Sei sulla pagina 1di 107

DONALD MELTZER

Y OTROS
EXPLORACION ·
DEL AUTISN\O _

'
...

M~
PSIQUIATRIA,
PSICOPATOLOGIA
Y PSICOSOMATI~~
¿:;- ¿
'

DONALD MELT.ZER
JOHN BREMNER
SHIRLEY HOXTER
DOREEN WEDDELL
ISCA WITTENBERG

EXPLORACION
.
' · DEL AUTISMO
Un estudio psicoanalítico

Supervisión y pró~o de
R. Horacio Etch~yen

EDITORIAL PAIDOS
BUENOS AIBES
'


Original inglés:
INDICE
EXPLORATIONS IN AUTISM
A Psycho-Analytical Study
Clunie Press, Perthshire
. 13 ed.,1975.
:i

© The Roland Harris Educational Trust, 1975

AGRADECTM.IEh!OS

INTRODUC'CIOl\ A LA VERSION CASTEl..LANA, por R . .llofodo l:üchqoyen

Putr: A: TeQrÍa
Versión castellana de
I. OBJETIVOS, ALCANCES Y METOOOS DE LA INVESTICAOON.
SYLVIA OCLANDER-GORDON ., por DoMid Meltzer
J
i' ll. LA PSICOLOGIA DE LOS ESTADOS AUTISTM.'Y:Dt C\. MENTALIDAD
POSTAUTISTA, por Donald Melt=r

El estado mental autista (22); Factores econojiifcos (23); Caracteristicas ettruc-


tunles (25); Aspectos dinámicos (27}; Consideraciones ~éticas (28); DeS<::1ollo
de u persoaalidad en el niño autista (29); Resumen (38).
la edición, 1979
Parte B: Rallllgos clínicos

INTRODUCCION
III. AUTISMO PROPIAMENTE DICH'1- TIMMY, por John BTt?mner y Donald ·•
Mdtta .

Historia dci desarr -,.;ión ñúmero quince - Lunes (47); Los primeros tres
Impreso en la Argentina· Printed in .A,-gentina
Queda hecho el depósito que establece la ley N° 11.723 j
¡
años de tntamiento (41:>,, .C:I mateLi21 "comprimido" (51); RecapitulaciÓil {53);
Discusión (54).

IV. DEPRESION PRIMARIA EN ELAIJ TISMO- JOHN, por l!ca Witte:nberg


La reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma que sea, idéntica o modifi-
cada, escrita a máquina, por el sistema "multigraph», min\eÓgrafo, impreso, etc., no auto- Introducción (61); Breve historia evolutiva (62); E1 comienzo del tratzníento
rizada por los editores, viola derechos reservados. Cualquier utilización debe ser previamente (62); las liguientes cuatro semanas y media: Arrojado en las orillas de !.a eesoia-
solicitada. ción (65); la sesión XXVI: El objeto atractivo ·El ped:¡o de la esperanu (67);
Reflex.ioner acerca de la naturaleza de la relación de: John: Ocupación y pr:--0cu-
pación (6S}; Segundo mes: La "lab] (70); Tercer mes - Preparación para ras va-
caciones: "La señora ida» (71); las dos últimas sesiones antes de las vacariones:
Entrn - permanecer afuera {73); AW>nas ideas acerca óe los intentos de kan de
enfrentar la separación (74); La primera sesión después de las vacacion·es & Navi-
dad: El que está adenti-0 o el que esci afuera: Papá o John (75): IntrusiÓil y co-
lapso (76); A través del espejo: "Rosas, rosas" (78); Reflexiones acerca ód! cam·
€l Copyright de todas las ediciones en castellano by .. bio en la naturaleza de la relación de John (78); Con bs onillas (79); Una =ana
antes de bs vacaciones de Pascuu:· iodo míon (80); Dos sesiones antes de las
EDITORIAL PAIDOS S.A.I.C.F. vacaciones de Pascuas (81 ); Reflexiones acerca de la ulación de J ohn dur= este
Defensa 599, ¡er. piso - Buenos Aires trimestre (82); Las primeras sesiones después de las •xaciones de ~uas: El inva-
sor (82); Abandonado a la desmentúización (84); "Niño travieso" (85); Dl:<S días
'

antes de las vacaciones de verano: ¿Dónde está John? (86); Dos maneras de en-
frentar la depresión: Con un tapón o en complicidad con el osito de felpa (87);
Resumen del resto del tratamiento (87); Revisión. Depresión catastrófica (88);
La identidad adhesiva y su idlción con la ausencú de desarrollo mental (90);
Estados de desesperación en· presencia del objeto externo (91); Primeros pasos
en el establecimiento de la ideritiqa~:..~IJa (91); Desesperación en ausencia
del objétO y su rehciófl con~MiíióMliflt desarrollo mental (?2); Conclu-
s.ión (93).

V. PERTURBACIONEN LAGBOGkAFIA DELESPAClO VITAL


EN EL AUTISMO- BARRY, por Doreen Weddell 95 AGRADECIMIENTOS
Fase I (9 mese5) (97); Fase D (1 O meses - l 1/2 años) (103); Resumen (120);
Fase III (2 1/2 - 3 1/2 años) (121); Fase IV (3 1/2 - 5 años) (133); Quinto año
de análisis (1968) (140); Resumen de las formulaciones teóricas (144).

,.. VI. LA ENFERMEDÁD AUTISTA RESIDUAL Y SU EFECTO


SOBRE EL APRENDIZAJE- PIFFIE, por Shirley Hoxter 147

Introducción (147); s~ os años y antecedentes (147); Historia educacio-


nal (148); Primeras.,( la psicoterapia (149); Discusión (151); Primeros
impulsos epistemofíli~ '; ~eparación (153); Mecanismos obsesivos primi-
tivos (154); Disalsión rí~do de la psicoterapia (157); El segundo
período de la psicoterapia )l.~edades relacionadas con la escuela (160);
Mecanismos obsesivos adi~observados en la terapia (162); J'rabajo oní-
rico (164); Discusión (166); dH!iffuón (169).
,¡ El Melanie Klein Trust subvencionó los estudios preliminares que dieron
Vil. EL MUTISMO EN EL AUTISMO INFANTIL, LA ESQUIZOFRENIA Y LOS lugar a este libro.
ESTA.DOS MANIA~EPRESIVOS: CORRELAOON ENfRE LA Meg Harris es la autora de los dibujos del capítulo V.
PSICOPATOLOGIA CUNICA Y LA LINGUISTICA, por Donald Meltzer 171
Los autores han cedido los derechos de publicación de estos trabajos para
Material clínico N• l (173}; Material clínico N° 2 (175); Material clínico N• 3 beneficio de The Roland Harris Educational Trust.
(1.76); Discusión (178); E1 mutismo en el autismo precoz infantil (180); RcSli-
men y discusión (182). ·

Parte C: Implicaciones de los lullazg(_)s

Vlll. LA RELACION DEL AlJTISMO CON LOS MECA1'1SMOS OBSESIVOS


EN GENERAL, por Dontild Melrzer 185

IX. LA DIMENSIONAUDAD COMO UN PARAME1RO DEL FUNCIONAMIENTO


MENTAL: SU RELAOON CON L>\ ORGANIZAOON NARCISISTA,
por Donald Mdtzer 197

Unidimensionalidad (198); Bidimensionalidad (199); Tridimensionalidad (199);


Tetradimensionalidad (200); Identificación narruista (201); La fenomenología
de la identificación adhesiva en el autismo (201}; La fenomenología de la iden-
tificación adhesiYa en pacientes neuróticos y psicóticos (206); La superficialidad
como una organización del carácter (206); La bidimensionalidad y la rencgación
de la realidad psíquica (208).

X. CONCLUSION.. por Donald Meltzer 21111


BIBUOGRAFIA BASICA
'-
216
INDICE DE LOS CASOS Y SU PROCESO 218
'

INfRODUCCION A LA VERSION CASTILLANA

El libro que tiene en sus miinos el lector surgió del trabajo clínico con niños
autistas de un grupo de psicoanalistas y psicoterapeutas de orientación !deiniana
durante la década de 1960, bajo la conducción de Donald Meltzer.
Lo que iniciabnente fue un grupo de discusión sobre el material dinico de
los casos tratados, se convirtió en un grupo de .investigación con el ¡l?trocinio
del Melanie Klein Trust y, fi.nalmente , en el equipo que redactó un h"bro donde
aparece un enfoque original del "autismo precoz infantil" de Kanner, que ilumina
diversos aspectos del desarrollo temprano e interroga sobre algunos teom funda:.
mentales de .la teoría psicoanalítica.
La obra se divide en tres partes. La primera, que escribe el doctor Meltzer,
expone Jos lineamientos teóricus de la investigación y la psicología del autismo;
ia segunda ofrece los hallazgos clínicos que son la columna vertebral del libro
y sus teorías; la última desarrolla las implicaciones derivables de esos estudios
en dos parámetros teóricos: la relación del autismo con los estados obresivos y
~
1 la construcción del espacio mental -la dimensionalidad, como la Ilarna .Meltzer-
'
.en el niño autista (o, mejor dicho, postautista).
Si bien la modestia y la actitud metodológica de los autores calif!C!n a esta
labor como exploración, vale Ja pena advertir al lector que no sólo se encontrará
con un rico material clínico, lleno de sugerencias y de observaciones precisas,
sino también con un cuerpo de teoría que seguramente lo llevará a voh'\:r a pen-
sar algunos de los conceptos básicos del psicoanálisis. Porque, efectiv".<!llente, a
través de su trabajo clínico y al confrontar a los distintos pacientes entre sí, los
autores llegaron a localizar algunas modalidades del funcionamiento mental de
los nifíos autistas, que aparecen y reaparecen contínuunente, y que sin duda
tienen también alcance general. Estos fenómenos son, principal.mente, tma forma
especial de disociación que ya Meltzer estudió en. Sexual States o[ Mi:nd
con el nombre de desmantelamiento, una falla a.otoria y singular en las
categorías de espacio y tiempo, una utilización arcaica de los mecani:!mos ob-
sesivos y el fenómeno de la desmentalización, que puede considerane como
el caso extremo del desrnantelarrúento.

Desde el punto '<le vista nosográfico el aporte más importante del hl>ro es.,
sin duda, la neta separación que establece entre el estailb autista (autismo precoz
\
infantil . propiamente dicho) y lo$ estados postautistm. La relación. entre uno y
I otros · es la clásica de enfermedad y secuela, como proceso y defecto esquizo-
frénico, por ejemplo. ·
12 R. H. ETCHEGOYEN INTRODUCCtON 13

Lo que caracteriza al estado autista es la suspensión inmediata Y transitoria y en 1967 (The Psychoana1]1ÍCl1l Process), adquiere esta vez una diáfana claridad.
de la actividad mental. Este fenómeno, Ja desmentalización (la elegante palabra Se definen sus cuatro (o cinco) regiones especiales: interno o externo al self,
inglesa mindlessness se convirtió en la edición castellana en el insatisfactorio neo- dentro y fuera del objeto r. quinto, el n<rlugar de las formaciones delirantes.
logismo "desmentalización"), parece ser un intento de paralizar literalmente la Salomón Resnik, entre otroi autores, se ha ocupado penetrantemente en los ú1-
vida mental, con su cualidad significativa y su inherente relación de objeto. La timos años de la vivencia dri .espacio, una línéá de investigación que viene de la
desmentalización se compone de una serie de hechos (o eventos), pero no de fenomenología categorial d.e ciertos existerA";alistas, como por ejemplo Ellen-
experiencias en cuanto acontecimientos significativos capaces de almacenarse berger, que se apoyan en Le remf?S vécu, de M.ii}ko'il>'Ski, y en los también clásicos
como símbolos mnémicos a la manera de los elementos alfa de Blon. Se crata .trabajos de Binswanger sob·~_ra manía.
de una serie de secuencias linealés neuro-fisiológicas cerebrales, no de actos Los niños autistas sufren un retardo en el desanollo porque no pueden dife-
1

psíquicos, donde se suspende la \·ida mental como en el petit mal. Como es na- renciar estas cuatro áreas de ra fantasía. Este proceso es muy temprano y no se ve
tural, si esto es así, en el análisis nos encontramos con una momentánea suspen- afectado en otras enfermedad>!S mentaJ.e.s ~para los autores - he aquí su importancia-
sión de las transacciones transferencialcs. es anterior a las confusionei geográficas de la identificación ·proyectiva masiva.
Esta concepción del estado autista surge, pues, de b. observación psicoana- Lo que llama Ja atenció::. en .el comportamiento del niño en el cuarto de juego
lítica en su campo específico, la transferencia; y alcanza una importante confir· (en la transferencia) es qu~ no puede adquirir la experiencia. de estar dentro y
mación indirecta al estudiar el desmantelamiento en los estados postautistas. fuera .del objeto, porque el objeto (madre) es plano, bidimensional, sin espesor
Cuando este fenómeno opera en toda su amplitud, cuando se van desrnante· ni interior. El objeto apare..-e abierto y sin defensas, sin esfínteres, y es sólo a
!ando uno a uno Jos diversos sentidos, se l:ega a la desmentalización del estado través de la reconstrucción lfe esos esfínteres a partir de un pezón-pene guardián,
autista, en que se suspende la percepción del paso del tiempo. que se repara Ja figura rn.ai<!rna y se la transforma en un continente adecuado,
Mientras que la disociación (splittíng), tal como la entiende Mcl3nie Klein, como lo prueban convincen.:emente el hermoso material de Bauy y el excelente
emplea impulsos destructivos Para efectuar ataques al vínculo ubjetal 1Bion), trabajo de su analista en el c<:::-ítulo . quizá central del hbro.
el desmantelamiento · es un proceso muy diferente. Ante todo. es pasivo, pues Los autores se inclinan a pensar que esta especial configuración del objeto
se realiza a través de una momentánea suspensión de la atención, en el estricto materno tiene que ver sin dtrl.a con la actitud de llll2 madre que no presta al niño
sentido en que ya lo descubrió Harry Stack SuUivan en sus esquizofrénicos de Ja debida atención (como b sugiere el hallazgo de cuadros depresivos post-par-
los años treinta. La atención se deja atraer por los estímulos, con lo que se tum), pero principalmente .:on la estructura del niño, por sus intensos deseos
.• pierde el "sentido común" de Bion (y de Sullivan). Los sentidos vagan y se ads- posesivos, sus celos, su exa..:erbada y voraz sensualidad, etcétera, En este punto
cnben, versátiles ' á Jos estímulos más llamativos del momento. Con este procedí- los autores se acercan al á:"!a del desarrollo emocional pñmitivo de Winnicott
miento, el aparato mental se descompone: en el doble sentido de que no fun- pero no a sus soluciones, ~'l. que no piensan que todo depende de las deficien-
ciona y queda en pedazos. Este proceso, sin embargo -afirma Meltzer- en cuanto cias radicales de Ja madre. sino también y especialmente de los impulsos del
se realiza pasivamente y no echa mano al sadismo ni a Ja violencia, no tiene por hijo, de su estructura mental.
qué acompañarse (ni de hecho se acompaña) de angustia, de dolor mental. . - be· todos modos. Ja e!U'Uctura del yo que observan en Jos niños autistas
Este razonamiento, central sin duda en las teorías del libro, debe considerarse acerca a los autores a los co:lceptos freudianos de identificación primaria y de nar-
plausible pero difícil de testear. Para sostenerlo hay que recurrir a la hipótesis cisismo primario, donde se mperponen la identificación y Ja caiga de objeto, con
ad-hoc de que el sadismo que aparece en los historiales clínicos de los niños autís- lo que tendríamos que reph:uear todo el desarrollo temprano en cuanto a Ja teo-
tas presentados (y desde luego en los perversos, donde el desmantelamiento expli· ría de las posiciones, de Melz::ie Klein.
ca buena parte de Ja psicopatologíá, como propone Meltzer en el capítulo 15 de
Sexual States of Mind cuando estudia el juguete fetichista) no se refiere a Ja Uno de los aportes más brillantes del libro es el estudio de los mecanismos ob-
esencia de Ja situación sino a lo que se agrega. Esto merece, a mi juicio, una cui- sesivos en los ·niños autistas. Sigue aquí Meltzer una línea de· investigación que lo
dadosa reflexión, máxime si se tiene en cuenta que Ja suspensión de Ja atención ha preocupado desde su ya citado trabajo de 1966, y en realidad antes, cuando en
que se describe como el punto de partida de todo el proceso es al fin de cuentas 1963 hizo su valiosa Contrieución a la merapsicologúz de los atados ciclotímicos.
un acto activo que, por tanto, hace responsable al yo que lo ejecuta. No se puede Los mecanismos obsesivos ienen que ver primariamente con el control omnipo-
descartar que operen aquí mecanismos fuertemente sádicos, ct>mo Jos que Bion tente y Ja separación de los t0bjetos en Ja constelación edípica. Los niños postautis-
describe en' las otras psicosis, como el ataque al aparato mental y al pensamiento tas prueban que -estos me:anismos p1:1eden ejercitarse sin recurrir al sadismo
- paralelo al ataque al vínculo-. y al ati:que al vínculo, smi simplemente al desmantelamiento que desconecta
los objetos entre sí en el mmdo interno sin que sobrevenga daño o dolor mental.
la geografía de Ja personalidad en cuanto al espacio vital o mental, que ya (Cabe aquí el mismo intemgante anterior: ¿cómo es posfüJe que los celos no se
pr-eocupa a Meltzer en 1966 (Anal Masturbation and projective identificaticn) acompañen de sadismo?)
1
1
14 R. H. ETCHBGOYBN INTRODUCCION IS

Meltzer considera que los mecanismos obsesivos de los niños autistas son los Sólo ahorn puede el sel[ sentirse contenido en el objeto, puede ubicarse den-
más primitivos de la patología y, en ese sentido, ofrecen una perspectiVa singular tro o fuera de él, y sólo ahora ~orno dice E. Bick- empiezan a operar los meca·
para comprenderlos mejor en . otras áreas, porque aquí muestran, con particular nisrnos de identificación proyectiva; el tiempo se hace reversible y oscilatorio,
simplicidad, la esencia del fenómeno que puede descubrirse sencillamente como en cuanto se lo compu~ como entrar y salir del objeto. Es el mundo tridimen-
una técrúca de aislamiento sensorial. Como hemos visto, la tesis del desmantela- sional, donde funciona soberana Ja identificación proyectiva.
miento implica que los procesos más primitivos de la percepción se realizan a tra- Como ya sabemos por trabajos anteriores de Meltzer, un mundo tetradimen-
vés de la integración de los sentidos, en el pasaje del nivel neurofisioJógico al sional se alcanza por fin cori el advenimiento de la posición depresiva, es decir,
méntal. A esta categoría pertenecería la función a1fa de Bion, que reúne el mate- con la· operación de la identificación introyectiva que nos hace sentir dolorosa-
• rial en bruto del funcionamiento mental, los datos a los cuales se les va a atribuir mente que el tiempo es irrecuperable y avanza siñ cesar.
un significado (véase pág. 189 de esta obra). Vale la pena destacar que, para Hay que subrayar que el tipo bidimensional de relación de objeto recién
Me 1.tzer, este sigrúficado no se obtiene por un proceso de creciente abstracción descrito se define tarnbiép. por una forma especial de identificación: la identifica-
sino por la conjunción constante de las preconcepciones con las realizations de ción adhesiwz.
Bion.
La esencia del autismo radicaría en este punto, es decir, en el punto en que Uno de los capítulos más importantes del libro es, sin duda, el que trata del
apoya el mecanismo obsesivo, como un tjpo especial de funcionamiento mental proceso de identificación. Freud había distinguido dos tipos de identificación,
que ataca en su origen la capacidad de realivir los actos mentales que llevan a esta- primaria y secundaria, esta última heredera del complejo de &iipo y proveniente
bÍecer el sentido CÓmún de Bion, es decir, a Integrar las diversas experiencias del proceso de introyección que Ferencti describió en 1909; aquélla, anterior a
sensoriales a las cuales se les pueda asignar significado (véase pág. 190). El me- toda carga de objeto. ·
canismo obsesivo arcaico que opera en el autismo tiende a separar las expe· A partir del trabajo de 1946, y siguiendo hasta cierto pun:to estos geniales
riendas sensoriales a través del desmantelainiento, de modo que se les quita atisbos freudianos, Meiltnie Klein distingue también dos tipos de identificación,
su significado, en cuanto descienden del nivel del ..sentid<.i común" al de eventos o proyectiva e introyectiva, que dentro del marco de sus teorías quedan referict'ls
hechos neurofisiológicos. a la posición esquizoparanoide y depresiva. Durante muchos años los seguidores
de Melanie Klein consideraron que identificación proyectiva era sinónimo de
El otro campo de investigación que se abre a partir del autismo es el de Ja identificación narcisista, tanto como identificación introyectiva lo era de' duelo
concepción de la mente en función del espacio, donde Meltzer parte del breve y pérdida, de relación objeta!.
pero inagotable trabajo de Esther Bick de 1968. El trabajo de Esther Bick abre un nuevo sendero al afirmar que, al lado de
Mientras que el mundo "desmentalizado" del autismo propiamente dicho se (¡y antes de!) la id~ntificación proyectiva, eúte otro tipo narcisístico de iden-
puede caracterizar como unidimensional, el mundo del estado postautista es cla- tificación, la identificación qdhesíva, nombre éste que quiere subrayar el tipo
ramente bidimensional. superficial, de piel a piel, que caracteriza el proceso. Por todo lo que se ha dicho
El mundo unidimensional superpone el tiempo y la distancia con el instinto antes, se comprende que la identificación adhesiva de Bick está ligada inequí-
(trieb), tal como lo describe Freud en el Proyecto, en.el capítulo séptimo, y en los vocamente, en las teorías de M.eltzer, a la relación de objeto bidimensional.
Tres ensayos. Es un mundo radial que tiene su centro en el sel[, del que parten Estos conceptos, identificación adhesiva y relación de· objeto bidimensional,
los impulsos hacia los objetos. · parecen ser dos instrumentos sensibles para comprender algunos aspectos de la
El mundo bidimensional -que en alguna forma Freud describió en El yo y psicopatología, que ya llamaron la atención de Helene Deutsch, Winnicott y mu-
el ello- concibe el objeto como una superficie, y el yo no puede ser más que otra ch~ otros. Es discutJ.l>le, en cambio, si implican también una teoría del desarro·
superficie sensible, que percibe las cualidades sensoriales del objeto. En este llo temprano. Si consideramos, como a veces parecen pensar E. Bick y los autores
mundo no cabe la introyección de los objetos ni el pensamiento y la memoria: de este hl>ro, que la rela.ción de objeto bidimensional y la identificación adhesiva
nada cambia y el tiempo es circular. Como h~os visto antes, este tipo de rela- son condición necesaña para que se pongan en marcha los procesos de disocia-
ción tiene su punto de partida en un objeto-abierto, sin defensas ni esfínteres, ción e idealización que según M. Klein inician el desarrollo humano, deberemos
un pecho sin pezón-pene que lo haga resistente a la penetración. (La similitud entonces admitir algo previo a Ja posición esquizoparanoide. Esto nos acerca al
de algunas de estas concepciones con las descripciones del psiquismo fetal de narcisismo primario de Freud y de Anna Freud, de Spitz y tantos otros teóricos
Amaldo Rascovsky saltan a la vista.) . del psicoanálisis, lo mismo que al desarrollo emocional prirrútivo de Winnicott y a
Es sólo después que los objetos se han podido vívenciar como resistentes....- laS _ideas que José Bleger expuso brillantemente entre nosotros a partir de sus con-
ª.13:penetración que dejan de ser de papel y adquieren orificios, esfínteres, espa- ceptos de sincretismo, posición glischro-<:árica y objeto aglutinado.
cialidad. La ~tapa decisiva del análisis de Bany (y también de John) se da preci- Recuerdo una conversación que, tiempo después de haber terminado mi
samente en este conflicto fundamental. análisis, mantuve con Racker sobre la depresión primaria q).Je él -<:orno Enrique


16 R.H.ETCHEGOYEN

Pichon Riviere- ponía al comienzo del desarrollo. Decía Heinrich que le pro-
puso esta idea a Melani.c KJein y que ella pensó y dudó, hasta que finalmente
dijo que no, que no había una depresión primero que la posición esquizoparanoi-
de. (Después, León Grinberg reformuló el problema al postular que la culpa per-
secutoria es anterior a la posición depresiva.)
Conversando recientemente con Meltzer, le pregunté si creía que 1',s hallaz-
gos con Jos niños autistas implicaban una revisión del de~arrollo. Conte.stó con
prudencia y modestia que se está explorando algo nuevo pero es todav;a impo-
sible decidir hasta dónde pueden llegar (y llevar) estas ideas.

Para terminar este largo prólogo - que ya se está convirtiendo en una intro-
ducción algo pesada a un libro hermoso- diré que creo posible que, al comienzo
del desarrollo, las relaciones de objeto sean simultáneamente bi y tridimensio- PARTE A
nales y que los mecanismos de introyección y proyección no necesiten un ámbi-
to especial y espacial para ponerse en marcha. Es posible que, como diría un TEORIA
etólogo, vengamos programados para ello -es decir, que existan en nosotros
a priori las categorías kantianas- y que, como nos recuerda bellamente el poeta,
se hace camino al andar.

R. Horacio Etchegoyen.
Buenos Aires, 2 de mayo de 1979.

' '
'

CAPITULO 1

OBJETIVOS, ALCANCES Y METODOS DE LA INVESTIGACION

Donald Meltzer

~-

Este pequeño libro no lleva la intención de ser el estudio exhaustivo de un


síndrome patológico particular.. Quizá se acerque más al relato de un viajero que
al informe de un estudio científico. Podemos decir qué dirección marcó la brújula,
qué equipo hemos U.evado con nosotros y qué experiencia de anteriores travesías
sirvió de base a nuestros juicios. El resto consiste en b descripción del terreno y
sus habitantes, flora y fauna, y de las aventuras del camino. Además todo fue
organizado a posteriori, porque nada fue planeado previamente. En primer lugar
pensamos en organizamos como grupo con la intención de discutir y sólo más
tarde para redactar y publicar nuestras experiencias.
En reali~d los niños descritos en los capítulos siguientes fueron de los más
interesantes de un grupo mayor tratado mediante el método psicoanalítico, tanto
en privado como en clínicas, durante el período que Ya desde 1960 hasta 1970.
Habían dos factores comunes en todos los casos, que eran: (a) todos los terapeutas
se habían fonnado con el método psicoanalítico de terapia i(lfantil que desarrolló
Mel.anie Klein, y (b) todos fueron supervisados, de tanto en tanto, por uno de
nosotros (D.M.), reconocido por su interés especial en los niños autistas y por
haber tenido cierta experiencia en su tratamiento mediante el método psico-
analítico. Mientras el trabajo clínico progresaba siguiendo su propio ritmo y apa-
recían nuevos descubrimientos en un tratamiento tras otro, surgió una visión
definida del autismo, que difería en gran medida de cualquier otra sugerida
anteriormente en Ja literatura psicoanalítica o psiqui:itrica de niños. En ese mo-
mento, en 1967, el Melanie Klein Trust nos otorgó una subvención para que,
reunidos como grupo de inves:igación, pudiéramos re<isar la experiencia, lo que
llevamos a cabo mediante seminarios quincenales durante tres años. Los frutos
de ese trabajo se concretaron en varios escritos presentados en u n congreso de
psiquiatría pediátrica de Roma (D.M.), en la British Psychological Association
(D.M.), en la Association of Chlld Psychotherapists (S.H.), en un congreso inter-
nacional de psicoanálisis (D.M.). Pero el total ha sido laboriosamente reunido ·
para formar un libro que creemos tiene una lógica interna y una secuencia con-
vincentes.
El _alcance de estas investigaciones es, pues, l:iasta.nte limitado. Hemos prac-
20 D.MELTZER

ticado terapia psicoanalítica con varios niños que creemos entran en la categoría CAPITULO JI
del autismo precoz infantil aunque en diferentes estadios de evolución. El objetivo
ha sido puramente descriptivo: encontrar un lenguaje carente por un lado de todo LA PSICOLOGIA DE LOS ESTADOS AUTISrAS
· sentido de jerga y por otro de ambigüedad, que pudiera comunicar la especial Y DE LA MENTAUDAD POSTAUTISTA
cualidad de las relaciones hu manas, la visión del mundo y los procesos del desa-
rroµo presentados po r estos niños, en el encuadre particular de la pieza de j uegos Donakl Meltzer
del consultorio psicoanalítico. El método terapéutico no ha sido diferente en
punto alguno del empleado en el tratamiento de n iños neuróticos o psicóticos,
como fuera descrito por Melanie Klein en The Psychoanalysis of Ou1dren•, y
ejemplificado en la Narrative of a OüJd Analysis**. La esencia del método es una
investigación sistemática y sin cortapisas de la transferencia. El material descrito
y discutido en los capítulos siguientes mostrará que poco o nada debe a otras
fuentes de información y que, indudablemente, las formulaciones teóricas que
hemos logrado al unificar nuestras descripciones se basan enteramente en las
transacciones observadas entre el niño y el analista en la transferencia.
Sin embargo, no debe pensarse que al hablar de "descripción" estamos
blasonando de ser objetivos; que al tratar de librar a nuestro lenguaje de toda
jerga nos hemos puesto a cubierto de emitir juicios. Por el contrario, darnos En este capít ulo queremos presentar en forma esquemática 12 formulación
por supuesto que el método psicoanalítico es subjetivo, introspectivo, que emplea general de nuestros hallazgos, que a continuación serán descritos detalladamente
constantemente juicios difer~nciales y está basado sobre un sistema de preconcep- por cada terapeuta en particular. Nos ha sorprendido a todos en cierta medida
tos que abarca la historia vital de cada terapeuta. La posición que reivindicamos, la complejidad de las ideas q ue hemos d esarrollado durante los aiios de trabajo
la de haber logiado unificar, simplificar y armonizar estas experiencias individua- en común. No podemos pedir disculpas por esta complejidad en ri, excepto en
les, puede ser muy extraordinaria o bien un flagrant e autoengaño. En realidad, lo que respecta a no poder responder si se debe a una incapacidad nuest<-a e:n
sin embargo, creemos que después de varios años de haber luchado entre nosotros, alcanzar formulaciones y modos de expresión más simples, más miplios y más
con el material, la insuficiencia del lenguaje y el. carácter casi exótico de los niños, precisos, o si la complejidad reside ciertamente en la naturaleza propia del ma-
esta lucha ha dado frutos q ue son al menos suficientes para superar la vacilación terial.
de publicar nuestros hallazgos. El aspecto ~s importante de esta complejidad radica en el punto de vista
De todos modos, por el hecho de que no pueda presentar hallazgos t era péu- que tiende a dividir el estado autista, propiamente dicho de las cualidades de
ticos o anWlciar la solución de nada, este hl>ro va a ser decepcionante para el la n1en te en general que aparecen en estos niiíos durante el desarrolb, y que están
lector . Para el lector alerta va a ser rápidamente evidente que estamos en el que- en cierta forma fuera del autismo propiamente dicho - lo que DWJamos estado
hacer de localizar los problemas más que de resolverlos. Esta es probablemente residual de~ a~tismo- . En sí misma, no parece ser ésta una idea muy complicada,
la verdad fun~mental acerca de las ciencias humanas en general y del psico- ya que está V'Ulculada al concepto común en medicina de enfermedad y secuela;
a~lisi~ en particular. Creemos, entonces, haber localizado ciertos fenómenos muy la complejidad reside realmente en la peculiar forma en que las dos se entrelazan
m1stenosos de la mente al haberlos reconocido operando en estos niños en forma e~ cada niño durante cada período particular de observación. Esto va a ser ejem-
condensada. Estos fené::ienos - el desmantelamiento, el deterioro de los con- p,lificado muy claramente en el material de Timmy (J .B.), cuya observación dio
ceptos de tiempo y espacio, el empleo de la ·desmen talización••• como un recurso lugar a un modo de estudio muy convincence. A lo largo de un periodo de meses
para ganar tiempo- todo esto nos parece que ilumina ciertas modalidades de se hizo claro que cierrtas formas de comportamiento que aparecían repetidament~
pensar y de establecer relaciones que pueden apreciarse en otras circunstancias, constituían el fenómeno autista en Timmy, y mediante la selección de los datos
tanto en gente normal como enferma, sea en el oonsultorio psicoanalítico como que parecían claramente escapar a esta categoría para enhebrarlos después como
en la vida cotidiana. perlas en un hilo pudimos reconstruir secuencias (cubriendo a veces varias sesio-
nes) pasibles de ser interpretadas como si efectivamente hubieran sido consecu-
• Hay versión castellana: El p:ricoanálifü di! niños. Buenos Aires, Hormé, 1964; incluido en
tivas. El resultado fue algo semejante a la fotografía cinemática de la apertura
Obras completas.!· Buenos Aires, Paidos-Hormé, 1977. ¡T.) de las flores., en que tomando fotos con intervalos de pocos minutos es posible
~· H~y ve1'1ión castellana: Relato del psicoanálisis de 1.111 l!iño. Buenos Aires, Paidós, 1961; delinear un proceso de desarrollo y crecimiento que no es visible para el ojo
•nclutdo en ObrOJ completas.. 5. Buenos Aires, Paidós-Hormé, 1976. (T.) desnudo.
•••Usaremos el ncolovsmo "desmentalizacióntt para tnducir mindlemes;. (N. del s.¡ Sin embargo, tal vez más importante que la revelación particular sobre Tim-

l
--
22 D.MELTZER LA PSICOLOGIA DE LOS ESTADOS AUTISTAS 23

my, fue la certeza que ganamos a partir de esta observación sobre el grado de de recuerdos de que ya hemos hablado, podríamos tenutivamente considerar
aislamiento que estas dos categorías de fenómenos ·mantienen en la mente del · Ja vida mental así definida, como esencialmente diferente de la secue-ncia lineal
niño. Por supuesto, no es una novedad que distintas partes de la mente puedan de la actividad neurofisiológica en el cerebro, concreta, incomparable, urúda
ser mantenidas a cierta distancia y en un mutuo descondcimiento; éste es un punta a punta. Los hechos mentales serían a la actividad neurofisiológica como
lugar común para la represión, los· procesos de disociación y los sistemas deliran- la frecuencia modulada es a su banda portadora como modelo. Este modelo es- ·
tes. Pero lo que apareció como gran novedaJI y como deslumbrante exh.füición central en cualquier concepción que considere que la eseaicia del proceso autista -
de la velocidad y complejidad del aparato mental fue la manera en que estas dos propiamente dicho es una suspensión de la vida mental Al delinearlo de esta ..
categorías de fenómenos estaban · entrelazadas y combinadas. En esta yuxtaposi- manera, colocamos los eventos que lo forman fuera del flujo de ios recuerdos •'
ción de estados mentales, ei 1enómeno autista pudo ser visto en relación al mate- _que se a~n y eventuahnente.....se.._organizan. Compamto con un ataque de
rial de la transferencia, como aparecen las bruscas perturb"aciones del juego en el petit mal sugiere la posfüilidad de factores neurofisiológicos que querríamos
análisis infantil. Pero mientras la perturbación del juego está relacionada a un dejar abiertos a la investigación por otros métodos; nuestro método psicoana-
cambio que implica un nivel o aspeéto diferente de la situáció.1 transferencia!, la lítico, que depende tan notoriamente de la observación y b interpretación de la ·
perturbación autista daba una impresión muy distinta; se asemejab2 a la inser- transferencia, no puede hacer nada con el <X>utenido longitudinal del estado autis-
ción de un ataque de petir mal en la conversación: como si, de haber sido ta propiamente dicho. Sin embargo, como cualquier otro observador del
r
éstos procesos verbales, la oración interrumpida fuera posteriormente comple- · comportamiento, nosotros estamos también en condiciones de formular algunos 1
• 1
tada una vez que cesaba el "ruido" autista. Barry (D.W.), bastante mayor, desa- 'conceptos acerca de la estructura y la dinámica del corte transversal. Esta formula- 1
rrolló en sesión la pauta de dormirse, que daba la misma impresión de funciona- ción, que queremos ahora presentar esquemáticamente, seri ejemplificada en par- 1
miento mental suspendido. ticular con el material clínico de Tirnmy (J..B..), pero sus detalles fueron tomados
Lo importante de esta :suspensión de las transacciones t~ansferenciales es que de dos fuentes; la primera ya mencionada es básicamente la observación directa
gradualmente nos pareció ser la clave para la comprensión del problema central del fenómeno autista; la segunda, a la cual debemos gran parte de nuestra convic-
en el autismo: en especial la cualidad del estado-auti.5ta y su singular impacto en ción acerca de este primer tipo de datos, es de carácter reoonstructivo: a través
el desarrollo de la personalidad. El problema de encontrar un lenguaje con el del reconoci~ümto de las -cualidades de la mente que son prry1i4:res. al eStado y al
cual describir nuestra comprensión de este estado es imposible de superar sí [Éncionamz~nto de estos nlnos....fi,tera....déúlomjnio Jiel autismo piopiamente dicho,
odemos ver. d l -adai separa&imente varias tendencias que, cuando se e ·erci-
queremos evitar una espiral tautológica de palabras que gradualmente se estrechan
en el nudo asflXiante de la jerga.
1
} !an en c.oJ:!Í]i.JJ1fl...JlIJ;¡ucen el es o autista.
¿Cuáles son entonces las tendencias mentales que podríamos nombrar como
i características, y en ese sentido como requisitos de la aparición del autismo co-
'1 mo condición patológica? Va a hacerse evidente que nuestra empresa descriptiva,
aun cuando intente permanecer dentro de los confines de la metapsicología, va a
1 EL ESTADO MENTAL AtmSTA
. l
encontrarse rápidamente en un paraje tan nebn1oso que, falta de conceptos técni-
cos bien establecidos, se verá forzada a retroceder a una mezcla de descripción
Como sugería Whitehead 1 , permítasenos penS3! del pasado, dd ¡)resente y poética y abstracción filosófica. Lo que fundamentalmente trataremos de hacer
de! futuro en su forma más inmediata, estrechándose sobre el ínfimo período de es evitar neologismos y falsas precisiones. Para beneficio de b pulcritud psicoana-
(digamos) dos décimas de segundo: el ahora como una décima de segundo. pasada lítica, los distintos factores serán discutidos bajo el título de económicos, estruc-
o una décima de segundo por venir. Consideremos la vida avanzando en movi- turales, dinámicos y genético_5_: ·
mientos ondulares como é:ste, en que el presente se anticipa como el surfista
en la cresta de hechos arrolladores que giran, mientras el momeuto presente
pasa a ser recuerdo y el momento anticipado arnl>a convirtiéndose en la expe-
riencia presente. Aplastado entre el pasado y el futuro este momento presente
s~~ía inexistente, alcanzando sólo una precaria realidad psíquica en la organiza- fACfORESECONOMICOS
ci?n de los recuerdos. Seria realmente retrospectiw, aunque sólo fuera por una
decirna de segundo. · Los nillos que hemos estudiado nos parecieron muy intdigentes. ¿Qué quere-
Si imaginamos entonces que este hilo del tiempo ha enhebrado esas perlas "; _ mos· decir con· estq y cómo hemos !legado .a esta conclmión? Sus procesos men-
... tales operan a gran velocidad. Aunque dominados por la repetición, es deslum-
brante la rapidez con que desarrollan nuevas combinaciones y transformaciones de
Ad~nturts in Ideas.
1
la misma configuración básica de la fantasía. Su apertun a los datos sensoriales,
' 1

1
24
D.MJ!LTZER LA PSICOLOGIA DE LOS ESTADOS AUTISTAS 25

tanto de su propio cuerpo como del ~wtdo exterior! d~ I~ impresión de un apa~a· incluso podría ser un requisito de la personalidad. Recapitulando, los factores
· to . En consccuenaa • realmente mtim1da el grado en que d1s·
to d esnudo al 'Vlen son: gran inteligencia, sensibilidad_ ~l~do..e~onal aje12.o,_pr:o~11S1_o:JU[ij.
criminan los detalles del ambiente y cualquier alteración de esos detalles. La com· Írinuento deprCSIVo de J<?L~~~~i~, mí~~- sa~ y en consecuencia míni-
1e·idad de su funcionamiento mental abruma constantemente al terapeut~-_ A ma perse-cu-cíóñ, ce!Ós posesivos; .son_I!_i!los de alta se~d en su amor, paSibles
P J
esto se suma
la til za de la respuesta emocional y la sensibilidad al estado f1s1co
su e ·
y mental del terapeuta, que excede lugamente la que se encue~tra en e 1 ana 1s1s
·¡· · oc
---- ·--·--- ----.:_ _ _____
una interminable repetición de la alegría y eítriunfo por la posesión del objeto.
- - .. - _:_ ~-

infantil en general y es por cierto de categoría diferente a la atmosfera del consul·


torio de adultos. . .. .
Sumada a esta inteligencia y a los factores de sensibilidad p~rcept1va que CARACTERISfAS ESTRUCTIJRALES
conectan con ella, estos niños presentan una sensibilidad em.oc1~nal que nos_
~aría describir como una sue ~ · . · · · n entil. ~u conciencia del estado Como ya hemos indicado, adoptamos el punto de vi1ta de que el estado autis·
e s personas a quienes se SJmten intensamente ligados parece realmente ta propiamente dicho pue..:._ Ser separado de los es+ados mentales que existen en
:~ener una inclinación de matices depresivos, que es diferente de ~a identifica. el rñismo niño fuera del autismo. Posteriormente descnoiremos las formas en que
ción; consiste, más bien, en una permeab~idad primitiva a las emociones de los uno influye sobre el otro. En este punto debemos encarar la difícil tarea de tratar
demás -otro aspecto de la "desnudez" mencionada anteriormente- . Pero es tam· de definir la estructura del autismo propiamente dicho, que es una estructura men·
bién claro que tienden a experimentar a sus objetos. como similarmente pennea· tal y a la vez, sin embargo, un estado esencialmente desmentalizado. Como ya he-
bles y susceptibles de ser bombardeados con la conc1eneta del dolor ?e los otros, mos dicho, la clave de la situación parece estar en la suspensión temporaria del !C-
e interpretan toda evidencia en contrario como signo de rechazo mas que como conocimiento del pasaje del tiempo; pero que es algo muy distinto de las ~versas
indicio de incapacidad de parte del objeto. , •" . ,. . formas de renegación (denia/) del· tiempo,, del concepto circular, del córicepto
Esta tendencia- a ser bombardeados por la co11«iencia del sufrimiento. aJei:io, oScitante, o del tiempo en alguna fomia fragmentado. Queremos ~- um
unida a la de interpretar como rechazo la insensibilidad elilQCional de los .otros, estructura, la del· yo-ello-superyó·ideal desmantelada en una forma que. posea
da lugar a una especial vulnerabilidad a las experiencias depresivas catastroficas; f:s siguientes cualidades: que sea llevada a cabo en un momento, que sea reversible
esto se verá muy claramente en el material de John (I.W.). . · casi sin esfuerzo, como si fuera nuevamente reunida gracias a la inercia de resortes
La posibilidad de que esta propensión al sufrimiento depresivo se relacione mentales; sus transacciones deben ser de una cualidad tal que las inha_b_ilit~~
con la especial desnudez respecto de las ondas emocionaJes que emanan de los unirse con otros eventos mentales. Para expresar esta última cualidad; q\l_et~
otros, parece encontrar un apoyo adicional en la mínima inten~~dad con q~e se hac.:ir la distinción entre "evento" (o "hecho") y "experiencia", suponiendo que
observan las ansiedades persecutorias. Esto tiene que ver tamb1en con .la d1spo· los "eventos" son discontinuos, no aptos para ligarse, y en consecuencia funda-
sición gentil que se da en función de míi:umo ~dismo. Lo_ que frecu~.~tement: mental1Ílente inaptos para el recuerdo.
se presenta como despiadada crueldad hacia_ los. otros b:bes. de mama no esta Los eventos, pues, que se representan en las formas del comportamiento ya
dictado por. un sadismo que se aferra a la nvahdad para Justificarse_ en su expre· descritas por nosotros como la fenomenología del estado autista propÍa.IJ!ente
sión, sino que emerge al servicio de una posesividad infle~ole del ob1eto mater_no. dicho, no se prestan a ser captados por el niño como experiencias, con su ~c­
El niño autista quiere indudablemente librarse de todo nval, ya que cada pn~­ terística estructura de un presente como punto infinitesimal comprimido entre el
clón o desilusiOn, al parecer, se ex~ent;t_sl~r-~9-t.amente de~tro_~ este marc~ ":? \
J recuerdo y la anticipación. ¿Cómo es que esto tiene lugar? Hemos empfeado ante·
referencial. No t i_enen . particwarme~te lá ~!;!1ción ?e _!nfli&!r do~or?- ni es el g?z~ riormente· el término desmantelamiento (dismantling), al cual debemos ahora dar
sadista un rasg~_pr.~J!t~n~ -~u v1~moc1ona.I. S1 bien el s~ntim1ento d~ tr.1un- una significación precisa a fin de diferenciarlo de los pl'0Ce30S disociativos.
fo es un i:!!~di~t eJegular_.c!e sus placeres, tiene una ~lidad predominante- Los procesos disociativos emplean impulsos destructivos para realizar ataques
mente más que sádica, hasta que en el desarrollo postauttsta se establezcan la al vínculo. Estos ataques son en su mayor parte dirigidos primariamente contra los
disociación y la idealización. . .. objetos, y sólo tienen como consecuencia secundaria la división del yo, o más CO·
Esta gozosa posesión del objeto materno constituye una forma pnm1ttva de rrectamente del sel/. Esta disociación secundaria parece ser una consecuencia de
amor, que es al mismo tiempo tierna y altamente sensual. La. intimi~~ superfi· la división del objeto, a la manera en que la partición en el territorio de una región
cia1 de piel a piel que buscan tiende a ser insaciable y a resenttr y .resistir el paso . disputada entre dos naciones en pleito es capaz de ~ucir una polarización de
del tiempo. La· intensa tendencia a la repetición en estos niños p~rece. emerger la población correspondiente: al ser confrontado por w:n división d.el objeto, leal·
más de este factor que de las irrupciones de la ansiedad persecutona o del asalto tades incompatibles lleván al self a dividirse de la misma manera (en el sentido
moportuno de los instintos desnudos. . geométrico). Es por esta razón que el proceso primordial de disociación e ideali-
Esta lista' bastante impresionante de rasgos disposicionales que contnbuyen zación (splitting-and·idealization) del objeto es el requisito de la ' división ~tre
a configurar las tendencias econ6micas, parece ser. omnipresente en el grupo, e
part" b"'"'' y ""bd•hdf y'"' imp"'""· \
'
1
26 D.MELTZER LA PSICOLOGIA DE LOS ESTADOS AUTISTAS 27

. 0n.sideramos el ·"desmantelamiento" como un proceso diferente y con que avanzaban hacia una tranquera. no pudo pensar qué orden debía darles para
1 unplicac1ones muy distintas. En primer lugar, nos. parece que sucede más en una que pasaran de a dos. Y entonces ordenó: 'Esta compañía está. de franco por dos
fo~a pasiva que activa, de manera semejante a dejar que una pared de ladrillos minutos, luego de lo cual se formará nuevamente del otro lado de la tranquera'."

¡ ca1ga en pedazos por la acción de tiempo, musgo, hongos e insectos, por no haber-
~ reforzado .~º cemento: El desmantelamiento ocurre mediante el recurso pa·
s1vo de perrrutl! que los diversos sentidos, específicos y generales, jntunos y ex- ASPECTOS DINAMICOS
ternos, se adscriban al o~jeto más estimulante del momento. Sería mera coinciden-
cia si las sensaciones más altamente coloreadas fueran a la vez las de forma más
arrobadora, las más olorosas, sonoras y sabrosas, al par que las más suaves y cáli· Es nuestra idea, pues, que Jos componentes sensoriales del sel[, desmantela-
1 das del momento, to~s emanando simultáneamente del mismo objeto externo dos para poder atravesar la "tranquera" autista, pueden también alinearse sin
r~I. Salvo para el bebe al pecho, tales sensaciones procederán de una variedad de esfuerzo una vez que están del otro lado. A esta altura, probablemente hemos
Ob.Jetos ~n un momento dado, y con la excepción de las grandes obras de arte 0 multiplicado nuestros modelos sin haber ganado en claridad, y nos beneficiaremos
~s c~dades -~ersona.les más carismáticas, a Ea mayoría de Jos objetos se les si nos dirigimos hacia la dinámica del proceso. Aquí nos enfrentamos con la ten-
presta atenc1on. Tendemos a experimentar este despliegue dentro de nosotros dencia compulsiva que es tan marcad3 en estos niños, y nos encontramos sorpren-
COJ!l~ un proceso. activo. Es dudoso que el hombre ocddental en general haya didos al desrubrir ciertos aspectos primitivos de la compulsividad, que en sus for-
reterudo la capac1da~ de suspender la atención como af"mna el gurú yogui que mas de empleo más sofisticadas no son fáciles de descubrir. El rasgo de la com-
puede hacerlo a traves de una extrema concentración en la nada. Lo que llama- pulsividad en general más llamativo es la reiteración del acto, o del pensamiento
mos generalm~nte "desatención" es por lo común un extravío de la atención, ya subyacente, en una serie potencialmente interminable que cesa tan misteriosa-
S:~ en el sentido de un enfoque disminuido o de volverse hacia adentso en rumia- mente como comenzó. El estudio de las neurosis nos ha mostrado claramente
~1on o ei:isueflo diurno. cuáles son los factores operativos en ellas, de qué manera la separación omnipo-
tente y el· control de los objetos inducen ansiedades persecutorias o depresivas,
E~os entonces su~iendo la existencia de cierta capacidad para suspender según el grado de crueldad que las motivó. Se puede considerar que la repetición
la a~enc10n, cuyos mecarusmos inve:."tigaremos más adelante, que permite a Jos compulsiva expresa la necesidad de un constante control de los objetos, ya que
sent~dos vagar, cada uno dirigido al objeto más atractivo del mol71ento¡ Este es- éstos tienden a reunirse, y expresa, por otro lado, la necesidad de servirlos y nu-
p_arcl!se de los_sentidos p~ producir el desmantelamiento_ del self.co-rñ;
l ~parato_mental, pero a la manera pasiva de caer en pedazos. Hay unos juguetes
que re~resentan perros, por ejemplo, hechos de cuentas de madera u.nidas por
.. trirlos, ya que el mantenerlos separados (por interferir con los procesos de repa-
ración) tiende a dar lugar a su deterioro .
Es evidente, entonces, que en los estados obsesivos hay un interjuego de mo-
u?os hilos que pasan por orificios en una tabla y se atan a un aro. Un niño soste- tivos primarios y secundarios de defensa coot:I3 la angustia. Este énfasis en su
ruendo el aro en tensión hace que el perro se pare, y relajando Ja tensión hace papel defensivo contra la ansiedad, edípica en primer lugar y luego persecutoria
que se. desplome X recueste en la madera. Del mismo modo, podemos nosotros o depresiva, diliuja un cuadro de la compulsividad como mecanismo de defensa,
conceb~ la atenc10n como los hilos que mantienen Jos sentidos unidos en con- pero oculta rus raíces más primitivas en la compulsión a la repetición. Lo que en
sensua~dad. Este "sentido común", como irónicamente lo Dama Bion, aprehende su primer período de formulación, el "topográfico", Freud mencionaba como la
l?s. _objetos en la forma multifacética que es esencial a los actos mentales, en opo- ·atemporalidad del sistema inconsciente (Jnc.), en la teoría "estructural" debe
1 s1c1on a los even.tos neurofisiológicos. Estarnos empleando un concepto estructu- referirse al ello. Como ya hemos descrito con cierto detalle, la estimación del
~~-1 de la atención similar al usado por Freud al considerar la conciencia como un tiempo es c'.ertamente una función del yo. La compulsión a la repetición es el
organo" mental.
desbordante principio económico del ello, así como el principio de placer-dolor-
S.i al. ?ecir~ me~iante~USP..mSÍÓJkd~tencióILel niño ,.pennite que su ..
; realidad lo es del yo en su relación con el ello y con el mundo exterior, y como
1 0
_~ nizac1?n ~:ntal caiga _paSXYaJllente. en-pedazos..estamoo-haciendo.una--ra zona. las posiciones paranoide-esquizoide y depresin lo son en relación del yo con
'lk -aproXImaeto~l-procesQ...qUe_conduce ~tarlo..autista,. parecería muy cierto el superyó-ideal•.
que ~e e~a forma de r_e.tirada del mundo no pueden resultar ni la ansiedad perse- La invertigacióo que hizo Freud de la compulsión a la repetición en Más
cuto~ ru la de~per~c1on, ya que oo se ejerce violencia ni contra ~sel/ ni contra allá del principio del placer es tal vez demasiado especulativa y cosmológica
1 el Objeto. Esto. ~p~ca que el restablecimiento de la organización preexistente para ser de uso inmediato en la investigación clínica. Necesitamos un anclaje
no va a _suponer ~gun grado de ~ufriiniento mental (Ps ~ D de Bion) que superar. más neurofcri<>lógico para nuestra concepciÓn. Es cuando intenta entender la
Un eqwvalente social de esto sena, por ejemplo, la famosa historia contada por naturaleza del ello que' el psicoanálisis vuelve a acercarse al trabajo de otros .f
~l Sandburg acerca del "Capitán" Abraharn Lincoln cuando joven durante la
Black Hawk War" en 1832: "Mientras su capitán ~etraba con d~s pelotones • Supcryó-idctl: superyó + ide:tl del yo. (Vé:tsc: Saua/ States of Mind, l 973.) (N. del S.)
-
28 D.MELTZER LA PSICOLOGIA DE LOS ESTADOS AUTISTAS 29
campos de la psicología como los reflejos condicionados, los estudios de los con la intensidad de la relación con el pecho. de la figura maternal. Cuando ésta
procesos perceptivos realizados por la escuela de la Gestalt, los estudios etoló- se marchita, Cl)mo sucedie cuando la madre sufre una depresión u otra perturba·
gicos y la neuropatología. Cuando el sel[ se desmantela en sus componentes crón, y en consecuencia reduce su atención, su calor, su charla y su sensualidad
senso.riales debido a la · suspensión de la función yoica de la atención, un yo hacia el bebé, el self desmantelado tiende entonces a flotar por períodos cada
ooherente cesa ·de existir temporariamente; cada fragmento o componen- vez más largos de desmentali.záción. Es concebible que el grado de atraso en el
te se reduce a su estado primitivo, dominado por el ello y por su econo- desarrollo bien podría tener una relación casi aritmética con el tiempo vital
mía y dinámica. Sugerimos que este primitivismo es esencialmente carente pasado en el estado autista propia.mente dicho durante la vigilia y tal vez durante
de actividad mental, desmentalizado. Sus eventos ño pueden ser considerados el sueño. Las implicaciones terapéuticas y profilácticas de este hecho son obvias.
como actos mentales y no pueden ser .:xperimentados de ninguna manera que A este factor cuantitati'»o debe agregarse el efecto que tiene en el desarrollo la
permita su integración en un con. :.<t~o de recuerdos, ni como base para la an- acción de esas mismas tendencias que hacen posible el estado autista cuando ac-
ticipación. - túan individualmente y oo en conjunto, en el curso de experiencias vitales y rela-
Pero el misterio que surge en el estudio de la compubividad en el neurótico, ci.ones objetales. En esta área hemos aprendido mucho del tratamiento de Pif-
básicamente qué circunstancias pueden dar fut a la potencialmente interminable fie (S.H..) y Barry (D.W.)_
tendencia a la repetición, encuentra una posible respuesta en la observación de los ,,
estados autistas propiamente dichos. Tanto John {l.W.) como Timmy (J .B.) ilus-
tran claramente el alto grado de captación sensual del terapeuta que caracteriza
DESARROLW DE LA PERSONAUDAD EN EL NIÑO AUTISTA
la relación transferencial.!En._nuestro trabajo se hizo muy pronto evidente que era
necesario que el terapeuta fuera capaz demoVilizar la atención suspendida del
niño en su estado autista, pa:ra traerlo nuevamente al contacto transferencial. Con Formulaciones como la anterior acerca del estado autista.propia.mente dicho 1
·1
este fin, era necesario interpretar constantemente el estado transferencial anterior no .pueden reclamar . ( co~ hemos dicho anteriormente) prioridad alguna sobre 1

• a la caída en el autismo, junto con técnicas aprendidas más intuitivamente del em-. otros ·métodos de observación u otros sistemas de formulación. ·Dado que' fueron " i -
oleo de la voz, at~~n }'._~sturaJ.La última incluye un grado de permisividad hechas dentro del encuadre a!lalítico y · por terapeutas formados analíticamente,
con respecto al coi.tacto físico, tocar, mirar, oler y gustar, que uno no permi- las observaciones sufren tanto como se benefician de las limitaciones de ese en-
tiría fácilmente en el transcurso de un análisis infantil corriente. · cuadre y de esa formación. Sin embargo, cuando emprendemos Ja descripción
E:sta disporubilidad corporal directa del analista parece tener un efecto caris- y Ja formulación del desarrollo de la personalid!ad de estos niños fuera del autis-
mático por la abrumadora sensualidad oral de los niños. Tinlffiy (J .B.) ponía su mo propiamente dicho, y en un sentido postautista, con Barry (D.W.) y Piffie
boca cerca de la boca parlante del terapeuta y concretamente comía el lenguaje (S.H.), podemos af"irmar que hablamos con el insight especial que solamente el
emergente. John (1.W.) miraba a la terapeuta a los ojos o bajo su blusa de la misma método analítico, creemos, puede proporcionar en estas cuestiones. Esta éspe-
manera como escudriñaba a través de la ventana de la escalera. la significación cial autoridad, por supuesto, sólo concierne a la estructura, la dinámica y la
q_ue la terapeuta adquirió como pecho, coillú objeto parcial, en la transferencia, se economía inconscientes de la mente y a la visión especial (y parcial) de la géne.
estableció en el tratamiento enseguida, y de una manera sensual primitiva, mucho sis de la personalidad que nuestra disciplina ofrece.
antes de que pudiera tornar una significación más abstracta, y, por supuesto, sor- Ya hemos hablado de la consideración cuantitativa general, es decir, bási·
prendentemente rápido en comparación con la larga y difícil lucha. para camcnte, de la pérdida de tiempo vital de maduración mental, cuyo lugar es
lograrlo en el transcurso del análisis de un paciente neurótico, adulto o niño. ocupado por los estados autistas propiamente dichos. Debemos ahora ocupamos
de las interferencias específicas dcl desarrollo y sus consecuencias, que pueden
ser descubiertas mediante el método psicoanalítico. Estas pertenecen a dos gran-
des categorías: las interfe;¿ncias en la formaciór1 de la estructura de la personali-
CONSIDERACIONES GENETICAS dad y la excentricidad obsesiva de las relaciones objetales. Ambas serán luego
ejemplificadas en las descripciones clínicas de Barry (D,W.) y Piffie (S.H.)'res-
En breve, se podría decir que el pecho materno como objeto de viva atracción pectivamente. •En la formulación teói:ica_ h~ aguí vamos a acentuar la función
consensual, parece ser que funciona como imán o resorte que reúne al sel[ desman- d~ la fantasía inconsciente en los niño~!E gue es en_ es:tQ_dO_~~r9._~~odo_
telado mediante su poder, es decir mediante la dominación de la atención. d~~stigación nos da una visión de. vali<!.e~_Jle_.P!..~~ o;,den-El..ªn.álisis de
El "ataque" autista tenninaría debido a la repentina reunión de las partes del sel[, cómo ~$!as (11n.ciones dclniño -~lñlañ ~ tenden_~ d~;:;.~_ PerSQmJJ~.4-~
lo c~l permite al niño continuar la actividad transferencia) que había sido tem- !?_ fig_ura maternal, _9 .. COn la organÍ?'!:'ciQn del _a~.J>.i~Je -~ q\!~ el niño crece, se
Poranamente s~ndida. Uno bien puede imaginarse que el extravío en el autis· plantea- eñ- eCreSW:nen final d~J~ inv~igaci~..1!..~_ya_gue es reoQnstructivo y,~­
m<?, en tanto perturbación del desarrollo, tiene una muy fina relación económica consec~!!!cle .. -d~·uñ'! yalidez de .s~do orden,
30 D.Ml!LTZER LA PSICOLOGIA DE LOS ESTAl>OS AUTISTAS 31

_!..a est1.uctunu:le_la _personali~d tiene dos dimension~s que._nn_más allá_de npeuta y horadarlo. Los bebés externos se convirtieron repentinamente en
la delineación de ello, yo Y..l!1P~ryo_que.Jk$!!;1jbe Freuq. E~lida<I;esta.ca.~go­ bebés internos triunfantes, y el triunfo del niño se transformó en sorprendente
rizaciólJJiene_una_cierta_validez...biQ!ógic:a__~~!(pe en ª'1guna medida de ~ que rabia.
aQ!!.~ece como organizaciónJuncional::. es decir, _1ª.._divWón_entre_self Y ob1etos. Un nif!o nos mostró la respuesta en un solo golpe de intensidad creativa.
Sumado aesta dlvisi_ón func.ional •. p~~c;:>~~ernir un segundo orden e~ctutal, Durante meses había dil>ujado puertas y portones, generalmente con rejas muy
Telicionado coñ la organización del~p;1cio vital._esto es, ~n la g~afia de la complicadas de hierro forjado. Después aparecieron gradualmente casas de estilo
- personalidad en ..§l!S. cuatro regiqnes ~1"ªWsti~s i inter_na.y extern;lral sel!.,_ aden- gótico victoriano. Un día, con gran esfuei:.70, dibujó de un lado del papel una
tro"· y afuer~ de los ob"eto .. La quinta área, el "no-lugar" (nowhere) del sistema C3Sl muy orriamentada vista de frente, una casa en Northwood, mientras que del
delirante no n s concierne aquí. De estas dos dimensiones generales de lla estruc· otro lado dibujó la parte de atr.ls de una taberna en Southend. Así, el niño demos-
tura de la personalidad, orga nización de la geografía del espacio vital _Y ~~z:a­ tró su vivencia de un objeto bidimensional: cuando uno :ntra por la puerta delan-
ción del sel[ y los objetos, la primera parece ser de fundamental s1grúficac1on tera, simultáneamente sale por la de atrás de un objeto diferente. Es, en realidad,
en la psicopatología de Ja personalidad postautista (como la_ llamare~os en un objeto sin interior. .
adelante, significando tanto lo que queda fuera del e~ado autista propiamente Pero, ¿cómo es que surge un objeto así? Para responder a esto, uno debe re-
dicho, como la secuela del autismo precoz infantil). considerar la intrusión extremada e insistente de estos niños respecto del objeto
materno, y la manera en que la sensualidad primitiva permite un fácil intercambio
entre objetos animados e inanimados, de manera muy semejante a corno surgen
a. Organización del espacio vital Jos objetos transicionale$ de Winnioott - tema al que volveremos en el resumen
fmal-. Esta fácil sustitución, aun fuera del autismo propiamente dicho y aun cuan-
Creemos que el campQ_de estudio de_k>_~niños autistas P!QP-QrCiQna l>enefi· do los objetos sean aprehendidos consensualmente, apo~'l. la olTUÚpotencia de las
cios muir icos- réspecto de la comprensión de los comienzos de la vida mental, fantasías invasoras. En efe::to, como veremos en el material de· Barry, el objeto
revelando procesos realmente tan primitivos que son por entero inaccesibles a materno se experimenta como abierto, con sus orificios desprotegidos, sin esfín·
o-tros métodos o con otro tipo de paciente~ Estos niños parecen sufrir un impe- teres, expuesto tanto a las inclemencias del tiempo como al merodeador. Como
dimento absoluto para progresar en su desarrollo, debido a su dificultad en diferen· Tmtern Abbey*, la distinción entre adeniro y afuera no es un hecho; es sólo una
ciar las cuatro áreas geográficas de la fantasía. Experimentan una confusión de idea surgida de la imaginación. Es por supuesto tentador imaginar que durante
tipo geográfico mucho más compleja que la inducida por la identificación pro· sus primeros meses de nda estos nií'los fueron expuestos a un grado extraordina-
yectiva mas~a l ¿~ómo es que es:o suce_de!_ O, tal_ ve~, Ja pregunta más correcta rio de despreocupación maternal, a ese tipo de atención en que lo que entra por
es Ja inversa: ¿como es que la d1ferenCJaC10n ordmana no sucede? La respuesta un oído sale ·p or el otro: "sí, querido". Ocasionalmente, esto se corrobora por la
que podemos ofrecer es bastante complicada. historia de una severa depresión post-partum de la madre. Sin embargo, nos incli-
Para_e.Aplicar este fracaso debemos volver a la disposición de estos niños, namos más a buscar la solución del enigma en el niño mismo, dado que segura-
particularmente a su alto grado de oralidad, sus intensos celos posesivos del obje· mente muchos niños recil>en bastantes "sí, querido" de sus ocupadas mamás.
to materno, s_I! primitiva sensualidad y su tierno modo de ~r, no sádico, todo Los intercambios en el cuarto de juegos sugieren marcadamente que la insis-
lo cual.Jos. predispone a experiencias-depresivas tempranas-e. intensas. La sensua- tente intrusión, la promiscua sensualidad y la intensa po5eSividad llevan a estos
lidad y poscsividad inducen una fuerte tendencia a la fusión con el objeto, que en ~s a experimentar la posesión absoluta de un objeto no poseíble, rico en cuali-
el cuarto de juegos se reconoce fácilmente por acciones como la de pen_etrar en dades de superficie pero carente de sustancia; un objeto fino como un papel,
el terapeuta, horadándolo, apropiarse de sus manos para lograr marupularlas carente de interior. Esto produce un fracaso primario de la función continente
o la pretensión de usar el cuerpo del terapeuta como si fuera un mueble. Esta del objeto externo, y en consecuencia del concepto de un sel[ continente. Este
misma insistencia en controlar el cuerpo del terapeuta revela un fracaso en el logro serio defecto no parece ser exactamente el mismo que Bick describe como una
de cualquier grado de identificación proyectiva. Este hecho sorprendente, Y el piel iriadecllóJa para el sel[ en cuanto no parece involuaar ninguna deficiencia
extraordmario comportamiento que lo hace manifiesto, también concierne al
cuarto a la casa debaJ·O de la mesa o dentro del armario. El ni.ño no puede expe·
• •
.. en la formación del ooncepto sioo más bien una inadecmda función continente
por el stress de la ansiedad. No se observa el característico desparramo de las par-
rimentar, durante ningún período de tiempo, la diferencia entre estar _adentro Y tes del sel[, ni la función de la piel secundaria que elh ha desaito tan clara-
afuera del objeto. Mirar al terapeuta en los ojos puede transformarse inmediata· mente.
mente en mirar afuera a través de la ventana.. Sin embargo, el momento de triunfo Por el contrario es nuestra impresión que la falta de espacio interno en el
sobre, por ejemplo, los pájaros en el jardín representando los excluidos bebés
externos, inmediatamente se convierte en un enfmecido mostrar los puilos Y •Se i:efine a las ruinas del Monasteño de Tintem Abbcy, que al ccatcmplarl:as llevan a imagi-
.golpear la eabeza en la ventana, para luego golpear la cabeza en el pecho del te· narlo en su pasado C$Jllendor. [N . del S. J

- ---="'"";;....--. •~·---
__ ...,
¡·
1
32 D.MELTZER. LA PSICOLOGIA DE LOS ESTADOS-AUTISTAS 33

sel[ y en el objeto del niño con personalidad postautista es un defecto continuo, tema) como una extensfón del self para ejecutar ltu funciones del yo. En cir-
que no se relaciona al stress por ansiedad. También parece tener una relación cunstancias en que otro niño se subiría al alféizar de la ventana, Johit simple-
diferencial con las distintas modalidades sensoriales, lo que concuerda con la mente hacía movimient os anticipatorios para ser levantado; cuando Piffie no
tendencia generai al aflojamiento de la función consensual. La más débil de estas podía sostener en sus manos todas las figuras y piezas las depositaba muy na·
modalidades en lo que se refiere a la función de contener, parecería ser 1a audi- turalrnente en la falda de ·1a terapeuta. Cuando Timmy quería hacer desaparecer
tiv;;, e$pecialmente en relación a la función del lenguaje. Parece ser el caso de los juguetes que sospechaba habían sido usados por otros niños, los depositaba
"lo que me entra por un oído me sale por el otro"! muy concretamente. Es en bajo la silla del terapeuta como si dejara basura pan d barrendero. Otros niños
el defecto de esta área donde miramos en busca d e una explicación de la aparente se hubieran procurado un lugar seguro o hubieran tirado esos juguetes en el
sordera, que .a menudo llama primero la atención de los padres y provoca su papelero.
alarma. La relación de esto con el mutismo es un problema muy complejo, cuya Lo que queremos puntualizar es que lo nat ural para estos niños es experimen-
detallada consideración debe aún esperar. tar la situación de manera tal que el terapeuta lleve a cabo una función yoica. 1
- ,....._ Esta cualidad deficitaria del sel[ como continente relacionada a la falta de Debe funcionar no solamente como sirviente o subordinado sino como actor 1
espacio interno produce una cualidad maníaca en la personalidad, que Y1 a ser príncipal de la situación; no sólo debe llevar a cabo Ja acción, sino también deci-
vista muy claramente en John y en Timmy. La falta de habilidad para retener
objetos tiene un efecto equivalente a su expulsión sádica como heces, que se
observa en los desórdenes maníacos; pero con una cualidad automática y deses-
dir qué acción debe efectuarse, y tomar de esta manera la responsabilidad. En este
sentido puede decirse que la actividad del niño muestra una incapacidad de tipo
político, como un potentado oriental que no sabe nada del régimen de impuestos
1
1
'
perada muy característica, que puede repentinamente resultar en un catastrófico pero que está pronto a decapitar a su visir si hay alguna prueba de injusticia. Surge
colapso depresivo de sollozos desconsolados. El material que se refiere al "com· aquí la pregunta de qué relación existe entre este tipo de dependencia y la omrú- 1
primir" de Timmy ilustrará Ja lucha del niffo por cerrar sus orificios. Pero la aber- potencia y el control omnipotente de los objetos. Consideramos a ambos procesos 1
j

tura del niñn no está confinada solamente a la dificultad en retener contenidos como muy diferemes y puede observárselos actuando de manera muy distinta
mentales, y en consecuencia también conteniC:os físiccs. Nos inclinamos a ver a en estos niños, el último como un aspecto de la obsesi0nalidad y el primero 1
estos niños como sufriendo también de una abertura sensorial que se experimenta como un tipo especial de dependencia. la desobeditnda del tempeuta con res-
como un bombardeo de sensaciones. Este bombardeo parece que compone la di- pecto al control tiránico omrúpotente provoca una reacción normal de rabia;
ficultad en retener, y hace que el proceso ordinario de elaboración en !la f~tasía mientrqs que cuan?-o_ el terapeuta falla en el desempeño de la función- yoica
J (y por ende probablemente en sueños) sea relativamente ineficiente parad juego requerida por el niño, surge su azoramiento y una tendencia a aislane en el estado
y, en consecuencia, para el aprendizaje. La coniecuenda de esto es un grado ex- del autismo propiamente dicho. Esto es también un índice claro de que los estados

¡ traordinario de dependencia, no sólo de los cuidados, sino también de las funcio-


nes mentales del objeto externo.
-creemos que estas consideraciones explican en gran parte la aparente defi-
autistas propiamente dichos no pueden ser comprendidos como derivando de los
mecanismos de defensa contra la ansiedad, sino que tienden a ser provocados por
el bombardeo de sensaciones en presencia a la par de un equipo inadecuado y del
ciencia mental de estos niños altamente inteligentes. Tal vez sería importante fracaso de la dependencia.
elaborar un poco este punto, pues tiene implicaciones significativas tanto para Esto da Jugar naturalmente a preguntarse sobre la relación entre la personali-
la comprensión de la personalidad postautista como para guiar nuestro enfoque dad postautista y la personalidad durante el primer mes de vida. En esta área sólo
1 terapéutico. Freud consideraba al pensamiento como una forma económica de podemos, por supuesto, hacer conjeturas; pero parece convincente que la cualidad
actividad de ensayo. Cuando nuestro equipo interno no es suficiente para resol- de la dependencia observada en el estado postautista es muy semejante a la del
ver la complejidad de representaciones concernientes a un problema particular, recién nacido, que necesita del objeto tanto para que lo atienda como para que
recurrimos a contadores - por ejemplo un ábaco, un tablero de ajedrez con sus realice sus funciones yoicas. Esto implica un vínculo narcisista que no sólo pro·
piezas, papel y lápiz o instrumentos de geometría- . El niño usa sus juguetes en la longa el cuerpo del niJio en el más capacitado del objeto, sino también la mente
misma forma, como contadores para los objetos de la fantasía y el pensamiento. misma. Esto sugeriría un proceso muy relacionado a la identificadón descrita
Cuando los contadores tornan vida propia y otro valor que el asignado en la re- por Freud como característica del narcisismo primario, de cualidad muy dlferente
presentación, decirnos que el juego se ha convertido en concreto y que hay una a la confusió~ entre self y objeto debida, por ejemplo, a la identificación proyec-
1 falla evidente en la formación de simbolos. · tiva. En esta última, la mente y el cuerpo del niño son los que dirigen el proceso,
la personalidad postautista, igual que todos los estados primifuos, pre- más allá de todas las limitaciones funcionales que caracterizan al yo infantil. Es
senta un cierto nivel de concreción en el pensamiento y la fantasía. De hecho,- por esta razón que el comportamiento seudomaduro debido a la identificación
m embargo, esto no se observa en . el alto grado que uno esperaría, dada la no- proyectiva es meramente una caricatura infantil de la oonducta adulta.
1 table inmadurez. En lugar de esto se puede observar un proceso más complejo Si concebiinos a este tipo de dependencia en el sentido del narcisismo
que concierne al empleo del objeto materno (o el objeto de la transferencia ma- primario y recordarnos que Freud afirma que en los primeros tiempos relación

·---------- ""'="".-"'---'-~-
- -------e:.._...,.,.. _ ..... __
1 -
~-
"
34 D.MELTZEJl LAPSICOLOGIA DE LOS ESTAllOS AUTISTAS 35
de objeto e identificación son indiferenciables, nos vemos nuevamente dirigidos Mientras en su forma más extrema esta diJOCiación de la consensualidad con-
al problema de la cualidad bidimensional del objeto y el sel[ en la estructura de figura la operación esencial para la formación del estado autista propiamente
la personalidad del niño autista. la concepción de Bion de la réverie mat~rna co- dicho, su uso parcial es característico de la personalidad postautista y es la base
. rilo proceso en el que la madre incorpora la parte perturbada de la perso~alida~ del de la obse:sX>nalidad extrema, como va a ser ejemplificado en el material de Piffie.
bebé Je reduce su incomodidad y Ja devuelve al niño, parece ser aqut una idea Debemos subrayar una vez más que el ataque al vínculo se dirige contra el yo, es
clariflcante y unificadora; pero necesitamo$ verla funcionando de una manera muy pasivo y no de modalidad sádica. la función yoica de la atención se manipula
distinta del cuidado maternal ordinario. En principio, estos niños parecen reque· en forma tal que permite simplemente que la experiencia de los objetos caiga en
rir que la madre incorpore,, contenga y reduzca el dolor del n[Jio entero, no sólo pedazos y se restituya de golpe. · ·
de una parte. Por esto, y tal va por ciertas lirni:·.iciones del est:;.do mental de la Esta diferencia entre el ataque destructivo directo al vínculo entre obje-
madre, tiene Jugar un fracaso primario de :..-.:ependencia. Nosotros creemos que tos u objetos parciales y los ataques indirectos a estos vínculos a través del des-
el niño lo experimenta como si el pecho o Ja madre fueran finos como el papel.1
mantelamiento de la capacidad del self de experiencias consensuales, es una impor-
Como probablemente no podemos ir más allá en este punto hasta ver el tante distinción general en lo que respecta a las perturbaciones obsesivas. El gran
material clínico, vamos a concentrarnos en la segunda .::..nensión de la estructura misterio acerca de estas perturbaciones ha sido siempre el amplio grado de varia-
de la personalidad y su perturbación en la organización postautista. ción en el nivel de ansiedad persecutoria consiguiente al establecimiento del con-
trol omnipotente y la separación de objetos. Desde luego, en general se considera.
que el grado de persecución consecuente a la operación de una defensa es propor-
b. Organización del sclf y los objetos cional al grado de _sadismo con que. ésta fue montada. Freud, en sus trabajos "Fe-
tichismo" (1927, S.E., xxi) y "Escisión del yo en el proceso de defensa" (1938,
Ya hemos sugerido que el esmdio de la organización del espacio vital en estos S.E., :xxfu) señaló la dirección a seguir para la resolución de este misterio, que co-
niños rinde una alta información cientffica·acerca de los procesos más tempranos · rrectamente vinculó con el problema general del niantenimiento de la sáh1d men-
en esta área, y una recompensa semejante se puede derivar del estudio de la orga· tal frente a conflictos infantiles no resueltos. El estudio posterior hecho por Me·
niz.ación del sel[ y los objetos. Sin embaigo, ésta es de carácter ~s restringido: lanie Klein de los procesos de disociacié'l en su rrabajo de 1946, "Notas sobre al-
básicamente, lo que descubr:mos son fenómenos relacionados con los aspectos gunos mecanismos esquizoides"*, y en contribuciones ulteriores se concentró
más primarios de los mecanismos obsesivos que son, tanto de interés general ~ básicamente en el problema de la psicopatología. Podemos ahora sustentar, con
en lo que respecta a la obsesión, como de interés más específico respecto del cierta precisión, la formulación que hiciera Freud acerca de la operación de los
elemento obsesivo en las perversiones, sobre todo en la posición del objeto del procesos disociativos cuando están al servicio de preservar la parte sana de la per-
juego fetichista, como ha descrit<> el editor (D.M.) en otro lugar. 1 sonalidad de la invasión de las partes enfermas o, digámoslo así, de su sometimien-
Nuestro punto de vista es que la obsesión puede ser descrita en general emer· to a éstas.
giendo de dos factores en cuanto a la relación del seJf con sus objetos; primero El proceso de desmantelamiento del sel[, especialmente en cuanto a su capa-
de todo, depende del control omnipotente sobre los objetos, y, segundo, se apoya cidad para tener experiencias perceptuales consensuales, y por consiguiente a la
en los ataques al vínculo para separar a los objetos y mantenerlos de esta manera capacidad de introyección de objetos integrados, da una respuesta muy satisfac-
mejor controlados. Aunque el orden lógjco de las operaciones parece ser el que toria a este problema. No era, finalmente, una mera cuestión d e cómo salud y en-
hen1os establecido -control primero, seguido de la separación como baluarte del fermedad pueden existir lado a lado en la personalidad sin destruir la salud de
control- queremos discutirlos en el orden inverso. la mente. El problema era económico y de una naturaleza más delicada: ¿cómo
Como dijimos antes, encontramos que estos niños tienen en alto grado la es posibl~ mantener a los objetos buenos bajo control y separados sin que se de-
capacidad de disociar sus modalidades sensoriales del vínculo consensual ordina· biliten y, por ende, se hagan vulnerables a los ataques sádicos de la parte destruc-
río que las liga entre sí. Nos indinamos a ver esla función ordillaria a la luz de la tiva de la pecsonalidad, como sucede en la catatonía? Se utiliza el mismo princi-
forn1ulación de Bion de la función alfa. como una manera de describir la función pio, por ejemplo, para hacer la distinción entre la unión de un grupo por medios
mental que convierte a las sensaciones en pensamientos manipulables en el pensar. concretos (con cadenas) o abstractos (como en una sociedad secreta) y la simple
Queremos describir otro tipo de fracaso que produce eventos sensuales adecuados asociación de miembros con el propósito de ser reconocidos por ellos mismos y
solamente para el placer, y que no pueden ser aprehendidos como experiencias, por otros (como en el caso de cualquier tipo de uniforme). Este último método
ya sea para manipularlas en el pensamiento o, consiguientemente, para la comu· defme al grupo en términos de reconocimiento, es decir perceptualmente - más
nicación. Pensamos que estos eventos difieren de los elementos beta de Bion, que en ténninos de acció~, ya sea impuesta o cercenada-. En realidad, en la for·
adecuados solamente para la evacuación. mación de grupos· en el mundo exterior, ambos métodos se utilizan conjunta-

' En Sexual States of Mind. Ounic Pl-e:ss., 1973. • En O~ras completas. 3. Buenos Aires, Paidós·llonné.1978.
'

O.MELTZER LA PSICOLOGIA DE LOS ESTADOS AUXISTAS 37


36
mente, como por ejemplo, el atuendo clerical y los _votos sagrados. Es una ~nti· con los da.tos de los hechos diarios de Ja naturalez:a empleando sus sentidos de
nuación 0 extrapolación del proceso natural mediante el cual las especies se manera selectiva y de acuerdo a su conveniencia. Esto indica un alto grado de in-
identifican unas a otras y reconocen a sus depredadores. Los ra~o~es de la teligencia, capaz de usar la atención para efectuar tales abstracciones en el estado
fábula querían ponerle un c~s~?el al _gato _para ~no ce~ sus movmmntos; es ' postautista y. que, sin embargo, llevado a su extremo· de no-atención en el esta-
decir querían utilizar su percepc1on a d1stanc1a para identificar a _u n depredador. do autista, puede aparecer como defecto iotdectual.
Por ;¡ contrario, para identificar una relación más ínHma, se elige una p~c~p· Po9ría· decirse que el carácter obsesivo de la personalidad postautista se
ción de contacto. Este es el método general ~n la naturaleza. establ~_cnt_enos compone, por tanto, de una tendencia a emplear el ~esmantelamiento · del sel[
a distancia para la identificación de enemigos, y proximales para las lllclicac1ones en una forma particular, al servicio del ~ntrol omnipotente y de la separación
de amor y amistad. Este sistema queda destruido en e[ proce~ de desmantela- de los objetos, que trae como c..on"f.'~encia una preocupación rumiante por la
miento y, al hacerlo, se sacrifica gran parte de la capacidad. adaptativa. . forma en que los elementos del mundo se vinculan entre sí. Cuandc1 decimos que
·Cómo es posible, entonces, que el desmantelamiento del sel[ perceptivo esta actitud es cuasicientífica no descartamos la posibilidad de que pueda efecti-
afect~ el control omnipotente sobre los objetos sin debilitarlos frente a las ~artes vamente resultar una verdadera actividad cient {!,i.~ más tarde en la vida . Es muy
destructivas? Supongamos, por ejemplo, que mamá usa un uniforme, Y papa una posible que muchos científicos hayan tenido un período autista y un carácter
campanilla, de manera que son :identificados por la vista y el oído respectiva~ente. postauti.sta. La natural extrapolación. de un carácter postautistá daría lugar al
La asignada capacidad perceptual, cuando se desmonta, trastroc;a la exper1enc1~ estilo de vida del idiota sabio; y esta tendencia puede verse por cierto en Piffie
de tal modo que el niño no está tratando ya con una mamá de unifo_rme Y un PªP.ª y en Barry. Otro niño, cuyo material no pudo ser incluido aquí, estaba a los
con campanilla, sino con una mamá sorda y un papá ciego. M~ no puede Olí ocho años casi exclusivamente preocu~do con la pintura de flores. Robert,
la campanilla de papá, y papá no puede ver el uniforme. de mama. Pasan como los prácticamente ineducable en otras áreas, a partir de su identificación narcisista
barcos en la noche del proverbio. Es decir, el niño descontento les hace pasar la con su madre, que era una pintora de retratos, era capaz de producir la5 más
noche bien separados en su ment e. ~ .. .. maravillosas acuarelas de flores, precisamente coloreadas y llenas de vida, en
Lo importante acerca de estas operaciones es que dan lugar a la m~oyecc1on la forma más rápida, hábil y organizada. .
de objetos defectuosos en cuanto a las relaciones íntimas. La ~~l:idad cons- Nuestra conclusi-n general, respecto de las ·implicaéiones de estos descu-
truida sobre esta base se inclina con mucho peso hacia lo fetichista; o, para brimientos en niiíos autistas, con arreglo a nuestra comprensión del campo más
mantener nuestra analogía, a la búsqueda de una mujer con campanilla o ~n hom- amplio de la obsesionalidad - en el carácter y las neurosis, así como también
bre con uniforme. Esto es lo que en realidad sucede en el fetichismo pro~me~te en el aspecto compulsivo de la peTversión- es que es posible construir un es-
dicho y aporta el elemento fetichista de la elección de objeto en todo el amb1to pectro del sadismo. En .una punta de este espectro podemos encontrar la cata-
de las perversiones. . tonía, el gozo cruel más extremo con que los objetos se mantienen en un estado
En Ja personalidad posta u tista, esto se manifiesta en el grado Y el tipo es- de paralización. En el otro extremo está el desmantelamiento no sadista del
pecial de obsesión, que va a ser descrito particularmente en el materia~ de Piffie. sel! en la personalidad postautista. Aquél ubica al objeto en un estado de tor-
Ahí se verá cómo la preocupación de mantener a los objetos inoomurucados (co- turante esclavitud, éste trastorna simplemente la capacidad de encontrarse de los
mo en el ~pisodio del hombre en la escalera) promueve también_ una curios~dad objetos, pero sin infligirles dolor o provocarles debilidad. Entre estos dos polos
rumiante cuasicientífica acerca de cómo se unen las cosas Y de como.se previene se podría acomodar el espectro de las perturbaciones obsesivas en función de una
su desunión. Uno de los ejemplos más notables de este tipo fue el ~n?do en que mezcla relativ;i d: o<as dos operaciones, para construir una especie de tabla
Piffie experimentaba con permutaciones de forma y color en un d1bu10 ba~tante periéd;..... con referencia a Ja gravedad de la perturbación mental. Debe recor-
estilizado de una casa y un árbol. El cielo azul, el pasto verde, la casa amarilla, el darse que la severidad de la enfermedad en el estado postautista no se relaciona
techo rojo, el árbol marrón, etcétera. En forma s~ los _c;ambios de colore~ al- especialmente con el grado de obsesionalirlad, sino con la otra área de la psico-
ternaban con el interior y el exterior d'e la casa. La 1IDpres1on final era que P1ffie patologí.a, es decir, la perturbación en Ja organización del espacio mental, que trae
no tenía ninguna convicción de que el azul del cielo o el verdor del ~o eran ~lgo como consecuencia un serio obstáculo para la maduración. El sistema obsesivo
más esencial que el rojo del techo o el amarillo de la casa, o que si uno estuV1era es, más que psicopatológico, no adaptativo, en el mismo sentido que muchos sis-
dentro de la casa, todo pudiera quedar invertido. temas filosóficos y teológicos son no adaptativos cuando se toman como una guía
Pudimos ver que, con una actitud ciertamente tir_ánic:i, no t,?leraría ·que ~l de conducta en el mundo. El proble,ma reside en que queda interferida la respuesta
azul del cielo estuviera siempre apareado al verdor del cesped, afir~n~o, ~as emocional frente a la complejidad del mundo, cUillldo la sobresimplificación
bien, que este arreglo estaba bajo su propio control y que. la c:ombmaCion solo "cerebral" del pensamiento obsesivo intertiere con la experiencia. En un sentido
e'xistiría mientras él lo viera así. De la misma manera en que él pudo encarar filosófico, se sacrifica la estética de la annonía turbulenta. del crecimiento por la
la. sorpresa del hombre en la escalera con una serie de dlb.ujos en los cuales cesaba armonía plácida del orden. Esto conduce a un estado mental que sería adecuado
gradualmente de existir como experiencia recordada, podía también enfrentarse para la vejez, para el recuerdo de experiencias; pero no para un momento de la
·\
D.MELTZER LA PSICOLOGIA DE LOS ESTAD~S AUTISTAS 39
38

vida en que aún hay muy pocas experiencias para recordar. Produce una tranqui- actuación de los estados autistas propios, tenía una relación casi aritmética ron el
lidad wordsworthiana en un momento de Ja vida en que hace falta todavía una monto de tiempo vital realmente involucrado, y hemos diferenciado esto del
pujante turbulencia. Es así que, Barry, en búsqueda de trabajo y vivienda a los ~a~o de in~durez y patología del carácter en el desarrollo postautista. Este
veinte años de edad, no pudo encontrar nada que satisficiera sus requerimientos ultuno fue. VISto co~o dependiente de la intefacción de las tendencias particu-
y prefirió permanecer en su casa oomo ama de llaves de s~ m~dre. La posibilidad lares del niño, especialmente su obsesión y el deterioro de la dimensionalidad
de que el mundo Je impusiera exigencias era simplemente extrañ~ para su pensar, · en las r~laciones objetale:, y de las tendencias de las personas más importantes
muy semejante al Bartleby de MelWle. del ambiente ~~ que el ~o se desarrolla. Por el contrario, nos inclinamos a pensar
Antes de cerrar este perfil introductorio de los descubrimientos que serán que la actuac_io~ de! conJUnto .de factores que dan lugar al estado autista propio
ejemplificados en los capítulos siguientes sobre cada niño en particular, queremos es mucho mas mtrmseca al niño, y que el "fracaso" ambiental sólo alcanza a
~ecir algunas, palabras acerca de la rela ción de este tipo especial de sistema obse- modificarlo. '
sivo con el problema de los Uamados objetos transicionales. En sus últimos escri- Hemos nombrado y analizado estos especiales factores 'y estas tendencias de
tos, 'Vinnicott reconoció el valor equívoco de estas construcciones: mientras que la personalidad, subrayando los elementos que conducen a un tipo único de de-
puede servir económicamente pára ayudar a superar la transición del niño en sus fensa ~b~va que~ Uevada al extremo, produce uria genuina y temporaria des-
relaciones objetales, también existe un gran peligro de que el objeto transicional mentaliza~n mediante el desmantelamiento del aparato perceptual. Sugerimos
tome una significación fetichista y sea usado como foco para el _aislamiento de que esto he_ne lugar por la suspensión de la función de la atención y propusimos
una tendencia perversa. Creemos que el mecanismo de desmantelamiento es en al~nas _conicturas acerca de la c~lidad del objeto requerido para contrarrestar
realidad la base para la formación de un objeto transicional. Es posible ver cómo o unpeda esta tendencia desrnanteladora. •
emerge en el caso de John y su osito de felpa; pero también es claro que, gradual-
mente, el osito se convirtió en el foco de Ja organización del narcisismo en el que
John se refugiaba para aliviar sus sentimientos depresivos, al reducirse su tenden~.
cía autista. Lo mismo sucedió con Timmy, y estaba también presente en alto
grado en la relación de Barry . con el aparato de televisión. Nuestra conclusión
es que Ja formación de un objeto transicional es, en efecto, una operación muy
riesgosa para el desarroUo de la personalidad y que su sentido. último depende
de un balance muy delicado, básicamente de la mJnera en que es recibido por
los objetos externos. Si, por ejemplo, la madre acepta muy rápidamente el alivio .
del peso de la dependencia que le ofrece el interés del niño por el objeto transi·
cional, es probable que dé lugar a la formación de una ftterte organización narci-
sista, que implica un uso esencialmente perverso del objeto transicional como
juguete fcticlústa.

RESUMEN

En esta introducción teórica al cuerpo princi¡:x;l del libro, que es la descrip-


ción clínica del trabajo con los niños, hemos tratado de presentar un marco orga-
nizado de ideas dentro del cual aprehender y orden:lf un deslumbrante despliegue
de fenómenos clínicos aparentemente disparatados. Su propósito es evitar que
e~ .lector tenga que experimentar el mismo grado de confusión e impotencia
Vivido por nosotros y, al mismo tiempo, no imponerle un código rígido de inter- ·
prelación que oprima su propia libertad de pensamiento.
Hemos, en esencia, delineado una distinción entre e1 estado autista propia-
mente dich<> (permítasenos considerarlo como una entidad separada) y el desa- •En este capítulo, Y en general en todo el libro, la palabra "ob$esional" se ha traducido a veces
rrollo postautiSta con sus impedimentos especiales y sus Potencialidades igual- ~e:'.s~: neologismo "obsesiona!" Y otras veces por "obsesión" o por ..sistema obsesivo". [N.
mente cs¡>«ialcs. Hemos sugerido que el deterioro en el desarrollo,. debido a la
..... ~
~

~
-~
,_ (,
!¡ , ... , \ ! ,, ~ :! .~-,·. .H

. _,
'
••• 1~

'

•'

• PARTEB

HALLAZGOS CLINICOS
. . . . . . . . . . .l!!lml. . .----------------~----------~=---~~~~~~~~~

'

INTRODUCCION

... _.

- ::e-;.

Comienza ahora la parte fw:damental del libro, compuesta por los informes
clínicos de los distintos ternpeuus del grupo investigador. Sumado a esto hay
una capítulo escrito por el compilador .(D. M.) acerca del mutismo de los nift.os
autistas, aunque con material clínico tomado del tratamiento psicoanalítico de
pacientes esquiwfrénicos y m2.'.liaco-<lepresivos en la adolescencia tardía. No
se hizo esfuerw alguno para rei:ringir a los autores individuales dentro de un
marco de exposición general, y ror esta rawn las desa:ipciones áe los niños y de
su material analítico a veces se répiten y se superponen. Esto es, sin embargo,
positivo en cierto sentido, ya qi:r no sólo enriquece los conceptos al multiplicar
las ilustraciones con pequenas vu-iantes, sino que coadyuva a reunir a los nift.os
descritos en un mismo grupo. ~ podrá observar que no hemos intentado esta-
blecer el diagnóstico de aurismc; precoz infantil de acuerdo con los conceptos
psiquiátricos acostumbrados, sine que hemos dejado que el diagnóstico se esta-
blezca a sí mismo descriptivarneme. Con el transcurso del tiempo nosotros mismos
encontramos que, en contraste .con nuestras dudas y discusiones anteriores, la
homogeneidad del material, la emlución de la transferencia y la revelación de los
mismos conflictos centrales, rescltaban a Ja vez sorprendentes y convincentes.
También va a observarse qU! el orden de presentación ha sido organizado
de acuerdo con una lógica interna- comenzando con el niño más enfermo, Timmy,
y concluyendo con el más rñejcrado, Piffie. Pero la lógica va más allá de este
punto. Tomados en orde!' . vec.os que Tirruny ilustra la enfenmdad misma;
John el conflicto central y el sa-'rimiento mental que Je ha dado Jugar; Barry el
defecto de personalidad que se desarrolla consecuentemente, y Piffie las inter-
ferencias que emergen para el a?fendizaje y la adaptación. Tomados separada-
mente son muy distintos uno dd otro. Timmy es como una polílb que ocasio·
nalinente encuentra una l.1ama al:ededor de Ja cual rC'í'Olotea y se hiere; John es
un triste niño sin hogar "escondioo dentro de Ja armadura de un tirano y golpeán-
dose contra ella, no se sabe si para entrar o salir. Barry,de un egocentrismo mons-
truoso, ha encontrado. los medio.1. de penetrar y ocupar a su objeto que constan-
.. ,
-
.
1 '. C> 1 '. .'
.,
l,
-(
~.~ ( ( \

temente se rompe en pedacitos. Piffie ~ el hechicero, un duende científico que


C\ (_} l l '·.... \'Y\
explora y controla el universo, con el puño de hierro dentro del g~nte de ter· 1
ciopelo. Tomados en conjunto son un solo niño en diferentes estadios de. recu- ·~(' \ •
;:\....\_\ :
' l
·¡
'. • • '
' .'
peración, a partir de un estado de desmentalizació~ al que en~raron en la mf~n­
cia para preservar a sus objetos y evadir el dolor de ver el dano que no pod 1an
1 reparar y que ellos mismos oodía.n haber causado.
CAPITIJLO lrI

AUTISMO PROPfAMENTE DICHO - TIMMY

John Bremner y Donald Meltzer


1 •
-¡-
''- . ~
1 ~} • ' ' ...... . \ '--
- .•' . 1
./
¡- .,...,\(1
.
r

. 1-
\

- <- •• ,..\.
,.
'
' '
,_ )

0\ y(.1 . ·- '---_.\.\ . ( ,.
'
' 1\ • 1 • i p \ ( ( ., \( ' \ 1

1 -'
'-·
1

\ . ' ''
1 .'". -·,
' ;
.
'
'. 1-

..
Este niiío hermoso y robusto, comenzó el tratamiento a los seis años y nueve
meses de edad; asistió a sus sesiones cinco veces por semana durante aproximada-
mente cuatro años, con resultados significativos por momentos pero al fin de
cuentas decepcionantes. De cualquier forma , el proceso analítico tal como fue
visto en aquella época y luego comprendido retrospectivamente por medio de la
comparación con otros casos, forma la base de nuestra concepción del estado
autista propiamente dicho. La dificultad de exposición es muy grande y debemos
por ende delinear con antelación el plan a desarrollar, para que pueda ser seguido
más fácilmente.
Presentaremos en principio una historia compuesta de hechos seleccionados
de su desarrollo, es decir, hechos de especial importancia en la experiencia del
tratamiento. Vamos luégO a reproducir una de las primeras sesiones con Timmy,
elegida por la fonna completa en que ejemplifica los fenómenos que tuvieron
lugar en el cuarto de juego. Sobre este fondo de historia y descripción clínica
vamos luego a describir, de manera más general, las transacciones ocurridas en los
primeros tres años de tratamiento, para demostrar cómo la mente y el cuerpo del
terapeuta tomaron posesión de un conjunto de cualidades y funciones que podían
t reunir la dis~ mentalidad del niño. Sólo entonces pudo desarrollarse un pro-
ceso reconocible como transferencia infantil. Finalmente, describiremos los even-
tos transferenciales· y sus manifestaciones exteriores durante un período del cuarto
año del análisis. centrado en un episodio muy interesmte en relación con la conti-
' nencia fecal de Tunmy. muy bien establecida previamente.
46 J. BREMNER Y D. MELTZER AUTISMO PR.OPIAMENTE D.ICHO. 47
HISTORIA DEL DESARROLLO
sitar la constante presencia de su madre o de su niñera, tenía inexplicables explo-
siones de llanto o de rabia, se golpeaba la cabeza contra la pared y cuando estabá
. Timmy era el tercero de cuatro niños nacidos de una pareja muy unida, Y afligido corría sin propósito rn¡.entras se·mordía el pufio. El único logro nuevo fue
el único manifiestamente perturbado. Los padres eran gente inteligente·y culta, aprenda a an'Eiar en bicicleta; pero, debido a su tendencia a e'Scaparse, la madre
pertenecientes a la clase media alta; la elevada posición del padre ~n una frrma debía atarlo a sí misma cuando lo llevaba al parque. Cuando su niñera se fue, acep-
internacional requería que vivieran en el exterior. Las dos excepc1~nes a ~a tó a la nueva; pero retornó su desconsuelo y su conducta se hizo más claramente
regla fueron un período de larga convalescencia de la madre cuando Tunmy ten1~ .· destructiva hacia las cosas pertenecientes a la madre, especialmente las flores de
cinco meses, y los primeros tres años de su psicoterapia. su jardm. A veces se quedaba en cama, rechazaba la comida y se daba a tomar
Los primeros cinco meses de su vida fueron una delicia para la madre Y el • gran cantidad de bebidas en pequeñas dosis. No podía tolerar ser aJabado, rompía
amamantamiento fue muy exitoso, suplementado con mamaucra solamente du- • papel reiteradamente y destruía de inmediato cualquier cosa que hiciera en plas-
rante un viaje de vacaciones en el tercer mes de \ida, xnuy bien tolerado por el tilina o arena.
bebé. La madre se ocupaba de su cuidado completamente, a pesar de tener una Cmndo Timmy tenía seis años y nueve meses, la familia decidió realizar otro
niñera, hasta su enfermedad, que requirió hospitalización y trajo como- conse- intento de psicoterapia, que mantuvieron muy bien durante cuatro años, a pesar
cuencia el destete abrupto del bebé a los cinco meses de edad. Tal vez "abrupto" de. mochas dificultades y de un cierto grado de decepción. Para completar los
sea un término demasiado fuerte, ya que en las dos semanas previas se aumentó datos de la historia, queremos agregar la descripción de una de las primeras sesio-
la alimentación suplementaria por mamadera y se hizo necesario que la niñera nes dcl tratamiento. Los lugares donde el terapeuta realizó cierta actividad des-
fuera más activa en el cuidado del bebé. criptiva o interpc-etativa se marcan con un asterisco (*); pero no daremos su con-
La. separación absoluta de la madre fue de unas pocas semanas y no se notó tenido. En general., en esta época el terapeuta por supuesto no comprendía nada
ninrun atraso llamativo en el desarrollo de Timmy. A los once meses se sostenía .muy específico, y en gran medida se limitaba a una forma de actividad de comen-
bie~ de pie, podía decir "mamá" y "papá" bien claramente, era alerta Y alegre. tarios constantes, en la cual las acciones y emociones d,el niño eran descritas en
Al año caminaba cómodamente. La relación entre la madre y el bebé, sin embar- . función del tipo de las relaciones y los objetos más infantiles, incluyendo cual-
go, no se recobró por parte de ambos .Y el cuidado del bebé. pasÓ' imper~ptible­ quier indicación de transferencia.
rnente más y más a manos de la devota ni.fiera. Cuando un mes despues de su
triunfo en caminar ~010, ella debió regresar a su país natal, Tirnmy se puso des-
consolado, alternando entre el llanto y la rabia, rechazando a su madre salvo
cuando ella le leía. Su desconsuelo nocturno continuó por muchos meses du- SESION NUMERO QUINCE - LUNES
rante el retorno de la familia al extranjero, a pesar de que aceptó en forma amis-
tosa una nueva niñera, que suavemente le enseñó a controlar sus esfínteres du- "Tímmy lleg:a vistiendo un impermeable azul y con un aspecto sombrío y
rante el siguiente año. decidido. Co.rre a la ventana (que da a un jardín agradable) y agita el puño. Le
Durante su segundo año de vida Timmy era alegre y amistoso, progresó en ofrezco tomar su impermeable y me lo permite; pero inmediatamente corre alre-
su vocabulario y era muy propenso a hacer reír a la gente. Poco tiempo antes dedor del cuarto de manera salvaje amenazando con su puño a las sillas, la luz y
de que Timmy fuera al hospital para tratar una pequeña hernia umbilical a los tal vez a las floces del jardín. imuny vacía entonces la bolsa de plastilina que ha
dos años y un mes, la madre quedó embarazada de Bobby. Esto fue una expe- to.m ado de la caja de juguetes, mastica un poco y la escupe por todo el cuarto de
rien<.ia profundamente traumática, a partir de la cual el padre ubica el deterioro una rmnera aparentemente al azar. Va a la pileta, toma el jarro, que primero
del niño, aunque sus manifestaciones sólo fueron evidentes luego del nacimiento muerde y luego llena con agua, la s~rbe y escupe en el alféizar de la ventana, vir-
de Bobby. Retrospectivamente, puede apreciarse que los ocho meses que separan tiendo Ja que resta en el rincón del alféizar (*). Luego de correr por todos lados
estos dos sucesos no mostraron mucho progreso en el habla; parecía haberse durante quince minutos viene al rincón donde yo estoy sentad.o, tira la plastilina
convertido más en espectador de la vida familiar que en participante. Tal vez su y se pone un poco en la boca. Ahora Timmy comienza un complicado proceso
control de esfínteres fallaba de vez en cuando, tal vez aparecían en su lenguaje de dejar caer pedacitos desde su boca sobre mi (*). Ríe; se apoya en mí pierna Y
ciertas repeticiones semejantes a tics. Lo único que ·causó indudable preocupa- pone pedacitos de plastilina en mi frente (*). Se aleja hacia Ja ventana y se sumer-
ción en ese lapso fue que se escapó de su casa por primera vez, cuando su madre ge en sus pensamientos, cantando para sí uñsmo y comiendo trocitos de plasti-
estaba próxima al fin del embarazo. lina (~). Vuelve a mí, se apoya y succiona trist~mente su pulg;u (*). Vuelve a
Pero la secuela del nacimiento de Bobby fue inequívoca y muy alarmante. la caja, toma una pequeña pipa de plástico y la muerde (*). la tira y lleva un poco
Bobby parecía ser invisible e inaudible para Tirnmy, cuyo lenguaje, que ya estaba de plastfüna al diván que está próximo a mi silla, indicando q~e quiere que lo le-
compuesto de. inglés y francés bien delimitados, se marcl1itó; un intento de jardín vante con. mis manos, señalando mediante mo'VÍillÍentos del cuerpo algo así como
de infantes fracasó, corno falló también un intento de psicoterapia. Parecía nece- el deseo de ser hamacado (*). Cuando le digo que es momento de terminar parece
l. BREMNER YD.MELTZER AUTISMO PROPIAMENTE DICHO 49

encantado. Salió del cuarto corriendo y comenzó a chupar s•1 pulgar tan pronto con ellos no varió. Tendía a chupar el cerrojo de la ventana. a morder a la peque-
como atravesó la puerta. fla ternera, a chupar la vaca, a beber dé un jarrito y también a escupir en él, a
"El comportamiento descrito podría corresponder a cualquier nifiito psicó- mostrar el pufto aJ jardín, a las flores, los pájaros o los niilo$ de los jardines veci-
tico. Hly que agregar color a. 1~ desaipción para captar su verdadera cualidad. nos, a refunfuf\ar y sacudir sus dedos a los lunares y trazos de linóleo con su mano
En ningún momento da Timmy la. impresión de escuchar o tenerme en cuenta en la boca, a apoyarse en el diván o en la pierna del terapeuta, a escuchar el sonido
de una manera que sea diferenciable de su relación con el contenido del cuarto distante de los aeroplanos, lamer el vidrio de la ventana, oler la plastilina o el
. de Jos objetos en el jardín. Produce nrios sonidos que tienen una cualidad asiento, acariCÍ3J' la cara del terapeuta, morder .la pipa de plástico, masti:1)arse
0
emocioaal vaga, pero ninguna semejanza con ·el habla. Cuando aparenta reúse contra el diván o la rodilla del terapeuta. . •
de mi interpretación, no tiene sin embalgo ese carácter, sino que es una risa in- A partir de este deslumbrante muestrario, arribamos~ lo conclusión de que en
terna y postergada. Inclusive su comportamiento al final de la sesión no se presen- el estado autista propiamente dicho existía una desrnenulización en la cual su •
ta como una respuesta al decirle yo que ya es la hora, sino que es el mismo que equipo sensorial era desmantelado y dejaba de tener un modo de funcionamiento
presenta otras veces, cuando sale corriendo del cuarto en respuesta a una inspira- unido o consensual. Parecía que cada modalidad tendía a buscar tm__artículo se-
ción interna. Claramente las manos son para levantarlo, mi pierna es una superficie parado del ambiente con el cual establecer contacto, y qae el comportamiento
para apoyarse, el abrigo vuela de él. Yo no me siento ignorado, me siento inexis- motor que a esto se asociaba era de lo más rudimentario, mecánico, de un estilo
tente. El espectáculo de su incompre11.S11>le comportamiento no me hiere o com- libre de toda fantasía, sin tener origen en otro artículo, Di continuarse en los si-
place, me entristece profundamente. Me cansa; me siento aliviado cuando se va, y guientes._,fEn tanto que todo parecía corresponder a los ~pojos de fantasías y
tengo que hacer un gran esfuerzo para recordar la sesión y transcribirla, sabiendo relaciones objetales descompuestas-, la actividad interpretatir.l del terapeuta estaba
qÚe si lo postergo se va a escapar por los intersticios de mi memoria; dejando dirigida a identificar la imagen fragmentada, de manera muy semejante a como un
solamente su incoada tristeza.'" arqueólogo reconstruye un vaso a par:tir de los escombros m un basural. Esto es,
en un sentido, muy diferente de la práctica analítica de reronstrucción de la fan-
tasía inconsciente a partir de sus derivados conscientes. Com:spondería, más bien,
a la reconstrucción por parte del arqueóloi¡o de una cultun a partir de cacharros.
LOS PRIMEROS TRES AÑOS DE TRATAMIENTO lo que implica elevar la interpretación a un nivel de abi;:racción más alt~ Eñ-
este sentido, casi no podrían llamarse psicoanalíticas las i:tterpretaciones hechas
En esta sección intentaremos rewrir la enorme cantidad de fenómenos que por el terapeuta en el estado autista propiamente dicho, y1 que no intentan de-
Timmy presentó en el cuarto de juegos, ordenados de manera que pueda hacerse terminar las ansiedades y las defensas, la metapsicología, sino solamente reunir
evidente la evolución de un proceso transfetencial. Pero deseamos también hacerlo los fragmentos de una experiencia desmantelada. No quereos decir que fue esto
de manera descriptiva, tan hbre como sea posible de la jerga del marco referencial lo que el terapeuta se propuso hacer; sino lo que se encollllÓ haciendo de hecho.
particular dentro del cual se r ealizó el trabajo interpretativo. En un principio , nos 1 Cuando se encontraba en el estado autista propiamme dicho, junto a esta
parecía que Ja tendencia general de la conducta y los sentimientos de Timmy en- relkión sensual desmantelada con los objetos, Tirnmy pRSentó una confusión ·
traban en dos categorías particulares, más tarde en una tercera y finalmente en casi total en lo que respecta a la geografía de su ambiente. Tendía a sumergirse
una cuarta. Las dos primeras, su relación sensual con los objetos y su relación en el cuarto, a empujar su cabeza contra el vidrio de la ¡r..erta del jardín. Podía
corporal con el espacio , fueron al comienzo tan primitivas y fragmentadas, que en un momento aparecer triunfante sobre los pájaros del jardín, y amenazarlos
sólo gradualmente hicieron su aparición la tercera, su relación con el tiempo, y la con celos al momento siguiente. Tanto podía sumergirse en el diván o enterrar

cuarta, sus relaciones objetales en la fantasía. 1Gra.dualmente llegamos a la con- su cabeza en los almohadones, como podía asimismo suIMgirse en el terapeuta
clusión de que este prirnitivismo de la relación sensual con los objetos y de la re- o enterrar la cabez.a en su abdomen. ~immy era capaz de mirar intensamente a
lación corporal con el espacio eran las propiedades esenciales del autismo propio, través de la ventana y un mome'Iifu más tarde hacer lo mismo dentro de la
de las cU3.les pudo él más tarde emerger por períodos más y más largos, .y retomar boca, oído u ojo del terapeuta. Sus intentos de salir corrie:ido d!e la pieza no po-
una existencia en el tiempo y una relación con los objetos de la fantasí~.Jl dían distinguirse de correr hacia dentro de la pieza, el jardfu, el diván o los brazos
El autismo propio parecía estar compuesto por una galaxia de ítems r.elacio- del terapeuta. Escupir fuera de su boca, en el cuarto, dentro del jarro, fuera
nados al azar. La sesión número ~uince nos muestra algo de esto; pe~o debemos de un escondite, parecían serle indiferenciables y la oriennción hacia adentro o
dar. una desaipción más completai El comportamiento autista de Timrny nos pa- hacia afuera tan rápidamente reversibles que resultaban disparatadas. Un sonido
reció csta.r compuesto por eventos-sensuales, que en las mejores circunstancias podía invadir su espacio tan concretamente como la visi.5n de un hombre tra-
. sólo tenían una continuidad muy tenue. Desde el principio tomó un interés sen- bajando en el jardín.
. . sual JX'r l;icrto¡ artículos -tal vez ..inteñs" sea un término demasiado complejo-~ A partir <de estas características de la conducta de Tímmy, junto con el grado
\ Durante los cuatro affos de tratamiento estos artículos y su modo de relacionars·é de superficialidad en el contacto con los objetos, llegamos a la conclusión de que
'
'

so J. BREM NER Y D. M.ELTZER AUTISXO PROPIAMENTE DICHO 51


su espacio vital carecía de forma, y que su objeto, y probablemente también su su salir corriendo feliz visto en la sesión quince, o el más frecuente enroscarse
cuerpo, eran bidimensionales hasta el punto de que no había escondites en el Y negarse a salir~ Lo que J'immy descubrió fue SU imagen en el espejo del CO·
universo de su autismo, y ningún objeto podría ser poscíd-0 en un escondite in- rredor, Y comenzó a despedirse de su imagen reflejada, a menudo con diversos
terno. Ciertamente nunca intentó. colocar cosas en su bolsillo o vaciarlo. Las cosas métodos de sacar la Iei:tgua. ·.
introducidas en su boca o sus m:mos parecían salir de n uevo tan rápidamente Durante los primeros tres años del análisis, . mien~ras el espacio transferen-
que uno tenía la impresión de que se le habían caído. cial se iba a;iarando de los despojos del estado autista propiamente dicho, co·
['ero esta superficie, esta cualidad bidimensional del mtnldo de T1DUny, tenía menzó a tomar lugar otro desanollo que alteró gradualment~ la cualidad estética
un aspecto atormentador que ibai más allá de la frustración de su impulso de d e las horas. De un proceso en el cual ciertos aspectos ocasionales de la transfe-
esconderse en un objeto, o de esconder posesivamente un objeto dentro suyo. rencia podían ser localizados en el tumulto del fenómeno autista, emergió algo
Estas superficies .parecían estar pobladas por rivales diminutos, representados un poco más coherente. El proceso transferencia! podía ahora verse incrustado
especialmente por los lunares del linóleo y los pájaros del jardín. Debido a esta en la matriz de los ítems autistas. Fue éste un proceso muy directo, y gradual-
- ·perturbadora contaminación, a menudo parecía que estaba forzado a ir de objeto· mente vino a estar más y más centrado en un objeto particular, la cabeza del
a objeto, de modalidad sensorial a modalidad sensorial.~que durante los pri- terapeuta, quizás incluso su mente. Los ítems de contacto con el cuerpo del te·
meros meses estas experiencias eran acompañadas solaiñente por un gruñido rapeuta, algunos de los cuales aparecieron en la sesión quince, y que tenían esa
de rabia, podían a veces salir de su mutismo total las palabras "bebé" y "Bobby" ~uali_dad impersonal que los_ hacía indiferenciables del contacto con los objetos
que usaba como si fueran intercambiables_. \ lllarumados del cuarto, cambiaron en fonna consistente y característica. Dos regio-
Al principio todo estaba contamina<n0 Gradualmente f ue algo que se locali- nes ganaron importancia: el área bajo Ja silla del terapeuta y su cabeza.
zaba en unas vagas figuras humanas de una colorida copia del "Ascot" de Dufy Al principio del tratamiento, Tirnmy tomaba en forma característica los
que colgaba de la pared del cuarto de juegos. Durante el cuarto año la conta-
minació n comenz0 a fijarse a sonidos ocasionales que los lújos del terapeuta
objetos, de la caja de juguetes uno a uno, para luego descartarlos con rabia des-
parramandolos a troche y moch~ una vez mordidos, olidos o chupados. Este tirar
.
producían en la parte alta de Ja casa. El material del cuarto año, que presenta- al azar se convirtió en un modelo bastante regular de distrfoución casual en Jos
remos brevemente, fue, de alguna manera, precipitado por el único inci<lente rincones del cuarto, bajo el diván o debajo de la pileta. En est-0 incluyó más tarde
en que Timmy vio, por un fostante, al salir d e su sésión, a uno de los lújos del al papele~o. pero finalmente les juguetes comenzaron a ser tirados en la falda del
terapeuta. · terapeuta y, finalmente, a ser apilados bajo su silla.
Al mismo tiempo que Ja contaminación con Jos Bobby-bebés fue gradual- Coincidente con esta tendencia,~JJ<lucta de Tirnmy hacia la cabeza del
mente localizada, dejando un espacio relativa'mente sin perturbación, también el terapeuta fue grad4'1lmente más personal y complicada. Miraba dentro de los
tiempo del análisis fue dividido. En los primeros meses la única evidencia de CO· orificios, acariciaba sus mejillas y su cabello, lo lamía y olía su aliento. A veces,
nocinüento del tiempo de que Tirnmy diera señales era que la cualidad de su mientras hablaba, intentaba taparle la boca· con su mano o su codo. Pero final-
conducta autista era más violenta Juego del fm de semana, como en Ja sesión que mente tendía más y más a poner su oreja cerca de la boca del terapeuta e incluso
hemos presentado (Nº 15). Pronto también los viernes tomaron esta caracterís· acercar su propia boca y hacer movimientos de succionar o co mer. Pero los ante-
tica, y gradualmente incluyó las vacaciones. El desconsuelo comentado en la ojos~e bjgote eran sus enemigos. o al menos sus rivales, y eran atacados en varias
historia reapareció y alcanzó un crescendo en el cuarto año, de manera que forma bre este fondo de convergente apego, comenzó a tomar forma cierto
había noches en que era inconsolable; lloraba, se golpeaba la cabeza, una vez drama, ue a continuación presentaremos en detalle: el "material comprimido"
incluso atravesó con ella el vidrio de una ventana. (squeezling material). De la matriz autista por un lado, y de la reiteración de Ja
RetrospectiYamente, se ·puede entonces describir un cierto progreso en los obsesionalidad por el otro, inten:f:aremos elegir una serie de ítems que van a contar
compartin1ientos de su vida. Tomó una forma' muy interesante, que tuvo su esta historia, indicando el número de la sesión correspondiente a cada uno.
germen en las primeras sesiones y adquirió su forma más desarrollada en el ma-
terial del cuarto año. Es necesario notar que en la decimoquinta sesión Timmy
escupió y volcó agua en el alféizar de la ventana que da al jardín. En la mayo- EL MATER lAL "COMPRIMIDO""
ría de las sesiones, corría constantemente "entre la puerta de entrada al cuarto
de juegos y la puerta del jardín. Estos dos aspectos pron to se metamorfosearon
en comportamiento de "cordón" (cordoning) y comportamiento "espejo". A esta altura, la familia debió retornar al extranjero, y Tirnmy quedó al cui-
El "cordón" sobrevino primero y consistió en el uso de escupidas, y más dado de una arna de llaves quien, junto con su esposo y un hijo algo mayor que
tarde también de orina, con el fm de clausurar el acceso entre el aiarto de juego el paciente, se dedicaban con ternura a este nií'io atractivo y encantador. Timmy
Y el jardín, como si fuera un campo ºminado. Una vez que esto quedó estable- • Squ.eieze, a11retar, apretujaf, compri:miI, estrujar, exprimir, hacer pasar apfetado, etcétera.
cido, tendió a aparecer una nueva forma finalista de conducta, para reemplazar [N. del S.)
(
'

52 J. BREMNER Y D. MELTZER AUTISMO PROPIAMENTE DICHO 53

hablaba' bastante u"tiliz.ando frases cortas en inglés, francés e italiano, y en su :na- n_iejoró I~ cali_dad de la comunicación reflejada en su comportamiento. (741) El
nejo presentaba muy pocas dificultades. Durante las .maffanas asistía a una peque- Viernes S11Uulo pelearse con adversarios imaginarios, soplando, pasando gases
ña escuela especializada donde era muy popular._ moderadamente socializado y escupiendo Y gritándoles "váyanse". . El lunes (747) dejó caer una bola fecaÍ
de alguna manera constructivo, pero aún básicamente ineducable. (697) Antes de sus pantalones mientras hacía presión, pero inmediatamen te la hiz.o rodar
' otra vez. e.n los pantalones hasta que prácticamente desapareció en sus ropas.
de que reaccionara al haber visto al hijito del terapeuta pasaron tres días; pero
cuando la tormenta estalló fue un huracán de rabia y adhesividad, acompaffado Est~ marco ~¡ comienzo de una larga odisea en el análisis que, al asemejarse a
por un deterioro de su salud generalmente robusta, y un paradójico aumento en f~meno~ bien con~cido~ en el tratamiento de niños psicóticos que no son
su habla, incluyendo un canto: "Oh querida, oh querida", con la reconocfüle autistas ni son esqu1zofrenicos, no es particularmente relevante para nuestra
entonación de "Clementina". (700) La tos de Timrny empeoró luego -'l e_ que el presentación. En un sentido, se había alcanzado el punto.de partida del autismo
terapeuta debió cancelar una sesi·ón. Lloró la mayor parte de la noche, se pensó de Ti1JU11 Y Y el punto en que se detuvo su desarrollo. Los fragmentos de autis-
que tenía dolor de oídos, comió poco y permaneció dos días en cama. Pero en mo que fueron evidentes en la sesión quince, cobraron vida una vez más. La
los diez. días de vacaciones que siguieron, Timmy estaba alegre y bien, excepto - d_~entalización del autismo fue en ese momento reemplazada por el restable-
que no defecó durante los tres d!ías anteriores a la vuelta al análisis. (703) Antes curuento del proceso d_e desarrollo. Pero a esta altura Timmy tenía diez años y su
de esa sesión estaba muy excitado, repetidamente llamaba "ni.no t_ravieso" d~~l~o corresp~nd1a a una edad de dos. La aparición del hijo del analista
(naughty boy) al terapeuta y al irse, cuando miró al espejo, señaló al terapeuta precipito la dramatica repetición del nacimiento de Bobby.
y repitió su acusación. (706) El sonido de cierto martilleo en el cuarto contiguo . ¿Qué sentimos, entonces, que ha sido el logro del análisis hasta este punto,
le hiz.o hacer una mueca y decir "papá"; pero (707) cuando esto se repitió ente-. dqando por el momento de lado la atenuación por parte de este niffo de la bús-
rró la cabeza en el pecho del terapeuta y sollozó, poniendo su boca cerca de la del q~C<la de refugio. en los. estados autistas? Creemos que ha logrado el estableci-
terapeuta cuando éste hablaba. (710) Ahora parecía asustarse un poco de los pá- ~~to de un objeto con un espacio dentro, adecuado para la recepción del su·
jaros del jardín, tendiendo a cubrirse la boca cuando éstos pasaban volando. Fue fruruento m~?tal ~el. niño (el papelero y el espacio bajo la silla del terapeuta).
en este conte>..<o cuando ocurrió el primer incidente de «compresión". Consistió Parece tamb1en ex1stl! un objeto, la cabeza del terapeuta, del cual puede intro-
en estar de pie en equilibrio en una sola pierna y hacer esfuerzos para defecar, yectar algo capaz de confortar, tal vez ya algo nutritivo para su mundo interno.
mientras su rostro se enrojecía notablemente. Era constipado y frecuentemente Dado el material de "compresión" y la perturbación somática concomitante
parecía tener dolores de vientre. (714) En esta época con frecuencia Timmy pare- parecería q u·e . hubiera log_rado un mundo interno del cual podía hacer desapa:
cía ser más fríamente destructivo. Al pisotear la pequeña ternera de plástico decía rc:er a sus rivales, relegandolos al mundo exterior (la pintura de Dufy y los
"matar, matar" y parecía sentirlo real mente. Cuando (715) buscó en la caja la n~s del terape.u~a. en el cuarto de amoa). Esta localiz.ación de sus rivales pare-
ternerita y la sacó, lloró amargamente y estuvo inconsolable hasta que encontró CIO darle la posibilidad de distinguir a éstos de sus perseguidores (el martilleo del
la vaca bajo la silla del terapeuta, donde la había escondido previamente. cuarto contiguo) aunque aún no estuvieran claramente diferenciados de papá en
(7 16) A este drama de compresión, constipación y violencia, se agregó una coito con mamá (su primera respuesta al martilleo). De este modo, parece haberse
especie de soplido que incluía soplar en la boca del terapeuta. Poco después (721 ) fonnado el f~damento estructural para el desarrollo de la personalidad. &a, sin
estuvo enfermo con un catarro gástrico y fiebre, que hicieron que la madre volvie· e~go, ter nblemente tarde y ya muy fuerte el hábito de emplear maniobras
ra para visitarlo y se lo llevara con ella por una semana de convalescencia. Ella aut~s. Fue claro en las -~esiones que, frente al sufrimiento, se retraía y debía ser
estaba encantada con el progreso de Timmy y se sintió más cerca de él de lo que rearumado por la atracc1on de la cabeza-pecho del analista y por su voz-leche.
se había sentido desde que fuera su bebé. Pero él no defecó durante toda la se-
mana, rec1'.az.ó todo purgante, y sólo defecó luego de haber vuelto al análisis.:
('.29) En esa sesión se cayó y aunque se lastimó levemente, lo tomó con una' RECAPITUI.ACION
cierta sonrisa. (733) Su acción de comprimir se acompañaba a.hora con el pasaje
de gases, a Yeces con su trasero apuntando hacia el jardín, a veces también soplan-:
do o haciendo burbujas con su boca. (734) En la siguiente sesión tiró la vaca: . . ¿Podemos relacionar ahora, en alguna medida, los hallazgos del pro~ ana-
en el papelero y la recobró; luego comenzó a jugar con el papelero de una forma · htaco con los pocos hechos bien establecidos de la historia del desarrollo de Tim·
n~eva, haciéndolo rodar, admirando el reflejo de su superficie, abrazándolo. en el my? Luego de tan paciente trabajo y manteniendo a buen recaudo nuestra ima-
~iván mientras se masturbaba, diciendo " po-po" . Luego de un abrazo desconsi- ginación, permitiremos ahora un poco de vuelo a la fantasía.IEste bebé, inteligente
{ierado a b cabeza del terapeuta, retornó al papelero, trató de trepar encima y Y_ altamente sensual, disfrutó una felicidad arrobadora y r~ en los .primeros
mallmente se arostó en el suelo con una pierna dentro de éste y succionándose CUICO meses de su v!da, prácticamente nunca solo, ya en los brazos de su madre,
e Pulgar. ' en su pecho o al cuidado de su devota niíleral ¿Habrá fantaseado que este estado
Su uso del lenguaje en las sesiones progresó ahora muy rápidamente. Ta!llbién era el logro de sus exitosos ataques fecalesdu\gidos contra los bebés internos de

- '
J;BREMNER Y D. MELTZER AUTISMO PROPIAMENTE DICHO 55
54
la madre para luego descubrir que_ había -~nvenenado el pe~ho? La enfern:edad Klein llamó, al referirse a los accidentes de los nií\os, "intentos de suicidio con
d su madre fue una hepatitis de instalaCJOn lenta, y ella aun lo amaman~o d_u- medios insuficientes"? ¿Podemos ver en la primera huida de Timmy de su ca.sa al
e t las dos primeras semanas del comienzo. ¿Era la leche amarga? ¿Sentta que Capitán Dates saliendo al campo de hielo? Esta idea no es en ninguna fonna
ran ~ 1 illa de su madre revelaba su culpabilidad? La mamadera debe haber incompatible con el pensamiento de que salió a buscar a su primer nii\era, y
la pie amar . -· ifi - d t
ovocado un alivio de esta culpa catastrófica, pero. reqwno e1 sacr 1c10 e es a parecería caracterizar al suicidio depresivo no violento, no mutilante. Nos parece
prla · • altamente sensual con er cuerpo materno, solo para encontrar que el cas- muy convincente como punto de vista que el autismo propiamente dicho merece
re CIO 0 - - C . d ) bd
r 0 esperado (la cirugía umbilical) acontecía de todos modos. ua~ o e a o- más que ninguna otra forma de trastorno mental el calificativo de "perder la - -
¡g da vez más hinchado de su madre declaró el triunfo de su nval, no hubo cabeza". El hecho de que parezca ser por momentos muy reversfüle, no~ parece la
men ca d ·- 1
ara Timmy otra·cosa que "matar, matar", o ~rrer en busca e su runera, ~ue ~ mejor invención de la no-violencia. Pero esto lleva a la pregunta sigl.;.,,,te.
p b· salvado de su primer desastre AF.te mtento de escaparse estaba mas allá ¿Es sostenible nuestra visión del autismo como un estado mental total más
ha 1a ya ~,- .. - · 1
de sus posibilidades físicas, y entonces recurno a esca~e de ser e1 ~1smo, o que disociado? Cabe preguntarse en qué evidencia basamos la conclusión de que la
que requirió, sin embargo, un~ operació~ m~y se~era. Como puede un ruño encon- reversibilidad es algo fundamentalmente distinto del rápido cambio de estaé"'41e
trar estos medios, permanece aun en el JTUSteno mas pavoroso. ánimo que se observa cuando la disociación es muy severa y cuando el sentido de
la identidad no está firmemente anclado, como en la mayoría de los psicóticos no
esquizofrénicos, o en adolescentes. En realidad, de hecho comenzamos con la
DISCUSION suposición de que estábamos observando la operación de procesos di.sociati:ms, y
sólo cambiarnos nuestro punto de vista luego de pasados algunos aftos. Peruamos
El ~aso de Túnmy, tal vez por haber sido el más perturbado de los niños estu- que esto no es sorprendente, ya que la evidencia necesariamente debe ser retros-
diados, se convirtió gradualmente en la piedra angular alrededo~ de la c~I- _se pectiva. Si comparamos el material "comprimido" de Tirruny con el nifto de la
;a'ó la concepción de autismo y postautisrno durante los ~anos de drevJS1on
er..,1 sesión quince, vemos que aparte de la arquitectura nada ha cambiado. Todoo los
sistemática del material en seminarios. De ctnlquier man.era, Y c_omo _c~ a nu~va elementos estaban presentes al comienzo, pero sólo después de cuatro ai'los se hace
escritura lo demostró sentimos que sólo hemos desentrañado la superf1c1e del neo observable una estructura de personalidad con objetos internos y externos. En
material. Como en ~nas paredes de las cuevas en la Dordoña, donde _los realidad y aun luego de tales esfuerzos, Timmy no estaba más cómodo que el
animales han sido grabados más que díbujados, cada rayo de luz descu~re a la vista primer cerdito en su casa de paja; pero uno puede ver la posibilidad de una~ de
un nuevo animal del conglomerado de garabatos. Algunas de las mteresantes palos., y eventualmente de ladrillos, que no va a ser volteada por el primer lobo
pregunus provocadas por el comportamie~to de T~y van a ~ncontrar un~ de dolor mental que pase.
exposición más rica o definida en el material de otros niños. Por eJe~plo, podra ¿Implica esto que nosotros consideramos que los procesos estudiados en estos
observarse que el estado mental de John al comienzo <le su tra~m1ento ~arte niños son puramente patológicos y no aparecen en la historia del desarrollo
aproximadamente del punto al que llegó Timmy luego de cuatro an~s. Lo mismo normal? ¿O es que pensamos, al conuario, que estos procesos son tan primitivos
-se observará respecto de Barry y luego de Piffie. Por esta razo.n los hemos como para estar cerca dcl momento del desarrollo en que los mecanismos esqui-
organizado en forma lineal y virtualmente podrían enhebrarse juntos para ha~er la zoides comienzan a operar? El trabajo realizado con otro tipo de pacientes, con
historia de un solo niño y de un análisis razonablemente- completo Y exi~oso. enfennedad de gravedad variable, pero donde la fragilidad de la organización del
Timmy realmente demostró de la manera más clara có~o opera _la maruobra yo es un problema central, parecería sugerir lo último. El trabajo pionero en esta
autista y - su yuxtaposición con la fantasía y l:as relaciones _objetales. John área es el de Esther Bick sobre la función psíquica de la piel, que da el sosté~ de la
realmente nos mostró el papel del sufñmiento depresilU catastrofico que choca clínica a la exposición de Wilfred Bion sobre el concepto de continente y
contra un ~rganismo desnudo. Barry demostró paS'O a paso t:l proces? de const~uc.­ contenido en la vida mental. Esta actitud parece aún más reforzada poc la
ción de un objeto con un espacio interno y lDl seif ~n un mundo interno. Piffie evidencia de que los mecanismos obsesivos primitivos del tipo del desmantela-
escribió realmente, con brillantes detalles, los m=rnsmos obsesivos que crearon miento juegan un papel en la formación del fetiche, como fuera descrito por un().
su autismo, aplicados de una manera constructri.: pan mo?ular el dolor _del de los autores (D.M.). Estos problemas teóricos serán discutidos en los capirulos
proceso de desarrollo, así como demostró cuál es su mtederencia con el apr~n~1za­ de la sección C.
je. Pero los distintos niños demostraron también todos los aspectos en d1stmtos Ahora nuestro enfoque va a variar un poco, para mirar el proceso de des:m:o-
grados. llo de este niño desde un punto de vista ligeramente distinto. Lo que aquí querría-
Debido a esto, nos limitaremos aquí a discuts los aspectos de la e)(periencia mos considerar es el papel que posi'blemente juegan en el autismo de Timmy la
con Tin1my que no encontrarán m?jor ilustración en otro.~r. . _ intensidad de sus sensaciones y el modo particular de su percepción sensorial.
La primera pregunta que surge es acerca de la relaaon de la mamobra auhs~a En el capítulo anterior se h.iz.o mención a "la posesión g~zosa y triunfante
con e[ suicidio. ¿·Estamos tratando con el ejemplo.. máximo de lo que,
- Melanie del objeto materno", como rasgo común a todos estos niños. Estuvo por cierto
J. BREMNER "{ O. MELTZER AUTISMO PROPIAMENTE DICHO 57
56
esente en Timmy, pero de manera distinta a la que apareció en Barry Y P~te, mental parecía ser muy somera y el proceso parecía estar relacionado básicamente
pr tal vez ligeramente distinta, también, a cómo se presentó en John, de qwcn con una emoción o sentimiento. Para él, la posesión parecía ser algo así como un
firfuny era muy semejante. La diferencia parece radica~ en el grado de estructura contacto gozo10 sin interferencias, una experiencia sensorial con una cierta cuali-·
de la mente de Timmy y en su naturaleza. . . . . . dad emocional, que puede muy bien no hacer lugar para el reconocinúento de
Para comprender esto debemos observar los termtnos mas de c~rca: S1 nura- ninguna otra; una experiencia en la cual los rivales no eran tanto exduidos como
al término "triunfo", vemos que implica que alguien toma conciencia de que inexistentes, hasta que la conciencia de este sentimiento se desvaneciera o cam-
m~~e una cosa Av estado que no posee ningún rival. El hecho de que un?. pueda biara. En este punto podía suceder que los rivales apareciera.n de golpe y se les
~t:·afar alcanzand0 un logro no exc!uye la noción de un ~ival, porque la d~1cultad atribuyeran entonces la pérdida. o bien que el mismo runmy sufriera un colapso
_ :iende a ser personificada como el rival sobre el cual se tnunfa. Para exper.unentar sobrecogido por una enorme ola de ansiedad depresiva, que terminaba en un
triunfo la noción de rival d;;be existir en la mente de alguna forma, no. ~porta comportamiemo maníaco.
1 cuín tenue pueda ser. Es muy posible que para T~y este conce~to ex1st1era en En los momentos de frustración era posible ver una disociación rudimenta-
una for::-.:l- concreta dentro de su propio cuerpo, mas que como ~bJeto. de~~-­ ria, un intento de expulsar el pecho contaminado y sus rivales y de retener dentro
do dentro de su propia mente. Es cierto, sin embargo, que este objeto nval mvad.ió del pecho bueno, lo cual le daba a Timmy una significación fugaz de su compor-
la mente de Timmy y fue allí desarrollado lo suficiente como ~ ser proyect.a~o
1 en una forma reconocible, aunque por lo general muy extrana, como en algun
tamiento. Sin embargo, esto se acompañaba en general de una rabia tal, que uno
bien podría imaginarse que su conciencia de su furia era tan total corno para
pequeño objeto en movimiento, o en los puntos y marcas del piso. El hecho de impedir el establecimiento de la otra mitad de la disociación, es decir de cualquier
que los llamara Bobby/?ebé demuestra que. tenía ui:ia m~~e capaz de formar Y concepto pe en objeto interno bueno. Hasta q_ué punto dependía de la real expe-
1 contener una construccion mental, pero temamos la unpresion de que ambas eran
vestigiales. .
riencia sensorial de contacto el mantenimiento de este objeto interno, :era evidente
por el hecho de que, en estos estados, Timmy invariablemente se ponía un pulgar
El otro término que querríamos considerar es "posesión". "Posesión" denota en su boca succionándolo y sosteniéndolo con s•Js dientes_mientras agitaba furio-
una relación, y la conciencia de ella implica un conocimiento cuando menos de samente en puño de la otra nnno a sus rivales, representq.dos por Jos puntos y
1 una identidad parcial, una comprensión de la naturaleza de la cualidad de vínculo
propia de la posesión, y del lazo entre esta identidad y el objeto poseído Y lo que
marcas.
Por otro laúo, si éste era el resultado, la intensidad de su dolor no dejaba
lo rodea. Estos son procesos mentales muy complejos, que requieren una mente lugar internamente para el restablecimiento del objeto; ni tampoco externamente,
estructurada, y Tirruny no parecía tenerla. ya que todo su universo era congoja. Era corno si todo Jo bueno hubiera desapare-
1 Este tipo de. proceso mental sólo raramente era alcanzado por Tirnmy, Y aun
así de una manera muy r4dimentaria. Si usamos en este caso el término "poses:ivi-
cido en la nada. a Ja manera en que se describen las últimas y horripilantes teorías
concernientes a los huecos negros en el espacio: una estrella o inclUSÍ'fe una galaxia
dad" es para tratar de comprender su comportamiento y darle un significado. Pero pueden pasar aparentemente fuera del universo, a una nada inimaginable. El pro-
ceso de duelo no podía realizane por esta razón y porque no se había desarrollado
1 en su mayor parte este término era demasiado sofisticado, especialmente en lo que
respecta a la primera mitad del tratamiento. Tal vez lo que él sentía era voracidad
o apetito por un cierto tipo de sensación más que· por un objeto maternal la
en la mente de Timmy runguna estructura espacial, ningún lugar continente. De
haber sido capaz de hacet" un duelo, hubiera podido tomar su mente. de la inten-
cualidad sensorial a menudo parecía estar ligada laxamente a cualquier contra- sidad de su dolor por la pérdida al recuerdo de las buenas cualidades del objeto,
hasta poder restablecerlo dentro suyo. Su objeto bueno era entonces irrecuperable
1 parte mental de un objeto tal, ya que una y otra vez pudimos ver cómo se dirigía
a cualquier objeto externo, aun cuando fueran tan distintos entre sí como un
wldaQito de juguete, la esquina de una mesa o la superficie de una pieza de made-
y estaba más allá de toda posibilidad de ser recordado como símbolo interno,
aunque pasible de ser restablecido por el reconocimiento. Esta pérdida absoluta
sólo podía imensificar so pena y su desesperación. Sin otros recunos, su único
ra lustrada, a condición de que pudiera chuparlos, lamerlos o acariciarlos. Era como
si el universo estuviera' lleno de innumerables pechos, o mejor dicho partes de camino era entonces la renegación maníaca omnipotente, con frecuencia acom-
1 pecho, y que cuando uno se perdiera siempre habría otros que podrían encontrar·
se y que servirían lo mismo. Esto era posible porque Timmy se relacionaba con
pañada por h proyección de b rabia y la desesperación y por una búsqueda
inquieta e incesante de otro objeto para chupar, acariciar, mirar o sentir.
ellos de un solo modo sensorial. Veremos más adelante que John tambien depen- En el mundo marcadamente bidimensional de rmuny había objetos aguar-
día de un solo dato sensorial en su exploración de la realidad. dando que se estableciera contacto, y no estamos afumando que cuando Timmy
1 Aun cuando, triunfante, 'firnmy eviden~iaba que sólo una parté suya posefa
a una parte del objeto materno, de la cual sólo temporalmente pudieron excluirse
carecía de actividad mental no tuviera memoria para nada, particularmente en
lo que respeaa a reconocimiento o sensación. Su memoria podía aproximarse
k>J . rivales contaminadores. Es imposíble decir hasta qué punto tal idea había ~ a lo que podríamos llamar memoria de tipo computadora, que reconoce por
ddo articulada 'Significativamente de alguna manera en la mente de Tirnmy. Diría-
1 mos que, prácticamente, poco o nada. La profundidad de cualquier. proceso
medio de un molde sensorial. Hasta los gusanos pueden ser entrenados a reconocer
el camino correcto a Jo largo del laberinto. Por lo tz.nto, aunque Timrny sólo

1
58 J. BR.EKNER Y D. MELTZER AUTISMO PROPIAMENTE DICHO 59

tenía un objeto bueno mínimo en su mente, podía ponerse en contact~ con él y profundidad, y era actuada muy concretamente. No hay d!uda de que la idea
nuevamente tal como era, desde que cualquier objeto externo que tuviera una estaba en la mente de Timmy y era impuesta al material externo, pero aun pare-
de las cualidades maternales requeridas podía proveer un conocimiento sensorial cía, al menos parcialmente, estar bajo la influencia de una sola percepción senso-
en alguna manera concordante. Sólo necesitaba ser chupable, tener una cualidad rial; por ejemplo, la suavidad de la superficie pintada representaba la piel de la
táctil específica o proveer alguna otra sensación de ese orden. madre, con total ignorancia de la dureza, la forma o la temperatura.
· Vemos entonces, en este momento, un ·niño con una tendencia muy fuerte Cuando Tunmy se dirigió a la cabeza del terapeuta oomo pecho, tuvimos la
a depender de un solo modo de percepción sens0rial, mutilado por ·esto en su impresl{~;i de que su experiencia transferencia! se había centrado más y era para
capacidad de formar objetos internos significativos o de relacionarse adecuada· él más vívi:<h, aunque todav ía muy concreta. En el tiempo transcurrido desde
mente a los externos o de pensar. Los súnbolos a través de los cuales su mente que deja ·1a ventana hasta que alcanza al terapeuta ha bab~do, sin embargo, una
se podía desarrollar parecían estar físicamente ligados a ?bjetos e~ternos en r~zón • - clara renuncia a la~ relaciones físicas concretas de succionar, lamer y acariciar,
de su necesidad de recurrir a un solo modo de percepdon sensonal, que era inca- mientras retiene las pertenecientes a la visión y a la audición. ya que mientras
paz de relacionar con otras sensaciones para fonnar un todo significativo. Física se. acerca al terapeuta io mira fijamente. Por este corto período de tiempo, las
y emocionalmente su comportamiento era caótico y repetitivo,. ~ientras su sensaciones recha7..adas deben haberse fusionado en una configuración significati-

l memoria parecía funcionar casi totalmente a nivel de un reconoc¡m1ento muy


limiitado, más que por el recuerdo simbólico. Estaba casi exclusivamente interesa-
do en sus relaciones con los componentes del pecho y con el estrecho campo de
va, asociadas con las sensaciones visuales y auditivas interrelacionadas del objeto
externo.
Finalmente todo esto se derrumbó frente a la amenaza de los bebés rivales,
rela.ciones con sus rivales por aquellos componentes. pero sin que hubiera habido grito alguno de niño, ningún ruido invadiera el
Miremos ahora a Tirnmy; en una etapa posterior en su tratamiento aparece consultorio, ningún pájaro que pasara volando por la ventana, y el terapeuta
1 en · el cuarto de j uego poniendo en escena una situación con el pecho. No fúe no había cambiado ni dejado de hablar. Es casi seguro que el estímulo había
hasta Jos últimos años de su análisis que Timmy mostró claramente que estaba provenido de Timmy.
expérimentando varias sensaciones simultáneamente. Por ejemplo, en una sesión Hasta ahora hemos considerado la parte que posiblemente juegan las sensa··
miró a las nubes y al cielo azul, mientras chupaba el picaporte de· la ventana y a
1 veces lamía el vidrio. Al mismo tiempo, podía extender una rru.no Y acariciar
cioncs aisladas en el modo de percepción, mientras que el papel desempeñaJo
por la intensidad de la percepción sensorial ha quedado en gran parte implícito.
suavemente con la punta de los dedos la lisa pintura. del marco de madera de la Nos preguot:mios si no existe la posibilidad de que juegue realmente un papel
ventana, mientras daba simultáneamente la impresión de escuchar la voz del muy grande.

1 terapeuta con mucha intensidad. Entonces se bajó, se dirigió al terapeuta Y se


apoyó contra él, mirándolo a los ojos a través de los anteojos, lamiéndolos; su
boca se acercó entonces a la del terapeuta e hizo con sus labios movimientos
Sabemos que sensaciones muy intensas pueden interferir e inclusive impedir
el funcioruwñento mental normal. Dolor violento, luz intensa, un ruido extrema-
damente penetrante e incluso un intenso placer pueden llenar la mente tanto
' de estar comiendo, al tiempo que el terapeuta hablaba, mientras también acari- como para no dejar lugar a nada más. Una sola emoción muy fuerte y no modifi-
1 ciaba su mejilla y su oreja. De repente, la plácida escena se derrumbó Y Timmy
metió el pulgar en su boca y con su puño golpeó el dibujo de pequeñas marcas
en el cuero del zapato del terapeuta. En sesiones anteriores estas marcas habían
cada por otr>..s puede tener el mismo efecto, y, si bien no aseguramos que la
conciencia sensorial de Timmy fuera de este orden, podem:is legítimamente
preguntarnos si es que no tendía en esa ·dirección.
sido identificadas con Bobby-bebés. Podemos preguntamos si la intensidad de la experiencia sensual original con

1 El cuadro que vemos a.hora es muy distinto; pero, ¿podemos estar seguros
de que estamos viendo un Timmy bebé al pecho? ¿No se tratará, más bien, por
ejemplo, de varios Timmies bebés cada uno con un pedacito de pecho? La trans-
el pecho, el celeite al sentir contra su mejilla la sedosidad de la piel de la madre,
· la suavidad de la leche en su boca, su gusto delicioso en la lengua, la exquisitez
de su fraganci~ al amamantar, si en resumidas cuentas estos deleitosos placeres,
ferencia es sobre un objeto para nada unitario y coherente sino, al contrario, cada uno con su propia fuerza singular, no fue lo que hizo muy difícil para este
1 totalmente disperso en la extensión del espacio entre las percepcione:· sensoriales,
de las cuales sólo algunas provienen de la fuente viviente. El vínculo entre las
partes consiste en que son experimentadas simuháneamente; pero, en cada caso,
bebé tan sensual póner desde un principio todas las piez.as juntas en una tota·
lidad.
También podemos preguntarnos si esta intensísima sensualidad no podría
salvo tal vez en el de la voz, se ignora una enorme cantidad de cualidades para haber sido intensificada por la madre identificada con su bebé, de tal manera
1 seleccionar la única relevante. El hecho de que pudiera hacer un uso tan hábil de
tan discordante material tiende a convencernos de que, en realidad, tenía en men·
te alguna idea de relación que le permitía mantener las partes unidas. Pero estaban
que ella experimentaba el placer del bebé como si fuera el suyo propio para
mantener a raya la ansiedad depresiva. De ser así, la madre se transforma en
cómplice del bebé y aumenta la sensualidad de éste, en lugar de contenerlo dentro

1
sólo ligeramente vinculadas: con mucho anhelo pero de manera incompleta. .Ca:re- de su mente en identificación introyectiva.
cía en particular de la· cualidad organizadora de la visión. Tenía poca flexibilidad Si la irltew;idad de la captación sensorial realmente jugó un papel importante,

1
- J; BREMNER Y D. MELTZER
60
entonces podría dar Jugar a una percepción sensorial única, dado que la sensación
más intensa tendería a cubrir a las otras sensaciones recibidas simultáneamente.
Esto interferiría con Ja primitiva pero inmensamente in1portante función mental -..-
de establecer vínculos por asociación, haciendo difícil la formación lle un objeto
materno total, consensual y coherente, el pecho. Si éste fuera el caso, tal objeto CAl'ITULO IV

l sería frágil y pasible de fragmentarse en sus partes constituyentes, com-0 también


la mente del bebé, no siendo capaz ni uno ni otro de contenerse mutuamente,
con lo que el desarrollo mental quedaría detenido. Esta idea, afín al concepto
DEPRESION PRJMARIA EN EL AUTISMO - JOijN

de trauma sensorial, (¿shock de color en el Rorschach?) se sugiere como una Isca Wittenberg
extensión del término descriptivo "sensorial".
1 En esta cadena de hechos, la voracidad y los celos jugarían un papel muy
importante y ambos eran rasgos muy marcados en Timmy. La voracidad reforzaría
la tendencia a obtener el máximo de cada sensación y de esta manera aumentaría

1 su intensidad; pero. al hacerlo hace fracasar su mismo propósito, porque el acos-


tumbranúento tendría lugar con más rapidez. Cuando esto sucediera, se desperta-
rían los celos. Al reducirse la jntensidad del placer de la captación sensorial, puede
imaginarse que Timmy devenía gradualmente consciente de la existencia de otros

1 bebés o aun de otro bebé Timmy disfrutando de otra deliciosa sensación. La


voracidad aumentaría sus celos, y este sentimiento discordante provocaría un
desmoronamiento caótico en su relación con el pech0.
Puede ser que algo por el estilo haya sucedido en la crisis de su relaCión con INTRODUC'CION

1 la cab~za del terapeuta, representando al pecho. En este estado Tirnmy era muy
semejante a aquel hombre apasionado por Ja música que, al escuchar una rica y
variada sinfonía, Juego de un rato encontraba que sólo era capaz de escuchar un ins-
Quisiera describir algunas de las experiencias que viví con Jolu1 durante su
primer año de tratamiento analítico conmigo. Muchas veces estas experiencias
trumento y quedaba, en consecuencia, convencido de que su vecino le estaba roban- fueron tan dolorosas para uno de los dos, o para am~s. que enfrentar Ja tarea
1 do Ja sinfonía. de revivirlas de nue\'O rnentaJrnente requiere un esfuen.o considerable. Describiré
en detalle algunas de hs secuencias del juego y de la conducta de Joh.n, confiando
en que con esto peraUtiré aJ lector sacar sus propias conclusiones acerca ·de la
naturaleza de sus relaciones. En la mayoría de los casos no cito las interprefacio-
1 ncs qu~ hice; pero, en mis oomentarios sobre la sesión, indico de qué manera
entend1 lo que sucedm. Me propongo plantear muchas preguntas y sólo tentati-
vamente sugerir algunas de las causas que explicarían la propensión de ·John 2
P~_rderse a sí mismo en un estado de ausencia de actividad mental ( desrnentaliza-

1 c1on) o, de un modo alternativo , a caer en una forma particular de depresión


catastrófica. Si bien la implacable proyección de la desesperanza hacía muv
difícil a ve-ces tolerar a este niño, la apasionada naturaleza de John, su capacidad
para la ternura, su vulnerabilidad al dolor depresivo y su pedido de ayuda. evoca-
1 ban en mí un afecto y una preocupación intensos.
Se observará que la comprensión del material se realiza sobre la base de la
teoría derivada del tnbajo de Melanie Klein. La necesidad de que Ja madre con-
tenga el dolor proyecudo de la mente infantil, señalada por W. R. Bion, concibe
1 a la madre como un continente, y se vincula así con d trabajo de E. Bick acerca
d~ la fun~ón continente de la piel. Sin embargo voy a presentar las sesiones, y
~is reflexiones sobre ellas, tan libres de términos técnicos como resulte posible,

1 \ mtentando transmitir la impresión que este niño me produjo y los sen.tirnicntos


que fue capaz de engeIXira.r en mí.

1
1 l. WITTENBERG
DEPRl!!SlON PRIMARIA EN l!!L AUTISMO 63
62

1 BRl:.VE HISTORIA EVOLtrrIV A

Jolm nació tras un parto difícil y prolongado. Su madre estuvo d~licada


al consultorio dejó caer el enorme oso de felpa que le l}abía dado su madre. De
entre los varios juguetes esparcidos sobre la mesa escogió un aeroplano pequefio,
puso la proa en su boca, lo hiw girar en el aire y después se Jo puso de nuevo en
la boca. Cuan.do comencé a habllµ se l~ introdujo más profundamente. En seguida
durante Jos dos meses que siguieron al nacimiento y John, en consecuencia, fue se aba.lanzó sobre una taza de plástico, la dejó caer diciendo "mooss" Con voz
1 Limentado con biberón y parcialmente atendido por su padre. Era un lactante
~igoroso, un bebé fir.;t y vivaz, que cumplía sus etapas con cierto retraso; pero,
como era un bebé jovial, sus padres no se preocuparon en exceso. Adoraba su
áspera, :se apoyó contra mis piernas y aferró la parte superior de mi oreja: retor-
ciéndola. Tomó de una silla un almohadón marrón, lo olfateó, se sentó en el suelo
tirando de los hilos de la funda con mucho esfuerzo y -emitiendo sonidos "eh"
biherón ·y rehusaba déjarse destetar mediante el pasaje a la taza, de ~?do que y "ah" hasta que logró desgarrarla. Extrajo parte del relleno y luego se abrió paso
1 continuó bebiendo de mamadera mucho después de haber aceptado solidos. No
# -
renunció a ella por completo hasta los tres anos.
Cuando tr.nía 17 meses su madre tuvo una infección renal Y fue atendida
.
entre mis piernas y se subió a mi falda. Acomodó mis brazos de modo que rodea-
ran su cintura y de inmediato encorvó su espalda, se puso rígido y se tiró hacia
atrás. Me encontré sosteniéndolo con firmeza para impedir que se cayera. Se rió
en la casa dur~nte seis semanas. De~pués los padres se tomaron una_ sen:iana ~e
1 vacaciones, dejando a John a cargo de los abuelos, a quienes conoc1a bien. Sm
embargo, cuando los padres regresaron, John se encontraba in~xpr~siv? y_ comenzó
cuando lo incorporé y convirtió esto en una especie de juego. En un momento
creí oírle murmurar "rosas, rosas", lo cual me recordó Ja canción infantil y las
acciones que habitualmente acompañan a "ringa, ringa roses, a podcet ful/ of
a rechazar a su madre. A partir de ese momento no mamfesto ningun afecto posies, Jissue, tissue, we ali [ali do-wn". Al oír el ruido de un avión distante se

1 0 deseo de comunicarse; a menudo se iba a jugar solo en una habitación oscll;ra.


Desde que tuvo 2 años y 9 meses, hasta ·los 3, hubo otro bebé en su c:asa, a quien
solía hurgarle las orejas. El día que este bebé partió, !ºh? aba~dono de repente
arrojó de mi falda, escuchó, miró por Ja ventana, después escudriñó el interior
de un autito verde de juguete por su ventana uasera, olfateó el almohadón ma-
rrón, lo arrojó sobre mi falda y saltó sobre él de cola. Dio vuelta el broche que yo
la mamadera y aceptó la taza. Desde entonces continuo bebiendo en exceso, llevaba para examinar su reverso, después corrió hacia el d iván con el osito pero

1 especialmente a la hora del desayuno. · .


Los padres comenzaron a preocuparse cada vez más po; Jo~ y recurneron en
varias ocasiones a la consulta profesional. Cuando John tenia 3 ano~ Y med1?, Y no
volvió para tíronearme de la mano, me empujó para que me sentara en el diván
y se arostó boca abajo, enroscado alrededor de mi cuerpo, sueciouando y mor-
diendo la colcha del diván. De repente se abalanzó hacia adelante, arrojándose
sin grandes dudas acerca de su eficacia, se decidieron por el tratamiento psicoana- de cabeza fuera del diván, por un extremo. Cuando Jo tomé y lo tiré hacia atrás,

1 lítico. Por Ja época en que me fue referido, tenía la costumbre de gatear sob:e el
cuerpo del padre, parecía disfrutar de la música y era, de un mo?o general, hiper-
activo. Había arrancado todas las plantas del jardín, desp~en~1do la_?°rteza de
se rió y convirtió esto en un juego. Dos veces Jo dejé ir y aterrizó de cabeza;
acto seguido se chupó el antebrazo, con aspecto de perplejidad y desamparo.
Cuando le dije que era hora de irse a Ja casa, pero que lo vería aJ día siguiente,
los árboles y desgarrado el papel de las paredes de su dorm1tono; mec1a su cama permaneció de pie, apoyado contra mis piernas. Lo tomé de la mano pero parecía

1 con tanta violencia que la había roto en dos ocasiones. Desesper.~dos, lo:_padres
lo ataban a la cama hasta que se dormía. Tendía a atacar a otros mnos aranandoles
la cara. A los 3 años y medio todavía usaba pañales, pues no había adquirid? el
rengo e incapaz de caminar, de modo que lo llevé abajo en brazos. Se alejó cami-
nando entre la madre y la niñera asido de sus manos, sin mirar hacia atrás.

control de sus esfínteres. Su habla se limitaba a nombrar alrededor de quince Comentario. Resulta difícil comunicar el impacto que John produjo en mí:

1 objetos, pero no obstante recordaba lugares y personas durante períodos proloinga-


dos. Lo fascinaban los aeroplanos, se decía que desde losó meses.
una mezcla de sentirme deseada, invadida y necesitada, todo al mismo tiempo.
Es igualmente difícil transmitir la fuerza y la pasión con que John tomó posesión
de mí, Ja manera en que tomó el aeroplano, tironeó de los hllos, arrancó el relleno,
forzó mis piernas para hacerse lugar entre ellas, se acunó, enterró los dientes en el

1 EL COMIENZO DEL TRATAMIENTO


diván, se echó hacia atrás. Yo me sentí desconcertada e invadida cuando me tiró
de Ja oreja tiránicamente. John ejercía sobre·mí, sin embargo, otro poder mucho
más a)Jl"emiante que el' de hacerme esciava de sus deseos: el poder que emanaba
de su pedido de ayuda y de lo inmediato de sus impulsos suicidas. La conducta de
Primera sesión: El meteoro
1 John emergió de las manos de la madre y de la nii'\era con aspecto sombrío
John parecía dirigida a mostrarme que él necesitaba insertar profwidamente una
parte de mí dentro de la boca, como Ja proa del avión:rodearla y envolverla como
la tetilla a la que, según .~u madre, se había aferrado con tanta tenacidad. De un
y decidido. Era un niño bien parecido, vigoroso y bien desarrollado, de andar~­ modo similar necesitaba ser sostenido, envuelto por mi falda y mis brazos. Daba

1 elástico y IT\Ovünientos rápidos y bien coordimdos. No me miró Y no ofreció


ninguna resiste~ cuando le tomé la mano y lo conduje arriba, sonriendo bréve-
mente a las flores que había en el rellano de la escaleTa. Tan pronto como llegamos
a entender que Ja alternativa era deshojarse como las rosas; se incrustó en mi rega-
zo con la velocidad y la fuerza de un meteoro y yo sentí el iinpulso de sostenerlo

1
64 l. WITTENBERG DEPRJl:sION PRIMARIA EN EL AUTISMO 65

para que no se lanzara más allá en el espacio y se perdiera. Su renguera al final de creado una barrera, un circulo que me rodeaba como su cuerpo enroscado lo
la se~ón sugirió de un modo intenso que separarse era una catástrofe: ser tirado, había hecho el día anterior. Al principio realmente se comportó como si yo
algo que estaba más aUá de la desesperanza, más bien una apatía desesperada, . hubiera sido el peeho·pelob. rojo que le había sído infiel con Í>apá y que debía
amputada de la vida misma. Volvió a la vida cuando la madre y la niñera lo toma- ser ya descartado, ya reposeído con violencia. Mi infidelidad parece haber sido
ron de las manos: parecía necesitar este pasaje físico de unas manoS' a otras para experimentada··sólo cuan.do el sonido del aeroplano entró en su conciencia.
l evitar el sentimiento de vacío.
Si bien hice comentarios verbales en lenguaje muy simple y de acuerdo con
El rolpearme mientras decía "papá", sugiere que el aeroplano no era sentido
como externo y distante, sino que había invadido su espacio vital, compitiendo
estas impresiones, sentí que la comunicación pertinente se daba en un nivel no con John pÓr' Ja ocupación de mi cuarto y de mi cucrpO. Por unos minutos pare-
verbal. Aunque normalmente desaliento cualquier contacto físico, John no sólo dó sentír que ·¡>0d ía estar dentro y participar en la relación sexual entre papá y
1 ¡0 exigía sino que parecía expresar una imperativa necesidad de él. Yo no sentía mami, pero sus palmadas y ventosidades traicionaron sus celos. Así John, al
que estaba tratando con un niño de tres años sino con un pequeño bebé aterrori· comknzo de su tratami~nto, como Timmy después de cuatro años, no diferen-
zado de caer en un abismo. _ ciab1 con claridad entre aft•era y adentro del cuarto, adentro o afuera de mi
cuer;;o, o, alternativamente. sus ojos teñían la capacidad de revertir la perspec-
t Segunda sesión: El camión voleador
tiva (Bion) en un momento (o sus dedos de dar vuelta la piel, como cuando me
retorció el lóbulo de la ortja o dio vuelta el broche), de modo que el interior
y el exterior parecían intercambiarse instantáneamente. Se revertían como si él
John parecía más vivaz y subió las escaleras con paso impaciente. Excitado, hubm atravesado una puerta giratoria. Tampoco sentía su cuerpo muy dife-
1 olfateó el almohadón marrón y después me olfateó a mí, dio una vuelta alrededor
de mi sillón, se paró junto a mí, me miró a la cara y, riendo, comenzó a saltar
renci:ido del mío: al pa~r. con un manotazo, "papá" podía ser volteado tan
fácilmente de mi espalda como de su propio trasero. Existía, sin embargo, un pun-
- como si rebotara*. Advirtió una pelota roja dentro de un recipiente, Ja recogió
y la arrojó lejos de sí. Salió corriendo con el aeroplano mientras emitía zumbidos,
to peligroso: en el proceso de descartar a "pa,pá" también podía perder a "mamá",
o czerse él mismo como de un camión vo!cador. En ese momento se sintió perdido
se tocó fugazmente el pene y se tendió en el diván meciéndose y riendo. Al oír el y ciesolado y se tomó con fuerza del lóbulo de mi oreja, de mis brazos y de mis
r11ido de un aeroplano se puso de pie de un salto, me golpeó el brazo diciendo ojo!. Cuando lo levanté, su capacidad de gratitud quedó indicada por .el lamer una
"papá" y olfateó mis piernas. Se llevó el avión y el auto verde al diván y aplicó pelota y separar su enojo de ella dirigiéndolo sobre la otra; pero tal disociación

1 la nariz del avión · a la parte posterior del auto, miró por su ventana trasera y
después comenzó a saltar y. rebotar sobre las rodillas. Mediante risas y balbuceos
mantuvo una "conversación" con el auto, luego arqueó repentinamente la espalda
se éesmoronó pronto, frente a la separación ineludible, al final de la sesión. En
efecto, yo no volvería a tener un contacto tan estrecho con él por algún tiempo.

y lanzó la cabeza por encima del extremo del diván. Vino hacia mí y me tiró la

1 oreja, me empujó para que me sentara junto al diván y se tendió de espaldas


atravesado sobre mi falda; después subió y bajó la caja del camión voleador a la
vez que me daba el ocasional manotazo en la espalda. Esto se prolongó durante
LAS SIGtJIENTES CUATRO SEMANAS Y MEDlA:
ARROJADO EN LAS ORILLAS DE LA DESOLAOON

un rato, mientras John hacía fuerzas y emitía gases. De repente el camión

1 voleador cayó detrás del diván quedando fuera de Ja vista. John pareció desolado,
se aferró al lóbulo de mi oreja tirándolo con fuerza, después extendió los brazos
para ser elevado hasta mi falda y se sentó arrebujado contra mi pecho. Poco a
En la tercera sesión J ohn jugó con el aeroplano y con el camión voleador
pem los tiró muy pronto detrás del diván. Comenzó a arra\)car pequeños fragmen-
tos de unos panes de plastilina de distintos colores y dijo "flor" con voz profunda
poco se recostó en mis braros, siempre aferrado firmemente al lóbulo de mi oreja, y ronca. Me trajo los trocitos y me indicó con claridad que yo debía amasarlos

1 Y me miró a los ojos con atención. Luego se incorporó, tomó una pelota en
cada mano, lamió una de ellas y mordió la otra varias veces. Al final de la sesión
se mostró reacio a dejarlas y le dio a cada una un fuerte mordisco de despedida.
juncos y formar con ellos una bola. Una vez que lo hice se puso muy excitado, se
subió al diván de un brinco y comenzó a masticar trozos grandes de la bola de
pl.astilina. AJ final de la sesión gritó y tironeó con fuerza de los cajones de los
otros niños.

1 . Comentario. Seleccionaré sólo unos pocos ítems a partir de este rico mate,
na!. En primer Jugar llama la atención la marcada acentuación óel olfato como
medio de identificar objetos. Tal vez John tenía la ilusión de que sus flatos habían
Después del primer fin de semana golpeó la cabeza contra la cómoda, arrojó
la pelota de goma en Ja estufa diciendo "ida", tiró al suelo bs tai.as de plástico y
descartó la pelota de pl.astilina diciendo "no para comer". Luego se sentó a raspar
la plastilina adherida a Ja suela de su zapato, ¡y se la comió! Todo lo-bueno se
•El verbo bou'nce no tiene equivalente en castellano. Significa saltar pasivamente, rebotando, había ido, como yo me había ido durante el fin de semana. ¿Sintió que yo lo ha-
Y se aplica con exactitud aJ niño autista. ¡N. del S.) b íz abandonado con indiferencia dejándole sólo la comida fecal-plastifula sobre .tl


66 L WITTENBERG OEPRESION PRIMARIA EN EL AUTISMO 67
zapato? ¿Sus celós se·componí~n de su rabia y su dese.speración P?r est?.s niños- parentes como el cristal de la ventana y también mi interior era pasible de ser es-
flores que eran contenidos y alimentados en lugar de el~ ¿Por que era no para cudriñado. El interior de mi cuerpo para John equivalía. absolutamente al jardín
comer" la bola de plastilina? ¿Para resguardarla de sus dientes filosos? Es pr?ba- donde atisbaba a los pájaros y flores-bebés rivales; pero al mismo tiempo esos
ble que se me acusara de permitir que John y sus objetos. cayer~ _en pedacit~s. rivales parecían erigir una barrera dura como el panel de vidrio, sóló penetrable
Durante las cuatro semanas siguientes tuve frente a m1 a un runo cuyos OJOS a golpes y por la fuerza. Era cpmo si la presencia de aeroplanos, pájaros y flores
habían perdido su vivacidad y que se precipitaba de una actividad ~ ~tra; si bien sig.nificara que esos rivales habían tornado posesión completa de mí, dejándolo
su cuerpo continuaba moviéntlose con determinación, todas sus activ1~ades ~e­ fuera; como si no existiera un espacio vital separado que él pudiese poseer, ningún
cíaP. inconexas. ¿Cómo puede· describirse el propósilto de la falta de 1~.tenciona, lugar donde esconderse de ellos: o ellos o él debían poseer la totalidad del cuerp,o
lidad? (purposeful aimlessness). Incluso rel.atarlo supone. una ordena~•?" de. los materno. Una vez más J ohn se parecía, en la cuarta· semana, a Tunmy en el cuarto·
sucesos que le es ajena. John lamía, mord1a, descartaba 1uguetes, e~1t1a son.i<i~s año de tratamiento. '
ininteligibles, se apoyaba contra mis piernas, desmenuzaba la pla~tilina, retorc1a De un modo retrospectivo, los fragmentos de $u conducu pueden ser conce-
pequeñas varillas que luego arrojaba por encima del hombro, corna de un lado a bidos como conchillas, cada una de las cuales contenía aspectos de su relación
otro, pisoteaba algunos trozos, se sentaba sobre otros coroo po~ accide~te Y connúgo; un intento constante de apoderarse de un ·trocito de miseontenidos que,
después pateaba la escalera diciendo "abajo, abajo" en voz qu~ iba perdiendo aunque momentáneamente atractivo, sentía que era arruinado por sus mordiscos
fuerza con cada paso descendente. Habiendo comenzado su terapia de modo muy o arrebatado y destrozado por sus rivales, lo cual lo dejaba en Jas. playas de la
semejante al de Tirnmy después de cuatro años de tratamiento, .John se compor- desesperanza. Impulsado por la ira y la desesperación, John no sólo volteaba,
taba ahora como el Tirnmy de la sesión decimoquinta. arrancaba, despojaba, destruía y descartaba mis contenidos (convirtiéndome en
Sólo de manera gradual emergieron ciertas pautas, tras gran esfuerzo de mi un objeto tan devastado como el jardín de sus padres) sino que hacia lo mismo
parte para identificar algunos de los fragmentos de su conduc~a; tal vez no fue también con su propia mente, que quedaba desechada junto con esos objetos.
tanto lo que dije sino la presencia de mi voz lo que lo introdUJO de nuevo en m1 Cuando lo conduje "abajo, abajo", se lo veía ausente como si hubiera dispersado
órbita. Así, comenzó a emerger el olfateo de la escalera durante el ascenso ·:r a sus pensamientos y funciones mentales, diseminándolas en el viento, como si no
establecers: como una manera de probar si otros pies la habían subido desde que pudiera tolerar el terror de que lo dejaran caer. Sin. embargo, John no deseab:.
él estampara sus olores de plastilina sobre ella. Esparcir la plas'tilina por todo mi bajar: se colgaba con fuerza del lóbulo de mi oreja con la inflexillle determina-
cuarto se convirtió en una manera de delimitar su territorio y de detener a sus ción de quien se áfeffa a s~ preciosa \ida.
rivales. También se hizo evidente que el hacerme amasar la plastilina con las
manos la transformaba: se convertía en una salchicha grande y larga que él sus-
pendía delante de su boca a la manera del suplicio de Tántalo.
La pl.astilina no era lo único que despedazaba. Llegaba cada mañana arras- LA SESION XA'Vl: EL OBJETO ATRACTIVO -
EL PECHO DE LA ESPERANZA
trando una planta que luego destrozaría con habilidad dejando un reguero de
cabezas-flores y de carne-hojas en la escalera y en el cuarto. Despojaba a la planta
de su follaje hasta que sólo quedaba un esqueleto, que suspendía invertido Y lo Justo cuando parecía que su juego fragmentado continuaría indefinidamente
sacudía sobre el suelo. La forma de la estructura subsistente se parecía a veces se produjo un cambio dramático. El estímulo consistió en un parche de sol que
a 1a de un paraguas eon las varillas dadas vuelta de adentro hacia afuera. aparecía sobre la pared del consultorio. John lo advirtió al entrar aquel lunes por
l Un rasgo permaneció siempre constante: su misteriosa conciencia de .los
aviones que se acercaban. Sus oídos los detectaban mucho antes que los m 1os.
la mañana, en la sesión viges-irnosexta, y por primera vez apareció en su rostro
una expresión de temor. Duró sólo un instante, para ser reemplazada por una
El suspendía inmediatamente lo que estuviera haciendo, me arrastraba a la ventana mueca. Comenté que la manch2 brillante era como un papá-rayo de sof en el fin de
y extendía los brazos para ser alzado hasta el antepecho. Tan pronto como el semana dentro de mí. John corrió el cajón, se precipitó sobre un puñado de lápi-
'1.'i"ÍÓn podía verse u oírse retumbar en Jo alto, él se aferraba al lóbulo de mi orej~, ces y los removió dentro de la banda elástica que los unía. Luego los desplegó en
1 lmndía su cabeza en mi hombro y luego se chupaba el antebrazo. A veces aparec1a abanico dándoles una forma inequívoca de pájaro o 11eroplano. Después los
un pájaro en su campo visual y, al verlo volar, apretaba la espalda contra mi pecho dejó caer de a uno, extendió el elástico en forma de óvalo y, salivindo protusa-
y permanecía inmóvil, contemplando los pájaros y las flores del jardín de abajo. mente, lo succionó. Dije que él sentía que papá me había llenado con cosas buenas
1 & esas OC3siones parecía infinitamente desolado; como sí el mundo que se ex-
f.etld ía más allá del vidrio contuviera todo aquello de lo que él estaba excluido
pero que John pensaba que sólo podría acercarse a la mamá-comida una vez que
hubiera expulsado todas esas partes papá-lápiz. Me abrio la boca, introdujo el de-
oCk un modo irreparable. Este encantamiento silencioso solía quebrarse de golpe: do, lo sacó y lo olió, hizo movimientos de succión y oomenzó a balbucear. Dijo
·ime miraba a los ojos, hurgaba mis oídos, me propinaba violentas palmadas en el "chupetines" al mismo tiempo que recogía los restos de la planta de arvejilla que
fliombro y golpeaba la cabeza contra la mía. Al parecer, mis ojos eran tan trans- había traído consigo esa maña.na, levantó los brazos y me empujó.hasta la ventana.
'

68 l. WITTENBERG DEPRESION PRIMARIA EN EL AUTISMO 69


De pie sobre el alféizar se sostuvo el pene: que ~ba erecto. Q_~iso que yo abriera cuerpo. Me impresionó el hecho de que no sólo me perdiera cuando yo estaba
la ventana (a lo cual me negué), observo los árboles y los paJaros y finalmente ausente, sino que también me experimentaba corno perdida con gran· facilidad
''voló" dichoso a mis braz.os. a pesar de mi presencia física. Los rivales, ya fueran aviones, pájaros o plantas,
eran manifiestamente capaces de tornar posesión de mí tan pronto como apare-
Comentarü:J. En el prinútivo- mundo de John, Jos -Objetos que presentaban cían. E.n Wl momento mis contenidos eran todos de él y e:n el siguiente todos de
· ta similitud de forma o aS-Ociación funcional eran fácilmente intercambiables ellos. Como un territorio continuamente disputado por ejércitos enemigos, la
c1er d 1 1• . d,
o, con más exactitud, no esta.~an diferenciados. De ese mo o e _e_as.ttco po 1~ ocupación por parte d~ uno de ellos parecía implicar de manera automática
e uivaler a boca= pecho = ventana que se abre; mancha blanca equ1vaha a leche - el desalojo del otro. Aunque los enemigos de John creaban barricadas tan duras
~liva palabras; iápices equivalian a penes= pezones; lengua = ded?s = pene: En
= c-0mo el vidrio o el hueso de mi frente, era posible .espiarlos, cavar agujeros, for-
t a ·sesión rñe pareció que John se hallaba a punto de unir dos objetos parciales zar la propia entrada. Más aún' .esta "mamá" parecía ser muy pasiva, no ofrecer
en su mente: partes de mamá y de papa unidas de un mo do enriquece
es • . d or, un resistencia alguna a la invasión de su territorio ni a que fuera saqueado por ésta
apá rayo de sol que hacía brillar la piel-pared de mamá, llenando sus pechos; o aquella fuerza; era una madre que no se oponía a Ja vioEación de sus fronteras,
Fos lápices de colores ooimaban a mamá de coiµida y mi boca de pal~b~as. E~ta de modo que se podía practicar en ella un agujero como en la funda del almoha-
unión Jo asustaba pero también le traía esperanza; lo liberaba de la apatia inducida dón Y. extraer. parte del relleno o arrancarle toda la piel como si fuera Ja pulpa
por habitar en el trasero-calabozo de mamá, y me convertía en un objeto luminoso d.e las 'plantas, dejando sólo un esqueleto o una ruina para .que los niños pudieran
e incitante. Al parecer se le ocurrió la idea de que podía P()Sesionarse de ~!lo de _ui:i entrar .o salir. 1:.os montantes que atravesaban Jos espacios. vacíos de su armazón
modo nuevo; era como si estuvíera diciéndose ''Voy a echar a estas partes de estructural eran elásticos, como la banda de goma cuando se quitaban los lápices.
papá y me convertiré yo mismo en el pene-O~o-leng_ua volando den~ro ~e es~a Et objeto p-0día ser forzado a adoptar cualquier forma que se deseara, pero a un
1 terapeuta-mamá". Yo estaba profundamente llllpres1onada por la mtelig~ncia precio temble, pues esta madre amorfa que no se protegía de la invasión no era
que ese juego sugería. Más aún: ese salto hacia adelante cuando yo aparec1a lu· capaz tampoco de contener ni proteger a su bebé. Ella carecía ~e un espacio
minosa y colmada abría la posibilidad de que él pudiera hallar el camino de re- interrio definido por límites firmes y, en consecuencia, · no podía ofrecer un

t torno a una relación connúgo . .Sugería que su pérdida de contacto se había


debido, al menos en parte, al temor de que al descartarme me hubiera convertido
en «ida", quemada, mordida. Sin embargo, ¿en qué medida estaba esta relación
e~ndite para evadir a Jos rivales; no tenía una membrana con la que sujetar y
envolver con seguridad, ni podía. asir y contener los fragmentos de 111 experiencia
mental de John. No proveía el lecho de roca (bedrock) para echar los cimientos
amenazada por su posesividad y sus celos feroces? · de una estructura de la memoria o de una continuidad de la experiencia con que

1 La ilusión de haberme penetrado y de haber desalojado a "papá" continuó


· durante las sesiones siguientes. De ese modo, después de destrozar las plantas
cada mañana, ahora brincaba alrededor de Ja mesa y bailaba en círculqs, con los
forjar conexiones, para que la fantasía creciera y se desarrollara.
¿Qué tipo de experiencia podía haber dado lugar a este concepto _d e madre?
Cuando recuerdo Ja primera sesi6n de John, su violenta subida a mi falda, me veo
dedos en alto extendidos en abanico, mirando el sillón de la esquina con expresión preguntándome si este niño ho experimentó a su madre como bteralmente preo-
1 de triÚnfo y susurrando "papá" de manera provocativa. A medida que su danza
crecía en excitación también su risa alcanzaba un crescendo antes de que él se
lanzara sobre mi falda. No obstante, sus victorias eran breves pues el sonido de
cupada. Los padres de John le tenían devoción y Je dedicaban gran atención y
cuidado. Pero, ¿podía una madre enferma, una madre deprimida, preocupada
por sus propios pensamientos y problemas, transmitir a su bebé la impresión
un aeroplano o Ja visión de un pájaro destruían fácilmente Ja ilusión, Jo movían de cálida solicitud? Una madre así no puede ofrecer mucha \iv;icidad en sus res-
1 a golpearme con fuerza y a retraerse a la tristeza y de allí al juego con plastilina. puestas, ni mucha resistencia a ser invadida. ¿Es posible que su inaccesibilidad
estimulara a un bebé muy sensual y cariñoso como John a desgarrarla para al-
canz.ar sus contenidos retenidos, mientras que su fragilidad lo moviera a preser-

1 REFLEXIONES ACERCA DE LA NATURALEZA DE LA RELACION


DE JOHN: OCUPACION Y PRWCUPACION
varla de sus violentos ataques? Y, cuando sus padres rea'lrnente lo dejaron, ¿se
sintió expulsado de un modo total, olvidado, caído fuera de la mente de ellos?
Yo sentía que su juego con la plastilina, su retracción y extravío eran tal vez
repeticiones de la experiencia de Ja habitación oscura en la que se recluía con

1 Reflexionando acerca de la experiencia de este primer mes del análisis de


John se me ocurrieron varias ideas. Siempre tuve la fuerte impresión de que
tomar posesión total de Ja analista-mamá, y de todo lo que equivaliera a ella,
frecuencia tras el regreso de sus padres de las vacaciones. Estas son sólo preguntas
y conjetW"aS. Todo lo que puedo decir con una convicción basada en la experien-
cia es que John era en extremo sensible a mis estados de ánimo, que reaccionaba
era para él cuestión de vida o muerte. Esto en realidad se aplicaba a la totalidad a cualquier falla de mi atención, a cualquier enfermedad, malestar físico o silen-

1 de 19 que caía bajo la vista y el oído, es decir, 1lQ sólo ¡nj cuerpo sino también
el jardín, el ciei.:>, el cuarto, el attoplano, los muebles, los contenidos de nú
cio como si yo lo hubiera rechazado. Entonces se retraía o bien aumentaba su
hiperactividad y se lanzaba contra los objetos. Aprendí por experiencia que no

1
'

I. WITrENBERG DEPRESIOS" PRIMAJUA EN EL AUTISMO 71


70
debía dejarlo escapar de mi pensamiento ni por un instante y que necesitaba 'ITRCER MES - PREPARAClON DE LAS VACAOONES:
"LA SEÑOR.A IDA"
mantenerme alerta para rescatarlo de sus caídas en la desmentali:zación. En ~s
momentos era vital continuar hablando, aun cuando sólo se tratara de un ~
mentarlo corriente de sus acciones, pues mi vi~o interés y mi respuesta parccia_n Era· evidente que John había desarrollado una relación muy intensa Y estrecha
ser el equivalente psíquico ~e sostenerlo y rru voz el resorte que lo manteoia c:orunig-0 y que respondía a mi estado de ánimo, mi cuerpo, mi voz y mis palabras;
integrado. ~· yo no sabía en qué medida él comprendía realmente mis comunicaciones ver-
b:litl. La vdociaad y complejidad con que reaccionó a mjs explicaciones acerca de
iZ1 ¡:·;óx.imas vacaóJnes de Navidad me pasmaron y dejaron escasas dudas acerca
SEGUNDO MES: LA "LABY" -::! 1U capacidad para comprender.
Yo había preparado un;.•tarjeta que mostraba los días de las sesiones antes y
d~ués de las vacaciones romo círculos pintados en rojo, mientras que las sesio-
Durante el transcurso del segundo mes mi boca y mi abdomen se convirtieron D!'I que - -uo tendríamos estaban indicadas por círcuJos vacíos. Señalando el
en el foco de interés de John. A menudo insertaba el dedo en mi boca Y lo olía circulo correspondiente a cada día dije ..señora aquí, señora aquí" etcétera...
antes de insertarlo en la suya. El desarrollo de su vocabulario parecía sugerir ·"'ie!Íora ¡~ ida", etcétera ... "séñora vuelve". "Señora", por aquel tiempo, se
que se estaba produciendo cierta primitiva identificación por medio de la expe· lnbía establecido como Ja manera en que él y su madre se referían a mí. La reac-
riencia concreta de extraer las palabras-saliva de mi boca y ponerlas dentro de la oon inmediata de John fue mirar por la ventana y estallar c:n risotadas en cuanto
suyai. Con frecuencia buscaba mi falda, se recostaba en mis brazos Y se cobijaba ~ un papro. Señalé que se estaba diciendo a sí mismo que eran esos runos-pa- ·- '
en mis senos. Después, a veces, decía "laby", Jo cual interpreté que significaba jz:os Jos abandonados, no John, porque pensarlo le resultaba demasiad? temole.
"señiora-con-bebé"•. En esos momentos yo no sentía que estuviera "dentro" E.nances fue a sentarse a horcajadas en su cajón y de una sola embestida desen-
de mí como un bebé-interno sino más bien que me decía que estábamos adheri- t:::ró todos los !ápices y el papel y los tiró al suelo. Dio un golpe a la tarjeta y tra-
do~ como las palabras, amalgamados, piel-a-piel. El final de las s~siones continuó tó luego de arrastrarme bajo la mesa, donde se había recostado cantando la melo-
resultándole muy penoso. Me lo demostraba comenzando a renguear. Y entonces dil de "buen día, buen día, hemos bailado durante toda la noche",-si bien las
iniciaba el día siguiente arrancando pedazos de las hojas. . úticas palabras que pude dese.rifar fuero;:; ..gond molinj' y "night loo"•. Después
No obstante, su conducta al pro:nedíar las sesiones y la semana;se caracteri- q-_e interpreté que él había desalojado a las partes papá-lápiz y que estaba to?13n-
zaba en esa época por una cualidad mucho más apacible. En una ocasión se arro- ó~ su lugar en mi cola y quería. que yo me uniera a él para hacer caca-bebes, se
dilló sobre mis muslos, aplicó el oído a mi estómago mientras yo hablaba, olió l="lllltó e hizo unas líneas curvas, llenó con plastilina algunos de los cúcu.los,
el dedo que me había insertado en la boca, luego se subió la camiseta, se tocó el y de un mordisco le arrancó la cabeza al león. Fue al diván, se recostó con la
ombligo y después se olió el dedo. Parecía estar desarrollándose un concepto dife- C<.Jaa colg:!.lldo de un extremo y quiso que yo volviera a levantarlo.
rente de Jos límites del cuerpo. Era a la vez más definido (una piel separaba el Est o trajo a mi memoria un juego semejante de principios del_ t~tamient~,
interior del exterior, a él de mO y más sl!2ve, no duro como antes. Permitía que ,. o!ntonces surgió Ja incógrtita de si estaba identificado con el papa-leon decap1-
los compartimientos existieran y fueran explorados de un modo cuidadoso: mi i:.:o, temeroso de ser cortado y abandonado, o si quizá no estaría amenazándome
boca, su boca; mi estómago, su estómago. Mis palabras, que · para él salían de c:n suicidarse ~ecapitándose, separando su cabeza de su cuerpo- , a menos que

l mi estómago y subían hasta mi boca, podían ser puestas en su boca y su estóma·


go. Aunque el olfato continuaba siendo Ja modalidad sensual dominante, había
comenzado a explorar la textura, calidez y profundidad de Jos diversos orificios.
'~ lo o bede-;:;iera.
• Cuando a la mañana siguiente abrí la puerta, su madre me dijo que John se
!.'e:Itía muy impaciente por venir y había estado golpeándose la cabeza contra mi
A partir de este momento John se convirtió en un niño físicamente vulnera- p::erta Jiam;;¡ndo "¡señora, señora'"· Traía consigo cinco caramelos que me recor-

l ble, susceptible a resfríos y diarreas. Esto resultaba de Jo más sorprendente porque


había gozado de una robusta salud durante varios afíos. Su vulnerabilidad parecía
ir de la mano con su grado de cercanía respecto de mí, y sus ataques destructivos
C:rron los cinco círculos por semana en su tarjeta de vacaciones. Me tocó y olió
h. boca; lamió y chupó los caramelos con mucha parsimonia y cuidado, hacién-
6.:i!os «descansar" a ratos, de manera que le duraron la hora entera. Todo esto di-
pronto dieron lugar a un deterioro somático. Me preocupaba en ese momento CÓ· ftria mucoo de su comportamiento ooniente, puesto que siempre mascaba los
mo podría afectarlo una interrupción por vacaciones. La perspectiva era inquie- C!I31Jlelos para terminarlos uno detrás de otro. Era nidente que estos caramelos
1 Unte; parecía esencial que tuviera una preparación de muchas semánas para elabo-
ru sus sentimientos acerca de la separación y la pérdida.
eran equiparados con unidades de tiempo, que debían ier preservados con la espe-
rmza de _q ue el tiem¡Ío/sesiones/análisis pudiera proloDgarse p<?r · el mismo lapso, .

• iA.dy·with-baby. (T.) • ?orgood rmom~y night through. fN. del S.1


'
1 72 l. WITTENBERG OEPRESION PRIMARIA EN KL AUTISMO 73

1 que pudiera durar para siempre. Gran parte del tiempo se sentaba en mi regazo,
miraba mi tarjeta y repetía imitándome: "La sei\ora está aquí" ... "la señora
ida"•.. "la señora vuelve": ·se mecía suavemente con un aire cada vez más
ción de los sentidos en el self puede ser la consec11mcfa de emplearlos pan sepa-
rar una a una las partes de la madre y controlarlas; ¡n¡eer exclusivamente sus ojos,
sus oídos. La conjunción de los diferentes órganos sirosoriales puede considerarse
triste. Después se puso a oler con insistencia los muebles, a tirar de las hebras de como la unión de partes del objeto, lo cual hace estallar los celos ases.i.oos.. Así,

1 la funda del diván y a romper el jabón y clavar las uñas en los trocitos. Pero entre
una cosa y otra se acercaba a mí y lamía sus cara~elos suavemente. En esto vemos
a John tratando probablemente de disociar sus sentimientos de rabia a otras partes
las distintas partes se mantienen .continuamente se¡nradas y t ienden a funcionar
aisladas unas de otras. Esto sugiere una conexión entre el fenómeno autista de
disociación sensual en el sel/ y la menos primitiva sc;raración obsesiva de los obje-
de mi cuerpo/cuarto para preservar el caramelo/pecho. tos para. poder controlarlos. Pero cuando había aucado una de las partes del

1 Después del fin de semana volvió con una tos ronca, hizo pedazos un trozo
grande de plastilina y con expresión de astucia miró al "papá-silla" del rincón,
diciendo "hola pescado". Después s.e irguió sobre mis muslos, defecó en sus pan·
cuerpo materno, esta sepa·ración de los datos sensoriales dejaba a John a merced
de la desesperación, ya que carecía de medios para Ja prueba de realidad. En la
sesión que acabamos de comentar, el trasero desapzreció literalmente de la e:tis-
r

talones, miró por la ventana y dijo "bebés". Se acurrucó contra mí, miró a la le- tencia de John; perdió el sostén de 1tú falda tanto romo sus heces sin podtt esta- 1

1 janía y despacio, con desesperación,. dijo: "la señora, la señora, la señora ida".
Tomó luego la tarjeta de las vacaciones y llenó con plastilina los círculos vacíos.
Se funpió las manos en los fondillos del pantalón y fue a oler mi silla y otras sillas
blecer si aún existía mediante el tacto o la visión.
Durante las sesiones siguientes intentó restable= su relación con los pechos-
caramelos, diferenciar el ano-0lor de sus heces y ol.or el pecho-sabor de su leche·
1

¡
y muebles, cada vez con más frenesí. Se dirigió hacia su osito de felpa, que había análisis. Utilizó mi mano para ayudarse a poner los cuamelos en una pila separada

1 depositado al principio de la sesión sobre la mesa, lo acunó y sus cabezas cho-


caron. Cuando hablé, volvió a sentarse en nú regazo, se frotó el pene, cruzó los
pies bajo la mesa y la empujó de adelante hacia atrás.
de las d e los trozos de plastilina. Pero era probablroiente un índice de su confu.
sión de zonas el que los caramelos que trajo eran d: la variedad que tiene orozuz
negro entre dos colores claros. ·
r Su tos empeoró en Jos días siguientes y tuvo que guardar cama durante el fin de

1 Comentario. Aunque al parecer la intención de John era triunfar sobre los


"bebés-pescados" al defecados fuera de mí, parece que en el proceso de expul-
sión perdió a la "señora". Otra posibilidad era, al parecer, que él mismo se sin-
semana. Quiso 4ue nadie l!'.ás que su madre lo cuidila, lo cual la hizo sentir feliz y
más cerca de su hijo de lo que se había sentido desde que era un bebé.
Cuando Jo h.n regresó, hablaba con la voz rnal1umorada de antaño, diciendo
tiese empujado fuera de mi interior. Parece haberse vuelto hacia las heces para "mooss" que sonaba como un& mezcla de "milz" y "poohs" (sus palabras para

1 llenar su vacío interior; pero se angustió nuevamente por haber convertido mi in·
terior solamente en un trasero. Las actividades sádicas de mecerse y golpear su
cabeza contra la del osito se dieron en un momento en que, pienso, John sintió
leche y heces), y cuando tosía se sacudía como si quisiera librar su interior de algo
malo. Su conducta variaba entre apretujarse conm mí y golpear violentamente
su cabe?.a contra la del osito. Tan pronto como -reía un pájaro, su cabeza caía
que la señora buena se había ido sin posibilidad de retorno. Cuando mi voz lo como una flor cortada de su tallo. Al final de las st:!iones se volvía completamente

1 trajo nUC\'liffiente a mi falda, su conducta masturbatoria pareció como un último


esfuerzo desesperado de controlarme, de impedir que me alejara. La desnuda
desesperación de John, el sentimiento de pérdida total de la señora-mamá parece
cojo, forzándome a bajarlo en brazos. Su porte era patético. como si indicara que
yo lo estaba separando de su cable de salvamento y lo abandonara para que lo ma-
taran sus rivales y perseguidores.
haber surgido en este caso de una falta de diferenciación entre el self y su objeto,
entre lo que él hace dentro de su cuerpo y lo que me hace a mí ext~riormente. El
material sugiere fuertemente que él siente esa defecación como la expulsión con-
creta de bebés desde mi ano, así como del suyo. Entonces, puede haber sido él LAS DOS ULTIMAS SESIONES ANTES DE LAS VAC.o\CION!S:
ENTRAR-PERMANECER Aft""ERA
mismo tanto como los otros los que fueron expulsados. Mis asientos·sillas estaban
tan absohitamente identificados con su trasero, que para él olían como Jos fondi-
llos de su pantalón. A este niño Ílfligido no le reaseguraba en absoluto el hecho El día anterior al comienzo de las vacaciones, Jo hn vació su cajón por comple-
d~ ~ue yo pudiera sobrevivir externamente como mamá-pecho y mamá-falda, to, rompió a mordiscos las puntas de los lápices ~ revolvió los contenicivs despa·
distinta de la mamá-ano destruida. rrarnados, mordió las semillas de mandarina que rncontró en el cesto de papeles
La prueba de realidad para John estaba dañada debido a que confiaba en y rasgó el papel en tiritas. Cuando llegó el momento de irse estaba muy afligido y
~n sol~ dato senso~. en este caso su sent~do del olfato. Este órdenamiento de trató de empujarme nuevamente dentro del cuarto. Cuando los padres volvieron
d s Objetos en funCIOn de u~ sola _modalidad_ sensual por vez, era tan típica a traerlo al día siguiente, comentaron que John lubía llorado desco~ladamente
be John corno de los otros runos autistas estudiados en nuestro grupo. Aprecia- - casi t oda la noche, incluso cuando lo llevaron oon ellos a su cama. Tomó m.i mano
•n al~ente las cualidades sensuales de un objeto y eran en distintos mo- y me arrastró escaleras arriba, fue derecho a su cajón y sacó la muñeca mujer, dos
mentos todo nariz, todo orejas, todo ojos. Se me ocurre que esta estricta separa- lápices y dos pelotas. Hizo rodar las pelotas suavemente hacia el cajó' y las guar-
'

74 L WITTENBERG DEP.iU!:SION PRIMAJUA EN EL AUTISMO 75


dó. Luego hlzo rodar los lápices sobre la tapa de la cómoda y cuando se cayeron c) Trató de desviar la agresión de la parte superior a la inferior y destruir allí a:
por detrás, tomó mi mano e indicó que yo debía recuperarlos; examinó las puntas los bebés; pero en este punto se produjo confusión. Ya no era capaz de dis-
y las quebró. "Hablaba" sin parar -"señora, milz, flores, aeroplanos"- repitiendo tinguir si había destruido el objeto superior o el inferior, ni tampoco si había
una y otra vez las palabras ,que conocía. Hizo volar el aeroplano y luego examinó expulsado a los bebés rivales o había sido él mismo el expulsado.
su cara inferior. Luego abrió· mi boca, miró adentro y fue a buscar la tarjeta de las
vacaciones. Se sentó sobre mi falda y escuchó cuidadosamente mientras yo repe- . Fue en ese momento que John se hundió en la desesperación y experin1entó
tía: "La señora aquí" ...; "La seí'ior.:: ida"... , "La señora vuelve", señalando los · cierta forma de angustia depresiva catastrófica, primitiva, por haberse perdido,
círculos correspondiente~. Me permitió que recorriera toda la tarjeta y cuando por haber sido abandonado y olvidado.
h ube terminado pr"911jo la primera oraéión completa que le había oído: "John no Tal vez el fracaso de incorporar un objeto continente no estaba ya en aquel
debe ir al jardín". Luego cantó suavemente "señ~ra, señora, señora ida", como si momento muy relacionado con la ausencia del concepto de una madre con límites
fuera una canción de cuna. Este plácido episodio fue repentinamente perturbado capaces de sostener al bebé y sus miedos, sino con su intolerancia a la estructura
haciendo chocar violentamente su cabeza contra la mía, pero inmediatamente VG1- en sí. _Para John, estru~wa implicaba la presencia del papá-lápiz-guardia que le
vió a abrazarme. Repitió sus golpes y abrazos; al final de la sesión permitió .que fo obstru1a_ la en~rada. ¿C~ er:a la naturaleza de estos guardias? ¿Eran leones-papás
guiara escaleras abajo, y se fue con un ánimo muy tranquilo. los que 1mped1an al bebe llegar a los tesoros maternos, incluso sus pechos, cuando
los necesitaba? ¿Puede esto relacionarse con la enfermedad de la madre cuando
Comentario. Después de tan asoladores ataques a !las posesiones del analista, John era muy pequeño y debió separarse de ella? ¿O hubo .una falla en la relación
~n otros tipos de niños psicóticos, uno esperaría ·hallar el •temor a 'la represalia, con la madre que alimenta que se salvó convirtiéndose en el pezón-punta, o siendo
profundas angustias persecutorias, incapacidad de enfrentar el dbjeto dafiado. el pene-lengua interior? Tal erotización de la relación implica que, cuando yo Jo
No así con John: su temor primario y sobrecogedor después de tales ataques aparto con mis vacaciones, John siente que lo traciono y que papá es el elegido
era la pérdida y la separación; era capaz de enfrentar al objeto dañado (depresión para reemplazarlo, como si hubiera sido descartado y olvidado como un amante
persecutoria), pero no podía tolerar la posibilidad de que la pérdida fuera irre- Y no como un bebé puesto temporalmente en su cuna. Esto parece coincicfu
pa'able. Cuando mi reaparición le reaseguró mi supervivencia, hi1.Ó algunos inten- con la C<?nducta de John a los 18 meses, cuando sus padres se fueron. Contra una
tos de restituirme las pelotas-pechos, lo que también irnpicaba devolver los pezo- repetición de esta experiencia de mutua expulsión era con lo que estábamos lu-
nes-puntas de lápices (el objeto parcial combinado), y frente a esto sus celos chaJJdo en el análisis.
estallaban y él no podía manejarlos. Lo hemos visto luchando con su tendencia a I..a idea de ser recordado pare¡:ía haber ganado fuerza, porque John se sintió
entra! a los golpes, escuchando la voz de papá diciéndole que debe ·quedarse capaz de mantener la relación e hizo incluso ciertos progresos en aquéllas y las va-
afuera, no entrometerse. Era difícil saber hasta qué punto era capaz de ·interna- caciones siguientes. La madre me informó que durante los primeros días lloraba
lizar una imagen del terapeuta como persona, pero al menos el germen de :la idea a menudo Y generalmente estaba decaído. El resto del tiempo se mantuvo en estre-
estaba presente. Se puede distinguir su deseo de ser capaz de poncrm-e, intacta cho contacto con ella y quería que jugara con él y que lo consolara.
como las dos pelotas, dentro y fuera del cajón de su mente y, por ende, .tener mi
voz a su disposición cuando necesitara Ja reconfortante música analítica. Era por
cierto este intenso deseo y sus fracasadas tentativas y luchas, los que hicieron tan
conmovedora aquella sesión. LA PRlMERA SES!ON DESPUES DE LAS VACACIONES
DE NA VlDAD: EL QUE ESTA ADENTRO O EL QUE ESTA AFUERA:
PAPA O JO!lN

ALGUNAS IDEAS ACERCA DE LOS INTENTOS


DE JOHN DE ENFRENTAR U SEFARACION Jvhn estaba pálido y un poco somnoliento, pero saltaba colgado de la mano
de la madre cuando abrí la puerta. Inmediatamente tomó la mano que le tendía
Y subió las escaleras con excitación. Puso en mi mano papel y lápiz, dijo "aero-
Vimos cómo John trató de enfrentar las primeras vacaciones en su análisis plano, aeroplano" y señaló el papel con cierta urgencia. Entendí que debía dibu-
de varias maneras: jar, Y tan pronto como lo hice, tachó d dibujo del aeroplano y lo borroneó con
grue~s líneas :°egras. ~uevament~ me pidió que dibujara un aeroplano y repitió
a) Hubo un fracasado intento inicial de conservar la relación con los pechos-ca- las nusmas acciones. .Siempre hab1a estado interesado en los aviones, pero yo nun-
ramelos frente a los celos de sus rivales. ca los había dibujado, ni había habido ningún trabajo con papel, salvo la tarjeta
b) Intentó crear luego una disociación horizontal para dividir su objeto arriba y de las vacaciones. En consecuencia, interpreté que yo debía presentarle este
abajo entre él y·sus rivales. Esto también fracasó. papá-aeroplano-vacaciones que me había llevado lejos de John, de manera que

1
r 76
'

l. WITTENBERG DEPR.ESION PRDIARIA EN EL AUTISMO 77

1 d"era arañarlo y convertirlo en caca. A continuación John hizo rodar


John !~0 de lápices sobre la tapa de · la cómoda, dejó que cay~~an detrás uno
1

el puna 1 deJ·Ó allí. Amasó unas salchichas de plastilina, las deJO sobre la mesa
' su antebrazo. El guerrero ~ La dann triunfal de un momento antes era ahora un
niño patético, in.anjm.ado. Luego de algunos minutos, John comenzó a retorcer
b plastilina en · pequeños trocitos y los agitó apáticamente. Miró por la ventan.a,
runo Y os . ..
pO . , d me del lóbulo de la oreja (retorciéndolo de una manera muy marhn· torció primero el lóbulo ~ mi oreja y luego se rascó el suyo. Se movió leve-
y, tiran ~ empujó ·a la ventana desde donde miró hacia la calle ~ubiert~ de nieve. mente en. dirección a la ve;n.ana para decir "'váyase" a los pájaros en el árbol con
z.ante), m.' hacia el diván, saltó arriba y abajo riendo, e intento empu1arrne para una 90z débiÍ; rápidamente volvió a esconder su cabeza en mi fa.l<b. En ese mo-
- Me ero puJO , .. l .
roe acostara a su lado. Cuando me negue, me dio un punt ap1e en e estemago, mento me di cuenta que había defr·::ado. Creo que lo debe haber hocho cuando
que, volvió a reú, puso sus pies contra la pared, dejó colgar su ?'1beza_ por el

l salto yd 1 d'1ván y de manera desafiante dijo "arriba". Pienso que algun sonido del
borde e
· lo debe haber perturbado , porque sorpresivamente me empujo c1a a
extenor ~~ndo del lóbulo de mi oreja, · y muo
· ' ha · 1
· paseo· su mua
· · para abaJO. · da ar1 e·
· pateó la alfom:.::::a. Pidió que lo levantara hasta el alféizar de la ventana, miró
hacia afuera y luego en n:is ojos profund.un.!'nte. Se pasó la maoo por la cola.
Olió un trozo de plastilina. lo mordió, lo tiró, retC'rció otro pedacito en trocitos,
ventana, .uut d · 1 ' los rompió por la mitad, 1. ••• ticó algunos y luego les volvió a escupir. Cuando vio
d del cuarto con ansiedad, se golpeó la cabeza con su mano, espues go pe~
111e º~sa furiosamente. Yo tenía la impresión de que "papá", de un golpe, lo saco
~ rn · interior y a su vez, John me atacó por haber contenido a este papá Y haber-
llegar a su madre en un rod:ie manejado por un chofer, tomó un auto de juguete
y lo golpeó cont'a su cabeza, y luego golpeó su cabeza contra el borde del diván.

rrumútido qu~ tomara posesión de mí. Cuando fue la hora, John dijo con voz
)ee pe Comentllrio. Quisiera matiz.ar esta sesión con bastante detalle ya que la se-
.,, ' d d d "
?ª .,, 1 t b d' ·

1 ruda "esto es suficiente paxa t1 , y no cab 1a u_ a e que pa . e es a a. 1c1en-


d0 que él ya había tenido su turno, que era tiempof de salu. Mientras baJabamos
las escalera-s John de.cía "abajo, abajo" y una vez a uera tomo puna os de nieve
' - d ·
cuencia de los hechos mue~ con claridad la desesperación de John, y sus defen-
sas maníacas y su fracaso. Lo vemos llegar en un estado de ánimo deprin1ido, sin·
tiéndose desconfiado, esper..ndo la ominosa presencia del "papá" en cada rincón
y los comió'. - ., . del cuarto. Primeramente parece ser capaz de conquistar a este rival con su látigo

1 Durante las sesiones siguientes la conducta de John vano. En parte parcc1a


un invasor circunspecto tratando d e ganarle terreno al enemigo, mediante o!er
las escaleras mirar a su alrededor cuid~dosamente; golpear las paredes Y el piso
fecal. Esto parece desencadenar un epjsodio pleno de omnipotencia, en el cual mis
.'.ltros bebés son forzados 2 rodar fuera de b vista y más allá del alcance del oído
(el suyo y eE mío) mediame el pisoteo en ~I suelo y el baile en la parte-alfombia
ji
1

a su llegada.' De otro modo, mediante el látigo de plastilina, se estaba c?nvirtien~o del cuerpo de mamá. Pero r<!pentinamente ro omnipotencia lo abandona, su triun-

l en un cruel celador de su mamá, forzando su entrada y sa!tando arnba y abaJO


en el diván en son de triunfo posesivo, para volver a caer finalmente en la deses·
peración ante cualquier sonido del exterior. AJ final de la sesión nuevamente se c~n·
fo sobre los rivales aborta y !S él el que está desconsolado.
· Surge la siguiente pregunta: ¿habrá sentido John que fue demasiado lejos
en su crueldad hacia mis lxbés internos, sobrepasando mis límites de tolerancia?
vertía en un extraño furioso que trataba de entrar mediante golpes. El material AJ rogarle a los pájaros " que se vayan" hz.ce pensar que les ruega que no lo pro-
presentado a continuación va a mostrar con qué rapidez John alternaba de un \"Oquen con su presencia a realizar nuevos naques asesinos. Sin emb:!rgo, si recor-
estado de ánimo a otro, y qué propenso era a caer en depresión y desesperación. damos el material anterior e.el camión voleador, con su frenesí después de defecar
a los "bebés" antes de las .-~clones... ¡:x>drÍ?Jnos pensar que su excitación maníaca
' y la expulsión de mis com~dos dio por resultado que "mamá" también fuera

1 INTRUSION Y COLAPSO
expulsada, j unto con los t-!bés. Parecería ~ue John tenía poco control sobr~ lo
que quería retener o expul=. No distinguíz entre expulsar su objeto en cuanto el
objeto expulsado son sus ri<ales, y ser él nü;mo expulsado por su objeto. En con-
El segundo lune-s después de las vacaciones, John llegó con aspecto distraí· sec.ienci.a, se volvió a la comida fecal como si fuera lo único que le quedaba -o,
1 do. Olió !os escalones, puso su cabeza en el ~uel? después de d~,r p_eque~?s gol·
peteos y se abalanzó sobre un.a pelusa de un rmcon exclamando ahá, aha . Exa·
minó el cesto de papeles, empujó algunos lápices en el ojo de las cerraduras de
mis probablemente, se ser:ría compelido 2 comer sus heces para reintroyectar
101 obje.tos parciales materr.os que h:tl>fa dejldo caer de su ano- . La vista de suma·
dre y del chofer nuevameme le despertó una tremenda rivalidad edípica, como si
los o~ros cajones, trató de tirar _toda la ~ómoda y !ue~~ la golpeó con ~na larga

l salchicha de pl.astilina. Saltó arnba y abaJO con exc1tac1on, pero se detuv<? abrup·
lamente cuando oyó la voz de un niño en la calle. Silbó, tornó sus ojos hacia
a~entro y luego miró hacia el cielo raso, tal vez como si pudiera cambiar al
est\ITiera mirando en el dOiDÍllio. de los objetos combinados, del que había sido
ex.ílado. Esto lo llevó a la desesperación y provocó otro intento de forzar su ca·
mino a golpes.
";iñ0 en la calle por un.a mosca en el cielo raso. A continuación bailó en círculos,
1 nén~ose de modo más y más salvaje, y terminó pateando con toda su fuerza
el d1Seño floral de una alfombrilla verde. De repente, su cara se contrajo, su
cuerpo flaqueó y, tambaleando sobre mi silla, se apoyó contra mi pierna y chupó

1
f
78
'

I. WlTTENBERG DEP~ESION PIUMARIA EN EL AUTISMO 79

1
A TRA VES DEL ESPEJO: "ROSAS, ROSAS" e.staba poseído más pe.rmanentemente por el "papá" y estimulaba tanto la curio-
sidad de John como su deseo de participar a través del voyeurismo en la unión de
Debido a un malestar. pasajero debí cancelar Ja sesión del vier nes de la s:iguien- 1!13rná y papá. El mesmerismo producido por las r~sas rojas sugiere ~ excitzción

• sem ana ·
Después de ese fin de semana más prolongado John descubrió las ven-
· la
altamente erótica; quería meterse adentro, poseer ese pecho-luz, asirse de los pezo-

1 •
)nas
con vidrio pintado sobre el descanso de la escalera. Fue como s1 s rosas
. oscuro que forman parte de ese d.1seño lo hub"1eran succiona . do. F• ue ha C1a
r~~ con una expresión de maravilla y fascinación, y presionó contra ellas su ros-
.
nes-botones y arrojar los bebés-semillas para tener un encuentro excitante y vi-
brante con mamá-pecho-lámpara. Era al mismo tiempo el bebé, que tironeaba y
empujaba· el pecho, y el papá pezón-lengua que controlaba y excitaba el pecho.
ero.s Incluso cuando lo persuadí de que ~ntinua~ subiendo la~ escaleras, ~ig~ió Pero nuevamente sus intentos abortaron; no podía mantener por mucho tianpo

l mra
. 'ndolas, volviendo la cabeza hacia atras. Parec1a como atra1do por un iman,
. d • .
debí caminar detras e e 1para evitar que se cayera.
y Una vez en el cuarto, revolvió en su cajón y al no encontrar aparentemente
esta relación idealizada con el pecho rosa-lámpara. ¿Fue papá el que vino y se lle-
vó a mamá "para dar un paseo"? ¿O es que sintió que yo no toleraría su oontrol
por medio de mordiscos y empujones y "me iría"? ¿O será que ·se refiere a su
que quería, tiró con fuerza de las manijas de los otros cajones, rezongando ansiedad de que siempre que mamá se "iba de paseo" él sentía que su voDcidad

1 ~rque no cedían. Corrió hacia mí, tironeó del cuello de mi blusa y me miró
ad
entro diciendo "ahá, ahá". Nuevamente lloró con enojo, hizo otro intento
' •
de abrir· tos cajones a los tirones, y luego encontro dos botones en su ca1on que
.•
la había "destruido"? Cualquiera que haya sido su fantasía, intentaba disociar
su sadismo oral en el jabón para preservar su idealizada relación con el pezón-rosa.

uso uno encima del ~tro. Hiz~ rodar alguno~ lápi~es brevemente y. Juego de _una
l irada a ta "silla-papa" y al cielo raso, enfilo hacia el cesto de papeles. Voleo su
contenido en el diván, examinó algunas cáscaras de mandarina y las puso en el
piso, alternando las superficies cóncavas y convexas. Luego quiso que lo levantara
CON LAS CANILLAS

En la siguiente sesión, Joh.n comenzó a jugar con agua, y ésta se convirtió en


13sta el alféizar de la ventana, me alejó de un empujón mientras tiraba de las coc-

1 inas para adelante y para atrás y se escondía detrás de ellas. Tiró unos trocitos de
plastilina a la "silla-papá" en el rincóti y apretó los dientes mientras sacudía la
lámpara de un lado a otro; luego tironeó de mí y me empujó. Repentinamente
su prifr.;ipal ocupación hasta las próximas vacaciones. Primero la usó para mar su
cabeUo, luego examinó y tocó la cañería bajo el lavatorio y dio golpecitos en el
piso como para ver dónde estaban los desagües. Luego salpicó agua en el piso y
ijo: "se fue a caminar'', y lloró sobre mi hombro. Se puso dos dedos én la boca, trató de fregarlo. Este tipo rle juego derivó en derramar cantidades cada v:z ma-

l uego sollozando se arrojó a mis brazos y me encontré paseándolo como a un


ebé.
Cuando fue tiempo de partir, comió semillas de mandarina, mordió con fuer-
yores de agua en el linóleo y chapotear en los charcos. También comenzó ' escu-
pirme en Ja cara, lo que le producía gran excitación, mientras saltaba y baihba en
círcuJos con los ojos relucientes de triunfo. Ocasionalmente miraba asustado hacia
la "silla-papá". Al subir, observaba con deleite las rosas rojas de la ventana; al irse
z.a una goCJ13 de borrar, enterró sus dientes en el jabón y lo arrojó al lavatorio.
l Al descender, otra vez espió las rosas rojas profunda~ente. de la sesión les clavaba la mirada y a veces las arañaba. También usaba el agt>:a para
beber con el vaso rojo, pero luego de uno o dos traguitos, tiraba el agua por el aire
y el vaso al piso. Cuando el piso estaba ya demasiado mojado yo lo interrumpía y
él pateaba y amenazaba con volver a comer plastilina. Yo sentía que esa imposi-

1 REFLEXIONES ACERCA DEL CAMBIO EN LA NATURALEZA


DE LA RELACION DE JOHN
ción de límites era importante para él. Creo que esto significaba que yo no me de-
jaría convertir en una especie de mamá-toilette desbordada. Con el pasar de las
semanas el juego se hizo más salvaje, su baile más triunfal y su actit ud muy repeti-
Estos ejemplos del juego de John después de las vacaciones sugieren con til'3. Aunque conmigo se comportaba maníacamente, en su casa a menudo lloraba
fuerza que se sentía entonces mucho más como si estuviera afuera y mirara la por las noches.
relación de papá-mamá combinados. Las vacaciones y el fin de semana prolon-
~do habían aplastado en cierto grado su omnipotencia, su idea de sentirse capaz Comentario. Lo que podía haber comenzado como una experiencia de alivio,
e abrirse camino desgarrando y tomar posesión. Ya no sucedía, como en la pri- usar el agua para lavar su cabello y su mente de malos pensamientos, pam:e ha-
mera separación cuando las vacaciones de NaYidad, que el objeto materno de John berle salido mal, convirtiéndose en otra cosa. Lo vimos explora ndo la estructura
:;ccía indefenso con sus orificios abiertos a los invasores. Los orificios parecían de las cañerías, que puede interpretarse como el pene-tubería de papá que~ lleva
nía menos permeables y tener puntos de entrada determinados; su objeto ahora te- las lágrimas y las deyecciones de mamá; pero él deliberadamente evitó a este
ya uj estructura que asemejaba cajones con un contenido y con pezones-perillas papá-<:añería y mojó la parte no absorbente del piso. También se apropió de las
Por&u cros por los el.tales mirar y ver si uno podía extraer el pezón llave-papá-pene. canillas de una manera que les cambió su función. ¿Fueron los celos swdtados
e1 hecho de estar más protegido por el papá-portero-pezón, este pecho-mamá por el objeto combinado lavatorio y cañería lo que lo forzó a separarlos? S..:r forma
'

l. WITTENBERG OEPRE.S ION PRIMARIA EN EL AUTISMO 81


80
de escupir y mojar , y el creciente sentimiento de deses~eración que yo Comentario. Las vacaciones inminentes trajeron más al primer plano la rela-
1
·
ex~va enté me convencieron de que no estaba utilizando las canillas en su aspec- . ción co n la mamá que alimenta; parecía sentir que alguien estaba vaciando las ca-
exp;~ aTune~tar y limpiar, sino que las empleaba como .armas; un uso p~rverso de nillas de agua , quizá un bebé interno, y esto dio lugar a sus ataques de celos asesi-
to es como penes para orinar dentro de la mama. Y a veces tem1a un con- nos al cuerpo · ma terno: · golpearse la cabeza, arañar y ensuciar la pared-piel. Le
los pezon mo cuando un chorro de agua lo mojó. Su madre comento· que u· 1t1-· enfurecía que todo no fuera sólo suyo, que tuviera que "esperar un mjnuto"
1 traataque, CO
ente tenía terror de que le lavara n el cabello. . .
marnCon el pasar del tiempo, la monotonía de su ju~:;o, cerrado _en activ1~ades
para que los otros niños tuvieran su turno, derramaba los contenidos con rabia,
rnord ía y d esgarraba, y trataba en vano de sacar a papá de su posición de custodio
·ah y escupir y el maltrato de los objetos provocaron en m1 una creciente de mamá.
de ogar • . . . ..

1 desesperaci ·0·n y la sensacion de qu ~ e<tabamos envuelt0s en una relac1on que no


- .. ..
ducía crecimiento. Pensé que había emergido cierta confus1on e_n relac1on co~
eplropapa' y la naturaleza de su relación con mamá. Tal vez el osito de felpa •Y.papa DOS SESION'ES ANTES DE LAS VACACIONES DE PASCUAS
habían fundido. John parecía capaz de ey;i~lar concretamente su~ .1agrunas-

1 secupidas en mí pero esto no producía ningún alivio. Más bien pare\;1a que la
es • , · 'd.
royección de sus lágrimas y su deprPSión alentaban un ais1am1ento sa 1co y nega-
fivista que no se aliviaba con ternura alguna.
Jo hn llegó arrastrando una rama de más de un metro de largo. Estaba pálido,
serio y ansioso. Golpeó el suelo del hall con su rama, luego las escaleras y también
la mesa, la puerta y la sillita del cuarto de juegos. Después azotó las ventanas y los

1 UNA SEMANA ANTES DE LAS VACACIONES


DE PASCUAS: "TODO MIO"
radiadores, y se rió cuando produjeron un sonido hueco. interpreté cuán atormen-
tado se sentía por los celos de los bebés que él creía que estarían en mi interior
durante las vacaciones, que estaba tratando de forzarlos a salir a golpes, y el
sonido hueco era como el llanto de un bebé dolorido. John dejó caer la rama,

1 Trajo su osito ' la sesión del viernes, se puso boca abajo y se meció con .él.
Luego abrió las canillas, hizo correr el agua, salpicó, lanzó chorros duran.t.e vanos
abrió las 1ca'nillas y revolvió•el cajón impaciente para hallar el vaso rojo. Arrojó ·el
. '
jabón y el ccpiJlo de uña~ en el lavatorio, tragó un sorbo de agua y tiró el resto,
vo lvió a llenar el vaso y volvió a beber mientras me miraba. AJ abrir las dos ca ni·
minutos y, cuando impedí que ensuciara demasiado, nuevamente se· mec~o con el llas, J ohn tapó el lavatorio con el tapón y, cuando estaba casi colmado, llenó sus

1 osito. Volvió a abrir las canillas, pero después de un rato el agua que salia era es-
casa. Tomó mi mano, y cuando no logré q ue el agua saliera más rápidamente dio
unas palmadas a la canilla, apretó los dientes y golpeó su cabeza contra el borde
ma nos con agua para beberla. l e dije que estaba intentando vaciar las dos canillas
tanto como llenarse a sí mismo antes de las vacaciones. Corrió al diván y saltó
en él rebotando durante varios minutos, mirando gozoso la silla del rincón. De
del diván. Se paró en el alféizar de la ventana e hjzo una marca con un lápiz ma- repente se desplomó, tomó su oreja y chupó su antebrazo; luego me miró con una

1 rrón en un punto alto en la pared cerca de la ventana; se escondió detrás de ~


cortina, arañó la pared y de cuando en cuando espiaba afuera. De rep ente lanzo
un grito y extendió sus brazos para que lo pusiera nuevamente en el piso. Se
ex presión patética. Vino hacia mí, se sentó en mj falda y se acurrucó contra mj
pecho. Dije que al vaciarla para beber y al saltar sobre mamá la dejó con una ma-
má-pecho vacía dentrc "llVO, de la cual itabia brótado (bowzced) tcd? •::da, y luego
sentó en mi fa lda, to mó el lóbulo de mi oreja y con expresión triste miró a la vinq corriendo hacia mí como si fuera la parte superior-pecho-lleno.
1 distancia.
Traté de repasar la tarjeta de vacaciones, que ya había mostrado a John
varias veces, pero él la apartó. Frenéticamente tironeó de los cajones de otros
Sacó los lápices del cajón y los tiró todos, excepto el marrón que había usado
para golpear las ventanas. Se paró en el alféizar, corrió las cortinas y apoyó su tra-
sero en mi hombro. Había un hombre limpiando la entrada de Ja casa vecina; John
niños, diciendo "mío, mío"*. Llenó de agua dos recipientes, Juego una cantidad lo observó y casi de inmediato golpeó las ventanas con el mjsmo ñtmo que t enía
1 de tacitas y bebió una tras otra diciendo "espera un minuto". Luego tiró al piso
el agua de uno de los recipientes. mjentras lo sostenía con sus dientes y gateaba
el escobillón del hombre. Dije que él no podía tolerar la visión de este hombre
papá y que ráp idamente se convirtió en un papá-barrendero. que barre todas las
por el suelo. Corrió a la silla del rincón, tiró el almohadón y se sentó en él por hojas-bebés fuera de la mamá-análisis.
primera vez. Prendió y apagó las luces varias veces, diciendo "mío , mío", luego
1 puso el lápiz verde bajo la canilla y le mordió la punta. Al final de la sesión, se
lo veía triste y bajó las escaleras sobre su t rasero, muy despacio. •
Cu:1n.<lo llegó el momento de terminar la sesión, John lloró primero con rabia
y luego con tristeza. En 1a última sesión antes de las vacaciones, '\'Olvió a derramar
mucha agua y continuamente chupó las empapadas mangas de su camisa. Papel y
colo'res habían sido d isueltos en el agua. Había gran cantidad de agua en el piso;

1
él vino a sentarse en mi falda, miró el piso y dijo "tomar fuerte" como si temiera
caerse y ahogarse en el agua bajo sus pies, especie de inod.oro que pudiera tra-
• "Mian, mian", por mine, mine(= mío, mío), en el original. (N. del S.l garlo.

1
I. Wl'TTENBERG DEPRESION PRIMARIA EN BL At7r1SMO
82 83
D nte el período anterior a las vacaciones, John había tenido fuertes ata· Miró la silla-papá con aire de desafío y bc:iló en círculos a su alrededor. Tomó
du.radiarrea que cesaron antes de la interrupción. Durante las vacaciones co· . su pal? Y empujándolo varias veces hacia el vidrio de la "rentana dijo "bebés";
queszó epor primera· vez a usar su bacinilla, y su estado de ánimo oscilaba entre la era evidente que los estaba aplastando como moscas.. Luego bailó por el cuarto
men . .6 .
tristeza y la exc1taet n. riendo con excitación. Cuando escuchó el ruido de un aeroplano, se apoyó en
~s rodillas Y.dijo "nené travieso", me tiroi:.:ó fuera de la silla, la olió y miró arri-
ba .ansiosam~nte al techo y luego al suelo. Sorbió un poco de agua del vaso rojo
Y desparramo el resto sobre el piso. Tomó !os lápices del ajón y trató alternati·
REFLEXIONES ACERCA DE LA RELACION DE JOHN
DURANTE ESTE TRIMESTRE* vamente de "escrfüir" con ellos en ia me~ :· de rompedes w puntas a mordiscos.
Cuando una se rompió en su b!>ca lloró con ~'Jia y enojo.
AJ día siguiente Jnly> arrastró un trozo de enredadera por el hall, y una vez
En este segundo trimestre, J ohn no parecía que intentara poseer el cuer_po ;. en el cuano la tiró al piso. Mientras revohia su cajó•l entouaba el 'fragmento de

o1ae t roo y vivir dentro de él; había una claralá diferenciación
i l l
entre la parte superior
a . ho Y e1·
una canción. Masticó algunos lápices protes:.1n1o muy enojado cuando comprobó
· ferior del cuerpo de la madre: la rosa- mpara-can -pezon-pec piso· que no tenían má.s mina; revolvió "'! poco ::iás con mucho ~or y exclamaciones
'. ~oro-trasero. La mayor parte del tiempo su intención era invadir y tomar p~·
1 lfl()·ón de la parte superior. Se podría decir que era insaciable, pero no se sabia
~ornaba más de lo nec·esario o si nunca había tomado lo sufidente como para
SI ntirse satisfecho. Me pareció que estaba menos interesado en alimentarse del
.· 1
"
de rabia; luego se paró y se chupó el brazo. }fe trajo tres trocitos de plastilina ma-
rrón e indicó que yo debía unirlos mientr«s él fue a revolver el cesto de papeles.
Vino a pararse en mis muslos y luego sonr'~ a la silla-papá. Continuó cantando
una melodi3 que estaba claramente dividich en fragmentos. Le dije que él sentía
~ha-canilla, que de ejercer control de las provisiones, en desperdiciarlas, ~n im·
1 p<!<lir que otros las tomen, en tirar la comida y usar el flujo para ahogar y tnunfar
sobre la mamá y otras veces sobre los demás bebés. Los treme?dos ~elos de l.a
que había .arrancado y mordido las punt.at-pezones fuera de Jos pechos y esto
le hacía sentir que en su interior tenía uru. mamá tan rota como la melodía. Pa-
recía sentir que se había caído en la bacinilh junto con sus heces y que yo podría
un.ión del pecho y el pez6n le hizo separarlos, haciendo que papa se abara con el volver a unir las partes nuevamente, como la ¡:lastilina.

1 tn el· placer de orinar en la mamá y, al mismo tiempo, removiendo el pezón,


d~jar a la mamá como un pecho destapado e in.c_ontinente, que se pa;ece a un
inodoro que pierde. Y por esto frente a la separac10n, se encontraba vac10 Y deses-
Dejó caer su cabeza, olió mis piernas y las palmeó con excitación en aumen-
to. Se .levantó, tomó una botella de goma d~ pegar y succionó la tapa roja con for-
ma de tetina. Cuando encontró una jarrita "1 llenó con agua de las dos canillas y
!'(rado, temeroso de haber agotado las provisiones del pecho-mamá y expulsado se mojó la frente. Puso el trapo de piso bajJ las canillas, lo hizo girar en el suelo

• b. vida de su vientre, y lleno de temor de que ella se vaciara por dentro o lo succio· Y luego chupó su brai.o con un aspecto m:.-y triste. Después tomó el trapo em-
1l1.ra dentro de sí y lo ahogara en su falda-inodoro. papado y lo chupó. Saltó al diván y rebotó arriba y abajo salvajemente con los
Nuevamente durante las vacaciones hizo un tremendo esfuerzo por proteger ojos entrecerrados. Luego de un rato, torró el trapo chorreante, lo tiró hacia
1 su madre de su intrusión y destructividad. Comenzó a utilizar la bacinilla para el techo varias veces y parpadeó cuando volvía a caer. Cuancio llegó el momento
dd"ecar y orinar, en lugar de ensuciarse. ¿Por qué? ¿Sentía que era esencial retener de irse, lloró muy enojado y me mordió la muo.
1:1 comida-mamá y no dejar que se derramase? ¿Sentía que durante mi ausencia
~ esencial aferrarse a la buena mamá nutricia con toda su fuerza? Tal vez consi- Comenuuio. Durante las vacaciones hlbí.a desaparecido la alianza con un
dmba que la preservación de la parte superior-pecho de la mamá era correlativa papá-canilla que estaba de acuerdo en mo}!:: a la mamá. Por el contrario, John
1l uso apropiado de la parte inodoro-trasero. Esto realmente sería un gran logro. l
parecía des:tfiar a papá y tomar de nuevo p~'leSión de mamá en una maqera muy
oral. Con su vara mágica se sentía capaz de liberar a la man:á de penes y bebés,
aunque parecía temeroso de la presencia ne-."lsta de papá asociada con los olores.
LAS PRIMERAS SESIONES DESPUES Al invadir el cuerpo materno y al arrancarle !os pezones a mordiscos, John dejaba
DE LAS VACACIONES DE PASCUAS: EL INVASOR los pechos incontinentes y él ya no podía distinguirlos de ms propias nalgas o
vejiga goteantes. Como él, los pechos no teniul tapón para contener los líquidos,
y no eran mejores que un pañal trapo de ji.so empapado. u
conducta de John
John no me miró,. pero luego de los primeros pasos me tironeó escaleras sugería su desesperación por el pecho destraido y mordido, por la pérdida de la
urfüa con vehemencia. Advertí que estaba haciendo movimientos de s11t:'.::i0n. firme mamá buena, y me pareció que al fim.! casi no pPdía tolerar la Vista ·de esa
Había traído consigo un palo largo que agitaba y con el cual g0!,:Wióa el piso. bola de trapo chorreante, con el temor de 91e cayera sobre m cabeza y lo aplas-
tara.
• ~Proceso analítico en Inglaterra. se realiza por t!'ir11cstres.. ya ~ue el año se divide en trc~
~odos de Vacaciones. Í N. del S. I
'

l. WITTENBERG DEPRESION PRIMARIA EH EL AUTISMO


85
ABANDONADO A LA DESMENTALIZACION "NIÑO TRAVIESO'..

fue con este trasfondo de hechos que "perdC' a John nuevamente. Venía Una quincena más tarde John repentinamente interrumpió sus continuos
n una expresión ausente y los ojos muertos. Gateaba despacio escalef3s arriba, saltos co~- rebote. Su madre. le había anticipado que una de sus amigas vendría
cotpe:tba con su palo, vertía el vaso lleno de agua en el piso; luego se paraba en con s~ hijo a pa~r un?s d1as _con ellos. Al subir al cuarto de juegos John en-
g~ 3 tft1izar de la ventana, escupía hacia abajo, corría al diván y pasaba el resto contro _ui:a peq~ena hoja de hiedra. La tomó, la dio vuelta, la miró ·fijamente
~e b hora saltando y rebotando sobre éste de arriba abajo. Saltaba hacia arriba, y la agito. Tomo del vaso rojo dos grandes tragos de agua y tiró el resto en el
eb<'t:iba como un trampolín, levantando altas sus rodillas a la manera de un co- lavabo. Dijo "levante" y,_' sosteniéndose de mis manos, bajó del alféizar de la
~CX!. rebotando sin parar como una pelota de goma en continuo IJl(}Vimiento, ventana d_e un salto. Tomo un balde y una paJa, mordió y arrancó algunas cerdas
pro'-ocándose un estado de éxtasis. Parecía realmente asombroso ver a este ni~o co_n sus d1e~tes. luego se acostó a lo largo de la mesá y apoyó sus pies én mi falda,
carwte en apariencia de vitalidad llenarse repentinamente de energía y ser capaz mientras agitaba y tironeaba las cerdas una a una. Miró hacia )a silla del rincón
de s;i.)tar sin parar por períodos de diez minutos. Se caía, a veces, pero se ponía co~ ~na desafiante expresión de triunfo y sostUYO su mano de una manera carac-
de pie nuevamente en un instante y continuaba saltando; algunas veces sobre su tenst1ca, con la palma hacia arriba, gesto que había sido asociado co~ cubrir
tr~ro en lugar de sus pies, a las carcajadas. Generalmente me miraba durante Y poseer a la mamá-pecho. Luego escupió en una mano.
todo el tiempo. Protestaba cuando era el momento de volver a su casa y trataba . Después de est_ar sentado e~ mi falda durante un rato , John escupió en el piso
de forzarme a regresar al cuarto, pero de pronto descendía saltando alegremente. ~ ~ad~ l~do de la silla, se recosto en mis brazos y chupó su antebrazo. Le dije que
¿Cómo comprender esta conducta? Parecía fácil pensar en un juego mas- el 10s1st_1a en ser mi _nuev? bebé, que había arrancado y desgarrado de mí a los pe-
turbatorio con la intención de hacerme sentir como el niño excluido de la exci· los·bebes Y mantema alejados a los otros con su escupida-veneno. Hizo ruidos de
tante relación sexual de los padres. Era tentador pensar que esta conducta era un aer~plano Y se__sentó, se col~ó para oler mis piernas, subió mi pollera y olió mis
golpe sádico en nú estómago para vaciar a puntapiés los bebés y los ouos conte- rodillas. ~cupK>. un poco ~as, luego fue a la canilla y bebió largamente. Después
nic<is. ¿Tenía la intención de subyugarme para impedir que el chofer-papá estuviera de ~sto se a~sto en el a~fc1zar d·e la ventana, golpeó su yabeza con fuerza con el
der.tro de mí? Estas interpretaciones no parecían captar Ja impresión de un pájaro a~ruinado cepillo Y apreto sus dientes diciendo "niño travieso; eres un niño tra-
pu..>sto ~n libertad, en contacto con una fuente de vitaJidad, COf! los resortes de la vieso. · - abre~ boca". ~odo esto significaba a mi entender que John sentía ahora
fu~za vital dentro de sí. Tampoco parecía como si la fuena impulsora primaria que una mama muy enojada y dañada le golpeaba la cabeza y castigaba por arran-
fum el sadismo, sino un abandono ah sensualidad. John parecía muy relaciona- car y envenenar a los otros bebés.
do con mi cuerpo; pero quizá unido a él en un estado que traspasaba los límites En la se~ión siguiente, John se acostó sobre la mesa, empujó lentamente los
del tiempo, desenganchado de las renricciones de las barreras divmrias. Esta p~los del c~p.illo ~ara a~elante y para atrás diciendo "señora" de una manera muy
sensualidad orgiástica, que continuaba sesión tras sesión, era imposiiile de pe- triste, Y mu? hacia la ~~"grande. Se se~.tó, escupió a un lado y al otro, colgó su
ne:rar con interpolaciones verbales. Más aún, yo sentía que mis sentidos eran ".1beza en m1_ falda y d1JO nene travieso . Luego de golpear la pequeña silla ama-
d.Xorosamente bombardeados, los pensunientos extraídos de mi cabeza a golpes rilla que tema _adelante'._ de escupir en ella y de frotar la escupida, miró hacia el
lwta que me veía tentada a seguirlo en un estado de olvido. Comprendía que tech_o. Parado__en el alfeizar de la ventana, fue corriendo de un lado a otro, saltó
debía alejarme mentalmente para poder pensar. Sentí que John me anastraba a al piso, escup10 en el suelo y vino repentinamente a sacarme de Ja silla en un esta·
C1 ac'.on. Cuando vo )v1• a sentarme, trató de empujarme nuevamen-
dO de ,,..O:r.l i1 ex
0

un estado en el cual ya ño tendría mi mente 'llena de sus iembiés senilinientos de - ( • '

vado y desesperación y que, incapaz de pensar, me uniría a él en una orgía sal· te. Cuando observo que yo no me movía, golpeó su cabeza contra mi espalda
'* de excitación, una danza de muerte presentada como una apertura a u_na vida Y funosa~ente en mis r?dillas y mi estómago y luego contra la mesa. Sacó y
desparramo ?"2ndes cantidades de agua, golpeó con fuerza su cabeza contra el
imerrninable. La alternativa parecía ~ la terrible desesperanza de tener que
o!::!ervar a este objeto-trapo de piso chorreante, sangrante tal vez, basta disolver- lava?o, tomo el cepillo, lo tiró hacia el techo y se sacudió de risa cuando éste
~ en lágrimas al mirarlo. cayo con mucha fuerza. Después bebió con su cabeza dentro de la taza y escupió
Parecía que para volver a ganar la atención diligente de John, yo tenía que ~I agua en é~ta nuevam~~te, riendo a carcajadas, propinó más golpes a ambos
litar una batalla igualmente contra la atracción de su sensualidad y contra la ame- lados . ~e la p~~ta y corn_o alrededor de la mesa. Luego se recostó sobre ella, la
mi:a de ahogarme en la desesperacióa De la experiencia aprendí .qlie debía im· e~cup10 '! !anuo la escupida, gol~o su cabeza y chocándola contra mi pecho.
pcner una atención infatigable contra su desmentalízación, tratando de conte- Encontro algunos cabellos en el piso, los retorció, los dio vuelta y bailó alrede-
n:rlo con mi voz, cantarle si fuera· necesario, para atraerlo nuevamente a la mamá- dor de la mesa. Cuando .Ja hora finalizó, mordió mi rodilla, y cuando no le per-
~eranza. Parecía que yo debía representar un objeto que conociera el dolor'
ahumador del cual él se escapaba, un objeto que lo aoompafiara en su congoja· • NauKhty 110 lk-oc una traducción con'lln <-.:ntc: pu<'d..· ~·r ~h:u rn lí<' travieso pícaro qu,
Yq_ue no se disolviera con el poder corrosivo de su desesperación. \C ¡>nrta 111at. 'IU<" h.n:c rcnc¡:ar. (N. del$. ( • , ' " C
l. WITTENBER.G
DEPR.ESION PRIMARIA EN EL AUTISMO 87
'rtí 1trrftncar una planta cercana a la puerta de entrada: se acostó en la calle, DOS MANERAS DE ENFRENTAR LA DEPRESION:
~~~nitose repetidamente la cabeza con fuerza contra las piedras. CON UN TAPON O EN COMPLICIDAD CON EL OSITO DE FELPA

01tllfmtario. La ferocidad de Jos. ce~?s de John había sido. exacerbada por la


l!l'tll de un rival en su casa. Se smtto atormentado como s1 lo fueran a aban- Al día sigu~ente J~hn vino. con aspecto ausente y pálido. Su madie me dijo
1-1 to talmente. A su vez me atormentó, tirando de Jos cabellos y usándolos que apenas habra donrudo; hab1a llorado la mayor parte de la noche sin que nada
J,.'"'1t \}llliés-rehenes. deshaciéndose de la señora-mamá-c!).rillo, escupiendo la lo consolara. Me tendió sus brazos para que lo levantara, y al llevarlo arriba rodeó
~ln<llBua. Creo que quería decirme que si no le permitía que me poseyera mi cintura con sus pies y sus p~ernas. Quiso que las dos canillas estuvieran abiertas
~ ~\derara de mí, entonces éste sería el tipo de niño Jorin que tendría que
111 Y. la~. observó d~rante un rato. Le dije que él se había sentido inconsolable porque

rrº'"
~ ~ t1lM· Es particularmente interesante observar en qué diversas formas usaba
lp@rse la cabeza. Lo hizo con una fuerza tan tremenda que siempré me sor-
que no estuviera cubierto de moretones. En estas ses~o~es usaba su ca~eza
smtio que hab1a vaciado, arruinado y - perdido a la buena selfora-pecho. Se bajó,
puso e? su boc;a el t~pón negro de la pilet~ y continuó mirando correr el agua.
El ta~n puede ~ns1derarse como un tapón-pezón que Je impediría morder y
~ t1lfllVesal" a golpes Ja barren y entrar en mi pecno y m1 vientre de la m¡,;ma escupll', lo ayudana a controlar la parte de John-bebé-cruel y también podría
~~<!Cl1 ~n que previamente golpeaba el coche de juguete y el costado del diván expresar el sentimiento de estar taponado con la pena.
:.U<.tti s<> sentía excluido. El golpearse Ja cabeza al final de las sesiones podía ,. Pocos minutos desp~és, sin embargo, John me escupió en la cara y volvió al
"'~®{'rnrse como desesperación, pero también como una manera de tiranizarme, alfetzaI de la ventana. Mientras miraba cómo las ramas del árbol se mecían con
c-~v\rt!Jndost a sí mismo en el bebé-rehén que él mataría si yo no hacía Jo que él el vi:nto, saltaba. de arriba a abajo con ~xcitación. Hablé de una parte suya que se
~i;i. l'c:n) a veces también existía una nueva cualidad en el golpearse la cabeza se~tia muy desd1chad~ de lo que le hacia al cuerpo de mamá, pero que otra parte-
ó_.~u¿s d<' h3benne atacado: era como si se castigara poI ser "travieso". oSito de felpa le dec_1a que escupiera las lágrimas en mí. Pensó que de este modo
podía ser el papá, y divertirse nuevamente. Eséupió en el piso, también contra el
vidrio y· luego lamió Ja escupida como si fuera algo delicioso, mirándome c~n una
1 DOS DIAS AJ."TES DE LAS VACACIONES DE VERANO:
¡DONDE ESTA JOHN~
expresión sonriente. Le dije que el osito le. decía que Jo que debe hacerse con
las lágrimas es escupirlas dentro cie mamá, porque tienen muy buen sabor cuando
están en ella y uno las lame. Bajó, bebió un poquito y tiró vasos llenos de agua
sobre el borde de Ja pileta, riéndose y bailando con excitación. Luego dio vuelta
1 rn l'1S ~manas interrne.dias John había estado luchando entre ser el bebé
e'l.duid''· ("\terno, o mi nuevo bebé que necesitaba ser llevado en los brazos de
el vasito, lo llenó con el agua de ambas canillas y bebió unos sorbos_ Me mirab·a
con una expresión d,e "desafío y de gozo. Salpicó más agua, bailó y pisoteó en el
charco. Cuando llegó el mor.nento de irse, John chupó agua de su camisa mo-
1t ul.'ldrt". fse día él insistió en ser llevado arriln en brazos, e inmediatamente
jada y se fue golpeándose la cabeza con Ja del osito.
1 ~1,,,_, -tu<: l..' levantara hasta el alféizar de la vemana. Golpeó el vidrio con sus
i:uJilk'~- d~j._) "ahí" y "pis-pis" (wee-wee)*, mientras miraba el árbol más cer-
cut>..' 1n~iJ,, por el viento. Saltó arriba y abajo con excitación mientras sostenía
Durante la primera semana de las vacaciones, John tomó líquidos pero rehu-
só comer y durmió muy mal. Ambos síntomas desaparecieron espontineamente,
Y durante el resto de las vacaciones parecía muy feliz en tanto pudiera tener a
!'1: p~t\~, lu~o corrió las cortinas,. se envolvió en ellas y comenzó a mecerse al
ambos, mamá y papá, sólo para él.

1 mS!tt<.' ritm.~ que el árbol. De cu.ando en cuando verificaba si yo aún estaba ali í.
t:.1~~ d~,, con voz que sonaba a gran distancia: "¿Dónde está John? Encuén-
~:s11..• ", ~°'' de entre las cortinas, escupió sobre d alféii.ar y el piso, y frotó la
c;,.'U~h 1.'\.°\'.: la suela de su zapato. Luego bajó de un salto con mi ayuda y tomó

1 ur. trt..~' d~ vaso rojo; llenó su boca con agua y la escupió en el cajón. Después
~"-v t\°""').$ k>s objetos del ca.1ón y Jos tiró al piso.
RESUMEN DEL RESTO DEL TRATAMIENTO

V~s a dejar a John aquí, en este punto, cuando entramos en un prolon-


(.'('.'rtKJUlrio. Los intentos de John de ser el nuevo bebé acurrucado en el in- gado penodo de duro esfuerzo. Los celos posesivos del John-bueno lo llevaron

1 ~c ..i~ lt'WDá, o ahernativamente el papá pis-pis bailando dentro de ella, habían


~~~~ . ."1 advertir que papá lo descubriría y ~~pulsaría, se enfureció una vez
-~ ~ oo eodía poseer el cuerpo de mamá, no i.la entonces a permitir que éste'
a establecer una complicidad con una parte-0sito-cruel que daba Jugar a que sus
ataques por medio de mordiscos y rasguños fueran más feroces, y su intrusión más
violenta. En otros momentos aparecía patético y lleno de remordimientos sin-
:!tt 11~.t "-.'\'ll otra cosa que con agua o escupidas. tiendo que se le debía impedir dañar a la mamá y a sus bebés. A menudo lo

1 • ~~ Utilntil que se refiere a la orina. (T.)


desesperaba el temor de ser dejado con un objeto vacío y sin vida, y se aferraba
a mí con tenacidad. Había dos· aspectos, sin embargo, que me preocupaban más

1
1 88 L WITTENBBRG DI::PR.ESION PRIMARIA EN EL AUTISMO 89

y más y me llenaban de dudas acerca del pronóstico. Uno era ~l ne~tivismo'. que rosa experiencia que juntos tu~s. Ahora, de todos modos, me encuentro igual.

1 había comeni.ado a aparecer en el juego con agua y que se hizo mas not?ºº en
el siguiente trimestre, como -un deliberado abuso del objeto en son _de tnunfo Y
desprecio. La otra ~racterística perturbadora era· su tenaz ~ensualidad en rela-
mente reacia a concluir la experiencia, lo que se relaoona sin d uda con la riqueza
del mat erial .y con un sentimiento de incompletud, pues son muchas las preguntas
que permanecen sin respuesta. Pero me inclino a pensar que mi dificultad para
ción con un pedazo de elástico aI que hacía Yibrar y ondear s1.11 de~canso delant~ "dejar a John" tiene cierto significado específico, en función d e la desesperación

1 de sus ojos y de los míos. Sentí que era el aspecto musical de mi voz, como s1
fuera una cuerda vocal que él me había arrancado a fin de e~u~~e~ P_:ara
otros, y que entonces se había convertido en un objeto de exc1tacion feuchista
de este niño al ser abandonado. Cuando pienso en Jolm, aún lo recuerdo primera-
mente como un niñito perdido y t riste. f"1'-::ces de dtjulo, quisiera reunir los hílos
del material clínico y delinear las fuentes d~ sus esu.dos depresivos y su relación
lcomparar con el capítulo VII). Esta apropiació~ de una pa~~ del cuerpo de la con la desmentalii.ación

1 nudre me parece íntimamente ligada con el sentido de poses10_n d~ !º~· con su


dc!seo de tenerme para él solo y, más aún, para impedir la c<:nJunc100 1?terna de
distintas partes del cuerpo de la madre; porque toda co~!uncion _era sentida ~mo
Era la calidad del desamparo de John lo que ins;.iraba compasión, y su fuá.
nica posesoidad no era más que una manera de esca;:ar de un terror apabullante
de ser dejado solo. Su persistentU!ltrusividad parecia emerger· del temor a la
p.artes del cuerpo de mamá y papá unidas e~ una r~la~ion creativa que exclu1a al inminente catástrofe de caer en un abismo si surgi? cualquier espacio entre él

1 b<bé-John. Este hallazgo sugiere que el objeto fetichista es el resultado de una


separación obsesiva de los objetos en sus partes componentes Y de guardar un
p<dacito en particular para obtener un placer exclusivo. El res~ltado _es q~e se
y la otra persona. Ya a partir de la primera sesión dio indicaciones claras de su
necesidad de ser sostenido -él, literalmente, debía puar de las manos de tma
persona a las de la otra- pues de otro modo se dernmibaba. Detrás de su apa·
U:npide la construcc~ón de objetos adecuados para la depen~e11~1.a Y 1:3 1deot~~: riencia física vigorosa, se escondía un bebé pequeñito y débil, psíquicamente

1 ..:tón. Hay un debilitamiento de la prueba de realidad del hpo s~ntldo com~n


lw. Bion), formado por la evidencia conjunta de los distintos. sent1d~s. El sentido
incapaz de usar sus ojos, sus oídos o su nariz para ctbrir la distancia; debía estar
siempre realmente tocando a alguien. No habiendo aún establecido una relación

:l
:1,.)mún se transforma en una función superflua, como consecuencia del ataque
vínculo (Bion), ya que 'Cada unión es vista corno edípica en su significación
interna o externa con un objeto del que pudiera estar seguro que había de volver,
no se atrevía a dejarle ir. Esto me hacía sentir que yo debía entregarme total·

1 tl nivel más primitivo de los objetos parciales. Por otro lado, a~ desmantelar
;us propios sentidos, John podía evitarse el reconocimiento_ de esas umones.
Bien podría cuestionarse si mi técnica eca lo sufici~ntemente, fum~ c_omo
mente a este bebé-John, que deseaba y necesitaba raí continua presencia. Pero
sus e)(jgencias eran tan insaciables al insistir no sólo en que lo llevara en brazos
sino en ser también parte de mi vida física y rnenul, que me fori.aba a sentir
~;;.1ra ayudar a que John me vivenciara como una ~ma que po~1a resi:."tir su deseos de cerrarle la puerta de un golpe para mant~lo afuera, o a ansiar el

1· w.vasión. Aunque ya desde el primer año no !>e pei:miti que me las~unara siern~re
'{Ue pude prevenirlo, tal vez a veces yo era demasiado condescendiente. Por c1er-
~ . durante el segundo año, sentí que él me c.ontrolaba de una manera que no le
regreso del -papá - la hora de papá- para aliviarme de este bebé. Si yo, que sólo
lo veía una breve hora cinco veces por semana, lo sentía una carga tan pesada,
¿qué tensión no deberían sobreUevar los padres de un niño así"! Parecía human.a-
~..:rmitía aceptar mi existencia separada. Decidí ajustar mi ~écn}ca; sabiendo ,._por mente imposible· tener energía, paciencia y suficiente tolerancia a la culpa y . Ja

1 ~l~n1plo, que él era capaz de subir por sí solo. no lo leva~te mas hasta el ~fe1z:ar
J.e la ventana. Y aunque no impedí que se sentara en IDl re~a.zo, no lo ~Ice mas~
;-a que esta conducta mía, para John, constituía mi acc:ptac1on de que el era. ITIJ
desesperación: culpa hasta por ¡ponerlo en el suelo S2biendo que se derrumbaría
como un manojo desvalido o se convertiría en una cáscara vacía e hiperactiva.
¿Y Ja desesperación? Eso era producto de la conciencia de que no importa cuánto
uuevo bebé. En el año y medio siguiente John hizo ciertos progresos; logro el uno lo llevara en brazos, no cambiaría nada, y la ansi~ de no encontrar niñguna

1 ~vmpleto control de sus esfínteres, c:omenzó a usar más los juguet~- para ex·
:iresar sus fantasías y fue suficientemente capaz de tolerar a otros runos como
;ara poder ir a un jardín de infantes especial. Sin embargo, el progreso era muy
manera de proveerle una experiencia satisfactoria que pudiera sostenerlo durante
la más breve de las separaciones.
Sólo en raras ocasiones podía decirse que existió algo parecido a una situación
:ento y había largos períodos de detención del desarrollo.. :~e durante u~o de nutricia normal entre John y yo, un intercambio viv-LZ de proyección e introyec-

1 d ios que sus padres perdieron las esperanzas en que el analisis fuera el metodo
rnás útil de proseguir su desarrollo, y lo retiraron del tratamiento.
ción. La n14yor parte del tiempo, John era incapaz de alcanzar este estadio de re-
lación . .Dominado por su miedo a la pérdida, su esfuerzo estaba limitado a colgarse
y adherirse a mí. Sus posiciones características eran: en mi falda, con su espalda
contra mi pecho o colgado de mi brazo o del lóbulo de mi oreja. Este era el con·

1 REVISION. DEPRESION CATASTROFICA


tacto que John tenía con un objeto vivo, mientras cualquier sepa.ración espacial
anunciaba abandono. La señora E. Bick ha descrito este fenómeno como identifi·
cación adhesiva, la manera más temprana de un bebé de relacioaarsé con un obje-
Al principio de este capítulo mencioné mi resiste°:cia_ a "reton::ai:" a John· to. Mis brazos, mi falda , mi atención parecían ser la ~da que mantenía unida

1 11uevamente con el fin de escribir acerca de 8, porque significaba revivu- la dolo- b mente de John. Esto corresponde a la función del pezón en la boca del bebé

1
1 90
'
l. WITTENBERG DEPRESION PRIMARIA BK EL AUTJSMO 91

que actúa como el fo~ que mantiene al bebé integrado. En el ~omento en qu~ ESTADOS DE DESESPERACION

1 yo me separaba, la mente de John se desarmaba, o tal vez él pasi~ente pemu-


t ía que así sucediera, antes que sufrir una extrema desesperan~. Alh don~e otro
nifio gritaría de miedo o de rabia, John experimentaba su ob1eto como malcan- l¡\
EN PRESENClA DEL OBJETO EXTERNO

La exigencia de John por un estado de unimismidad con su objeto le provo·


caba ulteriorm~te más desesperación, pues una madre que estaba tan abierta a
1 zable y abandonaba todo, sumido en la desesperación.
su invasión podía ser igualmente poseída por Jos otros. Es necesario que hagamos
la distinción de esta madre demasiado accesible y con orificios desprotegidos,
de un objeto bidimensional más común. Este último sugeriría un territorio con
LA IDENTIDAD ADHESIVA Y SU RELACION

1
propiedades de longitud y anchura y, por consiguiente, pasible de ser compartido
CON LA AUSENCIA DE DESARROLLO MENTAL
por varios competidores. El objeto de John era de una naturaleza distinta. Tenía
una piel que podía ser agujereada -como el almohadón- y los agujeros hechos de
Su pérdida se hacía aún más aguda porque en tales oportunidades era impo- esta manera parecían ser sus únicas cavidades. No proveía un lugar de escondite,

1 sible prepararlo para las separaciones. Era entonces simplemente caer de un estado
de unimismidad (i~neness) al estado de ser arrancado (Bick), o que le arrancara~
U1l3 parte de sí mismo (Tustin), y ser abandonado a la dese~pennza. Parecaa
siempre patéticamente desvalido frente a. este tipo de desastre, incapaz de p~ev~­
ninguna red de seguridad de Ja cual colgarse en caso de que aparecieran intrusos.
Cualquier manifestación de vida fuera o dentro de este objeto automáticamente
significaba para John que él había caído fuera del hueco, y el espacio estaba
entonces ocupado por otros. Estos hechos lo llevaban a uh estado de furor,
nirlo, salvo mediante intentos de adherirse a su objeto. A~nque esto constatuia
1 p.ua él una defensa primitiva contra la pérdi~, su beneficio ~ra muy. tempora-
rio, ya que le exigía mantenerse en un estado unperturbable. y sm camb1os,.donde
no podía tomar en cuenta el rnafíana, ni reconocer la necesidad de establecer. una
compuesto de celos mortales hacia sus rivales y a la desesperación de ser total-
mente excluido.
Este objeto con piel delgada y porosa, con el cual John estaba identificado,
lo hacía e~traordinariaroente sensible a los eventos del otro lado de la piel
b:sse para reducir la agonía de las separaciones futuras. Su ver~dera es~ncia es
1 111110 adherirse como impedir la amena.;.a inherente a cualquier cambio. Esta
fusión con el objeto implica ser parte de su_ s~cia,. ~s que in~~rarla d~nlro
materna, el mundo interno de su mamá. En consecuencia poseía la más intimi-
dante percepción y la capacidad de supervisar lo que sucedía en mi mente. Inme-
diatamente registraba mis momentos de falta de atención, y éstos Jo er.furecían
de uno mismo; en el mejor de Jos casos la 1dentificac1on es por mumca. La intro- como si mi distracción mostrara mi preocupación con Inis bebés internos o con
ytcción presupone un objeto, aún primitivo, lo suficie~temente separad.o como
1 p:i.ra ser deseado e incorporado en el sel[, y ~ adhen?o al sel[. La dificul~d
con John al principio del tratamiento era la ín!oleranc1a de has~ una. medida
de espacio entre nosotros. Igualmente, .a menudo apenas podna decuse q~e
papá. Si yo estaba fatigada, él me vivenciaba como rechazante, reacia a tolerar
su sufrimiento mental. J.lis estados de depresión o malestar dejaban a este niño
sensible sumido eñ la desesperación de tener un objeto materno vulnerable, no
suficientemente fuerte como para contener su dolor y su destructividad. Con el
jllg3!3 con objetos ó los usara: casi instantáneamente formaba_ parte de .la ranu':2 progreso del tratamiento y con el establecimiento de una suficiente confianza
1 que giraba, la ra~ de~ árb~! que se m~cía o el agua. q~e corna. ~o ~uier~ decir
que estuviera en 1dentificac1on p~oyectt~a con estos obJ ~tos parciales, _tenia ~
cualidad más primitiva, un gentil funduse en ellos, mas de _co~partir su vida
en mí como para correr el riesgo de atacarme directamente, aparecieron con más
frecuencia sufrimientos depresivos y el temor a haberme vaciado o destruido. Aún
seguía propenso, sin embargo, a que la depresión se convirtiera en desesperación
que de apoderarse de ellos. En esos momentos, yo me senha mcapaz de esta- y experienciaba entonces al objeto como dañado irreparablemente. Esto se rela-
bler contacto con una parte de John a la que pudiera hablarle, una parte de su cionaba básicamente con la posesividad y con Jos celos de John, que no permitían
mente suficientemente separada de su experiencia sensual como para ser capaz a· papá estar con mamá. Y, sin embargo, este objeto irreparable era demasiado es·
a~ presta( atención y escuchar. O, expuesto de otra manera, encontrar a un John pantoso para contemplar y, por tanto, una vez más John huyó al estado de des·
que estuviera a suficiente distancia d~ s~ objeto como par~ ser capaz de penm . mentalización.
trf!Tca de éste, porque pensar acerca significa estar afuera; m1entrasque e.n un_ e~
do de fusión, sin perspectiva, sin visión tridimensional, no puede emerger rungun
r=nsamiento. Como el pensamiento significa ~ pecho ausente (Bion), .el pensa-
miento debe evitarse a cualquier costo. El precio que John pagaba por esto era que PRIMEROS PASOS EN EL ESTABLECIMIENTO
DE LA IDENTIDAD SEPARADA
¡:_o había vida mental que pudiera ayudarlo durante el períodó de ausencia dd
objeto externo.
Uno de los avances mis dramáticos de John fue su repentina apreciación de la
posibilidad de separación sin desastre, precedida por- el reflejo de un rayo de sol
en la pared. En un instante de insight, pareció establecerse en la mente de John
'
L WITTENBERG DEPRESION PRIMARIA EN EL AUTISMO
92 93
el concepto de una madre <:uyo espacio interno· había sido llenado de algo que es- ~bjeto inca.paz de contener y sostener al vulnerable bebé-John. No pudo intema-
t:tha en relación con las necesidades del niño y no en competencia con ellas. De un lizar un objeto que no se presentara dañado, por haber sido invadido y dominado
,,lpe, aunque por cierto temporariamente, John, el participante pasivo, se fusionó por su ~e. s~ desnudez frente a las olas de su desesperación del tipo de
11 la-señora-ida surg1a del hecho de no disponer una-situación interna firme en la cual
""'" su objeto, o alternativamente el forastero ex~luido se convirtió .en John:el

1 c:.:plorador. Había emefgido un espacio que podía atravesar con esperanz.as, su


dt-.lo arriesgándose a trazar un sendero dentro de mi boca y retornar a la suya.
1:.~1e espacio entre nosotros, lo sufacientemente cercanc .:orno para ser cubierto en
a~yars~ durante la. ausencia del objeto externo, y a su vez Ja ausencia de un
objeto in~ern? sufic1entement~ fuerte refol7.3ba su n:cesidad de arrojar Ja totali-
dad de s1 _mismo una vez mas dentro de su objeto, y así continuaba el ciclo.
1\,rnu creativa, dio también nacimiento a'ª idea de un cJaustro dentro de mí mis- ~uando existí~ l~ posibilida~ de ~ue ocurrieran identificaciones (cuando tempora-
1 1\1.t y, en la identificación, dio pit ~ t'I idea de un claustro dentro de él. El logro
1\t un objeto tridimensional, con espacio interno y por ende cap~_z de contener,
~1,..;.1üficó que se había establecido la base para el desarrollo mental. .E n este conti-
na~ent~ pernut1a que mama tuYJera un papá guardián-pezón), eran al parecer con
objetos 1mped1do.s y r~strin~.idos. Por ejemplo, el "tapón: en la boca'' podía haber
repre~ent~~o la 1denttficac1on con un objeto al que sólo se Je permitía una
nente se podía entonces proyectar dolor, y a "' vez él podía internalizar un objeto combmacK>n equivocada, que lo dejaba mudo aunque bien cerrado a los invasores.

1 llllt contuviera al asustado bebé-John. Este concepto podía extenderse al de u.na


·~~i\ora" separada de Iohn, e hi7.o posible para él tener un espacio dentro de su
m~nte donde pudiera acumular la memoria de mi voz, y tomarse de ella durante
Incapaz d~ lograr una madre interna que pudiera rétener con seguridad sus
aspectos ~olondos y asustados, John quedaba indefenso contra la preocupación y
la a~gust~; todo su mundo. ~e derrumbaba fácilmente y quedaba expuesto a que
m1 :iusencia. Dio lugar, inclwo, a la posibilidad de contemplar la cuarta dimen- lo mva~1era la desesperacion. Tampoco era capaz de integrar los aspectos

1 ~"''lú. Ja de las unidades de tiempo; de unos caramelos hoy y otros mañana. Es


\l$:nativo por qué el rayo de luz produjo tal impulso al desarrollo, cuando todos.
¡," o tros sonidos o visiones sólo habían servido para hacerle sentirse excluido.
destr~ct1voi de s~ naturalel<! y, por tanto, alternaba sin esperanzas entre' algo
semeJ~nte..ª los sigui.entes estad~s. mental~: dejar ganar a las partes crueles, Ja
com?JJ13c10n I?hn-0s1to de ne~at1VIsmo y vtolencia; si e~to iba demasiado lejos y
~~' puedo dejar de especular que b mancha de luz revivió un recuerdo de senti· sent1a q~e hac~a llorar a mama, s.e restablecía la ternura innata de John y entonces

1 inl<ntos de mucho tiempo antes, de un pecho-ma.madera brillante, reluciente,


Jlt-iv de la reconfortante l eche de la que estaba sediento. Por una vez el adentro
\ d :ifuera estuvieron ligados en una manera transparente, que le lúzo sentir que
!' se lo ve1a oscilando entre el dolor inconsolable y la réparación maníaca. Otra
manera de reso.Iver el ~onflic.to depresivo parecía consistir en encerrar juntas sus
partes destrucl!vas y tiernas; pero entonces se encontraba inmovilizado. Parecía
j'\J.¡,~j y mamá podían unj.rse para enriquecer al bebé, más que meramente para capaz de volverse ano;é.xico pa1 a proteger los senos maternos o desmentalizado

1 t.'-:!uir lo.
Desde ese momento tuve pruebas de un aumento de su capacidad de intro-
"~-,;ión y retención, como por qemplo su creciente vocabulario. Hiro grandes
para prot~er la mente de. mamá. ~or último, abrumado por la desesperación,
John po.d1a retomar al autJSmo propiamente dicho, despojándose virtualmente de
su capacidad de experimentar sufrimiento o amor.
~uerzos para cerrar sus propios orificios, y logró tanto el control de la vejiga
,'.'!110 del recto. También observé cierto progreso hacia el establecimiento de un
,-.;-jeto estructurado cuyas eotrllda.s estaban entonces defuúdas con más clari-
CONCLUSION
,"'.JJ, y que sentía que papá custodiaba. Sólo necesitamos recordar la fascinación
.:¡Je sentía John hacia las rosas de la ventana para comprender que ya no entraba
,.., l?.:netraba su objeto, sino que trataba de espiar dentro, a través del ojo de la ce- ~I caso de John nos ha mostrado que el primer paso en el desarrollo mental
:·~Jura, Ja relación de unión entre papá y mamá. Pero Ja tragedia de todo esto cons1~~e en superar el terror a perder el cable de salvamento del pezón-pecho-
r.sJk:iba en que al esta afuera sentía tales celos de papá y de Jos bebés internos, atenc1on ?e la rna?re que mantiene íntegra Ja vida mental del bebé. Parece ser que
,'iJt! lo forzaban a de~ar el límite entre nosotros una y otra vez, y entonces un estadio esencial en. el d.esarroUo de la_ identidad separada del niHo es que
. -
~iminaba de nuevo el espacio. aprenda a t?lera r I~ ex1s,enc1a de un espacio entre él y su madre en presencia de
ella . El bebé que mua a su madre en los ojos mientras succiona el pecho y le puede
sonreír lu~ de que e~ pezón ha abandonado su boca, ya ha alcanzado este grado
de separaC10n. Es el pruner paso de una larga serie, para llegar a ser capaz de estar
DESESPERACION EN AUSENCIA DEL OBJETO Y SU RELACION CON dentro ~e los límites del propio cuerpo-mente, que se extiende desde esa
LA DETENCJON DEL DESARROLLO MENTAL mom~ntanea experiencia de sepa.ración hasta la de ser capaz de estar solo e inde-
;(}.
pendiente y, event ualme!lte, hasta ese estadio sólo alcanzado por unos pocos el
La ininterrumpida y feroz bata~ por parte de John para ganar el control y -.~ · del explorador solitario lejos física o mentalmente, capaz de abrir un sendero' en
\" poses.ión 'exclusiva del objeto materno desgarrando, arrancando y golpeando·"·g~B un territorio desconocido y de retener sin embargo un lazo interior con el objeto
J'llíª meterse adentro, resultó en la configuraci.ó n de un objeto defectuoso, un 11~~ amado.

_1
I~
'
'

CAPITULO V

PER1URBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL


EN EL AUTISMO - BARRY
1
Doreen Wedddl ·¡
1 •
1

l
l
1
~ En el tratamiento psicoanalítico de un adolescente con um e~tructwa de ·
\
carácter pgcótico serio, subsiguiente a un estado autista, pudo observarse el
- ~
proceso de establecer un mundo interior, con ·objetos internos buenos:, mediante
la .identificación introyectiva.
1
/ Para que un objeto esté disponible para la identificación proyectiva útil de
una parte suficiente, y para aliviar a esa parte y devolverla al self con miras a su
1 integración (Bien), debe tener. suficiente fuent y resistencia, a fin de tolerar iden-
tificaciones proyectivas invasoras (Bick) y el real>imiento parasiU..--io de esa parte
1 dentro de sí; del objeto (Meltzer). El material que ilustra esta ttsis está tomado
del análisis de un adoleseente que a los doce años fue enviado al 'uatam.iento por
1 ser ineducable, incapaz de ir a la escuela y toblmente insociable. Cuando estaba
alterado en incontrolable en su casa. De pequeño había sido autista, condición
que se había aliviado a partir de los seis años, di:Spués de someter~ a tratamiento

1 en la Clíni:a Hampstead. Poco después, se puso de manifiesto um estructwa de


carácter netamente psicótica. El análisis de Barry fue interrump'.do después de
nueve años, cuando él tenía 21, por decisión propia. Es el materia! de los primeros
estad.ios en su análisis el que, espero, ilustnrá cómo este niñei fue ca~ de
establecer un mundo interno capaz de contener objetos con fuociones y roles,
1 •
y que dieron pie al desarrollo de la fantasía. Esta base fmalmeme le facilitó el
retorno a la normalidad mediante el empleo de la identificación int rOyect:iva.
Las fases del análisis pueden resumirse de la siguiente manera:

1
Fase I (9 meses): Agresión y monstruosidad
1 La Clínica, el cuarto de tratamiento y la analista fueron el foco de su
agresión, y Barry se presentó como un monstruo intolerable. Esu fase terminó

1 _ ___ J
-. O. WEOOELL PERTURBAClON EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL
:
97
96
cuando Barry par.eció reconocer a la analista co~o un objC:o que podía ser fi~e FASE 1 (9 meses)
pero vulnerable, que tenía una piel que pod 1a ser danada, pero que pod1a
cicatriz.ar (Bick). A una breve historia del paciente sigue un bosquejo de las primeras dos
sesiones, que indican la concepción que el paciente ten ía de sí mismo como un
monstruo; :\lgo acerca de la rUturaleza d e su monstruosidad y la temprana
Fase¡¡ (1o rneses-2 ¡ /2 años): Identificación proyectiva intrusiva Y violen ta
ansiedad depresiva que la acompañaba. Se describen los hechos precedentes y
El piso, las paredes y los muebles_ del consult~rio ~~eron los r:ceptores ~e
que siguieron a la primera int errupción por vacaciones, relacionados con la
los estados anímicos internos del pac1ente. Esta s1tuac10n cornenz~ a cambiar
vulnerabilidad de los objetos del paciente.
cuando Barry pudo concebir y dibujar un cuadro de un m~ndo in~erno ~ue
contenía objetos, equiparables a una familia interna, que requeria espacio Y pnva-
cidad para funcionar adecuadamente.
Breve historia

Fase fil (2 1/2 . 3 l /2 años): IdentifiC11Ción proyectiva útil Al nacer, Barry aparentemente era un bebé normal, aunque lloró muchísimo
En esta fase, Barry fue capaz de reconocer a la analista corno un obj_eto que durante sus tres primeros meses, edad a la que fue destetado. Aceptó sin
podía aliviarlo del dolor psíquico y del t~rnor a mor~. ~.ubo un cambio d_e la problemas los aliment os sólidos, en el sentido que dejó de gritar y comenzó a
agresión al afecto, con creciente cooperacion y verbalizac1on. La ~onstruo~1dad ganar peso. Fue entonces que se notó que miraba fijamente a los objetos y
comenzó a ceder después que Barry le gritó a su madre: "Ahora se por que soy personas, con gran intensidad. Comenzó a caminar tarde, era un poco regordete
y no hablaba, aunque hacía ent ender sus necesidades muy claramente. De todos
tan horrible" (ugly ). . '· ,;, ~::,.¡..•· ,
1 modos era por completo intolerante a cualquier t ipo de frustración e ignoraba
ÍI fj ,~' ·~ "ti 1 1 ~ 1 q~ ~ :·.~
aparentemente a Tos otros nifíos.
Fase IV(3 1/2 - 5 años): Sueños e identificació~ introyectiva .., ·r · Los padres de Barry hicieron grandes esfucrws para enseñarle a hablar y a los
El proceso analítico se aclaró por la vía onírica, cuando el paciente come~ seis años parecía haber logrado cierto éxito tratándolo como si f uera un niño
a ir al colegio. Emergió el significado de sueño sano y perturbado, Y comenzo a sordo. Aprendió algunas palabras de una niñera sueca, pero en general era
haber pruebas del comienzo de la identificación introyectiva sana. considerado ineducable.
En esa época fue sometido a un breve tratamieóto psicoanal(tico en la Clínica
El material qué sigue a continuación fue elegido porque parece concordar con Hampstead. Juzgado retrospectivamente, este tratamiento parece haber curado su
los sueños que tuvo Barry durante la fase IV del análisis, y fue confirmado por autismo; pero le sobrevino el desarrollo de un carácter psicótico muy florido.
ellos. .
Es importante destacar dos puntos. Uno es que el modo de comunicac1on e
. · d.-

Barry era básicamente amorfo y mistificador. Inicialmente s: !ealizab~ i:nediante la _:


actividad corporal, con muecas, el uso de las manos y la acC1on dramatica en la se- .
sión. Más tarde comenzó a tararear, a cantar melodías sin palabras, que esperaba
! I
1
Barry fue enviado a tratamiento nuevamente a los doce años. En esa época
era incapaz de ir a la escuela y, cuando estaba perturbado, era casi imposible
manejarlo en la casa. Pasaba la mayor parte d!el día frente al televisor y comiendo
allí, y sólo en muy raras ocasiones les hablaba a sus padres. Aparentemente era
sensible a la firmeza de su padre y tenía con su maáre una relación cercana y
que yo reconociera . Durante afíos la verbalización fue m!nima, p~ro los juegos de i dependiente, en la que era como un amante muy dominador. Ella con frecuencia
palabras y el doble sentido se hicieron frecuentes despues del ~U10to año (1968) , 1 cedía a sus chantajes y amenazas para conseguir cierta paz, aunque muy precaria,
aunque con un continuo <leseo de mistificar y controlar a la a~ta. • .. en beneficio del trabajo del padre.
El segundo punto consiste en que d:::ante los prirnero_s anos de analis1_s ~ por En la época en que Barry me fue remiti<lo, sus dientes necesitaban atención,
las raz..ones ya mencionadas, yo dependía en gran medida del ret?noc_uruento pero no era capaz de tolerar la silla del dentista más que unos segundos, y era
intuitivo de las pautas de conducta, y también de la contratra~sferenc1a, ~ imposible hacerle tratamiento alguno.
detectar los estados de ánimo y las emociones del paciente. Sólo fue posible
escrib"ir este capítulo mediante la constante supervisión, Y gracias ª.I ~lisis
retrospectivo en el seminario de investigación de los dibujos,. verbalizac1ones, · • Fase 1
1 suef'los y conducta t~ansferencíal del paciente.
Para simplificar, omitiremos Ja mayor parte de las interpretaciones. Los
puntos principales que fueron comprendidos o aclarados posteriormente serán
1
¡, dados al final de la segunda sesión.

'•
~

l --~

98 D. WEDOELL
PXRTURBAClON EN LA GEOGRAFlA DEL ESPACIO VITAL 99
Primera sesión viene usted?". Otra vez reoorrió el cuarto con su 'tÍsta y luego las puertas diciendo:
"¿Quién está allí?" y "¡Dos en uso!"~(esto parecía indicar algo que había
Al ver a Barry por p_rimera vez en el Departamento Infantil de la Clínica observado cuando atravesaba el corredor: que otros dos cuartos de tratamiento
de Psicoanálisis de Londres• .tuve una sensación de shock; por un momento me pa- estaban en uso). Comen7.Ó a mirar (ijamente al frente, pellizcándose las manos,
reció más un gorila que un niño; había algo monstruoso, repugnante, en la forma tocándose las ufils, rascándose una marca sobre el pantalón, en la rodilla. Hizo va·
en que se paraba, con la cabeza y el mentón proyectados hacia adelante, los brazos rías muecas y mostró sus dientes, primero de un lado y luego del otro. ·rasó un gas
colgando flojamente, los pies separados. Su frente era • '>ngosta y los ojos 1 oloroso, se lamió los Jabios, abrió la boca, hizo unos sonidos pequeños y
penetrantes, y permanecía de pie impasible, mirando aparente~ente mi abdomen entrecortados y tornó su muñeca como si estuviera tomándose el pulso. Luego se
mientras su madre le doblaba los puños el Al_ nulóver. Después c;e las presentaciones agarró las manos f.uertemente y las separó como si fuera una acción violenta y
Je dije dónde estaba el consultorio, y el cuadro cambió con rapidez. Cami!_ló por el difícil. Su cabeza y sus hombros se encorvaron lentamente y entonces dio más y
corredor de una manera que recordaba el andar torpe de un niño de dos años con más la impresión de un pequeño hombre viejo desesperado, mirando la muerte.

¡ un grueso pañal, un niño de dos años en el cuerpti_ de un obeso niño de doce.


Cuando le dije que usaríamos el Cuarto O, me preguntó: "¿Por qué O? Me
imagino que es sólo un número". Una vez ;illí permaneció de pie mirando la mesa
En este punto me despertó mucha simpatía, mientras le interpretaba; Ilarry
suspiró, pero permaneció callado, con la cabeza a un lado -una especie de figura
de crucifixión-. Nuevamente comenzó a hacer muecas ahora sosteniéndose en
. '
sobre la cual había juguetes pequeños; después, mientras se sentaba en el diván, una posición romo si estuviera dentro de un chaleco de fueTZl. Comenzó entonces
dijo: "Son para bebés, yo no soy un bebé"; y después de una pausa agregó: a jugar, otra vez con sus manos, limpiándose las uñas y volviendo a la postura del
"Usted tiene nervios, carne y huesos, eso es todo". Se mordía los labios y me viejito, pero esta vez un poco más encorvado y deformado, tanto que me hizo
1 lucía guiños a medias. :Mientras yo hablaba él comenzó a hacer movimientos con pensar en "el jorobado de Notre Dame".
sus manos que me recordaban los juegos de niños con los dedos: "Esta es la Cuando dije que faltaban cinco minutos para el fmal de la sesión, me
iglesia, éste es el campanario, mira adentro a toda b gente". Más tarde. cuando yo preguntó: "¿Cuántos más?", que tomé como si preguntara si . podía soportar
hube diÚ inguido entre adentro y afuera, me dijo que estaba pensando en el volver a v~lo. Cuando fue la hora se quedó unos segundos de pie al lado del
l dentista, que necesitaba t::ui emplomadura ... que desde hacía ·dos semanas tenía diván y al atravesar la puerta se volv.ió para mirarme.
sus labios doloíidos. (Esta era tal vez una referencia a la consulta que había tenido Fue una sesión muy conmovedora en lo que respecta a la contratransferencia,
dos semanas antes con el doctor Meltzer .) Se refuió a que su analista anterior muy perturbadora en su intensidad emocional y en el patetismo de la situación
había jugado con él, luego dijo: "¡Usted tiene un cuerpo!", y meneando el pulgar de Barry.
1 agregó: "Usted sólo engaña". Arañó la superficie de la mesa y agregó: "Usted
tiene una boca adelante". Y luego de una pausa: "Una cola atrás". Cuando utiUcé Comentario. El contraste entre estas dos .sesiones es sorprendente. En la
la palabra "pene" dijo que él "no conocía esa palabra". Hizo chasquear sus dedos primera estaba la destructividad total de Barry y en la segunda la ansiedad
depresiva temprana, la desesperación y lo que parecía ser la concepción de sí
1 con un ruido como si fuera a romperlos. Mientras yo hablaba, abrió y cerró su
boca mostrando sus d ientes como un lobo, lamiendo sus labios, arrañc.indose mismo como Wl monstruo intolerable. Mi impresión era que él sentí.a que sólo un
pequeños trocitos de piel y comiéndoselos. Luego comenzó a hacer movimientos tipo de figwa como Cristo podría ayudarlo. Quisiera ahora examinar su conducta
de morder que parecían ser reacciones hacia lo que yo hablaba. Continuó detalladamente.
Como ya he dic.ho, la impresión inmediata de que no era un niño sino un
1 mordiéndose los labios, tirándose de la piel, de su nariz, de sus o"rejas, haciendo
muecas y permaneció silencioso durante el resto de la sesión, aunque continué gorila, parecía implicar la existencia de una confusión de su imagen corporal
interpretando lo que me pareció que ocurría. (más tarde, en esa semana, Barry hizo un dibujo de sí mismo que llamó
"babuino"), hecho confirmado más adelante en el análisis, cuando se puso de
manifiesto que él creía que podía transformar su cuerpo de rarias maneras,
l Segunda sesión haciéndolo eaorme, distorsionado, horrible. Durante muchos meses se comportó
como una tnaS3 amorfa, una especie de bulto sin forma, que parecía ~uivaler a
El segundo día Ilarry estaba un poco reacio a ir delante de mí por el corredor, las heces fecales o a la suciedad que él constantemente recogía y comía. Fue sólo
pero una vez en el cuarto se sentó en el diván. Me examinó de la cabeza a los después de tres ai'los de análisis que su postura evidenció una estructura ósea y
1 pies, luego miró los cajones de la cómoda (donde se guardaban sus cosas y las de muscular. De a poco, Barry se convirtió en un ser menos repugnante y horroroso.
otros niños). Despacio escudriñó el cuarto nuevamente, y dijo: "¿De dónde Más adelante, cuando pudo acostarse en el diván, parecía a menudo identificado
con un elefante, al subir y bajar en cuatro patas. Luego de aproximadamente
cinco ai\os (1968) fue capaz de dirigirse al consultorio en una posición bastante
1 • La Cínica del lrutituto de·1a Sociedad Británica de Psicoanálisis. ¡N. del S.) • erguida· y con una actitud de determinación.

1
J
1 D. WEODELL PERTORBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 101
100

Los OJOS de Barry fueron importantes desde su primera mirada a mi abdomen Primer trimestre
en la sala de espera; eran ojos que miraban profundamente . ~~ la cont~atransfer~n­
cia me sentí muy invadida por su mirada. En l1 primera ses1on, sus OJOS parec1an En la Clínica, Barry se comportaba de maner¡i semejante a como lo hi.cían
ser el órgano principal de la penetración y el sadismo oral, ~n los que a la_ sus dedos y ojos. en las primeras dos sesiones. Era evidente que la Clínica
vez se metía adentro y saqueaba mi cuerpo y mi mente. Mas tarde descubr1 representaba e.J cuerpo de la analista de una manera muy concreta. Entraba r salía
cómo los ojos de Barry funcionaban con terrible . independ_encia,. co~o
1 instru·mentos de tortura; como espejos; delante, detrás, arnba Y abaJO. El interior
corriendo, dentro y iuera de otros cuartos, a través de los corredores. a traTés de
las salidas de eme~encia, de la manera másAooscsiva, violenta y perturlndora,
del objeto parecía ser el espacio donde sus ojos, como partes de sí mism~, ~vía_n, como si debiera vaciar, destruir y aterrorizar cuanto encontrara. Esta condu.:ta se
exploraban y viajaban; exigiendo que debía ver ~odo, ir a todas 1>3:~~· sin n~~gun juntaba a la '"iolenci? de su asalto "físico a sus objetos, a todo en e l consultcrio y,
¡imite a esta forma de penetración. Cuando mas tarde, en el analis1s, cubno las
1 paredes del consultorio con tiza roja como si estuvieran chorrea?do san~re, se hizo
más adelante. al borronear con tiza roja las paredes hasta ~ue parecían chcrrerar
sangre. Todo esto dio lugar a mi con,;cción de que Barry sentía que ;iodía
evidente la violencia que esos ojos invasores ejercían sobre el objeto. Mas adelante, aniquilar a sus objetos. Parecía haberseJ:onnado una imagen en :a que yo eqc::ivalía
sus exploraciones en el subterráneo de· Londres fueron llevada_s ~ cabo de manera a un objeto incapaz, lleno de agujeros, sin estructura alguna ni limites o cap1cidad
implacable, pero más bajo la influencia de una sed de ~noc1m1e.~to que d~ un~
1 brutal posesividad. La forma en que Barry miraba television tamb1en se considero
para contenerlo (Bick).
Este cuadro e-uba tam bién ligado en mi mente con la postura fisl:a de
como su manera de supervisar y controlar mi vida, aunque antes de comenzar su Barry. que daba la impresión de una masa amorfa equivalente a excr<!Dlente:i. a la
análisis tenía también la función de aliviar a sus padres, dándoles un respiro, un roña que comía con tanta voracidad. En el quinto año de análisis verbaliz.j: "Te
1 tiempo para ellos mismos. .
La boca de Barry parecía funcionar un poco como sus OJOS, y entonces se
corto en ped2citos y los clavo por todos lados" (¿Los objetos bizarros de Bfun?).
Las manos de g{)rila fueron luego equiparadas con manos de pulpo -roanos
refería al cuerpo, la boca, el trasero, como si al nombrarlos éstos desaparecieran de. masturbadoras, que estaban tan constantemente en su cara en la se:rión,
su vista, por ;u gargant a. Un tiempo después, a menudo parecía morder lo que tironeando, hurgando, apretando, rasgando, que parecían implicar que entre las
se interpretaba en el análisis, como si las palabras o ideas pudieran _t:agarse. ;vtás sesiones lo hacían en su trasero- .
tarde el análisis pareció confirmar algo de esto cuando, en una ses1on, hurgo su En la fase IV del análisis (el cuarto año, 1966), se confirmaron las imprt:riones
nariz: puso su dedo delante de mis ojos con mocos colgando y dijo: ·'El Minotauro de las primeras dos s...<>siones, gracias a un sueño er. el cua.I Barry vio en su c:;a una
tiene hombre". efigie de si mi.smo, una máscara de muerte, un monstnlO horrible con cuacn ojos,
1 Después de algunos días llamó a la analista Pig*. Piggiewiggi~ . e_ra el be~é y
piggiwiggie wagga era masculino. Durante la última parte del análisis empleo en
narices, diez piernas y brazos. En este punto estábamos en contacto con t.Jdo el
horror y la desesperació n del viejito-bebé de la sesión que acabamos de deicribir.
gran medida los juegos de palabras y de doble sentido. . . Mientras tanto. durante el primer trimestre de trabajo hubo muy poca
Barry utilizaba sus dedos para comunicar cómo sent 1a que pod ia volver del verbalización. pero la analista preguntaba e interpretaba, a menudo suavemmre en
1 derecho al revés un objeto, de modo que todo el interior inmediatamente se viven-
ciaba como visible, y se manifestó el problema de separación en la lucha de separar
una mano de la otra. Daba una impresión muy fuerte de que sus dedos estaban
medio del estruendo, y esto parecía tener un efecto calmante donde e1a era
sentida como Ull3 madre que sabía cómo arropar y sosuner a los beti:I con
firmeza.
personificados: arañaban, rasgaban, recorrían todo el cuerpo, sacaban la sucieda_d Era evidente que para Barry el problema de separarse de su rm:re al
1 para que él la comiera y parecían, como sus ojos, meterse en todas partes. _Mas
tarde se reconoció que esta invasión mediante sus OJOS y sus dedos produc1a el
objeto parasitado y comido , por el cual se sentía envuelto y poseído - el
conúenzo de la semn, y de la analista al final, era de taJ magnitud que r4uería
que su madre lo llevara hasta la puerta del consultorio, y lo buscara al fiml de la
sesión, instituyendo una especie de pasaje de las manos de una a las de h otra.
monstruo, el jorobado , el viejito-. De esta forma, pane de la perturbación estaba contenida en el cons.ultorb. Esto
1 Los gases que Barry produjo luego del comentario de que había dos
consultorios en uso, fue la primera indicación de lo que más tarde se consideró
se había logr.oóo )'!, en cierta medida, cuando tuvo Jugar la primera internipción
por vacaciones (Pas:..--uas de 1963).
como su extrema posesividad, a menudo los celos asesinos de otros niños, el
·•·mandárlos a la cámara de gas". Este fue el tema dominante de las siguientes

1 semanas de tratamiento.
' .
Segunilo trirr..estre

·' Al regresar de las primeras vacaciones (Pascuas), Barry apareció en la puerta


de entrada de la Oínica provocando una gran conmoción, entrando de p;:ilpe y
1 •Chancho, puerco o ocnlo en inglés. (T.l arañando las puertas interiores de vidrio de una manera que recordiba la

1
l . .l •
'
1 102 D.WEDDELL PERTURBACIO.N EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 103

impresión original del gorila. En esta ocasión la impresión fue horripilante; pero, encontrarme aún allí. Continué hablando; volvió a levantar la vista y dijo: "Usted
1 como en la primera sesión, se lúro evidente también el niño pequeño. Esta vez era
un bebé frenético, famélico, quien en su impaciencia de llegar al pecho agarraba,
desaparece", y luego comenzó a prepararse para irse.
El mutes, mientras caminaba delante de mí por el corredor, se inclinaba
arrebataba y despedazaba. En la sala de espera Barry desparramó todos los papeles a un'lado Y. a.l otro, golpeando las paredes y puertas a cada lado, como si estuviera
en el piso, corría por el pasillo, en ~l consultori-0 vació totalmente su cajón en el descompuCS!o Y mareado; finalplente se dejó caer en la silla tan pronto corno llegó
1 suelo y en pocos minutos las paredes estuvieron cubiertas de tiza roja. Cuando
usaba las tizas arañaba con ellas y las hacía chirriar; las tiraba al suelo y las
al consultono. Luego de un rato escribió en la pared : •·yo soy ella", y más tarde:
'~Estoy_ muy contento de estar aquí hoy". Luego dibujó una casa en el papel con
pisoteaba de modo que el piso estaba cubierto predominantemente de rojo; hza rOJa, con lo que inicialm7nte me parecieron llamas o dardos que la cruzaban
tiraba agua sobre las tizas y correteaba por el cuarto dejando cruces rojas sobre de un la~o :-'otro, pero que también podrían haber indicado torrentes de sangre.
1 todos los muebles, el diván y los almohadones.
Barry logró patear y aplastar el papelero, alternando con puntapiés a las
piernas de la analista, tirarle del cabello, apresarle la cara y los pechos. Luego
Hubo vanaC10nes de este tema en varias hojas de papel.
Barry co~enzó a pegar estos trozos de papel en la pared, primero con agua y
luego con saliva. Al principio Jos había puesto formando un cuadrado, luego en
desenrolló un rollo de cinta adhesiva, tratando de pegarlo a varios objetos del una alta columna. En ese momento me pareció que era una especie de acción de
1 cuarto, pero eventualmente lo apretujó entre sus manos y lo arrojó al suelo. A
es:ta altura parecía que había descargado lo peor de su ataque. Mientras tanto, yo
había interpretado lo que pensaba que ocurría. Me tiró una alfombrilla, mojada y
enyesarme, de remendarme con papel higiénico (reparación onmipotente) después
de los ataques destructivos que me habían hecho sangrar concretamente en las
sesiones anteriores.
roja, se levantó uno de los párpados como si fuera a vaciarse un ojo, se sacó el
1 pulóver, apretándolo contra sí. Luego se inclinó sobre la cómoda a la manera del
viejito. Después de un momento se levantó la corbata a los labios como para ,
besarla, la dobló y apoyó en ella su .mejilla de una manera muy conmovedora. f ·
Comentario. La madre de Barry le comentó' al psiquiatra director que durante
las vacaciones su hijo había pasado muchas horas poniendo y quitando vendas de
sus piernas Y muy p~cupado con ambulam;:ias y hospitales. En el momento en
A continuación mordió la corbata varias veces con violencia antes de dejar la que Barry logró realmente lastimarme, yo pensé que era un hecho desafortunado ·
1 sesión.
En ese momento yo todavía no sabía que Barry había logrado hacer que mi
cara sangrara un poquito cuando me arañó al principio de la sesión. La reacción
tal vez incluso peligroso y conducente a un mayor sadismo; péro, al contrario:
parece haber precipitado su preocupación y ansiedad depresiva.
Más t~e. se pudo reconocer que estas sesiones terminaban con la primera
tierna y depresiva luego del holocausto recordaba claramente la segunda sesión, fase del analms, y mostraban Ja capacidad de Barry para aceptar Ja vulnerabilidad
1 junto a uaa venganza rencorosa que surgía de su posesividad, cuando mordió la
corbata antes de retirarse.
Una semana más tarde, poco antes del fin de la semana siguiente, al llegar a
de un objeto. El objeto, la analista, tenía entonces una piel que podía ser dañada
pero que podía cicatrizar bajo el molde de yeso - los vendajes- entre las sesione~
y en privado (Bick).
la Clínica, Barry provocó nuevamente una gran conmoción. Durante la primera
1 parte de la sesión tuvo una rabieta parecida a Ja ya descrita. Esta vez logró
r~uñar levemente mi muñeca. La miró por un instante y dijo: "Usted habla
demasiado"; me miró de reojo, pus0 los brazos sobre su cabeza y murmuró para
FASE U (10 meses-1 .l/2 años)

sí -algo acerca de "sigue y sigue"-, luego se dio vuelta para arañar unas ma'rcas en
1 la pared y se fue.
Durante el ftn de semana Barry estuvo aparentemente destrozado, incapaz de
dormir de noche y con un poco de temperatura el lunes de mañana. Su madre me
En esta fase, el piso, las paredes y los muebles del consultorio parecían ser
equiparados a las superficies de los objetos, como los representantes de los estados
internos del paciente. Barry continuó pegando trozos de papel en las paredes del
telefoneó para preguntarme si debía llevarlo a la sesión. Cuando Barry me vio, • consultorio, en cuanto tenía una explosión de violencia. A veces, despúés de haber
1 me clavó los ojos, luego murmuró algo a~í como "Yo pensé que usted estaba .. :·;
se volvió a su madre y dijo: "Dale a Rob in (su perro) un poco de azúcar". El
principio de la ·hora lo pasó en la pose del viejito de la segunda sesión; pero
empapado totalmente el papel, de haberlo escuirido y desplegado en la pared,
de modo que parecía fino como tisú, Barry lo raspaba con la uña para arrugarlo y
darle el aspecto de una piel rasguñada por una uña mellada - un recuerdo de los
gradualmente pareció revivir mientras yo hablaba. Movió su silla cerca del radiador . ·. arañazos del principio-. En Ja transferencia esto dio por un lado la impresión de
1 sosteniéndola primero con una mano y luego con la otra. Después llevó la silla '
hacia la mesa y de allí al rincón, lejos de donde yo estaba sentada. Mientras yo ;...
que Barry tenía Ja idea de un objeto fino como papel, n1lnerable y sensible; pero
por otro la~o también era la prueba de su capacidad para aceptar a la analista
continuaba interpretando, comenzó a tener un aspecto somnoliento, puso su 1', como un Objeto firme: frrme frente a amenazas de violencia y en consecuencia
'
protector para Barry, los otros pacientes y para ella mimla. Unos años más tarde
.
1 cabeza entre sus brazos sobre la mesa y aparentemente se durmió durante un breve
lapso; levantó los ojos de-golpe y bajó nuevamente la cabeza, aliviado tal vez de verbalizó: "La cosa más sensata que usted ha dicho fue 'sin violencia' ".

1
1
104 D. WEODELL PERTURBACION EX LA GEOGRAPIA DEL ESPACIO VITAil.. 105

l El vendaje de Barry y su preocupación por las heridas pareció haberse


metamorfoseado en un poderoso interés por los orificios. Comenzó a preocuparse
con entradas y salidas, y al mismo tiempo empezó a dibujar, primero en el piso,
expresiva.mente en sus dibujos cómo podía reconocer distintos estados mentales
. Y de ánimo cuando éstos ocurrían: antes del análisis, durante las ~iones, al irse,
con un retorno al caos antes de b. siguiente sesión.
más tarde en las paredes y finalmente en el papel. Fue durante la evolución de Durante las segundas vacaciones (la larga interrupción del verano, 1963) Barry

1 estos dibujos que la fl!meza analítica comenzó a estructurarse. Dibu~ó po!icías


que dirigían el tránsito en calles de una sola mano, que protcg1an ciertas
posiciones y marcaban dónde se habían cometido crímenes. Llegué a darme
atravesó al parecer por una b~~e fase autista, que comenzó a ceder cuando sus
padres lo trajeron de vuelta a lnghterra.
Al volver al t ratamiento, su ansiedad depresiva alcanzó niveles altos, después
cuenta de que las cruces en el piso eran policías (tiza a:·al) y crímenes·(tiza roja). de una crisis irúcial similar a la que sucedió luego de Pascuas. Cna vez más el
Cuando hacía las marcas imitaba el ruido de la su .~ : de las ambulancias, los carros
1 de bomberos o los autos de policía.
Mientras se desarrollaba este aspecto de la transferencia, la adicción de Barry

episodio destructivo pareció actuar como acicate para una mayor cooperación.
Comenzó a dibujar en las paredes en lugar de en ei" piso, lo cual de alguna manera
acarreó una sensación de alivio y de progreso.
por la televisión fue incluida en las sesiones; primero como !''~.V. psicoanalítica" Algunos de estos dibujos junto con el material acompañante serán

l y luego como "D. W. T. V.". Barry tarareaba los temas de las melodías que
anunciaban la llegada del auto policial Z, y después de la Policía Montada del
Canadá. A continuación cantaba "Dios salve a la reina" cuando parecía que el
presentados en secuencias, cubriendo un período de tres semanas, ·desde la mitad
del primer trimestre hasta que se hizo sentir la inminencia de las siguientes
vacaciones de Navidad. Se indica la línea de interpretación, no porque se considere
orden estaba en vías de restablecimiento durante una sesión. Más adelante en el necesariamente "correcta", sino para completar la descripción de los hechos que

1 análisis, durante el período en que la confusión entre pecho y trasero ocupaba el


primer plano del material, parecía que el árbitro de la distinción entre limpio y
sucio era Sigmund Frcud, en el papel de padre respetado. ~na vez que Barry h ub? " ~I
ocurrieron en la sala de juegos.

escrito el nombre de Freud en la pared, los actos de ensuciar y corromper durant~ : · Jueves 24 de octubre de 1963
las sesiones comenzaron a disminuir. De esta manera, resultó claro que cuando
1 Barry me sentía como una firme ;->echo-madre-analista, que estaba bien apoyada,
era porque me vivenciaba como la poseedora de fuertes y útiles penes-policía-
Barry llegó s.ietc minutos tarde y se retrasó más aún en la sala de espera.
Después de cinco minutos entró silenciosamente en el consultorio ron una pila cie
padre. re~istas de historietas. Empujó el diván por el cuarto y movió la mesa cerca de la
Mientras tanto, Barry comenzó a interesarse por el interior del cuerpo de la
1- madre"ilnalista, sus órganos y sus fur.ciones. En sus dibujos se puede comprobar
que concebía los órganos de l cuerpo como objetos con espacios aptos para
pared que está frente a la puena. Comenzó a hacer ruido dando b impresión de
que estaba de mal humor, lo cual interpreté en relación con su llegarla tarde y con
su sentimiento de q1;1c la culpa = de la analista. En la pared escribió: "Autos-A
contener objetos: dibujaba bebés tanto como penes-policías. Parecía que había a l.a.s 3 y 45" (quince rninutos después del comienzo de la sesión).
ojos tanto dentro de los confusos objetos que asemejaban un pecho-genital, como . Se sentó a la mesa y comenzó a leer las revistas. Se escuchó u¡¡ ruido prove-
1 afuera miraodo hacia adentro. Esto parecía vinculado con su adicción a mirar T.V.
y con su manera de controlar realmente las actividades de la analista entre las .
niente del pasillo, y después sonidos abdominales de ·la analista. Bam- hizo ciertas
muecas con Ja boca semejante$ al hocico de un cerdo, y de;,1'ués lo que
sesiones, ya que vivía muy cerca de la casa de ella. conocíamos como su "boca de lobo". En la pared escribió: "Cuando baya

1 Fuera del análisis, Bany pasaba mucho tiempo viajando por todo Londres .
en el subterráneo. Consideré que ello se relacionaba con su identificación con el
pene paterno en sus funciones de explorar, detectar y proteger. Más adelante,
f
~
l
terminado de leer", como si él fuera la madre-pecho que hacía es;:ierar a unos
niñitos ruidosos. Parecía tener la nariz algo tapada como si estuvi~ resfriado y
permaneció sentado hurgándose la nariz y embadurnando con mocos la mesa.
(como lo demuestran sus dibujos), el camino de ida y vuelta a la Clínica tenía Proyectó su mirada más allá de mí; int1:rpreté sus celos asesinos mcia los bebés
para Barry el significado de moverse de una a otra parte de mi cuerpo. El ntismo voraces que le habían robado el pecho-madre-analista mientras él debía esperar.
1 neces.itaba la protección de esos penes-policías cuando se sentía amenazado por los ]\1nto con la idea de que podía librarse de sus r uidos proyectando ru mirada a Jo
ladrones y asesinos intrusos que aparecían en esa· época en las noticias, por lejos, y que podía vaciar a la mamá-analista de todos los bebés muertos que llevaba
ejemplo el ases.inato de la autorruta A6. dentro, hurgándose la nariz. La analista le recordó un sueño que él hiliía tenido al

l Durante los fines de semana en su casa, Barry estaba interesado ya no tanto


en los vendajes como en cubrir las paredes de su cuarto con afiches, que
conseguía en el subterráneo de los encargados de pegarlos, hecho que parecía 1Ji :.;,
comienzo de la semana en el cual ella estaba muerta.
Entonces escnbió en la pared "'todos debemos morir" y comenzó a cantar con
voz semejante al croar de lás ranas. Esto lo vinculé con la parte bebé que lloraba
continuar ía reparación omrúpotente del final de la primera fase, como ya se · hasta croar, la que había creído que la analista estaba muerta.

! describió.
Al mejorar su capacidad para conceptualizar, Barry fue más capaz de indicar
Se le\"3Jltó y comenzó a hacer ruidos gangosos y vibrantes como de birimbao
Y escribió en la pared: "Autos-A I, 2, 3" y aJ lado varios números de registro del

-~---.,...~ - :" - ,,.--- --


PER TURBACION EN LA Gl'!OGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 107
106 O.WEDDELL
V/emes 25 de octubre de 1963
1 al 1O; después "doctor Vivo Dare" (un juego acerca del ."Doctor Kildare"•)
1 sobre la mesa. La volteó sobre un costado y escribió "bienvenido", Y luego en la
(i)

pared opuesta a la analista hizo un dibujo que parecía representar el camino que
hacía desde su casa hasta la Clínica. También tenía la apariencia de un arma en
posición horizontal con una punta afilada en un extremo y una mano en el otro,
1 conteniendo lo que podían haber sido sus ojos. Hizo una variedad de ruidos inde. ~ .

terminados y escribió en la pared "10 autos hab lando entre ellos por la radio" ..•
luego "volveremos a hacerlo mañana". Nuestra interpretación fue que estos autos
implicaban que él se sentía mejor protegido por padres-policías-penes en el viaje
1 de regreso a su casa, con más esperanzas para el mañana.
~

Viernes 25 de octubre de 1963
1
Barry estuvo nuevamente muy ruidoso al princ1p10 de la sesión, pero
disminuyó gradualmente hasta susurrar melodías que eventualmente reconocimos
como una mezcla de "Rule Britannia", "We plough the fields and scatter"•• y
t fragmentos de villancicos de Navidad. Parecía haber mantenido cierta esperan1.a,
A2
des:de la sesión anterior, de que prevaleciera el gobierno del ·orden, que una (ü)
estación diera lugar a otra y que la posibilidad de fertilidad no se hubiera des-

1
truido entre ambas sesiones.
/
~
Barry dibujó después algo sobre la pared (i) que recordaba el diagrama del día
anterior del camino a Ja Clínica, aunque en dirección opuesta: Las A2, A4 y A5
M-
parecían indicar la presencia de autos policiales-penes protectores que habían

l cuidado que arribara sin peligro, de la misma manera que se habían ocupado de
que llegara salvo a su casa el día anterior. Pero también hacían cierta alusión a
crimen y asesinato, ya que en esos días se comentaba en las noticias un asesinato
~"1
~<,
acaecido en la autorruta A6.
Barry hizo entonces otro dibujo (ii), que parecía más relacionado con su
1 sentimiento de estar dentro del cuerpo de la analista durante 1a sesión, con cierta
confusión entre senos y útero. Nuevamente aparecían las A, del 1 al 10, pero noto-
riamente no aparecía la A6.
Hacia el futal de la sesión Barry dibujó algo (üi) que parecía ser una·
1 combinación del monstruo del Loch Ness (ya familiar en el análisis) y un pato (iii)
(que también podía equivaler a un aspecto del dibujo anterior), y posiblemente
la primera indicación de juegos de palabras que después sería muy común en el

l análisis, su y mi "patitO:' (más tarde algunas veces me llamaba "patito"). Las


A45 y A46 fueron consideradas como algo que tenía relación con ojos y los
números adentro, AB 124678 y 7, 1O en la parte de la mandíbula, también pare-
cían implicar alguna relación con su sentimiento de ser evacuado de la sesión

l sin peligro. Dijo algo acerca de "'saltando en 45 minutos" ( ¡,fortalécido?) y luego

•Serie famnsa de TV. "Kil" por kiil, matar. [N. del S. (


••Rule Brilanllia, "Gcan Bretaña manda", es una conocida canción patria. We plough the fields ....
orrd scatta. -Nosotros aramos y sembramos", es un himno religioso que expresa la gratitud
al Altísimo por la cosecha. [N. del S. j
'
1 108 D.WEDDELL PERTURBACION EN LA GEOGRAFIA
. . DEL ESPACIO VITAL 109

"era distinto ... era A4A" (¿ojo por ojo?). Esto, tal vez, lo consideraba como el pe- ladrón que entraba en una iglesia, y trataba con dobleces a sus compañeros. Esto
1 ligro, el tipo de mirada ·hacia la profundidad que sig~ficaba saltar dentr? del
lavatorio y, en consecuencia, la necesidad de que los papas-autos-A lo protegieran,
parecía estar relacionado con el "ladrón" que surgió más temprano en la resión.)
· Barry tarareó la melodía de la cosecha en "We plough the fields and scatter",
lo fortificaran y también que detectaran dónde se habían alojado sus partes garabateando en la pared con verde y rojo. Sólo había pequeños trocitos de tiza,
criminales. . y los 'utilizó con reproche. Los apretó con mucha fuerza, de manera que los peda-

1 Escribió "Doctor Vivo Dare" como había heéhO el día anterior Y parecía
respirar con más facilidad que antes en la sesión. Me tiró el trapo mojado después
de haber sostenido el que estaba lleno de agujeros. Lo estrujó cerca del radiador
zos se· rompieron y ensuciaron el piso. Esto fue interpretado en relación con el
fin de semana y el papá-analista acusado de robar a la mamá-pecho buena, dejando ·
al bebé solo con las heces-migajas para comer. Comenzó a marchar arriba y abajo
y luego sobre mi silla (yo en ese momento estaba de pie). Salió del cuarto, volvió a la manera nazi y pasando muchos gases, lo cual fue interpretado como su deseo

1 #
enseguida, tomó el trapo para secar el dintel que había ensuciado con sus dedos,
me lo tiró y se fue.
Estas dos sesiones fueron extraordinarias por el grado y la cualidad de contac-
de declarar que yo era el papá-Hitler malo, asésino. Era claramente su parte-bebé
la que quería asesinar, por vorac_idad y celos, echando gases. a mis bebés-judíos.

to con la analista durante todo el tiempo; con mucha menos mistificación y


1 violencia que de costumbre antes del fin de semana. /,unes Z8 de octubre de 1963
(iv)
Lunes 28 de octubre de 1963

Barry llegó en hora y dijo: "¿Cómo esti usted?". Miró a su alrededor en el


cuarto, bufando y resoplando, empujó el dh'án hacia mí, tiró el felpudo y la
alfombrilla hacia sí; .luego me ordenó moverme y poner el felpudo bajo la alfombri-
lla sobre la mesa. Empujó el _diván cerca de la puerta y le pJJso la silla encima. Luego
volcó la mesa sobre un costado y en ella escribiÓ "Autos-A" y luego "ladrón". En el
piso dibujó algo que se asemejaba a un peatón cruz.ando la calzada, y alrededor de la
silla donde la analista estaba sentada dibujó una especie de barricada, mientras de-
cía "No se mueva".
Barry comenzó a dibujar en las paredes (iv). Después de cierta borratina
comenzó a emerger nu~van1ente algo semejante a un mapa. Esta vez estaba ence-
rrado en una elipse, de modo que se asemejaba más a un bebé fajado. Había
varias notaciones. PS parecía ser un ojo controlando lo que quizá fueran órganos
genitales. PO era posiblemente un anticonceptivo (post ofjice = French letter*).
M, 2345 parecían estar ligados con sus dedos-ladrones y el reconocimiento de su Comenzó a usar tiza roja y a borrar, de tal manera que las paredes nuevan1en-
masturbación. la cruz podría haber sido un pezón mordido, el pezón-Cristo que te parecían ensangrentadas. Escribió "'no hay escape", haciendo chirriar la tiza
debía sa·crificarse para sah-'ll.flo, como apareció en Ja segunda sesión ligado al .. venda- :
je" después de hacer sangrar a la analista. _ _
En los dibujos, los ojos, los senos, los genitales y el esqueleto del bebe-vaca- - ~
·r .. en la pared. Escribió a continuación s·obre la mesa: "Mañana la señorita Weddell.
Ha sido atrapada. Enviada a prisión", y se puso en cucli..ll.as mientras lo hacía.
Esto fue interpretado nuevamente en relación con la masturbación del fin de
cioncs de Navidad que se aproximaban, todos parecían estar en proceso de dife- semana, los consecuentes horrores y el sueño en que había visto a la analista
renciación, con cierta percepción del espacio interno, de un objeto contenido muerta. Más tai:de vimos que "en la cárcel" signíficaba estar encarcelado en su rec-
dentro de otro objeto. Todo estaba bajo la mfluencia de unos ojos a los que se· . to (agacharse, ponerse en cuclillas).
sentían capaces de penetrar dentro del cuerpo, tal vez con algo de la avidez y - '!< í En los últimos minutos de la sesión hizo tres dibujos (v) que nuevamente
la cualidad devoradora que la analista percibi5 en la primera sesión y en muchas . m parecían indicar algo acerca de la manera en que vivenció la sesión y el proceso
de las subsiguientes. . .~ de irse. El primero (a) parecía la combinación de la figura de un policía, una cruz
(Yo me había enterado que la serie de T.V. del auto Z - en Ja cual se basaban · :f ' esvástica, la bandera. inglesa, la Crucifixión y el camino a su casa. El segundo (b)
los autos A' autos-análisis- . , había tratado e:m el. episodio de esa semana sobre un.i!'' indicaba algo sobre propulsión y expulsión. El últim.o (c) podría estar relacionado
con pentagramas musicales y con su taráreo; pero en esta sesión se consideró
• Nombre popular de los preservativos. (T.) que se refería a cables telegráficos, no tanto a radios de autos hablando unos con

''1-~~~---~~:;;---===·~'"~
.~=<r- -· .- - --:-- ~
'
110 D. WEDDELL
PERTURBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 111
otros (como en la sesión del viernes), sino el aspecto protector del ~eléfo~o, con
una referencia a la posibilidad de establecer contacto con la analista, si fuera nuó tosiendo, lo qu.e consideré como si tuviera que vomitar los contenidos malos,
necesario. los bebés fecales que su boca aspiradora-basurera había devorado, y los vinculé
con la sesión anterior (¿robo en la iglesia?), con la masturbación del fin de semana
y tal vez de la noche anterior. Volvió a toser, produjo wi poco de flema que tragó
(v) lunes 28 de octubrt de l 963 nummei'lte, y a partir de entonces pareció respirar con más facilidad.
(a)
(b)

.1

(e)

Martes 29 de octubre de 1963

1 Barry llegó unos minutos tarde. Encendió la l~ en el rincón y provocó un


gran alboroto en el consultorio con la me_sa y las sillas, al ~~verlas d.e un lado a

1 otro 1 de tal manera que también me forzo a moverme. Abno la canilla pero no
salía mucha agua. Cuando se oyó mucho ruido que otros niños provocaban afuera,
Barry reaccionó con golpes y sonidos guturales, como si usara una aspiradora,
para librarse de los bebés ruidosos. Empujó .el ?i~n con estré?ito y, al r;iov~r ~

1 mesa, dijo: "Debería estar como esto, en el nncon . Est~ ~~gena que debia exist~
una gran distancia entre nosotros dos. Entonces escno10 Autos-A a las 3 y 4-0
en la pared con tiza roja, y se sentó a leer historietas. Constantemente se to~ba
f.a nariz que de nuev o parecía congestionada. Hizo su boca "de lobo", _su hocico Se levantó y dibujó (vi) en la pared con tiza roja algo que, a medida que iba

1 ..de chancho" e hizo crujir sus dedos como para "quebrarlos". Cuando interpreté
que sentía que me había comido y que estaba ~uebrando_ mis ~uesos. tosió Y
«atoró, y luego se puso el dedo en un ojo. Sugen que hab1~_sent1do q~ lo qu~
desarrollándose parecía al principio ojos, luego pechos, posiblemente un útero,
más tarde un. pene con su escroto y con algo semejante a lUl bebé en cada compar-
timiento. Cambió por una tiza azul, conectó las dos áreas con lo que ,llamó un

~ je dije se había atascado en su garganta y que luego se le metto en un OJO. Contt- "puente"' e lúzo que el dibujo se asemejara más a un par de gafas. Sugerí que
tenía la fantasía de ser capaz de ver a los otros bebés dentro del pecho analítico.

1
.
J
112 D. WEDDELL PERTUllBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 113

Parecía que comenzaba a distinguir entre los bebés de la parte alta y los de Hizo un dibujo grande (vii) en la pared, enfrente de mí. Al principio pa-
1 la cola en la primer área; una especie de miracb simultánea a ambas zonas. (Má~ recía un:a cara, luego algo como carreteras apareció nuevamente; después se convir-
adelante en el análisis me miraba con un ojo arriba y con el otro el abdomen; tió en algo semejante al diagrama del tórax, vinculado posiblemente con su tos.
una experiencia estremecedora en la contratransfereñcia.) Eventualmente el dibujo culminó en algo semejante a un cuerpo (a), a una colum·
na vertebral y tal vez a la médula espinal y a un largo pene equivalente á la estruc·
Manes 29 de octubre de 1963 tura parecida al pecho. Tal vez indicaba la conexión entte pene y pezón como si
(vi) sólo fueran un laJgo conducto. En el medio de su dibujo apareció algo como la
fecha "31 de noviembre" y ' "el mes 11" y "el 29';. Pensé que "se relacionaba
con que se acercaba Navidad y con la interrupción p\Jr las vacaciones, así como
con el momento en que Barry volvería. Hubo luc¡,u otro dibujo (b) semejante a la
cabeza de una serpient e con cinco colmillos salientes. Volv'i a hablar del prirr.~r
dibujo )' del dibujo del pezón y el pene y cómo ambos se alimentaban mutuamen·
te, y los vinculé con los cinco dedos en la boca del bebé y ..:ün los dedos que van
de la boca al trasero. El dibujo parecía indicar que su parte-bebé estaba confundi-
da o identificada con el pecho y con el bebé al pecho.
Hubo entonces más material acerca de los "autos-A" y acerca de "límites"
dibujados en el piso. En cierto momento, diez minutos antes de finalizar la sesión ,
pareció como si estuviera por irse, pero en cambio dibujó unos caminos en rojo y
dijo algo acerca del alfabeto, "autos nuevos" y "pospuesto", yéndose a la horaco-
rrecta. Fue una sesión llena de su afán de dominación y mistificación.

Jueves 31 de octubre de 1963

Llegó solo y a tiempo; y dijo que el cuarto debía estar listo para él, como él
/O lo quería. Quiso que me sentara frente a Ja cómoda y apiló el resto de los objetos
sobre <>I diván. Enrolló la alfombrilla y comenz.ó a dibujar en la pared frente a mí
En esta sesión Barry dijo algo acerca de " el ladrón va al negocio a mediodía. (vüi). ~uevamente el dibujo (a) tenía el aspecto de una cabeza de víbora, esta vez
Al negocio de Weddell a las 3 y 30"; lo interpreté como su reconocimiento de la mirando a la izquierda, con algo tal vez como un ojo, un pecho o \In útero; y otra
masturbación, que implicaba una re lación de robo con la analista. En el ínterin vez algo semejante al camino hacia la Clínica . Escribió "PTV Times" en la pared
hubo más material acerca de Jos "Autos-A" y luego escribió en la pared "parte l" y después comenzó a escribir en el papel, utilizó cuatro hojas y me las mostró;
y d ebajo, "parte ll". Al irse dijo: "Deje de hablar o la voy a comer, cara de pes- escribió en la pared "PTV Times, aparece el viernes, dos peniques. Programas
cado". AJ salir dijo a la secreta.ria de la oficina: "No deje sus guantes tirados", del 4 31 8 de nov.", y luego esto mismo lo repitió en la pared verticalmente prime-
como si se comparara con el padre detective que previniese acerca de un ladrón. ro y ho rizomalmente después. Dibujó algo más ·en el papel y después volvió a la
pared. Hizo un dibujo (b) del cual dijo "los caminos'', pero más parecían ser dos
pescados, uno con un ojo, dos ::abezas de alguna manera semejantes a pechos,
Miércoles 30 de octubre de 1963 una con un pezón y las terminaciones de la cola semejantes a penes. Había dos
marcas, dos cruces que parecían indicar que los pasajes en los caminos no eran
Barry llegó en hora y comenzó a ordenar el cuarto, dándome indicaciones de practic:ables, de manera que parecía reconocer el peligro de introducirse en el pe·
qw.e debía sentarme al lado de la puerta, lo que fue interpretado como la necesidad cho o en el ovario·útero, trompas de Falopio, con cierto grado de diferenciación
M tenerme como el papá-policía que detendría a los intrusos. Cuando comenzó entre pene y vagina (c). Mientras hacia esta parte del dibujo pasó muchos gases.
lf. escribir, en las paredes le pregunté por qué tenía que hacerlo allí si había Se quedó hasta el final y nuevamente embadurnó las puertas con tiza roja, lo cual
piapel sobre la mesa. Contestó· que usaría el papel cuando así lo deseara ( carac- me hizo pensar en la masacre de los Inocentes a manos de Herodes, los bebés que
~fstico de su extrema necesidad de controlar todas las actividades). sobreviven y los que mueren de hambre en relación con las vacaciones de Navidad .

.l.
----- ---- -~ --- -- -----..r;¡¡,~~~
. - ~~ ~ - .. ,..---
,,.,
1 D. WEDDELL PER.TURBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 115
114
puesto", "RCM.P''•, "autos Hillman" y "febrero", Juego nuevamente "RCMP"
Miércoles 30 de octubre de J 963 y comenzó a marchar cantando la melodía de "Rule Britannia" y "La Real Policía
(vii) ·Montada del ún.adá". Otras veces parecía ser la melodía de "Hector y Alexan-
(a) der". A continuación escribió "Del 4 de noviembre al 11 de marzo corren cuatro
meses" que nue'f41Tlente tomé como suprimir la Navidad y, por ende, las vacacio-
nes. Hizo un agujero en el trapo, enrolló el felpudo y la alfombrilla, y los puso

1 --
sobre el diván. La escrit ura en la pared era muy grande y tan alta como él era
capaz de alcanzar. Me dio un ·golpe con el trapo y escribió "poder morir" y luego
~PTv Times" unido con algo como un águila y un petirrojo, y dijo: "No hay
cambios hasta feb rero. Puede venir un extraño". Cantó en la puerta, pero atravesó
-1 el corredor en silencio.

Ju el>es 31 de octubre de 1963


(viii)
(a)

(b)

(b)

í (e)

\
Viernes 1° de noviembre de 1963
----"';>
Bany llegó puntual haciendo ruidos del tipo de "Hucklebeny Hound" y duran- ---~
te un rato leyó historietas. Se hurgueteó el ojo, escribió "piggy, wiggy, wogger"
en la pared, hizo muecas y luego una pequeña danza, como para hacerme reír.
Me miró, sacó algo de su ojo y luego pareció querer sacar algo de sus"orejas. Dibu-
jó en Ja pared lo que parecía ser un ojo, pero aparentemente vacío. En la otra
pared escribió "Autos-A el lunes" y luego "febrero", que yo interpreté como su
deseo de evitar las vacaciones de Navidad. Luego "Harry Worth" y "caminos y
usuarios de caminos". Varias veces comenzó a dibujar, lo borró y escn'bió "pos, • Royal Canadi= Moun ted Policc (Policía Montada del Canadá). (T.¡

-= 4*•--... .... ..

116 D. WEDDELL PERTURBACION EN LA GEOGRAFlA DEL ESPACIO VITAL 117
Lunes 4 de noviembre de 1963 profundidades y a la profundidad que habían quedado los mineros. El dibujo

l En esta sesión nuevamente estuvo violento. Hubo mucha confusión pero los
se convirtió un poco más en el ojo de buey y su conducta sugería el tema del
rescate de los mineros. En la sesión tambaleó varias veces como . si estuviera
sofocado o intoxicado con gases, casi cayéndose, en ciertos momentos tamba-
dibujos (ix) parecían en un principio ser cuatro hombres, que eventualmente se
léandose de una pared a otra como si fuera un minero atrapado .

l
. convirtieron en algo así romo galones con cruce-s y la V en ellos, a los que llamó
"praderas privadas". Había algo de un "señor McHail" y un "señor McHailson";
dibujó por todo el piso, desparramó las tizas y las pisoteó haciendo un gran re- \fones 5 de no,.iembre de 1963
voltijo. Logró rasguñar mi cara levemente, patear mis piernas y las puertas de
(x)

l otros consultorios al irse. La secretaria me dijo más tarde que fue a verÍa para
averiguar sobre los otros niños y dijo: "¿Cuántos tiene la chancha:?" • . Ella le
dijo que me lo preguntara a mí; de este modo parecía comenzar a distinguir entre
bebés internos y pacientes externos.

l.1111es 4 de 11ovi.:mbre d( J 963


(ix)

o o

+ +
V
Jueves 7 de noviembre de J 963
(xi)

El martes 5 de noviembre aún estaba bastante perturbado pero hizo un di-


bujo (x) parecido una vez más a un útero-pecho. Le hizo una marca roja grande
diciendo "un fuego arde aqu f' y varias espadas cruzadas -el símbolo de las ba- -
tallas en los mapas- . Eventualmente en ·un extremo parecía haber una salida. (En
fa Clínica hay una salida de incendio en un extremo, cerca del cuarto que usá-
bamos.)

Jueves 7 de noviembre de 1963

Llegó temprano y dijo que tenía "mucho que hacer". Dibujó (xi) algo que
parecía un continuo de círculOi> concéntricos o tal vez un fósil d& amonita; pero
más tarde parecía estar vinculado con el desastre en las minas que comentaban
ese día las noticias. Me hizo pensar en algo como una investigación geológic.1 de

• f>ig en el original. IT-1


llS D. WEDDELL
PERTURBACR>N EN LA GEOGRAFIA- DEL ESPACIO VITA'L 119
En la sesión del viernes 8 de noviembre de 1963, hizo un dibujo de algo como
la neja en el zapato•; la parte del zapato se parecía al Arca ,de Noé con un gran
Manes 12 de noviembre de 1963
oj<l del que salían dardos, como si vigilara varios lugares en el zapato que estaban
mal'\.<1dos "XI , X2, X3". En esta sesión me preguntó: "¿Cómo deletrea pene?", Esta fue una sesión muy importante y central en esta fase del tratamiento.
y luego habló de "Miss Mundo .1963" y dijo: "La señorita Weddell tiene dos Nuevamente Barry pareció estar muy perturbado al principio y habló acerca del
~Íortolísticas doradas' e hizo una cruz con el trapo sobre la mesa y luego escribió "niñ-0 del doctor K."; parecía estar molesto con los niños que había en los otros

,\RC-.MP" en el centro de ésta. cuartos. Me aral'laba y rasgul'laba, y también arrastraba cosas y me pateaba: tuve
' La posibilidad de que se pudiera proteger y rescatar a los bebés internos, que pararme y moverme· por el cuarto para protegerme: Salip del cuarto, tomó un
y que se les permitiera vivir aunque fueran fastidiosos, parecía ser ahora mucho trapo de uno de los baños y me lo tiró; lo llevó de vuelta y trajo otro, volvió a
mis evidente. salir y borró las líneas y manchas que había hecho a1ue1iormente en las letras
de las puertas de otros cuartos. Al final del corredor lúz.o mucho ruido frente "
Viernes 8 de noviembre de 1963 a la Wita de espera y la oficina.
(xii)
Martes 12 de noviembre de 1963
(xiv)
(a}

(b}

lí ·
En la sesión del lunes 11 de noviem bre hizo el dibujo (xiii) de un cerebro
~ parecía tener algo así romo una mano de cuatro dedos hurgando por dentro. L
(Vu:ias veces me había tirado del pelo y hurgado la cara.)
(e)
lunes 1 l de noviembre de 1963
(xiii}

...
,,....,.I,...<'.:.__--.._ _ _,....

l'~r~" L

Finalmente su madre lo trajo nuevamente al consultorio. Continuó haciendo


mud!o ruido e interpreté fundamenblmente el odio al trabajo y la influencia
del padre, al papá interno que pmtegía de los asesinos a los bebés. Escribió en la
pared y en la mesa, y movió el dmin hasta ponerlo en una posición diferente;
• lntigu:> canción infantil inglesa.. !T.) funlmente escribió en la pared "Señorita W., TV, PTV" y "Cast" (arrojar, elenco
en dirección horizontal). A continuación "Señorita W., ella misma, hermana,

-~------
___ .............. --- .- ....
D.WEDDELL PERTURBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 121 .

·h¡.ca de la oficina, hermano doctor Kalfrnan, padre doctor Meltzer, sirviente espacios internos y externos, y a que se establecieran distancias entre los objetos
:\jgmund Freud'.'; luego borró "sirviente" y "Sigmund. Freu?." era_ u~ ."vis!tante"; y dentro de los objetos.
,~~SJ.>UÓS escribio "doctores solamente, Hombres .trabajando y d1bUJO (xiv) algo Al resolver las confusiones, se fue desarrollando la conceptualización de los
ll~ parecía un diente, pero en él escribió "castillo" con un foso debajo y una roles y las relaciones entre los objetos, interna y externamente; y con esto el
~[?Se tipo halo arriba. Esto podría referirse a que su madre lo enteró de que yo reconocuniento de trabajo y juego, público y privado (dibujo de) 12 de no-
~abajaba para entonces en el Hospital Cassel (castillo). viembre.)
Lucgg_ r\ibujó algo {b) que se parecía un poco a un féretro con una especie de Una vez que esto se logró, fue posible decir que Barry estaba en posesión de
.;abecera en una punta y una pieza en declive en la otra, con una cruz central y un mundo interno en el que era posible detectar, mediante la transferencia, el
,!!visiones en· b base que se asemejaban a cuartos en fonna de L, con piezas dobles cambio del ordenamiento geográfico y de las fantasías y ansiedades concomitan-
~quei'las a m:.tno izquierda debajo de la cabecera. En el tope se leía "Chancho de tes. Con cierta convicción se podía discriminar si Barry estaba dentro de un objeto
~Jnero" y debajo de estas piezas pequeñas decía "Señorita W, B, L, V, Hermana, parcial o total, afuera mirando hacia adentro, o adentro mirando hacia afuera;
Sa:viente". N<) era claro qué quería decir "B, L, V" pero pensé que probablemente si estaba al pecho o en la bacinilla; sobre la falda mirando hacia arriba o hacia
~ül- niños. Hizo otro dibi..jo (c) que también parecía tener forma de féretro. abajo; en el suelo espiando la cola de mamá. etcétera.
~uevamcnte había algo llamado "foso" a la izquierda y él dijo "muy profundo". Es importante destacar nuevamente que las ideas e impresiones, tal como
EJ: portón en lo más cercano al foso y en forma de triángulo en un costado estaba se describieron en las últimas páginas, eran generalmente múy tentativas durante
¿ ·'Chancho de granero" y "comida", y debajo "padre y esposa", y nuevamente la sesión y sólo se hlcieron más claras a posteriori y subsecuentemente clarificadas
-;_,.. que est:i vez era más claramente el lavatorio. Otros espacios fueron llamados al analizado cuando surgió la ocasión. Este procedimiento probablemente contri·
'"'"5.!ñorita W.: oficina", "visitante", "hermano" y "estudio". . buyó al reconocimiento por parte de Barry de la necesidad de estudiar.
Estos dit>ujos parecen representar los comienzos de la capacidad de Barry para Las identificaciones proyectivas de esta fase del análisis fueron sin embargo
r!'.:onocer la e:üstencia de un mundo interno que contiene objetos equiparados a aún básicamente violentas e intrusivas en el sentido de perforar y robar el cuerpo
u::.a. familia y, en consecuencia, una situación en que resulta posible desarrollar la y la mente de la mamá-analista en una forma que, en la contratransferencia, era
,ifa de fantssía. Los dibujos presentaban aspectos que podían vincularse con ex- vivenciada como violenta y agotadora. Esto comenzó a cambiar y, en la tercera
p!riencias tamo de su propia familia como del análisis, ya que algo en ellos coinci- fase se vio emerger la identificación proyectiva útil.
éil con el ¡'.ano de la Clínica y la disposición de los muebles del consultorio.
~ntí que h2bía progresado hasta ser capaz de asignar a la mamá interna un lugar
:;;_4 sus beb6>, cuidados por los papás-penes RCMP. Esto le permitía a Barry
Íl:nbién vivenciar dentro de sí mismo la existencia de un espacio interno. Tal FASE l1I (2 1/2 - 3 1/2 años)
V!Z me otorflba también un cuarto en su espacio interno y un lugar de estudio,
b pliC.'.lndo que reconocía mi necesidad de tiempo, lugar y privacidad para estu- Sinopsis. En el tercer año de análisis la muerte era vivenciada como "la luz
d..:;r y para p~ acerca de su material. desvaneciéndose del espectáculo". Las confusiones :zonales continuaron acla-
rándose, la ansiedad persecutoria fue suficientemente reducida como para permitir
el tratamiento dental. Al final de este período, los dibujos volvieron a aparecer
y se consideró que indicaban la capacidad del paciente para apreciar los cambios
de sus estados de ánimo antes, durante y entre sesiones.
RESUMEN

En este período, la agresión comenzó a ceder lugar al afecto y la analista


Sólo retrospectivamente, con la ayuda de los sueños de la cuarta fase dc:l pareció ser reconocida como un objeto, como un pecho, que podía recibi~ las
i:::ill.l.isis, la Sgn.ificación atribuida a estos dibujos ganó convicción. La manera identificaciones proyectivas y aliviar la parte-bebé de Barcy del dolor y del miedo
ei que se presentan tiene la intención de ayudar al lector a compartir esta expe-
a morir.
ñ!ocia de prclongada incertidumbre. Tres incidentes externos influyeron en el análisis de Barry en los tres primeros
Este material se presentó con considerables detalles, junto con los dibujos. meses de su tercer año de análisis. El primero fue la muerte de un astro de TV,
¡JJrque par~ dar un cuadro correcto del trabajo <¡ue tuvo lugar d11rante esta fase un artista inteligente que hablaba muy rápido mientras dibujaba impresiones
&l an:ílisis. fu.tenla mostrar cómo dil.rante estos diez meses de análisis, el niño gráficas de personas y hechos. Era también un talentoso cantante. Sólo retrospec-
o~menzó a ~:;arrollar la capacidad de conceptualizar diferencias entre sí misÍiÍo tivamente fue posible vincular el cambio en el material de Barry ron este inci·
y su objeto; .a reconocer algo de la naturaleza del objeto en términos físicos "y dente. Durante la mayor parte de un período de tres meses Barry no dibujó ni
timbién en <i!rminos de la geografía psíquica. Esto dio lugar a que aparecier~ cantó. Entretanto, un segundo factor comenzó· a incidir, la fatal enfermedad de
'

l 22 D.WEDDELL
PERTURBAOON EN LA GEOGRAl"'IA DEL ESPACIO VITAL 123
Sir Winston Churchill. Inicialmente, Barry sólo parecía preocupado por Lady ' Miércoles 3 de febrero de 1965
Churchill y su vigilia al lado de la cama del enfermo. Durante días se sentó sobre
la mesa con su espalda hacia mí leyendo a lo laJgo de casi toda la sesión. En una
ocasión leyó brevemente en voz alta, bien y claramente de un libro que quería Hubo gran conmoció:t en el corredor y Barry no me esperó en la sala de espe·
mucho, luego dejó caer su cabei.a sobre sus brazos como si fuera a dormír. En el ra, sino que vino a nú e~-uentro y hacia otros niños en el corredor de una manera
día en que se anunció la muerte de Churchill, Barry pasó gran parte de la sesión algo amenandora. En d consultorio co~ a hablar inmediatamente, con
con la cabeza sobre sus brazos y parecía proyectar una intensa somnolencia, como urgencia, con un gran flup de palabras: "&~· un pecho de chancho. La casa es el
si todo el mundo tuviera que irse a dormir, como si dormir fuera equivalente a pecho de clwtcho. Hay penes y niños por todas partes". Daba vueltas y más vuel·
morír. En esta época el tiempo era muy frío y había nieve. En el día del funPral. -tas por el cuarto diciendo: -Este es un pene_ Este es un niño. Este es un pene. Este
Barry estaba preocupado con la guardia, marchando ocasionalmente como si es un niño. Un bebé. Toéo el cuarto es un ~ho". Los nombres de las cosas cam-
cambiara la guardia frente al féretro. (Unos cuatro años más tarde cuando hubo biaban co~1 sus vueltas, d! modo que lo que en un momento había sido un pecho
ciertas nevadas, Barry sintió que le era imposible venir al análisis; nuevamente la vez siguiente era un b~.!. En mi interpreución le dije que pensaba que su parte
el mundo era sentido como muerto, y hablar con la analista por teléfono tampoco de niñ.o grand~ se confu::día mucho cuando la parte ~bé veía las cosas de esta
era ninguna ayuda - "podría haber sido una grabación"- tan concreta era la eqtÚ· manera, que todo podía~ intercambiable.
valencia de la experiencia con la muerte del pecho.) . Estuvo de acuerdo y me preguntó: "El piso sobre el que usted camina, ¿es
El tercer elemento de la realidad que le afectó fue una cita acordada con el un pene o un bebé?". Después dibujó en la pared (xv) diciendo: "El pene es como
dentista Y la posibilidad de que le fuera administrado un anestésico. Durante este un pecho. El pecho es el pene. El pene se ?e como esto magnificado". En el primer
perí~do Barry continuó callado, leyendo o transcribiendo programas, usando gran dibujo: "Estos son los lxbés, 24 pezones equivalen a 1 bebé, 48 bebés equivalen
cantidad de papel. En una o dos ocasiones pareció estar repentinamente abrumado a 1 pene, 40 penes equinlen a 1 pecho". Pueció alterar los lugares de los pezones,
por el. sueño. Al acercarse la fecha de su cita con el dentista, se ocupó más y más que también parecían u;: PQCO romo dientes en varios dibujos, como en el que el
con numeros Y con una infinita variedad de permutaciones; por ejemplo: pene es una especie de éiente entrando en ti círculo como el pecho. En este mo·
mento se interrumpió y Cijo: "A.hora es el momento para un aviso comercial pero
volveremos en un mo~o". Hubo luego otra interrupción y Juegu dijo triste·
2 2 4 8 X 2= 32 mente: "No hay pecho. sólo penes~. Estos dil>ujos eran como ojos, y después
hubo lo ·que yo tomé ro mo escritura e~ular, pero también como si fuera el
0132 ojo en la cola mirando lis cosas al revés, ima suerte de espiando·la·cola de mamá.
Habló durante toda la ~ión y fue hacia d final algo amenazador, mientras can-
4403 taba y balanceaba el tn;;o por todos ladÜ'i y trataba de sacarme la silla. Cuando
tuve que agarrar su br..m por un momemo, me dijo: "Usted no debe tocar d
7799 pene", atnvesó la puera farfulland<> "ped!o" y "pene", pero caminó por el co·
rredor en silencio, aunq~ había también otro niño.
32 22 29 4-0

36 60 4-0 100 Viernes 5 de febrero de 1965

Barry llegó en el comento en que yo salía al corredor y vino directamente.


Es~e he~ho se crey~ vi nculado con la equivalencia entre die~tes y nii'los y con En seguida comenzó coo. un diagrama en d lado izquierdo de la pared (xvi). Había
el enveJecurucnto, y al mterpn:tarse una semana antes de la cita (no por la primera en este diagrama lo q~ llamó dos pechos .:no algo así como dientes y tal vez luego
vez) ~arry di~o con voz__cantarina: "Bec Bee See (el bebé ve J• 3, 4, 5", mientras un pene-fecal dentro de algo como la columna vertebral. Después escnoi\): "psico-
escrib1a BBC 3. La sesion siguiente terminó dramáticamente con el período si- análisis, lenguaje y tek-risión", y dijo "Filia" mientras escnllía "masturbación"
lencioso. en la pared. Luego algo acerca de ~e] pecoo gritando y el pene se detuvo" y luego
"final del pecho I". Volvió a la mesa y lo:s papeles, y puso varias cruces en muchas
páginas mientras cantt..'"a; pero parecía estJr más en contacto conmigo cuando yo
interpretzba el retorno a la omnipotencñ.. Después dijo algo acerca de que era
difícil continuar habl&do (en contraste ron el día anterior). Luego fue "Televi·
• "Bee Dce Séé'" suena parecido a baby see (el bebé ve) y desde luego a B.B.C. fN. del S. 1
sión Norteña, pague p:ue, James Bond, 15 de mano". Al final de la sesión me

-· ..
124 D. WEDDKLL PBRTURBACION EN LA GEOGRAF1A DEL ESPACIO VITAL 125
0

Miércoles 3 de febrero de 1965 atacó de una forma que debí detenerlo, me golpeó los dedos y parecía querer
tocarme, acciones que yo vinculé con el problema de mantener sus dedos fuera
(xv)
de sus propios genitales. Salió del cuarto pero, abriendo la puerta dos veces, dijo
algo acerca del "pecho-pene" y fue luego a lavarse las manos que estaban llenas
de tiza roja de haber escrito en las paredes.

1 Comentario. El primer di'bujo (en tres meses) de los bebés-pezón-pene-pe-


cho en círculos, y de 2..lguna manera como clientes y encías, parecía hacer.cierta re-
~.
ferencia a Ja sesión anterior cuando había estado dando vu~l~as por P-1_,c:uarto dicien-
l do que algunos lugares eran penes, pezones, pechos y bebés. Era muy confuso, cada
objeto podía intercambiarse por el otro. Previamente había cantado acerca de
"Cindy, Ja muñeca que a usted le gusta vestir", e.orno_si tuviera cierta rel:i,_ción
( con el pene; el papá, que viste a Ja mamá, que embellece el pecho. En este dibujo
1 o o
de la "televisión psicoanalítica'', !o que al principio apareció como el dial de un
teléfono, más tarde f'!IeCía estar relacionado más con el pecho que tiene lugares
•' para colocar dedos-penes que lo hacen hablar. Pene, dedo ·y lengua parecían ser
o intercambiables. Retrospectivan1ente esto se interpretó romo algo que tenía que
1 Q o ver con su silencio.
beb~
Martes 9 de febrero de 1965
1 2. .4- pa.c>AAS
4-8 ~bés
-
-
'( beb¿
1 it~ Respecto del demista, parecía que el hecho de ir a verlo lo interpretaba como
40 PU>U un castigo por su sadismo oral, y que, como resultado, no sería capaz de hacer
- { Pedv>

1 1
otra cosa que succionar. Dos días antes de la cita dijo "hola pecho" al ir yo al
cuarto de espero., y me cerró la puerta del consultofio en la cara diciendo: "El
pene está en el pecho cortado" . Yo tomé el tema de Ja lengua indisdplinada, su
uso del lenguaje que s-ep~ra el significado y el afecto de la acción, diferenciando
1
1 lo que era apropiado dentro y fuera del consultorio. Barry se sentó a 'leer durante
más de la mitad de Ja sesión, cantando ocasionalmente, a veces con humor amis·
toso y hasta afectuoso, que alternaba con otra actitud francamente burlona,
incluso obscena.
Escribió eo Ja pared "Phil Silvers, lJI Silvers" y luego "ningún problema con
el pene", y más tarde "'corre conejo, corre". Al final de la sesión Barry dijo: "Us-
ted es una analista mujer; su pene es demasiado grande", lo que parecía ser el reco-
nocimiento de un padre firme dentro de la parte-madre de mí, que podía enfren-

l e
tar el sadismo y la burfa.

.. Jueves 11 de febrero de 1965

l
'~

Llegó quince minutos tarde, un poco pálido, mostró sus dientes y dijo que el
auto se había descompuesto en Grays lnn Road, que había tenido que venir en
• En el ~rigi.nal inglés figura la palabra pinus, que la terapeuta interpreta como "pene" · sin taxi. Le dije que también me estaba diciendo que había ido al dentista y que yo
COmcntanos. [T.) . . ' ..
·~. <';j'''
debía distinguir entre el colapso interno y los problemas externos. Me dijo: "No,
'
PERTURBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 127
126 D.WEDDELL

Viernes 5 de februo de J965 lo siento, la goma se pinchó". Nuevamente mostró sus dientes y dijo: ..Dos emplo-
maduras. Sin anestesia", pero parecía tencr lagañas en sus ojos y me contemplaba
{xvi) con una mirada un tanto bizca. Tomó la tiza y dijo: "Hoy 3 y 40 a. 4 y 10, mafiana
( Lado delantero de la pared • 1) 9 y SO a 10 y 45". Le sugerí que quería compensar el tiempo perdido, y él dijo:
"Hoy no, debo ir al café. Lleva tiempo llegar allá", y luego produjo chillidos
P. p p B. e hizo muchos sonidos de "ba-ba".
Pero luego decayó un poco y comenzó a pronunciar mal las palabras, como si
estuviera un poco disártrico, o tuviera algo en la boca. Sus labios parecían curvarse

1 hacia adentro, pero luego curvó el labio superior para am"ba y asumió una sonri·
sa como de lobo. Fue entonces como si se convirtiera en un entrevistador hacien-
do muchas preguntas: "¿Preferiría usted trabajar con otro y te_n_er otros roles?".
Pestañeó y dijo: "¿O trabajaría usted en un equipo en HMS* Paradise? Todos
-· quieren trabajar en HMS Paradise". Luego "PATV; el Espectáculo". Pero esto
estaba escrito en la parte interior de la puerta de la cómoda. Le pregunté qué era
lo que no me decía. Deseaba que yo fuera capaz de ver y saber lo que sucedía en
su interior. El dijo: "Programa de la próxima semana. Jueves, 'El fugitivo'. Estre·
P.P. llas invitadas: Rupert Davis, Ewen Solen", luego "HMS Paradise. El oficial sub-
alterno Murdoch se convierte en el teniente Eamonn Andrews, t iene su propio
espectáculo en ITV, también estrellas invitadas". Fue al baño- diciendo: "Si usted
(Lado derecho de la pared)
quiere saber adónde voy, volveré en unos minutos". Al volver tomó mi brazo, con
cierta urgencia y me hizo mirar al interior de la puerta--del armario nuevamente,
PA.T.V. limpió las paredes con el trapo y se fue a las 4 y 10. La secretaria de la oficina vino
o a decirme que le había dejado Unas monedas antes de la sesión y se las había lleva-
do al irse.
(]) La visita al dent ista fue por supuesto una situación muy importante. No sólo

o ºo estaba muy contento de haber podido quedarse en el sillón del dentista y .que le
hiciera.o cierto trabajo sin anestesia, sino también de haber venido a la Clínica
solo; la pñmera vez que esto había ocurrido. Exactamente cuatro años después
F;""'al dJ Pw..ol fue capaz de ir por sí solo a un nuevo dentista que atendía en otro hospital.

(!)
1

""'5lud.aU.;..
(Lado delantero de la pared· 2)
I Viernes 12de febrero de 1965

(Lado de atrás de la pared)


Barry llegó uno.s minutos tarde, silbando por el corredor. Comenzó a can-
('s~áio<, PATV tar "No, no, no", sacó su cajón y comenzó a revolver el papel. Hizo cruces rojas
en algunas hojas, y yo le comenté acerca de la distinción entre daño interno y ex-
GQJ~ IJ<W (A\)endis"- "3
terno. Rápidamente me aseguró que cuando la gorr,a se pinchó el auto estaba para-
lU. l
do, y luego agregó : "Usted es una basura, de todos modos. A mí qué me impor-
,Si.-. 1~o 2/'- ta". Interpreté que en realidad le importaba, y mucho; que había hecho un es-

P~~ B fuerzo para llegar ayer a la Clínica, y hoy también." a pesar de que cuando yo no
estaba con él, una pairte suya decía que a mí no me importaba y en consecuencia
a él tampoco, y en su mente me pisoteaba y me mordía sin piedad. Estaba piso-
teando la tiza que se le caía mientras escnbía en la pared: "El espectáculo, invi-
tados especiales Richard ·Caldicot, Frank Thomton, Robín Hunter, Ronald Rudd,

"'~.;,_en el original (en lugar de MOndy"). • HMS = Hrr Majesty's Service = al scn'icio de Su Majestad. [T.!

-- ~-
'
D. WEDDELL PERTURBACION EN LA GEOGRAl'IA DEL ESPACIO VITAL 129
128
'ªtlnie Priscilla Morgan, e invitados Rupert Davis, Ewen Soien, Victor Martes 16 de febrero de 1965
A.ngus" ""'
·Luego• invirtió los nombres de modo que · los primeros
· · tº1eron en
se convrr
Lucas • y los segundos en invitados especia
Invitado• · 1es. Esen·b·10• "Esta es su ~1·d a, d'1c~
Barry me estaba esperando; en camino 31 consultorio me sop{ó y escupió y
ews al elenco paraíso" "Esos que han estado en algo mas que un fue al baño, haciendo muecas a otra gente que cnaba en el corredor y tocándose
&mo1111 Andr • ..
ctdllulo" y "esta edición fue presentada por Eamonn Andrews . En otra par.ed los genitales. Se sentó a la mesa a leer libros de terror que había triído consigo, .l
espe'bló , "pecho pene pezón · 50 centavos, publicaciones PA, New Cavendtsh haciendo por lo bajo ruidos de "bow-wow" y d:lndo pequeños puntapiés. Al ha· 1
escrt "3"• luego 'el ' precio' ·
fue reducido a 25 centavos mientras · ba
yo contmua
t blarle det final de la sesión del día anterior, hlzo ruidos gatunos ,;o lentos y agó-
Stree
. v
ciando,
cuanto doble sentido. •
pod1a encontrar. El d..IJO "Ho1a quen'd a " , nicos y luego sonidos de ambulancia, que relacioné con un momento de peligro,
mterpr
so . . . ·• d bo h · ·
Jó en mi ojo y luego trastabillo, dando la 1mpres1on e estar . rrac o o ciego. !a amenaza ºde violencia y de un ataque en contra de mi, recortlindole lo que
Cr~zó el corredor cantando bajito, doce minutos antes, aproxunadamente, del .
había pasado anteriormente y qué cerca había tStado de caer nuevamente .
bajo
final de la sesión. el control de su parte animal-salvaje. Sugerí qu también la pzne:bebé había
tenido una rabieta porque sintió una frustración cuando la amlista-mamá no
irñpüso su voluntad sobre su parte animal-salvaje.
Lunes J.5 de febrero de 1965 Comenzó a jadear , pero su jadeo desapareció graduahnente 2 pesar de que
continuó mirando sus libros, y luego dijo ":PATV'' y "USATV, nmos a conti-
Nuevamente llegó tarde, y vino por el corredor canturreando "Hola querida" nuar hasta las 4 y 20" y luego "Nuevo progran::; después de Pascuas"; hizo más
v "Ella te ama". Sacó las tizas del cajón y se sentó a leer un semanario. Luego ruidos de accidentes, sirenas policiales, tarareó Ja -'Star Spangled Bmner"• y "!.lis
• ·cribió en la pared "Llama a Collins si quie.res saber acerca de Maigret. Realidad o ojos han visto Ja gloria", que yo relacioné con su idea de que D!e iría de viaje
~cción. Ag:itha Christie", que yo tomé como dándome información acerca de las con mi marido norteamericano y con el peligro de una guerra commgo debido a
muertes o :isesinatos del fin de semana, que él quería que yo estuviera en su longi- las vacaciones de Pascuas. Se levantó, sacó papel y escribió mientru decía: "Que-
tud de onda, de modo que supiera lo que sucedía. Gritó "policías", y mientras darse en casa a pesar de todo". En este punto C-! ia sesión parecú: existir mucha
l:t tiza se rompía, escribió: "Otro cuello roto", luego "PATV" y "USATV, la ansiedad y se ·toqueteaba la nariz y las orejas, tenía un dedo en su ooca y su espal-
tiora del espectáculo con Danny Kaye, The Planemakers, los más queri.::os por los da medio vuelta hacia mí. Mientras yo hablaba, y le decía que no estaba todavía
t-ritánio.)s. Charla con Mike Tyman, libros de la BBC, Danny Kaye". Hubo varia- segura de cuál sería la fecha de mis vacaciones de Pascuas, se levantó y vino hacia
·i1.ines svbre el tema, y él dijo que se iría a las 4 y 1O, "U
\ . ,
.S.A. Daniel
. Kalinski".
,
mí, diciendo: "Por tod.a Ja sesión". Escribió en la pared: "PATV 3, nuevo progra·
~luchas tiz:ls se fueron rompiendo , y como en su rnayona eran rojas o purpuras, ma, el mundo, Reino Unido", y se quedó hasta un minuto antes del final de la
bs paredes nuevamente parecían ensan~entadas. Relacio~é esto con h1 ~uerra sesión, soplándome al salir mientras me decía ""'caca de chancho"' (pig's mes:s").
en Vietnam y los ataques en contra de m1, que me convert1an en una mama cuyo la firmeza de mi opinión de que debía q uedarse hasta el funl de la sesión
_-uerpo er:i el campo de batalla en donde Jos liños sufrían y eran asesinados por anterior, parecía haber influido sobre él de una manera que ya se había vuelto
k>s papis malos de "U.S." durante el fin de semana. También vinculé esto co~ su familiar en todos Jos casos en que se sentía enfJemado a los padres unidos (objeto
tJa al d.:ntista y los dientes malos que él sentía habían atacado y lacerado m1 pe- combinado).
·0n. Diez minutos antes de la hora tomó sus papeles e hizo sonidos de "bow-
~~1.)W" (fulu-guau)**. Yo estaba sentada delante de la puerta y no me moví; él me
J.ijo: "¿Pcir qué no sale del camino?"; agregó que él debía encontrar a su madre en Miércoles 17 de febrero de 1965
d café, ·-y lleva diez minutos llegar allá". ., ·
Le ~ñ:tlé que no había ningún motivo para irse temprano de Ja ses1on. Se en- Barry llegó haciendo· ruidos de besos y diciendo: "Hola caca de chancho". e
fureció y trató de empujarme y pasar. Me levanté y dije que no iba a impedir hizo más sonidos de besos a una mujer que se tncontraba en la !ala de espera,
-tue se fuen; pero que ambos sabíamos que acortando Ja sesión él estaba !)rivando quien no le prestó aten ción. Indicó con gestos <!Ue iría al baño pero Juego no lo
11 bebé ~-esitado que llevaba dentro. hizo y dio un golpe con la puerta del consuJtoro cuando entré detrás suyo. Una
vez en el cuarto escribió en Ja pared en forma de colllI1lll3: "N~ programa,
PATV, el mundo, la historia de, rompecabezas, Reino Unido". Cruzó el cuarto
y me dio un pedazo de papel del tamaño de um tarjeta de Navidzd, y luego es-
cribió en Ja pared "Valentina, 1536, 1540, 1V francesa, muy caro, A.reo de
Triunfo, torre Eiffel, Louvre, Notre Dame, presidente de Gaulle, general de Gau-
*La dir~,;,.'.n de la Cínica Psicoanalítica de Londres. [N. del S.I
... ~Bo-.t·-roW· nombre infantil para perro. IN. del s.1 •Himno a la bandera de E.U.A. JN. del S.J

l
- 130 D. WEDDELL PERTURBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL ·131
Ue". Nuevamente me preguntó acerca de las vacaciones y esta vez pude darle las vincularse con el pene-fanta~a. Había hecho cierta referencia a que la casa donde
fechas. Tomó una actitud cómica, pomposa y amenazadoramente burlona Y me había vivido previamente estaba cerrada, cubierta de tablas como si realmente
mostró sus dientes en una especie de cara de mono. "¿Y ahora qué piensa usted . contuviera algo corno el fantasma de los bebés muertos, una casa embrujada.
que ha hecho y adónde ha ido?" dijo escudriñándome; luego "No perdamos Nuevamente en el segundo dibujo apuecieron referencias al viaje a la Clínica
tiempo. Hablaremos de nuevo a las 4 y JO", como si él fuera el papá ocupado que de ida y vuelta; pero yo tenía la sensación de que había aJgo más, algo relacio·
no podía escuchar quejas en ese momento. . nado con el proceso analítico, en eso de subir por el paso de la montaña, sin
Escnl>ió "Suiza" en la pared y "Basilea'', y luego hizo un círculo dividido vehículo, sin masturbación. Había también Wla alusión al embarazo, los ojos
en dos de manera que en el tope había una porción para D y una especie de controlándolo como en el dibujo del "zapato" (:xii). El dibujo inferior se ~nsi­
semicírculo NE o NO y luego éste nuevamente dividido por la mitad, una con una deró como algo relacionado con las vaca.iones y la experiencia de colapso. Cierta·-

! F y la otra con una S. Dijo que había olvidado el nombre de la ciudad francesa
y luego algo acerca de los hermosos pasos, altas montañas, tan altas como esa
pared, corno casas de departamento. Escribió "Feliz espectáculo, Nuevo espec-
mente parecía haber cierta relación con el hecho de habérse resfriado, lo que dijo
acerca de los inviernos, cómo antes podía encontrar Ün atajo mientras que ahora
el camino a recorrer· era muy largo.
táculo" y luego lo cambió a "Comedia, Danny Kaye, Phil Silvers, Los Hermanos -·
l Winter, ~fark, Walter, Frank, mañana habrá más acerca de esto". AJ final de la
sesión elijo que era tiempo de limpiar y comenzó a ayudarme a limpiar las pa-
redes.
Jueves 18 de febrero de 1965
(xvii)
La referencia a los Hermanos Winter* pa¡:ecía ser su manera de reeonocer que
(a)

l en las vacaciones se sentía perseguido por la frialdad del pecho congelado (monta-
ña suiza). Cuatro ·años más tarde fue capaz de verbalizar: "Yo la congelo a usted
los fines de semana. La pongo en el congelador hasta.el lunes".
-.
-- -- -
1 Jueves {8 de febrero de 1965

Barry llegó justo cuando yo atravesaba el corredor y dijo: "Hola, pecho de


chancho"'. Mientras caminábamos por el corr edor encontramos a otro chico;
Barry enterró la cabeza en sus libros de una manera que sugería timidez más que
hostilidad. Se sentó en la mesa y mientras yo hablaba me preguntó nuevamente
acerca de la fecha de las vacaciones. Cuando repetí lo que ya le había dicho el día
anterior se limpió una gota de la punta de la nariz, se levantó para sacar el pañuelo
(b)
de su bolsillo y se sonó con violencia; su aspecto era en verdad muy desgraciado_
Se sentó a la mesa con la cabeza sobre un braw, en silencio, y luego de un rato di-
jo " Vi pene fantasma". Luego se sentó y leyó durante un momento, pero su nariz
goteaba y parecía dolorida.
Escnoió luego en la pared y me preguntó si yo recordaba el teatro de comedia
de ayer, Comedia seis. David Niven - padre, Peter Sellers - Mike, Plúl Silvers -
Mark , Danny Kaye - John, Dick Van Oyke - Dick, Mary Tyler Moore. - madre.
Luego dfüujó mientras decía algo semejante a "60 millas hasta la costa", "los in-
viernos pasaban rápidamente en 1950 - no ahora''. Dibujó otro cuadro murmu-
rando varias veces algo acerca de un pene, hablando en una voz muy suave y ron-
ca, ya que parecía tener la garganta muy dolorida. Luego "Misterio, parte 3, H
equivale a casa, D equivale a destino. Los· inviernos utilizaban· un atajo, ahora
-.. ___ -------...l
el camino es muy largo". El primer dibujo (xvii) pare<;ía relacionarse con su viajt p'--1:~~.~-~J
a la Clínica, como en otras ocasiones. La figura semejante a un fantasma parecÍ}l
\
• "Wintc-a~, invierno. IT.¡
. ' l
•i
132 D.WE.DDELL PEJlTU RBACION EN LA GEOGRAFIA _DEL ESPACIO VITAL 133
FASE IV (3 l /2 - 5 años) (1965·1968)
Todo esto Jo interpreté como su reconocimiento de que la magia ya no !e
servía. Des(le el punto de vista de mi contratransferencia fue en realidad una se-
sión muy conmovedora, y me recordó la segunda sesión de su análisis cuando él Sinopsis. C~ de responsab ilidad en relación con la realidad externa e inter-
se presentaba como un viejito enfrentindo la muerte. Esta vez. no ~ue tanto en· na; ilustración de problemas técnicos en el manejo .de esta fase. Una vez estableci-
frentar la muerte como sentirse muy desgraciado acerca de los bebes muertos Y da hubo una disminución de . la agresión, destructividad, obscenidad y burla,
sus ataques a ellos, y por haber sido abandonado ~r ~a mamá e~ la _e~periencia caracterizada por el grito: " ¡Ahora sé por qué soy tan homl>le!", oon la emergen-
transferencial infantil. ~¡ día siguiente no vino y rec1b1 un mensaje d1c1.endo que cia de afecto, tolerancia y optimismo, en identificación con el papá-''Mr_ Magoo".
estaba muy resfriado. Faltó también dos días de la semana siguiente.
La primera aisis de responsabilidad ocurrió en el tercer año de málisis, justo
c.:Omentario. En la fase 11 el dibujo del "castillo" del 12 de noviembre de antes del feriado d e Pentecostés, en 1964. En esa época Barry t enía casi 15 años
1963 (xiv) lo había considerado coÍno que indicaba la.concepción gradual de ~n y era un peso pesado muy joven. Era evidente que el análisis podría continuar si
mundo interno, un espacio interior dentro del cual pod1a desarrollarse la fantas1a. Barry lograba restringir la agresión infantil q ue aún lo impulsaba a ar.ñar, tironear
En las sesiones de la fase III recién menc~onadas ( 4-18 de febrero de 1965) Y par- y patear a la analista, en cuanto se sentía frustrado o perseguido. A partir d el
ticularmente los dibujos (xvii) del 18 de febrero (dieciocho meses después del di-· inateriál ya presentado, parecía probable que Barry supiera lo suficiente y fuera
bujo (Xiv)], Barry parecía indicar que el camino al analista {la c;tínica) corporizaba capaz de distinguir el peligro y el daño hacia sí mismo tanto como hacia la ana-
de manera concreta durante el trayecto algo de ese estado mental. La flecha doble lista, cuando esto ocurría.
parecía ir y venir, indicando que al alejarse del analista perdía los con~eptos re- Esto le fue explicado, recordándole lo que ya había sucedido en el análisis.
cientemente adquiridos, con cierto revivir de la memoria al !egresar. Se le señaló que un b ebé de entre seis meses y dos años no puede hacer realmente
Desde el comienzo del tratamiento Barry había tenido sesión los viernes de mucho daño físico (aunque piense lo contrario); pero ese niño de dos años dentro
mañana y las otras a la tarde, siempre a la misma hora. Esto había sido siempre del cuerpo de uno de quince sí podía defiar y dejar \ncapacit~da a la analista
difícil para él; muchas veces venía tarde, más desarreglado y fuera de contacto que para el próximo paciente, y eso no se podía permitir.
en los otros días. De modo. que este dibujo hecho un jueves, ¡mtes ch: la sesión del Como era característioo de este niño-muchacho, luchó cada pl!Jgada del ca-
viernes a la mañana, parecía que equiparaba las vacaciones, los fines de semana, mino para descubrir si yo realmente estaba decidida a no ser lastima& y a conser-
el sueño y la dificultad de levantarse, con tener frío, con la rueve, con Suiza, la var, al mismo tiempo, la intención de interpretar lo que pasaba entre nosotros
muerte y la pérdida de contacto. Se tenía la impresión de que él apreciaba que las )\ tanto como fuera posible. Establecimos entre nosotros que, en cumto surgiera
únicas veces en que se sentía sano y en conta.cto era durante algunas sesiones, violencia, la sesión terminaría por ese día, aunque al día siguiente r ecomenzaría-
y que esta experiencia y su pérdida eran el núcleo de un proceso rítmico. mos a la hora de siempre y continuaríamos mientras la violencia no surgiera. La
Parece que se podría postular que el d ibujo indicaba algo así como una uni- crisis se desencadenó cuando, después de un episodio particularmente violento,
dad de desarrollo; el caos, y luego, como un resultado de la interpretación, cierta yo debí mantener cerrada la puerta del consultorio, mientras Barry la pateaba
disociación e idealización tsplitting and idealization), identificación proyectiva, y golpeaba gritando y exigiendo que se le permitiera entrar. Su madre permane-
un monto escaso de la retién tomenz:ada identificación introyectiva, luego de lo cía cerca incapaz de hacer nada; Barry la pateó, corrió luego al lavawrio y pateó
cua l se renovaban los _ataques masturbatorios y se repetía todo el proceso. En esta 1 • la puerta con gran estrépito. Entonces comenzó a llorar y gritó: "Ahora sé por
época era evidente que Ja madre de Barry Llevaba la transferencia de Ja mamá- qué soy tan homl>le". Salió, volvió a patear la puerta y se dirigió hacia su madre
café-nutricia, mientras la analista estaba básicamente en el papel de la mamá-ino- 1 diciéndole: "¿Por qué no haces esto?", implicando que ella debía rer más fume
dóro. Compárense por ejemplo los dibujos (xvü) a-b con los dibajos anteriores con él y más definida en su resistencia frente a su violencia e intrusión_
(vii) a-b. Las sesiones que se describen a continuación fueron previas a Pentecostés,
En este dibujo también parece haber alusión de que algo terrible sucedió un año más tarde, tres meses después del dibujo del "paso en la montaña". Había
mientras donnía, que podía tal vez estar vinculado con la carita que espiaba afuera'- 1' habido una repetición de la violencia y yo había dispuesto que la madre trajera
y perforaba adentro, y los ojos devoradores de las primeras sesiones. La naturaleza a Barrf a la sesjón como anteriormente y que estuviera a mano ¡nra llevarlo a
de la perturbación del sueño se aclaró más adelante en el análisis y va a · ser de~­ casa antes del final, si f uera necesario.
neada en la seccióu fina l. Parece necesario presentar el material de esta forma
masiva, porque como resultado del continuo elemento de mistificación en el mod~
de comunicación de Barry, ningún ítem o combinación es muy convincente pa~~ " Miércoles 26 de mayo de 1965
la interpretación. De todos modos, se puede encontrar en la masa del materia~~ : . · ' '
una pauta g.rande, aunque vaga, pasib le de ser discernida, que encuentra luego su En esta sesión su madre estaba en la sala de espera, y al salir Barry al corredor
1
confirmación en el material posterior.· para dirigirse al consultorio produjo resoplando dos sonoros ruidos como de

- - .A
D. WEDDELL PERTURBACION EN LA GEOGRAFlA DEL E9A.Cl0 VITAL 135
134
flatos dirigidos a ella. Al entrar dijo: "Hablando al pezón. Debo hablar al pezón.., peligrosa nuevamente pareció surgir con pasaje de gases y ruidos de gases, pero
mirándome de reojo y escupiéndome. Interpreté de qué manera. me est~opea, parece que mis palabras lo controlaron, y Barry dtjó dC1ii:z2r un "disculpe'', aian-
cómo me trata igual que si yo fuera un pezón sucio que disfruta de su sucia len- do caminó delante de mí. Diferencié los distintos pe~s del mundo intcror y
gua. Comenzó a cantar dulcemente, pero usando al mismo t~empo las palab~ en exterior y el problema de su parte-Hitler-que pasa gases.. Tinculada con el fin de
forma obscena. Esto lo interpreté como la buena voz musical que es arrumada semana. Fue hacia la otra pared y en azul escri>ió "esn ~mana, remido, ¡:cóxi-
por la lengua-malas-palabras que ensucian la belleza y la comida del pezón ma semana". Le dije que su mamá debía seguir tnyénmlo a la sesión hasn des-
analítico. _ pués de Pen.!ccostés.. A continuación escribió "nuevas s:ies" y dibujó un crculo
Barry marchó por el cuarto, haciendo muchos ruidos de gases Y_luego _co~ (xviii) que parecía contener algo así como un ojo pero con una peqaeña "C en
zó a escribir "programa de hoy" en la puerta, caminando para a~ hacia m1 o 1 ·el centro. Luego dibujó un círculo más pequeño con ui::i pequeña ''u" en cl o:n-
haciendo repentirlas arremetidas en mi dirección. de modo que deb1 apartarme de tro, de modo que ambos }untos parecían ojos, uno miraJx!o a un costzcio y e1otro
su paso muy rápidamente. Le advertí del peligro de este tipo de ataque en contra para abajo. Escnoió "D'lliTV viaje", luego en letras gra.n:.:s "norte, Londrei: egte,
de mí. Bailó por el cuarto en una forma muy provocativa y se derrumbó en la sur"_con E y O hacia Ja izquierda y la derecha, ~ tod: muy separado, dici!ndo
silla sobre mí haciendo movimientos de manoseo. Me puse de pie Y él comenz.ó a "frío en el fin de semana", que interpreté en fUDción fu su enojo conmigo. vol-
escribir en la pared con púrpura algo acerca del "tercer hombre'', que vinculé viéndose frío hacia mí cuan~o sentía que yo Jo rech.azi:a, que yo oo lo qiería
con mi parte padre-marido y las vacaciones. Vino hacia mí, se derrumbó en la silla ver. Dijo "nieve". pero luego alteró la posición del noru y el sur de manen que
y se me tiró encima; yo tuve que mantenerlo a distancia. Distinguí entre la fwia ) estaban más cerca_ Escnoi.ó "nuevo film de viajes con Dc:u!las J", y luego escribió
de la parte-niñita así como la de la parte-niñito hacia la mamá cuando sentía "Suiza" y dijo algo acerca de la dificultad de terminar: -Se posterga hasta IIaña·
que el papá se entrometía y me llevaba lejos de vacaci?nes. _Fue hacia la P~ I na"; luego escribió "Suiz¡¡" en el medio de IUila figura eH;tica, y se fue de la tesión
y la hizo resonar, amenazando con irse. Le previne que el sabia que el tratanuento en silencio.
debía tener lugar dentro del consultorio. El salió grita~d~: "Te q~ero, ~ne":. Fue
al lavatorio, volvió cantando muy seductoramente: Tu eres rru nona. Déjame
entrar", golpeando la puerta. Su madre vino y él escupió y gritó: "Cierra tu cara". Viernes 28 de m<!)'O de 1965
Pero finalmente y protestando, dijo: "Bueno, está bien" y se fue con ella.
Retrospec.;Livamente pensé que ra sesión estaba bajo la influencia de la pelea Barry llegó.tarde y wdó mucho en entrar en el comaítorio, pues mantUtO un
entre los pesos pesados Cassius Clay y Sonny Listan, que había tenido lugar ruidoso altercado con su madre, mientras gritaba: ""'AqU:vengo, pene~ por d co-
la noche anterior. Ya en o tras ocasiones había tenido la tendencia a portarse como rredor. En la sala de CS!J'!ra había otros niños; su madr! ¡ll"Otestaba y él pz.:ecía
una versión más joven de Cassius Clay. tratar de hacerla aparecer como impotente. Salió al corre:or diciendo "que ru iba
a ver a la señorita WeddeU", y su madre me miró con ~ración.. Fi.nalm!nte
vino gritándome "'pezón, pene". Volví a tomar el problena del lenguaje, la Jmgua
Jueves 27 de mayo de 1965 que se escapaba con él, que era obscena y burlona mcia una buena relaión;
también el problema de su deseo de escandalizar a los -:tros rúños, tratanó.J de
Vino silbando y gritó: " Hola, pene", pero parecía más deeaído. Se sentó a la alejarlos.
mesa leyendo y cantando "pene y pezón". Lo consideré como una forma de sacar En la pared escnl>ió "televisión psicoanalítica". y I~ en otra JX!red "pJoga
el significado de las experiencias concernientes al amor y la belleza. Sugerí que es- el pezón dentro del pecho, agregue el pene y la mastur~n". Luego «aline2:3C",
taba creando una fea caricatura de los padres analíticos mientras hacían el amor, debajo de esto "televisión psicoanalítica", luego en colUDIJa ''6-8 penzcs. 6:3!> pe-
y había hecho lo mismo el día anterior al presentar esa relación como la pelea cho. 7 ponga su pene. 7 y 30 masturbación. 8 patinaje!:! el hielo. 8 y 30 :nas-
entre Clay y Liston. Puse énfasis en el mal uso de las palabras para denominar turbación-Doma". En la puerta escnoió en columm: "5 y ;5 Noticias. 6 y 05 nne.
partes del cuerpo, y lo hice cada vez que comenzó a usar estas palabras de :sa PPTV. 6 y 30 tome su pene. P.P. 7 Música. P.A. 7 y 15 ~ho. P.P. 7 y 30 rru:!tur·
manera. Hubo un cambio inmediato, y eventuahnente comenzó a cantar "naran- bación. P.N. 8 .Y 45..: patinaje en el hielo. ATV. 8 y 15 Sah 10 ATV. 8 y45 ATV. 9
jas. y limones", dejando deslizar las palabras pene o pechos o ·pezón de una manera Noticias TTV. 9 y 10 El mundo en acción. 9 y 40 Gorranja. 10 y 35 cm·e". fn la
semejante a deslices de la lengua. Al mismo tiempo me sacaba la lengua, pero en otra pared nuevamente en columna: "FSC. P.A BBC 4. DWIV". P3D!lelo a esto
ocasiones cantó correctamente, siendo la última línea: "campana grande de arco, "FSC. PATV. PB'IV. P.!.ITV. PNTV", con dos trazos qre llevaban a "FSC-T y
arco, arco" que cantó con una voz lúgubre. Se levantó y escribió "programa pan un trazo hacia "DWTV". Luego hubo otra versión de P.!IV en jerogf.íficos q_ue
hoy". Lo escribió en la puerta, lo limpió y en lat pared escribió: "Noticias. Sobre-· no pude entender pero que terminaba en ..RSGL". y &:!ajo "4YP'". que p!nsé
vivencia , cuero crudo ,· Ricardo Corazón de León". Lo subrayó y escnoió repeti· era una confusión con el número de registro de mi aim y el que Jo precclió.
damente, luego "Dr. Kildare, Raymond Massy" y luego "Romeo". Uoa situación Después una columna encabezada "FSC. 5 y 45 Noticias.. 5 y 55 Ricardo Cor.zón
PERTURBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL · 137
D. WEDDELL
136
de Freud" en otra pared y debajo "La jungla humana", y más abajo "Pene, pezón,
de León. Hora de comedia. Música. No hay tiempo p~r~ sarg:nto~; Noticias. Gorra masturbación, pecho". En línea paralela "La hora de la comedia. HMS Paraíso.
Roja. La ley de Burke. Auto 54. La hora de Fr~ud. Noticias. C1~rre· • . El espectáculo de Lynne". Debajo "Gorra Roja. John Shaw. U,n sargento John
Todo este tiempo había estado muy burlon Y. obsceno, rruentr~s yo co~t~ua­ Man" y a continuación más programas, esta vez con "La ley de Burke", que borró,
ba hablándole e interpretando.la naturale7.a de sus ataques y el peligro cons1gu1en- pero la escribió después otra vez.
te. Cuando llegamos a la Ley de Burke, parecía que estábamos llegan~o ~ ~n Continué hablando de la importancia de mantener la hora de Freud, la hora
1 punto en que el aspecto evacuativo de la relación comenzaba a ~roducrr aliVlo. analítica, el período de resolver lo que no anda bien en la jungla de su incons-
Cuando llegarnos a "La hora de Freud", pensé que ~robablement~ este ~~-e.: pun- ciente, cuyos residuos los sentía como ubicados en los excrementos. Luego hablé
to nodal de la sesión con el reconocimiento del pezon-Freud-papa. Escnb10 Hora del pene, el pezón, el pecho y los bebés atacados en la masturbación por su parte

!
• 1

burlona que quería hacer una comedia de la ana.lista-padres, cuando sentía que
Jueves 27 de mayo de 1965 ellos hacían el amor en un estado de ánimo equivalente al paraíso. Todo se rela-
(xviii) cionó con su dificultad en el fin de semana. El me mostraba sus uñas como si
fueran garras, como si fuera a arañarme, pero sin llegar realmente a tocarme.

1
Lunes 31 de mayo de 1965
e
l Hubo cierta demora por parte de Barry en venir al ronsultorio, y dijo "Hola,
pene" de manera algo provocativa, cantando "pene y pecho". Mi continuo inter-
pretar pareció producir un cambio en sus sentimientos, y eventualmente comenzó
a tararear "Tierra de gloria y esperanza". Leyó historietas por unos minutos .y
continuó su canto, con ocasionales referencias de una manera obscena y mecánica
1 al pezón, el pene, el. pecho, que en cada ocasión interpreté en la fcrma ya indica-
da. Se levantó y escribió "PATV" en la puerta, y "prognma y FSC" y "su pro·
pia TV2" en la pared, y hubo luego todo tipo de cambios en estos programas,
pero los más importantes parecían ser la introducción de ··)fr. Magoo". Hubo tam-
1 bién alteraciones a "Ningún escondite", que eventuilinente lo cambió por
"Panorama", "Hechizada" y "Perry Mason". Pasó muchos gases, no sólo los
ruidos, y en una ocasión luego que pasó cerca de mí dejando olor, dijo "Le pido
disculpas, nada que ver con el análisis, estoy descompuesto del estómago,,_ Le
1
o pregunté si había estado produciendo mal olor con su madre en el fin de semana
porque estaba enojado conmigo, o si había estado comiendo algo que sabía le
caería mal (ligado a la sesión anterior, en que había dicho que había estado co-
rp.iendo demasiado queso). Tomé los ataques mediante g:.ses a los niños de la Clí-
1 nica como dirigidos a mis bebés, y me dijo "cállese". Interpreté que intentaba
acallarme dentro de sí como si yo estuviera durante el fin de semana en el campo

l s de concentración de su cola, atacada por toda clase de tormentos.


Comenzó a tamborillear en la mesa un ritmo militar con sus dedos, pero
finalmente se convirtió en un S.O.S., que interpreté como un reconocimiento
de que necesitaba ayuda durante el fin de serna.na, y el problema de tener que

l Su izo.
esperar cuando se sentía identificado con el bebé y la madre que podían morirse
como resultado de sus ataques con gases. Hubo más cambios en el programa y
dijo: "Pido disculpas por el breve preaviso", que en ese momento pensé quepo-
dría vincularse con el hijo de la reina, quien había sido internado en un hospital
\
durante el fm de semana para una operación de oído. Se acostó sobre la mesa
r como si fuera a morir, lo que interpreté como su insistencia de que él era 1ni

1
~---~-..,
'

138 O. WEDDELL PERTURBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 139

bebé analítico real, que iba a . morir envenenado de~de adentro pcr los ga~s;.~uan­ y mtro mi mano de una forma que me hizo pensar que la trataba como si fuera
do le recordé del largo fin de semana de Pentecostes: se levanto y _escn1)IO nesg_o una bola de cristal. Le mencioné su deseo de ver dentro de mí, de ver qué sucedía
calculado". Diferencié el tipo de riesgos que yo deb1a to~ar, los nesgo~ que hab1~ en mi mente. Continuó con sus movimientos de esquivar para adelante y para
en el mundo exterior del problema de proteger a la mama dentro de s1, Yagreg.ue atrás; pero fmalmente retrocedió y me tiró el jabón. Luego dibujó en la pared
ue cuando él fuer~ capaz de hacer esto, todos fos riesgos del mundo extcnor (xix) varias figuras (las primeras en seis meses). Estos dibujos están a la vista
qserían
' menos amenazadores. La ultima " 1a paso· con provoeac·o
• · parte de 1a ses10n l - del lector; pero los d!escribiré btevemente: había uno llamado "El mundo interior
nes v amenazas de atacarme a J>.Uritapiés, rasg uños y tirándome objetos; pero de la señorita Weddell", en que mi c¿ibello aparecía muy alto, con algo semejante
final~ente se quedó todo el tiempo~ · a un pene dentro, y con dos cuernos salientes. (Anteriormente en el análisis se
había referido a mí como el demonio.) En otra pared dibujó algo as í como la
bandera inglesa, una bandera donde estaba escrito "Mr. Magoo" y '"La ceremonia
Martes 1° de junio de 1965 • nupcial" y lo llamó «Gente enamorada". Mientras los hacía dijo que yo "le había
dado la palabra pene". Le recordé la primera sesión cuando se hab ía estado ras-
Al llegar hizo mucho ruido y recorrió la mitad de cami~o al .consultorio .P?r cando ; pero estuve de acuerdo en que lo que yo le había dicho parecía haber sido
sí solo, a pesar de saber que debía esperar hasta que yo estuviera _lista para r~c1b~­ éxperimentado por él como si yo hubiera puesto un pene en su boca y no un pe-
lo. En esta ocasión le mostré por qué no era posible llevarlo a fil consultono pri- zón. Barry lavó el trapo, se lavó las manos y cantó durante un rato.
vado para su tratamiento hasta que su parte de niño grande pudiera controlar su Luego comenzó a cantar de modo muy poético y con una voz muy tierna
violencia. Continuó muy ruidoso, cantando a intervalos "pene Y pecho", pero y amorosa, "Mr. Magoo fue una noche a caminar en Ja oscuridad, en la oscuridad_
era obvio que escuchaba lo que le decía y al mismo tiempo redactaba :•progra- Para su sorpresa se encontró con una mujer joven. Se encontró con una mujer jo-
mas" por todas las paredes. Borró algunos, lo cual era fuera de lo comun, pero . ven para ru sorpresa, sorpresa. Repentinamente sintió que estaba enamorado,
hizo muc~as alte;aciones. Mr. Magoo reapareció, tambiéq Mik~ _Richards, Can_1.1on, :, .~\' que estaba enamorad o, un amante. Hacía tanto tiempo, era tan tarde. ¿Sería po-
Ball, Necklace, Survival. Hubo otra vez muchos gases y arrojo el trapo .m ojado · ·~¡ sible que estuviera enamorado, un amante por fin?". Lúego por ll!IO's pocos minu-
por todas partes, lo restregó sobre la mesa y finalmente también en su cara. ·. · > " ·! 1 tos habl.ó con una voz bastante distinta\ dijo a1go aceré:a de "ciudad y alre<ledores"'
Barry escribió en Ja mesa: "Esta es su vida. Repetición". Le hablé s.obre su y "disculpe la expresión" y "Mr. Ed". Pero luego ensució sus zapatos con tiza
deseo de echarme a perder y de exprimir de mí hasta la última gota, ~a que yo verde, y también el piso y la alfombra antes de irse. Probablemente es bnportar.te
estuviera exhausta y agotada (esto en referencia al estado en que yo hab1a queda- tener en cuenta que Mr. Magoo tiene una visión muy defectuosa y un optimismo
do la sesión anterior, que sin ser nada extraordinario, me dejó sin embargo espe- •: compensatorio:*
ciaimente exhausta). Rompió el trapo en pedacitos y usó trocitos de papel para . · ' •
Esta fue una sesión muy conmovedora, la primera vez que se expresó ·algo
limpiar la pared y Juego hizo telescopios con papel que vinculé ~?n su n~cesid~d .
de afecto, maravilla, misterio y esclarecimiento_ Parecía posible que su identifica-
de espiarme adentro para ver .el daño causado. Durante esta ses10n, trate consis-
ción con un papá-M'agoo fuera precursora de una reducción del intenso voyeu-
tentemente de no usar ninguna de las palabras que él denigraba, y cada vez que
risrno hacia el pecho y el comienzo de su gratitud por él.
pude méncioné cómo él extraía el significado de las experiencias emocionales
cuan.do usaba "pene" o "pecho" de esa manera . Escribió: "Usted debe ser casti-
gada" y lo repitió de manera mecánica con voz tipo Dalek*, pero se fue cantando Comentario. En esta fase se describieron las sesiones que ilustran el desarrollo
"no tanto un programa, más un estilo de v.ida". Hubo menos desorden en las de muchos conceptos cruciales en la transferencia infantil, .conceptos de espacio
paredes, pero mucho en el piso. interno, la geografía de la fantasía, la concepción de roles, de un se.ndero mental,
de un centro de Ja existencia, de una relación espacíotemporal, de frío y cálido,
de ;:adres combinadO·S, de daño y de amor. Son todas elaboraciones de lo que pa-
!tfiércoles 2 de junio de 1965. recio haber comenzado a establecerse en la fase previa, aunque tal vez el desarrollo
de la capacidad para la cooperación y el afecto es la mayor esperanza para el resul-
Barry estaba ruidoso, grosero y atacó a su madre en el extremo del corredor. tado último del análisis.
Cuando vino le hablé firmemente del daño que ese tipo de conducta significaba
para el análisis y de su lengua burlona, desafiante y denigratoria . .Le hablé de pi_e ; ·
dando la espalda a la puerta, con mi "mano de policía" levantada, dado que el ,
estaba muy amenazante. Vino entonces hacia mí de manera menos amenazadora .:;" .

• Dalek: un robot de la TV que está siempre en contra de los seres humanos. (N. del S.J • Mr: Magoo, personaje cíe la TV que ve muy poco. (N. del S.)
140 D. WEDDELL PERTURBACION EN LA GEOGRAFIA DEL ESPACIO VITAL 141

Miércoles 2 de junio de 1965 En el día en que Barry fue a la. escueh por primera vez, entró al consulkorio
(:Wc) con aspecto muy seguro, con un portafolio bajo el brazo. un cuadro muy diftl>ente
f1 ~~ ¡.,.~ ~la. S(t<l. . o.Jq,jru) del muchacho gordo de miembros sueltos de los meses anteriores. Mi sermción
fue de que tenía lugar cierta identificación con un papá que trabaja:. Se demmbó
f en el diván y durmió durante la mayor parte de la sesión.
(a) (b) (e)
Anteriom1ente en el análisis habfa habido brévés episodios de incómoda :!Om-
1 nolencia; pero esta vez era distinto. Mientras estaba acostado, ligera.mente S) nIO-
jado, algo de un ángel-bebé rosa y blanco parecía emerger de su rusticida:. Mi
impresiór.· era que estab;, reproduciendo una situación de nacimiento, un ti?J de
cu¡,..;;-v de "la mamá y el bebé están bien·' . con alivio de todos: una ex~cia
1 muy emocio nante en la contratransíerencia.
l
El sueño en la sesión continuó durante algunos meses. Solamente en la rnrne-
\ ra ocasión pareció ser un dormir descar.sado; pero más tarde y durante un ~mpo
l
~1
fue muy perturbado , Barry comenzó a traer sus sueños nocturnos: anteriornente
sólo había presentado dos o tres y en todas esas ocasiones se relacionaban con mi
e.l ~Y\.10 d<..UJO-tfO ?~ muerte.
El siguiente es un sueño traído en la mitad de la semana y que se reprodujo
(d} (e)
1 parcialmente al comienzo de este capítulo: El había tenido que ir a un labcroto-
rio. Había allí una computadora en la cual debía poner el nombre y la dúttrión
de lo analista. Había mucha gente y cada uno tenía audífonos y wz reaptor. "
Sei!I meses más tarde, él volvía y cada IL1IO tenía una caja delante de sí.. Ozrr.do
1 Ítúró dentro de su propia caja había una efigie de sí mismo, una especie de 1':'.ásca-
ra de muerte, un horrible monstruo de cuatro ojos, narices y bocas, diez piernas y
brrrzos. Mientras me contaba el sueño, la voz de Barry comenzó a desva.;)t-.:erse
oO o o----~ y se quedó dormido.
1 Creo que este sueño evoca mucho de lo que ya he delineado, y me re.:ordó
material similar de mucha'S sesiones.· Por ende, no va a ser difícil para los lettores
compartir algo de mi experiencia de maravilla frente a Ja claridad forjada ?Jr el

l • Así en el original (en inglés "ano" se escribe ",_,-iusn).


proceso analítico. Puede interpretarse con bastante seguridad que el Iabomorio
del sueño era mi laboratorio y su lavatooo: que la computadora, la mamá-p:~ho­
inodorq, era también una mente-pecho nutricio que no sólo recibía sus cilifica·
tivos insultantes, sino que también podía mostrarle gradualmente y en el m001en-
QUINTO AÑO DE ANALISJS (1968} to oportuno la verdad acerca de sí mismo. cuando él pudiera tolerarla, retrospec-
ti;-amente cuando ya hubiera hecho cierto progreso.
Sinopsis. Barry va a la escuela y cornienZ2 a relatar sueños que confirman y la existencia de otros niños en la Clínica queda registrada en ·el sueño. Al co-
aclaran el material y las interpretaciones anteriores. Surgen varios significados del mienzo del análisis había sido importante para Barry que aquellos niños foeran
acto de dormir y comienza la lucha acerca del concepto de trabajar. protegidos de sus impulsos intrusivos y <.terrorizantes, como él mismo Jo había
sido, a su vez, de la retaliación de ellos, en contraste con lá situación en su i;mndo
Resultó por fin posible que Barry fuera tra (do al consultorio privado de la interno, donde la madre parecía ser constantemente atacada, abortada y, a1 par
analista, y que se acostara en el diván, luego ce cuatro años de tratamiento (a la que sus hijos, mutilada o asesinada. En e&e sentido, la analista había sído viven-
edad de l S años y medio). Se hicieron planes para que fuera a una escuela especial ciada corno un objeto suficientemente fuerte como para tolerar sus· ataqlli$ ani-
al comienzo del año lectivo siguiente. Esta idez era mencionada entre nosotros co- quiladores, mientras continuaba sosteniéndolo, conteniéndolo, sin tirzrrio al
rno P.A.C. (Psycho-An.alytic Conspiracy, Conspiración psicoanalítica). En la mente inodoro corno un bebé fecal.
. de Barry todos los psicoanalistas estaban implicados y sentía que lo forzaban a " Los seis meses más tarde del sueño eran en realidad cuatro años, una Edica-
que dejara .el estilo de vida gorila, "aun cuaneo él pudiera ya usar el lavatorio y ción de la dificultad de Barry en relación con el tiempo. De todos modos. Barry
la ducha", para decirlo con sus palabras al dejar h Clínica. pudo comprender claramente en ese momento algo de su efigie, de la parte mons-

E ¡ ,::to -- ~ -
142 D. WEODELL PERTURB.ACION EN LA GEOGRAP'IA DEL ESPACIO VITAL 143

truo de sí mismo en relación con sus ocho tentáculos de pulpo Y con sus diez en experimentado como un objeto permeable, indefenso: según Bion, un conti·
brazos .y piernas. Era ahora capaz de enfrentar este horroroso cuadro de sí, antes nente carente de sensil>ilidad o capacidad de ensoñación; según Bick, sin suficiente
que imponérselo a otros mediante conductas agresivas, como al comienzo del piel para funcionar como un límite.
análisis. Luego de un período de afios (no de semanas como en el sueño), Barry reco-
Por el resto de la sesión, durante el tiempo en que Barry aparentemente noció el pecho como una caja continente (vinculada con su adicción a la TV), un
dormía, yo hablé en VOZ alta sobre estos te1Tl2S. Cuando lo desperté un poco pecho-espejo que podía devolver al bebé el reflejo de sí ITÚsmo de una manera
antes de la hora, dijo: "Magnífico" mirándome muy intensamente; prosiguió: que le hacía tolerable el dolor de verse como una efigie, como un monstruo
"y sucede cuando duermo una siesta", y al irse me dirigió una soruisa beatífica. ''OraZ, un parásito y un adicto.
AJ día siguiente, Barry me relató otro sueño en el cual él estaba en un gran La máscara de muerte también podría considerarse como equivalente de Ja
auto; luego se encontró sentado en un ataúd (una asociación con la muerte del idea de Bion del "terror sin nombre" y del temor del bebé a su propia muerte.
presidente Kennedy). Llamó a su amigo para que viniera a ayudarlo a salir y le 1 Del siguiente sueño de estar en un féretro, se vio que sueño equivalía a muerte,
dijera por qué estaba allí. Su amigo lo ayudó a salir y cwmdo quiso dormir una ¡. con lo que se iluminó uno de los significados de domúr en las sesiones. "Sentarse
siesta se volvió a meter adentro y ce"ó la tapa.. Luego escuchó una hermosa en el féretro" sugiere fuertemente caer dentro d~I pecho muerto, ligado al miedo
música, y cuando miró hacia arriba todo era distinto. 1 de que se lo descubra como un bebé fecal al que se le permite tirarse en el ino·
Este sueño fue interpretado en relación con el final de la sesión anterior, doro.
ya que parecía confirmar q ue para Barry ir a domúr (hacer una siesta), equiva· En ese momento del sueño, el paciente fue capaz de "pedir ayuda", para ex-
lía a entrar en un féretro (cerrar sus ojos-bajar la tapa). También pareció claro traerse de su estado de identificación proyectiva. En el sueño, el amigo de Barry
que era la voz de Ja analista, como la voz de su madre en el pasado, la que lo res- (la analista-pezón) lo ayudó a salir. La siguiente vez en que entró en el féretro·
cataba y lo volvía al reconocimiento de la vida y la belleza (todo diferente). sueño (en la sesión), despertó levantando la vista al pezón en lugar de bajarla al
Dos semanas después Barry describió otro sueño. El había aterrizado en la tnsero._ con el resultado de que '<todo es diferente". "
luna sin peligro. En · ese momento lo interpreté comó que el paciente podía "Levantar la vista" y "todó es diferente" pueden enton_ces relacionarse ron el
sentirse bien sostenido y pr0.tegido por un pecho-luna y era entonces capaz de sueño siguiente de la luna-pecho, en el cual Barry aterrizó felizmente y, lo que es
dormir de una manera vivaz, muy diferente de dormir con ti sentido de intro- muy importante, sin entrar en ella. Podía dormir con su objeto (la luna), no der.!ro
ducirse en el féretro. de ella. Nuevamerue parece ser la capacidad del objeto, del pecho, de sostener al
Luego de otras cuatro semanas de trabajo, básicamente en relación con fan· bebé y de resistir la intrusión, la identificación proyectiva invasora, lo que hizo posi-
tasias masturbatorias concernientes a caer en identificación proyectiva con el pene ble! el cambio {Money-Kyrle).
paterno (sueños de ir a la luna en un cohete), hubo otro-cambio importante. En el sueño siguiente vemos una vinculación con todo el trabajo del análisis;
Esta vez Barry soñó "que aterrizaba en la luna; el emperador -.enía y le decía que que resulta en que a Jos penes-policías-guardias se les permite proteger a la analis·
ese territorio era suyo; pero que podía quedarse por un tiempo. Esto parecía de- 1.2-reina-madr&-pecho. En el sueño, el pezón~mperador fue insertado con la fuer-
mostrar, con bastante claridad, que Barry podía reconocer que en su mundo in· za, la integridad (no trastornada por intrusiones masturbatorias) de ser capaz de
terno había un objeto combinado (pecho-luna y emperador-pezón) con capacidad r2cionar el tiempo y el espacio del bebé y, en consecuencia, parece haber un reco-
de hab lar y que podían diferenciar situaciones de una manera útil para él (identi· nocimiento de un objeto combinado benévolo.
ficación introyectiva). Parecía haberse establecido Ja posibilidad de una coopera· A esto siguió la cc;>nceptualización por parte de Barry de un objeto que puede
ción y de la curiosidad saludable. aceptar la angustia del bebé acerca de dónde está, qué está haciendo, comprender-
Esta secuencia de sueños parece sugerir convincentemente que la acción (con· lo y devolverle ese conocimiento de una manera capaz de producir alivio, permi-
ducta, dibujos y uso del knguaje) de los cinco años previos podía ser en ese mo- ti.mdo (según Bion) el desarrollo de "una parte de la personalidad que estimula
mento mejor contenida y transformada de pensamientos oníricos en comunicacio· el crecimiento".
nes verbales, lo que implica una mejor diferenciación entre realidad externa e in- La lucha sobre el uso del tiempo continuó durante varios meses. Dormir en
terna. Esto se confumó fuera del análisis por el hecho de que Barry en esa época , !:? sesión primeramente se consideró como una defensa contra los celos edípicos,
fue capaz de toler;u Ja disciplina de un ambiente escolar comprensivo y parecía en particular antes y después de los fines de semana. También emergió como una
estar dispuesto a recuperar el tiempo perdido en su educación. dd"ensa en relación a conflictos conmigo como objeto externo, acerca de la natu-
rueza del trabajo analítico y de la cooperación. Estar despierto significaba sentir
Comentario. Retrospectivamente, uno puede ver con cuánta facilidad la el dolor; "le corto los pies y la cabeza", es lo que Barry dijo en relación con el em·
computadora del primer sueño podía haber sido originariamente considerada pleo del tiempo cuando llegaba tarde y se iba temprano. Esto también podía
equivalente al trasero de Barry, al cual sus ocho dedos de pulpo eran adictos. En relacionarse con su previa declaración: "La corto en pedazos y la clavo por todos
este sentido, su trasero podría haber sido un sustituto satisfactorio del pecho, que bdos", para ilustrar cómo llegó a estar fuera de contacto con el tiempo. De a po·

......
144 D. WEDDELL PERTURBACION EN LA GEOGRAFlA DEL ESPACIO VITAL 145

co, al t ener lugar las identificaciones proyectivas, se produjo una transformación. de un muO:o interno con espacios y de .objetos con espacios internos. Gradual-
Entonces, su tendencia a caer dormido, a acomodarse parasitariamente en el ob- mente esto ie hizo equivalente a una familia interna C:on roles, relaciones, fun-
jeto, fue reemplazado por períodos más prolongados de trabajo analítico. · ciones y <;X>l? derecho a la privacidad.
Externamente, pudo entrar en el consultorio.d e ·una manera ·claramente "bien El ma1~l que proviene de la segunda y la tercera fase de Barry parece ilus-
compuesta", muy diferente dé la de "babuino" de los primeros meses de análisis. trar <:Qmo h identificación proyectiva invasora (fantasías destructivas violentas y
Pero todavía tendía a derrumbarse en el diván como un elefante (con rodillas y voyemismo omnipotente) dio lugar a identificaciones proyectivas más útiles
codos), a lo que le dimos el nombre de "elefanti•Jis". (Policía Mi:ntada del Canadá, médicos como estrellas de TV, etc.), acumulando
Al séptimo afio de análisis (1969), algo de la lucha con respecto al trabajo y pruebás de una curiosidad más sana (el concepto de Bion de una parte de la per-
con el cambiante cuadro interno -fue ilustrado én un sueño. Barry estaba en un sonalidad ~J~ estimula el crecimiento). Al comenzar a operar la identificación in-
tren. con muchos cuartos para familias. Había co"edores, <te modo que uno podía troyectiva.:;; benevolencia y el afecto pudieron hacer mella en la agresión.
caminar por todos lados, y lugares para autos. Cuando llegaron a una difícil parte La tra.::.:!iormacióo de Barry, del gorila horrible, de la efigie, del monstruo, al
montañosa un motor diese/ fue agregn<f.o; mucho mejor para remontar cuest01 joven que ;odia mantenerse erguido, actuar c.on intencionalidad y en ciertas oca·
Parecía haber sido reconocido algo de la naturaleza dei trabajo analítico, y haber siones has::i tener buena presencia, parece confirmar la impresión extraída del
introyectado un objeto interno parcial con capacidad para trabajar intensamente, material d~ que esta mejoría depend ía de la fortaleza, elasticidad e integridad de
lo cual sugiere las configuraciones de los dibujos (xiv) b y (xvii) b combinadas. los objetos internos, mediante la identificación proyectiva:
Al tener lugar identificaciones proyectivas e introyectivas sanas (Ja forma de Más t;:-de, a través de sus sueños, pudimos comprender que la mente-compu-
poner y sacar del sueño de la computadora), Barry comenzó a adquirir la capaci- tadora de ia analista en equivalente para él a un pecho-inódoro, un objeto, un
dad de distinguir su parte más adulta y más sana, y pudo verbalizar, " le traigo continente. en el cual podía expulsar sus experiencias penosas, amenazadoras,
mi parte-bebé". Pudo establecer contacto en la sesión sin ser un bebé. Le fue en-· " , indeseadas. Esto equh-alía también a un pecho-féretro, un objeto que debía ali-
tonces posible llevar a cabo funciones parentales hacia su parte-bebé. Pudo coci-'·J',f',,.' viar al beh! de su miedo a la muerte (Klein, Bion) y a sus objetos muertos. Tal
nar, limpiar su cuarto. Pudo estar solo en la casa y trabajar durante las vacaciones. objeto era para el bebé equivalente a su propio trasero (Meltur) que es entonces
Sobreviniewn ciertos avances en la posición depresiva, y Barry fue capaz de dis- el o bjeto !J.defenso y permeabfo, confundido con un pecho desvalido, un objeto
tinguir " lo importante es qué ojo utiliza uno para mirar a la gente; el ojo de la caja dentro del ~ual el bebé siente que puede acomodar su sel/ o partes de su sel/ como
mecánica o el ojo humano" (¿la perspectiva reversible de Bio1i?). Su parasitismo un parásito (){eltzer).
er:i aún evidente en su aversión al trabajo y su deseo de permanecer dependiente Cuanw estas partes iueron contenidas suficientemente bien y con firmeza
de su familia, rero continuó progresando en el análisis. (Bick), el ~echo-inodoro se convirtió también en el pecho-espejo-caja, que mostró
al bebé in:igenes de sí mismo y de lo que hacía. Esto puede equipararse al pecho
corno un cbjeto que puede desnuda r de dolor una experiencia (Bion), un objeto
que tiene 'll1 espaci-0 para recibir las experiencias del bebé y la capacidad de de-
RESUMEN DE LAS FORMULACIONES TEORlCAS volvérselas para que que tenga lugar un desarrollo más saludable (Klein-Bick). A
partir del material de Barry, el pecho-féretro pudo convertirse en el pecho-l una
El detallado material clínico ilustra, según la autora, ciertos aspectos del (es decir, ¡uego de habérsele explicado a Barry cómo se introdujo en el féretro),
desarrollo del mundo interno en un niño que se había recobrado de un estado y tuvo la .iy-uda necesaria para salir de su identificación proyectiva, de modo que
autista, pero con un desarrollo caracterológico marcadamente psicótico. pudo com::IZ3r la identificación introyectiva con un objeto no dañado. Se estable-
La tesis de este trabajo, en tanto s.e la comprende en relación con el material ció entoo:~ la diferenciación entre meterse y poner un.a parte adentro (ir a la lu-
presentado, es que para que un objeto pueda ser usado para la identificación pro-' na en coi ete), con retoríl3I y separarse (aterrizar en la luna Jl?f un período
yect iva útil de una parte sufriente, alivie esa parte y la den1elva al sel/ con miras a breve).
su integración (Bion), debe ser un objeto suficientemente elástico y resistent e Una •'!Z que se estableció la función continente del pecho y su disponibilidad
como para aguantar la identificación proyectiva masiva (Bick) y el hospedaje pa~· para las ii¿ntificaciooes proyectivas provechosas, junto con el concepto de un
rasitzrio de esa parte del sujeto (Meltzer). ;: ~ • mundo ir:terno con espacios, pareció disminuir Ja identificación proyectiva, y
Para Barry, en la primera parte del análisis, el momento crucial fue el recono~ comenzó 1 tener lugar la identificación introyectiva con objetos no dañados.
cimient o de la analista como un objeto que era vulnerable, pero que podía recupe- Esto le permitió sentir admiración y respeto por las cualidades personales
rarse; que te nía una piel que podía ser dañada, pero que podía sanar bajo el ven-' (el empendor, el racionamiento de tiempo y espacio, el motor diese!, subir la
daje', entre las sesiones. En la mente de Barry, las heridas se convertían en orifi-1 ~ ·cuesta), romo un baluarte contra la persecución por parte de objetos dañados,
cio~, A esta etapa siguió el desarrollo de la fantasía de penes-médicos-policías'> ..que estabm muy confundidos con objetos malos y con partes malas del sel[.
inl(rfOOS que reparaban y protegían a la analista, lo que dio lugar a Ja concepción • Este tlesarrollo parece seguir los lineamientos de la idea de Bick de la piel
' '~ 1
146 D. WEDDELL
( CAPITULO VI
que funciona como un limite y del concepto de Bion de un objeto que sostiene,
contiene y es capaz de soñar (r'?verie), así. como también con la tesis de Bick
de que hasta que pueda ser introyectado un objeto con tales cualidades, la fan· LA ENFERMEDAD AUTISTA.RESIDUAL
tasía de espacio interno y externo no puede desarrollarse. Esto también parece Y SU EFECTO' SOBRE EL APRENDIZAJE - PIFFIEt
confirmar su idea de que cuándó esa introyección no tiene lugar, la identifica·
ción proyectiva continúa imbatible, .obstaculizando el desarrollo sano, ilustrado Shirley Hoxter
por Bick en los objetos "sin piel", y por· Meltzer ~n el "acomodo parasitario
~ ·
de una parte del sel[ eJl el objeto".

l
1

( INTRODUCCION

' .. ' El interés principal de este capítulo consistirá en estudiar algunos factores
que parecen haber impedido o aumentado la capacidad de crecimiento de un de-
terminado rúño. Christopher, cuyo sobrenombre era Piffie, comenzó la psicotera-
1 pi.: conmigo a la edad de tres años y tres meses. Durante la mayor ¡)arte del tiempo,
y hasta terminar el tratamiento a Jos ocho años y tres meses, tuvo cuatro sesiones
semanales. Su terapia fue recomenzada dos años y medio más tarde, y desde los
once años hasta los catorce (su edad en el momento de escribir este capítulo) vino
una vez por semana.
Los períodos de psicoterapia que ~e analizan se ocupan t'undamentalmente de
los efe<:tos residuales del estado autista. Probablemente Piffie comenzaba a salir
de este estado antes de comenzar la psicoterapia y se desprendió de sus manifesta-
ciones más llamativas durante el primer año de tratamiento. Sin embargo, aún
pueden distinguirse las huellas de los rasgos autistas previos, que continúan te-
niendó un efecto limitante sobre su desarrollo .

SUS PRIMEROS AÑOS Y ANTECEDENTES

Christopher es el menor de tres hermanos. Para la época de su nacimiento,


que fue mediante una operación cesárea, su madre estaba muy ansiosa, ya que por
anteriores experiencias tenía razones para temer que el nifio pudiera morir. En

1 Este capítulo está b3$adO en un trabajo publicado en elloumal o[Olild Psychotheiapy, Vol.
3, Nº 2, 1972. .
148 S. HOXTER LA ENFERMEDAD AUTISTA RESIDUAL 149

realidad, fue un bebé sano pero muy pasivo, que dormía mucho y nunca to!Dlba comenzó a asistir a una escuela preparatoria a>mún, yendo al principio sólo medio
el pezón o el biberón con fuerza suficiente como para succionar en forma adecua- turno y a una clase de niños más pequeños que él. Al poco tiempo fue transferido al
da. En realidad, prácticamente, se le debía verter la leche en la boca. grupo de su edad, y poco antes de cumplir siete años ingresó en una escuela privada
Aproximadamente a los dos años y medio, un médico amigo llamó la atención preparatoria regular, donde pronto fue ubicado en un grupo de niños mayores que
a los padres sobre su situación. En esa época, el contacto y la respuesta significati- él. A los trece años obtuvo una beca para una escuela secundaria muy seleccionada .
.vos a la gente y las cosas de su derredor era tan pobre que hubo que investigar la Hasta cumplir doce aí'ios, ir a la escuela era pata él una fuente de severo
posibilidad de que fuera sordo o deficiente mental. En la época en que me fue re- sufrimiento. Dejar su casa y su madre, y tener que soportar los tormentos de
mitido, a los tres años y tres meses, era inmaduro en todo sentido excepto en el otros niños de los que estaba aterrorizado, le causaban desesperación. Frecuente-
desarrollo motor. Podía decir unas pocas palabras, pero lo hacía raramente. Las mente estaba a punto de negarse a ir a la escuela, en especial en épocas de cambio
actividades que no fueran la agitación sin propósito, consistían básicamente en de clase o maestro. En gran medida era capaz de tolerar la escuela utilizando
poner cosas dentro y fuera de cajas. Se decía de él que no mostraba placer en jugar un proceso patológico que le permitía mantener la escuela y la vida en el hogar en
o gusto por vivir. A menudo pasaba largos períodos mirando el espacio aparente- compartimientos rígidamente separados. Su tendencia a los logros intelectuales
mente abstraído de lo que lo rodeaba, especialmente en épocas de grandes cam- era reforzada sin duda como una forma de huir de la vida social escolar; pero
bios, como unas vacaciones en la costa. Era sin embargo muy sensible a los sería simplificar demasiado si lo considcrainos como un factor fundam ental.
cambios pequeños, particularmente cuando afectaban alguna de sus muchas La beca que logró sugiere una historia de éxitos en lo que se refiere a logros
rutinas. (Se decía que tenía una rutina para cada cosa.) Era muy exigente y, cuan- escolares. Pero un conocimiento más cercano de Piffie revela la naturaleza enga-
do se sentía frustrado, caía rápidamente en ataques de gritos prolongados. Su taro~ ñosa de estos logros y lleva a un reconocimiento más completo de la forma en que
y furia eran particularmente marcados cuando lo sacaban de la casa o de su sillita el aparente progreso de su terapia en el pasado, había sido engañoso . Lograba una
o cuando le ponían ro pas nuevas. Tenía severos problemas de alimentación y de ~ . , ' acumulación impresionante de conocimientos, pero hacía relativamente muy poco
sueño, pero durante el día se mantenía limpio y seco. En la parte superior de !a ~·~ progreso educacional en todo lo que podía llevarlo a acrecentar su comprensión
cabeza tenía
. una pequeña
. área pelada, debido a que constantemente se ~·~·, y creati;.idad.
caba el pelo. De funcionar como un deficiente mental pasó a funcionar como un pedante;
la madre de Piffie era una persona excesivamente vulnerable y ansiosa. Es- ·Y aun así, ciertos aspectos esenciales de sus dificultades en el aprendizaje casi no
taba muy preocupada por él, pero . aJ mismo tiempo se sentía constantemente cambiaron. Estas se refieren particularmente a sus mecanismos obsesivos y forman
acosada, culpable, inclinada a ceder en todo. Hubo muchas ocasiones en que fue parte del tema principal de este capítulo.
posible observar que cuando Piffie comunicaba sus ansiedades a la madre, ella
respondía embistiéndolo con su propia ansiedad. Afortunadamente fue posible
arreglar para Ja madre sesiones de psicoterapia con una trabajadora social psi-
quiátrica, que la ayudaron mucho. · PRIMERAS ETAPAS DEL~ PSICOTERAPIA
El padre dio mucho apoyo tanto a su esposa como a la situación terapéutica.
De todos modos, también él frecuentemente expresó su grave faha de confimza · Mi primera impresión de Piffie, que entonces tenía tres años y medio, fue la
en si mismo. la situación de Piffie en el momento en que fue remitido puede de un niño atractivo. pequeño para su edad, pero compacto y regordete, que
ser resumida en las palabras de su madre: "Parece temeroso de la vida". mostraba un grado de compostura y una falta de ansiedad engañosos. En la pri·
mera sesión no mostró ninguna reacción cuando su madre se fue del cuarto de
juego. Pasó mucho tiem po examinando cubos para construir y juguetitos, alineán·
·, dolos, agrupándolos en una variedad de fonnas y luego los guardó cuidadosamente
HISTORIA EDUCACIONAL en cajitas. Me miró dos veces y su · primer uso de mí fue hacerme sostener dos
r cubos que se habían caído. Durante las primeras semanas ésta fue una de las ac·
Daré ahora un resumen de su historia posterior, con particular referencia a tividades repetidas con más frecuencia. Era evidente que los juguetes (animalitos,
su educación. Se Je hicieron tests a la edad de diez años, y obtuvo un CI de 126. casitas, autos, etc.) casi no tenían para él valor representativo, eran en gran me-
A la edad de entre cuatro y cinco años, la comprensión y el uso de las pa)abras dida trozos indiferenciados de sí mismo y de sus objetos. A diferencia de otros
alcanzados por Piffie eran, por lo menos, de un nivel nqrmal para su edad, aun<¡Ui niños con un grado más severo de autismo, no desparramó estos trozos a su alre-
su habla fuera confusa. A los cinco años tenía todas las habilidades que wio , dedor con el objetí'u de produci.r caos en el cuarto, que tanto refleja el estado
puede esperar d~ un niño inteligente en edad preescolar. Sus dificultades sociales .:~· interno como anula la distinción entre el self y el no-self. En su lugar, Piffie
Y emocionales, sin embargo, continuaban siendo severas y fue necesario postergar 1 demostró una perseverante necesidad de controlar Jos pedazos e imponerles su

su ingreso en el colegio por un año más. Poco antes de su sexto cumpleaños. ·
•• propio sentido privado del orden, en el cual la ubicación y el uso de continentes,
'

!50 S.HOXTER LA ENFEB.XEDAD AUTISTA RESIDUAL 151

como cajas, · cumplían un papel importante. En las siguientes sesiones mostró miento de esur en pedazos y de poder encontrarse a sí mismo. Durante un tiem-
furia y ansiedad cuando ciertos objetos cayeron al suelo y no querían confor mar- po, comenzó él mayoría de las ~ones buscando los cubos que concordaran con
se a su sistema. Comenzó ent onces a usar mi falda de una manera algo diferente los colores d~ ms ropas y de J.a.i. mías. Tenía ya un lenguaje lúdico con el cual
de las cajas, como un lugar para objetos que se habían caído, estaban en desor- . expresar y ~r sus problemat. De esta manera, podía comunicarse y trabajar
den o eran molestos. Esto lo llevó muchas veces a explorar los contenidos de mi en lo que en ese momento enteo.d í eran las vicisitudes de la integración y la des-
regazo, y a recobrar de allí co:>as que entonces le eran en apariencia más signifi- integración, ¡:.>!rdida o d.a ño a p¡_.·us que él sentía que los dos teníamos que so-
cativas. Porque cuando las tomaba de mi falda fue más y más capaz de nombrarlas
correctamente, y a partir ·de e.se comienzo su uso del lenguaje aumentó sin pausas.
Daré algunos ejemplos de la tercera y c:::arta semana dE terapia. Primero que-
.l portar. Estas partes de su propio cuerpo y el mío podían diferenciarse y haber
así más distinción entre él mismo y algo o alguien diferente.

ría asegurarse de que todos sus jugu~,,:~ estuvieran como los había dejado antes
del fin de semana: en una caja, que a su vez estaba en otra caja, la q~e estaba en
una tercera caja, dentro de un cajón. En particular, quería encontrar la leona de DISCUSION
juguete que, usando una de sus raras palabras,-itrmó Gigí, como el gat0 de su
casa. Luego de un t iempo echó todos los juguetes en mi falda. Buscó luego a Gigí Es caracurístico de la histo,;.. y de la psicoterapia de Piffie que desarrollos
y Ja encontró con mucho placer; y repítió este juego de perder a Gigí en el mon- romo los des..-ritos séan engañOi;)s. Retrospectivamente, sigo considerando que
tón de juguetes y volver a encontrarla. Mi interpretación incluyó que quería que estos progrese<! tenían la signifi.::Ldón y el valor descritos. Pero muy a menudo
yo fuera una mamá que podía guardar todas sus cosas dentro de mí si~ peligro; su perseverancia sistemática sob~t un problema se convertía en perseveración, y
que Gigí (que representaba, pienso, las caricias y el consuelo del objeto materno em paso adelan:e, en un paso hacü un callejón sin salida. Ahora considero que este
perdido durante el fin de semana) se perdía y mezclaba con los "plop plops"* y material tamb-'..!n se refería a lm aspectos más tenaces de su psicopatología, con-
otras cosas que él sentía haber puesto dentro de mí; cuando yo Jos sostenía, , ~­ cernientes a ms mecanismos obiesivos primitivos. En el ejemplo de juntar los
pensaba que podía mirar aentro de mí y encontrar nuevamente las partes buenas; · !" cubos para rqiresentarse a sí nú!mo, parece haber una comunicación acerca de la '
Luego tomó · y nombro · una cantidad de otros juguetes, conejos, "Ventanas en una ·,,',"""'"',' integración de un objeto que ha .sido dividido en fragmentos. Ahora lo conside-
casa y un "caballo-papá°'. raría como = afumación preciil y literal acerca del ensamblado de un objeto
En una sesión de la cuarta semana descartó algunos cubos y los arrojó sobre que ha sido !.':gmentado en porciones. Lo mismo que los cubos para construir,
mi falda con cierta violencia. Con los cubos restantes trató de construir, y era evi- tal objeto pn"1e ser armado, d=rmado nuevamente y reannado en permutacio-
dente que Jos colores azul y amarillo jugaban un papel importante en su combina- nes intermi.nz.i:tes, pero no pued:e pasar por el proceso curativo de la reparación
ción. Nunca estaba satisrecho con su estructura y ésta se caía repetidamente; o por el proces.:i de crecimiento d;; la integración..
se sinció un poco desesperado, derramó algunas lágrimas, apretó sus dientes y me Cuando éecimos que un objeto ha sido escindido (split), generalmente pen-
miró con furia. Finalmente tomó las piez.as caídas, las puso en mi falda y trató de samos que estí dividido en funci5n de experiencias emocionales; estas experien-
construir algo allí. Interpreté que me necesitaba como una mamá capaz de recibir cias em.ociorules y las fuentes que se les atrfüuye se mantienen separadas. En la
sus ataques y los fragmentos de sí mismo. Para aclararle más mi interpretación, disociación nocmal temprana, se divide el objeto materno: una parte es idealizada
le mostré cómo los cubos amarillos y azules lo representaban, pues vestía un sué- y se convierte en la fuente de toco lo gratificante pero queda totalmente separada
ter amarillo y shorts azules. Esto Jo deleitó, e inmediatamente fue a buscar algunos de otra parte i:ue se vivencia corn'.l ;:iersecutoria.
cubos rojos que ubicó sobre sus zapatos ro,jos, mostrándome cómo concordaban. Un objero segmentado o dermantclado (Meltzer) es un objeto que ha sido
Fue éste, para él, un momento de real insight y alivio. Tomó entonces una peque- reducido a 1>4ueñas porciones !irnplificadas, generalmente en relación ron seg-
ña torre con la parte superior roja y la sostuvo cerca de su pene. A continuación, mentos de ex;eriencia sensorial. :nás que disociado en función de una experien-
con los cubos aún en mi falda, logró realizar exitosamente una construcción con cia emocional~- potencia~nte rr:ental.
cubos rojos como sus Z2?Jtos en la base, luego cubos azules por sus shorts y los · Por ejemplo, el niño autisll puede tener un objeto materno con un sabor
amarillos por su suét~r determinado, otro con un olor. aspecto, sonido, etcétera. De manera similar
Esta manera de juntar las partes de sí y lograr una imagen más coherente de sí va a tener un 1e/f que gusta, WI self que ve, un seif que oye, etcétera. Estos seg-
mismo y de su cuerpo,representó un paso elemental, pero importante, hacia el mentos de objeto pueden ento::as mantenerse separados y omnipotentemente
desarrollo de su sentido de identidad. Al poner partes de su self en mí como ma- controlados mo a uno. O, por tjemplo, la madre que puede ser oída y el self
dre coritinente, comenzó a descubrir una manera de poder enfrentar su sentí-· que puede oíi pueden descart= en favor de un objeto inanimado que es equi-
valente a una parte de la madre que/quien puede ser sostenida en la mano y ma-
•Voz onomatopéyica del le11p1aje infantil por o:crementos, que también se usa en castellano. nipulada a vohmtad.
(N. del S.} Este conrepto del autismo ?Jne el mayor énfasis en el empleq de las formas

!> -·---....--------~·--z-..,...=------..,Gl l 'f('!l:;: ; ;: Jt'!.~!::ei-Sl!il.11!'9.'!!,~,~-i~Mis-:;l':'::;"':-"'·.....~.~;~::-,,-:--::"'.::::=:::=~=-=-:-7:- • - - .- -. · ~,---


.'.
--
,

15'.! S.HOXTER LA ENFERMEDAD AUTJSTA RESIDUA L 153

primitivas de Jos ~ecanismos obsesivos. Da una nueva perspectiva a la considera- forzar su camino dentro del cuerpo de la mache para tomar posesión de sus conte-
ción del mal funcionarnien to del sistema perceptual del niño autista, de su falta nidos y destruirlos, quiere saber qué sucede allí y cómo son las cosas que hay
de actividad mental y de su conducta estéreotipada. adentro" (pág. 24 l ).
CÓn frecuencia Piffie vivenciaba a su objeto y a sí mismo como segmentados, Los estímulos extÚnos, que se viven como invasiones abrumadoras, pueden
pero sus diseccion~s seguían líneas algo más refinadas que las ~e _Jos elemen~os excluirse mediante los procesos autistas. Posiblemente para Piffie disminuyó la
de la experiencia sensorial. Sin embargo, su modo de operar i;ra SJJJUlar al ?escnto necesidad de emplear estos métodos ·por la constancia y las condiciones de aparta·
en cuanto Jos segmentos se mantenían aislados o se reuntan temporan~ente miento provistas por la propia situación an~lítica, y por encontrar un objeto más
bajo su estricto control. (Podían registrarse, sin embargo, los efectos residuales capaz de contener las proyecciones de sus ansiedades. Sin embargo, la menor
de la disección de acuerdo con la experiencia sensorial Y con un armado perturbación de Ja situación analítica causati;. grandes trastornos. Uno de estos
defectuoso, en las pocas ocasiones en que dijo "no quiero oír" y puso sus manos incidentes ocurrió cuando v io a un hombre limpiando vidrios en el pasillo de mi
sobre sus ojos, o "no quiero ver" y tapó sus oídos con las manos.) casa, durante el octavo mes de terapia. A continuacilin pasó muchas semanas
haciendo dibujos de un hombre en una escalera, primero en !as paredes y luego en
el papel. Comenzó a contar los peloanos, ·~Ull escalón, dos escalones". luego una
PRIMEROS IMPULSOS EPISTIMOFILICOS
mescolanza de números, que mejoró con el pasaje del tiempo. Día tras día se
ocupó de pegar esta acumúlación de dibujos en las paredes, subiendo escaleras de
muebles para alcanzar los lugares altos. En las primeras etapas se interrumpía de
Durante los primeros meses de terapia, Píffie demostró que estaba convencido cuando en cuando, corría hacia Ja ventana y la golpeaba con fuerza mientras
de que yo era un objeto materno que podía ser penetrado y cuyos contenidos gritaba: "¡Váyase hombre papá!". Más tarde, llamó a sus dibujos sus bebés
podían explorarse y ponerse bajo su dominio. y los pegó en las paredes.
Las rutinas que desarrolló para entrar en la casa y llegar a mi consultorio esca: El hecho de haber visto al limpiador de ftdrios significó para él que su mamá· .,.
leras arriba demostraban la~manera muy literal en que él vivenciaba el colocarse casa había sido efectivamente invadida por d pene. Este estado de cosas no podía
dentro de mi cuerpo. Al entrar en la casa hacía una suerte de umbuUida en el tolerarse, aunque sí dorrúnarse mediante mucha aplicación por el desarrcllo casi
piso; Juego gateaba lenta y penosamente escaleras arriba empujando Ja cabeza precoz de sus medios de control. Se podria decir que dominó al invasor Y se
contra cada escalón y diciendo: "Venga y ayúdeme a alejar estos escalones apropió de sus habilidades, incluyendo sus capacidades reparatorias y c~eativas.
plop plop". Frecuentemente sacaba una varilla de la escalera y golpeaba cada Piffie resistía, sin embargo, los intentos de ayudarlo a enfrentar estas ansiedades.
esc:i.!ón diciendo "Bebé, bebé", o sostenía Ja varilla delante de su pene Y la utiliza- Su método era reducir la ansiedad a pequeñas porciones y hacerla d esaparecer, en
ba para abrirse camino hacia el cuarto de juego. Antes de entrar,.a veces se arrodi- lugar de encararla con sentimiento y elaboarla. Su progreso consistía en mejorar
llatxt y daba vueltas como si fuera un taladro, diciendo "agujero mamá", y luego sus medios de control; y mediante Ja identificación con su rival alcanzaba la re-
haci a girar su mano en redondo diciendo "agujero wee wee". • Una vez superadas paración maníaca. La experiencia de rivalidad y celos quedó desprovista de signifi-
las dificultades de llegar al cuarto, a menudo mostraba fantasías de encontrar allí cado; y los dibujos, que rápidamente lograron un nivel muy alto para su edad, a
los pechos, penes, hece$ fecales, orina y bebés que creía formaban los contenidos veces se limitaban a indicaciones estilizadas de peldaños de escaleras y aperturas de
del cuerpo materno. ventana; instrumentos paternos de intrusión y aperturas maternas, tal como Piffie
Piffie también usaba los muebles para hacer casas cuyos cuartos equivalían las organizaba.
a 1..'Qmpartimicntos dentro del cuerpo materno, yendo a detalles tales como tener
"un. cuarto para estornudar" y "un cuarto para toser". La cualidad de la comuni-
cación en estas dramatizaciones indicaba que, en ese estadio, había sólo un
~ueño grado de diferenciación entre la casa como símbolo del cuerpo y el REPARACION
cua-po mismo. Hacia esta época su habla se desarrolló con rapidez; también
comenzaba a dibujar y modelar. KJein (1932) acentúa los laios entre los impulsos Hubo muchos ejemplos similares de reparación por medios maníacos. Por
epi:Slemofilicos y los empeños por parte del beb.! para conseguir a la madre en la ejemplo, con los muebles del cuarto conslruyó un par de casas acoplad-as*, un:
eupa del sadismo máximo. "Parece ser que su primer objeto es el interior del para él y otra para mí. Actuó de modo que, mientras yo durmiera de noche, el
cua-po materno, que el niño considera al principio CQmo un objeto de gratifica· treparía por un agujero mágico en la pared y entraría en mi casa. Luego robaría
clóe oral y luego corno el sitio donde tiene lugar el coito de los padres y donde las cañerías y todas mis fuentes de agua. Al descubrirlo a la maña na siguiente, yo
~ situados el pene paterno y los otros beb.?-s. Al mismo tiempo que quiere
•~amente', vol: onomatopéyica del lenguaje infantil equivalente a la palabra pis en castJ. • Semi.<Jetached houses, un tipo de construcción illglesa en que dos casas se aP<>yan en la misma
U-:.. IN. del S. J medianera. [N. del S. ]
S. HOXTER LA ENFERMEDAD AUTISTA RESIDUAL 155

Jfaniaría al plomero en un estado de gran angustia. Entonces quien aparecería ·en Describiré dos series de actividades que son particularmente reveladoras de
mi puerta como un radiante plomero sería Piffie, cie pie orgullosamente frente a sus mecanismos obsesivos. Una se refiere a sus trazados y dibujos de los
mi. ¡como un brillante caballero al rescate! oontenidos del cuarto. En cierta ocasión mientras dibujaba en un papel sobre el
En contraposición, quisiera presentar un material que, considero, muestra un piso, hizo el descubrinüento casual de que al sombrear un área se revelaba el
encuentro genuino con la ansiedad, a la edad de cinco años. Quería copiar el tnzado de· un cabello que se encontraba bajo el papel. Esto lo entusiasmó y
dibujo de un libro pero no pudo hacerlo satisfactoriamente. Trató de obligarme a durante muchos meses pasó parte de la rrnyoría de las sesiones haciendo trazados
que lo hiciera por él, Y cuando también esto Je falló, gritó, se enfureció conmigo y similares, a los que llamaba "álfombras'·. Estaba especialmente pre9cupado en
me pateó, rompió el dibujo y derribó o desordenó los muebles. Luego pareció trazar las fisuras y las cabezas de lo.s clavos del piso, usando todos los colores y
derrumbarse y se volvió muy alejado. Se paró en un r incón del cuarto con aspecto 1 sus combinaciones. Hizo experimentos poniendo distintos objetos bajo el papel:
exhausto y vacío, mirando delante de sí con los ojos en blanco y tirándose del un trozo de piolín, una goma, tijeras, etc., y todas las combinaciones, variaciones
pelo. Aunque se recuperó algo, permaneció desgraciado y distante por dos días. Y modelos de esta colección de objetos. También hizo dibujos de los contenidos
Durante el tercer día reunió unos diez pedacitos de su dibujo y los pegó
cuidadosamente con cinta adhesiva. Dijo: "Dígame nuevamente qué ha sucedido".
1 del cuarto; por ejemplo, una goma y un lápiz separados, una goma y un lápiz
juntos, dos síUas juntas, dos sillas separadl.s, una silla de costado, una silla al revés
Repetí las interpretaciones que había hecho en los días anteriores. Después de una silla sobre el diván, en el la\'abo, en el papelero , etc., hasta el infinito. Esto;
cada oración él decía: "Y entonces, ¿qué?". Relacioné la destrucción del dibujo dibujos fueron atesorad.os durante los años siguientes y volvió a éllos una y otra
con mi propia destrucción representando a la madre y su sentimiento de que vez. , Los retocaba,
. les agregaba detalles, emparejaba los bordes deílecados . '
los
él, entonces, sólo me tenía como la madre rota dentro de sí. Esta vez no dijo: · reun1a como hbros, los separaba nue"amente y formaba otros libros con un
"Y entonces, ¿qué?", sino "Y entonces yo estaba muy triste". método distinto de clasificación. }.{ás tarde agregó escritura a los dibujos - pero
En esta ocasión me pareció que sentía que el objeto había sido fragmentado .cada palabra de una oración era encipsulada dentro de un marco y en
por un ataque -no disecado de manera de poder controlarlo-. Elaboró la ansiedad consecuencia, aislada de su contexto- . Estas actividades eran una especie de diario
hasta el punto de que fue comprensible, en lugar de alejarla hasta quitarle signifi- y un depósito de _,.-nemoria para él. Formaron también un museo de los "trofeos
cado. El hecho de pegar nuevamente los pedazos d.:I dibujo no fue una reparación ganados del interior y exterior de sus objetos matemos.
maníaca dependiente de la negación de la culpa y del robo de cualidades omnipo- ~evelan una forma concreta de introyección. Casi literalmente se apoderaba
tentes. Su genuina naturaleza se evidenció por . estar acompañada de una de m1 pelo a pelo, a veces diciéndose con insistencia: "¡Hazlo, hazlo!". Al frotar
reintegración de la experiencia y por una restauración del mismo objeto que pudo su crayón sobre la fisura del piso cubierta por el papel, parecía al mismo tiempo
funcionar en relación con él de una manera más valiosa que antes. Reparacionés de apretarse contra la fisurz y tomar posesión de ésta al traspasarla al papel, donde
esta naturaleza no sólo restauran el statu quo, sino que representan "aprender de permanecería cuidada por él con solicitud. pero aislada e inmortal.
la experiencia" -un paso hacia la madurez que enriquece la personalidad:-. Estas actividades parecían al principio referirse al trabajo con los procesos
introyectivos. Más tarde me fue posible comprender que, para Piffie, esta actividad
sólo era una ecuación simbólica, y pude as í establecer que la introyección era
literalmente para él un proceso de incorporación semejante a la colección de un
MECANISMOS OBSESIVOS PRIMITIVOS catálogo.
Su método de en~psularme en partículas separadas y diminutas volvía el
Mucho del material descrito concerniente a las fantasías de Piffie acerca del proceso casi indoloro. Cuando, por ejemplo, tomó un cabello de n1i cabeza, era
interior de la madre como una casa a explorar para tomar posesión, puede imposible que yo me quejara de violación sádica. Con diferencia de él, yo ya
comprenderse como expresando la liberación de los impulsos epistemofílicos no era consciente de mi cabello perdido como una parte valorada de mí misma.
normales en el bebé en desarro llo. Gran parte de este material indicaba, sin Puede, sin embargo, considerarse la posibilidad de que él careciera de impulsos
embargo, las formas en que los mecanismos obsesivos primitivos daban fuerza a sádicos en una forma fuera de lo común. Es posible que el sadismo también haya
ese impulso a poseer conocimiento, tanto como obstruían el desarrollo de la formado parte del proreso y se fuera convirtiendo en partículas diminutas, casi
comprensión de los objetos totales. invisibles. Posiblemente cada dibttjo traspasó, no sólo una partícula de mí rnisma,
Durante el segundo año de terapia y los siguientes, se puso a la tarea de domi- sino también una partícula del sadiso:<> de Piffie. Su agresión, especialmente
narme pedacito a pedacito con · extrema perseverancia. RctrÓspectivamente manifestada cuando la empleaba con fmes posesivos, también la utilil.1ba para
parece.ria que había planeado de manera deliberad;¡ proveerme de suficiente interés mantenerse aferrado a los segmentos de su inmovilizado objeto.
Y variedad como para mantenerme feliz y producir una ilusión. de cambio - Otra expresión de sus mecanismos obsesivos, esta vez vinculados al encapsula-
mlantras aseguraba privadamente que el desarrollo permaneciera en gr~ miento, se hizo evidente en su actividad, largamente sostenida, de hacer paquetes.
rr1~1llda detenido. Unas pocas semanas antes de sus primeras vacaciones de verano comen7.Ó a dedicar

-----------.,.,-----·--:-:==~~~q~~;;"
. . Lr::- - - - .•
'

$. HOXTER LA ENFERM.E OAD AUTISTA RESID<:AL 157


156
parte de cada ses1on a poner· un art ículo, o pequeños grupos de artículos, tratamiento. Hubo un período baonte prolongado <k preparación para el cierre
en el medio de círculos. concéntricos dibujados en 1.m papel.Esto luego formó la y Piffie finalmente pareció det er.:tinado a enfrenwt-0 . diciendo: "Adiós para
en~-o lt ura d e un paquete atado con piolín muy tirante. Al principio pensé que siempre, para siempre y para siempr~ . ~unca más la vo1''!'fé a ver".
simpkmente expresaba una fantasía de empacar pua las vacaciones, pero el
proceso continuó también des~ués, . hasta que en um oportunidad sólo un r esto
del ..-niyón marrón quedó libre para su uso; una vívida ilustración del empobreci-
miento q ue surge de la encapsulación. Esta actividad acompañó una ~ecuencia de DISCUSION DEL PR~ PERIODO DE LA ?SICOTERAPIA
cin~-u vacaciones. La única explicación que daba era que Jos paquetes eran "para
m3nt<'ncr la lluvia afuera". Es evidente que Piffie vino a i:1. cerapia en una e-..3pa que en varias maneras
l'or cierto estaban cerrados a prueba de agua, kñados para asegurar no sólo difiere de los otros niños estudia~-i en este libro. D!:!de el punto de vista de su
13 e:-:dusión de los rivales, sino también para asegura que ninguna parte de mÍ, pronóstico, no sólo tuvo la ventaj¡ de se r el menor 21 ~nt rar en terapia. sirio que
su ~'t>iet o, pudiera escapar o tener alguna clase de asociación o ''.relación íntima" también fue desde el principio el rr.enos incapacitado ?)r el autismo. ln:icialmente
con :i..lgu na o tra parte de mí n1isma. Este proceso es el opuesto a poner todos los era no-verbal y en gran medit.l asimbólioo, r~ndo ecuaciones de los
hue,us en una canasta. De manera similar, pequefus porciones de Piffie eran contenidos del consultorio con frc:pnentos y partes !?! su cuerpo y del materno.
de~''sita das a buen resguardo en apretadas envolturas maternales. Sin embargo. desde las primer<J semanas mostró un e11orme impulso de
Sus actividades con frecuencia se relacionaban ron el ensamblado d e objetos. comunicarse y aprovechó con facilidad la oport uridad d e encontrar en su
Hiw una serie interminable de gatitos de cartón con miembros segmentados y terapeuta un objeto que podía co:rrener la proyecci& de sus est.ados p.!nosos y·
¡>e":.::i.dos con cinta adhesiva. También pintó una serie -=e "negocios de gatos". Cada confusos, luego de lo cual pudo tj·;enciar procesos t:mpranos de diferenciación,
l"idriera mostraba filas de partes de gatos; una, cabezis, la siguiente, Jll.Íembros,la que lo llevaron a Ja fonnación de símbolos y a la co:mmicación.. A diferencia de
siguient e, colas, etc., en distintos colores. Estas par.es debían ser compradas en Timmy, su objeto no consistía en un desparramo de segmentos diminutos hasta
~uot.1s y entonces armadas. Pero Juego de armadas efe acuerdo con semejanza de ' . el punto de carecer de una estruama discernii:>Ie; oasiooahnente había pruebas
'"'k'ícS y denomi11adas "gato p~dre", "gato madr=~. etc., estos gatos debían de un objeto "delgado como papo:!.", pero la rápida reversibilidad de adentro y
.!1,"id irse y rearmarse con partes multicolores y una t::>tal pérdida de identidad, lo . afuera se mantenía como un píczro juego, un truco encantado de Piffie el mago,
~:.e le daba muchísimo placer. En esta forma m~ sus fantasías de que los y no dañó seriamente su conrepción del espacio interno. Se mamuvieron
:-~i:é> no crecen sino que ;<:: arman con piez.as ya heci:las dentro de los contenidos suficientes 1ímites entre el sel[ y ri objeto corno para ;ermitir ir adentro y afuera
.:ei =uerpo materno'. así como su decisión de tomar c-J.alquier parte que le sirviera de éste. Piffie vino a tera pia con lz concepción de un c-Ojeto semejante a una falda,
~·. :nuy especialmente, su esfuerzo por controlar la composición de sus objetos. siempre abierto a él, pero de to.:Os modos capaz & mantener rudimentos de
est ructura suficientes co mó para S!rvir de continent<. v así proveer un punto de
A menudo quería que h icíera cosas para él. Cuando yo no lo complacía, partida para su ulterior desarrollo. Como Jos otros ::iños, él ya había perdido
sir:::ilaba que me cortaba las manos y se las ponía ei las suyas. Esta actuación se "tiempo vital de maduración mem.il' º. Pero fue posib~e observar có mo crataba de
:on,irtió en un gesto ~tilizado, que sugeriría ti posible origen de ciertos
recuperar con ahínco y rapidez el tiempo perdido, y .:·..irante el período de terapia
:ncvinuentos bizarros de algunos niños autistas.
esce proceso no se interrumpió ée ninguna manera ~n períodos de desmenta-
Cuando se preparaba para ir a Ja escuela por pñnera vez, sintió la necesidad
lización .
..:¿ ~sta acción con particular fuerza. Día t ras día dibujó las partes que :sentía El objeto d e Piffie ciertameo:~ era segmentado. ;ero cuando se lo compara,
1b:t a n ecesitar. Mi cabeza, su cabeza, mi brazo dere-io, su brazo derecho, etc. En
p or ejemplo, con el de Timmy, su; segmentos parece= 3<!r porciones significativas,
,-.i.:..:i oportunidad tomaba posesión de una de miJ partes, dándome la suya a
con significación inmediata en la relación trans.frrencial, y con suficiente
.::unbio y llamá ndo me bwlonamente "Bebé, señora lioxter". Finalmente armó las
coherencia como para permitir ¡¡ue hubieran claras reacomodzciones intencio-
?O-•es en dos dibujos que fueron : Piffie se convirtió en la señora Hoxter y vicever-
nales.
3;!. Entonces, dudosameme equipado y vestido con mi disfraz, se preparó para la
" Intencionales" parece ser :m adjetivo clave ?Ja describir a ~•e niño
dificil y penosa prueba de la escuela.
competente, trabajador y hábil. Rxramente se manifes-.ó en Piffie el proceso pasivo
A pesar de haberse preparado de esta manera, hZo un rápido progreso en sus de desmantelar el propio aparato oental, característico del niño autista. Piffie po-
!e...-::iones, cor;;~ ya he descrito. Durante este peiodo hubo oportunidad de día derrumbarse en la infelicidad y fa frustración, y cumdo esto ocurría, el derrum:
tnbajar con las perturbacio nes más normales y 11.ei.uóticas. En consecuencia, be era lo suficientemente severo como para causar alar::ia en sus padres y maestros;
Cl!:Uldo por razones externas fue n ecesario interrum;fr la terapia a la edad de ocho pero estos incidentes eran bási~e respuestas a hed:os que él sentía que amena-
años, pareció bastante apropiado hacerlo y recono:er los limitados logros y Ja zaban su posesión o control del OOjeto. En contraposkión con los niños con autis-
~:\;"!ctativa de que en b adolescencia sería necemio nuevamente recurrir al mo más severo, la mayor parte de m yo estaba intacto. Por esto, el autismo de Piffie

-
S. HOXTER LA ENFERMEDAD AUTISTA R.&SIDUAL 159
J58

difería grandemente del de Timmy y John en que era un proceso activo y no pasivo, el proveedor exclusivo de un objeto dependiente motivó muchos de sus impulsos
utilizado frecuentemente con fines defensivos. Esto lo hacía mucho más accesible a adquirir habilidades.
a la interpretación. Se aferraba a los procesos de segmentación y encapsulación con Sin embargo, la experiencia con ·el pezón fonna el modelo para conectar y
terca persistencia y había, a veces, un grado ligero de sadismo en su empleo por lo vincular_. _Negando su e~encia, pudo mantener la fantasía de entrar en su objeto
que. ocasionalmente, podían observarse consecuencias persecutorias y claustrofóbi- Y adqumr sus contenidos. Pero estos contenidos eran segmentos semejantes a
cas. Estos rasgos, y particularmente la naturaleza activa de los procesos autistas resi- exerementos, que debíart hacirtirse y acumularse, más que introye~tarse e inte-
duales, pueden considerarse índices favorables, y por cierto que encontré estos grarse. La introyección .e integración verdaderas no oueden tener ºJugar sin la
presencia de un vínculo vivo. ~.
procesos activamente significativos más tolerables en la contratransferencia, menos
proclives a despertar sentimientos de desesperanza, que el desmantelamiento El fracaso en lograr la introyección .: integración d·.: objetos dinámicos vivos
pasi,·o que lleva al estado de desmentalización. constituyó una gran dificultad en la ,-e.apia de Piffie. Su espacio interior trabajosa-
Para Piffie, la separación entre él y su objeto era intolerable porque contenía mente desarrollado estaba organizado como un museo, con espec:menes identifi-
la :imenaza de muerte. Todo "crecimiento" que implicara la amenaza de cados escolarmente, cada uno aislado en su propio estuche para ser guardado y
sep:i.ración debía prevenirse. El desarrollo, en el sentido de la maduración, era en recordado eternamente- pero jamás para ser usau<)- _
gran medida activamente detenido y reemplazado por una extensiórt de sus habili- En el cuarto año de la terapia de Píffie tuvo Jugar un largo intervalo, fuera
dades de control, por áreas de mayor conocimiento y dominación.
En la primera infancia, tal vez puede haber mantenido la ilusión de que no
de lo común, de diez semanas. Al volver, asumió el papel del prínci¡pe que des-
pierta a la princesa de su sueño de cien :iños. Bailó alrededor del cuarto de manera '
1

existía la separación mediante su sueño prolongado. Más tarde se empeñó tan encantadora, tocando cada objeto y volviéndolo a la vida - a partir de lo cual
completamente en controlar a sus padres y a su terapeuta, que ellos debían sentir-
da envo1tura materna modelada en tomo de
sus sesiones pudieron proseguir como si nada hubiera sucedido-. No fue sino
después de varios meses y después de otras vac.aciones, que pudo pemlitirse
i
se como " paquet es,, , como una a1usta
.
1
sus necesidades infantiles tan completo:-mente que casi no había suficiente distancia mirar, oír y tomar conocimiento de que había llegado un bebé al hogar de Ja '.
'
entre el deseo y su satisfacción como para que existiera conciencia de la brecha terapeuta durante su ausencia.
Cuando, al final de su primer período de terapia, d.ijo "Adiós para siempre
mortal de la separación. La completa posesión del objeto, o al menos de uho de
sus segmentos, era sentida Cúmo una urgente necesidad de preservar la vida de y para siempre", e,ta afJIIIlaciÓn no indicaba probablemente la aceptación de
separarse de un objeto externo. Retrospe<.1ivamente, la veo más como una indica-
ambos, de sí mismo y del objeto, y era básicamente para este fin que utilizaba
ción de que él me había encerrado en uno de sus lugares de depósito. Una cortina
sus mecanismos de defensa obsesivos.
de hierro había caído entre nowtros externamente, e internamente él guardaba
La temprana historia de Piffie sugiere que el pezón, al que no podía prenderse
un objeto encapsulado; tan sin vida, tan inmortal y de acceso tan prohibido corno
para s~ccionar. representaba un segmento especialmente peligroso de su objeto.
una momia egipcia.
El pezon, que opera como un intermediario entre la boca del bebé y el contenido
del pecho, implica separació n al mismo tiempo que unidad. Más tarde Piffie Dos años más tarde voivió, esta vez porque sus padres estaban preocupados
demostró que sentía que el pezón, al que llamaba "bocadito"•, era un intruso por su manifiesta depresión.
que int~rfería entre la _boca y el acceso al contenido del pecho. El pecho sin pezón
s: ~onv1erte en u_n Objeto tipo bol, como intestino••, en el cual él podía entra¡
facilmente y servirse de lo que deseara. El material había manifestado qué poca EL SEGL~1>0 PERIODO DE LA PSJCOTERA.PIA
diferenciación existía entre el aspecto oral y el anal.
1
S~ sadismo_ oral fue proyectado en gran medida en el pezón, el precursor de
fanras1as postenores acerca del pene. La actitud de Piffie era que el pecho debía En la primera ocasión lloró porque el electricista, que había estado cambian-
protegerse de la unión con este peligroso pezón; debía arrancárselo -tal vez como do los cables de su casa, había terminado su trabajo y se había ido. Con lágrimas
un cabello- o envolverse y mantenerse aparte. Si et pezón insistía en inmiscuirse me contó que "toda~ las cosas hermosas tienen un final" y que por ello él no 1
(como el lim~ia~or de vidrios) o si el pecho persistía en su necesidad por el pezón podía disfrutar de nada. También expresó sus a.,audos temores de que su madre 1

(como las caner1as de agua), el problema puede solucionarse si se asume la identi- muriera; A continuación miró sus antiguos dibujos, recordándolos en gran detalle,
dad del. intruso Y. en consecuencia, se toma posesión de sus atributos y uno mismo Y quedo encantado cuando yo también los recordé. Había una gran idealización 1
se convierte en el agente que controla y repara al objeto materno. El deseo de ser de la ya perdida infancia que pasó conmigo.
Sin embargo, una vez que se decidió que la tenpia debía recomenzar regular-
mente (aunque sólo una v~ por semana) se puso a trabajar en su manera carac-
• Nipp/fl, pezón y nibhle, boc~dito, mordisquito. (N. del S.l terísticq. Para comenzar se preocupó en explorarme para dominar los hechos que
•• fo«!"' 1lc r•l•brH: 1><> ...-1. bol r bowel, intestino. IT.J habían ocurrido durante su ausencia. Dibujó planos de una casa de departamentos;

---~--~e::- - -- - .............."J<
~ .,,._ .. -
- _;;¡¡
, S. HOXTER LA ENFERMEDAD AUTISTA RESIDUAL 161
160
cupaba uno de ellos. Una enredadera aeció y gradualmente invadiq los depar- sus dificultades en hacer amigos; era incapaz de tolerar el encuentro con alguier.
yo ~ntos. Los límites entre los departamentos cambiaron al acomodarse los dis- vinculado con ia escuela, fuera de ésta. E, incluso más tarde, cuando deseaba
tam
. tos ocupantes en los terntonos· · d e otros: ·mtercamb'1aban recm · t os, echaban a tener a.migas, sufría terrib[es dilemas acerca de si las visitas debían hacerse en
11
10
~ riv3 1es. se casaban, cambiaban de _pareja o tenían hijos que a su vez echaban vestimenta escolar o de casa.
los p3 dus. En su viejo estilo, el mismo dibujo era dibujado, rehecho y alterado Sentía terror de los otros nif'íos y era totalmente incapaz de participar en nin-
~nterminablemente. Hubo también una larga serie de árboles genealógicos, que gún juego que implicara actividad física y que lo expusiera a burlas; se agitaba
'nostraban que yo tenía hijos locos o asesinos, o que Piffie era mi pariente; pero excesivamente si alguien tomaba prestado o escondía útiles en su pupitre. Una
~ue mostraban, también, sus esf~erz.os por ~~trolar la mortalidad._ .. paradoja de la rígida separación que había impuesto entre hogar y escuela fue
, Duranie un tiempo parecio que la sesion semanal era suficiente para aliviar
su dep resión, sob re todo al asegurarle de que yo aún estaba viva. Al principio
( su insistencia en que lo llamaran "Piffie" en la escuela. Era suficiente que un
compañero lo llamara Christophcr para que quedara reducido a rabia y lágrimas
usó las sesiones fundamentalmente como medio de facilitar sus fantasías de dete- impotentes. Piffie el bebé debía permanecer seg uro en casa dentro de mamá y
ner et progreso, con preferencia a mantener los siempre cambiantes pero inva- . \ sólo en estos ténninos era capaz de entrar en su uniforme ·e identidad de escolar.
riables procesos omnipotentes de posesión invasora y de control. No obstante, Pero también existía el terror de la pérdida total de identidad. Parecía que la mera
estos procesos podían vincularse ahora más directamente con su ecuación simbó· 1 mención del nombre del alumno Cluistopher, podía confirmar mágicamente la
lica de la separación del objeto materno y la muerte. Sus mecanismos obsesivos finalidad de ser segregado de Ja identidad de Piffic, el bebé que vive dentro de
eran considerados una defensa contra el temor a la ·muerte pero también como la mamá.
procesos p:i.ra las satisfacciones primarias del contra~ omnipotente. . Podía separarse de su madre y asistir a la escuel:i en tanto sintiera que una
Después de largos períodos de trabajo sobre este lineamiento, le fue posibl~ ,., parte de sí mismo continuaba viviendo dentro del objeto, manteniéndose ambos,
1
usar las sesiones con menos exclusividad ¡ma Piffie el bebé omnipotente. .Y:lo~.1¡,ll·:·~·.:!~l él y ella, en un estado de unión eterna. Emerger de su objeto, separarse y crecer,
analizar más directa.mente las ansiedades persecutorias experienciadas en la es'cuelá~1: ·•
y el funcionamiento de su psicopatología en su vida externa. Durante un largo :
contenían los terrores de üI1a muerte inminente. Los cumpleaños (antes de los
trece años) estaban siempre precedidos por semanas de creciente ansiedad. Mien- r
período, sin embargo, cualquier amenaza a su fantasía de posesión omnipotente tras no se mencionaran, todo paree ía andar bien, pero si alguien en su casa o en
de al menos un segmento de su objeto, daba lugar a un rápido refuerzo de sus me· ia escuela hacía 12 menor mención de su cumpleaños, !.mgían en él ansiedades de
canismos obsesivos. proporciones aterrorii.antes.
Había un tabú semejante con respecto a toda mención sobre su crecimiento.
Si podía de alguna forma imaginarse como un adulto. era como un huérfano sol-
terón, viviendo como un ermitaño , aprisionado en un cuano en ruinas, en un
ANSIEDADES RELACIONADAS CON LA ESCUElA estado de la más abyecta miseria y pobreza. Más adelante dejaba caer C()mentarios
como "cuando crezca ... " o "cuando vaya a la uni\'ersidad ...", y entonces se
Durante los primeros años escolares surgió material relacionado con las seve- tapaba la boca con las manos.
ras ansiedades que vivenciaba al asistir a la escuela. Esto continuaba básicamente Durante su segundo período de psicoterapia se lú.zo evidente que todos los
sin cambios cuando recomenzó su terapia. Sin embargo, hasta que cumplió doce intereses y hobbies de Piffic se relacionaban con sus mecanismos e impulsos
años no fue realmente capaz de hablar acerca de la escuela de manera directa obsesivos. Poseía una gran colección de conocimientos inúciles. Para dar sólo
en su tratamiento. Los siguientes comentarios se refieren entonces al sufrimiento dos entre muchos ejemplos posibles: acostumbraba copiar de los diarios los
experimentado desde al menos la edad de seis años, y que sólo disminuyeron de detalles acerca de la temperatura del día anterior, máxima y mínima, la cantidad
alguna manera en tiempos más recientes. de lluvia caída, etc. Se enfurecía cuando había huelga de diarios, y su temor a las
A la sola men<:ión de la escuela acostumbraba poner las manos sobre sus vacaciones. se expresaba en gran parte en su rabia por los intervalos que habría en
orejas y a correr como un animal atrapado. Quería mantener su relación conmigo sus anotaciones del tiempo, mientras viajaba al ext~ior. También hacia Listas
como un área protegida de uso exclusivo para las ansiedades e indulgencias de de todos los artículos lavados en el lavarropas familiar. Era posible, por ejemplo,
Piffie, su self bebé, y excluir todo lo relacionado con su vida exterior como Chris- saber cuántas veces había sido lavado un detemúnado par de medias. Las vacacio·
topher, el escolar. nes familiares y los lavados de ropa inesperados despertaban su furia por causar
La rígida separación entre la vida escolar y familiar se ilustraba en sus senti-· estragos en sus anotaciones . .Muchos temas y palabras eran tabú, es decir que no
rníentos acerca del uniforme escolar. Cuando pequeño había experimentado podían abrirse los compartimientos donde habían sido encerrados. Así su nom-
severas ansiedad~ al usar ropas nuevas. Ponerse el uniforme escolar, especialmente bre, Christopher, no podía ser mencionado, pero también había palabras que
la Wrbata, era para él una prueba muy penosa. Con grandes esfuerzos evitó siem- nunca debían pronunciarse juntas: "madre" era permitida, "fumando" también,
Pre venir a la sesión con su uniforme. Esta ansiedad había sido un factor más en pero las palabras "madre fumando" eran excesivamente peligrosas y las contra·
~ 1

._..'--"'=·~- - ----.c:
-~-11:1~-
'
162 S. HOXTER
1 LA ENFERMEDAD AUTISY.~ RESIDUAL 163
1
1
1
rrest~ba tapándose l_os oídos y con gritos. De esta manera, continuó, en gran listas de un gran número de razones que poérian haberme demando. En esta
1
1ned1.da con su excesivo control en el hogar, aunque fuera capaz en vaños aspectos forma hizo una detallada investigación de tr.:s áreas de mi vidz. primero mi 1

de llevar la vida corriente de un niño de su edad. casa y vida familiar, es decir, atrasos causadoi por las posil>les exi;c:ncias, necesi- i
Continuaba fascinado por explorar casas. Tanto en Ja vida real como en sus f dades y seducciones de mi marido, mi bebé, ::U hijo, mi hij~. etc.: :segundo, mi
sueños, pasaba mucho tiempo investigando el espacio bajo el techo de su propia trayecto a la Clínica, cada tipo de transporn que podría haber utilizado y los
c;isa Y de la casa vecina. También disfrutaba en rastrear los sistemas de cañerías riesgos relacionados con cada uno; tercero. una encuesta sobre: mi trabajo
y ha biaba de ~brir agujeros .secretos para pozos de inspección, con IaA~speranza y relaciones dentro de la Clínica, las posibles e-:;:c:ncias de una variedad de pacien-
de: hacer t~aba)Os de detective sobre la prueba provista por Ja defecación y Ja
111enst ruac1on . · • I tes y de complicaciones con mis colegas de jeruquía superior, infmor e idéntica.
Cada una de estas excusas eminentemente r~ integraba una li..a y era exami-
Tenía un extenso conocimiento de geografía y -en particular disfrutaba en nada hasta extraer la conclusión de que no haló. ninguna excusa, d~ q ue yo seguía
c0leccionar datos concernientes a oscuros lugares de los cuales nadie había oído • culpable. Debajo de cada ítem hacía enton<:ef J.ll3 línea, sellándol:i para siempre
hJblar. Su envidia y rivalidad habían sido casi exclusivamente expresadas en este antes de considerar el siguiente.
C\'ntexto . Muchos de sus sueños se referían a bordes y fronteras, aduanas ,, Este material ilustra su manera de maru;-..: un trauma poten;ial y también
c~Hílrol de pasaP<;>rtcs. Había viajado mucho con su familia, pero sus laJgas hist~­ demuestra que es necesario concentrarse en la ~uctura más que en el contenido
1
nJ5. de las vac;ic1ones_ no daban información alguna acerca de sus experiencias, de su material para que las interpretaciones sean eficaces_ Con ~-:ertos visos de l
pues _se red uc1an a listas de datos, tales como nombres de Jugares y horarios realidad, los acuerdos q uc realicé para la hon de su sesión pued!n considerarse 1
d\' sa !ida y de llegada. 1
como circunscribiendo un área de mi vida q~ el tenía derecho :< usar, un área 1

Pod ía. _disfrutar _de la lectura de enciclopedias pero no sentía ningún placer definible en términos de tiempo, espacio, ro]'! fu nción. 't\o obsta:;te, en sus mo-
en la ficc1on o la literatura. Los boletines escolares indicaban que su compren- mentos de stress y con mucha facilidad Piffie ~ricnciaba estos .c..:uerdos en una
s1on era _pobre y que sus composiciones carecían de imaginación.. Se hacían forma concreta, menos auténticamente simbólica. Su visión de h sesión era en-
comentarios acerca de su tendencia a manipular hechos sin entrar en materia. tonces como la de un cercado que contenía ma porción de su objdo, un cercado '.
Era . cxcelent~ en cronolog fa y en hacer árboles genealógicos buscande en la que estaba organizado y mantenido· medianu ei poder de sus &..::anismos obse-
Biblia, por e1emplo, desde Adán a Jesucristo. Pero los boletines escolares indi- si~os omnipotentes. Mi retraso amenazó c,:,r: quebrar su control todopoderoso
c.:iban un pro~eso irregular en conocimientos de religión y odiaba historia de y cuando las paredes de su cerca fueron at.I~'=das surgió el p~'.::gro de que se
I:! manera en ~ue la enseñaban en la escuela, debido a que se ocupaba sobre todo sintiera abrumado por una ansiedad que ni estaba preparado ?ara enfrentar.
d<.' guerras. Era excelente en matemática. Mi demora fue entonces aprehendida como m:o experiencia tra11-:icica potencial
¡.\f pr_in~ipio, en la escuela lo consideraban un alumno excepcionalmente -la cual él podía manej¡¡r mediante una rápi:i movilización de una aún mayor
~paz: qu1za _la ~ob reza del programa de estudios que imponía el txamen de proliferación de sus defensas obsesivas-, ca;:-.;s dentro de cajas. L1 ansiedad, los
1n~e~o Y el er.fas1s puesto en el aprendizaje mecánico de memoria, enmascararon celos y la hostilidad que hubieran podido ~ reacciones apropi2.::is para su self
~3 ~ndez del cesarrollo de Piffie. Más 1arde, sin embargo, los boletines escolares infantil en esa situación, nunca fueron expe:r:mentadas. Cada rea.:::ión emocional
111J1car?n en principio una creciente conciencia de b naturaleza de sus dificultades estaba separada en partículas pequeñas, hasu ;er inofensiva, des;:;nada y encar-
<'Jucac1onales. y luego cierto progreso en este aspecro. petada en sus archivos legales. Por estos me5vs, evitaba para sí mismo la expe-
í riencia de ansiedad y para su objeto el imp0--w de su enojo. A ~o!S:lr de tener el
refinamiento de un nifio de once años, de su .:apacidad de leer y .;;scribir, de for·
MECANISMOS OBSESIVOS ADICIONALES OBS ERVA DOS EN LA TERAPIA I mular y examinar hipótesis, puede verse q~ ;a reacción a este r.-:iuma potencial
era básicamente la misma que había demostr..Co en su primera \"Ílit:i a la edad de 1
tres años. Entonces no hubo reacción de a:siedad al posible tn:nna de que su
!
Cuando Piffie tenía once años h::bo una ocasión en que llel!ué a la sesión madre lo pusiera en las manos de una extn=- En su lugar se o:upó de ordenar !
1

un. cuarto d~. ho ra t;rctc. No most~ó. ~n forma notoria ansiedad ni ;nojo, ni alivio. y alinear porciones de su objeto. En aqueTu ocasión las porcio:::.es eran equiva- 1
Me reprend1~. Y rap1damcnte 1nic10 una mdagación cuidadosa de las posibles lentes a sus bloques de construir, y en esta :iírirna eran apenas n:.:nos que Literal-
?1lones de m1 demora, que tomó la forma de un procedimiento 1·udicial Como· mente equivalentes a ítems de su ordenado ca::ilogo.
JUeZ,
e 11 asmo examrno una especie de lista de mis pretextos, para mitigllr las circuns-
J · • • . . .
Mi demora, el quebrantamiento del co:xrato terapéutico, b: sentía también
l:rncias.
, . Aunque llevada .con ligera burla · hacia si· m;•mo
..,... y hac·a
1 m1,· est a empresa como indicando fisuras en .mis propios lím.i:~- Con considerable placer se arrojó
1
u1i sin en~bargo conducida con seria determinación: duró más de tres sesiones de entonces en estas fracturas para explorar ~ internas de mi 'ida de las cuales
su tra'.amie_nto de una _vez por semana, y podría haberse convertido en una de normalmente estaba excluido. Al mismo tit:npo sintió que mis límites ·parecían
Sii~ otupaciones 1nterm1nablc.s. Dividió una hoja de papel en columnas e hizo debilitados y, por ende, que yo era vulnera:le al abuso de sus rivales, cada uno
164 S. HOXTER LA ENFERMEDAD AUTISTA RESIDUAL 165

de los cuales debía nuevamente ser puesto en su lugar. Esta situación aumentaba ' para recordarme que estas cosas todavía eran importantes; luego el relato de sue-
su curiosidad, pero sin llevar a un aumento del aprendizaje. Fue como si él se ños de los que él había tomado notas para traer a la sesión, y que en su transcurso
viera urgido a rever los arreglos de seguridad de su territorio, pero no a aumentar copiaba en una versión un poco más prolija y larga mientras los relataba¡ firurt.
su comprensión. Al explorar el contenido del material encontré, por ejemplo, mente terminaba la sesión hablando de los hechos en su vida cotidiana. La plani·
que interpretaciones acerca del. temor de que yo hubiera sufrido un accidente o ficaciÓn de este procedimiento era por Jo general perfectamente sincronizada
de sus celos de mi hijo, no producían ningún aumento de sentimientos o de para llénar los cincuenta minutos de la sesión.
insight. Era simplemente como si yo hubiera espiado sobre su hombro, mirando En esta ocasión relató tres sueños.
dentro de una C3ja, y una vez dicho lo que tenía que decir, él hubiese contestado:
I
• A

"Sí. .. bueno" y luego hiciera su raya, cerrara la caja, encerrara en ella simultá-
neamente mi interpretación y pasara al siguiente ítem. Entre todas sus conje- Primer sueño
turas había poco lugar para la posibilidad de que yo hubiera decidido libremente \ -
hacer algo distinto o ver a alguien diferente durante parte de su sesión. Aunque En el primer sueno, estaba nadando en una pileta al aire libre, pero no había
me j uzgaba culpable, yo sólo era culpable de debilidad cuando otros irrwnpían bordes para contener o limitar el agua. Otmdo salfi' re dio cuenta de que estaba
dentro de mí. Esto le evitaba la necesidad de experimentar ansiedad de cualquier . desnudo y que debía ir así al vestuario para vestine. Estaba muy preocupado P_º~·
naturaleza, depresiva o persecutoria, en relación directa con su objeto. Ninguno que faltaban algunas de sus prendas.. Come:zzó a caminar hacia su casa pero el vza¡_e
de nosotros debía ser culpado en realidad: simplemente había una falla en el era muy confuso. En parte regresaba a su casa en Londres y sin embargo parecz_a
sistema, y él era por completo capaz de resolverla mediante el refuerzo de sus estar caminando cerca de la casa de campo de su familia. Afortunadamente tenia
controles. una brújula y pudo usarla para hallar su camino. Parecía estar ahora adecuadamen-
Experiencias de este tipo habían iluminado la necesidad de enfocar las inter- te vestido otra vez. Pasó un jardín que est:Iba lleno de jaulas. Habían estado ocu-
pretaciones sobre los procesos de segmentación y encapsulación mediante los padas por animales, pero ahora estaban 11acías, las puertas abiertas y los barrotes
cuales le era posible mantener con tanto éxito las satisfacciones del control omni- podridos cayéndose en pedazos. Q¡ando Uegó a su casa había una enonne cola
potente. La similitud con el episodio del hombre en la escalera resulta notoria. de gente esperando afuera, "miles y miles T r:ziies ~e personas'~ Parec_ía gue el oso
panda Chi-Chi vivía en u.:a jaula en el jardm atras de la caSll.. Halna un hombre
ccn un utensilio para dar la alanna en ccso de que Chi-Chi intentara escaparse.
Cuando Piffie fue a la casa encontró que ei loro (un animal doméstico que detesta)
TRABAJO ONIRICO se había escapado y estaba picoteando alga en la cocina. Su jaula que generalmen-
te estaba en el jardín de atré.s estaba floja ..... podrida. Entonces la jaula de Chi-01i
Luego de casi un año de haber recomenzado su terapia, Piffic tuvo un sueño parecía haber desaparecido. Causaba mudzo _susto qu~ se ~ubiera ,es.cap~do. El
relacionado con un sendero de empedrado irregular. Deseaba sacar las piedras teléfo no sonó muy real y alarmante. En el te!efono alguien d1¡0 que Cr11-Clz1 estaba
y usar la tierra subyacente para hacer un cantero de flores. En algunos lugares viviendo en otro lugar. Se despertó de golpe sintiéndose muy atemorizado.
el cemento entre las piedras había comenzado a resquebrajarse, pero en otros Le fue difícil explicar la vívida sell5lción de temor, diciendo primero con
era demasiado duro para excavar. El trabajo del sueno de Piffie comenzó a sugerir cierta incertidumbre que era porque ChU:hi podría araiiarlo. Pero rápidamente
crecientemente que él se unía a mi tarea de de:,-menuzar todos esos límites in- agregó que sabía que los intentos de apartar a Clú-Chi habían fraC<1sado y que era
flexibles que unían los segmentos irregulares que destruían la posibilidad de más dificultoso para animales en C3Utive00 poder reproducirse con éxito. A con-
fertilidad y crecimiento. La tarea parecía a menudo interminable, pero ciertos Únuación de mis interpretaciones relató el regundo sueño.
sueños de los años más recientes daban indicios para alimentar mayores espe-
ranzas.
Segundo sueño

Sesión a los trece años Junto con muchos otros mud1acl1os de la escuela había ido a Nepal. Fueron
al palacio del rey y corrieron por todo ti lugar; subieron y bajaron escaleras ~a­
Comenzó la sesión mirando y husmeando en un papelero, y· tironeando de rriendo hasta el punto de que casi las rorr:pen. A la distancia vio a algunos mon¡es
las manijas de algunos cajones cerrados con lhve, asegurándose de que yo lo que vivían en otra parte del palacio. . _
miraba. Extrajo de su bolsillo un papel arrugado y mientras se sentaba a la mesita• Al contarme este' sueño rebosaba de júbilo, saltaba arriba Y abaJO en su asien-
dijo: "Ahora ,mis sueños". Durante este período ésta era la pauta estándar de sus' to con una vivacidad fuera de lo comim y produciendo asociaciones. 1..a más
sesiones: primero, una investigación preliminar, reducida casi a un gesto, como J significativa fue que había leído en los d:lrios que el rey de Nepal había muerto.


S. HOXTE.R LA ENFERMED AD AUTISTA RESIDUAL 167

\\staba muy indignado porque esta noticia no se emitiera por radio. Cáusticamente se escapara de los confines de un estado de frigidez y esterilidad, sin lújos, él
1\ijo que había habido mucha información acerca de la reciente muerte del rey de podría perderla eQ las garras de un rival. .
\)inamarca; todos se habían enterado. Pero si él no fuera un lector tan diligente Con respecto al segundo sueño es importante considerar qu~, para P1ffie,
1le los diarios podría no haberse enterado nunca "de las muy importantes noti- Nepal era una de las porciones remotas y se~retas de la ~dre-t1erra, con una
1•ias" de Nepal. Cuando yo <estaba interpretando se me adelantó diciendo: "Y lo ubicación precisa que sólo unos pocos conoc1an con exactit_ud y acCtSiole s~la­
,iue es más, el hijo del rey ¡es ahora el rey!". mente a los más privilegiados, y en contraste con el despreciado estado de Dina-
marca, que era un lugar c9mún, fácilmente conocido ~r todos. .
Comparado con Barry, por ejemplo, Piffie tenia conceptos muy refinados
de la estructura materna, expresados durante sus primeros años en su.s constru~­
DISCUSION
ciones cuerpo-casa, y también más tarde en su detallado y e:celen1e conoci-
miento de la geografía. Se deleitaba en coleccio nar los datos mas osc~os acerca
Estos sueños indicaban la posibilidad d e que las barreras obsesivas comenza- de pequeñas islas y estados montañosos poco conocidos, y se re?o~Jaba e n ~a
i:tn a derrumbarse, lo que le despertó un estado interno tanto de alarma como superioridad que esto le otorgaba. Tanto en sueños como en la reahdaa. se poo ta
,te excitación. El peligro de liberar a sus objetos de los procesos de segmentación enottnemente ansia so y excitado al atravesar los bordes entre uno y ouo estado,
, rest ricción era de dos tipos. Por un lado, si su objeto era totalmente liberado incluso entre un condado inglés y otro. Su necesidad casi compulsiva de dominar
:k los límites que lo encapsulaban (como la piscina sin cerco) no iba a tener es- la estructura geográfica, señala el esfuerzo requerido para mantener. tanto a su
:cuctura para proveer un continente, ni límites pan prevenir su invasión infantil, · objeto como a sí mismo, fuera del estado autista propiamente dicho ..
, él se vería forzado a zambullirse nuevamente en un estado idealizado de totar Estos sueños confirman varias indicaciones previas que suger1an que la ~s­
¡,¡11nersión en su objeto. Sin embargo, incluso en su sueño, él desea emerger de tructura y Jos límites intrínsecos del objeto ma_terno todavía ~e difer~n-...~~an solo
<'$te estado pero teme la pérdida de partes de sí mismo (ropa) y se encuentra en un vagamente de la e-0 mpartimentalización pr~du~~da ~or su propia_~rgaruuc1on obse·
,-:;1ado de confusión. En el sueño está perdido en un ambiente desconcertante, siva. Es posible considerar que esta organ1zac1on tiene el proposi ~~ de de_f~nde r a
~:i que diferentes áreas se han separado de sus sitios ac~stumhrados. Sin límites, Piffie y a su objeto de los peligros de una invasión ~xcesiva, y tambien s¿ uuliza para
:tv podía decir si estaba dentro o fuera de su objeto. "Afortunadamente" encon- mantenerse aferrado posesi'<ctmentc de partes d1vorc1adas de su objeto, exclu-
:ró que tenía una brújula pa_ra guiarse (desde un punto de vista optimista esto yendo a los rivales. En el segundo sueño º ?es más ~I mismo, ~o el pa<ire -re~ de
''Vdria representar un objeto analítico combinado capaz de mantener su propia Nepal- el responsable de cuidar que el aislado objeto matei:no no s-~ expo~do
:tnidad y sus propios límites). En realidad, en esa época, Piffie comenzaba a viajar por las incursiones de sus rivales; y desp.~és de. s~ mue_rt~, Piffie pue::e o~ga.ruz.ar
,-on mayor independencia. Asociando con sus sueños dijo que llevaba ºconsigo una levantamientos en el palacio. Esta situac1on ed1p1ana t1p1ca, e:,"te reconoc1m1ento
:-rújula y explicó que ésta le era muy útil, ya que si preguntaba por alguna direc- de su posición como hijo mal, raramente se manifestaba en Piffie. Es inte~e~te
..:ión la gente podía decirle que vaya a la derecha o a la izquierda, y él no saber si notar que, en este punto, fue capaz de ~~irse a otros ~uchachos en sus d1vers10-
~raba mirando en esa dirección o en la opuesta. En el sueño, desde el momento nes, algo que prácticamente nunca ocurno en sus suenos o en la re::lidad. Ea la
(!\ que encontró su brújula, recuperó sus ropas y se recobró de los riesgos de d istancia, sin embargo, permanecían los castos monjes de u~ orden _"e clausur~,
~ntrar en un objeto no cercado. la contraparte masculina de la enjaulada Chi-Chi, que ta~b1en refl~ba la posi-
Al recobrar su ornntación más madura de estar separado de su objeto y ser ción distante a la cual Piffie generalmente se retiraba, alejado de toe.a travcsu~a
~xterno a él, se enfrencó con el segundo grupo de ansiedades, las que acompañan infantil. El mantenimiento de las organizaciones obsesivas a meo~do _parec1a
l . la liberación de sus objetos de sus mecanismos obsesivos. En el sueño vio las . ser para Piffie una actividad consumidora de vid~. Desde el punto de'~ª 1~temo,
-.wlas podridas de donde los animales se habían escapado. Esas criaturas estaban el rey era un gobernante exigente, con el cual P1ffic generalmente se !<lentificaba.
~~presentadas por las filas de miles de personas ante las puertas de su casa. Esto Este esclavizante señor lo mantenía al tanto del detalle de sus tareas. que co~cer­
::iarcce representar la posibilidad de un retorno a sí mismo de la multitud de por- nían a las partes cercadas del sel/ y de los objetos. En relación con estos objetos
..:iones segmentadas de objetos, ahora liberad.as de sus jaulas de solitario encierro. enjaulados Piffie estaba acostumbrado a comportarse como un cuidador de
.\ntcs de que el movimiento de liberación pudiera ponerse en marcha realmente, zoológico 'sobrecargado, responsable pero benevolente, que_ necesi~a contr?lar
:i~reció un hombre con un sistema de alarma llamando la atención sobre la que en todo momento las jaulas est uvieran seguras y sus habttantes bien atendidos
~tuación. El odiado Joro ya se había escapado del jardín de atrás y picoteaba en (es decir, ni olvidados ni perdidos; olvidarse, ?erdc~, llegar tarde o ~cer errores
i., cocina, indicando posiblemente que los ataques orales dejaban su loc:ilización triviales le causaban excesiva ansiedad). Su vida diana estaba organizada con la
-toal y estaban "regresando al hogar", la relación con el pecho nutricio. El mayor ~·-~ precisión y el plan~amiento de un horario de f~rrocarril: s_in ~lancos,_ si~ t'.empo
t\>CO de ansiedad se refería sin embargo a la osa panda: estaba muy alarmado libre; no toleraba ningún descuido en su larga lista de obligac1ones ~iarias, na~~
1.t,.s perder el control sobre ese aspecto Chi-Ch.i de su objeto materno. Si ella· podía dejarse a la casualidad - o a la espontaneidad-. Esto tambien se reflejo
'
LA ENFERMEDAD AUTISTA RESIDUAL 169
168 S.HOXTER
lar" fue su pro pía palabra al relatar el suerto y yo nunca había usado ese término
on la rut ina y el gran esfuerzo que desplegó en sus sesiones semanales, y en su ho- 1
rror a correr el riesgo de un período de silehcio, cuando lo desconocido, lo no pla- ' con él.) , . n· . d d 1
El canal, las aguas quietas contenidas dentro d.e hm.1tes IJO$ ~ sep~ra as e
neado, pudiera liberarse de sí.mismo o de su terapeuta. Por cierto, sería una nove- mar, ilustra su acostumbrada rigidez circunscrita. Cjemphfica~a e~ esa epoca por
dad de enorme importancia si (como dijo acerca de.I rey de Nepal) este gobernante la insistencia de que su pene sólo existía corno conduct~ u.rmano. ~'-mar Y las
interno muriera y se abriera el camino para enfrentar las ansiedades que acompaña- · tormentas ocurrían frecuentemente en sus sueños como 1magenes ut1li~d~s para
ban a la liberación de sus objetos. representar fuerzas amorfas (es decir a.nónim~s, irreconocibles~- que res1s~ 1~ los
El tercer sueño llevó a asociaciones concernientes a tomar fotografías. Dij<:- · límites y controles de sus sistemas clas1ficat.onos. E~. esta ocas10n. el surg1nu~nto
que dentro de cien años podría mostrar las fotografías a sus niet0s y ellos las de sus impulsos sexuales irrumpió. atraveso y bar~10 .con las b:ureras obseStva_s.
encontrarían m_uy interesantes. {Por primera vez no se tapó L' h"ca con su mano siñtió que era una peligrosa amenaza tanto eara s1 rrus~o como_ p~ra el refu~o
para ahogar la escapada admisión de que podía considerar un futuro para sí • materno, cuya belleza aprecíaba. Por un momento parecio que lo uru~o ~~e pocha
como padre y adulto, pero ahora la duración de su vida había sido de algún hacer era huir. Pero esta vez no se retiró mediante una mayor monliz.ac1on ~e su
modo man íacamente alargada.) estado obsesivo. Permaneció íntegro y en pleno contacto con ~1 choque emo~onal
Coleccionar fotografías y estudiar viejos álbumes familiares había tenido de la situación, contando con una montaña-pecho a la cual hwr, un objeto evid_eI~­
gran importancia para él. Le fascinaba que mediante el clic tle una cámara, se temente capaz de contener su asustado sel[ y de restaurarle el roraJe de pet:etblI
pudiera inmortalizar un momento pasajero. Dijo que sus dibujos de pequefio to que "realmente" sucede. Desde Ja posición ventaj~sa Y segura de la n:adre,
de los contenidos del consultorio eran como fotografías y estaba contento de se aclaran las níeblas del temor (¿y posible1nente tamb1en la a~e~za de un inter-
pensar que podía volver a ellos para revivir sus recuerdos y encontrar que valo de desmentaliz.ación?). Al recobrarse, es capaz de perc1b:r ~ue las. ~ndas
las cosas no habían cambiado. Analizamos su sentimiento de que las fotografías tormentosas del orgasmo no causaron un estado devastador de oesintegracion. El
no sólo impedían la muerte del objeto, sino que también impedían que éste valorado refugio materno, con sus partes hermosamente talbda?> no .era tan
cambiara y viviera. Concluyó Ja sesión diciendo que pronto iría al zoológico, frágil como temía; mediante el uso del proceso de d~smantebmiento, el puede
pero esta vez no llevaría su cámara: ya tenía suficientes fotografías de los anima- protege~lo con amor del tormentoso empuje de sus emociones.
les. Con una sonrisa chispeante agregó que s·is fotos incluían una de Chi{:hi.

Sueño a· los catorce años CONCLUSION

Unos meses más tarde Piffie dejó de usar la mesa pequeña y de necesitar Hace aJounos años al hablar de su observación de que los gatit?s nacen ciegos,
tener a mano los restos de material de juego para recurrir a ellos si el silencio Piffie dijo: ~'Los bebés tan1bién nacen ciegos. Yo fui ciego y sorao hasta los tre.s
o un intervalo amenaza ran la rigidez de su plan de comrolar a su terapeuta y ños" - momento en que comenzó la terapia- . Desde entonces ha avanzado much1·
sus sesiones. En este punto fue capaz de usar el diván y relatar sus sueños de la :imo, pero mi optimísmo acerea de _las condicio~es presentes q~eda__atempe~~~
manera acostu mbrada. En la fantasía consciente, sin embargo, había vuelto a por Ja cautela proveniente de antenores decepcio.nes. La mcnfüzac1on prese ·
una posíción semejante a la de los castos monjes, y repudiaba con vehemencia ¿no será un mero reacomodo de sí mismo y su objeto, un proceso _qu~ puede ser
las señales crecientes de la pubenad. El siguiente sueño ocurrió en un momento rápidamente seguido por un desrnantelamient~ adicio~I? ¡,O _so~ ~nd1cado~es de
en que luchaba con Ja masturbación y anticípaba ron miedo su primera que se están haciendo preparativos para una integrac1on_g~nwm. ¿Ha habido ~n
emisión. este análisis un aprendizaje real, una experiencia de crecumento~ ¿O estam~s au~
Soñó que caminaba a lo largo de un canal que estaba separado del mar. En los dos apresados en la interminable tarea de barajar y baraj~ sus permut.aci~nes ·
la orilla habia u11 refugio hecho de madera hermosamente tallada. Supuse que El examen de este aparente desarrollo muestra hasta qu~ p~to este ~ciente
estaba alli para proteger a la gente en caso de que el Cl1I'.al desbordara. Repenti- ha continuado condenado a complicadas versiones del intemun:nle ester_eot!po del
namente hubo una terrible tom1enta, el mar se embraveció y desbordó robre el ·- t= ....a Ca"" 7 de moviljzar sus ansiedades para extend::-r sus tecrucas de
ni.no au ''" . y~ d · · us
Canal Era muy peligroso. fluyó muy lejos subiendo la ladera de la montaña. control puede hacer proliferar Jos ítems de las piezas e oonoam1en1O· :n. s
Cuando alcanzó una altura segura se detuvo y miró hacia atrás, P.ero había una . confi·n~do
colecciones; pero gran parte d e su aprendizaJC, ... ~ dentro de estos hmrtes.
densa 11iebla; no pudo ver nada ni decir qué estaba sucediendo. Finalmente la es estático y estéril. . . .. · obable ue cam·
tormenta pasó y se aclaró la niebla. Volvió al canal, esperando encontrar el refugio Esta condición muestra signos de modificacJOn, pero es lJ'llP( q
destruido por la inundación, pero en cambio encontró, para su gran alivio, que bie radicalmente hasta que sus objetos puedan ser liberad?s de su ~sta~o de para-
"alguie11 lo lwbia desmantelado''. las partes de madera del refugio, que ataban lización. Pero un objeto vivo es un objeto que puede monr. Un ob¡eto mtroyecta·
hacinadas y sin daño, podían ser annadas nuevamente con facilidad. ("Desmante-
J70 S.HOXTER

do puede sobrevivir a la muerte de un objeto externo y puede continuar siendo CAPITULO VII
una fuente de vida . Puede alentar un crecimiento más amplio cuando, en términos
de Bion, el continente y lo contenido est;ín en un estado de conjunción permeable EL MUTISMO EN EL AUTISMO INFANTIL, LA ESQUIZOFRENIA
ª. la emoción. Un objeto retenido en un sistema concreto de incorporación es, Y LOS ESTADOS MANIACO-DEPRESIVOS: CORRELACION ENTRE
sin embargo, sólo una mera posesión: una vez perdido se va para siempre. Para LA PSICOPATOLOGIA CLINICA Y LA LINGUISTICA 1 •
Piffic la pérdida de su objeto, ya sea por muerte o debido a un rival, es u.na pérdi-
da de vida. Anticipo que su autismo va a continuar hasta que pueda encontrar en Donald Meltzer
su terapeuta un objeto capaz de enfrentar el temor a la muerte y, por ende, ¡0
ayude a enfrentar sus propios temores. Entonces es posible que su boca se anime
a tomar el pezón y comience una relación viva.

- En la práctica, el psicoanálisis depende tanto de la función del habla, que


tendemos a darla por sentada hasta que debernos enfrentarnos con sus trastorno·s
más severos. Esas situaciones nos hacen comprender en qué pequeña medida Jos
psicoanalistas han conceptualizado hasta ahora esta actividad· mental interior
de la verbalización y su manifestación externa, la vocalización, para su propio
uso clínico. Este capítulo es una contribución con ese propósito, destinada a
ser usada en el consultorio y el cuarto de juegos; toma por lo 1anto material de
los recientes trabajos en lingüística, pero no puede afumar que le ofrezca a ésta algo
en cambio. Es conveniente, sin embargo, que las principales fuentes de nociones
conceptuales se mencionen al comienzo, antes de considerar el material clínico. La
formulación de la función del lenguaje utilizada está basada en gran medida en el
trabajo de las siguientes personas: la concepción de &rtrand Russcll de los
metalenguajes en distintos niveles de abstracción; el concepto del lenguaje de
Wittgenstein, como parte de la "historia natural" de los seres hurnanos, y su divi·
sión en lenguaje profundo y superficial; la concepción de la base musical del len-
guaje de $usan Langer, que aquí se considera para aplicarla al lenguaje "profundo"
de Wittgenstein, y la "gramática profunda" de Chomsky; la concepción de Bion
de que la identificación proyectiva se emplea como el modo primario de comuni-
car estados mentales, y que se considera aquí como el contenido d el lenguaje y
de la gramática "profundos": Tal vez sea conveniente establecer con toda claridad
que la concepción de este trabajo no concuerda con los puntos de vista que consi·
deran a la mente equivalente al cerebro, y en consecuencia no armoniza con ideas

1Trabajo leído en el XXVIII Congreso Internacional de Psicoanálisis, París, julio de 1973.


Publicado en Int. J. Psycho-Ana/ysis, 1974, 55, pág.s. 397-404.
•También en Rev. Psico-Anál., 1973, 30, pág.s. 703·720. (N. del S.)
'
172 D. MELZTER EL MUTISMO 173
basadas _en la neuropatologla, como las de Merleau-Ponty cuando emplea las en que la introyección de un objeto parlante (b) da lugar al proceso de laleo (e),
º?servac1ones de Goldstein sobre la afasia, ni tampoco con los criterios evolucio-
n~stas presentados (por ejemplo) por Roman Jakobson, que presume que el
ru~o aprende comenzando con "emisiones de un fonema-una palabra-una ora-
c1on" .
l
1
um vez que los conflictos del paciente se han ido concentrando suficientemente
en la relación transferencia! para que sea posible recomenzar la función de
formación de pensamientos oníricos (a).

Pero en lugar de llevar más ·allá este debate teórico, es prefenble pasar a los
halla7}?0s clínicos para demostrar cómo éstos contienen implícitamente una teoría
del desarrollo y de la función del lenguaje, tanto de la verbalización como de Ja MATERIAL CLINICO Nº I
vocalii<?ción. El enfoque puede resumirse entendiéndolo como una operación de
flanqueo enfocada en el autismo infantil, ya que en lugar de descnoir su fenome- Sylvia, una mujer de alrededor de 35 años, pero aún con el aspecto de una
nología clínica, sé presentará material clínico de dos pacientes esquizofrénicos niña púber frágil y bonita, había estado internada en un hospital durante ocho
__Y uno maníaco-<lepresivo con el propósito de definir cinco factores de la función 2lios, donde se la consideró por momentos maniaro-depresiva y otras veces
del lenguaje cuya pert..1rbación conduce al mutismo. Luego demostraremos cómo c:.tatónica. Sufría de severa anorexia ·Y su vida en la sala estaba dividida entre
los cinco factores operan en el autismo infantil, interfiriendo en que el habla sea hrgos períodos en que yacía inerte en su cama, y momentos más breves de
parte de la "historia natural" de estos niños. a.:tividad febril como fregona y mucama de todo servicio bajo .el tiránico control
Estos cinco factores que pueden verse operar independientemente, por tandas ¿¿ otra paciente, \Wlie, quien parecía gobernar la sala mediante una camarilla.
O e? conjunto, en las enfermedades mentales donde aparece una tendencia al Esta Pax Romana, que parecía aceptable para el personal, sólo se quebraba cuando
mutismo, son los siguientes. alguna paciente (Sylvia incluida) "se volvía loca" y comenzaba a "destrozar".
Lo primero se refería fundamentalmente a ataques verbales a las otras pacientes y
a) Es necesario que el funcionamiento mental sea suficientemente ord!enado al personal, y lo segundo significaba romper ventanas y vajilla. Estos estallidos se
para que tenga lugar la formación de pensamientos oníricos adecuados para la at.'11>uían a invasiones por parte de visitantes "del mundo" en el equilibrio de
comunicación por algún medio, y no qué meramente requieran eva\uación (Bion). poder de Millie. "Si :sólo nos dejaran en ~z"* callbba Sylvia a menudo, con lo
b)_ Debe existir un aparato capaz de transformar los pensamientos oníricos en cual también se refería a la intrusión por parte del análisis al que era llevada en
len~uaJe'. este. ~parato consiste en objetos parlantes internali:zados, de los cuales y t:L'ti por una enfermera. Ella insistía en que el sistema no podía tolerar más de
en_1dentificac10n con los cuales (ya sea por un proceso de identificación narcisista dos interferencias de este tipo por semana.
O mtroyectiva) se pueda aprender la gramática musical profunda para representar A medida que se aproximaba la interrupción del análisis debido a las vacacio·
estados mentales. aes de Pascuas, Sylvia comenzó a destrozar y a volverse loca, e intentó con fre-
_c) E_n los primeros afios de vida, cuando aún es fuerte el impulso del laico cuencia suicidarse mediante medios ingeniosos, aunque relativamente ineficaces,
(lallmg impulse), el niño debe edificar un vocabulario para describir el mundo cada vez que regresaba aI hospital después de la sesión. A la penúltima sesión
extern?, de modo que pueda desarrollar la habilidad para sobreirnponer este trajo dos breves sueños:
lenguaje superficial y lexicográfico sobre el lenguaje musical más profundo; y ser
entonces capaz de comunicar acerca del mundo externo. (a) J.fillie estaba cortando la lechuga y distribuymtola;
d) Estas transformaciones· internas (habla interna) deben encontrar en el {b) Amy podría destrozar un' pequeño tanque que estaba fu era de su cuarto.
mun~o exterior un objeto con suficiente realidad psíquica y adecuadamente dife-
renctado del self para que necesite la vocalización de este proceso interno a fin de Los sonidos inquiSitivos del analista o su evidente incomprensión lograron
que tenga lugar la comunicación. obtener de ella algunas asociaciones: a veces les dan lechuga en las comidas que
e) El deseo de comunicación con otros seres humanos debe ser saficiente ~lillie preside no cocinando sino sirviendo. En el suefio no había comida, sólo
para sustentar el proceso continuo de fonna_ción de los pensamientos onúicos. lechuga. Amy es una "destrozona" y se siente trastornada durante las vacaciones
cuando la sala se vacía de sus miembros menos peananentes u otros vuelven al
. En el material clínico que se presenta a continuación, estos factores serán hogar con sus familias. El " tanque" en el sueño era de vidrio, con capacidad sufi-
ilusti:ados de diversas maneras: Sylvia, una joven maníaco-<lepresiva, ilustra la ciente . como· para contener aproximadamente medio litro y con graduaciones en
pérd_ida del deseo de comuniearse (e) y el debilitamiento del proceso de transfor-
mac_16n del_ pensamiento onírico en lenguaje {b); Phillipa, una adolescente ~squizo­
.- el costado, como un termómetro.
Estos dos sueños y sus asociaciones se interpretaron de manera simple como
frémca delirante, revela el proceso de formación de un objeto delirante para el
cual no es r~lcvante la vocalización del habla interna (d); y finalmente Jonathan
• ![ only they would Jet us alone, traducido más literalmente quiere decir: "'si solo (ellos) nos
un adolesc.ente esquizofrénico catatónico, demuestra en su recuperación la mane~
dejaran solas". 1N. del S. J
174 D.MELTZER
• EL MUTISMO 175

significando algo semejante a: sí al menos usted nos dejara en paz (lechuga sola el estado mental: "¡Dcnospas! ¡Oiento! ¡Graás!"*'. Uno podría pensar que la
sin otra comida)* y no despertara sentimientos de amor (Amy), no nos sentiría- estructura sintáctica está prese!V-zda, si no fuera porque los sueños nos muestran
mos impelidas a destruir nuestra capacidad (graduada, pero capaz de contener que ha sido reemplazada por una imagen con sólo una relación homon ímica con
aproximadamente medio 1.ilro) de gratitud {tanque, en inglés tank; gracias: thanks; el lenguaje. Sólo la mús.ica ha sido preservada de la proposición original, e incluso
gracias a usted: tlrank you) cúando se van y nos dejan solas en Pascuas (la saJa. parece desafmaéa y tocada con <kscwdo.
vacía). El segundo ejemplo clínico se propone esclarecer un segundo tipo de mutis·
~o pretendo defender la validez de esta interpretación, sino más bien con-
mo, en el cual d lenguaje interno está preservado; el des.e o de comunicar infor-
centrarme en sus implicaciones respecto de la función del lenguaje en la paciente. mación y los e>tados mentales oo parecen deteriorados, pero una alteración deli-
Es característico de ella, al salir bamboleándose como una vieja del consultorio af rante del objeto hace que la vocilización del lenguaje resulte redundante.
final de la sesión, murmurar algo semejante a "lo siento" o "gracias" seg6n si
trajo o no material para análisis. particularmente sueflos. Si no ha sido capaz de •
cooperar, llorará en su viaje de vuelta al hospital o intentará tirarse del taxi, es- MATERIAL CUNICO N• 2
trangularse con su bufanda o em-enenarse con píldoras escondidas.
Creo que es posible ver claramente la imagen de desesperación, como niños Despu~ de tres ar1os de tntainiento hospitalario por· depresión, Phillipa se
aferrados uno a otro en un campo de concentración, totalmente sometidos a sus despertó de un sueño coo un sistema delirante esquizofrénico plenamente desa-
perseguidores, revolviendo basura para comer y luchando contra todo lo que pue- rrollado. Dema5iado elaborado para explicarlo aquí en detalle, puede resumirse de
da despertar falsas esperanzas de rescate. El sonsonete " ¡Déjennos en paz!;, parece la siguiente manera: esta joven de dieciséis años, gorda, inteligente y dotada ver-
un ~co ~ue se de~integra en un sonido disártrico (Let us alone!, lesalon), un mero balmente se hzbía convertido m la cautiva de un hombre rico que por cinco
sorud~ as~, ~1entras se apartan de la ternura, mientras el pensamiento queda ·• libras la había comprado a sus padres para que fuera sujeto de un gran proyecto
re~ucido a una irnagen, b imagen onírica de Millie y la lechuga sola. De manera de investiploo sobre la esquizofrenia. Para este propósito estaba confmada en
·ana~o~ . ~as palabras de ~titud se reducen a un sonido deformado, y la mamadera un set cinematográfico donde mda fuera de ella era real, ni el aire, ni el decora-
vac1a mv1ta a destrozarla en cuanto trae promesas de algo mejor. Se debe compren- do, ni la -gente. Puesto que todo era registrádo iiiediante cámaras de televisión
der que para esta joven, en los años previos a su internación, el mundo exterior se cuidadosamente ocultas, cada sonido y gesto de Phillipa era es~udiado, teatral,
había con\'ertido en un loquero en el cual ella vaga.ba de cama· en cama, borracha controlado. De todos modos, romo parecía que este control era ejercido sobre
en su _confu_sión, buscando un objeto que la llenara de amor. Necesitaba que fuera ella por este hombre rico y no por ella misma, no sentía ninguna respocsabilidad
un Objeto sm graduaciones de generosidad, que nunca se vaciarn, que nunca perma- personal por s:i conducta. Por otra parte, una vez que se inició el tratamiento, su
neciera fuera de la puerta de su boca (cuarto), para no tener que recordarlo y relación coo el analista presentó un marcado contraste respecto de este delirio. Se
estarle agradecida. convirtió en una relación de cootrol omnipotente sobre sus palabras y at:ciones, a
. Quiero resalta~ la forma en que los sueños revelan que la estructura proposi- pesar del hech-0 de que pronto pareció descubrir que el hombre rico tenía el mis-
cional del pensanuento -Déjennos en paz" y "Gracias" se ha conservado en la mo nombre que el analista. Fue necesario que el analista limitara su conducta,
imagen del sueño, pero la función del lenguaje ha come~zado a perder sus raíces especialmente cambios postu~s o de la expresió11 facial, ya que tales actos irre·
en las proposiciones y 2 d eteriorarse en un balbuceo de borracho. Debe observar- levantes resultaban en jubilosas expresiones de triunfo sobre él. Con lógica impe-
se. s_in embargo, que la image~ tiene una directa relación del tipo del equívoco, cable ella explicó: "Usted no parece capaz de controlarse, doctor Meltzer. Sin
del iuego de palabrns, :! t raves d_e la homonimia, con el deteriorado lenguaje y embargo, como aquí sólo estan:os usted y yo, debo ser yo quien lo controle".
claramente se mantiene en una posición secundaria : es un derivado. En el Aunque e:.1:os estallidos 1nmíacos sólo se producían en un principto después
sueno encontramos las Feliquias del lenguaje, como el arqueólogo encuentra los de que el analista realizaba algún movimiento desacostumbrado (tal como cruzar
restos de una cultura en los escombros de un basural. El mundo psicótico de una pierna o rascarse), gradualmente se extendieron a la actividad analítjca en sí. El
la Pax Ro~a de Millie no ne.."t?sita del lenguaje sino sólo de órdenes, equivalen- efecto era realmente intimidatorio. Se hlzo necesaria una lucha interna para superar
tes a los silbidos Y los gestos ccn que se adiestra a los perros. Ni la comunicación la inercia y la tendencia del amlista a permanecer silencioso. Pero la perseverencia
~e los estados mentales ni la información acerca del mundo exterior son necesa- en la funcióD interpretativa pareció producir gradualmente en la paciente un efec-
nas. ya que todas las fwiciones del yo son llevadas a cabo por el tirano y ningu- to muy indeseable, tanto de!'de el punto de vista terapéutico como científico.
na por los esc_lavos. Pero _la comunicación es necesaria para protegerse de los in- Mientras que el analista persistía en hablar, la paciente tendía a utilizar la m(mi-
trusos, el analista en particular. y para este propósito basta un ruido para indicar ca; se pudo entonces también observar que cada vez lo miraba menos, hasta que

•l <t
11
s. dqadnos. Y lettuce. lcchup. suenan en inglés parecido. IN. del s.1 • Pronunciacicío. corrompida de : "tDéjennos en paz!", "Lo siento" y "Gracias". (T.I
'
176 D.MELTZER EL MUTJSMO 177

se re~ujo a una mirada inicial al principio de la sesión, luego de lo cual dirigía su rabia que comenzaron en la pubertad. A los veinte años tenía el aspec;to de un
atención hacia afuera, por la ventana. A partir de la conducta de sus ojos, que púber desgreñado de doce, de un triste payasito o incluso, a r<1tos, de un mufieco
~ora se convirtió en un complicado y bizarro sistema de parpad.:os y de miradas de trapo. Sus respuestas verbales estaban prácticamente limitadas a una especie de
fijas que duró meses, fue posible concluir que ella los usaba conio una cámara en tic consi:stente en "no sé, no sem o "sí, sí", excepto en momentos de rabia cuan-
el comienzo de la sesión y después romo un proyector cinematográfioo. do corríz por todos lados golpeavdo las puertas y gritando: "Dejen de molestar-
Cuando por fin se le interpretó que ella tomaba una· foto del analista y luego me" o '"Déjenme de joder". A veces, y a propósito de nada en particular, insistía
la proyectaba fuera de la situación analítica para así recuperar un objeto de natu- eco enojo: "Me voy a salir con la mía" o "Voy a hacer lo que quiera". Su voz
raleza más dócil, una confirmación sorprendente rompió su silencio negativista: carecía de música, era arrítmica, mecánica. Se orinaba y se ensuciaba constante-
"Las fotos son tan buenas como las personas". Tres años de análisis habían pro- mente, se masturbaba, desgarraba sus ropas, se reía sin motivo y afP.ctadamente,
ducido un marcado cambio en el delirio de la paciente, aunque no puede decirse y era incipaz de mirar a la gente en la cara. especialmente en 1~~ ",jos. E~ algunas
que esto constituía un triunfo terapéutico: de lo único real en el cuadro deliran- sesiones :se quedaba completamente inmóYil, sentado con las ropas mal puestas
te, la actriz, Phillipa se había metamorfoseado en el dire ctor, el cameraman y la - sin za¡ntos o con ·pantuflas puestas en el pie que no correspondía, con labra-
cámara, todo en uno. Podría decine que pasó de un sistema paranoide a un siste- · gueta al:i.:rta, la canúsa fuera del pantalón y las i:nanos metidas dentr'-'_::!e las
ma delirante catatónico; en lugar de ser controlada por el rico doctor Meltzer, mangas-. Parecía generalmente exhausto a pesar de que por las noches dormía mu-
ella tenía ahora el control de la foto de él. En este proceso, su necesidad de cho y profundamente.
vocalizar sus pensamientos se desvaneció, y sus conversaciones podían ser condu- No puedo describir el contenido completo de los primeros cinco años de su
cidas en mínúca. Es claro que las fotos no pueden oír, sólo ver; pero de todos análisis, pero quisiera concentrarme en el aspecto del lengu.aje. Luego de estable-
modos son "tan buenas como las personas". cido el contacto. las respuestas tipo tic de "no sé, no sé" fueron reemplazadas
.El objetivo de este material consiste en aclarar el papel de la vocalización por seri~ de palabras que parecíai:i referirse a sueños y, más raramente, a cancio-
conci:eta .del lenguaje, punto éste que no debe darse por sentado. La distinción nes o 1itulos de películas de TV. Más tarde intentó recitar toda la letra de la
habitual entre habla interna y externa no cubre realmente todas ¡.; pOs.ibilidades, canción, de modo que fue evidente que el contenido tenía significado en relación
ya que uno puede ver que las conversaciones de Phillipa utilizando la mímica coo la experiencia de la transferencia ps1ooanalític;1. En muy pocas ocasiones,
eran "externas", y sin embargo silenciosas; y en la situación analítica, Phillipa irrurnpú un fragmento de recuerdo, totalmente desubicado en el tiempo o la geo-
debería describirst° como muda, no solamente como silenciosa. El mutismo de grafía ~ su experiencia vital; pero inevitablemente se reducía a algo il)audi"ble y
Sy!~ .." su tenden .ll a él, ilustraba el retraimiento de las relaciones objetales y era ree crplazado por "no sé, no sé, no sé". A medida que el analista comenzó a
la perdida del deseo de comunicarse, mientras que el de Phillipa muestra un pro- reunir e:;tos fragmentos en una historia de su vida interior, se hizo notorio que
ceso opuesto - el logro de un objeto, pero de un objeto delirante, col) cualidades ciertos o!lementos fijos , tales como llamarse a sí mismo "Boris'" o insistir ec que
que hacían que la vocaliz.ación fuera redundante para el proceso de comprensión- . tenfa di.!ciocho años (edad en que fue admitido en el hospital) comenzaron a
No deb~ pensarse que estas cualidades sólo las poseen objetos delirantes; el aspec- ablandarse y a moverse hacia la verdad. La impresión no dejaba lugar a dudas del
to omnipotente de la identificaéión ptoyectiva tiene probablemente siempre algo hecho ele que a veces él había comenzado a se r ca paz de retornar de esa "ningu-
de ,esto ~trínsecarnente. El estado mental y la imagen o la imagen onírica en que na par~" de 'su sistema delirante, al mundo de la identidad, el espacio y el tiem-
esta arraigado parece que pueden ser implantados intactos en la mente del objeto. po de 11 realidad psíquica y externa. De alguna forma la absoluta desesperación
Para superar la ilusión, el niño debe en cierta manera aprehender la necesidad de (en el ientido de Kierkegaard) de su enfermedad había cedido su lugar a la ~--pe­
vocalización, y la mayoría de los niños pequeños sólo demuestra una apreciación ranza. Fue entonces cuancfo las reacciones a la separación comenzaron a ser muy
muy parcial de esta necesidad, especialmente con sus madres. severas.
En nuestro tercer ejemplo nos moveremos en la otra dirección para examinar En el cuarto año de análisis, fue ocasionalmente capaz de relatar un sueño o
el papel del contenido mental que (tal como lo dice Wilfred Bion) debe con- un reoxrdo alterado o de describir ua suceso reciente en el hospital o en la casa
sistir en elementos adecuados para Ja comunicación, y no meramente para de la pareja a la que visitaba regularmente. En el quinto año comenzó a reunir
la evacuación. palabra con significados abstractos y pudo experimentar perplejidad acerca del
significado de la conducta de otra gente o de sus propias y numerosas compulsio-
nes, que incluían extrañas formas de locomoción, conteo y repetición de pal.abras
MATERIAL CLINICO ~¡º 3 de dos a cuatro veces. Su uso del lenguaje con propósitos de comunicación, sin
emb~, encontraba gran oposición inteñor, de modo que su discurso era inte-
Cuando Jonathan comenzó su análisis 1Jev2ba casi cinco años en un estado ·· numpido con frecuencia debido a que cubría su boca con sus manos, se pellizca-
catatónico de creciente profundidad, al cual lo habían impulsado de manera ine- ba los labios, se reía sin sentido y se rascaba el trasero, o bien iba de un salto a
xorable varios años de creciente confusión, ansiedades paranoides y estallidos de ... lava.ne" . El grado de su esclavitud con un perseguidor interior podría apreciarse
'

178 D.MELTZER F..LMUTISMO 179

adecuadamente por la distancia a la que sus manos se retraían dentro de las man- mismos com<> condiciones sine qua non del desarrollo y continuación· del lengua-
gas de su camisa. je. El primero es el deseo de comunicar estados me~tales e información_, cuyo
1
Esta larga descripción de un proceso de parcial re cuperación de una catástro- colapso hemos visto en Sylvia. El segu~d~ es la ne~s1dad de tener un ob1eto_ en
fe esquizofrénica, tiene la intención de ilustrar una cierta tesis sobre el desarrollo la realidad psíquica. y que no sea de s1gmficado delirante , al cual puede. ding¡rse 1

del lenguaje y acerca del mutismo en el paciente catatónico. La enfermedad irro-


gó una destruc~,ilm tal del objeto interno, la base de la identidad, que acarreó la
destrucción de la capacidad de tener pensarrúentos y, por ende, los fundamentos
el lenguaje -demostr1do por el cambio en Phillipa que, de hablar al analista, pasa
a una silenciosa conversación CQn una "foto" de éste que era "tan buena como la
persona"-. El tercer req_u isito es la introyección ?~ .un objet? parlante del cua~,
l
del habla, tanto e·n su aspecto vocal como verbal. En el lento avance que Jona- mediante Ja identifa..:ación, puede adoptarse la mus1ca gramatical de las proposi-
- than hizo hacia la recuperac~ón de su estructura y sus funciones mentales, se pue- ciones del lenguaje. La experiencia de Jonathan sugiere la reconstrucción de un
de discernir una recapitulación lenta del desarrollo de estas dos dimensiones del objeto de ese tipo. El cuarto elemento necesario es la adquisición de un voc~b-~la­
proceso del. habla, aunque con mucha distorsión y sufrimiento. rio que puede utilizarse con el virtuosismo originado en el !aleo de repet1c1on,
La pnmera dimensión, la verbalización, está ilustrada por la manera en que C2paz de revertir lc:s pensamientos oníricos en un lenguaje pasible de emplearse
Jonathan logró introyectar un objeto parlante, o más bien cantante, y pudo internamente para ~nsar, o externamente para comunicarse. Estos cuatro ~le­
repetir con notable precisión la letra de una canción, primero de manera mecáni- mentos dependen ~ un quinto, un aparato mental capaz de elaborar pensamien-
ca, pero gradualmente, con mayor ritmo y modulaciones. Fue fácil reconocer que tos oníricos que se ldecuen al penS2lll.Íento y la memoria (proceso a), Y no que
el contenido de esas canciones hacía referencia a interpretaciones recientes acerca sirvan meramente p~ la evacuación (elementos (3 de Bion).
de la evolución de las cualidades y relaciones de sus objetos internos y de su signifi- No es éste el 11.SI adecuado para un prolongado análisis de cómo esta teoría
cado transferencia!, extraídas de la inferencia analítica de sus sueños, relatos de se relaciona con o~ pasadas o actuales en psicología_,_lingüística o filosofía. No
hechos y recuerdos, y de su conducta durante las sesiones. otmante, y con el fin de ubicar brevemente su~ referencias, dos citas pueden resul-
La segunda dimensión, la vocalización, que corresponde al balbuceo o al jue- tar útiles para la romparación. Roman Jakooson (Fundam~ntafs of LanK';'age,
go con palabras del ·niño pequeño, estaba representada e~ el tormento de la repe- pág. 74) escábe: "u gradual regresión del patrón de los sonidos en los afas1cos
tición de palabras por parte de Jonathan , y su construcción y reconstrucción de in,ierte regularmen::: el orden de I~ adquisiciones fonémicas de los ~iños. Esta
un vocabulario para la expresión de sus propios pensamientos y experiencias, todo remsíón implica 1.lli aumento de lo~ homónimos (comparar con Sylv1a) ; y una
lo cual parecería dar sustento a un creciente sentido de identidad. <lliminución del voc:iliulario. Si esta coble incapacidad - fonémica Y léxica- con-
En contraste, entonces, con el adusto retraimiento de Sylvia de todo inter- tinúa progresando, le:; últimos residuos del habla son emisiones de .un fonem~_-~n~
cambio verbal y del desplazamiento hecho por Phillipa de este intercambio verbal palabra-una oración : el paciente recae en las fases iniciales del desarrollo hngu1st1-
en una conversación mímica ~ilenciosa con un objeto alucinado, Jonathan .ilustra co del bebé o inclu..c.o a la etapa prelingüística..."
un mutismo basado en una severa fragmentación de la estructura de la personali- Se verá que la t~oría formulada en este tr-.ibajo no considera q\le en los niños
dad. con la cor .1guiente pérdida de la capacidad de poseer sus propios pensa- la transición tiene l:!2:3r mediante la -emisión de un fonema-una palabra-una ora-
miemos con !~ cuales pensar. Al progresar ambas diinensiones de la evolución ción", sino por medi~ de la entonación de proposiciones a través de 1:. ;,íentitlc~­
del habla, comenzó a tener pensanúentos propios, de rtianera que pudo sentir el ción y con crecienu precisión. Compárese la observación de Jak.obson con la s1-
deseo de comprender sus experiencias, y pedir al analista q ue le explicara su sig- gujente de Ludwig Wittgenstein en sus Philosophi_cal Jn11estif;a~ons _(I, SS 20):
nificado. La gran diferencia con el desarroUo gozoso de un niño sano radica en el "Quien no comprenciera nuestro idioma, un extranjero, que hubiera 01do frecuen-
grado extraordinario de sufrinúento mental. Para Jonathan, cada paso adelante tem<!nte a otro dar la orden: 'Tráigmie una tabla', podría llegar a pensar que
debi:I darse enfrentando la severa oposición de un perseguidor interno amenazan- tcxh esta serie de sonidos fuera una ;ola palabra correspondiente, tal vez, a una
te y. en la matriz del resentimiento por las separaciones, también frente a su pilibra en su propic lengua. Si él misi:1~ hubiera dado esta ord~n, proba~l~~~ntc
dese..) cruel de decepcionar a sus objetos. La hubiera pronunci2do de manera distinta, y ent Jnces podnamos ~~;u· el la
pronunció de manera. tan extraña porq~e la toma por una sola palab_ra .
Esta afirmación ~ cvrresponde mas de ce:ca con nuestra teona, y recuerda
inID!diatamente los numerosos chistes que están basados en este tipo de malen-
DISCUS ION tendidos. Entonces mponemos que la idea de que las palabras son _art~factos p_ri·
rnarios y que la gramática tiene una ex.istencia como una cosa-en-s1-m1Sma, es tn·
i
1:stos tres ejemplos el ínicos pueden por tanto ilustrar lo que conforma una sostenible. O si dej<:mos nuevamente que Wittgenstein lo explique por nosotros
teo r(11 del lenguaje, su desarrollo tanto como su patología, dando lugar al axioma (PL SS 25): "Se dice a veces que los animales no hablan porque carecen de l.a 1
de q110 el habla hace "usos infinitos de medios finitos" (Chomsky). Podríamos capacidad mental ne~saria. Y esto significa: 'No piensan y por esto no ~-ablan ·
aclat ~· y recapitular los cinco aspectos de la vida mental que se definieron a sí Pero ... simplemente ellos no hablan. O para decirlo de otra forma: no utiJJzan el


180 . D.MELTZER EL MUTISMO 181

lenguaje - exceptuando sus formas más pñmitivas- . Dar órdenes, hacer preguntas, no constituye una enfermedad, sino que es más equivalente a un estupor induci-
relatar, charlar, son parte de nuestra historia natural, como caminar, come r, be- do. Sin embargo, el empleo de este mecanismo priva al niño en gran pa~te de la
ber, jugar." expeñencia del desarrollo (en sentido cuantitativo) y puede retardar d desarrollo
No voy a resaltar una vez más los errores metodológicos que surgen de con- del yo en una manera muy característica. Típicamente, la oscilación de la expe·-
fundir. mente con cerebro, Nuestra teoría intenta considerar el lenguaje como una riencia del objeto de "sentido común" y la experiencia del objeto "desmantela-
•i:rdadera función de la men te y de su histoña natural. Pero equipados con esta da", tanto como el factor de la falta relativa de disp<inibilidad de la madre, inter-
teoría débemos ahora volcar nuestra atención al problema del mutismo en el niño fieren en la evolución del concepto de espacio interno, tanto del sel[ como del
autista, y espero que el hecho de que esta parte del trabajo no presenta ilustra- objeto , empo breciendo entonces los procesos introyectivos y proyectivos. En con·
cione~ clín!~· no ~ecepcione ~ lector. Hay dos motivos para ello: primero, el secue1;cia, el yo tiende a permanecer en un estado primitivo de fusión con su
matenal cltmco pertinente proVJene del trabajo de colegas cuyos tratamientos su- objeto externo, mediante una fantasía de aferrarse o adherirse (Bick), lo que pro- .,
pervisé 7 no de mis propias observaciones; segundo, quiero construir el concepto duce una fo rma• altamente narcisista de identificación y aumenta la intolerancia a
de mutismo en el niño autista de una manera algo dist in ta - tomándolo por el la separación, que resulta en un a experiencia de ser arrancado de su objeto y de 1
1
flanco, como ya dije- . No quiero considerar eJ mu tismo en la forma corriente su piel (Bion), o de jesgarrar una parte del objeto (Tustin, Meltzer).
como un síntoma, derivando su estructura. sino más bien que, a partir de la es'. La na turaleza primitiva del yo, la cualidad poco común de las ansiedades y la
tructura de la enfermedad, se puede demostrar que el hablar está naturalmente oscilación entre estados integrados y autistas crean un cuadro clínico terriblemen- 1
ause nte en el niño autista, que no es parte de su histoña natural, en el sentido de te confuso, imposible de distinguir mediante la observaci~n de la conducta biza-
Wittgenste in. rra de las psicosis delirantes. A medida que los pacientes se recuperan o mejoran,
este cuadro se ve gradualmente reemplazadlo por otro que es una mezcla de inma-
durez y rasgos obsesivos.
El mutismo tiene un lugar especial en este contexto, detenninado por múlti- '·
EL MUTISMO EN EL AtmSMO PRECOZ INFANTIL
ples factores. Los examinaré uno por uno en el orden de su significación evoluti-
va, relacionándolos con los aspectos del desarrollo del lenguaje que ya se han
. Encon~:amos que el autismo es un tipo de rt>tl!do en el desarrollo que sobre- definido con el ma te riaJ de pacientes psicóticos.
VJenc en nmos de gran inteligencia, buena dispo;ición y alta sensibilidad emocio-
nal, cu~do durante el primer año de su vida se enfrentan con estados depresivos
en la figura materna. El se \·ero de\erioro en el contacto por parte de la madre l. El mutismo acompaña de manera inevitable el estado autista _propiamente
catapulta al niño. hacia angustias depresivas intensas en el momento en que, en dicho, pues es esencialmente un estado "desmentalizado" en el cual se manifies-
forn:ia correspondiente, carece de los servicios de una figura receptiva para com- tan más las funcio nes cerebtales que las mentales. Esto puede inducir a confusión
partir este diluvio de sufrimiento mental y poder, en con secuencia, modificar su cuando el niño ha desarrollado cierta habla fuera del autismo propiamente dicho,
unpacto. Su respuesta a esta pñvación es Cr.isti:a, pero fundamentalmente con- ya que los hechos lingüísticos que tienen lugar en el estado autista carecen esen-
cuerda con una notoria predisposición obsesiva, es decir, una tendencia a enfren- cialmente de significado, como es el caso también, por ejemplo, en los equivaJen-
c~r la ansi~dad con fantasías de control omnipotente de los objetos. Emplean un tes epilépticos. Esta área del mutismo corresponde al fracaso en el desarrollo de
upo especial de mecanismos de disociación con el que desmantelan su vo en sus pensamientos oníricos.
disüntas capacidades perceptuales de ver, to car. oír, oler, etc., y con Ío cual el 2 . La notoña inmadurez de los niños autistas, con sus especiales interferen-
~bJ ~t? , en lugar de ser un objew de "sentido conún" (Bion), se reduce a una mul- cias en los proceso.s de introyección por el fracaso en formar el concepto de espa-
nplic1da_d de e_ventos unisensuaJes en los ctU.les los aspectos animado e inanimado cio interno, favorece a su vez el fracaso del desarrollo del lenguaje, porque los
son md1'.er~nc1ables. -~ª consecuencia ~s que, e:l los estados de autismo propia- procesos de identificación con objetos parlantes están detenidos. El tipo adhesivo
men te dicho, estos runos quedan reducidos s un cipo de desmentalizac:ón equiva- de identificación narcisista parece estimular la identificación con funciones obje-
len te a un defecto cerebraJ orl!ánico tales corporales más que mentales; se podría decir con la danza más que con la
~or otro lado, debido a~que ~stas d.isociackmes se logran siguiendo lo que canción del lenguaje profundo. •
pcdnamos ~~ar las líneas '_'fisiológicas" (aJ pemútir la desin tegración pasiva del 3. Más tarde, cuando la introyección y la proyección son más operativas, los
yo en su chva3e naturaJ mediante la suspensión de la atención y no mediante la celos edípicos pregenitales interfieren en el coito '-erbal de los objetos internos,
?iso~iación ?c~va a través _de ataques sádicos), h reintegración es muy fácil y no dejándolos separados y silenciosos. Esto se agrega a la tendencia a no vocalizar,
m1phca sufnnuento depresivo. Cuando un objeto atractivo hace que el yo se reú- aun cuando el lenguaje interno se esté desarrollando.
na, también. se reintegra la percepción de k>s oojetos. Por esta razón el estado 4. La prolongada inmadurez tiende a superar el período del intenso _impulso
autista propiamente dicho es notablemente rev:;rsible de manera mo~entánea y al balbuceo, que parece desaparecer alrededor de los siete años. Los niños que
182 O. MELTZER

aún a esta edad son mudos se encuentran en especial desventaja para aprender a
hablar más adelante.
5. Puesto que los procesos de identificación sufren tantas interferencias y da-
do que el modo adhesivo no logra delinear los aspectos humanos del objeto, para
no hablar de los animados, sino más bien sus cualidades sensuales y mecánicas, la
distinción entre animado e inanimado, humano y no humano, no se desarrolla ni
lleva a establecer objetos in ternos que sean una audiencia adecuada para el habla.
6. Finalmente puede verse que las identificaciones empobrecidas y los aspec-
tos deshumanizados de los objetos no estimulan el deseo de comunicarse, sino
sólo el de controtar o despertar la obediencia de los objetos. Para este propósito,
los gestos y las señales resultan suficientes.

PART·EC
RESUMEN Y DISCUSION
Uvf PLICACIONES DE LOS HALLAZGOS
Se han presentado tres ejemplos clínicos para ilustrar los cinco factores nece-
sarios para el desarrollo del habla y su uso. Uno de ellos (o más) es deficiente en
la enfermedad mental severa con tendencia al mutismo. Ellos son: (a) la capaci-
dad de formar pensamientos oníricos adecuados para -su transfonnación· en len-
guaje, deteriorada en Jonathan y prácticamente derrumbada en .Sylvia; (b) fa ha-
bilidad de lograr esta transformación mediante la identificación con objetos par-
lan tes, en 12 música de la gramática profunda, que se desintegra en Sylvia y se
reconstituye lentame nte en Jonathan; (c) el proceso del balbuceo y de intercam-
bio de letras en juegos de palabras, requisito necesario para la construcción de un
vocabulario adecuado para la comunicación acerca dél mundo externo y del vir·
tuosismo en sobreimponer esta estructura léxica de habla superficial en la base
musical del habla profunda, que se recobra en Jonathan; {d) la aprehensión de
objetos externos con cualidades de realidad psíquica que los hacen adecuados co-
mo audiencia, alterados por el delirio en Phillipa, y finalmente (e) el deseo de
comunicar estados mentales e información a otra gente, disminuido en Sylvia.
Al rcl:icionar estos factores con el autismo infantil, he descrito nuestros ha-
Uazgos en relación con los estados del autismo propiamente dicho y el deteriora-
do desarrollo de la personalidad en estos niiios fuera del área de la desmentaliza.
ción autoinducida. He bosquejado el modo del funcionamiento de la maniobra
centf2! en el autismo propiamente dicho: el desmantelamiento primitivo y suave
del yo, y he investigado sus consecuencias, mostrando tamtiién cómo la disposi-
ción que favorece este método de manejo frente a una carencia ambiental, puede
llevar a métodos menos primitivos de control omnipotente y, por ende, de rasgos
obsesivos. Esto último, combinado con la dañada introyección y con la preferen-
cia por un:.1 form a adhesiva (Bick) de identificación narcisista, interfiere con la dife-
renciación en varias áreas de la geografía de la fantasía (Meltzer) y, en consecuencia,
con la fonnación de objetos internos. Esta última dificultad se complica aún
más en el campo del habla, porque el desarrollo posterior del complejo de
edipo pret:ehltal tiende a manifestarse como un ataque al coito verbal de los
padres int('111os.
,~-----====~===-=~~-=-==~==----
1

j
1
1 CAPmLo VIII

LA RELAOON DEL AUTISMO CON LOS MECANISMOS


l OBSESIVOS EN GENERAL

Donald Jfeltzer i
I 1

- I
1 l
1

I
'
f Las experiencil:s descritas y comentadas en este libro, derivadas de la combi-
1
¡
r
'
nación de la obsienación detallada y el amplio respaldo de años de proceso analí-
tico, contribuyeroa a nuestra comprensién de los mecanismos mentales, con
especial riqueza en el área de los ~isrnos obsesivos. El problema de la "elec-
ción de neurosis" ron el cual Frei:: se debatió por el mero hecho de haberlo

'1 formulado (una de esas preguntas t-~uivocad~ que sólo dan lugar a respuestas
equivocadas) promovió toda una va:iedad de teorías que especulaban con uno o
dos factores, o incluso con un tipo ée múltiples factores. El estadio de desarrollo
de la. libido, los pcntos de fijación. los factores traumáticos, los mecanismos de
defensa, la relacióo madre-bebé, fac:ores sociológicos, constitución heredada: és-
tos y muchos ro±; se han estudiac,;i en esta investigación. Con facilidad podría
considerarse, aum:ue erróneamente. 01C se ha formulado en este libro una teoría
l de un mecanismo específico del ':.."Lismo, pero sería un error que este capítulo
debe aclarar. Lo ~ue intento moso-.tl es lo que se ha podido aclarar acerca de la
esencia en Ja fom:i de actuar de lo; ::;ecanismos obsesivos por la forma en que se
lo$ emplea en éSl.:l. seguramente lz .,..;is primitiva de las perturbaciones obsesivas.
1. Por supuesto que desde el momento ea que se designa a una perturbación obsesi-
va con el nombre de autismo, sue:a como una afiJm2ción nosográlica con impli-
caciones etiológiC!S, pero no es é~ la intención. Se seleccionó la experiencia con
Piffie como centro para este análi<7<. puesto que presentó mecanismos obsesivos
de un tipo particularmente "puro~. casi como en "culti\·o puro"_
I Debo explic:u desde el principio qué quiero significar con esta distinción, y
evitar así muchzs confusiones. El a:.ecanismo fundamental, al que llamamos "ob-
.. sesivo", debido a la enfermedad 01e ilustra sli funcionamiento de la manera más

'1
expresiva, consisu en la separacióa y control omnipotente de los objetos, tanto
internos como externos. Esta afirruación parece necesitar un complemento moti- /
. vacional, "coo d propósito de" o "para evitar o pre.,--enir esto o aquello". Luego !
186 D.MELTZER A UTIS MO Y MECANISMOS OBSESIVOS 187

de ,pensarlo ~n poco más,_ ;esulta evidente que "control omrtipotente de los obje- Encontramos que lós mecanismos autistas son intentos de una simplificación
tos es en s1 una afi~ma71on motivaci~nal ~ la cual se pueden agregar afinnacio- masiva de la experíencia, capaz de dispersar la experiencia de obje~os en modali-
ne~, de desarroU~ ~ot1va~1onal secundario - •para evitar Ja ansiedad de separación" dades sensoriales y motrices, pero que, por supuesto. se superponen a sí mismos
o . con el propos1to de impedir la concepcion de otro bebé"- . Pero debe distin- y caen en el otro lado de la línea divisoria en tre eventos y experiencias psíquicos.
guHse d~ una declaración aq;:rca del ello, que sólo podría adecuadamente hacer En realidad, las experiencias parecen estar reducidas a un ni ...-el de simplicidad en
referencia a la fuen.te y al obj~tivo, y no al modo y al objeto. La confusión res- que apenas aparecen como mel}tales, lo que explica por qué es1os niños se consi-
pecto de los _mecanismos obsesivos surge relacionada con su utilización secundaria deran déficientes mentales o que sufren una enfermedad orgánica cerebral. Piffie
como mecanismos de defensa contra la ansiedad más ·que de su uso pn· · ya había hecho un avance notable al· superar su autismo inicial cuando iue remiti-
" b fi · · ,, . . • mar10
- para en~ i_cio propio se P?dna decir- como una expresión de actividad, en úO al tratarnie1ao, y lo que estudiamos en él es el proceso de desarrollo de la
l~gar de pas1v1dad, en las relaciones objelales. ¿Por qué entonces "omnipotente" personalidad, aún groseramente inmadura y psicótica, en el sentido estructural,
s1 solamente eslamos hablando de una forma de relación acliva con los ob· t ? consecuente a la pérdida •de tiempo y terreno a que lo forzó su tem¡irana enfer-
Po q 1 d. . Je os. medad. Desde el punto de vi~ta constitucional, era por cierto el niñ-0 favorable-
r ue a es1u 1ar estos mecanismos podemos reconocer que actúan -~'-re 1 b
d r · ¡ f , ><J'U a ase
e una e 1ps1s en a an tas 1 ~, una brecha en la lógica de causa y efecto, que salta rrent€\iotado del grupo, y SL' progreso en el análisi:s fue sin duda constante, no
del d_cseo a su real1zac16n sin hacer una pausa para lograr Jos medios de transfo . como el proceso de Barry, con avances y retroceso;, por ejemplo. Pero el ritmo
mac1on. r se lentificaba .por lo que con frecuencia parecía ser su capacidad de infinitas eer-
. Es la "pureza" de esta operación a lo que me refiero con respecto a Piffie mutaciones en su fantasía. Cuando marcaba la.s junturas del linóleo, cmndo arma-
Mien~r~s que, por supuesto, él a menudo empleaba mecanismos obsesivos co~ ba bebés parte por parte, en todas estas actividades parecía en ese momento ca-
propos1t_os defensivos, los despleg.~ba en su mayor riqueza como su modo favorito paz de una eterna preocupación. Es casi imposible explicar la determinación del
de donunar la creciente complejidad de sus relaciones obJ'e tales Podria d · punto final de una fase -porque tenían por suerte puntos finales- tamo como es
q ue era,
tin " · t 'fi ,, -
cien 1 1co nato de la escuela experimental que elimina
ec1rsc
· bl casi imposible explicar el punto fmal de un ataque maníaco o del duelo. En estos
que a1s!a los fenómenos. simples para estudiarlos en ~na situación cir;:s:ri;:: últimos casos, es posible' vislumbrar la satisfacción del sadismo o la operación de
Pare~na que quiero dec1T que la ciencia experin1ental emplea medios omniroten-· la decisión de abandonar la esperanza de la vuelta del objeto, pe.ro en el caso de
tes, .o cuaJ es correcto cuando se la contrapone a la ciencia observa · al d Piffie, cada punto crítico vino de manera inesperada.. tal vez determinada más por
c • · ,, E aon y es-
n p. n_": s por esta razón que los éxitos del laboratorio conce rnientes a las cien- algo corno el fin de la tolerancia de la señora Hoxter, que por un proces0 esen-
cias f1s1cas f~aca~an progresivamente en las orgán icas, y se acercan al fracaso casi cialmente interno del niño.
to tal en las c1enc1as h\Jmanas. Cre() que. como preludio a una discusión teóricá. más detallada de los me-
h U El otro fac1or en la "pureza" de los mecanismos obsesivos de p¡ffie puede canjsmos ob~ivos, será útil recapitular en este pumo las notas de un resumen de
a arse en la a_usencia de sadismo en su forma de ser. Rara vez parecía em lear los primeros dos años del análisis de Piffie, en el ·.-erano de 1963. En esa época
e~ control omn1po1ente. como u~a forma de aclividad sadista, taJ como es p:Sible escribí lo siguiente:
o serva: en la enferm~da,~ ob~cs1va seria. en la paranoia o - por excelencia- en la
ca_taton 1~. La cxpres1on cultivo puro" es por otro lado, capaz de explicarse a sí
nusma . Su enfermedad transferencia! consistía en emplear Jos mecanismos obsesi- Mis impresiones de Piffie son menos continuas y menos compleus que hs de Timmy,
vos como de'.cnsa, en pre_ferencia masiva, respecto de otros medios d'.e defensa pero informaré lo que recuerdo.
Este niñi10 me dai la impresión de ser lo suficicntcc:ente madwo como ¡:-aia descartar
contra la ansiedad. Despues de todo, los mecanismos obsesivos, tal como los ve- los ataYÍos del lutismo; pero se enfrenta con u n ambie;ite que (n.uuralmenr~) ya no <!:SÚ
mos desplegarse como defensa en el neurótico obsesivo son Ja de"en · .. capacitado pan proveerle del tipo de experiencia sim~. repetitiva y aislaé.1, de c111ndo
n bl " 1 · . • ,, sa mas razo-
a e contra e sufnnuento del compleJ·o de Edipo Simplemente · 'd 1 f · era bebé, alrededor de la cual puede tener lugar la diSC<.iación primaria y u organización
n ·e t ·1 d 1 . . · unp1 e e su n- de la personalidJ.d. Mi primera impresión es de asombro ~or el grado de concreción, humor.
u _n o ev1 an o a expenenc1a de una relación tricorporal. La bandera de Ja India
urgencia y florida imaginación con que es capaz de tocar desde el comie~ los juguetes
ser 1a su emblema ideal, si la rueda no tuviera borde Cons'go · 1
· d d · · 1 mmno como e )' la caja como el pecho que alimenta, y el cuerpo de la terapeuta como u.na ;alda-1nodo ro,
e¡e e su mun o obsesivo de relaciones objetales. cada rayo sería felizmente aisla- . haciendo una disociación de tipo más bien avanzado con referencia :i un objero bueno Y de
do _de todos los otros, excepto que, de algún modo, tales personas no oarecen ser 1 alguna manera integrado. .•
felices. Lo~ fenómenos que constantemen1e examinamos en la transf~rencia son Mientras que el interés por la identificación proye..-tiva fue prominente~ la relaaon
los. producidos por la infelicidad, el deterioro y fa rebelión c"ad de Piffie con el cuarto, las escaleras y la casa, no apueóÓ como la principal ói.ficultad en el
ansi'dad· - • a uno con sus material de juego. Vimos, más bien, que la .arrolladora posesividad y la exigeocia sensual del
man~a t:S aco'.npanantes,. de estos intransigentes objetos. Lo mismo ocurre al objeto matern o se expresaron por medio de lo que siento que es un primer c~rivado de los
zón- ~~-~e1~res1vo, que opera con obj~tos parciales y donde la separación del pe-
se d ~ . e pecho parece ser el paradigma de su conflicto emocional: J()S objetos
e ~noran Y se convierten en persecutorios.
l mecanismos autistas - es decir, su extrema preocupación por la scgmenución {opuesto a .. frag-
men tación") y reconstit ución de su objeto. El énfasis apareció como pxepondenntemcnte oral
y se man.ifeslÓ ~n tipos. extremadamente primitivos de mccmi.smos obsesivos de un alto grado
}
1

1
1
'
AUTISMO Y MECANISMOS OBSE5tv0S
189
188 D.MELTZER

de omnipotencia (empaqueut, los dibujos de la mesa del comedor, el arreglo de los crayones de
un ti de icosis postautista, puede verse el
p
uso:
de c!Stos mecanismo~ en
• ~Tvo El extremo arcaísmo de Ja estructura de personalidad que.los
0
con- su
colores, etcétera).
Esta omnipotencia del control parece que se organiza primariamente al servicio de·sus ~ext~ mas ~da1 al parecer' de los modelos cuhuralei o familiar~s, del pen~anu~~­
esfuerzos introyectivos, y tenemos cierta razón para creer que la despliega como una defensa t~s~eef~; medio; de comunicación y la conducta, de::ruestra con notable sunplic1-
contra su extrema vulnerabilidad a la experiencia traumática en relación con el pene paterno dad la esencia de la operación. Esta esencia puede ser _bce~eme~te ex_presada co~o el
feno.'"?enológic~~ ;s;~ ~~n~~ ru~~:~;~~¿;teo~E~ere~
(el episodio del "hombre en la escalera"). En contraste con Timmy, cuyo objeto parecía
quedar poseído por bebés rivales en cuanto se hacía frustrante o hiriente, el objeto de Piffie recurso de un aislamiento
sólo parece ser bueno cuando se lo vacía de los penes, y entonces se transforma en pasivo al principio básico de 1a operac1~n, ~ero . . .- d .b. el "aislamiento
r fácilmente esclavizado (el material del almohadón, los trenes, el ordenamiento de los dibu- d la ha em leado la psiquiatrta descriptiva plia escn ir .
jos, etc.). Esto parece referirse primariamente a la situación de alimentación más qu e a la de ~:~a~cto" del c~ntenido del pensamiento, y es rea.ble~te uno de _los feno~eno_s
papá bajando la escalera de mamá-inodoro. Es aún difícil decir qué constituye el núcleo · p n<>r.:1 des.:rib1r el mecanismo en si, qu1-
traumático del tipo de experiencia de descu brimiento del pene dentro del pecho, pero supon- c\ínicos de las enfermedades o b ses1~as. er 0 ,....... - '· t . . ,. o "desmantela-
go que amenaza con destruir el tipo de idealización de Piffie de que su boca es la fuente de . ili n término más transitivo tal como S!gmen ac1on
todo placer para el pecho, implicada (o más bien subsiguiente) a una severa negación de s1~ra u~, (za~ u S ual States Mind, capítulo 15). l'uede verse fácilmente qu~ e~-
o[
di>·ersos tipos de agresión como morder, escupir, golpear y apuñalar con la lengua. ~:7!~min~:~p~can una suposición, es decir• q~e le,; proce~s ?e~ceptuales ~r:~
La reparación maníaca de este tipo de organiZ3ciÓn primariamente oral parece subyacer
en buena parte de los "frotamientos" de tijeras, líneas, clavos y otros defectos en el linóleo tivos incluyen una integración scnsorGial en un ru~e!1 ª;~~~J'.:~~~~~0!%:
sobre
del cuarto de juego. Uno siente que las tijecas-boca han sido disociadas y proyectadas en el cerca del cerebro que de la mente. ran parte .
pene del padre, y que la consiguiente protección hacia el pecho respecto del pene (nuevamen- · • llevado a cabo por la "psicología" d~ la Gestalt, por ejemplo, se
percepc1on ~ • Aún más tengo la
te el episodio de la escalera, la hoja en la entrada, el d~antelamicnto de las va.filias de la r delinear estos hechos Y sus modelos nuansecos. '.
escalera, etc.), se instrumentan con b beatería propia de un cruzado. (Compárese, por ejem- preocupa po h d l e Wilfred Bion h.a fonr::Jado, más que descnto, como
plo, la "Leyenda de la Vera Cruz", que comenzó como una rama del árbol de la ciencia del fuerte sospec a e que O qu · E · rt ~ 1·do
el dominio de la "función alfa"' pertenece a esta cr:¿gona. s, en c1e o se~ i •
bien y del mal en el jardín del Edén, y que fuera p/ant.ada en la boca del cadáver de Adán
poc Seth, creció hasta llegar a convertirse en un árbol y fue reconocido por la reina de Saba, el material crudo del funcionamiento mental. los da;ros a los cuales se les atnbuye
quien predijo la Crucifixión, se oonrirtió en la Vera Cruz y fue enterrada hasta que la encon-
tró Santa Elena, la madre de Constantino, quien probó su autenticidad haciendo revivir
con ella a un niño muertv.)
- significado.

- · t medio filosófico
• t el momento adecuado de un pequeno 1n er ·
Parecena ser es e ~i b "
'
fi de aclarar que
ra reunir los términos "mental"' "concepto" y !'~a ra , a in , - -
En resumen, Piffie parece ser un niño muy inte!ig(nte, cuya envidia destructiva y cuya pa .. • . " · Tcado" no inten:-' implicar algo ob,~n..'<lo me
crueldad aún no podemos estimar cuantitativamente. Su autismo parece haber surgido más cuando utilizo e1 ternuno signa t • ~ d l lib M ntal
t.l.rde que el de Timmy y haber sido traído a tratamiento más temprano, luego de haberst; diante un proceso de abstracción. Quisiera citar pá.~-ª o~ e l ro co~cep­
-:os
e.;tablecido ciertas tendencias progresistas, en un medio no particularmente distinto desde Acts de Peter Geach, y mostrar su relación con la J.lea de i?n e que ~l~73c·ones
el punto de vista descriptivo. En ambos niños el énfaru de la psicopatologfa parece puesto tos ~e forman por la conjunción constante de p:=conce~1ones y re G ih CS·
en el fracaso para de.sarrollar y utilizar las capacidades introyectivas, como medios de esta-
N.:cer la identidad y afrontar la separación de los objetos externos. Al igual que Timmy, la
(realizations), siendo el primer pensamiento el a~ un objeto ausente. ~e
dlsecéión del sel[ y los objetos aparece como el paso primario en los recursos obsesivos, pero cribe:
puede detectarse una diferencia importante, es decir, que Timmy empica sus mecanismos
primariamente como defensa contra el sufrimiento mental, mientras Piffie parece más inclinado · • de ma or fueru : ~o existe concepto alguno para el
a controlar los objetos de su voracidad posesiva y sensual, para protegerlos contra su sadismo di- Quiero mantener !'na conclusion . , y Si hubien itguna verdad en el abstrac.cionismo.
sociado. En ambos niños la dependencia es seriamente ne-.p.da. Otra manera de marcar la dife- cual sea adecuado el metodo de la abstracciond cualida5!s sensoriales sencillas, p:!..""2 conccp-
rencia sería decir que Tirnmy se inclina a evadir las expccifficias en una forn1a tan primitiva que scría en todo caso adecuado para_ conceptos e t d• --oiºo" puedo emitir juicio:; expresa-
.. . .. .. d ndo" Si tcn•o e1 concep o - - • d
c::;e casi fuera del dominio mental, mientras que Piffie está decidido a controlar sus expe- \os como roio o re o • . I· ". 1 b a "rojo... Es:i habilid3d, sin ~rnbargo . no pue e
riencias para evitar una ca tástrofe. De esta manera, 1.uiliza su maes tría a través del pensa- bles en orac1onc~ que contengan a P~. a ro manchas r0:1s por ningún pe'Cíodo ée tiempo;
miento para negar vigorosamente cualquier diferencia e:itre realidad interior y exterior. Por adquirirse por ninguna clase de atcnc1on. ch·· .:.i·as
· la habilidad se hiciera presente,
.incluso Sl. luego d e un período de atenc1on
. .. a man ~ ·'
d"d .. d• ~ modo Podemos deo.resto . con
ej<:mplo, el hombre en la escalera es encarado como lo c¡ue inesperadamente ctearQn los ojos
de Piffie, y no como lo que sorpresivamente apareció en lz ventana de la señora Hoxter. aún nos negaríamos a decir qu: ha ~tdo ª~r~~ ~rdi.:.irio de 13 °palabr:i "rojo"' no puede
Es aún demasiado pronto para tener la convi.ccióo de que estos dos niños están correc- tanta confianza como podemos decir que . da en -resenci:i de un objeto "'rojo'', basa-
t:1mente clasificados desde el punto de vista metapsicoiégico. pero mi impresión es Que esta- apr enderse por escucharla ccremomosamentc
·
rcpeo . -' d 1 -1 b • "ro1"0" .
es el uso ordtna::.•1 e a rioª ro •
mos viendo en operación los mismos mecanismos men1:tles en relación con distintos niveles· dos simplemente en que tal ~ercm_oma n~ h' 195 ~, tiene el raro mérito enrre los abs-
de organización del desarrollo. Price (Thinking and f;xper1ence, utc mso_n. d ·- . . • ostensiva descm,.,..;¡;_• normal·
· - ¡ d e la ceremoruosa e=nicion • r-
tracciorustas de haber sena~ o qu 1 d"zaºe del 1~~=je Su propia tcona es que aprcn-
Diez años más tarde, tengo más confianza en la re~puesta a este interrogante. mente un papel muy pequcno en e apren .~ J ~ ' .:;:rro". mediante un doble proceso de
demos el sentido de palabras tales como gato ) -
De manera similar, el tiempo y la experiencia con otras enfermedades en las que
abstracción; que • . . • , imo!s que ror otro lado son fuera de lo
similares mecanismos obsesivos desempeñan un p:3pel importante reforzaron en mí · "el factor comun, por ejemplo gato• en exp~~~tff común en las situaciones ambienta-
comu,n • gradualmen te se correlaciona con . .1 ·n~o' se hace
l:l convicción de que tanto en los niños cuyo desurolJo ha quedado detenido por · undifcrenl! ' De m odo sum ar, ~,,..
el 11utismo como en aquellos que han retomado su desarrollo pero que muestran les observadas que de otro modo serian '·
...
'
190 D.MELTZER AUT!SWO Y MECANISMOS OBSESIVOS 191

gradualmente evidente a partir de otra serie de expresiones que son de otro modo di- La ilustración más llamativa de esta tesis q ue pu.edo citar ~ la for ma en que
símiles, Y se com:laciona con 11ru1 cualidad visible experienciada en situaciones de otro Piffie enfrentó la intrusión del "hombre en la escalera". El impacto emocional
modo distintas" (pág. 215).
que tuvo en él es indudable, pero lo q ue impresiona especialmtnte es la manera
Esto es mucho más plausible que todo el ·material usual acerca de. la definición ostensiva,
¡iero aún pienso que está expuesto a dos fatales objeciones. Primero, es ~e iÍltegral del úso sistemática con que se dedica a reducir la experiencia a una variedad ·de formas
de un término general que no estarnos confinados a usarlo en situaciones que i11cluyen algún sin sentido, tal va adecuadas solamente para ser aprehendidas.como formas geo- ·
objeto al cual se aplica el término; podemos usar los términos ~negro" y Mgato" en situaciones métricas. Creo que esta reducción tenía la intención - y lo hubiera logrado si no
que no incluyen ningún objeto negro o ningún gato. ¿Cómo puede estl parte de su uso hubiera· sido por la intefl-ención inteipretativa- de vaciar d.: significado la
obtener~ por abstracción? Y este uso es parte de los comienzos del lenguaje; el niño puede
decir "j31ro" (poi) en una '.'situación ambier.tal" en que el jarro brilla por su ausencia. Se- experiencia, hacerla incapaz. de representación simbólica y, en consecuencia, de CO·
gundo, es por supue••o insuficiente, aun cuando el lenguaje se emplee para describiI la situa- municación interior para que pudiera ser utilizada como recuerdo. Es posible adver-
ción inmediata, que debemos pronunciar muchas palabras correspondientes a distintas carac- tir ahora que estamos formulando una teoría del olvido que ab2!ca una categoría
terísticas de la situación, pero la abstracción a que Prrcc se refiere, escasamente explica el de fenómenos mentales muy distinta de la formulada por Freud para las amnesias
que ha¿:amos más que esto (pág. 33-35). producidas por la represión. Podría ab rirse así una ventana a la \'b"ta tierra de nadie
del pasado que se encuentra en el paciente catatónico, espacio y tiempo vacíos,
El énfasis de Gi>ach e.n "actos de juicio expresables en oraciones" es un punto salpicados con fragmentos desarticulados de recuerdos e imágeno en los cuales sólo
que hemos tocado en el capítulo sobre mutismo. Quisiera aquí destacar su énfasis pueden arraigar palabras aisladas más que o.raciones, como con Jonathan (capí-
sobre la parte que juega el objeto ausente. La cuestión es que el "acto mental" t ulo VII).
de.I "juicio expresable en oraciones que contienen la palabra 'rojo'" no debe con- Esto nos lleva bastante lejos en nuest ra com·prensión d¿l funcionamiento
fundirse con la función primitiva de reaccionar a la presencia del rojo que puede de Jos mecanismos ob sesh-os, pero no llega aún al corazón del mi:.<erio relacionado
establecerse en relación con abejas o tiburones. En otras palabras, to·mo la posi- con su· importancia e.n la vida mental en general. Parecería má.; bien q ue estamos
ción de que es el "juicio'', y sólo el "juicio", lo que es el "acto mental" y que sugiriendo que, en tanto el control omnipotente con la separación de los objetos
éste sea "expresable en oraciones" es la manifestación de que tiene "significado" crea una paralización del JJY.)vicniento Yital y una simplificación desde las expe-
Y ele ser entonces utilizable para la comurúcación por otros medios en vez de la riencias a los eYentos, la vida emocional se perjudica, y éste es el centro de la
identificación proyecliva, por ejemplo, en "forma simbólica" (Cassirer), por · cuestión, la razón de que estos meca nismos estén tan disporu'..>!es para la defensa
medio de la "transformación" (Bion). contra el sufrimiento mental. Pero queremos particularmeme destacar que el
Ahora, mi tesis con respecto a los mecanismos a utistas en particular y a los empleo defensivo de estos mecanismos es secundario, y que 5'J fur«.:ión primaria
meca(lismos obsesivos en general, es que su modo de funcionamiento implica y más importante, generdmente algo esrondida para el método psi~oanálit.i~o
un ataque a la capacidad de llevar a cabo "actos mentales", en el sentido de de investigación, es central en cuanto al logro de- un alto yado d e 1.ntegracion
Geach. Mientras el niño autista lo logra mediante el "desmantelamiento" de su entre el desarrollo emocional y el intelectual. Al tiempo que pido al lector que
"sentido común" (Bion), es deciI, su capacidad de experimentar percepciones conserve la experiencia de Piffie en mente, quiero presentar éos di bujos de una
integradas sensualmente a las cuales es posible atnouir significado, las formas niña de nueve años rea !.izados antes de la interrupción del an:ilisis por el fin de
menos primitivas del mecanismo obsesivo atacan constelaciones más específicas semana. Esto sucedió unos quince años atrás y fue la primera indicación que tuve
de la actividad me ntal, sin b uscar una suspensión de la actividad mental en general. de la profundidad emocional y el potencial intelectual de :ma niña esquizoide
De todos modos, la importancia de esta afirmación sólo puede apreciarse si reco- que desde entonces se desarrolló como una artista y una intelect ual muy pro-
nocemos que el " significado" es en su esencia emocional. En esta concepción se metedora.
puede ver que sigo a Susanne K. Langer (Philosophy in a New Key , Oxford, En la época en que estos dibujos fueron realizados, esta riña aún permanecía
1951) más que a Bertrand Russell (An Investigation into Memring and Truth). muda en la situación analítica, después de dos años de sentar;:;: a la mesa dándome
En otras palabras, afirmo que en los mecanismos autistas en particu.lar, como en la espalda q¡ientras dibujaba, sin perm.ifume ver lo que hací~. Más bien, al dejar
los obsesivos en general , el modo de actividad esencial está dirigido a reducir cada sesión ti.raba el dibujo al piso, de modo muy semejai:te a Ja paciente de
una aperiencia incipiente, a no tener sentiqo, a ser insignificante, desmantelándola Abraham que dejaba caer objetos de su cinturón mientras caminaba por los
hasta un estado de simplicidad que queda por debajo del nivel del "sentido co- bosques. Yo sólo podía, entonces, analizar su conducta y el dibujo de la sesión
mún': de modo que no puede funcionar como una "forma simbólica" para anterior, mientras ella aparentemente me ignoraba y llevaba a cabo su nuevo
"contener" (Bion) significación emocional, y sólo puede, en sw diversas partes, dibujo. A primera vista ambos dibujos no parecen estar relacionados; uno era una
encontrar articulaciones de un tipo mecánico y fortuito. Sospecho que estos últi- casa estilizada v el otro un diseño estilizado. Pero una obsen-ación más cuidadosa
mos, en sus ejemplos más elaborados, se acercan a los "objetos bizarros" de Bion revela rápidam~te que et diseño está compuesto de partes de;montadas del dibujo
( .. Differentiation of the Psychotic from the Non-¡psychotic Part of the Personality", de ia casa. Es importante notar que Jos dos dibujos fueron hechos con un intervalo
fnt. J. Psa., vol. 38, 1957). de tr~s días y que yo tenía al primero fuera de la vista de la paciente mientras ella
'

192 D.MELTZER AUTISMO Y MECANISMOS OBSESIVOS 193

hacía el segundo. Quiero también llamar la atención sobre el hecho de que el


desmantelamiento se hizo con mucho cuidado -los ladrillos, las ventanas, los
mosaicos, etc.- con una excepción: las flores en los dos canteros perdieron su
forma al convertirse en los colores del arco iris. Consideré que este segundo dibujo
representaba un cuidadoso desmailtelamiento y control de Ja mamá-analítica, con
el objeto de evitar la experiencia de separación, los celos edípicos, etc. la única
excepción a este gentil método parece haber sido el ataque sádico a los bebés
internos, las flores.
Todo esto es muy interesante e incluso bastante convincente, pero no explica
o tro Uamativo aspecto de ambos dibujos, es decir, que uno es vulgar y aun
aburrido, mientras que el segundo es llamativamente hermoso y sutil. Obsérvense,
po r ejemplo, las proporciones d e arq uitectura georgiana escondidas en las formas.
También es de especial interés que los numerosos y pequeños ceros', cruces y
fo rmas de símbolos phi no a parecían en el dibujo original y fueron introducidos
al día siguiente mientras yo estaba interpretando . la niña tomó el dibujo nueva·
mente e hizo estos agregados, que consideré que representaban la manera en que
experienciaba las palabras analíticas, como devolviendo vida y sexualidad al objeto
desmantelado .
Ya en 1920 Melanie Klein parece haber oído de sus pequeños pacientes que a
a
menudo_estaban impulsados por su sed de conocimientos explorar en su fantasía
el interior del cuerpo materno como un mu!JdO, y como el prototipo del "mun-
do". La búsqueda de la verdad no parece haber sido una de las cualidades mentales ' .. , .
que Freud sintiera que jugaban un papel importante en la vida de sus pacientes
Y, en consecuencia, subestimó su significado para el desarrollo. Habla de las
" investigaciones sexuales" de los ni ños. pero el instinto epistemofílico no tenía
papel alguno en su concepción del ello. Lo que parecería ser una crítica tiene más
bien la intención de punt uali:lélr una d iferencia de enfoque, implícita en el análisis
de adultos y de niños. Mientras que el primero tiene lugar, digamo s, desde arriba,
al utilizar los aspectos patológicos de la personalidad y su manifestación como
transferencia, el análisis infantil invest iga más desde abajo en conso nancia con un
proceso evolutivo . Esto es po r supuesto una generalización, y en la práctica ambos
se superpon ~n en todo tratamiento . Sin embargo, era natural para Freud, fiel
como era a la evidencia de los hechos y en lucha permanente contra las imposicio-
nes tautológicas de ideas preconcebidas, que alcanzara a ver operando, en adultos
neuróticos, las reliquias de sus luchas por minimizar el sufrimiento mental. Desde
aquel punto de vista todo meca nismo de defensa es una mentira. Pero cuando
se los ve en la perspectiva del desarrollo del niño, operando como recursos modula-
dores, surge un significado muy d istimo.
Esto es lo que podemos ver en nuestras investigaciones con estos nif\os autis-
tas: que cuando la lucha contra el sufrimiento mental comienza a perder su predo-
minio {y esto generalmente corresponde al salir el nir1o de su retrairnien to narcisista
en búsqueda de objetos buenos) en ese momento podemos observar que los
mismos mecanismos que anteriormente se utilizaron para defensa, ahora se em-
plean al servicio del desarrollo. Este delicado equilibrio tal vez esté mejor ilustrado
por el epi$Odio de Piffie con el hombre de la escalera y con los dos dibujos de mi
ricq ucña paciente de la casa y el diseño. Puede verse, también, qué similares son
'
195
AUTISMO y MECANISMOS QBSESIVOS
194 O.MELTZER
ensamiento religioso estalla como músi.ca: la m~t.alurgia ~mo escultura. la óptica
estos dos episodios clínicos en su estructura, y cómo el proceso interpretativo
pudo favorecer el desarrollo,. gradualmente con Piffie, y casi inmediatamente con
~orno biología, la biología comlo pensam1.enmtoosreolibgs~~~~:t~~pe ~:~d~s al servicio de la
M. t de vista es que os mecams ' _ 'fi
mi paciente, mucho más sana. Lo que quiero destacar es, en realidad, este aspecto búsqu~lau~eº la verdad. contribuyen a enriquecer el eq~ipo de~ etr~:a:;~a::
gradual, la necesidad de expjorar toda posible distorsión por combinación y
pero operan, de todos modos, sobre la base de la om~:~~~:,1a~o logra un delirio
permutación antes de rendirse a la verdad.
do la '.'fantasía elípti~ q.~e salc::d~ ~~:: ~r~~:: Y to~as las sonriru se desva-
Piffie utilizaba con lentitud, pero sistemáticamente, la situación terapéutica
para explorar en la transferencia las cualidades de su objeto materno. Para él
1
como lo hace 1a a ucinacion. . ·· d
. 'an" lo podr:" haber hecho por celos pero con la mtenc1on e crearfl u
na situa-
p
era de enorme importancia la sospecha de que el papá-pene era peligroso para nec1 ... b. so d"eran ~er. ero
la madre y que le imponía sus batallones de bebés invasores y despojadores. ción controlada ~n la c~I su a~or Y su ~ ~:~:ms~ºobj'ei: ;moroso no florece
¡
hace en su omrupotenc1a un ca cu o equ1v ·. . 1 . rimental
Sólo muy despacio pudo abandonar esta idealización de sí mismo como defensor . hi 1 llores mueren al ser pintadas, el an.una ex¡ie .
de la fe y reconocer sus propios impulsos y sentimientos a controlar como de sino que se ~~e ta, ªi5 d . deseca En este sentido, la ciencia expenmental
naturaleza invasora y destructora. Para que este niño se~sitivo pero sensual pudie- muere, la secc1on co~~e a a s~ t di~ de pequeños científicos ·como Piffie tal
ra aceptar esta verdad, se debían cab"brar y controlar cuidadosamente las dosis en es pro~~~d:;:~~~a!1~~ ~~o e!s~e elemento trágico emerge de _la falta de co_n-
que se las suministraba, y su conffanza en el objeto no era tal que pudiera permi- vez pu . E ta falta de confianza es, en pnmen instancia,
tirle desempeñar esta función por él. Aquí estoy hablando primariamente de fianza en los objeto~ ~~enos. s .d d ara modular el dolor de h revelación
una carencia de conv1cc1on en su capaci a p desronfianza de
de la verdad al sel[ frágil Y vulnerabl~;. En e~:.:g:~~ºsó%s~Í ~Xmo" ce las cosas.
su objeto interno, aunque por supuesto las elCperiencias externa~ deben haber
tenido cierta iníluencia, y en verdad su situación interna cumplió un papel impor- e se vaya a revelar todo finalmente e por q s¿ pe
ta nte en dar forma a sus relaciones externas presentes, tanto en la transferencia qu la ciencia descripti~a es más moderada, pacie.nte _Y con.f~da. ~~~ne~ h
como en todas partes. De todos modos se arrogó para sí mismo esta función riencia propia que el psicoanálisis ~uede ~er ~na c1e~~ expenmen g
moduladora y la pudo instrumentar mediante sus mecanismos obsesivos. Su con- esperanza de que pueda convertirse en una ciencia descnptiva.
ducta tenía todas las marcas d.: un experimento de laboratorio, en el cual muchos
aspectos de la situación se mantenían constantes, de modo de poder estudiar la
interacción de las variables. Pero en cierto sentido Piffie era un mal científico
pues sólo se ocupaba de los hallazgos positivos y no de los negativos. Consideró
al hombre en la escalera, por ejemplo, comG un hallazgo negativo, comparable
a un elemento contaminador en el campo experimental. Sin embargo, la historia
de la ciencia podría escribirse como una lucha constante contra lo inesperado.
Pero no era así en este caso. Cuando surgía una sorpresa, el Piffie científico
d~ba lugar al Piffie fanático que trataba lo inesperado como una manifestación
de su propio poder sobrenatural. El espíritu de Jesús se rinde al de Pablo, y
Moisés rompe sus tablas; la búsqueda de la verdad vacila y se reemplaza con la
demanda de una creencia.
Este delicado equilibrio ha. sido descrito e investigado en otro lugar (Sexual
States of Mind, capítulo 24) con. respecto a la relación que el arte y la porñografía
tienen con la sexualidad del artista y de la audiencia. En ese trabajo se acentuó el
contenido del confficto; ahora estamos más interesados en el proceso mental y sus
mecanismos. la tradición nos llevó a presumir que el arte y la ciencia están pro-
fundamente separados, siendo el primero expresivo, esencialmente una comuni-
cación; mientras la última es una exploración. Probablemente nunca haya sido éste
el caso. El gran artista y el científico siempre fueron la misma persona. Sus explo-
raciones del mundo interno y externo requirieron siempre cierta forma de publi-
cación. Su empleo de procedimientos inductiros y deductivos, de métodos des-
criptivos y experimentales fue siempre determinado por las oportunidades
provistas y, los materiales disporuoles. Estas oportunidades y materiales varían por
supuesto de cultura en cultura, de siglo en siglo. Un avance en geometría puede
expresarse fundamentalmente en las pinturas de Piero o Uccello. El avance en el
--
'

CAPITULO IX

LA DNENSIONALIDAD COMO UN PARAMElRO DEL RJNCIONAMIENTO


MENTAL: SU RELACION CON LA ORGANIZACION NARCISISTA

Donald Meltzer
~.

.. '· Es de interés señalar, en relación con el método psicoanalítico, que las altera-
ciones con respecto al espacio vital hallaron expresión en el trabajo interpretativo
mucho antes qut> Llegaran a convertirse en fonnulaciones. teóricas. La delineación .....
de la teoría se ha d <:jado a propósito para el final de este libro, de modo que las
/ .. expresiones clínicas sobre las cuales está basada en tanto se relaciona con los
niños autistas, se hayan convertido hasta cierto punto en parte del equipo del
lector. No puede decirse lo mismo de las manifestaciones simplificadas de la di-
mensionalidad en pacientes no autistas, y esto debe quedar claro. Con este fin
va a ser necesario citar extensivamente el articulo pionero de la senora Esther
Bick.
Pero tal vez sería útil puntualii.ar brevemente la formulación teórica. Nuestro
punto de vista es que en tanto pueda decirse de un organismo que tiene vida
mental, y no meramente que existe en un sistema de respuestas neurofisiológicas
a los estímulos provenientes de fuentes externas e internas, es porque vive en "el
mundo", y este mundo debe estar estructurado en diversas formas. Tal vez uno
se ha acostumbrado a pensar "el mundo" como tetradimensional y constituyendo
el "espacio vital" ( Kurt Lewin) del organismo. Desde el punto de vista psicoanalí-
tico, puede dé"c irse que este espacio vital comprende varios Compartimientos de la
"geografía de la fantasía" (Meltzer) y se mueve en la dimensión temporal. Esta
geografía está de ordinario organii.ada en cuatro compartimientos: dentro del
sel[, fuera del sel[, dentro de los objetos internos, d entro de los objetos externos;
y a esto debe a veces agregarse, o tal vez siempre, el quinto compartimiento, el
"no-lugar" del sistema delirante, fuera de la atracción gravitacional de los objetos
buenos. Por otro lado, puede reconocerse que la dimensión del tiempo tiene un
.desarrollo que va de la circularidad a la oscilación y finalmente al tiempo lineal del
"tiempo de vida" para el individuo, desde la concepción hasta la muerte.
A.hora bien, nos hemos dado cuenta de que la dimensionalidad espacial tiene
198 O.MELTZER
LA DIMENSIONALIDAD 199
también un d~ollo, un punto de vista probablemente en acuerdo fundamental
BIDIMENSIONALIDAD
con las ideas de Bion, tal como las describió en Transfonnations (Heinemann ,
1967). El punto de vista que queremos adoptar aquí es tal vez más directamente
clínico y más puramente psicoanalítico que el de Bion, puesto que Bion está Cuando la significación de los objetos se vivencia como inseparable de las
más interesado en el pensar y el pensar acerca del pensar, mientras que nosotros cualidades sensuales que pueden captarse de sus superficies, Ja concepción del
estamos básicamente absorbido! con las fuentes de la vida emocional en la percep- self debe ser por fuerza limitada. El sel[ también va a ser vivenciado como una
ción y la experiencia. Parece bastante cierto, sin embargo, que los dos vértices son superficie sel)Sible, una visión 'no sil?,~iflcativamente distinta de la visión del yo
complementarios. que Freud presentó en El yo y el ello. Esta superficie setlSlble puede ser maravi-
Este punto de vista evolucionista de la dimensionalidad en la visión-del-mun- llosamente inteligente eñ fa percepció'n y apreciación de las cualidades de la
do (que no queremos confundir con Weltanschauung, una idea mucho más abs- superficie de los objetos, pero sus objetivos van a ser necesariamente cercenados
tracta y filosófica) probablemente nos !.leva de vuelta a procesos de diferenciación por una empobrecida imaginación, dado que Cárece de medios para construir
y organización prÓXÍJnos a la disociación e idealización del sel[ y el objeto. en su pensamiento objetos o .hechos distintos de ::quellos experimentados de
Melanie Klein lo consideró como el primer paso definitivo en el desarrollo sano, manera concreta. En el lenguaje de Bien, el yo no te1.drú medios para distinguir
una visión con la que Roger Money-Kyrle está básicamente de acuerdo cuando entre un objeto bueno ausente y Ja presencia de un objeto ausente persecutorio.
describe 1'i lógica de la necesidad interna del desarrollo. A nosotros nos parecería La razón para esta · limitación del pensamiento y la imaginación residiría en la
que la disociación e idealización emergerían como una necesidad lógica en algún carencia de espacio interno dentro de la mente, en el cm! pudiera tener lugar la
punto dentro del establecimiento de la bidimensionalidad y antes de la transición · fantasía como una acción de ensayo y, por ende, como un pensamiento expe-
a la tridimensionalidad. Veamos si podemos justificar este concepto mediante rimental.
Ja descripción de la organiz.ación de la experiencia en estos varios niveles. Va a Más aún, y por la misma razón, el self que está viviendo en un mundo bidi-
ser más claro si seguim°'> la aonología del desarrollo más que el orden en el cual mensional va a quedar disminuido tanto en memoria como en deseo, o en previ-
emergieron los hallazgos en el trabajo clínico. sión. Sus experiencias no podrán resultar en la introyea:ión de objetos o en la
modificación introyectiva de los objetos -ya existentes. No se podrá entonces llevar
a cabo el pensamiento experimental en regresión o progresión,. a partir del cual
fuera posible reconstruir los hechos pasados más o menos certeramente, y bosque-
UNIDIMENSIONALIDAD jar las posibilidades futuras con cierto grado de convic::ión. Su relación con el
tiem¡><) será esencialmente circular, pues sería incapaz de concebir cambios perdu-
La teoría sistemática original de Freud tal como la expresó. en el "Proyecto'', rables y, por lo tanto, de.concebir su desarrollo o su cesación. Las circunstancias
el capítulo VII de La interpretación de los sueños o los Tres ensayos sobre una que amenazan esta inmutabilidad tenderán a vivenciane como ruptura de las
teoría sexual, es esencialmente una descripción de la unidimensionalidad: fuente, superficies: rajar, desgarrar, supuración, disolución, liqu.."'1lificación o desensibili-
tendencia y objeto de los modelos de impulsos (drive) genética y neurofisiológi- zación ictiótica, en!Umecimiento congelante (freeting monbness) o una sensación
camente determinados. Una relación lin.eal de tiempo-distancia entre sel[ y objeto difusa, sin sentido y por ende atormentadora, como de picazón.
da lugar a un "mundo" con un centro fijo en el sel[ y con un sistema de rayos en
dirección y a distancia de los objetos, concebidos como potencíalmente at ractivos
o repelentes. En ese mundo, sólo parecería fortuito que alejarse de un objeto
simultáneamente acercara el sel/ hacia otro. El tiempo no se podría distinguir de TRIDIMENSIONALIDAD
la distancia, un compuesto de distancia y velocidad, podríamos decir, un tiempo
de cierre, de clausura (closure-rime). No es un mundo conducente a la emociona- Una vez que el objeto ha sido vivenciado como reristente a la penetración,
lidad fuera de la forma más simple y polarizada. La gratificación no podría dife- de modo que Jos problemas emocionales ya no parecen consistir en estar mera-
renciarse de la fusión con el objeto. En este libro hemos sugerido un cuadro del mente a uno u otro lado de un objeto fino como papd (anverso y reverso, por
autismo propiamente dicho que es consonante con la reducción de la experiencia ejemplo), el escenario está preparado, como hemos visto en el desarrollo de John
11 un mundo unidimensional, al que hemos caracterizado como sustancialmente y Barry en particular, para que surja .el concepto de orificios en el objeto y en el
sin mente, y que sólo consiste en una serie de eventos no disponibles para la sel[. Puede entonces comenzar la pugna acerca de la forma de guardar o de cerrar
m~moria o el pensamiento. estos orificios, que se conciben como naturales más que hechos a Ja fuerza o des-
garrados. Con e1 comienw de esta nueva lucha la visión-Oel-mundo en su totalidad
se eleva a un nuevo nivel de complejidad, el nivel de la tridimensionalidad d e los
objetos, y del sel/ por identificación, como continentes de espacios potenciales.
La potencialidad de un espacio y, por ende, de ID continente, sólo puede
'

200 LA OIMENSIONALIOAD 201


D.MELTZE.R
IDENTlFICAOON NARCISISTA
tener lugar una vez que se ha hecho efectiva la función de esfínter. Con la evolu-
c1on Y el desarrollo de estos esfínteres tiene que ver la mayor parte del análisis
de. Barry. Su material muestra con particular claridad que la capacidad de un El concepto de identificación ingresa casi sin sentirse en el pensamiento de
º?J~to de ~roteger y, por ende, de controlar sus propios orificios es una con· Freud. Parte ·tal ..-ez en Dora, se hace ·más notable en las notas· originales del
d1c16n .
. . previa para que el sel/ realice un movimiento en esa dirección de conti·
nencta tanto como de resistencia a la penetración agresiva.
Hombre de las R.atas y comjenza a asumir la forma de un concepto en el análisis
de Leonardo, Schreber y el Hombre de los Lobos. Solamente en " Duelo y metan·
. Empero, en tanto el i_nterior de un objeto también persiste en tener el sigi\i. eolia", sin embargo, se le da status completo . Para entonces, el ree-0nocimfonto
f1cado de un estado antenor de la mente, ya que el sentimjcnto de ser adecuada- del narcisismo es<aba bien establecido y Freud había ido valorando gradual·
mente contenjdo es una precondición para la experiencia de ser un continente mente el fenómeno narcisista, dentro del cual fue capaz de reconocer que el perío·
c~paz de contener, los movimientos en la fantasía de entrar y salir de un objeto
lten~n necesanamente sigruficación con respecto a la concepción del tiempo.
do inicial se marca con un tipo de identificación muy .. diferente' de la que surgía
como "heredero.. del complejo de Edipo. Freud se inclinaba-a· pensar que esta
El tiempo, que no se podía dfferenciar de la distancia en la unidimensionalidad forma primitiva ce identificación era previa a la elección de objeto o, en cierto
d.e la desmentalización y que había adquirido cierta vaga e-0ntinuldad o circulá- sentido, idéntka a ésta. Los mecanismos mentales de los procesos de identifica·
nda~ al moverse .de un punto a o.tro en la superficie del mundo bidimensional, ción permanecen. sin ser descritos sin embargo, a pesar de la delirrutación de la
conucnza ahora a tener una tendencia direccional propia, un movimiento inexo· introyección por parte de Ferenczi, hasta el trabajo de Melanie Klein en 1946
rabie de adentro hacia afuera del objeto. Pero la operación continua de la omni- sobre los mecanismos esquizoides, entre los cuales ella menciona por primera 1
potencia da forma a .la fantasía de identificación proyectiva. Por este medio no yez la fantasía subyacente a la identificación proyectiv.l.
s?lo se afirma. ~a reversibilidad de Ja diferenciación del sel/ respecto del obj~to, En gran medida, el trabajo de sus continuadores en los siguientes treinta
smo ~.ue tamb1:n se proclama, como corolario, la reversibilidad de la dirección años consistió en intrestigar la fenomenología de la identificación proyectiva. 1
del tie~po . As1 surge el tiempo oscilatorio en las concepciones mentales "del La variedad de fenómeno~ que surgió a la luz con la ayuda del nuevo instrumen· 1
to conceptu:si· tuvo un gran impacto en la técnica, en ta nto dio fundamento a la •
mundo Y, para llegar finalmente a ser unidireccional, tendrá que esperar a que se
~um~la el. proceso doloroso y nunca totalmente completo de renunciar a la idea de una transferencia psicótica e ruzo factible su modificación mediante
1dent1ficac1on proyectiva. El tiempo se convierte entonces en . el esposo impla- la interpretación. Quienes trabajaban en esta dirección, generallnente presumían 1
cable del Destino, ese imponderable y azaroso factor del mundo exterior. que la identificación proyectiva era el mecanismo de la identificación na rcisista
y que se la podía considerar sin duda como la base de la hipocondría , los estados
confusiooales, b claustrofob:a, la paranoia, la depresión psicótica y, tal vez,
ciertas perturbaciones psicosomáticas. De esta manera , la historia de la identifica·
ción proyectiva es bastante similar a la de la represión, en cuanto tiene gradual-
TETRADIMENSIOKALIDAD mente que ceder su posición exclusiva. cuando se descubren nuevos mecanismos
de defensa. Al describir el segundo mecanismo de identificación narcisista, la
. ~s solamente una vez .que se ~a montado la lucha contra el narcisismo y ha identificación adhesiva, Esther Bíck abrió el camino. En este capítulo queremos
d1Sm1nu1do la omnipotencia q ue imponen la intrusión y el control sobre los explorar el e-0ncepto en relación con la bidimensionalidad, sugiriendo que se
º~Jetos buenos en los mundos interno y externo, que puede comenzar Ja forrna- mantiene en una relación específica con esta visión·del·mundo, mientras que la
c1on de un mundo tetradirnensional. Esto es por supuesto de crucial importancia identificación proyectiva es, por excelencia, el mecanismo de la identificación
como hemos ~is~~ en Barry y Piffie, ya que al surgir trae la visión del desarrolld narcisista en un mundo tridimensional. La identificaéión introyectiva debería
como una pos1?_1lrdad. Donde la envidia y !es celos no podían hallar otro alivio entonces ser ronsiderada como el instrumento que eleva la vida mental fuera
que la aflfffiac10n de la voluntad del individuo, puede ahora smgir una nueva de la esfera dd narcisismo en específica conexión con la tetradimensionalidad.
espe~~nza. Y esta nueva esperanza inspira el proceso de un nuevo tipo de identi-
ficac1on, . que Freud descubrió y describió en El ;10 y el ello . La i"den tifi1cacion
.
..
llltroyect1~a, ~n efecto, es algo muy diferente de las identificaciones narcisistas. L.\ FENOMENOLOGIA DE L.\ !DENTIFICACION' ADHESIVA
El renunc1arruento es su condición necesaria, el tiempo es su amigo y la esperan- EN EL AUTISMO
za su marca de ley.
Los niños estudiados presentan un caleidoscopio de fe nómenos clínicos que
ha sido nuestra tarea orgaruza.r. Los hemos agrupado en las descripciones el írucas ¡·
generalmente bajo los títulos de autismo propiamente dicho, psicosis obsesiona!
202 D.MELTZER
LA OIMENSIONALIDAD
203

postautista e inmadurez postautista. El material de Timmy ilustró la primera o de el.andad de insight, parece estar ausente en el caso de la identificación adh~­
categoría, John y Barry la segunda y Piffie la tercera. La lucha para obtener la siva. En r~ lidad, lo contrario parece ser el caso: así como ese sentido de con~ci·
tridimensionalidad estaba sólo insinuada en el caso de Tirnmy, pero se presentó miento éelusorio a menudo conduce a sobreestimar la inteligencia de un niño
más claramente en el proceso analítico con el tratamiento de Barry. El progreso seudomz<iuro, del mismo modo se puede fácilmente no estimar suficiente~ente
lento y arduo de este niño mostró muy claramente el movimiento paralelo en el la del nif.o con identificación adhesiva. Los procesos de identificación se or~entan
1 desarrollo del objeto con resputo a}a función de la piel continente y el desarrollo má's en b dirección de la mímica de la apariencia y de la conducta superficial del
del sel[ en relación a los componentes esenciales de 13 humaniza:ión. 'Es, por corf. objeto ~ue de sus estados o atributos mentales, de modo que muy frecuente~ente
siguiente, el material de Barry el que utilizaremos al describir ta fenomenología parecen ;er un poco cabel.ls huecas, como uno puede ver en atletas, artistas,
de la identificación adhesiva que, retrospectivamen«~. puede verse ·4ue caracterizó bailarines. actores y modelos.
su evolución.
Can::irura. Uno de los rasgos caracterológicos de la gente que emplea la iden-
Dependencia. A difere ncia de la identificación proy~ctiva que tiende a dar tificació~. proyectiYa es, en gran medida, el grado con que presentan al mundo una
lugar a una deiusión de independencia debido a la peiWila de la diferenciación caricatur.i hostil de sus objetos. La conducta del travestista es un ejemplo extre·
1 entre las capacidades adultas e in&ntiles, la identifioción adhesiva parece produ- mo, perJ puede verse en cualquier caso de seudomadurez. Por el contrario, la
cir un tipo de dependencia adhesiva en la cual no se reconoce la ex.istencia separa- mímica .:ie los identificados adhesivamente presenta una caricatura también, pero
da del objeto. El control tiránico no parece ser un descripción muy correcta pues- que esti muy lejos de ser hostil. Tiene más bien la cualidad de una diminutiza·
to que casi no se conCil>e la necesicbd de coerción. Se dan más bien por sentados ción (dbtinutization) con tod o el encanto que esto tiende a implicar. Ejemplos
1 los servicios de las figuras parentales, de manera muy semejante a como común- son la mnera en que John comenzó automáticamente a marcar un ritmo con el
mente damos por sentada la obediencia de nuestra mano a nuestras intenciones. barredero o a mecerse como el árbol. Cuando se observa a este tipo de niño ca-
Esto, por supuesto, juega una parte en el disminuido impulso a comunicarse, núnanoo de la mano de un adulto, se los ve combinarse en una forma por demás
como se describió en el capítulo VII. El niño autista tomará la mano de un adulto llamati"l'Z por su cualidad de pas-de-deux*.
1 con naturalidad para hacerle llevar a cabo una tarea a su servicio . Cc::ido nos IllQvemos en el dominio de la conducta inteligente, sin embargo,
el cuaC..."O pierde su encanto. Nuevamente, aquí el niño identificado proyectiva-
Separación-colapso. Mientras el niño en identiikación proyectiva experimen- mente : uede causarnos cierto enojo con la pretensión o pomposidad de su porte o
ta el rechazo de su tiranía como una amenaza a su omnipotencia y duplica sus es- vocab1ih rio o divertimos par su tosquedad, segón la cualidad de su objeto. El
' - . . .
1• f uerws, un rechazo similar en el caso de la identifiC!ción adhesiva produce colap-
so, como si el niño se sintiera· anancado y arroja Jo por el objeto. Esto puede
niño ic!ntificado adhesi\'2..-nente, en cambio, tiende a alarmarnos con su U111ta·
ción no inteligente de .su objeto interno o ex temo. Esto se obse,rvó con ~recuencia
verse claramente en John durante las vacaciones, y particularmente en Barry du- en Tim;;i.y y J ohn, cuando las alt eraciones en .el tono de voz y la ausencia del pro-
rante las primeras vaC3ciones de verano , que pasó ;-endándose a sí mismo y a su nombre de la primera persona indicaban que est_aban hablando C?~º loros. . .
1

objeto.
Por tanto, para el niño identificado adhesiva m~nte la negativa por parte del
· POC!íamos citar extwsamente otros fenomcnos caractenst1cos de la 1denh-
ficaciór. adhesiva; pero no es nuestra intención exponerlos a~uí, sin~. solamente
objeto a ser control:ldo y su desaparición son Fcicticameme indiferenciables, hacer :xolícito el concepto. Debemos ahora volver nuestra in~gaoon en otra
rpientras que el niño en identificación proyectiva ;uede evitar totalmente la ex- . - · · ¡0 que nos UeYa al área de los esfuerzos compensatonos que pueden
d rrecoca. val 1 b.dirn · lid d
1

periencia de separación al volver a invadir su objeto interno en ausencia del objeto
externo. Por lo tanto, la comparación entre los dvs parece bastante paradójica,
obsen;ne en las funciones yo icas cuando aún pr~ ece a 1
Para elli citaré extensamente el trabajo de la señora Bick de 1968.
ens1ona a .

ya que el niño identificado adhesiwmente, en virwd de una mímica pegajosa y


relativamente suave, no aparece tan tiránico ni, en consecuencia, tan obviamente
1 necesitado. La agudez.a del cobpso es aún más SOf?rendente si no se lo previene
sobre la inminente separación, para que el nii'lo pueda reaccionar con ansiedad. (la t:Xp!riencia de la piel en l.:.1 relaciones de objeto r:ranas)••
Fue de la mayor importancia en el tratamiento de ivs niños de este grupo que no
. su forma más primitiva las partes de la personalidad se sienten como
se les permitiera ignorar el adYCnimiento de uru: interrupción por vacaciones. u teSISes oue en · d
h5 una y deben entonces~ e una manera que es VJven-
·
f que
J La mayoria d~ los terapeutas adoptaron medios tanto visuales como verbales carcntet
. de una uerza
. te. como ' la piel que fwloona
ciada p~r ellas pa.sJValllen .
· como un lími'te. "'--
n"o esta f uncton
·•
para asegurarse de que esta información era registrad..
* En fnncés en el original. [T. I ..
Vacio en la cabeza (empty-hmdedness). Una d~ las manifestaciones más <.:arac- •• Puel!e encontrai:se la traducCIOn completa de este trabajo en la Revista de Psicoanálisís de
1 terísticas de la identificación proyectiva, es decir. la delusión de conocimiento t 970 o.Jmo XXYIL N• 1. [N. del S. J

1
204 D.MELTZER LA DlMENSIONALIDAD 205

interna de contener partes del sel[ depende inicialmente de la introyeccióh de un objeto a iu hábito de dar puñeuzos en la cara de la gente. Vemos aquí la formación de un tipo
externo que se experimenta como capaz de llevar a cabo esta función. Más tarde, la idcnti· m1t1Cuiar de "segunda pier autocontinente, en lugar de una adecuada piel<ontinente.
ficación con esta función del objet o reemplaza el estado no integrado y da lugar a la fantasía
de espacios in ternos y externos. Sólo ento nces el escenario está listo para la operación de la
disociación-e-id ealización primaria del sel[ y los objetos, tal como lo describió Melanie Klein. Ahilüis de una niña esquizofrénica: Mary
Mientras las funciones continentes no hayan sido introyectadas, el concepto de un espacio
dentro del sel{ no puede emerge r. la introyección, es decir, la construcción de un objeto Algunos años de análisis desde l~ tres años y med~o ~os i>t.rm meron reconstruir lo.s
en un espacio interior, está en consecuencia reducida. En su ausencia, la función de la iden· ei::::idos mentales reflejados en la hhtona de su pcrturbac1on mfanul. Los hechos son los s1-
tificación proyectiva continuará nccel3riamentc sin amengu:u (presumiendo que el concepto ¡n:ientes: un nacimiento difi_cultoso, se: prendió i;;·,.,rtcmentc del ¡x;ión des<!e temprano
de espacio dentro del objeto se haya desarrollado) y ~ manifestarán todas las confusiones pero fue muy perezosa para tomar, su~ la ma?'a~cra complemtnto al pecho en la tercera
de identidad acompañantes. =na, pero el amamantamiento al pecho continuo" hasta los once meses; tuvo cczem,a
Puede verse ahora que el escenario dé la original disociación-e-idealización del sel[ y in:antil a los cuatro meses y se ,:;,.;aba hasta sangrar, se pegaba a ~u madre en extre~o. tenia
los objetos se apoya en este proceso anterior por el cual el sel{ y el objeto quedan contenidos S!"tera intolerancia a esperar por sus comidas, era atrasada y au :..:ca en todas las areas del
en su respectiva "piel". d=rollo. ..
las íluctuaciones en este estado inicial se ilustrarán en el material de casos, a parcir de la En el análisis se reflejó desde el pñncipio una severa intolerancia a la separac1on en el
observación de bebés, de modo de mostrar la diferencia entre la falta de integración como una 2:.etar de las mandÍbulas y la rotura sistemaiica de todos los material;s después de 13 pri·
.experiencia pasiva de total desamparo, y la desintegración a uavés de los procesos disociativos ~ra interrupción debida a las vacaciones. La total dependencia del contacto inmedia_to pudo
como una operación defensiva activa al servicio del desarrollo. En COD$CCUencia, desde el pun· \>etle y estudiarse a través de la 110 int~n de sus estados post~es Y de su _motilidad por
·to de vista económico, estamos tratando con situaciones que conducen a ansiedades catas· un lado y el pensamiento y la comuniaáon por el otr~>, que e'!lSttan al conuenzo de cada
tróficas en el estado no integrado, en comparación con las ansiedades paranoide y depresiva, ~ión y mejoraban en su transcurso, para reaparecer al 1r~e. Venia encorvada, ~n lo,s m1em·
más limitadas y específicas. b>os tensos, grotesca como una "bolsa de papas" cor:no ma: adcl~nt~. ella se !!amo a s1 nusm~;
En el estado infantil de falta de integración, la necesidad de un objeto continente , emitiendo un explosivo "ssbick" por '1'uenos dias, senora Bick . Esta bolsa de papas
parecería producir la búsqueda frenética de un objeto -una ·1uz, una voz, un olor u otro Í>uecía estar en continuo peligro de derramar sus contenidos, debido en parte al constante
: objeto ~nsual - capaz de sostener la atención y, por consiguiente, ser vivenciado, al · menos &!Ujerear de su piel que representaba la piel-"bolsa" del objeto en el cu~ al,,<>una~ d~ sus
momentaneamente, como manteniend<;>..unidas las partes de la personalidad. El objeto óptimo ~es. las "papas", estaban contenidas ftdentifica~ió~ pr?ycctiva). Se logro Ja mei.ona de
es el pezón en la boca, junto con el olor familiar de la madre que sostiene y habla. eia postura encorvada a la erguida, junto con la d1sm1~uc1on de su total dc~dencta ~ene­
El material va a mostrar cómo este objeto continente e.s experúnentad" como una piel. r;.L pero más a través de la formación de una segunda p¡el basad:: ·.n su pr.op1a musculandad,
El desarrollo defectuoso de es ta función primaria de la piel puede considerarse como el resul· ~;e por identiricación con un objeto continente.
tado de fallas en la adecuación del objeto real o de ataques fantaseados contra él, que pcrtur·
ban la in troyccción. La perturbación de la función primaria a"e la piel puede llevar al ·desarro·
Uo de una "segunda piel", a partir de la cual la dependencia respecto del objeto se reemplaza
por .una seudoind~pendencia, po.r el uso inapropiado, de cie~ funciones mentales, o tal vez ..!..'lálisis de un paciente nrurótico adulto
mediante la creac1on de un susututo para esta funcion de piel-eontinente. El material que se
Podría estudiarse la alternancia de dos tipos de experiencia del sel[ - la "bolsa de man·
presenta a continuación contiene algunos ejemplos de la formación de esta "segunda piel".
unas" y el "hipopótamo"- en relación con el tipo de contacto m,la transferen~ia Y con'·ª
tl.perieocia de separación, ambos relaciomdos con una perturbacion en el penodo de al}·
=.::ntación . En el estado de "bolsa de manzanas", el paciente era quisquilloso, vano r tenia
· - 3 constante necesidad de atención y h2lago, era fácilmente vuln~rable, esperando siempre
Observación de un bebé: Alicia ~ catástrofe, tal como__un colapso al lenntarse del diván . En el estado de "hipopótamo",
a paciente era agresivo, tiránico, cáw™:<> e inílexibl~ e~ _querer ~:Cr las cosas~ su nunera.
Un año de observación de una madre joven e inmadura y su primer bebé mostró un pro- .~bos estados se relacionaban con el ttpo de organizac1on de la segunda piel , donunado
greso gradual en la función de "piel-continente" hasta las doce semanas. Al aumentar la ;or la identificación proyectiva. La piel de "lúpopótamo", tanto como la "bolsa", .era un
tolerancia de la madre a la cercanía del bebé, su necesidad de excitar a. la niña para que ~ilejo de la piel del objeto dentro del cual existía, mientras que las mantanas, de piel fina
manifestara su vitalidad disminuyó paralelamente. En consecuencia, pudo observarse una y fáciles de magullar, representaban el cstlldo de las partes del sel/ que estaban dentro de este
disminución de los estados no integrados en el bebé. Estos se habían caracterizado por tem-
blores, estornudos y movimientos desorganiZados. En ese moménto tuvo lugar la mudanza cojeto insensíl;>le.
a una nueva casa aún no terminada, hecho que perturbó severamente la capacidad de. la
madre de contener a su nenita y la forzó a distanciarse de ella. Comenzó a alimentarla mien-
tras miraba televisión, o de noche en la oscuridad sin tenerla en brazos. Esto pro<[ujo en la ..4.nálisis de una nüúz: Jill
niña un torrente de perturbaciones somáticas y un aumento de los estados no integrados.
La enfermedad del padre en esa época empeoró las cosas y la madre debió plante<use la En el análisis de una niña de cinco años cuyo período de alimentación se había carac.teriza-
necesidad de volver al trabajo. Comenzó a presionar a la pequeñita hacia una seudoindc- éo por la anorexia, se presentaron de entrada problem.as de piel-co?tinentc, ~-º~ºpor eiemplo
pendencia, forzándola a usar el orinal, introduciendo un andador (bou11cer) durante el 1:is constantes exigencias a la mwre, durante las primeras vacaaones anal111cas, ~e que sus
día, :mientras se rehusó con dureza a responder al llanto de la pequeña durante la noche. .ropas fueran ajustadas con firmeza y sus za.patos ~tados apre~adamente..El matenal ul!erior
La madre volvió entonces a su tendencia anterior estimulando a la niña a reali7.ar exhibido· oostró su intensa ansiedad y necesidad de d1ferenc1arse a SI rmsma de sus Juguetes Y munecas,
nes agresivas, que ella misma provocaba y admiraba. A los seis meses y medio el resultado 1cerca de los cuales decía: "Los juguetes no son como yo, se rompen en pedazos Y no se
era una niñita hipcractiva y agresiva, a la que la madre llamaba la "boxeadora" debido ureglan ..No tienen piel.. ¡Nosotros tenemos piel!".
-•
,
206 O. MELTZER LA DIM ENSIONALlDAD
207
Esto es lo susta ncial del trabajo que abrió el problema de la no integración, de su nmez y, por el otro, con sus aspiracion~_s. Tenía .gran admiración por las
I en contraste con la desintegración, relacionándolo con un continente defectuoso. personas de convicciones apasionadas. devoc1on, fidelidad, siempre dispuesta
Además, la señora Bick ha rastreado algunos de los esfuerzos compensatorios a acudir al llamado de los demás, Y er:i muy consciente de que esas cualidades
de Ja autoco.~tención pato l?gica. Al describir la psicosis post autista (por ejemplo le faltaban por completo. Su relación con el tiempo era vaga, aunque no eraimpun-

I Barry) tamb1en hemos. delineado un e.stado de no integración, mientras que el


autismo propiamente dicho se ha considerado como una forma extremadamente
tual. Más bien, obserl'aba en sí misma u na especie de "espera" indolora, que tam-
bién notaban sus amigos, y acerca de lo cual le hacían bromas pues siempre se Ja
primitiva de desintegración. encontraba sentada detrás de un periódico. Los demás debían buscarla, Jo cual
hacían, ya que ella era atrayente Y a.rnistosa, pero no provOCJ.ba en ellos se nti-
I. mientos intensos, excepto por su atnctivo sexual. Su respuesta emocional más
intensa era provocad3 po r cuestiones de "buen gusto" en materia de vestir, de -
LA FENOMCNOLOG!A DE LA IDENTIFICACION ADHESIYA coración de casas y comportam)ento ;ocia!. Lo que le impresionaba de los otros
EN PACIENTES NEUROTICOS Y PSICOTICOS
eran, en primera instancia, la apariencia Y las ropas, de modo que, al parecer, la
relación con su piel se d.istingu ía poco é~ la relación con su propia ropa.
1 He citado extensamente el trabajo de la señora Bick porque no sólo delinea Durante el segundo año de análiYs desarrolló varias penurbaciones menores
el problema de la función de la piel-continente y su relación con la fortaleza del en Ja piel, y se pudo observar q ue su relación con el analista y con su médico
yo, sino p o rque también se interna en la exploración de los métodos por los cuales clínico eran ambas indiferenciables d~ la relación con su peluquero, cuando éste
I esta fuerza del yo puede simularse, en lo que ella denomina la función de la "se-
gunda-piel''. He descrito anteriormente algunos de los hallazgos realizados con Jos
le hacía un mal arreglo. Era evidente que se sentía sucia más que enferma,
humillada más que preocupada, irrii..lble e impaciente más que interesada en el
niños estudiados, que ilustran los diversos aspectos del daño en Ja función mental tratamiento de su perturbación dc-:::n.atológica. Fue muy ~onto evidente en
q.~e pensamos se ba5'.1n en el fracaso de lograr la tridimensionalidad en la concep- el análisis que una organización .narcisista de esclavitud respecto de un aspecto
1 c1on del sel[ Y el ob1eto, que es la condición previa necesaria de la función-conti-
nente. Donde la señora Bick ha mostrado un paso en la ;)rgani.zación ·mental de
de sí misma cuñada-mayor era el factor determinante de la persistencia de esta
actitud. Pero mientras servía para aclarar su fo rma respecto del mundo exterior,
la experiencia· que es próxima en el tiempo a la operación de la disociación-C-idea- no explicaba realmente su cualidad fundamental, la frivolidad (shallowness).
liz:ación {que a su vez es una precondición de la disociación-e-identificación-pro- Algu nos años ce análisis trajero n muchos logros en la organización de su per-
1 yectiva), nosotros intentamos otro más adelante. En lugar de los defectos en la
función-continente del objeto, intentamos describir los defectos en Ja concepción
sonalidad en otros ~~pectos. Se casó. mvo hijos. Se sentía feliz pero no satisfecha,
ya que notaba que sus interese"S era:: todavía extendidos y superficiales; sus activi-
del objeto como un continente, es decir, la concepción del mundo bidimensional. dades eran más dependientes d e la; exigencias de otros que dirigidas desde aden-
La experiencia el ínica con pacientes neuróticos y psicó ticos nos permite ampliar tro, y ningún sentimiento de fuerZ2 individual e identidad par ecía crecer natural-

' estas descripciones co n otro fenómeno que está ligado por un lado cori la preocu-
pación po r los fenómenos de superficie entre el sel[ y los objetos, y por el otro
lado con el deterioro del sentido del tiempo resultante del fra.:::;so en concebir
cambios duraderos, o sea el tiempo circular. Voy a describirlo de una manera que
mente en ella .
La irrupción de esta superficiali.dad sobrevenía a veces abruptamente, sólo para
volver a desaparecer con igual prorr:itud. Un torrente de amor en la transferencia
podía hacerla vo!·;¿r de manera tr..:..1sitoria a momentos igualmente raros en su

'l detoe situarse entre la desmenlalización y la profundidad en t.= expe riencia de


vid2. es decir la superflciolidod*.
relación infantil co:i su madre. p~ luego desaparecer y ser reemplazados por re-
cuerdos de sus ve51idos sucios o mc,·:.idos. Un interesante sueño ilustra este proceso
con ciena elocuen.:ia. En el sueño ; !!a y su hijita parecían es:-"r l'iviendo en la casa
de su empleada doméstica, y ella se sentía muy impresionad.; o la vez por la cuali·
dad de la vida en la casa y por la e"".orme cantidad de trabajo que la señora C. era
LA SUPERFICIALIDAD COMO UNA ORGAN!ZACIOS capaz de realizar. Y el jardi'n del fr'2nte era muy hermoso lCOmo el del consultorio
DEL CARACTER
del analista) y su hijita se d espla=.iba por la superficie de hielo de un pequeño
lago con peces. Pero repentinamen;e se caía a tr(JlJéS del hielo, y la paciente, en
I 1Ha1erial clin'.co. Una mujer joven, atractiva y buena moza que vino a anali-
zarse ai'lo~ despucs de la muerte de uno de sus padres demostró en 'su conducta
un momento de inrenso dolor má5 que de pánico, se tiró al agua fJdTª rescatarla.
De alguna manero, cuando emergió.sólo la parte delantero de su vestido estaba un
cierto ¡¡1te social, habilidad para charlar con agudeza e interese;; muy dispersos, poco mojada, corr'./J cuando se moj=X de pe<¡ueña.
que cst¡¡fnn por. un lado en marcado contraste con las características del ambiente El proceso de Ja torna de contacto con sentimientos m.ás intensos era para-
l • 5Jralfov•'1'st. falta de profundidad. frivolidad. (N . del S. I
ielo con otro aspecto del trabajo 1nalítico, es decir, la investigación de su voyeu-
rismo envidioso. Una y otra vez fue necesario aportarle la prueba de que su mmu-

a -~
'
f.
208 D. M:ELTZER LA DIMENSIONALIDAD 209
cioso escrutinio de las cualidades superficiales de la vida del analista -sus ropas, afirma ndo en Jo más mínimo algo referente a la conciencia, interés o atención,
el consultorio, casa, jardín, etc.- estaba en realidad acompafiado por invasiones sino ocupándonos puramente de la organización de los procesós perceptuales
dañinas, como se ilustró en el sueño de la niña que caía a través de la superficie de concernientes al sel[ y Jos objetos, el "mundo". Por usuperficialidad" (sJuzllow-
hielo, menoscabando su obje~o y reduciéndolo a ser "Ja mujer de la limpieza", ness) , por ejemplo, no intento referirme a la delgadez de la vida emocional en
el tipo de sirvienta que venía a limpiar la casa, se le pagaba y no se· pensaba más particular, sino implicar que esta misma delgadez es una consecuencia necesaria
en ella. Sólo muy gradualmente disminuyó la omnipotencia de su voyeurismo y de la relación de superficie 1 superficie con los objetos.
emergió la apreciación de la privacidad y el misterio fundamental de ~us objetos. Ot ro punto de importancia se refiere a la ~uestión de la fuerza del yo. Parece
El material de este caso puede ayudar a demostrar c-:.mo un área pnrticular más que posible que al describ ir la función continente-contenido (Bion) y la
de la relación infantil inconsciente con la madre '~t,.~na como objeto total (la función "piel-continente"' l Bick), estos dos autores hayan hecho una profunda
señora C., la mujer de Ja limpieza) y con el pecho como objeto-parcial (el laguito • incursión en el problema. importante y misterioso, de la fuerza del yo. Mientras
de los peces) puede deteriorarse en cuanto a ser piel-continente y a la dimensio- Freud pudo encontrar la r~puesta a la pregunta de cómo la gente evita enfermar-
nalidad, socavando la fuerza y la vitalidad de la personalidzE!-" ..omo un todo, se al descubrir el papel de los procesos de disociación, Bion y Bick probable-
mientras que apenas producía efecto alguno que pudiera identificarse desde un mente hayan recorrido cierto camino hacia el descubrimiento de cómo la gente
punto de vista descriptivo puramente psiquiátrico. l.l paciente en cuestión está desarrolla una real fortalez.:.
en un alarmante contraste con, digamos, Barry, y ponerlos juntos sirve para ilus- ·
trar la ünportancia de los factores económicos y de Ja matriz total de la personali-
1
dad dentro de la cual se encuentra incrustada una particular área defectual. En
~ el caso descrito, la bidirnensionalidad no era un fracaso primario del desarrollo,
sirro que fue instrumentada regresivamente en la infancia como. una organización
defensiva frente al complejo de Edipo genital y reforzada en la tardía adolescen-

l cia fre nte a la muerte repentina de uno de sus padres. Cabe ahora plantearse la
pregunta de Ja forma en que la bidiT11ensionalidad que describirnos difiere de la
renegación de la realidad psíquica, que se ve por ejemplo en la latencia, con su
se ntido común, su falta de imagi nación y el empobrecimiento del afecto.

LA BIDIMENSIONAUDAD Y LA RENEGAQON
DE LA REALIDAD PSIQLICA

En la bibliografía psicoanalítica existe gran confusió n entre la descripción


del deterioro de las funciones mentales, y el deterioro de la conciencia de los
hechos mentales. Frcud intentó remediarlo diferenciando ' ·renel!.ación" de "ne-
gación"• y "supresió n" de "represión" (1910 y 1925), con lo que algo logró para
establecer bien las cosas; pero la confusión tiend~ a proliferar. Como concepto,
la renegación (denihf} de la realidad psíquica monta a horcajadas en estas dos
ca tegor ías de una manera bién desafortunada, ya que co n este concepto tende- .
mos a significar a la vez que el repudio del int ~és y Ja atención a los hechos
del mundo interior deteriora su toma de conciencia, y también que la falta de
ate nción facilita ciertas operaciones de la omnipotencia.
Por otro lado, al hablar de bidimensionalirhd, parecería qu~ no estamos

• Traducimos denial por "rcnegación" y negation por "neg:a::ión". (Lapalabraoriginalfreudiana


r. • l'crleugnung, que al castellano se vierte como "reneg;>ción, refütxión o repudio" y que
Srrachey traduce ' como distlvowal. Meltzer píl!fierc deni:l. u pal.abra alemana Vemeinung
<r tuducc al español por "negación" y al inglés por negaricm.) (N. del S.J

..... - ---
CAPITULO X

CONCLUSION

Dona/d ,\feltzer

- ·

En el momento en que culnlina un libro y se han reunido sus diversas partes, !


tal vez en particular cuando varias personas han trabajado juntas y separadamente
en él, como sucede en ~ste caso, lo que emerge parece J11UY diferente de lo que se
pensaba. Uno puede dar un paso atrás y ver cómo las pinceladas se confu¡¡den
el}tre sí, hasta que resultan en un esquema cuya organización nunca se planeó
o esperó. De pronto se hace evidente ·que al transformar las experiencias en un
libro, uno ha cambiado; al converti.cse en parte de la propia historia altera a Ja per-
sona que ve lo que ha pasado tanto como Je altera su visión del mundo exterior.
Encuentro, por ejemplo, al mirar hacia ini foterior, que una particular a<!mi-
ración y afecto han crecido por estos niños, lo cual creo que puede separarse
de los sentinlientos hacia el método o trabajo analítico, ros amigos involucrados,
la parte grande de mi tiempo vital empleada, etcétera. No, es una admiración espe-
cial por estos niños y, en cierta forma, por el autismo. Puedo, por ejemplo, ver que
en el texto he establecido vinculaciones con Oates, Lincoln, la leyenda de la Vera
Cruz, las Cruzadas, etcétera. Claramente siento que hay en estos niños algo muy
heroico y veo, aunque en forma exagerada e incapacitante, el germen de cierta
grandeza, cierto "salto en Ja oscuridad", como lo llamaría Kierkegaard. Sospecho
que soy testigo de este "caballero de lá fe" que falló desde el comienzo, la excen-
tricidad del individuo verdadero hipertrofiada más allá de-sus raíces en la realidad
psíquica. Es mi impresión que esta contratransferencia de mi parte es compartida
por los que de verdad trabajaron y conocieron a estos niños. Yo sólo conocí a
uno de ellos, Barry, y fue en consulta antes de su análisis_ Mi propia contra trans-
ferencia es con el grupo como un individuo compuesto, cuya historia está organi- .
zada como los capítulos III-VI. Es este vértice lo que deseo explorar como una ·
manera de reunir el material de este iJo ro.
Comencemos con un problema teórico para volver· luego a los niños. Han ha-
bido solamente dos agregados importantes a la concepción de Freud del comienzo
~12 0.MELTZER CONCLUSJON ~13

de la vida mental en el bebé, es decir, su idea del narcisismo primario como un Ahora bien, hay cierta suerte de lección .escondida en estos hallazgos, algo
estado en el cual la identificación con objetos que producen satisfacción era in· relaci-0nado con la disociación e idealización, de bueno y malo como categorías
mediata, automática. Estas amplificaciones, fueron primero, la descripción hecha mentales, algo que hace surgir una pregunta acerca de su necesidad. El cargo
por Mclanie Klein de la disociación e idealización primaria del sel[ y el objeto, contra Milton de que hizo de Satán el héroe en El paraíso perdido no carece
originaria mente el pecho (es decir la madre como pecho). Mediante esta opera· de fundamento, ya que no se ha visto muchos hombres luchando como Milton
ción el niño establecía las bases para los conceptos de bueno y malo, aunque con para contener y tratar personalmente, responsablemente. con cada aspecto de
un criterio marcadamente exagerado e inmediato. Melanie Klein consideró que sí mismo en relación con su objeto, Dios. Es evidente que Melanie Klein conside·
esto marc..1ba el comienzo de las relaciones objetales, la condición sine qua non raba que los procesos disociativos se instauran violentamente a partir de impul-
q uc conduce a un desarrollo normal. El segundo corolario fue agregado por Esther sos tlestructivos, sin considerar el propósito o motivo por los que se utiJizan.
Bick en 1968 con su descripción de las funciones psíquicas de la piel en el desarro- Ella siempre creía que la disociación era dañina para el objeto en cierto grado,
llo rnet.1al. Ella demostró de manera convincente la necesidad de tener una expe· y, por tanto, siempre razón de culpa y remordimiento. Y es verdad que, al estu-
riencia con un objeto continente con el cual el bebé pueda identificarse para así diar los procesos disociativos, observamos que tienen la cualidad de un juicio pro-
sentirse sufr:icntemente contenido dentro de su propia piel y ser entonces capaz nunciado y ejecutado sin considerar la sabiduría salomónica que pued_e subyacer
de 1olerar el ser desprendido de los brazos de la madre cuando está despierto sin por detrás. Hay una "irritante indagación de datos y razones", una búsqueda ¡>ar
que sobrevenga la desintegración de su sel[ corporal. También descubrió algunas Já "resolución final del problema X".
de las consecuencias que tiene para la fortaleza del yo una piel psíquica defectuo- Pero probablemente sea también cierto que los procesos. disociativos son ne-
sa, Y mostró cómo se establecían las funciones sustitutivas de la segunda piel para cesarios para el tipo de decisiones que hacen posible la acción en el mundo exte-
compensar este defecto. Bick vio que esto era un prerrequisito para la adecuada rior. Cada decisión implica poner en movimiento un plan singular entre varias
diso.ciación e idealización y, por consiguiente, para la resolución satisfactoria alternativas; es experimental, implica riesgo, una cierta crueldad hacia uno mismo
de las confusiones entre lo bueno y lo malo. o los otros. Recuerdo cuando niño haber vistó un fume científico sobre cristalo-
Todo el material de los capítulos clínicos de este libro declara de manera grafía, que trataba del corte de uñenonne diamante en bruto de mucho valor. Los
inequívoca que estamos frente a niños en los cuales estos pasos d~l desarrollo se CQrtadores estudiaron su estructura, trazaron líneas sobre los clivajes naturaks
perdieron o fueron en principio inadecuados. No encontrarnos, sin embargo, la supuestos, y luego, en el momento de mayor suspenso . aplicaron un pequeco
esperable proliferación de ansiedades persecutorias, suspicacia paranoide y per- cincel, le dieron un golpe suave y el diamante se cortó li::ipiamente en dos partes.
versidad sádica. Por el contrario, los niños soit suaves, tiernos y caen fácilmente Quedé muy impresionado. Pero también estoy muy irr:;:¡resionado por el suef'.o
en una desesperante depresión, más irritados que atemorizados por los omni- de Piffie a los catorce años sobre un objeto precioso ~::e tiene 1íneas naturales
presentes bebés-rivales. Es sólo después de que el análisis y el desarrollo avanzan un.a de clivaje. Mientns la señora Bick parece haber descubier.o el secre10 de la fuerza
cierta distancia, que la dureza y crueldad narcisistas, con los consecuentes núedos del yo, Piffie ha descubierto tal vez el secreto de la elaSi:cidad del yo, del doble-
persecutorios y suspicacias paranoides hacen su aparición en Tirnmy o John. In· garse para conquistar: las canas se doblan mientras el rob:e cae frente al 1empor:tl.
cluso Barry tiene muy poco temor a los perseguidores, y más bien es perseguido . En una palabra, contemporizar sabiendo desligarse. La orden d:ida por Lincoln
por los sentimientos depresivos generados por su daño continuo a su objeto, que a sus reclutas sería el mejor ejernplo en este punto.
realiza mediante una brutal invasión (el vendaje durante las vacaciones, por ejem- El término contemporizar hace surgir inmediaiameme el espectro de la hesi-
plo); Y no desarrolló una organiz.ació n narcisista hasta después del establecinúen'to tación, la indecisión, la dilación morosa y el compronú.5Q, la marca de fábrica
de un mundo interno y la disociación e idealización del sel[ y los objetos ("ahora del carácter obsesivo. ¿Dónde radica la diferencia 7 ¿En qué forma la obsesión
sé por qué soy tan horrible"). Los segundos cinco años de su análisis, lo núsmo de Piffie difiere de la del "Hombre de las Ratas" de Freud? Una clara respues-...a
que el úhimo año de Timmy y de John, se ocuparon del análisis de la•organiza- es que el paciente de Freud desplegó sus ideas obsesiva; de separar y controhr.
ción narcisista {el golpearse la cabeza del equipo maníaco Jofu1-0sito, por ejem- al servicio de su ambivalencia hacia su ·'dama", todo >J amor y su odio. Los
plo). Piffie, por otro lado, comenzó con la señora Hoxter en un estado que Barry rasgos obsesivos de Piffie no sirven a su ambivalencia. ~ue en realidad es_mt.:y
apenas alcanzó después de nueve años de análisis. Es en este sentido que los niños poco manifiesta. Realmente su control omnipotente tie:ie la intención de ser.ir
están unidos en mi mente como un individuo compuesto, ilustrando los cambios a su deseo de poseer a su "señora Hoxter" tan completa'.71ente como John quiere
exteriores en el equilibrio entre amor y odio que ordinariamente aparecería como a la "señora", pero finalmente a través de la comprensión de sus (de ella) meca-
un problema del temperamento, pero que pueden considerarse como las conse- nismos internos, no de fuerza . Como el Mr. Magoo de furry, Piffie es un enam,_").
cuencias del cambio en la estructura de la personalidad. En el camino hacia la rado que desea comprender a su objeto hast& tal punto que llegue a hacerlo tz n
mejoría de su estructura mental, los niños se hicieron manifiestamente más cru e- dichoso que no necesite o quiera otros bebés o papás-penes. ¿Es ésta una forrr.a
les y duros debido a que la disociación e idealiza'ción hizo posible la organización primitiva de amor? Sí. ¿Egocéntrica? Sí. ¡Pero auténtica'
narcisista. Debo también hacer una pausa en este momento pa.ra prestar atención a u.n
CONCLUSION 215
214 D. MELTZElt

fenómeno frecuen te en mis exploraciones científiyas a lo desconocido. Cuando me antes de caer rendido a la seducción de Dalila. Pero cuando estaba en Gua sin sus
acerco a un nuevo mojón, encuentro en él una pequeña pila de rocas y una peque- ojos fue elástico, pudo resistir la seducción, contemporizar con las :::-icnazas r
i'ia bandera con la letra "B", presumiblemente por Ilion. Debe haberse notado esperar su oportunidad:
que hemos arri vado a los vértices A, O y C: amor, odio y conocimiento. En bionés
¡ parecería que estoy sugiriendo que la diferencia entre las obsesiones de Piffie
y el Hombre de las Ratas es u na diferencia de vértices: A y O para el Hombre de
"las órdenes no son una coacción. Si las obedezco,
Lo hago libremente, aventurándome a desagradar
A Dios por temor del hombre, y preferir al hombre,
las ~-tas . C para Piffie. Encon1ramos entonces que el amante, el artista y el
c1e111 1f1co ~~ n la misma persona, y que la ciencia puede comenzar muy temprano. Postergando a Dios: . .." A

( I 375)
Pero tamb1en puede sobrepasar sus fuentes y proliferar como una enfermedad
Esto también implic~ la posibilidad .de no hacerlo y, por tanto, de un tipo de es:
~ruc_t_ura de personahd_ad sa_na y el~~tica , que se construye por medios que no "las órdenes del amo tienen fuerza irresistible
impliquen la d 1soc1ac1on ~ 1dealtz.ac1on. Desde este p unto de vista los conceptos Para quienes le deben absolu1a sumisión; • • • •J
de bueno Y_ma_I? no ser1~n. necesanamente del tipo descrito por Moncy-Kyrle Y por la vida, ¿quién no cambiaría su deternunac1on .
(Tan variable es la conducta de los nombres.)
1 en su mvest1gac1on de la log1ca interna del desarrollo de Ja mente. Quisiera tam-
Pero, por cierto, nada debemos acatar
biéi: señalar que ~sta investigación nos vuelve a los primeros trabajos de Melanie
Kkrn. que puso enfas1s sobre el instinto cpisternofílico como una fue rza impul- Que sea escandaloso o prohibido por nuestra ley."
(J 409)
sora del desarrollo, y el cuerpo de la madre como el "mundo" original que se
explora.
1 Esto abre una ventana en el método psicoanalítico como una cosa en sí la diferen cia esencial radica en alejarse de la disociación e id~zación que
misn1a , en la cual la gente puede participar, a veces como paciente a veces como equipara la nación de Israel con Dios y lo bueno, mientras los filist:X>s y Dagon
analista, a veces como ambos simultáneamente. ¿En qué consiste I~ emoción que constituyen lo malo; y diferenciar entre el mundo interno de Dios ~ la Ley y el
mundo externo de amigos y enemigos; enemigos hoy los amigos de 2~ ~r . y tal vez
1 se agita en este tipo de experiencia'' Si el proceso está dominado por el vértice C
los__ hechos esenciales serán los de ser ambos conocedor y conocido, tal vez má; mañana sean amigos una vez más. Mientras que lo bueno y lo malo;¿ crean por
qu1Jotesco que el no mbre de conquistador* que Freud se diera a sí mismo. En su la violenta disociación e idealización, la diferenciación interno-exter.2 sigue una
esencia, sin embargo, el proceso parecería merecer el nombre de "aventura" y línea de cµvaje, sólo necesita un ?equeño golpe con el cincel y puede ser reunida
nuevamente sin dolor, como el he rmoso refugio de Piffie.
1 en momentos de fruición, parecería más apro piadamente acompañado -no, n;
aco mpañado, llenado , bañado - , bañado con el senti miento de ma ravilla ame
la belleza del mundo de la mente, el único mundo que realmente podemos "co·
nocer".

't Barry par~ce haber hecho su viaje a la luna , y durmió en un féretro del que
fue rescatado po r un "amigo" . Cuando miró hacia ar riba . lo que para la señorita
Weddell significa que miró el ¡pezó n materno en lugar de mirar hacia abajo,a su trase-
ro. todo cambió. Estaba maravillado ante un objeto que lo podía rescatar de su dor·
mir. sin la menor ayuda de su parte , med iante su música psicoanalítica de PATV ,
D\\TV y PAC - la conspiración psicoanalítica . Su desconfianza de PAC se centra-
ba en su sospecha de que su última meta era separarlo de su madre y capacitarlo

l
para ganarse la vida. Probablemente había en esto bastante verdad aunque no debie-
ra haber sido así. Los psicoanalistas, por supuesto, no deberían tener otra meta q ue
la de llevar adelante el proceso psicoanalítico. Pero esto es parte de la dificultad d e
C Y de su campo de incertid umbre; nos prohibe tener metas y criterios externos, lo

l
que nos ubica en una posic ión muy vulnerable respecto a la crítica y al ridículo.
Es !Jrecisamente en relación con estas dificultades que apa rece la distinción
entre fuerza y elasticidad. El Sansón de Milton• era fuerte en su creencia en Dios

• E n csp.lñol en el o riginaJ . ¡T. I


"'J 0 hn ~\:!ton : Somson Agonistes, A -Dramaric Po1?m. 1671. (T. I

Potrebbero piacerti anche