LA CONVERSIÓN DE LIDIA

HECHOS 16: 11-15

INTRODUCCIÓN: Era la primera vez que San Pablo se encontraba en Europa haciendo obra
evangelistica. Sucedió en su sengundo viaje misionero. Después de haber llegado a la ciudad
de Filipos y estando varios días sin ninguna actividad de importancia, sucedió lo que relata el
pasaje bíblico escogido.
I.- El lugar del suceso: “…Fuera de la puerta, junto al río” (v. 13).
A.- Los Judíos de Filipos no tenían sinagoga donde adorar a Dios, por lo tanto lo hacían al
aire libre.
B.- Con frecuencia los judíos se reunían en las orillas de los ríos para hacer sus actividades
de costumbre.
C.- En su deseo de adorar a Dios, no les importaba hacerlo en sitios públicos.

D.- Quien siente el deseo de adorar a Dios, no considerará el sitio como un obstáculo para
no hacerlo.

1.- Los patriacas adoraban a Dios en los montes, en el campo.

2.- Los Cristianos primitivos lo hacían en las catatumbas.

3.- Pablo y Silas lo hicieron en la cárcel (Hechos 16:25).

II.- El motivo de la reunión: “…Donde solía hacerse la oración” (v. 13).

A.- La oración siempre ocupo un lugar muy prominente en el culto a Dios.

B.- Por excelencia, el sitio donde se adora a Dios debe ser un sitio de oración: “Mi casa
será llamada casa de oración” (Isaías 56:7).

C.- Pablo y Silas, cuando se encontraron presos en la cárcel de Filipos, no sólo cantaron
himnos al Señor, sino que también oraron (Hechos 16:25).
D.- Pedro y Juan fueron instrumentos en las manos de Dios para sanidad de un paralitico,
cuando se dirigían a la oración (Hechos 3:1).
III.- La actitud de Pablo en aquella reunión: “…Hablamos a las mujeres que se habían
reunido” (v. 13).
A.- Pablo nunca se conformó con ser un simple espectador.

B.- Tenía por necesidad que comunicar el mensaje de Cristo.

C.- En Atenas, discutió en las sinagogas con los judíos, en la plazas con los que concurrían
(Hechos 17:17).
 D.- El señor le exhorto en Corinto para que hablara y no callara: “Habla y no calles”
(Hechos 18:9).
E.- En la sinagoga de Éfeso “Habló con denuedo por espacio de tres meses” (Hechos
19:8).
F.- San Pablo se vio impedido como Nabucodonosor, quien dijo: “Conviene que yo declare
las señales y milagros que el Dios altísimo ha hecho conmigo” (Daniel 4:2).

G.- Pablo sentía el mismo imperativo de Pedro y Juan, quienes dijeron: “No podemos dejar
de decir lo que hemos visto y oído” (Hechos 4:20).

IV.- La Actitud de Lidia.

A.- “Adoraba a Dios” (v. 14).

1.- Adoraba a Dios al aire libre, donde la gente pasaba, en circunstancias campestres.
2.- Tomaba parte activa en el servicio de Adoración.
B.- “Estaba oyendo” (v. 14).

1.- No estaba distraída, escuchaba con atención todo lo que se decía.

2.- En casa de Cornelio, Dios premió la atención que prestó a la predicación enviando el
Espíritu Santo (Hechos 10:44).

V.- La obra de Dios: “El Señor abrió el Corazón” (v. 14).

A.- Cuando uno hace su parte escuchando, Dios hace la suya.

B.- Dios no solamente le abrió el entendimiento, sino que además la hizo sensible.
C.- Cada vez que hay un alma atenta, Dios le abre el corazón para que penetre su
bendición.
VI.- Evidencias de su conversión.
A.- “Fue Bautizada” (v. 15).

1.- Públicamente dio testimonio de haber aceptado a Cristo como salvador.

2.- No temió la reacción de sus compatriotas judíos que presenciaban el acto.

B.- Hospedó a los siervos de Dios (v. 15).

1.- El carcelero de Filipos hizo lo mismo después de su conversión (Hechos 16:33,34).

2.- Las buenas obras siempre acompañan a los convertidos; su ausencia es una
constancia de no haber tenido una experiencia con Dios.

CONCLUSIÓN: Toda persona que busca a Dios, como Lidia, lo hallará. Como resultado, su
vida será de servicio desinteresado.