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UNIVERSIDAD POPULAR DE LA

CHONTALPA

INGENIERÍA EN TECNOLOGÍAS DE LA
INFORMACIÓN

Maximiliano montejo morales

3 B-21

CONTEXTO SOCIAL ECONÓMICO


CONTEMPORÁNEO

Vespertino

09/05/2018
PRINCIPALES NOCIONES Y ENFOQUES

La noción de enfoque utilizada en esta investigación es similar a la


premisas fundamentales que en el caso de las Ciencias Sociales se remiten a consideraciones
acerca de lo social y de las posibilidades de su conocimiento.
También están referidos a modelos explicativos derivados de proposiciones de distinto nivel y
generalidad, que conforman el cuerpo explicativo de cada escuela, lo cual, puede tener un
carácter limitado o esclarecedor de los fenómenos que acontecen en la realidad social.

Según autores, existe una clasificación de dos tipos fundamentales de paradigmas:


estructuralista e interaccionista.
El paradigma estructuralista, es identificado como aquel que explica los procesos sociales
teniendo en cuenta situaciones que están determinadas por relaciones entre factores
universalmente presentes, y en las cuales, los sujetos y actores sociales no pueden hacer
modificaciones.
El paradigma interaccionista, es el que explica los procesos sociales como resultado más o menos
contingente de la interacción de múltiples acciones, es decir de conductas orientadas a un fin.

A partir del esquema planteado de la diversidad de explicaciones sobre la globalización, se


pueden identificar dos aristas fundamentales de pensamiento: uno denominado como
pensamiento convencional sobre la globalización, -(incluye el enfoque teórico del realismo,
mercantilismo y neoliberalismo)- el que en otros tiempos fue calificado como pensamiento
burgués desde la óptica marxista, dado sus intereses socio-clasistas, y de otra parte, el
pensamiento alternativo, el que se nutre de las perspectivas teóricas del pensamiento radical, de
izquierda y marxista.
En lo referido al pensamiento convencional es trascendente el hecho de que sus ideas coinciden
en puntos esenciales que destacan:
a) la globalización como una nueva fase o proceso inédito del desarrollo de la economía
internacional, cuyo rasgo distintivo es la subordinación a escala planetaria de la sociedad a una
lógica competitiva global;
b) la globalización como preconfiguración del futuro;
c) fenómeno determinado tecnológicamente y por tanto inevitable, irreversible;
d) consideración de lo político como simple envoltura del proceso;
e) minimización del Estado como resultado del ascenso de las exportaciones y de la movilidad
del capital;
f) el Estado-nación pierde soberanía e importancia;
g) asumen como principal conclusión política de que la sociedad se adapte a la globalización;
h) los países subdesarrollados deben desarrollar políticas aperturistas y liberalizadoras en todos
los campos para beneficiarse del proceso de globalización.
Para el caso del pensamiento alternativo aglutinado en una palabra como pensamiento radical, de
izquierda y marxista, la unidad de este pensamiento radica, en explicar el fenómeno como un
proceso objetivo, que tiene su base en la internacionalización de la vida económica y social.
También es relevante en este pensamiento, el interés sobre las implicaciones políticas y sociales
del proceso de globalización para las economías subdesarrolladas.
Entre otros de los significados que debate el pensamiento alternativo, se presentan puntos que
consideran que el proceso de globalización, es un fenómeno políticamente determinado, y que
además no constituye una ruptura fundamental respecto a los mecanismos capitalistas que le
antecedieron, independientemente de la radicalidad de los cambios.
Esta idea no se refiere a los cambios tecnológicos, los cuales sí constituyen una ruptura con
respecto al pasado, sino al carácter permanente de los mecanismos de acción y utilización de las
leyes capitalistas y sus consecuencias.
Esta perspectiva concibe la globalización como reflejo de la decadencia de las anteriores
estructuras de acumulación, la cual apunta hacia su transformación.
El enfoque alternativo reconoce además que tales transformaciones son el resultado de los
cambios en el modo de producción de la sociedad, y en la superestructura, al ser impuestos
mediante la acción política de sectores sociales bien definidos.

En cuanto al lugar del Estado el enfoque alternativo señala que la globalización no niega ni
minimiza el Estado-Nación, por el contrario argumentan que la globalización ha sido impulsada
desde este, que lo que se ha producido es una transformación del Estado, para adecuarlo a las
nuevas necesidades del capital.
Y enfatiza en que se ha producido una relocalización del poder al interior de los estados, y entre
estos.
Argumenta que este es un proceso altamente complejo que no niega la pertinencia de la lucha de
clases por el control del Estado. En general se estima como ilusoria o poco eficaz la búsqueda de
formas supranacionales de luchas de clases (por ejemplo: la sociedad civil transnacional).
Es conveniente indicar que el pensamiento alternativo de la globalización, no constituye tampoco
un todo homogéneo, debido a que es posible encontrar en el mismo, criterios que divergen de los
anteriores retomando supuestos del pensamiento convencional.
No obstante, los argumentos antes anotados se presentan como las posiciones dominantes dentro
del pensamiento alternativo.
En este contexto de pensamientos las preguntas sobre el fenómeno de la globalización, al igual
que las respuestas han sido múltiples. Son objeto de análisis su definición, naturaleza y alcance,
pasando por las condiciones de su aparición, momento de nacimiento, sus rasgos fundamentales,
los cambios que suscitan, sus consecuencias.
Sobre todo en lo referido, -según el lenguaje leninista- al reparto económico del mundo entre las
asociaciones monopolistas internacionales, las que en la actualidad están representadas por las
grandes empresas transnacionales; y por el reparto territorial del mundo entre las grandes
potencias imperialistas, el cual tiende a operar a través del proceso de formación de bloques, y su
contraparte, puesta de manifiesto en la rivalidad interimperialista.

Un aspecto que es notable en este variado debate, es lo relacionado con la existencia de puntos de
convergencia en el pensamiento de una u otra corriente, criticando las consecuencias
socioeconómicas del proceso de globalización, pero divergentes en las propuestas de alternativas
de desarrollo para enfrentar el fenómeno.
Ello indica en gran medida la magnitud y la importancia del análisis, particularmente para la
búsqueda de soluciones a los problemas del mundo subdesarrollado.
A propósito del asunto, el estudio de los problemas vinculados con la globalización debe tomar
en consideración lo expresado por Carlos Marx cuando apuntó: “En economía política, la libre
investigación científica tiene que luchar con enemigos que otras ciencias no conocen.
El carácter especial de la materia investigada levanta contra ella las pasiones más violentas y más
repugnantes que anidan en el pecho humano: las furias del interés privado”.

Lo anterior es sugerente a los efectos de identificar los principales agentes e ideas fundamentales
que participan en las discusiones teóricas sobre la globalización, debido al carácter predominante
del enfoque neoliberal.
Ello de hecho, es el resultado de que: “Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión
ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes
concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase, la clase
dominante son también las que confieren el papel dominante a sus ideas”.

La idea planteada se refleja particularmente en el discurso imperialista que subyace detrás del
concepto de “Globalización”. Evidentemente detrás de todas las discusiones acerca de la
globalización, hay un discurso interesado desde la perspectiva de los intereses imperialistas; que
en síntesis se concreta en las siguientes ideas:
1. Una idea clave constituye el cimiento de la visión imperialista de la globalización: el
derrumbe del socialismo eurosoviético ha devuelto a la historia su “cauce natural”: el de la
universalización del capitalismo.
2. La atención se coloca en consideraciones abstractas acerca de la “interacción”, la
“interconexión”, el “entrelazamiento” y la “interdependencia” entre los diferentes pueblos y
naciones. Y se escamotean las relaciones de dominación, subordinación y aplastamiento
características del proceso de expansión del capitalismo.
3. Se sustituye con el término globalización los conceptos de capitalismo,
imperialismo, colonialismo, neocolonialismo, dominación y otros que expresan
adecuadamente la esencia de la forma real en que tiene lugar el proceso.
4. Todos los cambios que se producen en la “aldea global” se deducen del desarrollo
de la ciencia y la tecnología, consideradas, como norma, al margen del análisis de las leyes
sociales, de la reproducción del valor del capital y de las clases sociales en pugna.
5. El mundo avanza hacia una “aldea global”, hacia una comunidad capitalista mundial
en proceso de armonización y homogeneización, en la cual las economías nacionales y los
diversos sectores económicos se “entrelazan” progresivamente y revelan su carácter
“complementario”. Esta interpenetración favorece la “movilidad de hombres y capitales”,
con los consecuentes beneficios en términos de “libertad individual”.
6. La apertura de la competencia internacional beneficia al mayor número de
empresas y de consumidores, independientemente de su procedencia nacional, clásica o
de cualquier otra índole. La “interconexión” de los mercados financieros favorece el
desarrollo de los países subdesarrollados, que verán derramarse sobre ellos “la
prosperidad y estabilidad” del mundo capitalista desarrollado.
7. La producción y la circulación de la riqueza se liberan de la soberanía de los
Estados nacionales, y un nuevo tipo de soberanía, basada en la “cooperación”, la
“interdependencia”, la “reciprocidad”, la “cohesión” y la “solidaridad”, renace bajo la forma
de la supranacionalidad.
8. Cuanto más, se asocia a la globalización la “asimetría en los niveles de desarrollo”, la
“destrucción de redes de solidaridad y lazos sociales y territoriales”, la “pérdida de
seguridad” y crisis de identidad” por parte de diversos sectores de la población, el
“peligro” para la cultura y la tradición histórica de los pueblos, el aumento de las
migraciones y el resurgimiento de fundamentalismo nacionales y religiosos.
9. La expansión de la dominación capitalista ha cerrado toda posibilidad a las luchas
de los explotados y los oprimidos contra el capital.
10. Recetas que nos ofrecen a cambio de la lucha revolucionaria: establecer “un rigor
financiero muy severo”, lograr la “flexibilidad laboral”, “revisar el estado social”, encontrar
normas adecuadas para “gobernar el mundo globalizado”, garantizar la “apertura
económica”, privatizar y liberalizar, ingeniárselas para obtener la “colaboración” de socios
capaces de asegurar ganancias, “adaptar” los Estados de forma tal que resulten aptos para
la competencia, consolidar las “instituciones democráticas”, promocionar las “libertades
fundamentales” y los “derechos humanos”, reanudar el “diálogo” con los países
desarrollados e incrementar la “participación” en las organizaciones internacionales;
aceptar someterse a “controles de eficacia, de democracia, de competitividad”; renunciar
al nacionalismo y a las posturas “antioccidentales”, asumir el modelo de las naciones
desarrolladas, “sustentado en el espíritu empresarial, la innovación tecnológica y la
capacidad de dirección”.
No obstante, en la literatura se puede observar un pensamiento progresista enfrentado al
paradigma neoliberal, no sólo en América Latina y en Cuba, sino también en el área del
capitalismo desarrollado, el cual en la mayoría de las veces no se refleja cuando se hace el balance
sobre la existencia de un pensamiento sobre la globalización. Este pensamiento alternativo de la
globalización (marxista, radical, o de izquierda) de manera renovada tiende a refutar el
pensamiento convencional.

La teoría sobre los sistemas económicos

Se llama sistema económico a la forma en la que se organiza la actividad económica de una


sociedad, la producción de bienes y servicios y su distribución entre sus miembros. Cada sistema
económico se caracteriza por su ordenamiento jurídico que especifica el régimen de propiedad y
las condiciones de contratación entre particulares. Es el estado el que elabora e impone ese
ordenamiento jurídico y se reserva para sí ciertos ámbitos y formas de actuación. El sistema
económico sirve por tanto para determinar qué agentes y en qué condiciones podrán adoptar
decisiones económicas.

El economista clásico Karl Marx sugirió que el sistema económico utilizado por cada sociedad
humana depende del desarrollo de las fuerzas productivas, principalmente los conocimientos técnicos, el
capital acumulado y la población. Mientras el ordenamiento jurídico sea el adecuado al nivel de las fuerzas
productivas, decía Marx, éstas pueden desarrollarse sin que aparezcan tensiones graves; pero llega un momento
en el que las fuerzas productivas han crecido tanto que la estructura social, en vez de estar
potenciando su desarrollo, aparece como una limitación, un corsé que impide su crecimiento.

Es entonces cuando la superestructura jurídica y consiguientemente el régimen de propiedad, se ve


forzada al cambio de forma más o menos brusca.

Aplicando ese análisis, Marx dividía la historia de los sistemas económicos en salvajismo o
barbarie, esclavismo, feudalismo, modo de producción asiático y capitalismo.
El materialismo histórico deducía que el capitalismo había llegado a una situación límite; que el
régimen jurídico de la propiedad privada sobre los medios de producción estaba impidiendo el
crecimiento de las fuerzas productivas; que como consecuencia de ello se estaban produciendo
crisis económicas cada vez más graves; que el sistema estaba condenado a derrumbarse y a ser
substituido por otro en el que los medios de producción estarían en manos de toda la sociedad; y
que los proletarios, la clase social emergente, serían los encargados de dirigir ese cambio.

Preveía el advenimiento en los países más avanzados de dos futuros sistemas, el socialismo, en
el que "cada cual recibirá según su trabajo", y el comunismo, en el que "cada cual dará según sus
posibilidades y recibirá según sus necesidades".

Este análisis pretendidamente científico, se ha visto desmentido por el devenir histórico. Siglo y
medio después de que se escribiera el Manifiesto Comunista podemos comprobar que sus
predicciones no se han cumplido. No hay leyes históricas inmutables que describan la evolución
de los sistemas económicos y de las sociedades humanas.
Tampoco hay una relación biunívoca entre grado de desarrollo de las fuerzas productivas y
sistema económico. Quizá pueda verse una relación más estrecha entre el sistema económico y
los medios de comunicación. En este curso proponemos una clasificación de los sistemas
económicos en la que ponemos de relieve la importancia del grado de desarrollo del
conocimiento humano y, por tanto, de los medios tecnológicos existentes para la transmisión y
acumulación de ese conocimiento.
En el siglo veinte han coexistido sistemas opuestos en diferentes partes del mundo que
mostraban similar desarrollo de las fuerzas productivas. El estado ha dominado la economía en
países europeos desarrollados o en países africanos o asiáticos subdesarrollados. Las
transformaciones sociales siguen siendo dirigidas por grupos de poder, ejército, religiosos,
burócratas. No ha sido el ordenamiento jurídico del capitalismo el que ha bloqueado el desarrollo
económico, antes al contrario, han sido algunas instituciones jurídicas pretendidamente
emanadas de las propuestas marxistas las que, limitando la libertad de los individuos, han
frenado la evolución del comercio y la producción, de las artes y las ciencias.
Ciertamente, el mercado, por sí solo, ha mostrado también su incapacidad para resolver de forma
satisfactoria las necesidades elementales de gran parte de la humanidad. De hecho, los países que
han alcanzado un grado más alto y más armónico de desarrollo, compatibilizándolo con las
libertades individuales, con el estímulo a la creatividad artística y a la investigación científica y
tecnológica, lo han conseguido gracias a un sistema económico que mezcla el libre mercado con la
intervención del estado. Y entre esos países hay que incluir los Estados Unidos y otros que a los
ojos del mundo aparecen como abanderados del mercado y del liberalismo.
En nuestros días continúa la vieja polémica, unos pidiendo "más mercado" y otros pidiendo "más
estado". En una sociedad humana viva, en continua evolución, no hay forma teórica de resolver la
cuestión. No puede haber una demostración "científica" de qué proporción entre mercado y
estado es la más conveniente, o la más justa. Diversas personas y grupos, con diversas ideologías
e intereses, son partidarios de una u otra proporción. Se llamen liberales, socialdemócratas,
conservadores, progresistas, laboristas, comunistas, radicales, de izquierdas o de derechas, están
simplemente presionando en una dirección o en otra, hacia el mercado o hacia el estado, con más
o menos fuerza.
La organización que adoptarán las sociedades humanas en el futuro no está escrita en ningún
libro sagrado ni determinada por ninguna ley histórica: será la consecuencia de las decisiones
que están adoptando en el presente un gran número de individuos y grupos sociales. Muchos
confiamos en que ese sistema futuro satisfaga nuestros más íntimos anhelos de solidaridad,
cooperación y equidad, que permita la desaparición del hambre, la miseria y la marginación y que
todo ello sea compatible con el respeto a los derechos humanos y el impulso a la creatividad
individual.
NOCIONES DE ESTRUCTURA Y CAMBIO EN LOS SISTEMAS ECONOMICOS

La teoría clásica del comercio internacional tiene sus raíces en la obra de


Adam Smith, que plantea la interacción entre comercio y crecimiento
económico.

Según los principios establecidos en sus obras, los distintos bienes deberán
producirse en aquel país en que sea más bajo su costo de producción y desde allí,
exportarse al resto de las naciones. Por tanto define la denominada “ventaja
absoluta” como la que tiene aquel país que es capaz de producir un bien utilizando
menos factores productivos que otros, es decir, con un coste de producción menor.

Defiende además el comercio internacional libre y sin trabas, para alcanzar y


dinamizar el proceso de crecimiento económico, y este comercio estaría basado en
el principio de la ventaja absoluta.
Asimismo aboga por favorecer la movilidad internacional de los factores
productivos. En pocas palabras se destruye el empleo en los países occidentales y
se crea en los países con menores salarios, un pensamiento válido para las colonias
del Imperio Británico, pero ni ético ni justo con las personas de los países que
deslocalizan su producción de bienes.

En realidad este pensamiento sigue la línea de que hay que tratar de


maximizar beneficios reduciendo los costes, pero no se tiene en cuenta que los
trabajadores pagan impuestos en su país, ergo si pierden su trabajo se reducen los
ingresos de ese país.
También hay que tener en cuenta que los procesos de producción se automatizan
más y más, es decir, se elimina la necesidad de mano de obra y se crea desempleo.

El uso generalizado de Internet hará que no sean necesarios muchos trabajadores


para realizar trámites con la Administración, y el comercio electrónico provocará
que se minimicen las plantillas de trabajadores de los centros comerciales.

En el presente, la situación económica de los mercados es que se están acaparando


oro, plata y otros bienes con liquidez (p ej: China compra cobre). Se encarecen las
materias primas y vivimos tiempos difíciles.
Pero también Adam Smith, en su obra “La riqueza de las
Naciones” apunta que habría conflictos si los trabajadores fueran
mal pagados por los dueños de las fábricas.
Entiendo que estamos sufriendo una situacioó n econoó mica difíócil. No obstante, una
de las ventajas de los cambios draó sticos en los mercados econoó micos, como
estamos viviendo ahora, es que nos da la oportunidad para intentar reinventar la
forma de hacer las cosas.

Ha estado claro desde hace tiempo que el sistema basado exclusivamente en el


crecimiento del consumo sin fin no era sostenible, como míónimo, en teó rminos
medio ambientales, pero no soó lo en esos teó rminos.

Los paíóses pobres han tenido y tienen la necesidad de crecer maó s para reducir su
nivel de pobreza, especialmente de crecer su consumo. No obstante, los paíóses ricos
no podíóan continuar en su camino de crecimiento sin fin basado exclusivamente en
el consumo y en el despilfarro de los recursos.

Tampoco estaó claro que la felicidad ciudadana estaó vinculado a este tipo de
consumo sin fin.

Por eso digo que la situacioó n en el cual nos encontramos nos da una oportunidad de
reinventar nuestra forma de trabajar y de organizarnos econoó micamente.

Lo que estoy viendo con los que nos dan sus soluciones a la situacioó n actual es que
hay dos alternativas que nos estaó n ofreciendo, los dos equivocados.

El primero es el camino que casi todos los paíóses estaó n siguiendo, el de intentar
volver a la situacioó n anterior lo antes posible y lo estaó n intentando conseguir a
traveó s de apoyar a todos los grupos que estaban antes. Volver al sistema anterior
con las mismas industrias, empresas y grupos, las mismas formas de hacer las cosas
y el mismo consumo continuo para mantener el crecimiento y el empleo.

El otro camino es el de los que quieren cargarse al sistema capitalista. Los que
quieren seguir este camino nunca lo apoyaron o lo entendieron o, con la crisis
financiera, han perdido su confianza en el sistema y quieren abandonarlo. Como si
hubiera otro sistema mejor y factible esperando listo para ser implementado.

Yo pienso sobre el sistema capitalista lo que el anterior primer ministro britaó nico,
Winston Churchill, decíóa sobre la democracia: “La democracia es el peor sistema
políótico que existe, con excepcioó n de todos los otros sistemas.”

Parafraseando: “El capitalismo es el peor sistema que existe, con excepcioó n de


todos los otros sistemas.”
No creo que tenemos que cargarnos al sistema capitalista para que todo ande bien
y tampoco creo que volver al sistema anterior para hacer todo igual es el camino. Y
eso de no volver al sistema anterior incluye el error de algunos que quieren que
volvamos a su nirvana keynesiana que ya ha fracasado, aunque parece que ese
fracaso demostrado el siglo pasado no se ha entendido. Pero este tema es para otro
artíóculo.

Ya hemos hablado en estas paó ginas de la necesidad de abrir las empresas a las
nuevas formas de trabajar que permiten a los empresarios y a los trabajadores a
organizarse de formas mucho maó s flexibles, con maó s productividad e, incluso, con
menos trabajo.

Es decir, otra organizacioó n en la forma de trabajar y de vivir, permitiríóa a muchos la


oportunidad de abrirse a otras posibilidades de vida, incluyendo el de trabajar
menos, compatibilizar maó s de un trabajo, cobrar menos, consumir menos, maó s ocio,
maó s conciliacioó n laboral y familiar y vivir mejor.

Los muchos gobiernos gastando miles de millones de nuestro dinero, dinero que no
tenemos, o sacaó ndolo de un mercado financiero que aprieta al sector privado que
no tiene hueco, nos estaó n impulsando en el camino equivocado igual, como hemos
reiterado en estas paó ginas. Quieren volvernos al mismo camino de maó s y maó s
consumo, incluso financiado con fondos puó blicos si es necesario, como si los
políóticos supieran coó mo gastar bien el dinero ajeno.

Curiosamente, los que maó s critican al sistema econoó mico financiero que tenemos
son los que maó s apoyan las intervenciones gubernamentales que nos devolveraó n a
la situacioó n anterior, a maó s de lo mismo.

Hace poco, terminaron las reuniones del Foro Econoó mico Mundial en Davos
terminoó ofreciendo las mismas ideas y el Foro Social en Brazil tambieó n finalizoó maó s
o menos al mismo tiempo. El uno buscaba volver a la situacioó n anterior, aunque no
seó si teníóan claro coó mo llegar, mientras el otro sigue buscando eliminar el sistema
entero.

A mi me parece que falta esa reunioó n donde no se busca ni lo uno ni lo otro pero
algo mucho mejor. Quizaó s tendreó que organizarlo, aunque no se si sereó el uó nico
participante.
La transformación se debe centrar en el plano económico, pues con este cambio se
derivarían el resto de las profundas transformaciones necesarias en beneficio de la
gente.
La globalización y el neoliberalismo, no son otra cosa que un capitalismo feroz y
rapaz que promueve la concentración de la riqueza producida por toda la
humanidad en unas cuantas manos, este sistema no se sostiene ya en ninguna parte
del mundo.
Por ello, nuestra principal propuesta se centra en cambiar el sistema económico de
México, que ha promovido la concentración de la riqueza en 16 personas, las cuales
poseen una fortuna de 143,000 millones de dólares, producto de negocios al cobijo
del poder y de concesiones para explotar la riqueza que pertenece a todos los
mexicanos.
Adicionalmente entregan nuestra riqueza y nuestra infraestructura al capital
extranjero. Ambos, los 16 oligarcas mexicanos y el capital extranjero, promueven y
se benefician de la corrupción sistémica, del envilecimiento de las instituciones de
la República y provocan que millones de mexicanos y mexicanas vivan en la
ignorancia y en la más brutal de las miserias.
Nuestra propuesta se basa en construir otro sistema económico que abra un nuevo
camino para nuestra patria y para la humanidad desde México. Donde el trabajo sea
considerado capital y, la concentración de la riqueza y la explotación de los seres
humanos sobre los seres humanos no sea posible.
La riqueza se construye con trabajo, no hay otra manera de construirla y ésta debe
llegar a todos los trabajadores y trabajadoras de nuestra patria, que con su esfuerzo
la hacen posible.
Para alcanzar estos objetivos se necesita que el pueblo se rebele y promovemos que
lo haga de manera no violenta. Necesitamos que la gente sea consciente de su poder
y lo ejerza, para y en beneficio de todos.
Hoy, con el país pésimamente manejado somos la 13ª economía del mundo.
Conduciendo nuestra patria con justicia y libertad, con justicia social y con equidad,
podemos convertirnos en una de los primeras cinco economías del mundo.
Convertirnos en una potencia económica, no quiere decir que andemos
atropellando a otros pueblos, sino que el nuestro tenga derecho a vivir en plenitud
y a ser feliz.
ESTADOS, INSTITUCIONES Y SISTEMAS ECONOMICOS

 Toda sociedad tiene una serie de necesidades (ilimitadas) que desea


satisfacer, pero solo dispone de unos recursos (limitados).
 Ésta es la base del problema económico.
 El uso eficaz de los recursos limitados para satisfacer las necesidades de la
sociedad.

Para superar este problema, los miembros de la sociedad se ven obligados a


elegir:
Qué bienes y servicios deben producir,
Cómo producirlos y
Para quién (cómo distribuirlos).

¿Qué producir?
Indica en qué se van a emplear los recursos productivos y qué cantidad de producto
final se va a obtener con estos medios de producción. Esto dependerá de las
necesidades que tengan los miembros de la sociedad y de los recursos de los que se
disponga, ya que éstos últimos son limitados y susceptibles de usos alternativos.

¿Cómo producir?
Esta cuestión se refiere a la organización de la producción, es decir, quién se va a
encargar de llevar a cabo la actividad productiva, cómo se va a acometer dicha
actividad y cómo van a combinarse los factores productivos de los que se dispone.
Todo ello implica que la sociedad se plantee cuestiones como si se utilizarán
tecnologías intensivas en maquinaria o mano de obra, si se hará a través de
empresas privadas o de iniciativa pública, qué fuentes de energía se utilizarán en la
producción o si los procesos productivos por los que se va a optar serán
contaminantes o respetuosos con el medio ambiente
¿Para quién producir?
Toda sociedad debe diseñar un sistema de reparto de los bienes y servicios, lo que
lleva a reflexionar sobre cuestiones como: ¿Quiénes serán los destinatarios de esa
producción, unos pocos o la gran mayoría de los ciudadanos? ¿Qué método o
sistema se va a utilizar para distribuir la totalidad de la producción? ¿La
distribución de la renta será igualitaria o se producirán diferencias muy acusadas
entre los miembros de la sociedad?

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