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ASESORES
MARINAMARTÍNEZANDRADRE
SANDRA LORENZANO
SERGIO RENÉ LIRA CORONADO
ABRIL DE 2000
INTRODUCCION 3
CAPITULO I i3
CAPITULO 11 39
CAPíTULO Ill 68
CONCLUSION€S 81
blBLlOGRAl=íA 99
Los narradores del fin de milenio tienen que lidiar con el impacto de los medios
batalla contra las exigencias de un mercado editorial cada vez más feroz y que
análisis críticol’.l
La novela de los setenta, Hugo Hiriart, Guillermo Samperio, Bernardo Ruiz, entre
en la década siguiente con mayor solidez. La novela mexicana en los últimos veinte
años, pese a que se anunció la muerte mundial de la novela por la aparición del
video y del internet, es de una abundancia importante, sus estilos -según Abreu-2
bien supo librar una de las crisis “más certeras de lahistoria de México:
del esquema del Partido de Gobierno, L../ y, en los últimos años, crímenes políticos
sin precedentes”.3
1
Gabriel Tmjillo Muiroz. “La narrativa mexicanafinisecular”.,en La Jornada Semanal(México, D.F.),
núm.252, p.18-23.
2
Alvaro Ruiz Abreu. “Novela de la crisis y crisis de la novela.”,en Nexos(Méxic0,D.F.), niun 241, p.183-
192.
3
Ibid.,p. 184.
3
La narrativa contemporánea, entonces, será -en su mayoría- una vasija en donde
escritores finiseculares. Serna hace suya lapo&tica del radio y la televisión, en Uno
infiernos cotidianos mediante el ejercicio magistral del humor y la ironía para ser
más contundente en sus críticas, m*como de lo grotesco: ‘y..] creo que la imagen -
puntualiza Sema- de una época tan dura comola que se vive actualmente en
a la descripción d e la realidad”.4
literario nacional, no sólo por su indiscutible oficio y calidad como narrador, sino
interesa mucho desenmascarar todo el transfondo hipócrita que, para él, suele
4
La Jornada Semanal, núm. 158, junio de 1992.
4
presentaciones de obras, lo amañado que resultanlasbecaspara lacreación
artistica, etc. Lo anterior es llamado por 61 mismo comola canalla literaria ese
“medio que por lo común hacia el exterior es muy diplomático, muy cortés, donde
siempre hay muchas caravanas de un escritor a otro, pero que en privado es muy
de la literatura los diversos vicios en que caen los miembros que la detentan en
nuestro país; para ello, recurre a la ironía, a la sátira, al humor, elementos que
maneja con destreza y que lo han llevado a encontrar su propio lugar dentro de las
letras mem’canas de los últimos diez años; aunque no termina siendo del todo
cuentos (Señorita México (I 995), Uno soñaba que era rey (I 990), Amoresde
segunda mano (I 996)) El miedo a los animales (I 995)) y Las caricaturas me hacen
5
Unomásuno, 7 de noviembre de 1995.
6
Eduardo Mejía. “Alejandro Dumas y Serna”,en Revista Mexicana d e Cultura, 25 de febrero de
1996. El Financiero, 28 de octubre de 1993.
5
Ciertamente, estos temas novelescos de oitica hacia l a s instituciones públicas
como las que se encargan del bienestar social, de la justicia, de la cultura, así
mencionar a algunos.
real inmediato; más bien, le interesan las actitudes de este tipo de personajes,
Así, pues, su obra narrativa se perjila hacia el juego del espejo social, esto es,
espejo donde pueda ver /la sociedad] su deformidad. Valle Inclán decía que el
I
Es innegable que Serna comparte con Castellanos una especial preocupación por la condición sociallade
mujer. Aunque no asuma Serna una posición muy clara y abierta de defensa hacia el género femenino,
sí es
posible notar que enla mayoría desu creación narrativa aparecen mujeres cuya vida oprimida y frustrada se la
deben tanto a hombres comunes como lasainstituciones que rigenbajo conceptos masculinos. La denuncia es
diáfana, no podremos decir que Sernase propone con esto desarrollar un alegato feminista, pero los hechos
están ahí.
8
Javier Delgado. “Vivimos una encrucijada moral”, en Unomcisuno, abril de 1996.
6
costumbrista: “El adjetivo costumbrista me parecepeyorativo. Yo diría que mi
En la segunda novela de Enrique S e m , Uno sodaba que era rey (obra espeapea
La oítica social que ejerce el autor en Uno soñuba que era rey abarca dos
franjas muy marcadas y antagónicas de la realidad nacional: una que esla clase
representada por Marcos Valladares, su familia y sus amigos. Ambos sectores del
ha señalado, en donde no distan mucho uno del otro en cuanto a las cualidades
salvarse a ese cuadro bizarro: Carmen y el Tunas, un tanto por servíctimas -hasta
cierto punto- de causas ajenas a ellos, como se verá en el desarrollo del trabajo, y
otro por ser los únicos que muestran tener una moralidad exenta de traiciones que
larelación que tienen los personajes de Uno soñaba que era rey con algunas
9
Julio Aplar. “La realidad rebasa las fabulacionesmás absurdas”, enSuplemento Sábado n.948,en
UnomásUno, 2 de diciembre de 1995.
7
considerando la óptica de Foucault y -por momentos de Freud- sobre la conducta de
darle con trabajos eventuales poco remunerados; después, al ser abandonada por
Jorge -padre d e l Tunas-, tiene que trabajar como sirvienta en una cantina de mala
injusticias del sindicalismo corrupto que domina a la empresa donde labora, el cual
no puede darle la casa para su madre que tanto anhela, y también se halla en
apuros por no poder cubrir los fituros gastos que representará la muerte de su
progenitora.
despistados desu colonia. E s un niño, sin embargo, nunca ha tenido una auténtica
conocerla.
Los tres sujetos narrativos enumerados no tienen una conciencia social que los
8
El verdadero dramatismo de los tres personajes enumerados no se hulla en su
dificultad socioeconómica, sino en el aspecto sexual de cada uno. De hecho son los
caracteres trágicos.
ser, supuestamente, libre y autónomo, así como identificar qué consecuencias trae
El estudio que procede estará dividido en tres capítulos. E n el primero que lleva
por título: "Carmen Osuna: Entre el pecado y el deseo" se estudiarán las relaciones
de Carmen con las dos figuras masculinas que son determinantes en su vida.
Primeramente se verá la relación religiosa que mantiene con el padre Gervasio, que
individualidad.
Osuna y los múltiples enfentamientos que tiene con él debido a sus conflictos
9
religiosos, y a la serie de irresponsabilidades y conductasagresivas que tiene
Jorge para con Carmen. Así como los rasgos personales de ella que la llevan a la
relación amorosa de Damián y Carmen, donde nunca hay un deseo fisiw mutuo ni
emocional; también su excesivo apego con su madre, razón familiar por la que
atormentan una
vez que experimenta placer como voyeur de escarceos
frustración sexual que siente por no alcanzar todavía la madurez corporal para
que mentalmente ya se siente apto para practicar las relaciones sexuales, peroa h
mayor preocupación del niño y le será de suma importancia acabar con ella, m
pornografia al alcance de todos; por eso es que uno de los objetivos de este tercer
10
capitulo, titulado: “JorgeOsuna el Tunas: L a s incongruencias entre desarrollomco
mismo”. Este último punto será tratado desde la perspech’va d e l psidlogo Otto
muy alejadas de los deseos de destruir todo uínculo familiar por parte de Jorge
osuruz.
humana, desean que ese aspecto sea normatiuizado de acuerdo con principios
11
entonces, de qué manera las instituciones señaladas por Foucault inciden en el
veremos- también reconoce la severa vigilancia social que existe sobre el ejercicio
suponer que bajo el imperio de una moral sexual cultural pueden quedar expuestas
interés literario de una obra que comienza a ser importante como la de Enrique
Sema.
12
GfDFlTUlO I
13
Desde los orígenes del universo narrativo de Enrique Serna, es decir, Sefwrita
sus personajes,
sexualidad que siempre acarreará dificultades;
incluso se
seguirá a lo largo de casi toda la obra del autor que nos ocupa. Algunos de los
madre y su tío paterno, quien sólo consigue el placer sexual pleno con su primo
por experiencia que los amores de verdad, las pasiones arrebatadoras, tomaban
14
tambiénmorirá el erotismo. Probablemente el sexo se volvería un desahogo
Lo dicho por Serna ya comienza a perfilarnos directamente hacia los temas que
nos proponemos analizar, es decir, la coerción de las instituciones sociales sobre
soñaba que era rey, hay dos figuras masculinas que tendrán una completa y
decisiva injerencia a lo largo de su vida. Tanto con el padre Gervasio como con
con el padre Gervasio. Problemático en el sentido de que Carmen Osuna, por vía
Enrique Serna. “Virginidades relativas” en Lajornada semanal (México D.F.), núm. 1 11, p. 19
15
La iglesia, por obra del padre Gervasio, como es históricamente sabido se encarga
¿Cómo podemos explicarnos que una institución que a lo largo del tiempo se ha
16
sobradamente permite tener bien observados a losreclusospor medio de su
“inducir
enel detenido un
estado consciente y permanente de visibilidad
extendido a todas las relaciones humanas, y que todos nosotros somos uno de
sus múltiples engranajes, en donde una de las partes siempre ejerce poder sobre
vigía y a Carmen en una de las celdas; no siendo otra la actividad a vigilar sin
compasión, por parte del cura, que la que ya hemos mencionado: su sexualidad.
vigilante y el sujeto seguirá sintiendo su presencia rectora; logrando con esto que
inextinguible.
madre del Tunas mantiene relaciones sexuales con su marido para no permitirle
[...]Por dentro quería que me tirara (Jorge) y por eso me dejaba jalonear
hasta que nos caíamos al suelo, a un sueloque ardía como si tuviera
Ibid.,p.204
17
carbones encendidos y yo le gritaba suéltame, nos v a a ver el niño y 11 cree
que tú estás muerto, suéltame, pero entre grito y grito más me abrazaba
con 11 y entonces se aparecíausted, padre. ¿Yo? Sí, usted, perono así
como se viste, iba de sotana, llevaba una biblia en la mano y me gritaba:
Carmen tienes debajo de ti una cama de gusanos, levántate pecadora,
levántate perdida, el suelo es una gusanera, el suelo es sucio, el suelo e s
fango y putrefacción, pero yo no quería levantarme[...p
Carmen siempre vivirá a la sombra del padre Gervasio, el poder que detenta
medio de represión sobre los instintos naturales de los individuos que profesan
la carne; la actividad sexual de los feligreses será regulada a través de esta parte
de la liturgia.
Una de las tesis importantes de la obra de Foucault dice que el sexo para poder
Este proyecto de una "puesta en discurso" del sexo se había formado hace mucho
tiempo, en una tradición ascética y monktica. ( s i n embargo) El siglo XVII lo
convirtió en una regla para todos. Se dirá que, enrealidad, no podia aplicarse sino
a una reducidísima élite (...) Pero lo importante, sin duda, es que esa obligación
haya sido fijada a l menos como punto ideal para todo buen cristiano7
Enrique Sema. 1Jno soñaba que era rey,Plaza y Valdés, México, 1990,p.63. Las citas que haré en eldesarrollo de
este trabajo acerca deesta novela, sonde esta edición; de aquí enadelante, dichas citas i d n acompañadas del
número de la página entre paréntesis.
Michel Foucault. Historiade ..., p.29.
18
Entonces, el sexo más que estar censurado en los últimos tres siglos, está
El punto de encuentro entre el Padre Gervasio y Carmen no puede ser otro que
natural del sexo que tiene con su pareja: “Nuestra cultura -dice Freud- descansa
Carmen era feliz y estaba en paz con su conciencia. Cumplía en la cama de una
manera indolente y marcial, se resignaba a que Jorge “hicierauso de ella” como lo
había recomendado el padreGervasio;con la luz apagada y reprimiendo sus
exclamaciones de placer para no manchar el “sagrado vínculo espiritual que debía
prevalecer siempre sobre la unión de los cuerpos”. (p.68)
Foucault, es decir,
la utilización del “discurso del
placer“
por
medio
de
“estrategias discursivas”, estavez por parte del cura, que no hablen directamente
del acto.
Sigmund Freud, “La moral sexual <<cultural>>y la nerviosidad moderna”, enObras Completas, Biblioteca
Nueva, Madrid, 1981,p.1252.
19
silenciar y anular todo lo que se refiera a sexo9, y por otra, extraer hasta el más
descripciones
eufemísticas de sus pecados; pidió detalles (¿Gozabas más
Lo anterior, por otra parte, que puede parecer serio y grave, por el hecho de
que puede conflictúar a no más de una persona en la vida real, es tratado por
Enrique Serna con gran dosis de humor (aspecto estilístico de suma importancia
reconocibles.
Es bajo el mandato de un lenguaje depurado -nos dice Foucault- que elsexo ya no puede ser nombradode manera
directa, pero sí es tomado a cargo y acosado, por laiglesia, mediante esediscurso que pretendeno dejarle ni
oscuridad ni respiro.
10
Ibid.,p.69.
11
Edilberto Aldan Ahedo. “Uno chemaba que era rey”,en El universal(México, D.F.) 26 de abril de 1990
20
Y a vimos cómo el padre Gervasio se refería a que no se debe experimentar goce
aquí podemos inferir cuál es lafunción que la sociedad le atribuye a dicha unión,
es social.12
productiva”:
12
Vid..José JoaquínBlanco. Funcicin de media noche, Era, México, 198 1 , p.71
13
Sigmund Freud.Op.Cit., p.1256.
21
es incompatible con una dedicación al trabajogeneraleintensiva [para el
capitalismo]; enla época en que se explotaba sistemáticamente la fuerzade
trabajo, ¿Se podía tolerar que fuera a dispersarse en los placeres, salvo aquellos,
reducidos a un mínimo, que le permitiesen reproducirse?l4
sobrevivir con los sueldos que su marido, Jorge Osuna, puede darle producto de
personaje carece de conciencia de clase, está más preocupada por evadir las
moral impuesta por s u fe; terriblemente aprendida del cura de supueblo, siempre
vigilante.
14
M. Foucault. Historia de la..., p.9,12.
22
El acto confesional entre los dos personajes llega a un punto en que a Carmen
de inculcarle a la madre del Tunas, que no sólo en la relación sexual ella no debe
En relación a dicha norma ideológica Freud señala, con mucho sentido común:
están las exigencias sexuales de un marido que la desea todas las noches, y por
otro, la figura autoritaria del confesor que ella lleva introducida en su conciencia,
Este conflicto de los individuos o lastre de culpa y represión sexual, nos dice
15
S. Freud. Op.Cit.,p.1253.
16
Michel. Foucault. Microfiicadelpoder, La Piqueta, Madrid, 1992, p. 160
23
Pero¿También se le impone al hombre esta clase de reglamentación sexual
Se trata de una moral de hombres: una moral pensada, escrita, y enseñada por
hombres y dirigida a los hombres, evidentemente libres. Por consiguiente, moral
viril en la que las mujeres sólo aparecen a título de objetos o cuando mucho de
compañeras a las que hay que formar, educar yvigilar, mientras están bajo el
poder propio[...]17
posible.
l7 Michel Foucault. Historia de la sexualidal, t.2, Siglo XXI, México, 1998, p.24
24
La otra pugna por deshacerse de todo complejo moral a la hora de la práctica
[...]se amaban mansamente sobre la cama, pero en medio de toda esa felicidad iba
creciendo la semilla de la lujuria.. .] ahora en el cuerpo de Carmen. ¡Qué ganas
tenía de un revolcón en el suelo! Era justo y necesario, era su deber y salvación
revolcarse siempre y en todo lugar pero ¿Cómo decírselo a Jorge? Dando vueltas a
ese dilema perdió el sueño y el apetito [...I Una noche de verano, harta de arder a
solas, recibió a su marido en pantaletas y mientras le servía la cena ensayó las
poses más provocadoras, sin conseguir siquiera un piropo. Se fueron a dormir a
la tediosa cama y al pocotiempoJorge roncaba. Entonces Carmen cometió la
locura de tirarlo a l suelo[ ...I en un movimiento brusco y sorpresivo al que Jorge
[...]respondió por acto reflejo con una erección fulminante. (p.70)
Y esto es precisamente lo que hemos tomado como una de las tesis sexuales
Amores d e segunda manola, en donde en cuentos como “El alimento del artista”,
18
Enrique Sema. Amores de segunda mano,Cal y arena, México.1996.
I?
Enrique Sema. El miedo a los animales,
Joaquín Mortiz, México, 1995.
25
desarrolla con lo anterior, lo que Foucault también teoriza: “[...]la represión ha
sido, por cierto, el modo fundamental de relación entre poder, saber y sexualidad,
no es posible liberarse sino a un precio considerable: haría falta nada menos que
Carmen, por tanto, obtiene mayor placer al hacerlo en el suelo (suelo como
símbolo
de la caída
espiritual, de lo infernal; del pecado). Hay una
26
Pero de esa momentánea liberación de prejuicios por parte de Carmen surge
otro nuevo problema. Al dejar de creer que peca, que tiene por fin la tranquilidad
de conciencia requerida por ella para el acto carnal sin culpa, sus relaciones se
enfrian; a Jorge ya nole excita que s u mujer esté libre de conflictos de culpa: “Un
día (Jorge) sorprendió a Carmen levantándose del suelo a la mitad del festin.
insulto más grande a Dios”; Carmen jura no volver a gozar, el miedo al castigo
divino es máspoderoso.
avante; triunfa esa Carmen dominada completamente por el dogma cristiano. Los
24
Sigmund Freud.Op.Cit., p. 1258.
25
Eduardo Mejía. “AlejandroDumas y Enrique Serna”, enRevistaMexicanade Cultura (México D.F.), 25 de
febrero de 1996, p. 14.
27
Cierto e s que senota en Sernauna profundapreocupaciónsocialen su
más allá de ser una moderna picaresca o un costumbrismo ramplón como lo han
realidad, una suerte de “espejo” social que mostrará las situaciones cotidianas lo
más fiel posible; “Serna reivindica para la literatura un valor ante todo práctico,
concreto; vigoriza la práctica literaria con el criterio de un nuevo decir que debe
El narrador del que hecha mano Serna en Uno sofiaba que era reg, es un
26 Julio Aguilar. “La realidad rebasa las fabulacionesm á s absurdas”, entrevista a E.Serna en Sábado (México.
D.F.), núm.948.
27
Antonio Marquet. “Enrique Sernay la figura del lector”, enSábado (México, D.F.), núm. 1022, p.5.
28
O . Tacca, Op.Cit., p.22 l.
28
eficaz que ha sido eficaz a lo largo de la literatura, y que vemos cumplirse en el
del autor el trabajar lanovela por medio de ese contador de las acciones, sinoque
personajes. De paso este mismo curúcter , utilizado como técnica o como medio,
rememora situaciones
importantes de su pasado que siempre son
cualquier obra dada) e s tan dificil porque, en primer lugar, el hombre, encerrado
juzgarse”.30
Por tal motivo el narrador deSerna no le da lavoz a sus personajes para que
cuenten su propio pasado, intentando con ello la tan deseada autonomía del
Ibid., p. 138.
29
30
Ibid, p.204.
sobre los años anteriores de los personajes al momento presente de la narración.
Cabe mencionar aquí que el manejo de los tiempos dota de una estructura, a la
todo, atractivo.
confesora; casi podríamos decir que arranca elcapítulo in medias res: “ ¿Qué
clase de sueño? Explícate hija. Es queme da pena, padre. Habla ya que tengo
mucha gente
en la cola. Era Jorge, padre, soñé que se
metía
en mi
cama[...]”(p.63).
IV, aunque no siempre corre ese mismo orden, también sucede que del presente
sobre ella, ya totalmente, los dogmas y “consejos” del padre Gervasio) se reflejan
30
Así, una extraña obsesión se observa en Carmen, mientras realiza s u trabajo
enla cervecería. Hay una fijación irracionalpormantener el piso del lugar
iglesia: “[...]cada mosaico irradiaba un halo de pureza celestial pero Carmen veía
como una pértiga el palo del trapeador.”(p.64). Pareciera que la madre del Tunas
también por un individuo masculino- que debe ser, a toda costa, limpiada hasta
la brillantez.
“gruñidos”:
31
aceptar pasivamente las valoraciones sociales de la masculinidad, en este caso,
las que tienen que ver con la sexualidad, representados aquí -evidentemente- por
como histerismo:
hombres y hacia todo lo que implique carnalidad, contacto fisico. Pero eso no es
más que una treta psicológica muy propia de su estado histérico; es decir, ella
quiere hacerse creer que aborrece el acto sexual, aunque enelfondo sabe muy
suelo[...]“(p. 66)
Un síntoma más de las mujeres bajo el estado del histerismo es que suelen
31
Otto Weininger. Sexoy carkter, Península, Barcelona, 1985, p.256
32
desmoronarse[...]"(p. 66), sino que llega a la anulación sexual de por vida; incluso
cuando conoce y va a vivir con otro hombre, Damian, no existe ni la más mínima
con los demonios de su cuerpo en pos de salvar su alma manchada por el pecado,
su marido se entretiene con otra mujer, laCoralillo, a la que incluso lleva a vivir a
desaparece todo un año, tiempo en que Carmen no hace sino extrañarlo y dolerse
de su ingratitud.
conciencia que ya venía acarreando desde las confesiones con el padre Gervasio,
prostitución; línea divisoria que cada vez se le hace más invisible y la sumirá, sin
que jamás vemos que el cura de su pueblo le aseste directa o indirectamente tal
adjetivo. Todo parece indicar que esa división femenina, madre-puta, ya le viene
Hubo una rabiosa pelea en la que Carmen repitió varias veces que no era una
puta. Peroenelviaje a Salvatierra recordó los consejos de su confesor, hizo un
33
balance condenatorio de su vida y bajó del camión convencida de que sí era una
puta, y aún peor, puta reincidente, pues había tenido la oportunidad de corregirse
y sin embargo seguía empantanada en los deleites carnales, faltándose el respeto a
si misma y al niño que llevaba en unacanasta. ( p.70,71)
sabe madre, <Es correcto que goce de la sexualidad sin culpas por no cumplir con
en una puta?
en donde se nosdice que “Las cortesanas existen para el placer; las concubinas,
sexual que no lleve consigo la finalidad reproductiva; por tanto, el placer del acto
32
M. Foucault. Historia de la.... p. 132.
33
el hombre se encontrará impedido de ir a buscar cualquier otra forma de placer
queno sea la que debe adquirir con la esposa legítima, y este placer planteará
[además] un número considerable de problemas, ya que la meta de la relaciones
sexuales no debe ser la voluptuosidad sino la procreación.””
Carmen sabe muy bien que las relaciones sexuales que sostiene con Jorge no
práctica de la aphrodisia 34, razón por la cual siente que está pasando al “polo
que e s confirmado por Weininger: “Para la madre el coito es el medio para un fin;
manera, que su marido la trate como tal, pues se da a la tarea de buscarlo aun
Esa mañana fueron a sepultar sus viejas glorias a un hotel de avenida Legaria.
Como Jorge no llevaba un quinto Carmen tuvo que pagar el cuarto, ignorando que
a partir de entonces compraría el amor de su marido. &Z la penetró sin amor, d e
prisa y brutalmente, como si f i e r a un trozo d e carne muerta. Cua,ndo cesaron sus
jadeos, Carmen sintiid que habia cometido algo peor que un adulten‘o, un acto d e
bestialismo casi. (pp.74 y 75)[Las cursivas son mías].
33 Ibid., p. 133.
34
Lo venéreo, las “cosas” o “placeres del amor”, los “actos de l a came”, las “\roluptuosid3des”. Adjetivo
sustantivado que Foucault toma de los griegos.
35
Op.Cit., Weininger, p.227.
35
La búsqueda de esos encuentros sexuales no son más que para atormentarse y
castigarse subiéndose "puta". Carrnen ya para este momento se halla sumida por
de su marido:
dado por el autor a su personaje femenino, en esta última parte tratada, sí puede
analizarse, de acuerdo con las actitudes que asume Carmen, como una prostituta
amadas.
Vemos en la obra que Carmen toma a su cuerpo como el último recurso para
que su marido vuelva con ella, sabe que la situación e s insoportable pero
%
Estela V.Welldon. Madre. virgen,puta, Siglo XXI, Madrid, 1993, cap.6, pp.128-156.
36
considera -inconscientemente- que s u corporeidad es lo Único valioso que tiene
mencionamos antes.
cuerpo a un abandono marcado y a toda clase de riesgos (,el maltrato fisico por
prostituye.
37
Ibidem., p.42.
37
La tragedia de Carmen está consumada. De aquí en adelante, su vida se diluye
relación que resulta por demás extraña por las condiciones devidaen que se
Sus últimos días, antes de que termine la acción de la novela, serán de una
derecho a sueldo, creen que resulta pagada por el hecho de que Damián la haya
recogido con todo y su hijo drogadicto. Además tiene que cargar con el rencor del
mismo Tunas hacia ella. Para Carmen la felicidad le será por siempre un espacio
38
GnFlTUlO II
39
Eltratamiento de lospersonajes dentro de la creación literaria ha venido
de personaje es todavía
algo vaga
y
secundaria; el sujeto narrativo está
circunscrito
enteramente al concepto de acción: “Puede haberfábulassin
Este enfoque, como acota Barthes, fue retomado por los teóricos clásicos.
fue enriqueciendo.
“individuo”: “Una
<<persona>>,
en
una
palabra,
un
<<ser>>
plenamente
se ha visto doblemente influenciada; por una lado a dado nuevas ópticas al lector
(entonces] puede ser vista de un lado, como el crisol donde se vuelca la fantasía
del autor mezclada con su propio material biográfko infantil[.. .] traducido ahora
al lenguaje escrito”5
por parte de Serna, en Uno soñubu que era rey; pero lo que sí nos incumbe es el
trabajo narrativo del que se vale el autor para presentamos a los personajes, en
empobrecería, a nuestro juicio, el trabajo del autor, dado que ese personaje es de
una
esencia psicológica muy rica y compleja. Por consiguiente, nuestro
4
HendrikM. Ruitenbeek. Psicoancjlisisy literatura, F.C.E.,
Mtxico, 1975, p.9.
Juan V. Rocabert, et.al., Op.cit.,p. 103.
‘Barthes, Op.Cit.,
p.23.
varias conceptualizaciones de la disciplina mencionada para intentar
desmembrar su personalidad.
sexual que a los delo social, como enun primer momento pudiera parecer.
La situación social, por otra parte, que enmarca toda la acción de Uno sottuba
claro, afecta a unos personajes más que a otros. Tal es el caso de Damián Pliego;
de ascenso. En é1 se aprecia con mayor notoriedad, con relación a los otros dos
Damián ha sido el boletero del cine Mariscala por más de veinticinco años; la
siente, se ve agravado por el hechode que la mafia sindical que maneja los
privilegios más anhelados por cualquier empleado que haya laborado un tiempo
ello, no es de los “elegidos”por los delegados sindicales para recibir tal derecho.
La causa es que todavía no es un hombre casado; sin embargo, “él sabía que todo
del líder de la sección, que ya tenía casa, pero el delegado se había cansado de
La novela del periodo 1978- 1997 h a proliferado en mitad de las crisis máscerteras
de la historia de Mbxico: devaluaciones espectaculares,cracks económicos y
Gnancieros, derrumbamiento del esquema del Partido de Gobierno, aparicibn de
otros protagonistas del aparato político, renacimiento de la Esperanza social y: en
los últimos años, crímenes políticos sin precedentes, y la “rebeliónde Las
Cañadas”. L a novela de este “nuevo” país .se h a producido bajo la doble mirada de
una crisis pavorosa de la que nadie está exento: lo mismo el artista plástico que el
escritor, el poeta y el filólogo. el periodista y el músico.7
7
Alvaro Ruiz Abreu. Op.Cit., p. 184.
Tenía las venas del cuello hinchadas de furia. Sus dedos rabiosos apretaron el
asa de la lonchera y echó a caminar[ ...I L a nueva excavación lo agredía m& que
l a s anteriores, por ser deteléfonos. El notenía dinero para poner uno en su
departamento[...I la instalacióncostaba doscientos mil pesos. ¿Quién podría
pagarlos en esa mugrosa colonia?[. ..] Antes vivía en igualdad con sus vecinos pero
con esos edificios de lujo a la vuelta de la esquina su pobreza se le había vuelto
insoportable.[. ..] iQue se guarde sus millones! ¿Cree que no los tendría yo sin en
lugar de cuidar a m a m á me hubiera largado de la casa como él hizo?[ ...I El joven
de toga y birrete que triunfaba en el anuncio de la escuela comercial Tajín parecía
responder a sus preguntas con un rotundo si. (p.182,184)
sangre y crímenes absurdos del Alama! le había servido, por más de veinte
años, para ratificar “que su mundo, el que compartía con su mamá, era como
negarlo? Pero nunca tendría u n hijo con pies de chivo ni se suicidaría después de
violar a su nieta.”(p.88).
Pero también existe el otro Damián; el que se mueve entre la oscuridad, el que
para liberar, dentro de una sociedad que condena los placeres no masculinos,
Angel0 Marchese. “Las estructuras espaciales del relato”, en La nurrutologia hoy, R.Rada Oropeza (d.).
La Habana: anc y literatura, 1989.
simbólico del cine se ajusta muy bien a la psicología del personaje: “El espacio
La proxemia que
elabora
se la
en novela para
que
acompañe,
a él, de hecho, sus únicas salidas son paradirigirse a otros entornos cerrados: de
su casa al trabajo, del trahajo a s u casa. Eventualmente rompe con esa rutina y
de una agresión:
placer de los otros; también con el tiempo desarrolló "una coda vengativa" en
de
homosexuales: "La delación significaba un restablecimiento
del
orden
culpa sino más puro que antes, más honesto, másviril y más digno de recibir el
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Son jotos. De seguro les quiere sacar dinero.Así nunca van a escarmentar."(p.82)
Dentro de una sociedad como la que refleja la novela, es decir, poco tolerante
con las conductas sexuales que le son extrañas y, moralmente, inaceptables; los
permitiesen reproducirse313
un mismo individuo”.l4
uno u otro sexo de cada individuo era vista, señala Foucault, solamente como la
textualmente,
dosapetitos
distintos
distribuidos en individuos distintos o
enfrentados en una misma alma; másbien se veían dos maneras de tomar placer,
momentos de la vida.15
13
Loc. cit., p. 12.
l4 Michel Historia de la..., V01.2,p.173.
Foucault,
15
Ibid.. p.175.
sociales de entonces, a diferencia de las actuales que son puestas en evidencia en
pedagógicas). [incluso] Tenía sus cauciones religiosas en los ritos y fiestas en los
los que no congeniaban con dicha forma del placer erótico. Algunas actitudes de
los hombres dominados por una sexualidad completamente dirigida hacia los de
incluso, al campo del arte: Aristófanes y algunos autores cómicos las utilizaban
para saciar el ansia de buen humor de sus espectadores. “Parece pues que esta
misma Grecia clásica, e inicia, también, a tener problemas éticos severos. Si bien,
etc. Pero sí identifica a Platón como uno de los precursores de la sutanizución del
deseo homosexual:
no nos dice más sobre este punto; no obstante, M. Mielil8 rastrea los orígenes del
antigüedad, algo ya hasta cierto punto visto en Foucault, y cita a Freud para ello:
l7 Ibid, p.204.
18
Mario Mieli.Elementos de crítica homosexual, Anagrama, Barcelona, 1979.
‘’lbid., p.91.
20
Ibid, pp.91-92.
51
De acuerdo con Mielí,el tabú antihomosexual tiene s u origen en la cultura
“bíblica”, siendo -a decir del propio autor- que los antiguos hebreos fueron los
Sólo así podemos explicamos cómo tal condena del “amor masculino” haya
llegado hasta nuestros suelos; siendo, nuestra cultura, una depositaria directa
recibimos.
que no siempre entre los hebreos se maldijo la práctica sexual entre hombres: “La
[...]el tabú antihomosexual sólo llegó a aiirmarse en los hebreos después del exilio
babilónico: precedentemente, la homosexualidadnosólo era aceptada, sino que
estaba investida de importantes funciones religiosas; en efecto-dice Lauritsen-,
los prostitutos homosexualesfueron en un tiempo sagrados y ejercían su arte
amatorio en el templo.22
Ibid., p.93.
“ Ibid, p.94.
52
Damián es un homosexual reprimido, vive tortuosamenteencerrado entre el
Inconscientemente se
sabe un elemento interactuante de una sociedad
reprobación personal que tiene que ver con las exigencias de normalidad sexo-
La realidad social de la novela, que se nos muestra por vía de Damián, teme
sólo condena el contacto fisico de cuerpos del mismo sexo, también: “Condena
pensamientos
y
fantasías gay -especialmente
los de los hetero. ..- deben
Es tan grande su angustia sexual, acentuada con el paso del tiempo, que se ve
es otro que la agresión hacia la pareja que, sin duda,Damián envidia por el
Así puede suceder que un homosexual inducido a sentirse culpable por el sistema
porquetransgredeel tabú antigay, intente de algún modoredimirsefrente a la
23 Ibid., p.97.
53
sociedad, adecuándose a sus restantesreglas, convirtiéndose en conservador y
reaccionario, represivo y mortífero a su ve2.24
El propio Mieli nos explica que el sentimiento de culpa, que en este casoincide
El d e pelo chino ya subió los pies en el respaldo, nomás falta que se quite l a s botas
el muy maricón, y ahora el otro se agacha, míralo qué rico se la está mamando. Ya
ni la chingan estos putos, qué tal si sube una familia y los ve... e e r o qué le pasa,
carajo?, #or qué se detiene? Ah, está quitándose algo de la boca, debe ser unpelo
que se le atoró en los dientes, sí, eso es, qué pendejo, yo en su lugar me lo hubiera
tragado; y ahora vuelve a su vicio el pinche cerdo, muy bien, acábate la mamila,
m‘aturita, y a ver si revientas con toda esa leche que tragas[...](p.89)
Era importante, siento, no soslayar esta parte debido a la violencia verbal y
denigratoria que emplea Damián al dirigirse a los amantes; a la vez que hace
24
Ibid, p.134.
Ibid, p.134
54
explícito su deseopor llevar a cabo una relación de ese tipo.Ambos aspectos
conducta que sobresale del fragmento citado de la novela, refuerza aún más la
hacer el amor con el marica: <<no puedo ir con él porque soy normal; por tanto le
sexualidad. Los problemas de conciencia que le causan son más dolorosos que,
vida. Una vez más el fantasma de la tragedia sexual que ronda enUno soñaba que
Ibid., p.169.
55
La represión, en estecaso del deseohomosexual, dentro de la “cultura de
poder”, como la
llama Carlos Castilla27, es sumamente “útil” para
las
asumida y practicada por el individuo hacia sus mismos deseos, aun a pesar de
los múltiples sufrimientos que esto conlleva, por el hecho de que “toda norma es
aprehendido como parte integrante del yo. Por eso el objeto es <<mío>>...”30
56
Damián, al casarse sus hermanos, se hizo totalmente cargo de su madre; lo
que no hace sino acentuar la mutua dependencia entre ambos. Doña Mercedes
El lazo metálico que une a Damián con su madre, e s decir, ese compromiso
como hemos visto en la cita, ante el temor de que se pueda romper ese vínculo
Tiene que aceptar vivir con una mujer, siendo que jamás entre él y Carmen hay
mamá, Carmen ocuparía su lugar. Era la única mujer capaz de llenar ese vacío:
vejez”(p.185).
57
Damián aunque no asuma su homosexualidad conscientemente, hay muchos
hechos que lo delatan, no sólo el del encuentro con la pareja en su trabajo; ahora
se hace de una madre sustituta. Carmen, por su parte, logra obtener al hombre
sentir una agresiva aversión a que se le mezcle en amoríos con Carmen: “tragaba
me la llevo a casa sería mi esclava toda la vida, nunca me acabaría de pagar esa
sustraiga, etc.”31
El psicoanálisis tradicional nos lleva a plantear cuáles son las condiciones del
31 Ibid., p.32.
58
sujeto. Será en esa subsociedad donde las maladaptaciones de la personalidad
afectivo con su madre, y podemos asegurar que ello se ha venido dando desde la
L a madre RIA (de relación intima apegada) ejerce una innuencia para crear un
apego intenso en su hijo por medio de su preferencia hacia él y por su seducción
por un lado y por el otro ejerciendouna actitud inhibit0ria(...) En muchos casos, el
hijo era el individuo más importante en su vida y el marido estaba habitualmente
reemplazado por el hijo como su objeto amoroso. 33
escuchamos a la madre hablar de sus otros hijos; tampoco hay reclamos porque
no la visitan, ni siquiera hace por saber de ellos. Tal parece que con la atención
padres en foto de recién casados por el almidón, ella joven y muy tiesa, él pasado
32 Harvey J. D a h Paul R.Dince, et. al. Homosexualidad. Un estudio psicoanalítico, Pax-México, 1986.
33
Ibid., p.64.
59
Antes de continuar se debe advertir que las condiciones familiares que se están
no son, ni con mucho, la causa exacta ni comprobada para afirmar que de ahi
impresión sexual traumática en los primeros años de vida del individuo, y que
de poder y s u s guías ejercen las prerrogativas que la posición de poder les da[ ...I
34
Sigmund Freud. “Las aberraciones sexuales”, en Obras completas, t.II, Biblioteca Nueva, Madrid 1981.
60
Conmuy pocas excepcionestodoslospacientes estuvieron expuestos a una
Elnúcleo afectivo que sostiene Mercedes con suhijo, tiene tintes muy
familiar, como las que vienen después, pueden ser inferidas por nosotros como
forma integral, según dicen sus expositores, de ver a la obra literaria; es decir,
que la obra literaria es un complejo esquemático que tiene una serie de “puntos
aspecto o al detalle del objeto representado del que, con base en el texto, no se
35
Harvey J. D a h Paul R. Dince, et. al., Op. Cit., p. 178.
36 Estela V. Welldon, Op.Cit., p.77.
37
Roman Ingarden, “Concretizacióny reconstrucción”, en En busca del texto. Teoría de la recepción
literaria, Dietrich Rall comp., UNAM, México, 1987, p.33.
61
influencia sugestiva que el mismo texto provoca, Ingarden “a esta determinación
Pasemos,
pues, a la concretización de esas zonas de “indeterminación”
identificación sentimental con su padre; una madre mmal debe, de acuerdo con
padre[...]”.39
de Alarma!.
Con esto nos estamos situando en el segundo “estado narrativo” donde existe
persona materna;el tiempo que pasan juntos esexcesivo y deviene en una suerte
38 Ibid., p.36.
j9 Ibid., p.80.
62
de matrimonio tabú, edípico, que ninguno de los dos desea romper. El hogar, por
Esta segunda d&s positiva que halla Damián una vez más en un lugar
incluso por encima del recuerdo de su esposo: “Pero el smoking lleva corbata de
moñito zno? Sí, claro, y ésas ya vienen hechas, así eran las que usaba su papá.
Se veía tan guapo con ellas ... Y Damián ha de verse mejor porque tiene el cuello
que Mercedes todavía sostiene con su hijo: ‘<<Lo dejé desamparado cuando más
timido ...>>”.(p.
258)
40
Marchese, Op.Cit.,p.326.
41
Ibid., p.329.
63
Tales actitudesmaternasdentro del triángulo familiar (madre-padre-hijo)
conforman la pauta “tradicional” para queel hijo desarrolle, a corto o largo plazo,
Debido a que
[...]toda nuestra cultura respalda la idea de que las madres tienen un completo
dominio sobre sus bebés; así fomentamos las mismas ideas que, a su vez, explota
la madre perversa. Al alabar tan ciegamente la matemidad, de tal manera que el
hecho de que algunas madres puedan actuar de forma perversa queda excluido,
no ayudamos ni a la madre, ni a sus hijos, ni a la sociedad en general.42
El personaje de
doña Mercedes todavía puede
ser
más explotado
ser comprobada social y clínicamente. Por lo menos así lo demuestran los tres
fácilmente encuadrables
dentro
delos
márgenes referenciales del estudio
psicosexual.
padre en la infancia más primaria. Se debe suponer, por consiguiente, que tiene a
42 Zbid., p.101-102.
64
su madre registrada mentalmente como un ser asexuado, incluso puede decirse
inhibición comprobada
en el desarrollo heterosexual de sus hijos; como
como envolverlo en su propia carne para que caminara por la calle tibiamente
protegido por mamá, sin tener el peligroso contacto con las pieles ajenas”(p.258).
trágicamente.
El tratamiento que recibe este personaje es, por parte de Serna, crudo y sin
43
Harvey J. Dain, Paul R.Dince, Et,al.Op. Cit., p.92.
44
Ibid.,p.91.
65
termina sus días devorado por una miseria moral que casi llega a la cúspide de
haber recibido, junto con Carmen, el premio que no merece el Tunas. Incapaz de
su madre, devorado por una sexualidad que m debe ser, Damián prácticamente
especial el drama de los personajes en Uno sofiaba que era rey, se acerca a un
realidad innegable[ ...]”.45 El narrador que presenta Serna para esta novela, trata
que realizó toda una “tarea de campo” para lograr mayor registro realista de los
objetividad: “En Uno soñaba que era rey sí me fui a observar algunas zonas de la
45
José F. Conde Ortega. “Enrique Serna:Uno sofiuba que era rev”, en UnomásUno,6 de enero de 1990.
46
Serna en Lajornada
Miguel Hernández Cabrera. “Una literatura del escarnio”, entrevista a Enrique
semanal,núm. 158, junio de 1992.
66
Asimismo, las tragediasemocionales y la derrota final de personajes como
67
CnFlTlJlO Ill
68
La vida
de
Jorge Osuna, alias el Tunas, se fragmenta
en
dos niveles
existenciales: uno es el de la realidad y el otro elde la ensoñación. Hijode un
matrimonio desintegrado, del cual nunca conoció a su padre y vive con su madre,
se dedica a vagar junto conotrostresniños quecomparten su marginalidad
social y su gusto por el escape tóxico que regentea la drogadicción:
Inhalar. Protegido por una escdandra de plástico, Jorge Osuna hunde la cara en
las aguas medicinales del cemento. Las manos que sostienen el antifaz de la
tiniebla se desmayan vencidas por una lasitud tibiay bienhechora. Es como si una
bola de estambre se le desenredara en las venas. Mira en su interior un tropel de
imágenes enfermas, desvaídas, que se mueren antes de ver la luz discursiva: pelos
que bajan del cielo comocopos de nieve negra, césped negro y peinable, pelos en la
sopa y sopas depelo. Pensadas con la nariz y licuadas en el caracol de las
neuronas, conservan el perfume de las intuiciones olidas. (p.9)
sociedad cruel, entramado social que tiene como principal ley la del Talión,y
69
E s muy simbólica la primera aparición que tenemos del Tunas en la novela;
para practicar el ritual del abotagamiento sensorial propiciado por los químicos
del cemento. A tientas emerge a la superficie para, a manera de una rata citadina
tóxicamente
exacerbada,
atestiguar incrédulo y
sumamente desconfiado su
espacio vital,
en donde tendráquelibrar cotidianos enfrentamientos para
salvaguardar la existencia.
Los paliativos con que Jorge subsana suprecariedad socioeconómica, serán los
influenciado por las sustancias que inhala o por la simple necesidad, en sano
juicio, de confeccionarse una realidad paralela que, obligadamente, tiene que ser
movido por el placer que experimenta como lector de ella, descubre que detrás de
jugar, no hace más que prescindir de todo apoyo en objetos reales, y en lugar de
1
S. Freud. “El poeta y los sueños churnos”, en Obras Completas, Biblioteca Nueva, Madrid 1981, p.1344.
70
insatisfacciones que sufre el Tunas, podemos imaginar, sonmuchísimas; van
expondrá.
contemplar en un charco pestilente a los cientos de ajolotes que nadan por ahí; el
donde, como puede verse, a través de su “envidia onírica” hacia esos animales tan
situación narrativa que no excluye cierto humor negro por parte del autor, humor
que, como ya hemos dicho en repetidas ocasiones, le sirve a Serna para evadir
una falso pastiche de denuncia social cargado de moralina. Incluso e s ahí donde
que resulta ser un limpiaparabrisas,no sin cierto dejo de dolor: “[...]que se venga
71
Aquel rasgo de la personalidad del Turns que apuntábamos al principio, es
por él mismo, se hace patente en el capítulo titulado: “El tunas quiere un globo”.
En donde, una vez más, asistimos a otra ensofiación por parte del personaje que
estudiamos.
externado en algunas entrevistas: “Creo que en mis novelas, por ejemplo en Uno
Servando, tiene que lidiar, más que convivir,con los otros personajes citadinos
[...]el Tunas, tiene todo el melodrama comprimido en los ojos y siente verdaderas
ganas de llorar cuando el taxista le grita por segunda vez: <<iYa te dije que no
estés chingando!>>. Hijo de su ruletera madre, piensa el Tunas, amenazado por el
brazo musculoso que sale de la ventanilla y se alza como una catapulta. Tiene
alfileres de rabia en las sienes, pero baja del cofre y se disciplina con tal de sacarle
algo. <<Aunque sea deme para un taco>>. <<Paraun taco ...has de querer para un
toque>>(p.159).
César Güemes. “En nuestro p a í s no hay escritores profesionales”, entrevistaa Enrique Sema enEl
Financiero, México D.F., 7 de enero de 1994.
72
Condicióndevidadificil que le motiva, obligadamente, a recurrir sin mayor
este capítulo, crea una situación límite a partir de que observa la salida de un
carro de bomberos por la avenida en donde labora: “El Tunas persigue el carro
logra controlar el incidente y salvar a una “viejita”. Con tal aventura el Tunas no
siempre. Infancia escondida que de pronto se asoma para ilusionar con tener un
globo; deseo que, sin embargo, se ve sometido, primero, por no poder reunir el
propio que lleva a Jorge a debatirse consigo mismo y eliminar sus impulsos
infancia: volátil, indefenso, pero a la vez inocente; por ello es que su globo, en ese
afán de hacer desaparecer sus “niñerias”, debe ser “[...]un grano con pus, una
3
Paciencia Ontaííón deLope.“La interpretación de los sueiios y la literatura”, en Plural, España, 1988, p.60.
73
teta cancerosa, un rencor hueco, una lágrima de gas, un vientre hinchado de
El capítulo termina con una imagen sobrecogedora y llena de ironía; una vez
que por fin logra conseguir el globo deseado: “el Tunas enciende un cigarro que le
explosión desaparece
también
la
sonrisa”(p.161). Con esto se escinde por
completo el Jorge que quiere ser adulto y el Jorge que es niño; el Tunas le da las
Las situaciones oníricas que recrea Jorge Osuna son muy significativas para
explicar el proceso mental que vive en sus escasos doce años. Para ello habremos
ensoñación
nombrada,
la del incendio. A h í , como ya se dijo, Jorge,
latente en la psique del Tunas: la aparición de una madre. Freud “objetiviza” esta
lo que se carece: “Cuando un hombre salva en sueños a una mujer[. ..I quiere ello
I
S. Freud. “Ensayo sobre la vida sexual y la teoría de la neurosis”, enObras Completas, Biblioteca Nueva.
Madrid 1981, p.967
74
decir que la hace madre, lo cual equivale, según las observaciones precedentes,
hacerla su madre”.s
la de su marido: “el Tunas caminó con sus pasitos de recién andante hacia un
conseguir que le comprara uno, lo que habría de lamentar toda la vida, pues al
ver los hilos rozados en la boca del niño se dio cuenta de que tenía los labios de
su padre[ ...I bastante sufría ya con el parecido fisico entre los dos[ ...]”(p.73 y 78)
Ibid.. p.967
75
reclama jamás en el plano de la realidad las atenciones afectuosas de su madre;
atormentan; casi siempre las fabrica cuando está dominado por los efectos de las
padre, al que sólo conoce por una fotografia.Además ronda por ahí mismo la
El Tunas, como hemos podido ver, siente una corrosiva aversión ante cualquier
recordar a su padre, visto por él en un vagón del metro aun y cuando su madre
siempre le dijo que había muerto, e s antagónico. Una vez más sus sentimientos
En esta introspección tóxica, y por tanto ficticia, del Tunas, puede notarse un
76
onírico de la salvación, aspecto que permite dilucidar un poco qué relación filial
Y se dice que el sentimiento se troca antagónico porque una vez que se hace
detesta, sino que llega a negarlo bajo la mentira que se repite cien veces: Nací de
qué, porque yo te hice, ne1 qué, lo vuelvo a matar aunque ya esté muerto, yo me
Esta relación insana entre el Tunas y sus padres deviene en un objetivo muy
Ibid.. p.966.
’ Ibid.,p.966.
77
inconscientes, el del asesinato como via rápida ydirectapara la toma de su
comienza a necesitar“ .*
realmente su padre. Ambos sentimientos, el del amor y odio hacia él, se mezclan
La actitud violenta de Jorge ante todo y todos los que lo rodean es producto de
ensoñación, ahora pasa a invadirlo en todo su accionar vital. El Tunas sufre una
frustracih desencadena una respuesta agresiva[. ,.] [cuya] dirección[. ..] son los
78
La libertad o emancipación “sanguínea” por la que pugna nuestro personaje,
lucha con el ámbito familiar; sin embargo, “para la mayoríade los adolescentes la
como “un factor positivo, una fuerza que forma activamente el sí mismo y
madurez;
y en este periodo
de formación del “sí mismo”, el paso de la
independencia volitiva, cosa que la sociedad valoriza y exige, llega a ser una tarea
10
Ibid., p.43.
” R.E. Muss. Teorías de la adolescencia,Paidos,México. 1993.
12
Ibid., p.43.
l 3 Ibid., p.44.
79
El propio Rank afirma que la ansiedadlibertaria lleva a una situación de
Y eso es, justamente,lo que podemos observar en la vida del Tunas. Su relación
sexual. Llama la atención, una vez llegado a este punto, como, a la par de Jorge
sentimental que lo haga ver como un niño propicio para darle cariño y cuidado,
sexual.
80
las clases más desprotegidas. Es más hiriente para el Tunas su realidad fisica de
infante no apto aún para la cópula sexual; por esto sí se lamenta en demasía, y lo
ningún vello, en
la de un órgano sexual que no
termina
por
madurar
sexuales d o r a n y provocan la
subordinación de todos los
instintos y
14
Ibidem., p.32.
81
Los cambios biológicos que sesucitan en el cuerpo tienen una injerencia
imagen de sí mismo, y de cómo aparece ante la mirada de los otros miembros del
en su entorno”.15
La crisis sexual del Tunas, entonces, está dada por el desa@te de su cuerpo
hacinamiento y promiscuidad, está regido por una itica sexual masculina que
Pero qué tal si el juez me dice, no, pos alviánate con tu chava, échate un acostón
en vezde atascarle al cemento Zeh? Sena más peor todavía porque ni modode
contestarle pus fijate que no tengo pelos ni nada y mi chava e s una morrita igual
que yo, ni chiches le han salido, por eso no cogemos, nomás hacemos la finta ...
uuy no, eso nel, mejor que no te deje hablar la ley, capaz que se enojaba el juez y
me mandaba mucho a chingar a mi madre[ ...](p.98)
82
La obsesión sexual del Tunas se conflictúa aún más por lo que hemos dicho del
sexuales entre parejas y amantes, etc. De hecho, el propio Jorge proviene de una
familia que entró por varios años en truculencias sexuales, como las ya tratadas
en el capitulo uno.
Allison
Davies desarrolla el concepto de socialización para explicarse la
conducta propia del ser humano correspondiente alentorno fisico del que es
parte integral. Textualmente define sociulización como “el proceso por el cual el
que expresan algunosestudiosos del tema, debido a que en la realidad donde está
sabe muy bien cuáles son los engranes de la corrupción por los que transita la
17
R.E. Muss. Op.cit., p.137.
83
sus fantasías, también están contaminadas por esa sordidez citadina, en mayor
¡Es una charola de la Policía Judicial! ¡Es loque necesitaba para vengarse del
mundo! [..,I Siempre h a envidiado a los dichosos portadores de esas credenciales.
íCuántashistorias h a oído sobre sus poderes mágicos! Basta mostrarlaen la
puerta de un cabaret para obtener una mesa y una fichera de pista; es un arma
infalible para robar automóviles, con ella se pueden cometer asesinatos,
violaciones y secuestros, traficar droga, orinar encima de la ley, hacer
fortuna[...](p.24).
En este mismo pasaje de la novela se puede observar una vez más la fijación
consigue, ante el lector, aligerar el sufrimiento pubico del Tunas por su carencia
No existe otro camino para Jorge que el adentrarse en las condiciones que le
marca su sociedad; condiciones que le permitirán formar parte activa del medio
vital adulto, dejando con ello el anonimato que al parecer se vive durante la niñez.
84
La emancipación de la que hablamos unas páginas atrás, e s sólo un elemento
dado.
relacionada con las metas, los valores y las normas de determinada clase sociaP8,
una vez por todas el tan anhelado orgasmo; para así empezar una prestigiosa y
popular carrera de promiscuidad. Esto Último, a decir del propio Davies, será la
tomar conductas agresivas cada vez más peligrosas, donde -incluso- se puede
’*Ibid., p.139.
19
Ibid., p.39.
85
inferioridad que expresa el flrnas no está exenta de las preocupaciones sexuales
psique de Jorge. El odio acumulado a través de los años por las carencias, tanto
figura represora que tiene más cercana, puesto que no pudo llevarlo a cabo en su
Con ese acto de justicia patológica Jorge excluye de su vida todo lo que pueda
vivencial detodo niño; y una vez que se consigue lo anterior “el torbellino de
de que su camino existencial parece aclararse una vez que el primer vello pubico
2o Ibid, p.40.
86
Es la hora en que la noche alcanza su mayor espesura y los animales exiliados en
la ciudad, perros o gatos, hombres y ratas de sulfürica sangre, hacen el amor para
matar el insomnio. Los coches
pasan pero ya no se van solos, alguien
trasnochador y digno de fe, borracho por ventura, los maneja sin prisa de llegar a
ninguna parte. Hora de vestidos que se rasgan, coladeras cantantes y paseos de
caminantes locos en los que sólo está despierta la llama de la inconformidad. A
esa hora el Tunas sienteun escozor entre las piernas. Se lleva la mano al pubis y
tropieza con un prodgio. Es un pelo, sincho, un hermoso pelo que vibra en sus
manos como una pértiga, un pelo robusto que se ganó con sangre y nadie podrá
quitarle nunca: el pelo de la resurrección. Exhalar.
realidad le propone”21; así pues, contamos con una Praga de Kafka, un Buenos
síndromes de la urbe”.22
Uno soñaba que era rey es unanovela que nos muestra unretablo sociocultural
de cada uno de los múltiples sectores que componen al México en pleno proceso
neoliberal:
21
Rosalba C a m p . La ciudaden el discurso literario, SYC, núm.5, Buenos Aires, 1994, p.20.
22 Omar González. “Y en un momento quiso un pastel”, en Unomúsuno, México D.F., 16 de junio de 1990.
87
de la democracia en que descansan las instituciones económicas y políticas y la
estructura del poder, de la pseudocultura queimponen los massmedia, del
consumismo, del subdesarrollo, de la creciente norteamericanización, y del folklore
abigarrado que vive y padece la [...] Ciudad de México en el ocaso del siglo x x . Z c 3
anterior; aspecto que nos sirve para identificar la función narrativa del Tunas en
central, e s decir, que toda la obra se desenvuelva a partir de él; que sea éste la
para la revisión del mundo por parte del autor. Estos últimos personajes, pues,
dejarán de ser el tema mismo de la novela para pasar a ser fuentes informadoras
23 Ibid.
24 O. Tacca. Op.Cit., p. 130.
88
obra,
la Marcos Valladares, prominente
empresario de los medios de
Jorge es el que vive más directamente las inclemencias de una ciudad poco
sensible; él es el que habita los últimos infiernos de una sociedad donde “la
izquierda y derecha”.25
Vicente F.Torres. “Enrique Serna: El ocaso de la p e r a dama y Uno soilaba que era rey”, en Unomásuno,
México D.F., 10 de febrero de 1990, s.p.
89
premio para gente marginada llamado, pestilentemente, Quo Melius nlac; donde
a la situación de las
clases
más desprotegidas tanto
económica como
culturalmente.
encargada de propagar toda una visión oficialista que quiere dotar de idealismo y
pudiente, representada
-mayomente- por
la familia de Valladares, pero
cabo durante el tradicional aniversario de los Niños Héroes, cuyo premio consta
Una vez más, Enrique Serna utiliza como Leitmotiv un concurso, ya empleado
decadencia moral que pervive en las entrañas de toda una ciudad que se desgaja
90
géneros mitificantes, parte de la desviación y el sufrimiento para al final redimir y
El narrador de Uno sonaba que era rey no siente una especial simpatía hacia
escribir una editorial para el capital. La del mismo Valladares con sus problemas
peoY.27
91
refleja un ansia de liberación de yugos familiares[...] Es un ansia de liberación
tanto paternacomo política yeconómica.28
28
en Unomúsuno, México. D.F.,
Ignacio Trejo fuentes. “La bondad pervierte a la literatura- Enrique Serna”,
20 de julio de 1991.
92
Con esta novela, Enrique Sema parece que quiere demostrar una de las
tantas caras dramáticas que sueletener la literatura:lanovelacomo
mímesis de la realidad, de su irrefrenable abigarramiento impuro y fugaz.
La literatura, por quénodecirlo, muchas veces juega a parecerse a un
periódico; sí, a un periodicucho de la vida por las que en sus ocho columnas
drena la cotidianidad baja y estrujante de unarealidad tortuosa.
Así, Serna a lo largo de su obra narrativa abre el marco espectral de la
Ciudad de Méxicocomoepígono de una torre de Babel cada vez menos
comprensible; ciudad resquebrajada que funciona COMO el espejo moral de
todo un conglomerado social en pleno descensohumanitario.
Por esos cuadros citadinos trastabillean personajes que casi se caen a
pedazos debido a su desmedida hipocresía, a su corrosivo rencor, y a un
revanchismo y oportunismo social que, de tan exagerado que en ocasiones
es, más que volverse una denuncia social seria, por parte del autor, se nos
presenta como una gran farsa dramática, con tonos de un humor incisivo
que logran proporcionarle a las acciones frescura; a la vez que esquiva una
solemnidad sociológica que era de esperarse ante talestemas.
Dice Claudio MagrisI que quizá nunca como en nuestra época la literatura
ha reclamado y desarrollado una función cognoscitiva, que en el periodo
entre el fin de siglo y los años treinta (‘la gran estación cultural del siglo
XIX, la frontera más avanzada alcanzada por la literatura”) escritores como
M u d , Joyce, Proust, Svevo, Mann, Brock Faulkner y otros, le exigieron a la
narrativa ese conocimiento del mundo. Sólo una novela, continúa diciendo,
que cargase sobre sus hombros esas problemáticas, es decir, mostrando
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cómo viuían los hombres ese mundo disgregado, podía y puede atrapar el
sentido de la realidad y de su disolución.
Enrique S e m no está muy alejado de esa conceptualización en torno a la
creación novelística; él ha manifestado que, de alguna manera, el escribir le
ayuda a entender la conducta humana, que escribe no de lo que sabe sino
para tratar de explicarse la realidad, que, para seguir el orden lógico,
representa Eo desconocido, lo inasible.
Precisamente el sondeo de las actitudes humanas e s uno de los puntos
nucleares en toda la obra de Serna. La conformación de personajes no sólo
“redondos” sino complejos, algunos en demasía, es lo quepodemos
subrayar como elemento de suma importancia en la creación “serniana”.E n
realidad, tantolas novelas como los cuentos delEnrique Serna, están
sustentados dradticamente m& por el trabajo
narratológico de los
personajes que por la relevanciade la anécdota.
Novelas como Uno soñaba que era rey, Señorita México, o los cuentos de
Amores de segunda mano así lo demuestran; tal vez en El miedo a los
animales el motivo se sobre ponga, por momentos, al cuadro grotesco de los
“sujetos narrativos”, pero, finalmente, ellos son los pilares estructurales (y
memorables) de la obra.
En consideración a lo anterior es que hemos decidido analizar, a lo largo
de todo el trabajo precedente, el accionar de tres personajes que cumplen
con un mismo patrón “existen&aln,e s decir, el del conflicto socio-sexual.
Tanto Carmen, como Damián y “el Tunas”, son “seres”escindidos; viven
en un eterno dilema intimo, el de entregarse a sus naturales instintos de
búsqueda de placer o el de la insatisfacción sexual motivada por el yugo
moralista de instituciones, ya determinadas por nosotros, con un especial
grado de incidencia en su proceder.
La vida de tales figuras narrativas fluctúa en dos niveles, en lo que
representan hacia el “exterior” y lo que viven en sus “adentros”personales.
Carmen Osuna, por ejemplo, e s una mujer que toda su vida se enfrascó en
la paradoja del placer y el pecado; su naturaleza la convocaba al goce de
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una relación sexual plena con su marido, sin embargo los ardores de su
concienciareligiosa, ayudados por los dogmas lacerantes de un vigilante
celoso e incisivo como lo es elPadreGervasio, digno representante de la
institución religiosa por antonomasia, la llevaron a lapenitencia perpetua de
la culpa.
Carmen, en el presente de la narración de Uno soñaba que era rey, e s la
perfecta figura de la represión; la ha vencido el peso de las confesiones,
aduana católica donde sus antojos carnales no Beron capaces de sobrevivir
a la impositiva moral masculina que se esparce desde el púlpito.
Mujer que por haber experimentado el goce de los cuerpos en conjunción
se cree manchada para siempre, e s impura, e s una puta reincidente; esa
cruz marcada con carbón la despeñaenuna neurosis de ascetismo
exacerbado, llegaa flagelarse, mantiene un afánde limpiezaridículo y
simbólico en la cantina donde trabaja; aborrece su cuerpo, Eo esconde
celosamente ante las miradas imaginarias de los demonios con carne de
hombre, hasta que queda reducida a un guiñapo humano.
La imagen que muestra Carmen, por tanto, es la de la santa, la de la
mujer que ha renunciado a los placeres perecederos para alojarse por
siempre en las bondades estériles de latranquilidad de conciencia; paz
espiritual de apariencia externa que en ocasiones se ve subvertida por el
arrepentimiento que tiene ella misma por haber sacrifleado su pasión, su
derecho al placer corporal, el constructo intimo. Carmen ha visitado el
infierno y el cielo, pero ni uno e s mejor que el otro.
Damián, por su parte, colinda con los pesares de Carmen; el señor Pliego
que camina rumboa su trabajo es un ser intachable, ha dedicado
solemnemente toda su vida al cuidado de su madre, no cede ante ningún
vicio, del trabajo a su casa, de su casa al trabajo. La imagen de ciudadano
modelo parece que le viene bien; sin embargo, en su interior se le calcina
otro Damián, un señor Pliego con una sexualidad tormentosa, e s un “sucio
mirón” deparejashomosexuales que se meten al cine Mariscala a
prodigarse caricias clandestinas.
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El señor Pliego que se mueve en las tinieblas, el que m se deja mostrar
ante los ojos de los demás, e s un homosexual reprimido que para acallar las
voces de su inclinación venérea cometela delación restauradora, aunque
sea pasajera, desu virilidad heterosexual cada vez másdolorosa.
Damián e s víctima, sin saberlo a ciencia cierta, de todo un aparato social
que no está dispuesto a aceptar, por el bien de su moral añeja, placeres que
le resulten extraños; la intolerancia social hacia el homosexualismo ya le
está dada a Damián por default, e s parte del contexto “cultural”en donde
nació y ha vivido. Por ello e s que él mismo e s su principal juez y verdugo; la
intolerancia que tiene introyectada se potencializa al ser aplicada a sí mimo;
el sentimiento de culpa que viene después de que se masturba al espiar los
juegos eróticos de los que sí han sabido asumir su condición sexual, es
aplastante y nada indolora.
El Damián verdadero m e s el que pasea por las calles del centro de la
ciudad con la pesada máscara de la paz interna, sino el que arrastra sus
miserias sexuales, el cobarde que no estádispuesto a gozarcomo su
naturaleza sexual se lo pide. Damián es un ser tremendamente resentido
con la vida, se ha hecho cargo de su madre pero porque sus hermanos se la
aventaron; vive miserablemente de un trabajo envilecedor, e s ninguneado
por los miembros de su sindicato, odia a los demás y se odia él mismo. El
grado de fmstración social m tiene parangón con el sexual; este personaje
acaba sus días siendo preso de la apariencia, renuncia a su sexualidad por
hacer lo socialmente correcto. Su tragedia personal radica en ello, en el
holocausto de su sentir erótico por la vejante moralidad heterosexual y
masculina que impera, como suelo inamovible, en nuestra sociedad.
Por últim, Jorge Osuna, “el Tunas: e s el personaje que viene a cerrar el
triángulo familiar de la muela. El nifw es el depositario directo de la
descomposición del medio social en que se mueve; al igual que su madre y
Damián, también su vida transcurre fragmentada en dos: en lo que
aparenta exteriormente y lo que realmente vive en su interior.
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El “Tunas” conoce muy bien la ley no declarada en la Ciudad de México: la
corrupción y la violencia; e s un niño, como ya vimos, que se droga junto con
sus compañeros de barrio, trabaja en los semáforos, participa en las peleas
callejeras de su colonia, además de que ocasionalmente se dedica a asaltar.
Pero no es su condición social lo que le lastima, su mayor preocupación es
de indole sexual; sufre por que aún no alcanza la madurez sexual que le
permitatener u n contacto sexual completo con su noviecita de esquina.
Jorge, al ser producto de su medio, se siente, como ya se explicó mejor en su
momento, con la obligación ineludible de “cumplir como el hombre que es”,
incluso reniega todo el tiempo de su realidad infantil y su mayor obsesión e s
que le aparezca vello en el pubis; mientras nu sucede eso su vida transcurre
de manera dolorosa e insoportable.
La similitud del patrón existencia1 entre los tres personajes tratados, nos
llevó a defender la tesis de que los conflictos sexuales de cada uno de ellos
se sobreponen a los problemas que una realidad socioecónomica tan crítica
y feroz, en todos los sentidos, les llega a poner de frente. Hemos dicho que
Enrique S e m intenta comprender el entramado de las actitudes humanas
que se dan en un cerco social como el del México d e los ochentas; ciudad
que para esos años sufria, como ya se dijo también, una de las crisis más
severa hasta ese entonces conocidas. Perocorno hemos venido viendo, el
problema central de los individuos narrativos creados por el autor, reside en
su geografia interna, en su constitución psico-emocional, y no enlas
adversidades económicas de un país en pleno descenso porel tobogán del
empobrecimiento.
El pesimismo deSerna, por consiguiente, es de doble filo. Por una parte lo
que aqueja, sin duda, al actor social e s su realidad económica precaria; y
por otra parte, está la situación sexual de cada uno de ellos, que gana en
importancia a la primera. Entonces, de esto podemosextraer lo que parece
ser la premisa ontológica de lanovela Uno sofiaba que era rey: el
constreñimiento y la coacción del hombre por la injerencia directa, en todos
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los niveles de su vida, de un poder social (llámese iglesia, familia, entorno
vital, etc.)pre&icioso, corrupto y represor.
El “hombre serniano” no
goza de libertad, está presoen las fauces deurn
sociedad con estructuras morales rígidamente predeterminadas; pero más
que moral e s una moralina social pestilente que degrada al individuo que,
sin tener otraopción conductual, tiene que ceñirse a la sene de valores
lesivos que se separan deella.
El sacrificio de “humanidad”que tanto Carmen como Damián y, enmenor
medida, “el Tunas” hacen, tiene todo el carácter de una derrota personal
muy cruda; finalmente, los dos primeros personajes terminan asumiendo
todas las consecuencias que les acarrea el no querer, o poder, separarse de
la alienación moralque les dicta su sociedad. Damián y Carmen poco a poco
se uan oscureciendo a lo largo de lanouela;conforme van aceptando el
automatismo de lo que el poder de las instituciones considera como lo
“normal social”, van construyendo su tragedia personal: acaban siendo el
eco monstruoso y vil de sus pasiones cegadas.
No así Jorge Osuna; él tiene un f i n a l diferente, aunque no exento de cierto
pesimismo socarrón por parte de Serna. El “Tunas”alcanza el amanecer
después de haber naufragado en la pesadilla que representa la realidad
dramútica de Uno soñaba que era rey; termina sostenido, milagrosamente,
a un vello púbico que se muestra como astro rey para encerrar la negrurade
su anterior vida semisexual.
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