Sei sulla pagina 1di 1

14.

Seguid la paz con todos—en especial con los hermanos (Rom_14:19), de modo
que los “cojos” entre ellos “no salgan del camino” (v. 13), y ninguno de ellos “carezca
de la gracia de Dios” (Rom_12:15).

santidad—un término griego distinto de la “santidad” de Dios. Tradúzcase aquí “la


santificación”. La de Dios es santidad absoluta; nuestra porción es vestirnos la santidad
de él, volviéndonos “santos como él es santo”, por la santificación. Mientras sigamos
“la paz con todos”, no hemos de procurar complacerlos, de modo que hagamos de la
voluntad de Dios y de nuestra santificación un objeto secundario; esto último debe ser
nuestra primera finalidad (Gal_1:10).

nadie verá al Señor—no lo verá como hijo; en la gloria celestial (Rev_22:3-4). En el


Oriente nadie salvo los favoritos más grandes son admitidos al honor de ver al rey
(véase 2Sa_14:24). El Señor siendo puro y santo, sólo los puros y santos lo verán
(Mat_5:8). Sin la santidad en ellos, no podrían gozar de él, quien es la santidad misma
(Zec_14:20). La conexión de la pureza con el ver al Señor aparece en 1Jo_3:2-3;
Eph_5:5. Contrástese el v. 16 de este capítulo (véase 1Th_4:3). En Mat_24:30;
Rev_1:7, se dice que todos verán al Señor; pero eso será como Juez, no como su
porción perenne y a su Dios, como es el significado aquí. El verbo griego no denota
meramente la acción de ver, sino el estado de mente del vidente a la que se presenta
el objeto: así en Mat_5:8 : “Ellos verdaderamente comprenderán a Dios” [Tittmann].
Nadie sino los santos podrían apreciar al Dios santo; nadie sino ellos solos
permanecerán en su presencia. “Los malos sólo lo verán en su forma como Hijo del
hombre (véase Rev_1:13, con el v. 7; Mat_24:30; Act_1:11; Act_17:31); sin embargo,
será en la gloria en donde él juzgará, no en la humildad, en la cual fué juzgado. Su
forma como Dios, en la que es igual al Padre, sin duda los impíos no lo verán; son sólo
los puros de corazón los que verán a Dios” [Agustín]. “Vendrá a juzgar, quien estuvo
delante de un juez. El vendrá en la forma en que fué juzgado, para que vean al que
traspasaron; el que antes estuvo velado, vendrá manifestado en poder; él, como juez,
condenará a los verdaderos culpables, el mismo que fué falsamente tenido por
culpable.”

Una advertencia final contra el fracaso

Procurad la paz con todos significa, ante todo, el mantener la armonía en la comunidad
cristiana (cf. 13:1-3, 7, 16, 17). El desafío relacionado es el de procurar la santidad.
Basado en el v. 10 es claro que Dios debe obrar en nuestras vidas para hacer posible
que “compartamos su santidad” (cf. 13:20, 21), pero el v. 14 insiste en que tenemos
una parte que cumplir. Debemos buscar esa santidad práctica de la vida (gr. hagiasmos,
“consagración, santificación”) que fluye de una dedicación genuina a su servicio y
obediencia a su voluntad. Al margen de esa santidad nadie verá al Señor (es decir,
experimentar la vida eterna). Las implicaciones del v. 14 se extraen en los versículos
siguientes.

12.14 Los lectores conocían el ritual de la limpieza que los preparaba para la adoración, y
sabían que debían ser "santos" o "limpios" a fin de poder entrar en el templo. El pecado siempre
obstaculiza nuestra visión de Dios; por lo tanto, si queremos ver a Dios, debemos obedecerle
y renunciar al pecado (véase Psa_24:3-4). Vivir en santidad armoniza con vivir en paz. Una
buena relación con Dios conduce a una buena relación con la comunidad de creyentes. Aunque
no siempre vamos a sentir amor por todos los creyentes, debemos buscar la paz a medida que
logramos ser más semejantes a Cristo.

Potrebbero piacerti anche