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DAZA ARISLEIDA
DE LA ESPRIELLA SILVA DANIELA PAOLA
ESTRADA RUIZ VANESSA JULIETH
SANGREGORIO REALES EMANUEL DAVID
Dr.
OQUENDO YABER FERNANDO ANTONIO
Las partes del ojo son esenciales para la existencia humana porque gracias a ellas captamos,
percibimos y encontramos lo que se llama las imágenes percibidas por este sistema.
Para que los rayos de luz se puedan enfocar, se deben refractar. La cantidad de refracción
requerida depende de la distancia del objeto que se ve. Un objeto distante requerirá menos
refracción que uno más cercano. La mayor parte de la refracción ocurre en la córnea, que
tiene una curvatura fija. El resto de la refracción requerida se da en el cristalino. Al envejecer,
el ser humano va perdiendo esta capacidad de ajustar el enfoque, deficiencia conocida como
presbicia o vista cansada.
Movimientos oculares:
Los movimientos del ojo se dividen en:
a) laterales (abducción y adicción) en torno a un eje vertical
b) verticales (elevación y depresión) en torno a un eje horizontal
c) rotatorios (rotación interna y externa, tomando como referencia el extremo superior del
meridiano vertical de la cornea) en torno a un eje antero posterior.
Los rectos horizontales tienen una acción simple: el recto interno lleva el ojo hacia adentro
(adiccion) y el recto externo lo lleva hacia afuera (abducción).
Estructuras anexas del ojo
Nervio óptico: Recoge las sensaciones que provienen de la retina y sale del ojo a través de
un orificio de la coroides. En esta pequeña zona circular no existe la retina, por lo que recibe
el nombre de mancha ciega.
Músculos oculares: Por fuera del globo ocular hay una serie de músculos que permiten
dirigir la mirada, y además que ambos ojos se muevan coordinadamente. Hay seis músculos
distintos en cada ojo, y si alguno de ellos no funciona bien se produce un trastorno llamado.
estrabismo (bizqueo). La persona bizca no tiene las pupilas en paralelo, sino que en uno de
los ojos la pupila mira siempre hacia dentro o hacía fuera. Hoy en día este trastorno puede
operarse y no queda ningún rastro.
Aparato lacrimal: Es el encargado de secretar las lágrimas, que sirven para mantener la
humedad del ojo y de los párpados, y además tiene un cierto efecto desinfectante. Las
lágrimas se forman en la glándula lacrimal y normalmente drenan por un conducto que las
lleva hacia la nariz. El llanto es una secreción excesiva de lágrimas, debido a que ha entrado
una partícula en el ojo o por causas emocionales, lo que hace que el líquido desborde de los
párpados.
Párpados: Son dos estructuras protectoras, una inferior y otra superior, que se deslizan sobre
el ojo y lo cubren durante el descanso o cuando la luz es excesiva. Además, los párpados se
abren y se cierran unas veinte veces cada minuto para retirar las partículas que hayan podido
caer sobre la córnea y para humedecerla con el líquido lacrimal. Este proceso no significa
ninguna pérdida de la visión, ya que es muy rápido. En el borde de los dos párpados existen
sendas hileras de pestañas, que protegen los ojos de la luz excesiva y de los objetos que
puedan caer en ellos. Además, los ojos son protegidos por los arcos superciliares, que son
rebordes que sobresalen por encima del ojo. Están formados por el hueso frontal y sobre su
piel se encuentran las cejas.
El pigmento se forma durante los primeros meses de vida, por lo que todos los recién nacidos
tienen los ojos de color azul grisáceo. El color definitivo se establece a los dos o tres meses
de vida. Si no hay pigmentación los ojos se vuelven grisáceos, en el caso de los albinos.
Cuando el pigmento es escaso, los ojos son de color azulado; si hay mayor cantidad se
aprecian matices verdosos o castaños. El cristalino, está sostenido por unas fibras conjuntivas
muy finas que a su vez están unidas al músculo constrictor del cuerpo ciliar. El cristalino se
forma a lo largo de la tercera o cuarta semana de embarazo. Es blando y elástico en los niños,
pero se endurece con el paso de los años.
Córnea y cristalino: La córnea es una importante porción anatómica del ojo y el cristalino
es un componente del ojo con forma biconvexa; constituyen el objetivo del ojo. Cuando un
rayo de luz pasa de una sustancia transparente a otra, su trayectoria se desvía: este fenómeno
se conoce con el nombre de refracción. La luz se refracta en el cristalino y se proyecta sobre
la retina. El cristalino regula la distancia curvándose más o menos. Si el cristalino es opaco,
la retina transmite una imagen borrosa. Esta patología es conocida como "cataratas".
Retina: En la retina están las células visuales, por lo que se puede comparar a una película
fotosensible. La luz se transforma allí en impulsos eléctricos que el nervio óptico transmite
al cerebro. Los nervios ópticos de la zona nasal de ambos ojos se entrecruzan antes de entrar
en el encéfalo, formando el quiasma óptico, en cambio la zona temporal no se cruza, dejando
en un lado del cerebro el sector nasal de un ojo y el temporal del otro. Luego se prolongan
por las vías visuales hacia la zona media del cerebro y atravesando el tejido cerebral, alcanzan
los centros visuales de los lóbulos occipitales. Se ignora que ocurre con exactitud después,
pero los impulsos eléctricos se transforman en imágenes. La imagen llega invertida y deforme
por las irregularidades del ojo a la retina, pero el cerebro la rectifica y podemos percibirla en
su posición original.
Conos y bastones: Las células sensoriales de la retina reaccionan de forma distinta a la luz
y los colores. Los bastones se activan en la oscuridad, y sólo permiten distinguir el negro, el
blanco y los distintos grises. Son células fotorreceptoras de la retina responsables de la visión
en condiciones de baja luminosidad. Presentan una elevada sensibilidad a la luz aunque se
saturan en condiciones de mucha luz y no detectan los colores. Se ubican en casi toda la
retina exceptuando la fóvea.
Los conos, en cambio funcionan de día y en ambientes iluminados, por lo que hacen posible
la visión en los colores. En realidad hay tres tipos de conos, adaptados a cada uno a los colores
azul, rojo y verde; los cuales interaccionan mezclándose para formar el espectro completo de
luz visible. El pigmento de los conos es una sustancia coloreada del retinol. Los conos están
concentrados en el centro de la retina mientras que la frecuencia de los bastones aumenta a
medida que nos alejamos de la mácula lutea hacia la periferia.
Pupila: La pupila viene del griego pupis y significa la parte central del iris. Se trata de una
abertura dilatable y contráctil de color negro con la función de regular la iluminación que le
llega a la retina, en la parte posterior del ojo. La pupila es el diafragma del ojo. Los músculos
del músculo ciliar que tienen forma circular y de radio, la abren o la cierran en función de la
luminosidad. La pupila en sí, es transparente, ya que es un agujero. Se ve negra ya que es el
reflejo del fondo del ojo.
Esclerótica: La esclerótica, la "parte blanca del ojo", es una membrana de color blanco,
gruesa, resistente y rica en fibras de colágeno. Constituye la capa más externa del globo
ocular. Su función es la de darle forma y proteger a los elementos más internos.
Se caracteriza porque esta formado por 3 capas:
Humor vítreo: El humor vítreo es un líquido gelatinoso y transparente que rellena el espacio
comprendido entre la retina y el cristalino. Cumple la función de amortiguar ante posibles
traumas. Está compuesto en un 99.98% por agua.
Iris: El iris es la zona coloreada del ojo, ya sea azul, verde, marrón etc. con lo define el color
del ojo. En su centro se encuentra la pupila, de color negro; la zona blanca que se encuentra
alrededor se denomina esclerótica. Se ubica tras la córnea, entre la cámara anterior y el
cristalino, al que cubre en mayor o menor medida en función de su dilatación. Esta parte
anatómica del polo anterior del ojo está constantemente activa, permitiendo a la pupila
dilatarse (midriasis) o contraerse (miosis), de acuerdo a la intensidad que posea la fuente
luminosa. Esta función tiene como objetivo poder regular la cantidad de luz que llega a la
retina.
La luz cambia la forma de cis a trans, blanqueando la célula y activa la disgregación de GTP,
liberando la unidad alplha que activa la GMP fosfodiesteraza que disminuye los niveles de
cGMP.
Esto permite que en la sinapsis FR disminuye la liberación de Glutamato, lo que genera una
baja en la liberación de GABA, deteniendo la inhibición y podamos ver.
física diferente: es una molécula recta en vez de plegada. Como la orientación tridimensional
de los lugares reactivos en el todo-fra«s-retinal deja de coincidir con la orientación
correspondiente en la proteína escotopsina, el todo-irawsretinal empieza a soltarse de ella. El
producto inmediato es la batorrodopsina, que representa una combinación parcialmente
disociada del todo-íratts-retinal y la escotopsina. La batorrodopsina resulta sumamente
inestable y se degrada en cuestión de nanosegundos en lumirrodopsina. Después de unos
microsegundos, esta se descompone en metarrodopsina I, en 1 ms más aproximadamente
pasa a metarrodopsina II, y por último, con mucha mayor lentitud (en un plazo de segundos),
se convierte en los productos escindidos por completo de la escotopsina y el todo-íra«s-
retinal. Es la metarrodopsina II, también llamada rodopsina activada, la que estimula los
cambios eléctricos en los bastones, y tras ello estos receptores ya transmiten la imagen visual
hacia el sistema nervioso central bajo la forma de un potencial de acción en el nervio óptico,
según estudiamos más adelante.
Sin embargo, a nivel de las inserciones laterales de los ligamentos del cristalino en el globo
ocular también está situado el músculo ciliar, que posee dos juegos independientes de fibras
musculares lisas: las fibras meridionales y las fibras circulares. Las fibras meridionales se
extienden desde el extremo periférico de los ligamentos suspensorios hasta la unión
esclerocor neal. Cuando se contraen, arrastran las inserciones periféricas de los ligamentos
del cristalino en sentido medial hacia los bordes de la córnea, lo que relaja la tensión que
ejercen sobre el propio cristalino. Las otras fibras adoptan una disposición circular alrededor
de todas las inserciones ligamentosas de modo que, cuando se contraen, producen una acción
de tipoesfínter, que reduce el diámetro del perímetro formado por estas inserciones; esto
también permite que los ligamentos tiren menos de la cápsula del cristalino.
Por tanto, la contracción de cualquiera de los grupos de fibras musculares lisas que forman
el músculo ciliar relaja los ligamentos que llegan a la cápsula del cristalino y este último
adquiere una forma más esférica, similar a un globo, debido a la elasticidad natural de esta
cápsula.
La retina tiene una estructura compleja. Está formada básicamente por varias capas de
neuronas interconectadas mediante sinapsis. Las únicas células sensibles directamente a la
luz son los conos y los bastones. La retina humana contiene 6.5 millones de conos y 120
millones de bastones. Los bastones funcionan principalmente en condiciones de baja
luminosidad y proporcionan la visión en blanco y negro, los conos, sin embargo, están
adaptados a las situaciones de mucha luminosidad y proporcionan la visión en color.
La retina contiene diez capas paralelas que son, comenzando por la zona más superficial,
hasta la más interna:
Epitelio pigmentario: Es la capa más externa de la retina. Está formada por células cúbicas
que no son neuronas y poseen gránulos de melanina que le dan una pigmentación
característica.
Capa de las células fotorreceptoras: Está formada por los segmentos más externos de los
conos y los bastones.
Capa limitante externa: No es una membrana, sino uniones intercelulares del tipo zónula
adherente entre las células fotorreceptoras y las células de Müller.
Capa nuclear o granular externa: Está formada por los núcleos celulares de las células
fotorreceptoras.
Capa nuclear o granular interna: Está formada por los núcleos celulares de las células
bipolares, las células horizontales y las células amacrinas.
Capa de fibras del nervio óptico: Está formada por los axones de células ganglionares que
forman el nervio óptico.
Capa limitante interna: Separa la retina del humor vítreo.
7. SEÑALE Y EXPLIQUE LAS PATOLOGÍAS DEL OJO MÁS COMUNES
¿CÓMO SE CORRIGEN?
Los problemas de visión más comunes son los errores de refracción, conocidos más
comúnmente como vista corta (miopía), hipermetropía, astigmatismo y presbicia. Los errores
de refracción ocurren cuando la forma del ojo evita que la luz se enfoque directamente en la
retina. El largo del globo ocular (más corto o largo), ciertos cambios en la forma de la córnea
o el envejecimiento del cristalino pueden causar errores de refracción. La mayoría de las
personas tiene una o más de estas enfermedades. Se puede corregir los errores de refraccón
con anteojos, lentes de contacto o cirugía.
La miopía es un trastorno en que los objetos cercanos se ven con claridad, mientras que
los objetos lejanos se ven borrosos. Con la miopía, la luz se enfoca delante de la retina en
vez de hacerlo sobre la retina. Aprenda más sobre la miopía.
La hipermetropía (también llamada hiperopía) es un tipo de error de refracción común
donde se puede ver los objetos distantes con mayor claridad que los objetos cercanos. Sin
embargo, las personas experimentan la hipermetropía de formas diferentes. Puede que
algunas personas no noten ningún problema con su visón, especialmente cuando son
jóvenes. Mientras para las personas con una hipermetropía considerable, la visión puede
ser borrosa para objetos a cualquier distancia, sean de cerca o de lejos. Aprenda más sobre
la hipermetropía.
El astigmatismo es un trastorno en el que el ojo no enfoca la luz de forma pareja sobre
la retina, el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo. Esto puede hacer que las
imágenes se vean borrosas o alargadas. Aprenda más sobre el astigmatismo.
La presbicia es una condición relacionada con la edad en la que la capacidad de enfocar
de cerca se vuelve más difícil. A medida que el ojo envejece, el cristalino ya no puede
cambiar de forma lo suficiente para permitir que el ojo enfoque en los objetos cercanos
con claridad. Aprenda más sobre la presbicia.
Daltonismo: Es una enfermedad de la vista hereditaria, llamada así por el químico ingles
John Dalton, quien descubrió esta enfermedad del ojo. Las personas daltónicas confunden
los colores, especialmente el rojo y el verde, pero son capaces de identificar mas matices
violetas que una persona de visión normal y de distinguir objetos camuflados.
Cataratas: Es la perdida de la transparencia del cristalino del ojo, causando la
disminución de la vista; cuando esta lente se opaca, la luz no pasa en forma adecuada y
la visión disminuye y se vuelve borrosa. El cristalino se encuentra ubicado detrás del iris
y la pupila, y enfoca la luz en la retina, donde la imagen queda grabada. El cristalino esta
formado principalmente de agua y proteínas y con la edad alguna de estas proteínas se
desorganiza, opacado una pequeña parte del cristalino. Para prevenirla, se debe usar gafas
de sol, durante el día, evitando la exposición de los ojos a la luz ultravioleta.
El tratamiento que se hace es para mejorar la visión, algunas personas cambian los lentes
normales por unos bifocales, mientras que otras deciden hacerse la cirugía de cataras, que
consiste en la remoción del cristalino para reemplazarlo por uno artificial.
En los conos y bastones, la luz incide y produce una reacción química que transforma el
estímulo lumínico en un impulso nervioso (proceso conocido como transducción). Este
impulso nervioso generado en las células fotorreceptoras es trasmitido mediante sinapsis a
las llamadas neuronas bipolares y estas a las neuronas ganglionares.
Los axones de las neuronas ganglionares forman las fibras del nervio óptico y abandonan la
retina en dirección al núcleo geniculado lateral (NGL), dentro del tálamo. Las neuronas del
núcleo geniculado lateral son las que trasmiten finalmente el impulso nervioso al córtex
visual a través de la radiación óptica (ruta geniculoestriada). Intervienen, pues, las células
fotorreceptoras, 4 neuronas y tienen lugar 4 sinapsis hasta que el estímulo visual alcanza la
corteza cerebral.
Las células fotoreceptoras son de dos tipos: conos y bastones. Los conos están especializados
en visión diurna y proporcionan el detalle. También nos permiten distinguir colores. Los
conos están localizados en la fóvea, en la parte trasera del globo ocular. Cuando fijamos la
vista en un punto vemos con mucho detalle lo que está directamente centrado en nuestra
visión gracias a los conos. Los bastones están especializados en la visión en blanco y negro
(nocturna), con menor grado de detalle. Estas células están localizadas en el resto de la retina.
Al fijar la vista en un punto, lo que no está situado directamente en el centro de la visión
(todo el campo de la vista menos aquello que miramos directamente) se ve con menos detalle
y en blanco y negro. Es el cerebro el que compensa esta limitación “coloreando” el resto del
campo con la información que tiene.