LA CREACIÓN

Génesis 1 - 2: 7

ué te parece si abrimos esta

¿• puerta?
Detrás encontraremos
una historia que crea gran
expectación y curiosidad entre los niños:
la de cómo creó Dios el mundo.
Conocerla es maravilloso.
Primero aparecieron los astros,
luego la vegetación, los animales
y, finalmente, el ser humano.
¿ Quieres saber cómo
sucedió?

r
\
7
Así comenzó toao
Todos, pero en especial los niños,
nos emocionamos ante las maravil las de la
naturaleza. Vemos un cachorrillo, y nos parece
tan tierno ... pero, ¿quién lo ha creado? Su mamá,
que antes que él fue también cachorrilla. Pero,
¿y antes de la mamá 7
¿Y qué me dices de un
recién nacido? Todos nosotros
comenzamos la vida siendo bebés
y hemos ido creciendo hasta convertirnos en niños y más
tarde en adultos. Conservamos con mucho cariño las
fotos de cada etapa de nuestro crecimiento. Hemos
nacido de nuestros padres y ellos a su vez de nuestros
abuelos, pero, ¿y antes?
Todos hemos visto a la gall ina poner los huevos
de los que nacen los poll itos pero, ¿cómo empezó
todo eso 7 A lo largo del tiempo muchos sabios han
intentado dar explicación al origen de la vida, pero
nunca nadie ha encontrado la respuesta acertada.
Sin embargo, la Biblia narra cómo sucedió todo .
Este maravilloso libro comienza justamente
descri biéndonos cómo aparecieron el mundo y
los seres vivos, las plantas y los animales. Nos
habla acerca del origen de la humanidad.
El pri mer hombre que existió fue Adán.
Antes de él, no existía nadie en la Tierra
excepto Dios, el Creador de todo. Todos
nosotros hemos sido creados por Dios,
y somos descend ientes de Adán, qu ien
vivió hace muchos, muchos años. "---

•• •

9
 La Biblia dice que «las tinieblas
cubrían la superficie del abísmo». Un
mar inmenso cubría el globo terráqueo.

Ir
/
«y vio Dios qu e la lu z era
buena» y separó la lu z de
las tinieblas. Llamó a la luz
"día" y a las tinieblas
llamó" noche". Fue la
tarde y la mañana, el
primer día».

De pronto, nos damos cuenta de

que no estamos so los. Aunque no
podamos verlo, sentimos la presencia
de Dios. En medio de las tin ieblas y de
la soledad, el Espíritu de Dios se mueve
sobre las ag uas planificando qué hará
con el mundo.
Entonces escuchamos una voz, disti nta
de las que solemos oír. Dios ordena, con
voz melodiosa y potente, que se extingan las
t inieblas y aparezca la luz para que lo ilumine
todo.
i Qué maravilla la luz después de tanta
oscuridad I Aún no existe el cielo az ul ni la luz del
sol, sólo una brillante claridad. Debajo de ella sólo i El primer día!
hay agua y más agua por todas partes. No hay t ierra,
El principio
ni hombres, niños ni paja ritos ... ni ta n siqu iera un pez.
Nada que viva. Sólo el vasto océano, que se agita sin cesar.
de la historia
de la humanidad.

10 11
 los preparativos
Segundo dja
Ha bía otra razón por la que Dios debía crear el aire
en primer lu gar: éste serviría de separación entre las
aguas que estaban arriba y las que estaban abajo,
en el océano. Sin el firmamento, las gotas de
agua que contuviera una nube situada a un
ki lómetro de distancia de la tierra, caerían
La luz del primer día comienza a desaparecer sob re ésta con ta l fue rza que lo destruirían
para dar lugar a la noche. Entonces sucede algo todo. Qué bien que Dios haya creado la
extraño y ma ra villoso. Aquel la niebla cargada de atmósfera después de la luz y antes que
hu medad que se cernía sobre las aguas ahora cualquier otra cosa. Dios no comete
se levanta lentamente. Entre esta bruma y ningún error y el equilibrio del universo
el agua de abajo hay un aire claro y fresco es perfecto.
que forma la atmósfera. Al term ina r el segundo día en la
y dijo Dios: " Haya un espacio entre Tierra, el mundo está precioso. En el
las aguas, que separe un agua de la firmamen to se observan luces doradas
otra. Y llamó Dios al espacio "cielo". Y que se reflejan sob re el vasto océano.
fue la tarde y la mañana, el segundo Pero todavía no existe n la tierra seca
día». ni los seres vivos. De hecho, no existe
Tal vez nos gustaría preguntarle a nada, ún icamente agua. Hacia cualquier
Dios por qué empleó un día entero dirección que m iremos, sólo se ve agua.
para crear la atmósfera , que es Las incansa bles olas se mueven sin ir a
invisible. Pero es que existen cosas ninguna parte. Todo está preparado para
invisibles, como el aire, que son muy el siguiente gran paso de la creación.
importantes. Y en este caso, también
era así. Todo lo que iba a ser creado
más tarde dependería de lo que se
hubiera creado este día.
El plan de Dios era crear un mun do
hermoso y en armonía para que fuera
poblado por los seres vivos . Todos los se res
vivos necesitan ai re para respira r, o para vo lar,
como las aves . También quería crear árbo les,
plantas y f lores, que necesitan oxígeno. Así, Dios
mezcló oxígeno y nitrógeno en cantidad es exactas, ni «y fue
mucho ni poco. Si no hu biese suficiente oxígeno, los seres
la tarde
vivos no podría n respira r, y si hubiese cantidad en exceso,
una simple chispa podría incendiar el mundo.
y la mañana,
el segundo día ».

13
 La Biblia dice que ,da tierra produjo
Un mundo lleno de color hierba verde que da semilla según su
naturaleza, y árboles frutales, con la
Tercer día sem illa en su fruto. Y vio Dios que era
bueno». Todas las cosas han sido creadas
por su voluntad y se deleita con lo que
ha hecho. Dios parece haber creado los
El Creador dijo nuevamente «Júntense las
árboles frutales con especial esmero.
aguas que están debajo del cielo en un lugar, y
Con qué cuidado formó el manzano, el
aparezca el suelo seco».
almendro, el peral, el naranjo ... , cada
El océano comienza entonces a agitarse y
se produce como un gran terremoto. Todo se uno con su del icioso fruto. Imagínate a
Dios yendo de un árbol a otro, probando
estremece. Es como si las primeras partículas de
los frutos y pensando" ¿Le gustará
la tierra hubiesen emergido de las profundidades
este 7" Y es que Dios no pensaba en
del océano. Rápidamente se van formando los
continentes y las islas de todos los tamaños y sí mismo, sino en otra persona, en
formas. Aparecen montañas y colinas, caídas de alguien que ya existía en su mente y que
pronto sería realidad; alguien a quien
agua y lagos.
le entregaría toda aquella belleza y
Cuando llega la mañana del tercer día ya
no sólo existe el océano, sino también grandes riqueza, todo el oro, la plata y las piedras
extensiones de tierra seca. Es una tierra hermosa, preciosas que brillaban en la naturaleza;
con lagunas, ríos y cascadas y, allá a lo lejos, el toda la provisión de alimentos, frutas
y cereales. Todo era para él, para darle
mar, las playas de arena blanca ..
iQué maravilla l Por fin empezamos a felicidad e inspi rarlo a adorar a su
vislumbrar el gran plan de Dios está construyendo Creador.
un hogar para alguien muy especial. Pero falta El mundo estaba casi listo para
recibir al ser humano, pero aún fa ltaban
algo. La tierra está desnuda. ¿Querrá Dios que
algunos detalles .
alguien habite en un lugar así7
Calma .. . Aún es muy pronto para sacar
conclusiones, porque Dios está hablando de
nuevo. Escucha. La misma voz que dijo «haya luz »
ordena ahora que «produzca la tierra hierba verde
que dé semilla, y árboles frutales que den fruto ».
Observa ahora . iQué cambio tan grande l Mira
aquellas colinas, han dejado de ser áridas y están
cubiertas de un verde muy vivo. Echa un vistazo
a las montañas, plagadas de enormes árboles
apuntando hacia el Cielo.
y los campos .. iqué preciosos l Las flores, de
variadas formas y colores, parecen un manto sobre
el paisaje. Florecen las margaritas, las amapolas,
los lirios, las rosas y los narcisos. ¿Cómo ha y la maña na,
podido el Creador imagina r tantas especies de tan
delicados colores, aromas y formas'
el tercer día».

14
 El sol brilló
Cuarto día

En tres días el globo terráqueo, antes cub ierto por las aguas, se
transformó en un verdadero paraíso. Extraídos de las profundidades
gracias a la intervención divina, los nuevos continentes e islas se
cubrieron de hierba, flores y árboles de diversas formas, tamaños
y colores.
Amanece el cuarto día. Una luz suave hermosea la obra que
Dios ha rea li zado el día anterior. Pero, presta atención, en el '
horizonte comienza a surgir una luz brillante y se ve una bola
de fu ego . ¿Qué será 7 i Es el soll
Pronto los primeros rayos del sol inundan el paisaje,
haciéndolo cada vez más encantador. Las flores vuelven sus
pétalos y los árboles sus ramas en dirección a la brillante luz
del astro rey,
A medida que la nube se disipa, aparece alrededor del
sol un círculo azul que se va esparciendo cada vez más. Es el'
cielo, el hermoso cielo azul que, al reflejarse sobre las aguas
de los lagos, los ríos y los mares, aviva su propio color. Las
aguas son de color turquesa, porque reflejan la luz del cielo,
La pálida luna espera que el sol se esconda por la noche
para emitir entonces su luz especial. Dios había dicho: "Haya
lumbreras en la expansión del cielo para alumbrar la tierra». Y creó
el sol, la luna y las estrellas, "y Dios las puso en la expansión del cielo
para alumbrar la tierra, para regir el día y la noche, y para separar la luz
de las tinieblas, Y vio Dios que era bueno».
¡y tan bueno! Bueno y necesario, porque sin la luz y el calor del sol
las plantas que Dios había creado no podrían durar mucho, Él sabía que los
animales que iba a crear no podrían estar sanos sin esa luz y sin ese calor. Sabía
también que el hombre se beneficiaría del sol y fue por su causa que aquellos rayos
bril laron sobre la tierra,
En su obra de la creación Dios no sólo pensó en el presente. Determinó que el sol
y la luna marcaran el transcurso de los días, las estaciones y los años, Si el hombre que
estaba a punto de crear decidiera amarlo y obedecerlo, podría disfrutar eternamente de tan
«y fue
maravillosa tierra. y aunque todavía no había creado al hombre, ya pensaba en su felicidad .
la tarde
y la mañana,
el cuarto día»,

16 17
 Un hermoso coro El aire se llena con los alegres cantos de las aves . A lo lejos se escucha el suave canto del
ruiseñor. Por aquí y por allá se oyen el canto del gorrión y el arrullo de las palomas mientras
los cucos y los canarios elevan sus himnos de alabanza al Creador. iQué coro tan perfecto I
Quinto día Los pájaros se sentían los dueños del mundo . Volaban por el espacio azul y se posaban en
las ramas de los árboles mientras los peces saltaban, felices, en el agua.

El mundo es ahora un lugar de be lleza indescriptible, pero está silencioso y vacío. A l

amanecer del quinto día, sólo se oyen el susurro del viento y el murmu llo de las olas en la
playa. No hay perros ladrando, ni leones rugiendo, ni un ga llo cantando, ni tan siquiera
una rana croando en los lagos cubiertos de nenúfares. Tampoco se escucha el sonido de la
voz humana . Todo es muy bello, pero tan silencioso ..
Dios no había imag inado un mundo así. Éllo creó para que fuera habit ado y todo lo
que había creado en esos cuatro primeros días tenía como objetivo acoger una infinidad
de seres vivos. De forma que baJo los bril lantes rayos del sol que bañaban el florido paisaje,
Dios entró de nuevo en acción.
La Bib li a continúa relatando «Dijo Dios" Rebose el ag ua de seres vivientes, y haya aves
que vuelen sobre la tierra, en la expansión del cielo")) . Creó los grandes anima les marinos
y todos los repti les que pueblan las aguas . Y Dios los bendijo diciendo: «Fructificad,
mu lt iplicaos y henchid el agua de los mares . Y las aves multiplíquense en la tierra».
iQué día tan maravilloso' ¿No te gustaría haber estado allí' A mí sí me habría gustado .
Me encantaría haber visto cuando Dios creó el primer
pececito de colores, el primer salmón plateado y la
primera ballena, tan grande como un submarino.
Dios debe de haberse divertido mucho al crear los
an imales marinos. ¿Cómo pudo diseñar tant as
especies? El simpático delfín, la pequeña trucha,
el maravilloso pez espada y la brillante sardina,
la estrella de mar, el cangrejo, la langosta, el
ca bal lito de mar, la angu ila ... En un solo día
los creó a todos con las facultades de vivir,
moverse y respirar debajo del agua, ¿te has
dado cuenta'
Pero no se det uvo aquí. Ese día creó
t ambién las aves . Diseñó la imponente
águ ila, el vistoso plumaje del pavo rea l, el
vivo colorido de l papagayo y la asombrosa
hab ilidad del colibrí. Míralos bien, ¿no te
parecen f asc inantes' Miles de aves de los más
diversos t amaños, formas y colores, subiendo y «y fue
bajando en vuelos rápidos y elegant es .. . Pero, la tarde
¿qué ha sucedido' iSe ha roto el si lencio!
y la ma ñana,
Llegan, desde t odas partes, bellas melodías .
el quinto día».

18
-...
 Infinidad de animales

Pero Dios no había creado todas aquellas maravillas solamente para las
aves y los peces. En las primeras horas de la mañana del sexto día se oyó
un rugido que provenía de los bosques. Las aves levantaron el vuelo y
avistaron una figura majestuosa con una dorada y espesa mata de pelo .
Era un león .
i Pero mira allá I íQué animal tan raro l Tiene cuatro patas
larguísimas y un cuello interminable. Sí, es una jirafa.
¿ y ese animal de allP Tan enorme, con las patas grandes como
t roncos, orejas que parecen abanicos gigantes colgados a ambos
lados de la cabeza . Su nariz se prolonga como un estrecho tubo que se
mueve en todas direcciones. Imagina cuánto se habrá divertido Dios al
crear el elefante.
y más allá, una pareja de caballos. Con qué elegancia galopan con
la ca beza erguida y las crines al viento ... ¿Y esa pareja de cebras, t odas a
rayas 7 Los leopa rd os, tachonados de pequeñas manchas ... , un cocodrilo
arrastrándose sobre sus patas torcidas ... , un hipopót amo caminando a paso
lento y abriendo su enorme boca ... , el came llo con sus dos jorobas .. , un
oso todo recubierto de pelo .. . iQué desfile l
Pero esto no es t odo. Además de los animales grandes, Dios creó
t am bién a los más pequeños. Mira, ahí vienen un perrito travieso, un
tierno gatito, un mono que se columpia en las rama s de los árboles, un
camaleón que cambia de color, una ard il la de larga cola ... El hecho de
que estos animales hayan sido creados en un solo día sobrepasa nuest ro
entendimiento.
No es sólo el hecho de que se les haya dado la vida, sino que cada
uno ha sido dotado con la capacidad de ver, oír, oler, comer y engendrar
cachorritos parecidos a ellos. Nosotros podemos dibujar animales en un
papel o modelarlos sobre barro, pero no podemos darles vida, ni tan
siqu iera a un sim ple mosqu ito. La Biblia nos explica que «entonces dijo Dios:
"Produzca la t ierra seres vivientes según su especie". Y dios hizo animales
silvestres y todo repti l que se arrastra. Y vio Días que era bueno».
Dios estaba contento con su obra y sus criaturas también se sentían
felices y en paz.
Sin embargo, la creación no estaba terminada. Faltaba lo más importante
de todo, y Dios lo dejó pa ra el f inal.

20
 Dios crea al hombre
Sexto día

¿Al guna vez le has dado una sorpresa a alguien ? ¿Le has entreg ado un rega lo a algún
amig o? ¿Tal vez una t arta de cumpleaños a tu madre, o un libro que sabías que algún
am igo tuyo desea ba 7
¿Verda d que cuando ya ti enes la sorpresa preparada es difícil esperar el momento
de la ent rega 7 Sientes una emoción muy grande, casi t an gra nde como la que senti rá
la otra persona cua nd o la reciba, o incl uso mayor. Só lo ha vivid o esta emoción quien ha
experim entado ya el placer de da r con alegría .
Pues bien, una emoción semejante debe de ser la que Dios si ntió el sexto día de la
creación . Su reg alo para el hombre estaba complet amente term inado. Era un regalo de
cu mpleaños, pues se iba a celebrar el nacimiento de alguien. Había pasado la semana
preparando el regalo. iY menudo re ga lo l Un mundo maravil loso repleto de tesoros: oro,
plata, pi ed ras preciosas, ali mento en abundancia: nueces, f rutas, cereales y agua pura y
cristalina . Un mundo que cont enía bell ezas como los árbol es, los arbust os y las flores. Un
mundo lleno de maravillosos seres vivos: aves, peces y an ima les de todas las especies y
colores . iEra el para íso l
La Bibl ia relata lo que dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme
a nu estra se mej anza. Y domi ne so bre los peces del ma r,
sobre las aves del cielo, sobre el ganado y sobre t odo
an imal qu e se arrast ra sobre la tierra . Y creó
Dios al hombre a su imagen , a imagen de
Dios lo creó. Ho mbre y muj er los creó »
«A su imagen» , a semej anza de Dios .
Es extraordinario. Dios podría ha ber
dicho: «Haga mos al hom bre a se mejanza
del león»; pod ría haber dicho : «Hagamos
al ho mbre co n al as co mo águi la». Pero no, en
lugar de eso decidió crear al hom bre parecido a él. No pod ría haberle
co nferido mayor honra o ha berle demostrad o má s am or.
«Formó Dios al hom bre del polvo de la t ierra». La creación qu ed ó te rm inada cuando el Cr.ea dor dio, suavemente, los
Cuan do Dios creó los animales y las aves, dijo: «y así sucedi ó'> . En cu anto su voz últi mos r.et oques a su obra maest ra. Y allí, sobre la tierra de la cual había
dio la orden, los ani males apa recieron saltando por la tierra. Sin em ba rgo, cuando si do f ormado, yacía el hombr.e : el primer ser human o, silencioso e in móvil.
Dios creó al hombre fue diferente. Dios <<lo formó ». Con sabiduría, paciencia Ent onces, segú n narra la Biblia, Dios «so pló en su nariz aliento de vi da, y
y tern ura, modeló su ca beza, su rostro, su cuerpo. Y puso en él cosas el hombr.e llegó a ser un ser viviente» . Dios se inclinó sobr.e la maravi llosa
maravill osas, co mo la fa cu lt ad de ver, de oír, de pen sar, de hab lar o de criat ur.a que había form ado, tan se mejante a él mismo, y le dio, t iern a y
record ar. Y lo más sorprendente de t odo: Dios le dio la capacidad de amar, amorosamente, de su propia vida. Adán despertó y contem pló todo lo que
de reír y de adorar. había a su alr.ededor.

22
 áv
V-1-II\¡;¡, as sensaciones de Adán
Adán contempló por primera vez el hermoso
mundo recién creado . ¿Qué habrá pensado 7 ¿Qué
habrá dich07 Bueno, la verdad es que en principio no Dios creó los vegetales y los árboles fruta les antes
vería a nadie con qu ien hab lar Me parece imag inar de formar a los an imales y al hombre, y al crearlos,
a un perrito lamiéndole la mano, o a un gatito los hizo de ta l manera que el los pudi eran extraer del
maullando para llamar su atención. suelo los eleme ntos indispensables para la vida, ta les
Ll egados de todas partes se le acercaban muchos como los minera les y las vitaminas .
animales, unos más grandes, otros más pequeños. Ll egamos ahora a la última parte del sexto día, El
Todos eran muy mansos y parecían admirar a Adán. sol ya está a punto de ponerse. Dios ya ha creado la
Lo seguía n en sus paseos por el va lle, sobre la hierba tierra de la nada; ha separado el agua de la tierra; ha
verd e, debajo de árboles frondosos que acog ían cubierto las montañas y las colinas con magníf icos
a más y más anima les, así como a las aves que se árboles y hermosas fl ores; ha creado las aves, los
acercaba n pa ra observar lo que estaba pasando. peces y los demás an imales y, para coronar todo
Alegres cantos de bienvenida llenaban el aire. esto, ha creado su obra maestra: el hombre.
El instinto les decía que aquel ser de noble Pero aún fa ltaba algo, el acto más delicado y
estatura y hermoso aspecto era un ser inteligente hermoso de toda la semana de la creación.
que dominaría sob re todos ellos. No tenían miedo,
ni tampoco lo tenía Adá n, El ciervo saltaba junto
al leopardo y los bu eyes, los came llos y los búfa los
pastaban todos juntos en paz y armonía. Adán, al
verlos comer, tamb ién sintió hambre. ¿Qué se podrá
comer aquí? De pronto ve los frutos de los árboles y
se da cuenta de que son su alimento. Entonces oye la
voz de Dios: «Te doy toda planta que da semilla, que
est á sobre la t ierra, y todo árbol que lleva fruto y da
sem illa. Eso será tu al imento».
y así Adá n pudo elegir entre todos aquellos
suculentos manjares. El único problema era saber
por dónde empezar: ¿por la manzana, el plátano, las
uvas, el melocotón, las nueces o las almendras?
Nun ca sa bremos qué comió Adán ese
día, pe ro de una cosa sí podemos estar
seguros comió de los alimentos más
frescos y sabrosos que hayan existido
jamás, pues hacía solamente tres días
que había n sa lido de las manos del
Creador.

Posiblemente Adán se
dio cuenta ensegu ida, al
observar a los animales,
de que estaban en pa rejas,
es decir, que cada uno
tenía una compañera.
Junt o al majestuoso león
había una leona; detrás
de l elegante caba llo estaba
una graciosa yegua; cerca del
tigre se paseaba su hembra .
Únicamente Adán se encontraba
solo. Los animales lo miraban con
ojos expresivos, le hacían compañía;
pero ni siquiera el perro, que era el
que más pa recía entenderl e, podía más
que ladrar, saltar y mover la colit a. No
ten ía a nadie con quien compartir sus
pensam ientos y sent imientos. Adán debe
de haberse preguntado por qué no tenía
una compañera, y ta l vez incluso haya
empezado a buscar una. Pero no encontró
a nadie. Pensando en esto, se tumbó sobre
la suave hierba y se quedó profundamente
dormido, perdiendo toda noción de cuanto
lo rodeaba. Todo se desvaneció. En ese
momento, Dios se acercó a él con un toque
de su mano creadora , le extrajo una
costi lla y, a partir de ella, creó a la mujer.
¿ Por qué habrá actuado Dios de esa manera 7
ti quería que Adán supiese que su mujer era
rea lmente parte de él y que por eso debía tratarla
siempre como a sí mismo. La Biblia nos dice que
Dios creó a Eva para que fuera una «compañía
idónea para Adán». Ella debía estar siempre a su
lado, ayudándolo, trabajando con él, así como
haciendo planes y compartiendo las alegrías de la
vida .
Del mismo modo en que había formado al
hombre del polvo de la tierra, Dios formó a la que
sería la madre de toda la especie humana. Modeló con
perfección su lindo rostro, en cuyos ojos resplandecía
el amor por la vida y cuya sonrisa le daba una belleza
incompa rable . Colocó en su mente y en su corazón la
ternura y el cariño propios de una madre. Después,
Dios se la presentó a Adán.
i Qué maravilla ! Allí, frente a él, estaba un ser
mucho más hermoso de lo que hubiera podido
imaginar. Contemp lando su mirada radiante y
bondadosa, enseguida se dio cuenta de que sería
su compañera para toda la vida, la amiga que
tanto deseaba. Y dijo: «Es hueso de mi s huesos
y carne de mi carne. Se llamará "mujer",
porque del varón fue tomada ». Y fue amor
a primera vista . Se dieron cuenta ensegu ida
de que se pertenecían el uno al otro .
Tomados de la mano, recorrieron los
campos cubiertos de flores, las colinas
tachonadas de árboles, las playas donde
rompían las olas del mar, maravillados de
toda la creación.
El mismo Dios los observaba con
alegría, al constatar su fel icidad .
«y f ue
la tarde
y la maña na,
el sexto día».
27
EL JARDíN DEL EDÉN YLA CAíDA PARTE

Génesis 2: 8 - 5 : 27 11

bramos la puerta por segunda

vez y miremos hacia el
.f-'UJ~ do ...
El jardín era tan bonito que,
con ra zón, se le ha llamado paraíso. Pero,
¿qué sucedió para que sus habitantes
tuvieran que salir de allí7

29

El jardín-hogar
La Bibl ia dice que Dios preparó en Oriente un
ja rdín, el Edén, y en él colocó al hombr,e
Pa ra preparar este ja rdín no necesito cavar
agujeros en la tierra ni plantar sem illas. Como
Creador, hizo que aparecieran, en un Instante,
árbo les y arbustos ya desarrollados, cada uno en el
lugar adecuado. Podía decir " Aqu í quiero un bosque
de cedros, allí uno de abedules, más allá pinos ...
y todos aparecían a medida que iba hablando. SI
deseaba que un valle se plaga ra de orquídeas y otro
de gladiolos, así suced ía.
Cuando observamos las maravillas que aún
existen en la naturaleza podemos imag inar el
esplend or de aquel jardín . Dios no construyó para
la nueva pareja un palacio o un chalet de piedra. En
luga r de eso, les preparó un hogar cuyas pa redes
eran pa lmeras y abetos, y cuyo suelo estaba cubierto
de mul lida hierba verde . El techo estaba formado por
las ramas de los árboles y más arriba se situaba la
luminosa bóveda ce leste, donde el sol ilum inaba de
día y la luna y las estrellas de noche. , sabidu ría, había modelado su obra más bella:
No necesita ba más cobertura porq ue no habla
lluvias ni tempestades, sino que salía de la tierra una
especie de rocío que regaba el suelo.
No había cuartos pa ra dorm ir, sino lugares de
descanso junto a ríos cristalinos. La sala de est ar
posiblemente se encontraba a la orilla de un lago
en el que nadaban cis nes. La sala de muslca estaba
entre los árboles, donde los pájaros ento naban
hermosos cánticos La despensa eran los propios
árboles, cargados de frutas. Era un hogar muy
hermoso y tranquilo.
30
M e pa rece esta r escucha ndo a Eva decir:
"Adán, mira qué flores tan preciosas, qué bien
huelen ... Este lugar es perfecto pa ra vivir".
Durante el paseo se fueron acercando a dos
árboles diferentes de todos los que habían visto
anteriorm ente. Am bos estaban cargados de
frutos vistosos. Mientras los admira ban, Dios se
les acercó para decirles que se encontraban en el
centro exacto de l jardín y que uno de los árboles
que esta ban cont emplando era el árbol de la vida
y el otro el árbol del co nocim iento del bien y del
mal.
Entonces Dios le dio a Adán una norma.
Le dijo que podían comer libremente el fruto
de todos los árboles excepto del árbol del
conocimiento del bien y del mal, porq ue el día
que comieran de él, morirían.
¿M orirían 7 ¿Q ué quería decir eso? ¿Y por
qué habría colocado Dios ese árbol en el jardín?
Continuaron pasea ndo, juntos y feli ces, mientras
el sol se escond ía tras el horizonte.
iQu é día tan espectacula r l Al romper el alba,
los anima les habían surgido de la t ierra a la orden
del Creado r. Después había creado al hombre a su
prop ia imagen y semejanza. Final mente, con gran
la mujer. Ahora el día estaba llegando a su fin.
Aumentaban las sombras, los pájaros se recogían
en los árboles, y los anima les, por instinto, se
preparaban para la noche que se acercaba.
Adán y Eva miraron haci a el oeste y
contem plaron el cielo que se te ñía de los colores
más hermosos, haciendo que cada árbol y cada
flor se revistiera de una rara belleza . En ese
momento, Dios ya había term inado la creación
y estaba deleitándose de toda la obra que había
creado. Y vio que todo era muy bu eno.
31
 Un día para recordar

Cuando el sol se escondió el sexto día de la Creación, todo el jardín se sumergi ó en una Nunca sab remos exactamente de qué hab laron aquel
increíble cal ma. Todo quedó en si lencio, mientras aparecían las estrellas y la nat uraleza se día, pero debe de haber sido emociona nte cam inar
veía envuelta por la misteriosa y suave luz plateada de la luna. acompañados por el Crea dor.
Adán y Eva se senta ron y se maravil laron ante la belleza de la noche, t al co mo se había n Ese primer día de desca nso y de com pañerismo especial
maravil lado ante el esplendor de l día. Posibl emente, ro mpiendo el silencio, Dios les explicó en con Dios debió de se r realmente agrada ble. Dios desea que
aquel momento que el nuevo día sería para ellos un día santo. Debe de haberles explicado cada día de descanso se viva como aquel primer día, por
que en seis días él había creado todo lo que los rodeaba y que ahora desca nsa rían junt os. eso escribió en los Diez M andam ientos : «Acuérd ate del día
La Bibl ia dice qu e el sépti mo día Dios ya había co mpl etado toda su obra y enton ces sábado pa ra sa ntifi ca rlo». Pu edes trabajar durante se is días
descansó. No descansó porque estuviera cansado, pues Dios no se ca nsa, si no que descansó para hacer todo lo que necesitas, porq ue en seis días el
porque había terminado su obra. Descansó pa ra dar ejem plo a Adán ya Eva y pa ra Señor hizo el cielo, la tierra , el mar y todo lo que hay en
enseñarles a separa r, cada semana, un día pa ra la convivencia con su Creador, y para que le ellos, pero el sépti mo día descansó.
adoraran. Po r eso, el Señ or bendijo el sábad o
Dios bendijo ese día para qu e f uese de beneficio a sus hijos terrenales. Y aun hoy, los que y lo declaró santo .
lo guardan y lo sa nt if ica n, saben cuán benef icioso es . De f orma ext ra ord inaria, la paz y la Miles de años despuéS de ese
fel icidad del cielo inundan el corazón de los que siguen el plan diseñado por Dios pa ra Adán día, Dios qu iere que continuemos
y Eva. acord ándonos de sa nt if ica rlo, de
Cuando la luz del so l despert ó a la pareja de su prim era noche de sueño, el Se ñor les cam inar y hablar con él y de
reveló algu nos de los mag níf icos secretos de la Creaci ón. Ta l vez les haya exp licado cómo la adorarl o como el Creado r de
savia recorre el ta llo llevando al iment o a todas las partes de la pla nta; cómo un huevito los cielos y de la tierra .
azul se tra nsforma en un canario amari llo; cómo la semil la de una manzana da
origen a un manzano; o cómo la abeja recoge la miel ...
 El primer
engaño
Los días que pasaron Adán y Eva en el
jardín del Edén fueron fabu losos. Estaban
sanos y fuertes; no sabían qué era el dolor,
ni la enfermedad. No tenían nin gún t ipo de
preocupaciones. Se despertaban cada mañana
con excelente disposición y f rescura, como
las f lores del campo, sin frío ni ca lor.
Dios les había pedido que
cu idaran del jardín, pero como no
había hierbas dañinas ni espinos, su
trabajo era el mejor pasatiempo. Con
respecto a la ali mentación, les bast aba
con extender la mano y morder.
Así fue el primer hoga r del ser
humano, indescriptiblemente hermoso,
t ranqui lo y feliz. El plan de Dios era
que se quedaran allí pa ra siempre,
pero cometieron un terrible error
que lo cambió todo. ¿Cuá l habrá
sido ese error, de consecuencias tan
trágicas 7
En una ocasión, Eva sa lió a pasea r
por el jardín, sola. Llegó junto al árbol
del conocimiento del bien y del mal y
se preguntó: "¿Por qué razón nos habrá
dado Dios acceso a todos los árboles
excepto a éste 7 ¿Por qué no podemos
comer de su fruto? ¿Qué nos sucedería si
com iéramos?"
Sin embargo, Eva no t enía la menor intención
de desobedecer a Dios. Ya se esta ba alejando del
árbol cuando oyó una voz que la sobresaltó. Miró a todas
partes, pero no vio a nadie.
34
Ent onces descubrió que la voz provenía de un animal precioso que
se encontraba en la cima del árbol. Se llamaba serpiente.
¿Un anima l que habla? ¿Volverá a hablarme 7 Y lo hizo,
pe ro con una voz tan dulce y amistosa que Eva perdió
todo recelo. Al fin y al cabo, era bueno tener alguien
con quien hab lar. Pero, ¿q ué animal era ése, que
podía hablar?
La Biblia dice que era Satanás, quien la estaba
tentando, como venganza , para destru ir los
planes de Dios con relación al hombre.
¿Venganza? ¿Por qué? Porq ue en el cielo
él había sido un ángel especial. Se
llamaba Lucifer, el ángel más hermoso
e importante de todos. Un día, este
ángel había querido ser igual a
Dios. Como esto no era posible,
se rebeló.
-C on que Dios os ha
prohibido come r de todo lo
que hay en el jardín ... -dijo la
serpiente .
-Podemos comer de todo lo que
queramos excepto del f ruto de este
árbol. Si comemos de él, moriremos
-respond ió Eva.
- No, no moriréis -le contestó la
serpiente.
Eva debe de haber pensado: "¿Cómo
es posible que alguien se atreva a
contradecir a Dios?" En vez de alejarse
de allí e ir en busca de Adán para contarle
lo suced ido, Eva siguió escucha ndo lo que la
serpiente le decía .
35
 Una prueba de amor El precio del pecado

Al escuchar aquella voz tan suave surgió en la mente de Eva la primera duda. Dios había
dicho que morirían si com ían , pero la serpiente había afirmado que no sería así ¿Quién
tenía razón? La se rpiente se aprovechó de la duda de Eva e introdujo una idea malévo la:
-D ios sabe que el día que comáis de este fruto, vuestros ojos se abrirán y co noceréis
el bien y el mal.
La serpiente estaba sugiriendo que Dios había sido injusto y que no quería que ellos
supiesen tanto como él. Aquello despertó la curiosidad de Eva : ¿Qué es el mal? Sería
interesante descubrirlo ..
Esta actitud es peligrosa. Estamos mucho mejor sin conocer lo ma lo.
Eva se fue dejando convencer. Dudó de Dios, creyó que no pasaría nada
por desobedecerle. Estaba lista para extender la mano, tomó uno de
los frut os y lo com ió. Le pareció delicioso. Le ext rañó que Dios
quisiera privarlos de un fruto tan rico.
Entonces se acordó de Adán y le llevó el f ruto para
que él tamb ién lo probara . Ambos comieron y no
sucedió nada . ¿Estaría Dios equivocado )
Pero Dios no se equivoca. Había una buena
razón para su actitud: era la mejor manera de
descubrir si ellos lo amaban. Les había dado
todo y a cambio sólo esperaba recibi r una
prueba de amor a través de la obediencia.
Si lo amaran, no habrían tocado el fruto.
Al verlos desobedecer, Dios supo que no
podía confia r en ellos y que iban a sufrir,
morir y retornar al polvo de la t ierra, del cua l
habían sido creados.
Poco después de haber comido del fruto, se
dieron cuenta de que habían cometido un error y se
preocuparon. ¿Cómo reaccion aría Dios) Se asustaron
enormeme nte. Por primera vez, experim entaron la
t risteza y se escondieron .
Ad án y Eva vagaban, confund id os, por los mismos sitios donde anteriormente habían
sido tan f elices. De pronto, oyeron aquel la voz amiga y fam iliar Hasta ese momento habían
sal ido siempre a su encue ntro , como se sale al encuentro de un amigo muy querido. Ahora
huían de él y se escondieron entre los árboles del jardín. Pero eso era un error, pues nadie
puede esco nderse de Días.
y Dios preguntó a Adán
-¿Dónde estás)
Adán salió lentamente de su escondite y dijo:
-Oí tu voz en el jardín y tu ve miedo, y me escondí
¿Miedo ? iQué extra ño! Nunca antes había sentido algo semeja nte. Y lo más triste era
que sentía miedo de su Creador.
Dios sa bía todo lo que había sucedi do, igual que conoce todo hoy. Pero, aun así, le
preguntó a Adán
-¿ Has comi do del árbol del cual te ordené que no comieras)
Sí, había comido, y Eva también. Y estaban deso la dos. Dios los
había avisado: «El día que de él comieras, ciertamente morirás».
Como nunca habían visto la muerte, no sabían lo que era.
Enton ces Dios les explicó que desde el mismo instante en
que habían desobedecido, habían comenzado a mori r.
Ya no vivirían para siemp re, como había sido el plan
de Dios. Y además, debían sal ir del jardín. Tendrían
que trabajar con esfuerzo, senti rían dolor y tristeza,
vería n cómo el pecado hace sufrir a las personas y
a toda la natura leza. ¿Habrá sido Dios demasiado
severo) i No ! Tenía que aduar así, pa ra que ellos
comprendieran que el peca do arruin a y corrompe
todo lo que t oca.
Fue triste para ellos tener que abandonar su
hogar, porque les atormentaba la idea de que
no podrían volver Jamás

36 37
 IUN ;"'t:: speranza

La Biblia cuenta que Dios les proveyó ropas

hechas con pi eles de animales y así pud ieron
J'iI"""=~ darse cuenta de cuán malo era el pecado,
pues un an ima l tuvo que morir para que
ellos se pudieran tapa r Cu ántas veces
habrán recordado los días pasados en el
paraíso y se habrán preguntado si alguna
vez se les perm iti ría volver..
Recordaron las pa labras que
Dios había dirig ido a la serpi ente,
int enta ndo comprender su signif icado:
«Por cuanto esto hicist e, ma ldita serás
entre todos los animales. Sobre tu pecho
andarás y polvo comerás todos los días
de tu vida. Enemistad pondré entre t i y
la mujer, y entre su descend encia y tu
descen denci a. Tú le herirás el talón,
pero él te aplastará la cabeza». •
Eva supo que tendría hijos, lo cual
seguramente la alegró mucho, pero,
¿ qué signifi caba aquel la promesa?
Significaba que un día la serpiente
que les había traído tant o mal sería ¿Cuál sería ahora el plan de Dios? ¿A quién se refería
destruida. Ta l vez entonces podrían
cuando habló del Descendiente de la mujer?
reg resa r al jardín del Edén. Ésa
fue la primera promesa hecha al
homb re y la primera reg istrada
en la Biblia. A med ida que iban Pensaba en el niño Jesús, que había de venir al mundo. Él derrotaría y destrui ría a
naciendo sus hijos Caín y Abel , Satanás, y ll evaría a Adán y a Eva de nuevo al paraíso. Claro que Dios no les expli có
Se!. .. A dán y Eva pensa ban qu e eso ta rd aría m iles de años, porque seguramente se ha brían desanimado, pero la
que sería alguno de ellos promesa alentó sus co razones y aú n hoy los hombres continúan t ransm itiendo unos a
quien ap lastaría la cabeza otros esta maravillosa espera nza . Por eso en la actualida d muchos siguen esperando la
de la serp iente y entonces venida de Jesús en todo el mundo.
pod rían volver al jardín. Cua ndo él vuelva, la serpiente, el diablo, será destruida, el Edén será restau rado y
Pero pasa ban los años y no 105 hijos de Dios vivirá n allí en perfecta fel icidad pa ra siempre.
suced ía nada.

38 39
 El primer hijo

Cuando Dios creó los peces, las aves y los demás an imales, les dijo: «Multip licaos
y llenad la tierra» . Como resultado, los ríos y los lagos se llenaron de pececitos. Las
aves comenzaron a construir sus nidos, pusieron sus huevos y los incubaron, tal como
hacen hoy en día. Y en la tierra, la perrita tuvo sus cachorros, la gat a sus gatitos y la
leona sus leoncitos, así como la mona sus man itos. La misma orden fue dada a Adán
y a Eva de que tuvieran una fam il ia y disfrutaran del amor de muchos niños y niñas.
Dios dio al ser huma no esta posibil idad de tener hijos para que fueran felices. No
sa bemos cuántos hijos tuvieron Adán y Eva, pero la alegría que transm itían los niños
ha~ rá hecho borrar un poco la nostalgia que sentían de su hogar, el jardín del Edén.
Su primer hijo se llamó Caín. iCu ánta atención le dedicaron l iCuá ntas
espe ra nzas de que se convirtiera en un apuesto joven, fuerte y activo l Pero,
al contrario, este niño fue motivo de una gran tristeza para sus padres.
Cuando sa lieron del jardín, pensaban que ya habían pagado el precio de su
desobediencia, pero eso no era más que el comienzo. Con la actit ud de Caín
constataron lo que el pecado puede hacer en la vida de un niño, de una fami lia,
en el corazón de unos padres . Ese niño, el primer hijo de la pareja, también fue el
primer asesino de la historia .
El segundo hijo de Adá n y Eva se llamaba Abe!.
Caín y Abel deben de haber jugado juntos, se habrán divertido mucho subiéndose
a los árboles y nada ndo en ríos de agua fresca y cristalina. Con el correr de los años,
se habrán convertido en jóvenes fuertes y ded icados a distintos t ra bajos. Ca ín era
lab rador Sembraba y después observaba brotar las plantas
Abel prefería el contacto con los animales, por eso elig ió la profesión de pastor.
Demostraba un gran ca riño por su rebaño, especialmente por los cord eritos.

40
 la rimera discordia
Adán y Eva contaban a sus hijos muchas historias sobre el ja rdín del Edén y sobre los
maravillosos días que habían pasado en él. También les hablaban de las cosas malas que
habían sucedido allí, confirmando siempre el gran amor de Dios.
Los niños también aprendieron que debían demostrar su gratitud hacia Dios llevándole
ofrendas. Se les enseñó que el pecado es ta n od ioso que sólo se puede limpiar mediante la
muerte y el derramamiento de sang re . Ellos debían construir un altar con piedras y coloca r
sobre él un carnero. Después debían matar el carnero, que finalment e debía ser consumido
por un fuego enviado por Dios.
Abel ofreció su mejor cordero, pero Caín llevó algunos frutos, por lo que Dios aceptó la
ofrenda de Abel, pero no la de Caín.
¿Por qué hizo Dios esta diferencia? Porque al derramar la sangre del cordero, Abel
demostró haber entendido el plan de Dios, que señalaba al sacrificio que haría Jesús
muriendo en la cruz. Caín también entendía esto, pero consideraba que su ofrenda sería
tan buena como la de su hermano y que Dios debía aceptarla.
Dios contempló la mirada airada de Caín e intentó calmarlo:
- ¿Por qué estás tan enfadado? Si procedes correctament e, tu ofrenda también será
aceptada. Si actúas bien podrás andar con la cabeza erguida, pe ro si no, el pecado esta rá
siempre llamando a tu puerta intentando vencerte . Pero tú puedes dom inarlo.
No había favoritismos por pa rte de Dios. Caín tuvo la misma oportunidad que Abel,
pero la envidia y la ira lo cegaron. Cuando los hermanos se encontraron en el campo,
deben de haber tenido una co nversación poco amistosa. Caín, furioso, se aba lanzó
sobre su hermano Abel y lo mat ó. Así ent ró la muerte por primera vez en la famil ia
humana, dejando un hogar destrozado. Cómo deben de habe r sufrido aque llos padres ..
Ciertamente, tuvo que costarles asumir que su hijo no volvería a respirar, a sonreír ni a
hablar
- día perd ieron dos hijos. Abel había muerto y Caín había
42
El hombre marcado
Caín se asustó mucho cuando vio a su hermano inerte. Se preguntaba
qué había sucedido, pues nunca antes había visto a algu ien muerto.
Finalmente comprendió la terrible verdad : Abel estaba muerto como el
cordero que había ofrecido y que había sido la causa de su disputa.
Su rabia se transformó en miedo y en arrepentimiento. No podía
regresar a su familia y enfrentar el rechazo y el disgusto de sus padres.
Debía huir
Éstas son las consecuencias del pecado: separa a los que se
qu ieren y trunca su feli cidad acaban do co n la paz y la alegría.
Al alejarse, Caín escuchó la voz de Dios:
- ¿Dónde está tu hermano Abe!'
- No lo sé, ¿soy yo acaso guarda de mi hermano?
-¿Q ué has hech0 7 - preguntó el Señor nuevamente.
Dios sabía bien lo que había sucedido, pues no hay nada
que se pueda esconder de la vista de Dios, quien había sido
testigo del terrible suceso.
Caín había transgredido el mandamiento que dice: «No
matarás». Su orgu llo, odio y celos lo habían llevado a cometer
aquella injusticia. Ahora debía ser castigado pero, ¿cóm0 7
Dios le comunicó: «Serás echado de la tierra que abrió su
boca para recibir la sangre de tu hermano Cuando labres la
tierra, no te dará más su fruto. Errante y extranj ero serás en la ti erra».
Dios le perdonó la vida, le puso una marca de protección, pero Caín
tuvo que huir lejos de sus seres queridos.
iPobre Caín! Él mismo dijo: «M i castigo es mayor de lo que puedo
soportar. Andaré errante y fugitivo en la tierra». La Biblia no dice cómo
era aquella marca pero debía recordar, a qu ien se cruzara con Caín, los
t erribles resultados del pecado.
Pensemos también en Adán y Eva, que en un mismo
desapa recido. Pero su corazón se llenó de espera nza
nuevamente cuando Eva supo que iba a tener otro hijo. La
Bibl ia dice: "y ella tu vo un hijo, y lo llamó Set, porque, dijo
ella, "Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel"».
43
 y vivieron muchos años
Cuando nació Set, Adán tenía 130 años. A nosotros nos parece que era muy viejo, pero lo
cierto es que aún vivió ochocientos años más. Sí, murió a los 930 años de edad. ¡Imagina la
cantidad de velas que tendría que poner en sus tartas de cumpleaños l Pero, ¿cómo se puede
vivir tanto tiempo 7
Recordemos que Adán fue el primer hombre creado por Dios. Era, por tanto, el hombre más
perfecto que haya existido. No había contaminación en la tierra y los alimentos eran del todo
saludables. No existían las enfermedades, ni un simple resfriado, por eso Adán vivió tantos años.
Vio no sólo a sus hijos hacerse adu ltos, sino también a sus nietos y tataran ietos.
Imagínate que hubiera celebrado su novecientos cumpleaños e invitara a todos sus
familiares, que eran los habitantes de la tierra .. . Se habrían juntado miles de personas. Pero no
solamente Adán vivió muchos años. Su hijo Set, por ejemplo, llegó a los 912 años y un hijo de
éste, llamado Enós, vivió 905. Cainán vivió 910, Mahalaleel 895 y Jared 962. El hombre que más
años vivió se llamaba Matusalén y llegó casi a los mil años, concretamente a los 969. Su padre,
Enoc, vivió 365 años y nunca más fue visto. Lamec vivió 777 años y Noé 950.
A partir del capítulo 5 de Génesis se
puede hacer un gráfica con las edades de
estos nueve patriarcas. Curiosamente ocho
de ellos vivieron en los tiempos de Adán.
Esto significa que tuvieron conocimiento
de la historia de la Creación y del Edén
y de las promesas de Dios, ya que
Adán y Eva mismos se las habían
relatado.
La maravillosa historia fue
transmitida de padres a hijos, de
patriarca a patriarca. Así no habría
disculpa para el pecado y para el
desconocimiento de la voluntad
de Dios relativa a sus hijos que
habitaban la tierra.
El hombre que fue trasladado al cielo
Como hemos mencionado
anteriormente, Enoc vivió menos que
105 demás patriarcas: 365 años. ¿Qué
sucedió? ¿Enfermó joven y murió!
No, la verdad es que no murió. Dice
la Biblia que «Dios lo llevó con él".
Eso quiere decir que fue directamente
al cielo, sin pasar por la muerte. ¿Por
qué Dios se llevó a Enoc! Dios no
acostumbra a hacer esto. Sin duda
alguna hubo una buena razón,
porque él también amaba
a Adán, la obra maestra
de su Creación, ya Set;
sin embargo permitió que
murieran. El caso de Enoc
fue diferente. Dios lo amaba
tanto que no quiso dejar que
muriera, y se lo llevó al cielo.
¿Por qué!
La Biblia nos explica lo suficiente para que lo entendamos: «Todos los días de Enoc
fueron 365 años. Caminó, pues Enoc con Dios y desapareció, porque Dios lo llevó".
Ahí está el secreto: Enoc caminó con Dios. Eso era lo que Dios siempre había deseado,
por el propio bien del ser humano, y Enoc consiguió servirlo y hacer su voluntad
completamente.
Nunca abrigó en su corazón egoísmo, celos u odio, pues sabía que esos se ntimientos
no eran propios de un hijo de Dios. Dios lo observaba continuamente y cuanto más lo
observaba, más lo admiraba. ¿Qué ayudó a Enoe a vivir una vida así7 Tal vez al hablar con
Adán hubiera comprendido el amor divino revelado en la Creación y había decidido amar al
Creador. O tal vez al ver a su primer hijo sintió un a enorme gratitud.
Como Enoc caminaba con Dios de esta manera, Dios le reveló sus planes para el futuro y
pudo escribir una gran profecía: «Vendrá el Señor con miles de sus santos», refiriéndose a la
segunda venida de Jesús en gloria
En el Nuevo Testam ento podemos leer otro registro maravilloso que dice que Enoc
agradó a Dios. Y agradar incluye los pensamientos, las palabras y los actos.
45
 ,
H1STOR1AS SOBRE NOE y El DllUV10
PARTE
Génesis 6 - 11: 9
111

uchos recordaréis este canto infantil:

((Un día Noé a la selva fue,

llamó a los animales alrededor de él:
"El Señor está enfadado,
El Diluvio va a caer.
No os preocupéis,
Que yo os salvaré"".

¡Un diluvio! ¡Qué

increíble! ¿Cómo será?

Acompañemos
a Diego, a Marta
ya Rodrigo.
Abramos la
puerta con
ellos...

--
,--

:..----
 Olas tristes y dificiles Un constructor de barcos

Enoc caminó siempre con Dios pero, desgraciadamente, no sucedió lo mismo con
la mayoría de los hijos y nietos de Adán. Caminaban solos, e incluso se olvidaron
completamente de Dios. Se volvieron egoístas, envidiosos, violentos y malos. Comenzaron
a luchar entre sí, a matarse, a seguir únicamente sus instintos malvados. Y cuanto más se
alejaban de Dios, más pecadores se volvían.
Satanás, que había hablado con Adán y Eva haciéndose pasar por una serpiente, estaba
muy contento por el rum bo que habían tomado los acontecimientos. Su deseo de arruinar
a la human idad dio resultado cuando encontró la mejor fórmula posible conducir al ser
humano a desobedecer a Dios.
Así, los hombres se
burlaban de Adán, lo
llamaban viejo y anticuado y
se rebelaban contra las normas
divinas que él les recordaba. Adán
llegó a ver este mundo, que había sido tan
hermoso y pacífico, lleno de gente perversa y
cruel. El mismo Enoc llegó a reprender las obras
impías de los murmuradores y descontentos que
andaban según sus propias pasiones. Esto sucedió unos novecientos años después de la
Creación, pero quinientos años más tarde todavía era peor. Había guerras por todas partes,
todos corrían pe ligro de muerte. La Biblia dice que Dios se entristeció mucho y dijo: «Raeré
de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, el reptil y las aves
del cielo».
Cla ro, que Dios sufrió con esta decisión de destruir las cosas tan lindas que había creado
y quiso dar una nueva oportunidad a los hombres. Esperó 120 años más para ver si algunos
se arrepentían. ¿Habría alguien sobre la tierra a qu ien Dios pudiera confiar su último plan
de salvar al mundo?
Era necesario que alguien anunciara al pueblo el plan divino y Dios miró a Noé, un
hombre justo y honesto que cumplía siempre la voluntad de Dios. Noé, el último de los diez
antiguos patriarcas, tenía casi quinientos años. Era perspicaz, atento y fuerte, uno de los
hombres más sabios de su época. Pero lo más importante es que a pesar de vivir rodeado
de maldad, permanecía leal a Dios. La Biblia dice que cam ina ba con Dios. En esto era igual
a Enoc y por eso Dios lo eligió para ser el constructor de una gigantesca arca.
Un día Dios se acercó a Noé y le dijo: «He decidido poner fin a todo ser
viviente, porque toda la tierra está llena de violencia a causa de ellos.
Traigo un diluvio de agua sobre la tierra, para destruir
toda vida debajo del cielo».
Nuestro anciano debe de haberse sentido muy triste,
pero Dios había concebido un plan para salvar a todos
los que lo desearan. Le dijo:
- Haz un arca, un arca enorme ..
¿Una arca? ¿Para tanta gente? ¿Cómo? Noé se
quedó asombrado con las medidas que Dios le dio.
Eran semejantes a las de un transatlántico actual: 150
metros de largo por 25 de ancho y 15 de alto. ¿Por qué
un barco ta n grande? Primero, porque Dios quería que
todos vieran que había lugar para cuantos quisieran
entrar. Segundo, porque tenía que albergar un gran
número de animales. Tercero, porque la embarcación
debía soportar tempestades y grandes mareas.

48
 Pasado algún tiempo ya se veía
la qu il la de la gran emba rcación y el
Construir aquella
pueblo comenzó a burla rse y a reírse.
emba rcación su ponía
¿Pa ra qué quería Noé un barco
una gra n tarea para
tan grande? ¿Cómo conseguiría
Noé. ¿Cuántos Además, llevarlo hasta el ag ua!
árboles habría que debía enfrentar
Noé intenta ba hab larles
talar? ¿Y có mo los la burla y la crítica
ace rca del Diluvio que vendría
transpo rtaría! ¿A de los que lo veían
sobre la tie rra diciendo a
cuántos hombres emprender aq uella
todo el mundo que debían
emplearía! obra. refugiarse de él. Pero cuanto
más hablaba, más se mof aban
de él. Sin que le importa ra,
Noé continuó con su tarea de
construcción del barco y de
predicación del mensaje divino.

Pero Noé quería obedecer a Dios

sobre t odas las cosas, de modo
que comenzó a trabajar con gran
entusiasmo.
 la entrada de los animales
Ciento ve inte años habían pasado desde que Noé comenzara la construcción del arca y
ya estaba li sta. Dada su gran envergadu ra , se la podía ver a kilómetros de distancia, pero
nadi e se acercaba, se lim itaban a señalarla y a decir: «Noé está loco».
Lo cierto es que los trabajadores ya había n regresa do a sus casas, y el barco, junto al cual
est aba únicame nte la fami lia de Noé, t enía un aspecto triste y abandonado.
Durante 120 años Noé había estado invitando a todos a entrar, pero nadie había
aceptado la invitación. Pero cua ndo ya la gente los miraba con desconfianza y comentaba
que el barco se pud riría al lí, sucedió algo extraord inario. Una gran fi la de an imales se
encam inaba de dos en dos hacia la puerta del arca. Cada vez era n más y llegaban desde
t odas di recciones.
52
La madera de la rampa de acceso al arca iba cediendo bajo el peso de los corpulentos
elefantes, tig res y osos . Pero tamb ién entraron ca ba llos, cebras, canguros, gatos, conejos,
ard il las y animales de todas las especies.
Nunca habían visto nada semejante. Aun así, el pueblo no se convenció. Pensaban que,
posiblemente, Noé había transformado aquello en una especie de zoológ ico.
Cuando entró el último anima l, Noé volvió a advertir:
-Se acerca un gran diluvio, por eso los an imales han entrado en el arca. Por favor,
entrad t ambién vosotros antes de que sea demasiado t ard e.
Pero nad ie respond ió. Mientra s ta nto, él almacenó una enorme cantidad de comida para
los an imales y tamb ién para su fami lia. Fin almente, Dios hab ló de nuevo con Noé:
- Entra en el arca, tú y toda tu fami lia, porque has sido justo delante de mí, en medio
de est a generación . Dentro de siete días haré ll over sob re la tierra durante cuarenta días y
cuarenta noches y desaparecerán de la superf icie de la t ierra todos los seres vivos.
Noé tenía seiscie ntos años cuando entró en el arca co n sus tres hijos, Sem, Cam y Jafet,
su mujer y sus nueras. Los anim ales también entra ron de dos en dos, incluidas las aves.
Nad ie más entró. El pueblo tuvo su oportunidad, pero la desperdició, satisfecho con su
ma l proceder.
Tras haberse acomodado todos, la puerta se cerró lenta ment e, por el poder de Dios. Noé
echó un últi mo vistazo al mundo exteri or, cuya belleza no volvería a ver.
53
 Comienza a Pero lo peor estaba aún por
llegar, porque la lluvia continuaba
cayendo intensamente y el nivel
del agua seguía subiendo. Era
Dentro del arca, Noé esperaba imposible escapar Entonces se
ansiosamente el cumplimiento de la acercaron al arca:
promesa de Dios. Posiblemente se - iAbrid, abrid I i Dejadnos
preguntaba cómo y cuándo sería el entrar l i Estamos arrepentidos l
Diluvio. Pero ya era demasiado tarde.
Fuera del arca, la gente se hacía Las casas fueron arrasadas,
estas mismas preguntas. El hecho de los bosques desaparecieron, los
que la puerta estuviera cerrada, al montes parecía n islas cubiert as
principio les causó una sensación por las olas. Todos iban perdiendo
extraña. Después, como no fue rzas y se veían arrastrados por
sucedía nada, volvieron a la corriente. Durante cuarenta días
burlarse de Noé. llovió sobre la tierra. A medida

Pasaron los días ... hasta que amaneció el séptimo. En el cielo, en lugar de
un sol radiante, aparecieron amenazado ras nubes negras y pronto se vieron
rayos y relá mpagos. Empezaron a caer las pri me ras gotas de lluvia del día y de la
historia del mundo. El viejo Noé ten ía razón. La lluvia comenzó a ser torrencial. El
caudal de los ríos se llena ba y la tierra se empantanaba. Todo se inundó. Todos corrían cerca de 150 días.
hacia los lugares más altos: muros, árboles ... Ahora m iraban el arca de un modo diferente
y gritaban:
- iÉste es el Diluvio del que hablaba Noé!
que el
nivel de las aguas iba subiendo
levantaba n el arca, que navegaba en calma
transportando su preciosa carga. La Biblia dice que
murieron todos los seres vivos que existían en la tierra:
hombres, animales, aves ... ; solo sobrevivieron Noé y los que
estaban con él en el arca. Las aguas cubrieron la tierra durante

54 55
 Un viaje extraño y dificil

Solo un barco muy bien constru ido estaría en cond iciones de

navegar arrastrado por el viento y la tempesta d, sujeto a las grandes
presiones de agua de los primeros días. No podía n diri girse a
ning ún puerto ni a otro barco porque, simplemente, no existían.
En el interior del arca, las condiciones de vi da tam bién
debía n de ser difíci les: gra ndes sacudidas, fal t a de luz y
hasta de ai re fresco, y una gra n inseguridad sobre lo que
sucedería a continuación. ¿Cómo terminaría todo aq uello?
Pero Dios cu id aba del arca y todo sal ió muy bien . Sus planes
para el mundo dependían de aquel barco y de los que se
encontraban dentro. So lo a través de el los se podían cumplir
sus promesas.
Obviamente Satan ás procuró hundir el arca y desmotiva r a
Noé y a su fami lia, pero Dios los proteg ió de una form a muy
especia l. Enton ces dej ó de llover El arca dejó de moverse,
pero no se divisa ba tierra, sólo agua por todas partes . Noé
compren dió que lo peo r ya había pasado y que el nivel de la s
aguas estaba bajando. • I
Un día, les pareció avistar la cima de un monte. Entonces Noé
abrió la ventan a y soltó un cuervo, que voló y voló pero, como
no encontró un lugar donde posarse, regresó al arca . Siete días
después envió una paloma, pero también reg resó. El agua toda vía
cu bría la vegetación de la t ierra. Noé espero siete días más y envió
la pal oma de nuevo. Esta vez, aunque también regresó, tra ía una
rama de olivo en el pico. Qué bien, ya había señales claras de
que las aguas esta ban bajando. Noé esperó una semana más
y volvió a enviar la pa loma, pero esta vez ya no regresó.
Había encontrado tierra seca.
Entonces Noé abrió la cubiert a del arca y vio que
el suelo esta ba seco. La lluvia había cesado y el so l
bri llaba intensamente. El Dil uvio había term inado.
El arca se quedó en la cima del monte Ararat.
 Un nuevo comienzo Había árboles ca ídos, rocas al descubierto, zonas devastadas ... No se vislumbraba ni
una sola casa. Y all í estaba n ellos, so los .
Noé vio en el cielo algo que nunca antes había visto. Era un arco de siete colores que
brillaba resplandeciente sobre la t ierra, como si la qu isiera abrazar. ¿Qué sería aquel lo 7
Por f in llegó el momento más espera do. La m ism a mano que había cerrado la pu erta del Entonces Dios le expl icó que era el arco iri s, un a seña l para recordar la promesa que
arca ahora la ab rió, y Dios dij o a Noé: había hecho a los seres vivos de que nunca más habría un diluvio . Este mensaje
-Podéis sa li r, t ú, tu mujer y tus hijos y nueras. Los ani males también deben salir. Haz fu e de gran consuelo y esperanza para ellos, dio muchos án imos al corazón
que se espa rzan sobre la tierra, que crezcan y se multipliquen . de aquella fa mi lia y les reaf irmó, una vez más, la certeza del amor
Qué ag rad able salir al aire li bre, pisa r tierra seca , sentir la suave brisa .. . Habrá sido de Dios .
un espectácu lo excepcional ver de nuevo a los animales en libertad. Las aves vola ban, Así partieron y com en za ron a construir un nuevo mundo.
cantando, los demás anima les corrían y manifestaban su aleg ría con sus cantos. Un os
desaparecieron ensegu ida, otros se quedaron junto a Noé, de quien se habían encariñado.
Noé sintió tanto agradecimiento que lo primero que hizo fue j untar unas piedras y constru ir
un- altar pa ra honrar a Dios . Al ver la actitud de Noé, Dios le dijo
-No volveré a castigar a los seres vivos con un dil uvio. Nunca más dejará de haber
sem illa y cosecha, frío y calor, veran o e invierno, día y noche.
Noé y su f amilia contem plaron el desolador panorama que se
avistaba desde la cima del monte donde el arca se había parado .

58
 la torre de Babel La idea fue bien recibida por los incrédu los y, bajo la supervisión
de Nimrod, famoso cazador, comenzaron a trabajar.
Rápidamente, aunque la tarea no era fác il en aquel la época, la
t orre de ladrillo comenzó a crecer y a crecer. A Dios no le gustó
No sabemos cuánto t iempo permanecieron aún Noé y su familia dentro del arca, pues que hubiesen dudado de su palabra y sabía que la torre no era lo
no tenían casa. Tampoco sabemos si se quedaron en el monte Ararat. Posi blemente los hijos mejor para los hombres. Entonces intervino de una forma muy
-5em, Cam y Jafet- sal ieron a explorar los alrededores, en busca del mejor lugar para original. En aquel los tiem pos todos hablaba n el mismo idio ma
empezar de nuevo. Con seguridad sus padres los siguieron un poco después. y Dios confund ió la forma de habla r de los edificadores. Unos
¿ Qué pasó con el arca 7 No lo sabemos, t al vez quedó sepultada bajo la nieve, hasta que comenza ron a hablar en una lengua y otros en otra, hasta
desapareció. que dejaron de comunicarse porque ya no se entendían.
Empezar de nuevo no debe de haber sido nada f áci l, dada la destrucción causada por las En la práctica eso significaba que si alguien pedía ladrillos,
aguas. Tuvieron que const ru ir casas y muy deprisa, porque dos años después nació un hijo le daban agua; cuando pedían un martillo, le daba n una
de 5em y nieto de Noé . Arfaxad fue el primer bebé, según narra la Biblia, que nació en el pala. Hubo una gran confusión entre ellos y comenzaron a
mundo posterior al Di luvio. Después nacieron muchos más. Los hijos de Noé tuvieron fam ilias
enfadarse. ,Ld'=~~~;;,i;,i;;jii~é1~¡;¡¡~
muy numerosas que se ext endían en todas direcciones. Así comenzó la tierra a poblarse Abandonaron el trabaj o y se separaron, partiendo
nuevamente. ha cia direcciones distintas. No se quedó nadie pa ra
Al f ina l del primer siglo después del Diluvio ya habría en torno a medio mi llón de habitantes construir la t orre de Babel. La pa labra 'Babel'
en la tierra . La mayor parte se habrá quedado cerca del anciano Noé, que vivió 350 años más significa co nfusión.
después del Diluvio. Murió a los 950 años .
/
Con seguridad tanto Noé como sus hijos habrán contado muchas veces a sus
descendientes la historia de cómo el mundo había sido destruido por un diluvio a causa de l
1
pecado. Nadie dudaba que realm ente hubiera sucedido.
Sin embargo, con el paso del tiempo, no sabemos por qué, alguien suscitó algunas dudas:
-Cualqui er día Dios enviará nuevamente un diluvio y moriremos todos, como nuestros
antepasados.
-Pero si hay un arco iris que nos recuerda precisamente que Dios no volverá a destruir la
tierra con agua ..
_¿ y vamos a confiar nuestro futu ro y el de nuestros hijos a un arco iri s7 Debemos hacer
algo que nos libre del peligro.
y así el asunto se convirtió en tema de conversaciones, sospechas y planes. Decidieron
construir una torre en la planicie de Mesopotamia. Sería una torre tan alta que llegaría hasta el

...-----
cielo y al lí estarían a salvo en caso de que se repitiera un diluvio.

...~ ...

• ••
I / ,/

• i
ABRAHAM,
=
ISAAC
-
YJACOB PARTE
Génesis 1'2: 1 ~24 : 67 ./'
IV

• ué emocionante es

l viajar al pasado! Allí

están la torre de Babel
y el monte Ararat, que
ya conocemos, pero también los ríos
Tigris y Éufrates, la ciudad de Ur de los
Caldeos y Harán, que han presenciado
las escenas de las vidas de Abraham
y de sus familiares. Tenemos ante
nosotros una nueva serie de historias y
de personajes de los tiempos bíblicos.

Sur
 Dios habla con ~fham
Cerca de ci en años después del Diluvio los hombres r segui r siempre a Dios. Claro
se esparcieron sob re la tierra, alejándose de Babel.
Un grupo, guiado por Asur, nieto de Noé, viajó
cuatrocientos kilómetros hacia el norte y fundó la
ciudad de Nínive. Otro grupo se dirigió hacia el sur y
fu ndó la ciudad de Uro Otros fueron hacia occidente,
en dirección a lo que hoyes Europa y otros hacia
oriente. Así nacieron aldeas, pueblos y
ciudades, se desarrollaron el comercio y
la industria, se descubrieron metales y
piedras preciosas que habían quedado
enterrados tras el Di luvio, se construyeron
barcos que perm itían navegar por mares
desconocidos. Mientras tanto, muchos
hombres se mantenían unidos a Dios, pero
la mayoría había comenzado a olvidarlo,
algunos inclu so se habían hecho ídolos y
los adoraban. Los más ancianos segu ían
contando la historia del Diluvio y de cómo
Dios había salvado el arca. Pero, poco a
poco, el hecho pasó a ser considerado
una leyenda y so lo unos pocos creían
que en verdad había sucedido.
Trescientos años después del
Diluvio, los hombres se habían
vuelto tan malvados como los
antediluvianos. Entonces Dios
buscó a alguien que siguie ra
creyendo y viviendo la verdad que
tantos habían abandonado y que la
transmitiera a sus hijos.
64
TI Dios miró hacia la ciudad de Ur de los Caldeos, donde vivía un hombre que se llamaba
Taré y que tenía tres hijos: Harán, Nacor y Abram. El más joven, que más tarde sería
conocido como Abraham, amaba mucho a su Dios. Su mamá le habría contado muchas
veces las historias de los grandes personajes desde Adán y Eva. Sabía cuán malo es el
pecado y tomó la decisión de
que permanecer junto
a Dios no era fácil
en la ciudad de Ur,
donde él vivía, pues
prácticamente toda su
población adoraba a los Ur de los Caldeas
ídolos.
Dios probablemente pensaba: «Aquí hay uno en el que
puedo confiar el futuro de mis planes para la redención del
mundo ».
Pasaron algunos años. Abram se casó con una joven
llamada Sara. Como no podían tener hijos, él y su esposa
ded icaron mucha atención a un sobrino llamado
Lot, sobre todo después de la muerte del padre
de éste. Para evitar vivir ent re personas que no
querían saber nada de Dios, Abram sa lió de Ur
b--- llevando consigo a su esposa Sara, su sobrino
Lot y su padre Taré. Claro que un viaje como
éste, en aquella época, requería grandes preparativos
y muchas despedidas; por eso todos los habitantes de Ur
supieron acerca del inminente viaje.
La mayor parte no entendía la razón por la que
dejaban una vida tan cómoda para encaminarse
hacia lo desconocido, Canaán; pero Abram conocía
suficientemente bien a Dios para darse cuenta de que iba
a ser conducido por él, y nada lo podría impedir.
65
 - -
-
,
--

Finalmente todo estaba listo para emprender

el viaje, inclu idos los criados con sus f amilias y los
numerosos rebaños. Lot también llevaba a su fa milia,
sus siervos y su ganado.
Todos avanzaban al paso de los niños y de los
animales, por eso paraban frecuentemente. Cuando llegaron
a Harán, permanecieron al lí durante un t iempo porque Taré, padre
de Abram, estaba demasiado viejo para continuar. Pero después de
su muerte, Abram se preparó para reemprender la marcha .
Dios le había dicho: «Deja tu tierra, tu parentela , la casa
de tu pad re y vete a la tierra que te vaya mostrar. Haré de ti
un gran pueblo; te bendeciré y te honraré. Tu nom bre será una
bendici ón y, a través de ti, serán benditas todas las naciones de la tierra)).
Abra m no podla olvi dar estas pa labras que contenían una maravi llosa
promesa para toda la human idad . No dudó ni titu beó, incluso aunque su
decisión imp licara dejar familiares y amigos. Desde Ur a Canaán había algo
menos de mil kilómetros, pe ro les ll evó años llega r porque eran una gran
caravana.
Abram sabía que se dirigía a una tierra especia lmente buena, que Dios
le habla destinado: la Tierra Prometida .

66 67
 bre justo
Por ejemplo, Canaán tenía este nombre porque significa "hijo de Cam", y es la tierra
que hoy llamamos Palestina.
La mayoría de estos pueblos, es triste decirlo, se habían olvidado de Dios y adoraban
ído los, al sol y a la luna, como si fueran sus dioses. Les extrañaba el hecho de que la
caravana no llevara dioses y de que Abram hablara siempre de l Se r que creó los cielos y la
, t ierra, un DIos que ama y qu e quiere qu e lo amen.
En Siquem, Di os se apareció a Ab ram y le dijo que les da ría aquella t ierra a él y a su
descendencia.
Abram se sintió muy f eliz de oír la voz de Dios. Entonces
construyó un alta r y toda su familia se arrodilló al lí para adorar
al Señor. Ante esta escena, algunos de los habitantes de la
región se conmovieron, se acordaron de lo que les habían
contado anteri ormente acerca del Creador, y decid ieron
adorarlo.
Por donde pasaba, Abram const ruía un altar que
permanecía como testimonio de su fe en el Dios del
cielo .
Pero Abram era humano co mo nosotros, por eso
tampoco era perfecto. Él también cometía
errores. Una vez cometió uno muy
grande.
Cuando llegó a Egipto, como Sara
En aquel los t iempos viajar no era fáci l, como ya vimos. La era muy hermosa, tuvo miedo de
carava na ten ía que para r muchas veces para descansar, comer que Fa raón, sabiendo que él
y dar de comer a los niños y a los an imales. Por eso ava nzaba n era su mari do, lo matara para
muy lentamente. En cierto momento llegaron a un lugar llamado quedarse con ella. Entonces
Harán. dijo que Sara era su hermana.
Abram decidió que se detendrían allí du rante un t iempo, pues Faraón los trató muy bien, les
su pad re estaba muy viejito y enfermo, y le resu ltaba muy difíci l hizo muchos regalos, pero
viajar. Se quedarían alll hasta que falleciese. cuando supo la verdad se
Cuando la caravana reanudó el viaje, A bram ya tenía 75 enfureció y los expulsó.
años y aumentaban los problemas y la fa lta de entendimiento
entre la gente. Así, la marcha era cada vez más lenta.
El sur de la región era más bo nito que el norte, y estaba
poblado por descendientes de los constructores de la torre
de Babel (sus primos, por t anto)

69
Eligiendo un lugar donde vivir

Tras sa lir de Egipto las cosas se pusiero n difíciles para Abram y para Lot. Abram t enía
muchos anim ales y Lot también, por esta causa los sie rvos de ambos discutían y peleaban
con frecu encia.
La Biblia dice que «hubo conti enda entre los pastores del ganado de Abram, y los
pastores del ganado de Lot» . Uno de los problemas era la dificulta d para alimentar tantos
animales y otro, segura mente, el número insuficiente de pozos de agua en aquella zona .
Así, Abram se dio cuenta de que era im posible que ambos siguieran viviendo juntos.
Debían hacer algo pa ra mejorar la situación. Entontes, llamó a Lot y le dijo con mucha
cortesía:
- Lot, para que no haya problemas entre nosotros y nuestros criados, lo mejor será que
nos separemos . Puedes escoger dón de quieres asentarte. Si qu ieres ir a la derecha, yo iré a
la izq uierda, y si quieres ir a la izq uierda, yo iré a la derecha.
De este modo Ab ram dio a su sobrino la posibilidad de eleg ir La Biblia dice que Lot
levantó sus ojos y vio toda la llanura del río Jordán, que era húmeda y fértil. Elig ió ese lugar
y pa rtió hacia Oriente. Así fue como se sepa raron.
Abram se quedó en la t ierra de Canaán y Lot en las verdes planic ies, junto a la ciudad
de Sodoma. Sodoma era una ciudad muy atractiva, tenía un mercado muy desarrollado
'. y muchos lugares de diversión, lo que tamb ién atrajo a Lot, quien pensó que nunca se
dejaría influir por la maldad de sus habitantes.
La decisión de Lot de vivir en Sodoma no fu e buena. Allí había tanta gente mala
y tantas infl uencias negativas que pronto se convertiría en un lugar de grandes
luchas y violencia a todos los niveles. Es digna de destaca r aqu í la grandeza
de Abra m, que dio a Lot el privileg io de elegir, aunque eso le hub iera
perjud icado.
71
 l/Ni una correa de sandalia"
Es posib le que Ab ram se hubiera sentido un poco desanimado porque su ganado no
pudiera pastar en las márgenes de l Jo rdán, pero lo más importante es que Dios le dijo:
«Levanta tus ojos desde donde estás hacia el norte y hacia el sur, hacia el oriente y el
occidente, porque te daré toda esta tierra que ves, a ti ya tu descendenc ia para siempre» .
/ Abram se puso muy contento y se preparó para ir a vivir a los robleda les de Mamre, que
están junto a Hebrón. También allí erigió un altar al Señor.
Pasado un tiempo, supo que Lot tenía serios problemas. Cuatro reyes de Mesopotamia
se habían aliado para atacar las cinco ciudades más allá del mar Muerto, entre las cuales se
encontraban Sodoma y Gomarra . Las cinco f ueron derrotadas y los vencedores secuestraron
a Lot y a su fam il ia, además de saquea r a su paso todo lo que encontraron, incluidos los
bienes de Lot
72
¿ Qué hizo Abram cuando recibió la noticia 7 Reun ió 318 de sus hombres más fuertes
y persiguió a los ladrones hasta Damasco . Logró rescatar a sus familiares y los bienes que
poseían, y todo lo que se habían llevado de Sodoma y Gomorra. Cuando Abram regresó
fue aclamado como un héroe y recibió grandes manifestaciones de gratitud . La Biblia dice
que uno de los reyes, Melqu isedec, qu ien tamb ién era sacerdote, dijo
-Bendito sea Ab ram por el Dios Altísimo, Señor de los cielos y de la tierra .
Como ofrenda de gratitud, Abram dio a Me lquisedec la décima parte de todos los bienes
que había recuperado. El resto lo entregó al rey de Sodoma pero éste, en agradecimiento,
le dijo:
-Entrégame ún icamente a las personas y quédate con los bienes.
Sin embargo, Abram no quiso quedarse con nada. Desde aquel día en ade lante su lema
fue: «Ni un hilo, ni una correa de sanda lia», es decir, no aceptó nada que pudiera servir de
soborno, por insignificante que pareciera.
73
Tan numerosa ,
comG> las estrenas

Hacía mucho tiempo qwe Abram vilJía en Canaan y ~e preguntaba qué tendría Dios
reservadC'J para él. S@ acordaba de la promesa de que ~u descendencia sería como la amna
del mar, que nadie puede contar.
Pero, ¿<"ómo sería esto posible, si Abram y Sara no tenían hijos7 Eran ricos, poseían
muchos animales y siervos, pero no tenían hijos. Cuando él muriera, ¿quedaría toda su
fortuna para su principal criado, Eliezer?
Cuando Abram presentó a Dios este problema, el Señor le respondió que su heredero
sería un hijo suyo. Es más, Dios le preguntó si era capaz de contar las estrellas del cielo.
Pues así de numerosa sería su descendencia. Abram no comprendió cómo podría ser
esto, sin embargo lo creyó y Dios, a causa de su fe, lo consideró justo . Entonces le dio
una señal más. Le pidió que trajera algunos animales y los cortara por la mitad. Y le habló
del futuro, de que tendría hijos y pasaría por pruebas duras, pero que siempre velaría por
él y cumpliría sus promesas. Después de ponerse el sol quedó todo muy oscuro y una
antorcha de fuego pasó entre los animales . En aquel mismo día, Dios hizo un pacto con
Abram: «Daré esta tierra a tus descendientes, desde las riberas de Egipto hasta el gran río
Éufrates» .
Cuando Dios le prometió una descendencia numerosa, también le cambió el nombre. A
partir de ese momento se llamaría Abraham.

75
 Abraham le contó a Sara que Dios le había
las dudas de Sara prometido darles una descendencia numerosa.
Pero Sara sabía que no podía tener hijos y por
eso, en su opinión, el plan de Dios no podía tener
nada que ver con ella. Por esta razón dec idió que
Abraham debía juntarse con una de sus siervas y
tener hijos de ella. Y Abraham se juntó con Agar,
una sierva egipcia.
Aquél fue un gran error Abraham se precipitó.
Tendría que haber esperado a que Dios actuara,
t al como le había prometido que haría. Tuvo un
hijo de Agar, a quien llamaron Ismael, pero este
hijo no era el plan de Dios y causó problemas en
la fami lia.
Trece años más tarde Abraham ya casi tenía
cien años y Sara, noventa. El patriarca empezaba
a perder la esperanza, pero Dios le insistió en que
tendría un hijo con Sara, y Sara se rió, incrédula.
Entonces el Señor preguntó: «¿Por qué se ha
reído Sara pensando que no puede tener un hijo
a esta edad 7 ¿Es que para Dios eso es algo tan
difícil!»
y llegó la sorpresa, cuando ya no esperaban
que fuera posible La Biblia dice que Sara
se quedó embarazada y dio a luz un hijo
exactamente en el momento que Dios había
anunciado. Y nació Isaac, el hijo de la promesa.
Imagina cuán felices se habrán sentido Abraham
y Sara con la llegada de aquel hijito tan des-eado.

77
 Cae fuego del cielo

En las ciudades de Sodoma y Gomarra había

problemas muy graves, imposibles de resolver. Sus
habitantes se habían vuelto tan ma los y violentos que
eran un peligro para los pueblos vecinos . Lot vivía en
el centro, con su esposa e hijas que, a su vez, ya se
habían casado con hombres que no respetaban los
principios de Dios .
Como Dios confiaba plenamente en Abraham,
decidió revelarle un secreto: iba a enviar un castigo
sobre Sodoma y Gomarra. Abraham se acordó
ensegu ida de su sobrino, e intercedió por él ante Dios.
Le pregu ntó
-Si hay cincuenta personas justas en esa ciudad,
¿no la salvarás por causa de el las?
, Dios respond ió:
- Sí. Si encontrara en Sodoma cincuenta personas
justas, salvaría la ciudad por causa de ellas .
Abraham pensó que tal vez el número fuera
demasiado elevado y lo bajó hasta cuarenta y cinco.
-No la destruiría si hubiera cuarenta y cinco
justos.
- Bien -dijo Abraham- , ¿y si hubiera cuarenta 7
- Si encuentro ese número, no la destruiré.
Abraham, animado, pensó que tal vez Dios
perdonaría aquella ciudad si hub iera en ella treinta
personas justas.
- No la dest ruiré si encuentro allí treinta personas
justas.
Abraham todavía lo intentó con veinte, y
finalmente con diez.
- No la destruiré por amor a esos diez.

79
78
 Tiempo después llegaron a Sodoma dos ángeles disfrazados de hombres. Visitaron a Lot,
para avisarle de lo que iba a suceder Una vez se supo en la ciudad que estaban en casa
de Lot dos extranjeros, un gran número de hombres mal intencionados se dirigieron hacia
allí. Cuando Lot salió para reprenderlos, lo atacaron. Sólo la intervención de los
ángeles, que dejaron ciegos a sus atacantes, pudo salvarle la vida.
Lot se sintió muy triste y preocupado cuando supo que aquella
misma noche tendría que sal ir de la ciudad con su fam ilia, pues todo
iba a ser destruido. Corrió a avisar a sus yernos de lo que iba
a suceder, pero ellos pensaban que no hablaba en seno o
que estaba loco, porque lo que decía era absurdo. Hasta
el propio Lot comenzó a dudar y a retrasar
el momento de la huida . Fue
necesario que los mensajeros
de Dios lo agarraran de la
mano y le insistieran :
-¡Sálvate l Saca a
tu mujer y a tus hijas
de aquí. No miréis
atrás, ni os
quedéis por los
alrededores de
la llanura.
A
continuación
llovió fuego
y azufre
sobre Sodoma
y Gomarra y todo
quedó completamente
destruido.
La esposa de Lot, que sentía gran tristeza por tener que
abandonar la ciudad, se dio la vuelta para mirar, y se convirtió
en una estatua de sa l. Lot se fue con sus hijas a vivir a la
montaña y se resguardaron en grutas. Hasta hoy, varios mi les
de años después, toda esa región es un desierto árido cubierto en
parte por el Mar Muerto.

80 81
 Por su parte Agar y su hijQll ~b &1 u e ya tenía catorce años, no estaban nada
contentos y man ifestaron sus celos burlándose de Sara y de su hijo.
Abra ham tuvo que acabar echándolos del campamento, después de que Dios le hu E'2
asegurado que cuidaría de ellos .
Claro que tomar esa decisión le costó mucho, pero el sufrim iento había sld
ca usado por la falta de fe de Abraham.
Dios protegió siempre a Ismael en el desierto, donde creció
dond e más tarde se converti ría en arque ro.
Su descendencia dio origen a los árabes o
ismael itas.
Abraham y Sara amaban inmensa mente a
Isaac. i Habían esperado tanto su llegada !

Abraham tenía 100 años cuando nació el hij o que Dios le había prometido Dios tam bién le dedicaba gra n atención, p es
veinticinco años antes, cuando salió de Hará n con toda su fami lia. Abraham y Sara de su descendencia vendría Jesús, tan importan",
esta ban tan felices que lo llama ron Isaac, que signifi ca" risa". para el plan de la salvación.

82 83
 Abraham extend ió la
mano y agarró el cuchillo para
Un día, sin saber por qué, Dios le pidió a Abraham que ofreciera a Isaac en sacrificio, in molar a su hiJo.
que lo matara sobre el alta r en lugar del cordero habitual. Le dijo: «Ofrécelo en sacrificio Isaac cerró los ojos
sobre uno de los montes que te ind icaré». esperando el gol pe
Pobre Abraham. Seg uramen te pensaría que había entendido mal, que se había morta l. Pero el cu chil lo fue
equ ivocado, pues no era posible que Dios le pidiera algo ta n horrible. inmovilizado en el aire por la
Aunque no comprendiera la ra zón del pedido, a pesar del gran sufrimiento voz de Dios:
que suponía, Abraham decidió obedece r «Abraha m, Abraham», la
Se levantó muy tem pran o por la mañana, ma ndó a prepara r un burro y voz llegó justo a tiempo, «no
la leña, y junto con Isaac y dos de sus criados se dirigió al lugar que Dios le levantes la mano contra el
había indicado: el monte Moria. niño».
Viajaron durante dos días. Abraham caminaba ca bizbajo, sumergido en Segu idam ente apa reció un
una profunda tristeza. A determ inada altura, Abraham dijo a sus cria dos carnero preso a un arbusto.
que se sent aran y esperaran mientras él e Isaac iban a adorar. Tamb ién Abraham lo tomó y lo sacrificó
les dijo que regresarían pronto. ¿Se rá qu e Abrah am esperaba un milag ro,
como que Dios resucitara a su hijo 7
A Isaac le extrañó el hecho de que no hubieran llevado ning ún cordero
_r/___. . en el lugar de su hij o. Entonces
le dijo Dios:
«Ahora sé que me amas
para el sacrificio, y preguntó: y me respetas hasta el punto
-Papá, ¿dónde está el cordero pa ra el sacrificio' de no negarme a tu querido
Abra ham respondió: hijo. Te bendeciré mucho y
-D ios encontrará una víctima, hijo mío . multiplicaré tu descendencia
Ce rca de l lugar indica do para el sacrificio, Abraham construyó un altar, co mo las estrellas del cie lo
colocó leña sobre él, le pi dió a Isaac que se t umbara sobre ella y lo ató. y la arena del mar A través
Al lí estaba Abra ham, de pie ante el alta r, con las lágrimas corrien do por de tus descendientes serán
sus mej il las, mientras miraba a su hijo por última vez. Pero Dios también lo bendecidos t odos los pueblos,
estaba mirando, con gran amor y ternura, dándose cuenta de que est aba porque has obedecido mi
dispuesto a rea lizar tan gran sacrificio por él, sin objeciones, sin una sola orden» .
palabra de queja. Fue una promesa
maravillosa y Dios dio todo
a aquel hombre que se puso
inco ndic ionalmente en sus
manos. Padre e hijo, más
cercanos y f el ices que
nunca, regresaron a su
hogar en Beerseba, y la
vi da continuó.

84 85
 la elegida
- Señor, le pedi ré a una de las jóvenes que
incl ine un poco el cántaro pa ra que yo pueda
beber. Si el la me responde: «Bebe y daré
Abraham m iraba también de beber a tus came llos », ésa será la
con frecuencia a su qu e tú has eleg ido para Isaac.
esposa y constata ba, Tan pronto hubo term inado de habla r, vio a
con tristeza, cómo un a joven muy gua pa que se acercaba a llenar
envejecía ráp id amente . su cánt aro. Eliezer sal ió a su encuentro y le pidi ó:
A la edad de 127 años, «Dame de beber un poco de agua de tu cánta ro, por
Sara murió. La casa quedó f avop> .
muy triste y ellos, m uy solos . Ella respondi ó: «Beba, mi señor», y aña dió: «Sacaré
Isaac necesitaba casarse pero, ¿con ag ua para sus camellos, para que todos puedan bebep>.
qu ién? Tenía que ser con una joven Eliezer observaba con gra n admiración mientras la joven,
creyente. incansa blemente, daba de beber a sus animales. Sintió sin
Entonces Abraham se acordó de sus fam iliares que vivían lejos. Pero no quería que su ninguna duda que aquél la era la mujer Entonces extrajo
hijo se fuera , puesto que no sólo lo echaría de menos sino que temía que se alejara de una de sus bolsas algu nos adornos de oro y plata para
de Dios y de su plan para él. Llamó a su f iel siervo Eliezer, en quien con f iaba of recérs elos.
plenamente, y le pidió que f ue ra a la t ierra donde vivían sus pa rientes -¿ Cómo te llamas'! ¿De quién eres hija? ¿Habrá
y allí busca ra esposa para Isa ac. lugar en la casa de tu padre para que podamos descansar'!
Claro, que en aquel ti empo las cosas no eran como hoy - Me llamo Rebeca y soy hij a de Betue l, hijo de
y la historia de cómo el criado encontró novi a para Na cor. En nuestra casa hay sitio y comida para
Isaac es muy curiosa y bonita. ustedes y para los anima les.
El iezer preparó una gra n caravana con iAqué lla era la joven que buscaba!
diez camellos cargados, no sólo porq ue
estaban muy lejos y necesitaba n alimentos
para el camino, sino porque llevaba muchos
regalos. Emprendió este viaje con m uy buena
disposición pero sin saber a ciencia cierta cómo
debía proceder para tomar esposa para Isaac.
A l atardecer llegó a Harán, ciudad don de vivia Nacor, hermano de Abraham,
y se dirigió a un lugar en el que había un pozo. DeJÓ descansa r a los camellos y perm aneció
a la espera de las jóven es que habitualmente, a aquella hora, iban allí a buscar agua .
Pero, ¿a cuál eleg iría'! ¿La más hermosa'! ¿La mejor vestida'! Lo que debía hace r era
ped ir ayu da a Dios, yeso hizo.

86
 Eliezer se arrod illó y dio gracias a Dios:
«Alabado sea el Señor Dios de Abraham, que no
apartó de mi amo su bondad y f idelidad y guió mi
camino a la casa de los hermanos de mi amo».
Al ver a un ext raño alabando a Dios, Rebeca corrió a cont arle a
su mad re lo que había sucedido. Su hermano Labán fue al pozo
e invitó a Eliezer «Ven a nuestra casa, bendito del Señ or, ya
tengo tod o preparado para ti y para tus ca mellos».
El iezer qu iso contar su historia a aque lla fam ilia. Les
hab ló de Abraham y de cómo Dios lo ha bía bendecido y
les explicó cuá l era la razón por la que estaba al lí buscar una esposa
para Isaac. Les contó también que había pedido ayuda a Dios
junto al pozo, y de la cortesía que
había manifestado Rebeca.
En aquel momento seguramente todos se volvieron hacia Rebeca, a quie n debió de darle
un vuelco el corazón. Le tocaba a ella decidir.
- ¿Qu ieres ir con este hombre para casarte con Isaac?
- Sí -respondió con aire de felicidad.
y así, la caravana emprendió el cam ino de regreso, esta vez con Rebeca y sus sirvientas.
M ientras tanto, Abraham e Isaac esperaban impacientemente, sin dejar de ped ir a Dios que
lo dirigiera todo de la mejor ma nera.
Un día, al cae r la tarde, Isaac vio a lo leJOS una caravana fam il iar
Era la caravana de Eliezer. Cuan do Rebeca vio a Isaac, descen dió del
camel lo y le pregu ntó al cri ado de Abraham:
-¿Qu ién es aquel hom bre que sale a nuestro encuentro7
Élle respondió, y fue amor a primera vista. Isaac tampoco tuvo dudas
de que aquélla era la novia que Dios había eleg ido para él.
 Un chico encantador
Rebeca era una joven muy buena e Isaac era muy simpático y amigable. Siempre t en ía
una excelente disposición y le gustaba ayud ar a los demás. ¿Te acuerdas de cómo act uó con
su padre en el monte Moria? ¿Y de cuán dedicado est aba a su madre' La verdad es que
tenía un buen carácte r
Cuando Abraham murió a los 175 años de edad, Isaac mandó llamar a Ismael y Juntos
sepult aron a su pad re en la cueva de Macpela, donde descansaba Sa ra. Isaac era muy
rico, t en ía muchos rebaños de vacas y ovejas y muchos criados; por eso los filisteos lo
envi diaban. Como sabes, en aquellos t iem pos los pozos eran muy importantes, y los
fi listeos cegaron todos los que habían sido cavados por los criados de Abraham. Pero Isaac
no qu iso pelear con ellos. Cuando sus criados le dijeron que los pozos esta ban cegad os, él
dijo con calma :
-Está bien, abridlos.
Cuando más adelante los pastores del lugar le gritaron:
- ¡Esa agua es nuestra!
Isaac respondió:
- Está bien, no pelee mos por este asunto.
y mandó a sus siervos que abrieran otro pozo en un lug ar alejado . Esto se rep itió
de nuevo, hast a que el los desistieron porq ue no log raban pelear con un hombre
que era pacient e y bondadoso y que solamente tenía am igos. Como aprobando su
comportamiento, esa noche Dios se apa reció a Isaac y le dijo:
- Yo soy el Di os de Abraham, tu padre. No tengas miedo, porque estoy a tu la do.
Por causa de m i siervo Abra ha m te bendeciré y t e da ré un a
descendencia numerosa.
91
JACOB, ESAÚ y JOSÉ
PARTE
Génesis 25: 19 - 50: 26
v

uando nacieron los más célebres

gemelos de la hi stori a bíblica, llevaron
...." una doble alegría al corazón de Isaac.
Pero, ¿cuál de los dos era el mayor?
La vida de José es un poema escrito
en prosa. Es el máximo exponente de la
honest idad e integridad de carácter. Te gustará
especialmente este personaje. Incluso las
personas que no tienen el hábito de leer la
Biblia conocen la interesante historia de su
vida .
¿Cómo consiguió pasar de pastor a primer
ministro de Egipto 7

Isaac tuvo que esperar sesenta años pa ra tene r un hijo, pero
cuando esto sucedió no sólo tuvo uno, Si no dos. Fue sin duda un día
muy feliz para los que vivían con ellos. No se hablaba de otra cosa
que no fueran los gem elos Esaú y Jaco b. A todos les gustaba contar
que Jacob había nacido en último luga r y que había llegado con la
mano agarrada al ta lón de su hermano.
Para comprender bi en esta historia debemos record ar
que, en aquel t iempo, el primer hijo varón era el heredero de
todos los bienes de la familia. A esto se le llamaba derecho
de primogenitura. En este caso, el derecho pertenecía
a Esaú, pues había nacido antes que su hermano . Si
era muy importante ser el primogénito en cualq uier
f amilia, ser el primer hijo de Isaac lo era mucho
más, pues este ni ño heredaría una fortu na de
su padre y las ben diciones que Dios había
prometido a Abraham.
I
Esto también requería que el primogén ito mostrara una
con ducta acord e con su responsa bi lidad como tal, pero Esaú no
le daba ni ngún va lor a esas cosas. Lo que a él le gustaba era
correr por los campos y los bosq ues cazando con el arco y la
~-....e~ f lecha. No le interesaba nada más.
Jacob era diferente . Se quedaba en casa, cerca de su
mad re, escuchando historias sobre la fami li a, sobre Dios, y
ap rendiendo cosas muy importa ntes pa ra la vida. Su mamá
le co ntó que, cuando estaba embarazada, el Señor le había
dicho que uno de sus hij os sería más fuerte y que el mayor
t end ría que someterse al pequeño.
Los niños fueron creciendo pe ro como Esa ú raramen t e
estaba en casa la madre comenzó a apreciar más a Jacob. Los
gemelos eran práct icamente como dos extraños el uno para el
otro.
En una ocasión en que Esaú regresaba del cam po con
muchísima hambre, Jacob estaba cocinando unas lentejas muy
apetitosas . Cua ndo su hermano le pidió de aquella comid a, Jacob pensó
en aprovechar la ocasión de que su hermano tenía hambre para hacer un trato con él.
- Te da ré de esta comida si a ca mbi o tú me das la primogen itura .
Esaú, sin pensar en las consecuencias, aceptó el t rato mientras extendía
la mano para recibir su plato lleno. Jacob aprovechó la oportunidad que
tanto desea ba y le hizo jura r a su he rmano que todos los derechos de
primogenitura serían pa ra él.
Más t arde Esaú se dio cuenta
de su error. ¿Cómo pod ía haber
cambiado t anto por un plato de
lentejas?
Es posible que haya
implorado a su hermano que
anu lase el t rato, pero Jacob
no cedió. Est e peligro que
corrió Esaú de camb iar las
bendiciones de Di os por
un bien pasajero tam bién
lo corremos nosotros.
 los resultadQsv del .engaño
. irJ- i
- -~-""" _ ._ -
Pero Rebeca, que había escuchado la conversación, se lo contó todo
. ' - ' ". -, . a Jacob y juntos decidieron engañar al padre anciano.
,......~~lCfi Rebeca mandó a Jacob a buscar dos cabritos del rebaño. Con éstos
haría un guiso para que Jacob se lo llevara a su padre, haciéndose pasar
por Esaú . Así, el padre bendeciría a Jacob en lugar de su hermano.
-Pero Esaú es peludo -objetó Jacob, con temor de ser descubi erto.

Esaú no perdonó a su hermano el modo

en que se apoderó de su derecho de
primogenitura . Jacob tampoco se sentía muy
fel iz por lo que había hecho ni sabía cómo
reaccionaría su pad re cuando se ent erara de
lo suced ido.
A medida que el tiem po pasaba los
gemelos se iba n distancia ndo más:
Esaú andaba por el campo y Jacob
permanecía jun·to a las tiendas. Mientras ta nto
Isaac fue envejeciendo y ya tenía muchas dificultades pa ra ver.
Dándose cuenta de que pronto moriría, llamó a Esaú para hablar
con él. Le pid ió que fuera al campo y trajera algo de caza para preparar
una com ida; entonces le daría la bendi ción qu e le pertenecía por ser el
hij o mayor. Después Isaac podría morir en paz.
Obedeciendo a su padre, Esaú salió a cazar.
 -Déjame tocarte, hijo mío, para tener la certeza de que eres
Entonces, siguiendo las Esaú. Las manos parecen de Esaú, pero tu voz es la de
indicaciones de Rebeca, Jacob Jacob. ¿Eres Esaú?
se vistió con la ropa de Esaú y se La primera mentira siempre te obliga a contar
cubrió los brazos y el cuello con otras mentiras.
la pie l de los cabritos, por si acaso -Sí, padre, soy yo.
Isaac lo tocaba para aseg urarse Después, Isaac comió
de que se trataba de su hijo y ben dijo a su hijo:
primogénito. - Que muchos pueblos te sirvan y te
Jacob entró en la tienda y honren ...
cuando su padre le preguntó Tan pronto salió Jacob de la presencia de
qUiér:l era, él respond ió: su padre, se quitó el disfraz. Sin imaginar lo
- Soy Esaú, tu hijo que había sucedido, Esaú preparó la comida
primogénito. y f ue a ver a su padre.
Jacob mintió, imitando la voz -¿ Quién eres? - preguntó su padre
de su hermano. disgustado.
- Padre, he hecho lo que me Esaú se quedó intrigado, ¿acaso su padre
has pedido. Puedes comer y no lo reconocía 7
después bendecirme. -Soy Esaú, tu primogénito.
-¿ Cómo has encontrado -Entonces, ¿qu ién ha estado aquí y me ha
caza tan rápido 7 traído la comida que yo había ped ido? A él le
- preguntó Isaac he dado mi bendición.
desconfiado. Desolado, Esaú cayó de rodillas y comenzó
- El Señor la a suplicar:
envió a mi encuentro - Por favor, padre, bendíceme también a
- respondió Jacob, mí.
implicando a Dios en Pero Isaac no podía echarse atrás. Esaú,
su engaño. lleno de od io hacia su hermano, se dijo: «Mi
Isaac sentía padre pronto morirá y después mataré a
que pasaba Jacob» .
algo extraño Con gran temor Jacob, siguiendo el consejo
y pidió a su de su madre, decidió hui r a Harán, a la casa
hijo: de su tío Labán. El precio que Rebeca tendría
que pagar por su engaño fue no volver a ver
nunca más a su hijo Jacob. Por su parte, Jacob
también perd ió un hogar y la compañía de su
madre. Sufrió gran soledad y angustia durante
muchos años y sintió miedo y remordim iento
por lo que había hecho.

98 99
 •

la escalera hasta el cielo Jacob sintió una gran emoción al darse

> , ...: • cuenta de que era Dios quien le había hablado.
._ ,.~ - ¿Cómo podía Dios hacer tales promesas a un
~~ '
_ _ o

engañador, a un mentiroso?
La últ ima noche qu e Jacob pasó en casa de sus padres f ue muy
triste. Esaú estaba furioso con su hermano. Todos se daban cuenta
-,-- -.._. -
-.- _-.
-- . , UI'l8 de las cosas más hermosas de Dios es
de que había sucedido algo muy grave. Rebeca decidió ir a hablar ¿. __ =-:."': '::z
4..a r> que siempre está dispuesto a perdonar, hasta

- los pecados más terribles. Esto es lo que le

..;... .... - • .I""'¡¡
con Isaac: _ .... - I ~

-Ya va siendo hora de que Jacob se case, creo que sería

~-.
--_.-_
:- _ ~ ..OI
quiso exp licar a Jacob cuando le dijo: "Mira
_ • J
hacia arriba. No te abandonaré. Hay una
bueno que viajara a Harán, para buscar una esposa entre las
hijas de su tío Labán .
-- -. - , -- esca lera de amor que une la tierra con el cielo
-- _ .,.- .....,
A
~
Isaac estuvo de acuerdo y, tras las desped idas, que en y t ú puedes su bir por ella". Jacob se hizo una
este caso fueron sumamente tristes, Jacob emprendió un ....
-"
promesa : «Si el Señor me ayud a y me protege,
viaje largo y solitario. Sintiéndose misera ble, meditaba en '- - entonces él será mi Dios» .
todo lo que había perd ido y lo poco que había ganado. Tomó la piedra en la que había recostado
No tenía un camello para viajar, no ten ía riquezas de su cabeza e hizo un pilar conmemorativo
ningún t ipo, estaba huyendo para salva r su vida. Esa en aquel lugar, llamándolo Betel. Prometió
noche se acostó sobre el suelo duro con un a pied ra como construir allí un altar de adoración y devolver a
almohada y se quedó dorm ido. Dios la décima parte de todo lo que él le diera.
Mient ras dormía, soñó con una escalera que iba desde
"" c-=====
~
Esta oración fue el primer paso en dirección
la tierra hasta el cielo, y por la cua l su bían y bajaba n al cielo y Dios la oyó y aceptó su promesa. Lo
• mismo sucede cuando nosotros, arrepentidos,
ángeles de Dios. En la cima de la esca lera
estaba el Señor, que le dijo: «Yo soy el vamos a Dios. El mismo Jesús dijo: «Veréis el
Eterno, el Dios de Abraham t u padre, cielo abierto y los ánge les de Dios subiendo
y el Dios de Isaac. La t ierra en que y descendiendo». Cu ando estemos t ristes,
estás acostado te la daré a ti y a podemos mirar a lo alto de la esca lera; allí
tus descendientes, y todas las se encuentra Dios, que nos dice : «Yo estoy
fam ilias de la tierra serán conti go, te ben deciré y no te desampa raré».
benditas en t i. Yo estoy Puedes subir por la escalera en cua lquier
contigo, te guardaré momento de t u vida. Dios está siempre
dondequ iera que esperándote.
vayas, y te
devolveré a
esta tierra» .

100 101
 na qran lección Jacob trabaj ó para su tío aquellos siete años, soportando todo por amor a Raqu el. Se
marcó la fecha de la boda y Labán organ izó una gra n fiesta. Pero el día seña lado, Jacob
sufrió la mayor decepción que se pudiera imaginar. Labá n, actuando de modo semejante
a como habia actuado Jacob con su padre, lo engañó. Aprovechando la oscu ri dad de la
noche llevó a sus aposentos a Lea, su hija mayor, en lugar de Raquel. Al día sigu iente Jacob,
muy enf adado , fue a hab lar con Labán:
-iMe has engañado l ¿No te he servido t odos estos años por Raquel)
- Sí, pero aquí la hija más joven nunca se casa antes que la
mayor. Si me si rves durante otros siete años te daré a Raquel.
Pobre Jacob, siete años más ... No era j usto. Ahora
comprendía cuán terrible es ser engañado .
Pero él lo aceptó y, llegado el momento,
se casó con su amada Raq uel.

Tras haber caminado du rante muchos días bajo el sol abrasador y haber dormido en el
duro suelo, Jacob se aproximó a la ti erra donde había nacido su madre y de la cual tanto
había oído hablar.
Una mañana vio a lo lejos va rios rebaños recostados junto a un pozo Después de tantos
días de soledad, Jacob se sintió feliz de tener con quien hablar.
-Amigos, ¿de dónde sois)
-Somos de Harán - respondieron.
- ¿Conocéis a un hombre llamado La bán?
-Sí, lo conocemos. Ah í está su hija Raquel con las ovejas.
Jacob quedó pren dado de la hermosa joven y comenzó a saca r agua del pozo para
ayudarla. Después se acercó a Raque l y lloró de emoción mientras le explicaba que era hijo
de su tía Rebeca.
Labán lo reci bió con mucho cariño y lo invitó a que se quedara a trabajar para él. La
re spuesta de Jacob fue:
-Trabajaré para ti siet e años y a cambio me casaré con tu hija menor, Raquel.

102
 De vuelta con los suyos
- Durante veinte años he servido en tu casa y si Dios no me hu biera
ayudado, me hub ieras enviado con las manos vacías .
Labán sugi rió que hicieran las paces. Según las costumbres de la
Un día Jacob, cansado de la tiranía de Labán, le diJo época, juntaron varias piedras e hicieron un
- Permíteme regresar a mi tierra con mis mujeres y mis hijos. monumento en señal de alianza. Labán
Labán, co nt rariado, contestó: dijo «He visto que el Señor
- Te pido que no me dejes. Sé que el Señor me ha bendecido por amor a t i. Pide el estará entre nosotros cuando
salario que quieras y quédate conm igo. nos hayamos sepa rado». Al día
Jacob se quedó con él seis años más. Ahora ya t enía sus rebaños y era bastante sigui ente, La bá n se despid ió
próspero. Pero el ambiente no era demasiado bueno a causa de las envid ias. Una noche, de sus hij as y de sus nietos y
el Señor dijo a Jacob: «Yo soy el Dios de Betel, donde levantaste un pi lar y me hiciste una regresó a su casa.
promesa; levántate ahora y vuelve junt o a t u fa milia». Ent onces
Jacob habló con Raquel y Lea ; decidieron que recogerían sus
bienes y pa rti rían sin avisar a La bán.
Jacob se conmovió al recordar Betel, donde había visto
la escalera, y se si nt ió fel iz al constata r que Dios había
aceptado sus votos de aquella noch e. Era una razón
más pa ra regresar
Un día en que Labán estaba ausente con los
rebaños, Jacob montó a su fam ilia sobre los ca me ll os,
preparó el ganado para el viaje y se fu e, llevando
todos sus bienes consigo.
Pronto llegaron al río Éufrates, el cual atravesaron,
camino a la frontera norte de Canaán. Labá n no
se dio cuenta de la fuga hasta t res días después.
Sintiéndose enga ñado, juntó a un grupo de
hombres y sa lió en su busca para llevarlos de
vuelta. Cuando los encontró, le preguntó a su
yerno:
- ¿Qué quiere decir est0 7 ¿Por qué has huido,
llevándote a mis hijas como prisioneras 7 Ni
siqu iera me has dejado hacerte una fiesta de
despedida, o besar a mis nietos ..
Jacob respo ndió:

104
 Una lucha
Aún no habían te rm inado la s
grandes leccio nes que Jacob tuvo que
aprender antes de convertirse en un
hombre de Di os. Acababa de resolver
el problema con Labán y ya estaba
preocupado por lo que sucedería
cua ndo se encontrara con Esaú.
Decidió enviarle mensajeros para saber
si, después de veinte años, todavía
estaba enfadado con él.
Cuando reg resa ron los mensajeros
lo informa ron de que Esaú había salido
a su encuentro con un ejército. Jacob
tuvo miedo y oró diciendo: «Oh, Señor,
tú me has pedido que regresara a mi
t ierra, líbram e de las manos de mi
hermano Esa ú, pues tengo miedo;
protégenos a mi fam ilia y a mí».
Aquel la noche llevó a su fam ilia
a un luga r más seguro y se quedó a
solas. En med io del silencio y de la
oscuridad se arrodi lló y suplicó, una
vez más, la ayuda divina.
De repente, mientras ora ba, sintió
que alg uien lo agarraba fuertement e.
Se llevó un gran susto pensando que
era un homb re enviado por Esaú, o
que tal vez se trataba de un lad rón.
106
Empezó a lucha r con todas
sus f uerzas, hasta que sinti ó
un gran dolor en el muslo.
Incluso así cont inuó luchando.
Cua ndo amaneció descubri ó algo
extraordinario. No había estado
luchando con ningún hombre,
sino con el mismo Dios. Entonces
se agarró a él con gran fu erza y le
suplicó:
- No t e deja ré hasta que me
bendigas.
Dios le respondió diciéndole que
dejaría de llamarse Jacob (engañador)
pa ra llamarse Israel (el que lucha
con Dios). Le dijo que a partir de ese
momento sería también capaz de
enfrentar a los hombres.
Aquel fue el amanecer de un día
diferente para Jacob. Sus recelos
habían desaparecido por co mpleto,
porque se había encontrado con
Dios. Se sentía un hombre distinto,
confiado y lleno de espera nza: un
vencedor por la gracia de Dios.
107
 El encuentro entre los gemelos
Ahora que Jaco b estaba en paz con Dios, desea ba hacer las paces con su hermano.
Quería pedi rle perdón a Esaú; sólo deseaba hacer el bien. Para mostrar su arrepentimiento,
le mandó un valioso rega lo, que
consistía en más de qu in ientas
cabezas de gan ado. Envió el
regalo en dos pa rtes. Al llega r
cada grupo de an imales cerca
de Esaú, los siervos de Jacob
le decían: «Es un rega lo que
Jacob envía a su señor Esaú;
él m ismo viene detrás de
nosotros» .
Así, Jacob espera ba aplacar la ira de su hermano.
La caravana cont inuaba su viaje: al frente, los rebaños, después las siervas y los hijos,
segu id amente Lea con sus hijos, y por último Raquel con el pequeño José. Llegó por fin la
noticia de que se avistaba a Esaú co n sus hombres. Confiado, Jacob se dirigi ó al f rente y se
in clin ó al sue lo siete veces ante su hermano, mostrando así su tristeza, arrepentimi ento y
deseo de hacer las paces.
Esaú, in esperadamente, corrió a su encuentro, lo abrazó con gran af ecto y ambos
lloraron de emoción.
Todos los presentes se sintieron inmensamente felices con la reconcil ia ción de los
gemelos separados hacía tanto tiempo.
Esaú qu iso conocer y abrazar a toda la fa mi lia.
La despedida fue pacífica. Esa ú y sus hom bres
saludaban con la mano; Jacob, Lea, Raquel y los niños,
todos con sus manos decía n adiós; una despedida muy
diferente a la que había tenido lug ar veinte años ant es.
 Vendido como esclavo
Tam bi én ten ía n una niña llam ada Dina y posiblemente otras hijas más cuyos
no mb res desconocemos, pues en aque l entonces se hacía más referencia a los
hombres que a las mujeres. Eran una gran fam il ia. Los niños eran muy fuertes y
Las ca ravanas avanzaban tan lentamente que cuando llegaron tod os t rab ajaban en el campo, especial mente cuid ando de los rebaños de su padre.
a Siquem Jacob decidió comprar allí un terreno y qu eda rse algú n José era blanco de las envidias de sus herm anos, que crela n que él estaba muy
tiempo. Pero pront o tuvo problemas con los habitantes de la ci udad consentido, que era un hijo de papá. De hecho, José era el preferido de su padre
a causa de sus malas costum bres, que incluían la idol atría, y que por ser hiJo de Raq ue l y porque hab ía sido, durante mu chos años, el más joven y
estaban introduciéndose en el ca mpamento del patriarca El dócil. correct o y simpático.
entorno era tan malo que Dios aconsejó a Jacob que se fuera
a Bete l. Era necesari o que todos se vo lviesen nuevamente a
Dios. Mientras t anto, sucedió algo muy triste: Raquel murió
al dar a luz a su segundo hijo. A ntes de morir lo llamó Benoni
(hijo de mi sufrimiento), pero
Jacob le cam bió el nombre por Benjamín
(hijo de mi alegría) . Jacob se quedó muy
triste porque amaba mucho a Raquel.

Además de los hijos de Raquel, Jacob

te nía otros diez hijos: Rubén , Simeón,
Leví, Judá, Isacar, Za bulón, Dan,
Neftalí, Gad y Aser

En un a ocasión su padre tej ió con sus propias manos

una preciosa t única de colores pa ra ofrecérsela a José
como reg alo. A partir de enton ces aumentaron los celos de
sus hermanos, pues el padre nunca les había dado a ellos
ningún re galo semeja nte. En adelante comenzaron
a tratarlo con muy malos moda les.

110 111
 Debió de haber sentido una gran desilusión cuando vio la crueldad con que le
observaban. Lo agarraron, le sacaron la tún ica y lo echaron a un pozo. ti pidió ayuda, gritó,
imploró que lo sacaran de allí, pero la mayor parte de sus hermanos quería abandonarlo
allí dentro. M ientras ellos discutían sobre dejarlo o liberarlo, vieron que se acercaba una
ca ravana de comerciantes en dirección a Egipto. Entonces Judá tuvo una idea:
-¿Lo vendemos como esclavo a esos comerciantes'
Todos estuvieron de acuerdo y lo vendieron por veinte monedas de plata . Así José, el
compañero espec ia l de su padre, fue llevado a Egipto por extraños. Claro, que no fue la
mejor solución para sus hermanos, que pronto gastaron todo el dinero y sintieron gran peso
en el corazón y temor de que su padre descubriera lo que habían hecho. ¿Y si volvían a
encontrarse' ¿Y si los sueños de José llegaran a cump lirse?
A continuación veremos lo que sucedió.

Una mañana, José les contó un sueño que había tenido: «Estábamos t odos atando
gavillas y mi gavi lla se levantó y quedó derecha. y vuestras gavil las estaban alrededor y se
inclinaban a la mía ».
A los hermanos de José no les gustó nada este sueño en que su hermano aparecía como
superior a ellos. Pasado un tiempo José, inesperadamente, volvió a soñar. Esta vez el Sol, la
Luna y las estrellas se inclinaban ante él. Sus hermanos se enfurecieron, lo llamaron soñador
e incluso su padre lo reprendió por haber contado aquel lo .
En una ocasión, Israel envió a José para que llevara un mensaje a sus hermanos, que se
encont raban a muchos kilómetros de distancia cuidando de los rebaños. Cuando lo vieron
venir a lo lejos, los hermanos comenzaron a coment ar:
-M irad, ahí viene el soñador -d ijo uno.
-¿Lo matamos' -preguntó otro.
-No, echémosle a un pozo vacío -sugirió Rubén, el hermano mayor, con la idea de que
él mismo iría a rescatarlo más tarde.
Los hermanos llegaron a un acuerdo y esperaron a que llegara José. Cuando llegó, venía
cansado, con hambre, pero aun así contento de haber encontrado a sus hermanos.

11 2 113
 Un viaje muy triste ¿Cómo pudieron estos jóvenes ocultar la verdad viendo el dolor de su padre? ¿Y cómo
se sentiría José, de tan sólo 17 años, convertido en un pobre esclavo, alejado de su casa,
de sus an ima les, del pequeño Benjamín y de su querido padre? Seguramente habrá llorado
amargamente durante aquel largo viaje que lo alejaba hacia lu gares desconocidos y
extraños. ¿Quién lo compraría)
En tales circunstancias, José pidió la orientación y la protección divinas. Finalmente, un
viaje tan terrible se transformó en algo muy bueno, en un futuro promisorio, aunque él aú n
no lograra vislumbrarlo.
José llegó a Egipto y se deleitaron sus ojos. Era un país muy desarrollado, con grandes
ciudades, templos, pirámides y estatuas monumentales. En aquel momento no se le
pasaba por la cabeza que llegaría a desempeñar un cargo de gran importancia en
aquellas tierras.

Rubén, que no se encontraba presente cuando vendieron

a su hermano José, volvió al pozo para libera rl o y se quedó
desolado al ver que el joven no estaba. Se acercó a sus
hermanos y les preguntó:
- José ha desaparecido, ¿qué hago ahora) No puedo
regresar a casa sin él, nuestro padre morirá del disgusto.
Entonces los hermanos tuvieron que inventar una
mentira. Mataron un cabrito, ensuciaro n el manto
de José con la sangre y se lo llevaron a su padre para
que pensara que un anima l salvaje lo había matado
por el camino. Jacob, que había engañado a su
padre, fue ahora engañado por sus hijos.
La Bibl ia dice que Jacob lloró la muerte de su hijo
durante muchas semanas. Sus fami liares hicieron
todo lo posible para consolarlo, pero fue en vano.

114 115
 Sueños extraños
Mientras Jacob lloraba en Canaá n, José era
vendido a Potifar, capitán de la guardia real de la
corte de Faraón. El hijo de uno de los hombres más
ricos de Canaán comenzó a 'servir co mo esclavo en
la casa de un pagano. A l principio se ría muy difíci l
pero decidi ó que, con la ayuda de Dios, haría todo
, lo que le mandaran de la mejor manera posible.
Trabajó siempre de form a correcta y honesta.
Así se--fue gan ando la con f ianza y la amistad de
todos, especial mente de su pat rón. Y Potifar le fue
confiando cada vez tareas más importantes. Ll egado
un momento, él era el administrador de la casa y de
los negocios personales de Potifar. Su modo de actuar
mostra ba a t odos los que le rodeaban que amaba
a Dios y que nunca olvidaría las enseñanzas de su
padre .
y cuando todo iba a la perfección en la
casa de Potifar, su esposa, que hacía t iempo
se había f ijado en la belleza del joven José,
lo invitó a entrar en su cuarto, pero él lo
\ rechazó:
\ - Mi amo confía en mí plenamente,
¿cómo podría yo comportarme así con su
esposa? Se ría pecar cont ra Dios.
Despechada, la esposa de Potifa r mintió,
acusando a José ante su marido. Él creyó en
ella y mandó apresar a José.
Duele mucho cuando se nos acusa de algo
que no hemos hecho, pero José no se desesperó.
Incluso con grilletes en los pies, noche tras noche,
encerrado en una celda oscura, recordaba lo que su
padre le había contado acerca de la protección de
Dios y decid ió serie siempre f iel y confiar en él.
y Dios actuó.
_'~~e ra siempre muy sif!1pático y pronto hizo
am istades, incluso con el carcelero, quien le enca rgó
primeramente que cuida ra de los otros presos y después
que se hiciera cargo de toda la adm inistración de la cárcel.
Al lí estaba n presos también dos criados de Faraón:
el jefe de los panaderos y el jefe de los coperos,
posib lemente por haber estado involucrados en algún
intento- de envenénarlo. Una maña na, José los encontró
muy preocupados; habían te nido unos sueños muy
extraños y les gustaría sa ber cómo interpret arlos.
-Interpretar sueños es algo que únicamente Dios
puede hacer. Pero contadme vuestros sueños, yo soy siervo
de Dios y él siempre est á disp uest o a ayudarme.
El copero le contó su sueño:
- Yo soñé que veía una vid delante de mí. En la
vid había tres sarmientos y la vi d brotó, arroj ó su flor y
maduraron sus uvas. Yo tomaba las uvas y las exprimía en
la copa de Faraón y le daba la copa a Fa raón.
José le explicó:
- - Los tres sarm ientos son tres días. Al cabo de t res días
Faraón te hará llamar y te restitu irá a tu puesto. '
El hombre quedó tan contento que prometió a José
interceder por él ante Fa raón.
Después, el panadero le contó su sueño:
-Soñé que veía t res canasti llos blancos sobre mi
cabeza. En el canastillo más alto había muchos pasteles y
bollos para Faraón, pero las aves las com ía n del canastillo
de sob re mi ca beza.
José conti nuó
- Los t res ca nasti llos son tres días. Al cabo de tres días
Faraón manda rá matarte . Después, tu cuerp o será colgado
y las aves comerán tu ca rn e.
Al terce r día, era el cumpleanos de Faraón , quien dio-
un gran ba nqu ete, y suced ió tal como José había predicho.
El cope ro se olvidó com pletamente de interce der
por José ante Faraón y pasa ron dos anos antes de que
sucediera algo nuevo.
 De la cárcel al palacio de faraón
Un día llegó a la cárcel un mensajero de pa lacio.
-Fa raón desea verte inmed iatamente .
- ¿A mil ¿Para qué? -se ha brá preguntado José.
Sintió mucha curiosidad. Por el camino seguramente iba
hablando consigo mismo: «¿Qué querrá de mí Faraón? ¿Habré
cometido alguna fa lta grave'))
Sucedía que la noche anterior Faraón había tenido dos sueños
y había mandado llamar a todos los sabios y magos de Eg ipto para
que se los interpretaran, pe ro nadie había sido
capaz de hacerlo. Entonces el copero se acordó
de José y le contó a Faraón lo que había
sucedido en la cárcel.
Faraón sintió mucho interés y mandó
llamar a José. Tenía curiosidad por
conocer el significado del sueño.
Imaginemos la escena: Se abre
la gran puerta de la sa la real. Faraón
está sentado en su trono de oro y a su
alrededor, de pie, están sus ministros y
colaboradores, con atuendos de realeza.
José se inclina respetuosamente ante
Faraón y escucha lo que tiene que decirle.
- He tenido dos sueños que me
preocupan y quiero que los interpretes.
- Yo nada puedo hacer por mí mismo,
pero Dios podrá darte una respuesta que te
tranquilice.
Faraón le contó el sueño:
-En el primer sueño yo estaba a la
orilla del río Nilo cuando, de pronto, siete
vacas gordas y hermosas salieron del río y
comenzaron a pastar en el prado.
118
))Después salieron otras siete vacas, muy flacas y de ma l
aspecto. Las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras
vacas gruesas, pero seguían estando igual de f lacas que antes.
))En el segundo sueño había siete espigas de t rigo marchitas
que devoraban siete espigas de granos muy grandes.
José respondió
-Los dos sueños se refieren al mismo acontecimiento y I
fue ron enviados por Dios para avisarte de que habrá un periodo J.L..J
de hambre y escasez de alimentos. Primero vendrán siete años
de hartura en que la tierra producirá mucho, pero después
vendrán siete años de hamb re como nunca ha habido en
Egipto. Sugiero que busques un hombre inte ligente y sabio y
lo pongas como responsable de la agricultura en todo el país,
con adm in istradores locales que recojan un impuesto de una
quinta parte de todas las cosechas durante los siete años de
abundancia. Así habrá comida suficiente los otros siete años de
hambre que vendrán. Si no haces esto, habrá mucha hambre en
Egipto.
Faraón escuchó con mucha atención. José no solamente
había interpretado los sueños, sino que había dado consejos muy
sabios. Entonces, volviéndose hacia sus consejeros, preguntó:
- ¿Encontraremos alguien más indicado que este hombre,
en el que habita el espíritu de Dios?
y mirando a José dijo:
-Te nombro responsable de este proyecto.
Todo lo que ordenes tendrá validez en todo el
país. Sólo yo estaré por encima de tu autoridad.
El cargo que ocupó José fue el de gobernador, una especie
de primer ministro. Viajaba por todo el país en un carro real,
vivía en una gran mansión y todos lo respetaban .
¿Y si pudieran verlo ahora sus hermanos'
 f' 1\
Los años sigu ientes fueron muy felices. José era cons iderado, no sólo por el mismo
An t es de darse a conocer dec idió averigua r si ellos habían
Faraón sino por todos los egipcios, como el mejor gobernador que hubieran teni do jamás.
cam biado en todos aquel los años. Les preguntó
Bajo su dirección, los eg ipc ios prosperaron como nunca. Durante siete años recogieron
- ¿De dónde venís?
cosec has muy abundantes y paga ron impuestos de buena gana, pues no sabfa n qué hacer
-De Canaán, hemos venido a compra r trigo.
con lo que les sobra ba. José viajaba por todo el pafs, mandando constru ir graneros pa ra
Al verlos así, arrodillados delante de él, se acordó del sueño
almacenar el grano. Pasados los siete años, todos los almacenes estaban repletos. Por
que había tenido de niño. Pero continuó:
aquellos días nacieron Manasés y Efraín, los hijos de José.
- iVosotros sois espías l Habéis venido para hacernos ma l.
En el octavo año, cua ndo llegó la época de la cosecha, no había nad a para recoger,
- No, no, señor, hemos venido buscando alimentos.
todo estaba seco. Lo mismo sucedió dura nte los años siguientes, y miles de personas de
Todos somos hermanos y personas honestas. Somos doce
otros pa íses comenzaron a pasar hambre. José iba admin istrando los almacenes de la mejor
herma nos, pero el más joven se ha quedado con nuestro
forma posible. Llegado un momento, la situación era t an grave que dio órdenes de abrir los
padre en Canaán y el que falta murió.
al macenes y vender cerea les a los pueblos ha mbrientos que venían de otros lugares .
Como su mayor deseo era ver a Benjamín, les dijo:
Allá lejos, en Canaán, Jacob y su f ami lia también estaban sufriendo los efectos de la
-Para confirmar que lo que habéis dicho es cierto,
seq uía. Nunca se había visto semejante escasez de alimentos. No había pasto para los
nueve regresaréis a vuestra tierra con los alimentos,
animales, ni cereales para ha cer pan.
pero uno se quedará aquí. Llevaréis más trigo
Sabiendo que en Egipto se vendía al imento, Jacob envió a sus hijos hasta all í a comprar
si traéis a vuestro hermano más joven.
lo que pudiera n. Entonces los diez hermanos mayores de José se di rigieron a aq uel país,
Con trist eza, vieron cómo su hermano
quedá ndose Benjamín en casa pa ra acom pañar a su padre.
Simeón era conducido a la cárcel. Entre
Recorrieron el mismo camino que había andado José veinte años antes. Cuando
ellos comentaban que aquel lo era un
llega ron se les dijo que se dirig ieran al gobern ador. Entraron en la sala y se inclinaron
castigo por lo que le habían hecho
respetuosamente si n imaginar siquiera que aquel hombre, tan ricamente vestido y que
a José.
hablaba correctamente la lengua egipCia, era su propio hermano . José los reconoció
enseguida, pero no se lo hizo ver.

121- 0 (1J
 ,

Rubén les recordó que él había inte ntado evita r el mal, pero no habían querido Después hizo venir a Simeón. La comida fue servida de acuerdo a
escucharlo. José entend ía todo lo que decían y, conmovido, tuvo que sal ir de la habitación las órdenes de José: por edades, comenzando por el más joven, para
pa ra que no lo vieran llorar. gran sorpresa de ellos. El plato de Benjamín se llenó cinco veces más
En el camino descubrieron que el dinero que habían pagado por el t rigo estaba metido que los otros. Pero todo sucedía en un ambie nte
en los sacos. Se asustaron, pues no sabían que José, por amor, les había devuelto el pago. de alegría. Sin embargo, ellos aún
Cuando lleg aron a casa de su padre le contaron todo lo que había su cedido y que tend rían debían probar que ya no eran
que regresar a Egipto con Benjamín. Jaco b dijo inmed iatamente: los mismos de antes .
-¿C on Benjamín) i De ninguna manera l José ha muerto, Simeón está en Egipto, ¿y
ahora queréis llevaros a m i hijo menor' iN0 1 Si le suced iera algo, yo no lo resist iría.
Pero como era necesario comprar más al imentos, Jacob t uvo que dejar ir a Benjamín.
- Bien -dijo- , ca rgad los an imales con lo mejor que tenemos: bálsamo, miel, especies,
mirra, almendras, pistachos ... Llevad también el doble de dinero, porqu e se debe de haber
co metido algún error.
Cuando José supo que sus hermanos estaban en la ciudad, los invitó a come r a su casa.
Ellos se asustaron mucho. ¿Q uerría
converti rlos en esclavos) Pero José
los recibió con mucha amabilidad .
Cuando vio a Benjamín, se
emocionó tanto que t uvo que
controlarse pa ra no abrazarlo y se
vio oblig ado a sal ir un momento.

122
 El reencuentro

Para obtener una última prueba de la transformación de sus hermanos, José les ten di ó
una trampa . Dio órdenes de que su prop ia copa de plata fuese co locada en el saco de
Benjamín. Cuando ya habían iniciado el viaje de regreso, orgul losos por la invitación
del gobernador y felices porque todo había ido bien, vieron que algunos so ldados los
pe rseguían. Uno de ellos se adelantó y los acusó rudamente .
- ¿Cómo devo lvéis mal por bien? ¿Por qué habéis robado la copa del gobernador?
-¿Qué estás diciendo? Nosotros no hemos robado nada . Si la encuentras en alguno
de nuestros sacos, que esa persona se quede como esclava .
AI .revisar los sacos, encontraron la copa en el de Benjamín. Sintieron todos una gran
angustia y regresaron a palacio, se arrodillaron delante de José, y Judá dijo:
-No podemos probar que somos inocentes, Dios nos está castigando por algo que
hicimos en el pasado .
José dijo con so lemnidad
-Se quedará como esclavo aquél en cuyo saco se encontró mi copa, los demás podé is
Iros.
-Mi señor, eso no puede ser. Como sabe, nuestro padre
es anciano y morirá si no llevamos a Benjamín con
nosotros. Permítame quedarme yo en su lugar como
esc lavo y deje regresar a mis hermanos.
Entonces José ya no pudo más. Mandó sal ir a
sus criados y se quedó a solas con sus hermanos
para darse a conocer. Como te imaginarás, f ue
un momento muy emocionante .

-Yo soy José - dijo.

Sus hermanos se quedaron estupefactos y al mismo tiempo aterrorizados . Pero José
continuó hablando, sin ningún rastro de odio o venganza en su voz :
-Acercaos . Vosot ros me vendiste is, es cierto, pero no os af lijáis porque Dios ten ía otros
planes para que todos pud iéramos vivir hoy. Hace mucho tiempo que os perdoné y me
siento muy fe liz de haberos encontrado . Ahora id rápidamente a buscar a nuestro padre y
ped idle que venga pronto, con toda nuestra fam il ia, para que vivamos aquí en esta t ierra en
la que hay hartura, y así podá is estar ce rca de mí.
Abrazó fuertemente a Benjamín y los besó a todos . Cuan do Faraón supo lo que había
sucedido, mandó preparar carros para que las mujeres, los niños y el anciano padre de José
pud ieran viajar más cómodamente. Mientras t anto José les dio dinero, ropa y diez sacos
ca rgados con lo mejo r de Egipto y otros diez cargados de cerea les.

125
 Qué feliz se debe de haber sent ido José cuando supo
que la caravana ya esta ba llegando a Egipto.
Mandó prepara r un carro y sal ió al encuentro
i~É~~ de sus fam il iares. Cu ando se vieron, padre e
... hijo cayero n el uno en los brazos de l otro y
ll oraron de emoción. Jacob dijo: «Ahora
ya puedo mori r, po rque te he visto de
nuevo y sé que estás vivo». Pero
aún vivió diecisiete años más.
y hab itaron cerca de José.
Fueron muy bendecidos y se
multiplica ron. Así, a través de
la f idelidad y la nobleza de
un joven, muchos miles de
personas salvaron su vida y
el nombre del Dios de José
se dio a conoce r en todas
pa rtes.

Cuando ll egaro n Junto a su pad re, se atropellaba n unos a otros para contar al mismo
t iempo todo lo que habían vivid o .
-¿José está vivo?
- Es el gobernador de Egipt o .
Al principio Jacob no entendía nada pero después, a med ida que vio los cargamentos,
sus ojos brillaron de emoción.
)s,
- i Mi hijo José ... ! iPodré verl o antes de morir ... 1
Y empezaron a hacer los prepa rativos para viajar a Egipt o.

126 127
 HISTORIAS DEL PUEBLO DE ISRAEL
EN EGIPTO PARTE

Éxodo 1: 1 - 10: 29
VI

i abrimos esta puerta podemos ver, en

una cestita de juncos, cómo Moisés
va flotando por el Nilo, mientras su
hermanita lo observa.
Tal vez a través de ese bebé llegaría el gran
libertador del pueblo.
Pero vayamos un poco más atrás, cuando
José era abuelo en Egipto.

128 129
 Una luz en la oscuridad

-Abuelito, ¿cuándo nos lleva rás a la hermosa t ierra donde nac iste y de la que nos
hablas tantas veces)
- A lgún dia, cariño, algún dia - respondia José .
Tenía más de cien años, varios nietos y bisnietos, además de ser tío abuelo de un gran
número de los descendientes de sus hermanos. José pasó toda su vida deseando regresar
a Canaán, pero tenía tantos asuntos que resolver en Egipto que nunca lo
logró. José y sus hermanos fueron desapareciendo, pero sus descend ientes
se mu lt iplicaron de tal forma que pronto se volvieron una gran nación,
llenando la tierra de Gosén en la que vivían .
Antes de morir, a los 110 años, José dij o a sus familiares: «Vaya morir
pronto pero Dios os sacará de esta tierra para llevaros a la tierra que
prometió a Abraham, a Isaac y a Jacob» . José sabía que los israe litas no
debían quedarse para siempre en aquell a nación pagana .
Cuatrocientos años después de la muerte de José llegó al trono
de Eg ipto un faraón que no conocía la hist oria de los israelitas. Solo
sabía que aquel los extranjeros habitaban las mejores t ierras y que
eran un pueb lo muy fuerte . Tuvo miedo, por eso decid ió proclamar
un edicto según el cual los israe li tas serían convertidos en
esclavos. Comenzaron a oprimirlos, no pod ían
hacer nada pa ra sí mismos, só lo para
el estado. Se los obl igaba a realizar
los peores trabajos de la construcción
de las ciu dades de Fitón y Ramsés.
Había guardas que los castigaban
continuamente .
Día tras día, bajo el sol abrasador,
hombres, mujeres y niños fabricaban
lad ri ll os amasando con sus pies paja y barro, mientras los gua rd as los
golpeaban si en algún momento se pa raban . Incluso así, los egipcios
no pudieron deb il itar a los hebreos que, aunque cansa dos y tristes,
continuaban creyendo en t iempos mejores.
¿Durante cuánto tiempo deberían segui r sufriendo) A
Por las noches, en sus casas, hab laban de las promesas de Dios
menudo recordaban las palab ras de José : «D ios os acompañará
a Abraham, que se habían transmitido de boca en boca: «Tu descendencia será
y os hará salir de esta tierra».
peregrina en tierra ajena, serán esclavos, pe ro a la cuarta generación tomarán posesión de
Esta esperanza era como un rayo de luz en med io de la
la tierra prometida».
oscuridad de sus vidas.

130
 libertador
Cierto día, Faraón fue a
inspeccionar por sí mismo las ciudades
de Pitón y Ramesés, que estaba n en
con strucción. Entonces se dio cuenta de cuán
elevada era la canti dad de hebreos que t rabajaban en
la construcción o en la fabricación de ladril los. Estaban
por todas partes, fu ertes y sanos. Él había pensado
que los debilita ría con t anto t ra bajo, pero se había
eq uivocado. Tuvo que busca r otra estrategia: ya que no
moría n por ca usa del trabajo
duro, tendrían que mori r
al nacer. Así, promu lgó
un edicto seg ún el cual
t odos los niñ os recién
nacidos debían ser
arrojados al río Nilo.
Cuando los padres
hebreos escucharo n
este decreto, se nega ron
a creerlo. No era posible
tanta crueldad. Pero,
desg raciadam ent e, era
ve rd ad y pronto los soldados
trataron de arra ncar los bebés
de las ma nos de sus mamás
para ti ra rlos al Nilo, don de
morían ahogados o como
alimento de los cocodri los .
Imagina la t risteza y el pánico de los
futuros papás . Deseaban salir de aquell a tierra
ente y rogaban a Dios para que pudieran
hacerlo. Dios los oyó y les envió un bebé que se
converti ría en su libert ador.
Aarón y Jocabed ten ían una hija ll amada Ma ría y un hij o llamado
Aaró n. Estaban esperan do otro bebé y su angustia era enorme. Si fuese
un niño, ¿cómo pod rían sa lvarlo de los soldados de Faraón)
Cuando nació, la ma má decidió esconderlo durante tres meses. Ahora,
¿qué haría n) Jocabed const ruyó un cesto, lo f orró con betún pa ra impermeabiliza rl o,
preparó una cam ita y metió dentro a su bebé. Después, puso el cesto en el río. M ientras
ta nto, María vig ilaba a dista ncia y Jocabed regresó a casa , pid iend o incesantemente a Dios
que protegiera a su bebé.
Pasados unos insta ntes, Ma ría comenzó a oír voces. Era la hija de Faraón que iba a t omar
un baño al río acompañada de sus sirvientas. La princesa vio el cesto y mandó a buscarlo.
Cua ndo lo abr ió ad ivinó lo que pasaba y se sintió muy co nmovid a. No t en ía valor para dejar
mori r aquel bebé. Lo recog ió, y entonces María se acercó a ella y le preguntó:
-¿ Desea su alteza que haga llama r una mujer hebrea para que amamant e
al bebé?
A la prin cesa le pareció una excelente idea y M aría fu e corriendo a su casa:
-Mamá, mamá, ven corriendo, la princesa ha recogido a nuestro bebé ..
Así se salvó la vida de Moisés, nom bre que le puso la princesa por
haberlo salvado de las ag uas.
 Educado como príncipe
Cua ndo oraba pedía a Dios que lo orientase y lo
ayudase a escoger el mejor cam ino. ¿Debía renunciar
a sus privilegios, al trono, y ser
Cuando Jocabed llegó a casa con el niño maltratado junto al pueblo de
después que la princesa le hubiera ped ido qu e Dios?
fuera el ama de su bebé, toda la familia se Su elección fue el punto de
arrod il ló para dar gracias a Dios. Estaba sa no y pa rtida de un gran cambio en
salvo, au nque ahora no les pertenecía porque la historia de Israel.
te nía otra mad re; era un príncipe.
Jocabed decidió aprovechar todo el t iempo
que estu viera con el bebé para educarlo en los
pri nci pios y el amor de Dios. Le contó muchas
veces la historia de la creación del mundo y
todos los episodios de la vida de los primeros
patriarcas. También le contó que Dios había
prometi do li berar a su pueb lo de la esclavitud.
El tiem po fue pasando . Cuando Moisés
t enía 12 años fue necesario que se separaran.
Por orden de la princesa, su hijo debía vivir en
palacio. La despedida fue muy triste. Aunque la
prin cesa era siemp re muy ama bl e con Moisés, él
echaba mucho de menos a su famili a pobre, en
la que se sentía ta n querido.
En el pa lacio descubrió cosas nuevas,
aprendió mucho y muy interesante. Se busca ron
los mejores profesores para enseñarle a ser el
futuro fa raón. Era física ment e fu erte, inteligente,
perspicaz y mostraba cualidades de un gran líder.
Sin embargo, en med io de toda aquella ri queza
y cu ltura, Moisés nunca olvidó las enseñanzas
de su madre. Le preocupaba aquel pueblo
oprimido, tratado con tant a crue ldad.

134 135
 La fuga
Como príncipe de Eg ipt o, Moisés ten ía todo lo que un joven puede desear: dinero,
palacios, ropas caras, carruajes, caba llos, criados ... Pero cuando pensaba que los israelitas
sufrían, le venía a la mente la necesidad de hacer pl anes para liberarl os . Sin embargo,
necesitaba aprende r una gran lección: el pue blo sería li berado no co mo resultado de su
sabiduría, sino por el poder de Dios.
En la corte de Faraón nadie sospechaba que Moisés, el heredero al trono, era en realidad
un hebreo y deseaba liberar a los esclavos. Un día, cuando pasaba por un lugar aislado,
Moisés vio algo que le hizo rebelarse. Un guarda egipcio estaba golpeando brutalment e
a un esclavo. Moisés descendió del carro, se aseguró de que nadie miraba, se acercó al
guarda y, de un solo gol pe, lo dejó tirado en el suelo. Para que nadie lo acusara a él o al
hebreo, Moisés enterró el cuerpo.
136
El pobre hebreo no podía creer que el príncipe lo hubiera defen dido y se lo contó a
todo el mun do . Al día siguiente, Moisés encontró a dos hebreos pe leándose. El más fuert e
castigaba bruta lmente al más déb il, y Moisés intervino
- ¿Qué estás haciendo? ¿Le pegas a uno de t us hermanos?
El hom bre le contestó, enfadado:
-¿ y quién te ha puesto a ti por j uez sobre nosotros? ¿O es que quieres matarme como
mataste ayer al eg ipcio?
Moisés se quedó de pied ra. Lo habían descu bierto.
Reg re só a pa lacio apresuradamente y sospecha ndo de lo que ya era una realidad: t odos,
incluido Faraón, sabían que había asesinado a un egipcio para salvar a un hebreo. Ya se
había dado la orden de pren derl o y lo más
seg uro es que sería condenado a muerte.
Moisés logró huir, seguramente ayudado
po r su mad re y por algunos amigos. ¡Con
qué tristeza hab rá emprendido su huida !
A medida que se alejaba y veía las pirámides cada vez más
pequeñas, llegó a la conclus ión de que nunca más volvería
a ser como antes.
Debería haber sido más cuidadoso, pues había perdido
de este modo la oportun idad de ayudar a su pueblo, o así
pensaba él.
137

Cuando llegó a Madián se sentó junto a un
pozo. Mientras estaba allí vio acercarse a siete
jóvenes que iban a buscar agua.
Fue muy agradable para él poder charla r
con alguien después de tantos días de soledad.
Descubrió que eran las hijas de Jetro, un hombre
importante de la región
En cierto momento, llegaron algunos pastores que,
con rudeza, pasaron por delante de la hija de Jetro para sacar
agua para sus rebaños.
138
Moisés se sorprendió, pues lo habían
educado para ser respetuoso . Entonces
dijo a los pastores que esperaran
y él mismo sacó agua para las
mujeres. Era una tarea
muy humilde para un
prínc ipe, pero él se
sintió bien de poder
ser úti l. Cuando
regresaron a casa, ellas
hablaron a su padre acerca
de l joven egipcio que las había
ayudado . Jetro lo mandó llamar
para que comiera con ellos .
Moisés se quedó con ellos
a trabajar, hasta que aprendió
la lección que el Señor que ría
enseñarle. Le llevó tantos años
aprenderla como le había llevado
adquirir la sabiduría de los egipcios .
139
 La zarza ardiente
-He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he oído sus clamores, por eso te envío
a Faraón, para que le pidas que deje salir a mi pueblo de Egipto.
Moisés había perdido la confianza, sentía que ya no sabía hablar correctamente.
Moisés se casó con una de las hijas de Jetro, llamada Séfora. Tuvieron dos hijos; el -No soy la persona indicada. ¿Quién soy yo para presentarme delante de Faraón?
mayor se llamaba Gersón, que significa "peregrino en tierra extraña"; al segundo le puso el Dios lo fue convenciendo mientras le daba señales para que las empleara ante los
nombre de Eliezer, que significa "el Dios de mi padre ha sido mi ayuda". israelitas.
Años más tarde llegó hasta ellos la noticia de que el faraón que había ordenado matarlo -¿ Qué tienes en la man0 7
había muerto. También supo que los israelitas seguían sufriendo, esclavizados, llorando -Una vara -respondió Moisés.
amargamente por la opresión, ahora más cruel que nunca. - Lánzala al suelo.
Moisés pensó en regresar para ayudar a su pueblo, pero se preguntaba: Moisés obedeció y la vara se convirtió en una serpiente. Moisés huyó de el la.
-¿ Qué puedo hacer ahora? Ya no tengo ninguna influencia. -Agárra la por la cola.
PercHo era Moisés el que decidía, sino Dios mismo. Cuando Moisés la agarró, se convirtió de nuevo en una vara.
El Señor oyó los clamores de su pueblo y decidió que era el momento de cumplir las Después Dios enfermó de lepra la mano de Moisés y a continuación se la curó. Moisés
promesas hechas a Abraham, Isaac y Jacob. estaba impresiona do, pero aun así insistía:
Moisés tenía ahora 80 años, ya no era el joven impulsivo de antes. El Señor conocía -Por favor, Señor, envía a otra persona.
sus cualidades y sabía que él li bra ría a su pueblo. Pero Moisés era la persona que Dios había escogido.
•
El encuentro de Moisés con Dios no tuvo lu ga r en un palacio, sino entre los Acordaron que Aarón, su hermano, iría con él.
arbustos del desierto. Un día, mientras Moisés cuidaba de sus rebaños, vio un Se encontrarían en el monte Horeb. Fue un
arbusto ardiendo y se dio cuenta de que no se consumía. Atraído por este enc uentro muy feliz, después de cuarenta
fenómeno, se acercó. Entonces oyó una voz que lo llamaba: años de separación.
-iMo isés l iMOisés l
Miró a su alrededor, pero no vio a nadie. Y la voz continuó:
-No te acerques. Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar que
estás pisando es santo.
Moisés comprendió que era Dios qu ien hablaba. Se sacó las sandalias
y se inclinó:
-Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham,
Isaac y Jacob.

141
 ~"''''''''''esC1 de Dios

Primero reunieron a todos los dirigentes

del pueblo de Israel y Aarón les contó todo
lo que el Señor les había prometido. Al día
siguiente se dirigieron al palacio para hablar
con Faraón, pero las cosas no se dieron
demasiado bien. Él no t en ía la menor
intención de li berar a los esclavos, que le
hacían mucha f alta como mano de obra .

Los dos hermanos deben de haber conversado durante muchas horas.

Aarón le contaría todo lo que había suced ido en Egipto desde su partida y
Moisés le hablaría de Madián y de su nueva fam ilia.
Después Moisés, que tenía 80 años y Aarón, que tenía 83, se dirigi eron
a Egi pto, la tierra de la esclavit ud, de la tira nía y del sufrimiento para el
pueblo de Israel.
 - Vosotros tenéis la cu lpa de que se nos esté maltratando hasta la muerte. ¿Así es como
vais a Iiberarnos 7 Estamos peor que nunca.
Con el corazón lleno de tristeza, Moisés oró:
-iOh, Señor !, ¿por qué afliges a t u pueblo? ¿Po r qué me has enviado?
Entonces Dios le dijo a Moisés:
- Verás cómo, con mano poderosa, Faraón os dejará ir. Él mismo os dirá que sa lgáis de
esta tierra .
y les prometió algo maravilloso.
Moisés creyó en las palabras de Dios y las comunicó a todo el pueblo. Pero ellos esta ban
tan depri midos que no le hicieron caso . Desanimado, Moisés fue nuevamente a hablar con
Dios.
-Señor, ni mis propios hermanos qu ieren escucharme, ¿cómo lo hará Faraón 7 Yo no sé
hablar bien y no t engo argumentos que dar. ..
Pero Dios lo mandó ir. Sabía que el pueblo atravesaba
un momento oscuro ... , pero pronto vería la luz.

Los israe litas dijeron:

- Traemos un mensaje para ti
de parte del Dios de Israel. Deja
sal ir al pueblo durante tres días para
que vayan al desiert o a realizar una
celebración religiosa, un sacrificio al
Señor.
Faraón respond ió furioso:
-¿ Qu ién es el Señor pa ra que yo
obedezca sus órdenes? ¡No dejaré sal ir a tu
pueblo! El hecho de que quieran salir dem uest ra que
están muy ociosos.
Ese mismo día se prom ulgó un decreto seg ún el cua l
no se proveería a los is raelitas la paja para la fabricación de
lad ri llos. Ellos mismos debían obtenerla y fabrica r el mismo número
de lad ri llos diarios. Era imposible log rar am bas cosas y los gua rdas los
golpeaba n sin piedad. Cuando los dirigentes del pueb lo se quejaron ante
Faraón, él se burló de ellos diciendo:
-Sois todos unos perezosos; si no, no estarlais pensando en sal ir a ofrecer
sacrificios. Y de ninguna manera os proveeré la paja.
Los dirigentes se angustiaron mucho y empezaron a acusar a Moisés y a Aa rón .

144 145
 Plagas en el palacio Cuando la última serpiente desapareció, Aarón agarró la suya por la
cola y se convirtió en vara de nuevo. Esto llamó la atención de Faraón,
pero la Biblia dice que su corazón permaneció igua l, endurecido y
Moisés y Aarón fueron de nuevo ante la presencia empecinado.
de Faraón. Éste los mandó hacer algo extraordinario, A la mañana sigu iente, cuando el rey llegó a la orilla del río para
un mi lagro, para demostrar el poder de su Dios. darse un baño, se contrarió mucho al ver allí a Aarón y a Moisés.
Aa rón tiró su vara al suelo y se t ransformó en Cuando estaba a punto de echarlos de allí, Aarón dijo en voz alta:
una serpiente. Faraón se quedó impresionado.
Entonces llamó a sus magos y ellos
hicieron lo mismo, aparentemente,
claro.
Así é1ue ya había varias
serpientes más, pero en un
momento, la serpiente de
Aarón engul ló a las otras,
una a una.

146 147
 -Así dice el Señor: «Con esta
vara heriré las aguas del río y se
convertirán en sangre)). A continuación aparecieron
Fa raón se burló: miles de moscas que llenaban las casas
- Este esclavo hebreo ha perdido el juicio. y cu brían el suelo. ¿Yen la tierra de Gosén,
¿Algu na vez se han convertido en sangre las ag uas entre los israelit as? En las casas de los israelitas no
del Nilo' sucedía nada, porq ue el Señor marcaba una diferencia .
Pero en ese momento comenzó a sentirse un olor Faraón, harto de las moscas, dijo a Moisés y a
nauseabundo en el ambient e. Cuando Faraón miró Aarón:
hacia el agua, vio que estaba roja y que los peces - Haced lo que queráis, pero li berad nos
comenzaban a morir. Era horrible. Faraó n se de estas mal ditas moscas.
volvió a casa enfadado mientras que los egipcios Moisés oró a Dios y las moscas
comenza ron a cavar pozos en busca de agua desapareci ero n por completo . Pero lo
potable. Pero todas las ag uas se habían convertido en cierto es que Faraón no dejó sali r al
sangre. pueb lo de Egi pto.
Después apa recieron millones de ra nas. Entraba n por las puertas y
venta nas y nad ie sabía cómo librarse de ellas. Incluso se habían metido en la
cama de Faraón. Cuantas más ranas mataba n los egipcios, más apa recía n. No
pudiendo hacer nada, Faraón llamó a Moisés y a Aarón.
-Pedid a vuestro Dios que eli mine las ranas y dejaré marchar a tu pueblo ~
para que ofrezca sacrificios .
y las ran as murieron (excepto las de los ríos, claro) y los egi pcios las
enterraron.
Cuando Faraón se vio li bre de las ranas decidió no cu mplir su
promesa. La Biblia dice que endu reció su corazón. Por causa de
su testarudez hubo muchas ot ras calamidades sob re la tierra
• . de Egi pto.
Llegó una plaga de piojos que in comodó y desesperó
a todos los eg ipcios . Incl uso los magos dijeron
a Faraón: «Esto es el dedo de Dios)),
reconociendo en esa circunstancia un
poder superior.
 - Tenemos qu e ll evarnos los rebaños
Parecería lóg ico que, después de que - respondió Moisés.
Faraón hubiera visto el agua convertida en - iNo !, vete de aquí. No qu iero volver a verte
sangre, hubiera soportado las ra nas, los piojos nunca más . Si vuelves ante mi presencia , morirás
y las moscas, llegase a la conclusión de que no se -amenazó Faraón.
puede j uga r con Dios. Sin embargo, cuando f inal izaba - Has dicho bi en - respondió Moisés- , porque
cada una de las plagas, su corazón se endurecía de nuevo. nunca más volveré a ver tu rostro.
Por eso t uvo que pasar por más dificultades: Entonces Dios dijo a Moisés que enviaría la última
• El gana do empezó a mori r por miles, cayeron terribles plaga, la más terrible de todas, y que después
tem pestades de granizo que arruinaron los cultivos, aparecieron el propio Fara ón los expulsa ría de
millones de la ngost as que no dejaron una sola hierba en el campo. Egi pto .
• El pa ís ten ía un aspecto desolador Dios explicó a los hebreos
• Los eg ipcios comen za ban a pasar ham bre, cuando apa reci ó una cómo debían prepararlo todo
nueva plaga : una oscuri dad cayó sobre el país e impedía que las para el viaje que comenza ría
personas pudieran verse unas a otras. No había una sola estrella en el aquella misma noche. Todos
cielo. Faraón, aterrorizado, en el tercer día de oscuridad mandó buscar estaban ansiosos y fel ices ante la
a Moisés y a Aarón . Con ayu da de antorchas los soldados se dirigieron perspectiva de la libertad que se
con gran dificultad a la t ierra de Gosé n do nde, para su gran acercaba.
asombro, enco ntraron luz en los hogares de los israe litas.
Cuando llegaron, Faraón les gritó:
- Id a adorar a vuestro Dios. Dejo sal ir a los hombres, a
las mujeres y a los niños, pero el ganado se qu eda aq uí.
 íNDICE

PARTE 1. LA CREAC iÓN PARTE IV ABRAHAM, ISAAC Y JACOB

(Génesis 1: 1 - 2: 7) (Génesis 12: 1 - 24: 67)

Así comenzó t odo Dios habla con Abraham

Los preparativos El viaje a Canaán
Un mundo lleno de color El camino de un hombre j usto
El sol brilló Eligiendo un lugar donde vivir
Un herm oso coro "Ni una correa de sandalia"
In finidad de animales Tan numerosa como las estrel las
Dios crea al hombre Las dudas de Sara
Las primeras sensaciones de Adán Cae fuego del cielo
La compañera ideal La gran prueba de amor
La elegida
Pág. 62 Un chico encantador
Pág. 6

PARTE V JACOB, ESAÚ y JOSÉ

PARTE 11. EL JARDíN DEL EDÉN Y LA CAíDA (Génesis 25: 19 - 50: 26)
(Génesis 2: 8 - 5: 27)

Tant o por tan poco

, El jardín-hogar
Un día para reco rd ar
Los resultados del engaño
La escalera hasta el cielo
El primer engaño Una gran lección
Una prueba de amor De vuelta con los suyos
El precio del pecado Una lucha cuerpo a cuerpo
Aún hay esperanza El encuentro entre los gemelos
El pri mer hijo Vendido como esclavo
La primera discordia Un viaje muy triste
El hombre marcado Sueños extraños
y vivieron muchos años
De la cá rcel al palacio de Faraón
El hombre que fue trasladado al cielo Pág. 28 El más noble
El reen cuentro Pág. 92

PARTE 111. HISTORIAS SOBRE NOÉ Y EL DILUVIO

(Génesis 6- 11: 9)
PARTE VI. HISTORIAS DEL PU EBLO DE ISRAEL
Dias tristes y difíciles EN EGIPTO
(Éxodo 1: 1 - 10: 29)
Un constru ctor de barcos
La entrada de los anima les
Una luz en la oscuridad
Comienza a llover
El futuro liberta dor
Un viaje extraño y difícil Pág. 128 Educado como príncipe
Un nuevo comienzo
La fuga
La torre de Babel
La zarza ardiente
Plagas en el palacio
Las plagas continúan

Pág. 46

152 153