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Las comunicaciones revolucionarias

Las comunicaciones no se llevan a cabo sólo entre individuos, sino que las clases o sectores
de clase también se comunican; las características de esta comunicación, sus fines y sus
destinatarios, sin embargo, no son siempre los mismos.

Como se señalaba anteriormente, las Comunicaciones Revolucionarias (o con pretensiones


revolucionarias) buscan o debieran buscar objetivos diametralmente opuestos a las burguesas;
estas últimas están destinadas: a) a mantener la hegemonía capitalista, y por ende, b) a ser
utilizadas como meros aparatos de control: desarrollados por los explotadores y dirigidas a los
explotados para justificar la explotación o, incluso, como medio de que se vale un sector de la
clase dominante para señalarle a los subalternos de su propia clase qué hacer, qué pensar, qué
decir. En el caso de las comunicaciones proletarias la aspiración pasa a ser la de servir como
herramienta hacia la liberación. En este primer marco de acercamiento, no interesa “convencer” a
los explotadores (aun cuando inevitablemente se generen respuestas políticas y sociales de la
clase enemiga), puesto que las comunicaciones en este caso se presentan como medio de
agitación, propaganda y formación política en el seno del Pueblo trabajador, con el fin de ir
cimentando la anhelada independencia de la clase, en un proceso consciente de destrucción de la
conciencia burguesa.

Como todo proceso social, las comunicaciones no son unilaterales, emisor y receptor
establecen una relación recíproca, dinámica, incluso en silencio de una de ellas. Y es justamente
esta relación dialéctica, la que las Organizaciones revolucionarias deben conocer y hacer carne en
sus Comunicaciones, para poder responder efectivamente a las interrogantes del Qué, cómo,
cuándo y a quién comunicar. No se trata de comunicar por comunicar, o de agitar por agitar, es
imperante distinguir hacia quien nos dirigimos y en qué espacio de construcción lo hacemos.
Existen muchos casos en que luchadores político sociales yerran en su actuar y se lanzan (nos
lanzamos) a comunicar sin tener un plan de comunicaciones, desarrollando “comunicación al
lote”, sin distinguir los objetivos de cada medio de comunicación ni el receptor a quién va dirigida
la comunicación, mezclando todos estos elementos y pretendiendo que de este enredo “algo
habrá de resultar”. Habrán medios de comunicación para franjas del “Pueblo politizado”, medios
propagandísticos y agitativos distintos habrán de utilizarse, entonces, para comunicarnos con el
“Pueblo no politizado”. Equivocar en lo anterior significaría intentar comunicarse en un idioma
ajeno, muchas veces sólo conocido por una pequeña franja de organizados; tratar cuestiones no
reconocibles por parte importante del Pueblo (aturdido por la explotación, la incultura y los
prejuicios pequeño burgueses o lumpen-proletarios); enviar mensajes que no se pueden escuchar
o lanzar consignas que no se pueden ejecutar (en medios humanos no “politizados” con
anterioridad) y que, por muy lindas que suenen, no son representativas del Pueblo, etc.

“Las Comunicaciones deben ser, entonces, a nuestro juicio, el resultado de


una discusión que refleje la síntesis de la experiencia teórica y práctica de
todos los ámbitos de la vida social del Pueblo”

Las Comunicaciones Populares deben ir dirigidas a nuestro Pueblo, entendiéndolas como


una herramienta que permita la apertura de espacios para la construcción político-social y de
cuadros político-sociales, ése es su objetivo. Pero, según se dijo, no debemos pensar en las
Comunicaciones Revolucionarias, como piensan las comunicaciones los partidos burgueses o las
organizaciones burguesas (léase CPC, SOFOFA, etc.). Los objetivos de la Organización
Revolucionaria, al hacer comunicación son o deben ser opuestos diametralmente, por su
contenido y objetivos, a la comunicación burguesa, por más que en ocasiones utilice los mismos
medios técnicos e información que ella. Entonces, a diferencia de las comunicaciones burguesas
cuyo objeto es consolidar la dominación, las Comunicaciones Revolucionarias deben ser un medio
para la liberación y no deben ser consideradas tan sólo “contrainformación” o medios de dar
informaciones que no se ofrecen en otro lado.

Las categorías y los distintos espacios de construcción


Si bien, no deja de ser un tanto esquemática la propuesta comunicacional, es preciso indicar que
cualquier intento o propuesta de Comunicaciones debe contener o ser precedida, a lo menos, de
tres cuestiones o elementos:

a) Diagnóstico mínimo, y previo, de la realidad en la que se pretende incidir,

b) Diseño de un “plan de comunicaciones”, destinado a los diversos “eslabones” de la totalidad


social,

c) Una organización política* encargada de “dirigir” esta labor, y que sea quien esté a cargo del
plan.

(*El hecho de que sea necesaria la existencia de una Organización política previa al “plan” es vital, porque se
trata de la realización de una parte de la práctica política organizada. No se concibe, verdaderamente, la
realización de un plan de comunicaciones políticas sin la existencia de la mencionada Organización que las
conciba, promueva y dirija. Lo anterior no quiere decir que sea necesario que ejecute todas y cada una de las
partes del plan, de lo contrario, se trataría de un acaparamiento político-práctico de la labor, impidiendo el
libre desarrollo de la actividad comunicativa del Pueblo en sus diferentes niveles, cuestión por lo demás de
muy recurrente y equivocada práctica.)

Las comunicaciones por ende, deben reflejar, necesariamente, sus particularidades con la
autonomía necesaria, que represente las demandas del lugar correspondiente, y que nazca de los
que viven diariamente allí. Por esto, en el espacio o nivel local, los errores que se cometan son
parte del aprendizaje, de las primeras experiencias de la naciente organización independiente de
nuestro Pueblo en este tiempo. Es importante que se manifieste la mayor libertad, creatividad y
flexibilidad en la Comunicaciones realizadas en este Nivel de comprensión de la realidad social.

Pero entonces la comunicación asume otros niveles de especificidad y de generalidad, a la


vez. Así tenemos, por ejemplo, a los estudiantes, los pobladores, los trabajadores. El nivel de
organización y de politización es mayor al del espacio local, la persona ya no comprende y
reivindica como válida sólo a la demanda inmediata, sino que reconoce su actividad como parte de
la actividad de la clase y se reconoce en cierta medida como parte de ella (lo que no significa
necesariamente que tenga la conciencia de clase propiamente tal). Ejemplo, el estudiante se
organiza no sólo contra el rector de una Universidad determinada, sino contra los empresarios de
la educación, etc.

Consecuencia de lo dicho, las comunicaciones pierden autonomía mientras ganan en amplitud


(temática y espacial, en contraposición al Nivel local).

Así, luego de esta pausa explicativa de las


Comunicaciones Revolucionarias y exposición
meramente pedagógica de los diversos
espacios de construcción y lucha popular,
podemos sintetizar lo dicho acerca de la
Agitación, Propaganda y Formación, de su
forma y contenido, así como de su objetivo, de
la siguiente manera:

1° AGITACIÓN

2° PROPAGANDA

3° FORMACIÓN O EDUCACIÓN POLÍTICA (LA TEORÍA REVOLUCIONARIA)

Apartado: SISTEMA

1° AGITACIÓN:

Dice relación con aquellas iniciativas que comprometen la existencia de cada ser humano, es
decir, con aquellas acciones a través de las cuales éste se valoriza como ser individual,
transformando su mundo cotidiano y el de quienes directamente le rodean. Este espacio limitado y
pequeño de la lucha social es en donde se expresa en forma concreta la singularidad y la infinita
diversidad y especificidad del hombre y la mujer y es el lugar en donde pueden y deben asentarse
las raíces más profundas de la democracia popular.

En este espacio o nivel de la vida social humana el conflicto de las clases genera una amplia gama o
variedad de temas en que resulta necesario influir, entre los que destaca la identificación de las
necesidades inmediatas y sus síntesis en lo que se ha denominado tradicionalmente como pliego de
peticiones o plataformas de lucha. Hablamos de la lucha de un sindicato por mejora de salarios, de
una junta vecinal o de los fines de variadas juntas de vecinos, uniones comunales, carreras
universitarias, etc.

La Agitación da origen a comunicaciones muy diversas, pero y pesar de ello, con algunas
características comunes: a.- El origen particular de sus mensajes o contenidos, b.- El carácter
limitado de su espacio geográfico de difusión y tiempo de vigencia, c.- La utilización de técnicas
simples y materiales de bajo costo y de fácil obtención.

La agitación encuentra su fuerza en el conocimiento detallado y profundo de las características


propias de ese pequeño espacio social en donde el hombre y la mujer emprenden sus acciones
directas. En la capacidad de recoger efectivamente estos componentes propios de ese lugar y nivel,
y de los seres que lo habitan (recursos, capacidades, lenguaje, valores, estética, etc.) para
integrarlos a su diseño y producción. No se debe permitir que las orientaciones y la forma de la
agitación sean predominantemente determinadas por elementos extraños al espacio en que han de
manifestarse, como lo sería, por ejemplo, pretender decidir, por parte de un grupo de intelectuales
orgánicos, la hora en que un grupo de trabajadores ha de agitar a sus propios compañeros de
trabajo, o el lenguaje y la estética con que han de hacerlo.

La Agitación es, al fin y al cabo, la utilización de técnicas y materiales simples, para divulgar
mensajes que convocan al ser humano a emprender acciones directas, destinadas a valorizar su
condición de individuo en la lucha por transformar su entorno social inmediato. Esta clase de
comunicaciones solo pueden elaborarse en estrecha relación con esa realidad particular que es, al
mismo tiempo, su origen y destino final. Sin embargo, el hecho de que la Agitación sea de
carácter particular o de limitada vigencia en el tiempo y en el espacio no quiere decir que no se
pueda, por ejemplo, generar agitación en todo el país respecto de alguna cuestión de relevancia. Lo
que se quiere decir es que en los diferentes lugares el objetivo de la Agitación tendrá una forma
particular de manifestarse, puesto que deriva de la situación particular de los lugares, sigue sus
tiempos políticos y surge de los diferentes niveles de organización y conciencia de los emisores y
destinatarios. La comprensión de la relación dialéctica entre modo, medio y nivel en que se hace la
Agitación se revela como fundamental para el logro de los objetivos de esta parte del todo
comunicativo.

2° PROPAGANDA:

La propaganda compromete recursos mucho más complejos de construcción de identidad y de


reconocimiento de intereses comunes. Convoca a modificar la realidad social a fragmentos amplios
de clase o del Pueblo, ya sea en su condición de sector productivo (estibadores, pesqueros,
forestales, mineros, etc.), de franjas que cruzan transversalmente la sociedad (mujeres,
estudiantes) o incluso la totalidad del universo popular (salud, previsión, alimentos, etc.) Encuentra
su razón de ser en la temática que emerge de la confrontación de clase protagonizada por grupos
humanos amplios, escenario donde se construye la condición de Sujeto Social.

Sus temas centrales son la promoción y difusión de aquellas formas de lucha, organización y
pensamiento que se proyectan más allá del espacio o nivel sectorial, local o particular,
constituyendo referentes válidos para segmentos mayores de la población. En este sentido se
puede decir que es el principal instrumento con que cuentan las clases explotadas para socializar en
forma amplia la Teoría y la Práctica que son capaces de generar, con independencia de clase, en el
transcurso de sus luchas.

En el enorme universo de sus temas, destacan en forma especial aquellos relacionados con la
construcción y difusión de las políticas populares, sectoriales y nacionales. Ya sea en sus etapas
iniciales, por ejemplo, en la mera defensa de los intereses de los distintos sectores de la clase, en la
resistencia a la profundización del modelo explotador o en sus fases más avanzadas, por ejemplo,
difundiendo propuestas de reforma y modificación de las estructuras de la sociedad, a través de las
cuales se constituye el “programa” del proyecto social alternativo. Sus comunicaciones se
caracterizan por sus espacios de difusión amplios y de prolongada vigencia, comprometiendo las
mayores inversiones posibles en tecnología y materiales. La Propaganda, en su especificidad, nutre
su fuerza y potencia y su capacidad de comunicación en el tratamiento diversificado de los temas,
con especialización, profundidad y realismo. El uso de los mejores elementos tecnológicos
existentes no significa, en caso alguno, la necesidad de que se utilicen las “técnicas” burguesas más
modernas. Así, por ejemplo, no debe utilizarse la “moderna” técnica periodística de escribir “entre
avisos económicos”.

La propaganda es el principal instrumento mediante el cual se socializa en forma amplia la


experiencia obtenida por las diferentes franjas del Pueblo, como fruto colectivo de sus luchas,
contribuyendo en forma efectiva al proceso de acumulación de fuerza social y programática.
Orienta y conduce la utilización de la fuerza acumulada en el transcurso de la confrontación de
clase. Debe, por tanto, entenderse que no se propone a la Propaganda como una Agitación más
grande, elevada o más amplia en cuanto al sector en que se desenvuelve su quehacer, sino a
estadios diversos de confrontación y socialización de la práctica popular.

3° FORMACIÓN O EDUCACIÓN POLÍTICA (LA TEORÍA REVOLUCIONARIA):

La formación, como se plantea en esta propuesta, está relacionada principalmente con los
fundamentos valóricos y científicos del proyecto de Revolución social. Convoca al hombre a buscar
respuestas a las interrogantes más esenciales, generales y permanentes de su existencia colectiva.
Lo convoca a conocer su pasado, caracterizar cuidadosamente su presente y a encontrar en éste las
posibles proyecciones del futuro social.

La Formación comprende, así, un conjunto de comunicaciones que permiten a la mujer y al


hombre asumir y comprender su condición de sujeto histórico, de ser humano, condicionado por
determinaciones que van más allá de su realidad particular inmediatamente comprendida. Le
permite comprender el devenir probable de la sociedad humana. Es por excelencia la puerta de
entrada del conocimiento científico acumulado en la Historia de la humanidad, en todas las
expresiones que sean necesarias, para nutrir el proyecto social en desarrollo. Es, además, un
instrumento poderoso para la recreación permanente de los valores alternativos al sistema
capitalista de medios de producción social.

Tal vez, se puede decir que la formación es la Gran Escuela de las clases explotadas, es el esfuerzo
mayor, destinado a sistematizar el conocimiento global que se adquiere o genera en torno a la
lucha por el triunfo del proyecto social en desarrollo y de los valores que anuncian la nueva
sociedad. Es el lugar reservado para el debate profundo en torno a los fundamentos del gran
proyecto revolucionario, la convergencia de las diversidades y la Síntesis. En definitiva, es en este
espacio donde se construyen los cimientos más sólidos de la independencia de clase. En el contexto
de un proyecto social revolucionario en desarrollo, la adquisición o generación de diversas formas
de conocimiento, tiene finalidades prácticas y, si bien, esto se manifiesta de muchas maneras, no se
puede dejar de destacar, al menos, las siguientes:

A.- EL DIAGNÓSTICO GENERAL, con la identificación de las características estructurales de la


sociedad, su contexto, origen y posible evolución y desarrollo.

B.- CONSECUENCIAS DEL DIAGNÓSTICO. La más significativa: la definición de la “estrategia”, como


instrumento fundamental para lograr un diseño general que oriente en su totalidad el proceso
global de acumulación de fuerza social y programática, integrando a todos los sectores explotados y
marginados de la sociedad actual. Así como una propuesta que permita enfrentar el problema de la
construcción del Poder desde la perspectiva de los sectores mencionados. Las tácticas del periodo
también surgen como consecuencias de este diagnóstico y no como meras respuestas a coyunturas.

C.- LA FORMACIÓN COMPRENDE UNA CANTIDAD VARIADA Y DIVERSA DE COMUNICACIONES, con


un espacio de influencia territorial y de vigencia temporal y temática de la mayor amplitud posible.
Difunde los elementos globales capaces de dar coherencia al conjunto del proyecto social
revolucionario. Sin embargo, lamentablemente, su realización práctica, y las técnicas y
metodologías que le son propias, contradicen su vocación de amplitud y globalidad, debiéndose
optar en la mayor parte de las ocasiones por focalizar su esfuerzo en la capacitación política de los
constructores del movimiento social o de “la columna de cuadros”.

En relación a los “aspectos prácticos de la Teoría”, es decir, al Modo de su realización, cabe señalar
que aquí los componentes de la particularidad humano social se ven reducidos a su mínima
expresión, priorizándose los componentes de la globalidad. Así la estética reviste una importancia
relativa menor que en los casos en que se ha de usar la Agitación. Como se puede colegir con
facilidad, la formación pese a su generalidad asume caracteres de particularidad, toda vez que es
compleja la formación homogénea en un mundo heterogéneo. Así, por regla general y sin que sea
una cuestión obligada o de principio, la Formación asume formas restringidas como Escuelas,
talleres, jornadas, encuentros, debates, etc. Lo sustancial en este caso es no entender cada uno de
estos medios como fines en sí mismos, como “la” formación del Pueblo. Lamentablemente, durante
largos años en nuestro país se ha entendido a la Formación como equivalente de Educación popular
poblacional, cuestión que ha provocado un reduccionismo en esta materia de graves consecuencias
políticas. Otro modo común de formación política que asume mayores proporciones numéricas son
los Folletos, Libros, Revistas de discusión y Análisis.

Lo fundamental en este caso pareciera ser, por la individualidad con que cada uno asume lo
estudiado, fomentar el estudio sistemático y coordinado de ello, a fin de que asuma los caracteres
de globalidad correctos.

EL SISTEMA

Después de haber planteado que las comunicaciones que nos interesan se pueden clasificar, al
menos, en tres categorías básicas, diferentes unas de otras, es dable preguntarse ¿será posible
concebir la existencia de un mensaje medianamente complejo, en el marco de una de las categorías
mencionadas desvinculadas de las otras? Al parecer la única respuesta posible en base a la
observación o experiencia es no. ¿En qué pie queda entonces el enunciado de categorías, si
cualquier comunicación con algún grado de complejidad generalmente compromete a la totalidad
de ellas, ya sea de manera explícita o implícita?

El asunto se vuelve complicado, y quizás podamos encontrar alguna forma de respuesta


satisfactoria, si se cambia el enfoque de análisis, y en vez de concentrarnos en la descripción de las
parcialidades, nos aproximamos a comprender las comunicaciones como un sistema indivisible,
donde las categorías se entrelazan y entrecruzan en una interrelación compleja.
Si se pudiera graficar de alguna manera la forma en que se articulan las categorías para dar origen a
un sistema comunicacional, (apelando más a la imaginación que al rigor científico) se podría decir
que se asemejan a tres círculos concéntricos que se contienen unos a otros con distintas
importancias relativas, según la perspectiva de la cual se observe.

Si se pudiera observar el sistema, teniendo como punto de referencia la categoría formación, tal
vez podríamos decir que es la puerta de entrada del conocimiento históricamente acumulado, y a
su vez de síntesis de la experiencia recogida en el transcurso de la lucha. En ella se generan los
principales componentes globales (esencialmente teóricos) capaces de articular y dar coherencia al
conjunto. Vistas desde aquí las cosas, los elementos propios de la categoría, se irradian hacia la
propaganda y la agitación, en un viaje que va desde la generalidad a la particularidad, donde los
componentes globales se modifican y adaptan gradualmente, impregnando con su esencia espacios
sociales cada vez más diversos, particulares y concretos.

Teniendo como observatorio la categoría de la agitación, se podría decir, que esta representa la
puerta de entrada de la diversidad del sistema (y la puerta de entrada de la estética), las
comunicaciones que aquí se generan, en los espacios reducidos propios de esta categoría,
representan los últimos grados de adaptación de las políticas generales, al lugar concreto donde
deben encontrar finalmente su razón de ser. La agitación irradia hacia la propaganda y la
formación, la riqueza de la diversidad con sus componentes particulares, en un camino convergente
de síntesis, cada vez más profunda, y cada vez más amplia en sus consecuencias.

Finalmente teniendo como referente la categoría de propaganda, con su amplia capacidad de


difusión, se podría decir que ella se nutre de la influencia de ambos polos, de la generalidad y de la
particularidad, de la globalidad y la diversidad, para escapar del espacio social reducido y
proyectarse con comunicaciones poderosas y potentes, al espacio social amplio, directamente
relacionado con los procesos de acumulación de fuerza social y programática.

Entendidas de esta perspectiva, las comunicaciones se articulan como reflejo del proyecto social
alternativo, con sus carencias y riquezas, tan dinámicas y variables como pueden ser los procesos
sociales. Su definición y desarrollo es parte del desafío político que compromete al conjunto de las
clases explotadas, en su condición de auto constructores de los instrumentos necesarios para el
logro de un nuevo orden social.

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