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TRATAMIENTO

A. Tratamiento empírico de la diarrea crónica

El tratamiento de la diarrea crónica debe ser etiológico siempre que sea posible,
es decir, dirigido a corregir la causa que la ocasiona. Se utiliza un tratamiento
empírico de la diarrea crónica en tres situaciones:

 Tratamiento inicial o temporal hasta obtener el diagnóstico.


 Cuando las distintas pruebas diagnósticas no permiten realizar un
diagnóstico definitivo.
 Cuando se consigue obtener un diagnóstico preciso, pero no existe
tratamiento específico o éste no resulta efectivo.

Se puede considerar una terapia inicial, dependiendo de la prevalencia de


infección bacteriana o de protozoos en una determinada comunidad, o
situaciones que puedan justificar el tratamiento (metronidazol en sospecha de
giardiasis, en guardería infantil).

Hay varias opciones para la terapia empírica; Sin embargo, los opiáceos son
generalmente La primera opción.

El tratamiento con opiáceos: la loperamida es un agonista del receptor M que


afecta Motilidad intestinal. Como todos los opiáceos, retarda el Tiempo de
tránsito y aumenta la absorción neta. Con un mínimo Penetración en el cerebro,
tiene poco potencial para el abuso.

Los opiáceos más potentes son los fármacos antidiarreicos más eficaces Pero
no se recetan con frecuencia debido a la Preocupación por el mal uso. Codeína,
opio o morfina Preparaciones (por ejemplo, paregoric, tintura de opio y Morfina)
puede ser muy útil para la diarrea severa.

Otros fármacos como:

La clonidina, un fármaco agonista alfa2-adrenérgico que simula Absorción y


retarda el tránsito intestinal, se utiliza Diarrea diabética que se debe a una
pérdida de noradrenérgicos.
Crofelemer, un antagonista del canal de cloruro, es Aprobado para el tratamiento
de la diarrea asociada al VIH.

1. El tratamiento sintomático de la diarrea crónica

Se puede efectuar con varios fármacos. El opio y la morfina son agentes


potentes para controlar la diarrea. Su eficacia es elevada excepto en los casos
con diarreas de volumen elevado. La codeína es algo menos eficaz, y los
derivados sintéticos difenoxilato y loperamida son con claridad de menor
potencia. Dado el riesgo potencial de abuso y dependencia, se utilizan con mayor
frecuencia los fármacos menos activos, que resultan igualmente efectivos en el
control de diarreas no intensas.

Otra alternativa es el racecadotrilo, inhibidor de la encefalinasa, que


disminuye la hipersecreción de agua y electrolitos sin efectos sobre la motilidad
intestinal. Sin embargo, los narcóticos más potentes son, probablemente,
infrautilizados en el tratamiento de la diarrea crónica grave. Por otro lado, el uso
de este tipo de fármacos está contraindicado en pacientes con diarrea con
sangre y fiebre (colitis bacterianas con cuadro disenteriforme, brotes graves de
colitis ulcerosa o colitis granulomatosa) por el riesgo de desencadenar un
megacolon tóxico.

El octreótido es un análogo de la somatostatina que, administrado por vía


subcutánea en varias inyecciones al día, ha sido efectivo para el control de la
diarrea secundaria a síndrome carcinoide y a otros tumores neuroendocrinos,
así como en la diarrea inducida por quimioterapia, en el síndrome de dumping y
en la diarrea asociada al síndrome de intestino corto. Sin embargo, su uso
prolongado favorece la formación de litiasis biliar y su precio es elevado.

La fibra dietética (plántago, metilcelulosa) puede modificar la consistencia de la


deposición pero no disminuye el peso de la misma; podría ser, por tanto, útil en
algunos pacientes con diarrea funcional.

Las soluciones de rehidratación que incluyen glucosa u otros nutrientes y sal son
útiles para la reposición de fluidos corporales. Las soluciones de rehidratación a
base de cereales se han utilizado en los últimos años, demostrando su eficacia
en las diarreas agudas secretoras con deshidratación tales como el cólera, pero
tienen poca utilidad en la mayoría de las diarreas crónicas.

B. Esquema terapéutico:

Tratamiento específico:

Siempre que sea posible (dieta sin gluten en la celiaquía, metronidazol en la


giardiasis, inmunosupresores en la enfermedad inflamatoria intestinal, etc.).

Tratamiento empírico:

a) Antidiarreicos:

 Codeína (15-60 mg/6-8 h, vo)


 Loperamida (0,03 mg/kg/8 h en niños, 2-4 mg/6-8 h en adultos, vo)
 Difenoxilato (2,5-5 mg/6-8 h, vo).

Un ensayo clí- nico con diseño cruzado con un número reducido de pacientes
demostró un efecto terapéutico similar de loperamida y codeína pero superior a
difenoxilato (nivel de evidencia 2b, grado de recomendación B). Racecadotrilo
(1,5 mg/kg/8 h en niños, 100 mg/ 8 h en adultos, vo). Varios ensayos clínicos
doble ciego, controlados con placebo o con loperamida han demostrado su
eficacia, similar a loperamida en el control de la diarrea (nivel de evidencia 1a,
grado de recomendación A).

b) Octreótido (50-300 µg/8 h, sc)

Existen 12 ensayos clínicos controlados con placebo o con antidiarreicos en


diferentes situaciones de diarrea refractaria (principalmente, diarrea
postquimioterapia y diarrea asociada a sida) que han sido motivo de una reciente
revisión sistemática. Aunque la eficacia global de octreótido es elevada
(porcentaje de respuesta del 64%; riesgo relativo de 0,5, IC95% de 0,27 a 0,91),
existe una heterogeneidad significativa entre los estudios. Los estudios en
diarrea asociada a SIDA fueron homogéneos, pero el octreótido fue menos
efectivo. En cambio, el octreótido fue muy efectivo en la diarrea
postquimioterapia, si bien hubo heterogeneidad (nivel de evidencia 2b, grado de
recomendación B).
c) Fibra

Su eficacia se ha evaluado en ensayos clínicos controlados con un escaso


número de pacientes realizados generalmente en pacientes críticos o en
individuos con un síndrome de intestino irritable. Los estudios demuestran en
general la eficacia de la suplementación tanto con fibra soluble como insoluble
(Plantago ovata o psilio: 10-20 g/día, vo) (nivel de evidencia 2b, grado de
recomendación B).

Soluciones de hidratación oral En la diarrea crónica son poco útiles. La mayoría


de los estudios publicados se han realizado en pacientes con diarrea aguda.

Bibliografía

Monfort M. Diarrea crónica y malabsorción intestinal. studentconsult.


Elsevier.2013.Paginas 125-146 citado 05 de abril de 2018. Disponible en:
http://www.studentconsult.es/bookportal///seccion-iii-
intestino/9788475927220/500/704.html

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