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Canciones de siete leguas Luts Maria Pescetri Confesion que me excusa: Comencé a ofr canciones infanti- les a los 22 afios, cuando empecé a trabajar como maestro de musica. Durante mi primera infancia, los recuerdos mu- sicales estan asociados a canciones que mi madre cantaba cuando trabajaba o me iba a despertar, melodias que silba- ba mi padre, algiéin vecine que tocaba el timbre. No ofamos misica para nifios. Un amigo tenia un disco verde con esa cancién de jos diez perritos que se van muriendo uno a uno, sin que el que can- ta pueda hacer nada. Luego recuerdo alguna escena raspan- dole el lomo a un cocodrifo, en esos dos minutos que dura- ba nuestra participacién en la banda ritmica (no habfa ins- trumentos para todes). La musica de mi infancia no la tengo asociada con masica pal principalmente, a través de la radio que estaba encendida ifos, sino con milsica en general, que nos llegaba, todo el dfa, acompafiande las tareas de la casa. O sea que si alguien quiere dejar de leer en este punto. dene todo ef derecho de hacerlo, ya que sey une de los tantes que cons- truy6 su_ musica infantil en plena madurez al vez sea por esa in- Podrfa decir que ver que a los chi- suficiencia de nutri- cos les gustaba me hizo cambiar cién musical infantil. de idea, o que hacer trabajo corpo- en mis primeros ral «me ablandé». Fueron muchas afios, que no entendia_ cosas y un largo proceso de madu- las canciones paralos _ racién personal. Lo cierto es que més pequefios. Esta me abri a la ternura que implican ba grave y estética- esas canciones, asi como se abre . mente incapacitado para disfrutarlas. uno a la poesia. Y me converti en un creyente de la cancién infantil para nifios pequefios. La cancién breve Hay tres elementos que hacen a «lo infantil» de esas canciones: 1 Lo evidente: las letras refieren gee) 2. un mundo infantil + Pocas estrofas. Algunas cancio- nes constan sélo de dos versos que se repiten. + Un universo acotado a la expe- riencia infantil (ver: temas). + Pocos elementos en el contenido de la letra que responde a un mundo pequefio y conocido. + Toman experiencias breves, o 4m: bitos reducidos. Como si hiciéra: mos «foco» sobre una parte de la realidad (“Esta nifia chiquitita tiene un gorro azul / Con Ia borla roja, con la borla roja. / Esta nifia chiquitita tiene un gorro azul”). 2 > En la mayorta de los casos, “ome musicalmente se trabaja con una gran economia de recursos, y utilizando un lenguaje, tanto verbal como musical, muy sencillo. Elementos musicales (lenguaje mu- sical): + Reducido. Tanto en la duracién, que es breve (rondan el minuto o minuto y medio, por lo general me- nos de 2 minutos), como en la gran economia de recursos melédicos, ritmicos, timbricos (la instrumen tacién suele ser muy simple) 12 + Adems el tratamiento de estos recursos hace que los cambios sean muy reconocibles. Lo que fascina es la focalizacién de la atencién. Asi la experiencia se vuelve sumamente familiar, re- conocible, y facil de captar. De esta manera, nos apropiamos de eso que experimentamos, convir- tiéndolo en vivencia. Este punto, el de la «focalizacién» (vale decir: la idea de «hacer foco», como cuando una cdmara hace zoom y amplia sélo una parte de una imagen), se da tanto en la letra, como en los elementos musicales. Como si de todo el mundo tomaramos sola- mente unas pocas cosas y focalizéramos la atencién sobre ellas. Igual que si desarméramos una maquina compleja, tomara- mos dos 0 tres de sus piezas y las pusiéramos sobre un mantel para observarlas con detalle, Esa reduc- cién del mundo a unas lineas esen- ciales es sumamente atractiva y placentera 3 La presencia del juego. sat Sin embargo, lo que me parece més importante, y que definitiva- mente le da el cardcter de «infan- til", es la presencia del juego. Y no me refiero solamente a que la can- cién sea un juego en si, sino a que el compositor. el arreglador o el intérprete hayan jugado y jueguen al componerla, arreglarla o inter- pretarla. Que hayan jugado con las palabras, con el lenguaje musical, con las posibilidades timbricas e interpretativas Mi experiencia con el programa de radio «Hola Luis», (programa de sonfua} ajais ap sauo}ou09 80 La Educacién en los primeros afios N°6 mdsica y humor para nifios, que desde hace cuatro afios sale por Radio UNAM, Universidad de México, con el auspicio de UNICEF) me mostré que se pue- den compartir los mas variados y complejos materiales y que los chicos los aceptan, creo que res- petando dos condiciones. Prime: ro: porque todo el programa se inscribe dentro de un clima lddi co. Y segundo, por la edicién del programa (no de las obras, que se pasan completas). Salto de una cosa a otra, se interrumpen canciones, se vuelven a poner, propongo acertijos «para ganar- les y derrotarlos», juego a enojar- me cuando me ganan o envian mensajes que no estan dirigidos ami, etcétera. Y ese clima de juego, en el que unidos por algu- nos ejes tematicos pasamos de un tema infantil a uno de rock, o a algo clasico, 0 a otro infantil, tolera perfectamente materiales que no son en absoluto para ni- fios. Esto tiene que ver con otro tema, que excede este pequefio trabajo, y que es el de la «edi- cién» de la clase. Uso la palabra edicién como se la utiliza en las grabaciones de video, discos, en computaci6n, 0, mas claramente, en televisién. Como editamos nuestra clase quiere decir: qué ritmo de cosas le vamos a dar. No quiere decir que todo lo que se ofrece a los nifios debe ser presen- tado como juego bien editado. Simplemenie, lo que estoy tratan- do de ver es por qué, aun cuando se presentan materiales complejos, no dirigidos a los nifios, se conser: va el clima «infantil», y la respuesta obvia esta en lo IGdico. éMe entendiste? No, pero me gusté Ahora bien, en las canciones infan- tiles para niflos pequefios, no es necesario que se cumplan esas tres caracteristicas al mismo tiem po, y en la misma intensidad o im- portancia. La presencia de una o dos de manera significativa, clara, permite que la otra o las otras dos se puedan «forzar» con un trata- miento mas complejo. De todas maneras quedard el «sabor de lo infantil» y seguiré interesando a los nifios. Dicho de otra manera, mien- tras haya de donde agarrarse fuer- te, lo demas puede moverse. Por ejemplo: la duracién puede no ser breve si se esta narrando un cuento que llama la atencién. Si la linea melédica y la letra son muy faciles de captar, podemos arries. gar en el arreglo. Si la letra se pue- de captar con mucha facilidad y ademas es graciosa, seguramente no importaré que la linea melédica y los arreglos sean dificiles, los chi cos querran cantarla igual. Hay muchas canciones infantiles cuya miisica podria ser de una can- cién para adultos, a las que recono- cemos como tales sdlo porque la letra refiere a un universo infantil. Incluso hay otros casos de cancio- nes en que la letra y la mUsica son para adultos y, sin embargo, se per- miten tales juegos, en los arreglos y la interpretacién, que uno las puede asimilar a un mundo infantil. Cabe aclarar algo muy importante para el trabajo con los nifios, un punto que es una permanente fuente de equivocos: sélo los adul

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