Anexo Pautas de diagnóstico y atención para la depresión, el trastorno por ansiedad generalizado y el trastorno de pánico (extraídas
1 de la CIE-10, versión Atención Primaria, OMS, 1996)
Depresión-F32*
Quejas presentes
Puede presentarse inicialmente con uno o más síntomas físicos (fatiga, dolor).
La entrevista detallada nos revelará depresión o pérdida de interés.
A veces se presenta como irritabilidad.
Anexo Pautas de diagnóstico y atención para la depresión, el trastorno por ansiedad generalizado y el trastorno de pánico (extraídas
1 de la CIE-10, versión Atención Primaria, OMS, 1996) (Continuación)
Depresión-F32*
1. Si existe un bajo estado de ánimo o una falta de interés muy destacados, estudie la posibilidad de administrar medicación antidepresiva, por lo menos durante
2-4 semanas, o más tiempo si se presentara alguno de los siguientes síntomas:
Astenia o pérdida de energía.
Culpabilidad o autorreproches.
Ideas suicidas o de muerte.
Agitación o enlentecimiento de movimientos o habla.
Trastornos del sueño.
Falta de concentración.
Trastornos del apetito.
Si ha habido una buena respuesta a una medicación en el pasado, volver a utilizarla.
Si son pacientes de edad avanzada o tienen otra enfermedad orgánica, utilizar otro tratamiento con menos efectos secundarios.
Si están ansiosos o son incapaces de conciliar el sueño, prescribir sedantes.
2. Aumentar la dosis paulatinamente hasta encontrar la más efectiva (por ejemplo, imipramina, empezando por 25-50 mg cada noche y aumentando hasta 100
o 150 mg a los 10 días). Prescribir dosis más bajas en caso de pacientes de edad avanzada o con otra enfermedad orgánica.
3. Explicar cómo ha de utilizarse la medicación:
La medicación ha de ser tomada a diario.
La mejoría se percibirá pasadas unas 2-3 semanas.
Pueden encontrarse pequeños efectos secundarios que normalmente desaparecerán a los 7-10 días.
Consulte al médico antes de dejar la medicación.
4. Continuar con la medicación antidepresiva hasta, por lo menos, 3 meses después de que los síntomas hayan mejorado.
CONSULTAS A ESPECIALISTAS
Anexo Pautas de diagnóstico y atención para la depresión, el trastorno por ansiedad generalizado y el trastorno de pánico (extraídas
1 de la CIE-10, versión Atención Primaria, OMS, 1996) (Continuación)
Quejas presentes
El enfermo puede presentar inicialmente síntomas físicos relacionados con tensiones (cefaleas, taquicardia), pero la entrevista revelará una ansiedad
predominante.
Pautas para el diagnóstico
Múltiples síntomas de ansiedad y tensión:
Tensión mental (preocupaciones, sensación de tensión o nerviosismo, dificultades de concentración).
Tensión física (inquietud, cefaleas de tensión, temblores, falta de relajación).
Excitación física (mareos, sudación, taquicardia, sequedad de boca, molestias epigástricas).
Pueden durar meses y, a menudo, reaparecen.
Con frecuencia están desencadenadas por sucesos estresantes en aquellos pacientes con una tendencia crónica a preocuparse.
Diagnóstico diferencial
Si predomina un bajo estado de ánimo o tristeza, véase ficha sobre Depresión F32*
Si se presentan ataques repentinos o ansiedad no provocada, véase ficha sobre Trastorno de pánico F41.
Si existe un fuerte consumo de alcohol, valorar la posibilidad de trastornos por consumo de alcohol y drogas.
PAUTAS DE MANEJO
Si son varios los síntomas de ansiedad que producen una angustia significativa, puede utilizarse medicación ansiolítica durante no más de 2 semanas (por ejemplo,
diazepam, 5-10 mg, por la noche). La utilización prolongada puede causar dependencia, así como hacer volver a la sintomatología inicial cuando se da por
terminado el tratamiento.
CONSULTAS A ESPECIALISTAS
Remitir al enfermo a la consulta con un especialista puede ser necesario si persiste una fuerte ansiedad durante más de 3 meses.
Trastorno de pánico F41.0
Quejas presentes
El enfermo puede presentar uno o más síntomas físicos (dolores en el pecho, mareos, dificultades de respiración). Una entrevista más en profundidad
revelará un cuadro más completo, como el descrito a continuación.
Pautas para el diagnóstico
- Ataques repentinos e inexplicables de ansiedad o miedo. A menudo se presentan con síntomas físicos como palpitaciones, dolores en el pecho,
sensación de ahogo, estómago revuelto, mareos, sentimientos de irrealidad o miedo hacia algún desastre (pérdida de control o volverse loco,
ataques al corazón, muerte repentina).
Comienzan repentinamente, se desarrollan con rapidez y pueden llegar a durar sólo unos pocos minutos.
A menudo llegan a sentir temor a un nuevo ataque y evitan los lugares donde estos ataques han ocurrido. Los pacientes pueden llegar a evitar hacer
ejercicio u otras actividades que puedan producir sensaciones físicas parecidas al pánico.
Diagnóstico diferencial
Muchos procesos patológicos orgánicos pueden llegar a causar síntomas parecidos a los ataques de pánico.
Si los ataques se producen únicamente en situaciones específicas, valorar la posibilidad de trastornos fóbicos.
Si coexiste también un estado de ánimo bajo o tristeza, véase ficha sobre Depresión F32*.
PAUTAS DE MANEJO
Anexo Pautas de diagnóstico y atención para la depresión, el trastorno por ansiedad generalizado y el trastorno de pánico (extraídas
1 de la CIE-10, versión Atención Primaria, OMS, 1996) (Continuación)
PAUTAS DE MANEJO
1. Si los ataques persisten a pesar de los tratamientos indicados, considerar la remisión a un especialista.
*Todas las fichas (F) referenciadas en este texto son las que aparecen en: Organización Mundial de la Salud: CIE-10, cap. 5. 10.a Revisión de la Clasificación
Internacional de Enfermedades. Trastornos Mentales y del Comportamiento. Pautas diagnósticas y de actuación en atención primaria. Madrid: Meditor, 1996.
7. ¿Ha tenido alguno de los siguientes síntomas: temblores, hormigueos, mareos, sudores, diarrea?
9. ¿Ha tenido alguna dificultad para conciliar el sueño, para quedarse dormido?
9. ¿Cree usted que ha tenido tendencia a encontrarse peor por las mañanas?
TABLA Factores de riesgo de suicidio dad para seleccionar a los pacientes con ideación suicida
1 que van a intentar suicidarse. Sin embargo, dichos factores
Enfermedad mental deben ser conocidos y tenidos en cuenta.
Depresión
Abuso de alcohol y otras drogas Evidencia científica
Esquizofrenia
Trastornos de personalidad Muchas de las personas que han llevado a cabo una tenta-
Trastorno de angustia y crisis de pánico tiva suicida o han consumado el acto suicida habían estado
Otras circunstancias que influyen previamente en contacto con el médico de cabecera, que
Enfermedad somática crónica puede tener un papel clave en la prevención del suicidio4,5.
Vivir solo La principal medida preventiva en atención primaria pare-
Soltero/separado/viudo
Desempleo
ce ser la capacitación de los profesionales en el abordaje
Falta de apoyo social diagnóstico y psicoterapéutico de la entrevista clínica.
Antecedentes familiares de suicidio Se han llevado a cabo diferentes programas preventivos di-
rigidos a los médicos generales, consistentes en mejorar sus
habilidades para la detección y tratamiento de pacientes
Son muchos los pacientes con trastornos depresivos que con riesgo suicida.
consultan en atención primaria. Es frecuente que presen- Michel y Valach (1992) han elaborado un programa de pre-
ten su malestar con síntomas somáticos. Cuando se detec- vención del suicidio dirigido a médicos de atención primaria
tan y diagnostican correctamente, estos pacientes pueden suizos. En un estudio destinado a conocer su utilidad, estos
beneficiarse de un tratamiento efectivo (antidepresivos y autores analizaron mediante cuestionarios el conocimiento y
psicoterapia). las actitudes de los médicos antes y después de aplicar el pro-
Hay evidencia de que el empleo de litio y carbamacepina grama. Comprobaron que el grupo de médicos que habían
es eficaz en la reducción de episodios de trastornos afecti- participado en el seminario modificaba significativamente
vos, especialmente en pacientes con trastorno bipolar. sus conocimientos y actitudes hacia el suicidio6.
3. Abuso de alcohol y otras drogas. La prevención del abu- Tiene interés conocer la experiencia formativa a médicos
so del alcohol, su detección precoz y el adecuado trata- generales en el marco del Programa para la Prevención y
miento puede ser un importante factor en la prevención tratamiento de las Depresiones (PTD), llevada a cabo en
del suicidio. la isla sueca de Gotland. Como consecuencia descendió
La propia toxicomanía se ha considerado, en sí misma, co- claramente el número de suicidios en los años siguientes.
mo una forma de comportamiento autodestructivo indi- Sin embargo, en la evaluación realizada pasados 3 años del
recto o de suicidio crónico. último curso, el número de suicidios había vuelto a au-
4. Esquizofrenia. Se calcula que un 10% de los pacientes mentar, de lo que se puede deducir que, para mantener el
esquizofrénicos consuman el suicidio. Suele ocurrir en los efecto a largo plazo, la formación debe ser continuada7.
primeros años de la enfermedad y en muchos casos a las No tenemos conocimiento de la existencia en nuestro en-
pocas semanas de recibir el alta hospitalaria. En estas cir- torno de investigaciones relacionadas con la efectividad de
cunstancias el riesgo de suicidio es muy elevado. programas específicos dirigidos a la prevención del suici-
Puede estar determinado por ideas delirantes o alucinacio- dio. A pesar de ello, parece lógico que la clave en la pre-
nes auditivas que impulsen al sujeto a cometerlo. vención del suicidio es la identificación, evaluación y tra-
5. Trastornos de personalidad. Los trastornos de persona- tamiento del trastorno mental.
lidad son otros factores de riesgo de suicidio.
6. Enfermedad física. Habrá que prestar especial atención
a los enfermos con procesos crónicos que cursan con dolor, Recomendación PAPPS
invalidez o mal pronóstico.
7. Otros factores o circunstancias que influyen: Se recomienda prestar atención especial a la posibi-
lidad de suicidio en pacientes con un diagnóstico
- Sexo: varón. positivo de depresión y de determinados casos de
- Estado civil: solteros, separados y viudos. ansiedad y cuando existan otros factores de riesgo8.
- Vivir solo. Se propone realizar entrevistas tranquilas y abiertas,
- Falta de apoyo social. procurando establecer una relación empática con el
- Situación laboral: desempleo. paciente. Si se sospecha potencial suicida, no dejar
- Antecedentes personales: intentos de suicidio. de aclarar el tema. Por ejemplo: «¿Ha llegado a en-
- ntecedentes familiares: historia familiar de suicidio. contrarse tan mal que pensase que no vale la pena con-
tinuar...?» (Si es preciso, si no lo comprende... con-
No existe ningún factor de riesgo o combinación de facto- tinuar: «¿qué no merece la pena vivir?»)9
res de riesgo que tenga suficiente sensibilidad o especifici-